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201216940
Universidad de los Andes
Conflicto y diferencia
Safatle comienza señalando que hay ciertas similitudes entre Freud y Hobbes.
Ambos autores proponen una figura belicista. En Hobbes los hombres son guiados
por el miedo del posible ataque de otro ser humano y para evitar cualquier
confrontación, tienen que crear un Estado Leviatán que se encargará de su
protección. En ese sentido, se puede decir que para Hobbes el hombre es malo, su
naturaleza es mala, por ello se crea un Estado que trata de corregir esa naturaleza.
A diferencia de Hobbes, Freud parece no establecer una naturaleza humana de
maldad, sino que el hombre está dotado de instintos, tanto buenos como malos. El
Estado, dado la constante confrontación humana, es un factor de integración.
La religiosidad para Freud aún está atada lo que conocemos como modernidad. Esa
visión religiosa sustenta una forma de funcionamiento del poder. La pregunta de
Freud como ese poder religioso permanece como referencia para la construcción
de una autoridad política. La manera sobre la cual la visión religiosa apoya en cierta
medida el poder político se da sobre la pretensión de paz, un cesación del conflicto.
Ahora bien, ese poder político y religioso construye las individualidades, no solo al
aprender las normas de comportamiento sino a través de una instancia moral de
observación. Esa instancia moral se da por la noción construida de culpa, pues se
construye a partir de una autoridad.
Así, es como se construyen individualidades a partir de los afectos. La melancolía,
que se produce en el marco de las relaciones sociales, produce una nueva forma
de violencia, diferente a los mecanismos clásicos de dominación. Por otro lado,
Freud también establece el amor como forma de construcción de identidad, una
forma de reconocerse en el otro. El amor incluye entonces cierta forma de
melancolía, pues expresa un modelo que se ha instaurado en la vida psíquica.
Conclusión y comentario
Safatle, basado en su lectura de Freud, está consciente de que toda forma de poder,
tanto teológico como político, construye el individuo. Es una forma de construcción
en que el sujeto no se construye al margen de la sociedad sino en ella misma. No
obstante, ésta construcción de un sujeto político, influenciado por los afectos, ¿ no
se queda netamente en el plano de lo psicológico ?. La construcción y recuento que
hace Safatle de Freud nos da una visión de lo político y su relación con el sujeto.
No obstante, el deja de lado un aspecto racional del ser humano, pues se centra
netamente en el aspecto emocional y afectivo (psicológico). En conclusión, el texto
de Safatle permite nuevas posibilidades para pensar lo político, sin embargo hay
que considerar nuevas preguntas al abordarlo de esa manera.