ACAZ

“El monarca que solo trajo ruinas a la nación”

XIV REY EN JUDÁ - IX GENERACIÓN DAVINICA

Reinado: 913 – 910 a.C

(2 Reyes 16: 1 – 20; 2 Crónicas 28:1 – 27)

“... no hizo lo recto ante los ojos de Jehová su Dios, como David su padre. Antes anduvo en el camino
de los reyes de Israel y aun hizo pasar por fuego a su hijo, según las abominaciones de las naciones
que Jehová echó de delante de los hijos de Israel”. 2 Reyes 16:2b, 3

Datos generales de reinado de Acaz:

 Inició su reinado a los: 20 años de edad.

 Reinó sobre Judá: 16 años.

 Sus padres: Jotam (no se menciona en nombre de su madre)

 En el norte reinaba: Peka, hijo de Remalías.

 En Damasco, capital de Siria reinaba: Rezín (750? - 732 a.C)

 En Ninive, capital de Asiria reinaba:

1. Tiglat-pileser III (744 – 727 a.C.)

2. Salmanasar V (727 – 722 a.C.) NO VA AQUI

 Profetas de Jehová:

1. Obed (un profeta de Jehová en el norte)

2. Isaias, hijo de Amoz (Isaías 1:1)

 Sumo Sacerdote del templo: se hace mención solamente de Uzías como sacerdote pero no hace
referencia que tuviese el cargo sumo sacerdotal.

 Su obra: Se destacó por sus abominaciones espirituales, haciendo pasar a sus hijos por fuego y
hacia rituales en la naturaleza conforme a las naciones paganas. Recibió grandes derrotas de
manos de los sirios acabando en un solo día a 120 mil guerreros; además el Reino del Norte
quien tomó en cautiverio 200 mil mujeres y jóvenes, perdiendo así recursos y fuerzas en el reino.
También en Edom y Filistea se aprovecharon de la debilidad de Judá para atacarlos y despojarlos.
 Esto llevó al Rey Acaz solicitar ayuda militar al Rey de Asiria para que les defendiese
entregándole los pocos tesoros que aún quedaban en el Templo; la ayuda fue momentánea pero
los resultados posteriores fue aún más perjudiciales para Acaz y lo poco que ya quedaba en el
reino. En su muerte fue excluido de entrar en el sepulcro de los reyes anteriores, es posible que
el pueblo lo haya llegado a despreciar por sus abominaciones y sus malas decisiones.

 Lección aprendida: Dejar a Dios, faltar el respeto al Señor colocando nuestra confianza en algo
o en alguien diferente al Él solo trae ruinas que afectarán no solo nuestra vida personal, sino
también a todos los que estén a nuestro al rededor. Nuestro apoyo incondicional aun en los
momentos más difíciles debe ser Dios; pero aún hay quienes no aprenden la lección ni con las
más grandes exhortaciones.