Con el paso de los años, hemos ido encontrando evidencia de que los climas extremos pueden afectar

la infraestructura carretera y el nivel de servicio que esta puede ofrecer a los usuarios, ya que la
mayoría de las variaciones del clima y sus condiciones que pueden llegar a ser en realidad extremistas
se presentan actualmente con mayor frecuencia y todo esto debido al cambio climático.
La infraestructura carretera nacional ha sido atacada por una gran diversidad de eventos climáticos
extremos como son inundaciones, olas de calor, sequias, lluvias de impresionante intensidad,
huracanes, granizadas, heladas, entre otras. Las proyecciones del clima actual hacen suposiciones
de que habrá aun más efectos significativos en rubros de evaluación, planificación, diseño,
construcción, operación y mantenimiento de la infraestructura carretera. Por ello, las variaciones
climáticas se tienen que considerar como riesgos estratégicos, el cual requiere la consideración y
aplicación de los principios de adaptación. Es bien sabido que la infraestructura carretera es diseñada
para soportar el clima local, lo cual significa que únicamente nos basamos en antecedentes y registros
históricos, pero debido al cambio climático, a partir de este conjunto de datos tomados año con año,
no será suficiente ni es posible tener un indicador de confianza sobre lo que se espera para el futuro.
El periodo de duración estimado para la infraestructura carretera es para aproximadamente 50 años o
incluso más, por lo que la comprensión sobre como los climas futuros pueden afectar la infraestructura
resulta de alta importancia para la protección de las vías y de los usuarios que las emplean.
Algunas de las variaciones climáticas que se han registrado con el paso de los años son: cambios en
la temperatura media de la tierra, modificación de los patrones climáticos, cambios de cobertura de
nieve, cambios del ciclo del agua, la capa de permacongelamiento en el suelo se está reblandeciendo,
hay una disminución en la capa de hielo en algunas regiones, cambios de temperatura oceánica,
alteraciones en su contenido salino y ácido, incremento del nivel del mar, sequias, etc.
En una estructura de pavimento, uno de los principales mecanismos de deterioro de mezclas asfálticas
en servicio es el daño por humedad. En mezclas asfálticas este mecanismo de daño se refiere a la
disminución de su resistencia mecánica y durabilidad debida principalmente a la pérdida de adherencia
y cohesión por presencia de agua. Este mecanismo de daño incide en la generación de otros modos
de deterioro de mezclas asfálticas en servicio como son el agrietamiento por fatiga, agrietamientos
tipo TDC (Top Down Cracking asociados a fenómenos térmicos, envejecimiento del ligante asfáltico,
entre otros) y el ahuellamiento o roderas. De acuerdo con, el agua genera pérdida de resistencia en
la interfaz entre el ligante asfáltico y el agregado pétreo, el agua genera pérdida de resistencia en la
interfaz entre el ligante asfáltico y el agregado pétreo. Esto hace que la tasa de acumulación de la
deformación permanente aumente debido a la pérdida de cohesión de la mezcla por humedad. Este
fenómeno fue identificado en la década de los treinta y la literatura de referencia lo denomina stripping,
el stripping ocurre por reacción química entre el asfalto y el agregado. De manera similar, la calidad
del agregado y la composición mineralógica es uno, de entre tantos factores, que afectan la magnitud
de este fenómeno. La adherencia entre el ligante y el agregado pétreo es firmemente dependiente de
la mineralogía de este último material
Por otra parte, cuando se trata de heladas, es otro factor que afecta al pavimento causando fatiga
térmica de manera que el asfalto sufre dilataciones y contracciones según aumenta o baja la
temperatura. Por una parte, el agua que queda en las pequeñas grietas, cuando se hiela, aumenta su
tamaño y desplaza los materiales unas micras de manera que poco a poco la grieta del pavimento se
hace cada vez mayor. El cloruro sódico empleado en las mezclas salinas es una sustancia muy
corrosiva que afecta tanto al asfalto como al hormigón. Por las características químicas de estas
sustancias acaban afectando a la estructura química de la mezcla asfáltica desmenuzándola con el
tiempo.