Вы находитесь на странице: 1из 5

Informe pericial: Caso Gabriela Romero

Presentación

Santiago Hernández Pardo identificado con cedula de ciudadanía 1.017.259.725 de Medellín –

Psicólogo en formación de la Fundación Universitaria María Cano de Medellín

Autoridad solicitante

El siguiente informe pericial psicológico se elabora a solicitud de Aura María Vasco Ospina,

docente en poder de la materia Psicología jurídica.

Objetivo del peritaje

Propiciar elementos y una vista profesional frente al estado mental y el origen de la conducta

criminal del implicado, otorgando información que pudiese apoyar el caso y generar conceptos

clínicos en aras de apoyar la labor del litigante.

1) Contexto:

Gabriela Romero Cabarcas recién cumplía 18 años en el mes de agosto, realizaba sus

estudios de Gestión Empresarial en el SENA y meses atrás había manifestado a su madre

el deseo de trabajar con el fin de sumar económicamente en su casa y poder sostenerse a sí

misma. Ella residía en el barrio Vista Hermosa en el municipio de Soledad, Atlantico, con

su padre, su hermano menor de 16 años y una tía de su padre; no vivía con la madre, pero

esta estaba en permanente contacto con la joven. Continuaba la persistencia en su idea de

conseguir un trabajo y buscaba alguno, los ingresos que percibía provenía de carteleras

que hacía a sus amigos y a niños que necesitaban llevar a sus clases.
El 24 de noviembre del 2017 a las 8:20 a.m. Gabriela sale de su residencia con el

uniforme del SENA pero no llevaba libros, desde ese día no se supo mas de su paradero.

A las 6 de la tarde el padre se comunica con la madre haciendo averiguaciones sí la joven

se encontraba en su compañía, pero no era así; todo fue lapidario en el momento que el

novio y su madre le escriben a su Whatsapp y los mensajes no llegaban a su destino, el

celular de Gabriela, luego de ello pasaron 21 días sin saber nada de ella.

A los pocos días de la desaparición su hermano tomó el celular de su padre y notó que

el Facebook de su hermana estaba abierto, de inmediato dio aviso a su padre; este

encontró una conversación con un hombre invitándola a salir y ella se negaba, luego ella

le manifiesta al hombre su deseo de trabajar y el individuo le dijo que le había conseguido

un trabajo en Malambo, en una casa finca de amigos cercanos que oficiaban de abogados

para cuidarles sus hijos y podría percibir 800 mil pesos citándola en el Centro Comercial

Metropolitano. El sospechoso es Levith Aldemar Rúa Rodríguez, un expolicía quien

purgó una condena de 7 años por acceso carnal violento en la ciudad de Valledupar, este

sujeto se presentó a las autoridades pero no fue cobijado con medida de aseguramiento

pues no posaba orden de captura o prueba alguna que lo inculpara en el caso de la joven

Gabriela. Días después la Fiscalía recibió una denuncia de la familia de una adolescente

venezolana de 17 años, quien manifestaba haber sido accedida carnalmente por el

sospechoso con quien se habría encontrado en el centro comercial y este la obligó a

abordar un vehiculo para luego accederla en un cambuche en zona rural de Malambo; la

descripción y características brindadas en su relato coincidían con las de Levith, una en

especial fue un tatuaje en su brazo derecho con el nombre “Sara Valentina”.

Inmediatamente el CTI inicia proceso de captura en el mismo centro comercial, luego


finge sentirse mal y es llevado a un centro asistencial donde confirman no tenía

afectaciones en su salud y es conducido a una Unidad de Reacción Inmediata (URI);

posterior a ello fue presentado ante un juez de control de garantías por los delitos de

acceso carnal violento, secuestro agravado atenuado y hurto agravado, no se allanó a los

cargos y fue dirigido a la Carcel Modelo de Barranquilla.

Mientras Levith se encontraba en la audiencia por la violación de la adolescente

venezolana, peritos del CTI y la Policía hallaron el cuerpo en descomposición de la joven

Gabriela muy cerca al cambuche que tenía el uniformado donde presuntamente perpetró el

abuso a la otra joven. El pasado 21 de marzo de 2019, Levith fue condenado a 37 años por

la violación de la joven venezolana, mientras el proceso en su contra por el abuso y

porterior asesinato de Gabriela sigue en firme.

Reconstrucción forense

Perfiles

 Gabriela Romero Cabarcas (Víctima): Tenía 18 años y era la mayor de dos

hermanos, un año antes de su asesinato se había graduado del bachillerato, la joven

disfrutaba del dibujo y la pintura; aspiraba a cursar la carrera de diseño gráfico. En

su infancia fue enfatizado el valor de la familia, en especial los padres, y como un

hijo que ayudara a sus padres tendía a recibir retribuciones positivas, en este

sentido era una mujer con un gran ideal y le brindaba valor a sus figuras paternas y

maternas. Era una persona concreta en lo que expresaba y el cómo lo hacía.

 Levith Aldemar Rúa Rodríguez (victimario): hombre de 32 años, 30 al momento

del suceso, presunto violador en serie; contactaba a sus víctimas vía redes sociales

y las citaba en algun lugar para posteriormente dirigirlas hacia zonas rurales
boscosas de los municipios. Sus víctimas se encuentran en un rango de edad entre

15 y 18 años. No existen datos sobre su desarrollo familiar.

Redes sociales: Fue un medio que fundamentó la acción de Levith, si bien no fue el

primer caso del que se tuvo conocimiento, había un patrón de acción y una ruta

ejecutada para la perpetración de los actos delictivos. Gabriela manifestó en su red

social personal el hecho de estar buscando un trabajo con el deseo de brindar apoyo

económico en su lecho, esta manifestación y el modo de abordaje del implicado

suponen un establecimiento de objetivo.

Información de la personalidad

 Gabriela Romero Cabarcas: Joven afable, proactiva y determinada en el

cumplimiento de sus objetivos; su círculo familiar y social la describen como

una joven alegre y extrovertida, además de manejar relaciones amenas con las

personas, era alguien presto al servicio del otro.

 Levith Aldemar Rúa Rodríguez: Expolicía, con antecedentes de acceso carnal

violento a jóvenes femeninas, agresivo en su forma de operar pues sus

victimas luego del acto criminal tenían fracturas en sus mandíbulas como

secuelas del suceso, mientras fue policía fue su primer violación a una menor

de edad. Quienes lo conocían, lo definían como una persona tranquila y

calmada. Mientras fungía su pena por acceso carnal violento en la Cárcel de

Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar compartió celda con el conocido

asesino en serie y violador de niños, Luis Alfredo Garavito, luego de su salida

continuó con los actos criminales frente a las jóvenes.


Hipótesis diagnostica

En el marco de lo que a comportamiento delictivo o conducta criminal compete, el implicado

tiende hacia la conducta criminal, donde ejecuta el acto por premeditación y bajo un patrón

definido de abordaje a las víctimas; dentro de las posibles causales psicológicas que se ven

implicadas en el caso, existen varias. La primera de ellas, el haber sido un policía y la relación

cercana con las relaciones de poder y control, pudieron haberlo posicionado psíquicamente en un

punto de dominante frente a la posición de indefensión de sus victimas; sumado a ello, el uso de

la fuerza desmedida como mecanismo de refuerzo de su conducta.

Por otro lado, frente al caso de Gabriela, el implicado presenta conductas repetitivas y

antecedentes penales donde purga una primera pena por acceso carnal violento, sumado a ello

comparte celda con un asesino en serie comprobado; en medio de su estado de consciencia, cabe

la posibilidad de una influencia y movilización psíquica por parte de su ex compañero de celda.

Por último, no se descarta la existencia de un trastorno de la conducta sexual, asociado a las

parafilias conexas con la pedofilia y marcadas por la violencia hacia mujeres jóvenes, además del

goce del sufrimiento y humillación del otro acompañado de un consentimiento inexistente.

Вам также может понравиться