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Capítulo 1
Según el autor, nunca un adolescente va a buscar sólo el nombre de una carrera; lo que va a
“buscar” es algo que tiene que ver con la realización personal, la felicidad, la alería de vivir, etc.
Los psicólogos solemos ver lo que el adolescente es pero al adolescente le preocupa más lo que
puede llegar a ser. Para el adolescente, el futuro es una carrera, una universidad, profesores,
compañeros, etc. No es un futuro abstracto sino personificado y al mismo tiempo desconocido. El
futuro es también para él una familia, y su inclusión en el sistema productivo de la sociedad en que
vive.
Para un adolescente definir el futuro no es sólo definir qué hacer sino fundamentalmente definir
quién ser y, al mismo tiempo, definir quién no ser. Cuando el adolescente se preocupa sólo por el
qué hacer, el psicólogo debería restituirle la parte de la realidad que esté escamoteada. Los
verdaderos problemas de la ov tienen que ver con el “realizarse” que plantea el adolescente en la
consulta. Con un realizarse realizando, o sea con un “legar a ser”, vinculándose con objetos. Es una
cuestión de vínculos. Los vínculos pueden ser actuales, pasados y potenciales. Los primeros son
siempre los aspectos de la relación con el profesional. Condensan y expresan vínculos pasados (de
la historia del sujeto) y potenciales (con objetos del futuro en términos de proyectos). El psicólogo
centrado en los vínculos actuales diagnostica los vínculos pasados y opera sobre los potenciales.
*Identidad se gesta sobre tres puntos: grupos, procesos de identificación y esquema corporal y
se traduce en una serie de pares antitéticos: el sentimiento de quién es uno y quién no es; quién
quisiera ser y quién no; quién cree que debe ser y quién cree que no debe ser, quién puede ser y
quién no, etc.
Todo conflicto ante la elección de una manera de ser a través de lago que hacer expresa una no
integración de identidades diversas. Todas las dudas del joven respecto de “quién quiere ser”
obedecen a identificaciones que no han sido integradas todavía. Decimos que cuando estas
identificaciones se integran y pierden el carácter defensivo o protector original el adolescente ha
alcanzado su identidad ocupacional. En este proceso el adolescente puede “caer” en una identidad
negativa, producto de las identificaciones con los aspectos rechazados, fundamentalmente por el
grupo familiar. Suele ser una forma de sometimiento a lo temido.
*DUELOS ASOCIADOS A LA ADOLESCENCIA tiene que ver para Arminda Aberastury con la
elaboración de tres duelos básicos: el duelo por los padres, el duelo por el cuerpo infantil y el
duelo por las formas infantiles de relación (rol e identidad). También hay duelos ligados
específicamente a la elección de una carrera, como los duelos por la pérdida de la
omnipotenciala relación nuevos objetos y el conocimiento más claro de la realidad y los propios
límites implican un ataque severo a la omnipotencia.
Al elegir, está fijando la persona quién deja de ser, está optando por dejar ciertos objetos. Este es
otro motivo para decir que la elección de carrera supone elaborar duelos. Los duelos pueden ser:
1- duelo por la escuela secundaria; 2- duelo por el paraíso perdido de la niñez; 3- duelo por la
imagen ideal de los padres, y 4- duelo por las fantasías omnipotentes. Vemos que el adolescente
debe elaborar duelos por objetos que deja, que pierde y duelos por el self: otros proyectos, otras
carreras, su omnipotencia, etc.
Ante la necesidad de elaboración de estos duelos puede aparecer una culpa persecutoria en
donde predomina el sentimiento de resentimiento y el reproche y auto-reproche o culpa
depresiva en donde el miedo al ataque por parte del objeto o del self son reemplazadas por
conductas reparatorias. En la culpa depresiva predomina la tristeza, pero el yo no se entrega a la
misma sino que, por el contrario, tiene cada vez mayor deseo de vivir, de luchar, de reparar el
objeto dañado (Descuidando el self).
Capítulo 2
Problemas vocacionales: aquellos que implican poner en juego mecanismos de decisión ante
opciones ocupacionales.
Elaboración del primer diagnóstico: se efectúa sobre los datos recogidos en la primera entrevista,
o en caso especiales, en las primeras entrevistas. Se realiza sobre los emergentes, referidos a la
dinámica predominante en la situación actual que atraviesa, sus puntos de urgencia y
configuraciones conflictivas.
El autor propone ciertos criterios para la elaboración del diagnóstico:
- manejo del tiempo: la elección es una conducta incluida dentro de un proceso de continuo
cambio de la personalidad. Interesa en este modo la construcción que hace del tiempo, desde su
presente el entrevistador. Puede darse una mayor o menor adecuación al tiempo real.
- momentos por los que pasa el adolescente: hay tres momentos referidos a la elaboración de la
conducta en una situación de cambio: el de selección, el de elección y el de decisión.
El momento de selección pone en juego la función yoica de discriminación. La discriminación se
realiza entre objetos externos e internos. La patología en este momento se asocia a indiferencia,
confusión casi absoluta en cuanto a las clasificaciones afectivas que hace de las carreras y
profesiones.
El momento de elección implica el establecimiento de vínculos diferenciales con los objetos. Se
compromete la función yoica que concierne a la capacidad de establecer relaciones satisfactorias y
relativamente estables con los objetos. Las alteraciones se caracterizan por bloqueos afectivos o
por enamoramientos maníacos.
El momento de decisión compromete un proyecto de relativo largo plazo y, por lo tanto,
componentes de acción ligados a la función yoica de regulación y control de impulsos. La
fundamental en cuanto a la posibilidad de tomar una decisión se caracteriza por la elaboración de
duelos; duelos por todo lo que no se decide cuando se decide.
-ansiedades predominantes: dice el autor que más que el tipo de ansiedad (persecutoria,
confusional, depresiva) importa evaluar el monto, el objeto con el cual está ligada, la persistencia
o movilidad y el tipo defensivo que desencadena. La ansiedad está ligada a fantasías y temores
que pueden ser referidas a la imagen de sí, al futuro, a la vida universitaria y a la escuela
secundaria.
- carreras como objeto: las carreras pueden ser analizadas como objetos de la conducta del
adolescente. Estos objetos pueden proteger, destruir, perseguir, reparar, frustrar, confundir, sobre
exigir, agredir, etc. en la fantasía del sujeto, independientemente de lo que la carrera o profesión
es “en realidad”.
El hecho de no mencionar ninguna carrera puede revelar un mundo exterior no catectizado.
Mientras que la inclinación por todas las carreras nos revela un mundo exterior muy confuso pero
sí catectizado, con objetos valiosos para el yo dispersos en varios sectores.
-situaciones que atraviesa: los adolescentes pasan por cuatro situaciones, caracterizada cada una
por un tipo de relación objetal, ansiedades predominantes, conductas manifiestas específicas y
mecanismos defensivos característicos.
Situación predilemática es aquella en la que el adolescente “no se da cuenta” que tiene que
elegir. Por lo general es un adolescente traído a la consulta, que no comprende qué es lo que se
espera de él. La ansiedad predominante es la confusional, pero es baja. La conducta manifiesta es
de extrema dependencia. Se trata de un grado muy alto de inmadurez.
Situación dilemática: se caracteriza por la presencia de afectos confusionales en una persona que
sí se da cuenta de que enfrenta una duda. Revelan una conducta manifiesta con un muy alto
monto de ansiedad y las fantasías predominantes son agorafóbicas y claustrofóbicas. Commented [L1]: Rever desde la carpeta
Situación problemática se caracteriza por un grado óptimo de conflicto capaz de determinar en el
adolescente una dinámica tal que pueda superarlo integrando sus términos en una síntesis
superior. Sus funciones yoicas se encuentran al servicio de un análisis exhaustivo de la situación.
Situación de resolución se caracteriza por la calidad y el monto de ansiedades vinculadas a la
elaboración normal de un duelo. A menudo en este proceso emergen defensas como la regresión,
represión, negación, o idealización. El carácter de estas defensas aparecidas a “último momento”
es momentáneo, lo que las diferencia de aquellas que pueden aparecer en las situaciones
anteriores.
-deuteroelección: con este término se define el proceso de cómo eligió elegir el adolescente, cómo
eligió enfrentar una situación nueva.
Teniendo en cuenta estos seis ítems se elabora el pronóstico con respecto a la orientabilidad, es
decir, a la posibilidad de adecuarse al encuentre de trabajo. El pronóstico permitirá al psicólogo
decidir no sólo cual será la estrategia de su trabajo, sino también si va a encarar o no la
orientación vocacional de ese adolescente.
Los tests de orientación vocacional. Los tests tienen un rol instrumental y se subordinan a los fines
del psicólogo. Pueden cumplir una función valiosa pero nunca podrán reemplazar a la función del
psicólogo.
No existen tests de orientación vocacional, sino que existen pruebas que por sus características
permiten al psicólogo aportar datos sobre aspectos más o menos específicos de la personalidad
del sujeto. La selección de la batería a emplear supone un pre diagnóstico.
En definitiva los tests son instrumentos que sirven al psicólogo pero no a quien consulta, como la
radiografía sirve al médico.
Bohoslavsky - Capítulo 3
La entrevista psicológica es, como señala Bleger, un campo en el cual lo genómenos que
acontecen adquieren su significado en virtud de las relaciones que guardan entre sí. La situación
es configurada en parte por el entrevistador y en parte por el entrevistado. Se trata de un proceso
de interacción. El modo en que dicho campo es configurado por el entrevistador se designa
“encuadre”, y consiste en convertir en constantes un conjunto de variables operando como un
marco de referencia que permite leer los significados de la conducta del entrevistado y, a partir de
esto, llegar a un diagnóstico de él.
Básicamente encuadrar una entrevista consiste en establecer dos parámetros: el tiempo y el lugar
y prescribir roles y objetivos. Si los roles, el tiempo, el lugar y los objetivos no están establecidos
de antemano, la conducta del entrevistado asume un carácter caótico e incomprensible para el
entrevistador.
Una entrevista de OV, puede tener dos objetivos fundamentales: la información y el
esclarecimiento. Por información se entiende la colaboración con el entrevistado para discriminar
los aspectos del mundo ocupacional adulto, las carreras, las posibilidades que le brinda el campo
laboral, etc. Por esclarecimiento, se entiende al trabajo para contribuir a que el entrevistado tenga
acceso a una identidad vocacional.
En cuanto a los roles, es imprescindible que el entrevistador prescriba su rol, que es el de
colaborar en el esclarecimiento y la asunción de una IV madura y no el de aconsejar u orientar de
modo activo.
Si bien es el entrevistador quien estandariza un conjunto de variables configurando la situación,
deja en libertad al entrevistado para configurar todo lo que ocurra dentro de la entrevista
(proceso dinámico). Las conductas que acontecen en esta situación así definida pueden
considerarse como emergentes, entendidos como todo acontecimiento en el proceso de
entrevista que, aunque nuevo y “sorprendente” en apariencia, integra y sintetiza factores ya
presentes en el campo psicológico.
La situación de la entrevista es una situación de investigación conjunta en la que, por una parte, el
entrevistador intenta comprender y poner a prueba sus comprensiones acerca del adolescente (la
forma de elegir su futuro, decidir su identidad vocacional y acceder a roles ocupaciones adultos) y,
por otra, el entrevistado pone a prueba sus ansiedades, fantasías, temores, comprometidos en la
elección; el propio entrevistado ejerce de este modo la investigación.
*Intervenciones de esclarecimiento
- Reflejo el entrevstador intenta expresar con palabras nuevas no tanto el contenido expresado
por el paciente sino las actitudes esenciales; hace a las veces de espejo para demostrarle que es
comprendido. Lo que caracteriza a esta técnica es que el entrevistador elabora su mensaje con los
materiales que hasta ese momento ha aportado el entrevistado conscientemente, y si bien
profundiza su elaboración, no sobrepasa el punto alcanzado por el consultante.
- Clarificación el psicólogo abarca todo lo que está implícito en el mensaje del entrevistado, sin
aludir a contenido inconsciente, defensas o ansiedades.
-Reflexión en este caso el psicólogo agrega más datos que los aportados por el entrevistado y su
función se limita solamente a la discriminación e integración de las conductas del entrevistado y
los datos del campo. Implica la expresión verbal de lo que es vagamente consciente, es decir, que
no es consciente pero no tiene carga conflictiva tal que genere resistencias.
- Confrontación se llega aquí hasta lo icc. Se incluye la relación de la conducta actual con datos
del pasado, señalando similitudes, diferencias y contradicciones entre los datos del presente,
igualmente contenidos en el relato.
- Interpretación implica la verbalización de contenidos inconscientes que por lo general refieren
a datos transferenciales.
Cualquiera sea la intervención del psicólogo, cobrará sentido si tiende a permitir que el
adolescente elabore, comprendiendo, la situación que atraviesa. Hay que recordar nuevamente
que la entrevista no es retrospectiva sino prospectiva, y que la finalidad del esclarecimiento no es
terapéutica sino psicoprofiláctica.
Ante las intervenciones anteriores, las reacciones del entrevistado pueden ser de aceptación,
rechazo o indiferencia. Hay que discriminar si cuando hay una aceptación es o no auténtica,
fundada en una comprensión real de la situación explicitada o si se basa en un pseudo insight, o
falsa comprensión. La indiferencia puede deberse a un desacuerdo en la interpretación debido a
su contenido, a su oportunidad, a su formulación, etc. También puede expresar una suerte de
resistencia, lo mismo ocurre en el caso del rechazo.
Capítulo 4 - La información ocupacional en OV
El análisis de las consultas de adolescentes relativas a los problemas de OV revela que gran parte
de los conflictos se refieren a la carencia de información con respecto a su futuro. Para satisfacer
esta necesidad, la OV debe contemplar recursos y técnicas para informar al adolescente. Estos
últimos se engloban bajo el nombre de Información ocupacional. Esta es imprescindible y sus
objetivos son dobles: por un lado, transmitir información, pero por otro, simultáneamente,
corregir las imágenes distorsionadas que ya tiene el adolescente sobre el mundo adulto. Las
distorsiones pueden ser intrapersonales (características de la personalidad, la edad, factores
cognitivos, afectivos, etc.), interpersonales (surgen de trastornos en los procesos de identificación
con otros significativos) o transpersonales/culturales (por pertenencia a una comunidad que
valora de determinada manera a ciertos profesionales o a partir de ciertos prejuicios).
Dado que la nueva información conecta al adolescente con la vida adulta de un modo más directo,
se convierte a su vez en fuente de ansiedad, lo que puede llevarlo a estereotipar aún más lo
conocimientos que posee. Las actitudes, ansiedades y fantasías frente a las informaciones relativas
a las carreras y ocupaciones se convierten en un obstáculo para la tarea de información. Pueden
aparecer conductas de tipo fóbico frente a la información que lo lleven a recurrir a sus viejos
prejuicios, conductas de sobre-exigencia de información generando un vínculo de exagerada
dependencia con el orientador.
Los prejuicios del adolescente y la distorsión de las imágenes de la realidad ocupacional expresan
no sólo características personales de quien consulta sino que son a la vez emergentes del contexto
social, de los valores de su sociedad, de su clase y de los grupos a los cuales pertenece. La
estructura ocupacional de una determinada comunidad es internalizada por sus miembros bajo la
forma de imágenes ocupacionales.
Además el adolescente suele realizar clasificaciones de tipo afectivo reuniendo ocupaciones
objetivamente diferentes entre sí pero que tienen en común el hecho de motivar sentimientos
similares en él.
*Qué informar, cómo y a quién la información debe suministrarse de forma tal que exija la
participación activa del adolescente mediante el análisis, la síntesis y la integración de los
conocimientos que se le suministren. Esta participación activa deberá darse tanto dentro del
contexto de las entrevistas informativas como fuera de ellas, estableciendo contacto con lugares
de trabajo, facultades, etc.
REALIDAD OCUPACIONAL.
Ligada al interrogante de ¿cuál será la profesión más adecuada para cada uno?, la orientación
profesional cobró impulsos a fines del siglo XIX y se ha institucionalizado en tiempos de la primera
Guerra Mundial como respuesta al desempleo. La orientación es una idea de nuestro siglo la
combinación de la dos palabras, orientación vocacional, apareció por primera vez en 1908. A partir
de allí se fueron desarrollando distintas modalidades de trabajo. Bohoslavsky diferencia la
modalidad actuarial y la clínica (dos extremos). La modalidad actuarial tiene como raíz a las
concepciones de la psicología de las diferencias individuales; es predominantemente psicotécnica
y el estudiante juega un papel más bien pasivo, y recibe un pronóstico. La segunda, la modalidad
clínica recibe aportes del psicoanálisis, la psicología del yo y las teorías psicológicas de la
motivación. Puede utilizar pruebas para el diagnóstico vocacional, pero se centra
predominantemente en el proceso de esclarecimiento mediante entrevistas. Asistimos así a un
pasaje de la orientación examen a la orientación proceso que implica una intervención del
psicólogo tendiente a un esclarecimiento que permita al adolescente lograr (activamente) una
elección autónoma y el mejor vínculo con la carrera y la profesión.
Momentos históricos de la OV
En un primer periodo, ligado a la etapa de las diferencias individuales, la orientación científica es
un examen psicotécnico. Hay un afán por la objetividad, centrado en el análisis de los resultados
de los tests. Priman la estadística, psicometría y análisis factorial. Se trata de un mero
apareamiento entre aptitudes y carreras sin tomar en cuenta la historia personal del sujeto, la
compleja causalidad de sus series complementarias.
En un segundo período, con la inclusión de la historia personal, la orientación comienza a hacerse
cargo del proceso. Al estudio de la inteligencia y aptitudes se le suma el de la personalidad, a partir
de inventarios. Subsiste una insuficiencia ligada a los instrumentos de exploración.
En un tercer período de carácter dinámico se utilizan pruebas proyectivas que permiten sondear
la estructura dinámica de la personalidad y se empiezan a analizar las motivaciones conscientes e
inconscientes de la elección. Cobra un valor fundamental la entrevista psicológica. El método por
excelencia pasa a ser así el método clínico.
En un cuarto período se visualizan y profundizan ciertos aspectos. Se enfatizan las connotaciones
sociológicas de la elección (aportes de sociología y psicología social) subrayando los aspectos
socioeconómicos y los condicionamientos culturales de la elección. Se utilizan técnicas de
dinámica grupal. Hay mayor conciencia de la necesidad de extender los servicios de orientación.
OV como proceso.
Entender la elección y la OV como proceso implica hacerse cargo de la idea de transformación que
el término proceso lleva implícito. La idea de proceso incluye la dimensión temporal de manera
fundamental. Como todo proceso, el de elección es direccional, puede acelerarse, detenerse,
prolongarse. La dirección es hace el logro de una identidad expresada en términos de roles
ocupacionales- vocacionales. Este proceso de elaboración de la identidad se da integrando el
proceso más amplio de elaboración de la identidad personal, en crisis en el adolescente de nuestra
cultura.
La palabra proceso aparece a partir de la década del 40 como la clave de la elección y de la
orientación vocacional. Se opone a la consideración de la elección como un hecho acaecido de
pronto, al finalizar la escuela secundaria, respuesta accidental a la necesidad de elegir. El proceso
abarca en cambio un período relativamente prolongado y culmina con una elección en la que, de
alguna manera, el sujeto actualiza su concepto de sí mismo.
El proceso de elección es continuo, es un proceso de desarrollo, no una decisión aislada sino una
serie de decisiones, tomadas a lo largo de un período de años. El individuo avanza desde
elecciones muy tempranas saturadas de fantasía, pasando por elecciones basadas en intereses,
aptitudes y valores hasta la cristalización de una elección que tiene que ver intrínsecamente con
su quien ser y su quehacer o sea con su proyecto de ser.
Técnicas y recursos
Entrevista en orientación vocacional entrevista esencialmente operativa. No es una anamnesis
o recopilación de datos previamente establecidos sobre la historia vital del entrevistado. La
entrevista es un todo, una Gestalt en la cual entrevistador y entrevistado en su interrelación
estructuran el campo de aquella. El campo dinámico de la entrevista los comprende a ambos y al
vínculo establecido entre ellos. Se configura técnicamente a partir del entrevistado y su repertorio
de conductas.
La entrevista de OV es operatoria, porque en la medida en que el objetivo central del proceso de
orientación es la elección de carrera, no pretende curar a un sujeto que presenta una
psicopatología determinada que abarca los aspectos totales de su personalidad y la situación total,
sino que busca aprovechar la situación de entrevista con el fin de lograr el mayor grado de eficacia
en la resolución de una determinada situación crítica en un tiempo limitado.
El objetivo fundamental del proceso de entrevistas es la resolución de la problemática vocacional,
con lo que quiere decir que el entrevistado recupere su capacidad de resolver. Se trata de
restablecer la confianza movilizando la capacidad de autonomía. El terapeuta tiene entonces
presente ese objetivo o foco concentrándose en él. Este foco operativo puede coincidir con el
verdadero motivo de la consulta o bien esconder un motivo latente que configuro otro otros
focos.
Debemos tener en cuenta entonces que la entrevista en orientación no tiene como finalidad
específica la remoción de enfermedades o síntomas. Su valor terapéutico es en sentido amplio
vinculado con la resolución de aquellos conflictos que impiden elegir, como también el
esclarecimiento de los motivos, fantasías y proyectos futuros con la corrección de imágenes
distorsionadas de la realidad interna o externa y la activación y fortalecimiento de las funciones
yoicas. La entrevista en OV es en este sentido, esencialmente prospectiva: se dirige desde el
presente hacia un futuro mediato e inmediato. El pasado se incluye desde el ángulo en que las
experiencias pasadas pueden estar implicadas en el proyecto. Es este un modo de abordaje
basado en la convicción de que la elección solo es posible cuando la calidad y magnitud del
conflicto no interfieren significativamente.
a. Fines y objetivos: es importante que compatibilicen los objetivos de la institución y del equipo
que realiza la tarea. No solo los objetivos explicitados sino los latentes. Condición esencial previa a
toda planificación y sin la cual no es posible encarar un plan eficaz.
c. Aspectos instrumentales: lo instrumental o tecnológico está dado por todos los recursos
accesorios de que dispone para la ejecución de la tarea específica.
d. Ubicación geográfica: es importante que se posibilite el fácil acceso a los servicios por parte de
la población estudiantil, los docentes y la comunidad total.
g. Organización de las actividades: es importante ver cómo están organizadas las actividades
dirigidas al logro de los objetivos de la institución.
i. Cultura y normas que rigen: habitualmente, las normas escritas están dadas por estatutos,
reglamentos, organigramas, etc. La cultura se expresa en la forma concreta que se articulan para
una institución sistemas de significación colectiva, lenguaje, costumbres, etc.
j. Distribución de la información: la distribución de la información está dada de manera no
azarosa. Pero el principal archivo de información es el que tiene su expresión en la experiencia de
las personas, en los conocimientos y en toda aquella información que es vital para la marcha de la
institución.
Para un mejor logro de las funciones y objetivos propuestos, es necesario tener en cuenta la
institución en su totalidad, y el diagnóstico previo facilita la planificación ajustada de la tarea, y la
operatividad y eficacia del equipo. Cuando se afirma que el orientador planifica su tarea desde un
primer diagnóstico de la institución, se entiende que esclarecerá todo aquello que interfiera
directamente en la realización de la tarea, prestando asesoramiento a la institución.
Su enfoque debe ser siempre totalizador y estar dirigido a las distintas instancias: directivos,
profesores, personal administrativo, padres, alumnos, comunidad en general. Si bien su centro de
acción son los alumnos y su orientación vocacional y/o profesional, no es posible, el logro óptimo
de estos objetivos en un trabajo aislado.
La autora entiende a la OV como una tarea clínica, cuyo objetivo es acompañar a uno o más
sujetes en el planteo de sus reflexiones, conflictos y anticipaciones sobre su futuro, para intentar
la elaboración de un proyecto personal que incluya una mayor conciencia de sí mismos y de la
realidad socioeconómica, cultural y laboral, que permita a los orientados aprender a elegir un
estudio u ocupación. Esta idea de OV, lleva a considerar, en primer lugar, la construcción de sí
mismos por parte de los orientados, antes que la elección eventual de una u otra profesión, dado
que es a partir del esclarecimiento de quién se es y a dónde se desea llegar, como se desprende
qué se quiere hacer.
Las principales fuentes teóricas de la estrategia clínica en OV provienen del PSA y de la psicología
social. Del PSA derivan, en especial los conceptos de instancias psíquicas: yo ello superyó y la idea
de inconsciente, actuante, dinámico, que se expresa en sueños, actos fallidos, y también en todo
un sistema de percepción del mundo y expresión personal, mediante la búsqueda de objetivos
que ponen en juego deseos profundos y motivaciones muchas veces desconocidas
conscientemente. También conceptos como idealización, identificación, ideal del yo, yo ideal, etc.
De la psicología social proceden las nociones de vínculo, grupo interno, estructura y dinámica de
grupos, momentos del acontecer grupal, etc.
De estas bases se deriva el llamado método clínico operativo, el cual pone en primer plano al
sujeto consultante, en su peculiaridad única, en su historia personal y familiar, sus disposiciones,
sus posibilidades, conflictos, etc.
De acuerdo a este método, cada orientado es único e irrepetible y cada encuentro con el
orientador una experiencia personal para la cual no existen supuestos previos rígidos ni recetas,
tampoco soluciones estereotipadas, o consejos. De este modo, la OV no es un dictamen, ni un
estudio psicológico del cual se desprendan resultados ni un consejo o prescripción de tipo médico
o mágico. Es un proceso, un recorrido, cuyo centro pasa por el orientado y no por el orientador o
las técnicas. Todo lo que se trabaje durante la OV tiene por finalidad movilizar al orientado para
poner en práctica su protagonismo en cuanto a conocerse, conocer la realidad y tomar decisiones
reflexivas y de mayor autonomía.
El método clínico operativo es una actitud de escucha y diálogo, que posibilita al orientado
desplegar sus interrogantes, sus temores, y fantasías para rastrear en su mundo interior. Además
de la escucha se emplean técnicas auxiliares, pero siempre al servicio del conocimiento de sí
mismo que mediante ellas puede lograr el consultante: no como datos diagnósticos aislados, pues
la OV no es un psicodiagnóstico. Estas técnicas incluyen: tests proyectivos, tests psicométricos,
dramatizaciones, juegos, técnicas plásticas, técnicas informativas.
En OV uno de los objetivos es que el orientado, desde su lugar de sujeto deseante, como persona,
pueda llegar a enunciar sus gustos y proyectos personales, descubrir en qué ocupación y con qué
estilo propio de vivir mejor puede hacer aquello que le produce placer y que desarrolle sus
potenciales creativos.
*VOCACIÓN “no nace”, sino que “se hace”, se construye subjetiva e históricamente, en
interacción con otros, según las oportunidades familiares y las disposiciones personales. Es
importante en este sentido el aporte de las series complementarias.
No se trata de un “llamado” exterior y una adecuación a un lugar prefijado y ajeno, sino de una
construcción larga, laboriosa, cargada de vicisitudes e influencias profundamente arraigas pero
desatendidas por quienes se orienta.
*Distancia óptima equilibrio entre ponerse en lugar del otro, sentir con él, sin confundirse con
él.
*Participación acompañante sin dirigir ni imponer pautas, pero también con la posibilidad de
proponer actividades informativas, consignas de tareas que considere pertinentes.
Las condiciones que se fijan en el encuadre son lugar, tiempo (de sesión y número y frecuencia de
sesiones), roles (explicitar que el entrevistador colabora, acompaña pero el orientado es el
principal protagonista, siendo su decisión personal e intransferible), objetivos y método
(entrevistas principalmente aunque se suelen incluir técnicas).
*INTERVENCIONES DEL ORIENTADOR REFLEJOS DE SENTIMIENTOS - SEÑALAMIENTOS -
INTERPRETACIONES su objetivo es intentar esclarecer contenido inconscientes, defensas,
resistencias, motivaciones, pero con foco en el proceso de OV. Por tal motivo son prospectivas y
no regresivas.
*Tests el orientado frente a las técnicas o tests suele suponer que a ello se reduce el proceso y
que el test le va a decir “qué seguir”, suele tener miedo a “qué saldrá” o sostiene que “le sacan
información”. Todas estas son fantasías, sin embargo, pocos tests, bien empleados e incorporados
al proceso puede servir para que el mismo orientado pueda acrecentar su conocimiento de sí; es
incorrecto mantenerlos en el misterio como datos únicamente usados por el orientador.
La interpretación de los tests debe tomarse en función de la tarea (ov), que no es un
psicodiagnóstico común. En dicha interpretación se debe atender a la identidad del yo: cómo se
percibe a sí mismo, en cuanto a sus tareas y proyectos de estudio y trabajo en especial, qué
ansiedades predominan, a qué objetos están ligadas, qué defensas emplea, si son móviles o
estereotipadas, que fantasías y temores muestra.
Rascovan, parado desde una mirada crítica, sostiene que el principal objetivo que hoy tiene por
delante la O.V es responder creativamente a una de las más acuciantes demandas sociales: el
drama de millones de personas que no encuentran un lugar en la vida colectiva. Propone para ello
como desafío la articulación entre dos áreas de producción teórica y de intervención psicosocial
hasta el momento, separadas: la salud mental comunitaria y la orientación vocacional.
La salud mental comunitaria se asienta en las complejas interrelaciones que se producen entre los
sujetos y los conjuntos sociales. Su idea central es trascender la noción de enfermedad mental y
promover una consideración del sufrimiento humano en su inseparable articulación con la vida
social. La plurideterminación de los problemas psíquicos nos lleva a pensar que hay vivencias
subjetivas de sufrimiento que son efecto de conflictos sociales.
Los problemas vocacionales, concebidos como vicisitudes existenciales, son parte del campo de la
salud mental comunitaria. Su abordaje no puede reducirse a la comprensión de lo individual como
un fenómeno aislado, pero tampoco a la abstracción de una causalidad social. Los problemas
vocaciones se ubican justamente en la relación entre el sujeto y la sociedad, y esta manera de
pensar pone a la comunidad como centro del problema.
Lo vocacional se constituyó como problemática social cuando hubo una necesidad de incorporar a
grandes masas de trabajadores al industrialismo. La OV se desplegó entonces como práctica social
en el marco de las exigencias que la sociedad capitalista iba imponiendo.
En nuestro país se fueron desarrollando dos formas de concebir la práctica de la OV: la modalidad
actuarial, con una fuerte influencia de la psicotécnia y la medición y la modalidad clínica,
influenciada por el psicoanálisis que entiende al consultante como un sujeto hacedor y
protagonista de su propia historia (y no como objeto de medición). Lo común ambas modalidad es
el supuesto ideológico basado en recortar lo individual de la trama social en la que se inscribe la
vida subjetiva y en considerar el contexto como algo estable.
Rascovan propone entonces abordar lo vocacional desde una perspectiva crítica, con el propósito
de construir categorías conceptuales que respeten la complejidad de la trama entre sujetos,
objetos y contexto.
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Problemas vocacionales todos los vinculados con el qué hacer, en términos de proyectos de
vida en general y de estudio y trabajo en particular.
La elucidación crítica según Castoriadis es el trabajo por el cual los hombres intentan pensar lo que
hacen y saber lo que piensan. El enfoque que se propone se sostiene en la operatoria de abrir
interrogantes sobre los enunciados y sus prácticas para intentar pensar las problemáticas
vocaciones de otro modo.
Actividad, trabajo y empleo actividad es un concepto muy amplio que abarca todo el dinamismo
de la vida humana. Su ejecución requiere el despliegue de diferentes áreas de comportamiento y
es algo que tienen sentido para la persona que lo realiza. Trabajo es una actividad coordinada,
orientada hacia una finalidad específica que es la producción de bienes y/o servicios que tengan
una utilidad social. Para realizarlo, a diferencia de la actividad, pone en práctica calificaciones,
competencias profesionales y experiencia, es decir, expresa una saber hacer acumulado. El trabajo
es una actividad esencialmente social en la que intervienen valores culturales, la ética y las
creencias que lo hacen posible. Es así un mediador entre los singular y lo colectivo, entre lo público
y lo privado. Trabajo no es sinónimo de empleo, porque se puede trabajar sin tener un empleo
(ama/o de casa, trabajo voluntario, militancia política o social). El empleo es una relación que
vincula el trabajo de una persona con una organización dentro de un marco institucional y jurídico
que está definido independientemente de aquella y que se constituyó antes de su ingreso en la
empresa.
Itinerario la noción de itinerario o de trayecto vocacional, nos acerca a una perspectiva más
abierta para pensar los recorridos personales en el área educativa y laboral. La distinción entre
actividad, trabajo y empleo resulta significativa a la hora de definir la noción de itinerario
vocacional. Se trata de un recorrido vital, nutrido de las experiencias asociadas con actividades de
todo tipo que, incluyen los trayectos escolares de los sujetos que participan del sistema formal y
no formal de educación y también los laborales, sean empleo o trabajo. Se puede considera al
itineraria vocaciones como el conjunto amplio de experiencias que realizan los sujetos sociales en
torno a su hacer, con un plus de satisfacción.
La noción de construcción de itinerario de vida es, según el autor, propia de las sociedades
burguesas. El concepto se basa en la expectativa que los sujetos tienen de diseñar y llevar a cabo
sus proyectos vitales en el área laboral y educativa, pero también en la responsabilidad que tiene
el Estado para garantizar su cumplimiento a través de distintas políticas públicas.
En el período de la sociedad salarial este itinerario vocacional se configuraba alrededor de la
institución de hacer carrera (verdadera productora de subjetividad). Se la concebía como una ruta
que duraba toda la vida, que expresaba generalmente una vocación entendida como disposición
hacia un único objeto. Las carreras, de este modo, se desplegaban durante toda la vida económica
y laboral de los sujetos.
La corrosión de las carreras con la caída de la sociedad salarial, se ha experimentado como una
disminución del control que los sujetos tienen sobre sus vidas. Aun así, se han ido desarrollando
distintas alternativas para poder generar proyectos vitales en estos tiempos de escasez de empleo.
Algunas de ellas son:
- Según Flores y Gray se desarrollan dos formas alternativas de desplegar la vida laboral 1) la
vida wired: productividad rápida, con redes globales, centrada alrededor de proyectos. Crea
nuevos bienes sociales y valores éticos y en lugar de comprometerse de por vida con una
profesión se asume un estilo de vida laboral que se deja llevar por varios talentos o inspiraciones
del sujeto. Son proyectos que pueden modificarse cada vez que el sujeto lo considere oportuno;
no es el compromiso lo que los define. Estar en constante movimiento caracteriza esta vida. 2)
espíritu emprendedor: los sujetos pueden desenvolverse en muchos dominios de la vida (esfera
política, cultural, deportiva, etc) y su denominador común es la iniciativa, la búsqueda de cambios,
de soluciones cretaivas a los problemas que se plantean. Esas soluciones no quedan restringidas a
los límites que determina cada práctica profesional sino que se caracteriza por la creatividad,
felxibilidad y plasticidad. Se diferencia de la vida wired por ser integrantes de una comunidad y o
institución. Logran reconocimiento al declararse responsables de resolver problemas y, paea ello,
reúnen a otros que tengan intereses similares.
-Según Richard Sennet las trayectorias se organizan a corto plazo con un gran desprecio hacia todo
lo rutinario.
- Según Gorz la alternativa es el sujeto multactivo, que le hace al trabajo un lugar en su vida y no
cuya vida se desarrolla en el lugar que dejan las restricciones del trabajo. Esto implica que le
necesidad de actuar, de ser socialmente reconocido se emanciparía del trabajo asalariado. Es
decir, que la pesona se emancida de la dominación del trabajo para desarrollarse en la diversis de
sus actividades múltiples. La norma de la mutiactividad será entonces que cada sujeto pueda
pertenecer a diferentes ámbitos y que su identidad no quede pegada al trabajo empleo.
- Según Benasayag una alternativa posible sería la de construir zonas de metaeconomía, es decir,
zonas que suponen proyectos alternativos. No niega a la economía sino que abre vías prácticas
que no se ordenan en y para lo económico.
Hablar de adolescencia, infancia o juventud, nada tiene que ver con razones naturales etarias sino
con la cultura, nos remite a una construcción histórica, social, política, económica y cultural. Se
trata de representaciones que es necesario deconstruir.
Podemos decir que la infancia y la adolescencia moderna se constituyeron alrededor de dos
instituciones sociales básicas: la escuela y la familia. A través de estas instituciones se moldeó una
forma particular de subjetividad que fue delineando trayectorias relativamente previsibles de la
vida humana y determinando ciertas pautas de comportamiento asociadas a las diferentes edades
de la vida. Entendemos de esta manera a las instituciones como constructoras de subjetividad y a
la adolescencia como una construcción cultural.
Transición aquellas circunstancias de la vida social en que los sujetos “saltan” de una institución
a otra. En las sociedades actuales, la finalización de la escuela secundaria implica un proceso de
cambio, de readaptación, de reacomodamiento subjetivo. Un “salto” que para muchos tiene la
marca, la estigma, de “salto al vacío”. Terminar de cursar los estudios de enseñanza media es
comenzar a transitar un camino marcado por el pasaje de la adolescencia a la adultez. La
particularidad de este proceso de transición es que no está asegurado el pasaje y que se va
agravado por la amenaza de la exclusión social.
Terminar de cursar los estudios de enseñanza, es un proceso crítico en cuanto a la
reestructuración de la vida cotidiana de los jóvenes y de sus relaciones intersubjetivas, dado que la
escuela durante la infancia y la adolescencia funciona como un ordenador-organizador de la vida
cotidiana.
Los procesos de transición de los jóvenes a la vida adulta tienen, en los sectores medios y altos de
las sociedades urbanas, una particularidad: la dilatación del pasaje a la vida adulta, la prolongación
de la adolescencia. Este fenómeno se asocia con la postergación de la incorporación al mercado de
trabajo. En cambio, esto no ocurre con los jóvenes que pertenecen a los sectores sociales menos
favorecidos, quienes supeditan la posibilidad de llevar adelanto los estudios al hecho de conseguir
un empleo que les permita solventarlo. Es notable la necesidad que tienen los jóvenes de los
sectores populares de insertarse más tempranamente en el mercado laboral para colaborar en el
sustento económico familiar a la vez que aumentan las exigencias del mercado laboral hacia ellos.
Vemos entonces cómo las diferencias sociales, la condición de clase fundamentalmente,
configuran distintas juventudes.
Moratoria psicosocial concepto empleado pro Erikson para referir al tiene que el adolescente
necesita para hacer las paces con su cuerpo, para terminar de conformarse y para sentirse
conforme con él. Durante ese tiempo, el adolescente se enfrenta a una lucha entre los objetos
viejos que debe abandonar y los nuevos que va a tomar. Así va construyendo su propia
subjetividad, a través de pérdidas y nuevas adquisiciones. La moratoria psicosocial es, ante todo,
un período de espera otorgado a los adolescentes desde el mundo de los adultos.
Desde otra perspectiva, la moratoria psicosocial corresponde a la necesidad que tiene la sociedad
para organizar su producción económica y cultural, es decir, al tiempo de formación prolongada
requerido, que se adquiere en instituciones educativas especializadas. Las desigualdades sociales
en la juventud estarán constituidas por la diferencia que exista en relación con el beneficio de
dicha moratoria psicosocial.
En esa dislocación que se da durante la transición, entre los tiempos psíquicos y sociales, es
habitual que los jóvenes construyan defensas psíquicas para evitar el sufrimiento que, muchas
veces, acarrea el proceso de elegir. Una de ellas es la posición omipotente, pretensión de querer
poder todo y saber todo lo necesaria para encarar una correcta elección. Por otro lado está la
posición impotente, que cree que nada puede, nada sabe sobre lo que elegirá. Estas dos formas
extremas de posicionamiento subjetivo ocultan lo mismo: la búsqueda infructuosa por parte del
sujeto para crear condiciones ideales a fin de alcanzar “LA decisión”. Ante esto cabe siempre
recordar que la decisión no es inalterable, única y eterna. Muchas veces esta decisión es vivida
como definitoria sobre el futuro; sin embargo, es sólo la primera de una serie que seguramente se
reiterará varias veces a lo largo de la vida. Hay que desdramatizar este momento, sustraerlo de la
categoría de trascendencia suprema, ubicándolo como un período de decisión más de carácter
exploratorio.
Hay que destacar igualmente que el POV no es neutral respecto a la elección; no respecto a qué
elegir sino respecto a que se elija. El POV debe jugarse por estimular la posibilidad de que el sujeto
se dé permiso para poder pensar, imaginar, soñar, buscar; que no adopte una posición pasiva
frente al discurso de las clases dominantes.
Proyecto futuro el proyecto se establece sobre la base de un futuro que se desea alcanzar,
sobre un conjunto de representaciones de lo que aún no está pero se desea lograr y se apoya
sobre las significaciones del presente que se espera sobrepasar. La elaboración representativa de
la situación presente orienta a la construcción del proyecto, supone una cierta reflexión sobre las
estrategias para llevarlo a cabo y sobre los motivos que lo sostienen.
Con la posmodernidad se inicia una etapa caracterizada por el vacío, producido por la caída de los
grandes relatos de la modernidad, con la consecuente pérdida en la construcción de proyectos
colectivos, y de transformación social. Asistimos así a la caída de la dimensión proyectual que dio
sentido a la vida del hombre moderno. Caracterizan también a esta etapa el enaltecimiento de lo
joven (que genera resistencia al pasaje a la adultez) y la cultura del consumo. Esta última pretende
trasladar su lógica de elección de productos y objetos variados del mercado a las distintas
alternativas educativas, generando en esa misma operatoria un fenómeno encubridor, a través del
cual algunos jóvenes terminan eligiendo una carrera superior como si se tratara de una mercancía
más. En ese acto perverso se priorizan por ejemplo los servicios que brindan las instituciones
privadas y se invisibilizan los aspecto ideológicos implicados (desfinanciamiento de la educación
pública, etc.).
Los dispositivos de orientación vocacional en el campo de la orientación vocacional pueden
distinguirse tres tipos de intervención: la pedagógica, la psicológica y la sociológica. Cada
intervención se corresponde con distintas dimensiones del campo vocacional, pudiéndose
distinguir entre el sujeto que elige (dimensión subjetiva), los objetos a elegir y el contexto en que
dicha relación se produce (dimensión social). Pensar sobre los problemas vocaciones desde un
paradigma de la complejidad implica no reducirlos a sólo una de sus dimensiones. Para ello se
hace necesario pensar con criterios transdisciplinarios.
- Intervención psicológica enfocada en el sujeto que elige. El autor se apoya en una modalidad
clínica con una orientación psicoanalítica como proceso de acompañamiento. Este proceso implica
crear las condiciones para que el joven pueda encontrarse consigo mismo, con su historia personal
y colectiva, con su particular ubicación familiar, sus deseos, sus limitaciones y sus recursos.
La indagación se centra en la exploración de las identificaciones, la elaboración de los conflictos
que obstaculizan la toma de decisión y en el análisis de la forma particular que el sujeto
consultante tiene de “ver” o pensar la realidad social y cultural. El objetivo específico de este
proceso es acompañar al consultante a la elección de un proyecto de vida, pero el objetivo que
subyace a este es su reconocimiento en tanto sujeto deseante, sujeto al que algo le falta y que por
tanto debe “salir” a buscar.
-Intervención pedagógica se centra fundamentalmente en el conocimiento, crítico y valorativo,
de los objetos y en la problematización sobre el contexto. Intervenir de esta manera quiere decir
promover procesos de enseñanza aprendizaje que favorezcan la comprensión de la nueva realidad
social: los profundos cambios tecnológicos y económicos, repensar ideas políticas y sociales así
como también analizar los efectos de la metamorfosis de la cuestión social (cambios en el mundo
del trabajo, proceso de exclusión y crecimiento de la pobreza). De esta manera se tiende a facilitar
la elaboración de las actuales características del escenario social. También debe incluir aspectos
actitudinales y procedimentales como plantear estrategias para buscar empleo, realizar visitas,
pasantías, etc.
- Intervención sociológica se asemeja a los contenidos de la anterior pero se lleva a cabo por
fuera del marco escolar. Es por un lado una intervención post escolar, destinada a las personas
que finalizaron la escuela pero no se incluyeron ni en el mundo laboral ni en el nivel superior de
educación, y por otro lado, una práctica para aquellos que quedaron fuera del sistema educativo
antes de tiempo. El acento está puesto en el conocimiento de los objetos y el contexto,
priorizando las estrategias para la reincorporación al sistema educativo y para la búsqueda y
adquisición de un trabajo, entendidas ambas como formas privilegiadas de inclusión social.
“Lo vocacional” es un campo de problemáticas vinculadas con el qué hacer humano. Podríamos
decir que los problemas relacionados con la elección y realización de un hacer, básicamente el
estudio y/o el trabajo, son problemas a los que genéricamente llamamos vocacionales. Lo
vocacional implica el entrecruzamiento de una dimensión social, propia de toda organización
económica-productiva y una dimensión subjetiva, asociada a las formas singulares en que los
sujetos construyen sus trayectorias o itinerarios de vida, principalmente en el área laboral y de la
educación. Desde esta perspectiva, lo vocacional ya no es pensado como un acto de un mandato
divino, de revelación religiosa o llamado interior.
OV Surge como respuesta a las demandas sociales propias de una época sociohistórica,
capitalista e industrial; es un “invento” de la modernidad para asistir a las personas que se
preguntan por su hacer, presente y futuro. En un sentido estricto, es la intervención tendiente a
facilitar el proyecto de elección de los objetos vocacionales. En un sentido amplio, es una
experiencia a través de la cual se procura dilucidar algo respeto de la forma singular que cada
sujeto tiene de vincularse con los otros y con las cosas; de reconocer su propia posición subjetiva
en tanto sujeto deseante a partir de los cual poder proyectarse hacia el futuro.
En cada cultura circula un variado número de objetos correspondientes tanto al mundo del trabajo
(ocupaciones, profesiones, oficios) como al universo de los estudios (Carreras, cursos,
especialidades). Ambos circuitos constituyen la “oferta” propia de cada etapa histórica, entre los
cuales los sujetos intentan seleccionar, elegir y decidir.
Desde el punto de vista del autor, la responsabilidad de los orientadores es promover el desarrollo
de ciudadanía, privilegiando a la vez el trabajo con los sectores más postergados, promoviendo
condiciones de equidad que tiendan a favorecer la inclusión, lejos de toda perspectiva
asistencialista, desde el reconocimiento de los derechos sociales de nuestros ciudadanos. Propone
una contribución real y significativa desde la orientación a las problemáticas actuales de nuestra
sociedad.
La investigación que lleva adelante involucra tres objetivos: 1- reconocer las características
actuales de las problemáticas predominantes entre los jóvenes escolarizados de su distrito, para
así poder reflexionar acerca de la pertinencia de sus intervenciones y evaluar los programas en
curso. 2- comparar esos resultados con los de una población más extensa y heterogénea integrada
por jóvenes pertenecientes a distintas zonas del país. 3- reconocer el “estado de cosas” sobre las
problemáticas del campo de la orientación que permita trabajar en la construcción colectiva de
propuestas.
El autor resalta que genéricamente denominamos a la práctica orientación vocacional y
ocupacional, en donde lo vocacional refiere a elecciones o proyectos vinculados con trayectos de
estudio más o menos prolongados, mientras que lo ocupacional se refiere en general a la cuestión
de la inclusión laboral en tiempos más breve. A pesar de tener ambas denominaciones, la cuestión
ocupacional, sobre todo con respecto a los jóvenes, suele ocupar un lugar secundario. Se sabe que
la gran mayoría de los jóvenes quiere estudiar al terminar la escuela, pero a la vez, este estudio
visibiliza que les es imprescindible trabajar para poder sostener ese proyecto.
Las causas de desempleo en los jóvenes 1) el primer factor que surge como preponderante es el
desajuste entre la educación y el trabajo, dado que las calificaciones que brinda el sistema
educativo ya no son las requeridas por el sistema productivo, en el cual se general permanentes
cambios. Esto genera una brecha por la cual se explicaría que los jóvenes no cuenten con las
competencias laborales necesarias ni con los perfiles adecuados para cubrir los nuevos puestos
que demandan las empresas. Complementariamente a esto, los empleadores le otorgan mucha
importancia a la experiencia laboral, disminuyendo así la posibilidad de inserción de muchos
jóvenes.
2) el otro factor refiere a las características del mercado de trabajo, que no genera los puestos
necesarios como para incluir en forma suficiente a los nuevos postulantes. A esto se agrega la
inexistencia de una legislación laboral que favorezca la inclusión de los jóvenes sin experiencia
laboral.
Dubois toma entonces dos puntos de vista, uno socio-educativo que resalta las desiguales
oportunidades que ofrece el sistema educativo (porque por necesidades tienen que incorporarse
prematuramente al mercado laboral o porque la educación es de mala calidad) y uno socio-laboral
que resalta que los jóvenes son los menos favorecidos ya que sufren una mayor propensión al
despido por su menor costo laboral.
O.V como práctica social el autor propone que se ubique la OV en la relación entre lo subjetivo y
lo social, dejando atrás las concepciones clásicas de corte psicologista que, lejos de problematizar
el entorno, lo naturalizan y se presentan como ideológicamente neutrales. Se pretende entonces
reubicar a la orientación en el lugar de la práctica social, a partir de una mirada crítica que intente
comprender las demandas sociales, que se pregunte por los supuestos teóricos e ideológicos en
los que se sustenta así como también por los efectos que tales prácticas generan en el escenario
social.
Sostiene que la problemática de la inclusión laboral de los jóvenes, debería ser considerada en el
escenario social actual por los orientadores como una cuestión altamente significativa y ocupar un
lugar central de nuestras prácticas. El objetivo de las mismas no debe ser funcional y reproductor
en cuanto al modelo social imperante sino que se debe democratizar el espacio de OVyO. Propone
entonces una orientación no sólo técnica, sino también concientizante, construida sobre un
conocimiento emancipador.