“EL FUEGO COMO SÍMBOLO DE EVOLUCIÓN”

Nadie desconoce en estos días que el fuego es un elemento de utilidad para la humanidad y que constituye uno
de nuestros más grandes descubrimientos. Sin embargo, la verdadera importancia del fuego en la evolución
humana recae en la determinación que tuvo sobre su cerebro y, consecuentemente en el desarrollo de su mente,
la más poderosa adquisición de nuestra especie, que nos distingue y eleva del reino animal. Una buena manera
de comprender esta afirmación es demostrada con el clásico fílmico “La guerra del Fuego” dirigido por Jean
Jacques Annaud en 1981 cuya narrativa gira entorno a como hace miles de años el hombre dependía del fuego,
durante esta época un grupo quiere arrebatarle el fuego a otro, pero en medio del conflicto el fuego se extingue
y, tres guerreros de una tribu sedentaria emprenderán el más grande viaje para encontrarlo nuevamente.

Con el proceso de dominar el fuego y la naturaleza, surgieron varios elementos individuales y sociales
influyentes para el proceso de evolución de la humanidad; si bien se sabe, los procesos de lenguaje o lengua
surgieron años más tarde, sin embargo se dice que la comunicación nace a partir del Homo Neanderthalensis, en
su proceso de vivir en grupo, lo cual obligaba al hombre a tener un sistema lingüístico basado en
gesticulaciones faciales, vocales y en mayor parte musculares, así, de este modo emitían sonidos los cuales iban
acoplados a lo que gesticulaban, en el caso del fuego emitir sonidos fuertes u exaltantes podían indicar
conformidad e incluso alegría, contrario a lo emitido durante los conflictos (sonidos más graves, acompañados
de golpes contra su pecho y el suelo junto con objetos).

Una parte esencial del proceso evolutivo, son el hábitat y la alimentación, evidentemente se alimentaban de lo
que cazaban, del carroñeo y la recolección de vegetales, vivían en cavernas cálidas o adversas. Este tipo de
Homo tenía una vida sedentaria, los lugares de habitación son al aire libre, zonas tropicales o en cuevas. En
algunas estaciones al aire libre se han localizado estructuras complejas formando cabañas donde se pueden
diferenciar distintas áreas: para cocinar, tallar o descansar. Las estrategias son de supervivencia y adaptación del
medio, que van cambiando de forma cíclica, lo que explica por qué algunas tribus son sedentarias y otras más
nómadas.

El descubrimiento del fuego contrajo algunas consecuencias, una de ellas fue la comida cocida ya que con ello
se ampliaba el número de productos que se podían comer; se almacenaba comida para el invierno; se preparaba
alimento de consistencia suave, ideal para individuos mayores ya sin dientes pudieran comer, entre otras
facilidades. Por otra parte, pudo protegerse mejor de sus depredadores, recordemos que en su época
deambulaban las criaturas salvajes, un ejemplo claro era el tigre dientes de sable razón e incluso lobos salvajes.
El fuego no solo ahuyentaba a las bestias sino que también ayudaba a mejorar las herramientas de caza.

Ciertamente como en toda civilización, existen diversas formas de poder, en el caso del Homo Neanderthalensis
consiste en clanes, cuyo líder principal es la persona con mayor longevidad seguido por personas de mayor
madurez, el paso por los grupos de edad se suele llevar a cabo de manera continuada a lo largo de la vida del
individuo. Determinados actos, como los propios de los ritos de paso, contribuyen a proporcionar identidad al
grupo. El grupo más relevante en estas sociedades ha venido siendo el de los jóvenes que estaban en el grupo de
edad de los guerreros. En ocasiones, los clanes no poseen grupos de edad propiamente dichos, pero si hay ritos
de paso relacionados con la edad o con los grados de la edad. Así como los intercambios sexuales que se
realizan entre diferentes clanes.

Para las relaciones, observamos la existencia de un dimorfismo sexual, esto quiere decir que hembras y machos
tenían un parecido a nivel de estructura corporal, la cultura es muy importante, esto quiere decir que hembras y
machos tienen roles muy diferenciados, y que entre los machos también quedan muy evidenciados los roles de
poder y jerarquía. Sin embargo, el comportamiento sexual entre machos y hembras se ve parecido a la conducta
sexual de los primates. Así, por ejemplo, decenas de documentales nos explican el control visual del macho alfa
gorila sobre el grupo de hembras y la imposibilidad de los machos que no son dominantes de cruzarse con éstas.
Por lo tanto, están subordinados al alfa.

Retomando un poco el filme mencionado al principio del texto, es conveniente darle una excelente calificación
debido a que nos permite entender algo muy importante y es que la diferencia de lenguaje no es un obstáculo
para crear las relaciones interpersonales, por otra parte nos muestra cómo fue la evolución del hombre en su
lenguaje y lo físico; además de la fuerte lucha que sostenían los diferentes grupos de hombres organizados en
clanes por mantener el fuego. El clan o tribu protagonista nos demuestra la importancia de los valores como lo
son el respeto por la autoridad, la amistad, el amor, la familia y el trabajar en equipo. El demostrar como el
fuego es símbolo de adoración, ya que cuando lo perdían y lo recuperaban nuevamente danzaban a su alrededor
vestidos con objetos diferentes a los normales y comían hasta saciarse. Idealizar a las mujeres robustas y de
grandes pechos eran más fuertes, al hombre fuerte lo colocan como el semental y lo miden por lo grande de sus
genitales. Los procesos de domesticación como lo fue con el mamut.

Para concluir, el control del fuego y la luz que genera produjeron cambios importantes en el comportamiento de
los humanos. La actividad ya no quedaba restringida a las horas diurnas. Además, algunos mamíferos e insectos
evitaban el fuego y el humo, el fuego también produjo una mejora en la nutrición al incorporarse proteínas
cocidas a la dieta alimenticia, sin el descubrimiento casual del fuego por el hombre primitivo y su posterior
dominio, el camino hacia la civilización se habría retardado y la humanidad no hubiese progresado hasta este
punto hoy en día en la línea del tiempo.

Harrison Steve Liberato Castro