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Viaje al mundo de la literatura

Enanos, gigantes, hombres con alas de murciélago... ¿a quién no le gusta una historia
repleta de seres fabulosos? Explora el mundo de la literatura con textos de Jorge Luis
Borges, César Aira y Andrés Calamaro. Sí: hay para todos los gustos.

Actividad 1. Seres fabulosos

 A partir de la lectura pausada y en voz alta de "El nesnás", de Jorge Luis Borges,
identifica oralmente a los "cazadores de nesnás" que aparecen en el texto. cuenta
que se trata de cazadores literarios, es decir, personas que supuestamente han
rastreado la aparición de estos seres dentro del mundo de la literatura.
 Indicá los lugares, geográficos y literarios, donde se encuentran los nesnás.
 En el texto se nombran algunas variedades de nesnás. Completá la descripción
de esos monstruos y dales una ubicación, tanto literaria como geográfica. (Por
ejemplo: los blemis podrían encontrarse en la Enciclopedia de las cosas
extrañas y habitar la región oriental de la Isla de Pascua).
 Inventá un nombre, describí y comentá las costumbres de dos monstruos.
Suponé que aparecen en la historia que cuenta alguno de los siguientes libros: -
La isla del tesoro, de Robert L. Stevenson; - Viaje al centro de la Tierra, de
Julio Verne; - Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll; - En la
masmédula, de Oliverio Girondo; - Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift; -
Frankenstein, de Mary Shelley; - La sirenita, de Hans C. Andersen.

¿Cómo serían esos monstruos? ¿Cuáles serían sus costumbres? Dibujalos.

Actividad 2. Texto y música


Andrés Calamaro. (Gentileza Warner Music.)

 Leé el texto de la canción "Donde manda marinero", de Andrés Calamaro. -


Observá que en este texto la barra indica una separación en versos. ¿Existe, para
vos, alguna diferencia entre leer la canción, como si fuera un texto corrido, o
leerla con un verso en cada renglón? - Marcá con un círculo las palabras que
tienen terminaciones parecidas (rima). No importa si están al final de los versos
o en su interior. - Agrupá un conjunto de versos que puedan conformar una
estrofa. ¿Qué criterio adoptaste para elegirlos?
 Para hacer con amigos: reconstruyan una de las historias posibles contadas en
este texto. Escríbanla de esta forma:

- Uno de los integrantes del grupo escribe una oración y pasa la hoja al
compañero.

- El que la recibe debe escribir otra oración, que continúe la historia. No puede
modificar la frase anterior. Después, debe pasarle la hoja al siguiente
compañero.

- Al terminar la ronda vuelvan a empezar en el mismo orden. Continúen


escribiendo hasta llegar a un desenlace.

- Como final, pueden agregar una sola oración pensada entre todos.

Actividad 3. El mundo del futuro


 Después de leer un fragmento de El juego de los mundos, de César Aira,
respondé las siguientes preguntas: - ¿En qué época se desarrolla el relato? -
¿Quién lo cuenta? Aclará si es un escritor o no. - ¿Qué actividad "extraña"
realiza el narrador? - Explicá por qué el narrador opina que "seguramente a los
literatos del pasado no les habría satisfecho la transferencia".
 Subrayá una frase que sea clave para la ubicación temporal del texto. ¿Cuáles
son los elementos que permiten ubicar el relato en un tiempo diferente del
nuestro?
 Compará la "lectura" del futuro que aparece en el texto de César Aira con mirar
un videoclip, ¿en qué se parecen? Y además, ¿en qué se parecen y en qué se
diferencian estos tipos de lectura de la lectura de libros tradicionales?

"El nesnás", por Jorge Luis Borges

Entre los monstruos de la Tentación figuran los nisnas, que "sólo tienen un ojo, una
mejilla, una mano, una pierna, medio cuerpo, medio corazón". Un comentador, Jean
Claude Margolin, escribe que los ha forjado Flaubert, pero el primer volumen de las Mil
y una noches de Lane (1839) los atribuye al comercio de los hombres con los demonios.
El nesnás -así escribe Lane la palabra- es la mitad de un ser humano; tiene media
cabeza, medio cuerpo, un brazo y una pierna; brinca con suma agilidad y habita en las
profundidades de Hadramaut y del Yemen. Es capaz de lenguaje articulado; algunos
tienen la cara en el pecho, como los blemies, y cola semejante a la de la oveja; su carne
es dulce y muy buscada. Una variedad de nesnás con alas de murciélago abunda en la
isla de Raïj (acaso Borneo), en los confines de China; pero, añade el incrédulo
expositor, Alá sabe todo.

(Borges, J. L. y M. Guerrero, Manual de zoología fantástica, México, FCE, 1983, pág.


111.)

"Donde manda marinero", por Andrés Calamaro

Con el crudo en las bodegas volveré a buscar/ todo el tiempo vivido, que hemos perdido
sin protestar/ voy a probar primero al olvido, a lo ajeno/ voy a pasar a retiro de un tiro al
culpable de mi soledad!/ no sé que quiero, pero sé lo que no quiero,/ sé lo que no quiero
y no lo puedo evitar,/ puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando,/ lo estoy
pensando pero estoy cansado de pensar;/ el marinero del río no tiene calor ni frío,/ la
ciudad no tiene puerto y se siente muy vacío (ay qué pena!)/ últimamente ha perdido su
capacidad de sorpresa,/ en un vaso de cerveza/ caliente fue que se la olvidó;/ quiero
elegir del mapa un lugar sin nombre adonde ir/ será el lugar donde viva lo que quede
por vivir (y eso es mucho tiempo!),/ por eso de cada viaje me traigo el equipaje
perdido,/ por eso es que he decidido nunca olvidar, nunca olvidar;/ no sé lo que tengo,
pero sé lo que no tengo,/ sé lo que no tengo, porque no lo puedo comprar,/ puedo seguir
cantando, pero sigo esperando,/ sigo esperando pero estoy cansado de esperar...

"El juego de los mundos", por César Aira (fragmento)

Hubo una época remota del pasado en que la humanidad practicó una actividad llamada
"literatura". No necesito decir en qué consistía, porque cualquier persona culta lo sabe.
Quiero decir, no necesita haberlo estudiado especialmente, porque forma parte de su
tradición familiar y personal, y está inscripto en su propio nombre. Durante los siglos en
que existió la literatura se acumularon muchos libros, y muchos escritores. Algunos
"buenos", otros "malos", unos más importantes o elogiados que otros, serios, frívolos,
laboriosos o estériles: todas esas distinciones se anularon después. De esos escritores
descienden todos los hombres y mujeres que pueblan el mundo, por genealogía simple:
si es concebible que todos seamos descendientes de un solo hombre original, tanto más
podemos serlo de la innumerable cantidad de escritores que hubo. Y los nombres que
tenemos son los nombres de ellos. Sin ir más lejos, yo, que me llamo César Aira, tengo
el nombre de un lejano antepasado mío que fue un escritor. Claro que no todos mis
contemporáneos mantienen vivo el recuerdo del dador del nombre, ni mucho menos; en
ese sentido soy una excepción.

Lo cierto es que dedico tiempo, una hora por día, a veces dos, a la lectura. En realidad,
no conozco a nadie más que lo haga [...]. Claro que hablar de "lectura" es estirar el
término tal vez demasiado. Cuando se pasó toda la literatura a estos medios, se lo hizo
en imágenes. Los programas transformaron las palabras en imágenes, una por una (no se
hizo por frases) y hasta fragmentando las palabras si resultaba conveniente. Esta tarea la
llevaron a cabo sistemas automáticos operando con grandes diccionarios polivalentes,
sin intervención del hombre [...]. Y por la otra punta , disponían de un banco de
imágenes completo, o sea que estaban todas. Seguramente a los literatos del pasado no
les habría satisfecho la transferencia, pero cuando se hizo ya no estaban para protestar.
Y la operación salvó del olvido definitivo a la ingente masa de libros que se había
acumulado. Fue esta operación la que anuló las diferencias entre obras buenas y malas.

(El juego de los mundos, La Plata, Argentina, Ediciones El broche, 2000.)

Literatura y lectura: placer y saber


El juego de los mundos, por César Aira (fragmento)

Hubo una época remota del pasado en que la humanidad practicó una actividad llamada
"literatura". No necesito decir en qué consistía, porque cualquier persona culta lo sabe.
Quiero decir, no necesita haberlo estudiado especialmente, porque forma parte de su
tradición familiar y personal, y está inscripto en su propio nombre. Durante los siglos en
que existió la literatura se acumularon muchos libros, y muchos escritores. Algunos
"buenos", otros "malos", unos más importantes o elogiados que otros, serios, frívolos,
laboriosos o estériles: todas esas distinciones se anularon después. De esos escritores
descienden todos los hombres y mujeres que pueblan el mundo, por genealogía simple:
si es concebible que todos seamos descendientes de un solo hombre original, tanto más
podemos serlo de la innumerable cantidad de escritores que hubo. Y los nombres que
tenemos son los nombres de ellos. Sin ir más lejos, yo, que me llamo César Aira, tengo
el nombre de un lejano antepasado mío que fue un escritor. Claro que no todos mis
contemporáneos mantienen vivo el recuerdo del dador del nombre, ni mucho menos; en
ese sentido soy una excepción.

Lo cierto es que dedico tiempo, una hora por día, a veces dos, a la lectura. En realidad,
no conozco a nadie más que lo haga [...]. Claro que hablar de "lectura" es estirar el
término tal vez demasiado. Cuando se pasó toda la literatura a estos medios, se lo hizo
en imágenes. Los programas transformaron las palabras en imágenes, una por una (no se
hizo por frases) y hasta fragmentando las palabras si resultaba conveniente. Esta tarea la
llevaron a cabo sistemas automáticos operando con grandes diccionarios polivalentes,
sin intervención del hombre [...]. Y por la otra punta , disponían de un banco de
imágenes completo, o sea que estaban todas. Seguramente a los literatos del pasado no
les habría satisfecho la transferencia, pero cuando se hizo ya no estaban para protestar.
Y la operación salvó del olvido definitivo a la ingente masa de libros que se había
acumulado. Fue esta operación la que anuló las diferencias entre obras buenas y malas.

(El juego de los mundos, La Plata (Argentina), Ediciones El broche, 2000.)

Notas
Estrofa

Cada una de las partes en que se divide una composición poética. Las estrofas de un
poema pueden tener igual o diferente número de versos. La separación de las estrofas
está dada por un espacio en blanco en la hoja denominado "blanco tipográfico".

Rima

Identidad de sonido en la terminación de dos palabras, desde la vocal que lleva el


acento, aunque las demás letras no sean exactamente iguales en su figura. Cuando la
coincidencia abarca sólo las vocales, es una rima asonante (ej.: campo y santo). Cuando
la coincidencia abarca vocales y consonantes, es rima consonante (ej.: sorpresa y
cerveza, ya que hay identidad de sonidos en nuestra pronunciación rioplatense).

Verso

Es la cadena de palabras que en un poema se escriben una a continuación de otra, es


decir, en el mismo renglón. No es igual a una oración, ya que muchas veces tal cadena
de palabras está determinada por el efecto sonoro, o incluso visual, que provoca. Cada
verso tiene una sonoridad en sí mismo, además de la que produce en el conjunto del
poema. Del mismo modo, cada verso tiene un sentido asociado a la imagen, al ritmo y al
sonido que las palabras que lo conforman sugieren. Cuando leemos una poesía, y sobre
todo cuando nos detenemos a analizar un verso, se hace evidente la idea de que forma y
contenido no se pueden separar.

Enlaces a sitios de interés


Sitio dedicado a literatura argentina contemporánea. Entre otros escritores figuran
Roberto Arlt, Jorge Luis Borges, Haroldo Conti y César Aira. Cada escritor cuenta con
una página que incluye fragmentos de sus obras.

Biblioteca virtual. Información sobre diferentes escritores en su idioma original (en


español para Cervantes, en francés para Flaubert y Apollinaire, en inglés para Swift,
etc.).

textos: Verónica Delgado y Graciela Goldchluk dibujos: Alejandra Taubin edición: Carina Kosel

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