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Nombres:

Crhistian Gil 2017-0275


Leslie Delgado 2017-1290
Brenda Leyba 2017-0519
Salyanna Ponceano 2017-0048
Ismael Wilmot 2013-0430
Yasser Matos 2017-1036

Materia:
Actitud Emprendedora

Grupo:
4

Tarea:
Análisis de la ley de emprendimiento
 Ley de emprendimiento No. 688-16 en la Republica Dominicana

CONSIDERANDO PRIMERO: Que, en los últimos treinta años, en las naciones


desarrolladas, los negocios nuevos con menos de cinco años han sido responsables de
la mayor creación neta de nuevos empleos.
CONSIDERANDO SEGUNDO: Que la República Dominicana ha mantenido una tasa
promedio de desempleo del quince por ciento los últimos diez años, por lo que resulta
fundamental adoptar políticas que promuevan concomitantemente la creación de
empresas y la disminución del desempleo existente en el país.
CONSIDERANDO TERCERO: Que la Estrategia Nacional de Desarrollo en su Línea de
Acción 3.1.1.1, dispone a cargo del Estado, la necesidad de “Consolidar los mecanismos
de coordinación de las políticas fiscal, monetaria, cambiaria y crediticia, con el propósito
de asegurar la sostenibilidad macroeconómica, impulsar un crecimiento económico alto,
equitativo, sostenido y generador de empleos de calidad...”, por lo que el Estado
dominicano debe comprometerse con la generación de empleo, a través de la creación
de nuevas empresas que generen procesos productivos de valor, faciliten la inserción
en el mercado laboral y permitan desarrollar las capacidades emprendedoras.
CONSIDERANDO CUARTO: Que para promover el desarrollo es preciso ampliar la
base social y de género de la cual surgen los emprendimientos, con la finalidad de
incrementar las fuentes de riqueza económica y el número de emprendedores,
fortaleciendo los canales de movilidad social y fomentando la discusión de las políticas
de emprendimiento entre sectores claves como son el académico, público y privado.
CONSIDERANDO QUINTO: Que la Estrategia Nacional de Desarrollo establece que el
Estado debe simplificar los procedimientos legales y tributarios para la creación y
formalización de las MIPYMES a nivel del Gobierno Central y gobiernos municipales, al
mismo tiempo promover las iniciativas empresariales, tanto individuales como
asociativas, dando especial atención a jóvenes y mujeres y además fortalecer el marco
legal e institucional de apoyo a las MIPYMES, que fomente y propicie el desarrollo
integral de este sector.
CONSIDERANDO SEXTO: Que en República Dominicana no existen en la actualidad
políticas públicas suficientes para el fomento de los emprendimientos, por lo que el
Estado dominicano debe promover el desarrollo emprendedor como una inversión con
visión de
largo plazo y fortalecer las instituciones que contribuyan con el desarrollo de las
capacidades emprendedoras y la innovación, así como la creación de programas de
incubación de negocios y de redes de inversión.
CONSIDERANDO SÉPTIMO: Que según el Índice de Emprendimiento y Desarrollo
Global (GEDI) 2013, se hace evidente la fragilidad del país en los subíndices
“Aspiraciones emprendedoras”, “Transferencia tecnológica” y “Capital de riesgo”, por lo
cual se deben de adoptar iniciativas que permitan profundizar en el diseño de nuevos
productos financieros y una industria de soporte que se adapte a las necesidades y
características de los emprendedores.
CONSIDERANDO OCTAVO: Que es importante promover la ayuda de empresas
existentes a los emprendedores emergentes para conectar a los inversionistas con
experiencia con los nuevos emprendedores a través de mecanismos que fomenten la
transferencia de conocimiento, organización corporativa, metodologías y competencias
para asegurar la sostenibilidad de los nuevos negocios.
CONSIDERANDO NOVENO: Que para una aplicación adecuada de las disposiciones
y estímulos que establece esta ley, es necesaria una mejor definición de roles por parte
de los actores correspondientes, así como mecanismos que permitan la aplicación y
fiscalización de los incentivos y la evaluación del impacto de las políticas públicas
adoptadas por el Estado a favor del emprendimiento.

 Beneficios de la ley de emprendimiento.


El Viceministro de Fomento a las PYMES del Ministerio de Industria y Comercio (MIC),
Ignacio Méndez, sostiene que la Ley 688-16, de Emprendimiento, promulgada por el
Poder Ejecutivo, representa una gran oportunidad de desarrollo para los emprendedores
dominicanos al tiempo que servirá a empresas ya establecidas generando mayores
facilidades para su crecimiento.
Entre los instrumentos de fomento a la financiación, la ley crea el Fondo de
Contrapartida Financiera para el Emprendimiento -CONFIE- bajo la figura de fideicomiso
público y administrado por el Banco de Reservas, que será un fondo de primera
inversión, un mecanismo multisectorial que ofrece financiación a empresas
emprendedoras dominicanas.
Este Fondo propiciará la unificación de la financiación tradicional y la asistencia estatal
para potenciar inversiones a través de contrapartidas, aportando la liquidez que
necesitan emprendedores, innovadores e inventores para llevar al mercado sus
productos, informa una nota de prensa de la Dirección de Comunicaciones del MIC.
La Ley 688-16 tiene el objetivo de crear un marco regulatorio e institucional para el
fomento de la cultura emprendedora, que al mismo tiempo promueva la creación y
permanencia de emprendimientos incorporados formalmente en la economía, mediante
el establecimiento de incentivos y eliminación de obstáculos que permitan su desarrollo
y consolidación en el mercado.
Asimismo, establece un régimen especial para el fomento a la creación y formalización
de empresas sobre la base de la educación, la simplificación de trámites, el
financiamiento y el desarrollo del ecosistema emprendedor dominicano.
La ley de Emprendimiento señala que el Ministerio de Industria y Comercio, juntamente
con el Ministerio de Educación, Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional
(INFOTEP) y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, deben fomentar
la mentalidad y cultura emprendedora, pues son responsables de promover iniciativas
que contribuyan a desarrollar competencias emprendedoras en los dominicanos y las
dominicanas.
De igual forma crea la Red Nacional de Emprendimiento, RD-EMPRENDE, organismo
abierto a todas las instituciones gubernamentales, no gubernamentales, sin fines de
lucro o empresas que se consideren necesarias y que tengan vocación de apoyo a la
generación de empleo y riqueza vía el emprendimiento, para desarrollar las actividades
de la Red.
Demanda la simplificación de trámites administrativos, llamando a las instituciones
gubernamentales que tengan relación con las MIPYMES a facilitar los trámites
administrativos que se realicen ante ellas. El Ministerio de Industria y Comercio (MIC),
a través de su Viceministerio de Fomento a las PYMES, conforme a la ley supervisará
y coordinará el proceso, estableciendo los plazos.
La Ley 688-16 concluye estableciendo facilidades para el ingreso al régimen de
seguridad social, e indica que empresas recién formalizadas por la ventanilla única de
formalización (formalizate.gob.do) como EIRL o SRL y clasificadas como micro o
pequeñas empresas, de acuerdo a la Ley No.488-08, por el Ministerio de Industria y
Comercio, o aquellas microempresas y personas físicas que se formalicen por esa vía,
tendrán un régimen especial de ingreso y cotización al Sistema Dominicano de
Seguridad Social (SDSS), que tendrá una duración de tres años a partir de la fecha en
que se le emita el certificado de registro por la Cámara de Comercio correspondiente.
Esta es la primera pieza legislativa que respalda la iniciativa emprendedora dominicana,
a la vez reconoce la importancia de promover la iniciativa emprendedora como forma de
estimular el desarrollo nacional; es un espaldarazo a los emprendedores y
emprendedoras dominicanas.

 Los emprendedores Sociales en la República Dominica.

Las empresas a partir de la implementación de la ley 688-16 las microempresas: Están


cogiendo fuerza”, aseguran las encuestas, al mostrar uno de los datos: cerca del 49%
de estos negocios tienen 5 años o menos, un 50% mostró beneficios y 26% alcanzó “el
punto de equilibrio” (en el que los ingresos pueden cubrir sus costos de producción y
operación).
Estos datos son bastante positivos si los comparamos con la mortalidad promedio de
las empresas. Al menos en República Dominicana, el 70% de las micro fallece en su
primer año de vida.
Generan empleo. Un 41% de las empresas sociales ha creado puestos de trabajos en
el último año, 40% es dirigida por mujeres y un 59% emplea por lo menos a una persona
con discapacidad.
Son innovadoras. En los últimos 12 meses el 59% ha introducido un nuevo producto o
servicio a la sociedad. El 31% opera en el 20% de las sociedades con más dificultades
socioeconómicas y aun así son sostenibles: 73% genera más del 75% de sus ingresos
mediante el comercio.
Por su naturaleza, los emprendimientos sociales son revolucionarios: negocios cuyo fin
no se limita a satisfacer una necesidad y generar beneficios, pues más allá del lucro,
tienen un fin social. Este tipo de empresas quiere hacer un cambio en el mundo,
provocar una mejoría, transformar hábitos que vienen arraigados en la cultura.
Un buen ejemplo de este tipo de iniciativas es el centro de belleza y movimiento social,
sobre todo Miss Rizos, liderado por la popular bloguera Carolina Contreras.
Mucho antes de establecer su negocio especializado en manejar el cabello rizado,
Contreras tenía un propósito más ambicioso: empoderar a las mujeres de su identidad
natural, hacerles ver que son bellas, aunque no tengan pelo lacio.
Fue en 2014, hace apenas cuatro años, cuando se instaló con un equipo de ¡dos
personas! en la Zona Colonial. Hoy en día, ha crecido tanto que cuenta con 22
colaboradoras.
“El emprendedor social es alguien que sueña con un mundo mejor, y es lo
suficientemente ingenuo para perseguir esos sueños”. Vinod Khosla.

 Desarrollo del emprendimiento en la Republica Dominicana.

El informe que realizó el Banco Mundial en el año 2014, titulado “El emprendimiento de
América Latina. Muchas empresas y poca innovación”, nos señala que el futuro de la
región latinoamericana, y claro de la República Dominicana dependerá de alcanzar un
mayor número de emprendedores, “transformacionales”, de los que existen en la
actualidad. Según el informe, uno de cada tres trabajadores en la región es autónomo o
un pequeño empleador, y los pocos emprendedores llegan alguna vez a contratar un
trabajador, porque la mayoría sigue siendo pequeña, incluso tras décadas de
operaciones.

En el año 2014, el Banco Mundial publicó su informe “Ranking Doing Business”, que “es
la decimoprimera edición de la serie de reportes anuales que analizan las regulaciones
que impulsan la actividad empresarial y aquellas que la constriñen”. Analizan el
procedimiento y el tiempo para la apertura de una empresa, los permisos para realizar
proyectos de construcción, la obtención de energía, la titulación y registro de
propiedades, las dificultades en la obtención de préstamos, la protección de las
inversiones, el pago de los impuestos, el comercio con los países fronterizos, el
cumplimiento de las obligaciones contractuales, la resolución de las quiebras de las
compañías y las relaciones laborales. “Los indicadores se utilizan para analizar los
resultados económicos e identificar qué reformas a las regulaciones empresariales han
funcionado, en dónde y por qué”.

República Dominicana se ubica en este reporte en el lugar 144 de un total de 189 países;
en lo relativo a la facilidad para la apertura de un negocio, en el 2014; y en el 2013
ocupamos el puesto número 138, lo que indica que la posibilidad de mejorar estos
indicadores se ha reducido en -6. En lo relativo al manejo de los permisos de
construcción ocupamos el lugar 121, la obtención de electricidad el 127; el registro de
propiedad el 115; la obtención de crédito el 86; la protección de los inversores el 98; el
pago de impuestos el 106; comercio transfronterizo el 33; el cumplimiento de contratos
el lugar 81, y resolución de la insolvencia el 155. Estos indicadores hay que mejorarlos
si queremos lograr un aumento del número de negocios, la generación de empleos, y el
crecimiento económico.

En República Dominicana se ha impulsado una importante iniciativa pública que sirve


de marco para el fortalecimiento del liderazgo del emprendimiento, denominada
“Estrategia de Emprendimiento de la República Dominicana”, que es el resultado de un
trabajo colaborativo y articulado de múltiples actores de los sectores público y privado
que se unieron para diseñar una estrategia de fomento, promoción y desarrollo del
emprendimiento y la innovación en el país.

A raíz de esta Estrategia, se procura abrir espacios de opinión, diálogo y análisis para
que Instituciones ejecutoras de programas pudieran aportar en el proceso de la creación
de esta estrategia la cual toma como punto de partida los ejes estratégicos (Industria de
Soporte, Financiación, Articulación Institucional, Mentalidad y Cultura y Sistema
Educativo) de la Estrategia Regional de Fomento al Emprendimiento, creada en el
consenso por representantes de los ocho (8) países del Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA).

El emprendimiento es el nuevo motor del desarrollo. Muchos emprendedores son


jóvenes que tienen sueños e ideas y no disponen de recursos para materializarlas y
convertirlas en un producto que genere ingresos y empleos. Necesitan el capital inicial
(Capital Semilla).

Por eso, depositamos ante el Congreso Nacional, en este caso ante el Senado de la
República, un proyecto de ley para crear un Fondo para el Desarrollo e Innovación del
Emprendimiento (FODINE), iniciativa que se enmarca dentro de lo que establece el
artículo 50.2 de la Constitución: “El Estado podrá dictar medidas para regular la
economía y promover planes nacionales de competitividad e impulsar el desarrollo
integral del país”, y la Ley No. 1-12, que establece la Estrategia Nacional de Desarrollo
2030, en su Tercer Eje estratégico, en su objetivo general 3.1 “una economía articulada,
innovadora y ambientalmente sostenible, con una estructura productiva que genera
crecimiento alto y sostenido, con trabajo digno, que se inserta de forma competitiva en
la economía global.”

Este Proyecto de Ley propuesto para la consideración de los colegas legisladores, tiene
por objeto la creación del Fondo para el Desarrollo e Innovación del Emprendimiento
(FODINE), para tener una cultura empresarial innovadora y que nuevos emprendedores
puedan obtener recursos y asesoría para el inicio de sus proyectos. Dicha iniciativa
cuenta con una estructura de nueve (9) capítulos, treinta y cinco (35) artículos, y cuatro
(4) disposiciones finales.

 Ley de emprendimiento para la creación de empresas.


La Ley 688-16 tiene el objetivo de crear un marco regulatorio e institucional para el
fomento de la cultura emprendedora, que al mismo tiempo promueva la creación y
permanencia de emprendimientos incorporados formalmente en la economía,
mediante el establecimiento de incentivos y eliminación de obstáculos que permitan su
desarrollo y consolidación en el mercado.
La ley de Emprendimiento señala que el Ministerio de Industria y Comercio,
conjuntamente con el Ministerio de Educación, Instituto Nacional de Formación
Técnico Profesional (INFOTEP) y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y
Tecnología, deben fomentar la mentalidad y cultura emprendedora, pues son
responsables de promover iniciativas que contribuyan a desarrollar competencias
emprendedoras en los dominicanos y las dominicanas.
De igual forma crea la Red Nacional de Emprendimiento, RD-EMPRENDE, organismo
abierto a todas las instituciones gubernamentales, no gubernamentales, sin fines de
lucro o empresas que se consideren necesarias y que tengan vocación de apoyo a la
generación de empleo y riqueza vía el emprendimiento, para desarrollar las
actividades de la Red.
La Ley 688-16 concluye estableciendo facilidades para el ingreso al régimen de
seguridad social, e indica que empresas recién formalizadas por la ventanilla única de
formalización (formalizate.gob.do) como EIRL o SRL y clasificadas como micro o
pequeñas empresas, de acuerdo a la Ley No.488-08, por el Ministerio de Industria y
Comercio, o aquellas microempresas y personas físicas que se formalicen por esa vía,
tendrán un régimen especial de ingreso y cotización al Sistema Dominicano de
Seguridad Social (SDSS), que tendrá una duración de tres años a partir de la fecha en
que se le emita el certificado de registro por la Cámara de Comercio correspondiente.

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