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RESUMEN CON PALABRAS CLAVE
El “chigüiro” o “capibara” (Hydrochaeris hydrochaeris) es el roedor viviente más grande
del mundo. ... El chigüiro tiene adaptaciones anatómicas y fisiológicas especiales que le
permiten tener una dieta herbívora, con alta eficiencia digestiva, comparable a la de los
rumiantes (Ojasti 1973, Alho y Cleber 1986).
JUSTIFICACION
El establecimiento de un sistema Silvopastoril (SS) para la producción y aprovechamiento
de la especie chigüiro (hydrochaeris hydrochaer s) en la zoo crianza que representa
un gran beneficio ecosistemico de fauna y flora, para esta zona de vida y que se ajusta a
las nuevas realidades y necesidades de practicas de consumo y comercio en el área de
influencia que corresponde al El Municipio de Aguazul (Casanare) y que sirve como
estrategia para la protección y la conservación del medio ambiente y además contribuye a
mitigar los impactos del cambio climático que se presenta actualmente a causa de los
monocultivos (arroz, piña, etc.) y la ganadería.
Talabartería[editar]
Son cazados por su piel y su carne.20 En las regiones del cono sur americano (rioplatense) hay
cazadores profesionales conocidos como «carpincheros», que practican la caza del citado
mamífero con fines comerciales. También son muy numerosas las personas que los cazan
para uso propio, y del mismo se suela aprovechar su piel como un cuero, de color marrón
claro y con pequeñas manchas más claras, el cual es especialmente apreciado para la
talabartería en Venezuela, Paraguay y en la Argentina para la confección de guantes, calzado,
cinturones y chaquetas de cuero. También a partir de la misma se elaboran bridas, monturas y
fústigas.21 De la grasa del capibara se extrae su aceite, el que se emplea como un
medicamento de origen natural.
OBJETIVOS
General
El objetivo es la implementación de un sistemas silvopastoril en bancos forrajeros como
herramienta para la recuperación de los componentes ambientales en la cría, producción
y protección de la especie chigüiro (hydrochaeris hydrochaer s) con un, en el Municipio de
Aguazul (Casanare).
Especificos
Integrar los subsectores pecuario, agrícola y forestal como una alternativa de uso del suelo en
forma sostenible y sustentable en el tiempo, integrar el árbol intensificando la producción de los
sistemas pecuario y agrícola tradicionales y a la vez diversificar plantas y animales. La estrategia
busca reducir la presión sobre los bosques primarios y de galería evitando los actuales problemas
de degradación de los recursos suelo, agua y biodiversidad que son atribuidos a la explotasión de
la frontera ganadera y agrícola.
Con el sistema silvopastoril se van a establecer cercas vivas con árboles nativos y los
bancos forrajeros se realizarán fundamentalmente con Botón de Oro y Matarratón
se busca que el ganadero dueño del predio mediante la asesoría prestada realice la
respectiva ordenación predial ambiental dentro de sus fincas a fin de que sean
identificadas las áreas prioritarias de cada espacio y así delimitar las zonas de producción,
restauración o bien sea de conservación con el objetivo de que sus territorios sean
sostenibles.
ANTECEDENTES PROBLEMÁTICA DE LA REGION
La intensa ola de sequía que atraviesa Casanare ha causado desde hace cuatro meses la
muerte por deshidratación de aproximadamente 20.000 animales, principalmente
chigüiros, venados, zorros, peces, tortugas, reptiles y ganado vacuno. El tiempo de
intensas temperaturas, que van entre 40° y 45° centígrados, comenzó desde diciembre del
2013 y no ha cesado.
El impacto ha sido tan fuerte que la Gobernación de ese departamento está estudiando la
factibilidad de declarar emergencia ambiental, de hacerlo, significaría que se harían obras
de mediano plazo como perforación de pozos profundos con equipos de bombeo para
abastecer de agua. Pero el problema no es de falta de pozos sino de una reserva forestal
suficiente pues habrá más sequías y más lluvias extremas. Las regiones que tengan en
mejor estado sus coberturas naturales (como bosques, selvas, entre otros) podrán resistir
mejor estos impactos porque ayudan a regular el agua y los suelos, ya que, si no hay
árboles y una zona forestal bien mantenida, el agua lluvia no se acumula en los pozos y se
generan sequías cada vez más fuertes.
Los animales tienen que caminar kilómetros con su manada para conseguir un pozo de
agua.
En sus largos trayectos, los animales mueren atrapados por el lodo o de sed.
Por otro lado, La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) otorga permisos a
las grandes empresas sin estudiar demasiado si afecta o no el territorio y expide la licencia,
pero no hace seguimiento, no hace un balance de la compensación del daño y no revisa
constantemente si las empresas cumplen o no con la conservación de microcuencas.
La única solución para las largas y fuertes sequías o las inundaciones que aquejan la región
es la reforestación y el cuidado de bosques que contribuyen de igual manera a la
conservación de la flora y fauna, por más pozos que se construyan, será una tarea casi
imposible afrontar el drástico cambio del clima pues no habrá reservas hídricas suficientes
en tiempos de calor ni coberturas naturales que guarden el agua durante tiempos de
lluvia. con relación a las aguas, estas son contaminadas tanto por las compañías petroleras
como por los cultivadores en especial del arroz que utilizan herbicidas (sic) e insecticidas
sin discriminación afectando la ecología de la zona.
Son suficientes motivos y los que quedan sin tratar los que aquejan esta zona del país y
que obedecen a una necesidad practica v cultural de interés en el área de influencia
demandando con urgencia el desarrollo de un Modelo Silvopastoril en bancos forrajeros
(gramíneas y leguminosas) como herramienta para la recuperación de los componentes
ambientales que incluya el aprovechamiento de la especie chigüiro (hydrochaeris
hydrochaer s) en cautiverio como fuente de mitigación económica en el departamento de
Casanare municipio de aguazul.
Con una población de 27.443 habitantes, densidad de poblaciones de 18,9 Km² sus
coordenadas geográficas son Latitud: 5.167, Longitud: -72.55 5° 10′ 1″ Norte, 72° 33′ 0″
Oeste, superficie de 145.500 hectáreas (1.455,00 Km²) altitud, extensión área urbana:
4.23 Km2, Extensión área rural: 143.77 Km2.
Componentes leñosas perennes son aquellas que poseen lignina como elemento de sus tejidos,
tres especies arbóreas propicias para los sistemas silvopastoriles en el piedemonte llanero son; El
yopo (Anadenanthera peregrina), la melina (Gmelina arborea) y la Acacia (Acacia mangium) son
tres especies que aunque no son las únicas, son las más utilizadas y validadas por los centros de
investigación, fundaciones y productores de la región orinocense con magníficos resultados.
Los no leñosos: poseen tejido vegetal poco o no lignificado, no presenta consistencia
rígida, tienen porte bajo y su ciclo de vida es ligeramente inferior a un año. Este
componente incluye cultivos transitorios y semipermanentes, hierba y praderas.
A causa de los múltiples usos de este animal, criar a los chigüiros, en granjas con
fines comerciales es técnicamente viable Corporinoquia entidad encargada de las
políticas relacionadas con el manejo del chiguiro, es muy exigente para el
otorgamiento del certificado de legalidad esto se hace para evitar que se repita la
operación fraudulenta, como la que ocurrió en el 2000 y que permitió el sacrificio
indiscriminado de un gran número de animales.
Corporinoquia entidad encargada de las políticas relacionadas con el manejo del chiguiro,
es muy exigente para el otorgamiento del certificado de legalidad esto se hace para evitar
que se repita la operación fraudulenta, como la que ocurrió en el 2000 y que permitió el
sacrificio indiscriminado de un gran número de animales.
ANALISIS DEL SISTEMA BAJO UNA MATRIZ DOFA (fortalezas ,debilidades, amenazas,
oportunidades)
http://ciatlibrary.ciat.cgiar.org/Articulos_Ciat/biblioteca/Especies_vegetales_utiles_para_si
stemas_silvopastoriles_del_caqueta.pdf
Los animales que serán vendidos en el mercado venezolano saldrán principalmente del
criadero La Aurora de Hatocorozal, sitio en el que desde hace cerca de dos años se trabaja
en el cultivo de dicha especie.
Actualmente este zoocriadero, con una extensión de 20.000 hectáreas, tiene una
población que esta entre los 60 mil a 80 mil chiguiros.
Además de La Aurora existen otros cuatro criaderos en Paz de Ariporo que ya recibieron la
certificación de Corporinoquia para el manejo de dicha especie. Esa autorización se
constituye en un requisito indispensable para que el Ministerio del Medio Ambiente les
otorgue la licencia de exportación.
Además de los cinco zoocriaderos existen otros que están en proceso de legalización.
Muchos de ellos se encuentran en Paz de Ariporo y en Hatocorozal y Trinidad.
Saulo Orduz, encargado en Corporinoquia de las políticas relacionadas con el manejo del
chiguiro, esa entidad es muy exigente para el otorgamiento del certificado de legalidad y
explicó que ello se hace para evitar que se repita la operación fraudulenta, como la que
ocurrió en el 2000 y que permitió el sacrificio indiscriminado de un gran número de
animales.
Para el próximo año Casanare aspira a que se exporten a Venezuela unos 180.000 kilos de
carne en canal. Cada kilo tiene un costo en ese mercado de dólar y medio, actualmente
unos 4.050 pesos.
Tanto Salcedo como Orduz defendieron la rentabilidad del chiguiro y dijeron que incluso es
superior a la del ganado.
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¿Qué hay de fondo en la conocida crisis del sector rural del agro? Desde un punto de vista general los
factores que aducen los agricultores y ganaderos no son relevantes, lo cual no quiere decir que no sean
motivos de protesta en cuanto afectan la vida económica de los habitantes rurales, pero lo que, en
realidad puso en estado de coma la producción agrícola fue una merma considerable de la
productividad, producida por el mal uso paulatino de la tierra, que produjo una merma progresiva de la
producción y entonces, unos más otros menos, vieron reducidas también sus ganancias, lo que generó la
protesta por el reparto de la torta. De tal suerte, que caficultores, ganaderos, palmicultores, arroceros,
papi cultores, productores de leche, que cobijan principalmente a medianos, pequeños, minifundistas
agrícolas de las tierras de ladera típicamente andinas y el gobierno en plena reelección antes de disponer
de unas conclusiones para nuevas políticas del Pacto Agrario, la Misión Rural y la Comisión de Estudios
Cafeteros, ha tenido que utilizar ingentes recursos en forma de subvenciones a los distintos sectores para
calmar el vendaval que afectó de manera grave la credibilidad del gobierno de Santos. Y digo que no son
relevantes factores como el costo de los fertilizantes, otros insumos como los fitosanitarios,
herramientas, así, se reduzcan sus precios y se incremente su utilización, van a remediar el hecho
contundente que es el uso irracional del suelo que nos ha venido presentando preavisos, que indican
que tal uso irracional condujo a un deterioro irreversible de millones de hectáreas de todo el país,
comenzando por las zonas ganaderas de las llanuras cálidas de todo el país, seguido de la ladera andina y
los páramos de nuestras tres cordilleras y por tanto, en estas condiciones el problema político que
plantea hoy el agro tiene que enfocarse con una nueva visión que involucre los factores ambientales
como ejes ineludibles de la solución.
La ganadería ocupa el lugar privilegiado en el deterioro y destrucción del medio ambiente. La catástrofe
del Casanare lo ha opuesto en evidencia. Llevamos más de 500 años derribando la selva, cuyo valor en
especies maderables, recursos biológicos animales y vegetales y bio-diversidad útiles al hombre, es
millones de veces mayor que todo el hato ganadero junto. Es sabido, que producir un kilo de carne
genera 16 kilos de Dióxido de carbono (CO2) y que en Colombia hay unos 24 millones de cabezas de
ganado que en promedio incrementan unos 150 kilos en el año, por lo que, están generando 60 millones
de toneladas de CO2 (25 millones por 150 kg., por 16 kg.), que es equivalente a los generarían unas 6000
industrias, que no las hay en todo el país. Una vaca de unos 400 kilos de peso ha contaminado tanto
como 76 barriles de petróleo y con un hato de 24 millones de cabezas pastando en 35 millones de
hectáreas el impacto destructivo es demoledor por el “ejercicio irresponsable del uso de la tierra”. El
subdirector de Agrología del Instituto Agustín Codazzi el lunes pasado declaró que “la sobreutilización
del suelo con el pastoreo genera una compactación de la tierras y por ende la pérdida de nutrientes: el
ganando puede cambiar la estructura del suelo” La República, 07/04/2014) , por eso, los ganaderos han
visto morir miles de animales que en el solo Casanare la cuantifican en 120.000 millones de pesos, lo
cual demuestra su irracionalidad dado que con esta suma podrían introducir inversiones para cambiar el
modelo depredador, reducir el espacio y mejorar la productividad que tiene un potencial 10 veces mayor
que los remedios que propone Fedegan consistente en volver a sembrar parte de los árboles que antes
derribaron, por un sistema silvopastoril que deja intacto el sistema de latifundio ganadero y de paso
echarse al bolsillo cinco mil millones de dólares que dice Lafaurie costaría la reconversión y que aspira a
que el gobierno se los regale.
La sequía en los Llanos Orientales y en particular en el Casanare ha puesto el dedo en la llaga. El Editorial
del diario La República ya mencionado puso de presente que “La ganadería nada sostenible,
especialmente, la extensiva y la de carne no está en la línea de un modelo productivo eficiente y sigue
abriendo potreros en selvas húmedas y ganándole terreno a los páramos cuando son de leche” Esta
declaración pone de manifiesto las falencias de la ganadería tal y como la llevado hasta ahora y la
irracionalidad que ha impuesto el modelo de cultura del hato típico del Casanare. Puso también en
primer plano un nuevo actor que no ha conmovido: el chigüiro, que desde siempre ha sido considerado
por estos ganaderos como su enemigo natural, que le competía a las vacas por la pastura y al hombre
por los minúsculos cultivos de maíz y yuca. Entonces, la conclusión absurda fue eliminarlo. Uno de los
métodos para hacerlo consiste en las quemas de las sabanas, para sustraerle la comida y obligarlo a
alejarse de la manada vacuna y de la chagra; luego, se concertaron para cazarlo y todos los “colonos” se
reunieron en una feroz cacería para exterminarlos, aprovechando en forma mínima su carne. Pero con la
construcción de carreteras en aquella región, se unieron a los colonos, otros forestaron que montaron la
industria de cazar chigüiros para vender su carne en las ciudades del interior y particularmente en
Venezuela donde esta es muy apetecida, condiciendo a que la especie este virtualmente en vías de
desaparición. Además, la irracionalidad de este modelo de ganadería extensiva consiste en que el
Chigüiro es el animal que mayor cantidad de carne al año produce, pues, con sus 20 crías que sobreviven
y que alcanzan un peso de 30 kilos en el año suman 600 kilos, esto es, cuatro veces más que los vacunos.
También su cuero es uno de los más apetecidos por la industria marroquinera y del calzado. A esto es a
lo que llamo la “cultura del hato”, que no está afincada en la productividad, sino en el prejuicio social de
la “gran propiedad” o cultura de la “geofagia” que respalda a los casanareños por ser el segundo hato
más grande del país, con sus dos millones de cabezas, con un modelo que consuma un atentado
ecológico consistente en que en el Casanare , como en la Orinoquía y la Altillanura es costumbre la
quema de millones de hectáreas de pastos y paja llanera, para evitar la proliferación de malezas y dejar
que el invierno produzca el rebrote del pasto. Es un modelo depredador que no considera que el suelo es
un organismo vivo que va siendo destruido paulatinamente hasta convertirse en desierto, a medida en
que se suceden las quemas, que van degradando las pasturas, reduciendo la productividad y por tanto
también las ganancias del negocio. En estas condiciones el ganadero termina cediendo el terreno al
arrocero que cree poder cultivar de manera sostenible y aprovecha las vegas de los ríos, pero continúan
su obra depredadora, escarbando con el arado y el rastrillo, provocando el daño irreparable de la
estructura de los suelos que los vuelve inservibles. Y finalmente, llega el palmicultor cuyos proyectos,
sino no mediara en su gran mayoría ser operaciones de lavado de dinero, no habría capitalista que los
desarrollara, por lo menos en el tipo de suelos de los Llanos Orientales.
En el Casanare además, hay otro limitante como son lo rocoso de los suelos, la mayor acidez de los
suelos, lo reducida o carente de capa vegetal y por lo tanto su incapacidad para retención de la humedad
y una temperatura promedio de 25 grados centígrados y no disponer sino de un solo periodo de lluvias
en el año.
Desde los años de 1970 la Federación de Cafeteros introdujo la siembra de la variedad caturra en todo el
país, que tenía como presupuesto derribar los arboles de sombrío, especie como el guamo que por ser
leguminosa aporta nitrógeno natural a los suelos y una agricultura auxiliar como el plátano de sombrío,
con lo cual dejaron expuestos a la radiación solar directa los suelos y a la escorrentía de las aguas que
terminó en 30 años, lavando dichos suelos y reduciendo su productividad, que condujo a los caficultores
del eje cafetero principalmente a erradicar miles de hectáreas en Quindío, Risaralda y Caldas como en
otros departamentos del país. La caficultura migró a otras regiones como Huila, Cauca y Nariño, donde
con toda seguridad viviremos la misma experiencia. A esto, se le debe sumar donde se realice las
perforaciones profundas de los petroleros con la sísmica inicial que provoca modificaciones estructurales
de suelos en muchos casos.
Destruir la vegetación nativa de los páramos con la introducción del cultivo de la papa es ser un “mala
papa”, esto es, algo que se mira con desprecio y desdén y con la intención de causar daño. Y eso sucede
con los páramos que por efectos de la geofagia están siendo copados por los cultivos de papa que por el
atáquela de la polilla, aparecida por el cambio climático, han encontrado los cultivadores que subiendo
el techo del cultivo entre 100 y 200 metros mitigan el daño a la papa, pero agravan el causado a la
ecología paramuna. Maestros y científicos como e Van der Hammen y Ernesto Gulh previnieron sobre
que la destrucción del páramo ponían en riesgo la propia vida humana y animal. La situación del páramo
es aún más angustiosa puesto que detrás de la papa va la vaca que completa el cuadro de degradación,
al destruir un tipo de vegetación que es imposible de recuperar. También en el campo se desarrolla la
piromanía con las quemas de frailejón y de las tuberas (acumulaciones mayúsculas de musgo acuático)
La solución al problema de los páramos tiene que ser radical y consiste en cambiar estas fuentes de
agua, por subsidios para los habitantes de los mismos y convertirlos en “sembradores de páramo” a los
que se les puede pagar por hectárea recuperada.
Amplias zonas del valle alto del rio Magdalena, la meseta de Ibagué, y la zona La Sierra- Ambalema
ocuparon con el cultivo del arroz unas 300.000 hectáreas, que por el uso irracional del suelo, el agua, los
paquetes tecnológicos de la revolución verde y el abuso del rastrillo, el arado y el subsolador causaron
un deterioro en los suelos que los desertificó, lo cual ha reducido la productividad. Aquí la forma de
propiedad o mejor de gran propiedad del suelo volvió a los dueños de esta en rentistas que solo les
importaba una alta renta y sin cuidar el suelo, pues si este se daña, pasan a la ganadería para terminar
en tacada como dicen los billaristas. Tampoco las condiciones ecológicas interesan al arrendatario pues
este solo le interesó una ganancia suficiente para sobrevivir y luego pasaba a otras tierras o se retiraba
del negocio. A los llamados arroceros esta situación no les preocupa porque su fuerte es la
comercialización de la cadena del grano y ante cualquier escasez apelan a las importaciones que les
autoriza el gobierno, que de paso lo utilizan para camuflar el contrabando, que según expertos les esta
generando mas ganancias que el grano nacional.
Colombia agrícola crece al 2.4 % anual, lo cual es el 50% del crecimiento constante de toda la economía,
lo cual le ha hecho perder a la agricultura participación en el PIB y entonces ser mirado el sector como
insignificante. Y entonces, los agricultores que están en el “colchón de la comodidad” presiona, arman
una alharaca y el gobierno corre a promover subsidios por todas partes. Adjudicó a palmeros 280.000
millones de pesos para combatir la pudrición de cogollo. Sábelo dios, si los utilizaran para este fin y llegar
a la conclusión final de que la tal erradicación es un imposible. Otro grupo de productores ricos que son
los floricultores se echaron al bolsillo unos 50.000 millones de pesos y el sector de productores ricos de
leche recibió 85.000 millones de pesos para reconversión productiva. Con Incentivo a la Capitalización
Rural (ICR) se hicieron la mayor ricos a 100.000 millones de pesos. Estos son los programas de
reactivación del campo a base de mermelada es decir, están orientados a alinear a los compadres del
gobierno en la reelección presidencial, que contará con el reciente aumento de venta de TES en 20.000
millones por mes durante un trimestre y 250.000 millones de pesos que se tomó el gobierno de las
utilidades del Banco Agrario, reduciéndole al mínimo su capacidad de dar crédito a los agricultores y
ganaderos.
A esta crisis y desorden e ineficiencia en las políticas responde uno de los ideólogos de la nueva política
rural José Leibovich, Consultor del Instituto de Ciencia Política con la idea de construir mas vías terciarias,
redistribuir los subsidios y abrirse a la inversión extranjera. Es decir, medidas como si al suelo en
Colombia no le hubiera pasado nada por el uso irresponsable de muchos productores. Pero estos son
factores que no se pueden palpar desde el escritorio, pero, que llevó a Junguito a declarar que “no
proveemos de manera adecuada los alimentos”, sin percatarse que en estas condiciones ecológicas y
económicas enfrentan un nuevo paradigma para la agricultura.
Según el IDEAN el porcentaje de emisiones de gas efecto invernadero por sectores, corresponde la
mayor participación a la ganadería con un 20 % del total, seguido por la agricultura con un 18 %. Téngase
en cuenta que la ganadería además produce al gas metano, por el sistema complejo de digestión de los
bovinos, que es 21 veces mas perjudicial que el dióxido de carbono.
Como conclusión final podemos afirmar que la “culpa no es la vaca”, ni que seamos unos “malapapa”, sin
que la voracidad desorbitada de los grandes terratenientes ganaderos que como lo informo el Presidente
de Fedegan son apenas unos 8.000 en todo el país, pero, le pueden a 40 millones de habitantes que
quieren un medio ambiente sano. Esta pues, abierto un gran campo para la nuevas formas de actividad
política.
http://viva.org.co/cajavirtual/svc0395/articulo12.html
El pueblo Sikuani usa principalmente la semilla del yopo (Anadenanthera Peregrina) para ver y
curar las enfermedades. El yopo es un enteógeno o substancia psicoactiva usada para la realización
de rituales y la comunicación con las deidades. De acuerdo a un sabedor Sikuani "el yopo es una
medicina especial para despejar la mente sikuani. Es como cuando el sacerdote consagra la hostia
en la misa. El yopo revela el espejo del poder" (Ministerio de Cultura y El Tiempo, 2009).
Agregan que el yopo se adapta bien en sitios con una temperatura media de 25°C
y pluviosidad anual entre 1.500 y 2.500 milímetros. Requiere suelos franco-
arcillosos a franco-arenosos y soporta suelos ácidos a neutros.
“Además de ser muy apreciado por su valor dendroenergético como leña y carbón
vegetal, el yopo es útil en cercas vivas, barreras rompevientos, como árbol
disperso en potreros, árbol cultivado en líneas en sistemas silvopastoriles
y agroforestales, como especie ornamental o en la protección de
cuencas”, precisaron. (Lea: Estos son 10 de los árboles más bonitos que hay
en el planeta)
“Algunos desde los 9 meses ya tenían un porte suficiente para que el ganado no
los dañe. He visto mucho yopo con problemas y al parecer son derivados de un mal
vivero que daña la raíz. .
“Por ejemplo, el yarumo (Cecropia peltata), o la acacia mangium. Son especies que
requieren equilibrio en suelo, ya que son árboles de gran porte y producen
maderas finas”, concluyó.