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La Materia Oscura y Los

Agujeros Negros
Martín Orlando Gil Cardona
De acuerdo con el modelo cosmológico estándar, el universo
comenzó hace aproximadamente 14.700 millones de años en
una gran explosión espontanea del espacio a partir de un punto
de infinita densidad. La Teoría del Big Bang no es el único
modelo que existe, pero si ha salido favorecido gracias a la
sólida base experimental que lo sustenta: se han observado la
expansión del espacio, la energía remanente del Big Bang
(radiación cósmica de fondo) y la abundancia relativa de los
elementos livianos en el universo tal como lo predice el
modelo. Descubrimientos sobre el origen del universo y
algunas observaciones astronómicas recientes parecen indicar
que el universo a gran escala está constituido en su mayoría
por una forma de materia aún no observada. Las teorías de las
partículas elementales permiten la posibilidad de la existencia
de formas de materia en el universo que aun no hemos
Proyecto Un Rincón para detectado y Los A.N. son ahora candidatos a la Materia Oscura.
El Cosmos

Medellín, Colombia

3017157550

Cód. Postal 050012

17/08/2016
La Materia Oscura y Los Agujeros Negros

Proyecto: Un Rincón para el Cosmos


Por Martín Orlando Gil C. Físico teórico, Medellín Colombia,
De la serie de trabajos monográficos para la divulgación de la ciencia de frontera
Imagen de la Portada: El centro de nuestra Galaxia es un A.N., Crédito de la Imagen: Observatorio de
rayos-X Chandra.

De acuerdo con el modelo cosmológico estándar, el universo comenzó hace aproximadamente


14.700 millones de años en una gran explosión espontanea del espacio a partir de un punto de
infinita densidad. La Teoría del Big Bang no es el único modelo que existe, pero si ha salido
favorecido gracias a la sólida base experimental que lo sustenta: se han observado la expansión
del espacio, la energía remanente del Big Bang (radiación cósmica de fondo) y la abundancia
relativa de los elementos livianos en el universo tal como lo predice el modelo. Descubrimientos
sobre el origen del universo y algunas observaciones astronómicas recientes parecen indicar que
el universo a gran escala está constituido en su mayoría por una forma de materia aún no
observada. Las teorías de las partículas elementales permiten la posibilidad de la existencia de
formas de materia en el universo que aun no hemos detectado y loa Agujeros Negros (A.N.) son
ahora candidatos para explicar la Materia Oscura del Universo.

Una serie de interrogantes han surgido como consecuencia de la aplicación de las modernas teorías y la
confrontación con lo observado en el universo cercano como la naturaleza de ésta misteriosa forma de
materia y qué posibilidades experimentales existen para su observación.

Pero, cuál fue el origen de esta hipótesis y qué tan fuerte es la evidencia experimental a su favor?,
astrónomos del siglo XIX detectaron que la órbita de Urano se desviaba con respecto a los resultados
predichos por la mecánica de Newton. En 1846 el astrónomo francés Urbain Jean Joseph Le Verrier
postuló la existencia de un octavo planeta (Neptuno) que al ser colocado estratégicamente en una órbita
especial explicaría las desviaciones observadas en la órbita de Urano.

Neptuno fue un ejemplo de materia oscura, es decir una forma de materia cuya existencia se postula
para resolver un problema relacionado con la interacción gravitacional de un sistema astronómico. Hoy,
tanto los astrofísicos, estudiosos del macrocosmos y los físicos de partículas expertos en el microcosmos,
introducen nuevas formas de materia para explicar las observaciones que no concuerdan con las
teorías.

La física de partículas elementales y la astrofísica han venido en un proceso de convergencia en el que


tanto sus teorías como sus descubrimientos están mutuamente ligados.

Un buen número de preguntas persisten dentro de la concepción de los modelos estándar del Universo:
No estamos seguros si seguirá la expansión del universo para siempre, otra cuestión es conocer más
sobre el proceso que genera la energía en las estrellas, de lo que aún falta por avanzar. Aún hay ciertos
cuestionamientos sobre cómo se formaron las galaxias y cuáles son los mecanismos que explican
la estructura a gran escala del universo.

Las respuestas a estos cuestionamientos fundamentales dependerán de nuestro conocimiento sobre la


cantidad materia en el universo y su naturaleza.

La materia oscura puede ser por ejemplo de esa materia oculta, al igual que los planetas en otros
sistemas solares en nuestra galaxia o en otras galaxias, que por no tener luz propia no los hemos
observado. También pueden existir grandes cantidades de masa en el espacio interestelar en forma de
nubes de partículas de polvo o gas. El mejo indicio de existencia de materia oscura proviene de la
observación del movimiento de las estrellas externas de una galaxia, estos se mueven a velocidades que
no corresponden con la cantidad de masa del núcleo galáctico, aparentemente violando las leyes de
Kepler, lo que nos conduce a suponer la existencia de una especie de red o campo de partículas que
contribuyen con ese movimiento. Para explicar esto se han propuesto varios candidatos del mundo
subatómico.

Los posibles cuerpos ocultos, planetas o nubes de gas no observados estarían constituidos por materia
normal, es decir, por materia hecha de los átomos que aparecen en la tabla periódica. Sin embargo, en
el universo pueden existir otras manifestaciones de materia oscura como los famosos agujeros negros o
formas más exóticas como algunas partículas cuyos nombres son tan oscuros como su naturaleza:
Neutralinos, Axiones, Neutrinos, Gravitinos, Fotinos, bosones de Higgs, Monopolos magnéticos, WIMPS y
otras que seguro arrojarán las nuevas y próximas teorías.

La Materia Oscura y el origen del universo

De acuerdo con el modelo cosmológico estándar, el universo comenzó hace aproximadamente 15 mil
millones de años en una gran explosión espontanea del espacio a partir de un punto de infinita densidad.
La Teoría del Big Bang no es el único modelo que existe, pero si ha salido favorecido gracias a la
sólida base experimental que lo sustenta: se han observado la expansión del espacio, la energía
remanente del Big Bang (radiación cósmica de fondo), y la abundancia relativa de los elementos livianos
en el universo tal como lo predice el modelo.

Modelo de la Inflación

Los físicos Alan H. Guth del MIT y Andrei D. Linde del Instituto Lebedev de Ciencias Físicas de Moscú,
independientemente Andras Albrecht con Paul Steinhardtle dieron la transcripción moderna y se
desarrolló la idea de una fase inicial del universo según la cual el universo se origina con la expansión
acelerada del espacio. En el modelo de inflación la densidad de energía en el universo corresponde a
la densidad crítica.

La inflación afirma que hubo un periodo de expansión exponencial en el Universo muy pre-primigenio,
esta expansión es exponencial ya que la distancia entre dos observadores fijos se incrementa
exponencialmente, debido a la métrica de expansión del Universo; un espacio-tiempo con esta
propiedad, es denominado un espacio de Sitter. Las condiciones físicas desde un momento hasta el
siguiente son estables: la tasa de expansión, dada por la constante de Hubble, es casi constante, lo que
lleva a altos niveles de simetría. La inflación es a menudo conocida como un periodo de expansión
acelerada porque la distancia entre dos observadores fijos se incrementa a una tasa acelerada en el
movimiento de alejamiento. Sin embargo, esto no significa que el parámetro de Hubble se esté
incrementando.

Si sumamos toda la masa de las galaxias y las estrellas que podemos observar, ésta apenas es el 2% de la
densidad crítica, el 98% restante puede ser materia oscura o una fuente de presión negativa que
clásicamente se había llamado la constante cosmológica.

Estructura del Universo y formación de Galaxias

Otra razón para pensar que debe existir materia oscura viene del estudio del proceso de formación de
galaxias y cúmulos de galaxias. Nosotros sabemos que la distribución de masa a gran escala en el
universo no es completamente homogénea, presenta cúmulos y concentraciones muy densas. Porqué la
masa en el universo no está distribuida de forma completamente homogénea como las partículas de gas
en un globo.

La materia en el universo no se distribuye como las moléculas en un gas (de lo contrario no existirían
galaxias y no estaríamos aquí, sino que se acumula en unos centros formando así las galaxias y los
cúmulos de galaxias. El mecanismo que da origen a las agrupaciones de masa observadas es el de
colapso gravitacional de grandes nubes de hidrógeno y helio.

La distribución de materia en épocas muy remotas del universo presentaba pequeñísimas fluctuaciones
que terminaban produciendo algunas regiones más densas que otras. El universo se enfría a medida que
avanza la expansión y eventualmente las regiones más densas reúnen la masa necesaria para formar un
sistema que pueda mantenerse como una entidad separada por la acción de su propia atracción
gravitacional. A partir de este momento ocurre el colapso gravitacional del sistema el cual terminará en
galaxias y estructuras mayores formadas por agrupaciones de galaxias.

Estudiando los catálogos de galaxias los astrofísicos han podido darse una idea sobre cómo están
distribuidas en el espacio estas estructuras y basados en la interacción gravitacional y las leyes de los
fluidos en un espacio en expansión se ha calculado qué tan grandes e intensas han debido ser esas
fluctuaciones originales en la densidad de la materia. La pregunta sobre cuáles son las características de
las fluctuaciones primigenias en la densidad de la materia son muy relevantes, especialmente ahora que
contamos con datos originados en la época del universo justo cuando comenzaba el colapso
gravitacional. La radiación cósmica de fondo, descubierta por Arno Allan Penzias y Robert Woodrow
Wilson en 1965, es la radiografía del universo cuando éste apenas cumplía sus primeros 700 mil años de
edad y el proceso de formación de estructuras apenas comenzaba. Ellos midieron una temperatura
media del universo de 4 grados Kelvin.

Debido a que la radiación y la materia en el universo temprano estaban en equilibrio térmico, las
fluctuaciones en la materia necesariamente producían fluctuaciones en la radiación. Es de esperarse
entonces que la radiación cósmica de fondo exhiba pequeñas fluctuaciones o anisotropías en su
temperatura.

Las observaciones del proyecto COBE (Observador de la radiación cósmica de fondo) de la NASA lanzado
en Noviembre de 1989 han confirmado la existencia de estas anisotropías en el fondo cósmico de
microondas. Sin embargo, la amplitud de las fluctuaciones detectadas por COBE resultan ser solo de una
parte en cien mil, lo cual es más pequeño de los que esperaríamos si queremos explicar la distribución
observada de la materia en el universo a partir de fluctuaciones primordiales. Una manera de resolver
este problema es introduciendo materia oscura que interacciona débilmente, de esta forma se tiene la
fuente de atracción gravitacional requerida para formar estructuras sin perturbar demasiado el campo
de radiación.

Una de las virtudes del modelo inflacionario es que éste explica el origen de las fluctuaciones
primordiales en la materia a partir de las fluctuaciones cuánticas del campo que produce la inflación. La
propiedad fundamental de las fluctuaciones primordiales predichas por los modelos inflacionarios es que
éstas aparecen de igual forma a todas las escalas de longitud. En un análisis que se ha realizado sobre las
anisotropías detectadas por el proyecto COBE y basado en las propiedades topológicas de los mapas de
radiación se pudo determinar que las características de las anisotropías de la radiación cósmica de
fondo, son consistentes con las propiedades de invariancia de escala predichas por el modelo
inflacionario.

Sobre la materia oscura

En una de las publicaciones del teórico Pablo J. Berneo, menciona que hay una fuerte evidencia,
mediante variedad de observaciones diferentes, de la existencia de una gran cantidad de materia oscura
en el universo. El término "materia oscura" alude materia cuya existencia no puede ser detectada
mediante procesos asociados a la luz, es decir, no emiten ni absorben radiaciones electromagnéticas, así
como no interaccionan con ella de modo que se produzcan efectos secundarios observables; esta
materia ha sido inferida solamente a través de sus efectos gravitacionales.

Hay también una extensa evidencia circunstancial de que al menos alguna cantidad de esta materia
oscura es de naturaleza no bariónica, es decir, compuesta de partículas elementales distintas a los
protones, neutrones (los bariones son todas aquellas partículas compuestas por tres quarks, tales como
el protón o el neutrón; el electrón no es un barión sino un leptón, pero por simplicidad siempre que nos
referimos a los bariones cuando hablamos sobre materia oscura se sobreentiende que incluimos a los
electrones como si de un barión más se tratase). Estas partículas deben haber sobrevivido desde el Big
Bang y por lo tanto, deben ser estables o tienen tiempos de vida que exceden la edad actual del
universo, o sea que, durante la existencia de una partícula a esta le pueden llegar a ocurrir dos cosas:
puede desintegrarse en otras partículas distintas y el tiempo que han tardado en hacerlo desde que
fueron "creadas" lo llamamos su tiempo de vida o pueden ser estables por lo que nunca se desintegrarán
o transformaran en otra especie.

La abundancia de materia oscura normalmente se contabiliza en términos de su densidad de masa en


unidades elegidas de modo que son equivalentes a tantos por uno, siendo la densidad que contabiliza
toda la masa existente, independientemente de su naturaleza igual a uno. La cantidad total de materia
visible, es decir, materia cuya existencia es inferida mediante emisión o absorción de fotones, es
aproximadamente 0.005, con una incertidumbre de al menos un factor de dos veces la medida.

La evidencia más fuerte de materia oscura está en las curvas de rotación de las galaxias espirales. En
estas observaciones, la velocidad azimutal de las nubes de hidrógeno rodeando la galaxia es medida
(mediante desplazamiento Doppler) en función de la distancia al centro de la galaxia o radio galáctico. Si
no hubiese materia oscura, a distancias suficientemente alejadas del centro o bulbo de la galaxia
encontraríamos que la velocidad es inversamente proporcional al radio o distancia galáctica, ya que la
masa visible de una galaxia espiral está prácticamente concentrada en su centro, estando el resto
sobrante distribuido a su alrededor en forma de lo que denominamos brazos. Sin embargo,
observaciones de muchas galaxias espirales indican una velocidad que es independiente de la distancia a
grandes distancias con un valor típico de unos 200 Km s-1. En otras palabras, el movimiento de la materia
que compone la estructura de una galaxia espiral no verifica las leyes de Kepler.

Una "curva de rotación plana" como esta implica que la masa total dentro de un radio dado crece
linealmente con la distancia. Se sugiere como modelo para intentar explicar este hecho el de una esfera
auto-gravitante de gas ideal a una temperatura uniforme, que depende directamente de la masa de la
partícula de materia oscura, podría tener este perfil de masa.

Las curvas de rotación se miden a lo largo de algunas decenas de kiloparsec, implicando una masa total
dentro de este radio que es típicamente unas diez veces la masa visible. En nuestra galaxia, estimaciones
de la densidad local de la materia oscura típicamente da un valor de 0.3 GeV.cm-3, pero este resultado es
muy sensible al modelo del halo de materia oscura en la galaxia.

Otras indicaciones de la presencia de materia oscura vienen de observaciones del movimiento de


galaxias y gas caliente en cúmulos de galaxias. El resultado total es que la densidad de materia oscura es
aproximadamente 0.2. Estudios en campos de velocidad a gran escala resultan en una densidad igual o
mayor que 0.30 , por otro lado, estos métodos de determinación requieren algunas suposiciones
astrofísicas sobre cómo se forman las galaxias.

Ninguna de estas observaciones nos da una indicación directa de la naturaleza de la materia oscura. Si es
bariónica, las formas que puede tomar están severamente restringidas, ya que la mayoría de las formas
permitidas de este tipo de materia oscura emite y absorbe fotones en por lo menos una banda de
frecuencia observable. Algunas posibles excepciones incluyen remanentes (de enanas blancas, estrellas
de neutrones, agujeros negros) de una temprana generación de estrellas masivas u objetos más
pequeños que nunca iniciaron la combustión nuclear y por otro lado, podrían tener masas menores que
aproximadamente la décima parte de la masa solar.

Estos objetos masivos y compactos del halo son colectivamente llamados machos. Resultados
preliminares de la búsqueda de machos mediante efectos de lente gravitacional indican que un halo
estándar tiene una fracción de masa no mayor que el 0.66% de machos con masa menor que 0.1 masas
solares al 95% de nivel de confianza, pero es posible construir modelos de un halo sólo compuesto de
machos que es consistente con todas las observaciones.

Hay sin embargo, varios argumentos indirectos los cuales argumentan a favor de una cantidad
substancial de materia oscura no bariónica. En primer lugar, la nucleosíntesis (o formación de núcleos en
el espacio) nos da los límites 0.010<W , h2<0.016, donde "W " es la densidad de materia oscura y "h" es
un parámetro que depende del valor de la constante de Hubble. El límite superior en W es
substancialmente menor que el valor W ³ 0.3 dado por medidas a gran escala, incluso la constante de
Hubble está cerca del límite inferior de su intervalo permitido de la forma más optimista posible,
0.4<h<1.0. Un segundo argumento puramente teórico es que los modelos inflacionarios (se utilizan para
explicar la evolución del universo según el modelo del Big Bang y son ampliamente considerados como
proveedores de explicaciones de un gran número de extrañas paradojas de otra índole con resultados
hasta ahora muy satisfactorios) generalmente predicen que la densidad total de toda la materia es la
unidad, englobando todas las especies presentes sean cuales sean. Finalmente, sin materia oscura no
bariónica es difícil construir un modelo de formación de galaxias que prediga fluctuaciones lo
suficientemente pequeñas en la radiación de fondo cósmica de microondas que observamos
experimentalmente de forma inequívoca.

Con el propósito de obtener modelos de formación de galaxias, la materia oscura no bariónica se


clasifica como "caliente" o "fría", dependiendo de si las partículas de materia oscura son relativistas (se
mueven a velocidades próximas a la de la luz) o no relativistas (su velocidad es significativamente inferior
a la velocidad de la luz) en el momento en que el horizonte de la futura galaxia engloba suficiente
materia como para comenzar el proceso de formación.

Si las partículas de materia oscura están en equilibrio termodinámico con los bariones de materia visible
y la radiación (significa que la materia oscura, los bariones y la radiación o fotones están a la misma
temperatura y presión), entonces sólo la masa de la partícula de materia oscura es relevante para
conocer si la materia oscura es caliente o fría, con una línea divisoria en una masa de 1 KeV (para
hacernos una idea de esto, recordemos que la masa de un electrón en estas unidades es de 511 KeV).

Ahora bien, especificar un modelo requiere dar la función de las fluctuaciones de la densidad inicial de
todo el cúmulo de materia que se dispone para convertirse en galaxia. Los modelos inflacionarios
generalmente predicen una que es casi invariante ante cambios de escalas.

Dada esto, los modelos con sólo materia oscura fría son mucho más exitosos que los modelos con sólo
materia oscura caliente al reproducir la estructura observada del universo. Otra clase de modelos usa
fluctuaciones debidas a defectos topológicos en la configuración inicial del conjunto de materia que
comienza a formar la galaxia, pero estos son mucho más duros de analizar con un detalle
cuantitativamente comparable al resto de los modelos, por lo que las comparaciones y los contrastes
entre distintos modelos se hace muy difícil.

El mejor candidato para materia oscura caliente es uno de los tres neutrinos (es decir, si tenemos un
neutrino por cada familia o generación de partículas elementales, el candidato es el neutrino de una de
las tres familias), dotado con una masa calculada con el modelo de Majorana (donde la partícula es su
propia antipartícula), tal neutrino contribuiría a la densidad de materia oscura en un valor igual al resto
de la densidad multiplicado por su propia masa.

Hay otra restricción para los neutrinos si están formando los halos de las galaxias enanas: el principio de
exclusión de Pauli, que impide que dos neutrinos distintos tengan la misma energía, restringe el número
de neutrinos que pueden encajar dentro del espacio de un halo, lo cual pone un límite inferior a la masa
del neutrino en m³ 80 eV.

No hay actualmente partículas conocidas que puedan ser candidatos a materia oscura fría. Sin embargo,
muchas extensiones propuestas del modelo estándar (modelo global que explica de manera unificada la
naturaleza y características de todas las partículas conocidas, y que es el que hasta ahora mayores
resultados a producido) predicen una partícula estable (o de vida suficientemente larga). La clave se
convierte entonces en predecir el valor de la densidad de materia oscura para conocer su masa y
cualidades imposibles de predecir.

Si la partícula es su propia antipartícula o hay partículas y antipartículas presentes en igual número


(dependiendo de su naturaleza la partículas pueden presentarse de dos modos: para una partícula dada
puede existir una partícula complementaria o antipartícula con la cual puede anularse o aniquilarse, o
por el contrario ella misma es su propia antipartícula con lo que sólo puede aniquilarse con partículas de
su propia especie) y estas partículas estuviesen en equilibrio térmico con la radiación (es decir, a la
misma temperatura) al menos hasta que se conviertan en no relativistas debido a efectos de frenado,
entonces su abundancia se determina por efectos secundarios procedentes de su aniquilación. Entonces
uno encuentra que el valor necesario para que la densidad de materia oscura sea la que necesitamos es
apreciablemente próximo al que se podría esperar para una partícula masiva de interacción débil,
partículas que designamos Wimp con una masa de 100 GeV.
Si la partícula de materia oscura no es su propia antipartícula, sino que son partículas de Dirac (Materia
distinguible e antimateria) y si además, el número de partículas menos el de antipartículas se conserva,
entonces una asimetría inicial en las abundancias de partículas y antipartículas se preservará,
pudiéndose dar abundancias mucho mayores que las predichas para el caso anterior.

Si las partículas de materia oscura no estuviesen nunca en equilibrio térmico con la radiación, entonces
su abundancia actual debe ser calculada de cualquier otra forma; en general dependerá en la condición
inicial precisa que se presuponga en el modelo de formación de galaxias.

Los primeros dos candidatos a materia oscura fría mejor conocidos y más estudiados son el neutralino y
el axión. Veamos algunas de sus características que se tendrán con detalle más adelante.

El neutralino es una predicción de las extensiones Supersimétricas del modelo estándar: es una
extensión del neutrino, el cual, tal y como se conoce actualmente no verifica una de las simetrías que
aparecen en la naturaleza de la mayoría de las partículas; teóricamente se predice que es posible la
existencia de una partícula de propiedades idénticas a las del neutrino que además verifique dicha
simetría. El neutralino se clasifica como un wimp, con una masa teórica esperada en el intervalo de las
decenas a las centenas de GeV.

El axión es predicho por extensiones del modelo estándar que resuelven otros de los problemas de
violación de simetrías en las interacciones fuertes entre partículas. No tiene equivalente o conexión con
ninguna partícula actualmente conocida al contrario de lo que le ocurre al neutralino (que está
relacionado con los neutrinos). Su masa debe ser aproximadamente cercana a los 10-5 eV, si es que tiene
que ser un componente significativo de la materia oscura. Los axiones pueden ocurrir en el universo
temprano en la forma de condensación de Bose, que permite que una gran cantidad de partículas estén
"condensadas" ocupando todas el mismo espacio, la cual nunca entra en equilibrio térmico con la
radiación. Estos axiones son considerados como partículas no relativistas, a pesar de su pequeña masa.

Hay prospecciones para la detección experimental directa de ambos candidatos (y también otros
candidatos a Wimp). Los Wimps se dispersarán al colisionar con núcleos a una velocidad calculable,
produciendo retrocesos nucleares observables. Esta técnica ha sido usada para mostrar que toda la
materia oscura no puede consistir de neutrino masivos o neutrinos predichos por modelos
supersimétricos (modelos basados en extensión del modelo estándar con verificación de todas las
simetrías) con masa en el intervalo de los 10 GeV a los 4 TeV. El neutralino es más difícil de detectar
porque su dispersión por colisión con los núcleos es considerablemente más pequeña.

El axión puede ser detectado por una conversión de axión a fotón en un campo magnético
inhomogéneo, y los límites en la relación axión-fotón permitida han sido ya establecidos teóricamente,
los cuales no excluyen el valor que teóricamente es más favorable para su masa. Ambos tipos de
experimentos de detección están actualmente en marcha.

Candidatos a wimp pueden dejar señales indirectas también por medio de aniquilaciones que ocurren
actualmente en partículas que pueden ser detectadas como rayos cósmicos. La posibilidad más
prometedora viene del hecho de que los Wimp se concentran en el centro del Sol y de la Tierra, así que si
se incrementara enormemente su tasa de aniquilación, produciendo así neutrinos de alta energía que
pueden escapar y llegar a la superficie de la Tierra en número potencialmente observable.

Sobre la Dinámica de las galaxias en espiral

Uno de los objetivos del presente siglo es establecer dónde puede estar la materia oscura, sin especular,
tratar de establecer si está el centro de las galaxias, en las estrellas o en el espacio vacío.

Sobre el lugar donde pueda estar la materia oscura podemos dar algunas respuestas parciales basadas
en la dinámica de las galaxias y sistemas binarios de estrellas. Sobre la naturaleza de la materia oscura
también podemos dar algo de luz basados en la abundancia de elementos químicos livianos en el
universo.

Imagen tomada de: myprofeciencias.wordpress.com

Para producir un movimiento de rotación es necesario proporcionar una fuerza. Esto lo podemos
experimentar al hacer girar una piedra amarrada a un lazo y sentir la tensión de la cuerda con nuestras
manos. Razonando de esta forma podemos mostrar que para mantener un objeto en una órbita circular
alrededor de un centro, es necesario aplicar una fuerza.

La Tierra por ejemplo se mantiene en órbita alrededor del Sol por la fuerza de atracción entre estas dos
masas. Así como en el caso de la Tierra alrededor del Sol, las estrellas en una galaxia del tipo espiral giran
alrededor de su centro por la fuerza de atracción gravitacional que proviene de la misma masa de la
galaxia.

Gracias a los estudios de la astrónoma norteamericana Vera Rubin, se pudo determinar que la cantidad
de masa necesaria para producir el movimiento de rotación de las galaxias espirales es mayor que la
masa observada por los telescopios. Nos encontramos una vez más con la necesidad de invocar la
presencia de masa oscura. Debe existir en el centro de la galaxia alguna forma de masa que contribuya
gravitacionalmente a mantener a la materia en órbita, de lo contrario sus estrellas saldrían por la
tangente.
Un ejemplo de este fenómeno lo encontramos en la galaxia espiral de Andrómeda. Es la galaxia más
cercana a la nuestra (excluyendo la nube de Magallanes) y está a solo dos millones de años luz de
distancia. Alan M. Dressler del Instituto Carnegie, Douglas O. Rirchstone de la Universidad de Michigan y
John Kormendy de la Universidad de Hawái, han demostrado que en el centro de Andrómeda debe
existir una masa de aproximadamente 30 a 70 masas solares para poder explicar su dinámica rotacional.

Si a la materia visible en el universo le sumamos la cantidad de materia oscura necesaria para explicar el
movimiento de rotación de todas las galaxias apenas llegamos a un 20% de la masa crítica del universo.
¿Dónde está el 80% restante? Aún quedan razones para seguir buscando materia oscura.

Pero hay un asunto con esta idea, dos en realidad: El primero es que la mejor apuesta de los físicos sobre
las leyes de la física y da una buena descripción de todas las partículas que se han descubierto hasta
ahora, además, no esperan que se descubran muchas pronto. El problema es que ninguna de las
partículas candidatas a Materia Oscura tiene el tipo de propiedades adecuadas para representarla, por
ejemplo, por ser eléctricamente neutras, de vida larga y movimiento lento. Ninguna de las partículas
conocidas o de las hipotéticas encaja bien. Para hacer sitio a las partículas que podrían explicar la
materia oscura, las leyes de la física tendrían que ser cambiadas de una forma que muchos teóricos
encuentran desagradable.

Segundo, a pesar de haber pasado una década buscando materia oscura con experimentos que cuestan
decenas de millones de dólares, nadie puesto sus ojos sobre la cosa. La mayor parte de físicos piensan
que estos experimentos no han encontrado nada, cero, en absoluto.

Es difícil escapar a la conclusión de que es necesaria otra explicación para la masa perdida.

Aquí entra Paul Frampton, de la Universidad de Carolina del Norte y a sus colegas. La sugerencia de
Frampton es que la masa perdida está compuesta de agujeros negros que son demasiado pequeños para
verlos directamente, pero muy grandes para haberse evaporado debido a la radiación de Hawking.

Pero la idea es algo más que otra apuesta loca. Frampton y sus compañeros tienen un argumento
interesante basado en la entropía para respaldar sus afirmaciones.

Algo como esto: Primero, ellos determinan la máxima entropía que podría tener el universo, imaginando
que todo el universo visible fuese un gigantesco agujero negro. La respuesta resultó ser 10123, un número
realmente grande. Por lo que ese es el límite superior para la entropía posible.

Luego, calcularon un límite inferior, sumando la entropía de todos los agujeros negros que se conocen en
el universo. Lo calcularon suponiendo que hay un agujero negro gigante en el centro de cada galaxia, una
visión que cada vez está más firme entre más astrofísicos.

Esto da cercano a 1 gúgol = 10100 , exactamente la cifra 10103, muchos órdenes de magnitud menos.

Es una gran cantidad de entropía, está claro, pero para Frampton y sus colegas es improbable que sea el
principal contribuyente de nuestro universo. “Cada agujero negro supermasivo tiene aproximadamente
el tamaño de nuestro Sistema Solar o menos, y es intuitivamente improbable que, esencialmente, toda
la entropía esté tan concentrada”, dice. Por lo que alguna otra cosa debe estar generando entropía en
algún lugar.

No puede ser la materia visible, ya que los cálculos convencionales indican que la entropía sólo suma
1088. Lo que falta es la entropía de la masa oscura perdida.

¿Qué tipo de agujero negro podría ser responsable de esto? Resulta que todo agujero negro mayor de
106 masas solares causaría que la materia cercana se arremolinara en espiral hacia él, evitando que se
formasen las galaxias. Cualquiera de menos de 10-8masas solares se habría evaporado.

Así que la conclusión es que la materia oscura está formada por agujeros negros con una masa entre
106 y 10-8 masas solares.

Pero también hay un problema con esta idea. ¿Cómo se podría haber formado una cantidad tan grande
de agujeros negros en el inicio del universo? Algo debió provocar que la materia se agrupase a esta
escala para formar los agujeros negros. Pero en la actual teoría de la inflación, que describe cómo creció
el universo primitivo, no hay nada que indique cómo podría haber sucedido esto.

Eso es fácil de resolver, dicen Frampton y sus colegas: deben haber existido dos periodos de inflación. El
primero llevó a la estructura a gran escala del universo que vemos y que ha sido medida por satélites
como el WMAP. El segundo llevó a la acumulación que creó grandes cantidades de agujeros negros
primordiales de tamaño medio.

Esta explicación resulta algo más fácil de digerir que una en la que deben cambiar las leyes de la física
para crear nuevas partículas de materia oscura, aunque sólo un poco.

Sin embargo, las ideas de Frampton se pueden comprobar buscando pruebas de estos agujeros negros
primordiales, que deberían causar eventos de microlente. O sea, que su gravedad debería enfocar la luz
de estrellas por detrás de ellos al verlas desde la Tierra.

Ese tipo de medidas se están haciendo más fáciles, por lo que debería ser posible aceptar o rechazar las
ideas de Frampton en un futuro no muy lejano.
Podemos en estos momentos considerar simplemente que la Materia Oscura es una entidad física
misteriosa que los cosmólogos creen que llena el universo. Lo que probaría su existencia es que las
galaxias no cumplen las leyes de Kepler y a simple vista no hay suficiente masa visible para mantener
unidas las galaxias. Pero dado que está a la vista, que las galaxias no se deshacen, ni se retrasen en su
movimiento, debe haber una cosa invisible, alguna masa oculta que genera esa fuerza gravitatoria que
las mantiene unidas. Se propone la posibilidad alternativa de que los agujeros negros podrían ser o
contener toda la materia oscura.

Agujeros Negros cercanos

En imágenes recientemente recibidas por el reparado telescopio espacial Hubble se ha podido recoger
evidencia que indica la presencia de un agujero negro en el centro de una galaxia. Estos objetos resultan
como producto final de la vida de ciertas estrellas que al quemar todo su combustible entran en un
colapso gravitacional que los hace un punto donde la gravedad es tan intensa que ni siquiera
la luz puede escapar su atracción. La materia que pueda llegar a las cercanías de un agujero negro sería
inmediatamente devorada por éste. En su camino hacia el agujero negro la materia sería acelerada
intensamente emitiendo radiación y de esta forma se puede revelar su presencia.

Imagen de A.N. crédito de: pildorasinformativas.files.wordpress.com

Con respecto a la naturaleza de la materia oscura sabemos que el 80% que todavía nos falta por explicar
no puede ser del tipo de materia de la cual se hacen las partículas pesadas como los protones y
los neutrones. La mayor parte de la materia oscura si existe debe ser de la misma naturaleza de las
partículas livianas como el electrón que es responsable de la conducción de la electricidad.

La clasificación de partículas en livianas y pesadas refleja una propiedad más fundamental que tiene que
ver con la constitución misma de las partículas. Las pesadas (bariones) como el protón y el neutrón están
constituidas por otras partículas fundamentales llamadas quarks. El protón, por ejemplo está hecho de
tres de esos quarks. Mientras que las partículas livianas (leptones) como el electrón, el muón y el tauón,
son fundamentales en el sentido de no ser compuestas por otras partículas.
¿Por qué la materia oscura no puede ser del tipo de materia bariónica? La respuesta viene de la
observación de la abundancia en el universo de los elementos químicos de origen cosmológico como el
hidrógeno y el helio. La formación de estos elementos (nucleosíntesis) en el universo ocurrió a los tres
minutos después del Big Bang. La proporción exacta de helio producido en la nucleosíntesis depende de
la cantidad de bariones disponibles. La observación de la proporción de 20% en helio y 80% en hidrógeno
en el universo sólo puede darse si la cantidad de bariones en el universo no es mayor a un 20% de la
densidad crítica del universo.

Entropía de los A.N.

La única manera de satisfacer la segunda ley de la termodinámica es admitir que los agujeros
negros tienen entropía. Si los agujeros negros llevan a ninguna entropía, sería posible violar la segunda
ley lanzando la masa en el agujero negro. El aumento de la entropía del agujero negro más que
compensa la disminución de la entropía realizado por el objeto que se tragó.

A partir de teoremas probados por Stephen Hawking, Jacob Bekenstein conjeturó que la entropía del
agujero negro es proporcional al área de su horizonte de sucesos, dividido por el área de
Planck. Bekenstein propuso la siguiente cantidad

como una constante de proporcionalidad, afirmando que si la constante no era exactamente esto, tiene
que ser muy cerca de ella. El siguiente año, Hawking demostró que los agujeros negros emiten
térmica radiación de Hawking que corresponde a una determinada temperatura (temperatura de
Hawking). El uso de la termodinámica relación entre la energía, la temperatura y la entropía, Hawking
fue capaz de confirmar la conjetura de Bekenstein y fijar la constante de proporcionalidad en ¼ : [ 6 ]

Donde A es el área del horizonte de sucesos, calculado en 4πR2, k es la constante de Boltzmann, y


es la longitud de Planck. Esto se refiere a menudo como la fórmula de Bekenstein-
Hawking. La BH subíndice sea sinónimo de "agujero negro" o "Bekenstein-Hawking". La entropía del
agujero negro es proporcional al área A de su horizonte de sucesos. El hecho de que la entropía agujero
negro es también la entropía máxima que se puede obtener por el Bekenstein enlazado (en el que el
Bekenstein unido se convierte en una igualdad) fue la principal observación que condujo al principio
holográfico.

Aunque los cálculos de Hawking dieron una prueba más de termodinámica de la entropía del agujero
negro, hasta 1995 nadie fue capaz de hacer un cálculo controlada de entropía del agujero negro sobre la
base de la mecánica estadística, que asocia la entropía con un gran número de micro estados. De
hecho, los llamados "teoremas sin pelo " parecieron sugerir que los agujeros negros podrían tener un
solo microestado. La situación cambió en 1995, cuando Andrew Strominger y Cumrun Vafa calculan, el
proceso de Bekenstein-Hawking o la entropía de un agujero negro supersimétrico, basado en la teoría
de cuerdas, utilizando métodos a partir del modelo D-branas y dualidad cadena. Su cálculo fue
seguido por muchos cálculos similares de entropía de las grandes clases de otra extremal y agujeros
negros cerca-extremales, y el resultado siempre estuvo de acuerdo con la fórmula de Bekenstein-
Hawking. Sin embargo, para Schwarzschild del agujero negro, visto como el más lejos del agujero negro
extremo, se espera que la relación entre el micro y el macro-estado que aclarar desde el punto de vista
teórico de cuerdas. Varios estudios están en curso, pero no se ha dilucidado.

En gravedad cuántica de bucles (LQG), es posible asociar una interpretación geométrica de los
microestados: estas son las geometrías cuánticas del horizonte. LQG ofrece una explicación geométrica
de la finitud de la entropía y de la proporcionalidad de la zona del horizonte. Es posible deducir, a partir
de la formulación covariante de la teoría cuántica completa (Spinfoam) la relación correcta entre la
energía y el área (primera ley), la temperatura Unruh y la distribución que produce Hawking entropía. El
cálculo hace uso de la noción de horizonte dinámico y se hace por los agujeros negros no
extremales. Parece haber también discutió el cálculo de Beckenstein-Hawking entropía desde el punto
de vista de la LQG.

Las leyes de la mecánica del agujero negro

Las cuatro leyes de la mecánica de los agujeros negros son propiedades físicas que los agujeros
negros se cree que satisfacer. Las leyes, análogas a las leyes de la termodinámica, fueron descubiertas
por Brandon Carter, Stephen Hawking y James Bardeen. Otras descripciones de interés en el articulo
Agujeros Negros de mi recopilación y autoría en www.academia.edu/martingil.

Declaración de las leyes

Las leyes de la mecánica de los agujeros negros se expresan en unidades geometrizadas.

La Ley Cero

El horizonte tiene constantes gravedad en la superficie de un agujero negro estacionario.

La Primera Ley

Para perturbaciones de agujeros negros estacionarios, el cambio de energía está relacionada con el
cambio de área, el momento angular y la carga eléctrica por:

Donde E es la energía, K es la gravedad de la superficie, A es el área horizonte, Ω es la velocidad


angular, J es el momento angular, ф es el potencial electrostático y Q es la carga eléctrica.

La Segunda Ley

El área de horizonte es, suponiendo que la condición de energía débil, una función no decreciente de
tiempo
Esta "ley" fue reemplazada por el descubrimiento de Hawking de que los agujeros negros irradian, lo que
hace que, tanto la masa del agujero negro y el área de su horizonte, tiendan a disminuir con el tiempo.

La Tercera Ley

No es posible formar un agujero negro con la desaparición de la gravedad superficial, es decir, K = 0 no


es posible de lograrse.

Discusión sobre las leyes

La Ley Cero

La ley cero es análoga al principio cero de la termodinámica, que establece que la temperatura es
constante a lo largo de un cuerpo en equilibrio térmico. Se sugiere que la gravedad en la superficie es
similar a la temperatura. T constante de equilibrio térmico para un sistema normal es análogo a la
constante en el horizonte de un agujero negro estacionario.

La Primera Ley

El lado izquierdo, dE , es el cambio en la energía (proporcional a la masa). Aunque el primer término no


tiene una interpretación física evidente de inmediato, el segundo y tercer términos en el lado derecho
representan cambios en la energía debido a la rotación y el electromagnetismo. Análogamente,
la primera ley de la termodinámica es una declaración de conservación de la energía, que contiene en su
lado derecho parte, el término T dS.

La Segunda Ley

La segunda ley es la declaración de la zona de El teorema de Hawking. Análogamente, la segunda ley de


la termodinámica establece que el cambio en la entropía en un sistema aislado será mayor que o igual a
0 para un proceso espontáneo, lo que sugiere una relación entre la entropía y el área de un horizonte de
agujero negro. Sin embargo, esta versión viola la segunda ley de la termodinámica por la pérdida de
materia (su) la entropía como la que corresponda, dando una disminución de la entropía. Segunda ley
generalizada presentó como entropía total = agujero negro entropía + entropía exterior.

La Tercera Ley

Agujeros negros extremos han de desaparecer gravedad superficial. Afirmando que no se puede ir a
cero, es análoga a la tercera ley de la termodinámica que establece, la entropía de un sistema en el cero
absoluto es una constante definida. Esto se debe a un sistema a temperatura cero existe en su estado
fundamental. Además, S llegará a cero a 0 grados Kelvin, pero sí S también llegará a cero, al menos para
las sustancias cristalinas perfectas. Se conocen violaciones No experimentalmente verificadas de las
leyes de la termodinámica.
Interpretación de las leyes

Las cuatro leyes de la mecánica de los agujeros negros sugieren que se debe identificar la gravedad en la
superficie de un agujero negro con la temperatura y el área del horizonte de sucesos con la entropía, por
lo menos hasta algunas constantes multiplicativas. Si sólo se tiene en cuenta los agujeros negros
clásicamente, entonces tienen la temperatura cero y por el teorema de no pelo , entonces tienen
entropía cero y las leyes de la mecánica de los agujeros negros son una analogía, Sin embargo,
cuando los efectos de la mecánica cuántica se tienen en cuenta, se encuentra que los agujeros negros
emiten radiación térmica ( radiación de Hawking ) a temperatura

Desde la primera ley de la mecánica de los agujeros negros, esto determina la constante multiplicativa
de la entropía de Bekenstein-Hawking, que es

Más allá de los agujeros negros

Stephen Hawking y Bekenstein han demostrado que la termodinámica del agujero negro es más general
en los agujeros negros que los horizontes de sucesos cosmológicos pues también tienen una entropía y
una temperatura.

Desde un punto de vista más fundamental, 't Hooft y Susskind utilizan las leyes de la termodinámica de
los agujeros negros para argumentar a favor de un Principio Holográfico general de la naturaleza, que
afirma que las teorías consistentes de gravedad y la mecánica cuántica deben tener menores
dimensiones. Aunque todavía no se entiende completamente, en general, el principio holográfico es
central en teorías como la correspondencia AdS / CFT.

La enigmática energía oscura podría hacer explotar el universo?

En una publicación del 26 nov. 2013 | 10:06 GMT, Actualizada el 26 nov. 2013 | 11:07 GMT,
widewallpapergallery.com. se anunció que nuestro universo se está expandiendo más rápidamente de lo
que lo hacía a inicios de su existencia, concluyen astrofísicos basándose en los datos del observatorio
espacial Planck, que el mismo finalmente se desintegrará debido a la energía oscura.

La misión Planck de la Agencia Espacial Europea logró medir con mucha exactitud el eco del 'Big Bang', la
radiación del fondo cósmico, que surgió cuando el universo tenía 380.000 años y su temperatura era de
2.700 K. En aquel entonces, su materia consistía de núcleos de átomos cargados eléctricamente y
electrones libres que absorbían todos los fotones. Solo cuando aparecieron átomos neutrales, los
fotones pudieron moverse. El cosmos empezó a expandirse y la longitud de las ondas creció. Hoy en día
la radiación del fondo cósmico está en la zona de microondas y su temperatura se ha reducido a 2,725 K.

Sin embargo, el Planck reveló que esta temperatura no es constante, sino que se somete a oscilaciones
debido al impacto de los nudos de la materia de la que se originaron las galaxias. El fondo de microondas
logró conservar vestigios de esta materia y la misión pudo medir sus características físicas. Reveló ante
los astrofísicos que el 4,9% del universo es materia visible (estrellas, galaxias, gas y polvo), el 26,8% es
materia oscura y el restante 68,3% es energía oscura. Cabe recordar que el fenómeno de la energía
oscura fue descubierto en los años 1990, gracias al estudio de las explosiones de las supernovas. Hasta
ahora no queda claro qué es esta energía en realidad, pero según los científicos es el motor que acelera
la expansión del universo y el alejamiento de las galaxias de la Vía Láctea.

Según los datos del Planck, en los albores de la existencia de las galaxias, la velocidad de alejamiento de
las galaxias de la Vía Láctea era de 67,3 kilómetros por segundo por megapársec. Este índice supone que,
con el tiempo, nuestro universo aceleró su expansión: hoy en día lo hace a una velocidad de 74,3
kilómetros por segundo por megapársec. El astrofísico Robert Caldwell, de la Universidad de Darmouth
(EE.UU.), calculó qué le pasará al universo si la fuerza de repulsión de la energía oscura sigue creciendo,
haciendo que las galaxias se alejen unas de otras a cada vez más velocidad.

Según Caldwell, dentro de entre 22.000 millones y 50.000 millones de años (a falta de fechas más
exactas), la energía oscura llegará a su plena potencia. Como consecuencia, se descompondrá la Vía
Láctea, porque una potente expansión disgregará las estrellas de la galaxia. La Vía Láctea dejará de ser
una galaxia espiral y se fusionará con la galaxia vecina de Andrómeda para formar una gigante isla estelar
elíptica.

Una vez concluida esta etapa, el cosmos tendrá solo 60 millones de años. Tres meses antes del fin, los
planetas abandonarán la órbita del Sol, que para aquel entonces se habrá convertido en una estrella
enana muerta y la Tierra explotará. En los últimos 30 minutos de existencia del universo, el espacio en
proceso de expansión hará que incluso los átomos revienten. En el punto cero se quebrarán la estructura
del continuo espacio-temporal y el cosmos dejará de existir.

Sin embargo, la comunidad científica considera que este modelo es demasiado radical. Insiste en que
antes de emprender cálculos de este tipo y empezar a hacer pronósticos hay que realizar más
mediciones y averiguar la naturaleza de la energía oscura, por otro lado, en el universo aún no se percibe
tal hostilidad, en mi consideración personal, el Universo está regido por leyes derivadas de la Teoría de la
estabilidad.

Ningún experimento basado en la Tierra ha observado signos de partículas del tipo que se espera para
la materia oscura. Tal vez sea porque la materia oscura sea una cosa de tipo totalmente distinto.

Nota: una gran parte del contenido del artículo es de mi autoría, a la vez contiene recopilación de
distintas fuentes con algunas correcciones personales para el beneficio del lector o consultor.
Referencias:

 http://actualidad.rt.com/ciencias/view/112354-energia-oscura-explosion-universo.
 J. Kormendy and G. R. Knapp Dark Matter in the Universe: IAU Symposium Nº 117 (Reidel,
Dordrecht, 1987).
 (1):.M. Srednicki Particle Physics and Cosmology: Dark Matter (North-Holland, Amsterdam,
1990), M. Srednicki Physical Review D 54 116 (1996), Bardeen, JM; Carter, B.; Hawking, SW
(1973). "Las cuatro leyes de la mecánica de los agujeros negros”. Comunicaciones en Física
Matemática 31-1973).
 (2):.161-170 BIBCODE : 1973CMaPh..31.. 161B . doi :10.1007/BF01645742 . Bekenstein, Jacob D.
(abril 1973). "Los agujeros negros y entropía". Physical Review D 7 (8):. 2333-
2346 BIBCODE :1973PhRvD ... 7.2333B . doi : 10.1103/PhysRevD.7.2333 .
 (3):.Hawking, Stephen W. (1974). "explosiones Black Hole?". Nature 248 (5443):. 30-
31 BIBCODE : 1974 Natur.248... 30H . doi : 10.1038/248030a0.
 (4)Administración en CIENCIA, Cosmología y otros temas afines, ver: Agujeros negros. Referencia
de publicación: arxiv.org/abs/1003.3356: Black Holes Constitute All Dark Matter,
arxiv.org/abs/1001.2308: Primordial Black Holes As All Dark Matter.fuente: Tecnology Review.
Aportado por Eduardo J. Carletti.

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