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OSCAR WILDE

EL RUISEÑOR
Y LA ROSA
Oscar Wilde - EL RUISEÑOR Y LA ROSA

Titulo en Inglés: THE NIGHTINGALE AND

THE ROSE Texto de dominio público.


EL RUISEÑOR Y LA ROSA
Oscar Wilde

—Ella me prometió que bailaría conmigo si le llevaba rosas rojas —murmuró el


Estudiante—; pero en todo el jardín no queda ni una sola rosa roja.
El Ruiseñor le estaba escuchando desde su nido en la encina, y lo miraba a
través de las hojas; al oír esto último, se sintió asombrado.
—¡Ni una sola rosa roja en todo el jardín! —repitió el Estudiante con sus ojos
llenos de lágrimas—.
¡Ay, es que la felicidad depende hasta de cosas tan pequeñas! Ya he estudiado
todo lo que los sabios han escrito, conozco los secretos de la filosofía y sin
embargo, soy desdichado por no tener una rosa roja.
—Por fin tenemos aquí a un enamorado auténtico —se dijo el ruiseñor—. He
estado cantándole noche tras noche, aunque no lo conozco; y noche tras noche
le he contado su historia a las estrellas; y por fin lo veo ahora. Su cabello es
oscuro como la flor del jacinto, y sus labios son tan rojos como la rosa que
desea; pero la pasión ha hecho palidecer su rostro hasta dejarlo del color del
marfil, y la tristeza ya le puso su marca en la frente.
—El Príncipe da el baile mañana por la noche —seguía quejándose el
Estudiante—, y allí estará mi amada. Si le llevo una rosa roja bailará conmigo
hasta el amanecer. Si le llevo una rosa roja la estrecharé entre mis brazos, y ella
apoyará su cabeza sobre mi hombro, y apoyará su mano en la mía. Pero como no
hay ni una sola rosa roja en mi jardín, tendré que sentarme solo, y ella pasará
bailando delante mío, sin siquiera mirarme y se me romperá el corazón.
—Este sí que es un auténtico enamorado verdadero —seguía pensando el
Ruiseñor—. Yo canto y él sufre; lo que para mí es alegría, para él es dolor. No
cabe duda que el amor es una cosa admirable, más preciosa que las esmeraldas
y más rara que los ópalos blancos. Ni con perlas ni con ungüentos se lo puede
comprar, porque no se vende en los mercados. No se puede adquirir en el
comercio ni pesar en las balanzas del oro.
—Los músicos estarán sentados en su estrado —decía el Estudiante—, y harán
surgir la música de sus instrumentos, y mi amada bailará al son del arpa y el
violín. Ella bailará tan levemente, que sus pies casi no tocarán el suelo, y los
cortesanos, con sus trajes fastuosos, formarán corro en torno suyo para
admirarla. Pero conmigo no bailará, porque no tengo una rosa roja para darle.
Y se arrojó sobre la hierba, y ocultando su rostro entre las manos, se puso a
llorar amargamente.
—¿Por qué está llorando? —preguntó una lagartija verde que pasaba frente
a él con la cola al aire.
—¿Sí, por qué? —murmuraba una margarita a su vecina, con voz dulce y
tenue.
—Está llorando por una rosa roja —explicó el Ruiseñor.
1
—¿Por una rosa roja? —exclamaron las otras en coro. ¡Qué ridiculez!
La lagartija, que era un poco cínica, se puso a reír a carcajadas. Sólo el
Ruiseñor comprendía el secreto de la pena del Estudiante y, posado
silenciosamente en la encina, meditaba sobre el misterio del amor.
Por último, desplegó sus alas oscuras y se elevó en el aire. Cruzó como una
sombra a través de la avenida, y como una sombra se deslizó por el jardín.
En medio del prado había un magnífico rosal, y el Ruiseñor voló hasta
posársele en una de sus ramas.
—Necesito una rosa roja —le dijo. Dámela y yo te cantaré mi
canción más dulce. Pero el rosal negó sacudiendo su ramaje.

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—Mis rosas son blancas —le contestó—, como la espuma del mar y más
blancas que la nieve de la montaña. Pero ve donde mi hermana que crece al
lado del viejo reloj de sol, y puede ser que ella te proporcione la flor que
necesitas.
El Ruiseñor voló hacia el gran rosal que crecía junto al viejo reloj de sol.
—Dame una rosa roja —le dijo—, y te cantaré mi
canción más dulce. Pero el rosal negó sacudiendo su
follaje.
—Mis rosas son amarillas —contestó—, tan amarillas como el cabello de la
sirena que se sienta en un trono de ámbar, y más amarillas que el Narciso que
florece en el prado. Pero anda a ver a mi hermano, que crece al pie de la ventana
del Estudiante, y quizás él pueda darte la flor que necesitas.
El Ruiseñor voló entonces hasta el viejo rosal que crecía al pie de la ventana
del Estudiante.
—Dame una rosa roja —le dijo—, y yo te cantaré mi
canción más dulce. Pero el rosal negó sacudiendo su
follaje.
—Rojas son, en efecto, mis rosas —contestó—; tan rojas como las patas de las
palomas, y más rojas que los abanicos de coral que relumbran en las cavernas
del océano. Pero el invierno heló mis venas, y la escarcha marchitó mis capullos,
y la tormenta rompió mis ramas y durante todo este año no tendré rosas rojas.
—Una rosa roja es todo lo que necesito —exclamó el Ruiseñor—; ¡sólo una
rosa roja! ¿No hay manera alguna de que la pueda obtener?
—Hay una manera —contestó el rosal—, pero es tan terrible que no me
atrevo a decírtela.
—Dímela —repuso el Ruiseñor—. Yo no me asustaré.
—Si quieres una rosa roja —dijo el rosal—, tienes que construirla con tu
música, a la luz de la luna, y teñirla con la sangre de tu corazón. Debes cantar
con tu pecho apoyado sobre una de mis espinas. Debes cantar toda la noche,
hasta que la espina atraviese tu corazón y la sangre de tu vida fluirá en mis venas
y se hará mía...
—La propia muerte es un precio muy alto por una rosa roja —murmuró el
Ruiseñor—, y la vida es dulce para todos. Es agradable detenerse en el bosque
verde y ver al sol viajando en su carroza de oro y a la luna en su carroza de
perlas. Es muy dulce el aroma del espino, y también son dulces las campanillas
azules que crecen en el valle y los brezos que florecen en el collado. Sin embargo,
el Amor es mejor que la vida, y, por último, ¿qué es el corazón de un ruiseñor
comparado con el corazón de un hombre enamorado?
Y, desplegando sus alas oscuras, el ruiseñor se elevó en el aire, cruzó por el
jardín como una sombra, y como una sombra se deslizó a través de la avenida.
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El Estudiante seguía echado en la hierba, como lo había dejado; y las lágrimas
no se secaban en sus anchos ojos.
—¡Alégrate! —le gritó el Ruiseñor—. ¡Siéntete dichoso, porque tendrás tu rosa
roja! Yo la construiré con mi música, a la luz de la luna, y la teñiré con la sangre
de mi corazón. Lo único que pido en cambio, es que seas un verdadero amante,
porque el Amor es más sabio que la Filosofía, por muy sabia que ésta sea, y es
más poderoso que la Fuerza, por muy fuerte que ella sea. Las alas del Amor son
llamas de mil tonalidades, y su cuerpo es del color del fuego. Sus labios son
dulces como la miel, y su aliento es como la mirra silvestre.
El Estudiante levantó la vista de la hierba y escuchó, pero no comprendió lo
que decía el Ruiseñor, porque él sólo podía entender lo que estaba escrito en los
libros.
En cambio, la encina comprendió y se puso a balancear muy tristemente,
porque sentía un hondo cariño por el pequeño Ruiseñor que había construido el
nido en sus ramajes.
—Cántame, por favor, una última canción —le susurró la encina—, porque voy
a sentirme muy sola cuando te hayas ido.

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Y el Ruiseñor cantó para la encina, y su voz era como el agua que cae de
una jarra de plata.
Cuando terminó la canción del Ruiseñor, se levantó el Estudiante y sacó del
bolsillo un cuadernito y un lápiz.
—He de admitir que ese pájaro tiene estilo —se dijo a sí mismo caminando por
la alameda—, eso no puede negarse; pero ¿acaso siente lo que canta? Temo que
no, debe ser como tantos artistas, puro estilo y nada de sinceridad. Jamás se
sacrificaría por alguien, piensa solamente en música y ya se sabe que el arte es
egoísta. Sin embargo, debo reconocer que su voz da notas muy bellas. ¡Lástima
que no signifiquen nada, o que no signifiquen nada importante para nadie!
Luego entró en su alcoba, y, echándose sobre su cama, comenzó de nuevo a
pensar en su amor.
Después de unos momentos se quedó dormido.
Cuando la luna alumbró en los cielos, el Ruiseñor voló hacia el rosal, y apoyó
su pecho sobre la mayor de las espinas. Toda la noche estuvo cantando con el
pecho contra la espina, y la luna fría y cristalina se inclinó para escuchar. Toda la
noche estuvo cantando así apoyado, y la espina se hundía más y más en su carne
y la sangre de su vida se derramaba en el rosal.
Cantó primero al nacimiento del Amor en el corazón de los adolescentes.
Entonces, en la rama más alta del rosal floreció una rosa maravillosa, pétalo tras
pétalo como canción tras canción. Al principio era pálida, como la niebla que flota
sobre el río; pálida como los pies de la mañana y plateada como las alas de la
aurora. La rosa que floreció en la rama más alta del rosal era como el reflejo de
una rosa en un cáliz de plata, era como el reflejo de una rosa en espejo de agua.
El rosal le gritó al Ruiseñor para que apretara más su pecho contra la
espina.
—¡Aprétate más, pequeño Ruiseñor —gritó el rosal—, o el día llegará antes de
haber terminado de fabricar la rosa!
Y el Ruiseñor se apretó más contra la espina, y más y más creció su canto
porque ahora cantaba el nacimiento de la pasión en el alma de un joven y de
una virgen.
Y un delicado rubor comenzó a cubrir las hojas de la rosa, como el rubor que
cubre las mejillas del novio cuando besa los labios de su prometida.
Pero la espina no llegaba todavía al corazón del corazón, y el corazón de la
rosa permanecía blanco, porque sólo la sangre de un ruiseñor puede enrojecer
el corazón de una rosa.
Y el rosal le gritó al Ruiseñor para que se apretara más aún contra la espina.
—¡Aprétate más, pequeño Ruiseñor —gritó el rosal—, o llegará el día antes de
haber terminado de fabricar la rosa!
Y el Ruiseñor se apretó más aún contra la espina, y la espina al fin le alcanzó
el corazón. Un terrible dolor lo traspasó. Más y más amargo era el dolor, y más
y más impetuosa se hacía su canción, porque ahora cantaba el Amor sublimado
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por la muerte, el Amor que no puede aprisionar la tumba.
Y la rosa del rosal se puso camersí como la rosa del cielo del Oriente. Su
corona de pétalos era púrpura como es purpúreo el corazón de un rubí.
La voz del Ruiseñor ya desmayaba, sus alitas comenzaron a agitarse, y una
nube le cayó sobre sus ojos. Su canto desmayaba más y más, y sentía que algo
le obstruía la garganta.
Entonces tuvo una última explosión de música. Al oírla la luna blanca se olvidó
del alba y se demoró en el horizonte. Al oírla la rosa roja tembló de éxtasis y
abrió sus pétalos al frescor de la mañana. El eco llevó la canción a la caverna de
las montañas, y despertó a los pastores dormidos. Luego navegó entre los
juncos del río que llevaron el mensaje hasta el mar.
—¡Mira, mira —gritó el rosal—, la rosa ya está terminada!
Pero el Ruiseñor no contestó, porque estaba muerto con la espina
clavada en su corazón. Ya era eso del mediodía cuando despertó el
Estudiante; abrió la ventana y miró hacia afuera.

—¡Caramba, qué maravillosa visión! —exclamó—. ¡Una rosa roja! En mi vida he


visto una rosa semejante. Es tan hermosa que estoy seguro que tiene un nombre muy
largo en latín.
Se inclinó por el balcón y la cortó.
En seguida se caló el sombrero, y con la rosa en la mano, corrió a la casa del
profesor.
La hija del profesor estaba sentada cerca de la puerta, devanando una madeja de
seda azul, con su perrito a los pies.
—Dijiste que bailarías conmigo si te traía una rosa roja —exclamó el Estudiante—.
Aquí tienes la rosa más roja de todo el mundo. Esta noche la prenderás sobre tu
corazón y como bailaremos juntos podré decirte cuánto te amo.
Pero la jovencita frunció el ceño.
—Me temo que no va a hacer juego con mi vestido nuevo —repuso—, Y, además el
sobrino del Chambelán me envió unas joyas de verdad, y todo el mundo sabe que las
joyas son más caras que las flores.
—Eres una ingrata incorregible —dijo agriamente el Estudiante, y tiró con ira la rosa
al arroyo donde un carro la aplastó al pasar.
—¿Ingrata? —dijo la muchacha—. Yo te digo que eres un grosero. ¿Qué eres tú,
después de todo? Sólo un estudiante, y ni siquiera creo que lleves hebillas de plata en
los zapatos, como lo hace el sobrino del Chambelán.
Y muy altanera se metió en su casa.
—¡Qué cosa más estúpida es el Amor! —se dijo el Estudiante mientras caminaba—.
No es ni la mitad de útil que la Lógica, porque no demuestra nada y le habla a uno
siempre de cosas que no suceden nunca, y hace creer verdades que no son ciertas.
En realidad no es nada práctico, y como en estos tiempos ser práctico es serlo todo,
6
] ]
volveré a la Filosofía y al estudio de la Metafísica.
Y al llegar a su casa, abrió un libro lleno de polvo, y se puso a leer.

FIN

Guía de repaso:
“El Ruiseñor y la Rosa” 3º BÁSICO

I.- Selección Múltiple: Marca con una x la opción más correcta de acuerdo a
tu lectura del libro. Sólo existe una.

1.- ¿Quién escribió El ruiseñor y la rosa?

a) Oscar Will
b) Oscar Wilde
c) Roald Dahld

2.- ¿Cuáles son los personajes principales del El ruiseñor y la rosa?

a) El ruiseñor, el rosal, el estudiante


b) La hija del profesor, el ruiseñor y el estudiante
c) El ruiseñor y la rosa

3.- ¿Cuáles son los personajes secundarios del El ruiseñor y la rosa?

a) El estudiante, la mariposa, el rosal blanco, la lagartija


b) El rosal blanco, la margarita, la rosa, la lagartija
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c) La lagartija, la mariposa, la margarita, la joven, el rosal blanco
] ]
4.- ¿Qué representa el ruiseñor?

a) Al sufrimiento
b) Al sentimiento del amor verdadero.
c) Al canto más bello

5.- ¿Puede el amor exigir este tipo de condiciones?

a) Por amor se puede hacer y conseguir cualquier cosa


b) Si, el amor lo puede todo
c) EL amor verdadero, no necesita hechos físicos, no necesita nada más
que demostrar los sentimientos

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] ]

6.- ¿Cómo entiende el ruiseñor el amor?

a) Maravilloso, no se puede cambiar por oro


b) Algo extraño que no vale la pena
c) No lo puede entender

7.- ¿En qué consiste la solución para que florezca una flor roja?

a) Que el ruiseñor muera


b) Que llegue la primavera
c) El ruiseñor se clave una espina en el corazón mientras canta una
canción.

8.- ¿Qué puede simbolizar el color rojo de la rosa requerida?

a) Sangre
b) Amor de una persona por otra
c) Sufrimiento intenso

9.- ¿Cómo acaba la rosa y que representa su destino final?

a) Acaba tirada al arroyo y la rueda de un carro la aplastó. Significa que el


amor no es eterno, siempre acaba
b) Termina en el pelo de la joven, significa que el amor triunfó
c) Se cae al suelo, significa que el amor se olvida

10.- ¿Cuál es la enseñanza del cuento?

a) Que el amor no existe


b) Que se sufre por amor
c) Que a veces hay personas que se sacrifican por nosotros no lo
valoramos como debe de ser.

9
] ]

II. Comprensión Lectora

1. ¿Cuál es la razón por la que el estudiante lloraba?

a) Porque su amada lo rechazó.

b) Porque su amada tenía otro enamorado.

c) Porque no tenía una rosa roja que darle a su enamorada.

d) No tenía Ropa para ir al baile.

e) No tenía un regalo que obsequiarle a su amor.

2. ¿Cómo logra el Ruiseñor conseguir una rosa roja para el estudiante?

a) Tiñéndola con la sangre de su propio corazón.

b) Buscando por toda la ciudad, hasta que haya una.

c) La encuentra a las afueras de la ciudad.

d) En la casa del profesor.

e) Ruega al rosal y éste le concede la rosa.

3. ¿Qué dijo la Encina al Ruiseñor, cuando se enteró que había decidido


sacrificarse por el estudiante?

a) Que era un tonto.

b) Que el estudiante era un ingrato.

c) Que cantase para él una última canción, ya que sentiría muy sola sin él.

d) Que lo pensara mejor.

e) Que no lo hiciese pues ella lo extrañaría.

4.- ¿Cuál fue la reacción de la joven amada cuando el estudiante le ofrece la


rosa roja?

a) Lo rechaza porque no le gusta la rosa que le ofrece.


1
0
] ]
b) Le dice que prefiere al hijo del Chambelán, pues éste le ha dado joyas.

c) No lo quiere, pues es una ingrata.

d) Le dice que ya no lo ama.

e) Se Molesta pues quiere una rosa de otro color.

5. ¿Qué acciones realizó el Ruiseñor para ayudar al joven estudiante a


conseguir la rosa?

a) Recorrió la ciudad en busca de un rosal rojo


b) Conversó con un rosal de rosas amarillas.
c) Cantó toda la noche con la espina del rosal clavada en su corazón.
d) Conversó con un rosal de rosas blancas.
e) Todas las anteriores.

III.- Verdadero o Falso.

IV. – Ordena los sucesos de la historia.

V.- Completa la frase.

VI.- Completa la tabla.

Nombre. Características físicas. Características físicas.

1
1
] ]

VII.- Aplicación de lo aprendido.

1.- Lee el siguiente párrafo y completa el cuadro a continuación.

…”-Sé feliz -le gritó el ruiseñor-, sé feliz; tendrás tu rosa roja. La crearé con
notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio
corazón. Lo único que te pido, en cambio, es que seas un verdadero
enamorado, porque el amor es más sabio que la filosofía, aunque ésta sea
sabia; más fuerte que el poder, por fuerte que éste lo sea. Sus alas son color
de fuego y su cuerpo color de llama; sus labios son dulces como la miel y su
hálito es como el incienso”…

Figura literaria

Adjetivos

Crea una nueva oración utilizando uno de los adjetivos encontrados.

1
2
] ]

VII.- Aplicación de lo aprendido.

1.- Lee el siguiente párrafo y completa el cuadro a continuación.

…”-Sé feliz -le gritó el ruiseñor-, sé feliz; tendrás tu rosa roja. La crearé con
notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio
corazón. Lo único que te pido, en cambio, es que seas un verdadero
enamorado, porque el amor es más sabio que la filosofía, aunque ésta sea
sabia; más fuerte que el poder, por fuerte que éste lo sea. Sus alas son color
de fuego y su cuerpo color de llama; sus labios son dulces como la miel y su
hálito es como el incienso”…

Figura literaria

Adjetivos

Crea una nueva oración utilizando uno de los adjetivos encontrados.

EL PRÍNCIPE FELIZ
Oscar Wilde

La ciudad era grande y hermosa. Y en medio de ella, en la plaza principal, se


alzaba una estatua bellísima. Representaba a un príncipe, al que todos conocían
como el príncipe feliz. Y era tan lujosa, que todo su cuerpo estaba cubierto de
oro, sus ojos eran zafiros y en la empuñadura de su espada lucía un brillante rubí.
En aquel otoño, una golondrina que emigraba al Sur y que había perdido su
bandada, llegó a la ciudad. Y buscando un lugar en el que refugiarse, descubrió
la estatua del príncipe. Allí se acurrucó para dormir y, cuando casi lo había
conseguido, sintió que una gota cayó sobre su cabeza.
 ¡Qué raro! -pensó-. Está lloviendo y, sin embargo, puedo ver la luna y las
estrellas.
Así que levantó la cabeza y entonces fue cuando vio que aquellas gotas eran
lágrimas. Y que las lágrimas caían 1de los ojos de la estatua. Al preguntarle por
qué lloraba, el príncipe contestó: 3
] ]
 Lloro por la gente que sufre. Antes, cuando, cómodo y feliz, habitaba en mi
palacio, pensaba que todo el mundo vivía como yo. Pero ahora, desde aquí
arriba, puedo ver la vida de las gentes. Y sé que muchas de ellas son muy
desgraciadas.
Luego, señalando a una casa lejana, dijo:
 Mira, allí vive una mujer que tiene una hija muy enferma. Apenas tiene
dinero para comprar las medicinas que son necesarias. Y eso que pasa todo
el día y toda la noche cosiendo y bordando. Pobrecilla. Está tan cansada
que se ha quedado dormida. ¿Querrías hacerme un favor? Llévale el rubí
de la empuñadura de mi espada. Así podrá comprar el remedio par su hija.
La golondrina le obedeció y, volando, entró por la chimenea de la casa y dejó
la piedra preciosa entre las manos de la mujer.
Al día siguiente, el príncipe le pidió a la golondrina que fuera a casa de un
escritor que, muerto de hambre y frío, se había desmayado sobre su mesa de
trabajo.
 Llévale uno de los zafiros de mis ojos -pidió el príncipe.
 Eso no puedo hacerlo -replicó la golondrina, llena de pena.
Pero el príncipe insistió y la golondrina, con mucho cuidado, tomó el zafiro.
Pasaron días y días. Y en cada uno de ellos la golondrina fue cumpliendo los
favores que el príncipe le pedía. Hasta que la estatua se transformó en algo muy
distinto: ya no tenía piedras preciosas en sus ojos, ya no le quedaba ni una de las
hojas de oro que cubrían su cuerpo, ya no relucía su espada. Por eso, cuando,
entrado el invierno, el alcalde y un grupo de concejales pasaron ante la figura, y
todos dijeron:
 Vaya birria de estatua. Más valdría quitarla de ahí y mandar que fundieran
el plomo de su cuerpo.

El príncipe lo oyó todo. También la golondrina. Pero ninguno dijo nada. Se


acurrucaron uno al lado del otro y allí quedaron inmóviles.
Al cabo de una semana, pasaron a retirar la estatua. Y al ver, a sus pies, una
golondrina muerta, la arrojaron al basurero. Luego metieron en el horno la figura.
Y todo se fundió: todo, menos un corazón de plomo que salió del interior. Y como
no servía para nada, lo arrojaron al basurero, junto al cuerpo de la golondrina.
Cuentan que aquel mismo día, Dios le pidió a uno de sus ángeles que le trajese
lo más hermoso que encontrara en la tierra. Y el ángel, sin dudarlo, le llevó el
corazón de la estatua y el cuerpo de la golondrina.
 Has elegido bien - dijo Dios -. Y después colocó a la golondrina a su lado,
para que allí cantara y volara eternamente.
1 Y al príncipe feliz, en medio del
más hermoso de sus jardines.4
] ]
ESTRATEGIAS DE COMPRENSION LECTORA
TEXTO: EL príncipe feliz. (Tercer Ciclo).

PREVISIÓN

Fíjate en el título y:
1. ¿De qué hablará el cuento?
2. ¿Te es familiar el tema de esta lectura?
3. ¿Cómo está estructurado el texto?
4. ¿Qué información tienes sobre el autor?
5. ¿Y sobre el cuento?
6. A mitad del segundo párrafo, ¿cómo se puede relacionar una estatua y una
golondrina?
7. ¿Para qué leemos este cuento?

AUTOPREGUNTAS

1. ¿Qué se alzaba en medio de la plaza?


2. ¿Cómo era la estatua?
3. ¿Quién se refugió en la estatua?
4. ¿Quién es el personaje principal?
5. ¿Dónde y cuando tiene lugar la historia?
6. ¿Qué le pasará al príncipe?
7. ¿Cómo conseguirá ser feliz?
8. ¿Qué hizo el personaje principal?
9. ¿Cómo termina la historia?
10. ¿Cómo se siente el protagonista?
11. ¿Qué te gustaría que contara este texto?
12. ¿Era realmente feliz y bondadoso el príncipe?

CONEXIONES

1. ¿Qué otras historias te recuerda este texto?


2. ¿Qué sabes sobre los príncipes de los cuentos y los de la realidad?
3. ¿Conoces alguna familia que esté pasando necesidad?
4. ¿Conoces a alguien tan generoso como el príncipe?
5. ¿Qué sentiste cuando el príncipe lloró?
6. ¿Conoces alguna historia como la leída?
7. ¿Qué suelen llevar sobre su cabeza?
8. ¿Qué sientes cuando lees: “Todo, menos un corazón de plomo que salió del interior.”?

1
5
] ]
VISUALIZAR

1. Dibuja la imagen del príncipe del principio del cuento y la del príncipe al final del
mismo.
2. Dibuja la golondrina.
3. ¿Cuál es el párrafo más emocionante para ti?
4. ¿Qué imagen viene a tu mente después de leer este texto?
5. ¿Qué palabras o frases del texto te han ayudado a formarte imágenes?
6. Los personajes de los cuento piensan, sueñan,…, hablan. Lee las frases y adivina
qué personaje pudo decirlas o pensarlas:
ángel golondrina escritor alcalde

 Me encuentro mareado. Espero vender algunos ejemplares de la nueva novela…


 Pobrecillo, está dando todo cuanto tiene con tal de ayudar a los necesitados.
 Mañana en el pleno comentaré la situación de la estatua.
 Creo que esto es lo más bello que he visto nunca. Me lo llevaré.

VOCABULARIO

1. ¿Qué palabras hacen mención al concepto de riqueza?


2. Define: birria, amor, pena, pobre y rico.
3. ¿Qué son zafiros y rubíes?
4. ¿Qué es algo lujoso?
5. ¿Qué significa eternamente?
6. ¿Qué significa empuñadura? ¿Cuál es su etimología?
7. Traza el camino para ir de la palabra príncipe a la palabra estatua. Debes pasar
siempre por las palabras relacionadas con el príncipe.

príncipe empuñadura rey reino ámbar


corona zafiros espada guerrero tesoro
castillo caballo palacio oro rubí
reina dinero princesa esmeralda corazón
lujo aristocracia caprichos carroza estatua

En cada recuadro hay una familia de palabras, pero una no pertenece a ella. Táchalas.

PRINCIPE GOLONDRINA
bondad amable
perversión obediente
solidaridad cautela
sensibilidad maldad
generosidad hacendosa

1
6
] ]
MONITORIZAR

1. Haremos un especial énfasis en la atención y búsqueda de datos significativos en la


lectura.
2. Hacer conscientes a los niños/as de una fluidez adecuada que sin duda nos
ayudará en la comprensión del texto.
3. Ejemplificar inferencias y que ellos se realicen preguntas mientras leen.

RESUMEN (ORGANIZAR INFORMACIÓN)

1. Decir qué palabras y oraciones son las más importantes de esta lectura.
2. ¿Cuál es la idea más importante que hemos aprendido leyendo esta historia?
3. Subraya en el texto las palabras o frases más importantes.
4. Expresa con tus palabras lo que siente el príncipe por su pueblo.
5. Contar con vuestras palabras lo que nos ha enseñado esta lectura.
6. Ordena estas frases para resumir la historia:
1. El alcalde y los concejales decidieron quitar la estatua y fundirla.
2. En la plaza de una ciudad se alzaba la estatua de un príncipe.
3. El príncipe y la golondrina se hicieron amigos y ayudaron a los más
necesitados de la ciudad.
4. El corazón de la estatua y el cuerpo de la golondrina fueron llevados por un
ángel a Dios.
5. Una golondrina que emigraba se perdió y buscó refugio en la estatua.
6. La estatua del príncipe se transformó en algo muy distinto.
7. Coloca al lado de cada frase la letra que corresponde:
1. ¿Qué ocurrió? (Q)
2. ¿Dónde? (D)
3. ¿Por qué? (P)

 Le ayudó porque no tenía dinero para comprar medicinas.


 La historia transcurre en una ciudad grande y hermosa.
 Una golondrina que emigraba al Sur se perdió.

INFERIR

1. ¿Por qué no se daría cuenta el príncipe en vida de la pena de su pueblo?


2. ¿Por qué se extrañaría la golondrina del llanto de la estatua?
3. ¿Qué diferencias observas entre el comportamiento del príncipe y la golondrina en
comparación con el alcalde y los concejales?
4. ¿Hubo un momento en que el príncipe fue feliz? ¿Por qué?
5. ¿Volvió a sentirse feliz?
6. ¿Sintió tristeza al ser fundido?
7. ¿Qué nos quiere decir el príncipe?
8. ¿Dónde se encuentra la verdadera belleza?
9. ¿Por qué le habían hecho una estatua al príncipe?
10.¿Por qué se refugió la golondrina en la estatua?
11.¿Qué comportamiento nos quiere transmitir el autor?
12.¿Qué valores resalta el texto?
13.¿Por qué estaba el escritor muerto de hambre y frío?
14.¿Cómo eran el alcalde y el grupo de concejales?
15.¿Y el príncipe?
16.¿Y la golondrina?
1
7
EVALUACIÓN

1. ¿Estás de acuerdo con el príncipe?


] ]
2. ¿Qué habrías hecho tú?
3. ¿Es importante la golondrina?
4. ¿Habría podido cumplir su propósito el príncipe sin la golondrina? ¿Por qué?
5. ¿Mereció la pena todo lo que hizo el príncipe? ¿Por qué?
6. ¿Qué opinas de la amistad que unía al príncipe y a la golondrina?
7. Si tú fueses el ángel que aparece en el cuento, ¿qué sería lo más hermoso que llevarías
de la Tierra?
8. El príncipe del cuento dio todo cuanto tenía por ayudar a gente necesitada. ¿Te
identificas con él? ¿Por qué?
9. ¿Qué pensarían los trabajadores que retiraron la estatua?
10. ¿Te gustan las historias de príncipes y princesas? ¿Por qué?

El GIGANTE EGOÍSTA
Oscar Wilde

Todas las tardes, al volver del colegio, tenían los niños la costumbre de ir a jugar al
jardín del gigante.
Era un amplio y hermoso jardín, con un suave y verde césped. Brillaban aquí y allí, lindas
flores entre la hierba, como estrellas, y había doce melocotoneros, que en primavera, se
cubrían con una delicada floración blanquirosada y que en otoño daban hermosos frutos. Los
pájaros posados sobre los árboles, cantaban tan hechiceramente, que los niños interrumpían
habitualmente sus juegos para escucharlos.
-¡Qué dichosos somos aquí!- se gritaban unos a otros.
Un día volvió el gigante. Había ido a visitar a su amigo, el ogro de Cornualles, y vivido
siete años con él. AI cabo de los siete años dijo todo lo que tenía que decir, pues su
conversación era limitada, y decidió regresar a su castillo. Al llegar vio a los niños jugando en
su jardín.
-¿Qué hacéis aquí?- les gritó con voz agria. Y los niños huyeron corriendo.
-Mi jardín es mi jardín- dijo el gigante. Todos deben entenderlo así, y no permitiré que
nadie más que yo juegue en él.
Lo cercó, entonces, con un alto muro y puso este cartel:

Prohibida la entrada
Los transgresores serán procesados.

Era un gigante muy egoísta.


Los pobres niños no tenían ahora sitio donde jugar. Intentaron hacerlo en la carretera,
pero estaba muy polvorienta, toda llena de agudas piedras, y no les gustó.
Tomaron la costumbre de pasearse1 alrededor de un alto muro una vez terminadas sus
clases, para hablar del hermoso jardín que
8 había al otro lado.

-¡Qué felices éramos ahí!-se decían unos a otros.


Entonces llegó la primavera, y en todo el país hubo pajaritos y florecillas.
] ]
Sólo en el jardín del gigante egoísta continuaba siendo invierno.
Los pájaros, desde que no había niños, no tenían interés en cantar, y los árboles se
olvidaban de florecer.
En cierta ocasión un bonita flor levantó su cabeza sobre el césped; pero al ver el
cartelón se entristeció tanto pensando en los niños, que se dejó caer de nuevo en tierra y se
volvió a dormir.
Los únicos que se alegraron fueron el hielo y la nieve. “-La primavera se ha olvidado de
este jardín- exclamaban; gracias a esto viviremos en él todo el año.”
La nieve extendió un gran manto blanco sobre el césped y el hielo pintó de plata todos
los árboles. Entonces invitaron al viento del norte a que viniese a pasar una temporada con
ellos, y él vino.
Estaba envuelto en pieles y bramaba durante todo el día por el jardín, derribando
chimeneas.
-Este es un sitio delicioso- decía. Diremos al granizo que nos haga una visita.
Y llegó el granizo. Todos los días, durante tres horas, tamborileaba sobre la techumbre
del castillo, hasta que rompió muchas pizarras. Entonces se puso a dar vueltas alrededor del
jardín, corriendo lo más de prisa que podía. Iba vestido de gris, y su aliento era como hielo.
-No comprendo por qué la primavera tarda tanto en Ilegar- declara el gigante egoísta
cuando se asomaba a la ventana y veía su jardín blanco y frío. ¡Espero que cambie el tiempo!
Pero la primavera no llegaba nunca, ni el verano tampoco.
EI otoño trajo frutos dorados a todos los jardines; pero no dio ninguno al del gigante.
-Es demasiado egoísta- dijo.
Y era siempre invierno en casa del gigante, y el viento del norte, el granizo, el hielo y la
nieve danzaban en medio de los árboles.
Una mañana el gigante, acostado en su lecho, pero despierto ya, oyó una música
deliciosa. Sonaba tan dulcemente en sus oídos que le hizo imaginarse que el rey de los músicos
pasaba por allí. En realidad, era un jilguerillo que cantaba ante su ventana, pero como no
había oído a un pájaro en su jardín hacía tanto tiempo, le pareció la música más bella del
mundo. Entonces el granizo dejó de bailar sobre su cabeza y el viento del norte de rugir, y un
perfume delicioso llegó hasta él por la ventana abierta.
-Creo que ha llegado, al fin, la primavera- dijo el gigante; y saltando del lecho, se asomó
y miró afuera. ¿Qué fue lo que vio?
Vio un espectáculo maravilloso. Por una brecha abierta al muro los niños se habían
deslizado en el jardín, encaramándose a los árboles. Sobre todos los árboles que él alcanzaba
a ver había un niñito. Y los árboles se sentían tan dichosos de sostener nuevamente a los niños,
que se habían cubierto de flores y agitaban graciosamente sus brazos sobre las cabezas
infantiles. Los pájaros revoloteaban de unos para otros, cantando con delicia, y las flores reían
irguiendo sus cabezas sobre el césped, Era un bello el cuadro; solo en un rincón seguía siendo
invierno. Era el rincón más apartado del jardín y allí se encontraba un niño muy pequeño. Tan
pequeño era que no había podido llegar a las ramas del árbol y daba vueltas a su alrededor
llorando amargamente-, el pobre árbol estaba aún cubierto por completo de hielo y de nieve,
y el viento del norte soplaba y rugía por encima de él.
-¡Sube pequeño!- decía el árbol, y tendía sus ramas, inclinándose todo cuanto podía;
pero el niño era demasiado pequeño. EI corazón del gigante se enterneció al mirar hacia
afuera. 1
9
“¡Qué egoísta he sido!-se dijo-. Ya sé porqué la primavera no ha querido venir aquí. Voy
a colocar a ese pobre pequeñuelo sobre la copa del árbol y luego tiraré el muro, y mi jardín
será para siempre el sitio de recreo de los niños.”
] ]
Estaba verdaderamente arrepentido de lo que había hecho.
Bajó las escaleras, abrió nuevamente la puerta con toda suavidad y entró al jardín.
Pero cuando los niños lo vieron se quedaron tan aterrorizados que huyeron, y el jardín
se quedó otra vez como en invierno.
Únicamente el niño pequeñito no había huido, porque sus ojos estaban llenos de
lágrimas, que no vio venir al gigante.
Y el gigante se deslizó por su espalda, lo cogió cariñosamente con sus manos y lo
depositó sobre el árbol. Y el árbol inmediatamente floreció: los pájaros vinieron a posarse y a
cantar sobre él, y el niñito extendió sus brazos; rodeó con ellos el cuello del gigante y lo besó.
Y los otros niños, viendo que ya no era malo el gigante, se acercaron corriendo, y la primavera
volvió con ellos.
-Desde ahora éste es vuestro jardín, pequeñuelos - dijo el gigante, y, cogiendo un hacha
muy grande, echó abajo el muro. Y cuando las gentes pasaron al mediodía hacia el mercado,
vieron al gigante jugando con los niños en el jardín más hermoso que jamás habían visto.
Estuvieron jugando durante todo el día, y al caer a la noche fueron a decir adiós al
gigante.
-Pero... ¿ Dónde está vuestro compañerito- les preguntó - ese chiquillo que yo subí al
árbol?
A él era quien más quería el gigante, porque le había besado.
No sabemos- respondieron los niños-, se ha ido.
-Decidle que venga mañana sin falta- repuso el gigante.
Pero los niños contestaron que no sabían donde vivía y que no lo habían visto nunca
hasta entonces. Y el gigante se quedó muy triste.
Todas las tardes, a la salida del colegio, venían los niños a jugar con el gigante. Pero ya
no volvió a ver al pequeñuelo que quería tanto. El gigante era muy bondadoso con todos los
niños, pero echaba de menos a su primer amiguito y hablaba de él con frecuencia.
-¡Cuánto me gustaría verle!... solía decir.
Pasaron los años y el gigante envejeció mucho y se fue debilitando. Ya no podía tomar
parte en los juegos; permanecería sentado en un gran sillón viendo jugar a los niños y
admirando su jardín.
-Tengo muchas flores bellas- decía- pero los niños son las flores más bellas de todas.
-Una mañana de invierno, mientras se vestía, miró por la ventana. Ya no detestaba el
invierno; sabía que no es sino la primavera adormecida y el reposo de las flores. De pronto, se
frotó los ojos atónito y miró y miró.
Realmente era una visión maravillosa. En el rincón más apartado del jardín había un
árbol completamente cubierto de flores blancas. Sus ramas eran todas doradas y colgaban
de ellas frutos de plata, y debajo estaba, en pie, el pequeñuelo a quien había querido tanto.
EI gigante se precipitó por las escaleras con gran alegría, y entró en el jardín. Corrió
por el césped y se acercó al niño. Y cuando estuvo junto a él, su cara se enrojeció de cólera
y exclamó:
-¿Quién se ha atrevido a herirte?
Pues en las palmas de las manos del niño y en sus peciecitos se veían las señales de
dos clavos. 2
¿Quién se ha atrevido a herirte?- gritó
0 el gigante. Dímelo. Iré a coger mi gran espada y
le mataré.
-No- respondió el niño- estas son las heridas del Amor.
] ]
-¿Quién eres?- preguntó el gigante; y un extraño temor lo invadió, haciéndolo caer de
rodillas ante el pequeñuelo.
Y el niño sonrió al gigante y le dijo:
-Me dejaste jugar una vez en tu jardín; hoy vendrás conmigo a mi jardín, que es el
Paraíso.
Y cuando llegaron los niños aquella tarde, encontraron al gigante tendido, muerto, bajo
el árbol, todo cubierto de flores blancas.

PRUEBA DE COMPRENSIÓN

¿Dónde acostumbraban a jugar los niños?

a) En el jardín del enano.

b) En el jardín del Gigante.

c) En el parque del Gigante.

¿En qué estación juegan los niños?

a) En otoño.

b) En verano.

c) En primavera.

El Gigante era muy...

a) Egoísta.

b) Generoso.

c) Optimista.

¿Qué oyó cantar el Gigante?

2
a) A un loro. 1

b) A un canario.
] ]
c) A un jilguero.

EL GIGANTE
EGOÍSTA
Responde a las preguntas del cuento tradicional "El Gigante Egoísta".

Cleo mostrando la pregunta:¿Dónde transcurre el cuento? , con opciones Jardín,Plaza,Cocina,

Cleo mostrando la pregunta:¿Cuándo se llenaba el jardín con niños? , con opciones Tarde,
después del colegio,Mañanas, antes del colegio,Fines de semana,

2
2
] ]

Cleo mostrando la pregunta:¿De quién era el jardín? , con opciones Gigante,Hada


Madrina,Bruja,

Cleo mostrando la pregunta:¿Qué hizo el gigante del cuento para evitar que los niños jugasen
en su jardín? , con opciones Alzar un muro,Comerse los niños,Encerrar los niños en casa,

Cleo mostrando la pregunta:¿Por qué dejaron de cantar los pajaritos del jardín? , con opciones
Echaban de menos los niños,Hacía frío,Hacía mucho calor,

2
3
] ]

Cleo mostrando la pregunta:¿Qué estación se perpetuó en el jardín después que se marchasen


los niños? , con opciones Invierno,Primavera,Verano,Otoño,

Cleo mostrando la pregunta:¿A quién ayudó asubirse al árbol el Gigante del cuento? , con
opciones El niño más pequeño,El niño más revoltoso,El niño más vergonzoso,

Cleo mostrando la pregunta:Completa la frase que el dijo el niño al gigante: -Una vez me
prestaste tu jardín. Ahora... , con opciones yo te presto mi paraíso,me tengo que ir,¿qué me
vas a prestar?,

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