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LECTURA Y ESCRITURA, FANTASÍA Y COMPOSICIÓN

En el presente informe se presentará un texto argumentativo de los escritos “La lectura y el


desarrollo humano”, “Escritura y educación” y “El tesauro de los buenos lectores”, los cuales
hacen parte del libro Educar con Maestría de Fernando Vásquez (2011). Fernando es un
licenciado en Estudios Literarios, Magíster en Educación y Doctor en Educación en Sociedad,
docente destacado durante más de 30 años en Universidades como Los Andes, El Externado de
Colombia, La Sabana, Javeriana y La Salle; también reconocido por ser escritor de una gran
variedad de artículos y libros.

El propósito de este informe es resaltar la importancia de la lectura y la escritura en diversos


ámbitos, describiendo aspecto a tener en cuenta y recogiendo lo esencial de cada una de los
escritos enunciados.

El punto de partida es la lectura, que acorde a lo expresado por el autor se puede definir como
“un dispositivo para ponernos en contacto con lo que está más allá de nuestro cercano campo de
acción” (p.199), una gran conceptualización de la importancia de la lectura para un individuo, ya
que permite abrir las alas a otras perspectivas de pensamiento, a lugares de fantasía, a conocer
vivencias a través del tiempo y a desarrollar la imaginación. “Con la lectura los seres humanos
hemos podido construir mundos intangibles, insondables, imposibles, infinitos. La lectura nos
conforma como seres metafóricos, capaces de hacer parte de las mismas estrellas” (Vásquez,
2011, p.200).

La lectura es tan importante durante la vida del ser humano, que está presente durante cada etapa,
quien no recuerda la primera vez que leyó un libro completo, lleno de hermosos y llamativos
dibujos que lo llevaban a vivir lo que el autor escribió como si fuera una realidad. No olvidamos
tampoco el día que leímos El Principito y nos cambió la vida porque aprendimos acerca de las
vicisitudes del amor, la amistad y la soledad. Leer es fundamental porque nos permite
comunicarnos con personas que ni conocemos.
“La lectura emancipa nuestro pensamiento de muchas esclavitudes; es como una especie de
manumisión para el conocimiento” (Vásquez, 2011, p.200).

Sin embargo, es preciso tener en cuenta que la acción de leer no es suficiente para conocer sus
bondades, en realidad tenemos que aprender a ser buenos lectores para poder disfrutar de sus
encantadores beneficios. ¿Quiere convertirse en un gran lector?, aplique los siguientes cuatro
elementos fundamentales:

1- Indague sobre los fundamentos que se le presentan en el texto y busque siempre los
aspectos articuladores, es decir, mantenga una estructura.
2- Encuentre un modo sistemático para apropiarse de los textos, tener un método permite
aprovechar mejor la lectura.
3- Ejecute tres acciones: Realice prelectura, lectura y relectura
4- Convierta en un hábito la lectura, sólo las personas que leen permanentemente son
capaces de leer con calidad. “Los buenos lectores fortalecen sus músculos cognitivos
yendo uno y otro día a los textos; ejercitándose en la relectura, transitando o visitando
nuevas obras. Y cuando ese ejercicio logra su plenitud se convierte en un hábito de
lectura” (Vásquez, 2011, p.18).

Lleve estos pasos a su cotidianidad y poco a poco se irá convirtiendo en un mejor lector, como lo
expresa Fernando Vásquez, iremos pasando por cada uno de los acercamientos del lector: En
primer lugar, está el tipo Camello, implica dejarse habitar por el texto, asumirlo en la dimensión
del “como está dicho”, ir palabra a palabra, párrafo a párrafo, sin dar grandes saltos u omitiendo
información. El segundo es el tipo León, el cual significa leer interpelando el texto, haciendo
preguntas, confrontando desde su propio mundo. El tercero es el tipo Niño, que es el escenario
en el que se aprecia en el texto lo que tiene de original y propio. Finalmente, y donde todos
queremos llegar, es el tipo Quijote, que son aquellos lectores que encuentran en los libros una
fuente de consuelo, de inspiración, de ensoñación o de aventura.
Como aspecto complementario a la lectura, aparece la escritura, la compañera perfecta de la
lectura para reestructurar el pensamiento, “la escritura, más que un simple ejercicio de redacción,
es una herramienta poderosa para desarrollar nuestro pensamiento” (Vásquez, 2011, p.200). Es
una forma de trascender en el tiempo, ya que quien escribe plasma sus ideales para que otros lo
recuerden, es una forma de expresar lo que se siente y que otros lo debatan, es una oportunidad
para componer nuestra propia historia.

“La escritura genera procesos cognitivos diferentes a los productos cognitivos diferentes a los
producidos por la oralidad, y lo que es más importante, instaura una manera nueva para que el
hombre se relacione consigo mismo y con el mundo” (Vásquez, 2011, p.200).

Así pues, y a manera de conclusión, se puede afirmar que la lectura posibilita la imaginación y la
escritura desarrolla pensamiento, la lectura nos hace salir de la ignorancia y la escritura consolida
la ciencia, la lectura nos genera un mayor grado de conciencia y la escritura nos vincula con
nuestra corporeidad, la lectura desarrollo en nosotros una actitud y la escritura es desarrollo
intelectual; lo cual nos demuestra que la lectura y la escritura son una pareja perfecta, la lectura
es fantasía y la escritura es composición.

¡Seamos Quijotes de la lectura para convertirnos en compositores de nuestra propia historia!

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