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Introducción
Tres cuartas partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por agua de mares, ríos,
lagos, etc. El territorio de México se integra por las superficies continental, insular y
marítima.
Disperso entre leyes, reglamentos, decretos, acuerdos, circulares, entre otros, encontramos
el derecho agrario, que existe desde épocas antiguas. Se encuentra inmerso en la
legislación de cada país, pero ¿qué es el derecho agrario? El derecho agrario ha
evolucionado época tras época y se ha adecuado en el tiempo y espacio, pero a todo esto
¿por qué es importante estudiarlo? Estas y otras preguntas más se resolverán a lo largo de
esta primera unidad.
Conceptos elementales
El derecho agrario se ha transformado a través del tiempo y ha tenido una gran importancia
progresiva, ya que la tierra es el punto de partida de todas las civilizaciones -material y
espiritualmente hablando-.
Sabemos que el derecho apareció a partir de que el hombre comenzó a socializar con su
entorno y más aún con otros seres humanos; lo anterior se puede corroborar del viejo
adagio romano que dice: “ubi societas, ubi ius” que dicta que “donde hay sociedad, hay
derecho”. Aristóteles señala que “el hombre es una animal social por su naturaleza” y lo que
nos distingue de otros animales es la capacidad de razonar.
Es necesario para todo estudioso del derecho tener claro el significado de la palabra
derecho. La palabra derecho es un término polisémico, plurivalente, equívoco, que tiene
infinidad de significados. La palabra derecho proviene del término latino directum, que
significa “lo que está conforme a la regla”.
Definamos...
La Real Academia Española describe la palabra derecho del siguiente modo:
• Recto, igual, seguido, sin torcerse a un lado ni a otro.
• adj. Justa, legítimo.
• adj. Fundado, cierto, razonable.
• adj. Directo (que va sin detenerse en puntos intermedios).
• adj. Dicho de una parte del cuerpo humano: que está situada en el lado opuesto al
del corazón.
• Ciencia que estudia estos principios y preceptos.
• Facultad que abraza el estudio del derecho en sus diferentes órdenes, etc.
La palabra derecho alude a una multiplicidad de sentidos que pueden significar un derecho
objetivo o subjetivo, y esto no se debe a la mala aplicación del vocablo, sino a lo equívoco
que resulta el término empleado.
Hasta este punto no se ha llegado al significado de la palabra derecho, puesto que hablar
de derecho es hablar de un todo y es un tanto complicado aclarar su definición, ya que para
cada tendencia de interpretación jurídica el derecho tiene un significado diferente. De ahí
que filósofos de nuestra disciplina jurídica hayan escrito una multiplicidad de textos en los
que hacen referencia a los elementos que distinguen al derecho de otras áreas del saber.
Por mencionar a algunos pensadores nos encontramos a: Herbert Hart, John Austin, Hans
Kelsen, Ronald Dworkin, entre otros.
Definición 2
Lucio Mendieta y Núñez indica que el derecho agrario es el conjunto de normas, leyes,
reglamentos y disposiciones en general, doctrina y jurisprudencia, que se refieren a la
propiedad rústica y a las explotaciones de carácter agrícola.
Definición 3
Martha Chávez Padrón sostiene que el derecho agrario es el conjunto de normas que se
refiere a lo típicamente jurídico, enfocado hacia el cultivo del campo, y al sistema normativo
que regula todo lo relativo a la organización territorial rústica y a las explotaciones que se
determinen como agrícolas, ganaderas y forestales.
Definición 4
Manuel González Hinojosa define el derecho agrario como la ordenación positiva y justa
de las actividades agrarias para lograr el bien común de la comunidad rural mediante el
fomento de la producción agropecuaria y la conservación de los recursos naturales
renovables.
Definición 5
Raúl Lemus García señala que el derecho agrario es el conjunto de principios, preceptos e
instituciones que regulan las diversas formas de tenencia de la tierra y los sistemas de
explotación agrícola, con el propósito de realizar la justicia social, el bien común y la
seguridad jurídica.
Definición 6
Antonio Lara Arroyo y Luis G. Alcérreca dicen que el derecho agrario es el orden jurídico
regulado de los problemas de la tenencia de la tierra, las diversas formas de propiedad y la
actividad agraria que rige las relaciones de los sujetos que intervienen en las mismas.
Definición 7
Mario Ruiz Massieu estableció que el derecho agrario es el conjunto de normas jurídicas
que regula la actividad en el campo, derivada de la tenencia y la explotación de la tierra,
con el fin primordial de obtener el bien de la comunidad en general y en especial de la
comunidad rural.
Por último, hay que tener en cuenta el momento en que se realizaron los conceptos, puesto
que el derecho agrario ha tenido varias etapas ya antes mencionadas y por lo tanto puede
tener sus variantes.
¡Importante!
Conforme al nuevo marco jurídico, el derecho agrario es el conjunto de
normas legales, principios jurídicos, doctrina y criterios jurisprudenciales que
regulan las relaciones surgidas entre los sujetos dedicados a la actividad
agropecuaria. Estas relaciones derivan de la tenencia de la tierra, cuyo
destino sea explotarla de forma racional y respetuosa con el medio, para así
mejorar la calidad de vida de las familias rurales mediante una mayor
rentabilidad en la producción del sector primario.
Conceptos afines
El derecho agrario se expresa a través de conceptos propios; sin embargo, estos derivan
de conceptos llamados afines; aquellos que tienen relación con los primeros y que vienen a
explicar y reforzar su contenido.
¿Sabías que…?
La palabra agrario proviene del latín agrarium, de ager, de campo; en consecuencia, se
refiere a todo lo relativo al campo.
Lo agrario aparece desde tiempos remotos en la vida cotidiana, tal vez en un principio no
regulada por el derecho, pero siempre presente. El más remoto antecedente lo encontramos
en la cultura romana, en donde Roma ya hacía la siguiente división:
El autor nos dice…
Asimismo, Ángel Caso (1970:7) dice que la palabra agrario tiene dos acepciones: en su
acepción restringida agrario debe ser tomado como sinónimo de reparto de tierra, y en su
acepción amplia quiere decir lo relativo a la tierra, tomando este vocablo como sinónimo de
suelo.
Definamos…
El diccionario de la Real Academia Española indica lo siguiente:
Lo agrario en nuestro país se ha reducido poco a poco, puesto que actualmente no abarca la
pesca, caza, los hidrocarburos y la minería. Pero al concepto de agrario apareció otro más:
el término agrícola.
Definamos…
El término agrícola proviene del latín agros: campo, y colo: cultivar, y esto es precisamente
el contenido del derecho agrario, es decir, el campo y su cultivo; en otras palabras, la
propiedad rústica y su explotación.
Lo agrícola
Política agraria
De acuerdo con los economistas liberales la nueva política agraria enfrenta los retos del
campo mexicano, como la capitalización y la mecanización, así como el apoyo y promoción a
la organización de los productores rurales, entre otros aspectos.
Reforma agraria
Definamos…
La reforma agraria es una parte integral de las estrategias de desarrollo y
condicionalmente del desarrollo global y se considera como la dimensión estructural del
desarrollo rural.
• 1934. El periodo presidencial de Lázaro Cárdenas fue una época en donde más
distribución de tierras tuvieron los campesinos.
Éste apoyó a los empresarios y obreros y por ende, benefició a la clase media. Fue
un gobierno económicamente y socialmente próspero. No tenía preferencia por
ningún estrato social, impulsó la educación, estableciendo una enseñanza pública,
laica, gratuita y obligatoria con su lema: “México para los mexicanos”.
Llevó adelante una política de nacionalizarse que se ocupó de proteger a la población
indígena, impulsando la Reforma agraria, nacionalizó el ferrocarril y el petróleo y
combatió el latifundismo.
• 1971. • Ley Federal de Reforma Agraria que incluyó un nuevo capítulo sobre
organización agraria: comercio, transporte, salarios, etc.
• Nace el subprograma de abasto popular.
• Se da un apoyo al desarrollo integral desde la organización productiva de los
campesinos hasta la comercialización internacional.
• 1983. sobre organización agraria: comercio, transporte, salarios, etc.
• Nace el subprograma de abasto popular.
• Se da un apoyo al desarrollo integral desde la organización productiva de los
campesinos hasta la comercialización internacional. El 03 de febrero de 1983 se
reforma el artículo 27 constitucional, adicionando las fracciones XIX y XX; en la
primera se establece el fundamento para la creación y operación de un órgano de
procuración agraria, al indicar que el Estado dispondrá las medidas para apoyar la
asesoría legal de los campesinos, disposición que en la práctica no se materializó,
pero que de cualquier manera sirvió de sustento a la actuación de la Dirección
General de Procuración Social Agraria en el logro del objetivo constitucional.
• 1985. El 27 de agosto de 1985 se publica en el Diario Oficial de la Federación el
Reglamento Interior de la Secretaría de la Reforma Agraria, en el que se establece
como parte de su estructura a la Dirección General de Procuración Social Agraria
(artículo 2º), señalándole como atribuciones las de emitir normas, lineamientos y
disposiciones, así como supervisar a las procuradurías sociales agrarias de las
delegaciones.
• 1987. Mediante acuerdo del titular de la Secretaría del Ramo publicado el 06 de
mayo de 1987 en el Diario Oficial de la Federación, se delegaron en las procuradurías
diversas facultades de la Dirección General de Procuración Social Agraria.
Básicamente consistieron en otorgar asesoría legal a petición de parte, en favor de
ejidatarios, comuneros, poseedores, pequeños propietarios (sólo de propiedades
equivalentes a unidades mínimas de dotación individual: 10-00-00 hectáreas,
artículo 129, Ley Federal de Reforma Agraria).
Nota jurídica
El 06 de enero se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto de reformas a la
Constitución Política; se modificó el párrafo tercero, las fracciones IV y VI, primer
párrafo, VII, XV, XVII; se adicionaron los párrafos segundo y tercero a la fracción
XIX, y se derogaron las fracciones X a XIV y la XVI.
La enmienda del artículo 27 de la Constitución suprimió el marco jurídico de la
reforma agraria, realizada en el periodo cardenista, poniendo fin al reparto de tierras,
restándole importancia al Plan nacional de alimentación y de abasto nacional básico.
Con esta reforma se les iba a permitir a los ejidatarios la propiedad plena de su tierra y ésta
podría pasar al régimen de propiedad privada si así lo decidían libremente los ejidatarios y
los comuneros.
La Ley Agraria de 1992 creó la Procuraduría Agraria, que fijaría los límites de las parcelas
individuales y atribuiría los derechos de propiedad; también se crearon los tribunales
agrarios para resolver los conflictos sobre la tenencia de la tierra, y el gobierno creó el
Programa de Certificación de los Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos
(Procede). Ahora el ejidatario tenía la opción de mantenerse en ese mismo estatus, con las
reglas anteriores, o bien convertirse en el dueño absoluto de sus tierras, con capacidad para
venderlas o rentarlas.
• Otras reformas
Con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se transmutó el ideal
de la justicia social por los intereses de mercado, desfavoreciendo a los grupos campesinos.
De esta forma se agravó la deuda histórica hacia este sector, lo que provocó el estallido del
conflicto zapatista en Chiapas en 1994.
Reflexión…
¿Cómo debe resolverse el problema agrario?
Regularmente se cuenta con ideólogos que dan propuestas jurídicas y políticas tendientes a
combatir el problema agrario y resuelven problemas socioeconómicos; esto no es nada
nuevo. Desde los tiempos de la Revolución, Emiliano Zapata, Luis Cabrera y otros ilustres
han aportado ideas para combatir el problema agrario que se ha venido suscitando desde
tiempos remotos.
De estas numerosas ideas y propuestas sobre cómo combatir el problema agrario son
importantes aquéllas que a través de las representaciones políticas populares se convierten
en leyes.
En el caso de los pueblos prehispánicos la cultura que mayor desarrollo logró fue la azteca,
ya que consolidó un sistema de distribución territorial basado en la jerarquización, de
acuerdo con el papel que se tenía; en la zona territorial rústica era evidentemente
desproporcionada. La realeza, el sacerdocio y los guerreros eran quienes detentaban las
mejores tierras en cuanto a calidad y cantidad, aunque no la trabajaran.
La estructura era la siguiente: existía el Calputlalli, que era una unidad a la que pertenecían
los calpullis, que a su vez eran parcelas pequeñas; sin embargo, quien distribuía las
tierras entre los solicitantes era el Consejo del Calputlalli.
Época colonial
Decretos en materia agraria de Miguel Hidalgo y Costilla y de José María Morelos y Pavón
Respecto de las ideas de Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón, podemos
observar que estas fueron creadas con la finalidad de eliminar la esclavitud, luchando por la
igualdad, eliminando las castas y para lograr que los mestizos y naturales del ahora
territorio mexicano, tuvieran acceso a cargos públicos.
Solamente encontramos dos ideas muy similares relacionadas con nuestra materia, las
cuales están encaminadas a que los indios puedan cultivar sus propias tierras, que no
fueran motivo de arrendamiento a los españoles.
- 1910. Época Revolucionaria. El problema agrario era evidente y el descontento del pueblo aún más;
por ello, el 05 de octubre de 1910, Francisco I. Madero, proclama el Plan de San Luis, en el que
declaró nula la elección de Presidente y Vicepresidente de la República de ese año, desconoció el
Gobierno del Gral. Porfirio Díaz, asumió el papel de Presidente Provisional, asimismo, declaró la
restitución de tierras a los indígenas que habían sido despojados de ellas, manifestando que solo en
los casos en que los terrenos hayan pasado a tercera persona, antes de la promulgación de este
Plan, los antiguos propietarios recibirían indemnización de aquellos en cuyo beneficio se verificó el
despojo, haciendo una invitación a la ciudadanía a tomar las armas y levantarse en contra del
gobierno del Gral. Díaz.
- 1911. Para este año siguió el Plan de Ayala del 28 de noviembre de 1911, suscrito por la Junta
Revolucionaria, encabezada por el Gral. Emiliano Zapata. Este documento desconocía el gobierno de
Francisco I. Madero, debido a su traición; y en el expresaban lo siguiente: “Los terrenos, montes y
aguas usurpados por los hacendados, científicos o caciques, a la sombra de la tiranía y de la justicia
venal, entrarán en posesión de esos bienes inmuebles desde luego los pueblos o ciudadanos que
tengan sus títulos correspondientes de esas propiedades, de las cuales han sido despojados, por
mala fe de nuestros opresores. “Los hacendados, científicos o caciques que se opongan directa o
indirectamente al presente Plan, se nacionalizarán sus bienes y las dos terceras partes que a ellos
correspondan, se destinarán para indemnizaciones de guerra, pensiones de viudas y huérfanos de las
víctimas que sucumban en la lucha del presente Plan” (Fabila, 2006).
- 1914. Adiciones (en materia agraria) al Plan de Guadalupe del 12 de diciembre de 1914. Proyecto de
ley agraria, que expidió el c. Venustiano Carranza, primer jefe del ejército constitucionalista encargado
del poder ejecutivo de la nación. Fue publicado en el No. 1 de "El Constitucionalista", en Veracruz, el
12 de diciembre de 1914, dentro de sus quince capítulos, se incluían los siguientes temas:
Necesidades de la Nación y del pueblo, revisión de los títulos de propiedad, señalamiento,
fraccionamiento y repartición de tierras, compra y venta de terrenos para el pueblo, fomento y
defensa de las tierras del pueblo, la transmisión de derechos y obligaciones inherentes a las tierras
del pueblo, fundación de pueblos, colonias agrícolas, irrigación de las tierras, labradores pobres,
tierras para los defensores del pueblo, los nuevos denuncios, los nuevos deslindes, la enajenación de
los terrenos de la nación y las prescripciones de las tierras nacionales.
- 1915. Ley Agraria del General Francisco Villa, del 24 de mayo de 1915. La concepción del problema
agrario del norte fue muy diferente de la del sur y centro del país. Los del norte, más individualistas y
que nunca habían poseído las tierras en forma comunal, pretendían fraccionar los latifundios y crear
un gran número de pequeñas propiedades que tuvieran la extensión y los recursos suficientes para
garantizarles una buena explotación y producción abundante. Fue por esos motivos que el Gral.
Francisco Villa emitió, el 24 de mayo d1915, en León, Guanajuato, una Ley General Agraria que
reflejó las aspiraciones de la gente del norte, porque declara como de utilidad pública el
fraccionamiento de grandes propiedades territoriales en la extensión que como máximo señalen los
Estados en sus respectivos territorios, teniendo en cuenta la cantidad de agua para riego, la densidad
de la población, la calidad de las tierras, la extensión en cultivo, así como la expropiación de las
tierras necesarias para la fundación de poblaciones y de las aguas de manantiales, presas y de otra
procedencia, en el volumen que no aproveche el dueño de la finca a que pertenezcan. Del mismo
modo, la Ley establece que la federación procederá a expedir las leyes necesarias en materia de
crédito agrícola, colonización, vías generales de comunicación y todas aquellas que adicionalmente
contribuyeran a resolver el problema agrario nacional.
- 1915. Ley Agraria del 6 de enero de 1915. Un paso significativo hacia la integración del
constitucionalismo social en materia de tenencia de la tierra, y la consecuente institucionalización
jurídica de las demandas agrarias, está representada por la Ley del 6 enero de 1915, expedida por
Venustiano Carranza, señalando, entre las causas de malestar y descontento de las poblaciones
agrícolas, el despojo de los terrenos de la propiedad comunal o de repartimiento que les fueron
concedidos por el gobierno colonial como medio de asegurar la existencia de las clases indígenas, de
donde se aduce la conveniencia de restituir por justicia y de dotar por necesidad tierras a los pueblos
desposeídos o carentes de ellas. Esta ley determina, en sus doce títulos, entre otras cosas, la nulidad
de todas las enajenaciones, concesiones, composiciones o ventas de tierras, aguas y montes
pertenecientes a los pueblos, otorgadas por la entonces Secretaría de Fomento, Hacienda o
cualquier otra autoridad federal; contempla la creación de una Comisión Nacional Agraria, una
Comisión Local Agraria, y comités particulares ejecutivos de cada Estado y establece las funciones,
integración y competencia de cada una.
El campo mexicano tuvo un desarrollo creciente a partir de los años 40, llegó a su auge en
el período de 1950 a 1965, donde el crecimiento de la producción agrícola aumentó a un
promedio de 4.6% anual y la ganadería a un 5%; aunque comenzó su descenso hacia los
años 70. Este alto desempeño se debe al reparto de tierras que aumentó la superficie
cultivable, así como a la realización de obras de infraestructura e irrigación y a los créditos
para la innovación de la agricultura. Cabe destacar que durante esos años México participó
en la famosa “Revolución verde”, cosa que produjo aumentos en la productividad del campo
a través del cultivo de semillas mejoradas y nuevos métodos de cultivo e irrigación.
Por lo tanto, se puede considerar que su relación existe cuando se trata de producción,
distribución y circulación de los bienes económicos-agrarios, buscando el bienestar y la
prosperidad del productor-empresario y quienes intervienen en dicha actividad.
Como vemos la relación tiene un marcado sentido finalista, del proceso económico como un
medio-fin en sí mismo o en provecho del empresario, por el contrario podemos entenderlo
en busca del bien comunitario y subrayando el principio de la escasez como formante de
todo el orden económico.
Derecho indígena
El Dr. Ignacio Burgoa, en su obra Las garantías individuales, expresa lo siguiente: “Los
derechos del hombre constituyen en términos generales el contenido parcial de las garantías
individuales, considerando a estas como meras relaciones jurídicas entre los sujetos de que
hemos hablado: gobernados por un lado y Estado y autoridades por el otro” (Burgoa,
2007:177), sostiene que existe un nexo lógico-jurídico entre las garantías individuales y los
llamados derechos del hombre, considerando a estos últimos como potestades inherentes a
la personalidad del ser humano, consustanciales a su naturaleza de ser racional.
Concluyendo, “los Derechos Humanos no provienen de la nación o del Estado, sino que son
supranacionales e inherentes al ser humano” (Zebdúa, 2017).
1.- Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades
mexicanas tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y
sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o aguas.
Todo ser humano nace libre e igual en dignidad y derechos, más allá de que
sean expresados y definidos en textos legales, los derechos humanos buscan
garantizar la dignidad de los seres humanos y hacerlos realidad.
El origen de la Declaración Universal de Derechos Humanos
Uno de los precursores de los derechos humanos fue Juan Jacobo
Rousseau que buscaba que el hombre aun perteneciendo a la sociedad
mantenga su libertad y no obedezca a los demás, sino a sí mismo y siga
siendo tan libre como antes.
Los tratados internacionales obligan a los países que los suscriben. México se adhirió al
tratado el 23 de marzo de 1981, entrando en vigor en nuestro país el 12 de mayo de ese
año, 15 años después de la aprobación por La Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), del 16 de diciembre de 1966, así como con la aprobación del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). Ambos tratados contienen la
Declaración Universal de Derechos Humanos.
Al suscribir México este tratado se comprometió a garantizar los derechos humanos
incorporándolos a la Constitución, dentro de cuales se encuentran los derechos económicos,
como el derecho al trabajo, los derechos sociales, como el de la salud, vivienda, a la
propiedad, los derechos culturales, como el derecho a recibir educación por parte del
Estado. Todos estos derechos se consideran derechos de igualdad material, porque todos
ellos, pretenden alcanzar la satisfacción de las necesidades básicas de las personas y el
máximo nivel posible de vida digna.
Debe hacerse hincapié en que los elementos del derecho son su objeto y su método; su
objeto es el derecho como tal; la realidad social, dependiendo de la época, es lo que
realmente estudia el derecho, como las conductas de la sociedad y sus integrantes; su
método es la vinculación que existe entre el objeto a estudiar y el sujeto que lo estudia;
son sólo técnicas y procedimientos para analizar de forma adecuada el objeto y cambiar, si
es necesario, la normatividad jurídica para adecuarlo a las necesidades de la época.
Partiendo de esto y tomando en cuenta que todo derecho debe estar positivado para
obtener un reconocimiento y con ello lograr una obligatoriedad para su cumplimiento, y que
al estudiar el objeto del derecho constantemente, ya que es el encargado de controlar las
conductas de los seres humanos para lograr un bienestar social, el derecho se puede dividir
en ramas.
La polémica comienza en esta división, ya que desde la Roma antigua los jurisconsultos
identificaban únicamente dos ramas: el derecho público y el derecho privado,
apareciendo por primera vez en el mundo en la Constitución de 1917 de México la tercera
rama del derecho, que tiempo después tomaría mayor fuerza en los demás países del
mundo: el derecho social.
Este es el caso de nuestro país, que si bien se apega en muchas cosas al derecho romano,
nuestro sistema jurídico neorromanista adiciona a estas ramas ya existentes y sus
subramas, al derecho social, y con ello a las subramas respectivas de ésta: el derecho
agrario, el derecho laboral y derecho de la seguridad social.
El Estado velará por la estabilidad de las finanzas públicas y del sistema financiero para
coadyuvar a generar condiciones favorables para el crecimiento económico y el empleo. El
Plan Nacional de Desarrollo y los planes estatales y municipales deberán observar dicho
principio.
¡Importante!
Por su naturaleza, el derecho agrario no puede incluirse entre las subramas del derecho
privado, y menos del derecho público; por ello, en México se localiza en el derecho social;
sin embargo, otros sistemas jurídicos no tienen este carácter, perteneciendo así a la rama
del derecho privado.
Por ello, el derecho agrario es progresivo; debe atender las necesidades que van surgiendo
día con día en este sector y que requieren de una regulación, diferente a la regulación
privada, pero no por encima de lo público.
¡Importante!
Esto es lo que diferencia al derecho agrario de cada sistema jurídico, ya que en algunos
países en materia de explotación, la minería tanto como lo agrícola; para tal caso, México
no considera la materia minera, pesquera o caza; por ello surge la necesidad de diferenciar
el derecho agrario en general del derecho agrario mexicano, para identificar la materia que
regulará en nuestro sistema jurídico.
La noción de derechos sociales tiene una historia larga y de múltiples raíces, pero
podríamos identificar su surgimiento a finales del siglo XIX, como respuesta al régimen
liberal irrestricto nacido de las ideas políticas de la Revolución francesa de 1789, y como
respuesta, también, a una desigualdad cada vez más marcada entre los diversos
componentes de ese sistema liberal.
El argumento de que la injerencia del Estado en cualquiera de las actividades del individuo
afectaría enormemente el postulado fundamental de la libertad e igualdad entre los
hombres, fue siempre una de las críticas más acérrimas a esta concepción jurídica.
Tuvieron que pasar décadas para que la concepción ultra liberal de los derechos comenzara
a declinar en favor de una concepción menos individualista. Así, sin desconocer los
beneficios que se vislumbraban con el reconocimiento de los derechos de igualdad entre
los hombres, los Estados se vieron en la necesidad de implementar reformas legales que
impidieran los efectos negativos que en ocasiones se presentaban en el ejercicio de estos
derechos de igualdad.
De tal suerte que la doctrina coincide en reconocer a la Constitución de 1917 como uno
de los puntos de partida de un vasto movimiento jurídico que incorporó los principios
fundamentales de los derechos sociales a sus propias constituciones; un movimiento
progresista de alcances inusitados.
Clasificación moderna
La realidad social, a partir del siglo XIX, empieza a insertarse en medio de las dos grandes
ramas del derecho clásico, una tercera rama denominada derecho social; ésta resuelve los
problemas de clasificación que las nuevas subramas del derecho le plantearon a la teoría
tradicional y que impone sus normas sobre las del derecho privado, pero subordinadas a
las del derecho público. A continuación se muestra la clasifica moderna del derecho.
!
Este movimiento ideológico planteaba que no sólo el individuo fuera considerado como
sujeto jurídico, sino que también las comunidades sociales coincidieran bajo un Estado;
asimismo, los diferentes grupos sociales que lo integran.
El elemento real es el que determina la creación de nuevas subramas jurídicas; por ello,
fueron los grupos sociales quienes revolucionaron y motivaron una realización cada vez más
jurídica en el derecho positivo.
!
El Derecho de los Pueblos Originarios (Artículo 2. Constitucional)
Por reformas publicadas en el Diario oficial de la federación el 14 de agosto del 2001, se
modificó el contenido del artículo 2, que hasta esa fecha garantizaba derechos individuales,
y se trasladó al Artículo primero como un derecho humano.
El Artículo 2 reconoce que:
Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen una unidad
social, económica y cultural, asentada en un territorio y que reconocen autoridades propias
de acuerdo con sus usos y costumbres.
Uno de los más importantes, inmediatos y efectivos aportes de la reforma al artículo, fue la
definición constitucional de lo que es un pueblo indígena, lo que precisó como sigue:
…
Son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al
iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas,
culturales y políticas, o parte de ellas.
Apartado A. Tutela la libre determinación y autonomía, que corresponde a derechos que el
estado reconoce a los pueblos indígenas para que puedan ejercer de forma autónoma
atribuciones sociales, políticas, económicas y culturales.
El artículo en cita concede facultades de decisión en cuanto a su estructura interna de
convivencia y organización social, debiendo respetar la ley, conservado su habitad y entorno
natural, ejercitando legalmente el derecho de propiedad tutelado por el artículo 27
constitucional, sin violar las leyes ecológicas, que regulan las áreas estratégicas de
exploración del Estado, protegiendo sus tierras y preservando las lenguas y políticas
culturales que los identifican.
La autodeterminación que la ley concede a los pueblos indígenas para que en su
organización se rijan conforme a sus costumbres, tiene como límite que no se oponga a lo
dispuesto por la ley, que es de observancia general.
Apartado B. Contiene una serie de acciones que el estado a través de sus niveles de
gobierno, debe implementar para proporcionar la asistencia social, con el propósito de
compensar el rezago que en cualquiera de sus formas sufren éstos grupos, también debe
fomentar el desarrollo económico de los pueblos y comunidades indígenas, empezando por
mejorar la escolaridad de sus habitantes, sus servicios de salud, alimentación y vivienda,
para integrarlos al uso de la tecnología, con aplicación del Plan Nacional de Desarrollo; así
como proteger a los migrantes indígenas de usos y abusos; garantizado los derechos de los
jornaleros agrícolas y fomentar la salud de las mujeres. Para ello, deben destinarse recursos
por la cámara de diputados del Congreso de la Unión en el presupuesto de egresos de la
Federación, las legislaciones locales y los Ayuntamientos también deben prever y destinar
recursos para cumplir con las obligaciones impuestas por nuestro ordenamiento jurídico
fundamental.
Los poblados indígenas además de los beneficios que concede nuestra constitución, también
reciben ayuda de la comunidad internacional, así como la protección los tratados
internacionales; por estar colocados en una posición difícil para el desarrollo de su
economía, cuyos rezagos han venido conservando a través del tiempo, manteniendo su
cultura, razas y costumbres que los hace diferentes frente a la mayoría.
El Plan Nacional del Desarrollo, es el documento que establece los objetivos y metas que
se propone lograr el gobierno federal en turno, durante un sexenio, debiendo considerar
para ello las aspiraciones y demandas de la sociedad.
Artículo 26
Fundamentos de la propiedad social (Artículo 27 constitucional, Fracciones: IV, VII, X, XI, XII, XIII, XV
y XVII)
Definamos…
El derecho social es el conjunto de normas jurídicas que tienen por objeto la regulación de
las relaciones entre particulares con diferencias marcadas, procurando la equidad y la
justicia social, para proteger a las clases económicamente débiles.
1. El derecho laboral
2. El derecho agrario
3. El derecho de la seguridad social
Como se definió anteriormente, los derechos sociales son normas, y como tales deben
tener efectos vinculatorios para los sujetos obligados, entre los que se encuentran, por
supuesto, los poderes públicos.
La función de los derechos sociales en la Constitución debe servir como medio de control
de las políticas públicas y de los actos del legislativo que se aparten de los fines
establecidos en la Constitución.
El tránsito hacia una mejor protección de los derechos sociales se tendrá que ir dando en los
hechos mediante las sentencias de los tribunales (locales y federales), mediante la creación
de mecanismos más concretos que hagan justiciables y tangibles los derechos sociales.
Obligar al Estado a tomar acciones positivas que se traduzcan en la prestación de los bienes
o servicios que protegen los derechos sociales es un camino de justicia, fundado en la
igualdad, que permitirá un proceso de mejor redistribución.
¡Importante!
El aspecto fundamental que se tomó en la Constitución de 1917 fue en cuestión social,
siendo reformados el art. 27 y el art. 123 en su gran mayoría. Se toma un nuevo concepto
de propiedad con función social, sujeta a las modalidades que dicte el interés público; es
decir, hace posible que la nación recupere definitivamente y reafirme su propiedad
originaria, no sólo como un derecho, sino como una obligación de conservar y regular el
adecuado uso de los recursos naturales, obligado a establecer leyes y disposiciones jurídicas
encargadas de evitar y regular el acaparamiento de las tierras.
Esta Constitución es reconocida en todo el mundo por ser la primera con dotes sociales,
ya que al ser el derecho social el conjunto de leyes y disposiciones autónomas que
establecen y desarrollan diferentes principios y procedimientos protectores a favor de
las personas, grupos y sectores de la sociedad integrados por individuos económicamente
débiles, para lograr su convivencia con las otras clases sociales dentro de un orden justo,
ésta es la primera en contener disposiciones relativas a garantizar los intereses de estos
grupos.
También contiene las bases, fundamentos y los preceptos preeminentes que rigen la
materia agraria; aquellos que establecen los derechos y prerrogativas de los campesinos y
el régimen constitucional de la propiedad, conformada por la trilogía de la propiedad
pública, la propiedad social y la propiedad privada. Para estas dos últimas establece las
limitaciones y modalidades a las que se encuentran sujetas en atención al interés público.
Dichos preceptos se crearon como consecuencia del reclamo popular que dio origen a la
Revolución mexicana y que desembocó en el constituyente de 1917, y plasman diversas
concepciones radicales que transformaron al sistema de la propiedad con un sentido
social, al reconocer la propiedad privada bajo estas limitaciones, así como el derecho de los
núcleos de población a recibir tierras cuando carecieran de ellas, o a ser restituidos cuando
hubieren sido despojados.
Las garantías individuales son aquellas destinadas a proteger los derechos fundamentales y
son atribuibles a todo el ser humano; además, tienen carácter constitucional, en tanto que
son parte integrante del texto de la misma Constitución.
Las garantías sociales
Éstas son las atribuibles a los grupos humanos que presentan condiciones de desventaja
frente al resto de la sociedad.
Las garantías sociales “son las disposiciones constitucionales que establecen y regulan los
derechos y prerrogativas de los grupos humanos, conforme a criterios de justicia y bienestar
colectivos. En tal sentido, son derechos del hombre, en su característica de persona
social, por quedar aquel vinculado ya sea a un grupo o a una clase o bien a una comunidad
determinada, y que el derecho garantiza con sentido de integración, lo que impone un deber
para el Estado, de suministrar prestaciones específicas” (Rivera, s. f: https://goo.gl/
3UHxJm).
Artículo 4º Artículo 27
En el artículo 4º constitucional Respecto al artículo 27 constitucional,
se establecen como garantías encontramos como algunas garantías
sociales: sociales:
Por lo anterior, se ven forzados los estudiosos del derecho a incorporar una nueva
clasificación que se imponga sobre las normas del derecho privado, pero que se subordinen
a las del derecho público, el derecho social.
La protección de los derechos sociales, como los derechos agrarios, tendrá que ser, en el
futuro, el medio que nos conduzca hacia un verdadero Estado de derecho, social y
democrático, más justo, más igualitario.
Las anteriores figuras asociativas permiten en los procesos productivos aglutinar grandes
superficies de terreno que pueden alcanzar una producción considerable, resultando
consonantes con las excepciones monopólicas que concede el párrafo IX del artículo 28
Constitucional.
Este movimiento encabezado por Francisco I. Madero luchaba, entre otras cosas, por la
reivindicación de las tierras a causa de la desigualdad en el campo durante el régimen de
Porfirio Díaz, buscaba justicia social, en la cual las tierras no se encontraran en manos de
unos cuantos; por el contrario, que se aprovecharan al máximo por el pueblo mexicano. De
esta manera se inicia con el Plan de San Luis, en el que en uno de sus artículos se ofrecía
la restitución de tierras, derivado de lo anterior y de lo expuesto en la Unidad 1, la
consolidación de las ideas zapatistas tomaron forma en el Plan de Ayala, con respecto de
la Restitución de Tierras, Bosques y Aguas, así como la creación de tribunales especiales.
Fue así como estas ideas revolucionarias que se plasmaron en diversos documentos dieron
las bases a la Constitución de 1917, específicamente en el artículo 27, fracción VII, que
refiere a la acción de Restitución de Tierras, Bosques y Aguas, la cual reconoce la
personalidad jurídica de los núcleos ejidales y comunidades, señalando la protección a sus
bienes y mencionando que la acción se desarrollaría en términos de la Ley Reglamentaria.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 27, fracción VII
Dentro del marco legal agrario, el artículo 27 es fundamental, por lo que respecta a la
fracción VII, en la que encontramos la restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos
de población con apego a su respectiva ley reglamentaria, resultado de las acciones
revolucionarias y diversos documentos y luchas sociales, fue así como el Constituyente de
1917 buscó una justicia social y la repartición de las tierras que estaban en manos de unos
cuantos, quienes habían dejado al pueblo mexicano sin tierras para su trabajo.
Asimismo, en la fracción VIII, se declaran nulas las enajenaciones hechas por los jefes
políticos, gobernadores de los Estados u otra autoridad local, con sus excepciones, así como
las concesiones en las que se hubiera invadido a ejidos y comunidades.
En la restitución de tierras, bosques y aguas, debe haber una solicitud del afectado al
Ejecutivo local, donde se integrará el expediente por la Comisión Agraria Mixta, de
conformidad con la reforma del 10 de enero de 1934; en materia del artículo 27
constitucional (también es abrogada la Ley del 06 de enero de 1915), la reforma refiere a la
función social de la pequeña propiedad, así como a los núcleos de población, señalando los
procedimientos de restitución y dotación.
!
Ley Agraria Publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 26 de febrero de 1992, mediante la cual
se deroga la Ley Federal de Reforma Agraria (artículo 49, así como los artículos segundo y tercero
transitorio)
La Ley establece…
Artículo 49. Los núcleos de población ejidales o comunales que hayan sido o sean privados
ilegalmente de sus tierras o aguas, podrán acudir, directamente o a través de la
Procuraduría Agraria, ante el tribunal agrario para solicitar la restitución de sus bienes (Ley
Agraria, 2017).
Por lo que respecta a los transitorios segundo y tercero de la reforma en cuestión, nos
hacen referencia a los asuntos que en ese momento se estaban llevando a cabo y la
aplicación de la Ley Federal de Reforma Agraria, la cual se seguiría utilizando para
aquellos asuntos que se encontraran en trámite, como lo establece el decreto que reformó
el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en el
Diario Oficial de la Federación, el 6 de enero de 1992:
Los expedientes de los asuntos arriba mencionados, sobre los cuales no se haya dictado
resolución definitiva al momento de entrar en funciones los tribunales agrarios, se pondrán
en estado de resolución y se turnarán a éstos para que, conforme a su ley orgánica,
resuelvan en definitiva, de conformidad con las disposiciones legales a que se refiere el
párrafo anterior.
La tesis refiere a los diversos procedimientos antes de la reforma de 1992, donde éstos se
seguían como un trámite administrativo ante el gobierno local, en esta tesis se señala que
cuando no se reúnan los requisitos establecidos en la Ley Federal de Reforma Agraria, para
el trámite de restitución agraria, se les comunicará a los interesados y éstos podrán tramitar
de nuevo la solicitud, haciéndoles saber que la acción podrá intentarse nuevamente, al
reunir el núcleo los requisitos de Ley, sin ser necesaria su publicación en el Diario Oficial de
la Federación.
En materia de amparo, si hay reclamación de despojo por parte de los comuneros de sus
tierras y el titular de la Secretaría de la Reforma Agraria, sostiene que los quejosos no
fueron despojados puesto que nunca tuvieron posesión de dichas tierras; lo que debería
proceder es que, de conformidad a la naturaleza del acto reclamado, no podría negarse o
concederse, sino que debe resolverse conforme a derecho en término del artículo 279 de
la Ley Federal de Reforma Agraria, a fin de que exista una resolución administrativa que
ponga fin a la pretensión y cuando se llegue a ella se esté en aptitud para que ésta sea
impugnada constitucionalmente
De conformidad con los elementos que hay que acreditar para la restitución de tierras, y en
especial en lo relativo a la “posesión del inmueble por parte del demandado”, ésta se
acredita cuando en el juicio agrario el demandado hace valer la prescripción del inmueble a
su favor por el transcurso del tiempo, lo anterior, de conformidad con el artículo 48 de la
Ley Agraria vigente, en la que se menciona que si una persona hubiere poseído tierras
ejidales, que no sean las destinadas al asentamiento humano ni se trate de bosques o
selvas, de manera pacífica, continua y pública, durante un periodo de cinco años, si la
posesión es de buena fe, o de diez, si fuera de mala fe, ésta adquirirá sobre las tierras los
derechos que cualquier ejidatario sobre su parcela, con la tramitación del juicio
correspondiente ante el tribunal agrario, para que con la resolución se comunique al
Registro Agrario Nacional y éste expida el certificado correspondiente.
El Ejido en México
Introducción
El ejido es una forma de propiedad rural, sus órganos supremos son la asamblea general,
el comisariado ejidal y el consejo de vigilancia.
Los avecindados del ejido son mexicanos mayores de edad reconocidos por la asamblea
ejidal o por el Tribunal Unitario Agrario y gozan de los derechos que le otorga la Ley Agraria.
Las tierras ejidales se dividen, por su destino, en tierras para el asentamiento humano,
tierras de uso común y tierras parceladas.
En esta unidad se abordarán los antecedentes, conceptos, organización y fines que tiene el
ejido en México.
La Ley establece…
Artículo 52. Los derechos que sobre bienes agrarios adquieren los núcleos de población
serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransmisibles y por tanto, no podrán
en ningún caso ni en forma alguna enajenarse, cederse, transmitirse, arrendarse,
hipotecarse o gravarse, en todo o en parte. Serán inexistentes las operaciones, actos o
contratos que se hayan ejecutado o que se pretenden llevar a cabo en contravención de
este precepto.
Las tierras cultivables que de acuerdo con la Ley puedan ser objeto de adjudicación
individual entre los miembros del ejido, en ningún momento dejarán de ser propiedad del
núcleo de población ejidal. El aprovechamiento individual, cuando exista, terminará al
resolverse, de acuerdo con la Ley, que la explotación debe ser colectiva en beneficio de
todos los integrantes del ejido y renacerá cuando ésta termine.
Las unidades de dotación y solares que hayan pertenecido a ejidatarios y resulten vacantes
por ausencia de heredero o sucesor legal, quedarán a disposición del núcleo de población
correspondiente.
Este artículo es aplicable a los bienes que pertenecen a los núcleos de población que de
hecho o por derecho guarden el estado comunal.
Del artículo 22 de la Ley Agraria se deduce que la máxima autoridad interna en los
núcleos de población ejidal y de las comunidades agrarias son las asambleas de
ejidatarios o comuneros.
Llama la atención, dice Chávez Padrón, el hecho
de que a partir de 1992 la asamblea de
ejidatarios ya no es un órgano, como lo
denomina el artículo 22, sino prácticamente una
autoridad agraria, un tribunal colegiado, cuyos
acuerdos se equiparan a sentencias como es el
caso de los artículos 29, 81 y 82; al
convertirse en autoridades, sus actos, si no
son fundados y motivados en ley, también
!
(5) Asamblea de ejidatarios
podrían incluso ser objeto de impugnación
mediante el juicio de amparo o el juicio
agrario.
Asamblea de ejidatarios
- Reglamento interno. También se presenta que la asamblea de ejidatarios, al redactar su
reglamento interno y decidir las normas de acciones y procedimientos que deberá aplicar,
está actuando como un poder legislativo, cuyos preceptos serían calificados como normas
materiales, de contenido y fuerza normativa, siempre y cuando no contravenga la Ley.
- Comisario ejidal. El comisariado ejidal es el órgano encargado de la ejecución de los
acuerdos de la asamblea, así como de la representación y gestión administrativa del ejido.
Estará constituido por un presidente, un secretario y un tesorero, propietarios y sus
respectivos suplentes; asimismo, contará en su caso con las comisiones y los secretarios
auxiliares que señale el reglamento interno. Éste habrá de contener la forma y extensión de
las funciones de cada miembro del comisariado; si nada dispone, se entenderá que sus
integrantes funcionarán conjuntamente.
- Consejo de vigilancia. El consejo de vigilancia estará constituido por un presidente y dos
secretarios, propietarios y sus respectivos suplentes, y operará conforme a sus facultades y
de acuerdo con el reglamento interno; si éste nada dispone, se entenderá que sus
integrantes funcionarán conjuntamente.
El patrimonio ejidal
Tierras para el asentamiento humano
El artículo 63 de la Ley Agraria dice que “las tierras destinadas al asentamiento humano
integran el área necesaria para el desarrollo de la vida comunitaria del ejido, que está
compuesta por los terrenos en que se ubique la zona de urbanización y su fundo legal. Se
dará la misma protección a la parcela escolar, la unidad agrícola industrial de la mujer, la
unidad productiva para el desarrollo integral de la juventud y a las demás áreas
reservadas para el asentamiento”.
También el artículo 64 señala que las tierras ejidales destinadas por la asamblea al
asentamiento humano conforman el área irreductible del ejido y son inalienables,
imprescriptibles e inembargables, salvo lo previsto en el último párrafo de este artículo.
Cualquier acto que tenga por objeto enajenar, prescribir o embargar dichas tierras será nulo
de pleno derecho.
Las tierras de uso común
El artículo 73 de la Ley Agraria señala que las
tierras ejidales de uso común constituyen el
sustento económico de la vida en comunidad
del ejido y están conformadas por aquellas tierras
que no hubieren sido especialmente reservadas
por la asamblea para el asentamiento del núcleo
de población, ni sean tierras parceladas.
La Ley establece…
Artículo 69. La propiedad de los solares se acreditará con el documento señalado en el
artículo anterior y los actos jurídicos subsecuentes serán regulados por el derecho común.
Para estos efectos los títulos se inscribirán en el Registro Público de la Propiedad de la
entidad correspondiente.
Artículo 12. Son ejidatarios los hombres y las mujeres titulares de derechos ejidales.
Artículo 13. Los avecindados del ejido, para los efectos de esta ley, son aquellos mexicanos
mayores de edad que han residido por un año o más en las tierras del núcleo de población
ejidal y que han sido reconocidos como tales por la asamblea ejidal o el tribunal agrario
competente. Los avecindados gozan de los derechos que esta ley les confiere.
Artículo 15, Para poder adquirir la calidad de ejidatario se requiere:
I. Ser mexicano mayor de edad o de cualquier edad si tiene familia a su cargo o se trate de
heredero de ejidatario; y
II. Ser avecindado del ejido correspondiente, excepto cuando se trate de un heredero, o
cumplir con los requisitos que establezca cada ejido en su reglamento interno.
La Comunidad
Las comunidades agrarias están formadas por las personas que fueron incluidas en el
censo que sirvió de base para el reconocimiento de los Bienes Comunales o restitución de
tierras; generalmente abarcan a toda la población del núcleo de que se trate.
En esta unidad se hará referencia a la propiedad comunal, a los derechos individuales, a las
formas de organización del trabajo y de la vida comunitaria en estos núcleos campesinos;
asimismo, se comentará el derecho que asiste a los grupos indígenas para mantener su
integridad territorial, que significa además la posibilidad de preservar su cultura e identidad.
Las tierras de clanes o calpulli en los que estaba dividida la sociedad mexicana le
pertenecían en común al clan, pero se fraccionaban en parcelas para poder ser explotadas,
y la parcela se entregaba a un jefe de familia que la tenía en usufructo de por vida, y
generalmente ese usufructo pasaba a sus hijos cuando moría; sin embargo, el derecho a la
parcela no implicaba la propiedad de ella, puesto que el verdadero propietario era el clan y
no el individuo. El macehual no sólo tenía el derecho de explotar la parcela, sino la
obligación de hacerlo, y perdía el usufructo quien durante dos años había dejado de sembrar
(Ortiz, 1972: 328).
Los calpulli estaban gobernados por un consejo de ancianos electos de modo directo por
los jefes de familia que componían el clan. Es de aceptarse también que existían por lo
menos dos funcionarios muy importantes con funciones complementarias, encargados de
ejecutar las políticas, como diríamos hoy, que decretaba el consejo de ancianos. Estos
funcionarios del calpulli tenían que completar sus facultades con un funcionario del Estado,
mientras en el caso de los calpulli dominados por México- Tenochtitlan por el propio
tlatonani (Ortiz, 1972: 331).
Con la llegada de los españoles, las tierras de los calpulli fueron asaltadas literalmente por
los capitanes españoles y por sus descendientes inmediatos; sin embargo, en cierta medida
el sistema comunal y el particular de los calpulli lograron sobrevivir al sistema de la
encomienda. Esta institución daría pauta más adelante al origen de la hacienda y el
latifundio.
La Ley establece...
Artículo 98
El reconocimiento como comunidad a los núcleos agrarios deriva de los siguientes
procedimientos:
I. Una acción agraria de restitución para las comunidades despojadas de su propiedad;
II. Un acto de jurisdicción voluntaria promovido por quienes guardan el estado comunal
cuando no exista litigio en materia de posesión y propiedad comunal;
III. La resolución de un juicio promovido por quienes conserven el estado comunal cuando
exista litigio u oposición de parte interesada respecto a la solicitud del núcleo; o
IV. El procedimiento de conversión de ejido a comunidad.
De estos procedimientos se derivará el registro correspondiente en los registros Públicos
de la Propiedad y Agrario Nacional.
La Ley establece...
Artículo 99. Los efectos jurídicos del reconocimiento de la comunidad son:
• La personalidad jurídica del núcleo de población y su propiedad sobre la tierra;
• La existencia del Comisariado de Bienes Comunales como órgano de representación
y gestión administrativa de la asamblea de comuneros en los términos que
establezca el estatuto comunal y la costumbre;
• La protección especial a las tierras comunales que las hace inalienables,
imprescriptibles e inembargables, salvo que se aporten a una sociedad en los
términos del artículo 100 de esta ley; y
• Los derechos y las obligaciones de los comuneros conforme a la ley y el estatuto
comunal.
También el artículo 103 dispone que los ejidos que decidan adoptar el régimen de
comunidad podrán hacerlo con los requisitos de asistencia y votación previstos para la
fracción XIII del artículo 23 de esta ley. La asignación parcelaria de los ejidos que
opten por la calidad comunal será reconocida como legítima.
De forma contraria, el artículo 104 dispone que las comunidades que quieran adoptar el
régimen ejidal podrán hacerlo a través de su asamblea, con los requisitos previstos en los
artículos 24 a 28 y 31 de esta ley. A partir de la inscripción de la resolución respectiva en
el Registro Agrario Nacional, la comunidad se tendrá por legalmente transformada en ejido.
El artículo 105 dispone que para su administración, las comunidades podrán establecer
grupos o subcomunidades con órganos de representación y gestión administrativa, así como
adoptar diversas formas organizativas sin perjuicio de las facultades de los órganos
generales de la asamblea. Ésta podrá establecer el régimen de organización interna de
los grupos comunales o subcomunidades.
Mediante al decreto del día 3 de agosto de 2001 se suprimió dicha disposición del artículo
4º constitucional y se derogó el 2º para establecer en él lo relativo a la protección de los
pueblos indígenas.
De acuerdo con el actual texto, el artículo 2 constitucional señala que los pueblos
indígenas tienen derecho para aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y
solución de sus conflictos internos, pero deben sujetarse a los principios generales de la
Constitución, respetando las garantías individuales, los derechos humanos y de manera
relevante, la dignidad e integridad de las mujeres. Se prevé el establecimiento de los casos
y procedimientos de validación por los jueces o tribunales correspondientes (González,
2005: 205).
Los pequeños propietarios gracias a las reformas tienen la oportunidad de aumentar sus
predios sin que ello sea motivo de preocupación, para optimizar su producción agropecuaria.
En el caso de los pequeños propietarios ganaderos que mejoren sus predios y destinen
parte de esta propiedad al uso agrícola, dicha superficie no podrá exceder los límites de la
pequeña propiedad agrícola; sin embargo, la parte que exceda de esos límites se podrá
destinar a la actividad ganadera.
Por lo tanto, en esta unidad estudiaremos los tipos de propiedad individual, sus clases y
límites, así como la situación legal de los latifundios en nuestro país.
Los tipos de pequeña propiedad en México
La pequeña propiedad individual se considera, conforme a la Ley Agraria, como la superficie
de tierras agrícolas, ganaderas o forestales, y cuya propiedad recaiga en un sólo individuo
sin violar los límites que establece la propia Ley.
Por su parte, de acuerdo con Mario Ruiz Massieu, la pequeña propiedad es considerada
como la extensión de tierra que la Constitución Federal tomó como inafectable, y puede ser
de tipo agrícola, ganadera o forestal.
La agrícola
Se consideran tierras agrícolas aquéllas cuyos suelos son utilizados para el cultivo de
alimentos de tipo vegetal y que no están dedicadas a alguna otra actividad económica. De
acuerdo con la Ley Agraria, se define de la siguiente forma:
La Ley establece…
Artículo 116. Para los efectos de esta ley, se entiende por:
La ganadera
Se consideran tierras ganaderas los suelos utilizados para la reproducción y cría de
animales mediante el uso de su vegetación, sea ésta natural o provocada por la mano del
hombre. La Ley Agraria establece lo siguiente:
La Ley establece…
Artículo 116. Para los efectos de esta ley, se entiende por:
II. Tierras ganaderas: los suelos utilizados para la reproducción y cría de animales mediante
el uso de su vegetación, sea ésta natural o inducida.
Por lo tanto, se considera pequeña propiedad ganadera a los suelos destinados a tierras
ganaderas y que de acuerdo con el coeficiente de agostadero no sobrepasen el territorio
destinado para mantener 500 cabezas de ganado mayor o su equivalente en especies
menores.
Definamos…
Coeficiente de agostadero
Relación entre el área-unidad animal que permite mantener de manera adecuada una
explotación ganadera de forma productiva y económica estable sin que con ello se dañen los
recursos naturales.
Es importante hacer notar en este punto que el coeficiente de agostadero es determinado
por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación,
mediante la realización de estudios de campo, tomando en cuenta factores topográficos y
climatológicos de la zona.
La forestal
Las tierras forestales son aquéllas en donde se ubican y explotan bosques o selvas. La
Ley Agraria establece lo siguiente:
La Ley establece…
Artículo 116. Para los efectos de esta ley, se entiende por:
III. Tierras forestales: los suelos utilizados para el manejo productivo de bosques o selvas.
La Ley establece…
Artículo 117. Se considera pequeña propiedad agrícola la superficie de tierras agrícolas de
riego o humedad de primera que no excedan los siguientes límites o sus equivalentes en
otras clases de tierras.
I. 100 hectáreas si se destina a cultivos distintos a los señalados en las fracciones II y III de
este artículo;
II. 150 hectáreas si se destina al cultivo de algodón;
III. 300 hectáreas si se destina al cultivo de plátano, caña de azúcar, café, henequén, hule,
palma, vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales.
Para los efectos de esta ley, se consideran árboles frutales las plantas perennes de tronco
leñoso productoras de frutos útiles al hombre.
La Ley establece…
Artículo 122. Las pequeñas propiedades ganaderas seguirán siendo consideradas como
tales, aun cuando se dediquen a uso agrícola, siempre que las tierras dedicadas a tal fin
hubieren sido mejoradas y se cumpla con lo siguiente:
Para ello, el Registro Agrario Nacional tiene la obligación de presentar la asistencia técnica
necesaria y trabajará en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática y las autoridades estatales correspondientes.
Por su parte, la orden de preferencia es el derecho que tiene el cónyuge y los hijos del
propietario a adquirir las tierras por medio de la enajenación.
Prohibición de latifundios
Definamos…
La palabra latifundio proviene de los vocablos latinos latos, que significa ‘amplio’, y fundus,
que significa ‘fundo’; se refiere, por lo tanto, a un terreno amplio o extenso, y su posesión
se encuentra prohibida por el artículo 27, fracción XV, de la Constitución.
Por su parte, el artículo 115 de la Ley Agraria dispone el concepto, de manera negativa, de
lo que es considerado un latifundio:
La Ley establece…
Artículo 115. En los Estados Unidos Mexicanos, quedan prohibidos los latifundios
considerándose como tales a las superficies de tierras agrícolas, ganaderas o forestales que,
siendo propiedad de un solo individuo, excedan los límites de la pequeña propiedad.
Lo que tiene como objetivo evitar que se acaparen tierras y obligar a aquellos propietarios
que no cumplan con estas disposiciones a fraccionarlas y enajenarlas de acuerdo con el
procedimiento visto anteriormente.
Dentro del capital social hay que emitir acciones o partes sociales de letra T,
equivalentes a las aportaciones en tierras o al numerario destinado a las
adquisiciones de las mismas, tasado al valor de la tierra al momento de su
aportación o adquisición.
En cuanto al objeto
¡Importante!
Las acciones o partes sociales serie T no gozarán de derechos especiales
sobre la tierra o de derechos corporativos distintos de las demás acciones o
partes sociales; sin embargo, al liquidarse la sociedad sólo los titulares de
dichas acciones o partes sociales tendrán derecho a recibir tierra en pago de
lo que les corresponda en el haber social.
Por otro lado, cabe señalar que ningún socio de la sociedad mercantil o civil
podrá detentar más acciones o partes sociales de serie T, ya sea de una o
varias sociedades emisoras, que las que equivalgan a la extensión de la
pequeña propiedad; en consecuencia, la sociedad no puede exceder la
superficie igual a 25 veces la pequeña propiedad; por lo tanto, sólo puede,
por ejemplo, tener una superficie de hasta dos mil quinientas hectáreas de
riego de acuerdo con la fracción XV del artículo 27 constitucional o en su
equivalente en otro tipo de tierras (temporal, agostadero, forestal o
ganadera). En las sociedades a las que nos referimos, los extranjeros no
podrán contar con una participación que exceda el 49% de las acciones o
partes sociales serie T.
Si se detecta que una sociedad mercantil posee una extensión mayor a la
de 25 veces la pequeña propiedad, ante previa audiencia se le ordenará que
fraccione el excedente y dentro de un plazo de un año lo enajene. En caso
contrario se le notificará a la autoridad estatal correspondiente para que,
cumpliendo con los procedimientos previstos, enajene las tierras excedentes.
De igual manera, si una persona o sociedad detenta acciones de serie T en
exceso de lo autorizado por la ley, se ordenará la enajenación de parte del
propietario, y en caso contrario, se procederá de acuerdo con lo señalado en
el párrafo que antecede.
La Ley establece...
Artículo 108
Los ejidos podrán constituir uniones, cuyo objetivo comprenderá la
coordinación de actividades productivas, asistencia mutua, comercialización
u otras no prohibidas por la Ley.
Un mismo ejido, si así lo desea, podrá formar, al mismo tiempo, parte de dos
o más uniones de ejidos.
Para constituir una unión de ejidos se requerirá la resolución de la asamblea
de cada uno de los núcleos participantes, la elección de sus delegados y la
determinación de las facultades de éstos.
El acta constitutiva que contenga los estatutos de la unión, deberá otorgarse
ante fedatario público e inscribirse en el Registro Agrario Nacional, a partir
de lo cual la unión tendrá personalidad jurídica.
En el mismo artículo, en su párrafo 4º, se establece que las uniones de
ejidos podrán establecer empresas especializadas que apoyen el
cumplimiento de su objeto y les permitan acceder de manera óptima a la
integración de su cadena productiva.
Los ejidos y comunidades, de igual forma, podrán establecer empresas para
el aprovechamiento de sus recursos naturales, o de cualquier índole, así
como la prestación de servicios. En ellas podrán participar ejidatarios,
grupos de mujeres campesinas organizadas, hijos de ejidatarios, comuneros,
avecindados y pequeños productores; por lo tanto, es una propiedad social y
no pueden participar propietarios privados.
Como establece el artículo 108 de la Ley Agraria, para la conformación de
una unión de ejidos es necesaria la realización de un acta constitutiva
que otorgue una personalidad jurídica; los elementos que debe contener el
acta se encuentran establecidos en el artículo 109 de la misma ley.
La Ley establece...
Artículo 109
Los estatutos de la unión deberán contener lo siguiente: denominación,
domicilio y duración; objetivos; capital y régimen de responsabilidad; lista
de los miembros y normas para su admisión, separación, exclusión,
derechos y obligaciones; órganos de autoridad y vigilancia; normas de
funcionamiento; ejercicio y balances; fondos, reservas y reparto de
utilidades, así como las normas para su disolución y liquidación.
La Ley establece...
Artículo 108
[…]
Las uniones de ejidos podrán establecer empresas especializadas que
apoyen el cumplimiento de su objeto y les permita acceder de manera
óptima a la integración de su cadena productiva.
Los ejidos y comunidades, de igual forma podrán establecer empresas para
el aprovechamiento de sus recursos naturales o de cualquier índole, así
como la prestación de servicios. En ellas podrán participar ejidatarios,
grupos de mujeres campesinas organizadas, hijos de ejidatarios, comuneros,
avecinados y pequeños productores.
Las empresas a que se refieren los párrafos anteriores podrán adoptar
cualquiera de las formas asociativas previstas por la ley.
La Ley establece...
Artículo 110
Las Asociaciones Rurales de Interés Colectivo podrán constituirse por dos o
más de las siguientes personas: ejidos, comunidades, uniones de ejidos o
comunidades, sociedades de producción rural o uniones de sociedades de
producción rural.
Su objetivo será la integración de los recursos humanos, técnicos y
financieros para el establecimiento de industrias, aprovechamientos,
sistemas de comercialización y cualesquiera otras actividades económicas;
tendrán personalidad jurídica propia a partir de su inscripción en el Registro
Agrario Nacional, y cuando se integren con Sociedades de Producción Rural o
con uniones de éstas, se inscribirán además en los Registros Públicos de
Crédito Rural o de Comercio.
La Ley establece...
Artículo 111
Los productores rurales podrán constituir sociedades de producción rural.
Dichas sociedades tendrán personalidad jurídica, debiendo constituirse con
un mínimo de dos socios.
La constitución y administración de la sociedad se sujetará en lo conducente
a lo establecido en los artículos 108 y 109 de esta ley. El acta constitutiva se
inscribirá en el Registro Público de Crédito Rural o en el Público de Comercio.
De acuerdo con los trabajos de Isaías Rivera podemos considerar que las
actividades de las sociedades de producción rural deben tener siempre
una relación con la generación de productos agropecuarios, ya sea
agricultura, ganadería o silvicultura.
Es importante mencionar que a pesar de las diferencias que este tipo de
sociedad puede tener, se constituye igual que las demás sociedades. Se debe
de inscribir en el Registro Público de Crédito Rural o en el Público de
Comercio, con lo cual se ostenta la personalidad jurídica. Se debe contar con
razón social, acompañada de las palabras Sociedad de Producción Rural
(SPR), régimen de responsabilidad, que puede ser de responsabilidad
limitada, en donde los socios responden hasta por su aportación al capital
social; ilimitada, en donde responden por sí, solidariamente, de todas las
obligaciones sociales; y suplementada, en la que responden
subsidiariamente de todas las obligaciones sociales hasta por una cantidad
determinada en el pacto social, además del pago de su aportación al capital
social.
A continuación veamos las modalidades que este tipo de sociedades
pueden ostentar:
Nombre de Nombre de
Sigla
sociedad sociedad
Ley General de
Sociedad Cooperativa de Sociedades Mercantiles
S.C.P.R. de R.L. Producción Rural de LGSC, arts. 11-48
Responsabilidad Limitada Ley Agraria
LA, arts. 108-124
Sociedad Cooperativa de
LGSC, arts. 11-48
S.C.P.R. de R.L. Producción Rural de
LA, arts. 108-124
de C.V. Responsabilidad Limitada
LGSM, art. 1
de Capital Variable
Sociedad de Producción
S.P.R. LA, arts. 108-124
Rural
Sociedad de Producción
S.P.R. de C.V. LA, arts. 108-124
Rural de Capital Variable
Sociedad de Producción
S.P.R. de R.I. Rural de Responsabilidad LA, arts. 108-124
Ilimitada
Sociedad de Producción
S.P.R. de R.I. Rural de Responsabilidad
LA, arts. 108-124
de C.V. Ilimitada de Capital
Variable
Sociedad de Producción
S.P.R. de R.L. Rural de Responsabilidad LGSC, arts. 11-48
Limitada
Sociedad de Producción
S.P.R. de R.L. Rural de Responsabilidad
LA, arts. 108-124
de C.V. Limitada de Capital
Variable
Sociedad de Producción
S.P.R. de R.S. Rural de Responsabilidad LA, arts. 108-124
Suplementada
Sociedad de Producción
S.P.R. de R.S. Rural de Responsabilidad
LA, arts. 108-124
de C.V. Suplementada de Capital
Variable
Unión de Sociedad de
U.S.P.R. de R.I. Producción Rural de LA, arts. 108-124
Responsabilidad Ilimitada
Unión de Sociedad de
U.S.P.R. de R.L. Producción Rural de LA, arts. 108-124
Responsabilidad Limitada
Unión de Sociedad de
U.S.P.R. de R.L. Producción Rural de
LA, arts. 108-124
de C.V. Responsabilidad Limitada
de Capital Variable
Desde finales de los años 80 y principios de los años 90, el Estado Mexicano
impulsó un modelo económico caracterizado por su apertura comercial y la
suscripción de diversos instrumentos de integración económica. Instituciones
tradicionales del Derecho Agrario Mexicano como el Ejido y las Comunidades
han debido adecuar sus modos de producción a estándares internacionales
fijados por los Acuerdos de Agricultura y sobre la Aplicación de Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio (OMC),
así como a las disposiciones equivalentes contenidas en los Tratados
Internacionales de Libre Comercio ratificados por el Senado de la República.
DICONSA tiene como Visión ser la red de abasto más grande del país, que
garantiza la seguridad alimentaria en términos de disponibilidad, capacidad,
estabilidad y utilización de la población en situación de pobreza extrema y
carencia por acceso a la alimentación, a través de la distribución de
alimentos con alto contenido nutricional y económicamente accesibles.
Además de los anteriores, los Programas Federales que forman parte del
Sistema Agrario Mexicano son:
Se trata del programa más importante del sector agrario, que es equivalente
u homólogo al de los principales socios comerciales de México, aunque las
cuantías de los apoyos no se comparan con las que se entregan en socios del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte o el suscrito con la Unión
Europea.
! Subprograma de Agronegocios.
! Subprograma de Apoyo a la Cadena Productiva de los Productores de
Maíz y Frijol de 5 hectáreas o menos (PROMAF), con énfasis en criterios de
productividad, rentabilidad y competitividad regional; y
! Subprograma de Apoyos e Incentivos a Sistemas Orgánicos y/o
Sustentables de Producción con el propósito de incrementar de manera
competitiva la oferta, producción y posicionamiento en el mercado de estos
sistemas.
De igual manera tiene entre sus atribuciones las de elaborar análisis técnicos
de los descriptores varietales con fines de protección de los derechos del
obtentor y emite las constancias de presentación y títulos de obtentor de las
variedades vegetales.
Procuración e Impartición de
Justicia Agraria
De conformidad con el marco jurídico, el fundamento de la procuración de
justicia agraria en nuestro país se encuentra establecido en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente en el artículo 27,
fracción XIX, la cual manifiesta que el Estado Mexicano deberá disponer las
medidas necesarias para la expedita y honesta impartición de justicia en
materia agraria, lo que debe tener como resultado dar seguridad jurídica a
los sujetos agrarios en la tenencia de la tierra, así como apoyarlos de
manera legal en la solución de problemas relacionados con dicha tenencia en
el campo.
Procuraduría Agraria
Con la expedición de la Ley Agraria en febrero de 1992 y el reconocimiento
de las asambleas ejidales y comunales como órgano máximo de decisión en
los núcleos agrarios, se reconocen plenos derechos de los sujetos agrarios,
por lo tanto se concede que por decisión de la asamblea general se tomen
las decisiones trascendentes en los núcleos agrarios, como puede ser, entre
otras, cambiar el tipo de propiedad de la tierra, aceptar o separar
ejidatarios, terminar el régimen ejidal, incorporar nuevas tierras al régimen
ejidal, etcétera; por ello, por una parte se crea la Procuraduría Agraria y
por otra los Tribunales Agrarios, para así garantizar la justicia en el agro e
indicar mecanismos para certificar y garantizar la protección de la tenencia
de la tierra.
La Ley establece...
Artículo 136.- Son atribuciones de la Procuraduría Agraria las siguientes:
I. Coadyuvar y en su caso representar a las personas a que se refiere el
artículo anterior, en asuntos y ante autoridades agrarias;
II. Asesorar sobre las consultas jurídicas planteadas por las personas a que
se refiere el artículo anterior en sus relaciones con terceros que tengan que
ver con la aplicación de esta ley;
III. Promover y procurar la conciliación de intereses entre las personas a
que se refiere el artículo anterior, en casos controvertidos que se relacionen
con la normatividad agraria;
IV. Prevenir y denunciar ante la autoridad competente, la violación de las
leyes agrarias,
para hacer respetar el derecho de sus asistidos e instar a las autoridades
agrarias a la realización de funciones a su cargo y emitir las
recomendaciones que considere pertinentes;
V. Estudiar y proponer medidas encaminadas a fortalecer la seguridad
jurídica en el campo;
VI. Denunciar el incumplimiento de las obligaciones o responsabilidades de
los funcionarios agrarios o de los empleados de la administración de justicia
agraria;
VII. Ejercer, con el auxilio y participación de las autoridades locales, las
funciones de inspección y vigilancia encaminadas a defender los derechos de
sus asistidos;
VIII. Investigar y denunciar los casos en los que se presuma la existencia
de prácticas de acaparamiento o concentración de tierras, en extensiones
mayores a las permitidas legalmente;
IX. Asesorar y representar, en su caso, a las personas a que se refiere el
artículo anterior en sus trámites y gestiones para obtener la regularización y
titulación de sus derechos agrarios, ante las autoridades administrativas o
judiciales que corresponda;
X. Denunciar ante el Ministerio Público o ante las autoridades
correspondientes, los hechos que lleguen a su conocimiento y que puedan
ser constitutivos de delito o que puedan constituir infracciones o faltas
administrativas en la materia, así como atender las denuncias sobre las
irregularidades en que, en su caso, incurra el comisariado ejidal y que le
deberá presentar el comité de vigilancia; y
XI. Las demás que esta ley, sus reglamentos y otras leyes le señalen.
Uno de los programas con los que contaba la Procuraduría Agraria para
ayudar a dar certeza sobre la tenencia de la Tierra era el PROCEDE
(Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares),
para solventar esta regularización en las tierras ejidales con la finalidad de
dar certeza jurídica sobre sus tierras, así se procuraba esta regularización y
se expedían certificados tanto sobre las parcelas como respecto de los
derechos sobre las tierras de uso común y títulos de propiedad sobre los
solares, regularizando la tenencia de los posesionarios o de quienes carezcan
de los certificados correspondientes, cómo lo marca la Ley Agraria respecto
de los solares: “los actos jurídicos subsecuentes serán regulados por el
derecho común. Para estos efectos los títulos se inscribirán en el Registro
Público de la Propiedad de la entidad correspondiente” (Ley agraria, art.69),
actualmente ya no es PROCEDE, sino FANAR (Fondo de Apoyo a Núcleos
agrarios sin regularizar), quien tiene esta función, siendo un programa que
mediante la certificación de las tierras da legitimación a la posesión,
otorgando certeza mediante el ordenamiento, regularización, certificación y
titulación de tierras ejidales, dando orden al territorio ejidal.
La Ley establece...
Artículo 18. Los tribunales unitarios conocerán, por razón del territorio, de
las controversias que se les planteen con relación a tierras ubicadas dentro
de su jurisdicción, conforme a la competencia que les confiere este artículo.
I.- Controversias por límites de terrenos entre núcleos, con pequeños
propietarios, sociedades o asociaciones.
II.- Restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos.
III.- Del reconocimiento del régimen comunal.
IV.-Juicios de nulidad contra resoluciones dictadas por autoridades.
V.- Conflictos relacionados con la tenencia de las tierras.
VI.-Controversias en materia agraria entre los sujetos agrarios.
VII.-Controversias relativas a la sucesión de derechos.
VIII.- De las nulidades previstas en las fracciones VIII y IX del artículo 27
de la Constitución.
IX.- Omisiones en que incurra la Procuraduría Agraria con perjuicio a los
sujetos agrarios.
X.- Jurisdicción voluntaria en materia agraria.
XI.-Controversias relativas a los contratos de asociación o aprovechamiento
de tierras.
XII.- Reversión a que se refiere el artículo 97 de la Ley Agraria.
XIII.- Ejecución de convenios a que se refiere la fracción VI del artículo 185
de la Ley Agraria, así como de la ejecución de laudos arbitrales.
XIV.- De los demás asuntos que determinen las leyes.
¡Importante!
La Ley no distingue una diferencia como acontece en el Derecho común
entre el procedimiento que lleva la jurisdicción voluntaria y el procedimiento
de litigio.
Recurso de Revisión
El recurso de revisión se encuentra mencionado en el artículo 198 de la Ley
Agraria en donde se menciona que se presenta por escrito y se expresan los
agravios contra las sentencias de los tribunales agrarios con el fin de revocar
o modificar la sentencia de primera instancia que resuelve sobre:
1. Asuntos relacionados con límites de tierras entre núcleos de población o
pequeños propietarios, sociedades o asociaciones.
2. Asuntos de restitución de tierras ejidales.
3. Nulidad de resoluciones en materia agraria.
Se presenta: en el Tribunal que pronunció la Resolución.
Termino: 10 días posteriores a la notificación y su admisión por el Tribunal
será en 3 días, para que en un término de 5 días expresen lo que a su
interés convenga, para remitir el expediente posteriormente al Tribunal
Superior Agrario y este resuelva en un término de 10 días.
¡Importante!
Es importante señalar que el Tribunal Superior Agrario no solo puede revocar
o modificar, si no también confirmar la sentencia emitida por el Tribunal
Unitario Agrario.
El Amparo en materia Agraria
El juicio de amparo en materia agraria se instituyó como un régimen jurídico
especial para proteger o tutelar los derechos que consagra el artículo 27 de
nuestra Carta Magna, así también la Ley Agraria, sus reglamentos o
cualquier otra disposición que verse sobre la misma cuestión, y que se
establecen en favor de los sujetos o núcleos agrarios que tienen que ver
fundamentalmente con el régimen de propiedad, posesión y disfrute de la
tierra.
La Ley establece...
Artículo 17.
…
Cuando el amparo se promueva contra actos que tengan o puedan tener por
efecto privar total o parcialmente, en forma temporal o definitiva, de la
propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a los núcleos de
población ejidal o comunal, en que será de siete años, contados a partir de
que, de manera indubitable, la autoridad responsable notifique el acto a los
grupos agrarios mencionados…
La Ley establece...
Artículo 200. Si el recurso se refiere a cualquiera de los supuestos del
artículo 198 y es presentado en tiempo, el tribunal lo admitirá en un término
de tres días y dará vista a las partes interesadas para que en un término de
cinco días expresen lo que a su interés convenga. Una vez hecho lo anterior,
remitirá inmediatamente el expediente, el original del escrito de agravios, y
la promoción de los terceros interesados al Tribunal Superior Agrario, el cual
resolverá en definitiva en un término de diez días contado a partir de la
fecha de recepción.
Principales Instrumentos
Internacionales en Materia Agraria
Introducción
Los tratados internacionales actúan como elemento fundamental para
enfrentar el desarrollo mundial, esto afecta a los aspectos alimenticios,
económicos, sociales y culturales de México. Es por ello que se tienen que
realizar acuerdos internacionales para elaborar normas e instituciones, así
como programas que impulsen el crecimiento y la cultura del campo.
Son nueve las rondas que se han realizado en el marco de ese organismo,
desde su fundación hasta el 2004:
La de Ginebra, de 1947.
La de Annecy, de 1949.
La de Turquía, de 1950 a 1951.
La de Ginebra, de 1955 a 1956.
La denominada Ronda Dillón en Ginebra, de 1960 a 1961.
La ronda Kennedy en Ginebra, de 1964 a 1967
La ronda Tokio, de 1973 a 1979.
La ronda de Uruguay que comenzó en 1986 en Punta del Este y concluyó
más de siete años después en Marrakech.
La ronda de Doha (Catar), del 2001 al 2012.
Artículo 1 (revisado)
1. A los efectos del presente Convenio, el término "plantación" comprende toda
empresa agrícola, situada en une zona tropical o subtropical, que ocupe con
regularidad a trabajadores asalariados y que principalmente se dedique al cultivo o
producción, para fines comerciales, de: café, té, caña de azúcar, caucho, plátanos,
cacao, coca, maní, algodón, tabaco, fibras (sisal, yute e cáñamo), frutas cítricas,
aceite de palma, quina y piña. Este Convenio no es aplicable a las empresas familiares
o pequeñas empresas que produzcan para el mercado local y que no empleen
regularmente trabajadores asalariados.
2. Todo Miembro que ratifique el presente Convenio podrá, previa consulta con las
organizaciones más representativas de empleadores y de trabajadores interesadas,
cuando tales organizaciones existan, excluir de la aplicación del Convenio a las
empresas cuya superficie no exceda de 5 hectáreas (12,5 acres) y que durante un año
civil no hayan empleado en ningún momento más de 10 trabajadores. Deberá indicar,
en la primera memoria que someta sobre la aplicación del Convenio en virtud del
artículo 22 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, las
categorías de empresas excluidas y, en memorias ulteriores, toda medida que haya
tomado para extender la aplicación del Convenio a algunas de las categorías excluidas
o a todas ellas, así como toda medida que haya tomado para asegurar que el
Convenio continúa aplicándose a las empresas que entran en las exclusiones previstas
en este párrafo pero que han sido creadas por división de una plantación con
posterioridad a la entrada en vigor del artículo 1 revisado para el Miembro interesado
(OIT, 2017: 1).
¡Importante!
Para ser un pueblo tribal se debe tener estilos tradicionales de vida; cultura
y modo de vida diferentes a los otros semejantes de la población nacional,
organización social y costumbres, así como leyes tradicionales propias. Tiene
el principio de la no discriminación.
Ventajas Desventajas
Disminución de la producción de
pequeños y medianos productores.
Productos transgénicos.