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Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología

versión On-line ISSN 1561-3100

Rev Cubana Ortop Traumatol v.10 n.1 Ciudad de la Habana ene.-


jun. 1996

Hospital Pediátrico Docente "Juan Manuel Márquez". Hospital


Ortopédico Nacional Docente "Frank País". Ciudad de La Habana
Tratamiento de las fracturas diafisarias del
fémur en la infancia
DR. ANTONIO R. ACOSTA MOREJON,1 DR. LUIS O. MARRERO
RIVERON,2 DR. JOSE A. RODRIGUEZ-TRIANA ORUE,3 DR.
ALBERTO O. IBIETATORREMENDIA BASTERRECHEA,1 DRA.
MAYLEN GARCIA ALFONSO1 Y DR. RAUL LORIE GONZALEZ1

1. Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatologia.


Hospital Pediátrico Docente "Juan Manuel Márquez".
2. Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatologia.
Servicio de Mienbros Inferiores. Hospital Ortopédico
Nacional Docente "Frank País".
3. Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatologia.
Jefe del Servicio de Ortopedia. Hospital Pediátrico
Docente "Juan Manuel Márquez".

Acosta Morejón AR, Marrero Riverón LO, Rodriguez-Triana


Orúe JA, Ibietatorremendía Basterrechea AO, García
Alfonso M, Lorié González R. Tratamiento de las fracturas
diafisarias del fémur en la infancia. Rev Cubana Ortop
Traumatol 1996;10(1): - .

Resumen
Se realizó un estudio retrospectivo descriptivo de los 91
pacientes ingresados con fracturas diafisarias del fémur en el
Servicio de Ortopedia del Hospital Pediátrico Docente "Juan
Manuel Márquez" entre enero de 1991 y diciembre de 1994. El
67 % de la muestra pertenecía al sexo masculino. Ochenta y
cuatro de los pacientes presentaban fracturas cerradas. Los
accidentes del tránsito fueron el agente causal más frecuente.
Se instituyó tratamiento conservador a 67 niños (73,6 %). Los
resultados finales se evaluaron como satisfactorios en el 95,6 %
de los pacientes.

Palabras clave: FRACTURAS DEL FEMUR/terapia; DIAFISIS;


ESTUDIOS RETROSPECTIVOS; EPIDEMIOLOGIA DESCRIPTIVA.

Las fracturas de los niños merecen especial consideración: no se


trata, simplemente, de huesos rotos en adultos pequeños.

Las fracturas de la diáfisis femoral figuran entre las más comunes


que se observan en la práctica traumatológica. Según Canale, en el
niño en crecimiento, la mayoría de las fracturas femorales ocurre
en la diáfisis. Como el fémur es el mayor hueso del organismo y
uno de los principales para la sustentación de la extremidad
inferior, sus fracturas acarrean prolongada incapacidad si no se
realiza un tratamiento adecuado.

Se dispone de varias alternativas satisfactorias de tratamiento,


tanto conservadoras como quirúrgicas, para la atención de las
fracturas de la diáfisis femoral en niños. En el presente trabajo se
dan a conocer los resultados obtenidos con el empleo de algunas de
ellas.

Material y métodos
Se revisaron las historias clínicas de los 91 pacientes ingresados
en el Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital
Pediátrico Docente "Juan Manuel Márquez" entre enero de 1991
y diciembre de 1994 (ambos inclusive), por presentar fracturas
de la diáfisis femoral. El período de seguimiento osciló entre 1 y
3 años.

Se emplearon como tratamientos conservadores las tracciones


cutáneas de Bryant y de Hamilton-Russell; las tracciones
esqueléticas 90E - 90E y la tracción en férula de Böhler-Braun. Se
tuvo en cuenta, para utilizar una u otra, la edad del paciente, su
talla, peso y desarrollo muscular.

Cuando clínicamente no existía dolor, se palpaba la formación del


callo óseo y las radiografías constataban su formación. Se colocó
una espica de yeso pelvipédica. Esta se mantuvo (en términos
generales) de 6 a 8 semanas en los pacientes de hasta 5 años y de
8 a 12 semanas en los niños mayores de 5 años de edad.

Los tratamientos quirúrgicos se emplearon cuando las fracturas


eran abiertas, en niños politraumatizados y en los que presentaban
retardo de la consolidación o seudoartrosis.

Se realizaron controles radigráficos, una vez retirada la espica de


yeso, cada 3 meses durante el primer año y semestralmente
durante el segundo.

Los resultados finales se evaluaron de la siguiente forma:

Buenos:

- Ausencia de dolor.
- Movilidad articular normal.
- Discrepancia de longitud de menos de 1 cm.
- Consolidación entre las 8 y las 10 semanas.
Regulares:
- Ausencia de dolor.
- Limitación de los movimientos extremos en las
articulaciones de la cadera y la rodilla.
- Discrepancia de longitud entre 1 y 2 cm.
- Consolidación entre las 10 y 12 semanas.
Malos:
- Presencia de dolor.
- Limitación de los movimientos articulares de la rodilla a
menos de 90E.
- Discrepancia de longitud mayor de 2 cm.
- Deformidad.
- Presencia de retardo de la consolidación o
seudoartrosis.

Análisis y discusión de los resultados


El mayor número de fracturas diafisarias femorales se presentó
en los años 1994 y 1991 (tabla 1), con 31 y 28 pacientes,
respectivamente (34,0 y 30,8 %); la menor cifra se recogió en
1993, con sólo 14 casos (15,4 %). Entre enero de 1981 y enero
de 1990, en el Hospital Pediátrico Docente "William Soler",
fueron atendidos un total de 230 pacientes con este diagnóstico
(Núñez de la Llana J. Estudio retrospectivo de niños portadores
de fracturas diafisarias del fémur [trabajo para optar por el
título de Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatología].
1994. Hospital Ortopédico Nacional Docente "Frank
País"/Hospital Pediátrico Docente "William Soler", La Habana.).
La mayor cifra se recogió en el año 1983 (31 casos). Mientras
que Boza Miranda reportaba, entre 1979 y 1984, 120 fracturas
(Boza Miranda JL. Fracturas diafisarias de fémur y su
tratamiento en niños [trabajo para optar por el título de
Especialista de I Grado en Ortopedia y Traumatología]. 1988.
Hospital Pediátrico Docente "Eduardo Agramonte Piña+,
Camagüey.). Todo lo anterior demuestra la elevada frecuencia
con que se presenta la fractura femoral en nuestros servicios de
urgencia pediátrica.

El grupo de edad más afectado (tabla 1) fue el comprendido entre


los 10 y los 14 años, con 32 niños (35,3 %); entre los 0 y los 4
años se reportaron 30 (32,9 %) y entre los 5 y los 9 años, 29 (31,8
%).

TABLA 1. Grupos etáreos


Grupos etáreos (años)

Año 0-4 5-9 10-14 Total

1991 8 6 14 28

1992 4 7 7 18

1993 6 3 5 14

1994 12 13 6 31

Total 30 29 32 91
Fuente: Historias clínicas. Archivo Hospital Pediátrico Docente
"Juan Manuel Márquez".

En la figura 1 se muestra que el sexo masculino fue el más afectado


(61 pacientes; 67,0 %). Ello puede deberse a la influencia que tiene
el grado y tipo de actividad que desarrollan los varones. Similares
resultados obtuvieron Martínez Couce (Martínez Couce I.
Tratamiento de las fracturas diafisarias en niños: estudio analítico
[trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en
Ortopedia y Traumatología]. 1989. Hospital Pediátrico Docente
"Abel Santamaría", Pinar del Río.) y Orduña.
Figura 1

El 52,75 % de los pacientes (48 niños) sufrieron fractura del fémur


izquierdo, mientras que en el 46,2 (42 niños) se produjo en el lado
derecho. Existió un caso de afección bilateral (1,1 %). En este
aspecto nuestros resultados no coinciden con los de otros autores.
Núñez de la Llana, Boza Miranda y Martínez Couce obtuvieron la
mayor incidencia en el lado derecho, y Orduña encontró igual
número en ambos lados.

Las fracturas cerradas (figura 2) fueron más frecuentes (84


pacientes; 92,3 %) que las abiertas (7 pacientes; 7,7 %). Miettinen
informa el 2,16 % de fracturas diafisarias del fémur del tipo
abiertas y el 97,84 % de fracturas cerradas. Canale1 plantea que la
fractura femoral expuesta es rara en niños, por poseer una bisagra
perióstica fuerte y gruesa.

Figura 2

Iglesias Duquesne y Melo Horge señalan que el atropello por


vehículos motorizados constituye una problemática actual y que el
aumento del tránsito, la imprudencia, la impericia o la negligencia
favorecen la ocurrencia de los accidentes.

Nafei señaló que de los 138 pacientes de su serie, el 43,1 % tuvo


un accidente del tránsito como causa productora del trauma. En
este trabajo pudimos constatar (tabla 2) que el mecanismo directo
fue el más frecuente (80,2 %) y, dentro de éste, correspondió a los
accidentes del tránsito la causa principal que produjo la fractura en
69 pacientes (75,8 %).

TABLA 2. Mecanismo de producción


Mecanismo Frecuencia de %
producción absoluta

Directo Accidente 69 75,8


del tránsito

Aplastamiento 3 3,3

HPAF 1 1,1

Subtotal 73 80,2

Indirecto Caída de 14 15,4


altura

Subtotal 14 15,4

Fractura 3 3,3
Osteogénesis
patológica
imperfecta

Raquitismo 1 1,1

Subtotal 4 4,4
Total 91 100,0
HPAF: herida por arma de fuego.

Fuente: Historias clínicas. Archivo Hospital Pediátrico Docente "Juan


Manuel Márquez".

De ahí que muchos de los fracturados del fémur sean pacientes


politraumatizados, resultado de una gran violencia externa.

El tercio medio de la diáfisis femoral fue el más frecuentemente


fracturado (63 pacientes), al que le siguieron los tercios superior e
inferior, respectivamente (16 y 12 pacientes). Ello corrobora lo
planteado por la literatura mundial, donde se define a la fractura
del tercio medio del fémur como la fractura diafisaria clásica.

Primó el trazo fracturario transversal con el 46,1 % (42 pacientes);


seguido del trazo oblicuo en 27 niños, para el 29,7 %; en tercer
lugar el trazo espiroideo en 14 pacientes (15,4 %) y, por último, las
fracturas conminutivas en 5 pacientes (5,5 %). Hubo 3 pacientes
con fracturas en tallo verde (3,3 %) (figura 3).

Figura 3

En la figura 4 se puede apreciar que el mayor número de pacientes


fue sometido a tratamiento conservador (67 niños; 73,6 %). Casi
todas las fracturas femorales en los niños son lesiones cerradas y
deben tratarse por métodos cerrados. El niño tolera bien la
inmovilización durante largos períodos sin contracturas ni rigidez
permanente de las articulaciones. Por lo tanto, la movilización
articular temprana es innecesaria y puede procederse a una
inmovilización prolongada.1

El fémur está muy bien irrigado de sangre y la reposición de sus


fracturas es usualmente tan rígida que lo difícil es impedir que se
unan los fragmentos, según plantea Boza Miranda,
independientemente del tipo, localización de la fractura o del
método de tratamiento.1 Mientras más pequeño sea el niño, más
rápido será el proceso de consolidación. En el niño mayor debemos
esperar un potencial de remodelación menor.

Pero, es conocido que se producen aceleraciones en la tasa de


crecimiento diafisario en los huesos largos de los niños con
posterioridad a una fractura; se produce, por tanto, un
hipercrecimiento de la extremidad lesionada.

Ello es motivado por el aumento de la vascularización del periostio


fracturado y provoca en todos los casos una dismetría final en los
miembros inferiores.3

Por la razón anterior, algunos autores aconsejan -para prevenir


dicha dismetría final- la realización de una reducción con
cabalgamiento de los extremos fracturados. Esta varía,
dependiendo de los autores: según Orduña y Morales, Neer
aconseja cabalgar 3 cm, Bardford y Bathfield consideran que debe
ser de 2 cm, mientras que Edvarsen y Griffin proponen 1,5 cm.3
Por ello, estamos de acuerdo en que es preferible, estando el eje
del hueso alineado, dejar cierto cabalgamiento de los fragmentos
óseos, que estimamos debe medir entre 1,5 y 2 cm, y, al igual que
Canale,1 aceptamos un sobrecrecimiento femoral de
aproximadamente 1 cm después de la consolidación.

En las fracturas de la diáfisis femoral pediátrica, el tratamiento


clásico consiste en la aplicación de tracción y suspensión
balanceada, sin manipulación de la lesión.

El tratamiento de la fractura diafisaria femoral generalmente es


edad dependiente y debe ser individualizado para cada paciente. En
los niños menores de 5 años el tratamiento quirúrgico está
raramente indicado; sin embargo, en los mayores de 5 años y en
los adolescentes debe ser tomado en cuenta. Utilizamos la tracción
de Bryant en niños de hasta 2 años de edad; la de Hamilton Russell
en niños comprendidos entre los 2 y los 7 años. Entre los 8 y los 10
empleamos la tracción esquelética 90E - 90E y a partir de los 10
años de edad la tracción esquelética en férula de Böhler-Braun.

El tratamiento quirúrgico (figura 4) se le aplicó a 24 pacientes (26,4


%), en la mayoría de ellos se empleó la tracción por presentar
fracturas abiertas o ser politraumatizados; además, el empleo de
los fijadores externos en niños con traumas craneales y en los
politraumatizados ofrece resultados excelentes., Varios autores9,
recomiendan su uso en las fracturas femorales aisladas en los niños
de 4 y 12 años debido a los buenos resultados obtenidos y a las
escasas complicaciones.

En 9 niños se utilizó el enclavijado intramedular de Kuntscher;


todos eran mayores de 12 años de edad. Su utilización acarrea un
mínimo de complicaciones y escaso sobrecrecimiento.

Además, se efectuaron 2 osteosíntesis con placa AO más injerto


óseo y 1 cerclaje de alambre. Aunque en reportes recientes ha
disminuido la frecuencia de sobrecrecimiento y de discrepancia de
longitud de los miembros inferiores, y aunque la reducción que se
logre sea anatómica, Canale1 prefiere otros métodos en los niños en
crecimiento y sólo las utiliza ocasionalmente en las fracturas
subtrocantéricas. Los retardos de la consolidación y la seudoartrosis
son más frecuentes después de la reducción y fijación con placas
que con otros métodos.

Se practicaron 2 osteotomías en rosario en pacientes con


osteogénesis imperfecta.

Se describe un gran número de complicaciones:12,14,

- Seudoartrosis
- Consolidación viciosa
- Retardo de la consolidación
- Deformidad rotacional
- Refractura
- Rigidez de la rodilla
- Discrepancia de longitud de miembros inferiores
- Problemas psicológicos
- Osteomielitis
De los pacientes tratados con métodos conservadores, sólo 9
tuvieron complicaciones (13,4 %); mientras que de los tratados por
métodos quirúrgicos 11 presentaron complicaciones (45,8 %) (tabla
3). Estos resultados son similares a los de Cramer17 y a los de
Alonso.14

TABLA 3. Complicaciones según tratamiento empleado


Tratamiento Frecuencia absoluta %
Complicaciones

Conservador 8 11,94
Discrepancia " 1
cm

Fractura mal 1 1,49


consolidada

Subtotal 9 13,43

Osteomielitis 3 12,5

Quirúrgico 1 4,16
Pseudoartrosis

Dehiscencia de 1 4,16
sutura

Retardo de 2 8,3
consolidación

Absceso del muslo 1 4,16

Discrepancia " 1 cm 2 8,3

Subtotal 11 45,83

Total 20 21,97
Fuente: Historias clínicas. Archivo Hospital Pediátrico Docente
"Juan Manuel Márquez".

Según la evaluación final, el 83,5 % de nuestra serie fue evaluado


de bueno (76 pacientes), 12,1 % de regular (11 pacientes) y sólo el
4,4 % (4 pacientes) de malo. (figura 5).

Figura 5

Conclusiones
En nuestro estudio los accidentes del tránsito constituyeron la
causa fundamental de las fracturas diafisárias femorales
pedíatricas.

El tratamiento conservador de las fracturas difisárias femorales en


el niño ofrece resultados alentadores.

El tratamiento quirúrgico se debe reservar para los niños que


alcanzaron la madurez esquelética o están por alcanzarla, así como
en las fracturas abiertas y en los grandes politraumas.

© 2014 1999, Editorial Ciencias Médicas

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