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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS CONTABLES Y FINANCIERAS

GOBIERNO MILITAR DE LA DÉCADA DE 1970


PRIMERA Y SEGUNDA FASE

PRESENTADO POR:

 APAZA MAMANI ZAIDA KATHERINE


 GONZALO ITO EULALIA
 LEON PANDIA IDHET YAQUELIN
 MALDONADO ZEA DANIELA
 ROQUE CAIRA NIEVES LEA

DOCENTE: Ing Eco. LIPE FLORES SATURNINO

CURSO: ECONOMIA II

SEMESTRE V

JULIACA – PERÚ
2019
2

PRESENTACIÓN

La presente monografía titulado Gobierno Militar de la Década De 1970

Primera Y Segunda Fase en el país en los años de 1970. Se presentara al

docente del curso de economía el Ing. Eco. LIPE FLORES SATURNINO, quien

fue la persona que nos impulsó a realizar un trabajo monográfico de

investigación el cual nos ayuda a fomentar a la investigación y realización de

trabajos monográficos.
3

DEDICATORIA

Quiero dedicar a nuestro Divino Dios pues nos

dirige en la vida, y nos da la salud, sabiduría para

alcanzar todas nuestras metas.

A nuestros padres que nos brindan su amor,

compresión y están siempre a nuestro lado cuando

más los necesitamos y por la ayuda incondicional que

nos ofrecen.
4

AGRADECIMIENTO

A todas Los compañeros que de una u otra

forma colaboraron para el desarrollo de la

monografía de investigación.

Al docente Ing Eco. Lipe Flores Saturnino por su

contribución y orientación del tema, siendo un aporte

valioso, a la presente monografía de investigación.


5

INDICE

Presentación ....................................................................................................... 2

dedicatoria ........................................................................................................... 3

agradecimiento .................................................................................................... 4

introducción ......................................................................................................... 8

CAPITULO I

GOBIERNO MILITAR DE LA DÉCADA DE 1970 PRIMERA Y SEGUNDA FASE

1.1. Biografía juan velasco alvarado ................................................................... 9

1.2. Obras principales.......................................................................................... 9

1.3. Primera fase el régimen militar (1968-1980) .............................................. 11

1.3.1. Mensaje a la nación juan velasco alvarado ............................................. 11

1.4. El manifiesto del gobierno revolucionario de las fuerzas armadas ............. 11

1.4.1. La junta de gobierno ................................................................................ 13

1.4.2. El carácter institucional del golpe ........................................................... 14

1.4.3. La toma de talara..................................................................................... 15

1.4.4. Las reformas estructurales ...................................................................... 15

1.4.5. La política económica .............................................................................. 17

1.4.6. La movilización social .............................................................................. 17

1.4.7. El inicio de la crisis económica de 1973 .................................................. 18


6

1.4.8. La crisis del velasquismo ......................................................................... 19

1.4.9. La caída de velasco................................................................................. 22

capitulo II

LA SEGUNDA FASE Y FRANCISCO MORALES BERMUDEZ

2.1. Biografia francisco morales bermudez ....................................................... 23

2.2. Francisco morales bermúdez militar político .............................................. 24

presidente de la junta militar de gobierno, 1979-80........................................... 24

2.2.1. Aspecto socio- político ............................................................................. 25

2.2.2. El tacnazo ................................................................................................ 25

2.2.3. Recomposición política al interior del gobierno ....................................... 26

2.2.4. El desmantelamiento de las reformas ..................................................... 27

2.2.5. La política económica .............................................................................. 27

2.2.6. La convocatoria a elecciones ................................................................. 29

2.2.7. La asamblea constituyente (segunda fase) ............................................. 32

2.2.8. El plan tupac amaru................................................................................. 32

Anexos ............................................................................................................. 34

conclusion ........................................................................................................ 39

Referencias bibliográficas ………………………………………………………….....40


7
8

INTRODUCCIÓN

El propósito del trabajo monográfico es dar una explicación del tema

monográfico gobierno militar de la década de 1970 primera y segunda fase cuyo

objetivo es de asegurar la efectiva soberanía del Estado peruano, tanto hacia el

interior como en la escena internacional y el general Morales Bermúdez

mantuvo el discurso reformista radical, con el objetivo de no provocar las

protestas del movimiento social ni producir giros abruptos.

Detalla y da a conocer la biografía de Juan Velasco Alvarado y la primera

fase el régimen militar (1968-1980), el manifiesto del gobierno revolucionario de

las fuerzas armadas, la política económica, la movilización social , el inicio

de la crisis económica de 1973 y la segunda fase como presidente de la junta

militar de gobierno, 1979 Francisco Morales Bermudez, el aspecto socio político,

el tacnazo, recomposición política al interior del gobierno, el desmantelamiento

de las reformas, la política económica, la convocatoria a elecciones y la

asamblea constituyente (segunda fase) el estudio de los grupos sociales

constituyen un aspecto importante.


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1. CAPITULO I

GOBIERNO MILITAR DE LA DÉCADA DE 1970 PRIMERA Y SEGUNDA FASE

1.1. BIOGRAFÍA JUAN VELASCO ALVARADO

Juan Francisco Velasco Alvarado (Piura, 16 de junio de 1910 - Lima, 24

de diciembre de 1977), fue un militar y político peruano. Siendo jefe del

Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, dirigió y ejecutó el golpe

de Estado del 3 de octubre de 1968 que derrocó al presidente Fernando

Belaúnde Terry, ganador de las elecciones generales de 1963. Ejerció la

presidencia del Perú desde octubre 1968 y hasta agosto de 1975 de la llamada

Revolución de la Fuerza Armada.1 Su gobierno dictatorial es conocido también

como la Primera Fase del Gobierno Militar (1968-1975), que duró hasta su

destitución por el también militar Francisco Morales Bermúdez.Según

Fundacion Wikipedia (2019),

1.2. OBRAS PRINCIPALES

 Cartel de la Reforma agraria publicado en 1971 por el estado peruano

durante el gobierno del presidente Juan Velasco Alvarado.


10

 Nacionalizó la Banca Nacional desde el inicio de su gobierno, cuando el

31 de diciembre de 1968 se dio el decreto ley 17330 disponiendo que el

75% del accionariado debía estar en manos de peruanos.

 Por decreto ley 17716 dada el 29 de junio de 1969, se dispuso una reforma

agraria en todo el país con el objetivo de poner fin a la oligarquía

terrateniente.

 Estatizó la industria pesquera y creó el Ministerio de Pesquería. La

pesquería se orientó hacia el consumo humano.

 La reforma del sector industrial se hizo por medio de la Ley General de

Industrias, que creó la Comunidad Industrial. Esta involucraba a todos los

trabajadores de una empresa, los cuales en teoría debían participar en las

utilidades, en la gestión y la administración de la misma.

 Igualó los derechos de los hijos legítimos y naturales ante la ley.

 Impuso fuertes restricciones a la libertad de prensa, confiscando todos los

diarios de la capital, en la medianoche del 27 de julio de 1974. También se

confiscaron diarios en provincias.

 Las Fuerzas Armadas fueron equipadas con moderno armamento

adquirido de la extinta Unión Soviética, convirtiéndose en una de las

mejores de América Latina.

 Con el fin de movilizar organizadamente a la población y controlar las

movilizaciones sociales, creó en 1972 el Sistema Nacional de Apoyo a la

Movilización Social (SINAMOS),

 En 1972, decretó una reforma educativa que previó entre otros una

educación bilingüe para los peruanos, usuarios de lenguas nativas, que

componían casi la mitad de la población.


11

1.3. PRIMERA FASE EL RÉGIMEN MILITAR (1968-1980)

1.3.1. MENSAJE A LA NACIÓN JUAN VELASCO ALVARADO

1.4. EL MANIFIESTO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO DE LAS FUERZAS

ARMADAS

Según Cotler, (1970). Mientras se realizaban las negociaciones para la

formación de la junta revolucionaria, fue lanzado un primer comunicado fechado

el 2 de octubre, que establecía las razones del golpe. En primer lugar, se

señalaba la resistencia de “poderosas fuerzas económicas, nacionales y

extranjeras, en complicidad con peruanos indignos” a la “realización de las

básicas reformas estructurales”. En segundo lugar, una negativa marcha

económica, donde además de la crisis generada “han quedado comprometidos

nuestros recursos en condiciones de notoria desventaja para el país, lo que

determina su dependencia de poderes económicos, lesionando nuestra

soberanía y dignidad nacionales”. En tercer lugar, la inmoralidad en la


12

administración pública, generada por la “ambición incontrolada dentro del

ejercicio de las actividades inherentes a los poderes Ejecutivo y Legislativo, (y)

en el desempeño de los cargos públicos de administración”. Por último, el

fracaso del pro- grama reformista de Belaunde “que fue esperanza de

renovación y de transformaciones revolucionarias” debido a “la indefinición, la

componenda, la inmoralidad, el entreguismo, la claudicación, la improvisación,

la ausencia de sensibilidad social, caracteres constitutivos de un mal gobierno,

que en tales condiciones no debía seguir detentan- do el poder”. Pero la gota

que derramó el vaso fue la alianza de Belaunde con el PAP y el Acta de Talara:

“La culminación de los desaciertos ha tenido lugar en el uso incontrolado y

doloso de inconstitucionales facultades extraordinarias concedidas al Ejecutivo,

así como en la seudo solución, entreguista, dada al problema de La Brea y

Pariñas, que evidencian que la descomposición moral en el país ha llegado a

extremos tan graves que sus consecuencias son imprevisibles para el Perú”.

Como programa y principios rectores el manifiesto señalaba que: “La

acción del gobierno revolucionario se inspira en la necesidad de transformar

la estructura del Estado, en forma tal que per- mita una eficiente acción de

gobierno; transformar las estructuras sociales, económicas y culturales;

mantener una definida actitud nacionalista, una clara posición independiente

y la defensa firme de la soberanía y dignidad nacionales; restablecer

plenamente el principio de autoridad, el respeto y la observación de la ley, el

predominio de la justicia y de la moralidad en todos los campos de la actividad

nacional”. Asimismo, “el gobierno revolucionario declara su respeto a los

tratados que en el orden internacional tiene celebrados el Perú; que se

mantendrá fiel a los principios de nuestra tradición occidental y cristiana; y que


13

alentará la inversión extranjera que se sujete a las leyes e intereses

nacionales”. Finalmente, el gobierno revolucionario “hace un llamado al pueblo

peruano a fin de que, confundido con la Fuerza Armada, luche por lograr una

auténtica justicia social, un dinámico desarrollo nacional y el restablecimiento

de los valores morales que aseguren a nuestra patria la consecución de sus

superiores destinos”.

1.4.1. LA JUNTA DE GOBIERNO

La junta revolucionaria quedó así compuesta por el general Juan Velasco

Alvarado, quien la presidía; el general Ernesto Montagne Sánchez, por el

Ejército; el vicealmirante Raúl Ríos de Zela, por la Arma- da; y el teniente

general Alberto López Causillas, por la Fuerza Aérea, firmantes del estatuto del

gobierno revolucionario de la Fuerza Armada. Los generales y almirantes en

servicio activo ocuparon los principales ministerios y juramentaron en palacio

de Gobierno en la noche del 3 de octubre. Mientras tanto, el grupo de coroneles

que planificó y llevó a cabo el golpe pasó a conformar el Comité de Aseso-

ramiento del Presidente (COAP), organismo creado la noche anterior como una

especie de Estado Mayor político del primer mandatario. Más adelante, el

general Velasco contaría con un importante grupo de asesores civiles

identificados como intelectuales de izquierda. Entre otros estaban Augusto

Zimmermann (secretario de prensa de Velasco), Alberto Ruiz Eldredge

(quien tuvo a su cargo el litigio contra la IPC), Augusto Salazar Bondy y Walter

Peñaloza Ramella (encargados de las bases doctrinarias de la reforma

educativa), Carlos Delgado Olivera (secretario de Velasco y uno de los

ideólogos de la revolución), Héctor Cornejo Chávez, Héctor Béjar y Carlos

Franco.
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1.4.2. EL CARÁCTER INSTITUCIONAL DEL GOLPE

El golpe fue inicialmente la expresión de la voluntad política de un

grupo de oficiales, posición que pasa a ser mayoritaria en las Fuerzas Armadas

ante los hechos consumados; en ese sentido, el gobierno que surge de esta

decisión es institucional. El respeto a la forma institucional para integrar el

gobierno es la base sobre la cual se constituyó el régimen de las Fuerzas

Armadas, respetándose la jerarquía de grado y antigüedad. Sin embargo, esto

se vería afectado, en primer lugar, por la constante manipulación de ascensos

y nombramientos en las tres armas y, en segundo lugar, por la existencia de un

grupo “dirigente” que encabezaba el proyecto. De allí se podría deducir que este

grupo “dirigente” encubre la conducción del régimen bajo el título de las Fuerzas

Armadas. Aun así, ello no invalida el carácter institucional del conjunto del

proyecto, ni la existencia de un grupo “más avanzado” a su interior, ya que

las pugnas y las manipulaciones sobre los ascensos pasaban a través de las

reglas de juego castrenses. Se combinaron, pues, ambos factores que de

alguna manera afectaron el grado de radicalidad o los términos de la aplicación

de las reformas; allí, el liderazgo del general Velasco como elemento dirimente

tendría un rol central. Entonces, a pesar del carácter institucional del proceso

durante toda su llamada “primera fase” el general Velasco impuso su mayor

personalidad y liderazgo, combinando elementos de fidelidad personal con el

res- peto a la institucionalidad castrense. Cuando estos elementos fueron

puestos en cuestión, comenzó también su declinar.


15

1.4.3. LA TOMA DE TALARA

El 9 de octubre se efectuó la toma de Talara, que abarcó los yacimientos,

la refinería y las instalaciones de la IPC. Ese día fue declarado de la “Dignidad

Nacional”, celebración que se mantuvo hasta 1979. En un principio el gobierno

declaró no estar obligado a pagar indemnización alguna, dado el monto de los

impuestos adeudados por la empresa; sin embargo, el gobierno de los Estados

Unidos asumió la defensa de la empresa amenazando con la aplicación de la

enmienda Hickenlooper. Como ha sostenido Carlos Malpica, a los pocos días

de expropiar La Brea y Pariñas el gobierno otorgó nuevos contratos de

exploración y explotación de los yacimientos del zócalo continental a la empresa

norteamericana Belco Petroleum Corporation, que se convirtió en una de las

compañías productoras más importantes. Asi mismo, luego de la creación de

Petroperú (en julio de 1969), el gobierno firmó numerosos contratos con

consorcios norteamericanos, europeos y japoneses para la explotación del

petróleo descubierto en la selva por dicha empresa. Estos contratos se firmaron

bajo el llamado “modelo peruano” que obligaba a las compañías a entregar al

Estado el 50% de los crudos por concepto de regalía, avaluándose los costos

de producción en un 30%, de modo que las utilidades de las compañías

estarían cercanas al 20% del valor bruto de los productos extraídos. Sólo la

Occidental Petroleum Company descubrió ya- cimientos con valor comercial,

por lo que se convirtió en la primera productora.

1.4.4. LAS REFORMAS ESTRUCTURALES

Las principales fueron, en orden cronológico, las siguientes:


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a) El control de la banca y el sistema financiero. En lo relativo al sistema

bancario y financiero, en ene- ro de 1969 se dictó una ley por la cual sólo

podían considerarse nacionales aquellas empresas cuyo capital estuviera

en poder de peruanos en más del 75%, y cualquier nuevo banco que

se estableciera debía tener la misma composición.

b) La Reforma Agraria. El 24 de junio de 1969 el gobierno de la Fuerza

Armada promulgó la ley de Reforma Agraria, iniciando un proceso de

cambios radicales.

c) La reforma de la educación. Debido al incremento de la demanda de los

servicios educativos, y como una manera de frenar las protestas

estudiantiles de 1969 frente a la pérdida de la gratuidad de la enseñanza,

el gobierno dictó en febrero de ese año la ley universitaria Nº 17437, que

fortalecía la autoridad del rector y disminuía la presencia estudiantil en

los órganos de decisión de las universidades. Luego de dos años, en

marzo de 1971, ante el patente fracaso de la ley, se dictó una ley integral

de reforma de la educación (Nº 19326)

d) Ley de Minería. El 8 de junio de 1969 el gobierno promulgó la ley general

de Minería en reemplazo de la dictada bajo el gobierno de Odría que

establecía la participación directa del Estado en la explotación, producción

y comercialización de los productos mineros.

e) Ley de Industrias. En julio de 1970 el gobierno dicta la ley Nº 18350 o ley

de Industrias que introduce importantes cambios en el sector: las industrias

básicas
17

f) Ley de Pesquería. El 28 de marzo de 1969 se promulga la ley orgánica del

ministerio de Pesquería, donde se establece que la extracción de los

recursos pesqueros era de interés social y de necesidad pública.

g) La reforma del Estado. Los cambios producidos en todos los sectores de

la producción y de servicios en el país hicieron necesaria una reforma

del aparato estatal.

1.4.5. LA POLÍTICA ECONÓMICA

Luis Pásara ha sostenido que el proyecto militar tenía una fórmula básica

para financiar el desarrollo nacional: concentrar en el Estado el proceso de

acumulación que se hallaba en manos del capital extranjero y de los grupos

nacionales de poder económico. Para ello se nacionalizaron las principales

actividades productivas y de comercialización de las exportaciones peruanas.

El excedente nacional, que no escaparía entonces al exterior ni se concentraría

en pocas manos, permitiría realizar inversiones públicas reproductivas al mismo

tiempo que se obtenían las divisas necesarias para abastecer al sector

industrial.

1.4.6. LA MOVILIZACIÓN SOCIAL

Con el fin de obtener una base social de apoyo al gobierno y dirigir

“desde arriba” la participación de la población en el proceso de reformas, el

gobierno creó en junio de 1971 el Sistema Nacional de Movilización Social

(SINAMOS), encabezado por el general Leonidas Rodríguez Figueroa, sistema

que articulaba organizaciones de diferente carácter, a través de las cuales se

realizaba campañas de concientización y movilización política


18

Esta organización popular, paralela a la que fue gestándose por impulso

de la izquierda radical, fue uno de los más grandes temores de los empresarios

y propietarios, ante la perspectiva de una explosión social incontrolable. Junto

con el SINAMOS se creó el Sistema Nacional de Defensa Civil, en marzo de

1973, orientado a la prevención y rápida movilización social en caso de

desastres.

1.4.7. EL INICIO DE LA CRISIS ECONÓMICA DE 1973

Según Delgado C. (1973), En 1973 comenzaron a manifestarse los

prime- ros síntomas de la crisis: déficit en la balanza de pagos, caída de las

reservas internacionales, incremento de los servicios de la deuda externa y del

costo de vida. Según Lynch, cuando las dificultades económicas fueron

innegables, alrededor de 1975, el gobierno militar las atribuyó a la baja

internacional de los precios de nuestras exportaciones, causante de la falta

de divisas necesarias para las importaciones que hacían funcionar el resto de

sectores económicos, especialmente la industria. La crisis era inevitable si la

producción para el mercado interno no contaba con las divisas necesarias. Esta

situación se había iniciado en los años 60 con la expansión de la producción de

bienes de con- sumo durables orientados a las clases medias y altas

(automóviles, televisores, refrigeradoras y otros productos para el hogar), que

requería de maquinarias e insumos importados; pero no se impulsó una política

orientada a promover una industria masiva de bienes de consumo con insumos

nacionales y con maquinarias producidas en el país. Las escasas divisas

existentes terminaron financiando una in- custría que no atendía sino las

necesidades de un sector muy pequeño de la población y que no contribuía a

una integración económica del conjunto de los sectores productivos; es decir,


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no se impulsaba el crecimiento del mercado interno. Se buscó cubrir la falta de

divisas a través de préstamos externos, cuyo monto subió de 1 100 millones de

dólares en 1968 a 2 542 millones en 1973 y a 3 990 millones en 1975. La

mayoría de estos préstamos provino de la banca privada de los Estados Unidos

y de Europa, debido al deterioro de las relaciones con el gobierno

norteamericano. Desde 1972 los déficits presupuestales serían cubiertos con

estos préstamos externos y, recién en 1974, Perú y Estados Unidos llegaron a

un acuerdo que restablece la fluidez de recursos financieros. Asimismo, los

gastos en defensa se incrementaron al deteriorarse las relaciones con Chile

luego del golpe de Estado contra el presi- dente Salvador Allende. En agosto de

1975 se alcanzó un punto crítico que pudo llegar a enfrentamientos armados:

los gastos de defensa subieron de 58 millones de dólares en 1970 a 219

millones en 1975. Los ingresos por las exportaciones no sólo debían

mantener en funcionamiento a la industria, sino que también debían orientar

más recursos a los gastos militares y al pago de la deuda externa, que se

incrementó del 14,6% en 1968 al 25,8% en 1975. El fracaso económico,

expresado en forma inmediata como apremio financiero, fue causado por

defectos de un modelo de industrialización consumidor y dependiente de

divisas, que no logró integrar a los diversos sectores productivos y en el marco

del cual casi no se reinvirtió.

1.4.8. LA CRISIS DEL VELASQUISMO

La crisis política del gobierno militar no fue sino la expresión de los

conflictos al interior de las Fuerzas Armadas, relacionados con el rumbo que

estaba tomando el proceso de reformas. Una de las preocupaciones más

importantes era el movimiento social con signos de una rápida radicalización


20

que empezaba a romper los marcos estrechos de la organización corporativa

dada por el SINAMOS, agudiza- da por los primeros signos de la crisis

económica. El elemento aglutinador del liderazgo del general Ve- lasco

alrededor de las reformas comenzó a romper- se, situación impensable al inicio

del gobierno militar, aunque ya Velasco había enfrentado algo similar a fines de

enero de 1969 cuando le tocaba pasar al retiro. El estatuto del gobierno

revolucionario establecía que el presidente era elegido entre los miembros de

las Fuerzas Armadas, sin especificar su situación de actividad o retiro. En caso

de interpretar- se que debía ser un oficial en actividad y respetando la jerarquía

militar, la presidencia debía recaer en el general Ernesto Montagne, que ya

concentraba los cargos de presidente del Consejo de ministros, ministro de

Guerra y comandante general del Ejército. El general Montagne intentó un

“golpe de mano” al interior del Consejo de Ministros, pero fracasó ante la actitud

decidida del general Velasco de mantenerse a la cabeza del gobierno.

Una nueva oportunidad para un cambio de liderazgo se presenta en

febrero de 1973, cuando el general Velasco sufre la ruptura de un aneurisma

de la aorta abdominal. Su situación se agrava a inicios de marzo, por lo que se

le amputó la pierna derecha; ante la posibilidad de su muerte, empieza a discu-

tirse al interior del gobierno el tema de la sucesión y a organizarse posiciones

en relación al futuro del proceso de reformas. El ministro de Marina, almirante

Luis Vargas Caballero, manifiesta abiertamente sus discrepancias ideológicas,

criticando las posiciones socialistas y marxistas del gobierno, definiendo al

Perú como un “país occidental y cristiano” que debía ser salvado de “la

infiltración comunista”. Estas declaraciones contaron con el apoyo de su

institución, que desde el inicio había estado en desacuerdo con el proceso de


21

reformas. El sector velasquista logra que la junta de gobierno entregue

momentáneamente las atribuciones del presidente de la República al entonces

presidente del Consejo de Ministros, general Edgardo Mercado Jarrín.

Ante la crisis política que se abría al interior del gobierno, el propio

general Velasco visiblemente enfermo hace un esfuerzo supremo y retoma sus

atribuciones, tratando de mantener la unidad de las Fuerzas Armadas. A fines

de mayo el almirante Vargas Caballero hace nuevas declaraciones, esta vez

en defensa de la propiedad y la empresa privada, solidarizándose con los

gremios empresariales.El propio general Velasco lo desautoriza y le exige su

renuncia, siendo reemplazado por el almirante José Arce Larco; sin embargo,

ello no solucionó las contradicciones al interior de las Fuerzas Armadas y el

incidente afectó más bien su unidad institucional.

Al interior del sector velasquista también comenzaron a manifestarse

posiciones discrepantes alrededor de temas como la unidad institucional de las

Fuerzas Armadas, la agudización de la movilización social y la crisis

económica. El otro grupo conocido como “los progresistas” y conformado por

los antiguos coroneles que organizaron el golpe de 1968 junto con el general

Velasco promovía un acercamiento cada vez más estrecho al movimiento social

y evolucionaba hacia posiciones más radicales, cercanas al socialismo y al

marxismo. El apoyo del general Velasco a “la Misión” se evidenció al entregarle

la dirección del SINAMOS, que había esta- do en manos de “los progresistas”.

Para inicios de 1975, Velasco toma abierta posición a favor de “la Misión”.
22

1.4.9. LA CAÍDA DE VELASCO

Los hechos del 5 de febrero abrieron espacios a los sectores conserva-

dores de las Fuerzas Armadas. Además de la situación política y económica,

y de la posibilidad de un conflicto militar con Chile, las Fuerzas Armadas

temían que las protestas y movilizaciones populares se incrementaran

favoreciendo a los partidos de la izquierda radical. La Marina recuperó

posiciones cuando en julio de 1975 logra que el general Velasco retire al

comandante general de la Marina nombrado por él, a favor de uno elegido por

la propia arma. Al interior del Ejército comenzó a debatirse nuevamente el tema

del relevo de Velasco: un grupo de oficiales se pone en contacto con colegas

de la Marina y la Aviación, y con el presidente del Consejo de Ministros y

comandante general del Ejército, general Francisco Morales Bermúdez. A

pesar de los objetivos diferentes, los diversos sectores al interior de las Fuerzas

Armadas estaban de acuerdo en la necesidad del recambio del general

Velasco: la Marina y los conservadores querían un relevo para dar marcha

atrás en las reformas, “la Misión” deseaba fortalecer su política de control del

movimiento social, y “los progresistas” querían continuar con el proceso de

reformas. Pero cada sector era incapaz por sí solo de imponerse a los otros, por

lo que se plantearon establecer un mínimo de acuerdos en garantía de la unidad

institucional de las Fuerzas Armadas. Morales Bermúdez aprovecha un viaje

al sur del país y desde la ciudad de Tacna se subleva, logrando la adhesión

de los comandantes de las diferentes regiones militares. Al mediodía del 29 de

agosto de 1975 el general Velasco abandona palacio de Gobierno.


23

2. CAPITULO II

LA SEGUNDA FASE Y FRANCISCO MORALES BERMUDEZ

2.1. BIOGRAFIA FRANCISCO MORALES BERMUDEZ

Nació en Lima, 4 de octubre de 1921. Político y militar peruano, fue

Presidente de la República del Perú desde 1975 hasta 1980. Estudió en Lima

en el Colegio de la Inmaculada. Ingresó a la Escuela militar de Chorrillos cuando

tenía 18 años. Fue Ministro de Finanzas durante el primer gobierno de Fernando

Belaúnde Terry en 1968. Luego del golpe de estado de 1968, bajo el mando del

General Juan Velasco Alvarado, fue nombrado Jefe del Estado Mayor, cargo

que ejerció desde 1969 hasta 1974. Fue Presidente del Consejo de Ministros y

ocupó la cartera del Ministerio de Guerra, durante los años 1974 y 1975 y, desde

febrero de 1975, fue Comandante General del Ejército. Encabezó el Tacnazo,

el 29 de agosto de 1975. Su gobierno no pudo mantener el control militar de la

sociedad civil y llamo a una Asamblea Constituyente, liderada por Víctor Raúl

Haya de la Torre, que fue la que otorgó la Constitución Política de 1979. Según

Fundacion Wikipedia (2019),


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2.2. FRANCISCO MORALES BERMÚDEZ MILITAR POLÍTICO

PRESIDENTE DE LA JUNTA MILITAR DE GOBIERNO, 1979-80

la salida del general Velasco fue presentada como el inicio de una

“segunda fase” de la revolución peruana. Pero realmente, ante el adelanto de

los planes por parte del general Morales Bermúdez, las diferentes posiciones

castrenses entraban a una nueva situación frente al rumbo que debía tomar

el gobierno. Inicialmente, el general Morales Bermúdez mantuvo el discurso

reformista radical, con el objetivo de no provocar las protestas del movimiento

social ni producir giros abruptos. Se abrían nuevas posibilidades de

negociación, tanto dentro como fuera de las Fuerzas Armadas; para iniciarla, el

general Morales Bermúdez mostró cierta apertura política hacia los sectores

civiles, revocando las deportaciones dictadas a principios de agosto contra

políticos y periodistas, a excepción de Eudocio Ravines, quien moriría en su

exilio en México, en 1979. También se dio una relativa apertura a la prensa

mediante la autorización de publicación a revistas y semanarios políticos, que

harían de este período una de los más ricos en debate político y de mayor

politización social. Entre ellos destacan, además de la revista Caretas, Oiga,

Equis X (de Ismael Frías), Sin embargo, los nuevos diarios, debido a la

incertidumbre del curso político y a los elevados costos, funcionaron al ritmo de

constantes clausuras y reaperturas.

Morales Bermúdez inició también el desplazamiento de los integrantes

de “la Misión”, los colaboradores más cercanos del general Velasco. La

tendencia más radical, la de “los progresistas”, mantendría su presencia en el

gobierno durante un año más. Se dictaron asimismo medidas de radicaliza


25

ción e impulso de la reforma agraria y de la propiedad social y, en un nuevo

intento por institucionalizar el proceso de reformas, se crea el Frente de Defensa

de la Revolución Peruana (FDRP), encabeza- do por el dirigente campesino

Avelino Mar. Finalmente, se nombró una comisión para la formula- ción de un

nuevo plan de gobierno que sería conocido como “Plan Túpac Amaru”, cuyas

propuestas no pasaron de ser meras declaraciones retóricas y formales.

En su papel de mediador de las tendencias al interior de las Fuerzas

Armadas, Morales Bermúdez dictó también medidas orientadas a favorecer a

los sectores conservadores: hacia mediados de 1976, desplazó del gobierno a

“los progresistas”, recortó la estabilidad laboral, encarceló en la colonia penal

de El Sepa a un importante grupo de asesores sindi- cales y flexibilizó el trato

a los empresarios. Esto provocó un paro regional de la CGTP en Lima y el

Callao el 29 de diciembre de 1975, el primero des- de 1968.

2.2.1. ASPECTO SOCIO- POLÍTICO

El gobierno de morales Bermúdez es también conocido como la segunda

fase del gobierno revolucionario de las fuerzas armadas del Perú, inicio el 29 de

agosto de 1975 con el llamado Tacnazo, un gran golpe de estado contra el

presidente Juan Velasco Alvarado y culmino el 28 de julio de 1980. Debido a

una gran cantidad de marchas y huelgas provocando que el presidente llamara

a elecciones.

2.2.2. El Tacnazo

Como Comandante General del Ejército encabezó el Tacnazo, el 29 de

agosto de 1975, fue apoyado por la CIA y los servicios secretos de E.E.U.U. que
26

se encontraban instalados en Chile apoyando al dictador Augusto Pinochet.

Estas agencias lo apoyaron ante la inminente invasión a Chile y la posible

recuperación de los territorios de Arica. Perdidos durante el Oncenio de Leguía

y al finalizar la Guerra del Pacífico.

2.2.3. RECOMPOSICIÓN POLÍTICA AL INTERIOR DEL GOBIERNO

Como se señaló anteriormente, el general Mora- les Bermúdez desplazó

a los colaboradores más cercanos del general Velasco. A fines de octubre e

1975 se pasa al retiro a los generales José Graham Hurtado, jefe del COAP, y

Leonidas Rodríguez, jefe de la segunda región militar. Si bien estos cambios se

realizaron respetando las normas institucionales de las Fuerzas Armadas,

favorecieron a los sectores conservadores, actitud reflejada en casos como el

del general Luis Cisneros Vizquerra, nombrado jefe del SINAMOS en setiembre

de 1975 y, posterior- mente, ministro del Interior. Con ánimo de reforzar una

línea institucional, el COAP es desplazado por el Consejo de Ministros en la

formulación de planes y proyectos de ley, y en la toma de decisiones políticas,

que antes eran meramente formales; con ello adquirieron fuerza los sectores

opuestos a cualquier profundización del proceso de reformas y que buscaban

más bien, un retroceso.

Los asesores civiles del gobierno también fueron retirados de sus cargos.

En setiembre es despedido Augusto Zimmermann del cargo de secretario de

Prensa del presidente de la República y en marzo de 1976 son despedidos los

directores de los diarios expropiados dos años atrás, la mayoría de los cuales

era de filiación izquierdista. Esto produjo intentos de “golpe de mano” por parte

de los sectores radicales al interior de las Fuerzas Armadas. En julio de 1976,


27

el general Carlos Bobbio se subleva desde la Escuela Militar de Chorrillos, lo

cual trajo como consecuencia los pases al retiro de los generales Jorge

Fernández Maldonado presidente del Consejo de Ministros, ministro de Guerra

y comandante general del Ejército y Enrique Gallegos Venero. Según Lynch, al

parecer existieron conatos similares en diferentes puntos del país, pero todos

fueron debelados.

2.2.4. EL DESMANTELAMIENTO DE LAS REFORMAS

En abril de 1976 el gobierno declara en emergencia los sectores minero

y pesquero importantes productores de divisas para poder reprimir la protesta

sindical en puertos y minas. Se producen huelgas entre los maestros y toma de

las fábricas ubicadas en la carretera Central por sus trabajadores, amenazados

con el despido. En julio de 1976, junto con el primer “paquete” de medidas

económicas, y ante la protesta popular, suspendiéndose las garantías

individuales y los derechos laborales; se clausuraron las revistas de oposición

y se deportó a los generales velasquistas en retiro. Junto con el estado de

emergencia se estableció el toque de queda, medidas que perdura- ron hasta

julio de 1977, cuando fueron derogadas como resultado de un paro nacional.

En diciembre de 1976, éste inicia un acercamiento a las fuerzas políticas

existentes antes del golpe de 1968 y que podríamos calificar como tra-

dicionales: AP, PPC, PAP, PCP, discriminando a los partidos de la izquierda

radical y a los sectores velasquistas.

2.2.5. LA POLÍTICA ECONÓMICA

Como primer objetivo económico se debía resol- ver el problema

financiero y de la balanza de pagos. Cualquier reestructuración debía incluir el


28

problema de la deuda externa, por lo que las instituciones del sistema financiero

internacional especialmente el FMI tendrían papel destacado en la elaboración

de la política económica y en la aplicación de los denominados “paquetes” de

medidas, de carácter ortodoxo y orientados a que los costos sociales fueran

pagados por los sectores de menos ingresos. Como ha sostenido Lynch, dichas

medidas económicas iban acompañadas de medidas de represión de la

movilización social. Según Iguíñiz, estas medidas “correctivas” comenzaron a

aplicarse desde junio de 1975, cuando el general Francisco Morales Bermúdez

presidía el Consejo de Ministros. Dichos “paquetes” tuvieron tres mecanismos

definidos para resolver el problema de la balanza de pagos: la elevación de los

precios controlados, especialmente de la gasolina y de los productos de

consumo popular; el control de las remuneraciones, mediante el

establecimiento de topes y pequeños incrementos del Sala- rio Mínimo Vital; y

la devaluación monetaria, mecanismos que regirían la política económica en los

15 años siguientes. Según Lynch, el diagnóstico que comienza a aparecer

detrás de las medidas “correctivas” es el de un “exceso de demanda”, que debía

ser restringida mediante la reducción de la capacidad de compra de la

población y la disminución del gasto público y de las importaciones que no

estuvieran orientadas a favorecer a las empresas privadas. El gobierno militar

asumió el diagnóstico de los gremios empresariales pero no redujo el gasto

público, ya que ello habría implicado reducir drásticamente la presencia del

Estado en la economía, disminuir el gasto militar en un contexto de tensiones

con Chile y no enfrentar el problema de la deuda externa. Como ya se señaló

anteriormente, el primer “paquete” de medidas se dictó en junio de 1975.


29

La política salarial apuntó a la capacidad adquisitiva de las

remuneraciones más altas y a incrementos que no se trasladaban al Salario

Mínimo Vital, haciendo más precario el ingreso de los más pobres. También se

postergaron por seis meses los topes a los convenios colectivos, para que no

se produjeran aumentos. Como resultado de ello, entre 1975 y 1976, el

subempleo se incrementó de 18,2% a 28,3% y se estancó el empleo en el

sector moderno de la economía. En julio se devaluó la moneda en un 44,4%,

pasando de 45 a 65 soles. A partir de entonces se iniciaron las

minidevaluaciones, con las cuales al final del año el dólar costaba 69,40 soles.

Se produce el paro nacional del 19 de julio de 1977, que el gobierno

reprimió violentamente; hecho a partir del cual el gobierno ya no trataría de

cuidar su imagen, sobre todo en cuanto a medidas económicas. El eje de su

gestión se centraría en llegar a un acuerdo con el FMI, restableciéndose las

negociaciones en agosto.

2.2.6. LA CONVOCATORIA A ELECCIONES

Ya en febrero de 1977, con la presentación del denominado “Plan Túpac

Amaru” y con su acercamiento a los partidos, los militares estaban estudiando

las posibles vías para una transferencia política del gobierno a los civiles y, en

ese contexto, debían enfrentar tres problemas fundamentales para- lelos: las

discrepancias al interior de las Fuerzas Armadas, la crisis económica y la

movilización social. Los partidos políticos y los gremios empresariales exigían

claridad en cuanto a la forma y al cronograma de la transferencia. En mayo de

1977 el gobierno convoca a conversaciones separadas a los partidos políticos

que consideraba interlocutores válidos, para conocer sus opiniones al


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respecto: AP, el PPC, el PAP y el PC, este último por su influencia sindical; estas

iniciales conversaciones no tuvieron resultados concretos. Para el gobierno el

problema inmediato era estabilizar la crisis económica y enfrentar la creciente

movilización social, que había aumentado notablemente desde la

implementación de las primeras medidas en julio de 1975. Esto llevó a los

diversos sectores laborales y a los partidos de la izquierda radical a coordinar

una medida de envergadura como respuesta al gobierno. Las coordinaciones

fueron largas y tediosas debido al fraccionamiento político de las fuerzas de

oposición que influían en la organización sindical y popular, especialmente de

la izquierda radical con constantes luchas por imponerse unas sobre otras.

Finalmente, el 14 de julio, 23 organizaciones sindicales se agrupan

en un Comando Unitario de Lucha (CUL) que convocó a un paro nacional de

24 horas para el día 19. El comunicado del CUL planteaba las siguientes

reivindicaciones: aumento general de sueldos y salarios de acuerdo con el

alza del costo de vida; oposición al programa económico del ministro Piazza;

congelamiento de los precios de primera necesidad; vigencia de la estabilidad

laboral y de los convenios colectivos sin topes ni recortes; reposición de los

trabajadores despedidos, libertad de los detenidos y regreso de los deportados

por razones sindicales y sociales; plenas libertades políticas, levantamiento de

la ley de emergencia y el toque de queda; y solución a gremios en conflicto:

pesquero, agrario, universitario. El paro nacional, el primero en la historia

sindical peruana, fue acatado mayoritariamente en casi todo el país,

estableciéndose un patrón nuevo de protesta social: la identificación de los

trabajadores con la población. No sólo pararon los sindicatos, tanto en la ciudad

como el campo, sino también protestaron los asentamientos humanos y los


31

barrios, que se movilizaron de los conos hacia el centro de Lima para

converger con los sindicatos. Para los partidos de la izquierda radical, la

insurrección revolucionaria de las masas y la toma del poder político estaban a

la vuelta de la es- quina, lo cual se vería reflejado en los debates a su interior.

Ante la contundencia del paro, el gobierno autorizó a las empresas tanto

públicas como privadas a despedir a todos los dirigentes sindicales que

hubiesen participado en él; así se despidió a alrededor de 5 mil trabajadores en

todo el país con el objetivo de descabezar al movimiento sindical. Pero el

gobierno también tomó conciencia de que su tiempo político se agotaba; a pesar

de que no se realizó ninguna de las reivindicaciones planteadas por el CUL, era

evidente el grado de deterioro político del gobierno frente a la población. El 28

de julio se anunció la convocatoria a elecciones para elegir representantes a

una Asamblea Constituyente que funcionaría durante un año, luego de lo cual

se convocaría a elecciones generales. Estas dos medidas le darían un respiro

al gobierno, ya que redujeron la beligerancia de los partidos políticos y del

movimiento social. Por un lado ganó tiempo para negociar los términos de la

transferencia abriendo un espacio nuevo de confrontación política y, por otro,

logró mayor tranquilidad para la aplicación del pro- grama económico.

A pesar de que los paros y huelgas continuarían a lo largo del año, no

será hasta los días 22 y 23 de febrero de 1978 que se producirá una nueva

medida que paralizaría al país, pero sin la beligerancia del paro de julio.

Tampoco esta vez aceptó el gobierno ninguna de las reivindicaciones del pliego

nacional. La izquierda, en cambio, se opuso a las elecciones por cuestiones

ideológicas, al considerarlas como un espacio vedado para la acción política

revolucionaria; sin embargo, la mayoría de sus representantes participaría en


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ellas. Asimismo el decreto estableció los requisitos para los votantes: peruanos

alfabetos mayores de 18 años. Los candidatos podían postular tanto por listas

de partidos políticos como de organizaciones gremiales. Como ha anotado

Lynch, esta última figura buscaba todavía combinar el postulado de la

“transferencia del poder al pueblo organizado” con los mecanismos electorales

tradicionales. Más adelante, la nueva Constitución anularía la inclusión de las

reformas y el mecanismo de postulación vía organizaciones gremiales.

Además se cambió el postulado de “transferencia del poder al pueblo

organizado” por “transferencia del poder a la civilidad” y, para garantizar dicho

viraje, el SINAMOS fue disuelto. Para la organización, implementación y

vigilancia de las elecciones se convocó al Jurado Nacional de Elecciones

existente ha- cia octubre de 1968 cuyas funciones habían sido interrumpidas

por el golpe militar.

2.2.7. La asamblea constituyente (segunda fase)

Esta «Segunda Fase» fue testigo de movilizaciones sociales masivas

motivadas por la crisis económica. La más significativa fue la que paralizó

completamente al país en julio de 1977. Ante esta clara señal de malestar social,

Morales Bermúdez y la cúpula militar no tuvieron más remedio que iniciar el

proceso para la transferencia del poder a un gobierno constitucional.

2.2.8. EL PLAN TUPAC AMARU

Fue un intento llevado acabo por el presidente de acabar con las crisis

económicas. Este plan sostiene ideas neoliberalistas que lo llevan a tomar

medidas drásticas y capitalistas.


33

Se desmontaron las reformas implantadas por la primera etapa del

Gobierno Revolucionario de las F.F.A.A. modificando la comunidad industrial

que tantos conflictos habría producido con los empresarios industriales

Proponía, básicamente, tres cosas: La convocatoria a una Asamblea

Constituyente que se encargara de elaborar una nueva Constitución, la

rectificación de las reformas de la etapa anterior y el planeamiento de la nueva

estructura económica del país


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ANEXOS

JUAN VELASCO ALVARADO

EL GOLPE DE VELAZCO ALVADO


35

LA REFORMA EDUCATIVA
36

LA REFORMA MINERA
37

FRANCISCO MORALES BERMUDEZ


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39

CONCLUSIÓN

El gobierno de Velasco, a diferencia de otras dictaduras militares de la

región, asumió un carácter claramente de izquierda y nacionalista y realizó una

serie de reformas que originaron un gran impacto en el desarrollo social y

económico peruano, en todo caso una "revolución desde arriba". y En el año

1975 se produjo el golpe contra Velasco Alvarado quien fue sustituido por otro

militar, Francisco Morales Bermúdez (1975-1980), que le imprimió un giro

conservador al gobierno de los militares. A partir de entonces, los debates en el

campo intelectual y político peruano se reorientaron. La década de los ochenta

se caracterizó por una agenda política que tuvo como en el centro el problema

de la democracia.
40

3. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Arias C. (2005), El tiempo de las masas y los conflictos de la

modernización». Compendio Histórico del Perú – Milla Batres, tomo 9. Edición , Q.

W. Editores S.A.C., Lima. ISBN 9972-58-116-0

Cotler, (1970). “Crisis política y populismo militar en el Perú” en Revista

Mexicana de Sociología. México: Memorias del IX Congreso Latinoamericano de

Sociología, vol. 32, Nº 3, pp. 737- 784.

Delgado C. (1973), Sobre la política del SINAMOS hay una vasta

bibliografía. De primera fuente se puede leer el texto de quien dirigió el organismo,

Carlos Franco (1975), Francisco Guerra García (1983).

Fundación Wikipedia (2019), Recuperado Por La Url

https://es.wikipedia.org/wiki/Gobierno_Revolucionario_de_la_Fuerza_Armada

López H.(2010) La República Contemporánea (1933-2010). Tomo XII de la

“Historia del Perú” publicada por la Empresa Editora El Comercio S.A, ISBN 978-

612-4069-98-7

Portocarrero R.(2000), El Perú Contemporáneo. Incluido en Historia del

Perú. Lima, Lexus Editores, . ISBN 9972-625-35-4

Varios autores: Grandes Forjadores del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000.

ISBN 9972-625-50-8

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