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¿Por qué muchos encuentros sociales nos dejan tan vacíos?

Relaciones movidas por el interés: si se acaba el interés, la relación se diluye. Relaciones por
obligación: si no voy que van a pensar. Relaciones por necesidad: necesito sentir que
pertenezco a un grupo, etc. La verdadera amistad empieza por convertirte en tu mejor amigo.
¿Eres la persona con la que más a gusto estas? ¿Encuentras lo que necesitas dentro de ti?

Síntomas:

1. Charla banal: ruido que emitimos para que no nos ensordezca la incomodidad de nuestro
propio silencio con esa persona que está a nuestro lado, con la que no sabemos relacionarnos
ni conectarnos con ella. *El silencio nunca es incómodo, sino que te relacionas con personas
donde no estás siendo tú mismo*
2. Hablar siempre de lo mismo: vas a un sitio, a ver a una persona, y ya sabes que va a hablar.
*Estoy hablando realmente con un ser único, o me estoy relacionando con un sistema de
creencias?* *Me cansa, no me aporta nada, no me llena*
3. ¿Conocemos realmente a esa persona de una manera profunda o solo nos quedamos con lo
superficial, lo banal? *He quedado con mis amigos, pero realmente que hemos compartido?
Habrá valido más la pena quedarme conmigo mismo?* *La felicidad esta en nuestro interior,
pero se multiplica cuando se comparte con otros seres humanos: satisfacción, alegría,
enriquecimiento.*

Nos tomamos demasiado enserio a nosotros mismos: se activa el ego.

La máscara: quiero que mi interlocutor se lleve una buena imagen mía. *Si no eres consciente
de tu propia máscara, no vas a poder ver la máscara del otro.*

**No nos han educado para valorarnos por lo que somos, valorar el ser que somos, eso no
tiene valor. Lo que tiene valor es lo que tenemos, lo que conseguimos, lo que otros piensen
acerca de nosotros. Lo que tiene valor es la percepción social que se tiene de una parte de mí,
que ese es el personaje. Si ponemos en valor lo que somos, sin juzgarlo ni demonizarlo, es
igual de valioso nuestro lado luminoso, el cual intentamos artificialmente demostrar, pero
también es valioso nuestro lado oscuro.**

**Cuestionemos a quién llamamos amigos.: me aburro de mí mismo y he quedado con


gente/conocidos (no amigos), para hablar de cosas que estén lejos de mí, solo para llenar un
poco el vacío. Y eso está bien. No hay que juzgarlo, tiene su función, pero nos estamos
perdiendo la posibilidad de demostrar nuestra autenticidad.** **Vas vacío con la aspiración
de llenarte y acabas doblemente vacío, sin saber por qué**

La coraza: la ponemos por miedo a que nos hagan daño, a que nos ridiculicen. “Eres esclavo de
lo que dices, dueño de lo que callas”. **Estoy pasándolo mal por dentro, pero si lo muestro,
aparte de lo que podrían pensar de mí, siento que podrían usarlo contra mí, van a comentarlo
cuando no esté presente, hablarán a mis espaldas** Si piensas eso de “tus amigos”,
cuestiónate: con qué tipo de personas te están relacionando?

*La máscara y la coraza: nos dejan huecos y vacíos. Sacarnos la máscara y coraza, soltar lo que
piensen los demás, lo importante es lo que pienses tú sobre ti mismo.*

Aprende a estar solo: “el instinto social de los seres humanos, no viene movido por el amor a
la sociedad, viene movido por el miedo a la soledad”. La gran mayoría de personas no sabe
estar sola consigo mismos.
Be water, my friend (Charla con enfoque oriental)

La cultura occidental está enferma. Ensalza y premia el ego, se valora lo rápido. Con las
tecnologías todo va más rápido. Somos incapaces de estar con nosotros mismos, nos es difícil
no sacar el celular y solo estar en él.

Impaciencia: emoción que surge cuando creemos ciertos pensamientos. Creamos impaciencia
cuando creemos que la realidad debería ir más deprisa de la que va.

“Las cosas deberían suceder cuando y como quiero.” “Yo ya debería estar en otra parte.” “Mi
felicidad se encuentra en otro momento todavía por llegar.”

*Creamos impaciencia cuando queremos algo del futuro, que consideramos imprescindibles
para sentirnos felices en el presente.* Causa de la impaciencia: no estoy en paz, ni feliz, ni
conectado con la fuente de bienestar que está adentro. Mi mente: serás feliz cuando…..
Siempre pensando en el futuro.

En el momento que se presenta la impaciencia: ¿Qué necesita este momento de mi? ¿Qué he
de cambiar yo para poder fluir y adaptarme con lo que está sucediendo? Pues lo que está
sucediendo, está sucediendo, y aunque te pelees con ello, va a seguir sucediendo.

La impaciencia denota ignorancia e inconciencia. Es inútil. Por más que nos impacientemos, las
cosas irán a su ritmo como deben de ser.

La impaciencia no es un problema, es un síntoma del verdadero problema: la desconexión del


ser. Cuando te desconectas sientes infelicidad, vacío, angustia, ansiedad, dolor: emociones
incómodas que nos cuentan sostener. La impaciencia está ahí para decirnos: estás
desconectado de ti mismo. La impaciencia es un compañero de viaje que nos informa de algo
doloroso: aceptemos las emociones, abracémoslas, y vaciémonos de ego, de dolor, de
insatisfacción, de lo falso, de la carcasa, superficial y a reconectar con lo profundo. Si alguien
se siente muy impaciente es porque hay mucho dolor dentro.

“Vacía tu mente, no tengas forma ni figura, como el agua. Si pones agua en taza, se convierte
en la taza, si la pones en una botella, se convierte en botella, si la pones en una tetera, se
convierte en tetera. El agua puede fluir o chocar, sé agua, amigo mío. – Bruce Lee”

“Todo lo que podamos “orientalizar” en nuestra vida, el ser nos lo va a agradecer”.

Vivimos vidas “normales” pero no naturales, lo cual nos desconecta de lo que es más natural
en nosotros: el ser, la esencia.

“Tao te kin”: “el libro del camino y la virtud. Poemas, reflexiones cortas, que llevan al
centramiento y al ser. Viene a ser una amenaza del orden social establecido, por eso es tan
ridiculizado, y se le suele tachar de religión cuando en realidad es una filosofía de vida.

Tao = camino, vía, principio, origen, centro, otros dicen que significa existencia sin ego. El
taoísmo es un triturador del ego, por eso el ego teme tanto al taoísmo. Es ese espacio que no
experimentamos, donde mora la paz, tranquilidad. Lao Tse dice: “En el centro de tu ser tienes
la respuesta: sabes quién eres y sabes lo que necesitas.”

Muchos no hemos experimentado la paz, no sabemos lo que es la felicidad. Puedes pensar que
cuando gana el Barza eres feliz, que cuando tu hijo te dice “te quiero” eres feliz, que cuando tu
esposa te hace una fiesta sorpresa eres feliz. Pensamos que cuando hay un estímulo neutro de
la realidad que nos beneficia, que era justo como nosotros queremos que fuera, nos
proporcionamos una emoción positiva, una gratificación egoica y pensamos que “esto
comparado con la mierda que vivo siempre, esto es felicidad” Y cada vez necesito más de esto
que en realidad nunca me ha llenado, y cosecho todavía más infelicidad y por ende mucha
impaciencia.

Paciencia: la ciencia de la paz. Es el arte de fluir con la realidad, de fluir con lo que pasa. Es una
cualidad del ser, es la semilla y fruto a la vez.

¿Quieres paciencia? Observa tu impaciencia. Practica el “wu wei”. El wu wei es “sin acción”,
dejar estar, fluir. Esto se aplica cuando interactuamos con la realidad neutra y estamos
presentes, aunque duela , porque al principio estar presentes duele, porque estamos luchando
e impacientándonos con lo que pasa constantemente, y eso deja un pozo emocional, entonces
ahora vivo el presente, aquí y ahora, sintiendo, observando la mente, los pensamientos, sin
creérmelos, interactuando con la realidad. Es una forma natural de hacer las cosas sin
esfuerzo.

Encuentra la manera de vivir tu vida siendo testigo de lo que está sucediendo y cada vez que la
realidad sea la realidad y aparezca el pensamiento que te produzca impaciencia, pensando ya
en lo que debería estar sucediendo: WU WEI!

Cuando quieras algo de la realidad: Wu wei. Por eso muchos sabios con el tiempo van
soltando, desprendiendo, renunciando: ¿esto lo necesito?

Todo es perfecto porque está en su proceso hacia la perfección. Del mismo modo que las
flores, plantas y arbustos que florecen sin acción, sin esfuerzo, de forma natural, orgánica,
fluyendo, con lo que les trae la vida, las condiciones meteorológicas, con el lugar donde cayó
esa semilla, y algunas no florecen, y todo está bien, todo es perfecto, todo está en su sitio,
todo es tal como debería de ser. Ahora en tu vida todo está en su sitio, todo está como tiene
que ser, incluyendo tú. Si eres capaz de contarte esa historia te empezaras a sentir de otra
manera.

Las mentiras del ego nos conducen a la infelicidad, perturbación, dolor, ansiedad,
impaciencia… a emociones dolorosas. Las verdades del ser, que no llegan a través del lenguaje,
sino que son sensaciones profundas, intuiciones, que nos conducen a la paz, bienestar,
armonía, paciencia. Ahí podemos verificar desde donde estoy interactuando con la realidad,
con el presente. Cuando quiero algo del momento estoy en el ego. Cuando empiezo a
cuestionar lo que supuestamente quiero y lo suelto, y me pregunto que necesita este
momento de mí, ahí empiezo a cultivar el wu wei, y empiezo a fluir.

La realidad no duele nunca, el dolor está dentro de ti. Eres incapaz de fluir con la realidad, la
cual nunca es el problema. El problema es la desconexión propia.

**Practicar el wu wei de forma preventiva: siéntate en silencio, haciendo nada, observando tu


mente, cultiva ese estado meditativo, estando presente con tu mejor amigo: la respiración
consiente.

**Qué es lo que no estoy aceptando (en el momento que siento impaciencia). Preguntárselo al
ego: “¿Qué es lo que no estás aceptando?”. Aquello de lo que no eres capaz de aceptar es lo
que te genera impaciencia, sufrimiento, y está en la mente, en los pensamientos. **Wu wei:
¿qué le falta a este momento para sentirme completo? Está adentro, sigamos respirando.
Cuando te das cuenta que no hay nada que te hace falta, el mundo entero te pertenece. Si no
puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie: así conectamos con el fruto de la paciencia, va
floreciendo sin acción, fluyendo, dejando que la realidad sea la realidad. El wu wei nos permite
aceptar que estamos donde tenemos que estar.

**Prepararnos antes de “llamar al banco”, practicar el wu wei al llamar al banco.

Si no eres feliz con lo que tienes, tampoco lo serás con lo que te falta. Si no te sientes a gusto
aquí y ahora con esta realidad, tampoco lo serás cuando llegue esa realidad idealizada que está
en ese futuro todavía por llegar.

*Renuncio a acelerar lo que sucede y practico con humildad la aceptación.*

*Cada vez que cosechemos frustración e impaciencia, pongamos el foco en nosotros mismos:
en nuestra ignorancia, dolor, en nuestra incapacidad de cuestionar la mente.*

“Cuanto mayor es nuestra tozudez por cambiar algo, mayor es la resistencia que creamos para
que se manifieste la realidad tal como es. Y como resultado, mayor es la tensión y
perturbación que nos autogeneramos. No hagamos nada que vaya en contra del orden natural
de las cosas, renunciemos a los deseos y expectativas del ego, aprendamos a fluir con lo que
está sucediendo y entonces, y solo entonces, surgirá de forma natural una inteligencia con la
que interactuar con lo que pasa con flexibilidad, suavidad, amabilidad y naturalidad,
preservando así la conexión con nuestro ser interno, y por ende nos sentiremos nuevamente
felices y completos.”

Lao Tse: Mis palabras son fáciles de comprender y fácil de practicar, pero nadie en el mundo
las comprende y nadie las practica.
¿QUÉ ES EL EGO?

El ego es la principal causa del sufrimiento. Todos tenemos ego, es necesario para sobrevivir
cuando vivimos en la inconciencia más profunda. Es como un mecanismo de defensa, un
escudo, una coraza, una máscara, pero llega el momento en que eres capaz de vivir
conscientemente, ser el dueño de tus pensamientos, tu mente, y ya no necesitas de este
mecanismo.

Es fundamental hacer consiente el ego. Pensamos que solo las personas soberbias, creídas
tienen ego, pero también hay personas acomplejadas, que se infravalora, donde el ego
también está presente.

Ego significa yo.

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