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RESUMENES ORIENTACIÓN VOCACIONAL

Bohoslavsky. Orientación vocacional. La estrategia clínica

Capítulo 1

Según el autor, nunca un adolescente va a buscar sólo el nombre de una carrera; lo que va a
“buscar” es algo que tiene que ver con la realización personal, la felicidad, la alería de vivir, etc.
Los psicólogos solemos ver lo que el adolescente es pero al adolescente le preocupa más lo que
puede llegar a ser. Para el adolescente, el futuro es una carrera, una universidad, profesores,
compañeros, etc. No es un futuro abstracto sino personificado y al mismo tiempo desconocido. El
futuro es también para él una familia, y su inclusión en el sistema productivo de la sociedad en que
vive.

El modelo de los problemas de orientación vocacional n podrá excluir el análisis de diversas


dimensiones tales como el sistema de valores imperante en una comunidad, el contexto social, un
nivel de análisis pedagógico y socio-familiar, etc. Todo esto resulta imprescindible para
comprender la situación de quien elige, puesto que su análisis no se agota ni se aclara desde una
perspectiva exclusivamente. Será preciso analizar los vínculos con el “otro” dado que la elección
siempre tiene que ver con los otros (reales y fantaseados). El futuro nunca es pensado en
abstracto: nunca se piensa en una carrera o en una facultad despersonificadas. Siempre será esa
carrera o esa facultad que cristaliza relaciones interpersonales pasadas, presentes y futuras.

Para un adolescente definir el futuro no es sólo definir qué hacer sino fundamentalmente definir
quién ser y, al mismo tiempo, definir quién no ser. Cuando el adolescente se preocupa sólo por el
qué hacer, el psicólogo debería restituirle la parte de la realidad que esté escamoteada. Los
verdaderos problemas de la ov tienen que ver con el “realizarse” que plantea el adolescente en la
consulta. Con un realizarse realizando, o sea con un “legar a ser”, vinculándose con objetos. Es una
cuestión de vínculos. Los vínculos pueden ser actuales, pasados y potenciales. Los primeros son
siempre los aspectos de la relación con el profesional. Condensan y expresan vínculos pasados (de
la historia del sujeto) y potenciales (con objetos del futuro en términos de proyectos). El psicólogo
centrado en los vínculos actuales diagnostica los vínculos pasados y opera sobre los potenciales.

*Identidad se gesta sobre tres puntos: grupos, procesos de identificación y esquema corporal y
se traduce en una serie de pares antitéticos: el sentimiento de quién es uno y quién no es; quién
quisiera ser y quién no; quién cree que debe ser y quién cree que no debe ser, quién puede ser y
quién no, etc.
Todo conflicto ante la elección de una manera de ser a través de lago que hacer expresa una no
integración de identidades diversas. Todas las dudas del joven respecto de “quién quiere ser”
obedecen a identificaciones que no han sido integradas todavía. Decimos que cuando estas
identificaciones se integran y pierden el carácter defensivo o protector original el adolescente ha
alcanzado su identidad ocupacional. En este proceso el adolescente puede “caer” en una identidad
negativa, producto de las identificaciones con los aspectos rechazados, fundamentalmente por el
grupo familiar. Suele ser una forma de sometimiento a lo temido.

*Identidad vocacional  es considerada no como algo dado sino como un momento de un


proceso que es sometido a las mismas leyes y dificultades que aquel que conduce al logro de la
identidad personal. Este planteo destaca de llego la idea de que la vocación es algo dado, un
“llamado” o destino preestablecido que hay que descubrir.

Respuesta al para qué y por qué de la asunción de determinada identidad ocupacional.

*Identidad ocupacional autopercepción a lo largo del tiempo en término de roles ocupacionales.


Llama ocupación al conjunto de expectativas de rol. Esto no es algo definido desde “adentro” ni
desde “afuera”, sino su interacción. Las “ocupaciones” son los nombres con los que se designan
expectativas que tienen los demás individuos respecto del rol de un individuo. Las “ocupaciones”
son los nombres con los que se designan expectativas que tienen los demás individuos respecto
del rol de un individuo. Por rol se entiende una secuencia pautada de acciones aprendidas,
ejecutadas por una persona en una situación de interacción. La aunción de roles puede producirse
en forma consciente o inconsciente. En el primer caso, el rol es ejecutado por una persona que al
asumirlo manifiesta poseer una identidad ocupacional. Cuando la asunción del rol es inconsciente,
esas acciones adoptadas que se realizan según una secuencia pautada, y en un contexto de
interacción social, tienen que ver más con las identificaciones que con la identidad del ocupante
del rol.
Con identificaciones el autor se refiere a su función defensiva, como una forma de superar un
conflicto o una contradicción. En cambio, se habla de identidad cuando las identificaciones
pierden el carácter defensivo original.
El sentimiento de identidad ocupacional se ha gestado sobre la base de las relaciones con los
otros. En esas relaciones algunos merecen especial atención:
-la génesis del ideal del yo: las ocupaciones se consideran siempre en relación con las personas
que las ejercen, de ahí que las ocupaciones que forman parte del espacio psicológico de la persona
nunca gozan de neutralidad afectiva. Así como el ideal del yo se establece sobre la base de
identificaciones con adultos significativos, el ideal del yo en términos ocupaciones se establecerá
en términos de relaciones, cargadas afectivamente, con personas que ejecuten roles
ocupacionales.
- identificaciones con el grupo familiar: se debe tener en cuenta dos aspectos: la percepción
valorativa que tiene el grupo familiar respecto de las ocupaciones en función de los sistemas
peculiares de valor- actitud del grupo los valores de ese grupo constituyen anclajes significativos
en la orientación del adolescente, dado que es su grupo de referencia y pertenencia fundamental;
la propia problemática vocacional de los miembros del grupo familiar las satisfacciones e
insatisfacciones de los padres y de otros familiares significativos en función de sus respectivos
ideales del yo, y la vivencia de las mismas, juegan un papel importante, en lo que concierne a las
influencias que, desde chico, recibe el adolescente en su hogar.
- Identificación con el grupo de pares opera de la misma manera que el anterior pero nunca es
tomado como referencia negativa. El “seguir juntos” es muy importante con referencia al grupo de
pares y determinará posiblemente imágenes profesionales distorsionadas. La cultura de pares es
más próxima e imperativa, porque funciona principalmente sobre el carril de la sanción por
exclusión. De este modo los valores del grupo son a veces, mucho más imperativos para un
adolescente que los valores del grupo familiar.
- Identificaciones sexuales: las ocupaciones no son consideradas como sexualmente neutras, hay
algunas más o menos “masculinas” o “femeninas” y el adolescente integra esta valoración dentro
de su identidad ocupacional.
Se dice que una persona ha adquirido su identidad ocupacional cuando ha integrado sus distintas
identificaciones y sabe qué es lo que quiere hacer, de qué manera y en qué contexto.

*DUELOS ASOCIADOS A LA ADOLESCENCIA tiene que ver para Arminda Aberastury con la
elaboración de tres duelos básicos: el duelo por los padres, el duelo por el cuerpo infantil y el
duelo por las formas infantiles de relación (rol e identidad). También hay duelos ligados
específicamente a la elección de una carrera, como los duelos por la pérdida de la
omnipotenciala relación nuevos objetos y el conocimiento más claro de la realidad y los propios
límites implican un ataque severo a la omnipotencia.
Al elegir, está fijando la persona quién deja de ser, está optando por dejar ciertos objetos. Este es
otro motivo para decir que la elección de carrera supone elaborar duelos. Los duelos pueden ser:
1- duelo por la escuela secundaria; 2- duelo por el paraíso perdido de la niñez; 3- duelo por la
imagen ideal de los padres, y 4- duelo por las fantasías omnipotentes. Vemos que el adolescente
debe elaborar duelos por objetos que deja, que pierde y duelos por el self: otros proyectos, otras
carreras, su omnipotencia, etc.
Ante la necesidad de elaboración de estos duelos puede aparecer una culpa persecutoria en
donde predomina el sentimiento de resentimiento y el reproche y auto-reproche o culpa
depresiva en donde el miedo al ataque por parte del objeto o del self son reemplazadas por
conductas reparatorias. En la culpa depresiva predomina la tristeza, pero el yo no se entrega a la
misma sino que, por el contrario, tiene cada vez mayor deseo de vivir, de luchar, de reparar el
objeto dañado (Descuidando el self).

*Vocación y reparación la elección de la carrera mostraría la elección de un objeto interno a ser


reparado. Es decir, que la carrera sería el resultante de una respuesta del yo a un objeto interno
dañado. Con reparación se refiere a conductas que expresan el deseo y la capacidad del sujeto de
recrear un objeto bueno, externo e interno, destruido (Klein). La reparación nunca es total, si así
lo fuera, es decir, la restitución íntegra del objeto que en la fantasía se considera dañado,
corresponde a una fantasía omnipotente.

Capítulo 2

Problemas vocacionales: aquellos que implican poner en juego mecanismos de decisión ante
opciones ocupacionales.

Primera entrevista: su objetivo fundamental es la elaboración del primer diagnóstico, y


eventualmente la formulación del contrato de trabajo o derivación del entrevistado.
Es una entrevista y no un interrogatorio, porque adquiere un carácter abierto, de modo que se
evita que las preguntas que el psicólogo formule impidan ver como configura la situación el
entrevistado. El modo en que él configure la primera entrevista depende de decisiones
conscientes e inconscientes que va tomando en ella. Se puede entonces leer a partir del análisis de
la entrevista cómo el entrevistado configura una situación nueva, en la que está implicado otro
como profesional.
Es de primordial importancia el análisis del primer planteo que formula el entrevistado, dado que
ahí está condensada toda su problemática.
Al final de la primera entrevista se establece el contrato.
Primer diagnóstico: se denomina así a la comprensión a que el psicólogo puede arribar respecto de
la persona que se propone asistir. Responde en cierta forma a preguntas como ¿qué le ocurre a
esta persona? ¿Por qué elegir una carrera o un trabajo le acarrea dificultades? Del primer
diagnóstico surge un pronóstico relativo a la orientabilidad del entrevistado y es por ello que le
permite al psicólogo formularse una estrategia en cuanto a la tarea que emprenderá juntos.
El primer diagnóstico requiere un enfoque funcional que apunte a la clarificación de la dinámica
interna del entrevistado. Ella abarca no sólo los conflictos y dificultades referidos a la elección de
carrera o trabajo sino a la persona toda.

Elaboración del primer diagnóstico: se efectúa sobre los datos recogidos en la primera entrevista,
o en caso especiales, en las primeras entrevistas. Se realiza sobre los emergentes, referidos a la
dinámica predominante en la situación actual que atraviesa, sus puntos de urgencia y
configuraciones conflictivas.
El autor propone ciertos criterios para la elaboración del diagnóstico:

- manejo del tiempo: la elección es una conducta incluida dentro de un proceso de continuo
cambio de la personalidad. Interesa en este modo la construcción que hace del tiempo, desde su
presente el entrevistador. Puede darse una mayor o menor adecuación al tiempo real.

- momentos por los que pasa el adolescente: hay tres momentos referidos a la elaboración de la
conducta en una situación de cambio: el de selección, el de elección y el de decisión.
El momento de selección pone en juego la función yoica de discriminación. La discriminación se
realiza entre objetos externos e internos. La patología en este momento se asocia a indiferencia,
confusión casi absoluta en cuanto a las clasificaciones afectivas que hace de las carreras y
profesiones.
El momento de elección implica el establecimiento de vínculos diferenciales con los objetos. Se
compromete la función yoica que concierne a la capacidad de establecer relaciones satisfactorias y
relativamente estables con los objetos. Las alteraciones se caracterizan por bloqueos afectivos o
por enamoramientos maníacos.
El momento de decisión compromete un proyecto de relativo largo plazo y, por lo tanto,
componentes de acción ligados a la función yoica de regulación y control de impulsos. La
fundamental en cuanto a la posibilidad de tomar una decisión se caracteriza por la elaboración de
duelos; duelos por todo lo que no se decide cuando se decide.

-ansiedades predominantes: dice el autor que más que el tipo de ansiedad (persecutoria,
confusional, depresiva) importa evaluar el monto, el objeto con el cual está ligada, la persistencia
o movilidad y el tipo defensivo que desencadena. La ansiedad está ligada a fantasías y temores
que pueden ser referidas a la imagen de sí, al futuro, a la vida universitaria y a la escuela
secundaria.

- carreras como objeto: las carreras pueden ser analizadas como objetos de la conducta del
adolescente. Estos objetos pueden proteger, destruir, perseguir, reparar, frustrar, confundir, sobre
exigir, agredir, etc. en la fantasía del sujeto, independientemente de lo que la carrera o profesión
es “en realidad”.
El hecho de no mencionar ninguna carrera puede revelar un mundo exterior no catectizado.
Mientras que la inclinación por todas las carreras nos revela un mundo exterior muy confuso pero
sí catectizado, con objetos valiosos para el yo dispersos en varios sectores.

- identificaciones predominantes: una buena elección depende de identificaciones no


distorsionadas donde surja el análisis de los sistemas actitudinales, una confrontación de la
fantasía con la realidad, la confrontación del yo y el mundo externo, etc.

-situaciones que atraviesa: los adolescentes pasan por cuatro situaciones, caracterizada cada una
por un tipo de relación objetal, ansiedades predominantes, conductas manifiestas específicas y
mecanismos defensivos característicos.
Situación predilemática es aquella en la que el adolescente “no se da cuenta” que tiene que
elegir. Por lo general es un adolescente traído a la consulta, que no comprende qué es lo que se
espera de él. La ansiedad predominante es la confusional, pero es baja. La conducta manifiesta es
de extrema dependencia. Se trata de un grado muy alto de inmadurez.
Situación dilemática: se caracteriza por la presencia de afectos confusionales en una persona que
sí se da cuenta de que enfrenta una duda. Revelan una conducta manifiesta con un muy alto
monto de ansiedad y las fantasías predominantes son agorafóbicas y claustrofóbicas. Commented [L1]: Rever desde la carpeta
Situación problemática se caracteriza por un grado óptimo de conflicto capaz de determinar en el
adolescente una dinámica tal que pueda superarlo integrando sus términos en una síntesis
superior. Sus funciones yoicas se encuentran al servicio de un análisis exhaustivo de la situación.
Situación de resolución se caracteriza por la calidad y el monto de ansiedades vinculadas a la
elaboración normal de un duelo. A menudo en este proceso emergen defensas como la regresión,
represión, negación, o idealización. El carácter de estas defensas aparecidas a “último momento”
es momentáneo, lo que las diferencia de aquellas que pueden aparecer en las situaciones
anteriores.

-fantasías de resolución: corresponden a las expectativas conscientes o inconscientes ante el


proceso de orientación vocacional. Las mismas involucran obviamente componentes
transferenciales. Respecto a ellos hay distintas modalidades que pueden detectarse en la primera
entrevista: mágica (psicólogo = ser omnipotente que todo lo hace por el adolescente), filio paterna
(el adolescente piensa que si se porta bien el psicólogo, cual padre, lo va a apoyar), auto-confiada
(cierta dosis de omnipotencia le hace creer al adolescente que dos o tres sugerencias del psicólogo
le van a permitir arreglárselas solo) y de aspiración (se genera un vínculo de cooperación con
quien le da la oportunidad de elegir).

-deuteroelección: con este término se define el proceso de cómo eligió elegir el adolescente, cómo
eligió enfrentar una situación nueva.

Pronóstico en OV. Se tienen en cuenta los siguientes ítems:


- estructura de la personalidad, entendida como esquema de relaciones del individuo con el
medio, que se expresa según el objeto y el vínculo, las defensas y el área fenoménica
predominantes.
- manejo de la crisis adolescente, que permitirá pronosticar la posibilidad que él tenga de
adaptarse tanto al proceso de orientación vocacional como a las exigencias del mundo adulto en
términos de estudio o trabajo.
- historia escolar, en tanto vínculos como situaciones de aprendizaje que permite pronosticar
cómo el adolescente encarará la situación universitaria siguiendo esos patrones identificatorios
adquiridos en el paso por el secundario.
- identidad vocacional y ocupacional, entendida como la autopercepción, elaborada a lo largo de la
vida del sujeto en términos de trabajo o estudio.
- madurez para elegir, que puede ser pesquisada a partir del momento que atraviesa, la situación,
la deuteroelección y las fantasías de resolución.

Teniendo en cuenta estos seis ítems se elabora el pronóstico con respecto a la orientabilidad, es
decir, a la posibilidad de adecuarse al encuentre de trabajo. El pronóstico permitirá al psicólogo
decidir no sólo cual será la estrategia de su trabajo, sino también si va a encarar o no la
orientación vocacional de ese adolescente.

Los tests de orientación vocacional. Los tests tienen un rol instrumental y se subordinan a los fines
del psicólogo. Pueden cumplir una función valiosa pero nunca podrán reemplazar a la función del
psicólogo.
No existen tests de orientación vocacional, sino que existen pruebas que por sus características
permiten al psicólogo aportar datos sobre aspectos más o menos específicos de la personalidad
del sujeto. La selección de la batería a emplear supone un pre diagnóstico.
En definitiva los tests son instrumentos que sirven al psicólogo pero no a quien consulta, como la
radiografía sirve al médico.

Bohoslavsky - Capítulo 3

La entrevista en orientación vocacional es una situación de interacción humana en la que uno de


los participantes está capacitado científica y técnicamente para ejercer el rol de entrevistador.

La entrevista psicológica es, como señala Bleger, un campo en el cual lo genómenos que
acontecen adquieren su significado en virtud de las relaciones que guardan entre sí. La situación
es configurada en parte por el entrevistador y en parte por el entrevistado. Se trata de un proceso
de interacción. El modo en que dicho campo es configurado por el entrevistador se designa
“encuadre”, y consiste en convertir en constantes un conjunto de variables operando como un
marco de referencia que permite leer los significados de la conducta del entrevistado y, a partir de
esto, llegar a un diagnóstico de él.
Básicamente encuadrar una entrevista consiste en establecer dos parámetros: el tiempo y el lugar
y prescribir roles y objetivos. Si los roles, el tiempo, el lugar y los objetivos no están establecidos
de antemano, la conducta del entrevistado asume un carácter caótico e incomprensible para el
entrevistador.
Una entrevista de OV, puede tener dos objetivos fundamentales: la información y el
esclarecimiento. Por información se entiende la colaboración con el entrevistado para discriminar
los aspectos del mundo ocupacional adulto, las carreras, las posibilidades que le brinda el campo
laboral, etc. Por esclarecimiento, se entiende al trabajo para contribuir a que el entrevistado tenga
acceso a una identidad vocacional.
En cuanto a los roles, es imprescindible que el entrevistador prescriba su rol, que es el de
colaborar en el esclarecimiento y la asunción de una IV madura y no el de aconsejar u orientar de
modo activo.
Si bien es el entrevistador quien estandariza un conjunto de variables configurando la situación,
deja en libertad al entrevistado para configurar todo lo que ocurra dentro de la entrevista
(proceso dinámico). Las conductas que acontecen en esta situación así definida pueden
considerarse como emergentes, entendidos como todo acontecimiento en el proceso de
entrevista que, aunque nuevo y “sorprendente” en apariencia, integra y sintetiza factores ya
presentes en el campo psicológico.

La situación de la entrevista es una situación de investigación conjunta en la que, por una parte, el
entrevistador intenta comprender y poner a prueba sus comprensiones acerca del adolescente (la
forma de elegir su futuro, decidir su identidad vocacional y acceder a roles ocupaciones adultos) y,
por otra, el entrevistado pone a prueba sus ansiedades, fantasías, temores, comprometidos en la
elección; el propio entrevistado ejerce de este modo la investigación.

*Transferencia: entiende por fenómenos transferenciales la actualización de relaciones


interpersonales ausentes en el campo geográfico presente. Refiere a la externalización de objetos
internos y vínculos con los mismos, o sea, la conducta mediante la cual los objetos,
acontecimientos y fenómenos de una situación presente, se convierten en depositarios de objetos
internos.
En el caso de la entrevista de OV, los aspectos internos puestos en juego en la transferencia tienen
que ver con identificaciones que el adolescente ha configurado hasta el momento.
El análisis de la transferencia permite al psicólogo comprender las características de los objetos
internos, pasados y futuros, el tipo de ansiedad que suscita la relación objetal y las características
de las defensas puestas en juego.

Por fenómenos contra-transferenciales se entiende la transferencia que el OV, realiza de su propio


pasado, futuro y mundo interno en la relación específica con su consultante. Los datos contra-
transferenciales se convierten en fuentes de hipótesis que luego tendrán que se sometidas a
prueba.

En el caso específico de la entrevista en OV, el énfasis en el análisis transferencial se pone


fundamentalmente en un entonces futuro. No porque el pasado no sea también actualizado, sino
porque la entrevista de OV tiene fundamentalmente un carácter prospectivo o profiláctico, que
centra sus miradas en los proyectos referidos a situaciones, relaciones interpersonales y objetos
aún no presentes en el mundo adolescente.

*Diferencias entrevista terapéutica - entrevista OV En una entrevista de OV se procura que el


adolescente comprenda las identificaciones habidas hasta ese momento; la transferencia no se
verbaliza ni se interpreta a menos que la entrevistada tienda a romper el encuadre.
Si el objetivo explícito del psicólogo es la orientación vocacional en tanto que su objetivo implícito
es la terapia, puede caer en el riesgo de actuar el rol psicoterapéutico que el adolescente
eventualmente proyecta sobre él, en lugar de comprenderlo e instrumentalizarlo de modo tal que
le permita entender por qué el adolescente necesita verlo a él como a un terapeuta.
“Una entrevista de OV es una suerte de espejo que mira hacia el futuro y que, sólo si es necesario,
se emplea al mismo tiempo para reflejar lo pasado y en todo caso sólo aquellos aspectos del
mundo interno que tengan que ver con la visión fantaseada del futuro implicada en la
problemática vocacional del adolescente”.

*MOMENTOS DE LA ENTREVISTA: Pre entrevista, apertura, desarrollo, cierre y post-entrevista.


Generalmente en la preentrevista de una consulta vocacional, el contacto entre el entrevistado ha
sido establecido por un tercero. Además de esto, la pre-entrevista abarca, tanto para entrevistado
como entrevistador, el conjunto de fantasías que desencadena la entrevista como situación nueva.
La apertura de la entrevista seguramente dramatiza el modo como el adolescente fantasea su
ingreso a la universidad. Hay que destacar la importancia de leer los mensajes extra verbales en el
momento de la apertura.
En cuanto al cierre de la entrevista, este va a diferir según el momento del proceso. En el caso de
la última entrevista aparecen claramente ansiedades de tono depresivo.

*INTERVENCIONES DEL ENTREVISTADOR: el entrevistador en OV interviene con distintos fines: 1-


estimular el aporte de más datos. En ese caso tiene el carácter de una pregunta (manifiesta o
indirecta); 2- corrección de distorsiones, que el adolescente evidencie respecto de su identidad
vocacional. Tal finalidad es cumplimentada mediante señalamientos (verbalizar algo que, sin ser
icc, no es explícito en el mensaje del entrevistado) e interpretaciones (interpretación de
emergentes o conductas del entrevistado); 3- función de síntesis de los datos referentes a las
conductas manifestadas por el adolescente. Sirve sobre todo cuando el adolescente concluye la
entrevista con una alta dosis de confusión siendo útil para que discrimine qué se lleva de esa
entrevista; 4- suministro de información, que puede ser sobre el encuadre, sobre carreras planes
de estudio y oportunidades profesionales.

*Intervenciones de esclarecimiento

- Reflejo el entrevstador intenta expresar con palabras nuevas no tanto el contenido expresado
por el paciente sino las actitudes esenciales; hace a las veces de espejo para demostrarle que es
comprendido. Lo que caracteriza a esta técnica es que el entrevistador elabora su mensaje con los
materiales que hasta ese momento ha aportado el entrevistado conscientemente, y si bien
profundiza su elaboración, no sobrepasa el punto alcanzado por el consultante.
- Clarificación el psicólogo abarca todo lo que está implícito en el mensaje del entrevistado, sin
aludir a contenido inconsciente, defensas o ansiedades.
-Reflexión en este caso el psicólogo agrega más datos que los aportados por el entrevistado y su
función se limita solamente a la discriminación e integración de las conductas del entrevistado y
los datos del campo. Implica la expresión verbal de lo que es vagamente consciente, es decir, que
no es consciente pero no tiene carga conflictiva tal que genere resistencias.
- Confrontación se llega aquí hasta lo icc. Se incluye la relación de la conducta actual con datos
del pasado, señalando similitudes, diferencias y contradicciones entre los datos del presente,
igualmente contenidos en el relato.
- Interpretación implica la verbalización de contenidos inconscientes que por lo general refieren
a datos transferenciales.
Cualquiera sea la intervención del psicólogo, cobrará sentido si tiende a permitir que el
adolescente elabore, comprendiendo, la situación que atraviesa. Hay que recordar nuevamente
que la entrevista no es retrospectiva sino prospectiva, y que la finalidad del esclarecimiento no es
terapéutica sino psicoprofiláctica.
Ante las intervenciones anteriores, las reacciones del entrevistado pueden ser de aceptación,
rechazo o indiferencia. Hay que discriminar si cuando hay una aceptación es o no auténtica,
fundada en una comprensión real de la situación explicitada o si se basa en un pseudo insight, o
falsa comprensión. La indiferencia puede deberse a un desacuerdo en la interpretación debido a
su contenido, a su oportunidad, a su formulación, etc. También puede expresar una suerte de
resistencia, lo mismo ocurre en el caso del rechazo.
Capítulo 4 - La información ocupacional en OV

El análisis de las consultas de adolescentes relativas a los problemas de OV revela que gran parte
de los conflictos se refieren a la carencia de información con respecto a su futuro. Para satisfacer
esta necesidad, la OV debe contemplar recursos y técnicas para informar al adolescente. Estos
últimos se engloban bajo el nombre de Información ocupacional. Esta es imprescindible y sus
objetivos son dobles: por un lado, transmitir información, pero por otro, simultáneamente,
corregir las imágenes distorsionadas que ya tiene el adolescente sobre el mundo adulto. Las
distorsiones pueden ser intrapersonales (características de la personalidad, la edad, factores
cognitivos, afectivos, etc.), interpersonales (surgen de trastornos en los procesos de identificación
con otros significativos) o transpersonales/culturales (por pertenencia a una comunidad que
valora de determinada manera a ciertos profesionales o a partir de ciertos prejuicios).

Dado que la nueva información conecta al adolescente con la vida adulta de un modo más directo,
se convierte a su vez en fuente de ansiedad, lo que puede llevarlo a estereotipar aún más lo
conocimientos que posee. Las actitudes, ansiedades y fantasías frente a las informaciones relativas
a las carreras y ocupaciones se convierten en un obstáculo para la tarea de información. Pueden
aparecer conductas de tipo fóbico frente a la información que lo lleven a recurrir a sus viejos
prejuicios, conductas de sobre-exigencia de información generando un vínculo de exagerada
dependencia con el orientador.
Los prejuicios del adolescente y la distorsión de las imágenes de la realidad ocupacional expresan
no sólo características personales de quien consulta sino que son a la vez emergentes del contexto
social, de los valores de su sociedad, de su clase y de los grupos a los cuales pertenece. La
estructura ocupacional de una determinada comunidad es internalizada por sus miembros bajo la
forma de imágenes ocupacionales.
Además el adolescente suele realizar clasificaciones de tipo afectivo reuniendo ocupaciones
objetivamente diferentes entre sí pero que tienen en común el hecho de motivar sentimientos
similares en él.

*Qué informar, cómo y a quién la información debe suministrarse de forma tal que exija la
participación activa del adolescente mediante el análisis, la síntesis y la integración de los
conocimientos que se le suministren. Esta participación activa deberá darse tanto dentro del
contexto de las entrevistas informativas como fuera de ellas, estableciendo contacto con lugares
de trabajo, facultades, etc.

REALIDAD OCUPACIONAL.

Bonelli. La orientación vocacional como proceso.

Ligada al interrogante de ¿cuál será la profesión más adecuada para cada uno?, la orientación
profesional cobró impulsos a fines del siglo XIX y se ha institucionalizado en tiempos de la primera
Guerra Mundial como respuesta al desempleo. La orientación es una idea de nuestro siglo la
combinación de la dos palabras, orientación vocacional, apareció por primera vez en 1908. A partir
de allí se fueron desarrollando distintas modalidades de trabajo. Bohoslavsky diferencia la
modalidad actuarial y la clínica (dos extremos). La modalidad actuarial tiene como raíz a las
concepciones de la psicología de las diferencias individuales; es predominantemente psicotécnica
y el estudiante juega un papel más bien pasivo, y recibe un pronóstico. La segunda, la modalidad
clínica recibe aportes del psicoanálisis, la psicología del yo y las teorías psicológicas de la
motivación. Puede utilizar pruebas para el diagnóstico vocacional, pero se centra
predominantemente en el proceso de esclarecimiento mediante entrevistas. Asistimos así a un
pasaje de la orientación examen a la orientación proceso que implica una intervención del
psicólogo tendiente a un esclarecimiento que permita al adolescente lograr (activamente) una
elección autónoma y el mejor vínculo con la carrera y la profesión.

Momentos históricos de la OV
En un primer periodo, ligado a la etapa de las diferencias individuales, la orientación científica es
un examen psicotécnico. Hay un afán por la objetividad, centrado en el análisis de los resultados
de los tests. Priman la estadística, psicometría y análisis factorial. Se trata de un mero
apareamiento entre aptitudes y carreras sin tomar en cuenta la historia personal del sujeto, la
compleja causalidad de sus series complementarias.
En un segundo período, con la inclusión de la historia personal, la orientación comienza a hacerse
cargo del proceso. Al estudio de la inteligencia y aptitudes se le suma el de la personalidad, a partir
de inventarios. Subsiste una insuficiencia ligada a los instrumentos de exploración.
En un tercer período de carácter dinámico se utilizan pruebas proyectivas que permiten sondear
la estructura dinámica de la personalidad y se empiezan a analizar las motivaciones conscientes e
inconscientes de la elección. Cobra un valor fundamental la entrevista psicológica. El método por
excelencia pasa a ser así el método clínico.
En un cuarto período se visualizan y profundizan ciertos aspectos. Se enfatizan las connotaciones
sociológicas de la elección (aportes de sociología y psicología social) subrayando los aspectos
socioeconómicos y los condicionamientos culturales de la elección. Se utilizan técnicas de
dinámica grupal. Hay mayor conciencia de la necesidad de extender los servicios de orientación.

Enfoque de la autora. Enfoque integral que incluye cuatro dimensiones:


-evolutivo: propone que la elección vocacional se da en un proceso continuo que comienza en la
infancia y se prolonga en una orientación permanente. Estamos siempre eligiendo caminos, cada
vez más específicos en nuestro quehacer. Este proceso continuo es el modo como va
constituyéndose en fases evolutivas la identidad vocacional.
-psicodinámico: entiende al proceso de elección y orientación focalizado en el logro de la
identidad vocacional ocupacional y presta especial atención a las motivaciones conscientes e
inconscientes ligadas a la conducta de elección.
- interactivo y psicosocial: implica una toma de conciencia de la influencia profunda de la
interacción individuo medio en las vicisitudes de la formación de la identidad y en la configuración
de las imágenes profesionales.
A su vez la autora adhiere al método clínico, el cual se caracteriza por una determinada estrategia
de abordaje al objeto de estudio. Hablar de estrategia implica subrayar el tipo de mirada y de
operación sobre la conducta humana por encima de lo que se mire o lo que se opere. Este
proceder no excluye el empleo de técnicas distintas a la entrevista, como proyectivas o
psicométricas, lo importante es cómo se las utiliza.

OV como proceso.
Entender la elección y la OV como proceso implica hacerse cargo de la idea de transformación que
el término proceso lleva implícito. La idea de proceso incluye la dimensión temporal de manera
fundamental. Como todo proceso, el de elección es direccional, puede acelerarse, detenerse,
prolongarse. La dirección es hace el logro de una identidad expresada en términos de roles
ocupacionales- vocacionales. Este proceso de elaboración de la identidad se da integrando el
proceso más amplio de elaboración de la identidad personal, en crisis en el adolescente de nuestra
cultura.
La palabra proceso aparece a partir de la década del 40 como la clave de la elección y de la
orientación vocacional. Se opone a la consideración de la elección como un hecho acaecido de
pronto, al finalizar la escuela secundaria, respuesta accidental a la necesidad de elegir. El proceso
abarca en cambio un período relativamente prolongado y culmina con una elección en la que, de
alguna manera, el sujeto actualiza su concepto de sí mismo.
El proceso de elección es continuo, es un proceso de desarrollo, no una decisión aislada sino una
serie de decisiones, tomadas a lo largo de un período de años. El individuo avanza desde
elecciones muy tempranas saturadas de fantasía, pasando por elecciones basadas en intereses,
aptitudes y valores hasta la cristalización de una elección que tiene que ver intrínsecamente con
su quien ser y su quehacer o sea con su proyecto de ser.

Identidad y roles vocacionales.


La identidad vocacional se expresa en términos de roles ocupacionales. El rol ocupacional es el
aspecto dinámico del status y está vinculado con la conducta esperada de un individuo en función
de su profesión. Al individuo se le van ofreciendo distintos roles que se van introyectando, aunque
no tengan todos las mismas características ni el mismo peso.
La identidad aparece como una idea integradora que supone relación consigo mismo y con los
demás. La identidad es más que una suma, es una Gestalt que incluye todas las identificaciones
aisladas, pero también las altera integrándolas en una totalidad. Puede entenderse la identidad
ocupacional como la autopercepción a lo largo del tiempo en términos de roles ocupacionales.
Esto supone saber qué es lo que se quiere hacer, de qué manera y al estilo de quien. La identidad
vocacional es la respuesta al por qué y al para qué se elige determinado rol ocupacional.
El ideal del yo, en términos vocacionales supone vínculos afectivamente positivos hacia personas
que realizan determinados roles ocupacionales. El adolescente quiere ser como ellos.

En proceso de elaboración de la identidad el adolescente corre el riesgo de caer en una


seudoidentidad o identidades negativas. En estas últimas el adolescente se identifica con los
objetos más indeseables, idealizados ahora. Es lo contrario a lo que el grupo familiar espera de él.
Son las propias identificaciones persecutorias negadas las que se idealizan e inundad el yo.
La seudoidentidad sería una transacción entre la necesidad que yo tiene de una identidad y los
obstáculos internos y externos para lograrla. Implica fuertes mecanismos de disociación, represión
y alienación del yo. La elección es como una máscara que oculta un profundo sentimiento de
inferioridad y la imposibilidad de asumir el propio ser.

La adolescencia, como etapa de moratoria psicosocial, supone un tiempo en que el adolescente


discrimina y selecciona sus identificaciones. Se produce un proceso de duelo. Se encuentra en una
lucha entre los objetos viejos que debe abandonar y los nuevos que va a tomar. Es decir, implica
un abandono pero también un descubrimiento de objetos. Aparecen así relaciones objetales
transitorias que sirven de mediación en el desarrollo de la identidad. Desde el punto de vista
vocacional, objetos significativos que el adolescente debe abandonar son: la escuela secundaria
con toda la seguridad de la infancia, los compañeros que elige distintos caminos, las carreras que
no elige, las fantasías omnipotentes de poderlo todo.
Períodos en la formación de la identidad vocacional
a- período de elecciones fantaseadas: ligado a las primeras identificaciones, al deseo de ser
grande. Son elecciones regidas por función del placer cuya perspectiva temporal está
distorsionada. La fantasía es ilimitada y sin ninguna relación medios-fin. En la fantasía se adoptan
distintos roles (dentista paciente, ladrón, policía) cuyo carácter defensivo es muchas veces
evidente. El niño desempeña los roles que la sociedad prescribe a los otros, al jugar a ser un
individuo en su ambiente copia las formas de comportamiento observadas.
Al final del período de la fantasía, 10-11 años, hay un mayor realismo vinculado con el aumento de
la preocupación por la realidad, ligado también a las influencias familiares y escolares.
b- período tentativo o de proyectos: aproximadamente hasta los 17 años. El aumento de las
presiones libidinales, la intolerancia a la frustración, la búsqueda de gratificaciones inmediatas
interfieren con sus proyectos futuros, no siempre realistas. Hay igualmente un mayor
reconocimiento de sus intereses, pero la crisis normal de identidad que atraviesa le hace difícil
concretar una imagen de sí mismo futuro. Las elecciones son tentativas, porque se basan en una
imagen de sí en acelerado cambio. De tal modo, que a medida que los conflictos propios de la
crisis adolescente se elaboran, los tanteos dejan paso a progresivas consideraciones sobre la
realidad en la elección.
c- período de elección realista: a partir de los 17, 18 años cuando la progresiva resolución de la
crisis adolescente por una parte, y las exigencias de la realidad, por otra, posibilitan la toma de
conciencia de la necesidad de decidir.
El período realista no tiene límites cronológicos tan claramente definidos como los períodos
anteriores. Influyen más en este momento la estructura y la dinámica de la personalidad
individual y las circunstancias ambientales.
Ginszberg subdivide el período realista en tres sub-períodos: -exploratorio: los adolescente
revisan sus decisiones pasadas, eliminan muchas carreras y ocupaciones, comprenden la
importancia de la selección y asumen el problema de elegir como propio. -de cristalización: se
lleva a cabo alguna transacción entre las diversas búsquedas y factores que influyen en su elección
y finalmente dejan de explorar y comienzan a formular planes definidos para el futuro inmediato.
- especificación: se dan los pasos concretos para la obtención de los objetivos. A medida que se
avanza la elección se torna más definida.

Técnicas y recursos
Entrevista en orientación vocacional entrevista esencialmente operativa. No es una anamnesis
o recopilación de datos previamente establecidos sobre la historia vital del entrevistado. La
entrevista es un todo, una Gestalt en la cual entrevistador y entrevistado en su interrelación
estructuran el campo de aquella. El campo dinámico de la entrevista los comprende a ambos y al
vínculo establecido entre ellos. Se configura técnicamente a partir del entrevistado y su repertorio
de conductas.
La entrevista de OV es operatoria, porque en la medida en que el objetivo central del proceso de
orientación es la elección de carrera, no pretende curar a un sujeto que presenta una
psicopatología determinada que abarca los aspectos totales de su personalidad y la situación total,
sino que busca aprovechar la situación de entrevista con el fin de lograr el mayor grado de eficacia
en la resolución de una determinada situación crítica en un tiempo limitado.
El objetivo fundamental del proceso de entrevistas es la resolución de la problemática vocacional,
con lo que quiere decir que el entrevistado recupere su capacidad de resolver. Se trata de
restablecer la confianza movilizando la capacidad de autonomía. El terapeuta tiene entonces
presente ese objetivo o foco concentrándose en él. Este foco operativo puede coincidir con el
verdadero motivo de la consulta o bien esconder un motivo latente que configuro otro otros
focos.
Debemos tener en cuenta entonces que la entrevista en orientación no tiene como finalidad
específica la remoción de enfermedades o síntomas. Su valor terapéutico es en sentido amplio
vinculado con la resolución de aquellos conflictos que impiden elegir, como también el
esclarecimiento de los motivos, fantasías y proyectos futuros con la corrección de imágenes
distorsionadas de la realidad interna o externa y la activación y fortalecimiento de las funciones
yoicas. La entrevista en OV es en este sentido, esencialmente prospectiva: se dirige desde el
presente hacia un futuro mediato e inmediato. El pasado se incluye desde el ángulo en que las
experiencias pasadas pueden estar implicadas en el proyecto. Es este un modo de abordaje
basado en la convicción de que la elección solo es posible cuando la calidad y magnitud del
conflicto no interfieren significativamente.

Momento de la entrevista y otras técnicas: señalamiento, reflejo, interpretación, entrevista grupal


en OV y entrevista familiar (página 41 a 55).

Información ocupacional se denomina así a los distintos recursos y técnicas: guías de


universidad, guías de carrera, planes, documentos informativos, campos ocupacionales,
empleados para trasmitir información. Ningún proceso puede considerarse completo si no la
incluye.
La información ocupacional posee un contenido referido al mundo del trabajo y de la educación
destinado a fundar la comprensión de los roles ocupacionales y educativos y favorecer las
experiencias ocupacionales, directas e indirectas, del estudiante, usa técnicas pedagógicas y se
vale de variadas formas documentales.
Se debe tener en cuenta a quién se dirige la información. Se trata de un adolescente que tiene
muchas veces imágenes distorsionadas sobre el trabajo, el prestigio de las ocupaciones, imágenes
profesionales fantaseadas y prejuicios. Las profesiones se valoran muchas veces en función de los
niveles de ingreso, del prestigio social, del status, sin tener en cuenta por el general la necesidad
que el país tiene de determinados profesionales. A su vez, la información sólo se transforma en
orientadora cuando puede ser elaborada.

Tarea del psicólogo en la información respecto a la información vocacional, es decir, referida al


mundo del trabajo y de las profesiones, la terea del psicólogo es la de abrir interrogantes, y
fomentar la búsqueda de información (por medio de documentos como los anteriores así como
también por medio de entrevistas a profesionales, estudiantes, etc.) y favorecer conclusiones
personales acordes con la realidad. Respecto a la información referida al mundo interior del
consultante, puede darse al finalizar el psicodiagnóstico, como un esclarecimiento cognitivo (hay
situaciones en que se hace necesario). El límite de este esclarecimiento objetivo es la medida en
que facilita o no la toma de conciencia.

Realidad ocupacional la aplicación de esta técnica resulta de extraordinario valor diagnóstico


sobre la información que el estudiante posee, y permite una rápida visualización de los contenidos
afectivos ligados con las diversas profesiones. La técnica suele aplicarse antes de comenzar un
proyecto personal de información.
Esta técnica según la autora favorece la toma de conciencia de la necesidad de información,
acelera el proceso de corrección de distorsiones, muestra la relación existente entre carreras,
evidencia la forma como el consultante se vincula con las carreras y permite al entrevistador
operar simultáneamente sobre la trasmisión de información y sobre las fantasías y ansiedades del
estudiante ligadas a ella.

Entrevista informativa y psicodiagnóstico vocacional páginas 61 a 75.

El diagnostico institucional: la institución educativa, se distingue de otras instituciones por sus


mismos objetivos.
El orientador vocacional debe partir de un diagnóstico de la institución para el adecuado encuadre
de la tarea. Partir de un diagnóstico de la institución supone tener en cuenta un mínimo de
información sobre la institución que incluye:

a. Fines y objetivos: es importante que compatibilicen los objetivos de la institución y del equipo
que realiza la tarea. No solo los objetivos explicitados sino los latentes. Condición esencial previa a
toda planificación y sin la cual no es posible encarar un plan eficaz.

b. Organización jerárquica: se refiere a la distribución del poder de decisión, a la posibilidad de


algunas personas de influir sobre las conductas de otras, en función de la posición que ocupan en
el organigrama jerárquico de la institución.

c. Aspectos instrumentales: lo instrumental o tecnológico está dado por todos los recursos
accesorios de que dispone para la ejecución de la tarea específica.

d. Ubicación geográfica: es importante que se posibilite el fácil acceso a los servicios por parte de
la población estudiantil, los docentes y la comunidad total.

e. Organización del espacio: en el caso de las instituciones educativas el edificio donde se


desarrollan las actividades no han sido elegidos por los miembros de la institución sino que
corresponden a una decisión de niveles más altos. El espacio repercute en las relaciones sobre las
relaciones concretas de las personas, los procesos personales y hasta los estados de ánimo.

f. Procesos económicos: constituyen un punto de verdadera urgencia en toda infraestructura y un


factor clave cuando el pago es insuficiente. Se observa un alto nivel de insatisfacción por parte del
personal. Este malestar obstaculiza la tarea originando inestabilidad y discontinuidad.

g. Organización de las actividades: es importante ver cómo están organizadas las actividades
dirigidas al logro de los objetivos de la institución.

h. Origen, formación, evolución, historia, crecimiento, cambios: en las instituciones educativas,


muchas veces, el origen, la formación, el crecimiento, los cambios y aun los ingresos y egresos y
sus modalidades no dependen de los miembros ni de las autoridades del establecimiento, sino de
instancias ministeriales superiores.

i. Cultura y normas que rigen: habitualmente, las normas escritas están dadas por estatutos,
reglamentos, organigramas, etc. La cultura se expresa en la forma concreta que se articulan para
una institución sistemas de significación colectiva, lenguaje, costumbres, etc.
j. Distribución de la información: la distribución de la información está dada de manera no
azarosa. Pero el principal archivo de información es el que tiene su expresión en la experiencia de
las personas, en los conocimientos y en toda aquella información que es vital para la marcha de la
institución.

Para un mejor logro de las funciones y objetivos propuestos, es necesario tener en cuenta la
institución en su totalidad, y el diagnóstico previo facilita la planificación ajustada de la tarea, y la
operatividad y eficacia del equipo. Cuando se afirma que el orientador planifica su tarea desde un
primer diagnóstico de la institución, se entiende que esclarecerá todo aquello que interfiera
directamente en la realización de la tarea, prestando asesoramiento a la institución.
Su enfoque debe ser siempre totalizador y estar dirigido a las distintas instancias: directivos,
profesores, personal administrativo, padres, alumnos, comunidad en general. Si bien su centro de
acción son los alumnos y su orientación vocacional y/o profesional, no es posible, el logro óptimo
de estos objetivos en un trabajo aislado.

Muller - Orientación vocacional.

La autora entiende a la OV como una tarea clínica, cuyo objetivo es acompañar a uno o más
sujetes en el planteo de sus reflexiones, conflictos y anticipaciones sobre su futuro, para intentar
la elaboración de un proyecto personal que incluya una mayor conciencia de sí mismos y de la
realidad socioeconómica, cultural y laboral, que permita a los orientados aprender a elegir un
estudio u ocupación. Esta idea de OV, lleva a considerar, en primer lugar, la construcción de sí
mismos por parte de los orientados, antes que la elección eventual de una u otra profesión, dado
que es a partir del esclarecimiento de quién se es y a dónde se desea llegar, como se desprende
qué se quiere hacer.

Las principales fuentes teóricas de la estrategia clínica en OV provienen del PSA y de la psicología
social. Del PSA derivan, en especial los conceptos de instancias psíquicas: yo ello superyó y la idea
de inconsciente, actuante, dinámico, que se expresa en sueños, actos fallidos, y también en todo
un sistema de percepción del mundo y expresión personal, mediante la búsqueda de objetivos
que ponen en juego deseos profundos y motivaciones muchas veces desconocidas
conscientemente. También conceptos como idealización, identificación, ideal del yo, yo ideal, etc.
De la psicología social proceden las nociones de vínculo, grupo interno, estructura y dinámica de
grupos, momentos del acontecer grupal, etc.
De estas bases se deriva el llamado método clínico operativo, el cual pone en primer plano al
sujeto consultante, en su peculiaridad única, en su historia personal y familiar, sus disposiciones,
sus posibilidades, conflictos, etc.
De acuerdo a este método, cada orientado es único e irrepetible y cada encuentro con el
orientador una experiencia personal para la cual no existen supuestos previos rígidos ni recetas,
tampoco soluciones estereotipadas, o consejos. De este modo, la OV no es un dictamen, ni un
estudio psicológico del cual se desprendan resultados ni un consejo o prescripción de tipo médico
o mágico. Es un proceso, un recorrido, cuyo centro pasa por el orientado y no por el orientador o
las técnicas. Todo lo que se trabaje durante la OV tiene por finalidad movilizar al orientado para
poner en práctica su protagonismo en cuanto a conocerse, conocer la realidad y tomar decisiones
reflexivas y de mayor autonomía.
El método clínico operativo es una actitud de escucha y diálogo, que posibilita al orientado
desplegar sus interrogantes, sus temores, y fantasías para rastrear en su mundo interior. Además
de la escucha se emplean técnicas auxiliares, pero siempre al servicio del conocimiento de sí
mismo que mediante ellas puede lograr el consultante: no como datos diagnósticos aislados, pues
la OV no es un psicodiagnóstico. Estas técnicas incluyen: tests proyectivos, tests psicométricos,
dramatizaciones, juegos, técnicas plásticas, técnicas informativas.

En OV uno de los objetivos es que el orientado, desde su lugar de sujeto deseante, como persona,
pueda llegar a enunciar sus gustos y proyectos personales, descubrir en qué ocupación y con qué
estilo propio de vivir mejor puede hacer aquello que le produce placer y que desarrolle sus
potenciales creativos.

La OV es un proceso, no un acontecimiento puntual y aislado, tampoco un “oráculo”. Es un


movimiento de exploración, un investigar en la subjetividad del orientado ante un mundo
polivalente y problemático que es también interrogado y cuestionado.

*VOCACIÓN “no nace”, sino que “se hace”, se construye subjetiva e históricamente, en
interacción con otros, según las oportunidades familiares y las disposiciones personales. Es
importante en este sentido el aporte de las series complementarias.
No se trata de un “llamado” exterior y una adecuación a un lugar prefijado y ajeno, sino de una
construcción larga, laboriosa, cargada de vicisitudes e influencias profundamente arraigas pero
desatendidas por quienes se orienta.
*Distancia óptima equilibrio entre ponerse en lugar del otro, sentir con él, sin confundirse con
él.
*Participación acompañante sin dirigir ni imponer pautas, pero también con la posibilidad de
proponer actividades informativas, consignas de tareas que considere pertinentes.

*ENCUADRE es el modo como el orientador configura la entrevista y el proceso en general.


Transforma algunas variables de la situación en constantes. Esto posibilita que los emergentes de
la relación de consulta se entiendan como propios de ese sujeto, en ese proceso, ya que surgirán
las peculiaridades de conducta de los entrevistados al configurar ellos el campo o situaciones de
entrevista.
El encuadre consiste en declaraciones que el orientador le hace al sujeto a fin de explicitarle la
forma de trabajo, respondiendo a las personas acerca de: dónde, cuándo, cómo, qué, quiénes,
para qué. Esto no se establece de una vez y para siempre sino que conlleva trabajar con las
proyecciones del sujeto, y su transferencia. El encuadre vuelve a explicitarse cuando sea necesario,
hasta ser internalizado. No es rígido ni inflexible, pero tampoco tan laxo que carezca de límites.
Constituye un marco que delimita y contiene la tarea.
Forma también parte del encuadre el esclarecimiento por parte del orientador de los malos
entendidos y prejuicios con respecto al proceso: si se cree que es una ayuda mágica e inmediata, o
un consejo: o que se solucionarán los problemas por obra del orientador, etc.

Las condiciones que se fijan en el encuadre son lugar, tiempo (de sesión y número y frecuencia de
sesiones), roles (explicitar que el entrevistador colabora, acompaña pero el orientado es el
principal protagonista, siendo su decisión personal e intransferible), objetivos y método
(entrevistas principalmente aunque se suelen incluir técnicas).
*INTERVENCIONES DEL ORIENTADOR REFLEJOS DE SENTIMIENTOS - SEÑALAMIENTOS -
INTERPRETACIONES su objetivo es intentar esclarecer contenido inconscientes, defensas,
resistencias, motivaciones, pero con foco en el proceso de OV. Por tal motivo son prospectivas y
no regresivas.

*Transferencia el orientado tiende a reproducir en su relación con el orientador sentimientos,


actitudes, esquemas inconscientes de su historia personal, transfiriéndolos al entrevistador, con
deseos de encontrar en él una figura que tome el lugar de sus padres de la infnacia, por lo cual
surgirán resistencias y conflictos debidos a la angustia que suscitan a las vivencias antiguas. Todo
sujeto desplaza y transfiere lo infantil inconsciente a situaciones y objetos actuales y futuros.

*Diagnóstico se perfila durante las 2 o 3 primeras entrevistas, donde se explicita el motivo de


consulta aparente y latente, se plantean los términos de la problemática y se muestran las
fantasías respecto del proceso de OV y de la resolución del conflicto. El diagnóstico nunca se
obtura, permanece abierto durante todo el proceso.

*Tests el orientado frente a las técnicas o tests suele suponer que a ello se reduce el proceso y
que el test le va a decir “qué seguir”, suele tener miedo a “qué saldrá” o sostiene que “le sacan
información”. Todas estas son fantasías, sin embargo, pocos tests, bien empleados e incorporados
al proceso puede servir para que el mismo orientado pueda acrecentar su conocimiento de sí; es
incorrecto mantenerlos en el misterio como datos únicamente usados por el orientador.
La interpretación de los tests debe tomarse en función de la tarea (ov), que no es un
psicodiagnóstico común. En dicha interpretación se debe atender a la identidad del yo: cómo se
percibe a sí mismo, en cuanto a sus tareas y proyectos de estudio y trabajo en especial, qué
ansiedades predominan, a qué objetos están ligadas, qué defensas emplea, si son móviles o
estereotipadas, que fantasías y temores muestra.

*Información ocupacional su objetivo es conocer la realidad laboral y social, las perspectivas de


ocupación y las económicas, en cada campo de trabajo. Implica a un sujeto orientado que está
inserto en un medio familiar y sociocultural y que como tal trae consigo cierto conocimiento “más
o menos claro” de una cierta gama de estudios y ocupaciones, ocupaciones prestigiosas o
desvalorizadas, ocupaciones “masculinas” o “femeninas”, ocupaciones de fáciles y grandes
ingresos, carreras “difíciles” o “fáciles”, referencias sobre campos de trabajo o materias de
estudio, etc.
La IO tiene como propósito mejorar las condiciones en que se realiza la decisión, corregir fantasías
por la elaboración de datos reales y discriminar estudios y ocupaciones confundidos o
distorsionados por estereotipos vigentes, por prejuicios sociales o familiares o por la historia
personal. También orientar al conocimiento de prioridades y necesidades de la región o del país,
así como describir e investigar las relaciones entre oferta y demanda laboral y profesional.
Informarse, modificar esquemas previos suele generar angustia y muchas veces evitación ante las
ansiedades básicas, miedo a perder lo ya estructurado y seguro; miedo a lo desconocido,
“peligroso”. Como defensa el orientado suele aferrarse al orientador, lo toma como acompañante
contra-fóbico y que lo ayuda a “meterse” en la zona desconocida.
El orientador no aconseja ni dirige. Propone medios de información, aclara datos, corrige errores,
utiliza recursos auxiliares: técnica de realidad ocupacional, guías universitarias, folletos, revistas,
diarias, grabaciones de entrevistas, visitas a establecimientos, etc. Procura la movilización de los
sujetos, señala, refleja, interpreta, esclarece, a fin de integrar al proceso la información.
Se graduará la información en etapas, que avancen en profundidad y disminuyan en extensión:
1- Información general: visión de conjunto de todas las ocupaciones y estudios del nivel
considerado (útil la técnica de RO), 2- Información específica: completa el primer nivel. Se refiere
al régimen de enseñanza en los estudios; las diferencias con los estudios de nivel inferior; el objeto
de trabajo en las ocupaciones de cada área; los métodos; la interrelación con otras ocupaciones;
las especializaciones; los lugares de trabajo, etc. 3- Contacto directo: exploración, observación y
comprobación directas (de las ocupaciones que el sujeto prefiere); consiste en visitas, entrevistas
a profesionales o estudiantes en sus lugares de trabajo.

*PROBLEMÁTICA VOCACIONAL se sitúa y se abre en un amplio abanico de temas conexos. Está


delimitada y condicionada por factores socio-económicos, oportunidades educacionales y
laborales, relaciones familiares, ideología referente a los diversos estudios y ocupaciones,
estructura psíquica de sujetos que establecen su deseo desde otros.

Rascovan. Orientación vocacional: una perspectiva crítica.

Rascovan, parado desde una mirada crítica, sostiene que el principal objetivo que hoy tiene por
delante la O.V es responder creativamente a una de las más acuciantes demandas sociales: el
drama de millones de personas que no encuentran un lugar en la vida colectiva. Propone para ello
como desafío la articulación entre dos áreas de producción teórica y de intervención psicosocial
hasta el momento, separadas: la salud mental comunitaria y la orientación vocacional.
La salud mental comunitaria se asienta en las complejas interrelaciones que se producen entre los
sujetos y los conjuntos sociales. Su idea central es trascender la noción de enfermedad mental y
promover una consideración del sufrimiento humano en su inseparable articulación con la vida
social. La plurideterminación de los problemas psíquicos nos lleva a pensar que hay vivencias
subjetivas de sufrimiento que son efecto de conflictos sociales.
Los problemas vocacionales, concebidos como vicisitudes existenciales, son parte del campo de la
salud mental comunitaria. Su abordaje no puede reducirse a la comprensión de lo individual como
un fenómeno aislado, pero tampoco a la abstracción de una causalidad social. Los problemas
vocaciones se ubican justamente en la relación entre el sujeto y la sociedad, y esta manera de
pensar pone a la comunidad como centro del problema.

El autor desarrolla el concepto de transición, sobre todo de la adolescencia a la vida adulta,


respecto a lo cual dice que hay cada vez mayor dificultad para ingresar al mundo adulto, tanto al
aparato productivo como al sistema educativo superior. Ese pasaje está condicionado por la
amenaza de exclusión para quienes todavía están relativamente dentro del sistema social. La
transición entre adolescencia y adultez se ve teñida así por el miedo de caer de la pirámide social,
constituyéndose así este proceso como un momento de gran incertidumbre. Igualmente este
proceso de transición no deja de ser una oportunidad para recrearse a uno mismo, incluso en
tiempos en que se vive bajo la amenaza de exclusión.
La problemática de la exclusión social afecta a los que materialmente quedaron afuera, pero
también a los que potencialmente podrían quedar, es decir, a todos los miembros del tejido social.
Ello supone una situación de vulnerabilidad tanto para los que viven en el interior como en los
bordes del territorio donde acontece la vida colectiva, y dicho territorio se organiza en la adultez a
partir del trabajo, como en el niño a partir de las instituciones educativas. No trabajar o no
estudiar es quedar afuera del sistema que regula los intercambios. A su vez, el qué hacer, sea
trabajo o estudio compromete a la propia singularidad de cada sujeto, dado que ese hacer va
construyendo el ser.

Lo vocacional se constituyó como problemática social cuando hubo una necesidad de incorporar a
grandes masas de trabajadores al industrialismo. La OV se desplegó entonces como práctica social
en el marco de las exigencias que la sociedad capitalista iba imponiendo.
En nuestro país se fueron desarrollando dos formas de concebir la práctica de la OV: la modalidad
actuarial, con una fuerte influencia de la psicotécnia y la medición y la modalidad clínica,
influenciada por el psicoanálisis que entiende al consultante como un sujeto hacedor y
protagonista de su propia historia (y no como objeto de medición). Lo común ambas modalidad es
el supuesto ideológico basado en recortar lo individual de la trama social en la que se inscribe la
vida subjetiva y en considerar el contexto como algo estable.
Rascovan propone entonces abordar lo vocacional desde una perspectiva crítica, con el propósito
de construir categorías conceptuales que respeten la complejidad de la trama entre sujetos,
objetos y contexto.

A su vez, para abordar los problemas vocacionales1 se distinguen tres enfoques:


1- naturalista (positivista) valora los logros de las ciencias naturales y propone una mirada
positivista de los hechos sociales, propiciando una perspectiva objetiva desde la cual pueden ser
analizados sobre la base de sus regularidades, patrones subyacentes, conexiones causales y
demás.
2- interpretativo propone frente al hecho social la posibilidad de comprender las motivaciones,
las razones o la significación subjetiva para sus participantes. Es fundamental comprender por qué
los actores actúan como lo hacen.
3- crítico intenta desnaturalizar los hechos sociales, atendiendo a las particularidades de cada
época que les dieron origen. No supone interpretar con supuesta neutralidad, sino elucidad los
fenómenos socio-históricos develando las lógicas que sostienen las ideologías, los intereses que
mueven a las diferentes fuerzas sociales y las pugnas en la lucha por el poder.

La complejidad de los problemas humanos en general y los vocacionales en particular requiere un


pensamiento también complejo. Pensar lo vocacional desde esta perspectiva, es decir, desde el
paradigma de la complejidad re quiere tomar en cuenta las nociones de elucidación crítica y de
deconstrucción. Respecto a esta última Derrida la define como la operatoria que procura
desocultar y desmontar las lógicas de poder, efectuando una problematización de los supuestos
hegemónicos que otorgan sentidos a los fenómenos sociales. Deconstruir implica analizar las
problemáticas vocaciones reconociendo las singularidades de cada sujeto, así como también
revisar las operaciones que sostienen y promueven ciertos ideales.

1
Problemas vocacionales todos los vinculados con el qué hacer, en términos de proyectos de
vida en general y de estudio y trabajo en particular.
La elucidación crítica según Castoriadis es el trabajo por el cual los hombres intentan pensar lo que
hacen y saber lo que piensan. El enfoque que se propone se sostiene en la operatoria de abrir
interrogantes sobre los enunciados y sus prácticas para intentar pensar las problemáticas
vocaciones de otro modo.

Lo vocacional no es un objeto sino un campo, en la medida en que su existencia implica un


entrecruzamiento de distintas variables intervinientes: sociales, políticas, económicas, culturales,
psicológicas. Analizar la complejidad de este campo requiere distinguir las diferentes dimensiones
que lo constituyen:
- dimensión social: supone entender la elección y realización de un hacer como efecto de un
particular escenario social, económico, político y cultural. El contexto opera como determinante
de las configuraciones que adquiere el trabajo, el aparato productivo y el sistema educativo en
cada sociedad y en cada momento histórico.
- dimensión subjetiva: considera lo vocacional como un fenómeno estrechamente vinculado con la
dialéctica del deseo. La “búsqueda de objetos vocaciones” es entonces incesante, interminable y
concomitante de la propia constitución subjetiva singular.
Es central articular ambas perspectivas para el análisis, reconocer el particular entramado entre lo
social y lo subjetivo.

Actividad, trabajo y empleo actividad es un concepto muy amplio que abarca todo el dinamismo
de la vida humana. Su ejecución requiere el despliegue de diferentes áreas de comportamiento y
es algo que tienen sentido para la persona que lo realiza. Trabajo es una actividad coordinada,
orientada hacia una finalidad específica que es la producción de bienes y/o servicios que tengan
una utilidad social. Para realizarlo, a diferencia de la actividad, pone en práctica calificaciones,
competencias profesionales y experiencia, es decir, expresa una saber hacer acumulado. El trabajo
es una actividad esencialmente social en la que intervienen valores culturales, la ética y las
creencias que lo hacen posible. Es así un mediador entre los singular y lo colectivo, entre lo público
y lo privado. Trabajo no es sinónimo de empleo, porque se puede trabajar sin tener un empleo
(ama/o de casa, trabajo voluntario, militancia política o social). El empleo es una relación que
vincula el trabajo de una persona con una organización dentro de un marco institucional y jurídico
que está definido independientemente de aquella y que se constituyó antes de su ingreso en la
empresa.

Itinerario la noción de itinerario o de trayecto vocacional, nos acerca a una perspectiva más
abierta para pensar los recorridos personales en el área educativa y laboral. La distinción entre
actividad, trabajo y empleo resulta significativa a la hora de definir la noción de itinerario
vocacional. Se trata de un recorrido vital, nutrido de las experiencias asociadas con actividades de
todo tipo que, incluyen los trayectos escolares de los sujetos que participan del sistema formal y
no formal de educación y también los laborales, sean empleo o trabajo. Se puede considera al
itineraria vocaciones como el conjunto amplio de experiencias que realizan los sujetos sociales en
torno a su hacer, con un plus de satisfacción.

La noción de construcción de itinerario de vida es, según el autor, propia de las sociedades
burguesas. El concepto se basa en la expectativa que los sujetos tienen de diseñar y llevar a cabo
sus proyectos vitales en el área laboral y educativa, pero también en la responsabilidad que tiene
el Estado para garantizar su cumplimiento a través de distintas políticas públicas.
En el período de la sociedad salarial este itinerario vocacional se configuraba alrededor de la
institución de hacer carrera (verdadera productora de subjetividad). Se la concebía como una ruta
que duraba toda la vida, que expresaba generalmente una vocación entendida como disposición
hacia un único objeto. Las carreras, de este modo, se desplegaban durante toda la vida económica
y laboral de los sujetos.
La corrosión de las carreras con la caída de la sociedad salarial, se ha experimentado como una
disminución del control que los sujetos tienen sobre sus vidas. Aun así, se han ido desarrollando
distintas alternativas para poder generar proyectos vitales en estos tiempos de escasez de empleo.
Algunas de ellas son:
- Según Flores y Gray se desarrollan dos formas alternativas de desplegar la vida laboral 1) la
vida wired: productividad rápida, con redes globales, centrada alrededor de proyectos. Crea
nuevos bienes sociales y valores éticos y en lugar de comprometerse de por vida con una
profesión se asume un estilo de vida laboral que se deja llevar por varios talentos o inspiraciones
del sujeto. Son proyectos que pueden modificarse cada vez que el sujeto lo considere oportuno;
no es el compromiso lo que los define. Estar en constante movimiento caracteriza esta vida. 2)
espíritu emprendedor: los sujetos pueden desenvolverse en muchos dominios de la vida (esfera
política, cultural, deportiva, etc) y su denominador común es la iniciativa, la búsqueda de cambios,
de soluciones cretaivas a los problemas que se plantean. Esas soluciones no quedan restringidas a
los límites que determina cada práctica profesional sino que se caracteriza por la creatividad,
felxibilidad y plasticidad. Se diferencia de la vida wired por ser integrantes de una comunidad y o
institución. Logran reconocimiento al declararse responsables de resolver problemas y, paea ello,
reúnen a otros que tengan intereses similares.
-Según Richard Sennet las trayectorias se organizan a corto plazo con un gran desprecio hacia todo
lo rutinario.
- Según Gorz la alternativa es el sujeto multactivo, que le hace al trabajo un lugar en su vida y no
cuya vida se desarrolla en el lugar que dejan las restricciones del trabajo. Esto implica que le
necesidad de actuar, de ser socialmente reconocido se emanciparía del trabajo asalariado. Es
decir, que la pesona se emancida de la dominación del trabajo para desarrollarse en la diversis de
sus actividades múltiples. La norma de la mutiactividad será entonces que cada sujeto pueda
pertenecer a diferentes ámbitos y que su identidad no quede pegada al trabajo empleo.
- Según Benasayag una alternativa posible sería la de construir zonas de metaeconomía, es decir,
zonas que suponen proyectos alternativos. No niega a la economía sino que abre vías prácticas
que no se ordenan en y para lo económico.

Hablar de adolescencia, infancia o juventud, nada tiene que ver con razones naturales etarias sino
con la cultura, nos remite a una construcción histórica, social, política, económica y cultural. Se
trata de representaciones que es necesario deconstruir.
Podemos decir que la infancia y la adolescencia moderna se constituyeron alrededor de dos
instituciones sociales básicas: la escuela y la familia. A través de estas instituciones se moldeó una
forma particular de subjetividad que fue delineando trayectorias relativamente previsibles de la
vida humana y determinando ciertas pautas de comportamiento asociadas a las diferentes edades
de la vida. Entendemos de esta manera a las instituciones como constructoras de subjetividad y a
la adolescencia como una construcción cultural.
Transición aquellas circunstancias de la vida social en que los sujetos “saltan” de una institución
a otra. En las sociedades actuales, la finalización de la escuela secundaria implica un proceso de
cambio, de readaptación, de reacomodamiento subjetivo. Un “salto” que para muchos tiene la
marca, la estigma, de “salto al vacío”. Terminar de cursar los estudios de enseñanza media es
comenzar a transitar un camino marcado por el pasaje de la adolescencia a la adultez. La
particularidad de este proceso de transición es que no está asegurado el pasaje y que se va
agravado por la amenaza de la exclusión social.
Terminar de cursar los estudios de enseñanza, es un proceso crítico en cuanto a la
reestructuración de la vida cotidiana de los jóvenes y de sus relaciones intersubjetivas, dado que la
escuela durante la infancia y la adolescencia funciona como un ordenador-organizador de la vida
cotidiana.
Los procesos de transición de los jóvenes a la vida adulta tienen, en los sectores medios y altos de
las sociedades urbanas, una particularidad: la dilatación del pasaje a la vida adulta, la prolongación
de la adolescencia. Este fenómeno se asocia con la postergación de la incorporación al mercado de
trabajo. En cambio, esto no ocurre con los jóvenes que pertenecen a los sectores sociales menos
favorecidos, quienes supeditan la posibilidad de llevar adelanto los estudios al hecho de conseguir
un empleo que les permita solventarlo. Es notable la necesidad que tienen los jóvenes de los
sectores populares de insertarse más tempranamente en el mercado laboral para colaborar en el
sustento económico familiar a la vez que aumentan las exigencias del mercado laboral hacia ellos.
Vemos entonces cómo las diferencias sociales, la condición de clase fundamentalmente,
configuran distintas juventudes.

Moratoria psicosocial concepto empleado pro Erikson para referir al tiene que el adolescente
necesita para hacer las paces con su cuerpo, para terminar de conformarse y para sentirse
conforme con él. Durante ese tiempo, el adolescente se enfrenta a una lucha entre los objetos
viejos que debe abandonar y los nuevos que va a tomar. Así va construyendo su propia
subjetividad, a través de pérdidas y nuevas adquisiciones. La moratoria psicosocial es, ante todo,
un período de espera otorgado a los adolescentes desde el mundo de los adultos.
Desde otra perspectiva, la moratoria psicosocial corresponde a la necesidad que tiene la sociedad
para organizar su producción económica y cultural, es decir, al tiempo de formación prolongada
requerido, que se adquiere en instituciones educativas especializadas. Las desigualdades sociales
en la juventud estarán constituidas por la diferencia que exista en relación con el beneficio de
dicha moratoria psicosocial.

Tiempo, transición y elección vocacional podemos considerar la experiencia de finalización de


los estudios por parte de los jóvenes escolarizados como proceso, en la medida en que
compromete un tiempo que se inicia mucho antes que el día en que terminan las clases. Este
proceso se inscribe en un tiempo a la vez subjetivo y social, que se puede llamar transición. La
transición está dominada por cierto desajuste temporal entre los tiempos del sujeto y las
exigencias del tiempo histórico que, en la actualidad, asume la forma de tiempos que corren .
Frente a los tiempos de las urgencias, de las obligaciones, de los calendarios, resulta saludable que
el sujeto intente construir un tiempo “otro” en el que puede pensar, soñar, imaginar, un proyecto
de vida futuro. Esto último es una experiencia subjetivante, un proceso de reinvención singular,
emparentado con la experiencia del jugar. Jugar en tanto posibilidad de crear un paréntesis de
singularización que ponga freno a las exigencias propias del discurso hegemónico. El jugar es un
paréntesis en la vida social que habilita una zona intermedia de la realidad, un espacio potencial
entre el adentro y el afuera, una zona de experiencia intermedia entre el sujeto y la realidad
exterior.
Los jóvenes están cada vez más presionados para pensar y construir proyectos que respondan a
las exigencias sociales dominantes. Bajo esa presión, pueden terminar asumiendo una posición
pasiva, lo cual les dificulta el acceso a sus propias aspiraciones. En este contexto, pensar, soñar,
imaginar, entendidos como expresiones del jugar, son, ante todo, una invitación a crear un espacio
de libertad entre la fantasía y la realidad social. Sin negar una realidad social marcada por
incertidumbre y la desigualdad, se trata de abrir espacios donde haya lugar para que la palabra
tenga nombre propio y el sujeto se singularice.

En esa dislocación que se da durante la transición, entre los tiempos psíquicos y sociales, es
habitual que los jóvenes construyan defensas psíquicas para evitar el sufrimiento que, muchas
veces, acarrea el proceso de elegir. Una de ellas es la posición omipotente, pretensión de querer
poder todo y saber todo lo necesaria para encarar una correcta elección. Por otro lado está la
posición impotente, que cree que nada puede, nada sabe sobre lo que elegirá. Estas dos formas
extremas de posicionamiento subjetivo ocultan lo mismo: la búsqueda infructuosa por parte del
sujeto para crear condiciones ideales a fin de alcanzar “LA decisión”. Ante esto cabe siempre
recordar que la decisión no es inalterable, única y eterna. Muchas veces esta decisión es vivida
como definitoria sobre el futuro; sin embargo, es sólo la primera de una serie que seguramente se
reiterará varias veces a lo largo de la vida. Hay que desdramatizar este momento, sustraerlo de la
categoría de trascendencia suprema, ubicándolo como un período de decisión más de carácter
exploratorio.
Hay que destacar igualmente que el POV no es neutral respecto a la elección; no respecto a qué
elegir sino respecto a que se elija. El POV debe jugarse por estimular la posibilidad de que el sujeto
se dé permiso para poder pensar, imaginar, soñar, buscar; que no adopte una posición pasiva
frente al discurso de las clases dominantes.

Proyecto futuro el proyecto se establece sobre la base de un futuro que se desea alcanzar,
sobre un conjunto de representaciones de lo que aún no está pero se desea lograr y se apoya
sobre las significaciones del presente que se espera sobrepasar. La elaboración representativa de
la situación presente orienta a la construcción del proyecto, supone una cierta reflexión sobre las
estrategias para llevarlo a cabo y sobre los motivos que lo sostienen.
Con la posmodernidad se inicia una etapa caracterizada por el vacío, producido por la caída de los
grandes relatos de la modernidad, con la consecuente pérdida en la construcción de proyectos
colectivos, y de transformación social. Asistimos así a la caída de la dimensión proyectual que dio
sentido a la vida del hombre moderno. Caracterizan también a esta etapa el enaltecimiento de lo
joven (que genera resistencia al pasaje a la adultez) y la cultura del consumo. Esta última pretende
trasladar su lógica de elección de productos y objetos variados del mercado a las distintas
alternativas educativas, generando en esa misma operatoria un fenómeno encubridor, a través del
cual algunos jóvenes terminan eligiendo una carrera superior como si se tratara de una mercancía
más. En ese acto perverso se priorizan por ejemplo los servicios que brindan las instituciones
privadas y se invisibilizan los aspecto ideológicos implicados (desfinanciamiento de la educación
pública, etc.).
Los dispositivos de orientación vocacional en el campo de la orientación vocacional pueden
distinguirse tres tipos de intervención: la pedagógica, la psicológica y la sociológica. Cada
intervención se corresponde con distintas dimensiones del campo vocacional, pudiéndose
distinguir entre el sujeto que elige (dimensión subjetiva), los objetos a elegir y el contexto en que
dicha relación se produce (dimensión social). Pensar sobre los problemas vocaciones desde un
paradigma de la complejidad implica no reducirlos a sólo una de sus dimensiones. Para ello se
hace necesario pensar con criterios transdisciplinarios.
- Intervención psicológica enfocada en el sujeto que elige. El autor se apoya en una modalidad
clínica con una orientación psicoanalítica como proceso de acompañamiento. Este proceso implica
crear las condiciones para que el joven pueda encontrarse consigo mismo, con su historia personal
y colectiva, con su particular ubicación familiar, sus deseos, sus limitaciones y sus recursos.
La indagación se centra en la exploración de las identificaciones, la elaboración de los conflictos
que obstaculizan la toma de decisión y en el análisis de la forma particular que el sujeto
consultante tiene de “ver” o pensar la realidad social y cultural. El objetivo específico de este
proceso es acompañar al consultante a la elección de un proyecto de vida, pero el objetivo que
subyace a este es su reconocimiento en tanto sujeto deseante, sujeto al que algo le falta y que por
tanto debe “salir” a buscar.
-Intervención pedagógica  se centra fundamentalmente en el conocimiento, crítico y valorativo,
de los objetos y en la problematización sobre el contexto. Intervenir de esta manera quiere decir
promover procesos de enseñanza aprendizaje que favorezcan la comprensión de la nueva realidad
social: los profundos cambios tecnológicos y económicos, repensar ideas políticas y sociales así
como también analizar los efectos de la metamorfosis de la cuestión social (cambios en el mundo
del trabajo, proceso de exclusión y crecimiento de la pobreza). De esta manera se tiende a facilitar
la elaboración de las actuales características del escenario social. También debe incluir aspectos
actitudinales y procedimentales como plantear estrategias para buscar empleo, realizar visitas,
pasantías, etc.
- Intervención sociológica se asemeja a los contenidos de la anterior pero se lleva a cabo por
fuera del marco escolar. Es por un lado una intervención post escolar, destinada a las personas
que finalizaron la escuela pero no se incluyeron ni en el mundo laboral ni en el nivel superior de
educación, y por otro lado, una práctica para aquellos que quedaron fuera del sistema educativo
antes de tiempo. El acento está puesto en el conocimiento de los objetos y el contexto,
priorizando las estrategias para la reincorporación al sistema educativo y para la búsqueda y
adquisición de un trabajo, entendidas ambas como formas privilegiadas de inclusión social.

Proceso de OV se organiza alrededor de una secuencia de entrevistas donde el profesional de


OB utiliza como principal herramienta su escucha. A lo largo del proceso se emplean diferentes
técnicas y recursos que colaboran para que el sujeto consultante se conecte con su problemática y
pueda hablar. ¿Qué vas a hacer? El proceso de OV debe tender a, frente a esta pregunta instalada
en la vida colectiva, promover su transformación en una pregunta singular ¿qué me pregunto yo
en estos momentos?
La transferencia juega un papel fundamental en el proceso. Quien consulta espera que el saber del
otro, pueda aliviarle la ansiedad que produce la construcción de un proyecto futuro, la angustia
del elegir. El efecto de la transferencia es entonces atribuirle un saber al otro, un saber que puede
anticipar lo que le surgirá en el futuro. El saber que el consultante le atribuye al POV es una ilusión
necesaria para desplegar sus fantasías, aspiraciones y anhelos asociados con el futuro. El POV por
su parte acompaña con su escucha atenta y con intervenciones tendientes a devolverle al sujeto
su propio saber. Antes que responder, sostiene la pregunta y procura dinamizarla.
La neutralidad del POV supone un esfuerzo constante de no caer en la tentación de decidir por el
otro. Sin embargo, supone una renuncia imposible de cumplir de manera absoluta. Por eso, a
veces resulta conveniente que el POV, se enuncia, antes que simule una neutralidad que abra paso
a la sugestión o a una manipulación encubierta. Además es tarea del POV también desalentar la
expectativa de alcanzar la absoluta certidumbre sobre todo lo que hay para conocer al elegir.
Tomar una decisión no puede ser una operación con pretensiones de exactitud.

“Lo vocacional” es un campo de problemáticas vinculadas con el qué hacer humano. Podríamos
decir que los problemas relacionados con la elección y realización de un hacer, básicamente el
estudio y/o el trabajo, son problemas a los que genéricamente llamamos vocacionales. Lo
vocacional implica el entrecruzamiento de una dimensión social, propia de toda organización
económica-productiva y una dimensión subjetiva, asociada a las formas singulares en que los
sujetos construyen sus trayectorias o itinerarios de vida, principalmente en el área laboral y de la
educación. Desde esta perspectiva, lo vocacional ya no es pensado como un acto de un mandato
divino, de revelación religiosa o llamado interior.

Lo vocacional como deseo de hacer puede quedar encapsulado en el trabajo-empleo, entendido


como actividad obligatoria a cambio de una remuneración. Si así ocurre, lo vocacional como forma
de despliegue de la subjetividad, queda atrapado en las formas que la sociedad ha generado,
premoldeado. Lo vocacional así entendido se resume en ocupar los lugares prescriptos por la
sociedad y no a construir o inventar lugares para habitar.

OV Surge como respuesta a las demandas sociales propias de una época sociohistórica,
capitalista e industrial; es un “invento” de la modernidad para asistir a las personas que se
preguntan por su hacer, presente y futuro. En un sentido estricto, es la intervención tendiente a
facilitar el proyecto de elección de los objetos vocacionales. En un sentido amplio, es una
experiencia a través de la cual se procura dilucidar algo respeto de la forma singular que cada
sujeto tiene de vincularse con los otros y con las cosas; de reconocer su propia posición subjetiva
en tanto sujeto deseante a partir de los cual poder proyectarse hacia el futuro.
En cada cultura circula un variado número de objetos correspondientes tanto al mundo del trabajo
(ocupaciones, profesiones, oficios) como al universo de los estudios (Carreras, cursos,
especialidades). Ambos circuitos constituyen la “oferta” propia de cada etapa histórica, entre los
cuales los sujetos intentan seleccionar, elegir y decidir.

IDENTIDAD VOCACIONAL / OCUPACIONAL la identidad se conforma alrededor de un proceso de


unión con los otros, es decir, de pertenencia, pero al mismo tiempo, también de separación de los
otros, o sea, de diferencia. La identidad es la representación de sí como perteneciente a un
conjunto, pero también como diferente de él. Su paradoja más evidente consiste en que, siendo
una referencia al sí mismo, sólo puede sostenerse con lo que está en otra parte. Ante esta
paradoja el autor prefiere hacer uso del concepto de subjetividad que permitiría integrar lo
idéntico y lo diferente, la estructura y el acontecimiento, lo individual y lo social. La investigación
de la subjetividad implicaría básicamente preguntarse por los sentidos, las significaciones y los
valores que produce una determinada cultura, su forma de apropiación por los sujetos y los
efectos sobre sus acciones prácticas.
Vocación por su parte, suele ser entendida como una revelación o como una construcción. Lo que
nos dice el autor es que la vocación no existe, si es que por ella se entiende una relación necesaria
entre sujeto y objeto. El sujeto no está atado a un solo objeto, dado que entre ambos se abre la
dimensión de la falta y con ella, la posibilidad de buscar. La vocación más que revelación o
construcción será una búsqueda, proceso incesante y en cierta medida imposible. La vocación “no
es”, sino que es un “ser siendo”, como proceso abierto, indefinido, contingente. Algo que se va
construyendo-deconstruyendo-reconstruyendo a lo largo de la vida.

ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y SALUD MENTAL COMUNITARIA el autor plantea la necesidad de


pensar y actuar sobre las problemáticas vocacionales en el marco de la intersección de salud,
educación, trabajo y subjetividad, por tal motivo considera que la mejor forma de sostener esa
intersección es ubicando “lo vocacional” en el marco de la salud mental comunitaria.
La SMC es entendida como un movimiento que se viene desplegando en el abordaje de las
problemáticas subjetivas y que cuestiona la hegemonía de la psiquiatría como ciencia de lo
mental. Implica el pasaje de la noción de diagnóstico (positivista) a la de riesgo, promoviendo una
forma de cobertura amplia sobre los problemas humanos. De este modo, no se trata sólo de una
práctica de salud mental en el sistema de salud, sino que incluye a otros sectores del Estado
(educación, justicia, acción social, trabajo) en el análisis y abordaje de determinadas situaciones
sociales para evaluar y operar sobre su potencialidad patógena.
La noción de riesgo es definitoria para encarar políticas de promoción de la salud. Requiere la
evaluación de la complejidad de factores que intervienen; por ello se hace ineludible una
intervención intersectorial.
A partir del paradigma de SMC, será necesario revisar los habituales modelos de abordaje en OV
que, por lo menos en la Argentina, privilegiaron la comprensión de los problemas vocacionales en
el ámbito del sujeto individual, excluyendo la vida socio-comunitaria y la cultura del análisis de la
problemática. Los problemas vocacionales no pueden comprenderse desde la sola referencia a los
individuos aislados, tampoco en la abstracción de la causalidad social. Los problemas vocaciones
se ubican justamente en la relación entre individuo y sociedad, y esta manera de pensar pone
inmediatamente a la comunidad en el centro del problema.

Dubois. La orientación y la inclusión laboral en jóvenes.

Desde el punto de vista del autor, la responsabilidad de los orientadores es promover el desarrollo
de ciudadanía, privilegiando a la vez el trabajo con los sectores más postergados, promoviendo
condiciones de equidad que tiendan a favorecer la inclusión, lejos de toda perspectiva
asistencialista, desde el reconocimiento de los derechos sociales de nuestros ciudadanos. Propone
una contribución real y significativa desde la orientación a las problemáticas actuales de nuestra
sociedad.

La investigación que lleva adelante involucra tres objetivos: 1- reconocer las características
actuales de las problemáticas predominantes entre los jóvenes escolarizados de su distrito, para
así poder reflexionar acerca de la pertinencia de sus intervenciones y evaluar los programas en
curso. 2- comparar esos resultados con los de una población más extensa y heterogénea integrada
por jóvenes pertenecientes a distintas zonas del país. 3- reconocer el “estado de cosas” sobre las
problemáticas del campo de la orientación que permita trabajar en la construcción colectiva de
propuestas.
El autor resalta que genéricamente denominamos a la práctica orientación vocacional y
ocupacional, en donde lo vocacional refiere a elecciones o proyectos vinculados con trayectos de
estudio más o menos prolongados, mientras que lo ocupacional se refiere en general a la cuestión
de la inclusión laboral en tiempos más breve. A pesar de tener ambas denominaciones, la cuestión
ocupacional, sobre todo con respecto a los jóvenes, suele ocupar un lugar secundario. Se sabe que
la gran mayoría de los jóvenes quiere estudiar al terminar la escuela, pero a la vez, este estudio
visibiliza que les es imprescindible trabajar para poder sostener ese proyecto.

Transiciones y trayectorias la transición es un proceso inevitable, común a todo individuo y


presente en todo momento histórico (en todo lugar los niños crecen y se convierten en adulto, al
margen del significado que cada cultura le dé al “adulto”); la trayectoria en cambio se relaciona
con el plano de lo social, con las posiciones que van ocupando los sujetos en la estructura social.
Puede ser entendida como la estructura de las transiciones, y por lo tanto tiene un carácter
netamente histórico, ya que en cada época se generan distintas formas de “hacerse” adulto.

Las transiciones juveniles en las sociedades capitalistas implican el pasaje de la dependencia


familiar a la autonomía propia de la vida adulta. En dicha transición la educación juega un papel
preponderante, pero las posibilidades de acceso y permanencia en la escuela han estado desde un
principio condicionadas por la pertenencia de clase (rol de la escuela en la reproducción social).
Vemos así como la fragmentación social tiene continuidades claras en el campo educativo.
Hay entonces distintos factores que intervienen en la transición entre la escuela y el mundo del
trabajo que tienen que ver también con el posicionamiento económico y clasista de la familia de
origen, posicionamiento que se vincula directamente con la segmentación del sistema educativo
en términos de acceso y terminalidad (si se termina o no), y con posteriormente una precaria
inserción laboral.

Las causas de desempleo en los jóvenes 1) el primer factor que surge como preponderante es el
desajuste entre la educación y el trabajo, dado que las calificaciones que brinda el sistema
educativo ya no son las requeridas por el sistema productivo, en el cual se general permanentes
cambios. Esto genera una brecha por la cual se explicaría que los jóvenes no cuenten con las
competencias laborales necesarias ni con los perfiles adecuados para cubrir los nuevos puestos
que demandan las empresas. Complementariamente a esto, los empleadores le otorgan mucha
importancia a la experiencia laboral, disminuyendo así la posibilidad de inserción de muchos
jóvenes.
2) el otro factor refiere a las características del mercado de trabajo, que no genera los puestos
necesarios como para incluir en forma suficiente a los nuevos postulantes. A esto se agrega la
inexistencia de una legislación laboral que favorezca la inclusión de los jóvenes sin experiencia
laboral.
Dubois toma entonces dos puntos de vista, uno socio-educativo que resalta las desiguales
oportunidades que ofrece el sistema educativo (porque por necesidades tienen que incorporarse
prematuramente al mercado laboral o porque la educación es de mala calidad) y uno socio-laboral
que resalta que los jóvenes son los menos favorecidos ya que sufren una mayor propensión al
despido por su menor costo laboral.

O.V como práctica social el autor propone que se ubique la OV en la relación entre lo subjetivo y
lo social, dejando atrás las concepciones clásicas de corte psicologista que, lejos de problematizar
el entorno, lo naturalizan y se presentan como ideológicamente neutrales. Se pretende entonces
reubicar a la orientación en el lugar de la práctica social, a partir de una mirada crítica que intente
comprender las demandas sociales, que se pregunte por los supuestos teóricos e ideológicos en
los que se sustenta así como también por los efectos que tales prácticas generan en el escenario
social.
Sostiene que la problemática de la inclusión laboral de los jóvenes, debería ser considerada en el
escenario social actual por los orientadores como una cuestión altamente significativa y ocupar un
lugar central de nuestras prácticas. El objetivo de las mismas no debe ser funcional y reproductor
en cuanto al modelo social imperante sino que se debe democratizar el espacio de OVyO. Propone
entonces una orientación no sólo técnica, sino también concientizante, construida sobre un
conocimiento emancipador.

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