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¿Alguna vez has sentido que a tus cuadros les falta algo?, ¿Has sentido que no logras
darle el volumen adecuado a los objetos?, ¿Sientes que la imagen se ve demasiado
plana y no tan realista como esperabas?, ¿no sabes cómo dar buenas luces y sombras a
tus obras?.
Esta característica llamada valor o valor tonal es por lo general incluso más relevante
que el matiz en sí del color, a menos de que se trate de una obra colorista bien ejecutada,
como te comentaré más adelante, y su gran importancia radica en los efectos que
proporciona:
Dada la importancia del valor tonal, muchos artistas hacen primero un estudio en blanco
y negro del objeto de la obra, para determinar las sombras, luces y medios tonos, y
ajustarlos según sus necesidades para crear mayor interés, para realzar la imagen,
simplificarlo o lograr un efecto determinado.
Quizás hayas oído hablar de la pintura en grisalla, muy útil y popular entre muchos
artistas clásicos realistas. Se trata de pintar las primeras capas de la obra en escalas de
grises, o también en otras escalas monocromáticas, como las hechas con colores tierra, o
un tono verde llamado Verdaccio. Este paso te ayuda a lograr efectos de profundidad y
luminosidad en la obra así como evaluar correctamente los valores tonales, lo que te
permite plantear “el mapa de la obra” en una capa inicial que servirá de base para
adecuar los valores de los colores en las capas siguientes. Veamos el ejemplo que vimos
en el artículo sobre la artista Rusa Olga Rybakova.
Si vas a pintar a partir de una foto, te será muy útil hacer una copia o impresión de la
imagen en blanco y negro para evaluar mejor los valores tonales al separar el aspecto
del color.
Algunos de mis lectores gustan de las obras impresionistas, fauvistas, naif, etc, en donde
el color juega un papel muy importante y determinante, como en las obras de Vincent
Van Gogh, Cezanne, Monet, etc. A este tipo de pintores se les llama “coloristas”, y
tienden a realizar obras con un estilo más espontáneo, no se preocupan demasiado por el
aspecto del valor, volúmenes o realismo, sino por un buen contraste, armonía, matices
intensos y aprovechamiento del color.
Por su parte, los “tonalistas o valoristas” son los que hacen énfasis en un buen
contraste de luces y sombras para hacer resaltar su obra y darle personalidad. Las obras
realistas tienden usualmente a hacer uso del valorismo. Aquí encontramos desde los
pintores de la antigüedad como Jan Van Eyck, Robert Campin, Roger Van Der Weyden,
Rembrandt, Vermeer, Rubens, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli, Raphael,
etc., hasta muchísimos pintores de la actualidad.
Rembrandt fue uno de los artistas clásicos que más uso hizo del contraste entre luces y
sombras, en la técnica llamada claroscuro, lo que le permitía hacer efectos más
dramáticos en sus obras y resaltar puntos clave en ellas.
“Filósofo meditando” – Rembrandt (1632)
Igualmente hay artistas que con gran talento saben combinar ambas expresiones,
pintando maravillosas obras con llamativos colores y riqueza tonal.
En el siguiente ejemplo, puedes ver que lo que define la obra no es en sí los colores, ni
el tipo de pinceladas, que pueden distar incluso mucho de lo que se consideraría
“realista”, pero que por lo claro u oscuro que se ponga el color, se van definiendo las
sombras y luces que originan las formas y su volumen.
Obra de la Artista Peihang Huang. A la derecha obra original, a la izquierda en blanco
y negro, demostrando que no es el color el que define las formas sino su valor tonal
Se produce un cambio en la percepción del color cuando se rodea de otro más claro o
más oscuro que este. Si se rodea de un color más claro, el contraste hará que se vea más
oscuro, si le rodea un color más oscuro hará que se vea más claro.
Por ejemplo si tenemos una mancha de chocolate en una camisa blanca: es muy notorio,
llama más la atención y nos daremos cuenta de que ahí está la mancha, porque el oscuro
del chocolate se hace notar más con el fondo blanco de la camisa. Pero si por ejemplo
cae sobre una camisa roja oscura, o un azul oscuro, pues quizá tengamos la suerte de
que pase un inadvertida, que no sea tan dramática la situación, pues el café oscuro del
chocolate no resaltará tanto.
En la siguiente imagen, podrás verlo con más claridad. El cuadrado gris que está sobre
la zona blanca se ve de un valor más oscuro que el que está sobre la zona negra. Sin
embargo, como vemos en la parte de abajo, si aislamos todos los cuadrados grises para
verlos en un fondo igual (en este caso blanco), comprobaremos que todos tienen
exactamente igual valor tonal.
Cuando se trata de evaluar el valor tonal en otros colores, se complica un poco más,
pues además de variar el grado de luminosidad, será notoria la variación en la intensidad
(grado de viveza) e incluso el matiz (o color en sí), tal como lo puedes ver en los
siguientes ejemplos:
¿Y cómo evaluar correctamente el valor tonal de un
color sin dejarnos engañar?
Para superar este obstáculo que los misterios de la luz en el color nos presentan,
podemos recurrir a una herramienta muy sencilla que ha sido utilizada por
numerosos artistas. Esta herramienta es la “Escala de valores tonales para los
grises”, y nos ayudará a evaluar correctamente el valor de un color para
determinar mejor las luces, sombras, tonos y medios tonos, logrando una pintura
más realista.
Dada la importancia que merece, y para no hacer muy larga la lectura de este
artículo, te explicaré más sobre la Escala de grises en el siguiente artículo:
“Evaluando el valor tonal en la pintura con una escala de grises“, allí te enseñaré
cómo la puedes conseguir o hacer de forma casera, y el secreto para utilizarla.
¡Hasta pronto!
Si no has leído dicho artículo, lo puedes ver en el siguiente enlace, “Valor tonal: Luces
y sombras en la pintura para lograr cuadros realistas”. Así será más fácil entender lo
que te vamos a hablar hoy.
Esta es una escala sencilla que elaboré en formato digital, y que puedes descargar
gratuitamente para imprimir en un papel apropiado (como el fotográfico mate o
cartulina opalina) con una buena calidad de impresión en blanco y negro pues las
impresoras a veces añaden azul y otros colores cuando imprimen el negro. Deberás
recortarla y hacerle los orificios.
También se le llama “buscador de valor” y como puedes ver no es más que un pedazo
de papel grueso con un orificio o abertura en cada uno de los tonos grises que la
componen los cuales van del blanco hasta el negro. Se enmarca dentro del agujero la
zona a la cual se le quiere determinar el valor, hasta que se establezca con cuál de los
valores grises se corresponde en cuanto al grado de luminosidad. Por ejemplo, en la
siguiente gráfica la zona de la flor que quería determinar se correspondía con el valor
más claro, que es el blanco, aunque es un poco apenas más oscuro, pero no tanto como
el segundo valor que es un gris muy claro. Aunque no lo muestro en la foto, el brillo de
la flor de la izquierda si correspondería al tono.
Si aún no te queda muy claro el concepto, más adelante te lo ampliaré, y te diré uno de
los mejores trucos, tips o secretos para evaluar un valor tonal.
Primero debes cortar un cartón no muy grueso, en una franja de 22.5 cm x 3cm,
y dividirlo en nueve espacios de 2.5cm. Puedes usar un cartón de una caja de
zapatos o similar, y aplicarle unas dos capas de gesso acrílico o pintura blanca,
por ambos lados, para que no se curvee. También puedes usar los papeles que
venden ya preparados para ejercicios de pintura al óleo.
Luego, harás un orificio en cada uno de los espacios. Puedes hacerlos paciente y
cuidadosamente con un bisturí (exacto o cutter), o con una máquina perforadora,
te quedará algo así:
En la imagen anterior puedes ver las mezclas con las que pintarás cada uno de
los espacios, las puedes hacer con acrílicos que secan más rápido, o con óleos,
pero sabes que éstos tardarán unos cuatro o cinco días en secar. Las obtendrás
siguiendo el siguiente modelo:
Dado que el poder de tinción del negro es mayor, las proporciones no serán
exactamente mitad y mitad para formar el gris de valor medio (medio tono), sino
que las deberás adecuar agregando poco a poco el negro al blanco. Este medio
tono obtenido a su vez se mezclará por un lado con el blanco, para producir un
gris claro intermedio (medio tono claro), y con el negro para obtener un gris
oscuro intermedio (medio tono oscuro).
De forma similar formarás los valores 2, 4, 6 y 8 para completar los 9 tonos
grises. Una vez tengas estas nueve mezclas es posible que tengas que corregir
algunos de los grises para hacer una escala que no de saltos irregulares, es decir
que no pase muy abruptamente de un tono al otro.
Finalmente ya listas tus mezclas podrás pintar cada uno de los espacios de tu
escala, así:
Al principio, cuando se comienza a practicar este tema de los valores tonales se hace
algo complejo, pues la vista no está entrenada para evaluar esta característica, y es aún
más difícil porque el ojo tiende a fijarse en detalles y no en el conjunto. Es como ver y
no ver al mismo tiempo.
Para esquivar este inconveniente debes entrecerrar los ojos, o también entornarlos un
poco hacia la nariz (haciendo bizco pero sin que se creen dos imágenes) de forma que se
forme una imagen borrosa que te favorezca ver “manchas o masas” en lugar de detalles
separados.
Cuando haces esto y varias zonas de una imagen se agrupan en una misma masa,
significa que tienen valores tonales similares, aunque tengan diferente color.
Hay que tener la precaución de ubicar la escala de manera que reciba las mismas
condiciones lumínicas que la imagen u objeto que se evalúa.
Con frecuencia, la zona de estudio puede estar intermedia entre dos tonos, ello porque el
ojo humano puede diferenciar mucho más que 7,9 u 11 valores de grises, pero ya
sabremos el grado de luminosidad aproximado para formar nuestro color.
Conclusión
En resumen, para hacer una mezcla cuyo grado de luminosidad es confuso, miraremos
la zona de la imagen original (ya sea una foto o un modelo real) a través de cada uno de
los agujeros de la escala pero entornando o entrecerrando los ojos, hasta que
encontremos el valor con el cual se “fusiona” mejor. Ya que tenemos determinado esto,
vamos haciendo nuestra mezcla para la zona en estudio, de forma que su grado de
oscuridad o luminosidad coincida con el valor de la escala tonal encontrado (ver artículo
sobre cómo aclarar u oscurecer colores).
Por supuesto que para dar con la mezcla exacta no bastará solamente conocer el valor
tonal, sino que previamente se deberá determinar el color o matiz base (verde, azul,
naranja, amarillo, violeta rojizo, etc), luego ajustar el valor tonal determinando y
finalmente la intensidad (vivacidad o apagamiento). Esta parte es algo extensa de
abordar, así que por el momento no lo ampliaré.
Con la práctica es posible que no necesites usar demasiado la escala, pero te seguirá
siendo útil el entrecerrar los ojos para poder evaluar las relaciones entre las diferentes
zonas de la imagen, determinando por ejemplo: “esta mancha es la más oscura de
todas”, “esta zona es la más clara de todas”, “esta masa es más oscura que esta”, “esta
mancha es más clara que esta otra”, “esta mancha es igual que aquella”, etc., con lo cual
podrás lograr una buena armonía y contraste adecuado en tu cuadro.
Espero que te sea de utilidad esta Escala de grises y que pongas en práctica todo lo
visto sobre los valores tonales (aún queda mucho por hablar de ello), para que tus
pinturas mejoren notablemente y se te haga más sencilla la resolución de mezclas.
¡Hasta pronto!