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¿Cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad?

El planeta en el que vivimos está en constante cambio y/o renovaciones de lo ya conocido

y a su vez de creación constante de bienes y servicios. Pero todo esto no ha sido incluyente a la

hora de la implementación en todas las poblaciones del planeta, solo ciertos sectores son

impactados positivamente por estos avances tecnológicos y muchos otros son excluidos sin poder

siquiera brindar necesidades básicas para su sustento.

Entre las necesidades básicas está la de comer, y los altos precios de los alimentos

restringen el acceso a una vida sana y en muchos casi a la nula ingesta de algún tipo de ellos. Ha

habido años en los cuales la producción de alimentos ha alcanzado sus picos más altos, pero a

pesar de que los alimentos no escasearon en temas de producción, el hambruna mundial no tuvo

una disminución alguna.

El agua también es otra de las necesidades esenciales para la vida, y al quitar el agua se

quita la vida. En muchos países del mundo las brechas para la distribución de agua potable son

enormes, muchos de estos optan por usar agua contaminada para no morir deshidratados, pero

esto a su vez hace que la mitad de las camas de los hospitales en todo el planeta estén ocupadas

por personas enfermas gracias a la ingesta de agua contaminada, y como dato curioso y

perturbador, el 8% de los habitantes de América Latina no tiene acceso a agua potable.

En las asambleas de la ONU uno de los temas principales es la reducción de la mortalidad

infantil, pero lo cierto es que los índices están lejos de ser favorables. En poblaciones

vulnerables, los números de mortalidad de niños menores de un niño de edad, superan en 10

veces las muertes de niños en países desarrollados.


En el siglo XXI, la educación es el fundamento para que tanto las personas como los

países logren el progreso. Es por esto que las naciones que lideran las tablas del progreso

tecnológico, competitividad y avance económico, realizan inversiones sistemáticas de largo

plazo en la educación.

Sin embargo, según la UNESCO, son 263 millones de niños y jóvenes los que se no se

encuentran escolarizados desde la enseñanza primaria hasta el segundo ciclo de la enseñanza

secundaria. En América latina, se ve influenciada la falta de educación, debido a la

desjerarquización de la profesión del maestro, la carencia de recursos económicos y la limitación

a las posibilidades de perfeccionamiento y desarrollo. Por lo que la mayoría de maestros deben

conseguir otro empleo para lograr subsistir.

Por otra parte, el déficit en la educación está causando la creación de una “generación

perdida”, que es aquella que a consecuencia de la crisis económica, no han logrado ingresar al

mercado de trabajo. Aunque la mayoría esta generación no logran terminar sus estudios dado que

deben trabajar desde muy pequeños para así lograr comer y vivir bajo un techo, en condiciones

precarias.

A la vez, las mujeres que hacen parte de la población que sí logra estudiar y conseguir un

trabajo, han tenido un avance muy importante con respecto a la exigencia de condiciones iguales

en la sociedad. Sin embargo, en la región continúa la cultura machista cuyos estereotipos le

dificulta a las mujeres pasar todas las barreras que estos les interponen.

Otra problemática para la pobreza son las emisiones de dióxido de carbono y de gases

invernadero de las industrias contaminantes han agravado el cambio climático, causando la

intoxicación de la atmósfera, la desaparición de especies y la ruptura de equilibrios ecológicos


básicos. Y lo anterior mencionado es una problemática para la pobreza debido a los efectos del

cambio climático a través de desastres naturales que causan gran cantidad de muertes anuales y

“refugiados climáticos”, ya que se encuentran sin posibilidad de defensa.

Según diversas investigaciones está comprobado que las desigualdades pronunciadas

obstaculizan de muchas maneras el desarrollo de un país y son causa central de la pobreza.

Desafortunadamente entre más alto sea el estrato social genera más oportunidades, desde las más

básicas como la alimentación, como la oportunidad de terminar posgrados.

Desafortunadamente, el sistema educativo igualmente tiene mayor asequibilidad para los

que tienen mayor poder económico y difícilmente para lo que tienen poco, o por lo menos no al

mismo nivel, esto tiene consecuencias como la reducción de mercados internos, la capacidad de

ahorro nacional, influyen en la tasa de delincuencia, etc.

En sociedades tan desiguales, entre los grupos más poder tienen más oportunidades para

realizar prácticas corruptas. Entre mayor desigualdad, habrá más criminalidad y todo esto lleva a

mayor mortalidad infantil, más obesidad, más embarazos no deseados, mayor discriminación de

género y menor esperanza de vida.

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