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Transferencia de Calor Prof. Dr.-Ing.

Gonzalo Salinas-Salas

Universidad de Talca
Facultad de Ingeniería
Departamento de Tecnologías Industriales

Apuntes
Transferencia
de Calor

Dr. - Ing. Gonzalo E. Salinas Salas


Ingeniero Civil Mecánico

2013

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Transferencia de Calor Prof. Dr.-Ing. Gonzalo Salinas-Salas

Transferencia de Calor

1. Introducción

El presente texto tiene por objeto presentar los principales tópicos de transferencia de calor
aplicables a la asignatura de Transferencia de Calor.
El fenómeno de transferencia de calor corresponde al traspaso de energía térmica, represen-
tada a través de la propiedad temperatura, entre dos cuerpos o dos posiciones de un mismo
cuerpo.
Genéricamente los mecanismos de transferencia de calor pura son dos, a saber:
 Conducción
 Radiación
Sin embargo, la energía térmica puede intercambiarse junto a cambio de energía mecánica
asociada a la cantidad de movimiento o impulso que se presenta cuando un fluido escurre por
una superficie sólida, a este fenómeno se le considera también como un mecanismo de inter-
cambio de calor y se le denomina:
 Convección

2. Modelación físico-matemática de los mecanismos de transferencia de calor

A continuación se presentan los fenómenos físicos que constituyen los mecanismos de transfe-
rencia de calor y la modelación matemática de estos a través de las llamadas leyes de transfe-
rencia de calor, las que a su vez deben cumplir las cuatro leyes de la termodinámica y en parti-
cular en lo referente a que todo flujo de energía térmica fluye desde una fuente de alta tempe-
ratura hacia un sumidero de baja temperatura.

2.1. Conducción de calor:


El mecanismo de traspaso de energía térmica entre dos cuerpos sólidos en contacto o dos po-
siciones espaciales de un mismo cuerpo que se encuentren a un distinto nivel de energía tér-
mica, niveles que son representadas por dos distintas temperaturas, se realiza desde el mayor
nivel térmico (mayor temperatura) hacia el cuerpo o la zona menor nivel térmico (menor tem-
peratura), mediante la difusión de electrones libres presentes en la estructura molecular de la
materia y el incremento de los niveles de vibración de las redes moleculares.
El modelo matemático que representa a este fenómeno se le denomina Ley de Fourier y se
plantea para una pared sólida con una área transversal al flujo de calor (A) y un espesor (e), en
que una de sus caras se encuentra a una temperatura (T 1) mayor que la existente en la otra
(T2), el flujo de calor (q) resulta inversamente proporcional al gradiente de temperatura respec-
to de la posición y directamente proporcional al área de intercambio de calor y a una constante
característica o propiedad de la sustancia que conforma la pared.

T(x) k

A
Ley de Fourier
dT
T1 q  k  A 
dx
q

T2

e x

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2.2. Radiación de calor:


El mecanismo de traspaso de energía térmica entre dos cuerpos con un distinto nivel de ener-
gía térmica y por ende de temperatura, situados a una cierta distancia entre sí, pudiendo existir
o no un medio físico entre ellos (un sólido, fluido o incluso el vacío total), se realiza mediante el
transporte de energía a través de la emisión y absorción de ondas electromagnéticas, lo que
obviamente se traduce en el color del cuerpo. Por las características del transporte de la ener-
gía térmica mediante ondas, produce que este mecanismo adquiera importancia sólo cuando la
diferencia de temperaturas entre el cuerpo emisor y el cuerpo receptor sea muy alta, ay que se
requiere que el cuerpo emisor irradie calor y por ende luz en diferentes espectros de onda.
El modelo matemático que representa a este fenómeno se le denomina Ley de Stefan-
Boltzmann y se plantea para dos cuerpos separados a una distancia dada, donde uno de ellos,
el emisor, posee una temperatura superficial (T 1), la que le permite irradiar ondas lumínicas y
que es considerablemente superior a la temperatura del cuerpo receptor (T2). El flujo de calor
(q) absorbido por el cuerpo de baja temperatura es directamente proporcional al área irradiada,
a un factor de emisividad, a un factor de forma, a una constante general, denominada constan-
te de Stefan-Boltzmann y a la diferencia de las temperaturas elevadas a la cuarta potencia.
El valor de la constante de Stefan-Boltzmann es:
 W 
σ  5,67  10 8  2 4 
m  K 

T1

T2 Ley de Stefan-Boltzmann
A  
q  σ  A  Fε  FT  T14  T24

2.3. Convección de calor:


El mecanismo de traspaso de energía entre un fluido y un cuerpo sólido, se presenta en dos
formas principales, las que son el intercambio de energía térmica y el cambio de la cantidad de
movimiento o impulso del fluido debido por los efectos viscosos que se presentan al entrar en
contacto con el cuerpo sólido. De modo que, la energía intercambiada entre el fluido y el cuer-
po sólido en la práctica es la suma de estas dos formas energéticas, no diferenciándose entre
los dos tipos, considerándose así al valor total de la energía intercambiada como el flujo de ca-
lor que fluye desde el medio a mayor temperatura (sólido o fluido) hacia el medio de más baja
temperatura.
El modelo matemático que representa a este fenómeno se le denomina Ley de enfriamiento de
Newton y plantea que para un fluido viscoso a cierta temperatura (T ) que escurre por sobre un
cuerpo sólido a una diferente temperatura superficial (T w), el flujo de calor (q) intercambiado es
directamente proporcional de contacto, al valor absoluto de la diferencia de las temperaturas y
a un factor denominado coeficiente pelicular convectivo medio (), el que depende del tipo de
escurrimiento, del tipo de fluido, las fuerzas que impulsan el movimiento entre otras.

T(x) Ley de Newton


T v T q     A  T  Tw

v Tw x

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3. Método análogo electro-térmico

El método análogo-térmico es la máxima simplificación que puede realizarse en los fenómenos


de transferencia de calor y solo puede aplicarse cuando se cumplen las siguientes condiciones:
 Flujo de calor constante e independiente del tiempo
 Propiedades de la materia constantes
 Condiciones de temperatura constantes
Es posible plantear una analogía físico-matemática entre los mecanismos de conducción de
calor y la conducción de energía eléctrica, la que se modela a través de la Ley de Ohm, ya que
ambas poseen como mecanismo de transporte de la energía el flujo de electrones a través de
la sección transversal del sólido conductor.
La analogía puede plantearse considerando que el flujo de calor es equivalente a la intensidad
de la corriente eléctrica, la diferencia de temperaturas es análoga a la diferencia de tensiones o
potencial o voltaje y por ende pude plantearse una resistencia térmica que sería equivalente a
la resistencia eléctrica. Esta analogía permite resolver una considerable cantidad de problemas
industriales de transferencia de calor al asimilarlos como problemas de circuitos eléctricos y
aplicar así las distintas técnicas de solución que para estos existen.
La forma general de aplicación del método análogo es la siguiente:

T1  T2
T1 T2 q
Rt
Rt
T1 > T2

3.1. Conducción de calor:

a) Aplicación para cuerpos de geometría cartesiana (paralelepípedos)

T(x) k
T1  T2 e
q ; Rt 
e kA
kA
q A

x
e

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b) Aplicación para cuerpos de geometría cilíndrica (tubos)

Ti > T e

k A

Te
di Ti
ln e 
d
T1  T2  di 
de i e q Rt 
2  π k L
ln e 
d
 di 
2  π k L

3.2. Radiación de calor:

T1 >> T2

q
T1  T2 
T 
T1
4
 T24
 
1
σ  A  Fε  FT  T14  T24
T2

Rt 
T 4
 T24 
 
1
σ  A  Fε  FT  T14  T24
A

3.3. Convección de calor:

T(x)
T  Tw 1
T v T q ; Rt 
1  A
  A

v Tw x

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3.4. Aplicaciones del método análogo


Las aplicaciones del método análogo corresponden a las que se presentan en los circuitos
en serie y en paralelo, los que se indican a continuación:
a) Circuito en serie:
Situación física Circuito análogo-térmico

T(x) T 1 > T2 > T3

q
T1 A T1 T2 T3

e1 e2
q T2
k1  A k2  A
T3

k1 k2

e1 e2 x

Análisis como circuito análogo-térmico:

1  e  k  e2  k1 
n

R
e1 e2
R eq  i R eq     1 2 
i1
k1  A k 2  A A  k1  k 2 

T3  T1 A  k 1  k 2  T3  T1  T2  T1 T2  T1  T3  T2 T2  T2 


q     
R eq e1  k 2  e 2  k 1 R1 e1 R2 e2
k1  A k2  A

b) Circuito en paralelo:
Situación física Circuito análogo-térmico

T1 > T2
e
T(x)
k1  A1
T2 q1
A2
k2 q
T1 T1 T2

T2 q2
e
q k1 A1
k2  A2

e x

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Análisis como circuito análogo-térmico:

R
1 1 1 1 1
  
R eq R eq e e e  k 1  A 1  k 2  A 2 
i1 i 
k1  A1 k 2  A 2 k1  A1  k 2  A 2

R eq  e 
k 1  A 1  k 2  A 2 
k1  A1  k 2  A 2

Tras reducir el circuito en paralelo a uno en serie, el circuito equivalente toma la forma si-
guiente:

T1 T2

e
k 1  A 1  k 2  A 2 
k1  A1  k 2  A 2

4. Coeficiente global de transferencia de calor

El coeficiente global de transferencia de calor permite representar en la forma un valor único, a


un conjunto de mecanismos de transferencia de calor que se presentan simultáneamente y en
una determinada situación física, permitiendo así evaluar el flujo de calor.
Analíticamente el coeficiente global de transferencia de calor se define como:

q  U  A  ΔT

Esta definición se relaciona con la resistencia análogo-térmica de la manera siguiente, conside-


rando, además, las unidades del coeficiente global de transferencia de calor en el sistema uni-
dades internaciones (SI)
1 W
U
Rt  A m  C
2

4.1. Aplicaciones
En general las aplicaciones a considerar serán al combinarse los mecanismos de conducción y
convección en serie, lo que da lugar a aplicaciones como las siguientes:
a) Cuerpos de forma prismática (paralelepípedos)
En este caso se considera la existencia de una pared plana de conductividad térmica cons-
tante y espesor conocido, que se encuentra expuesta en su lado derecho e izquierdo, en
relación al flujo de calor, a medios convectivos, los que están representados por tempera-
turas y coeficientes peliculares convectivos medios constantes. Finalmente se debe desta-
car que el área de intercambio de calor, esto es el área transversal al flujo de calor, es
constante e igual para los tres mecanismos involucrados, esto es: convección, conducción
y convección.
En otras palabras el flujo de calor que se intercambia entre el medio convectivo ubicado a
la izquierda la pared y la superficie exterior de la pared es igual al que se intercambia entre
las dos superficies exteriores de la pared, o sea el flujo de calor que atraviesa por conduc-
ción a la pared y este es idéntico al intercambiado por la superficie exterior de la pared de-
recha con el medio convectivo que existe a la derecha de la pared.
La situación física es la siguiente:

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T1 A

1 Tw1 k

Tw2
T2
e
2

El flujo de calor es:


kA
q   1  A  T1  Tw1   Tw1  Tw 2    2  A  T2  Tw 2 
e
Donde el coeficiente global de transferencia de calor de calor es para el caso de paredes:
1
U
1 e 1
 
 1 k   2

b) Cuerpos de forma cilíndrica (tubos)

Ti > T e

Ti
di i
k Ti Te Twi
Twe
de i e Te
e

El flujo de calor es:


q  Ui  A i  ΔT  Ue  A e  ΔT
Considerando a cada mecanismo de transferencia de calor por separado se cumple la si-
guiente relación:
T  Twe     π  d  L  T  T 
q   i  π  di  L  Te  Twi   wi e e we e
ln e 
d
 di 
2 π k L
Dado el cambio de área de transferencia de calor que impone una geometría circular, don-
de el área del manto del cilindro se incrementa en función del diámetro, esto obliga a con-

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siderar la existencia de dos coeficientes globales de transferencia de calor, los que se plan-
tean en función de los diámetros asociados a las áreas del manto del cilindro. De esta ma-
nera se reconocen dos coeficientes globales de transferencia de calor, uno planteado para
el diámetro interior y por ende área interior del manto, denominado como coeficiente global
de transferencia de calor interior, mientras que existe también un coeficiente global de
transferencia de calor exterior, asociado al diámetro exterior y al área exterior.
Sus respectivas expresiones matemáticas son las siguientes.
Coeficiente global de transferencia de calor interior:
1
Ui 
di  ln e 
d
1
  di   di
 i 2k d e   e
Coeficiente global de transferencia de calor exterior:
1
Ue 
d e  ln e 
d
de
  di 

1
di   i 2k   e
La relación que existe entre estas dos expresiones del coeficiente global de transferencia
de calor es la siguiente:
Ui  A i  Ue  A e
Donde las expresiones del área de intercambio de calor son:
A i  π  di  L ; A e  π  de  L
Finalmente:
d
Ui  e  Ue
di

4.2. Evaluación de espesor de aislación térmica

Uno de los problemas clásicos y más prácticos de transferencia de calor esta asociado a la de-
terminación del espesor optimo de aislación para un cuerpo de sección circular, como lo son
tubos y alambres. Este problema es singular ya que es necesario obtener una solución de
compromiso entre dos situaciones físicas distintas, ya que mientras mayor sea el espesor de
un material aislante que se utilice en la periferia del manto de un cilindro, implica que se reduce
el flujo de calor ya que la resistencia térmica conductiva se incrementa, esto conlleva, a su vez,
a que el área exterior del cilindro, se incremente con lo que aumenta el flujo de calor. De hecho
es imposible aislar completamente un cilindro o cualquier cuerpo de acuerdo a la Segunda Ley
de la termodinámica.
Esta situación lleva conduce entonces a la existencia de un espesor de aislante donde el flujo
de calor que lo atraviese sea máximo, lo que en algunos casos es en extremo conveniente, por
ejemplo en conductores eléctricos, intercambiadores de calor, pero en otros casos es en ex-
tremo inconveniente por el costo de generación de energía térmica, sea esta de alta o baja
temperatura, que lleva asociada el flujo de calor cedido al medio externo, llamada comúnmente
perdida de calor.
Por su lado, los costos que impone el uso aislante, como costo inicial y de mantención obliga a
aceptar un espesor de aislación que compatibilice el costo de perdida de energía con los cos-
tos de aislación, el que obviamente corresponde al costo mínimo de la suma de los costos de
energía perdida más el costo de aislación para el periodo de vida útil del aislante o del proyecto
térmico en cuestión.
La situación física para realizar un análisis del problema de aislación es la siguiente:

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ka
et

dit kt
Ti e
da Tet Tia Tea

det i

ea

El circuito análogo-térmico aplicado al aislante, teniendo como limites el diámetro exterior del
tubo que se asume idéntico al diámetro interior del aislante y por lo tanto su temperatura es
igual y el medio convectivo exterior al cilindro, es el siguiente:

Tet = Tia Tea Tea

ln ea 
d
 d et  1
2  π ka L  e  2  π  rea  L

Luego el flujo de calor que se intercambia con el medio externo es:


2  π  L  Tia  Te  2  π  L  Tia  Te 
q 

ln
d ea  ln ea 
r

 d et 

1  ret   1
ka rea   e ka rea   e
El espesor de aislante en el cual este flujo de calor o perdida térmica es máxima, se pude de-
terminar a partir de determinar el punto de inflexión de la función flujo de calor, derivando la
expresión anterior respecto del radio exterior del aislante e igualar esta función a cero, para
luego despejar el valor del radio exterior del aislante, el pasa a determinarse como: radio crítico
de aislación.
dqrea 
0
drea
Despejando, se tiene que el radio crítico de aislante es:
k
rcrítico  rc  a
 e
En este radio crítico el flujo de calor intercambiado entre la superficie exterior del cilindro y el
medio convectivo es máximo y por ende la perdida o ganancia de calor es máxima.
Gráficamente el comportamiento del flujo de calor respecto del espesor de aislante utilizado es:

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Flujo de calor intercambiado por un tubo en función del espesor


de aislante
200

160
Flujo de calor intercambiado

120

80

40

0
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
Espesor de aislación

El valor máximo del flujo de calor intercambiado corresponde al valor del espesor crítico de ais-
lación y obviamente al radio crítico de aislación.
Como se aprecia la función de calor intercambiado tiene un comportamiento asintótico respec-
to del espesor de aislante, de ahí que en cálculos de ingeniería es necesario realizar un análi-
sis económico para determinar el espesor práctico de la aislación térmica a utilizarse en una
aplicación específica.
Este análisis considera los siguientes costos:
a) Los costos de generación de energía asociados a la perdida a través de la aislación para
el periodo de vida útil de ésta o del proyecto en función del espesor de aislante térmico
considerado
b) Los costos de adquisición, montaje y mantención de la aislación para el periodo de vida útil
de ésta o del proyecto en función del espesor de aislante térmico considerado
c) La suma de estos costos en función del espesor de aislante térmico considerado
Realizada la suma corresponde determinar el costo mínimo y el espesor de aislante asociado a
este costo pasa a denominarse espesor económico de aislación y corresponde al espesor de
aislación en que el flujo de calor intercambiado o perdida térmica, es la combinación de efectos
más conveniente en términos económicos, vale decir la perdida de dinero por la operación de
un sistema aislado es minimizada.
Gráficamente esta situación se ilustra a continuación:

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Comportamiento del costos para evaluación del espesor


económico de aislación
600

Costo en unidades monetarias

450

300

150

0
0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25
Espesor de aislación

Costo de generación de energía


Costo de la aislación
Costo total

5. Conducción de calor

El modelo matemático general que representa el mecanismo de transferencia de calor por


conducción se extrae a partir del balance térmico de un elemento diferencial de un material só-
lido sujeto sólo a un flujo de calor en una de sus direcciones, según se indica en la figura y a la
cual se le aplica un balance entre el flujo de calor que ingresa al elemento más la generación
interna de energía, el cambio de energía interna del elemento y el flujo de calor que abandona
el elemento, obviamente deben considerarse los respectivos signos que identifican el sentido
del flujo de energía.

T(x)

A
q x  ΔE  ΔU  q xdx  0
qx qx+dx
Considerando los signos, se tiene:

q x  ΔE  ΔU  q xdx

dx

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Analizando cada término del balance térmico por separado, se tiene:


T
a) El flujo de calor que ingresa al elemento es: q x  k  A 
x
b) La generación interna de energía y por ende calor es: ΔE  q  A  dx
T
c) El cambio de energía interna es: ΔU  ρ  C v  A 
t
 T   T  
d) El flujo de calor que egresa al elemento es: q x dx   k  A    k  A  dx 
 x x  x  
Reemplazando estos términos en la ecuación del balance térmico y anulando los términos per-
tinentes, se tiene que para el caso de conducción unidimensional, se tiene la siguiente ecua-
ción diferencial que modela el mecanismo de conducción de calor:
  T   T
 k    q  ρC
x  x  t
Si se expande la ecuación anterior a un flujo de calor tridimensional en un sistema de coorde-
nadas cartesianas, la ecuación de conducción de calor o ecuación de Fourier toma la forma si-
guiente:
  T    T    T   T
 k x    k y    k z    q  ρC
x  x  y  y  z  z  t
Si se asume que la propiedad conductividad térmica del sólido permanece constante y es in-
dependiente de cualquiera de las direcciones que puede tomar el flujo de calor, es posible res-
cribir la ecuación de Fourier para coordenadas cartesianas, de la manera siguiente:
 2 T  2 T  2 T q 1 T
    
x 2 y 2 z 2 k α t
En notación simplificada la ecuación anterior queda como sigue:
q 1 T
2T   
k α t
Esta ecuación planteada para los demás sistemas de coordenadas y considerando que la con-
ductividad térmica del sólido es constante, se tiene para coordenadas cilíndricas:
 2 T 1 T 1  2 T  2 T q 1 T
       
r 2 r r r 2 φ 2 z 2 k α t
Mientras que para coordenadas esféricas se tiene:
 T 
 sen θ  
1  T
2
θ   2 T q 1 T
 
1 1
 2  2  2    
r r r  sen θ θ r  sen 2 θ φ 2 k α t
Como se aprecia, en el proceso de deducción de las ecuaciones anteriores se introdujo ya el
concepto de restricción, vale decir de una simplificación que depende de la situación física y
que una vez aplicada a la ecuación de Fourier, permite un manejo reducir considerablemente
el manejo matemático que se requiere para obtener una solución para la situación física anali-
zada. El aplicar una o más restricciones implica necesariamente una reducción en la precisión
de los resultados alcanzados, producto de la simplificación que de la situación física hace la
restricción.
En términos generales existen cuatro tipos de restricciones, las que pueden aplicarse tanto por
separado como en conjunto. Estas se indican en el siguiente listado:
a) Conductividad térmica constante e independiente de la posición y el tiempo
b) Dimensionalidad espacial del flujo de calor (unidimensional, bidimensional o tridimensional)
c) Existencia o inexistencia de generación interna de calor
d) Temporalidad o estacionaridad del flujo de calor
A continuación se expone a modo de ejemplo la metodología de aplicación de las restricciones
a la forma general de la ecuación de conducción o Fourier, a fin de aplicarla a un problema es-

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pecifico de conducción de calor, con flujo de calor constate a través de una pared de conducti-
vidad térmica constante y sin generación interna de calor.
Considerando la forma general de la ecuación de Fourier, se tiene:
  T    T    T   T
 k x     k y     k z    q  ρC
x  x  y  y  z  z  t
Aplicando la restricción de conductividad térmica constante, se tiene:
k  kx  ky  kz
Reemplazando y simplificando se tiene:
 2 T  2 T  2 T q 1 T
    
x 2 y 2 z 2 k α t
Aplicando la restricción de unidimensionalidad del flujo de calor, se tiene que:
 2T  2T
 2 0
y 2 z
Reemplazando se tiene:
 2 T q 1 T
  
x 2 k α t
Aplicando la restricción de inexistencia de generación interna de calor, se tiene que:
q  0
Reemplazando se tiene:
 2T 1 T
 
x2 α t
Aplicando la restricción de estacionaridad del flujo de calor, se tiene que:
T
0
t
Reemplazando se tiene:
 2T
0
x 2
A esta última ecuación se le denomina ecuación de Poisson, y corresponde a un flujo de calor
con conductividad térmica constante, unidimensional, sin generación interna de calor y esta-
cionario.
Físicamente la ecuación Poisson, es aplicable a una gran cantidad de situaciones como las si-
guientes: paredes, ventanas, herramientas, etc.

T(x) k

e x
Para fines de obtener una solución matemática de la ecuación de Poisson, es conveniente rea-
lizar la siguiente aproximación:
 2 T d2 T
 0
x 2 dx 2

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Aplicando las técnicas de integración para esta aproximación, se tiene:


d2 T
0
dx 2
Tras la primera integración, se tiene:
dT
 c1
dx
Tras la segunda integración, se obtiene la función temperatura:
Tx   c 1  x  c 2
Como se aprecia esta es una solución de carácter general, que solo indica que el comporta-
miento dela temperatura es lineal con respecto de al posición, por lo que debe ser particulari-
zada a fin de que entregue una solución adecuada a cada caso a analizarse.
El procedimiento de particularización de la solución se realiza de acuerdo a las denominadas
condiciones de borde o contorno, las que dan cuenta de la situación física que existe en los lí-
mites del cuerpo sólido. En este corresponden a las condiciones existentes en las posiciones 0
y e del cuerpo según el eje x.
Las condiciones de borde se agrupan, según la literatura anglosajona en tres, mientras que la
literatura rusa da cuenta de cuatro, siendo las tres primeras las mismas, presentándose solo
una diferencia en el caso particular de contacto entre dos cuerpos sólido.
Las condiciones de borde son:
a) Condición de Borde Tipo N°1 o de Diriclet
Esta condición de borde planteada para fines de transferencia de calor significa físicamen-
te que la temperatura para una posición dada es conocida. Luego:
Tx 0   T0 x  x 0  Tx   T0
b) Condición de Borde Tipo N°2 o de Neumann
Esta condición de borde planteada para fines de transferencia de calor significa físicamen-
te que el gradiente de temperatura para una posición dada es conocido y si este es igual a
0, (cero) implica que existe en esta posición una aislación perfecta, ya que la diferencia en-
tre las temperaturas del gradiente es cero y por lo tanto no existe flujo de calor. Luego:
dTx  dTx 
 0 x  x0  0
dx x  x0 dx
Por lo tanto:
x  x0  q  0
c) Condición de Borde Tipo N°3 o de Robbins
Esta condición de borde planteada para fines de transferencia de calor significa físicamen-
te que el flujo de calor que se intercambia entre una pared sólida y un medio convectivo o
viceversa, en una posición de frontera conocida se realiza sin cedencias de calor a un ter-
cer medio, vale decir todo el calor del sólido se traspasa al medio convectivo o viceversa.
Matemáticamente esta condición queda expresada de la manera siguiente:
dTx   dTx   
   T  Tx 0  x  x0    T  Tx 
dx x  x0 k dx k
d) Condición de Borde Tipo N°4 y situación de resistencia de contacto
Esta condición de borde planteada para fines de transferencia de calor significa físicamen-
te que el flujo de calor que se intercambia entre una pared sólida de una determinada con-
ductividad térmica con otra pared sólida con una conductividad térmica de distinto valor,
que se encuentran en contacto, en una posición de frontera conocida se realiza sin ceden-
cias de calor a un tercer medio, vale decir todo el calor del primer sólido se traspasa al se-
gundo sólido, dependiendo de la diferencia de temperatura.
Matemáticamente esta condición queda expresada de la manera siguiente:
dTx  dTx  dTx  dTx 
k1   k2  x  x 0  k1   k2 
dx x  x0 dx x  x0 dx dx

14
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La literatura anglosajona, en general, no menciona esta condición de borde y se concentra


en el problema de la resistencia de contacto, ya que parte de la premisa que dos sólidos
distintos no pueden físicamente alcanzar un contacto absoluto entre sus superficies debido
a su rugosidad natural, luego asumen que siempre existirá o una delgadísima película de
aire o vacío entre las superficies en contacto, generándose así una resistencia térmica adi-
cional producto del aire atrapado o del vacío que existe entre los poros superficiales de los
sólidos, ya que la conductividad térmica es muy pequeña en el caso del aire y nula en el
caso del vacío.
Gráficamente considerando que los sólidos y el aire se comportan siguiendo la ecuación de
Poisson, la situación física adopta la forma siguiente:

T(x)

A
kcontacto

k1

k2

Considerando el problema planteado a partir de la solución general de la ecuación de Poisson


y aplicándole a esta para fines de su particularización a condiciones de Borde del Tipo N°1 o
de Diriclet, se tiene que el problema adopta la forma siguiente:

T(x) T 1 > T2
Las condiciones de borde del Tipo N°1 son:

x=0  T = T1
T1 A
x=e  T = T2

T2

e x

Aplicando las condiciones de borde a la solución general, se tiene:


Tx   c 1  x  c 2
Aplicando para el valor de la posición cero, x = 0, se tiene
T0  T1  c 1  0  c 2  c 2  c 2  T1
Aplicando para el valor de la posición cero, x = e, se tiene

15
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T2  T1
Te  T2  c 1  e  c 2  c 1  e  T1  c1 
e
Reemplazando en la forma general, se obtiene la denominada función temperatura para el ca-
so de conducción de calor a través de una pared de conductividad térmica constante, unidi-
mensional, sin generación interna de calor y estacionario, con condiciones de borde del tipo
N°1, lo que implica conocer dos temperaturas en posiciones dadas. Lo anterior permite obtener
la siguiente función:
 T  T1 
Tx    2   x  T1
 e 
El flujo de calor se determina a partir de la función temperatura aplicando la Ley de Fourier.
dT
q  k  A 
dx
Aplicando la Ley de Fourier para el caso de la ecuación de Poisson, se tiene:
d  T2  T1  
q  k  A     x  T1 
dx  e  
Reemplazando y sustituyendo
 T  T1  T1  T2
q  k  A   2  
 e  e
kA
Adicionalmente, la ecuación anterior se puede rescribir de la manera siguiente:
T  T2 T1  T2
q 1 
 e  Rt
 
kA 
Como se aprecia a partir de la expresión del flujo de calor obtenida para este caso particular,
permite inferir que el método análogo-térmico corresponde a la particularización de la ecuación
de Poisson con condiciones de borde del tipo N°1, de modo que este método es sólo la máxi-
ma simplificación que se puede realizar a la ecuación de Fourier.
En cuanto a los métodos matemáticos que se utilizan para la solución de problemas más com-
plejos, tales como los que incorporan casos tales como: materiales con conductividades térmi-
cas variables (dependientes de la temperatura), multidimensionalidad en el flujo de calor, gene-
ración interna de calor (por metabolismo, par efecto del paso de corriente eléctrica, reacciones
químicas) y/o procesos transientes, generan una amplia gama de posibilidades, las que gene-
ralmente se ven limitadas por la capacidad de resolver ecuaciones diferenciales complejas, lo
que a llevado al desarrollo de diversas técnicas para obtener de soluciones aproximadas,
en particular para los problemas multidimensionales y transientes, tales como: el método de
análisis grafico, el método de factor de forma para conducción de calor, el método de capaci-
tancia térmica, método del sólido semi-infinito, método de las curvas de Heisler, entre otros.
El ejemplo más común de solución aproximada a un problema de transferencia de calor, es el
método de capacitancia térmica que permite evaluar el comportamiento transientes de la tem-
peratura de cuerpos cuya resistencia térmica conductiva se puede asumir como nula, lo que
significa que la temperatura de todo el cuerpo para un determinado tiempo es la misma.
Esta condición se puede asumir cuando el número de Biot es despreciable.
Donde el número de Biot, Bi, representa la relación entre los mecanismos de conducción y de
convección de calor en un determinado cuerpo. La ecuación que permite determinar el número
de Biot es independiente de la geometría de éste y adopta la forma siguiente:
 V
Bi  
kA
Si el Bi ≤ 0,001, se puede aplicar el método de capacitancia térmica. Donde se realiza un equi-
librio entre el flujo de calor disipado por convección a través de la superficie del cuerpo a un
fluido de temperatura T∞ y el cambio de energía interna de éste, a partir de su temperatura ini-
cial T0. Matemáticamente esto toma la forma siguiente:

16
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dTt 
   A  Tt   T   ρ  Cp  V 
dt
Asumiendo a:
θt   Tt   T
La ecuación anterior adopta la forma siguiente:
dθt 
   A  θt   ρ  Cp  V 
dt
Cuya solución con condiciones de borde iniciales del tipo Nº1, (θ(0) = T0 – T∞), es:
   A t
ρCpV 
θt   θ0  e  

Donde en función del tiempo es:


   A t
ρCpV 
Tt   T  T0  T   e  

Finalmente, el flujo de calor instantáneo se puede evaluar se puede evaluar a partir de la ecua-
ción de convección y el calor intercambiado en le tiempo por integración.
qt      A  Tt   T 
Luego,
t
Q  q  dt
0
En los últimos años con el desarrollo de computadores personales los métodos numéricos apli-
cados a la solución de los problemas de transferencia de calor han adquirido una gran relevan-
cia, siendo los más utilizados:
a) Método de las diferencias finitas
b) Método de los elementos finitos
Claro esta que existen otros métodos como el método de los volúmenes de control finitos y el
método de los elementos de borde, que gozan de menos popularidad que los anteriores.
Actualmente es posible encontrar numerosos paquetes computacionales diseñados para PC,
basados en el método de los elementos finitos, que permiten con relativa facilidad solucionar
problemas complejos de transferencia de calor.
Sin embargo, el método de las diferencias finitas es tradicionalmente el más popular en la lite-
ratura, por lo que a continuación se planearan las bases de la metodología basado en la solu-
ción explicita del sistema de ecuaciones que se genera con la aplicación de método.
El método se basa en aproximar los elementos diferenciales a una forma discreta, construyen-
do una malla o red de puntos donde en ellos se concentran las propiedades de la materia, de
modo que los términos diferenciales toman la forma siguiente:
dTx, y, z, t  Ti1,j,k  Ti,j,k Ti,j,k  Ti1,j,k
p p p p
 
dx Δx Δx
d Tx, y, z, t    
p p p
2 Ti1, j,k 2 Ti, j,k Ti1, j,k
2
 2
dx Δx
dTx, y, z, t  Ti,j,k  Ti,j,k
p1 p

dt Δt
Considerando a: i, j, k como coordenadas espaciales y a: p como coordenada temporal, con lo
que la ecuación de Fourier aplicando las restricciones: conductividad térmica constante, con-
ducción unidimensional de calor y sin generación interna de calor, queda de la forma siguiente:
 2 T 1 T
 
x 2 α t
La que expresada en términos de diferencias finitas toma la forma siguiente:
Tip1,j,k  2  Ti,pj,k  Tip1,j,k 1 Ti,pj,k1  Ti,pj,k
 
Δx 2 α Δt
De donde se despeja el valor de:

17
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 
Ti,pj,k1  Fo  Tip1,j,k  Tip1,j,k  Ti,pj,k  1  2  Fo
Donde el número de Fourier toma la forma de:
α  Δt
Fo 
Δx 2
Este número de Fourier, por condiciones de convergencia del método debe restringirse según
el grado de dimensionalidad del problema, de la manera siguiente:
Problema unidimensional => Fo  0,500
Problema bidimensional => Fo  0,250
Problema tridimensional => Fo  0,167
Si se considera el valor límite del número de Fourier para un caso de conducción de calor uni-
dimensional con conductividad térmica constante y sin generación interna de calor se tiene:
 T p  Tip1
Ti,pj,k1  i1

2
En otras palabras, la temperatura en un tiempo t+Δt para el nodo intermedio, es igual al pro-
medio de las temperaturas de los nodos adyacentes en el tiempo t. La solución gráfica de este
sistema de ecuaciones se le denomina como método grafico de Schmidt.
Finalmente, es necesario considerar el evento que alguna de condiciones de borde sean del ti-
po N°3, vale decir una superficie sólida en contacto con un medios convectivo, para este caso
se debe considerar la existencia del denominado número de Biot, el que se define como:
  Δx
Bi  
k
Las relaciones entre los números de Fourier y Biot permiten utilizar las condiciones de borde y
a partir de ellas evaluar los valores de las temperaturas de cada uno de los nodos y por ende
en el interior del sólido.
Dentro de las técnicas de programación y métodos de solución destacan los métodos de
Gauss-Siedel, las formulaciones implícita, de Crank-Nicolson, etc.

6. Teoría de aletas

Las aletas o superficies extendidas es el medio que comúnmente se utiliza para incrementar el
flujo de calor intercambiado entre un cuerpo sólido y un medio convectivo que se encuentren a
diferentes temperaturas, ya que se aumenta significativamente el área de intercambio de calor.
Estos elementos se emplean cuando un sólido no posee el área externa lo suficientemente
grande como para permitir el flujo de calor que una aplicación en particular requiera, como es
el caso de los intercambiadores de calor (radiadores, evaporadores, colectores solares, etc.),
cilindros automotrices, compresores, etc.
El caso más sencillo de aleta corresponde a las denominadas aletas rectas, llamadas así por-
que su sección transversal permanece constante. La situación física para este caso es la si-
guiente:

dx T 

Tw

b
L
x

18
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Geométricamente se obtienen las siguientes relaciones para el perímetro y el área o sección


transversal de la aleta:
P  2  e  b A  be
Para la aleta es posible plantear el siguiente balance de energía para un elemento de sólido de
espesor diferencial ubicado en una posición dada, el que indica que el flujo de calor conductivo
que ingresa al elemento es igual al flujo de calor cedido al medio convectivo más el flujo de ca-
lor conductivo que egresa del elemento, que en términos matemáticos toman la forma siguien-
te:
q x  q x dx  qconvectivo
Reemplazando en esta ecuación las expresiones de las leyes de Fourier y Newton, y tomando
en cuenta las características geométricas de la aleta, se obtiene la siguiente ecuación:
T T   T 
kA  k  A    k  A  dx     P  Tx   T   dx
x x x  x 
Eliminando términos y ordenando se obtiene la siguiente ecuación:
d2 Tx     P
  Tx   T   0
dx 2 kA
Dado que la ecuación anterior queda en función de una diferencia de temperaturas entre la
temperatura de la aleta en la posición dada y la temperatura basal de la aleta, conviene susti-
tuir la función temperatura por la función diferencia de temperaturas, la que cumple con las si-
guientes condiciones:
dθx  dTx  d2 θx  d2 Tx 
θx   Tx   T  
dx dx dx 2 dx 2
Reemplazando se tiene la denominada ecuación de la aleta, la que es:
d2 θx     P
  θx   0
dx 2 kA
Si se considera el siguiente reemplazo a fin de obtener una forma general de la ecuación dife-
rencial y a partir de ésta la solución para la ecuación:
 P
m2  
kA
La ecuación de la aleta toma la forma siguiente:
d2 θx 
 m 2  θx   0
dx 2
Siendo su solución general, la siguiente:
θx   c 1  e mx  c 2  e mx
Donde la particularización de la solución general de la ecuación de aleta se realiza al aplicarle
a esta las condiciones de borde que restringen el problema que en particular se analice.
En general la condición de borde para la base de cualquier aleta o superficie extendida es
misma para todos lo casos y corresponde a una condición del Tipo N°1 y queda planteada de
la forma siguiente:
θ0  Tw  T  θ 0  x  0  Tx   Tw
Para el extremo de la aleta o superficie extendida pueden presentarse tres posibles casos, los
que obviamente están asociados a los tres tipos condiciones de borde que son aplicables, esto
es las condiciones tipo N°1, N°2 y N°3. Según el tipo de condición de borde que se aplique en
el extremo de la aleta, permite clasificarlas mediante un nombre en los siguientes casos:
a) Aleta larga; este tipo de aleta corresponde al caso en que al extremo de la aleta se le pue-
de aplicar una condición de borde del tipo N°1, o sea la temperatura en el extremo de la
aleta es conocida e idéntica a la del medio convectivo. Matemáticamente corresponde a lo
siguiente:
θL   0  x  L  Tx   T
b) Aleta corta; en este caso se asume que al extremo de la aleta se le puede aplicar una con-
dición de borde del tipo N°2, lo que significa que el extremo de al aleta se encuentra total-

19
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mente aislado térmicamente y por lo tanto el flujo de calor sólo puede intercambiarse con el
medio convectivo por las superficies laterales de la aleta. Matemáticamente corresponde a
lo siguiente:
dθ dTx 
0 x L 0
dx x L dx x L
c) Aleta media este tipo de aleta corresponde al caso en que al extremo de la aleta se le pue-
de aplicar una condición de borde del tipo N°3, esto implica que existe intercambio de calor
en el extremo de la aleta. Matemáticamente corresponde a lo siguiente:
dθx  dTx 
kA     A  θ0  x  L  k  A      A  Tw  T 
dx x L dx x L
A fin de ejemplarizar el manejo de las condiciones de borde y la evaluación del flujo de calor
que puede mediante el uso de aletas realizarse, se analizara en detalle el caso de aleta larga.
Considerando la solución general de la ecuación de aleta que es:
θx   c 1  e mx  c 2  e mx
Aplicando la condición de borde del tipo N°1 a la base de la aleta, se tiene:
 0   0  c1  e  m0  c2  e  m0  c1  c1  θ0
Aplicando la condición de borde del tipo N°1 al extremo de la aleta y asumiendo que en esta
posición su temperatura es idéntica a la del medio convectivo y que el largo de la aleta es en
términos matemáticos infinito, se tiene:
θL  0  c 1  e mL  c 2  e mL  c2  0
Reemplazando estas constantes en la forma general de solución, se tiene que la función dife-
rencia de temperaturas respecto de la posición para una aleta recta larga es:
  P

θx   θ 0  e mx  θ 0  e kA
x

Donde se puede obtener la función de la temperatura de la aleta respecto de la posición, la que


es:
  P

Tx   Tw  T   e  T  Tw  T   e
x
mx
 T k A

Gráficamente la función temperatura respecto de la posición es:

Comportamiento de la temperatura respecto de la


longitud para el caso de una aleta larga
120

100
Temperatura de la aleta

80

60

40

20

0
0 0,04 0,08 0,12 0,16 0,2
Largo de la aleta

20
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Finalmente, aplicando la ley de Fourier, es posible obtener el flujo de calor intercambiado entre
la aleta y el medio convectivo, que es:
dTx 
q  k  A      P  k  A  θ0
dx x 0
Como es posible deducir de la expresión anterior, el flujo de calor que intercambia una aleta
con el medio convectivo es sólo una fracción del flujo de calor que intercambiaría la aleta si es-
ta mantuviera en toda sus superficies la temperatura basal. Esta situación conduce a la apari-
ción del concepto de eficiencia de aleta, el que se define de la manera siguiente:
q qefectivo
e a  efectivo 
qmáximo 2  b  L   2  e  L   b  e     θ 0
La eficiencia de una aleta, para fines industriales, puede ser graficado en función de su tama-
ño, geometría, conductividad térmica del material de que esta construida y el coeficiente pelicu-
lar convectivo medio del fluido en el cual la aleta se encuentra sumergido.

Eficiencia de aleta para casos de aletas de secciones


rectangular y triangular
100

80
rectangular
Eficiencia de aleta

triangular
60

40

20

0
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5

2
L
ke

7. Convección

Los procesos de convección son modelados en términos generales, por la ley de enfriamiento
de Newton, la que establece que en los procesos convectivos, el flujo de calor es proporcional
a un coeficiente numérico que es denominado como: Coeficiente Pelicular Convectivo Medio o
simplemente: coeficiente pelicular. El valor que toma este coeficiente pelicular depende de la
situación física de que se trate y por lo tanto de las variables que gobiernan el tipo de escurri-
miento del fluido por sobre la pared donde se produce el proceso convectivo. De estas varia-
bles, la más relevante en una primera instancia, es la referida al origen de las fuerzas que en-
gendran el movimiento del fluido, lo que permite catalogar el tipo de escurrimiento en dos cate-
gorías, las que son:
 Convección forzada
 Convección natural o libre
La primera categoría o convección forzada se presenta cuando las fuerzas que originan el mo-
vimiento del fluido son externas al fluido y por ende no tiene como origen el proceso de transfe-
rencia de calor en si mismo.

21
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Por su lado, la segunda categoría o convección natural o libre ocurre cuando las fuerzas que
originan el movimiento del fluido son propias a los cambios que en sus propiedades tiene el
fluido cuando como producto del proceso de transferencia de calor cambian, generándose un
cambio de densidad y por ende aparecen fuerzas de flotación las que engendran una circula-
ción o flujo.
Si bien el origen del movimiento puede ser diferente, la situación física es la misma y corres-
ponde a la situación ilustrada:

T(x)
v T

v(x,y)

dA Tw x

Como se puede desprender de la figura, por lo efectos viscosos del fluido el valor de la veloci-
dad de escurrimiento del fluido, el espesor de la capa límite de velocidades, etc, generan que
el valor del coeficiente pelicular convectivo sea un valor del tipo local, por lo que se cumple:
 h x  T  Tw 
dq
dA

Dado que en la práctica de ingeniería resulta muy complejo trabajar con valores locales, resulta
en extremo conveniente y hasta necesario el determinar un valor medio para el coeficiente pe-
licular convectivo, lo que es posible establecerlo de la manera siguiente:
1

   h x  dA
A
Por su lado, los efectos viscosos generan una película de fluido que provoca una modificación
significativa de las propiedades del escurrimiento en las proximidades de la pared, que es don-
de se realiza el intercambio de calor, lo que hace que el valor de estas propiedades sea espe-
cialmente relevante, esto conduce a la necesidad de evaluar las propiedades del fluido existen-
te en la película a partir de una temperatura que permita evaluar adecuadamente estas propie-
dades. Esta temperatura se le denomina Temperatura de Película y se evalúa como la media
entre las temperaturas de la pared y del fluido no perturbado por los efectos de pared.
Matemáticamente corresponde a:
T  Tw
T 
2
Dado que el proceso convectivo tiene por origen la combinación del traspaso de energía térmi-
ca y mecánica, las ecuaciones que permiten modelar este proceso deben satisfacer simultá-
neamente las ecuaciones de conservación de masa, de la energía y de la cantidad de movi-
miento o impulso, lo que supone la existencia de un sistema de ecuaciones. Esta particularidad
genera un elevado grado de complejidad en los métodos de solución analíticos que puedan uti-
lizarse para resolver este sistema de ecuaciones, de ahí que se recurra a utilizar un conjunto
de relaciones empíricas que permiten determinar los valores que tomaría el coeficiente pelicu-
lar convectivo medio para un conjunto de situaciones físicas particulares en que el fenómeno
convectivo se presente. Para facilitar el uso de este tipo de soluciones empericas, estas se
plantean a través de distintos números adimensionales, los que relacionan adecuadamente las
distintas propiedades del fluido entre sí y con las características del escurrimiento, dando lugar
a números cuyas dimensiones son unitarias, vale decir son adimensionales.
Para efectos de los problemas de transferencia de calor por el mecanismo de convección, los
números adimensionales más relevantes son:
 Número de Nusselt, Nu:

22
Transferencia de Calor Prof. Dr.-Ing. Gonzalo Salinas-Salas

El número de Nusselt representa la relación entre el coeficiente pelicular convectivo medio,


la característica geométrica y la conductividad térmica del fluido. La ecuación que evalúa el
número de Nusselt, toma dos formas según sea la geometría relevante de la pared o del
sólido, presentando las siguientes formas:
Caso de pared prismática
 x
Nu  
k
Caso de pared circular o esférica
 d
Nu  
k
 Número de Reynolds, Re:
El número de Reynolds representa la relación entre las fuerzas de inercia que impulsan el
movimiento, representadas por la velocidad, respecto de las fuerzas viscosas que se opo-
nen a éste, representadas por la viscosidad. La ecuación que evalúa el número de Rey-
nolds, toma dos formas según sea la geometría relevante de la pared del sólido, presen-
tando las siguientes formas:
Caso de pared prismática
γ x v ρ xv x v
Re   
gμ μ ν
Caso de pared circular o esférica
γ d v ρ d v d v
Re   
gμ μ ν
 Número de Prandt, Pr:
El número de Prandt representa la relación que existe entre la capacidad de absorber calor
por parte del fluido respecto de su capacidad de conducirlo, adoptando la forma de las si-
guientes ecuaciones:
ρ  Cp  ν ν
Pr  
k α
 Número de Grasshof, Gr:
El número de Grasshof representa la relación entre las fuerzas de flotación que impulsan el
movimiento, representadas por el coeficiente de expansión volumétrica, respecto de las
fuerzas viscosas que se oponen a este movimiento, las que son representadas por la vis-
cosidad. La ecuación que evalúa el número de Grasshof genéricamente adopta variadas
formas dependiendo de la geometría relevante de la pared del sólido, la que se representa
a través del símbolo L*, de modo que la ecuación genérica toma la forma siguiente:
3
β  g  L*  T  Tw
Gr 
ν2
Donde el coeficiente de expansión volumétrica,β , se evalúa como:
ρ  ρ 1
β 
ρ  T  T  T
En la práctica no se presenta un tipo único de convección sino una combinación de con-
vección forzada y natural, situación de complica enormemente la resolución de un determi-
nado problema, ya que se hace necesario utilizar el principio de superposición, lo que im-
plica analizar por separado los fenómenos y luego superponer sus efectos.
De ahí que resulte en extremo conveniente el determinar la importancia relativa que tienen
los efectos de estos dos tipos de convección en el proceso total de transferencia de calor
por convección, de manera de eliminar del análisis al que sea menos relevante. El criterio
que permite definir cuál de los dos tipos de convección proceso puede no considerarse se
basa en la importancia relativa que existe entre las fuerzas de flotación, representadas por
el número de Grasshof, y las fuerzas de inercia, representadas por el número de Reynolds.
Este criterio se manifiesta en la comparación de la división del número de Grasshof por el
número de Reynolds con el valor unitario. Si el producto de la división es mucho menor que

23
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1, que en la práctica es 0,1, se asume como despreciable a la convección natural. Si por lo


contrario el valor es mucho mayor que 1, que en la práctica es 100, se asume como des-
preciable a la convección forzada. Dentro de los límites de 0,1 a 100, de la división entre
los números de Grasshof y Reynolds, se debe utilizar el método de superposición.
Resumiendo los criterios anteriores, se tiene:

Gr Gr
1 o sea 0,1   100 Proceso convectivo combinado
Re 2
Re 2
Gr Gr
2
1 o sea  0,1 Proceso convectivo forzado
Re Re 2
Gr Gr
1 o sea  100 Proceso convectivo natural
Re 2 Re 2

7.1 Convección forzada

Como ya se indicó, el proceso de convección forzada se caracteriza por el hecho que las
fuerzas que engendran el movimiento del fluido sobre la pared son independientes del pro-
ceso de transferencia de calor, de ahí que se indique que las fuerzas relevantes son del ti-
po mecánico, las que generan que la transformación de trabajo mecánico en calor, sea ex-
terno al proceso de mismo de transferencia de calor.
Por lo anterior los números adimensionales que tiene una participación relevante en la mo-
delación de este fenómeno sean, el número de Nusselt, el número de Reynolds y el núme-
ro de Prandt, los que genéricamente para los procesos de convección forzada se relacio-
nan de la manera siguiente:
Nu  a  Re b  Pr c
Donde los valores de: a, b, c son constantes que dependen de la situación física que se es-
tudie.
Esta forma general se aplica a las distintas situaciones físicas que se presenten, pudiendo
en algunas de ellas sufrir algunas modificaciones a fin de representar más adecuadamente
el fenómeno en estudio.
A continuación se analizan los casos más comunes de convección forzada, los que co-
rresponden a:
 Escurrimiento por interior de tubos de sección circular

El análisis de este caso parte de la identificación del tipo de régimen de escurrimiento


del fluido que exista por el interior del tubo, de modo que los modelos que sean validos
para un escurrimiento de régimen laminar no deben necesariamente ser validos para
un escurrimiento de régimen turbulento.
Por otro lado, deben tenerse en cuenta las restricciones de aplicabilidad de los mode-
los, ya que estos son empíricos y por lo tanto son validos solo para un tipo o conjunto
de situaciones concretas, las que por lo general, en el caso de tubos, implica la exis-
tencia de un flujo desarrollado, esto sin influencia de los efectos de entrada y/o salida
del fluido del tubo, lo que comúnmente ocurre a una distancia de 50 diámetros desde
la entrada o salida del fluido del tubo. Vale decir la aplicabilidad de las ecuaciones está
restringida a la longitud del tubo existente a partir de 50 diámetros desde la entrada y
hasta 50 diámetros de la salida de éste.

24
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Tw

d
T

Flujo desarrollado
50 d o zona de validez 50 d

Régimen Laminar:

Para el caso de escurrimiento de fluido en régimen laminar, lo que implica que el nú-
mero de Reynolds es menor o igual a 2000, se presentan dos de las situaciones más
comunes:
- Flujo de calor intercambiado constante (q = cte.)
En este caso se determinó que la temperatura varía en forma lineal con la posición
axial del tubo, dando lugar a la siguiente ecuación:
Nu  4,364
Despejando el valor del coeficiente pelicular convectivo medio, se tiene:
k
   4,364 
d
- Temperatura de la pared constante (T w = cte.)
Para este caso la forma genérica de evaluación del coeficiente pelicular convectivo
medio, sufre una variación a fin de utilizar una ecuación que represente más fielmen-
te este fenómeno para la zona de flujo desarrollado. La ecuación en cuestión es la
siguiente:
L
Nu  3,66  0,0688  Re Pr
d
Esta ecuación a su vez puede modificarse a fin de que considere los efectos entrada
y salida del flujo, extendiendo con ello su campo de aplicabilidad a todo el tubo. La
ecuación en este caso pasa a ser la siguiente:
L
3,66  0,0688   Re Pr
Nu  d
2
L  3
1  0,04    Re Pr 
d 

Régimen Turbulento:

Para el caso de escurrimiento de fluido en régimen laminar, lo que implica que el nú-
mero de Reynolds es mayor a 2000, la siguiente ecuación es la más aceptada para
modelar el comportamiento convectivo:
1
Nu  0,027  Re 0,8  Pr 3
De una manera análoga al caso anterior, esta ecuación puede modificarse a fin de que
considere los efectos que tiene sobre la viscosidad del fluido la temperatura de la pa-
red, lo que se realiza mediante una corrección de la ecuación anterior. Esta nueva
ecuación llamada de Sieder&Tate, es de aplicación general para los problemas de
convección forzada en el interior de tubos en condiciones de escurrimiento turbulento.

25
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0,14
1  μ
Nu  0,027  Re 0,8
 Pr 3  
 μ
  W
Despejando el valor del coeficiente pelicular convectivo medio, para este caso se tiene:
0,14
1  μ  k
   0,027  Re 0,8
 Pr 3  
μ  
 W  d

 Escurrimiento transversal por sobre tubos cilíndricos

Para este caso se debe evaluar el número de Reynolds a partir del diámetro exterior
del cilindro, de modo que la ecuación toma la forma siguiente:
ρ  dext  v dext  v
Re  
μ ν
Luego el modelo que da cuenta del comportamiento convectivo considerado para el
flujo por el exterior de cilindros es independiente del tipo de régimen de escurrimiento,
dependiendo solo del largo del cilindro y adopta la forma siguiente:
1
1  d  18
Nu  0,036  Re 0,8
 Pr 
3
 
L 

 Escurrimiento por exterior de esferas

Para este caso se debe evaluar el número de Reynolds a partir del diámetro exterior
de la esfera, de modo que se ecuación toma la forma siguiente:
ρ  dext  v dext  v
Re  
μ ν
Luego el modelo que da cuenta del comportamiento convectivo considerado para el
flujo por el exterior de esferas es independiente del tipo de régimen de escurrimiento y
toma la forma siguiente:
1
Nu  0,37  Re 0,6  Pr 3

 Escurrimiento por sobre placas planas

En el caso de escurrimiento de un fluido sobre una placa, se presenta un fenómeno


que es especialmente relevante, el que corresponde al cambio del régimen de escu-
rrimiento del fluido en contacto con la placa, por efecto de la viscosidad, a medida de
que éste avanza en su dirección de movimiento. En otras palabras, el número de Rey-
nolds depende de la posición del fluido respecto de la placa y por lo tanto en la medi-
da que el fluido cuando entra en contacto con la placa se estable un régimen laminar
que a medida que avanza en placa se transforma en turbulento, manteniendo estas
condiciones al desarrollarse completamente el flujo.
En términos del problema de mecánica de fluidos, el escurrimiento por sobre la placa
se genera la denominada: capa limite hidrodinámica, fenómeno que es extensivo al
caso de flujo de gases, y que es especialmente relevante en la parte turbulenta del es-
currimiento. La transición entre el escurrimiento laminar y el transicional comienza
5
cuando el número de Reynolds supera el valor de 500.000 (510 ), valor denominado
como número de Reynolds crítico.
Re c  500.000
El valor de la posición de la placa en el sentido de escurrimiento del fluido (dirección x),
que está asociada a este valor se le denomina como longitud critica y se determina a
partir del número de Reynolds crítico.

26
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500.000  μ
xc 
ρ  v

Luego se cumple lo siguiente, considerando a: x como la dirección de escurrimiento del


fluido:
x  xc  se presenta solo escurrimiento laminar sobre la placa
x > xc  se presentan escurrimientos laminar, transicional y eventualmente
turbulento sobre la placa
El comportamiento del escurrimiento y la existencia de las capas límites se ilustra en la
siguiente figura:

y capa límite turbulenta

v v

h
v(x)

h
subcapa laminar

xc x
región laminar
región transicional
región turbulenta

Tanto para la zona laminar como para la zona turbulenta es posible determinar el es-
pesor de la capa límite hidrodinámica, (h), la que se determina a partir del análisis del
perfil de velocidades del fluido en la dirección transversal a la placa, (dirección y), bajo
la consideración de que los efectos de la pared producen sólo una disminución de un
1% de la velocidad de escurrimiento del fluido no perturbado. En otras palabras la ve-
locidad del fluido es un 99% de la velocidad del fluido no perturbado. Matemáticamente
se definiría al espesor de capa limite hidrodinámica como el espesor en el sentido
transversal a la placa (dirección y) donde la velocidad del fluido varía entre 0 y 0,99v.
El espesor de la capa limite depende del tipo de régimen de escurrimiento existente en
la posición de la placa donde esta se evalué, ya que depende directamente de la posi-
ción y del número de Reynolds.
Por lo tanto existen diferentes ecuaciones que permiten evaluar el espesor de la capa
limite hidrodinámica, siendo una para la zona laminar, denominada como ecuación de
Blaussius y diferentes formas empíricas para las zonas transicional y turbulenta, de las
cuales se propone una en particular para este caso:
Régimen laminar; Re  500.000 (510 )
5

5x
δh 
Re x
5
Regímenes transicional y turbulento; Re > 500.000 (510 )
0,37  x
δh  0,2
Re x

27
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De una manera análoga es posible plantear el concepto de capa limite térmica, (t),
al considerar a esta como el espesor en la dirección transversal a la placa, donde se
produce una variación de la temperatura del fluido por efecto de la temperatura de la
placa. El tamaño de esta varía desde el valor de la temperatura de la pared, hasta la
posición donde los efectos en el fluido de la temperatura de la placa se anulan, lo que
corresponde matemáticamente a un 99% de la diferencia de temperaturas entre la pa-
red y el fluido más la temperatura de la pared, o sea es la variación de la posición y,
entre Tw y 0,99 (T.-Tw).
En términos de ecuación, el espesor de la capa limite térmica se puede evaluar como:
δ
δ t  h1
Pr 3
Como ya fue indicado y puede deprenderse del análisis anterior, es de vital importan-
cia el tener en cuenta los efectos viscosos del fluido y sus efectos en las propiedades
térmicas de este, por lo que resulta indispensable el evaluar las propiedades del fluido
a partir de las temperatura de película, que es el promedio de las temperaturas del flui-
do y de la placa.
Luego, todas las propiedades del fluido se determinan a partir de la temperatura de pe-
lícula, que se evalúa de la siguiente manera:
T  Tw
T 
2
Las relaciones que permiten evaluar los coeficientes peliculares para los fenómenos de
convección forzada sobre placas planas, se pueden realizar a partir de valores locales
y valores medios. Cabe destacar que estas relaciones son por lo general de carácter
empírico, por lo que a continuación se presentan sólo las relaciones más usuales:
Régimen laminar:
En este caso existen relaciones tanto locales como medias, entendiendo a estas últi-
mas como aplicables a toda la zona laminar de una placa.
1 1
Nu x  0,332  Re x 2  Pr 3 sí x  xc Valor local
1 1
NuL  0,664  Re L 2  Pr 3 sí L  xc Valor medio

Régimen transicional y turbulento


En este caso existen sólo relaciones medias, las que son aplicables a toda la placa in-
cluyendo tanto a la zona laminar como a las zonas transicional y turbulenta, por lo que
son relaciones aplicables a toda la placa y no a una zona especifica.
Las relaciones más usuales son:

NuL  0,036  Re L0,8  836  Pr  1
3 ReL  510
5

 0,037  Re  872 Pr
1
510 < ReL  10
0,8 3 5 7
NuL L


NuL  0,228  Re L  logRe L 
2,584

 872  Pr 3
1 7
10 < ReL < 10
9

A partir de las relaciones anteriores, es posible evaluar el coeficiente pelicular convec-


tivo medio para la placa y a partir de este el flujo total de calor intercambiado entre el
fluido y la placa, lo que se realiza a través de la siguiente ecuación:
qtotal   total  A total  T  Tw 
Por su lado, a partir del el coeficiente pelicular convectivo medio para la sección de la
placa donde se presenta régimen laminar, se puede determinar el flujo de calor inter-
cambiado entre el fluido y la placa en esta sección, lo que se realiza a través de la si-
guiente ecuación:
qlaminar   laminar  A laminar  T  Tw 
Finalmente por diferencia entre los flujos de calor intercambiados por toda la placa y
por la sección laminar de ésta y asociando la ley de enfriamiento de Newton, es posi-

28
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ble establecer un coeficiente pelicular convectivo medio para las zonas transicional y
turbulenta, valor que se obtiene a partir de la siguiente ecuación:
q total  qlaminar
 turbolento 
A turbolento  T  Tw 

7.2 Convección natural o libre

El fenómeno de convección natural se caracteriza por el hecho que las fuerzas que impul-
san el movimiento del fluido por sobre la placa, tienen por origen el cambio del su nivel de
energía interna en la zona de contacto con la placa, lo que se traduce en un cambio de la
densidad de éste, lo que da lugar a la aparición de fuerzas de flotación, generándose así
una circulación del fluido por sobre la placa.
La forma genérica de evaluar los coeficientes peliculares convectivos medios para los pro-
cesos de convección natural es la siguiente:
Nu  a  Gr  Pr 
b

Donde el valor del número de Nusselt se evalúa a partir de la siguiente relación:


  L*
Nu 
k
Debe tenerse en cuenta que los valores de las constantes a y b, dependen de cada situa-
ción física que en particular se analice. A su vez, el valor de la denominada: longitud crítica
(L*), también depende de la situación en estudio pudiendo hasta cambiar para cuerpos de
igual geometría.
Por otro lado, el valor que puede tomar el coeficiente pelicular convectivo medio depende
del régimen de escurrimiento que se presente, pero dado que las fuerzas de inercia no tie-
ne un papel relevante en este fenómeno, la caracterización del régimen se realiza a través
de una relación entre el número de Grasshof y el número de Prandt, siguiendo el siguiente
criterio:
Régimen laminar implica: Gr  Pr  10
9

Régimen transicional y turbulento implica: Gr  Pr > 10


9

Teniendo en cuenta este criterio, se presentan las relaciones que se aplican generalmente
a los casos más comunes de convección natural:

Caso de placas planas y cilindros verticales

En este caso, como en todos los de que involucra convección natural, se debe considerar
con especial cuidado el valor que toma la longitud critica, que en este caso corresponde a
la altura del cuerpo y a partir de ella se pueden utilizar las relaciones de propiedades que
conducen al valor del coeficiente pelicular convectivo medio. Debe tenerse en cuenta que
las propiedades del fluido deben evaluarse a partir de la temperatura de película.
L1

L L2

L* = L L* = L2

29
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Régimen laminar (Gr  Pr  10 )


9

Nu  0,59  Gr  Pr  4 sí
1
0  Gr  Pr  10
9

Régimen transicional y turbulento (Gr  Pr > 10 )


9

Nu  0,13  Gr  Pr 
1
Gr  Pr > 10
9
3 sí

Caso de cilindros horizontales

En este caso la longitud crítica corresponde al diámetro exterior del cilindro y es indepen-
diente de su longitud.

d L* = d

Régimen laminar (Gr  Pr  10 )


9

Nu  0,4 0  Gr  Pr  10
-5

Nu  0,53  Gr  Pr  4
1
10  Gr  Pr  10
-5 9

Régimen transicional y turbulento (Gr  Pr > 10 )
9

Nu  0,3  Gr  Pr 
1
Gr  Pr > 10
9
3 sí

Caso de placas planas horizontales

En este caso no sólo la longitud critica juega un rol relevante, que en este caso correspon-
de a la longitud mayor, sino que también la situación física respecto de las temperaturas
relativas entre el fluido y la placa que se presentan para una situación en particular y luego
el régimen de escurrimiento que se presente. De modo que para aplicar una determinada
relación es necesario tener especialmente en cuenta todos estos factores.

L1

L2 L* = L1 sí L1 > L2

30
Transferencia de Calor Prof. Dr.-Ing. Gonzalo Salinas-Salas

Situación física:
Convección sobre placa caliente o bajo placa fría, tomando en cuenta como referencia la
temperatura del fluido.
Régimen laminar (Gr  Pr  210 )
7

Nu  0,54  Gr  Pr  4 sí
1
0  Gr  Pr  210
7

Régimen laminar, transicional y turbulento (Gr  Pr > 210 )


7

Nu  0,14  Gr  Pr 
1
Gr  Pr > 210
7
3 sí

Situación física:
Convección bajo placa caliente o sobre placa fría, tomando en cuenta como referencia la
temperatura del fluido.
Régimen laminar, transicional y turbulento (Gr  Pr > 0)
Nu  0,27  Gr  Pr 
1
4 sí Gr  Pr > 0

Relaciones aproximadas para el caso de que el fluido sea aire

En el caso que el fluido sea aire en condiciones de presión atmosférica, es posible plantear
un conjunto de relaciones aproximadas en términos de la longitud característica y la dife-
rencia de temperaturas entre el aire y la placa (∆T en °C o K), que permite evaluar el coefi-
2
ciente pelicular convectivo medio con un error del orden de un 5% en (W/m ·C)
Estas relaciones se presentan en la siguiente tabla:

Situación física de convección natural Laminar Transicional y turbulento


0  Gr  Pr  10 Gr  Pr > 10
9 9
Fluido aire
Cilindros y placas verticales 1 1
 ΔT  4    1,31 ΔT 3
   1,42    
L 
Cilindros horizontales 1 1
 ΔT  4    1,24  ΔT 3
   1,32    
L 
Flujo sobre placa caliente o bajo pla- 1 1
 ΔT  4    1,52  ΔT 3
ca fría    1,32    
L 
Flujo bajo placa caliente o sobre pla- 1
 ΔT  4 
ca fría    0,59    
L 

7.3 Convección con cambio de fase

El proceso de convección conlleva en algunos casos el cambio de fase del fluido que inter-
cambia calor, lo que implica cambios sustanciales en las propiedades del escurrimiento, como
de las del fluido. Además, que debe considerarse la energía requerida o liberara en el proceso
mismo de cambio de fase.
En general se presentan dos grandes casos, los que son la ebullición o cambio de fase líquido-
gas, con su contraparte que es la condensación o cambio de fase gas-líquido y la solidificación
o cambio de fase líquido-sólido, con su contraparte que es la fusión o cambio de fase sólido-
líquido . Obviamente, los efectos dinámicos permiten subdividir cada caso en convección for-
zada y convección natural. Además, que debe tenerse en cuenta los efectos que la geometría
donde ocurre el fenómeno impone a su modelación matemática.

31
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A continuación se presenta un listado con algunas situaciones comunes y sus respectivas mo-
delaciones matemáticas.

 Ebullición en el interior de un recipiente

Para este caso se asumen condiciones de convección libre y la formación de burbujas nu-
cleadas como su crecimiento, se establecen mediante las siguientes relaciones:
Número de Reynolds de las burbujas de vapor:

db  G b
Re b 
μf

Donde:
db Diámetro de la burbuja
Gb Velocidad de masa de las burbujas por unidad de área
μf Viscosidad del líquido

Número de Nusselt para las burbujas de vapor es:

h b  db
Nu b 
kf
Donde:
hb Coeficiente pelicular convectivo medio para las burbujas
kf Conductividad pérmica del líquido
μf Viscosidad del líquido

A su vez, el Coeficiente pelicular convectivo medio para las burbujas es:

q*
hb 
ΔTx

Donde:
*
q Flujo calórico por unidad de área
ΔTx Gradiente o potencial de temperaturas significativo

c i  ΔTx  q* σ 
 C sw    
h fg  Prfn  μ f  h fg 
g  ρf  ρg  

Donde:
* 2
q Flujo calórico por unidad de área, W/m
ci Calor específico de líquido saturado, J/kg·K
hfg Entalpía de cambio de fase líquido-gas, J/kg
g Aceleración de la gravedad, J/kg
σ Tensión superficial de la interfaz líquido-vapor, N/m
3
ρf Densidad de líquido saturado, kg/m
3
ρg Densidad de vapor saturado, kg/m
Prf Número de Prandt de líquido saturado
μf Viscosidad del líquido, Pa·s
n Constante empírica: 1,0 para agua, 1,7 para otros líquidos
Cwf Constante empírica que depende de la naturaleza de la superficie de calentamien-
to del fluido cuyo valor numérico varía de un sistema a otro.

32
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Una relación simplificada para evaluar el flujo calórico por unidad de área es:

3,33
  P 
0,17
 P 
1,2
 P 
10 
q  0,000481
*
ΔTx3,33  Pcr
2,3
 1,8   
  4   
  10   



  Pcr   Pcr   Pcr  

Donde:
* 2
q Flujo calórico por unidad de área, W/m
P Presión de operación, atm.
Pcr Presión crítica, atm.

 Ebullición en el interior de tubos en términos de producción neta de vapor

Para este caso se denomina como ebullición nucleada saturada, en forma anular en el inte-
rior de un tubo, de diámetro D. Su modelación considera efectos aditivos de los procesos
que ocurren en la región anular del tubo y la del fluido. Por lo que el coeficiente pelicular
convectivo medio para obtener un vapor con titulo x, se evalúa como:

h  h c  hb
Donde:
 G  1  x   D 
0,8
kf
h c  0,023     Prf0,4  F
 μf  D
 k 0,79  c 0,45  ρ 0,49 
h c  0,00122  0,5 f 0,29 f 0,24 f 0,24   ΔT 0,24  ΔP 0,75  S
 x
 σ  μ f  h fg  ρ g fg
 

A su vez, el parámetro F, se evalúa como:

0,5 0,1
1  x 
0,9
ρ   μg 
   f   
X tt  1  x   ρg  μ 
   f 

Considerando:

F = 1,0 1
 0,1
Xtt
0,736 1
 1   0,1
F  2,35    0,213 Xtt
 X tt 

Por su parte, el parámetro S, se evalúa como:

 
S  1  0,12  Re 1,14
TP
1 ReTP < 32,5

S  1  0,42  Re  0,78 1 32,5 <ReTP < 70


TP

S = 0,1 ReTP > 70

33
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Finalmente, el número de Reynolds adopta la forma siguiente:

G  1  x   D 1,25
Re TP  F  10  4
μf

 Condensación por el exterior de tubos y esferas.

Para estos casos se asumen que el vapor se condensa completamente en el exterior de la


superficie sólida de temperatura Tw, lo que se modela a través de la siguiente ecuación:

 
 ρ f  ρ f  ρ g  g  h fg  k 3f 
h  c  



D  μ f  Tfg  Tw  

Donde:
c = 0,815 para esferas
c = 0,725 para cilindros
D = n·D, para condensadores de n tubos.

 Solidificación

Para este caso se debe recurrir a una solución parametrizada en función del tiempo reque-
rido para la formación de un espesor de sólido ε, producto de un potencial de temperatu-
ras. De modo que la razón de flujo de calor por unidad de área se evalúa de la forma si-
guiente:

q* Tsf  T

A 1  ε
h0 ks

Donde los parámetros adimensionales son:

h0  
 
ks

R 
h0
Tf  Tsf
T 
Tsf  T
1  R  T  ε   ε
t    ln1   
R 
 T 
2
 1  R   T   R   T 

Donde:
ε Espesor de la interfaz sólido-líquido, la cual es una función del tiempo t
h0 Coeficiente pelicular convectivo medio de la interfaz gas- sólido
hε Coeficiente pelicular convectivo medio de la interfaz líquido- sólido
Tf Temperatura del líquido
Tsf Temperatura del cambio de fase
T∞ Temperatura del fluido disipador de calor
hsf Entalpía de cambio de fase sólido-líquido
ks Conductividad térmica del sólido

34
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El diagrama adimensional permite evaluar el comportamiento del espesor de sólido en fun-


ción del tiempo.

2,5

2,0 0,7
+ +
RT
0,6

1,5 0,5

0,4

1,0
0,3

0,2
0,5
0,1

0
0,0
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5 3,0 3,5 4,0

Para alimentos se puede emplear la modelación de Plank, que plantea al tiempo como:

Δh  ρ s 1  ε 1
t   ε    
Tsf  T N  4  k s α 

Donde:
t Tiempo
Δh Variación de entalpía de la sustancia
ρs Densidad de la sustancia sólida
Tsf Temperatura del cambio de fase
T∞ Temperatura del fluido disipador de calor
N Coeficiente de forma, N = 2 para placa, N = 4 para cilindro y N = 6 para esfera
ε Espesor de la interfaz sólido-líquido, la cual es una función del tiempo t
ks Conductividad térmica del sólido
αs Coeficiente superficial de transmisión térmica entre el medio refrigerante y el sóli-
do en (W/m°C).

8. Radiación

La radiación térmica es energía emitida por la materia que se encuentra a una temperatura da-
da, emitiéndose directamente desde la fuente en todas las direcciones. Esta energía es produ-
cida por los cambios en las configuraciones electrónicas de los átomos o moléculas constituti-
vos y transportada por ondas electromagnéticas o fotones, por lo recibe el nombre de radiación
electromagnética. La masa en reposo de un fotón es nula. Por lo tanto, atendiendo a relatividad
especial, un fotón viaja a la velocidad de la luz y no se puede mantener en reposo. Luego, la
radiación electromagnética es una combinación de campos eléctricos y magnéticos oscilantes

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y perpendiculares entre sí, que se propagan a través del espacio transportando energía de un
lugar a otro, independientemente de la materia existente entre el cuerpo emisor y receptor, de
hecho, la transferencia de energía por radiación es más efectiva en el vacío. Sin embargo, la
velocidad, intensidad y dirección de su flujo de energía se ven influidos por la presencia de ma-
teria. Así, estas ondas pueden atravesar el espacio interplanetario e interestelar y llegar a la
Tierra desde el Sol y las estrellas. La longitud de onda y su frecuencia, son importantes para
determinar la energía transportada, su visibilidad, su poder de penetración y otras característi-
cas. Independientemente de su frecuencia y longitud de onda, todas las ondas electromagnéti-
cas se desplazan en el vacío con una rapidez constante c = 299.792 km/s, llamada velocidad
de la luz.
La energía radiativa se emite solamente en función de la temperatura del cuerpo; denominán-
dose a la energía que abandona la superficie como radiación térmica. En el extremo del espec-
tro correspondiente a longitudes de onda pequeñas están los rayos X, mientras que en el otro
extremo del espectro están las ondas de radio; entre estos límites está la radiación térmica que
se emite por un cuerpo que depende exclusivamente de su temperatura; el intervalo completo
de todas las longitudes de onda constituye el espectro electromagnético, que se subdivide en
un cierto número de intervalos de longitudes de onda, correspondientes a unas fenomenolo-
gías características, como ultravioleta, visible, infrarrojo, etc. La radiación térmica emitida por
una superficie en función de su temperatura se corresponde con las longitudes de onda com-
-7 -4
prendidas entre, 10 m y 10 m.
Por las características del transporte de la energía térmica mediante ondas, produce que este
mecanismo adquiera importancia sólo cuando la diferencia de temperaturas entre el cuerpo
emisor y el cuerpo receptor sea muy alta.
No todas las superficies emiten o absorben la misma cantidad de energía radiante cuando se
calientan a la misma temperatura. Un cuerpo que emite (radiación difusa) o absorbe la máxima
cantidad de energía a una temperatura determinada es un cuerpo negro, que no es más que
un modelo ideal al que se pueden aproximar en la práctica los cuerpos reales recubriendo su
superficie con determinadas pinturas o modificando su forma; es, por lo tanto, un cuerpo es-
tándar con el que pueden compararse otros cuerpos radiadores. Luego, la energía en forma de
radiación emitida por las superficies reales es siempre menor que la que emitiría un cuerpo ne-
gro a la misma temperatura. Para cuantificar la radiación emitida por una superficie real res-
pecto a la que emitiría el cuerpo negro se utiliza el concepto de factor de emisividad, que re-
presenta la radiación emitida por una superficie respecto a la que emitiría el cuerpo negro.
A su vez, la transferencia de calor por radiación entre dos superficies cualesquiera, se ve modi-
ficada por el denominado factor de forma F12, que se interpreta como un factor de visión, que
representa geométricamente a la fracción de energía radiante total que abandona una superfi-
cie A1 y llega directamente a una segunda superficie A2.
Considerando estos elementos se determinó el modelo matemático que representa el meca-
nismo radiativo, denominado como Ley de Stefan-Boltzmann y se plantea para dos cuerpos
separados a una distancia dada, donde uno de ellos, el emisor, posee una temperatura super-
ficial (T1), la que le permite irradiar ondas electromagnéticas y que es considerablemente supe-
rior a la temperatura del cuerpo receptor (T 2). El flujo de calor (q) absorbido por el cuerpo de
baja temperatura es directamente proporcional al área irradiada, a un factor de emisividad, a
un factor de forma, a una constante general, denominada constante de Stefan-Boltzmann y a la
diferencia de las temperaturas elevadas a la cuarta potencia.
El valor de la constante de Stefan-Boltzmann es:
 W 
σ  5,67  10 8  2 
m  K 4 

Luego, la ley de Stefan-Boltzmann adopta la forma siguiente:


 
q  σ  A 1  Fε  FA1A 2  T14  T24
Donde, el factor de emisividad se establece a partir del comportamiento del cuerpo emisor y
receptor respecto de la intensidad emitida por un cuerpo negro. La capacidad de un objeto de
emitir radiación depende de diversos factores, incluyendo, el tipo de material, la condición de la
superficie y longitud de onda de la radiación emitida. El diagrama siguiente muestra el compor-

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tamiento de la intensidad de radiación del sol y de un cuerpo negro, respecto de la longitud de


onda emitida.

Los valores del factor de emisividad se encuentran tabulados dependiendo el material, la longitud
de onda de la radiación, el estado de la superficie y la temperatura superficial.
El factor de forma (FA1→A2), entre dos superficies cualesquiera, se interpreta como la fracción de
energía radiante total que abandona la superficie A1 y llega directamente a una segunda superficie
A2, constituyéndose esta energía radiante el flujo de calor radiativo.
Dado que la ecuación de Stefan-Boltzmann, considera solo la superficie emisora, implica que en el
evento que se desee analizar una situación desde la perspectiva de la superficie receptora, como
área de cálculo, se debe emplear el factor de forma de ésta última.
De modo que la siguiente ecuación permite trasladar el factor de forma de la superficie emisora a la
superficie receptora.
A 1  FA1A 2  A 2  FA 2A1
A continuación se presentan una tabla y gráficas que permiten evaluar los factores de forma para
los casos más comunes.

Placas paralelas del mismo ancho Placas contiguas largas

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2  2
c c 1  c c
FA1A 2  1     FA1A 2   1  1   
a a 2  a a 
 

Cuña simétrica larga Cilindro largo paralelo o esfera respecto de una


gran superficie plana

α 1
FA1A 2  1  sen  FA1A 2 
2 2

Cilindro largo paralelo a una placa Cilindros adyacentes largos y paralelos de diáme-
tros iguales

r  b  a   2 
FA1A 2   arctg   arctg  1 e  d
ba  c  c  FA1A 2     1  arcsen 
p   d  e 
 

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Superficie elemental y disco plano perpendi- Superficie elemental y disco plano paralelo al
cular al plano que contiene la superficie plano que contiene la superficie

a b a c
X ; Y X ; Y ; Z  X2  Y 2
c c b b
  1  Z  2  X2  Y 2 
X  1 X2  Y 2 FdA1A 2   1  
FdA1A 2    1 2  
2
 2

 1  X 2  Y 2  4  Y 2 
 Z2  4  Y 2  X2

Superficie elemental y rectángulo plano per- Superficies circulares planas con una normal cen-
pendicular al plano que contiene la superfi- tral común
cie

X
a
b
; Y
c
b
; Z X2  Y 2 X
a
c
; Y
c
b
 
; Z  1  1  X2  Y 2

  1   2
 arctg   A  Y  arctgA 
1
FdA1A 2  1 a
2π Y FdA1A 2   Z  Z 2  4    
  2  b 
 

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Superficie elemental y rectángulo plano paralelo al plano que contiene la superficie

c b
X ; Y
a c
1  X  Y  Y  X 
FdA1A 2   arctg  arctg 
2  π  1  X2    
 1 X  1 Y2  1 Y
2 2
 
Dos rectángulos planos iguales y paralelos

L h
X ; Y
D D

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FdA1A 2 
2

 ln
1 X  1 Y   Y 
2 2 
1  X2  arctg
Y  
  X  1  Y 2  arctg X  
  Y  arctgY  X  arctgX
π XY  1  X2  Y 2     
 1 X
2
 1 Y
2
   
Dos rectángulos planos con una arista común formando un ángulo de 90º

a c
X ; Y ; Z X2  Y 2
b b

1 

 1  1

 
 1  1  1  X2  1  Y 2    X  1 Z 
2 2
X2

 Y 2  1  Z2
 2
 Y2 

 Z  1  X    
FdA1 A 2    X  arctg   Y  arctg   Z  arctg   ln 
πY  X Y Z 4  1  Z2 2 2  Z  1 Y2
    
 

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Cilindros concéntricos con r1 como radio exterior y r2 como radio interior

r1 L
X ; Y ; A  Y 2  X2  1 ; b  Y 2  X2  1
r2 r2
1  B 1   1  π  A 
1
FdA1  A 2    arccos     A  22  2  X2  arccos B 
  B  arcsen   
X π  X   A  2 Y   X A   X 2 

Finalmente, existe el denominado coeficiente pelicular radiativo que se plantea de una manera
análoga al coeficiente pelicular convectivo medio, el que adopta la forma siguiente:
 
q  σ  A 1  Fε  FA1A 2  T14  T24  hrad  A 1  T1  T2 
Luego, el coeficiente pelicular radiativo se evalúa como:

h rad 
 
σ  A 1  Fε  FA1A 2  T14  T24
A 1  T1  T2 
Esta metodología permite obtener el denominado coeficiente pelicular combinado, que concentra
en un solo parámetro los mecanismos y efectos de la transferencia de calor por convección y ra-
diación. El que adopta la forma siguiente:
hcomb  hrad  hconv
Lo que permite evaluar el flujo de calor conjunto como:
q  hcomb  A 1  T1  T2 

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9. Intercambiadores de calor

Los intercambiadores de calor son los equipos mecánicos donde se realiza la transferencia de
calor entre dos fluidos, al entregarle a los fluidos las condiciones adecuadas tanto de área, co-
mo de regímenes de velocidades y diferencia de temperatura, que les permite maximizar su in-
tercambio energético.
Termodinámicamente se puede asumir a un intercambiador de calor como un sistema de flujo
estable y estado estable, adiabático con respecto al exterior, donde los fluidos intercambian ca-
lor por simple diferencia de temperaturas, cumpliéndose así la ecuación de conservación de la
masa y la ecuación de conservación de la energía, como se ilustrar en la figura siguiente:

Te1

Ts2 Te2

Ts1

Aplicando la ecuación de conservación de la masa y la ecuación de conservación de la ener-


gía, se tiene:
m 1  hs1  he1   m  2  hs2  he2   0
Luego, el flujo de calor intercambiado entre los fluidos es:
qm  1  h s1  h e1   m
 2  h s2  h e2 
El intercambiador de calor más típico es el denominado: tubo-carcasa, donde un tubo o conjun-
to de tubos, por cuyo interior circula un fluido en determinadas condiciones térmicas, se en-
cuentran alojados en el interior de una carcasa, por cuyo interior circula un segundo fluido en
determinadas condiciones térmicas, intercambiándose calor entre estos dos fluidos.
Más típico es el denominado: tubo-carcasa
La forma más básica de un intercambiador de calor del tipo tubo-carcasa, son dos tubos con-
céntricos, según se muestra en la figura siguiente.

et

dit kt Fluido 2
Ti e
Fluido 1 Te

det i

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A partir de esta figura es posible establecer el diseño básico de un intercambiador de calor tu-
bo-carcasa, ya que su función es proveer de las condiciones geométricas y de escurrimiento
necesarias para que la disponibilidad termodinámica de transferencia de calor entre los fluidos
puede llevarse a cabo, para lo cual se debe cumplir la siguiente igualdad entre los parámetros
termodinámicos y de trasferencia de calor.
qm   hs  he   Ui  A i  ΔTML  Fc
Donde los parámetros de transferencia de calor, ubicados a la derecha de la ecuación se ana-
lizan a continuación:
El coeficiente global de transferencia de calor Ui, para los tubos, se evalúa en dos condiciones,
la primera asumiendo a los tubos como limpios, esto es sin ninguna incrustación, tomando su
ecuación de evaluación la forma siguiente:
dit  ln et 
d
1 1  dit  dit
  
Ui  i 2 kt d et   e
La segunda forma que adopta el coeficiente global de transferencia de calor, corresponde a la
de tubo incrustado, Uii, donde se considera la existencia de incrustaciones de material sólido
presente en los fluidos que se adhieren a la pared del tubo, en el caso de agua se le denomina
como sarro y en el caso de gases de combustión se le llama hollín.
La presencia de esta capa o capas de incrustaciones, es producto del tiempo, los tipos de flui-
dos y las condiciones térmicas en que se realiza el intercambio de energía. En la práctica las
incrustaciones se comportan como capas aislantes sólidas, los que implica la aparición de
nuevas resistencias térmicas al paso del calor y con ello una reducción de la capacidad de in-
tercambio de calor entre los fluidos a medida que trascurre el tiempo.
Técnicamente se adoptan dos criterios para considerar el efecto de las incrustaciones, el pri-
mero de estos criterios, son tablas de valores que dan cuenta de la reducción porcentual del
flujo de calor con respecto al tiempo, los fluidos y las condiciones térmicas del intercambio de
calor. Este valor se aplica directamente sobre el coeficiente global de transferencia de calor del
tubo limpio, tomando la forma siguiente:
Uii  red  Ui
El segundo criterio utilizado corresponde a tablas de valores donde se obtienen valores para el
crecimiento del espesor de una incrustación específica respecto del tiempo, los fluidos y las
condiciones térmicas del intercambio de calor. De modo que con estos valores es posible re-
calcular el coeficiente global de transferencia de calor para el tubo incrustado según la ecua-
ción siguiente:
di  ln it  di  ln et  di  ln ie 
d d d

1 di  dii   dit   d et  di
    
Uii dii   ii 2  k ii 2 kt 2  k ie die   e
El área de intercambio de calor de los tubos es función de su diámetro, longitud, número de tu-
bos y el número de pasos o veces que un mismo tubo pasa por la carcasa. En términos de
ecuación su forma es la siguiente:
A i  π  di  L  n  p
A medida que los fluidos escurren por los tubos y la carcasa, sus temperaturas comienzan a
variar, de hecho la diferencia de temperaturas entre los fluidos disminuye dependiendo de su
flujo relativo (paralelo o contracorriente) y del tiempo de residencia de los fluidos dentro del in-
tercambiador, de modo que se debe utilizar un valor medio que represente la diferencia de las
temperaturas entre los fluidos dentro del intercambiador, a este valor se denomina como tem-
peratura media logarítmica y se evalúa de la manera siguiente:
ΔTc  ΔTf
ΔTML 
ln c 
ΔT
Δ 
 T f 
Su aplicación es independiente de dos posibles disposiciones de tubos dentro de la carcasa,
las que son las siguientes:

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Flujo contracorriente Flujo paralelo


Tef Tef

Tsc Tec Tsc Tec

Tsf Tsf

Tc

Tc
Tf
Tf

El factor de corrección corresponde a una situación análoga a la anterior, pero esta vez origi-
nada en la cantidad de veces que el mismo tubo ingresa a la carcasa, lo que se denomina co-
mo número de pasos, incrementando con ello su tiempo de residencia y por ende el tiempo en
que puede intercambiar calor. Este factor sólo tiene sentido cuando el número de pasos supera
a uno, luego si el tubo ingresa una sola vez en la carcasa el factor de corrección es unitario.
Para los otros casos, cuando el numero de pasos es mayor que uno, el valor del factor de co-
rrección oscila entre 0 y 1, cuando. Sin embargo, en el evento que en el intercambiador exista
un cambio de fase en uno de los fluidos, por lo tanto exista un proceso isotérmico, el factor de
corrección se asumirá como unitario, esto es en condensadores, evaporadores, calderas de
vapor, etc., el valor del factor de corrección es uno, (Fc = 1).
Para todos los demás casos es necesario evaluar el factor de corrección a partir de tablas, de
acuerdo a las temperaturas de los fluidos y el arreglo de los tubos, como se indica en las figu-
ras siguientes:

Tef

Tec

Tsc
Tsf

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Tsc  Tec Tef  Tsf


P R
Tef  Tec Tsc  Tec

Tef

Tec

Tef
Tsc
Tsf

Tsc  Tec Tef  Tsf


P R
Tef  Tec Tsc  Tec

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En la práctica el método más utilizado para el cálculo de intercambiadores de calor sin cambio
de fases, es a través del método denominado NTU o número de unidades de calor, las que se
define como:
Ui  A
NTU 
m 
  Cp 
minimo
Este método introduce el concepto de eficiencia de intercambiador de calor, el que se define
como:
q
ε  int ercambiado
qmáximo
Donde, considerando a los subíndices: f como frío (fluido de menor temperatura) y c como ca-
liente (fluido de mayor temperatura), e para entrada al intercambiador y s para salida del inter-
cambiador, se tiene que la eficiencia queda en función de la proporción de disponibilidad masi-
ca de energía disponible para intercambiase:
T  Tef
ε  sf sí m f  Cpf  m
 c  Cpc
Tec  Tsf
Tec  Tsc
ε sí m f  Cpf  m
 c  Cpc
Tec  Tef
Finalmente se define a la razón de capacidad como:

  Cp
m 
CR  minimo
m
  Cp 
máximo
A partir de estas relaciones, se puede evaluar los distintos tipos de arreglo y sentidos de flujo,
según se indica a continuación:

Flujo paralelo:
1  e CR 1NTU  ln1  CR  1  ε 
ε NTU 
CR  1 CR  1
Flujo paralelo con cambio de fase:
ε  1  eNTU NTU   ln1 ε 

Flujo contracorriente:
1  e 1CR NTU  ln1  ε  1  ε  CR 
ε NTU 
1  C  e 1CR NTU
R
CR  1
Flujo contracorriente con cambio de fase:
NTU ε
ε NTU 
1  NTU 1 ε
Flujo en intercambiador de dos pasos:
2
ε
  1 CR  NTU
  2 2
1  
  
 

1 e
1  CR   1  CR2 2 
1

  1CR  NTU 
  2 2
1 
 1 e  

2

 ε  1  CR  1  CR
2 2
1

NTU   1
 1  CR2 2
 ln  
1 

 2  1  CR  1  CR2 2 
 ε 

Una vez determinado el número de unidades de calor, es posible conocer tanto el valor del
coeficiente pelicular convectivo medio del escurrimiento, alguna de las temperaturas de ingreso

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o salida del intercambiador, la cantidad de energía intercambiada y los caudales masicos de


fluido para una situación determinada, con la ayuda de la ecuación de conservación de la
energía planteada en términos de calores específicos.
m  f  Cpf  Tsf  Tef   m
 c  Cpc  Tsc  Tec   0

10. Bibliografía

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