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En este texto pretendo defender que el conocimiento tiene como base el lenguaje y debido a
que este es intersubjetivo, el conocimiento también tiene que serlo. Para lograr esto lo
primero que hare será definir estos tres términos los cuales ya he usado (a saber, lenguaje,
conocimiento e intersubjetividad) para poder, de esa forma, tener un mejor entendimiento
sobre lo que me refiero cuando hablo sobre cada uno de estos. Inmediatamente pasare a
relacionar cada uno de estos de forma que se cumpla el objetivo planteado.
Palabras Clave: Intersubjetividad, Conocimiento, Lenguaje
1. El lenguaje
Como lenguaje no podemos entender simplemente las palabras escritas o habladas ya que,
aquí se entiende lenguaje como todo sistema de símbolos, señas y/o sonidos los cuales
tienen como fin la trasmisión de un mensaje. Si se entiende de esta forma, vemos cómo, lo
que consideramos lenguaje, se amplia. Ahora me centraré las posibles formas del lenguaje
para poder especificar ciertas preguntas que posiblemente se puedan generar con la
definición que aquí presento.
Ya dimos el primer ejemplo de lo que puede ser considerado como lenguaje, la palabra,
tanto escrita como hablada. Creo que este es el ejemplo más fácil o por lo menos el más
evidente y el que se nos puede venir a la cabeza en primera instancia. Exactamente por lo
anterior dicho, me gustaría que viéramos en este momento la efectividad de la definición
propuesta anteriormente. Podemos confirmar rápidamente que la palabra puede tomar tanto
forma de sonidos como de símbolos; el primero gracias al habla, y el segundo gracias a la
escritura. Sin embargo, lo que puede no ser tan evidente, es que el fin de la palabra sea la de
transmitir un mensaje. Pero en todos los casos que se usa la palabra estamos haciendo
justamente eso, intentamos pasar un pensamiento, una idea, un sentimiento o cualquier otra
variedad de cosas de nosotros a otra persona, a un animal, a un dios o incluso a nosotros
mismos. No se me ocurre ninguna circunstancia en la cual la palabra no sea utilizada de
dicha forma.
La segunda forma del lenguaje es el corporal. A diferencia de la palabra, este es mucho más
sutil y, en términos generales, se necesita de una interpretación mayor por parte de la
persona que recibe el mensaje. Sin embargo, con esto no quiero decir que todo tipo de
movimiento corporal pueda ser considerado lenguaje, sino solo aquellos que, de forma
consciente o inconsciente, pretenden transmitir algo.
La tercera forma es el lenguaje artístico. Este tipo de lenguaje es más complejo de describir
debido a que, dependiendo del arte, será distinta. Por ejemplo, la danza y el teatro usan su
corporalidad, mientras que la pintura y la escultura usan formas in símbolos para poder
transmitir su mensaje. Sin embargo, lo importante es que toda arte intenta expresar algo, es
decir, transmitir algún mensaje, y, por lo tanto, hay que considerarlo como lenguaje. Pero lo
que quiero resaltar en este punto son algunas de las corrientes artísticas las cuales dicen que
hacen arte, no para comunicar un punto de vista, sino simplemente para ser apreciado; esto
no afecta de ninguna manera mi punto, ya que el mensaje de dicho arte es “mírenme y
aprécienme” (eso sin tener en cuenta los múltiples mensajes que pueden ser interpretados
desde la obra por distintas personas y que el autor no tuvo en cuenta ni pretendía).
Lo último que me quiero mencionar en esta sección tiene que ver con el lenguaje de los
animales, ya que ellos usan distintas formas de comunicarse, es bastante complejo aquí
dedicarme a describir la distinta forma en la que los diversos animales se comunican. Sin
embargo, quiero dejar claro que considero que estos sin tienen un lenguaje y, (esta es una
conexión que veremos más adelante) por ende, conocimiento.
2. El conocimiento
3. La intersubjetividad
4. El lenguaje intersubjetivo
Si bien el lenguaje, como un todo, es difícil de concebir debido a todas las formas de este
las cuales explique en el primer apartado, esto solo ayuda para demostrar que es imposible
obtener un lenguaje sin la intersubjetividad.
Cuando vemos las formas de lenguaje que propuse anteriormente, nos damos cuenta de que
todas esas caben dentro de contextos distintos y, si se salen de estos, no funcionarían de la
misma forma. Wittgenstein propone en su libro Investigaciones Filosóficas lo que él llama
un “juego del lenguaje” en la cual se puede ver que la interpretación es un papel
fundamental a la hora de comunicarnos. Esta propuesta nos presenta con un modelo del
lenguaje que está pensado para que, las personas participes del juego, tengan que ser
conscientes, no solo de las palabras utilizadas, sino también el contexto en el que se usan y
quien las usa.
Un ejemplo bastante evidente de esta idea es cuando uno cambia de región en el país, o sale
de este a otro de habla española. Cuando uno se comunica con las otras personas,
independientemente de que, en teoría hablen el mismo idioma, es inevitable que se generen
confusiones lingüísticas ya que las mismas palabras, en contextos distintos, tienen
diferentes significados.
Es decir, el lenguaje es un constante experimento, uno que se va modificando cada vez que
se usa y nunca es igual, pero esto se debe a que es imposible tener un lenguaje privado, que
solo se utilice para uno mismo y, por lo tanto, nunca cambie. Si se considerará hablar con
uno mismo un lenguaje privado, esto sería incorrecto ya que se está utilizando un lenguaje
ya previamente establecido, con normas intersubjetivas y de las cuales no nos podemos
escapar.
5. El conocimiento intersubjetivo
En este apartado quiero proponer que el punto de partida del conocimiento es el lenguaje,
por lo que, si aceptamos que el lenguaje es intersubjetivo, también lo tendrá que ser el
conocimiento mismo. En primer lugar, empecemos por conectar conocimiento y lenguaje
para poder entender por qué no se puede dar el primero sin el segundo.
Previamente, se había definido al conocimiento como la habilidad de comprender la
naturaleza y la relación entre las distintas cosas y, sin embargo, la única forma de
comprender algo realmente (por lo menos desde la experiencia humana ya que no tenemos
acceso a la experiencia de los otros animales) es asignándole un concepto, el cual a su vez
será explicado con aun más conceptos. Si no fuera así ¿cómo hablaríamos de cualquier tipo
de fenómeno? ¿cómo podríamos comprender algo que ni siquiera podemos nombrar? Y
más importante aún, si se pudiera comprender algo sin poder nombrarlo ¿de que serviría si
no se puede transmitir? Puede que, si aceptamos todas estas suposiciones, como algo
normal que pasa día a día, aun se pudiera crear conocimiento, pero sería tan distinto que
necesitaríamos una forma completamente nueva para entender qué es el conocimiento.
6. Bibliografía
Gutiérrez, C., No hay hechos, sólo interpretaciones. (pp.93-121) Bogotá D.C, Universidad
de los Andes
Nietzsche, F., Libro del Filósofo.
Nietzsche, F., El ocaso de los ídolos (1889)
Wittgenstein, L., Investigaciones Filosóficas (1999) Barcelona.