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Quema y venteo de gas asociado

Desarrollo actual y efectos del petróleo marginal

Diciembre 2015

era -­‐ energy research architecture

Autores:

Björn Pieprzyk

Paula Rojas Hilje

Preparado para:

Asociación Alemana de la industria de Biocombustibles -­‐ Verband der Deutschen


Biokraftstoffindustrie e.V. (VDB)

1
Contenido

1 Sumario ..................................................................................... 3

2 Trasfondo técnico ......................................................................... 4

2.1 Qué es el gas asociado? ............................................................................ 4


2.2 Qué se hace con el gas asociado? ................................................................ 5
2.3 Cuánto gas asociado se utiliza, se quema o se ventea? ...................................... 6
2.4 Por qué se quema o se ventea el gas asociado?................................................ 6
3 Monitoreo de la quema y el venteo ..................................................... 7

3.1 Quema ................................................................................................ 7


3.1.2 Quema en la producción de gas natural ...................................................... 9
3.2 Venteo ............................................................................................... 10
4 Emisiones provenientes de la quema y el venteo del gas asociado ............... 12

5 Conclusiones y perspectiva ............................................................ 14

6 Lista de fuentes .......................................................................... 16

7 Apéndice .................................................................................. 22

2
1 Sumario
Durante la extracción de petróleo se producen grandes cantidades de gas. Este gas asociado contiene
sobre todo gas metano y a pesar de las grandes cantidades, no se utiliza y, o se quema cerca de los
pozos de extracción, se libera directamente a la atmósfera o culmina en ella a través de fugas
(venteo). Las cantidades de gas asociado que se queman mundialmente se redujeron en un 15%
entre 2005 y 2010, sin embargo permanecen en un nivel de aproximadamente 140 billones de
metros cúbicos. A través de ello, 260 millones de toneladas de CO2 son emitidas a la atmósfera. La
disminución de la quema de gas en Rusia se compensa sobre todo con la creciente extracción de
petróleo de esquisto en los Estados Unidos, a través de la cual la quema de gas asociado se ha
triplicado en los últimos diez años.

La quema es solo la pequeña punta visible del iceberg de las emisiones de gas asociado, que se
puede registrar a través de satélite. Casi no reconocibles y de mucha mayor magnitud son las
emisiones de gas metano de la industria petrolera que no se queman y que alcanzan la atmósfera
directamente. Al contrario de la quema, el venteo no se controla globalmente con mediciones
satelitales continuas, sino solo con mediciones a nivel de suelo, que además solo se realizan
aisladamente. Por ello, la verdadera magnitud de las emisiones globales de metano de la industria
petrolera es desconocida, a pesar de que a través del venteo se producen emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI) significativamente mayores que a través de la quema del gas asociado, ya
que se producen grandes cantidades de metano con un factor de calentamiento climático mucho
más elevado. Debido a las inseguridades en la medición, el rango de las emisiones de metano de la
producción de petróleo de entre 4 hasta 100 billones de metros cúbicos es muy alto, lo que
corresponde a una tasa de fuga de entre 0,1% y 2,5% (fracción energética de metano en la
producción de petróleo) y emisiones de gases de efecto invernadero de entre 100 millones hasta 2,4
billones de toneladas de CO2eq. Mediciones recientes a nivel regional y local con la ayuda de
aeroplanos y nuevas tecnologías satelitales en los Estados Unidos y México muestran fugas de
metano muy altas en la industria de petróleo y gas natural y con ello demuestran que el rango
inferior subestima altamente las emisiones.

Mientras la Comisión Europea en su reporte Well--‐to--‐Tank (versión 4.0) calcula las emisiones por
quema y venteo en 2,8 g CO2eq/MJ, los resultados de los nuevos estudios implican que estas
emisiones de GEI aumentan hasta 19 g CO2eq/MJ. El valor de referencia promedio global para diesel y
gasolina aumenta así hasta más de 100 g CO2eq/MJ, 15% más que lo identificado en el estudio de la
Comisión Europea. En países con grandes cantidades no utilizadas de gas asociado como Rusia y
Nigeria, los niveles de emisión incluso aumentan a través de las nuevos cálculos de venteo a 127 y
167 g CO2eq/MJ respectivamente, lo que significa un 45% y un 90% más que lo documentado por la
Comisión Europea. De las mediciones satelitales en las áreas de petróleo de esquisto en los Estados
Unidos se desprenden valores de emisión de 158 g CO2eq/MJ petróleo de esquisto. Los niveles de
emisión de petróleo de estas regiones son así más altas que las emisiones de combustibles
provenientes de arenas asfálticas con aproximadamente 110 g CO2eq/MJ.

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Además de las emisiones de dióxido de carbono y de metano, la quema y el venteo provocan otras
emisiones de sustancias contaminantes. Estas emisiones abruman el ambiente con sustancias tóxicas
e influencian adicionalmente el clima a través de emisiones de hollín (black carbon). En el Ártico, las
emisiones por quema y venteo representan un porcentaje de 42% de las emisiones totales de hollín y
contribuyen así al aumento del calentamiento en esa región. Eso tiene además consecuencias
globales debido al derretimiento de los suelos permafrost y a las cantidades de carbono guardado en
esos suelos que es liberado.

El petróleo marginal va a conducir al aumento adicional de la quema y el venteo mundialmente. El


papel más importante en este aumento lo va a jugar así el crecimiento de la producción de petróleo
de esquisto en los Estados Unidos y en otras regiones del mundo, ya que estos petróleos livianos
contienen altas cantidades de gas asociado y conllevan una gran cantidad de perforaciones. Pero
también otras fuentes de petróleo marginal, como los muchos campos pequeños en regiones
alejadas y reservas en aguas profundas, van a intensificar la quema y el venteo. Los parámetros
legales y administrativos existentes no han podido hasta ahora reducir apreciablemente la quema y
el venteo y deben mejorarse significativamente para el petróleo marginal. Sin medidas masivas para
contrarrestar esta situación, el sector petrolero y de gas natural van a llegar a constituir la fuente de
emisiones antropogénicas de metano que más rápido va a crecer en las próximas décadas.

2 Trasfondo técnico
2.1 Qué es el gas asociado?
Gas asociado de petróleo („Associated Petroleum Gas“, APG) se denomina al gas que se encuentra
tanto en forma disuelta directamente en el crudo como también como gas libre inmediatamente por
encima del yacimiento de petróleo (Johnson y Coderre, 2012). Alcanza la superficie a través de la
extracción de petróleo y se gasifica de nuevo a través de la correspondiente caída de presión,
evaporándose. El gas asociado puede emitirse en diferentes partes de la extracción y procesamiento
(perforaciones, tanques de almacenamiento, etc.) de petróleo (ver figura 1 en el apéndice, OGP,
2000).

El gas asociado se compone principalmente de metano y de otros hidrocarburos como etano,


propano y butano así como de pequeñas cantidades de dióxido de carbono (CO2) y en algunos casos
de ácido sulfhídrico y nitrógeno. Adicionalmente contiene gases nobles y metales pesados. Los
componentes dependen principalmente de la región geográfica así como del tipo y profundidad del
yacimiento y pueden variar considerablemente. El porcentaje promedio en la producción de petróleo
se mueve en un rango muy elevado que va desde 1% (en Arabia Saudita) hasta un 40% (en Malasia).
El porcentaje de gas asociado es especialmente alto en crudos livianos (por ejemplo de más del 30%
en el petróleo de esquisto), mientras que los crudos pesados contienen solo pequeñas cantidades de
gas (Smith, 2014; IPCC, 2006). La producción mundial total de gas asociado se calcula en entre 510 y

4
870 billones de metros cúbicos (Bayer Technology Services, 2011; Höglund-­‐Isaksson, 2012). Ello
corresponde a una relación gas/petróleo global promedio de 10% hasta 15%1.

2.2 Qué se hace con el gas asociado?


El gas asociado se utiliza, se quema o se libera a la atmósfera (Johnson y Coderre, 2012).

1. Utilización

El gas asociado se puede almacenar en la red de gas natural; utilizarse in situ para la generación de
energía; licuarse para gas licuado del petróleo (GLP) o reinyectarse en el pozo petrolero.

2. Quema (flaring)

La quema del gas asociado se realiza a través de instalaciones especializadas de combustión llamadas
quemadores (flare stacks) y puede suceder continuamente, periódicamente o en intervalos breves.
Al quemar el gas asociado se produce sobre todo CO2.

3. Venteo (venting)

Venteo se denomina a la liberación intencionada de gas asociado. A través del venteo se producen
emisiones muy altas de metano, ya que el gas asociado alcanza la atmósfera sin quemarse. El impacto
climático del venteo es así muchas más veces más alto que el de la quema, ya que el metano posee
un potencial de calentamiento global 34 veces más alto que el CO2.

El venteo ocurre cuando la combustión o la utilización del gas excedente no es posible técnica o
económicamente, por ejemplo cuando las cantidades de gas, la presión de éste o su valor calórico
son demasiado inconstantes o demasiado pequeñas para mantener la combustión (Ite e Ibok, 2013;
Wells, 2014). Algunos ejemplos de esto son:

 Las reservas de petróleo de la Cuenca Permiana en Texas y Nuevo México, donde se realizan
perforaciones horizontales para la extracción de campos petroleros antiguos (Wells, 2014).
La Cuenca Permiana es con 1,8 millones de barriles/día la región de extracción petrolera más
grande de la Estados Unidos que hasta ahora solo juega un rol secundario en la producción
de petróleo de esquisto (EIA, 2014), pero que asimismo presenta un fuerte crecimiento de la
producción de petróleo.
 La Extracción de crudo extra pesado y de arenas asfálticas in situ (Johnson y Coderre, 2011;
EPA 2011).
 Campos petroleros offshore y onshore en Azerbaiyán
 Acumulación de gas asociado entre el tubo de perforación y el encofrado (casinghead gas)

En este estudio, el venteo incluye también las fugas provenientes de la extracción y procesamiento
del petróleo, como por ejemplo de tanques de almacenamiento de petróleo, plantas deshidratadoras
de gas y dispositivos neumáticos.

1
En relación al peso del gas. Con ello, la cantidad de gas asociado es tan alta como 15% hasta 25% de la producción

5
2.3 Cuánto gas asociado se utiliza, se quema o se ventea?
La incertidumbre en el registro de las cantidades de gas asociado utilizadas, quemadas y venteadas es
muy alta, ya que existen demasiado pocas mediciones y con eso hay poca información confiable
disponible, como lo muestra ya el amplio rango de las cantidades totales estimadas (ver capítulo 2.1)
(Höglund--‐Isaksson, 2012). Las pocas excepciones son los análisis de imágenes satelitales de la NOAA
(National Oceanic and Atmospheric Administration de los Estados Unidos) para la Asociación Mundial
para la Reducción de la Quema de Gas del Banco Mundial y las detalladas mediciones y análisis de
Johnson y Coderre (2011,2012) sobre las cantidades de gas asociado en la provincia canadiense de
Alberta.

En conjunto se da la siguiente distribución del uso y eliminación del gas asociado: mundialmente se
utilizan alrededor de dos tercios y un tercio es quemado o venteado. El grado de aprovechamiento
del gas asociado varía sustancialmente según la región del mundo y va desde un 9% en Irak hasta un
99% en Noruega (Höglund--‐Isaksson, 2012).

2.4 Por qué se quema o se ventea el gas asociado?


La quema y el venteo del gas asociado solo se pueden evitar con estrictos requerimientos legales,
controles y monitoreo constante, debido a que las siguientes razones dificultan o imposibilitan el uso
comercial del gas (OGP, 2000; Buzcu--‐Guven et al., 2010; Bylin et al. 2010; Johnson y Coderre, 2011;
Farina, 2011):

 Bajos precios del gas


 Altos costos de inversión, especialmente cuando no existe una red de gas para almacenarlo
en regiones alejadas o sobre el mar y cuando una gran cantidad de perforaciones pequeñas
dificultan la conexión a la red
 Precio de los certificados de CO2 bajos o altamente fluctuantes
 Componentes tóxicos del gas (por ejemplo el contenido de ácido sulfhídrico)
 Falta de mercados de consumo cercanos
 Frecuentemente no es posible geológicamente inyectar el gas de nuevo en el pozo petrolero
 Inestabilidad política en algunas regiones e interrupciones de la extracción de petróleo y gas
debido a disturbios sociales que ponen en peligro las inversiones (Nigeria)
 Estructuras de monopolio que dificultan o imposibilitan el almacenamiento en la red de gas
 Altos costos de la licuefacción de gas

Debido a estos factores, las expectativas de rendimiento para las medidas de utilización sin ingresos
provenientes de la venta de certificados de CO2 son bajas, como lo muestran las figuras 2 y 3 en el
apéndice.

6
3 Monitoreo de la quema y el venteo
3.1 Quema
Para sus pesquisas para la Asociación Mundial para la Reducción de la Quema de Gas, la NOAA
analiza durante la noche la intensidad de la luz proveniente de las antorchas de gas asociado en
imágenes de satélite. Para ello, los datos de luz se calibran con mediciones locales.

Los datos de la NOAA muestran que las cantidades quemadas entre 2005 y 2010 se redujeron en un
15% hasta por debajo de 140 billones de metros cúbicos (entre 16% y 28% de la cantidad mundial de
gas asociado) para subir ligeramente después. Principalmente la creciente producción de petróleo de
esquisto en los Estados Unidos es responsable por este cambio de tendencia. Allí, la cantidad de gas
asociado quemada y liberada se ha casi triplicado en los últimos 10 años (EIA 2014).

Figura 1: Desarrollo mundial de la quema de gas asociado (Banco Mundial) y producción de petróleo.
Hamso, 2014; BP, 2013.

También en algunos otros países como Venezuela, Irak y Canadá se están incrementando las
cantidades de quema. Con este crecimiento se compensan los éxitos continuos de las normas legales
en Rusia. Con esto, la situación mundial se caracteriza por dos tendencias: mientras sobre todo
campos petroleros más antiguos y de mayor tamaño utilizan más gas asociado en vez de quemarlo,
en los muchos campos nuevos y más pequeños, especialmente de petróleo de esquisto con muchas
perforaciones necesarias, se presenta exactamente lo contrario. La faltante infraestructura para la
utilización del gas asociado conduce allí a altas cantidades de quema y dificulta su uso comercial. Con
ello es de esperarse que la quema y el venteo vayan a aumentar por la creciente producción de
petróleo marginal. Los campos de petróleo marginal se encuentran principalmente en regiones

7
alejadas, contienen menos petróleo y tienen que desarrollarse con tecnologías costosas que, como
en el caso del petróleo de esquisto, requieren muchas perforaciones. El crecimiento de la quema en
campos nuevos aislados en Siberia Oriental es un indicio más de este desarrollo (Kutepova et al.,
2011).

Hasta ahora, los satélites han podido registrar solo antorchas de gran extensión y han sido
perturbados por nubosidad y otras fuentes de luz (Leifer et al., 2013). Desde 2011, la quema se
monitorea con una nueva tecnología de medición satelital, la VIIRS (Visible Infrared Imaging
Radiometer Suite), que presenta menos problemas de medición y una mejor precisión de medición
(Elvidge et al., 2014). El resultado preliminar para 2012, de 165 billones de m3 de cantidad de quema,
es claramente más alto que el valor de la NOAA, de 140 billones de m3. La comparación de la VIIRS
con los valores de la NOAA muestra que los resultados individuales de los países en parte se
diferencian enormemente (ver figura siguiente y tabla 1 en el apéndice). Los valores de VIIRS para
Irak, Venezuela, Argelia, Libia y México son casi tres veces más altos que en los datos de la NOAA-­‐
Banco Mundial; los datos VIIRS para Rusia son aproximadamente 30% más bajos.

En parte, los resultados de la NOAA divergen fuertemente de las cantidades de quema registradas
estadísticamente de los países por separado. Los datos rusos, que son aportados por la industria, son
por ejemplo en dos tercios más bajos (Kutepova et al., 2011; Knizhnikov, 2012). En este caso puede
tratarse de errores de calibración de las imágenes de satélite o de datos aportados demasiado bajos,
ya que solo pocas perforaciones y antorchas están equipadas con instrumentos de medición
(Kutepova 2013, Røland 2010).

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Figura 2: Cantidades mundiales de quema de gas asociado con VIIRS (Visible Infrared Imaging
Radiometer Suite). Elvidge et al., 2014.

3.1.2 Quema en la producción de gas natural

En las cantidades de quema de gas de la NOAA se trata sobre todo de gas asociado de petróleo. En el
sector del gas natural existe también quema, pero en cantidades mucho más pequeñas, por ejemplo
en pruebas de perforación o en tanques de condensación para los componentes líquidos del gas
natural. Según cálculos de Höglund--‐Isaksson, estas cantidades ascienden mundialmente a
aproximadamente 4 billones de metros cúbicos, es decir, solo 1/30 de la cantidad de gas asociado
quemado. No es seguro cuánto de este gas es registrado por las mediciones satelitales de la NOAA.
Los valores de la NOAA para Rusia, es decir, para más de un cuarto de toda la cantidad quemada,
contienen solo gas asociado (Elvidge et al., 2007). En los otros tres cuartos de la cantidad total, la
quema en la industria de gas natural está incluida, sin embargo posiblemente en solo porcentajes
muy pequeños. En la industria de gas natural se quema el gas más bien momentánea o
periódicamente y menos continuamente. De esta manera, la quema eventualmente no es registrada
durante las 40 hasta 80 mediciones anuales de la NOAA. Las emisiones de los tanques de
condensación deberían ser atribuidas por el contrario a la industria petrolera, ya que los
componentes líquidos del gas natural se utilizan para la producción de combustibles fósiles líquidos.
En total, los valores de la NOAA representan bastante bien las cantidades globales de quema. Las

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cantidades de quema que resultan de la extracción de gas, por ejemplo a través de pruebas de
perforación, constituyen solo un porcentaje pequeño de la cantidad total de quema de la NOAA. Al
mismo tiempo, los datos de quema de tanques de condensación rusos aún deben de agregarse a las
cantidades de la NOAA.

3.2 Venteo
Mientras que las cantidades de quema de gas asociado pueden registrarse de manera relativamente
exacta con la ayuda de datos de satélite (es decir, con el enfoque “top--‐down”, de arriba hacia abajo),
la medición de las emisiones de metano proveniente del venteo es considerablemente más difícil
(Bylin, 2013). El registro de las emisiones de metano se dificulta sobre todo con el hecho de que hay
muchas y muy distintas fuentes tanto de producción como de almacenamiento de metano y que
estas fuentes están esparcidas muy heterogéneamente a nivel mundial (Ito e Inatomi, 2012; Bosquet
et al., 2011). Las emisiones de metano pueden ser de origen biogénico, termogénico o pirogénico.
Las fuentes biogénicas comprenden ambientes anaeróbicos como regiones húmedas naturales y
campos de arroz, reservorios de agua fresca pobres en oxígeno (represas), rumiantes y restos
orgánicos (estiércol, aguas residuales y depósitos de basura). El metano termogénico, que se ha
originado desde hace millones de años a través de procesos geológicos, se libera a través de la
extracción de gas natural, petróleo y carbón y de los volcanes. El metano pirogénico se forma a partir
de la combustión incompleta de biomasa y de combustibles fósiles (Ciais et al. 2013). En total,
mundialmente se emiten entre 700 y 1.200 billones de m3 de metano por año, de los cuales del 50%
al 70% son de origen antropogénico (Ciais et al., 2013; Bosquet et al., 2011). El rango de las
emisiones de metano proveniente de la producción total de energía fósil (petróleo, gas y carbón) es
igualmente muy alto y yace entre 107 y 171 billones de m3 (Ciais et al., 2013).

A pesar de las muchas décadas de investigación, mundialmente el balance de metano está muy
cargado de errores (Nisbet et al., 2014), expertos en el clima la califican de “ill--‐quantified” (“mal
cuantificada”, van Amstel, 2012). Esto se refiere principalmente a las emisiones de metano de la
extracción de petróleo que, al contrario de la quema, solo se pueden medir con satélites que
trabajan con una resolución muy baja. La precisión máxima en la actualidad es de 10,5 x 10,5 km, con
lo que las imágenes de satélite solo registran las emisiones acumuladas de distintas fuentes
biogénicas, termogénicas y pirogénicas, sin poder identificarlas ni localizarlas por separado (Leifer et
al., 2013). Debido a eso, con la tecnología satelital no se puede calcular el porcentaje de la extracción
de petróleo en las emisiones totales de metano. Para ello, los datos de satélite deben de ser
comparados con mediciones cercanas al suelo con la ayuda de vehículos, torres de medición,
aeroplanos y drones (enfoque bottom--‐up, de abajo hacia arriba), que sin embargo solo existen
aisladamente (Bergamaschi et al., 2013; Leifer et al. 2013; Karion et al., 2013; Wecht et al. 2014a;
Nisbet et al. 2014). A pesar del gran déficit de datos, el presupuesto para el monitoreo de las
emisiones de metano disminuye (Nisbet et al., 2014). A través de eso, el enfoque bottom--‐up se
dificulta. Los pocos estudios bottom--‐up existentes utilizan información de la industria petrolera,
mediciones individuales y valores empíricos de regiones aisladas, que son proyectados a valores

10
globales. El rango de estos resultados bottom--‐up es muy alto con desde 4 hasta 96,5 billones de m3.
Tanto el rango inferior como el superior son proyecciones de la producción mundial de petróleo:

 El valor inferior es una proyección de datos de la OGP (International Association of Oil & Gas
Producers) a la producción global de petróleo (cálculo del Consorcio JEC de la Comisión de la
Unión Europea para el reporte Well--‐to--‐Tank, versión 4.0; Edwards et al., 2013).
 El valor superior es una proyección de resultados de medición canadienses a la producción
global de petróleo (cálculo del International Institute for Applied Systems Analysis, IIASA)
para el modelo GAINS (Höglund--‐Isaksson, 2012b).

A pesar de la gran incertidumbre, existen muchos indicios de que el rango inferior subestima
claramente las emisiones globales de metano de la industria petrolera:

 Grandes lagunas de datos en las estadísticas de emisiones de la industria petrolera


Los datos de la OGP se basan en informaciones de sus miembros, que sin embargo solo
cubren aproximadamente el 30% de la producción mundial de petróleo y el 10% de la
producción de petróleo de los países de la antigua Unión Soviética (Edwards et al. 2013). Con
ello, las lagunas estadísticas son especialmente grandes en las regiones con gran cantidad de
quema, por lo que muy grandes emisores de metano no aparecen en las estadísticas de la
OGP, como por ejemplo Azerbaiyán, con más de un billón de metros cúbicos de metano a
través del venteo (SOCOR, 2007). Con solo esta cantidad, el valor de JEC ya tendría que subir
en un cuarto, a pesar de que Azerbaiyán solo produce un 1% de la cantidad mundial de
petróleo. La misma industria petrolera admite que las emisiones provenientes del venteo
constituyen la mayor incertidumbre en el balance de emisiones de GEI (IPIECA et al., 2009).

 Tasas de fuga de metano muy altas en las mediciones in situ más actuales
Las últimas mediciones regionales y locales con ayuda de aeroplanos y nuevas tecnologías
satelitales en los Estados Unidos y México muestran emisiones de metano sumamente altas
de la industria de petróleo y gas:
o 10% de tasa de fuga (media) en petróleo de esquisto en los campos de Bakken e
Eagle Ford, es decir, 100 g metano/m3 petróleo (análisis de satélite en 2014 de la
Universidad de Bremen en conjunto con la Universidad de Maryland y el Centre for
Ecology and Hydrology del Reino Unido con SCIAMACHY –Scanning Imaging
Absorption Spectrometer for Atmospheric Chartography--‐; Schneising et al., 2014)
o 4% tasa de fuga en el área metropolitana de Los Ángeles (Peischl et al., 2013)
o 6,2% hasta 11,7% tasa de fuga en el estado de Utah en los Estados Unidos (Karion et
al., 2013)
o Mediciones cerca del suelo y comparación con datos de satélite en campos
petroleros en el Sur de los Estados Unidos y en campos petroleros antiguos en
California y México que utilizan técnicas de EOR (Enhanced Oil Recovery) con
inyección de gas (Leifer et al., 2013)
o Mediciones con drones sobre regiones de petróleo de esquisto en los Estados Unidos
(Caulton et al., 2014).

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 Valores predeterminados del IPCC sumamente altos para emisiones de metano de la
producción de petróleo
o El valor predeterminado del IPCC para países en desarrollo es con 41 g metano/m3
petróleo (tasa de fuga 4%) más de 50 veces más alto que el valor global promedio del
JEC con 0,8 g metano/m3 petróleo (tasa de fuga 0,1%; Schwietzke et al. 2014b; IPCC,
2006). La tasa de fuga de aproximadamente 2% del valor del IIASA parece por ello
plausible como promedio global.
o Ya con los bajos valores predeterminados del IPCC resultan mundialmente más de 70
billones de m3 de metano y así un orden de magnitud similar al valor del IIASA
(Schwietzke et al., 2014b).

 Valor de metano de la industria petrolera en el banco de datos EDGAR de la Comisión


Europea cinco veces más alto que el del consorcio JEC: El valor de metano para la industria
petrolera mundial de la EDGAR (Emissions Database for Global Atmospheric Research) de la
Comisión Europea asciende a 23 billones m3 contra 4 billones m3 del JEC (Schwietzke et al.,
2014b).

4 Emisiones provenientes de la quema y el venteo del gas


asociado
La quema y venteo del gas asociado provocan múltiples emisiones de sustancias nocivas en el aire
cuya composición depende de varios factores (Buzcu--‐Guven et al., 2010; Johnson y Coderre, 2012):

-­‐ Composición del gas asociado


-­‐ Vía de disposición: quema o venteo
-­‐ Eficiencia de combustión de la llama

Durante la quema se originan junto con dióxido de carbono también sustancias nocivas para el aire
como materia particulada en forma de hollín, petróleo no quemado y monóxidos de carbono
(especialmente cuando el valor calórico del gas de combustión es bajo) así como otros productos
secundarios potenciales de la combustión incompleta. Cuando el gas de combustión crudo contiene
ácido sulfhídrico (H2S), puede producirse también dióxido de azufre (SO2).

Las emisiones de hollín no son solo una carga tóxica para el ambiente, sino que también repercuten
sobre el clima. En el Ártico, la quema provoca 42% de las emisiones totales de hollín (black carbon) e
intensifica así el calentamiento de esa región y el cambio climático mundial a través del
derretimiento de los suelos permafrost y las cantidades liberadas de carbón del suelo (Stohl et al.,
2013). Las emisiones de contaminantes tienen, junto a las repercusiones climáticas, efectos
negativos adicionales sobre el ambiente, sobre los empleados de la industria petrolera y de gas y –en
caso de existir-­‐ sobre las poblaciones locales con las respectivas consecuencias para la salud (Donner
y Winter, 2012).

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Siendo el metano el componente principal del gas asociado, el venteo directo libera una cantidad
considerable de este gas junto con H2S y compuestos orgánicos volátiles (VOC) a la atmósfera.
Debido a que el metano tiene un potencial de calentamiento climático 34 veces mayor que el CO2, las
emisiones de GEI son con ello significativamente más altas que a través de la quema del gas asociado
(Johnson y Coderre, 2012).

A través de las cantidades de quema y venteo de gas asociado descritas en el capítulo 2.3 se originan
mundialmente las siguientes emisiones de GEI:

 Quema del gas asociado: 270 millones de toneladas de CO2.


 Quema ineficiente (combustión incompleta): 26 hasta 881 millones de toneladas de CO2eq. La
suposición para esto es, junto con el valor predeterminado para la eficiencia de quema de la
US Environmental Protection Agency (EPA AP--‐42) de 99%, además una eficiencia
significativamente más baja del 75% (es decir, 25% del gas asociado alcanzó la atmósfera sin
quemarse) para representar el impacto de este factor sobre las emisiones totales2.
 Venteo y fugas: 100 hasta 2.400 millones de toneladas de CO2eq.

Para las emisiones específicas de los combustibles fósiles resultan entonces los valores siguientes:

 Quema del gas asociado: 1,45 g CO2eq/Mj


 Emisiones de metano a través de la combustión incompleta: 0,14 – 4,77 g CO2eq/MJ
 Venteo y fugas: 0,5 – 12,78 g CO2eq/MJ
 El rango total de las emisiones de GEI provenientes de la quema y el venteo asciende así a
desde 2 hasta 19 g CO2eq/MJ.

El valor de referencia global medio para el petróleo se incrementa así en el rango superior a más de
100 g CO2eq/MJ (emisiones de la extracción, transporte, procesamiento y quema del combustible =
Well to Wheel – WTW). Esto significa un incremento del 15% con respecto al valor WTW del estudio
del JEC del diésel fósil. En países con altas cantidades de gas asociado no utilizado como Rusia y
Nigeria, el nivel de emisión se incrementa con los nuevos cálculos de venteo incluso a 127 y 167 g
CO2eq/MJ respectivamente, lo que significa 45% y 90% más que el valor del JEC. Las mediciones de
satélite en las regiones de petróleo de esquisto en los Estados Unidos revelan niveles de emisión de
158 g CO2eq/MJ. Los niveles de emisión de petróleo en estas zonas yacen con ello significativamente

2
Estudios muestran que el valor predeterminado de la EPA (EPA AP-­‐42) de 99% para la eficiencia de combustión de las
antorchas es demasiado alto. Análisis de la EPA de estudios experimentales y tests muestran que son varios factores los que
influencian la eficiencia de la combustión y que pueden llevar a un rango que va desde menos del 60% hasta el 100%
(OAQPS, 2012). Factores para la eficiencia de la combustión son principalmente viento lateral, velocidad de salida,
composición del gas y valor calórico (Cid-­‐Vázquez y Rodríguez-­‐Tovar, 2013). Estudios de caso para dos antorchas de gran
magnitud muestran una eficiencia de combustión del 95% (Willis et al., 2013). Un valor del 95% se utiliza como valor
predeterminado también en otros análisis (Wells, 2012; Keesom et al., 2012).

13
por encima de las emisiones de combustibles provenientes de arenas asfálticas con
aproximadamente 110 g CO2eq/MJ.

5 Conclusiones y perspectiva
Después de que la quema y el venteo habían venido disminuyendo durante cinco años, la tendencia
es de nuevo opuesta desde hace dos años debido a la creciente producción de petróleo de esquisto
en los Estados Unidos. También en algunos otros países como Venezuela, Irak y Canadá crecen las
cantidades de quema. Debido a este crecimiento se compensan los éxitos continuos en Rusia de los
últimos dos años. La situación mundial se caracteriza así por dos tendencias. Mientras que
principalmente campos de petróleo más antiguos y de gran tamaño utilizan más gas asociado que el
que queman, se muestra exactamente lo contrario en los muchos campos nuevos y más pequeños,
especialmente en los de petróleo de esquisto, que requieren muchas perforaciones. La faltante
infraestructura para el uso del gas asociado conduce a cantidades de quema excesivamente altas y
dificulta su uso comercial. Con ello es de esperarse que la quema y el venteo vayan a incrementarse
con la creciente producción de petróleo marginal. Los campos de petróleo marginal se encuentran
generalmente en regiones aisladas, contienen menos petróleo y tienen que desarrollarse con
tecnologías costosas que, como en el petróleo de esquisto, requieren muchas perforaciones. El
crecimiento de la quema en nuevos campos remotos en Siberia Oriental es un indicio adicional de
este desarrollo.

Además existe otro problema que concierne tanto al petróleo marginal como también a la
producción convencional de petróleo y que hasta ahora se ha mantenido desatendido: las emisiones
de metano provenientes de la liberación intencionada de gas asociado (venteo) o de fugas. Qué tan
altas son las emisiones de metano provenientes de estos procesos es desconocido, ya que su registro
es considerablemente más difícil que con la quema. Debido a eso, la cifra negra y el rango son muy
altos. Las últimas mediciones locales muestran indicios de que los cálculos previos eran demasiado
bajos. Estudios adicionales son por eso necesarios para obtener un mejor panorama de la situación.
Para el petróleo marginal, tanto el venteo como la quema son especialmente relevantes. Cuanto
menos gas asociado se utilice, no solo más gas va a ser posiblemente quemado sino también
venteado o emitido a través de fugas. Un mayor número de perforaciones para el petróleo marginal
dificulta las medidas para controlar e impedir fugas, ya que cuantas más perforaciones, más fuentes
posibles de fuga. Además, en la producción de arenas asfálticas y de petróleos pesados se libera
directamente una gran cantidad de gas asociado.

A eso hay que agregarle las emisiones provenientes de la quema y venteo de la producción de
condensado de gas natural, que tienen que atribuírsele a la producción de petróleo. Con ello, una
parte de las emisiones de la extracción de gas deben de adjudicársele a los combustibles fósiles. Esto
se refiere especialmente a las muy altas fugas de metano de los tanques de condensación. Pero
también para las fugas en las perforaciones de gas tiene que hacerse una alocación proporcional
hacia los combustibles fósiles. Debido a la creciente producción de gas de esquisto en todo el mundo,

14
estas emisiones se incrementan, representando así una consecuencia adicional del petróleo
marginal.

Por ello, muchos retos tienen que ser enfrentados para evitar un crecimiento adicional de la quema y
el venteo. En primer lugar, las mediciones de las emisiones tienen que mejorarse tanto cuantitativa
como cualitativamente. Hasta ahora se registra solo una fracción del impacto de GEI de la quema y el
venteo, a pesar de que estas dos prácticas pueden producir un porcentaje de hasta 5% de las
emisiones climáticas totales mundiales. Por esto, dispositivos de medición deben de ser prescritos en
todos los posibles lugares de fuga y éstos deben de ser monitoreados continuamente por
instituciones de control independientes. El registro confiable, exacto y continuo de las cantidades de
quema y venteo es el prerrequisito básico para que las regulaciones legales puedan alcanzar su
objetivo. Sin el conocimiento sobre las cantidades de gas que se queman, ventean o se emiten a
través de fugas, los objetivos de reducción son inefectivos.

Los retos que enfrentan las medidas legales y el monitoreo se incrementan enormemente por el
creciente uso de petróleo marginal. Los parámetros legales y administrativos existentes no han sido
capaces hasta ahora de reducir apreciablemente la quema y el venteo. Los esfuerzos actuales son
frenados en las regiones con las emisiones más altas (sobre todo Rusia y Nigeria) por la falta de leyes
de quema y venteo eficientes, transparencia, autoridades de regulación independientes y equipadas
adecuadamente, un sistema de reporte de quema meticuloso y regular y por la extendida corrupción
(Olivier et al., 2012; Otiotio, 2013). El petróleo marginal va a agravar la situación: las fuentes de
quema y venteo en regiones alejadas se están incrementando considerablemente. Con un entorno
político regulado, en los Estados Unidos esta condición ha conducido a una cuadruplicación de las
cantidades de quema en un periodo de cinco años. Qué va a pasar con el petróleo marginal en las
regiones políticamente inestables? Sin medidas para contrarrestar esta situación, el sector de
petróleo y gas va a convertirse, como lo ha mencionado la organización Ceres, en la fuente más
rápidamente creciente de emisiones antropogénicas de metano en las próximas décadas.

15
6 Lista de fuentes
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21
7 Apéndice
2007 2008 2009 2010 2011 2012 Variación Variación
entre porcentual
2011 y entre 2011-­‐
2012 2012

Rusia 52,3 42 46,6 35,6 37,4 34,8 --‐2,6 --‐7%


Nigeria 16,3 15,5 14,9 15 14,6 14,7 0,1 1%
USA 2,2 2,4 3,3 4,6 7,1 11,6 4,5 63%
Irán 10,7 10,8 10,9 11,3 11,4 10,7 --‐0,7 --‐6%
Irak 6,7 7,1 8,1 9 9,4 10,3 0,9 10%
Argelia 5,6 6,2 4,9 5,3 5 4,9 --‐0,1 --‐2%
Kazajistán 5,5 5,4 5 3,8 4,7 4,6 --‐0,1 --‐2%
Venezuela 2,2 2,7 2,8 2,8 3,5 4,3 0,8 23%
Arabia 3,9 3,9 3,6 3,6 3,7 3,9 0,2 5%
Saudita
Angola 3,5 3,5 3,4 4,1 4,1 3,8 --‐0,3 --‐7%
Libia 3,8 4 3,5 3,8 2,2 3,2 1 45%
Canadá 2 1,9 1,8 2,5 2,4 3,0 0,6 25%
Indonesia 2,6 2,5 2,9 2,2 2,2 2,5 0,3 14%
China 2,6 2,5 2,4 2,5 2,6 2,1 --‐0,5 --‐19%
Omán 2 2 1,9 1,6 1,6 2,1 0,5 31%
México 2,7 3,6 3 2,8 2,1 2,0 --‐0,1 --‐5%
Egipto 1,5 1,6 1,8 1,6 1,6 2,0 0,4 25%
Catar 2,4 2,3 2,2 1,8 1,7 1,8 0,1 6%
Uzbekistán 2,1 2,7 1,7 1,9 1,7
Malaysia 1,8 1,9 1,9 1,5 1,6 1,5 --‐0,1 --‐6%
Total Top 132 124 127 118 121 123,8 2,8 2%
20
Resto del 22 22 20 20 19 18 --‐1 --‐5%
mundo
Quema 154 146 147 138 140 144 4 3%
global

Tabla 1: Desarrollo de la quema entre 2007 y 2012 en billones de m³. GGFR Global Gas Flaring
Reduction Partnership (GGFR).

22
Figura 1: Fuentes de emisiones de metano en una plataforma offshore. Bylin et al. 2010.

Figura 2: Evaluación económica de medidas de prevención de quema en Nigeria. Farina 2011

23
Figura 3: Evaluación económica de medidas de prevención de quema en diferentes países. Farina
2010.

24

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