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Se conoce como adverbio a la parte invariable de la oración que puede modificar el significado del verbo,
de un adjetivo o de otro adverbio o de toda una oración. Por ejemplo, “Llegué bien”, “Debemos despertarnos
temprano”.
Semánticamente expresa circunstancias de lugar, tiempo, modo, cantidad, orden, duda, entre otros, y su
principal función en el contexto oracional es la de complemento circunstancial, por esa razón puede
contestar a preguntas como ¿dónde?, ¿cómo? y ¿cuándo?
Por otra parte, morfológicamente el adverbio es invariable en género y número.
La palabra adverbio deriva del latín adverbium, que se forma por el prefijo ad- (hacia o junto), verbum
(palabra o verbo), y el sufijo -ium.
De
Se utilizan para afirmar. Sí, ciertamente, claro, desde luego.
afirmación
De
Se utilizan para negar. No, nunca, jamás, tampoco, nada.
negación
Ejemplos de adverbios.
Los pronombres se encuentran presente en todas las lenguas del mundo, con la finalidad de indicar
la persona del discurso o situar en el tiempo y espacio, sin utilizar el nombre, lo que permite una
lectura fluida por motivo del uso innecesario de los sustantivos.
Tipos de pronombres
Según sus diversas características y funciones, los pronombres se clasifican de la siguiente manera:
Pronombres enclíticos, se caracterizan por ir unidos al verbo. Por ejemplo: cuéntamelo, dígaselo,
dime.
Pronombres interrogativos, sirven para preguntar sobre algo de lo que se está hablando en el
discurso. Por ejemplo: dime quién es.
Pronombres personales, sirven para mencionar a la persona que participa en el discurso. Desde el
punto de vista formal, los pronombres personales presentan formas distintas, no solo en función del
género y el número de los sustantivos, sino también de la persona (1°, 2°, 3°). Por ejemplo: Vanessa
irá a la fiesta con nosotros. / ella irá con su novio.
Pronombres posesivos, indican la posesión de una cosa por parte de alguna de las personas que
participa en el habla. Posee flexión de género, número y persona, estos son: mío (s), tuyo (s), suyo
(s), nuestro (s), vuestro (s). Por ejemplo: aquella casa es nuestra.
Pronombres proclíticos, se identifican por ir antes del verbo sin formar una palabra. Por ejemplo:
me lo contó, se lo dije.
Pronombres reflexivos, se caracterizan porque la acción verbal recae sobre el propio sujeto. Por
ejemplo: "nosotros nos divertimos mucho en la fiesta", "yo me caí".
Una conjunción es una palabra invariable y semánticamente no posee significado alguno.Sirven para
coordinar elementos que tienen una función idéntica dentro de una oración, para coordinar dos proposiciones
y para subordinar una proposición ante otra. Es así como existen dos grupos de conjunciones. Las
coordinantes y las subordinantes.
Las conjunciones coordinantes, también conocidas como propias, unen palabras, sintagmas y oraciones
que tienen un mismo nivel sintáctico, es decir, que sus elementos pueden ser cambiados de posición sin que
el significado que arrojan en conjunto sea alterado. Ejemplo de ello sería el uso de la y. “Él es alto y
delgado”, es igual a decir “él es delgado y alto”. Las conjunciones coordinantes a su vez pueden ser:
copulativas, disyuntivas, adversativas, explicativas o distributivas.
Las conjunciones subordinantes, también conocidas como impropias, más allá de unir palabras o
sintagmas, se centran en unir oraciones, pero con la condición de que éstas no pueden ser intercambiar su
posición porque se perdería el significado que poseen en conjunto, ya que se les otorga una “jerarquía” a
cada una, donde una de ellas no tiene sentido completo sin la compañía de la otra. Las conjunciones
subordinadas pueden ser de lugar, de tiempo, de modo, comparativas, consecutivas, causales, condicionales,
finales o locuciones conjuntivas.
TIPOS DE CONJUNCIONES
Las conjunciones se pueden dividir en
1. coordinantes:
Copulativas: son las que suman elementos: y / e, ni.
Disyuntivas: son las que excluyen una de las afirmaciones que se realizan en la frase: o / u.
Adversativas: son las que niegan el primer elemento de la oración, en tanto afirman el segundo: pero, sin
embargo, no obstante.
Distributivas: son las que presentan alternativas sin excluirse: ya…ya; ora… ora; bien… bien.
2. subordinantes:
Causales: son las que señalan la causa que se expresa en la proposición principal: porque, puesto que, ya
que, dado que, pues.
Consecutivas: son las que señalan la consecuencia de lo enunciado en la proposición principal: luego, así
pues, por lo tanto, por consiguiente, en consecuencia, así que
Condicionales: son las que explicitan una condición de que se evidencie alguna situación: si, siempre que,
en caso de que, con tal que.
Concesivas: son las que explicitan un obstáculo para lo que se dice en la oración principal: aunque, a pesar
de que, por más que, bien que.
Finales: son las que señalan el objetivo o finalidad de lo que se ha dicho en la proposición principal: para
que, a fin de que.
Modales: como, así como tal como.
Temporales: cuando, siempre que, luego que, antes que, hasta que.
Comparativas: son las que marcan comparación: más, menos…que, tan…como, tal… como, más… que.
Conjunciones copulativas
Las conjunciones copulativas sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos
homogéneos e indican su adición.
Son: y, e, ni, que. Y es la conjunción más usada en la lengua coloquial: «Sergio y Daniel pasean»; se repite
frecuentemente en el lenguaje infantil, como expresión sucesiva de enunciados: «El perro es mi amigo y lo
quiero mucho y juega conmigo». Este uso pleonástico se mantiene en la lengua popular de las narraciones,
y como recurso expresivo intensificador.
Conjunciones adversativas
Las conjunciones adversativas son las que contraponen dos oraciones o términos sintácticos, de forma que
cada uno corrige al otro. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o
restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: mas, pero, aunque.
Mas indica una restricción más leve que pero, se usa exclusivamente en la lengua escrita y su uso en la
lengua hablada resulta antinatural.
No lo hizo Juan sino Pedro.
Conjunciones disyuntivas
Las conjunciones disyuntivas indican alternancia inclusiva (¿estudias o trabajas?: -puede hacer las dos cosas
también) o bien exclusiva o excluyente (¿vienes o te quedas?: no puede hacer las dos cosas a la vez). Sus
nexos son: o, su variante combinativa u y o bien; se sitúan entre los términos que indican la alternancia, o
bien antepuestos a cada uno de ellos: "¿Llamó Pedro o Juan?". "O llamó Pedro o llamó Juan".
Conjunciones explicativas
Son aquellas que unen proposiciones que expresan lo mismo, pero de distinta forma, a fin de explicarse
mutuamente. Son por lo general giros aislados entre comas como o sea, esto es, es decir, mejor dicho, es
más:
Se fue al otro mundo, es decir, se murió.
Conjunciones distributivas
Las conjunciones distributivas indican distribución o alternancia; repiten los términos: o... o; se emplean a
veces unidades de tipo adverbial: bien... bien, ya... ya, ora... ora: «Ya vienes, ya te quedas». También se usa
la forma verbal inmovilizada sea, cuando los términos unidos expresan equivalencia.
INTERJECCIÓN
Es en la oración una parte invariable en género y número, o que constituye la oración completa, que en
general por sí sola sirve para expresar en forma repentina o no premeditada lo impresionados que estamos
frente a algo que ha ocurrido o que está sucediendo, o que conmueve nuestros sentidos (visuales, táctiles,
olfativos o gustativos) o que experimentamos mientras nos están contando. Se escriben entre comas y llevan
signos de admiración.
La interjección entonces, expresa una emoción que nos conmueve por lo sorprendente y que conmueve
nuestra vivencia actual, aún cuando el hecho pueda surgir de un recuerdo; por ejemplo: “¡Caray! No creí
que pensar en mi ex novio me conmoviera tanto.
Las interjecciones suelen formar parte de un mensaje de mayor extensión. Algunos ejemplos serían los
siguientes: “¡Eh! No ensucies la mesa", “¡Vaya! No me lo esperaba de ninguna manera" o "¡Caramba! Esto
que dices es totalmente increíble".
Hay que indicar que cualquier palabra puede convertirse en una interjección si incorpora la carga semántica
propia de estas expresiones. Así si digo “¡cielos!” con este sustantivo estoy expresando un cierto asombro.
2. Interjecciones expresivas: Referidas siempre a situaciones emotivas como: ¡Oh!, ¡Ay!, ¡Ojalá!, ¡Huy!,
¡Bah!, ¡Menos mal!, ¡Hola!, ¡Caramba!, ¡Que va!, ¡Caray!
3. Interjecciones representativas: Son aquellas que tienen un contenido; en algunos casos se convierten
en onomatopeyas: ¡sus!, ¡plaf!, ¡puf!, ¡prrumm!, ¡cataplum!
4. Interjecciones según la norma: Los gramáticos las clasificaron en propias e impropias. Las primeras
solo se emplean como interjecciones, por ejemplo: ¡Ah!, ¡Ay!, ¡puf!, ¡Uf!, ¡Tate!. Las impropias, son
adaptaciones de otras formas o palabras: ¡Cuidado!, ¡Dios mío!, ¡dale!, ¡Diablos!, ¡ya, ya!
5. Interjecciones improvisadas: Se construyen con palabras y frases existentes: ¡Ahí va!, ¡Qué barbaridad!,
¡Qué locura el Barcelona!, ¡Mi madre!, ¡Qué alegría!
Ejemplos
- Para saludar a alguien decimos "¡hola!”.
- Para advertir a otra persona sobre algún peligro exclamamos “¡cuidado!” o “¡alto!”
- Para expresar rechazo o sorpresa decimos “¡eh!”.
- Si queremos despedirnos de otra persona decimos “¡adiós!”.
- Con la exclamación “¡ay!” trasmitimos dolor.
- Si queremos que otra persona nos preste atención decimos “¡oye!”.
- Ante una sorpresa inesperada afirmamos “¡vaya!”, "¡huy!” o también “¡oh!”.
- Cuando no entendemos algo podemos decir "¿eh?".
- Si nos sentimos aliviados diremos “¡uf!”.
- Si tenemos que imitar algún ruido diremos “¡zas!” o “¡pum!”.
- Cuando queremos que alguien baje la voz le podemos decir “¡shhh!”.
- Si tenemos una sensación de asco diremos “¡puaj!”.
PREPOSICIÓN
Se conoce como preposición a la parte invariable de la oración, cuyo oficio es denotar la relación que entre
sí tienen dos o más palabras o términos.
A pesar de que se considere una parte de la oración, la preposición no tiene significado léxico ni flexión de
ningún tipo y su valor es plenamente gramatical.
Las preposiciones tienen como función relacionar o subordinar una palabra u otra, ya que pueden indicar el
destino, origen, procedencia, lugar, motivo, medio, tiempo, entre otros, según lo que exprese en la oración.
Por ejemplo, en el sintagma nominal “el ático de mi amigo” se distingue un sintagma preposicional (de mi
amigo), formado por la preposición “de”, que sirve de nexo, y el sintagma nominal (mi amigo), que funciona
como término de la preposición.
Sólo pueden ser término proposicional un sustantivo o una palabra, frase u oración que esté sustantivada,
como “la película de la que te hable”.
Sin embargo, las preposiciones también pueden ir acompañadas de adverbios (iremos desde aquí), al
participio o al adjetivo (eso me pasa por ingenua), al infinitivo (vengo de trabajar) y a oraciones introducidas
por que (no sé de qué va ese asunto).
No obstante, muchos verbos del español necesitan ser complementados necesariamente mediante una
preposición, como: “advertir de”, “carecer de”, entre otras.
En la actualidad están prácticamente en desuso las preposiciones “cabe” y “so”, las cuales solo se emplean
en determinadas expresiones o frases hechas, como: so pena, so pretexto.
Tipo de
Preposiciones Ejemplos
preposiciones
Vengo de la iglesia.
De lugar a, de, en, entre, hacia, por, tras, bajo Miré hacia la izquierda y lo
vi.
a, con, de, desde, en, para, por, sobre, tras, No saldré con este frío.
De tiempo
hasta La taza está sobre la mesa.
Estamos en una
De privación sin
calle sin salida.
Estoy en contra de la
De oposición contra
reforma.
A este listado se pueden añadir las siguientes palabras consideradas preposiciones: excepto, salvo, versus,
durante, mediante, vía. Por ejemplo, “Todos llegamos a tiempo salvo Luis”, “Los datos serán enviado vía
correo electrónico”, “Vamos a comparar el juego de ayer versus el de hoy”, “Comí todo excepto la sopa”.
Locuciones prepositivas
La locución prepositiva es una expresión que puede estar formada por un sustantivo, un adjetivo o un
adverbio junto a una preposición. Se caracteriza porque la expresión entera tiene el valor de una preposición.
Por ejemplo, cerca de, atrás de, gracias a, respecto a, fuera de, entre otros.
Las locuciones prepositivas también se forman añadiendo preposiciones a sustantivos que ya van precedidos
de otra preposición. Por ejemplo, de acuerdo con, en virtud de, con arreglo a, sobre la base de, por causa de,
en frente de, al lado de, entre otros.
Contracción de la preposición con el artículo
En cuanto a la contracción, las preposiciones preceden de un sintagma nominal. Las preposiciones “a” y
“de”, ante el artículo determinado masculino singular “el”, forma una contracción del pronombre y se
origina el artículo contracto “al” o “del”, respectivamente. Por ejemplo, “vamos al cine”.