Вы находитесь на странице: 1из 75

Capı́tulo 1

Curvas

1.1. Fundamentos
De la misma manera en como se definieron los conceptos de lı́mite y continuidad para funciones
de R en R, podemos definirlos para funciones de R en Rn . Para ello, primero se recuerda que Rn
es un espacio vectorial con la métrica euclidiana dada por:
p
| (x1 , x2 , ..., xn ) − (y1 , y2 , ..., yn ) |= (x1 − y1 )2 + (x2 − y2 )2 + ... + (xn − yn )2

Definición 1. Dado un vector x̄ = (x1 , x2 , ..., xn ) ∈ Rn definimos a la bola abierta con centro en
x̄ y radio ε ≥ 0 como B(x̄, ε) ≡ Bx̄ (ε) = {ȳ ∈ Rn :| x̄ − ȳ |< ε}

Figura 1.1: Vista gráfica de la bola abierta en R2 y R3 .

Nos es familiar el concepto de bola abierta, dado que sólo estamos hablando de una esfera
rellena sin su cáscara. El concepto de bola abierta es muy importante, pues nos permite definir
una topologı́a en Rn , la cual se estudiará en el siguiente capı́tulo.

Definición 2. Dados x̄ ∈ Rn y V ⊆ Rn , diremos que V es una vecindad del punto x̄ si existe


r > 0 tal que x̄ ∈ B(x̄, r) ⊆ V .

Definición 3. Sean A ⊆ Rn y x̄ ∈ Rn . Decimos que x̄ es un punto de acumulación de A si para


toda vecindad V de x̄ existe a ∈ A tal que a ∈ V − {x̄}.

Estas definiciones tienen gran relevancia en el estudio de topologı́a para Rn y con ellas podemos
enunciar los conceptos de lı́mite y continuidad para funciones de I ⊆ R en Rn .

1
2 CAPÍTULO 1. CURVAS

Definición 4. Sea f : I ⊆ R → Rn una función y t0 punto de acumulación de I. Si L̄ ∈ Rn


satisface que para todo ε > 0 existe δ > 0 tal que, si 0 <| t − t0 |< δ implica que | f (t) − L̄ |< ε,
diremos que L̄ es el lı́mite de la función cuando t tiende a t0 , y escribimos

lı́m f (t) = L̄.


t→t0

Nótese que la definición nos dice que L̄ es el lı́mite de la función si se cumple que

t ∈ B(t0 , δ) − {t0 } ⊆ R ⇒ f (t) ∈ B(L̄, ε) ⊆ Rn .

Como se hizo notar para el caso de funciones de R en R quizá L ∈ / f (I) y, si es que t0 ∈ I, no


nos fijamos en el valor f (t0 ), pues eso no influye en la existencia del lı́mite.

Haciendo referencia a esto, cabe resaltar que se tiene la misma noción sobre lı́mites por izquierda
y por derecha, y que éstos deben coincidir para hablar del lı́mite.

Definición 5. Diremos que una función f : I ⊆ R → Rn es continua en t0 ∈ I si para todo ε > 0


existe δ > 0 tal que, si | t − t0 |< δ, sucede que | f (t) − f (t0 ) |< ε, y escribimos

lı́m f (t) = f (t0 ).


t→t0

Ası́ mismo, una función es continua si es continua en todo punto t ∈ I.

Además, podemos observar que una función f es continua si se cumple que

t ∈ B(t0 , δ) ⊆ R ⇒ f (t) ∈ B(f (t0 ), ε) ⊆ Rn .

Definición 6. Sea I ⊆ R un intervalo no vacı́o y f : I → Rn una función. Si f es continua,


entonces a la imagen de f se le llama curva.

Geométricamente, podemos pensar que una curva representa una partı́cula en movimiento
donde, en cada tiempo t, ésta tiene asignada una posición f (t) en el espacio n-dimensional.

Para familiarizarse con el concepto, demos algunos ejemplos sencillos de curvas:

a) Un punto es la imagen de la función f : R → R , f (t) = c, donde c ∈ Rn es una constante


arbitraria.

Figura 1.2: Un punto es una curva.


1.1. FUNDAMENTOS 3

b) Una recta que pasa por un par de puntos (x1 , y1 ), (x2 , y2 ) está representada por la curva
f : R → R2 , f (t) = (1 − t)(x1 , y1 ) + t(x2 , y2 ).

Figura 1.3: Una recta es una curva.

c) La curva f (t) = (cos t, sen t), t ∈ [0, 2π] tiene por imagen a la circunferencia unitaria.

Figura 1.4: La circunferencia unitaria es una curva.

Veamos otros ejemplos de curvas sencillos pero relevantes, ası́ como su relación respecto a
lı́mites y continuidad:

a) Dada una función F : R → R, definimos a la gráfica de F como el conjunto

{(x, F (x)) ∈ R2 : x ∈ R}.

Es claro que este último conjunto es una curva al ser la imagen de la función f : R → R2 dada
por la relación t 7→ (t, F (t)), la cual es continua si y sólo si F es continua (ejercicio).

Figura 1.5: Gráfica de una función continua.


4 CAPÍTULO 1. CURVAS

b) Sea f : R → R2 dada por


f (t) = e−t cos t, e−t sen t .


Dado que el comportamiento de la curva es el mismo que el de una espiral, la norma en cada
punto decrece a medida que t → ∞, o bien incrementa a medida que t → −∞; es decir:

lı́m f (t) = (0, 0) y lı́m f (t) = −∞.


t→∞ t→−∞

Figura 1.6: Representación de la espiral, la cual es la imagen de f (t) = e−t cos t, e−t sen t .


c) Consideremos la curva f : R → R3 dada por f (t) = (cos t, sen t, t). La curva modela a un
resorte, y note que tiene un comportamiento similar al del ejemplo anterior, sólo que en este
caso los lı́mites cuando t → ±∞ no existen (ejercicio).

Figura 1.7: Modelo de resorte, imagen de la curva f (t) = (cos t, sen t, t).

Ejercicios

1. Describa las curvas descritas por las siguientes funciones:

a) f (t) = (t, t, sen t).


b) f (t) = (3t, t2 ). Muestre que se trata de una parábola.
c) f (t) = (t2 , t3 ).

2. Verifique las afirmaciones sobre lı́mites y continuidad hechas en los ejemplos a), b) y c).
1.1. FUNDAMENTOS 5

La teorı́a y ejemplos de curvas va más allá de lo descrito en los ejemplos previos. Están, por
ejemplo, las curvas fractales como la curva de Peano que rellena un cuadrado. Véase [4].

Ahora, daremos un criterio para determinar lı́mites y continuidad de funciones.

Proposición 1.1.1. Sean f : I → Rn una función, ā = (a1 , ..., an ) ∈ Rn y t0 punto de acumulación


de I. Entonces, para toda i ∈ {1, ..., n},

lı́m f (t) = ā ⇐⇒ lı́m fi (t) = ai


t→t0 t→t0

.Demostración. Supongamos que

lı́m f (t) = ā.


t→t0

Por definición, para toda ε > 0 existe δ > 0 tal que 0 <| t − t0 |< δ implica que | f (t) − ā |< ε.
Luego, notamos que para todo i ∈ {1, ..., n} se cumple que | fi (t) − ai |≤| f (t) − ā |< ε.

Inversamente, sea ε > 0. Si ahora para toda i ∈ {1, ..., n},

lı́m fi (t) = ai ,
t→t0

dado ε0 > 0 existe δi > 0 tal que 0 <| t − t0 |< δi implica que | fi (t) − ai |< ε0 = √ε .
n
Tomando
δ = min{δ1 , ..., δn },
v v
u n u n 
uX ε 2

uX
| f (t) − ā | = t 2
(fi (t) − ai ) < t √ = ε,
i=1 i=1
n

Corolario 1.1.2. Sean f : I → Rn una función y t0 ∈ I; f = (f1 , ..., fn ) es continua en t0 si y


sólo si fi es continua en t0 para toda i ∈ {1, ..., n}.

Ahora, pasaremos a la definición de derivada, lo cual será muy parecido a lo hecho anterior-
mente, y que tiene la interpretación geométrica análoga al caso de una variable.

Definición 7. Sea f : I → Rn una función y t0 ∈ I. Decimos que f es derivable, o diferenciable,


en t0 si existe el siguiente lı́mite:

f (t0 + h) − f (t0 ) f (t) − f (t0 )


lı́m o lı́m .
h→0 h t→t 0 t − t0

De existir el lı́mite, escribimos f 0 (t0 ), vector al que se le llama derivada de f. Decimos que f es
derivable o diferenciable si existe la derivada en todo t0 ∈ I.
6 CAPÍTULO 1. CURVAS

Dado que f (t) es un vector en Rn , la expresión previa nos da la igualdad


 
f (t0 + h) − f (t0 ) f1 (t0 + h) − f1 (t0 ) fn (t0 + h) − fn (t0 )
lı́m = lı́m , ..., lı́m
h→0 h h→0 h h→0 h

con lo cual es evidente el siguiente corolario.

Corolario 1.1.3. Sean f : I → Rn una función y t0 ∈ I; f = (f1 , ..., fn ) es derivable o diferenciable


en t0 si y sólo si fi es derivable o diferenciable en t0 para toda i ∈ {1, ..., n}.

Si pensamos nuevamente en una partı́cula en movimiento, cada coordenada de dicho vector f 0 (x)
la podemos pensar como la razón de cambio de dicha partı́cula respecto a cada eje coordenado.
Por ejemplo, respecto al vector canónico ei , fi0 (x) nos dice qué tanto decrece o crece la i-ésima
coordenada en la curva cerca del punto f (x).

En las funciones reales, la derivada de una función evaluada en un punto x es un escalar que
nos da la pendiente de la recta tangente a la gráfica en el punto (x, f (x)) y ésta también nos dice
que la gráfica de la función se ve localmente como una recta.

De la misma forma, vemos que en nuestro caso también podemos aproximar localmente a la
imagen de la curva por medio de una recta tangente, dado por el vector f 0 (x). Además, dada una
curva f : I → Rn , su derivada resulta ser otra curva f 0 : I → Rn , por lo que tendrı́a sentido derivar
a f 0 , para obtener otra curva (f 0 )0 .

Figura 1.8: A medida que se acerca t a t0 , las rectas secantes en la imagen de la curva se aproximan
a la recta tangente con base en f (t0 ).

Para entender mejor el concepto de derivada, recurrimos a las funciones lineales. La idea básica
es que estas funciones son muy simples y permiten aproximar a las funciones derivables o diferen-
ciables. Recordamos que una función T : V → W , donde V y W son subespacios vectoriales de Rn
y Rm , respectivamente, es lineal si para todos v ∈ V , w ∈ W y λ ∈ R cumple que:
T (v + w) = T (v) + T (w) y T (λv) = λT (v).

En el caso en el que T : R → Rn sea lineal, se tiene que

T (x) = xT (1),
1.1. FUNDAMENTOS 7

por lo que la función está únicamente determinada por su valor en 1. Se puede ver que hay un
isomorfismo ϕ entre el espacio vectorial Rn y τ = {T : R → Rn | T es lineal} dado por

ϕ(x̄) = Tx̄ , donde Tx̄ (t) = tx̄.

En particular, dada f : I → Rn una curva, podemos pensar a f 0 : I → τ dada por f(x 0


0)
∈ τ,
0 0 0
donde f(x0 ) (t) = tf (x0 ). Ası́, podemos pensar a f como una curva o como una función lineal
cuando está evaluada en un punto. Más aún, cuando calculamos f 0 (x0 ) = (f10 (x0 ), ..., fn0 (x0 )), lo
0
que estamos haciendo es calcular f(x 0)
(1). Al valor f 0 (x0 ) se le llama la derivada de f en x0 y a la
función lineal asociada se le conoce como diferencial de f en x0 .

Cuando se tiene una curva f : I → Rn y nos fijamos en su imagen f (I), a veces podremos
encontrar una función g : I 0 → Rn tal que f (I) = g(I 0 ). Por ejemplo, si f : [0, 2π) → R2
está dada por f (t) = (cos t, sen t) podemos obtener la misma imagen mediante g : [0, π) → R2 ,
g(t) = (cos 2t, sen 2t). Es importante destacar que, a pesar de que f y g tengan la misma imagen,
son curvas distintas puesto que una curva no sólo se determina por su imagen. En este caso,
pensando a la curva como el traslado de una partı́cula en movimiento, lo que hace la función g es
realizar que la partı́cula recorra más rápido a la circunferencia.

Figura 1.9: Circunferencia recorrida a diferentes velocidades.

En general, a cada una de estas funciones que tengan por imagen al mismo conjunto C ⊆ Rn
se les conoce como parametrización del conjunto C, y cada parametrización tendrá asociada una
velocidad de recorrido de la curva en cada punto.

Definición 8. Sea C ⊆ Rn una curva y f : I → C una parametrización de C. Decimos que f 0 (t0 )


es el vector velocidad de C en f (t0 ) ∈ C y se define a la rapidez de la curva en t0 como | f 0 (t0 ) |.

0
p
Retomando
p el ejemplo anterior, podemos notar que | f (t) |= (− sen t)2 + (cos t)2 = 1 y que
| g 0 (t) |= (−2 sen 2t)2 + (2 cos 2t)2 = 2. En efecto g tiene una rapidez mayor a la de f .

En el caso que para una curva f , la curva f 0 resulte ser derivable, definiremos al vector acele-
ración en t0 como (f 0 )0 (t0 ).
8 CAPÍTULO 1. CURVAS

Teorema 1.1.4. Sean f, g : I ⊆ R → Rn , h : I ⊆ R → R funciones diferenciables, t ∈ I y c ∈ R.


Entonces:

a) (f + g)0 (t) = f 0 (t) + g 0 (t)

b) (cf )0 (t) = cf 0 (t)

c) (hf )0 (t) = h(t)(f 0 (t)) + h0 (t)f (t)

d) (f · g)0 (t) = f 0 (t) · g(t) + f (t) · g 0 (t) donde x̄ · ȳ indica el producto interno de Rn .

Demostración. Demostraremos c) y el resto se quedan como ejercicio. Notemos que


(hf )(t) = (h(t)f1 (t), ..., h(t)fn (t)), por lo que

(hf )0 (t) = ((hf10 )(t), ..., (hfn )0 (t)) = (h0 (t)f1 (t) + h(t)f10 (t), ..., h0 (t)fn (t) + h(t)fn0 (t))
= h0 (t)f (t) + h(t)f 0 (t)

Teorema 1.1.5. Sea f : I → Rn una función derivable en t ∈ I. Entonces f es continua en t.

Demostración. Si f (t) = (f1 (t), ..., fn (t)) es derivable entonces cada fi (t) es derivable. Luego,
aplicamos el teorema para funciones reales para concluir que cada fi (t) es continua y, al ser cada
entrada continua, se tiene que f (t) es continua.

Recordemos que en el caso real se tiene que

ε(h)
f (t + h) − f (t) = hf 0 (t) + ε(h), donde lı́m = 0.
h→0 h

Ası́, para el caso de la curva se tiene la misma aproximación y en eso se basa la prueba del
teorema. Es decir, tenemos que

f (t + h) − f (t) = hf 0 (t) + A(h), donde A(h) = (ε1 (h), ..., εn (h))

A(h) h→0
Por ende, como lı́mh→0 h
= 0̄ se tiene que f (t + h) − f (t) −→ 0̄, con lo que concluimos.

Teorema 1.1.6. Sea f : [a, b] → Rn una función continua en [a, b] y derivable en (a, b). Entonces
existen ci ∈ (a, b), i ∈ {1, ..., n}, tales que

f (b) − f (a) = (b − a)(f10 (c1 ), ..., fn0 (cn ))

El teorema anterior es consecuencia directa del teorema del valor medio aplicado a cada entrada
de la función. Note que no necesariamente las ci coinciden, por lo que en general no es cierta la
igualdad f (b) − f (a) = (b − a)f 0 (c).
1.1. FUNDAMENTOS 9

Teorema 1.1.7 (Regla de la cadena). Sean I, U ⊆ R, f : I → Rn y ϕ : U → R funciones


diferenciables tales que ϕ(U ) ⊆ I. Entonces f ◦ ϕ es diferenciable y (f ◦ ϕ)0 (t) = f 0 (ϕ(t))ϕ0 (t).

Como en los casos anteriores, basta aplicar la regla de la cadena a cada una de las entradas,
las cuales son funciones reales.

Cuando una curva tiene norma constante (como en el caso de la circunferencia) su vector
velocidad es ortogonal a ésta. Esto se puede observar como sigue: si f (t) denota a la curva y
sabemos que | f (t) |= k, k ∈ R, derivando y usando el Teorema 1.1.4 inciso d) obtenemos

| f (t) |2 = f (t) · f (t) = k 2 ⇒ 2f (t) · f 0 (t) = 0

t3 t2

Mostramos ahora un ejemplo: consideremos la curva f (t) = 1+t 2 , 1+t2 , t ∈ (−∞, ∞). Como

f1 (t) es una función impar y f2 (t) es par, la curva es simétrica respecto al eje y (es decir, se tiene
que f (t) = (x, y) y f (−t) = (−x, y)).

Además, tomando en cuenta los siguientes lı́mites

t3 t2
lı́m = ∓∞ y lı́m = 1,
t→±∞ 1 + t2 t→±∞ 1 + t2

podemos deducir que la curva tiene por ası́ntota a la recta y = 1. (Ver Figura 1.10).

t3 2
, t

Figura 1.10: Gráfica de la curva t 7→ 1+t2 1+t2
.

Ahora, notemos que


 2
(3t )(1 + t2 ) − (2t)(t3 ) 2t(1 + t2 ) − 2t(t2 )

−t
0
f (t) = 2 2
, 2 2
= 2 2
(t3 − 3t, 2).
(1 + t ) (1 + t ) (1 + t )

Cuando t > 0 el vector velocidad tiene la misma dirección que −(t3 − 3t, 2) y cuando t < 0 tiene
la misma dirección que (t3 − 3t, 2). Luego,

lı́m −(t3 − 3t, 2) = (0, −2) y lı́m −(t3 − 3t, 2) = (0, 2),
t→0− t→0+

por lo que la curva no tiene bien definido un vector velocidad en t = 0.


10 CAPÍTULO 1. CURVAS

Veamos ahora cómo es la curva C descrita por f (t) = (t3 − 4t, t2 − 4).

Como f1 (t) = t3 − 4t es una función impar y f2 (t) = t2 − 4 es una función par, la curva es
simétrica respecto al eje y; es decir, si f (t0 ) = (x0 , y0 ) entonces f (−t0 ) = (−x0 , y0 ). Además,

f 0 (t) = (3t2 − 4, 2t).

 √ 
0
f 0 √23 4 3

Note que f (0) = (−4, 0) es un vector tangente horizontal y = 0, 3
es un vector
tangente vertical. Aunado a lo anterior, f 0 (t) satisface las siguientes propiedades:

√ 
1. Si t ∈ 0, 2 3 3 , entonces f 0 (t) apunta hacia la izquierda y arriba, pues 3t2 − 4 < 0 y 2t > 0.

2 3
entonces f 0 (t) apunta a la derecha y arriba ya que 3t2 − 4 > 0 y 2t > 0.

2. Si t ∈ 3
, ∞ ,

Marcando ahora algunos puntos (incluyendo las intersecciones con los ejes coordenados) po-
demos dibujar C (Figura 1.11). También observe que f tiene dos vectores tangentes en el punto
f (2) = f (−2) = (0, 0): f 0 (−2) = (8, −4) y f 0 (2) = (8, 4). En este caso, decimos que (0, 0) es un
punto doble de C .

Figura 1.11: Gráfica de la curva t 7→ (t3 − 4t, t2 − 4).

Mostramos ahora otro ejemplo, parametrizamos la curva trazada por un punto de P de una
circunferencia, cuando la circunferencia rueda sobre una recta. Esta curva se llama cicloide (Figura
1.12).

Supongamos que la recta sobre la que la circunferencia rueda es el eje x y sea P el punto de la
circunferencia que se encuentra sobre el eje x cuando el centro C de la circunferencia está sobre el
eje y. Sean θ el ángulo que forma el vector P −C con la dirección negativa del eje y, ϕ el ángulo que
forma la dirección positiva del eje x con P − C, y a el radio de la circunferencia. Como C = (aθ, a)
y φ + θ = 3π2
tenemos:
(x, y) = P = C + (acosϕ, asenϕ)
= (aθ, a) + (−asenθ, −acosθ)
= a(θ − senθ, 1 − cosθ).
1.1. FUNDAMENTOS 11

Ası́ pues, la cicloide es el rango de la función f , donde

f (θ) = a(θ − senθ, 1 − cosθ).

Figura 1.12: Curva cicloide.

Ejercicios

1. Verificar que ϕ(x̄) = Tx̄ , donde Tx̄ (t) = tx̄ es un isomorfismo.

2. Dibuje la imagen de f (t) = (t, t2 , t3 ) con t ∈ (−5, 5).



3. Calcule lı́mt→ 2 f (t) para f (t) = ( t, t2 , sen t).
3

4. Un punto P en el primer cuadrante del plano se mueve de tal forma que su distancia al origen es
igual a la pendiente de la recta que pasa por él y por el origen. Encuentre una parametrización
para la curva descrita.

5. Considere la ecuación polar r = 1 + cos θ. Grafique la curva resultante para 0 ≤ θ ≤ 2π (la


curva resultante se llama cardioide); es decir, mostrar que aparece como en la Figura 1.13.

Figura 1.13: Curva Cardioide.

6. Grafique las siguientes curvas:


12 CAPÍTULO 1. CURVAS

a) f (t) = (t, t, sen t).


et +e−t et −e−t
b) g(t) = (a cosh t, b senh t), a, b ∈ R+ donde cosh t = 2
y senh t = 2
. (Sugerencia: use
la relación cosh t2 − senh t2 = 1).
c) h(t) = (cos t, sen t, et ).

1.2. Longitud de curvas y parametrización unitaria.

Dada una curva C = f (I), lo siguiente que nos interesa estudiar es cómo se puede medir y qué
tanto mide o cuál es su longitud. Si su longitud es infinita no hay más que decir, por lo que nos
centraremos en curvas con longitud finita. Esto lo garantizaremos pidiendo que f sea continua y
que su dominio de definición sea un intervalo cerrado [a, b], como se mostrará en el capı́tulo 2.

Supongamos que f : [a, b] → Rn es una curva, t1 , t2 ∈ [a, b] y f (t1 ), f (t2 ) ∈ Rn . Denotemos por
C a f ([a, b]). Si calculamos la distancia entre los puntos f (t1 ) y f (t2 ), de alguna manera se tiene
cierta aproximación a un pedazo de la curva C , la cual mejora a medida que se acercan éstos.

Dado que buscamos aproximar la longitud de la curva en todo su dominio y no sólo en un


pedazo, siguiendo esta última idea podemos tomar una partición P del intervalo [a, b] dada por
a = t0 < t1 < ... < tn−1 < tn = b, y con ella podemos aproximar la longitud de la curva por
n
X
LP = | f (ti ) − f (ti−1 ) | .
i=1

Figura 1.14: Aproximación de una curva por una poligonal.

Recordando que las rectas minimizan la distancia entre puntos, es claro que LP es menor o
igual a la longitud de la curva para cualquier partición P. Además, si denotamos por L a la
longitud de la curva y si tomamos un refinamiento P 0 de la partición P, entonces

LP ≤ LP 0 ≤ L .

Esta última observación es consecuencia directa de la desigualdad del triángulo puesto que,
al ser P 0 refinamiento no trivial de P = {a = t0 < t1 , ..., < tn = b}, existe s ∈ P 0 tal que
1.2. LONGITUD DE CURVAS Y PARAMETRIZACIÓN UNITARIA. 13

s ∈ (ti−1 , ti ) para alguna i ∈ {1, ..., n}. Luego,

| f (ti ) − f (ti−1 ) |≤| f (ti ) − f (s) | + | f (s) − f (ti−1 ) |⇒ LP ≤ LP 0 .

Con esto resulta natural definir L = sup{LP | P es particion de [a, b]}.


Definición 9. Se dice que una curva C es rectificable si L existe.

Ahora hallaremos una manera eficiente de expresar la longitud de una curva, pero primero
demostramos el siguiente lema.
Lema 1.2.1. Sea h : [a, b] → Rn una función continua. Entonces, para todo ε > 0 existe δ > 0 tal
que si t, b1 , ..., bn ∈ [a, b] son tales que | t − bi |< δ, i = 1, ..., n, se tiene

| h(t) − (h1 (b1 ), ..., hn (bn )) |< ε.

Demostración. Usamos primero que funciones continuas definidas en un conjunto compacto son
uniformemente continuas (esto se probará en el capı́tulo 2). Ası́, siendo h uniformemente continua,
para todo ε > 0 existe δi > 0 tal que si | t − t0 |< δi entonces | hi (t) − hi (t0 ) |< √εn para todos
t, t0 ∈ [a, b]. Tomando δ = min{δi , i ∈ {1, ..., n}} tenemos que, si | t − bi |< δ,
v v
u n u n
uX uX ε 2
| h(t) − (h1 (b1 ), ..., hn (bn )) |= t (hi (t) − hi (bi ))2 < t = ε.
i=1 i=1
n

Teorema 1.2.2. Sea f : [a, b] → Rn una función y C la curva trazada por f. Si f tiene derivada
continua en [a, b], entonces la curva C es rectificable y se da la igualdad
Z b
L = | f 0 (t) | dt.
a

Demostración. Dada una partición P se tiene, por el teorema del valor medio que
n
X n
X
LP = | f (ti ) − f (ti−1 ) | = | (f1 (ti ) − f1 (ti−1 ), ..., fn (ti ) − fn (ti−1 )) |
i=1 i=1
n
X
= | (f10 (t1i )(ti − ti−1 ), ..., fn0 (tni )(ti − ti−1 )) | (1.1)
i=1

para algunos tji ∈ [ti−1 , ti ] con j ∈ {1, ..., n}.

Luego, como f tiene derivada continua en [a, b], cada fi0 es acotada; digamos que fi0 (t) ≤ Ri
para toda t ∈ [a, b]. En consecuencia,
n
X n
X q q
| f (ti ) − f (ti−1 ) |≤ (ti − ti−1 ) R1 + ... + Rn = (b − a) R12 + ... + Rn2 .
2 2

i=1 i=1
14 CAPÍTULO 1. CURVAS

Como esto último es válido para toda partición P, tomando supremos en la desigualdad previa
se tiene que LP es finito, implicando que C es rectificable.

Ahora, denotemos por |P| y SP , a la norma de la partición y a una suma de Riemann,


respectivamente. Siendo | f 0 (t) | una función real continua en [a, b] y t∗i ∈ [ti−1 , ti ], se tiene que
Z b n
X
| f 0 (t) | dt = lı́m SP = lı́m | f 0 (t∗i ) | (ti − ti−1 ).
a |P|→0 |P|→0
i=1

Para ε > 0 existen δ1 , δ2 > 0 tales que, si | P |< δ1 y | P |< δ2 ,


Z b
ε ε
y | LP − L |≤ ,
0
| f (t) | dt − SP ≤

a 3 3

donde L = sup{LP | P es particion de [a, b]}.

Finalmente, utilizando el Lema 1.1.8, para ε0 = ε


3(b−a)
y | P |< δ3 , se tiene que
n n
X 0 ∗ X
| SP − LP | = | f (ti ) | (ti − ti−1 ) − | f (ti ) − f (ti−1 ) |
i=1 i=1
n n
X X
0 0
0 ∗ 1 n

= | f (ti ) | (ti − ti−1 ) − | (f1 (ti ), ..., fn (ti )) | (ti − ti−1 )
i=1 i=1
n
X
| f (ti ) | − | (f10 (t1i ), ..., fn0 (tni )) | (ti − ti−1 )
0 ∗

i=1
n
X ε
≤ | f 0 (t∗i ) − (f10 (t1i ), ..., fn0 (tni )) | (ti − ti−1 ) ≤ ε0 (b − a) = ,
i=1
3

en virtud de la igualdad (1.1).

En consecuencia, tomando δ = min{δ1 , δ2 , δ3 } y | P |< δ, concluimos que


Z b Z b
0
0


| f (t) | dt − L ≤

| f (t) | dt − SP
+ | SP − LP | + | LP − L |≤ ε.

a a

Definición 10. Decimos que una curva C dada por f : I → Rn está parametrizada por longitud
de arco si | f 0 (t) |= 1 para toda t ∈ I. Llamamos a f parametrización unitaria de C .

Esta última definición tiene una interpretación geométrica muy importante. Si tenemos que
f : [a, b] → Rn es una parametrización unitaria de la curva C , entonces
Z t
L (t) = | f 0 (s) | ds = t − a,
a
1.2. LONGITUD DE CURVAS Y PARAMETRIZACIÓN UNITARIA. 15

por lo que la longitud de la curva hasta el punto t es exactamente la longitud del intervalo [a, t].

Como ya se mencionó, una misma curva tiene distintas parametrizaciones, por lo que resulta
natural preguntar bajo qué condiciones una curva admite una parametrización por longitud de
arco. El siguiente teorema nos dará un criterio para poder responder tal pregunta.
Teorema 1.2.3. Sea C una curva dada por f : [a, b] → Rn . Si f 0 (t) es continua y | f 0 (t) |6= 0,
entonces la curva admite una parametrización por longitud de arco.

Rt
Demostración. Sea L (t) = a | f 0 (s) | ds, la cual es una función real. Notemos que, por el
Teorema Fundamental del Cálculo,
L 0 (t) =| f 0 (t) |> 0

y, por el Teorema de la Función Inversa, existe L −1 : [0, L (b)] → [a, b].

Considereremos f ◦ L −1 : [0, L (b)] → Rn , la cual es otra parametrización de C . Luego,

| (f ◦ L −1 )0 (t) |=| f 0 (L −1 (t))L −1 (t) |=| f 0 (L −1 (t)) || L −1 (t) |= 1,

usando Regla de la Cadena y sabiendo que (L −1 )0 (t) = 1


L 0 (L −1 (t))
.

Corolario 1.2.4. Sea C una curva parametrizada por longitud de arco. Entonces, sus vectores
velocidad y aceleración son ortogonales.
Definición 11. Sea C una curva dada por f : I → Rn parametrización por longitud de arco con
vector velocidad f 0 (t) = T (t). Definimos al vector normal N y a la curvatura κ de C como

T 0 (t)
N (t) = y κ(t) =| T 0 (t) |
| T 0 (t) |

Figura 1.15: Vectores tangentes y normales a una curva.

Note que las definiciones anteriores son puntuales, por lo que el vector normal y la curvatura
varı́an conforme se mueve t. Como sugiere la definición, la curvatura de C nos dice qué tanto se
dobla ésta en cada uno de sus puntos.

Otra cosa a resaltar de manera inmediata es el caso de curvas parametrizadas por longitud de
arco en R3 . En éstas podemos definir en cada punto una base ortonormal, la cual consta de T (t),
16 CAPÍTULO 1. CURVAS

N (t) y B(t) = T (t) × N (t), llamado vector binormal (a esta base ortonormal se le conoce como
triedro de Frenet-Serret). Nótese que el vector binormal B(t) es ortogonal al plano generado por
T (t) y N (t), y a partir de esto podemos introducir los siguientes conceptos.
Definición 12. Sean f : [a, b] → R3 una parametrización unitaria de la curva C y T (t), N (t), B(t)
sus vectores tangente, normal y binormal en t ∈ [a, b]. El plano osculante de C en t ∈ [a, b] es el
plano generado por T (t) y N (t).
Definición 13. Sean f : [a, b] → R3 una parametrización unitaria de la curva C y T (t), N (t), B(t)
sus vectores tangente, normal y binormal en t ∈ [a, b]. Definimos a la torsión τ de la curva en el
punto t como
τ (t) = N 0 (t) · B(t).

Nuevamente, esta definición depende del punto de la curva y, como lo dice la palabra, la torsión
de una curva geométricamente nos dice qué tan torcida está en el espacio. Además, la torsión nos
dice qué tanto varı́a localmente el plano osculante en la curva. Usando este hecho, resulta claro
que la torsión en curvas planas es idénticamente cero (ejercicio).

Figura 1.16: Plano osculante y triedro de Frenet-Serret en un punto de una curva.

Las parametrizaciones por longitud de arco facilitan mucho el estudio de curvas, aunque sea
cierto que conceptos como curvatura y torsión se pueden definir aunque la curva no esté parame-
trizada por longitud de arco. Veamos algunos ejemplos sencillos.

a) Una recta es una curva que tiene curvatura constante cero . Este hecho es evidente geométrica-
mente dado que en ningún punto se dobla, y analı́ticamente se debe a que la derivada de una
función constante es cero.
b) Es claro que t 7→ (cos t, sen t) es una parametrización por longitud de arco de la circunferencia
unitaria. Usando ésta, κ(t) = 1 para toda t en el intervalo de definición. Más aún, si toma-
mos cualquier circunferencia con radio r > 0 parametrizada por longitud de arco mediante la
correspondencia t 7→ (rcos rt , rsen rt ), se tendrá que κ(t) = 1r para toda t.
Ası́, podemos decir que cualquier circunferencia se dobla de la misma manera en cada punto.
Más aún, geométricamente y fijándonos en su curvatura, podemos decir que entre mayor sea
su radio, más plana es a la vista; inversamente, entre menor sea su radio, más redonda es. Lo
interesante es que algo similar sucede con esferas, y es por eso que se creı́a que la Tierra era
plana (a pesar de no ser precisamente una esfera).
1.2. LONGITUD DE CURVAS Y PARAMETRIZACIÓN UNITARIA. 17

Figura 1.17: Interpretación de la curvatura en un punto de una circunferencia con distinto radio.

c) En una elipse, como se muestra en la Figura 1.18, se percibe que en cada punto se tiene curvatura
distinta respecto a las demás (salvo en los puntos simétricos respecto a su centro). Es por esto,
por ejemplo, que se puede intuir que en A se tiene menor curvatura respecto a B.

Figura 1.18: Vectores tangentes, normales y curvatura en un cı́rculo, una recta y una elipse.

Definición 14. Un difeomorfismo del intervalo [a, b] en [c, d] es una función f : [a, b] → [c, d]
diferenciable, biyectiva y tal que su inversa también es diferenciable.

Teorema 1.2.5. Sean f : [a, b] → Rn y g : [c, d] → Rn dos parametrizaciones continuas de una


curva C tales que f (a) = g(c), f (b) = g(d), f 0 y g 0 son continuas y f 0 (t), g 0 (t) 6= 0. Entonces existe
un difeomorfismo h : [a, b] → [c, d] tal que f ◦ h = g.

Demostración. Por el Teorema 1.1.10, sean Lf : [a, b] → [0, Lf (b)], Lg : [c, d] → [0, Lg (d)] tales
que F = f ◦ Lf−1 , G = g ◦ Lg−1 son parametrizaciones por longitud de arco de C .

Ahora, notemos que G tiene el mismo dominio y codominio que F puesto que, por hipótesis,
f (a) = g(c), f (b) = g(d) y Lf (b) = Lg (d). Además, ambas funciones tienen la propiedad de que
la longitud de la curva del punto inicial a F (t) (o a G(t)) es t. Por lo tanto F = G y ası́

f = g ◦ Lg−1 ◦ Lf

siendo h = Lg−1 ◦ Lf el difeomorfismo buscado.


18 CAPÍTULO 1. CURVAS

Figura 1.19: La imagen de un punto x bajo F (o G) es el punto que dista x de f (a) (o de g(c)) a
lo largo de la curva.

En la demostración del Teorema 1.1.12. estamos suponiendo de manera implı́cita que la curva
C se recorre sólo una vez por f y g, y que ambas parametrizaciones recorren ésta en el mismo
sentido.

No siempre es tan fácil encontrar una parametrización por longitud de arco. Para ello, mostra-
remos el siguiente ejemplo: si tomamos el elipsoide y el cilindro dados por
1
x2 + y 2 + z 2 = 1 y x2 + y 2 = 1
2
respectivamente, tomamos y 2 = 1 − x2 de la segunda ecuación y lo sustituimos en la primera para
obtener
1 1
z 2 = 1 − x2 − (1 − x2 ) = (1 − x2 ).
2 2
Ası́, la curva de intersección queda parametrizada por


 r 
2
1 2
t 7→ t, ± 1 − t , ± (1 − t ) , t ∈ [−1, 1]
2

(siendo realmente 4 curvas suaves resultantes de la combinación de signos).

Figura 1.20: Intersección del elipsoide x2 + 12 y 2 + z 2 = 1 y el cilindro x2 + y 2 = 1 en R3 .

−t √ 1−t

En particular, tomando ambas partes positivas, su derivada queda dada por t 7→ 1, √1−t2, .
2 2
(1−t2 )
1.2. LONGITUD DE CURVAS Y PARAMETRIZACIÓN UNITARIA. 19

Teniendo esto, podemos tener su parametrización por longitud de arco calculando la inversa de
Z ts Z ts
3s2 2 − s2
L (t) = 1+ ds = ds.
a 2(1 − s2 ) a 2(1 − s2 )

Para terminar el capı́tulo introducimos la integral de una curva. Dada f : [a, b] → Rn ,


consideramos
Pn una partición P = {a = t0 , t1 , ..., tn = b} de [a, b] y t∗i ∈ [ti−i , ti ]. Definamos
SP = i=1 f (t∗i )(ti − ti−1 ). Decimos que f es integrable si existe lı́m|P|→0 SP y denotamos
Z b
f (t)dt = lı́m SP .
a |P|→0

Rb Rb
Teorema 1.2.6. Sea f : [a, b] → Rn una curva. a f (t)dt existe si y sólo si a fi (t)dt existe para
toda i ∈ {1, ..., n}. Además,
Z b Z b Z b 
f (t)dt = f1 (t)dt, ..., fn (t)dt .
a a a

Demostración. Es claro que SP = ni=1 f (t∗i )(ti − ti−1 ) = (S1P , ..., SnP ) define una suma de
P
Riemann para cada fi . De esta manera
Z b   Z b Z b 
f (t)dt = lı́m SP = lı́m S1P , ..., lı́m SnP = f1 (t)dt, ..., fn (t)dt .
a |P|→0 |P|→0 |P|→0 a a

Ejercicios


1. Calcular los siguientes lı́mites: lı́mt→2 ( t, t2 , sen t) y lı́mt→3 (t, 1+2t
t2
, 5t2 ).

2. Dibujar el arco de la hélice cónica descrita por f (t) = (t cos t, t sen t, 2πt ), t ∈ [0, 2π].

3. Graficar f (t) = (t4 , t3 + 2t).

4. Calcular la longitud de curva de f (t) = a(t + sen t, 1 − cos t), t ∈ [0, π2 ].

5. Considere la curva f : [0, √12 ] dada por f (t) = (2cost(1 − cost) + 1, 2sent(1 − cost)). Probar
 
1

que la longitud de arco de esta cardioide es 8 1 − cos √8 .

6. Parametrizar la intersección de los cilindros x2 + y 2 = 1 y y 2 + z 2 = 1.

7. Determine la longitud de arco de la parábola descrita por f (t) = (t2 , 2t) con t ∈ [0, 1].
Además, reparametrı́cela por longitud de arco y determine su curvatura y torsión en t = 21 .
20 CAPÍTULO 1. CURVAS

8. Parametrice por longitud de arco la curva t 7→ (cos t, sen t, t), t ∈ [0, 2π]. ¿Qué puede decir
de su curvatura y torsión?

9. Demostrar que las curvas planas tienen torsión idénticamente cero. (Sugerencia: si tiene que
f (t) = (f1 (t), f2 (t)) es una curva plana entonces F (t) = (f1 (t), f2 (t), 0) es una curva en R3 .)
Capı́tulo 2

Topologı́a de Rn

2.1. Fundamentos

Dado que el estudiante se ha familarizado con el concepto de vectores en Rn , a partir de


este capı́tulo los denotaremos como x, en lugar de xx̄ . Eso último con fines pedagógicos, pues
irémos introduciendo más términos y notaciones, y se quiere evitar una lectura pesada con mucha
simbologı́a.

Definición 15. Sea A ⊆ Rn . Decimos que x ∈ Rn es

a) un punto interior de A si existe una vecindad V de x tal que V ( A,

b) un punto exterior de A si existe una vecindad V de x tal que V ( Ac ,

c) un punto frontera de A si para toda vecindad V de x sucede que V ∩ A 6= ∅ y V ∩ Ac 6= ∅.

Figura 2.1: Interior, exterior y frontera de un conjunto A.

Dado A ⊆ Rn , se denota por int(A), ext(A) y ∂(A) al conjunto de puntos interiores, exteriores
y frontera, respectivamente. A estos conjuntos se les llama interior, exterior y frontera del conjunto.

21
22 CAPÍTULO 2. TOPOLOGÍA DE RN

Además, resulta claro verificar que, para cualquier A ∈ Rn ,

Rn = int(A) t ext(A) t ∂(A). (2.1)

Definición 16. Decimos que un conjunto A ⊆ Rn es

a) abierto si para todo x ∈ A existe una vecidad V de x tal que V ( A,


b) cerrado si Ac es abierto.

De la definición es evidente que si A = int(A), entonces A es un conjunto abierto. Además,


usando la relacion (2.1), int(A) y ext(A) son conjuntos abiertos mientras que ∂(A) es un conjunto
cerrado para cualquier conjunto A.

En todos los siguientes ejemplos A denota un subconjunto en Rn .

1. Si tomamos A = {x}, A es un conjunto cerrado dado que A = ∂(A). Además, int(A) = ∅ y


ext(A) = Rn − A.
2. Las bolas abiertas son conjuntos abiertos: sea A = B(x, r), r > 0. Dado y ∈ A, se tiene que
d = |x − y| < r. Ası́, consideramos B = B(y, r − d), la cual es una vecindad de y y afirmamos
que B ⊆ A (Figura 2.2). Para demostrarlo, tomamos z ∈ B y notamos que

|x − z| ≤ |x − y| + |y − z| < d + r − d = r,

por lo que z ∈ A. En consecuencia A es un conjunto abierto.

Figura 2.2: B(x, r) es un conjunto abierto.

3. Para todo A se cumple que


int(A) ⊆ A ⊆ int(A) t ∂(A).
La primera contención es evidente y la segunda se sigue de que ext(A) ⊆ Ac . Además, las
siguientes igualdades se siguen por definición:

int(A) = ext(Ac ) y ∂(A) = ∂(Ac ).

El siguiente criterio caracteriza a los conjuntos cerrados.


2.1. FUNDAMENTOS 23

Proposición 2.1.1. A ⊆ Rn es un conjunto cerrado si y sólo si A contiene a sus puntos frontera.

Demostración. Si A es cerrado, entonces Ac es abierto, y ciertamente x punto frontera de A


no puede estar en Ac ya que existirı́a una vecindad de x contenida en Ac ; es decir, no toca a la
frontera. En consecuencia, ∂(A) ⊆ A.

Inversamente, si A contiene a todos sus puntos frontera, usando (2.1) por definición,

A = int(A) t ∂(A).

Entonces A es cerrado, ya que Ac = ext(A) es abierto.

Los conjuntos no sólo son abiertos o cerrados; pueden no tener estos atributos. Por ejemplo,
si tomamos A = [0, 1) ∈ R resulta claro verificar que ∂(A) = {0, 1}, y por la Proposición 2.1.1.
tenemos que A no es cerrado. Además, int(A) = (0, 1) ( A, por lo que tampoco es abierto.

Figura 2.3: B((x0 , y0 ), r) ∪ {(x, y) ∈ R2 ||(x, y)| = r y y0 ≤ y} y {(x, sen( x1 ))|x > 0} son ejemplos
de conjuntos que no son abiertos ni cerrados en R2 .

Proposición 2.1.2. Los siguientes enunciados son válidos en Rn

a) ∅ y Rn son conjuntos abiertos (cerrados).


b) SiT A1 , A2 , ... son subconjuntos abiertos (cerrados) de Rn para toda i ∈ N, entonces i∈N Ai
S
( i=N Ai ) es abierto (cerrado).
c) Si A1 , A2 , ...An son subconjuntos abiertos (cerrados) de Rn , entonces ni=1 Ai ( ni=1 Ai ) es abier-
T S
to (cerrado).

En general no es cierto que intersección arbitraria de abiertos sea abierto o que unión arbitraria
de cerrados es cerrado. Para ello, considere en R a los conjuntos
\  1 1 [ 1 1

− , y − 1 + ,1 − ,
i∈N
n n i∈N
n n

respectivamente (ejercicio).
24 CAPÍTULO 2. TOPOLOGÍA DE RN

Definición 17. El conjunto Rn con todos sus conjuntos abiertos es llamado espacio topológico Rn
con su topologı́a usual.

Ejercicios

1. Demostrar la igualdad (2.1) y la Proposición 2.1.2.

2. Determinar el interior, exterior y frontera de los siguientes conjuntos:

a) {(x, y) ∈ R2 |4x2 + 9y 2 ≤ 36}.


b) {(x, y) ∈ R2 |2 < x + y}.
c) {(x, y, z) ∈ R3 |x2 + y 2 + z 2 > 4}.

3. Demostrar que H = {(x, y) ∈ R2 |y > 0} es un conjunto abierto.

4. Verificar la observación realizada concluida la Proposición 2.1.2.

2.2. Conjuntos compactos y conexos

Definición 18. Dado A ⊆ Rn definimos a la cerradura del conjunto A como

A = A ∪ ∂(A).

Por la Proposición 2.1.1. la cerradura de cualquier conjunto es un conjunto cerrado y para


cualquier A ⊆ Rn se cumple que
int(A) ⊆ A ⊆ A.

Si consideramos (0, 1) ⊆ R entonces (0, 1) = [0, 1] puesto que ∂ (0, 1) = {0, 1}. También es
cierto que B(x, r) = {y ∈ Rn ||x − y| ≤ r} para cualesquiera x ∈ Rn y r > 0 (ejercicio).

Definición 19. Sean A ⊆ Rn y {Ui }i∈I una familia de conjuntos abiertos. Decimos que {Ui }i∈I
es una cubierta abierta de A si [
A⊆ Ui .
i∈I

Definición 20. Sean A ⊆ Rn y {USi }i∈I una cubierta abierta de A. Decimos que {Uj }j∈J es una
subcubierta de A, si J ⊆ I y A ⊆ j∈J Uj . Si J es finito, decimos que {Uj }j∈J es una subcubierta
finita.

Por ejemplo, {B(0, n) | n ∈ N} es una cubierta abierta para Rn , ası́ como también lo es Rn
mismo o {(−m, m) × (−m, m) × · · · × (−m, m)}m∈N .
| {z }
n veces
2.2. CONJUNTOS COMPACTOS Y CONEXOS 25

Definición 21. Decimos que A ∈ Rn es un conjunto compacto si para toda cubierta abierta {Ui }i∈I
de A existe una subcubierta finita.

Dos de las tres cubiertas dadas previamente para Rn no admiten una subcubierta finita (ejer-
cicio), por lo que Rn no es un conjunto compacto. Los conjuntos compactos son muy importantes
cuando hablamos de funciones continuas (pues proporcionan información sobre éstas). No siempre
es fácil demostrar que un conjunto es compacto y para ello iremos viendo ejemplos y construyendo
herramientas para determinar la compacidad de un conjunto.

Los conjuntos finitos en Rn , es decir, A = {x1 , ..., xk } ⊆ Rn , son compactos. Otros ejemplos de
conjuntos compactos son las sucesiones convergentes en Rn junto con su punto de convergencia.

Para ver esto último, sea {xn }n∈N una sucesión que converge a x y {Ui }i∈I una cubierta abierta
de {xn }i∈N ∪ {x}. Al ser cubierta, existe j ∈ I tal que x ∈ Uj y como la sucesión converge,
existe N ∈ N tal que xn ∈ Uj para n > N . Luego tomamos Uj1 , ..., UjN tales que xi ∈ Uji y ası́
{Uj1 , ..., UjN , Uj } es una subcubierta finita de la cubierta.

Teorema 2.2.1. A = [a, b] ⊆ R es un conjunto compacto.

Demostración. Sea A = {Ui }i∈I una cubierta abierta de [a, b] y consideremos al conjunto
B = {x ∈ A | [a, x] admite una subcubierta finita de A }. Notemos que B 6= ∅ puesto que a ∈ B,
y como está acotado por arriba, por el axioma del supremo, éste se alcanza en un punto α.

Supongamos que α < b; luego, para todo ε > 0 el intervalo [a, α − ε] admite una subcubierta
finita {Aj1 , ..., Ajn }. Ahora, existe Ak de la cubierta tal que α ∈ Ak , y por ser éste abierto, existe
ε0 > 0 tal que [α − ε0 , α + ε0 ] ⊆ Ak , donde se puede tomar ε0 tal que α + ε0 < b . En consecuencia,
{Aj1 , ..., Ajn , Ak } es una subcubierta finita para [a, α+ε0 ], pero esto contradice que α sea el supremo
de B. Por consiguiente α = b y concluimos que [a, b] es compacto.

Lema 2.2.2. Dado x ∈ Rn y V vecindad de x, se puede encontrar δ > 0 tal que si x = (x1 , . . . , xn ),
entonces [x1 − δ, x1 + δ] × · · · × [xn − δ, xn + δ] ⊆ V .

Demostración. Sea x ∈ Rn y V vecindad de x. Como V es abierta, existe ε > 0 tal que


B(x, ε) ⊆ V . Tomando δ < √εn se sigue el resultado, ya que si y = (y1 , . . . , yn ) es tal que |yi −xi | < δ
para todo i ∈ {1, . . . , n}, entonces
v
u n r
2
t (yi − xi )2 < n ε = ε
uX

i=1
n

y ası́, (y1 , . . . , yn ) ⊆ B(x, ε).

Corolario 2.2.3. Sean x ∈ Rn , yRm . Si V es una vecindad de (x, y) en Rn+m , existen vecindades
Vx y Vy de x y y, respectivamente, tales que Vx × Vy ⊆ V .

La demostración es consecuencia directa del lema anterior y queda como ejercicio.


26 CAPÍTULO 2. TOPOLOGÍA DE RN

Figura 2.4: Dada una vecindad V de (x, y) en Rn+m , existen vecindades Vx ⊆ Rn de x ∈ Rn y


Vy ⊆ Rm de y ∈ Rm tales que Vx × Vy ⊆ V .

Teorema 2.2.4. Sean b ∈ Rm y A ⊆ Rn un conjunto compacto. Entonces {b} × A es compacto.

Demostración. Sea {Ui }i∈I una cubierta abierta de {b} × A. Para toda x ∈ A existe Uix , ix ∈ I,
elemento de la cubierta tal que (b, x) ∈ Uix . Luego, por el Corolario 2.2.3, existen vecindades Vxb
de b y Vx de x tales que Vxb × Vx ⊆ Uix .

Notamos ahora que {Vx |(b, x) ∈ Uix , ix ∈ I} es una cubierta abierta para A, por lo que admite
una subcubierta finita {Vx1 , ..., Vxn }. De esta manera {Uix1 , ..., Uixn } es una subcubierta de la
cubierta {Ui }i∈I , lo que implica que {b} × A es compacto.

Corolario 2.2.5. Bajo las hipótesis del Teorema 2.2.4, si se tiene una cubierta abierta {Ui |i ∈ I}
de {b}×A, entonces existe un abierto V ⊆ Rm tal que b ∈ V y tal que V ×A admite una subcubierta
finita de {Ui |i ∈ I}.

Tn
Demostración. En la prueba del Teorema 2.2.4. basta tomar V = i=1 V(xi )b .

Corolario 2.2.6. Si A ⊆ Rn y B ⊆ Rm son compactos, entonces A × B ⊆ Rn+m es compacto.

Demostración. Sea {Ui }i∈I una cubierta de A×B. Como B es compacto, para todo x ∈ A existe
Vx vecindad de x tal que Vx × B está cubierto por un número finito de elementos de la cubierta;
digamos, por {U1 , ..., Un }.

Luego, {Vx |x ∈ A} es una cubierta abierta de A, por lo que podemos extraer una cubierta finita
Vx1 , ...Vxm . De esta manera, como Vxi × B está cubierto por una cantidad finita de elementos de la
cubierta para toda i ∈ {1, ..., m}, también lo está A × B, con lo que concluimos.

Se sigue entonces del Teorema 2.2.1, por inducción, que I n ⊆ Rn es un conjunto compacto,
donde I es un intervalo de la forma [a, b], y I n = I| × ·{z
· · × I}.
n veces

Teorema 2.2.7. Sea A ⊆ Rn un conjunto compacto. Si B ⊆ A es cerrado entonces B es compacto.


2.2. CONJUNTOS COMPACTOS Y CONEXOS 27

Demostración. Sea {Ui }i∈I una cubierta de B, y supongamos que existe x ∈ A − B (de lo con-
trario, no hay algo que hacer). Si tomamos {Ui }i∈I ∪ B c , entonces es claro que ésta es una cubierta
abierta para A. Por compacidad podemos extraer una subcubierta finita dada por {Uj1 , ..., Ujn , B c }
o bien por {Uj1 , ..., Ujn }. En cualquier caso {Uj1 , ..., Ujn } es una subcubierta finita para B, por lo
que concluimos que es compacto.

Ejercicios

1. Demostrar que la unión finita de conjuntos compactos es otro conjunto compacto.


2. Demostrar el Corolario 2.1.4.
3. Demostrar que (a, b) × (c, d) es abierto. Generalice este resultado a Rn .
4. Demostrar que las cubiertas {B(0, n)|n ∈ N} y {(−m, m)n }m∈N de Rn no admiten una
subcubierta finita, donde (−m, m)n = (−m, m) × · · · × (−m, m).
| {z }
n veces

5. Demostrar que B(x, r) = {y ∈ Rn ||x − y| ≤ r}.

Ahora, veremos la estrecha relación que existe de la compacidad con las funciones continuas de
R a Rm . Primero enunciamos un par de definiciones.
n

Definición 22. Decimos que una función f : A ⊆ Rm → Rn es continua en x0 ∈ A si para todo


ε > 0 existe δ > 0 tal que, si | x − x0 |< δ, sucede que | f (x) − f (x0 ) |< ε.
Definición 23. Decimos que f : A ⊆ Rm → Rn es uniformemente continua si para todo ε > 0
existe δ > 0 tal que, si | x − y |< δ, sucede que | f (x) − f (y) |< ε, para cualesquiera x, y ∈ A.

Hay que notar que, en la definición de continuidad uniforme, la existencia de δ no depende


de la elección de ε, cosa que sı́ ocurre en la definición de continuidad. Además, la propiedad de
continuidad uniforme implica la de continuidad.
Definición 24. Sea f : Rm → Rn una función. Dado A ⊆ Rn definimos a la imagen inversa o
preimagen de A como el conjunto

f −1 (A) = {x ∈ Rm |f (x) ∈ A}.

Teorema 2.2.8. Sea f : Rm → Rn una función; f es continua si y sólo si para todo abierto U de
Rn , f −1 (U ) es abierto en Rm .

Demostración. Supongamos que para todo abierto U ⊆ Rn , f −1 (U ) ⊆ Rm es abierto. Ahora,


Como B(f (x0 ), ε) es abierto, por hipótesis, f −1 B(f (x0 ), ε) es

tomemos x0 ∈ Rm y sea ε > 0.
abierto y x0 ∈ f −1 B(f (x0 ), ε) .


Luego, existe δ > 0 tal que B(x0 , δ) ⊆ f −1 B(f (x0 ), ε) . En consecuencia, tenemos que para


todo x ∈ B(x0 , δ) sucede que f (x) ∈ B(f (x0 ), ε), lo que implica que f es continua.
28 CAPÍTULO 2. TOPOLOGÍA DE RN

Ahora, supongamos que f es continua y tomemos U ⊆ Rm abierto. Si f −1 (U ) = ∅ habremos


terminado. Supongamos que f −1 (U ) 6= ∅. Si x0 ∈ f −1 (U ), entonces f (x0 ) ∈ U . Siendo U abierto,
existe ε > 0 tal que B(f (x0 ), ε) ⊆ U . Luego, como f es continua en su dominio, existe δ > 0 tal
que si |x − x0 | < δ sucede que |f (x) − f (x0 )| < ε; es decir,

x ∈ B(x0 , δ) ⇒ f (x) ∈ B(f (x0 ), ε) ⊆ U.

Ası́, por lo anterior, para todo x ∈ B(x0 , δ), x ∈ f −1 (U ), lo que implica que B(x0 , δ) ⊆ f −1 (U ).
En consecuencia, f −1 (U ) es abierto.
Teorema 2.2.9. Sea f : Rm → Rn una función; f es continua si y sólo si para todo cerrado U de
Rn , f −1 (U ) es cerrado en Rm .

Demostración. Probamos la necesidad, la suficiencia queda como ejercicio.

Si U es cerrado en Rn , entonces Rn − U = V es abierto y f −1 (V ) es abierto en Rm (Teorema


2.2.8), esto es, f −1 (U ) = Rm − f −1 (V ) es cerrado en Rm .
Teorema 2.2.10. Sea f : Rm → Rn una función continua. Si A ⊆ Rm es compacto, entonces
f (A) ⊆ Rn es compacto.

Demostración. Sea A = {Ui }i∈I una cubierta de f (A). Ahora, consideremos A 0 = {f −1 (Ui )}i∈I
y notemos que ésta es cubierta abierta para A. Al ser A compacto, extraemos una subcubierta
finita {f −1 (U1 ), ..., f −1 (Uk )}.

Sea y ∈ f (A); entonces y = f (x) donde x ∈ A, y xS∈ f −1 (Ui ) para alguna i. Como se cumple
que f (f −1 (Ui )) ⊆ Ui , f (x) ∈ Ui . Por lo tanto, f (A) ⊆ ni=1 Ui y f (A) es compacto.
Teorema 2.2.11. Sea f : A ⊆ Rm → Rn una función continua. Si A ⊆ Rm es compacto, entonces
f es uniformemente continua.

Demostración. Sea ε > 0. Para cada x ∈ A considere rx > 0 tal que, si |x − y| < rx , entonces
|f (x) − f (y)| < 2ε , (esto se puede hacer por la continuidad de f ). Luego, notemos que
rx
{B(x, )|x ∈ A}
2
r
es una cubierta abierta para A, por lo que admite una subcubierta finita {B(x1 , x21 ), ..., B(xn , rx2n )}.
r
Ahora, sea δ = min x21 , ..., rx2n y supongamos que |p − q| < δ, donde p, q ∈ A. Observemos

que p ∈ B(xm , rx2m ) para 1 ≤ m ≤ n. Ası́,


rm
|q − xm | ≤ |q − p| + |p − xm | < δ + < rm .
2
Por lo tanto,
ε ε
|f (p) − f (q)| ≤ |f (p) − f (xm )| + |f (xm ) − f (q)| < + = ε,
2 2
si |p − q| < δ. Por lo tanto, f es uniformemente continua.
2.2. CONJUNTOS COMPACTOS Y CONEXOS 29

Definición 25. Decimos que A ⊆ Rn es un conjunto acotado si existe M > 0 tal que |a| < M
para todo a ∈ A.

Proposición 2.2.12. Sea A ⊆ Rn . Si A es compacto, entonces A es acotado.

Demostración. Consideremos {B(0, n)|n ∈ N}, la cual es una cubierta abierta de A. Por ser
compacto, tomamos una subcubierta finita {B(0, r1 ), ..., B(0, rm )} que cubra A. Luego, tomando
M = max{r1 , ..., rn } se tiene que para todo a ∈ A, |a| < M , por lo que A es acotado.

Proposición 2.2.13. Sea A ⊆ Rn . Si A es compacto, entonces A es cerrado.

Demostración. Sea y ∈ Ac . Para todo x ∈ A consideremos εx > 0 tal que

B(x, εx ) ∩ B(y, εx ) = ∅.

Notamos que {B(x, εx )|x ∈ A, εx > 0} es una cubierta abierta para A y, por compacidad, po-
demos extraer una subcubierta finita {B(xi , εxi )}ni=1 . Luego, si ε = min{εxi , i = 1, ..., n}, entonces

B(y, ε) ∩ A = ∅.

En consecuencia, Ac es abierto, lo que implica que A es cerrado (véase Figura 2.5).

Figura 2.5: Descripción geométrica de la Proposición 2.1.15.

Teorema 2.2.14 (Teorema de Heine-Borel). Sea A ⊆ Rn . A es compacto si y sólo sı́ A es cerrado


y acotado.

Demostración. La necesidad es consecuencia directa de la Proposición 2.1.14. y la Proposición


2.1.15. Para la suficiencia notamos que, por ser A acotado, existe r > 0 tal que A ⊆ B(0, r). Luego,
como B(0, r) es un conjunto compacto y A es cerrado, por el Teorema 2.1.9., concluimos.

En la prueba anterior, usamos que B(0, r) es compacto. Esto se sigue del Teorema 2.1.8., ya
que B(0, r) ⊆ [−r, r]n .
30 CAPÍTULO 2. TOPOLOGÍA DE RN

Lema 2.2.15. Cualquier subconjunto infinito de un conjunto compacto tiene un punto de acumu-
lación.

Demostración. Sea K ⊆ Rn compacto y E ⊆ K infinito. Supongamos que E no tiene un punto


de acumulación. En particular, ninguno de los puntos de K es punto de acumulación de E, por lo
que para todo x ∈ K existe rx > 0 tal que

B(x, rx ) − {x} ∩ E = ∅.

Observamos que {B(x, rx )|x ∈ K} es una cubierta abierta de K y como K es compacto, existe
una subcubierta finita de K; es decir, existen x1 , ..., xk ∈ K tales que
k
[
E⊆K⊆ B(xi , rxi ).
i=1

Esto quiere decir que dado x ∈ E existe i ∈ {1, . . . , k} tal que x ∈ B(xi , rxi ) y, como se tiene que
B(xi , rxi ) − {xi } ∩ E = ∅, se tiene que x = xi . Ası́, tenemos que E ⊆ {x1 , . . . , xk }, en contradicción
con la hipótesis de que E es infinito.

Corolario 2.2.16. Sea A ⊆ Rn y {xn }n∈N ⊆ A una sucesión infinita. Si A es compacto entonces
{xn }n∈N tiene una subsucesión convergente en A.

1
Demostración. Sea x un punto de acumulación de {xn }n∈N . Tomando xnk tal que |xnk − x| < k
y tal que nk > nj para toda j < k, se sigue el resultado.

Teorema 2.2.17. Sea f : A ⊆ Rm → R una función continua. Si A 6= ∅ es compacto entonces f


alcanza su valor máximo en A.

Demostración. Por el teorema de Heine-Borel y el Teorema 2.1.12., f (A) es cerrado y acotado.


Sea α el supremo de f (A), el cual existe por axioma del supremo.

Notemos que para toda n ∈ N existe xn ∈ A tal que α − n1 < f (xn ) ≤ α. Además, como
{xn }n∈N ⊆ A, por el Teorema 2.1.16. existe {xnj }j∈N subsucesión convergente a x ∈ A. De esta
manera, por la continuidad de f , para toda j ∈ N existe xnj ∈ A tal que

1
α− < f (xnj ) ≤ α.
j

En consecuencia, f (x) = α (ejercicio) y por lo tanto, para todo y ∈ A se tiene que f (y) ≤ f (x).

Corolario 2.2.18. Sea f : A ⊆ Rm → R una función continua. Si A 6= ∅ es compacto entonces f


alcanza su valor mı́nimo en A.

Demostración. Notemos que −f es una función continua, por lo que alcanza su máximo en
x ∈ A, en virtud del Teorema 2.1.17. Lo anterior nos dice que para todo y ∈ A sucede que
−f (y) ≤ −f (x). Ası́ f (x) ≤ f (y) para todo y ∈ A, por lo que f alcanza su mı́nimo en x.
2.2. CONJUNTOS COMPACTOS Y CONEXOS 31

Ejercicios

1. Sean f : Rn → Rm una función y A, {Ai }i∈N subconjuntos de Rm . Entonces


[  [ \  \
−1 −1 −1
f Ai = f (Ai ) y f Ai = f −1 (Ai ).
i∈N i∈N i∈N i∈N

Además, verifique que lo anterior también es válido cuando se toman uniones e intersecciones
finitas.

2. Demuestre que f −1 (Ac ) = (f −1 (A))c .

3. Verificar que funciones continuas no necesariamente mandan conjuntos abiertos (cerrados) a


conjuntos abiertos (cerrados), y que preimagen de un conjunto compacto no necesariamente
es compacto.

4. Terminar el detalle faltante en la prueba de Teorema 2.1.19.

5. Probar la suficiencia del Teorema 2.1.11.

Definición 26. Decimos que A ⊆ Rn es un conjunto conexo si no existen conjuntos abiertos y


disjuntos U, V (es decir, U ∩ V = ∅) tales que

A ⊆ U ∪ V y U ∩ A 6= ∅ =
6 V ∩ A.

Si dado un conjunto A ⊆ Rn existen U, V conjuntos abiertos y ajenos con las propiedades de


la Definición 26, diremos que A es disconexo o que A no es conexo.

Si A = {x}, es evidente que A es conexo; en cambio, si A = {x1 , x2 } con x1 6= x2 entonces A


es disconexo, lo cual también sucede si A = {x1 , ..., xn }, n > 1 (ejercicio).

Figura 2.6: A, B, C son conexos. La unión de más de uno de ellos es un conjunto disconexo.

Proposición 2.2.19. R es conexo.

Demostración. Supongamos que R no es conexo; ası́, existen U, V abiertos ajenos tales que
R ⊆ U ∪ V y U ∩ R 6= ∅ =
6 V ∩ R. Sean a, b ∈ R tales que a ∈ U, b ∈ V y, sin perder generalidad,
a < b.
32 CAPÍTULO 2. TOPOLOGÍA DE RN

Por ser U, V abiertos, existen δ1 , δ2 > 0 tales que (a − δ1 , a + δ1 ) ⊆ U y (b − δ2 , b + δ2 ) ⊆ V . Con


esto, consideramos A = {x ∈ U |x ≤ b}, A 6= ∅, ya que a ∈ A. Como A está acotado superiormente,
existe α supremo de A.

Notemos que a+ δ21 ∈ U y a+ δ21 ≤ b, por lo que a+ δ21 ∈ A y a+ δ21 ≤ α. Además, (b−δ2 , b] ⊆ V ,
lo que implica que α ≤ b − δ2 . De esta manera a < α < b.

Ahora, como α ∈ R se tiene que α ∈ U o α ∈ V . Si suponemos que α ∈ U , por ser U abierto,


existe δ > 0 tal que (α − δ, α + δ) ⊆ U . Luego, como U ∩ V = ∅ se tiene que α + δ ≤ b. De esta
manera α + 2δ ∈ U y α + 2δ < b, implicando que α + 2δ ∈ A, lo cual contradice que α sea supremo.

Si suponemos que α ∈ V , entonces (α, b] ⊆ V . Ası́, existe δ > 0 tal que (α − δ, α + δ) ⊆ V ,


lo que implica que (α − δ, b] ⊆ V . Por consiguiente, x ≤ α − δ para todo x ∈ A; ası́, α − δ es
cota superior de A, lo que contradice que α sea la mı́nima cota superior de A. En cualquier caso,
concluimos que R es conexo.

Estos conjuntos también tienen una relación fuerte con las funciones continuas, como lo muestra
el siguiente teorema.

Teorema 2.2.20. Sea f : Rm → Rn una función continua. Si A ⊆ Rm es conexo, entonces


f (A) ⊆ Rn es conexo.

Demostración. Supongamos que f (A) es disconexo; ası́, existen U, V ⊆ Rn abiertos y ajenos


tales que
f (A) ⊆ U ∩ V y U ∩ f (A) 6= ∅ = 6 V ∩ f (A).
Ahora, dado x ∈ A tenemos que f (x) ∈ f (A) ⊆ U ∩ V , por lo que f (x) ∈ U o f (x) ∈ V . En
consecuencia, x ∈ f −1 (U ) o x ∈ f −1 (V ). Además, f −1 (U ), f −1 (V ) son conjuntos abiertos y son
ajenos; de no serlo, existirı́a y ∈ f −1 (U ) ∩ f −1 (V ) = f −1 (U ∩ V ), lo que implica que f (x) ∈ U ∩ V ,
lo cual contradice que U ∩ V = ∅. Por lo tanto, f (A) es conexo.

Corolario 2.2.21. I = [a, b] ⊆ R es conexo.

La demostración queda como ejercicio.

Definición 27. Decimos que A ⊆ Rn es un conjunto convexo si para cualesquiera a, b ∈ A


el segmento de recta que los une se queda contenido en el conjunto; es decir, si consideramos
f (t) = (1 − t)a + tb para t ∈ [0, 1], A es convexo si f ([0, 1]) ⊆ A para cualesquiera a, b ∈ A.

Proposición 2.2.22. Si A ⊆ Rn es un conjunto convexo entonces es conexo.

Demostración. Supongamos que A es disconexo. Ası́, existen U, V abiertos y ajenos tales que
A ⊆ U ∩ V y A ∩ U 6= ∅ 6= A ∩ V . Consideremos x, y ∈ A tales que x ∈ U y y ∈ V . Por ser A
convexo, f ([0, 1]) ⊆ A para f (t) = (1 − t)x + ty, t ∈ [0, 1]. Ası́, f ([0, 1]) ⊆ U ∪ V lo cual es una
contradicción puesto que por el Teorema 2.1.20. f ([0, 1]) es conexo. Por ende, A es conexo.
2.2. CONJUNTOS COMPACTOS Y CONEXOS 33

Definición 28. Sea A ⊆ Rn . Decimos que A es conexo por trayectorias si para cualesquiera
x, y ∈ A existe una función continua f : [0, 1] → Rn tal que

f (0) = x, f (1) = y y f (t) ∈ A para toda t ∈ [0, 1].

Geométricamente la definición nos dice que para que un conjunto sea conexo por trayectorias
se necesita que cualesquiera dos puntos del conjunto sean unidos por una curva continua que se
quede contenida en el conjunto en todo tiempo t.

Teorema 2.2.23. Sea A ⊆ Rn . Si A es conexo por trayectorias, entonces A es conexo.

Demostración. Supongamos que A no es conexo. Entonces, existen conjuntos U, V ⊆ Rn abier-


tos, disjuntos y tales que
A ⊆ U ∪ V y A ∩ U 6= ∅ =
6 A ∩ V.

Luego, si tomamos x ∈ U ∩ A y y ∈ V ∩ A, entonces, por ser A conexo por trayectorias, existe


f : [a, b] → Rn continua tal que

f (0) = x, f (1) = y y f (t) ∈ A para toda t ∈ [0, 1].

Notemos que f ([0, 1]) ∩ U 6= ∅ 6= f ([0, 1]) ∩ V y, como f ([0, 1]) ⊆ A, f ([0, 1]) ⊆ U ∪ V , lo que
nos dirı́a que f ([0, 1]) es disconexo, lo cual contradice el Teorema 2.1.20.

Para terminar el capı́tulo, introduciremos un concepto que es de mucha relevancia para este
curso ası́ como para otros más. Empezamos el capı́tulo definiendo un conjunto abierto en Rn , pero
se pueden definir conjuntos abiertos en subconjuntos propios de Rn como sigue.

Definición 29. Sea A ⊆ Rn . Decimos que B ⊆ A es un abierto relativo a A si existe U abierto


en Rn tal que U ∩ A = B. Se dice también que B es abierto en A.

Figura 2.7: Si A = [0, 1] × [0, 1] y U = {(x, y) ∈ R2 |x > 21 }, entonces B = A ∩ U es un abierto


relativo a A.

La idea de definir abiertos relativos es extender las propiedades de estos conjuntos a otro
contexto cuando viven en subconjuntos propios de Rn .
34 CAPÍTULO 2. TOPOLOGÍA DE RN

Definición 30. Sea A ⊆ Rn . Decimos que B ⊆ A es cerrado en A si los puntos de acumulación


de B pertenecen a A.

Con este concepto podemos adaptar los teoremas 2.1.9 y 2.1.10 como sigue.

Teorema 2.2.24. Sea f : A ⊆ Rm → Rn una función. Entonces, f es continua si y sólo si para


todo abierto U en Rn , f −1 (U ) es abierto en A.

Teorema 2.2.25. Sea f : A ⊆ Rm → Rn una función. Entonces, f es continua si y sólo si para


todo cerrado U en Rn , f −1 (U ) es cerrado en A.

Las pruebas quedan como ejercicio para el lector.

Ejercicios

1. Demostrar que cualquier cantidad finita de puntos mayor a 1 es un conjunto disconexo.

2. Demostrar que {(x, y) ∈ R2 ||x| > 1} no es un conjunto conexo.

3. Demostrar que la preimagen de un conjunto conexo bajo una función continua no necesaria-
mente es un conjunto conexo.

S que si {Ai }i∈I es una familia de conjuntos conexos con intersección no vacı́a,
4. Demostrar
entonces i∈I Ai es un conjunto conexo.

5. Demostrar el Corolario 2.1.23. (Sugerencia: Use la Proposición 2.1.21. y el Teorema 2.1.22.


exhibiendo una función continua f : R → [a, b].)

6. Demostrar el Teorema 2.2.26. y el Teorema 2.2.27.

7. Probar que si B ⊆ A, A ⊆ Rn y B es cerrado relativo a A, entonces A − B es abierto en A.


Capı́tulo 3

Funciones de Rn a R

3.1. Fundamentos

Para estudiar una función de R2 a R, podemos considerar al subconjunto de puntos A en R2


tales que f (x, y) = cte para todo (x, y) ∈ A.

Por ejemplo, si f (x) = |x|. El conjunto de x ∈ R2 tal que f (x) = c es un cı́rculo de radio c.

Figura 3.1: Curvas de nivel de f (x, y) = x2 + y 2 .

Definición 31. Una curva de nivel de una función f : Rn → R es el conjunto de puntos A tal que
f (x) = c para todo x ∈ A en el dominio de f .

Análogamente al caso de funciones de R en R, si tenemos una función de R2 en R es muy


natural considerar los puntos del espacio (x, y, f (x, y)), esto determina una superficie.

Por ejemplo, la función valor absoluto

f (x, y) = |(x, y)|.

35
36 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

p
Figura 3.2: Gráfica de f (x, y) = x2 + y 2 , con sus curvas de nivel.

Definición 32. Dada f : Rn → R al conjunto de puntos (x1 , ..., xn , f (x1 , ..., xn )) en Rn+1 se le
llama la gráfica de la función f .

Esta definición se extiende a funciones en dominios o regiones en Rn . Recordamos que un


dominio o una región es un conjunto abierto y conexo.

Ejemplos

1. f (x, y) = xy. Las curvas de nivel son las hipérbolas y los ejes coordenados, y la gráfica es
como una silla de montar.

Figura 3.3: Curvas de nivel de f (x, y) = xy.

Figura 3.4: Gráfica de f (x, y) = xy.


3.1. FUNDAMENTOS 37

2. f (x, y, z) = |(x, y, z)|. Sus curvas de nivel son esferas en R3 .

Figura 3.5: Curvas de nivel de f (x, y, z) = |(x, y, z)|.

3. Para f (x, y) = x2 + y, las curvas de nivel son de la forma x2 − c = −y, i.e., son parábolas.

Figura 3.6: Curvas de nivel de f (x, y) = x2 + y.

Figura 3.7: Gráfica de f (x, y) = x2 + y.

4. Para f (x, y) = 2x2 − y 2 , las curvas de nivel son las hipérbolas {(x, y)|2x2 − y 2 = c}. Para
c = 0, se obtienen las ası́ntontas de estas hipérbolas, dadas por la ecuación
y
x = ±√ .
2
38 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

De nuevo, su gráfica es una silla de montar, véase la Figura 3.9.

Figura 3.8: Curvas de nivel de f (x, y) = 2x2 − y 2 .

Figura 3.9: Gráfica de f (x, y) = 2x2 − y 2 .

5. Para f (x, y) = x3 − y, su gráfica y curvas de nivel se describen en las Figuras 3.10 y 3.11.

Figura 3.10: Curvas de nivel de f (x, y) = x3 − y.


3.1. FUNDAMENTOS 39

Figura 3.11: Gráfica de f (x, y) = x3 − y.

Definición 33. Sea f : A ⊆ Rn → R una función y x0 punto de acumulación de A. Si L ∈ R


satisface que para todo ε > 0 existe δ > 0 tal que, si 0 <| x − x0 |< δ se tiene | f (x) − L |< ε,
diremos que L es el lı́mite de la función cuando x tiende a x0 , y escribimos

lı́m f (x) = L.
x→x0

Mostramos un ejemplo:

Sea f (x, y) = x2 + 2xy. Por el criterio del determinante (b2 − 4ac) para ecuaciones cuadráticas
ax +2bxy +cy 2 +2dx+2ey +f = 0, [2] p. 257, sabemos que las curvas de nivel de f son hipérbolas,
2

ya que b2 − 4ac > 0.

Ahora, buscamos calcular


lı́m f (x, y).
(x,y)→(3,−1)

Para corroborar que dicho lı́mite es 3, como suponemos intuitivamente, verificamos que para todo
ε > 0 existe δ > 0 tal que

|(x, y) − (3, −1)| < δ ⇒ |f (x, y) − 3| = |x2 + 2xy − 3| < ε.

Sea ε > 0 y supongamos que |(x, y) − (3, −1)| < δ. Ahora, buscamos expresar |x2 + 2xy − 3| en
términos de (x − 3) y (y + 1). Para ello, notemos que lo natural es expresar primero x2 + 2xy − 3
como (x − 3)2 + 2(x − 3)(y + 1), lo que permite obtener la igualdad

|x2 + 2xy − 3| = |(x − 3)2 + 2(x − 3)(y + 1) + 4(x − 3) + 6(y + 1)|


≤ |(x − 3)|2 + 2|(x − 3)(y + 1)| + 4|(x − 3)| + 6|(y + 1)| < 3δ 2 + 10δ = ε,

−10+ 100+12ε
si tomamos δ = 6
. De esta manera,

lı́m f (x, y) = 3 = f (3, −1),


(x,y)→(3,−1)

por lo que el lı́mite existe y, además, se tiene que f es continua en (3, −1).
40 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

Con un tratamiento sistemático se facilita mucho el cálculo de los lı́mites.

Proposición 3.1.1. Si f es una función constante (f (x) = c, f : Rn → R), entonces se tiene que

lı́m f (y) = c
y→x

para todo x ∈ Rn .

Demostración. Note que |c − c| = 0 < ε para toda δx que elijamos.

Proposición 3.1.2. Si Pk es la función proyección, i.e., Pk (x1 , ..., xn ) = xk , x ∈ Rn , entonces

lı́m Pk (y) = xk ,
y→x

para todo x ∈ Rn .

La demostración es trivial.

Proposición 3.1.3. Sean A ⊆ Rn , f, g : A → R funciones, x0 punto de acumulación de A,


lı́mx→x0 f (x) = a y lı́mx→x0 g(x) = b. Entonces,

a) lı́mx→x0 (f + g)(x) = a + b.

b) lı́mx→x0 (f − g)(x) = a − b.

c) lı́mx→x0 (f g)(x) = ab.


f (x)
d) Si b 6= 0, lı́mx→x0 g(x)
= ab .

Las pruebas son completamente anágolas al caso real.

Proposición 3.1.4. Sean f : Rn → R y g : R → R funciones tal que a es punto de acumulación


de g ◦ f. Supóngase también que lı́mx→a f (x) = b y que g es continua en b, entonces

lı́m (g ◦ f )(x) = g(b).


x→x0

Demostración. Como g es continua en b, |g(y) − g(b)| < ε si |y − b| < h. Como lı́mx→a f (x) = b,
existe δ > 0 tal que
|x − a| < δ ⇒ |f (x) − b| < h.

Si x es un punto en el dominio de g ◦ f , x 6= a, 0 < |x − a| < δ, entonces |f (x) − b| < h y

|g(f (x)) − g(b)| < ε.

Por lo tanto, lı́mx→x0 (g ◦ f )(x) = g(b).


3.1. FUNDAMENTOS 41

Aplicamos ahora los resultados anteriores:

a)
lı́m f (x, y) = 2xy + 3x2 + y 2
(x,y)→(2,1)
        
=2 lı́m x lı́m y +3 lı́m x lı́m x + lı́m y lı́m y = 17.
(x,y)→(2,1) (x,y)→(2,1) (x,y)→(2,1) (x,y)→(2,1) (x,y)→(2,1) (x,y)→(2,1)

b)    
1
lı́m cos(xy) = lı́m cos(p1 p2 ) = cos lı́m p1 p2 = cos ,
(x,y)→( 14 , 41 ) (x,y)→( 14 , 14 ) (x,y)→( 41 , 41 ) 16
donde p1 denota p1 (x, y) = x y p2 , p2 (x, y) = y.

En algunos casos no podemos aplicar estos resultados.

Sea
1
f (x, y) = .
x2 + y2
Las curvas de nivel son cı́rculos, si c 6= 0, esto es
1
=c
x2 + y2
o bien,
1
= x2 + y 2 .
c
1
Cuando c → ∞, x2 + y 2 → 0, es decir, x2 +y 2 → ∞.

Se prueba que
lı́m f (x, y) = ∞.
(x,y)→(0,0)

Para demostrarlo, tenemos que ver que para todo M > 0 existe δ > 0 tal que |f (x, y)| > M si
|(x, y)| < δ, como procedı́amos en el caso de funciones reales. Esto es evidente al tomar δ = √1M ,
puesto que
p 1 1
|(x, y)| = x2 + y 2 < δ = √ ⇒ 2 = f (x, y) > M.
M x + y2

x
Analizamos ahora otro ejemplo. Sea f (x, y) = x2 +y 2
. Veamos sus curvas de nivel y su lı́mite
cuando tiene a (0, 0):

x
= c,
x2 + y2
es equivalente a
cx2 + cy 2 = x,
42 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

esto es
x
x2 + y 2 − = 0,
c
o  2
1 1
x− + y2 = 2 .
2c 4c

x
Figura 3.12: Curvas de nivel de f (x, y) = x2 +y 2
.

Como f toma todos los valores reales, en cualquier vecindad del origen, tiene todos los lı́mites
posibles. Entonces, el lı́mite no existe.

Formalmente, escribiendo (x − h)2 + y 2 = h2 , se tiene que


x x 1
lı́m = lı́m = .
(x,y)→(0,0) x2 +y 2 (x,y)→(0,0) 2hx 2h

Mostramos otro ejemplo, donde el lı́mite no existe al encontrar distintos lı́mites si nos aproxi-
mamos por curvas distintas.

Sea ( −|x|
|x|
y2
e y2 6 0
y=
f (x, y) = .
0 y=0

Sobre la lı́nea x = 0,
f (0, y) = 0
y el lı́mite es cero.

Sobre otras lı́neas,


x = ay, a > 0
|ay| −|ay|
y2
a −a
f (ay, y) = e = e |y| .
y2 |y|
3.1. FUNDAMENTOS 43

y
a
a −a y
lı́m f (ay, y) = lı́m e y = lı́m a .
y→0 y→0 y y→0 e y

Usando el teorema de L’hopital, obtenemos


a
y2 1
lı́m f (ay, y) = lı́m a = lı́m a = 0.
y→0 y→0 a e y y→0 ey
y 2

Sin embargo, para la parábola x = y 2 ,

f (y 2 , y) = e−1 .

Entonces el lı́mite no existe.

Otros ejemplos:

x2 −y 2
1. Sea f (x, y) = x2 +y 2
, mostramos que lı́m(x,y)→(0,0) f (x, y) no existe.
Si y = αx, entonces

x2 (1 − α2 ) 1 − α2
lı́m f (x, y) = lı́m = .
(x,y)→(0,0) (x,y)→(0,0) x2 (1 + α2 ) 1 + α2

O sea, el lı́mite no es independiente de la recta que tomemos. El lı́mite debe ser igual en
cualquier forma que nos aproximemos.

Figura 3.13: Si nos aproximamos por distintas curvas obtenemos distintos lı́mites, entonces el lı́mite
no existe.

x2 y 2
2. Sea f (x, y) = x2 +y 2
. Como x2 ≤ x2 + y 2 , y 2 ≤ x2 + y 2 , entonces el lı́mite en (0, 0) es 0.

3. Sea f (x, y) = x2xy


+y 2
. Sustituyendo x = rcosθ, y = rsenθ y usando senθcosθ = 21 sen2θ, se
observa que esta función es constante en las rectas por el origen, y los valores dependen del
argumento, por lo que no existe lı́m(x,y)→(0,0) f (x, y) (ejercicio).
44 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

Nótese que además de las proposiciones es útil usar trucos para encontrar lı́mites ”método a
pie”.

Ejercicios

1. Detallar la prueba en el ejemplo 3.

3.2. Diferenciabilidad en Rn

Decı́amos que una función real de variable real era diferenciable en x, si existe

f (x + h) − f (x)
lı́m = f 0 (x).
h→0 h

En Rn no funciona esto, ya que h es un vector. Sin embargo, esto es equivalente a que

f (x + h) − f (x)
lı́m − f 0 (x) = 0,
h→0 h

o llamando λ(h) = f 0 (x)h a la función lineal que aproxima a la función. Esto sucede si y sólo si

f (x + h) − f (x) − λ(h)
lı́m =0
h→0 h
|f (x + h) − f (x) − λ(h)|
⇐⇒ lı́m =0
h→0 |h|
puesto que lı́m f = 0 si y sólo si lı́m |f | = 0.

Esta última expresión se aplica perfectamente al caso de funciones de Rn en R, λ es una función


lineal de Rn en R.

Ahora esta definición equivalente nos dice que la función es aproximada por una función lineal
de manera muy precisa, ya que al dividirla por algo que tiende a cero, aún tiende a cero.

Podemos interpretar esto: decı́amos antes que una función es derivable si existe una transfor-
mación lineal f 0 (x) tal que
|f (x + h) − f (x) − f 0 (x)h|
lı́m .
h→0 |h|

Si f : Rn → R, la transformación lineal que aproxima a f va a ser de la forma λ : Rn → R,


donde
λ(xn e1 + ... + xn en ) = x1 λ(e1 ) + ... + xn λ(en ).
3.2. DIFERENCIABILIDAD EN RN 45

Matricialmente, la función λ se representa como

 
b1
 .. 
 .  · (x1 , ..., xn ) = b1 x1 + ... + bn xn .
bn

O sea, va a estar determinada por el producto escalar con un vector fijo (b1 , b2 , ..., bn )

Es conveniente, para evitar complicaciones innecesarias, trabajar con las funciones diferencia-
bles con dominios en abiertos de Rn .
Definición 34. Sea A ⊆ Rn abierto y f : A → R una función, se dice que f es diferenciable en
x0 ∈ A si existe una función lineal Dfx0 : Rn → R tal que

f (x + h) − f (x) − Dfx0 (h)


lı́m = 0.
h→0 |h|

Hay que fijarse que la definición es análoga al caso real, pues estamos asociando a cada punto
en el dominio una función lineal que aproxima a la función.

Por ejemplo, tomando la esfera unitaria S2 centrada en el origen, es decir

{(x, y, z) ∈ R3 |x2 + y 2 + z 2 = 1}. (3.1)

El hemisferio norte de S2 se puede considerar como la gráfica de la función


p
f (x, y) = 1 − x2 − y 2

(Si anteponemos un signo menos, se obtiene la función cuya gráfica es el hemisferio sur).

Ahora, queremos ver si f en el punto (0, 0) tiene una aproximación lineal, nótese que f (0, 0) = 1.
Si consideramos la función lineal λ(x, y) = 0, la gráfica de esta función está representada por el
plano xy en R3 . Ahora,
p
|f ((0, 0) + (x, y)) − f (0, 0) − λ(x, y)| | 1 − x2 − y 2 − 1|
lı́m = lı́m p
(x,y)→(0,0) |(x, y)| (x,y)→(0,0) x2 + y 2
p
1 − 1 − x2 − y 2
= lı́m p
(x,y)→(0,0) x2 + y 2
1 − (1 − x2 − y 2 )
= lı́m p p
(x,y)→(0,0) x2 + y 2 (1 + 1 − x2 − y 2 )
p
x2 + y 2
= lı́m p =0
(x,y)→(0,0) (1 + 1 − x2 − y 2 )

Por lo anterior, f es diferenciable en (0, 0) y su derivada es la función lineal constante 0.


46 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

Figura 3.14: Aproximación lineal en (0, 0, 1) ∈ S2 .

Se demuestra que la función lineal que aproxima a una función diferenciable es única (ejercicio).
Definición 35. Sean A abierto en Rn , f : A → R una función y β = {e1 , ..., en } la base canónica
de Rn (es decir, ei = (0, ..., 1, ..., 0)). Dada x ∈ A, si
| {z }
i-ésima entrada

f (x + tei ) − f (x)
lı́m
t→0 t
existe, decimos que dicho lı́mite es la derivada parcial de f con respecto a xi , la cual denotamos
por
∂f
(x).
∂xi

Ejemplos

1) Si
f (x, y) = x2 y + y 2 z + z 2 x,
entonces
∂f
(x, y, z) = x2 + 2yz.
∂y

2) Si
g(x, y) = xy − x2 ,
entonces
∂g
(x, y) = y − 2x.
∂x

Si la gráfica describe una función diferenciable de R2 en R entonces


∂f
tanα =
∂x
y
∂f
tanβ = .
∂y
3.2. DIFERENCIABILIDAD EN RN 47

Figura 3.15: .

Teorema 3.2.1. Si f es diferenciable, entonces las parciales existen y las componentes de la


derivada son las parciales.

Demostración.
|f (x + h) − f (x) − λ(x)h|
lı́m
h→0 |h|
|f (x + tei ) − f (x) − λ(x)(tei )|
= lı́m =0
t→0 |tei |
.

Esto implica,
|f (x + tei ) − f (x)| |tλ(x)ei |
lı́m
− = 0,
t→0 |t| |t|
i.e.,
|f (x + tei ) − f (x)| ∂f
lı́m = λ(x)ei = (x).
t→0 |t| ∂xi

Aquı́ vemos que los puntos en el plano tangente también incluyen a los puntos en las rectas
tangentes determinadas por las parciales. Por ejemplo, para una función de 2 variables
 
t∂f
(x, y, f (x, y)) + t, 0, (x, y)
∂x

es como una recta tangente al restringirnos a una función de una variable (véase la Figura 3.15).

Lo mismo en las demás rectas tomando e∗ cualquier dirección unitaria. O sea, juntando todas
estas rectas tangentes en las distintas direcciones obtenemos un plano que es tangente a la superficie

(x, y, f (x, y)) + (tv, tDf (x)v), (3.2)

donde v ∈ Rn , |v| = 1 y t ∈ R.
Definición 36. Para una función de R2 en R, la expresión (3.2) define el plano tangente al punto
(x, y, f (x, y))
48 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

Teorema 3.2.2. Sólo hay un plano tangente.

Esto es consecuencia que la derivada es única (ejercicio).

Definición 37. Sea A abierto en Rn y f : A → Rn diferenciable. Dada x ∈ A, si para toda i, j,


i, j ∈ {1, 2, ..., n}, existe  
∂ ∂f
(x),
∂xj ∂xi
se dice que f tiene segundas derivadas parciales en x y se denotan por

∂ 2f
(x)
∂xj ∂xi

Teorema 3.2.3. Si f es diferenciable en x, entonces es continua en x.

Demostración.
|f (x + h) − f (x) − λ(x)h|
lı́m =0
h→0 |h|
⇒ lı́m |f (x + h) − f (x) − λ(x)h| = 0.
h→0

Luego,
lı́m f (x + h) − f (x) = 0,
h→0

por lo que f es continua.

Teorema 3.2.4. Las siguientes afirmaciones se valen para funciones de Rn en R:

i) Si f es constante, entonces Df = 0.

ii) Si f es lineal, entonces Df = f.

La demostración queda como ejercicio.

Definición 38. Sean A abierto en Rn y f : A → R una función y v ∈ Rn , v 6= 0. Si

|f (x + tv) − f (x)|
lı́m
t→0 t
existe, decimos que dicho lı́mite es la derivada direccional de f respecto a v en x. Denotamos a las
derivadas direccionales por ∂f
∂v
(x).

Definición 39. Sean A abierto en Rn y f : A → R una función. Definimos al gradiente de f en


x como  
∂f ∂f
5f (x) = (x), ..., (x)
∂x1 ∂xn
.
3.2. DIFERENCIABILIDAD EN RN 49

Nótese que el gradiente es el vector que determina la función lineal Dfx , es decir, para todo
v ∈ R, Dfx (v) = 5f (x) · v. En particular,

∂f
(x) = 5f (x) · v.
∂v

Note que el gradiente de una función f es una función de Rn en Rn ; es decir, si f : Rn → R es


una función, entonces 5f : Rn → Rn , donde
 
∂f ∂f
5f (x) = (x), ..., (x) .
∂x1 ∂xn

Entonces, podemos pensar al gradiente de una función como un campo vectorial, el cual a cada
punto de Rn le asocia un vector en Rn .

Desde otro punto de vista, dada una dirección fija v ∈ Rn podemos pensar al gradiente como
un operador, donde a cada función f : Rn → R se le asocia de manera lineal, otra función de Rn
a R dada por x → 5f (x) · v. Escribimos

f → 5f · v

Nótese que a f + g le corresponde la función

5(f + g)v = 5(f )v + 5(g)v,

siendo esta asociación lineal.

El gradiente tiene un significado geométrico muy importante, es la dirección de máximo cambio.


Para probar esto, basta calcular 5f (x) · v. Si tomamos v unitario,

5f (x) · v = | 5 f (x)|cosθ, (3.3)

donde θ es el ángulo que forman v y 5f (x) (véase la Figura 3.15). Ası́, (3.3) tiene su valor máximo
cuando cosθ = 1, esto es si v está en la misma dirección y sentido de 5f (x) (y su valor mı́nimo
cuando está en la misma dirección pero en sentido negativo).

Figura 3.16: El gradiente es la dirección de máximo cambio.


50 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

En este sentido, decimos que la dirección del gradiente de una función es la de máximo creci-
miento. También en la dirección perpendicular al gradiente el crecimiento es 0 (cos π2 = 0).

Teorema 3.2.5 (Teorema del Valor Medio). Sean A abierto en Rn , f : A → R una función
diferenciable. Entonces, para cualesquiera p, q ∈ A tales que el segmento que une a p con q está
contenido en A, existe p0 en el segmento que une a p con q tal que

f (p) − f (q) = 5f (p0 ) · (p − q).

Demostración. Sean β = p − q, ϕ(t) el segmento que une p con q,

ϕ(t) = q + tp, 0 ≤ t ≤ 1,

y sea
F (t) = f (ϕ(t)) = f (q + tp).
Por teorema del valor medio
F (1) − F (0)
F 0 (t0 ) = ,
1−0
donde 0 < t0 < 1.

Por ende,
f (p) − f (q) = 5f (p0 ) · β,
donde p0 = ϕ(t0 ).

El gradiente es muy útil para analizar las curvas de nivel. Sea f : Rk → R y g : R → Rk


tal que la imagen de g está contenida en una curva de nivel. Entonces los vectores tangentes son
perpendiculares al gradiente. Si
h(t) = f ◦ g(t)

h0 (t) = 5f (g(t)) ◦ g 0 (t),

Por otra parte h es una función constante, por lo que

5f (g(t)) ◦ g 0 (t) = 0.

En particular la dirección de máximo cambio es perpendicular a las curvas de nivel.

Aquı́ usamos una versión de la regla de la cadena que no se ha probado. En el siguiente capı́tulo
se probará en un contexto más general.
3.2. DIFERENCIABILIDAD EN RN 51

Figura 3.17: El gradiente es ortogonal a las curvas de nivel.

Por ejemplo, la función


f (x, y, z) = x2 + y 2 − z 2
tiene curvas de nivel x2 + y 2 − z 2 = c, para el caso c = 0 se tiene z 2 = x2 + y 2 .

Figura 3.18: Gradiente ortogonal a la superficie z 2 = x2 + y 2 (cono), curva de nivel para


f (x, y, z) = x2 + y 2 − z 2 = 0 .

Teorema 3.2.6. Si f tiene derivadas parciales continuas en un abierto A que contiene a (a, b),
entonces f es derivable en (a, b).

Demostración. Sea f : A → R entonces

f (a + h, b + k) − f (a, b) = f (a + h, b + k) − f (a, b + k) + f (a, b + k) − f (a, b)


∂f ∂f
= h (a + θ1 h, b + k) + k (a, b + θ2 k), (3.4)
∂x1 ∂x2
por el teorema del valor medio, donde 0 < θi < 1, i = 1, 2. Por continuidad de las parciales se tiene
∂f ∂f
(a + θ1 h, b + k) = (a, b) + η1 (h, k) (3.5)
∂x1 ∂x1
y
∂f ∂f
(a, b + θ2 k) = (a, b) + η2 (k) (3.6)
∂x2 ∂x2
52 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

donde η1 (h, k) y η2 (k) → 0 cuando (h, k) → 0.

Usando (3.4), (3.5) y (3.6) se tiene

|f (a + h, b + k) − f (a, b) − 5f (a, b) · (h, k)|


lı́m
(h,k)→(0,0) (h, k)

|hη1 (h, k) + kη2 (h, k)|


= lı́m = 0,
(h,k)→(0,0) |(h, k)|
ya que
|hη1 (h, k) + kη2 (h, k)|
≤ |η1 (h, k)| + |η2 (h, k)|
|(h, k)|

Existen funciones cuyas parciales existen, pero que no son diferenciables. Por ejemplo
p
f (x, y) = |xy|

∂f ∂f
(0, 0) = 0 y (0, 0) = 0,
∂x ∂y
ya que en los ejes coordenados la función es idénticamente 0. Sin embargo, en x = ±y se tiene
p
y 2 que tiene 2 tangentes, ya que se comporta como la función valor absoluto, f (x, y) = |x|.


Figura 3.19: Curvas de nivel xy = c ⇐⇒ |xy| = c2 .

p
Figura 3.20: Gráfica de f (x, y) = |xy|.
3.3. TEOREMA DE TAYLOR 53

∂f ∂2f
En lo siguiente denotaremos fxi a ∂xi
y f xi xj a ∂xi ∂xj
.

Teorema 3.2.7. Sea f : R2 → R una función tal que fx , fy , fxy existen y son continuas. Entonces,
fyx existe y fxy = fyx

Demostración. F (h, k) = f (x + h, y + k) − f (x, y + k) − f (x + h, y) − f (x, y).

G(u) = f (u, y + k) − f (u, y) G(x + h) − G(x) = hG0 (x1 ), x < x1 < x + h.

F (h, k) = hfx (x1 , y + k) − fx (x1 , y) = hkfxy (x1 , y1 ).

Haciéndolo con y 0 s obtenemos hkfyx (x2 , y2 ) = hkfxy (x1 , y1 ).

Por continuidad fyx (x, y) = fxy (x, y).

3.3. Teorema de Taylor

Lema 3.3.1. Escribiendo


 
N
X N
(x1 + ... + xn ) = xk11 ...xknn
k1 +...+kn =N
k1 ...kn

se tiene que  
N N!
= .
R1 ...Rn k1 !...kn !

Demostración. Tomando la N-ésima parcial de ambos lados con respecto a k1 ,..., kn se obtiene:
 
N
N! = k1 !k2 !...kn !
k1 ...kn

Definición 40. La diferencial de orden k-ésimo en x0 = (a1 , ..., an ) se define como el siguiente
polinomio en (x1 , ..., xn ).
 k
k ∂ ∂
dx0 f (x) = x1 + ... + xn f
∂x1 ∂xn x0
∂kf
 
X k
= xk11 xk22 ...xknn (x0 ).
k kn ...∂xk1
1 ...kn ∂x n 1
k1 +...+kn =k

Ejemplo.

Sea π π 
f (x1 , x2 ) = cos (x1 x2 ) , x0 = , .
2 2
54 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

Encontramos la diferencial de primer orden.


       
1 1 0 1 π π 1 0 π π π π
dx0 f (x1 , x2 ) = x1 x2 − sen + x2 x1 − sen = − x2 − x1 ,
0 1 2 2 1 0 2 2 2 2
ya que    
∂f π π π π ∂f π π
, = − sen = , .
∂x2 2 2 2 2 ∂x1 2 2

Se encuentra ahora, para f (x1 , x2 ) = cos(x1 x2 ), d2x0 f (x1 , x2 ) en x0 = (π, π).


2
∂ 2 f
     
2 2 2 0 ∂ f 2 2 0 1 ∂f

dx0 f (x1 , x2 ) = x1 x0 + x 1 x 2 + x x
0 2 ∂x21 (π,π) 1 1 ∂x2 ∂x1 (π,π) 0 2 1 2 ∂x22 (π,π)

= −2x1 x2 cos π = 2x1 x2 ,


ya que ∇f (x1 , x2 ) = (− sin x2 , − sin x1 ).

Teorema 3.3.2 (Teorema de Taylor de una variable). Sea f : I → R, de clase C n en I y


x0 ∈ int(I). Entonces para todo x en una vecindad de x0 tenemos.

f 00 (x0 ) f n−1 (x0 )


f (x) = f (x0 ) + f 0 (x0 )(x − x0 ) + (x − x0 )2 + ... + (x − x0 )n−1 + Rn ,
2! (n − 1)!

donde Z x
1
Rn = (x − t)n−1 f n (t)dt.
(n − 1)! x0

(También es cierto el teorema para f de clase C n−1 con f n−1 derivable [1]).

Demostración. Al integrar por partes se tiene


Z x " x Z x #
1 n−1 n 1 n−1 n−1
n−2 n−1
(x − t) f (t)dt = (x − t) f (t) − (n − 1)(x − t) f (t)dt
(n − 1)! x0 (n − 1)! x0 x0

Z x
1 1
=− (x − x0 )n−1 f n−1 (x0 ) − (x − t)n−2 f n−1 (t)dt,
(n − 1)! (n − 2)! x0

lo cual implica que


f n−1 (x0 )
Rn = − (x − x0 )n−1 − Rn−1 .
(n − 1)!

Por consiguiente, inductivamente, bastarı́a probar la fórmula para n = 1, es decir,


Z x
0
f (x) = f (x0 ) + f (x0 )(x − x0 ) + (f 0 (t) − f 0 (x0 )) dt.
x0

Como esta fórmula es correcta, se sigue el teorema.


3.3. TEOREMA DE TAYLOR 55

Enunciamos ahora otra versión.


Teorema 3.3.3. Bajo las hipótesis del Teorema 3.3.2,

f n−1 (x0 )(x − x0 )n−1 f n (x0 )(x − x0 )n


f (x) = f (x0 ) + ... + +
(n − 1)! (n)!

donde x0 < x1 < x o x < x1 < x0 .

La demostración queda como ejercicio para el lector. Esta prueba se deriva del teorema del
valor medio para integrales generalizado.

Aplicamos el Teorema 3.2.8 para la función x → cos x, para n = 4, x0 = 0.

x2 x3 1 x
Z
cos x = cos 0 − sin 0x − cos 0 + sin 0 + (x − t)3 cos tdt
2! 3! 3! 0
2 Z x
x 1
=1− + (x − t)3 cos tdt.
2! 6 0

Figura 3.21: El polinomio de Taylor de grado 2 para cos x alrededor de 0.

Figura 3.22: El polinomio de Taylor de grado 2 aproximando ex alrededor de 0.

Otra versión, que usaremos en la demostración del Teorema 3.3.4, establece


1 N
f (x) = f (x0 ) + ... + f (x − x0 )n + RN
N
56 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

donde Z x
1
RN = (x − t)n−1 (f n (t) − f n (x0 )) dt.
(N − 1)! x0

Queda como ejercicio para el lector probarla a partir del Teorema 3.3.2.
Definición 41. Dada una función f : A → Rm , A abierto de Rn y f de clase C n . El polinomio
de Taylor de grado n alrededor de x0 se define como:
1 2 1
TN (x − x0 ) = f (x0 ) + dx0 f (x − x0 ) + dx0 f (x − x0 ) + ... + dnx0 f (x − x0 ).
2! n!

Por ejemplo el polinomio de Taylor de grado 2 para f (x1 , x2 ) = cos(x1 x2 ) alrededor de x0 =


(π, π) es
cos(π 2 ) + x1 x2 .
Teorema 3.3.4 (Generalización del teorema de Taylor). Sea f : A ⊆ Rp → R de clase C n en
una vecindad de x0 en el interior de A. Sea TN (x − xo ) la N-ésima expansión de Taylor definida
alrededor de x0 , entonces

f (x) − TN (x − x0 )
lı́m = 0, (3.7)
x→x0 |x − x0 |N

además TN es el único polinomio en p variables con dicha propiedad.

Demostración. Sea y = (x − x0 ). Defı́nase:



F (t) = f x0 + t(x − x0 = f (x0 + ty).

Afirmación:
F k (t) = dkx0 +ty f (y).
Probamos la afirmación por inducción.

Si k = 0, entonces
f 0 (t) = f (x0 + ty) = d0x0 +ty f.

Suponemos cierto para k, probamos para k + 1

d(F k (t))
F k+1 (t) =
dt
 
k
d k d  X k!  ∂ f (x0 + ty)
= (dx0 +ty f (y)) = y1k1 y2k2 ...ypkp kp k2 k1

dt dt k k 1 !k2 !...kp ! ∂xp ...∂x2 ∂x1
1 +...+kp =k

X (k + 1)!  ∂ k+1 f (x0 + ty)


= y1k1 y2k2 ...ypkp k
k1 +...+kp =k+1
k1 !k2 !...kp ! ∂xpp ...∂xk22 ∂x1 k1
3.3. TEOREMA DE TAYLOR 57

= dk+1
x0 +ty f (y).

En particular:
F k (0) = dkx0 f (y).

Usando ahora el teorema de Taylor para F , se tiene


Z 1
1 1 1 N 1
F (1) − F (0) − F 0 (0) − F 00 (0) − ... − (1 − t)N −1 F N (t) − F N (0) dt.

F (0) =
1! 2! N! (N − 1)! 0

Usando la afirmación, se puede sustituir por la función original f y


1 N
f (x) − TN (x − x0 ) = f (x) − f (x0 ) − dx0 f (y) − ... − d f (y)
N ! x0
Z 1
1
(1 − t)N −1 dN N

= x0 +ty f (y) − dx0 f (y) dt.
(N − 1)! 0

En consecuencia
1
|f (x) − TN (x − x0 )| ≤ máx dN N
x0 +ty f (y) − dx0 f (y)

(N − 1)! 0≤t≤1

∂ N F (x0 + ty) N

N! k k k ∂ F (y)
≤ máx y1 1 y2 2 ...yp p −
∂ kp xp ...∂ k2 x2 ∂ k1 x1 ∂ kp xp ...∂ k2 x2 ∂ k1 x1
0≤t≤1 k1 !k2 !...kp !

Finalmente, como
k1 k2 kp
y1 y2 ...yp
≤ 1,
|y|N

se sigue de la continuidad de ∂ N f que

f (x) − TN (y)
→ 0,
|y|N

lo cual prueba (3.7).

Ahora se probara la unicidad.

Supongamos que existe TN0 polinomio en p variables de grado N que también cumple la pro-
piedad (3.7). Bajo esta hipótesis se sigue que

TN (y) − TN0 (y)


lı́m =0
y→0 |y|N
58 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R

Si TN − TN0 6= 0, se puede escribir

TN (y) − TN0 (y) = Pk (y) + R(y)

donde Pk es el polinomio (de grado k) de menor grado constante que acontece en TN (y) − Tn0 (y),
distinto de cero y con k ≤ N .

Necesariamente existe y0 6= 0 tal que Pk (y0 ) 6= 0, ya que Pk no puede ser idénticamente cero
(esto se puede observar al tomar parciales de manera adecuada).

TN (ty0 ) − TN0 (ty0 )


0 = lı́m
t→0 |ty0 |k
Pk (ty0 ) + R(ty0 ) Pk (y0 ) R(ty0 )
= lı́m k
= k
+ lı́m
t→0 |ty0 | |y0 | t→0 |t|k |y0 |

dado que
R(ty0 )
lı́m =0
t→0 |t|k |y0 |
Esto último se sigue ya que todos los términos de R tienen grado menor a k. Por consiguiente,

Pk (y0 ) = 0,

lo cual es una contradicción.

A manera de ejemplo encontramos el polinomio de Taylor de grado 2 para la función

f (x) = ex1 +x2 +...+xn , x = (x1 , x2 , ..., xn )

Alrededor del origen.


f (0) + d10 f (x) + d20 f (x)
n
∂ 2f
 
X ∂f X 2 k1 kn
= f (0) + xi + x ...x
i=1
∂xi 0 k +k +...+k =2 k1 ...kn 1 n
∂xk11 ...∂xknn
1 2 n

n n
!
X X X
=1+ xi + x2i + 2 xi xj .
i=1 i=1 i6=j

Ejercicio: Encuentre el polinomio de Taylor de grado 2 para la función

f (x, y) = xey ,

cerca de (2, 0).

Teorema 3.3.5. Si f : A ⊆ Rn → R alcanza un máximo local en x = (x1 , ..., xn ), x ∈ int(A), y


∂f
∂xi
(x) existe para toda i = 1, ..., n, entonces todas son cero.
3.3. TEOREMA DE TAYLOR 59

Demostración.
∂f f (x1 , ..., xi + h, ...xn ) − f (x)
(x) = lı́m
∂xi h→0 h
existe. Como en x, f alcanza un máximo local, existe δ > 0 tal que, para todo z ∈ B(x, δ),
f (z) ≤ f (x), donde B(x, δ) ⊆ A.

Si h > 0, f (x1 , ..., xi + h, ...xn ) ≤ f (x), entonces

f (x1 , ..., xi + h, ...xn ) − f (x)


lı́m+ ≤ 0.
h→0 h

Si h < 0, f (x1 , ..., xi + h, ...xn ) ≤ f (x), entonces

f (x1 , ..., xi + h, ...xn ) − f (x)


lı́m− ≥ 0.
h→0 h

Ası́,
∂f
0≤ (x) ≤ 0
∂xi
lo que implica que
∂f
(x) = 0
∂xi
para toda i = 1, ..., n.
60 CAPÍTULO 3. FUNCIONES DE RN A R
Capı́tulo 4

Funciones de Rn en Rm

4.1. Fundamentos

Definición 42. Sea A ⊂ Rn , f : A → Rp y x0 punto de acumulación de A. se dice que lı́m f (x) =


x→x0
L, si para toda ε > 0 existe δ mayor que cero tal que si

0 < |x − x0 | < δ → |f (x) − L| < ε

Una prueba análoga a la Proposición 1.1.1, establece que si L = (l1 , . . . , lp ) y f (x) = (f1 (x), . . . , fp (x)),
entonces
lı́m f (x) = L ⇐⇒ lı́m fi (x) = li
x→x0 x→x0

Para evitar complicaciones innecesarias, definiremos la diferenciabilidad en puntos interiores,


es decir, trabajaremos con conjuntos abiertos.

Definición 43. Sea A abierto en Rn , a ∈ A y f : A → Rp . Se dice que f es diferenciable en a, si


existe L : Rn → Rp lineal tal que

f (a + h) − f (a) − L(h)
lı́m = 0.
h→0 |h|

Se escribe L = Dfa

Nótese que en virtud de la observación anterior, esto pasa si y sólo si

fi (a + h) − fi (a) − d(fi )a h
lı́m = 0, i = 1, ..., p.
|h|→0 |h|

61
62 CAPÍTULO 4. FUNCIONES DE RN EN RM

Ahora una función lineal L : Rn → Rp esta definida por una matriz de la forma
 
a11 . . . a1n
 .. .. 
 . . 
 ai1 . . . ain 
 
 . .. 
 .. . 
ap1 . . . apn
∂fi
Se sigue entonces de la observación que aij = ∂xj
(x0 ) para toda i, j a la matriz
 ∂f1 ∂f1

∂x1
(x0 ) . . . ∂xn
(x0 )
 .. .. 
 . . 
∂fp ∂fp
∂x1
(x0 ) . . . ∂xn
(x0 )

Se le llama Jacobiano de f en x0 .
Los resultados para funciones de Rn en R siguen valiendo

1. Si f es constante f es diferenciable y su derivada es la función constante 0.

2. Si f es lineal su derivada es ella misma.

3. La derivada es única.

4. Si las parciales existen y son continuas f es diferenciable.

5. Si f es diferenciable en x0 , entonces f es continua en x0 .

Las pruebas son simples y quedan como ejercicio para el lector.


Lema 4.1.1. Si A es lineal, entonces |A(x)| < k|x|.

Demostración. Sea Ax = (A1 · x, ..., An · x) donde Ai son las columnas de A. Entonces,


p
|(A1 · x, ..., An · x)| = (A1 · x)2 + ... + (An · x)2
p p
≤ |A1 |2 |x|2 + ... + |An |2 |x|2 = |x| |A1 |2 + ... + |An |2 ,
utilizando la desigualdad de Cauchy-Schwarz.
Teorema 4.1.2 (Regla de la Cadena). Si f : A ⊆ Rn → Rm es diferenciable en x ∈ A, A abierto
y g : B ⊆ Rm → Rp es diferenciable en f (x) ∈ B, B abierto, entonces g ◦ f es diferenciable y

(g ◦ f )0 (x0 ) = g 0 (f (x0 ))f 0 (x0 ).

Demostración. Si

(g ◦ f )(x + h) − (g ◦ f )(x) − Dg(f (x))Df (x)(h) = |h|z(h),


4.1. FUNDAMENTOS 63

por demostrar que


lı́m z(h) = 0.
h→0

Por hipótesis
f (x + h) − f (x) = Df (x)h + |h|z1 (h)
y
g(f (x) + k) − g(f (x)) = Dg(f (x))k + |k|z2 (k),
donde lı́mk→0 z2 (k) = 0 y lı́mh→0 z1 (h) = 0.

Tomando k = f (x + h) − f (x),

g(f (x + h)) − g(f (x)) = Dg(f (x))[D(f (x))h + |h|z1 (h)] + |k|z2 (k)
= Dg(f (x))Df (x)h + Dg(f (x))|h|z1 h + kz2 k.

Llamemos z(h) = Dg(f (x))|h|z1 h + kz2 k.

Por demostrar que


z(h)
lı́m = 0.
h→0 |h|

Basta probar que


Dg(f (x))|h|z1 (h) + |k|z2 (k)
lı́m = 0.
h→0 |h|

Como Dg(f )z1 (h) → 0 cuando h → 0, es suficiente probar que

|k|z2 (f (x + h) − f (x))
lı́m = 0.
h→0 |h|
o
z2 (f (x + h) − f (x))|f (x + h) − f (x)|
lı́m = 0.
h→0 |h|

Nótese que en virtud del Lema 4.1.2.

|f (x + h) − f (x)| |Df (x)h + |h|z1 (h)| M |h| |h|z1 (h)


= ≤ + .
|h| |h| |h| |h|

Finalmente,

|f (x + h) − f (x)||z2 (f (x + h) − f (x))|
≤ |M + z1 (h)||z2 (f (x + h) − f (x))| −→ 0.
|h|
64 CAPÍTULO 4. FUNCIONES DE RN EN RM

4.2. Teorema de la función inversa

El siguiente resultado establece una condición Lipschitz, si la(s) derivada(s) son acotadas, en
particular si son cercanas a 0.
Lema 4.2.1. Sean R un rectángulo, R ⊆ U y f : U ⊂ Rn → Rm de clase C 1 tal que, en R,

∂fi (x)
∂xj ≤ M

para todas i, j. Entonces,


|f (x) − f (y)| ≤ n2 M |x − y|
Para todo x, y en R.

Demostración. Si x, y ∈ R,
n
X
fi (y) − fi (x) = [fi (y1 , ..., yj , xj+1 , ..., xn ) − fi (y1 , ..., yj−1 , xj , .., xn )]
j=1

Aplicando a cada sumando el teorema del valor medio, se tiene que

∂fi (zij )
fi (y1 , ..., yj , xj+1 , ..., xn ) − fi (y1 , ..., yj−1 , xj , .., xn ) = |yj − xj | , zij ∈ R. (4.1)
∂xj

Como la expresión (4.1) esta acotada por M |yj − xj |, tenemos que


n
X
|fi (y) − fi (x)| ≤ |yj − xj |M ≤ nM |y − x|
j=1

y
n
X
|f (y) − f (x)| ≤ |fi (y) − fi (x)| ≤ n2 M |y − x|
i=1

Teorema 4.2.2 (Teorema de la función inversa). Sean f : A ⊆ Rn → Rn de clase C 1 , A una


región y x0 ∈ A tal que det(Dfx0 ) 6= 0. Entonces, existen abiertos U y V en Rn tales que x0 ∈ U y

f :U →V

es un difeomorfismo. Además, para todo x ∈ U ,


−1
Dff−1
(x) = [Dfx ] .

Demostración. Dividiremos la demostración en los siguientes pasos:

1. Suponer, sin perder generalidad, que Dfx0 = Id.


4.2. TEOREMA DE LA FUNCIÓN INVERSA 65

2. Se prueba que f es inyectiva en un abierto U , tal que x0 ∈ U .

3. Se prueba que f es sobre en f (U ) y que f −1 es continua.

4. Se demuestra que la inversa tiene como derivada a la inversa del jacobiano.

1. Sea L : Rn → Rn , dada por L = Dfx0 , entonces D(L−1 ◦f )x0 = Id por la regla de la cadena. Más
aún, si el teorema es cierto para L−1 ◦ f ciertamente lo es para f (puesto que L es evidentemente
un difeomorfismo). Por lo que podemos suponer que Dfx0 = Id.

2. Nótese que si f (x0 + h) = f (x), entonces

|f (x0 + h) − f (x) − Dfx0 (h)| |h|


= = 1.
|h| |h|

Sin embargo,
|f (x0 + h) − f (x) − Dfx0 (h)|
lı́m = 0,
x→0 |h|
por lo que f (x0 + h) 6= f (x0 ), si h es suficientemente pequeña.

En particular, esto sucede en un rectángulo cerrado R ⊆ A, tal que x0 ∈ R. Por continuidad,


también se puede suponer que en dicho rectángulo
i) det(Dfx ) 6= 0
ii)
∂fi (x) ∂fi (x0 ) 1
∂xj − ∂xj ≤ 2n2 ∀i, j, ∀x ∈ R.

Si g(x) = f (x) − x, entonces se tiene que

∂gi (x) ∂fi (x) ∂fi (x) ∂fi (x0 )


= − δij = −
∂xj ∂xj ∂xj ∂xj

donde δij es la delta de Kronecker.

Se puede aplicar entonces el Lema 4.1.1. a g(x) y se tiene que


1
|g(x) − g(y)| ≤ n2 |x − y|.
2n2
Esto es
|x − y|
|f (x) − x − (f (y) − y)| ≤ ,
2
por lo que
|x − y|
|x − y| − |f (x) − f (y)| ≤
2
y

|x − y| ≤ 2|f (x) − f (y)|. (4.2)


66 CAPÍTULO 4. FUNCIONES DE RN EN RM

Debido a esto último, es claro que f es inyectiva en R. (Nótese que, al simplificar el problema
a que la derivada en x0 sea la identidad, permitió, usando la función g, verla como contracción.
Esto, a su vez, mostró la inyectividad al exhibir una condición Lipschitz de la futura inversa.)

3. Como f (∂(R)) es compacto y f (x0 ) ∈


/ f (∂(R)), existe δ > 0 tal que |f (x0 ) − f (x)| ≥ δ para
todo x ∈ f (∂(R)).

Sea
δ
V = {y | |y − f (x0 )| < }.
2

por lo que y ∈ V y x ∈ ∂(R), entonces

|y − f (x0 )| < |y − f (x)|. (4.3)

Basta probar que para toda y ∈ V existe x ∈ R, tal que f (x) = y. Sea ϕ : R ⊆ Rn → R dada
por
n
X
2
ϕ(x) = |y − f (x)| = (yi − fi (x))2 . (4.4)
i=1

Es claro que ϕ es continua, por lo que alcanza un mı́nimo en R. Se sigue de (4.2) que este
mı́nimo no se alcanza en la frontera, por lo que, usando el Teorema 3.3.5, se tiene que ∇ϕx = 0,
∂ϕ
para toda x ∈ R y ∂x j
(x) = 0 para toda j.

Derivando (4.3) se tiene que, para toda j,


n
∂ϕ X ∂fi
(x) = 2 (yi − fi (x)) (x) = 0.
∂xj i=1
∂x j

Esto se puede interpretar como el jacobiano de f , Dfx , aplicado al vector en Rn dado por
2(y1 − f1 (x), y2 − f2 (x), ..., yn − fn (x)). Finalmente, como se mostró en el paso 2 inciso a), este
jacobiano es no singular (es decir, su determinante no es cero y es invertible). Por ende, y = f (x).
Ası́, si U = f −1 (V ), entonces f |U : U → V es biyectiva.

Para ver que f −1 es continua en V , basta usar la relación |x − y| ≤ 2|f (x) − f (y)| previamente
obtenida en (4.2).

4. Denotemos por B a [Dfx ]−1 , por demostrar

Dff−1 −1
(x) = [Dfx ] .

Sea ϕ(h) = f (x + h) − f (x) − Dfx (h), x ∈ V . Entonces

|ϕ(h)|
lı́m = 0.
h→0 |h|
4.2. TEOREMA DE LA FUNCIÓN INVERSA 67

Figura 4.1: Idea de la prueba del teorema de la función inversa.

Ahora
f (x + h) = f (x) + Dfx (h) + ϕ(h).
y de esta manera,

B(f (x + h) − f (x)) = h + Bϕ(h). (4.5)

Como cada y + k ∈ V es de la forma f (x + h), para algún h, la igualdad (4.5) se puede escribir
como
B(f (x + h) − f (x)) = x + h − x + Bϕ(h)
y esto, a su vez, como

B(y + k − y) = f −1 (y + k) − f −1 (y) + Bϕ(f −1 (y + k) − f −1 (y)).

Por lo que basta demostrar que

|Bϕ(f −1 (y + k) − f −1 (y))|
lı́m = 0.
k→0 |k|

Usando el Lema 4.1.2, es suficiente mostrar que

|ϕ(f −1 (y + k) − f −1 (y))|
lı́m = 0.
k→0 |k|

Para probar esto se escribe:

|ϕ (f −1 (y + k) − f −1 (y))| |ϕ (f −1 (y + k) − f −1 (y))| |f −1 (y + k) − f −1 (y)|


  
= .
|k| |f −1 (y + k) − f −1 (y)| |k|

El primer factor tiende a 0, pues es de la forma |ϕ(h)|


|h|
. Además, como f −1 (y + k) = x + h y
f −1 (y) = x, tenemos que el segundo factor es menor que 2 en virtud de la relación (4.2), esto es
−1
f (y + k) − f −1 (y) ≤ 2|y + k − y|

68 CAPÍTULO 4. FUNCIONES DE RN EN RM

con lo que concluimos.

4.3. Funciones Implı́citas

Algunas veces se pueden presentar relaciones como


(
x2 + y 2 + z 2 = 1
.
x+y+z =0

Aparentemente no se tiene una fórmula explı́cita para calcular algunas coordenadas en términos
de otras. Vamos a estudiar cómo se aplica el cálculo para hacer estas funciones.
Definición 44. Dadas F : R2 → R y f : R → R, se dice que F define a f implı́citamente si

F (x, f (x)) = 0

para toda x en el dominio de f .

Si se tiene F (x, y) = c, se considera F (x, y) − c = 0.

Por ejemplo, si
x2 + y 2 − 1,
entonces
F (x, f (x)) = x2 + (f (x))2 − 1 = 0, −1 ≤ x ≤ 1
√ √
se satisface para f1 (x) = 1 − x2 ó f2 (x) = − 1 − x2 , −1 ≤ x ≤ 1.

De manera más general,


Definición 45. Sean F : Rn+m → Rm y f : Rn → Rm , se dice que f está definida implı́citamente
por la ecuación
F (x, y) = 0,
si F (x, f (x)) = 0 para toda x en el dominio de f .

Por ejemplo, las ecuaciones (


x+y+z−1=0
,
2x + z + 2 = 0
determinan a y y a z como funciones de x ya que al despejar se tiene y = x + 3 y z = −2 − 2x.

Ciertamente, se pueden elaborar funciones implı́citas que no sean continuas, sin embargo, nos
interesará estudiar solamente funciones diferenciables.
4.3. FUNCIONES IMPLÍCITAS 69

Si F : R2 → R y f : R → R son diferenciables y F (x, f (x)) = 0 para todo x en el dominio de


f , entonces por la regla de la cadena aplicada a
F
x → (x, f (x)) −
→ F (x, f (x)) = 0,

se tiene
∂F ∂F
(x, f (x)) + (x, f (x))f 0 (x) = 0.
∂x ∂y
∂F
Si ∂y
(x, f (x)) 6= 0, se puede despejar y se tiene

∂F
− (x, f (x))
f 0 (x) = ∂x .
∂F
(x, f (x))
∂y

Enunciamos ahora una versión particular del teorema de la función implı́cita.

Proposición 4.3.1. Sea A un abierto de Rn y f : A → R de clase C 1 . Supóngase también que en


un punto x0 de A, f (x0 ) = 0 y
∂f
(x0 ) 6= 0,
∂xn
entonces existen abiertos U y U1 de Rn−1 y R, respectivamente, tales que x0 ∈ U × U1 ⊆ A y
g : B → R de clase C 1 tal que, para todo elemento x ∈ U × U1 tal que f (x) = 0, se tiene

x = (x1 , x2 , . . . , xn−1 , g(x1 , x2 , . . . , xn−1 )).

Además, g es única.

Por ejemplo, si
x2 + y 2 − 1,
escribiendo
F (x, y) = x2 + y 2 − 1,
se tiene DF (x, y) = (2x, 2y) y
∂F
(0, 1) = 2 6= 0
∂y

y cerca de (0, 1), la preimagen de 0 bajo F se puede ver como la gráfica de y = 1 − x2 , véase la
Figura 4.2.
70 CAPÍTULO 4. FUNCIONES DE RN EN RM


Figura 4.2: Cerca de (0, 1), F −1 (0) es la gráfica de f (x) = 1 − x2 .

∂F
Sin embargo, (1, 0) = 0, y aquı́ no se puede despejar y en términos de x, al haber dos
∂y
valores, véase la Figura 4.3.

Figura 4.3: .

Teorema 4.3.2 (Teorema de la Función Implı́cita). . Sea A abierto en Rn × Rm , (x0 , y0 ) ∈ A


y
f : A → Rm de clase C 1
tal que f (x0 , y0 ) = 0 y det(Dy f (x0 , y0 )) 6= 0, donde Dy f (x0 , y0 ) corresponde a las últimas m colum-
nas del Jacobiano de f en (x0 , y0 ). Entonces existen abiertos U y V de Rn y Rm , respectivamente,
tales que (x0 , y0 ) ∈ U × V ⊆ A y

g : U → Rm de clase C 1

única, tal que ∀(x, y) ∈ U × V tal que f (x, y) = 0, se tiene que (x, y) = (x, g(x)).

Esto es, este teorema nos dice cuándo podemos despejar un cierto sistema de ecuaciones.

Ejemplos.

1. Dada la ecuación
4x2 − 8y 2 − 8z 2 = 1, (4.6)
4.3. FUNCIONES IMPLÍCITAS 71

consideramos la función F : R2 × R → R tal que

F (x, y, z) = 4x2 − 8y 2 − 8z 2 − 1,

entonces DF (x, y, z) = (8x, −16y, −16z).


p
Al reemplazar y por y 2 + z 2 , se observa que la ecuación (4.6) es el hiperboloide de dos
mantos que se obtiene como la superficie de revolución de la hipérbola 4x2 − 5y 2 = 1, véase
la Figura 4.4.

Figura 4.4: .

En el punto ( 12 , 0, 0), no se puede obtener z como función de x y y, lo cual geométricamente


∂F 1
es claro, además ( , 0, 0) = 0.
∂z 2
q ∂F
Sin embargo, en (1, 0, 38 ), es distinta de 0 y z localmente es función diferenciable de x
∂z
y y, ver Figura 4.5.

Figura 4.5: .

2. Consideramos las ecuaciones (


2x + 3y + 4z = 0
,
x2 + 2y 2 + 4z 2 = 8
es decir, la intersección de un plano por el origen y un elipsoide, esto es una curva, ver Figura
4.6.
72 CAPÍTULO 4. FUNCIONES DE RN EN RM

Figura 4.6: .

En nuestro contexto,

F (x, y, z) = (2x + 3y + 4z, x2 + 2y 2 + 4z 2 − 8)


 
2 3 4
y DF (x, y, z) = ,
2x 4y 8z

3 4
en (2, 0, −1), la función se anula y 6= 0, por lo que cerca de ese punto y y z son
0 1
funciones diferenciables de x, se considera f : R × R2 → R2 .

3. Sean (
log(xy) + z = 0
,
y 2 = e2 x + z 3 + 1
es decir, F (x, y, z) = (log(xy) + z, e2 x − y 2 + z 3 + 1),
 
1 1
1 
DF (x, y, z) =  x y ,
−e2 −2y 3z 2

en el punto (1, e, −1),


1

1 3

= + 2e 6= 0,

e
−2e 3 e

y (y, z) cerca de (1, e, −1) son funciones diferenciables de x, es decir, localmente la solución
es una curva.

Demostración. (TEOREMA DE LA FUNCIÓN IMPLÍCITA). Sea F : A → Rn × Rm dada por


F (x, y) = (x, f (x, y)), entonces
 
Id 0
DF (x, y) =
Df (x, y)

y det(DF (x0 , y0 )) = det(Df (x0 , y0 ) 6= 0 (desarrollando por menores con respecto a los primeros n
renglones). Se sigue entonces del teorema de la funciòn inversa que existen abiertos W de Rn × Rm ,
4.3. FUNCIONES IMPLÍCITAS 73

U de Rn , V de Rm tales que (x0 , y0 ) ∈ U × V , F (x0 , y0 ) ∈ W y F : U × V → W es biyectiva y


h = F −1 : W → U × V es de clase C 1 .

La función h necesariamente es de la forma h(x, y) = (x, k(x, y)), por lo que si π : Rn ×Rm → Rm
es la proyección π(x, y) = y, entonces f (x, k(x, y)) = f ◦ h(x, y) = π ◦ F ◦ h(x, y) = π(x, y) = y.

Finalmente, si y = 0, F (x, k(x, 0)) = 0, es decir, para cada (x, y) ∈ U × V tal que f (x, y) = 0,
y = k(x, 0), por lo que escribiendo g(x) = k(x, 0), se sigue el teorema. Nótese que g es de clase C 1
en U .

Nótese que el teorema también se puede aplicar para funciones F : Rn × Rm → Rm , para las
cuales existen m columnas linealmente independientes de Dfx , para un punto x en el dominio
de f , función de clase C 1 . Si estas columnas no son las últimas se puede tomar una permutación
σ de {1, 2, . . . , n + m}, de tal manera que las variables que involucran las columnas linealmente
independientes pasen a ser las últimas coordenadas.

Si la permutación es (x1 , . . . , xn+m ) → (xσ(1) , . . . , xσ(n+m) ), entonces

ϕ(x1 , . . . , xn+m ) = (xσ(1) , . . . , xσ(n+m) )

se tiene que f ◦ ϕ cumple la hipótesis del teorema en ϕ−1 , ya que

D(f ◦ ϕ)ϕ−1 (x) = Df (x)Dϕϕ−1 (x) = Df (x)Dϕ,

al ser ϕ lineal.

De esta manera las variables que involucran las columnas linealmente independientes son lo-
calmente funciones de clase C 1 de las restantes.

Teorema 4.3.3. Bajo la notación del teorema de la función implı́cita, la derivada de la función
implı́cita está dada por
Dgx = −[Dy F(x,g(x)) ]−1 Dx F(x,g(x)) ,
donde Dx F corresponde a las primeras n columnas del Jacobiano.

Demostración. Sea G(x) = (x, g(x)), entonces F ◦ G = 0 y


 
 I
D(F ◦ G)x = DF(x,g(x)) DGx = Dx F(x,g(x)) Dy F(x,g(x)) =0
Dgx
= Dx F(x,g(x)) + Dy F(x,g(x)) Dgx ,

por lo que Dgx = −[Dy F(x,g(x)) ]−1 Dx F(x,g(x)) .

Con el objetivo de transparentar esta prueba detallamos la penúltima igualdad. Escribiendo


74 CAPÍTULO 4. FUNCIONES DE RN EN RM

F = (F1 , . . . , Fm ),
 
1 0 ... 0
 0 1 ... 0 
 .. ..

∂F1 ∂F1 ∂F1 ∂F1
  
... ...  . .
 ∂x1 ∂xn ∂xn+1 ∂xn+m   0
 
0 . . . 1


 . .. .. ..
 .. . . .  
∂g1 ∂g1 

  ... ...
 ∂Fm ∂Fm ∂Fm ∂Fm   ∂x1

∂x

n 
... ...  . .
 .. .. 

∂x1 ∂xn ∂xn+1 ∂xn+m  
 ∂gm ∂gm 
... ...
∂x1 ∂xn
∂F1 ∂F1 ∂g1 ∂F1 ∂gm ∂F1 ∂F1 ∂g1 ∂F1 ∂gm
 
+( + ··· + ) ... +( + ··· + )
 ∂x1 ∂xn+1 ∂x1 ∂xn+m ∂x1 ∂xn ∂xn+1 ∂xn ∂xn+m ∂xn 
=
 .. .. 
 . . 

 ∂Fm ∂Fm ∂g1 ∂Fm ∂gm ∂Fm ∂Fm ∂g1 ∂Fm ∂gm 
+( + ··· + ) ... +( + ··· + ).
∂x1 ∂xn+1 ∂x1 ∂xn+m ∂x1 ∂xn ∂xn+1 ∂xn ∂xn+m ∂xn

Ilustramos el teorema anterior calculando la derivada de la función implı́cita del ejemplo 3, en


el punto 1,

1 !−1  !−1 
1 1
 
3
−1 3 −1 1

Dg(1) = − e =− + 2e I 1
−2e 3 −e2 e 2e −e2
e
−1 
3 + e2
   
3 3 + e2 e
=− + 2e I =− 3 , .
e e e
+ 2e 3e + 2e)
Bibliografı́a

[1] W. Fulks. Advanced Calculus: An Introduction to Analysis. Wiley, 1978.


[2] N. Haaser and J. Sullivan. Real Analysis. Dover Books on Mathematics Series. Dover Publica-
tions, 1991.
[3] J. Marsden. Vector Calculus. W. H. Freeman, 2011.
[4] H. Sagan. Space Filling Curves. Springer Verlag, 1991.
[5] M. Spivak. Calculus On Manifolds: A Modern Approach To Classical Theorems Of Advanced
Calculus. Mathematics monograph series. Avalon Publishing, 1971.
[6] R. Williamson, R. Crowell, and H. Trotter. Calculus of vector functions. Prentice-Hall, 1972.

75

Вам также может понравиться