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El artículo séptimo del Código del Trabajo define al contrato individual de trabajo como: “una convención por la
cual el empleador y el trabajador se obligan recíprocamente, éste a prestar servicios personales bajo
dependencia y subordinación del primero, y aquél a pagar por estos servicios una remuneración determinada.
Toda prestación de servicios en los términos antes señalados, hace presumir la existencia de un contrato de
trabajo.
Contrato de trabajo indefinido. Es aquel celebrado por toda la vida útil del trabajador
Contrato de trabajo a plazo fijo. Es aquel cuya duración en el tiempo se encuentra limitada a un
período determinado mediante acuerdo de las partes contratantes.
Conforme al artículo séptimo del Código del Trabajo, podemos distinguir cuatro elementos del contrato, a saber:
Finalmente, En casos debidamente calificados, cumpliendo con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo
13, y con la autorización de su representante legal y del respectivo Tribunal de Familia, podrá permitirse a los
menores de quince años que celebren contratos para participar en espectáculos de teatro, cine, radio, televisión,
circo u otras actividades similares.
El legislador laboral requiere que las partes del contrato de trabajo posean ciertas características. En
consecuencia, los sujetos del contrato serán el empleador y trabajador. Se definen como:
Empleador. La persona natural o jurídica que utiliza los servicios intelectuales o materiales de una o más
personas en virtud de un contrato de trabajo; y
Trabajador. Toda persona natural que preste servicios personales intelectuales o materiales, bajo dependencia
o subordinación, y en virtud de un contrato de trabajo.
El artículo cuarto del Código del Trabajo establece una presunción de derecho respecto del representante del
empleador. Se trata de una norma protectora del Derecho Laboral que permite al trabajador, judicial o
extrajudicialmente, identificar a quien aparentemente posee la representación de su empleador, sin necesidad
de cumplir con las formalidades probatorias propias del derecho común y general.
Con todo, el trabajador debe probar, eso sí, que la persona a quien se le atribuye la calidad de representante
cumple con las condiciones que la norma señala, esto es:
Este principio se recoge en el inciso segundo del artículo cuarto del Código del Trabajo, el cual señala que las
modificaciones totales o parciales relativas al dominio, posesión o mera tenencia de la empresa no alterarán los
derechos y obligaciones de los trabajadores emanados de sus contratos individuales o de los instrumentos
colectivos de trabajo, que mantendrán su vigencia y continuidad con el o los nuevos empleadores.
La prestación de servicios del trabajador es el segundo elemento del contrato de trabajo. En tal sentido, el
legislador establece el cumplimiento de ciertos requisitos, a saber:
La remuneración es la principal obligación patrimonial del empleador. Así lo dispone el Código del Trabajo y la
Constitución Política de la República en su artículo 19, numeral 16°, párrafo segundo, que habla de la justa
retribución.
Conforme al artículo 41 del Código del Trabajo, se entiende por remuneración las contraprestaciones en
dinero y las adicionales en especie avaluables en dinero que debe percibir el trabajador del empleador
por causa del contrato de trabajo.
Este último, más que elemento del contrato, es una de sus características esenciales, cuyo contenido y límite
es algo impreciso. El legislador no conceptualiza la subordinación o dependencia, por lo que debemos recurrir
a la doctrina o a la Dirección del Trabajo para precisar su sentido y alcance.
La Dirección del Trabajo define a la subordinación o dependencia como el sometimiento (en relación a las
labores ejecutadas) a la forma y condiciones impuestas por el empleador. Luego, la subordinación se materializa
por la obligación del trabajador, de forma estable y continua, de mantenerse a las órdenes del empleador y
de acatarlas.
Es el poder de mando del empleador, traducido en la facultad de impartir instrucciones, de dirigir la actividad
del trabajador, de controlarla, e incluso de dar término a la relación laboral cuando aflore una justa causa de
terminación.
El contrato de trabajo es consensual, así lo indica la primera parte del artículo noveno del Código del Trabajo.
Sin embargo, acto seguido el legislador ordena que debe constar por escrito. Aparentemente esta norma es
contradictoria ¿Cómo se explica tal redacción?
La escrituración no es solemnidad necesaria para su existencia o validez. Se trata de una formalidad requerida
para probar el contenido y alcance de la relación laboral. Nuevamente, en su rol protector, el Estado favorece
al trabajador, obligando al empleador a escriturar el contrato dentro de cierto plazo, estableciendo una
sanción pecuniaria, además de una presunción legal en su contra. Así lo disponen los incisos segundo,
tercero y cuarto del Código del trabajo.
PLAZOS DE ESCRITURACIÓN.
El contrato deberá constar por escrito dentro del plazo de quince días de incorporado el trabajador, o de cinco
días si se trata de contratos por obra, trabajo o servicio determinado o de duración inferior a treinta días.
Las cláusulas esenciales están señaladas en el artículo 10 del Código del Trabajo, que dispone que el contrato
de trabajo debe contener, a lo menos, las siguientes estipulaciones:
1. Lugar y fecha del contrato; es una cláusula formal, permite determinar si el documento (contrato) se
hizo oportunamente. Excepcionalmente puede importar si hay leyes de fomento a contratación en
determinados lugares.
3. Determinación de la naturaleza de los servicios y del lugar o ciudad en que hayan de prestarse.
El contrato podrá señalar dos o más funciones específicas, sean éstas alternativas o
complementarias: se trata de determinar lo que el trabajador va a hacer, y el lugar donde va a
realizarlo, en la actualidad hay quienes prefieren descripciones muy generales, pero eso hace que la
relación sea poco clara y que las obligaciones no estén precisadas que no se sepa qué se puede exigir
y hasta donde se puede exigir. El excesivo detalle también es malo.
Modelos remuneracionales.
Concepto de jornada:
– Tiempo durante el cual se labora efectivamente de conformidad al contrato (jornada efectiva).
– Tiempo a disposición del empleador sin que se labore por razones que no le sean imputables al
trabajador (jornada pasiva).
Clasificación de la jornada.
– Legal – convencional.
– Ordinaria – extraordinaria.
De la redacción del artículo se concluye que tal enumeración no es taxativa. Se trata de estipulaciones básicas
que debe contener el contrato del trabajo al momento de su escrituración, con el objeto de que queden
establecidas las condiciones en que éste se va a cumplir.
Los contratos individuales y los instrumentos colectivos de trabajo podrán ser modificados, por mutuo
consentimiento, en aquellas materias en que las partes hayan podido convenir libremente. A contrario sensu, el
empleador no puede modificar unilateralmente el contrato del trabajo.
La modificación debe efectuarse de acuerdo a las reglas señaladas por el artículo 11, que dispone que deben
consignarse por escrito y firmarse por las partes al dorso de los ejemplares del contrato o en documento anexo.
Las estipulaciones de los instrumentos de derecho colectivo reemplazan a las de los contratos individuales.
MEDIANTE DISPOSICIÓN LEGAL.
No será necesario modificar los contratos para consignar por escrito en ellos los aumentos derivados de
reajustes de remuneraciones, ya sean legales o establecidos en contratos o convenios colectivos del trabajo o
en fallos arbitrales o en acuerdos de grupo negociador. Sin embargo, aún en este caso, la remuneración del
trabajador deberá aparecer actualizada en los contratos por lo menos una vez al año, incluyendo los referidos
reajustes. Así lo dispone el inciso final del artículo 11 del Código del trabajo.
IUS VARIANDI.
El ius variandi o derecho a variación es la facultad de modificar las condiciones de trabajo por parte del
empleador, en cuanto no cause al trabajador un daño moral o económico de importancia, ni importe una
alteración radical del régimen convenido.
Para alterar el horario debe haber necesidad operacional y aviso con 30 días de anticipación a lo
menos.
Para cambiar el lugar de trabajo, debe permanecer en la misma ciudad y no causar menoscabo,
detrimento o perjuicios.
Para cambiar la naturaleza del servicio, no debe haber menoscabo, detrimento o perjuicios y
quedar en la misma ciudad y ser labor similar.
Conforme al inciso segundo del artículo 10 bis del Código del Trabajo, el contrato por obra o faena es aquella
convención por la que el trabajador se obliga con el respectivo empleador a ejecutar una obra material o
intelectual específica y determinada, en su inicio y en su término, cuya vigencia se encuentra circunscrita o
limitada a la duración de aquélla.
Con todo, el legislador prohíbe que el trabajador pacte de forma sucesiva dos o más contratos de faena. Si así
se hiciere, se entenderá que el contrato es de plazo indefinido.
TERMINACIÓN DEL CONTRATO
Hay 3 sistemas.
Uno general.
Uno para personas con fuero.
y otro para personas sin protección.
Régimen general.
– Casos de terminación.- art.- 159.- no hay culpa y no hay derecho a indemnización legal
– Causales de caducidad.- el contrato termina por culpa de una de las partes (art. 160)
» Sin derecho a indemnización
» Con derecho a reclamación legal
– Buscando se ordene indemnizar como si se hubiese despedido por necesidades de la empresa
(derecho a indemnización por años servicio (art. 161)
– Necesidades de la empresa. (indemnización por años servicio)
CAUSALES de caducidad.
Causales de caducidad
Falta de probidad, vías de hecho, injurias, conducta inmoral grave debidamente comprobada.
Requisitos:
- Que la falta de probidad sea en el desempeño de las funciones,
– Que las vías de hecho sean ejercidas contra el empleador o de cualquier otro trabajador
que se desempeñe en la misma empresa,
– Que las injurias afecten al empleador y
– Que la conducta inmoral afecte a la empresa donde se desempeña.
– Negociaciones ejecutadas dentro del giro de las empresas prohibidas expresamente en el contrato.
– Ausentismo injustificado.
– Abandono de trabajo.
– Actos omisiones o imprudencias temerarias que ponen en peligro a las personas, a su salud o a las
instalaciones o que impiden el desarrollo normal de las faenas.
– Sabotaje.
– Incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato.
Reclamación judicial.
Cuando se termina el contrato por un caso o causal o por necesidades de la empresa que se cuestionan,
o cuando no se ha señalado causal, hay derecho a reclamar, buscando que se pague indemnización.
También en el el art. 161 por no haberse pagado la indemnización o por no estar de acuerdo con su monto.
Hay reclamación judicial y en plazo es 60 días hábiles contados desde la terminación de contrato
– Se persigue se indemnice tal como si se hubiese aplicado el art. 161 declarando la inexistencia de
causal.
Reclamación administrativa.
Previo a iniciar la reclamación judicial se pude intentar una gestión ante la inspección del trabajo, esta carece
de facultades para imponer su criterio, pero el efecto es suspender el plazo para acudir al tribunal hasta que se
complete la gestión o llegue el 80° día contado desde despido.
Si se aplica el art. 161, aviso previo de 30 días compensable en dinero. Debe determinar el monto de la
indemnización que se va a pagar (oferta irrevocable de pago) si no hay preaviso se entiende se pagará la
indemnización equivalente.
Tienen fuero:
– Directores sindicales
– Candidatos a estos cargos
– Ex directivos
– Delegados sindicales
– Delegados del personal
– Trabajadores en negociación colectiva
– Mujer con motivo de la maternidad
– Casos especiales relacionados con adopción
– un miembro laboral del comité paritario
Las hay:
Legales.
Convencionales.
Voluntarias.
1.- Indemnizaciones legales.
Tienen monto legal mínimo (no menos de 30 días de la última remuneración devengada por cada año de
servicio continuo prestados a un mismo empleador o fracción que no baje de 6 meses).
Se paga:
Cuando el empleador aplica el art. 161.
Cuando aplica el 159 o 160 y el trabajador reclama y gana el juicio.
Cuando se despide sin causal, se reclama y se gana.
Cuando hay autodespido y se gana.
Hay recargos cuando no se paga, se demora su pago o se abusa de las causales.
Operan:
En los casos en que no procede pagar.
Indemnización legal.
Reemplazando a la legal cuando son más altas que ella.
Son las que paga el empleador sin estar obligado a hacerlo ni por la ley ni por el contrato.
Su monto es libre.
Legal en el caso de aplicación del art. 161 o en que de gane un juicio del art. 160.- 30 días de la última
remuneración mensual devengada por cada año de servicios o fracción que no baje de 6 meses con un tope
de 330 ds. de remuneración.
– Legal recargadas.-
» Cuando el trabajador gana su reclamo por aplicación del art. 161.- 30% de recargo.
» Cuando ha sido por aplicación indebida de causal del art. 159, 50% de recargo.
» Si no se ha invocado causal alguna.- 50% de recargo.
» Cuando se ha aplicado “indebidamente” una causal del art. 160.- 80% de recargo.
» Si se declara “carente de motivo plausible la aplicación de la causal 1, 5 o 6 del art. 160.- 100% de
recargo.