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EL NARCOTRAFICO EN COLOMBIA

CAUSAS
El consumo de la hoja de coca en la región andina Colombiana, se origina desde
nuestros ancestros indígenas, quienes la utilizaban y la utilizan hasta el momento
como fuente para producir medicamentos, dar fortaleza a su cuerpo, mezclándola
con algunos alimentos y de esta manera contrarrestar las dificultades que tenían
que afrontar al realizar sus trabajos y diferentes actividades que les permitían
sobrevivir.
Posteriormente, la conquista, la colonización y la creación de la república, replegó
a los indígenas a los lugares más apartados de nuestro país, llevando consigo sus
costumbres, tradiciones, en otras palabras, su cultura.
Posteriormente y con la instalación de la república y la influencia de países
extranjeros empieza en nuestro país a principios del siglo XX el procesamiento de
la hoja de coca dando origen a lo que hoy conocemos como la cocaína y sus
derivados, proyectándose como una industria a gran escala en la década de
1970, debido a la creciente demanda mundial por este producto.
Junto a la coca, en esta época surgen otras plantas como la mariguana y la
amapola como fuentes de nuevos estupefacientes.
Según la revista “colombiainfo” El cannabis y los estimulantes del tipo de la
anfetamina se convirtieron en un gran negocio ilícito en los decenios de 1960 y
1970, pero pronto fueron superados por la cocaína. El cultivo de la adormidera
(amapola) comenzó a fines del decenio de 1980, y la heroína es un fenómeno
propio del decenio de 1990.
Otros factores que motivaron y aun motivan, la comercialización de las drogas
ilícitas hacia el exterior fue la ubicación geográfica de nuestro país; cercano a
grandes mercados, acceso a dos océanos, buen suelo y clima, una amplia oferta
de mano de obra y personas muy emprendedoras y trabajadoras.
De esta manera se inicia la estructuración de un negocio rentable que dio origen
posteriormente a la aparición de personas que lo lideraban, creando en nuestro
país bonanzas marimberas, cocaleras y amapoleras, que permitieron el
fortalecimiento del narcotráfico y la organización de estos líderes en carteles,
convirtiendo a Colombia en el principal productor de estupefacientes en el mundo
Según la fuente citada anteriormente: Colombia es el principal proveedor mundial
de cocaína y produce por lo menos 300 toneladas métricas al año, o sea el 66%
de la producción total. Produce por año aproximadamente 6 toneladas métricas de
heroína. Actualmente se cultivan en Colombia 122.500 hectáreas de coca, 7.500
hectáreas de adormidera y 5.000 hectáreas de cannabis. Los cultivos, la
producción y el tráfico ilícitos dan trabajo a aproximadamente 200.000 personas y
generan un ingreso anual estimado en 2.200 millones de dólares. Uno de los
principales mercados para la cocaína es Estados Unidos, mientras que el
cannabis se vende especialmente en los mercados internos y
europeos.
A partir de 1970 el tráfico de cocaína comenzó a introducir a Colombia en la mafia
de los carteles de Cali y Medellín, suministradores del 80% del mercado de
Estados Unidos. La guerra contra los narcotraficantes, que sumió al país en el
terror, donde asesinaban ministros, candidatos presidenciales, jueces, policías y
todas las personas que se opusieran a sus propósitos, considerando la extradición
como un atentado contra la seguridad de las personas que lideraban dichos
carteles.
Frente a estos actos considerados como narcoterroristas donde morían
centenares de personas inocentes, Colombia solicita ayuda a estados unidos y de
esta manera empiezan a dar duros golpes a los carteles de la droga,
especialmente al cartel de Medellín quien era el que tenía una lucha frontal con el
gobierno colombiano, logrando en el año 1993 desmantelar dicho cartel dando de
baja al máximo capo Pablo Escobar,
Los carteles de Cali y Medellín, habían infiltrado por mucho tiempo a la
institucionalidad colombiana, buscando poder político, es por esto que después de
la muerte de Pablo Escobar, en 1994 el Cartel de Cali financio la campaña
presidencial de Ernesto Samper, quien sobrevivió a los cuestionamientos sobre
este tema, pero tuvo unas consecuencias desastrosas. Una de ellas fue que
Estados Unidos busco debilitar su gobierno con una recesión en la ayuda a
Colombia. Esta fue una razón por las cuales la coca y los ejércitos ilegales
crecieron en la década de 1990.
En los últimos años se han logrado progresos en poner fin a la impunidad de que
gozaban en el país los carteles delictivos y sus redes de apoyo. Los organismos
encargados del cumplimiento de la ley en Colombia han logrado encarcelar a
decenas de los principales dirigentes, incluso algunos de los más notorios. Se han
decomisado y destruido grandes cantidades de drogas ilícitas. Se han introducido
o mejorado leyes relativas a las condenas carcelarias, el lavado de dinero y la
incautación de activos, y nuevamente es posible extraditar, dentro de ciertos
límites, a nacionales colombianos buscados en otros países por delitos
relacionados con las drogas.
https://www.colombia.com/colombiainfo/nuestrahistoria/narcotrafico.as
p
Después del desmantelamiento de los grandes carteles de la droga en Colombia,
el negocio del narcotráfico en el país entró en una nueva etapa mucho más difícil
de combatir y tan lucrativa como en la época del auge de los carteles de Medellín
y Cali.
A pesar de que el Estado colombiano ha sido exitoso en el desmantelamiento de
los grandes carteles de la droga, los cultivos ilícitos siguen en aumento y el
negocio va creciendo. Sofisticados, con más educación, reunidos en
organizaciones pequeñas, con visión global y bajo perfil, los narcotraficantes de
hoy son muy distintos a los del pasado.
Según la revista SEMANA.COM quien entrevistó a Michael Kenney, del
departamento de ciencia política de la Universidad de la Florida, en Estados
Unidos, quien acaba de publicar una investigación sobre las nuevas
organizaciones criminales de narcotraficantes colombianos, afirma:

“Ahora las organizaciones en general son más pequeñas y son más


especializadas. Anteriormente había unos grupos que se llamaban carteles que
tenían sus propios laboratorios de procedimiento y sus redes se extendieron hasta
Estados Unidos y Europa. Ahora la industria es más fragmentada, existen más
grupos pequeños, y algunos de estos tienen miembros que trabajaban en los
carteles”
“Otra diferencia muy marcada es que los grupos de ahora, mantienen perfiles más
bajos, son más sutiles en el manejo de cosas como el gasto de dinero y las
inversiones son más discretas. Otra diferencia es que las organizaciones son más
sofisticadas en el sentido de cumplir sus actividades, son más sofisticados en
exportar la droga. Hace 20 años no creo que hubieran conteiners o
minisubmarinos bajo un barco, pero ahora existen. No había un entrenamiento
formal para mulas como existe ahora. Esto no quiere decir que los narcos son
científicos nucleares, no tienen que ser tan inteligentes para enviar la droga de
Colombia a otro país, pero ahora las organizaciones son más pequeñas y más
sofisticadas en su comportamiento.”
“Uno cree que lo que ha pasado es que ahora en Colombia hay más
organizaciones independientes y más pequeñas, que están enviando menos
droga, entonces sus ganancias son menores. También muchas organizaciones
colombianas ya están vendiendo, no directamente, a Estados Unidos, pero son
intermediarios, es decir, se venden a otros grupos criminales, mexicanos, rusos, y
esa es ya la fase final, para vender a los países exportadores. Yo creo que como
la industria es más difusa en general, las ganancias son más distribuidas, no hay
cinco o 10 personas que controlan el 60 por ciento de la cocaína a Estados
Unidos. Ahora hay centenares de personas que están ganando bien, aunque no
tanto como los capos de los carteles”

Todo esto lleva a pensar que la lucha contra el narcotráfico es más compleja
porque anteriormente el estado sabía mucho más sobre los carteles que lideraban
el negocio , en comparación con muchas organizaciones que existen hoy y de las
que no se sabe quiénes son los miembros. Es difícil decir que hay una
organización muy típica porque en realidad hay mucha oscuridad sobre la
industria.
De esta nueva manera de organización del negocio del narcotráfico podemos
entender los actos violentos que existen en nuestro país hacia la población civil ,
que se generan por la disputa de los territorios que producen la droga, las rutas
que se tienen para su exportación, los obstáculos o trabas que encuentran estos
grupos de narcotraficantes para desarrollar esta actividad ilícita, junto a la presión
que existe por parte de las fuerzas armadas por erradicar este flagelo, es una
mezcla de factores que desencadenan en un problema social difícil de controlar
https://www.semana.com/nacion/articulo/la-nueva-mafia-
colombiana/43333-3
CARACTERISTICAS

Para dar una mejor mirada a la problemática del narcotráfico en nuestro país es
importante realizar una comparación a través del tiempo, teniendo en cuenta las
cuatro generaciones que nos anteceden, y que la investigación y análisis del
crimen organizado nos muestra a través de la revista semana

La primera generación
Está conformada por los carteles de Medellín y Cali, que existieron desde los
años 80 hasta 1995. Participaban en todas las etapas del negocio, desde la
producción hasta la distribución. El cartel de Medellín “industrializó el tráfico de la
droga, inicialmente utilizando aviones que pasaban por la isla de Normand Cay
(Bahamas), que había sido comprada por Carlos Lehder.Aunque el Cartel de
Medellín estaba conformado por muchos traficantes, Pablo Escobar era el jefe
indiscutible, y era él quien garantizaba las cargas y regulaba gran parte del tráfico
de cocaína en el mundo”,

Segunda generación:
Después del 95, el negocio ilícito mutó hacia grupos que regulaban etapas
específicas de la producción de droga en el país. Se trata de las Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC) y del cartel del Norte del Valle, cuya vigencia duró
hasta el 2008. En este tipo de organizaciones “no había un líder absoluto, y
ciertas facciones dentro de las federaciones terminaron enfrentándose entre sí por
el control de las rutas y las propiedades del narcotráfico”.
En sus inicios, el cartel del Norte del Valle estuvo liderado por Orlando Henao
Montoya. Tras su muerte en 1998, en la cárcel de La Picota, en Bogotá, la
organización sobrevivió un tiempo. Sin embargo, “surgieron tensiones entre sus
diferentes socios, lo cual dio lugar a una guerra entre Diego Montoya, mejor
conocido como Don Diego, y Wilber Varela, más conocido como Jabón, que peleó
con sus ejércitos privados, Los Machos y Los Rastrojos”.
La situación de las AUC fue muy similar a la del cartel de Norte del Valle. Aunque
Carlos Castaño era la cara visible de la organización, con el pasar del
tiempo “varios de estos bloques terminaron enfrentándose entre sí, como las
Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC) contra el Bloque Centauros, y la
guerra que enfrentó al Bloque Metro con una alianza de unidades paramilitares
encabezada por Diego Murillo, mejor conocido como Don Berna"

La tercera generación:
Comenzó a existir hacia el año 2008, con el nacimiento de las Bacrim y terminó
con el nacimiento de la cuarta, en el año 2017. Tras la fragmentación de las AUC,
comandantes de nivel medio aprovecharon la oportunidad para apoderarse del
narcotráfico. Se crearon así dos grandes redes rivales, Los Rastrojos y Los
Urabeños. La investigación señala que los Rastrojos desaparecieron un tiempo
después, luego de que su líder, Javier Calle Serna, alias Comba, se entregara al
gobierno estadounidense, por lo que solo quedaron los Urabeños.
En un inicio, las organizaciones tenían el poder para controlar diferentes etapas
del negocio ilícito, sin embargo, tal situación ha cambiado. “Dairo Antonio Úsuga
David, mejor conocido como Otoniel, el jefe de Los Urabeños, ejerce control
directo sobre apenas un tercio de quienes utilizan el nombre de la franquicia
Autodefensas Gaitanistas de Colombia, y se encuentra bajo constante presión de
la fuerza de seguridad, lo que significa que no puede dirigir las operaciones diarias
de su fragmentada red”.

Cuarta generación
Nació con la salida de las FARC del negocio ilícito, bautizada por InsightCrime,
como los invisibles. En esta etapa cambia tanto el perfil del capo como la
estructura interna de la organización. Se trata de una forma de narcotráfico
camuflada en el sistema financiero y difícil de rastrear. “El narcotraficante de hoy
prefiere esconderse a plena vista, bajo la fachada de empresario exitoso, evitando
la ostentación y la violencia extrema que caracterizaron a generaciones
anteriores”,
Los invisibles representan solamente la parte más profunda de la organización.
Hay otras dos líneas que componen la estructura de la organización. La segunda
de ellas está compuesta por los jefes visibles que se conocen en los medios de
comunicación y en los informes judiciales. “Aquí tenemos a los disidentes de las
Farc, Los Urabeños y diversos actores criminales, como es el caso de
narcotraficantes extranjeros como el cartel de Sinaloa. Estas son las estructuras
encargadas de la mayor parte del trabajo pesado en términos de protección y
regulación de la producción de cocaína”.

Por último, está la mano de obra criminal conformada por subcontratistas, sicarios
y pandillas. La investigación aseguró que, en términos generales, esta es la parte
más especializada y menos importante de las organizaciones criminales. Además,
concluye afirmando que “en su mayoría, este segmento está conformado por
delincuentes de bajo nivel y pistoleros por contrato, empleados para hacer el
trabajo más ingrato, la protección de cargamentos, asesinatos o simplemente para
distraer a la policía y a los organismos de seguridad”.
https://www.elespectador.com/noticias/judicial/las-cuatro-
generaciones-del-narcotrafico-en-colombia-articulo-744348

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