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DOCENTES:
Mesías Salaverry Ivan
Santolalla Damian Maria del Rosario
INTEGRANTES:
Aliaga Orellana Yesenia
Casas Sotomayor Deysi
Cavero Ayzana Brenda
Lagos Escurra Gianella
Meza Serrano Jazmin
Paucar Velasquez Danitza
Vasquez Panduro Rosslyn
HYO- 2018
INTRODUCCIÓN:
Muy pocos padres saben que las proteínas son las sustancias nutritivas que más
funciones desempeñan en el organismo, y sin ellas no sería posible la vida, para lograr
una adecuada nutrición el padre debe tener información oportuna del especialista en
nutrición.
Alimentación y nutrición no son lo mismo. Alimentación es la ingesta de comida: fruta,
verdura, carne, pescado, etc. La nutrición es el proceso químico que siguen esos
alimentos en nuestro cuerpo y que al hacer la digestión el organismo traduce en
nutrientes: lípidos, glúcidos, vitaminas, aminoácidos, etc.
Nutrición es el proceso biológico a partir del cual el organismo asimila los alimentos y
líquidos necesarios para el crecimiento, funcionamiento y mantenimiento de las
funciones vitales, pero nutrición también es la parte de la medicina que se ocupa del
estudio de la mejor relación entre los alimentos y la salud.
Los niños pequeños requieren una mayor cantidad de proteínas por cada kilo de peso
en comparación a los adultos, debido a su crecimiento acelerado y para el
mantenimiento de sus órganos y tejidos. El consumo inadecuado de proteínas puede
desencadenar alteraciones en el crecimiento de la pequeña
Durante los primeros meses de vida de la pequeña, el alimento ideal es la leche
materna. Sin embargo, a partir de los seis meses de edad, los niños necesitan una
fuente adicional de proteínas y otros nutrientes. La infancia es un período de vida
crítico para establecer adecuados hábitos nutricionales y lograr un desarrollo sano.
Muy pocos padres saben que las proteínas son las sustancias nutritivas que más
funciones desempeñan en el organismo, y sin ellas no sería posible la vida, para lograr
una adecuada nutrición los padres deben tener información oportuna del especialista
en nutrición.
En este trabajo queremos orientar sobre la correcta nutrición de un infante de once
meses de edad para su correcto desarrollo y crecimiento
MICONUTRIENTES:
También conocidos como vitaminas y minerales, son componentes esenciales de una dieta de
alta calidad y tienen un profundo impacto sobre la salud. Aunque sólo se necesitan en
cantidades ínfimas, los micronutrientes son los elementos esenciales para que el cerebro, los
huesos y el cuerpo se mantengan sanos.
Junto con la lactancia materna, consumir una amplia gama de alimentos ricos en nutrientes es
la manera ideal de que los niños pequeños obtengan los micronutrientes esenciales en sus
dietas. Pero en muchas partes del mundo, las dietas de los niños no contienen suficientes
micronutrientes y las carencias son generalizadas, a menudo la califican como “hambre oculta”,
porque se desarrollan gradualmente con el tiempo, y sus efectos devastadores no se observan
hasta que ya han causado un daño irreversible. Aunque puede que el niño se vaya a dormir todas
las noches con el estómago lleno, las carencias de micronutrientes significan que su cuerpo está
todavía hambriento de una buena nutrición.
En esta tabla, línea subrayada representa el consumo recomendado de los elementos para la paciente de 11 meses
Durante el transcurso de la vida,
la alimentación juega un papel
importante en el desarrollo
del niño, pero es aún más
durante los dos primeros años
de vida ya que se presenta un
crecimiento acelerado, por tal
motivo es de gran importancia
tener una dieta adecuada con
variedad de alimentos,
especialmente la paciente de
11 meses que se encuentra en
La alimentación juega un papel importante en el desarrollo
este periodo de desarrollo.
del niño durante los dos primeros años ya que es acelerado
Sin embargo, en los lugares alejados que apenas tienen un centro de salud no cuentan con la
información necesaria para poder elaborar una buena dieta para sus menores hijos, generando
deficiencias de vitaminas y minerales que repercuten significativamente en el bienestar humano
y en el desarrollo económico de las comunidades y de los países. Estas deficiencias pueden dar
lugar a serios problemas de salud, comprendida una menor resistencia a las infecciones,
ceguera, letargia, disminución de la capacidad de aprendizaje, retraso mental y, en algunos
casos, la muerte. Entre las consecuencias debilitantes de estas deficiencias de la alimentación
están la pérdida de capital humano y de productividad de los trabajadores.
Según la (OMS, 2012) manifiesta que “Los lactantes y los niños son los grupos más vulnerables
a la desnutrición por carencia de micronutrientes, dadas las grandes cantidades de vitaminas y
minerales que necesitan para hacer frente a su rápido crecimiento y desarrollo”.
En el siguiente cuadro se presenta algunos macronutrientes con sus principales efectos cuando
existe una deficiencia de estas en la dieta diaria:
Alimentación Suplementaria:
Según (alimentarious, 2005) es el mejoramiento de la ingesta de nutrientes a través de
formas farmacéuticas por vía oral o parenteral.
En caso de que la visita del niño o niña a la Unidad de Salud no coincida con estas edades,
se entregará los sobres de Chis Paz en el primer contacto y se repetirá cada seis meses,
a partir de la fecha de la entrega, hasta cumplir los dos años. La entrega de Chis Paz de
60 sobres es para 60 días seguidos; pero con el fin de vigilar el consumo debe entregarse
dos veces, 30 sobres cada vez, luego de la entrega para los primeros 30 días.
Datos y cifras
De acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño, todos los lactantes y niños
tienen derecho a una buena nutrición.
Un 45% de las defunciones de niños se asocia a la desnutrición.
Se calcula que, en 2016, a nivel mundial, 155 millones de niños menores de 5 años
sufrían retraso del crecimiento y 52 millones presentaban un peso bajo para su talla; 41
millones tenían sobrepeso o eran obesos.
Aproximadamente un 40% de los lactantes de 0 a 6 meses se alimentan exclusivamente
con leche materna.
Son pocos los niños que reciben alimentación complementaria segura y adecuada desde
el punto de vista nutricional; en muchos países, menos de un cuarto de los niños de 6 a
23 meses cumplen los criterios de diversidad de la dieta y frecuencia de las comidas
apropiados para su edad.
Si todos los niños de 0 a 23 meses estuvieran amamantados de forma óptima, cada año
se les podría salvar la vida a más de 820 000 niños de menos de 5 años. La lactancia
materna mejora el coeficiente intelectual y la asistencia a la escuela, además de
asociarse a mayores ingresos en la vida adulta.
La mejora del desarrollo infantil y la reducción de los costos sanitarios gracias a la
lactancia materna generan beneficios económicos para las familias y también para los
países.
El niño lactante debe alimentarse exclusivamente de leche materna hasta los 6 meses de
edad, una vez pasada esta edad se debe empezar a suministrar una alimentación
complementaria:
Alimentación complementaria
Las necesidades de energía y nutrientes del lactante empiezan a ser superiores a lo que puede
aportar la leche materna, por lo que se hace necesaria la introducción de una alimentación
complementaria. A esa edad el niño también está suficientemente desarrollado para recibir
otros alimentos. Si no se introducen alimentos complementarios alrededor de los seis meses o
si son administrados de forma inadecuada, el crecimiento del niño puede verse afectado. Los
principios rectores de una alimentación complementaria apropiada son:
Seguir con la lactancia materna a demanda, con tomas frecuentes, hasta los dos años o
más.
Ofrecer una alimentación que responda a las necesidades del niño (por ejemplo, darles
de comer a los lactantes y ayudar a comer a los niños mayores; darles de comer lenta y
pacientemente, alentándolos a que coman, pero sin forzarlos; hablarles mientras tanto,
y mantener el contacto visual).
Mantener una buena higiene y manipular los alimentos adecuadamente.
Empezar a los seis meses con pequeñas cantidades de alimentos y aumentarlas
gradualmente a medida que el niño va creciendo.
Aumentar gradualmente la consistencia y variedad de los alimentos.
Aumentar el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de 6 a 8 meses, y
cuatro a cinco al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos refrigerios adicionales si
fuera necesario.
Utilizar alimentos complementarios enriquecidos o suplementos de vitaminas y
minerales si fuera necesario.
Durante las enfermedades, aumentar la ingesta de líquidos, incluida la leche materna, y
ofrecerles alimentos blandos y favoritos.
Cantidades y el número de comidas/24 horas especialmente en nuestro caso:
UNA BEBÉ DE 11 MESES DE EDAD
Teniendo en cuenta que su capacidad gástrica es de 750 a 900 ml aproximadamente se plantea
lo siguiente:
Una bebé de esta edad (11 meses), se recomienda suministrar la alimentación complementaria
de 4 a 5 veces al día, debe ser los ¾ de un platito, aproximadamente de 7 a 8 cucharadas, la
presentación de alimento debe ser en trocitos pequeños y finos.
Respecto a la leche materna que se le debe dar al bebé:
De 740 a 946 ml de leche materna con una media de 210 ml en cada toma en un periodo de 24
horas. Se recomienda darle la leche materna después de haberle dado la alimentación
complementaria
Una alternativa de horarios para su alimentación es la siguiente:
Desayuno: Es temprano, incluso antes de las 8 de la mañana, sobre todo si los niños se han
acostado a la hora que les corresponde –hay que tener en cuenta que, a partir de los 9 meses,
un niño necesita 14 horas de sueño incluyendo dos siestas, y que por la noche, hasta casi la
adolescencia, deben dormir 11 horas.
A media mañana: Sobre las 10 horas los pequeños ya suelen tener hambre. Es un buen momento
para darle fruta si ya puede tomarla.
Almuerzo: No más tarde de las 12 y media. Así se dormirá una buena siesta después y esta no
interferirá con el sueño de la noche.
Cena: Entre las 19 y las 20 horas el niño necesita tomar algo para hacer la digestión antes de
meterse en la cama.
En adición en algunos casos es necesario suplementar todo esto con micronutrientes, vitaminas.
Desayuno:
Colocación:
Leche materna
Comida:
Colocación:
Cena:
6.- Confecciona el plan de alimentación el cual debe cubrir los requerimientos nutricionales
previamente calculados.
En la etapa del destete, los lactantes tienen que aprender muchas técnicas de
manipulación, incluida la capacidad de masticar y tragar alimentos sólidos y
usar utensilios.
Mantener un ambiente cómodo y amable a la hora de la comida entre todos los
integrantes de la familia.
Aprenden a tolerar varias texturas y sabores de las comidas, comen con los
dedos y después comienzan con el uso de utensilios.
Se ofrecerá a los lactantes alimentos de texturas y sabores variados. Es
importante mantener la variedad de los alimentos en sus platos y no solo
concentrar las frutas o verduras favoritas del niño en sus comidas diarias.
Durante los meses 9-12:
VERDURAS: Eliminar los alimentos triturados e incrementar
alimentos sólidos.
CARNES: Disminuir el uso de carnes trituradas aumentar la
variedad de carnes ofrecidas.
Aumentar el uso de alimentos para comer con los dedos a medida
que se desarrolle el agarre de pinza.
Introducir el uso de la cuchara por el lactante.
Añadir zumo o formula artificial en taza. (120-180 ml/día)