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Política entre las Naciones.

“La Lucha por el poder y la paz”

Política entre las Naciones. “La Lucha por el poder y la paz”. Morenthau

Objetivo: Presentar una teoría de la política internacional. El modo de validar


la teoría debe ser EMPIRICO Y PRAGMATICO. Se debe hallar un método de
comprobación LOGICO Y EMPIRICO a la vez.

El autor dice que hay dos escuelas que difieren en sus concepciones sobre la
naturaleza del hombre, de la sociedad y la política.

1) La primera escuela piensa que puede realizarse un ORDEN POLITCO


MORAL Y RACIONAL, derivado de principios abstractos y
universalmente aceptados.
Para obtener el orden social confía en la educación, en la reforma y en el
ocasional uso de la fuerza. No hay orden porque no hay educación, no
hay comprensión.

2) La segunda escuela sostiene que el mundo es imperfecto por el


resultado de las fuerzas inherentes a la naturaleza humana. Para
mejorar el mundo se debe trabajar con estas fuerzas y no contra ellas.
Como el mundo tiene intereses contrapuestos y conflictos: los principios
morales no pueden realizarse plenamente.
Esta teoría recurre a precedentes históricos antes que a principios
abstractos y aspira a que ocurra el menos mal, antes que el bien
absoluto. Esta es la escuela Realista.

LOS SEIS PRINCIPIOS DEL REALISMO POLITICO.

1) Supone que la política al igual que toda la sociedad obedece a


leyes objetivas que arraigan en la naturaleza humana.
· Para cualquier mejoramiento de la sociedad hay que entender estas
leyes, que son OBJETIVAS y que no se pueden desafiar.
· Pero también cree que se puede elaborar una teoría que explique estas
leyes.
· También que se puede discernir entre VERDAD/RAZON;
OPINION/JUICIO OBJETIVO.
· Las teorías políticas deben someterse a la doble prueba de la razón y la
experiencia.
· La teoría consiste en la verificación de los hechos y darles sentido a
través de la razón.
· Al analizar los actos y sus consecuencias, se puede ver que objetivos
tenían en mente los líderes.

2) Interés definido en términos de poder. (se podría decir que es uno


de los puntos más importantes).

· Fija a la política como una esfera autónoma de acción y comprensión


distinta a otras: economía, ética, religión.

· Una teoría realista de las relaciones internacionales permite eludir 2


falacias: a) motivaciones y b) las preferencias ideológicas.

a) motivaciones: los buenos motivos no garantizan la bondad moral o el


éxito político de las políticas que inspiran.
b) Preferencias ideológicas: no se pueden igualar las políticas exteriores de
un estadista según sus simpatías filosóficas o políticas. El deber oficial es
distinto del deseo personal. Lo deseable es distinto a lo posible.
· También habla de control democrático: dice que es necesario manejar
las emociones populares para obtener apoyo, pero que también hay que
deshacerse de los elementos irracionales.

· Enfoque demonológico: también puede pasar que se personalicen los


problemas sociales, por lo tanto si se elimina el individuo, se eliminaría el
problema.

3) Supone que su concepto CLAVE DE INTERES COMO PODER ES


UNA CATEGORIA DE VALIDEZ UNIVERSAL., pero no tiene un
significado inmutable. (son los intereses materiales e ideales y no las
ideas quienes dominan las acciones)
Las acciones están determinadas por el contexto político y cultural.

4) Existe tensión entre los preceptos morales y los requerimientos de la


acción política exitosa. Los preceptos morales no pueden a aplicarse en
una formulación abstracta y universal, sino que deben ser filtrados por
circunstancias de tiempo y lugar.
PRUDENCIA: es la virtud suprema en política.
5) Se niega a identificar las aspiraciones morales de una Nación con los
preceptos morales que gobiernan el mundo. Verdad es distinto a
idolatría.
6) Mantiene la autonomía de la esfera, y piensa en términos de interés
definido como poder.
Se aleja de las aproximaciones legales/moralistas.
Piensa en un hombre plural
Separa a la política de la moral.

La pregunta que se hace el líder, es si una política afecta al poder de la Nación


o sus intereses.

La Lucha por el poder

La política internacional implica una lucha por el poder. No importa cuales sean
los fines últimos de la política: el poder siempre será el objetivo inmediato. Pero
no todas las acciones que una nación lleva a cabo respecto de otra son de
naturaleza política.
En cuanto al poder, Morgenthau hace 4 distinciones:

Entre poder e influencia: se diferencian uno del otro. (El secretario de Estado
tiene influencia sobre el presidente pero no tiene poder sobre el, pero el
presidente tiene poder sobre el secretario ya que puede imponer su voluntad).
Entre poder y fuerza: La fuerza armada es el factor material mas importante
que contribuye a conformar el poder político de una nación.

Entre poder aprovechable y poder no aprovechable: La disponibilidad de armas


nucleares hace necesario esta distinción. Ya que algunos la tienen y otros no.

Entre poder legítimo y poder ilegítimo: El primero es el que se encuentra moral


o legalmente justificado. (Un poder ejercido en nombre de las Naciones Unidas
tiene mas posibilidades de conseguir su propósito que otro poder ejercido por
otra Nación a los efectos de violar una ley internacional).

Cualquier política responde a tres modelos básicos. Una acción política procura
mantener poder, aumentar el poder o demostrar el poder. A éstos tres modelos
típicos corresponden otras tres políticas internacionales típicas.

Política Statu Quo: Una nación instrumenta una política tendiente a conservar
el poder y evitar el cambio de la de distribución de poder en su favor.
Esto no significa que tenga q oponerse necesariamente a todo cambio. Si bien
se opone al cambio en general, se opone a cualquier cambio que modifique la
relación de poder entre dos o mas naciones.

Política Imperialista: Una nación con una política exterior orientada a la


adquisición de un mayor poder existente lleva a cabo una política imperialista
orienta a romper el statu quo.
El imperialismo crece a partir de 3 situaciones típicas: las guerras victoriosas,
las guerras perdidas y la debilidad.
También se mueve hacia 3 objetivos típicos: el imperio mundial, el imperio
continental, y la preponderancia local.
El imperialismo tiene también 3 métodos: imperialismo militar, económico y
cultural.

Política de prestigio: Una nación cuya política tiende a mostrar el poder que
posee, desarrolla una política de prestigio.
Las políticas de prestigio son uno de los instrumentos mediante el cual la
políticas Statu Quo e imperialista tratan de llevar a cabo sus fines. Su finalidad
consiste en impresionar a otras naciones con el poder que nuestra propia
nación realmente posee o con el poder que cree o que quiere que otras
naciones crean que la nuestra posee. Hay dos instrumentos específicos al
servicio de éste propósito: el ceremonial diplomático y el despliegue de fuerza
militar.

El elemento ideológico de las políticas Internacionales

Frecuentemente en toda política (sea esta interna o internacional), las


manifestaciones básicas no aparecen como lo que realmente son:
manifestaciones de la lucha por el poder. En cambio se ocultan detrás de
justificaciones y racionalizaciones (términos éticos, legales o biológicos).
Estos principios legales y éticos, y las necesidades biológicas, vienen a
cumplir una doble función en la política internacional. O son los objetivos
últimos de la acción política (objetivos para cuya realización se busca el poder
político), o bien son los pretextos y frentes falsos detrás de los cuales se oculta
el elemento de poder implícito en toda política.
Partiendo del hecho que el objetivo de toda acción política es siempre el poder
y el poder político implica poder sobre las mentalidades y las acciones de los
hombres; se alcanzan dos conclusiones:
 que el amo es a la vez futuro súbdito, y
 que se estimará como justo el propio deseo de poder y se considerará injusto el
deseo de los otros de ejercer el poder sobre uno.
Los países no confiesan abiertamente que su meta consiste en obtener el
poder, porque de hacerlo generaría una alta resistencia cerrada a aceptarlo por
las otras naciones, y además ofendería deliberadamente los parámetros
morales de la comunidad internacional.
Las ideologías funcionan entonces como armas de lucha por el poder dentro
del escenario internacional, levantando una moral nacional y, por consiguiente,
el poderío de una nación; y por eso mismo disminuyendo también la moral de
la nación rival.
La naturaleza de la política internacional indica que las políticas de corte
imperialista emplean casi siempre enmascaramientos ideológicos, mientras que
las políticas de statu quo frecuentemente se presentan tal como realmente son.
Su naturaleza también provoca que determinadas clases de ideologías estén
coordinadas con determinadas clases de políticas internacionales.
Ideologías de statu quo: ya cuenta con cierta legitimidad moral, orientada a
conservar el poder que ha adquirido (esto le evita tener que lidiar con el
resentimiento de otras naciones). El derecho internacional desempeña una
función ideológica similar ante la política de statu quo, ya que consolida
determinada distribución del poder y brinda parámetros y procesos para
indagar y mantenerlo en situaciones concretas.[1]
ideologías del imperialismo: necesita siempre una ideología, ya que al
imperialismo (a diferencia del statu quo) se le exige que cargue con la
responsabilidad de aportar la prueba. Debe probar que el statu quo
que procura destruir realmente merece ser destruido y que el sustento moral
(que muchos confunden con la realidad tal como es) debe originar un más alto
principio de moralidad en el que se apoye la exigencia de una nueva
distribución del poder.
En este caso no se puede recurrir al derecho internacional positivo, sino sólo a
la doctrina del derecho natural y su justo desarrollo.
La justificación práctica y el encubrimiento del imperialismo más
generalizadamente empleado ha sido siempre la ideología del antiimperialismo.
El hecho de que haya sido tan generalizadamente empleada se debe a que es
la más eficaz de las ideologías del imperialismo. (ej políticas exteriores
norteamericana, inglesa y soviética luego de la segunda guerra mundial).
Así, los términos en que el llamado conflicto Norte-Sur es sostenido entre las
naciones ricas y las pobres del mundo en buena medida encubren y al mismo
tiempo justifican el conflicto entre las naciones tradicionalmente poderosas y
las nuevas naciones políticamente débiles, cuyo principal y real objetivo
consiste exactamente en una nueva distribución del poder (los colonialistas,
imperialistas y capitalistas cumplen aquí el papel de demonios responsables de
todos los males del subdesarrollo. En verdad esos males tienen múltiples
causas, entre las cuales el colonialismo, el imperialismo o el capitalismo son, a
los sumo, una de ellas).
Ideologías ambiguas: la eficacia de la ideología del antiimperialismo surge de
su ambigüedad. Desde el momento en que terminó la segunda guerra mundial,
las ideologías de la paz, de la distensión y de la detente, vinieron a
desempeñar una siempre creciente función de esta clase.
Similares consideraciones se aplican al poco menos que universal llamado al
desarme, especialmente en su forma “general y completa”. El fin de la carrera
armamentista es ampliamente considerado como deseable en los campos
humanitario, político y económico. Pero a partir de loa experiencia de las dos
últimas décadas resulta obvio que las condiciones políticas del mundo hacen
imposible el desarme.

La esencia del Poder Nacional


Una Nación es una abstracción conformada por un conjunto de individuos que
tienen ciertas características en común, sin embargo, al referirnos a términos
empíricos como el poder o la política exterior, la misma involucra sólo a unos
pocos hombres.
Dado que el poder real es entonces ostentado permanente por un grupo
reducido, la mayoría de los ciudadanos es incapaz de satisfacer su deseo de
poder dentro de la propia comunidad. Esta peligrosa distancia es salvada por
un entramado de normas de conducta y mecanismo institucionales que
controlan las vías de acceso al poder, y al mismo tiempo construyen adhesión
e identificación de todos aquellos individuos de la nación con el poder y política
internacional al llevar el poder hacia canales secundarios que evitan peligros a
la sociedad y que bien pueden debilitar o suprimir la apetencia de poder. El
derecho, la ética, las costumbres, innumerables instituciones sociales con sus
respectivos mecanismos, tales como exámenes de capacitación, campañas
electorales, clubes deportivos y sociales y fraternidades sirven para este
propósito.
Este mecanismo limita las aspiraciones individuales al poder dentro de la
comunidad nacional y condena ciertas manifestaciones de poder encaminadas
al engrandecimiento personal. Del mismo modo alienta y glorifica las
tendencias de las grandes masas de población, frustradas en sus tendencias
hacia el poder individual, hacia las identificaciones con la lucha por el poder de
la nación en el campo internacional. El Poder perseguido por individuos para su
propio provecho se considera como un mal, en tanto que el poder encubierto
tras las ideologías y perseguido en nombre y en beneficio de la nación se
transforma en un bien que todos los ciudadanos deben procurar.
Por ejemplo, cuanto más grande sea el sentido de seguridad de una sociedad y
sus diversos sectores, menores serán las ocasiones en que se presenten los
impulsos colectivos del nacionalismo y viceversa. Esta relación entre la
desintegración social, la inseguridad personal y la ferocidad de los modernos
metidos del poder nacionalista puede estudiarse con particular claridad en el
fascismo alemán.

Elementos del Poder Nacional


Los elementos del poder nacional, que a su vez pueden discriminarse entre
aquellos relativamente estables y los que están sometidos a constante cambio,
son:
Geografía: la pérdida de una parte considerable del territorio nacional sin que
se vislumbren perspectivas rápidas de una reconquista suele disminuir el
estado anímico del pueblo conquistado.
La posibilidad de guerra nuclear ha aumentado la importancia del tamaño del
territorio como fuete del poder nacional (una nación debería así contar con
suficiente territorio como para diseminar en él sus centros industriales y de
población, como sus instalaciones nucleares).
Recursos naturales: con gran influencia en el poder de una nación con respecto
al de otras. Son los Alimentos (autoabastecimiento), Materias primas (para la
producción industrial o particularmente la industria bélica), el petróleo (ante
todo luego del desarrollo tecnológico de las modernas naciones
industrializadas), capacidad industrial(industrias pesadas, la calidad y
capacidad productiva, el know-how de los técnicos, la habilidad de los
ingenieros, el genio inventivo de los investigadores y la organización
empresaria).
Aprestos militares: La Tecnología (submarino, tanques, y la paradoja de la
relación inversa entre el grado de destrucción de las armas nucleares y su
empleo racional),liderazgo (actitud psicológica del alto mando), cantidad y
calidad de las Fuerzas Armadas(cantidad de hombres y armas de que se
dispone, y su distribución entre las diferentes ramas de la estructura militar
intentando lograr que cada parte se lo suficientemente poderosa como para
cumplir con las tareas que le sean requeridas).
Población. Distribución (tamaño de población e índice relativo a su crecimiento
llevando el número de la población a una relación armónica con los recursos
disponible, y si los recursos no pudieran incrementarse el control de la
población será una precondición para el poder
nacional). Tendencia (distribución demográfica, y por edad)
El carácter nacional: carácter que determinará la capacidad de cada nación de
amoldarse a los cambios. Por ejemplo, el antimilitarismo, la aversión a los
ejércitos permanentes o al servicio militar obligatorio son componentes
esenciales de los caracteres nacionales inglés y norteamericano. Lo contrario
ocurre en Rusia, donde la ancestral obediencia a la autoridad del gobierno ye
loe tradicional temor a todo lo que sea foráneo han hecho que las instituciones
militares tengan aceptación en el pueblo.
La moral nacional: el grado de determinación con el que una nación apoya las
políticas internacionales de su gobierno en épocas de paz o de guerra. Bajo la
forma de la opinión publica e impregnando todas las actividades de la nación,
proporciona un factor intangible sin cuyo apoyo ningún gobierno es capaz de
llevar adelante sus políticas con toda eficacia. Cualquier segmento de la
población que se sienta permanentemente privada de sus derechos y de una
plena participación en la vida de la nación, tenderá a mostrar una moral
nacional más baja, un ser menos “patriótico” (como ser cualquier país con una
fuerte división de clases).

La calidad de gobierno (un gobierno responsable y escalecido que sepa guiar


a las fuerzas populares de forma que sirvan de sustento a sus objetivos y
políticas) es un fuerte potencial de fortaleza o debilidad. “Sin moral nacional el
poder nacional no es más que fuerza material o una potencialidad que aguarda
en vano su realización. Por lo tanto, los únicos medios para el mejoramiento de
la moral nacional descansan en el mejoramiento de la calidad de gobierno.
Todo lo demás es cuestión de suerte”.
La calidad de la diplomacia
La diplomacia es el arte de combinar los distintos elementos del poder nacional
para que rindan el máximo efecto sobre aquellos puntos de la escena
internacional que más directamente conciernen al interés nacional. La
diplomacia es el cerebro del poder nacional así como la moral nacional es su
alma. Las naciones deben apoyarse en la calidad de su diplomacia para actuar
como catalizadores de los diferentes factores que constituyen su poder.
La calidad del Gobierno
Significa tres cosas: el equilibrio entre los recursos materiales y humanos que
hacen el poder nacional y la política exterior que se emprende; el equilibrio
entre esos recursos; y el apoyo popular para las políticas exteriores que se
lleven adelante.
Una exitosa conducción de la política exterior puede ser opuesta a la retórica y
la acción mediante las que las masas y sus representantes parecen moverse.
Las cualidades peculiares de la mentalidad de un estadista no siempre parecen
encontrar una respuesta favorable en la mentalidad popular, ya que el hombre
de Estado debe pensar en términos del interés nacional (concebido como
poder entre otros poderes), mientras la mentalidad popular razona muy a
menudo tan solo en los términos morales y legales del bien o del mal
absolutos. El estadista debe tomar en consideración la perspectiva a largo
plazo, proceder lentamente y por atajos, pagar con pequeñas pérdidas las
grandes ganancias, debe ser capaz de contemporizar, comprometerse y
esperar su ocasión la mentalidad popular desea resultados rápidos y está
dispuesta a sacrificar los reales beneficios de mañana por las aparentes
ventajas de hoy. También debe evitar el ensanchamiento de la inevitable
brecha entre los requisitos de una buena política externa y las preferencias de
la opinión pública.
Para lograr éxito tanto en sus políticas externas como en las internas, el
gobierno debe satisfacer tres requisitos básicos:
1. Debe reconocer que el conflicto entre los requerimientos de una buena política
exterior y las preferencias de la opinión pública se encuentran dentro del
orden natural de las cosas, de ahí que sea inevitable y quizás tan solo pueda
ser atenuado aunque nunca superado mediante concesiones ala oposición
interna.
2. el gobierno debe ser consciente de que es el líder y no el esclavo de la opinión
pública. El gobierno tiene la misión histórica de señalar lo que conviene a la
nación y no a la demagogia.
3. el gobierno debe distinguir entre lo que es deseable en su política exterior y lo
que es esencial.

El poder de una nación depende también del atractivo que para otras naciones
pueda llegar a tener su filosofía política, sus instituciones políticas so sus
actividades políticas (particularmente como el caso de EEUU y la URSS). Es
por esto que en este punto la distinción tradicional entre la políticas externa e
interna tiende a desaparecer (casi no existen políticas internas, pues todo lo
que una nación haga o deje de hacer, en su favor o en su contra, se puede
emplear como un reflejo de su filosofía política, de su sistema de gobierno o de
su modo de vida). El logro/ fracaso interno tiende necesariamente a aumentar /
disminuir el poder de una nación ante las otras.

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