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1,1. el gerente que no tiene mayor interés ni por la tarea ni por la gen- tc y
simplemente va dejando pasar las cosas
1,9: cl gerente ami 5 gerer te amistoso que se preocupa por la gente pero se interesa
poco por la tarea que debe cumplirse
9,1. el gerente que sólo se concentra en el logro de lat
5,5: el gerente comprometido tarca y la gente
9,9: el gerente ideal que integra el interés por la tarea con el interés por la gente y que
produce un rendimiento sobresaliente
Blake y Mouton presentan este diálogo para ilustrar que el estilo 9,9, de tipo
participativo y con una discusión bilateral del trabajo, funciona aun con nuevos
empleados sin experiencia. Es obvio que la mayoría de nosotros preferiríamos el
diálogo y la guía de un jefe 9,9 en lugar de un supervisor insensible que se limitara a
dar instruccio- nes y asignar tareas. Pero dejando de lado la parte agradable del
modelo 9,9, ¿realmente proporciona éste una concepción adecuada del liderazgo? o
Una limitación importante del grid gerencial es su supuesto implí- cito de que la
esencia del liderazgo es la relación interpersonal entre
los gerentes y sus subordinados directos. El diálogo ilustrativo de Blake y Mouton
puede enmarcarse en la perspectiva exclusiva de recursos humanos. Aun así tiene
contradicciones. Blake y Mouton magnifican los beneficios de la interacción mutua; sin
embargo, lo que el diálogo muestra fundamentalmente es la influencia que ejerce el
jefe sobre el subordinado. Ello da pie a las críticas que sostienen que la perspecti- va
de recursos humanos tiene que ver más con la manipulación habi- lidosa de la gente
que con la integración genuina de los intereses del individuo y de la organización. o
En general la teoría de matriz gerencial no tiene mucho que decir sobre las
dimensiones estructural, política y simbólica de las organlzaciones. La teoría supone
que todo lo que el líder debe hacer para ser eficaz en todas las situaciones es integrar
su interés por las tareas con su interés por las personas que van a ejecutarlas.
2. LIDERAZGO SITUACIONAL.
De hecho hay muchas razones de peso para considerar que este modelo es incorrecto
y pocas para tenerlo como correcto (Hambleton y Gumpert, 1982; Graeff, 1983).
El modelo situacional no distingue entre el apoyo a la persona y el apoyo a una tarea
determinada. Hersey (1984) afirma que apoyar a subordinados incapaces y no
dispuestos redunda en un bajo rendimiento. ¿Significa esto que cuando los niños
carecen de habilidades y de motivación, tanto los padres como los maestros deben
darles mucha instrucción pero ningún apoyo hasta que los niños aprendan
El modelo de Hersey y Blanchard también ignora el problema del efecto Pigmalión. Tal
como hemos visto, las teorías no sólo influyen en nuestra mancra de percibir la
realidad, también se convierten en profecías autorrealizables. Ya McGregor (1960)
había planteado el mis mo argumento sobre su Teoría X: si los gerentes están
convencidos de que sus subordinados no son capaces de cumplir con sus obligacio-
nes, tenderán a dirigirlos y controlarlos; lo cual, a su vez, intensificará la renuencia sin
capacidad de éstos. Hersey y Blanchard no explican
2.3. ¿cómo deben los gerentes explorar sus percepciones sobre las
habilidades y motivaciones de sus subordinados.?
Ellos asumen, de manera implícita, que las percepciones de los gerentes son
generalmente confiables. Se centran totalmente en la manera en la cual los gerentes
deben influir en sus subordinados, ignorando la importancia de la influencia en la otra
dirección.