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1° Parcial Teoria III

2017

UNIDAD I: El retorno a Freud y los tres registros.

Quién fue Lacan? Hay en que pensar en que época vivió, desarrolló su obra, porque nadie está ajeno
a su época. Lacan escribe su tesis en el año 1936. Nace en 1901 y muere en 1982. La época de la
obra de Lacan es de la segunda mitad del S. XX. En el año 1953 Lacan lee un trabajo en un congreso
que se realiza en Roma, llamando “Función y campo de la palabra”, también conocido como el discurso
de Roma. Lacan dice que aquí comienza su enseñanza; el fecha el comienzo de su enseñanza en 1953,
al igual que en Freud reconocemos “la interpretación de los sueños” en el año 1900 como el comienzo
de la obra freudiana.

Que ocurría en la época del 50 cuando aparece Lacan?


El psicoanálisis estaba atravesado por una polémica, la polémica Ana Freud / Melanie Klein, lo que se
conoce como la escuela americana y la escuela inglesa. El psicoanálisis estaba dividido entre quienes
adherían a una escuela u otra. Lacan va ser crítico de las dos, pero va marcar también una diferencia
entre una y otra.

A la escuela inglesa, a Melanie Klein en Por otro lado, la escuela americana, llamada
particular Lacan la respeta, si bien con mucha escuela del YO, dice que también reconoce
crítica. esta división subjetiva. Pero su propuesta de
La reconoce como perteneciente al campo trabajo clínico es trabajar con el YO, reforzar el
psicoanalítico, porque la escuela Kleiniana lo yo.
que nunca perdió de vista es la división Lacan va decir “eso es anti-psicoanalítico, eso
subjetiva. Eso que nos ubica dentro del es ir en contra de la enseñanza de Freud. ”
campo del psicoanálisis: el reconocimiento del
Inconsciente, que es como la piedra angular
sobre la que edificamos todo el edificio
psicoanalítico.

Entonces Lacan, va a criticar a la escuela del Yo americana, fundamentalmente, haberse centrado en


el Yo. Al centrarse en el yo, dice Lacan, se desconoce lo inconsciente. Se apunta, en la clínica de la
escuela del yo, al fortalecimiento del yo, pero si se quiere fortalecer el yo, se olvida lo inconsciente, y lo
que se olvida fundamentalmente es que el yo está determinado, no es un yo autónomo. La escuela del
yo plantea la existencia de aspectos del yo que son autónomos. Lacan dice que no hay ningún aspecto
del yo que sea autónomo. El yo está determinado por el inconsciente y está al servicio del engaño. ¿Qué
quiere decir que está al servicio del engaño? Que cada vez que alguien dice “yo soy”… se engaña, “yo
soy bueno, yo soy malo, yo soy así, yo soy asa, yo soy muy generoso, yo hago esto, yo hago lo otro”
eso está al servicio del engaño, dice Lacan leyendo a Freud. No es que Lacan dice “yo lo estoy diciendo
por primera vez”, Lacan dice “esto lo dice Freud”. Y lo que va a criticar a la escuela Kleiniana (la escuela
inglesa), fundamentalmente, es el concepto de instinto que manejaba.

Lacan critica ambas escuelas y va a proponer lo que él llama "el retorno a Freud. Este es como el
comienzo de la obra de Lacan. “Hay que recordar a Freud”, dice Lacan. ¿Por qué? porque no lo supieron
leer, y se lo están olvidando. ¿Dónde hace esto? En los institutos de psicoanálisis, en la llamada "IPA"
(sigla en inglés de la Asociación Psicoanalítica Internacional que fundó Freud, que durante muchos años
fue "la" institución de psicoanálisis). dice hay que volver a leer a Freud, pero no simplemente tomar un
libro y volver a leerlo, sino haciendo una operación de lectura. ¿Qué quiere decir? Una operación de
lectura es trabajar un texto de tal modo que se le pueda sacar el mayor jugo posible: trabajarlo con otros
autores, cruzarlo con otros conceptos, y luego volver a leer a Freud.
Esa primera época del retorno a Freud, es la época del llamado Lacan simbólico, o sea un Lacan que
hace lo que se llama la lectura simbólica de Freud, y para esto Lacan toma 3 autores no
psicoanalíticos, con los cuales va a emprender su lectura.
Estos tres autores son: Levi Strauss, Ferdinand de Saussure y Hegel. De Levi Strauss, antropólogo
estructuralista, lo que Lacan toma fundamentalmente es el concepto de lo simbólico, y el de estructura.

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Estos son los dos conceptos centrales que toma Lacan de Levis Strauss. De Ferdinard de Saussure,
creador de la lingüística moderna, que murió muy joven, toma el concepto de significante. Y de Hegel
toma el concepto de deseo.
¿Se entiende esta operación de lectura? Cuando él dice, yo leo en Freud tal cosa, y uno va al texto y
dice, no Freud no dijo esto. Cuando él dice yo lo leo, esa es su operación de lectura. No está diciendo
que Freud lo dijo literalmente, sino “yo lo leo, yo leo que Freud dijo esto”. Esta es su operación de lectura.

Lévi-Strauss
De qué manera podemos pensar la estructuración del sujeto? Tomar al sujeto como producto de la
cultura.
Y entonces Levi Strauss plantea lo siguiente: hay una oposición entre naturaleza y cultura. Y se
pregunta cómo diferenciamos una de otra, dónde termina una y dónde comienza la otra
De qué modo el ser humano deja atrás su ser natural para pasar a ser un ser de cultura?
Como dice Levis Strauss, la naturaleza está perdida. El Instinto se pierde desde el comienzo. Los actos
reflejos básicos del bebe son la prensión, el reflejo de los pies y la succión. Esos reflejos se pierden
rápidamente. Ninguno persiste. Lo demás está todo atravesado por el hecho cultural.
Levi Strauss dice para que algo sea natural se necesitan 2 características:
● que sea universal a los miembros de una especie y
● que sea espontaneo (refiere a aquello q no requiere ningún aprendizaje formal, no se necesita
escuela, institución, escuela ni la familia).

Lo cultural para Lévi Strauss es lo opuesto a lo natural, no es universal o sea que es particular,
particular a una sociedad, a un momento histórico, a una cultura; no sólo particular sino que también es
adquirido.
El hecho cultural nos atraviesa literalmente, atraviesa nuestro cuerpo de tal manera que hace que no
haya nada natural en el. No hay nada que sea instintivo, ni existe conducta instintiva para el ser
humano, todo esta inscripto en algún lado por la acción del otro.

1- Existe alguna conducta natural en el SH? No. No existe el instinto. Las pocas conductas instintivas
(actos reflejos) se pierden rápidamente, cuando empiezan a haber adquisiciones culturales.
2- Qué posibilita el pasaje de la naturaleza a la cultura? Lévi Strauss dice las leyes; diciendo que no
hay sociedad sin leyes. Todo grupo humano, toda sociedad tiene leyes.
El contenido de las leyes no importa, pero siempre hay alguna ley. ¿Las leyes, son universales? No,
dice Levi Strauss, cada sociedad, cada tiempo histórico pone sus leyes, pero descubre Levi Strauss que
hay una ley que es universal, el incesto.
Esto lo vemos en las sociedades tribales, en la sociedad nuestra. Toda sociedad tiene alguna forma,
no quiere decir que sean todas iguales en la forma, pero toda sociedad tiene, de alguna forma, el tabú
del incesto.
La ley de prohibición del incesto tiene la característica de compartir con lo natural la universalidad
y con lo cultural lo adquirido. Esta ley va a permitir ese pasaje de la naturaleza a la cultura.
Es la 1° ley fundante de la sociedad cultural humana. Es una ley que no es ni natural ni cultural, pero
permite ese pasaje. Es la ley que nos humaniza. Recae sobre la sexualidad.
La constitución del sujeto se va a dar dentro de esta estructura. Donde va a ser tomado por esta ley
cultural. Por lo que las demás leyes van a estar apoyadas sobre esta 1° ley: la ley del tabú.
Entonces lo simbólico está ligado a la ley, a las normas culturales. Cuando decimos ley –aclaración
necesaria- no hablamos de ley jurídica, hablamos de ley cultural. De las leyes culturales, la primera ley
cultural era el tabú del incesto.
Entonces lo simbólico es lo que posibilita el armado de una estructura. ¿Qué es estructura? Lacan
dice un conjunto de elementos que forman un conjunto co-variable. ¿Qué quiere decir co-variable?,
que si cambio uno se me modifica todo. Eso quiere decir co-variable.
el concepto de estructura es lo que posibilita pensar, por un lado, que es la estructura la que determina
al sujeto. La estructura de la que venimos determina al sujeto, pero esta estructura no nos determina en
forma absoluta.

De Ferdinad de Saussure, Lacan toma el concepto de significante. Ferdinad de Saussure fue


lingüista.
Está considerado el padre de la lingüística moderna porque solucionó, entre otras cosas, una discusión
que venía desde siempre entre los lingüistas y es qué relación hay entre la palabra y la cosa. Para decirlo

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sencillamente, qué relación hay entre la palabra escritorio y este objeto escritorio. Discusión de mucho
tiempo entre los lingüistas. Saussure dijo muchachos no discutan más, la cosa es muy sencilla, no hay
ninguna relación, no existe relación entre la palabra y la cosa.
O sea que si no hay relación entre la palabra y la cosa, entre que va a ser? Va a decir Ferdinad de
Saussure, entre un concepto y una imagen acústica; o sea, entre el concepto de árbol y la palabra
árbol.
Cual es la relación entre la palabra y la cosa? Ninguna. LA relación es arbitraria. Si bien la relación es
arbitraria, por esta arbitrariedad estamos todos tomados. No podemos cuestionar lo arbitrario del signo.

significado

significante ÁRBOL

Entonces Saussure a esto lo llama significado y a esto lo llama significante. Y la relación es arbitraria,
porque decimos árbol, pero si estuviéramos en un país de habla inglesa diríamos “tree”, o en un país de
habla francesa diríamos “arbre”. Entonces esto es arbitrario, es una convención, una convención que
todos aceptamos. Porque yo no puedo decir hoy “yo propongo que al árbol lo llamemos de otra manera”,
si digo eso estoy loco. Es una convención que todos aceptamos, o sea, nadie escapa a lo simbólico,
nadie escapa a la convención simbólica.
A esto Saussure lo llamaba el signo lingüístico . Este signo va a tener un valor, dice Saussure. A la
relación entre significado y el significante la llama signo, es el signo lingüístico. Sgdo: concepto, árbol .
Sgte: la imagen acústica, la palabra árbol que hace mención al objeto árbol.
Esta es la creación de Saussure, por eso es el creador de la lingüística moderna, es él el que la
inventa, inventa el signo lingüístico. Qué logra hacer Saussure con esto? Logra hacer una abstracción,
logra abstraer el estudio del lenguaje a una cuestión que él llama signo. Ya no es la realidad,son los
signos
Entonces el valor, dice Saussure, queda dado por la relación entre el significado y el significante. Pero
no solo ahí dice Saussure que hay valor, sino que el valor está dado también por el contexto de la frase.
Qué va a tomar Lacan de Saussure? Saussure siempre escribe así el signo, estas dos flechas que
Saussure escribe muestran que esto es reversible, o sea que yo podría escribirlas al revés, el árbol
arriba, el dibujo abajo y nada cambia en el signo saussureano.

SIGNIFICANTE SIGNIFICADO

Lacan invierte el signo saussureano, escribe significante arriba y significado abajo, y saca las flechas,
no las pone, y dice que esta barra que separa al significante del significado es una barra resistencial, o
sea, no hay pasaje inmediato del significado al significante, y no hay pasaje inmediato del significado al
significante; por el contrario, va a decir que la relación entre significante y significado es siempre fluida y
a punto de deshacerse.
Entonces Lacan va a dar un carácter primordial al significante. Nosotros construimos nuestros
discursos con significantes, no con signos. Si yo digo médico de cabecera, tenemos dos significantes,
medico y cabecera. El significante cabecera no quiere decir o no remite a la cabeza en lo real, es una
metáfora; o sea, cambio el significado. Entonces, Lacan va a decir, lo inconsciente está estructurado
como un lenguaje. Lectura, como les decía hoy, que hace Lacan de Freud. ¿Dónde lee esto Lacan?
¿En qué lugar de Freud lo lee? Lo lee en la interpretación de los sueños, en el chiste y su relación con
el inconsciente, lo lee en la psicopatología de la vida cotidiana, o sea, el lee ahí que lo que Freud hace
son construcciones en base a significantes, no en base a signos, donde un significante remite a otro.
Freud habla de representación (en el icc) y Lacan va a hablar de significantes

Los dos mecanismos fundamentales:


Para Freud Para Lacan

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- Condensación - Metáfora
- Desplazamiento - Metonimia

Entonces toma estas figuras que son de la lingüística, metáfora y metonimia. La metáfora es una
figura de estilo que se funda en relaciones de similitud y sustitución, que se va a dar sobre el eje
sincrónico de la lengua. Es designar algo a través de otra cosa. Ej: "les traigo la peste" refiriéndose a
que le trae el psicoanálisis. "La peste" sería una metáfora de psicoanálisis.
¿Qué es una metáfora? Desde el punto de vista lingüístico, es donde una palabra reemplaza a la otra,
dicho en términos lingüísticos podemos decir que un significante reemplaza a otro, el significante “peste”
reemplaza al significante “psicoanálisis”, “el psicoanálisis es una peste” entonces, “psicoanálisis” es el
significante 1, “peste” es el significante 2, entonces el significante peste reemplaza al primer significante
psicoanálisis. Entonces esta sustitución significante, este reemplazo de un significante por otro lo que va
a producir es una nueva significación, “el psicoanálisis es una peste” o sea Freud está diciendo
metafóricamente que el psicoanálisis se propaga como una peste, o sea que Lacan lo que está
mostrando a través de la concepción de Saussure de la lingüística, es que todo es cuestión de palabras,
que todo es cuestión de significantes, que la significación se produce por la asociación significante
Entonces, a través de esta figura de estilo llamada metáfora, Lacan lo que está mostrando es la
supremacía significante en el discurso.
La metáfora produce un sentido nuevo ahí donde en principio no hay sentido.
El sgte gobierna no solo al sgdo sino también lo ubica, le da una ubicación al sujeto en relación a la
estructura.

En la metonimia, en cambio, no se produce este cambio de significación, sino que los términos pasan
a estar vinculados por una relación de contigüidad, de cierta cercanía. Se produce un cambio en la
significación pero sin una nueva creación de sentido; sino que hay algo del sentido anterior que se
sostiene. Por ejemplo: si yo digo: “vamos a beber una copa”, la copa no la bebemos, bebemos el
contenido de la copa, no la copa. O sea que estoy reemplazando el contenido por el continente, a eso
se llama metonimia.
En estos ejemplos que les doy son metonímicos, o sea se toma algo un elemento, como puede ser
los cobres de una orquesta, o en el beber una copa, se toma el continente por el contenido, o una vela
en el horizonte, se toma una parte por el todo, pero hay una relación entre los dos elementos, no es
como entre psicoanálisis y peste. Alguien podría preguntar con todo derecho ¿y que tiene que ver el
psicoanálisis con una peste? Y no tienen nada que ver, es una metáfora. Es un nuevo sentido, es un
cambio de sentido, en cambio en estos otros ejemplos que les acabo de dar no hay nuevo sentido, sino
que se está tomando o una parte por el todo, o el continente por el contenido la materia por el objeto,
pero hay relación entre lo que se dice y lo que es sustituido.

Los ejes sincrónicos y diacrónicos son los ejes que postula Saussure para todo discurso, porque
todo discurso implica un eje sincrónico y diacrónico. El eje sincrónico es ahí donde yo elijo una palabra
en lugar de otra y el eje diacrónico es la construcción de la frase. Eso está presente en todo discurso, es
una regla de la lingüística. En todo caso lo que el psicoanálisis viene a aportar en ese punto es que esos
ejes no son ejes azarosos ni porque si, están determinados. Esa elección que hace un sujeto de una
palabra o de una frase está determinada, no es azarosa, esto es lo que en ese punto aporta el
psicoanálisis. Por qué a una cosa lo llama de esa manera y no de otra. Entonces es la puntuación del
analista, lo que otorga una nueva significación, yo les di el ejemplo de empanada, “em-pá-nada”, esa
puntuación cambio lo que era una condensación en el paciente, “em-pá-nada”, no hay nada en papá,
esa representación condensada de un sueño a través de una puntuación adquiere un nuevo sentido.
Entonces Lacan dice que esta es la función del analista básicamente, o sea el analista decide de alguna
manera, el sentido del mensaje del paciente.

Lo que estamos diciendo cuando decimos "El icc está estructurado como lenguaje" es que el icc no
es el cajón escondido y oscuro del sujeto, sino que el icc está a la vista. Como cuando Freud habla de
sueños, lapsus, actos fallidos, etc. No es algo escondido, sino aquello que vemos y oímos. Tenemos
que escuchar al sgte, escuchar lo que dice el paciente.
El inconsciente no está en la profundidad, no es el desván, la pieza del fondo de mi casa en la que
entro cada tanto y hay un gran despelote. No es eso. El inconsciente dice Lacan se dice, está dicho. Se
dice en el discurso del paciente. Por eso toma a Ferdinand de Saussure, para entender esto, que lo
inconsciente es lo que se dice, no es lo profundo, “a vos me decís A pero yo sé que me querés decir B”,

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no, no es eso. Es lo que se escucha en lo que el sujeto dice.
¿Se entiende esto? Uno cosa es que algo esté inscrito en lo inconsciente y yo nada sé y entonces eso
lo voy a escuchar en un lapsus, en un fallido, en una forma particular de decir. Una cosa es eso y otra
cosa es lo que nunca se inscribió. Si nunca se inscribió tengo que apelar a otros recursos. Tengo que
apelar a una construcción por ejemplo.
Lo inconsciente está en el discurso. Lo inconsciente no está en la profundidad, no es la pieza del fondo
de mi casa, está en el frente. Es lo que se dice, está en el discurso. Por eso Lacan toma conceptos de
un lingüista como Saussure, para saber cómo es un discurso, para saber cómo está hecho un discurso.
¿Entonces de qué se trata? De que podamos escuchar el discurso. Escuchar el discurso a la
letra. A la letra quiere decir en lo que el paciente dice. No lo que yo le supongo, lo que escucho, lo que
el paciente me está diciendo.
El icc es una creación, una forma de procesar que tiene un sujeto para poder mostrar y representar
algo de su conflictiva icc. Pero en esa creación siempre está incluido el Otro. No es solamente lo que le
ocurre al sujeto en su interior, sino que se da cuando está hablando o cuando se le está contando algo
al Otro.

Lo incluye al otro. El icc es el discurso del Otro. Hay un gran Otro que está hablando en mi.
Si el icc está vaciado de significaciones, qué sujeto podemos reconocer allí? El sujeto producto de
la cadena sgte. El sujeto que está tomado por la cadena sgte.
"Un sgte es lo que representa a un sujeto para otro sgte" . Quiere decir que la primacía es del sgte.
Los sujetos estamos tomados por esa cadena de sgtes, que nos antedece, porque los sgtes son
anteriores a nuestra llegada al mundo. Cuando llegamos al mundo ya tenemos una cadena que nos está
esperando: el nombre, apellido, dicen cosas de nosotros (qué bueno, qué lindo).
Todo esto que se dice del bebé lo está inscribiendo en una cadena sgte; que lo van a representar.
El sujeto está representado en los sgtes que lo anteceden. Por eso dice Lacan que un sgte es lo
que representa a un sujeto para otro sgte. Es producto de la cadena sgte del Otro. Si el icc es el discurso
del Otro, el sujeto va a ser producto de estos sgtes del Otro.

Ustedes saben que Hegel, filósofo del S.XIX, es de esos autores de suma complejidad.
La lectura que hace Lacan de Hegel es la lectura que hace, en realidad, Kojeve, que es un filósofo
francés contemporáneo de Lacan con quien él estudio Hegel y lo que nosotros vamos a ver de Hegel a
través de Kojeve, que es el Hegel de Lacan, ustedes lo tienen como bibliografía, es la introducción a un
libro que se llama “La Dialéctica Del Amo Y El Esclavo En Hegel” que es de Kojeve, y en donde Hegel
también se pregunta, desde la filosofía, se pregunta: ¿Qué es lo que humaniza al hombre? ¿Qué es lo
que diferencia al hombre del animal? Y entonces Hegel parte de una primera diferenciación que es la
diferenciación entre la consciencia en sí y la conciencia para sí.
Hegel llama la conciencia en si a esa conciencia que tiene el hombre, cuando digo “el hombre” me
refiero al hombre como especie, ¿no? Al hombre que se opone, dice Hegel, se opone al mundo en una
actitud pasiva y contemplativa. El hombre se opone al mundo en actitud pasiva y contemplativa. Esta
sería la conciencia en sí. Mientras que lo que él llama la conciencia para sí, o autoconciencia, o sea,
un hombre auto consciente, es el hombre consciente de su oposición al mundo y, por lo tanto, consciente
de sí mismo.
No es lo mismo la consciencia en Hegel que en el psicoanálisis; no es lo mismo el deseo en Hegel
que lo que nosotros llamamos deseo. Para él la consciencia es como momento del espíritu
Hegel dice que el hombre que contempla, es absorbido por lo contemplado. El sujeto cognoscente
dice Hegel, se pierde en el objeto conocido, se olvida de si, no piensa en sí mismo, ni en el acto de su
contemplación. Hegel nos habla de un sujeto que se pierde en el objeto, cuanto más consiente es de la
cosa menos consciente es de si mismo

Hegel dice, solo un deseo puede sacar al sujeto de la contemplación, ahora que el deseo se fije sobre
un objeto no natural, ósea, algo que supere la realidad dada, este deseo para superar lo no natural, se
tiene que dirigir entonces hacia algo no natural, ¿Qué sería lo no natural? Hegel dice el sujeto solo surge
en el seno de un rebaño, la realidad solo puede ser social siempre y cuando los deseos de cada uno
conduzcan a los deseos de otros. Lo que dice Hegel, Lacan lo va a tomar, esta formulación literalmente,
que el deseo es el deseo del otro o que el deseo es el deseo de otro deseo.
O sea lo específicamente humano dice Hegel que no es desear el cuerpo del otro es desear el deseo
del otro, eso es lo que convierte a alguien en humano, porque si se desea solo el cuerpo estaríamos en
el campo de la naturalidad y no de lo humano

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Esto es lo que se conoce como la dialéctica intersubjetiva, que va a plantear Hegel, que el primer
Lacan va a tomar. Dónde la autoconciencia o la conciencia para sí se genera a partir del reconocimiento
del otro. Y esto, dice Hegel, conduce a la lucha por puro prestigio que es específicamente humana y que
está regulada precariamente por lo que él llama un pacto simbólico.

Entonces hay un pacto simbólico, dice Hegel, que posibilita (a veces) que los humanos no nos
matemos, por lo menos todo el tiempo entre nosotros, por un pedido de reconocimiento. Hegel dice que
esta pelea, esta lucha por el reconocimiento es a muerte. Dice Kojève, leyendo a Hegel, que sin esa
lucha a muerte hecha por puro prestigio no habrían existido jamás seres humanos sobre la tierra. En
efecto, el ser humano no se constituye sino en función de un deseo dirigido sobre otro deseo. Es decir,
en conclusión, de un deseo de reconocimiento
Esto es lo que Hegel va a llamar la Dialéctica del amo y del esclavo . el amo necesita del esclavo
para ser reconocido como tal, pero ese reconocimiento no le sirve, porque al esclavo se lo ha cosificado,
o sea el deseo del esclavo no es igual al deseo del amo, entonces el amo necesita ese deseo para poder
ser amo pero al mismo tiempo no le sirve, por otra parte ser reconocido por otro amo es imposible,
porque entonces el amo dejaría de ser amo. y Hegel va a decir el amo prefiere la muerte antes que el
reconocimiento servil de un otro, entonces el dominio del amo es un callejón sin salida.
¿Qué va a tomar Lacan de Hegel?, Lacan va a tomar esta expresión hegeliana de que el deseo es el
deseo del otro, o el deseo es el deseo de otro deseo
Entonces, esto es lo que va a tomar Lacan de Hegel, la única manera de que el deseo se constituya
es a partir del deseo del otro, la única manera que se constituya el deseo es como deseo del otro.

¿Qué le va criticar a Hegel? Le va criticar en principio el concepto de auto conciencia ¿Por qué?
porque nosotros sabemos que el sujeto no es dueño de sus actos, sino que el sujeto se constituye en
una relación de dependencia absoluta de un Otro.
Hay una relación gozosa en esta relación de dependencia
Lo que le va a criticar a Hegel es no haber tomado en cuenta esta posibilidad de goce que puede
presentar cualquier sujeto en una posición absoluta de dependencia con un Otro.

Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis.

En el año 1953 Lacan va a un congreso psicoanalítico en Roma y presenta su trabajo llamado función
y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis o también conocido como el discurso de Roma,
a este trabajo Lacan le da el valor de piedra fundacional, dice acá comienza mi obra.
Lacan está hablando de la palabra que aparece en la experiencia psicoanalítica, no de la palabra en
general, sino a la palabra en el campo del psicoanálisis y a esa palabra la va a diferenciar entre palabra
vacía y palabra plena. Ósea lo que dice Lacan es que un enunciado puede ser una palabra vacía en el
contexto de un análisis y puede ser comprometida y plena en otro contexto. De ahí que el titulo diga, “en
la realización psicoanalítica del sujeto”.
Y Lacan comienza diciendo que el psicoanálisis no tiene ningún otro médium, ningún otro recurso que
no sea la palabra del paciente. Y va a decir que toda palabra llama a una respuesta, la palabra llama a
una respuesta, o sea que en esto lacan es muy freudiano, y lo que dice es que en un psicoanálisis lo
que se hace es intercambiar palabras, y que siempre se espera alguna respuesta, aun que esta
respuesta puede ser algún silencio.
Y lacan dice que si el psicoanalista demora la función de la palabra, no experimentara sino más
fuertemente su llamado, o sea si el analista no tiene en cuenta que de lo que se trata es de un intercambio
de palabras, va a ser llamado de alguna otra manera por el paciente.

Toda palabra es un llamado a un Otro.


Cada vez que un sujeto se dirige al otro , esa palabra tiene un valor de llamado o un valor de
demanda , de demanda al otro y lo que empieza también a subrayar en este texto es
fundamentalmente el valor simbólico de la palabra oponiéndolo al aspecto imaginario.
Entonces este llamado implica una dinámica de presencia y de ausencia. Y esta presencia-ausencia
es el núcleo de lo simbólico para Lacan. Ahora cuando hablamos de presencia-ausencia, ¿de qué
presencia-ausencia estamos hablando?

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De lo que estamos hablando es de presencia-ausencia justamente del deseo. Es la ausencia del otro
en tanto ausencia de deseo lo que se marca como ausencia. Esto es lo que hacen los chicos por ejemplo
¿Cuál es uno de los primeros juegos que hacen los chicos? En esta cuestión de presencia-ausencia:
esconderse del otro. El famoso “acá estoy”, “acá no estoy” o “acá no está”. O sea esa posibilidad de
aparecer o desaparecer para el otro.

Pero entonces la palabra tiene siempre una función evocativa, evoca algo, y una función creadora.
¿Que quiere decir función creadora? Por ejemplo, cuando el chico dice “mamá” por primera vez. ¿Qué
hace? Está creando a Mamá, mamá empieza a existir cuando el chico dice mamá. ¿Y antes? Y antes
no es mamá. ¿Y qué es? Es algo que le pertenece a él, es algo de lo cual él no está discriminado, es
algo de lo cual él no está separado, es algo de lo cual él cree que puede manejar o controlar. Cuando
dice mamá por primera vez, como momento mítico, mamá empieza a ser mamá.
La palabra crea la cosa y en el mismo momento en el que la crea, como decía Saussure, la está
matando. La palabra mata la cosa. Mamá ahora es mamá, ya no es una cosa agradable o desagradable
que puede acercarse, que me hace sentir cosas agradables. Ya no es una cosa, ahora es mamá.
Entonces, el mundo pasa a existir desde la creación simbólica. El lenguaje, su adquisición, está
siempre determinada por el mundo simbólico que antecede al sujeto. Lo simbólico está antes de que
nazca el sujeto. Primero está el sgte , y luego el sujeto.
Entonces, si la palabra es simbólica y proviene del otro y va al otro, esa palabra siempre implica una
respuesta, siempre implica a un oyente, y este es el lugar que Lacan le va a dar al psicoanalista. Sí, el
psicoanalista es el destinatario en el análisis, pero el paciente en realidad le habla a un gran Otro.
Hay momentos privilegiados, no son todos los momentos iguales, hay momentos privilegiados ¿cuales
son? esos momentos donde emerge algo de lo inconsciente, o sea formaciones del inconsciente sueños
lapsus acto fallidos síntomas chistes. Momentos privilegiados donde algo de lo inconsciente va a
emerger.
Cuando emerge algo del inconciente Lacan lo va a llamar “palabra plena” oponiéndolo a la
“palabra vacía”. Palabra vacía va a llamar Lacan a lo que nosotros podríamos decir una especie de
blableo, allí donde el paciente habla y no dice demasiado. O sea que Lacan va a cuestionar esa creencia
o suposición de que “todo” quiere decir algo.
El momento de la palabra plena aparece donde algo del icc hace su aparición, cuando aparece algo
de la verdad del sujeto. Lo demás es palabra vacía.
De lo que se trata en el psicoanálisis es de verdad, no de exactitud. No se trata de ir en pos de la
exactitud o de la verdad histórica de aquello que el paciente nos está contando, no es eso lo que vamos
a buscar. No importa si así con exactitud, sino que eso que nos cuenta es la verdad del paciente, esa es
la verdad para él. Cuando hablamos de verdad, es la verdad de ese sujeto al que estamos escuchando.
Este vacío, esto que podríamos llamar “agujero central”, este concepto de falta, es un concepto central
en Lacan. Es lo que crea lo simbólico. Por eso, para que “mamá” exista como mamá, se necesita de su
ausencia. Se necesita de su falta, de su perdida, para que en esa falta (en esa perdida, en esa ausencia)
aparezca algo que la nombre, aparezca algo que tenga valor significante, pero que productora también
la ausencia de la cosa.
Tenemos falta simbólica creada por lo significante y tenemos falta imaginaria en la cual se va a fundar
el narcisismo. Ahora en este primer Lacan, lo que va a determinar o lo que va a ser más importante es
la falta simbólica. La palabra vacía, el blableo, es la palabra fundada en el narcisismo, ¿por qué fundada
en el narcisismo? Porque el narcisismo es lo que viene a obturar, es lo que viene a cerrar, a clausurar
los efectos del inconsciente. Porque el yo está fundado en el narcisismo.

Página 238: “Pero primeramente y de golpe, llamado propio del vacío, en la alianza ambigua de una
seducción intentada sobre el otro por los medios que el sujeto sitúa su complacencia, en que va a
adentrar el monumento de su narcisismo”
Desde la experiencia del vacío, se constuye el narcisismo, Porque la primera experiencia que tiene el
niño es de impotencia, de lo que no puede; desde esa experiencia de vacío va a hacer un llamado al
Otro como suplencia de su impotencia. Y es desde ese otro, de la imagen que ese otro devuelve, que
va a construir su narcisismo.
Cómo va a pensar el tema de la falta?. Un modo de pensar la teoría de Lacan, es pensar cómo Lacan
va construyendo o qué lugar le va dando a o largo de su teoría a la noción de la falta.
Continúa Lacan: " Se concibe entonces cómo esta agresividad puede responder a toda intervención
que desarma el objeto que el sujeto ha construido para satisfacerlas" (p. 240) . Separa la agresividad de

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a pulsión de muerte.
Entonces Lacan va a decir, que toda intervención en análisis que se haga en el nivel del yo, va
necesariamente a desencadenar el orden de la agresividad, ¿por qué? Porque la relación yo a yo,
que pueden establecer dos sujetos en cualquier circunstancia, siempre está implícita la
agresividad, algo de la agresividad siempre va a estar en juego.

Lo que dice lacan es que hay un monto de agresividad que se necesita siempre para la
separación, porque la ilusión neurótica del “yo soy yo” es justamente para negar esa constitución,
entonces la agresividad aparece como algo necesario para la separación.
Estamos hablando de una agresividad necesaria porque sí, porque el otro siempre es violento con
el sujeto, siempre hay un grado de violencia en el otro, insisto cuando digo violencia no estoy hablando
de una violencia física o verbal, estoy hablando del hecho mismo de que el otro impone la lengua, eso
ya es agresivo, ya implica un monto de agresividad por parte del otro. Ustedes dirán ¿bueno pero que
otra cosa hay? No hay ninguna otra cosa, justamente, esa es la cuestión, no tenemos opción, la madre
le impone su lengua al hijo, por eso se llama lengua materna, la lengua en la que fuimos constituidos se
llama lengua materna, o sea porque proviene de la madre. Entonces eso implica siempre un grado de
agresividad por parte del otro, entonces se necesita como respuesta también, un monto de agresividad
por parte del sujeto
El analista en el esquema Lambda se coloca en el lugar del semejante (a') (del otro, a nivel simbólico),
y entonces genera necesaria y saludablemente la agresividad en el paciente, porque lo que se está
haciendo es trabajar a nivel del narcisismo. Y de alguna manera se está produciendo un ataque al
narcisismo del sujeto: respuesta agresiva.
Hay que poder ubicar al paciente en esa terceralidad (en el discurso de ese Otro).
Lacan hace una crítica y dice: el paciente no se le resiste al analista, se resiste, sí, hay resistencias,
pero no al analista. Es cuestión de yo a yo.

Dice Lacan; en la página 242 del texto: "por ello el psicoanalista sabe mejor que nadie, que la cuestión
en él es entender a qué parte de ese discurso está confiado el termino significativo, y es así en efecto
como opera en los mejor de los casos, tomando el relato de una historia cotidiana como un apólogo, que
a buen entendedor dirige su saludo una larga prosopopeya (termino entendido casi como sinónimo de
relato)por una interjección directa o al contrario un simple lapsus por una declaración harto compleja; y
aun, un suspiro de un silencio por todo el desarrollo lirico al que.. " Entonces el psicoanalista sabe mejor
que nadie que la cuestión en él es entender a qué parte de ese discurso está confiado el termino
significativo.
La palabra PARTE que Lacan la pone entre comillas es un término que los Kleinianos a veces
hablaban mucho de las partes, de la parte del sujeto o del paciente o del yo. Y Lacan, en cambio lo que
propone es pensar en partes del discurso.
¿Qué nos está diciendo otra vez? Todo tiene valor significante. Todo tiene valor de palabra. Y se
opone también a la idea de la interpretación como traducción simultánea. Que eso también era una
práctica de los post freudianos, de los kleinianos en particular
No hay una traducción entre lo que el paciente dice y lo que nosotros podemos interpretar. No es
como que traducimos un idioma por otro. Me habló de taza, yo le interpreto pecho. Si no que justamente
por eso, Lacan también habla de palabra vacía y palabra plena, esto que recordaban hoy. Por eso
también habla, porque entonces Lacan dice: bueno, hay veces que el paciente lo blabea, en el sentido
que no dice nada importante, no necesariamente todo lo que va a decir es importante. Hay que ver, hay
que escuchar ahí donde algo de lo inconsciente puede emerger a través de un sueño, un lapsus, un
fallido, un chiste, una interjección, un suspiro.
Todo esto tiene valor de palabra, de sgte. Pero es el analista quien decide, no se trata de responder
a cada cosa que dice el paciente con algo del analista. Entonces el analista es el que decide qué
expresión o a qué parte del discurso le otorga e valor de algo significativo. En esto de palabra vacía y
palabra plena, no todo es significativo. Hay algo que si puede serlo: eso que es significativo lo decide el
analista (por ejemplo: tomar un suspiro)
En el análisis nunca hay problemas prácticos, sino que hya problemas teóricos: la respuesta del
analista va a ser según lo que él decida. No hay nada previo, seguro, que le garantice al analista cómo
tiene que intervenir.

A continuación, Lacan va a introducir el problema de la puntuación o el corte de la sesión. Esta es

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una cuestión que Lacan introduce como algo muy novedoso en el análisis. Es la pregunta de en qué
momento interrumpir la sesión. En qué momento dar por finalizada la sesión. O sea, critica a los post
freudianos, que hacían del corte de sesión una cuestión cronométrica. A los 45 o 50 minutos se daba
por finalizada la sesión. Lacan dice lo siguiente: “Así, es una puntuación afortunada la que su sentido
al discurso del sujeto. Por eso la suspensión de la sesión de que la técnica actual hace un alto puramente
cronométrico, y como tal indiferente a la trama del discurso, desempeña en él un papel de escansión
(corte), que tiene todo el valor de una intervención para precipitar los momentos concluyentes.” (p. 242).

Lacan lo que está diciendo es que el momento de corte de una sesión no es en cualquier momento,
no es que bueno se cumplieron los 50 minutos y entonces cortamos ahí. El corte se produce dice lacan
en un momento que tiene que ser significativo.
Esa duración no responde a la legalidad del icc. Si el icc es atemporal, entonces por qué hay que dar
un corte cronométrico?. El corte pasa a ser una puntuación que es el analista quien decide la puntuación
y el corte, no el reloj.
Puntuación que va a estar dada por el Otro.
La puntuación va a crear la significación como efecto retroactivo. Si el analista decide la puntuación,
y que si el analista le devuelve su propia significación al paciente desde el lugar del Otro, eso también
quiere decir que el icc no es una bolsa donde puedo meter la mano y sacar cosas, sino que es en el
momento mismo del discurso que estamos creando el icc. El analista crea el icc con su interpretación.
El analista le devuelve al paciente su propio discurso. Le devuelve algo propio de él. No se trata de sacar
conclusiones, sino de dejar alguna puntuación abierta.
El analista decide el sentido del mensaje. Ocupando el lugar del Otro. Él tiene que saber el lugar que
ocupa. Todos ocupamos un lugar simbólico.

Continua en la página 244: "Si dirigimos ahora nuestra mirada al otro extremo de la experiencia
psicoanalítica - a su historia, a su casuística, al proceso de la cura-, hallaremos motivo de oponer al
análisis del ahora o nunca el valor de anamnesis (conjunto de relatos recolectados) como índice y como
resorte del progreso terapéutico, a la intersubjetividad obsesiva la intersubjetividad histérica, al análisis
de la resistencia la interpretación simbólica. Aquí comienza la realización de la palabra plena".
Esto es una crítica fuerte a los kleinianos, que trabajaban con el aquí y ahora, y se olvidaban de la
historia, etc (en el eje a-a' del esquema Lambda).
Lacan dice que trabajar con la historia del paciente es trabajar con aquello que lo ha determinado. No
se trabaja con los hechos, sino con el discurso del paciente, con la interpretación que el sujeto hace
de su propia historia.
Hay una expresión que Lacan va a usar especialmente que es la de “pasar al verbo”. O sea, pasar al
verbo es en este primer Lacan de la palabra plena, que el sujeto pueda ligar algo de su verdad. La
cuestión esta cuando la palabra pasa a tener o pasa a ligarse a algo de la verdad que a esta altura de
Lacan es una verdad icc, una verdad simbólica, ahí en donde el sujeto pudo pasar al verbo lo que no
estaba verbalizado.
La verdad del sujeto se construye así en el momento de su narración. La verdad se dice sola (no es
que el paciente quiera o no quiera decir la verdad).
El análisis no se trata solo de recuerdos y de historia, sino también de repeticiones, y repeticiones que
van a ser en primer lugar repeticiones discursivas. Ahí donde el paciente nos está transmitiendo algo por
ejemplo en la repetición de una palabra. (compulsión a la repetición- Freud).

P. 245: "La ambigüedad de la revelación histérica del pasado no proviene tanto del titubeo de su
contenido entre lo imaginario y lo real, pues se sitúa en lo uno y en lo otro. No es tampoco que sea
embustera. Es que nos presenta el nacimiento de la verdad en la palabra, y que por eso tropezamos con
la realidad de lo que no es ni verdadero ni falso".
La verdad emerge en la palabra.
La verdad puede fundarse en una mentira, no porque el paciente quiera hacerlo, sino en la mentira
que hay por estructura. Y en la cual puede emerger algo del orden de la verdad. La histeria es un ej.
paradigmático.
Continua: "Ahora bien, en esta realidad sólo la palabra da testimonio de esa parte de los poderes del
pasado que ha sido aparatada en cada encrucijada en que el acontecimiento ha escogido". Hay un
acontecimiento, el azar existe. Ahora Lacan dice, qué lectura hace el sujeto de ese acontecimiento
azaroso?.
La verdad no tiene que ver solamente con el hecho que lo causó, sino con la lectura que el sujeto va

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a hacer de ese hecho. Esa es la verdad del sujeto, la lectura que él hace. La verdad tiene que ver
con la anamnesis, el relato, que el sujeto hace del hecho. No con el hecho en si.

P. 246: "Es que no se trata para Freud ni de memoria biológica, ni de su mistificación intuicionista, ni
de la paramnesia del síntoma, sino de rememoración, es decir, de historia, que hace descansar sobre el
único fiel de las certidumbres de fecha la balanza en la que las conjeturas sobre el pasado hacen oscilar
las promesas del futuro. Seamos categóricos, no se trata en la anamnesia psicoanalítica de realidad,
sino de verdad, porque es el efecto de una palabra plena reordenar las contingencias pasadas dándoles
el sentido de las necesidades por venir, tales como las constituye la poca libertad por medio de la cual
el sujeto las hace presentes".
Lacan habla de libertad. Existe una determinación subjetiva. Pero existe también la decisión de cada
sujeto de qué hacer con aquello que lo determina. Si sólo hubiera determinación, no habría análisis.
Dentro de lo que lo ha determinado al sujeto hay una elección, una "poca de libertad".
La historia no es el transcurrir de los acontecimientos, sino que es el relato de los acontecimientos.
Un relato de los acontecimientos dirigido a un Otro. O sea, sin un Otro, no hay historia.

La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud.

¿De qué manera reformula Lacan el denominado algoritmo de Saussure?


Para señalar la emergencia de la disciplina lingüística, diremos que consiste en el momento
constituyente de un algoritmo que la funda:
S
s
Que se lee así: significante sobre significado, el "sobre" responde a la barra que separa sus dos
etapas. El signo escrito así merece ser atribuido a Ferdinand de Saussure.

SEMINARIO

Subversión del sujeto - Escritos 2


Seminario 5, "Las formaciones del Icc"
Seminario 6, "El deseo y su Interpretación"

“SUS TRES” O TRIADA LACANIANA.

Imaginario, simbólico, real.

Son registros donde se desarrolla la experiencia humana. Es también un “trípode” puesto que
sostiene la enseñanza lacaniana.
Lacan considera un escrito propio (discurso de Roma, función y campo de la palabra y del
lenguaje en psicoanálisis) como su propio ingreso en psicoanálisis, Sin embargo, sus registros son
anteriores a sus escritos. En 1953 dicta “lo simbólico, lo imaginario, lo real”, conferencia que marca la
puerta misma a la enseñanza lacaniana.
A diferencia de Freud, Lacan es inicialmente psiquiatra. Es en ocasión de realizar su tesis de

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doctorado que Lacan se topa con la obra Freudiana. Dicha tesis fue su trabajo titulado “el caso Aimme”,
un caso de psicosis paranoica, al que Lacan alude a los conceptos del narcisismo y la formación del yo
de Freud para comprender.
Sus escritos anteriores a 1953 (tales como el estadio del espejo, la agresividad en psicoanálisis
y acerca de la causalidad psíquica) son escritos influenciados por la obra freudiana. Estos giraran
alrededor de lo denominado “lo imaginario”.

Lacan posiciona su enseñanza como un retorno a Freud, a partir de su triada. ¿Que significa esto?:

1) Lacan considera necesario retornar a Freud, eje del cual los contemporáneos a Lacan – según su
mirada critica – se estaban alejando. (Principalmente Freud A., Klein, M. & Winnicott D.). Son los
llamados “postfreudianos”. El retorno a Freud sería una corrección, rectificación, de la forma de
interpretar los textos freudianos. En ese retorno, Lacan se propone una reconquista del campo freudiano.

2) Lacan habla del “debate de las luces”, que podemos describir como una lucha con los conceptos
irracionales sobre la enseñanza psicoanalítica. Propone por lo tanto, un retorno a la racionalidad y
oposición al oscurantismo. Exige por tanto, al psicoanalista, dar razón de su practica. El psicoanalista es
dos: Aquel de la escena psicoanalítica y aquel que explica y teoría eso que hizo.

3) El retorno no implica una simple repetición de lo dicho por Freud. “Hace diferencia”, incluso con Freud
mismo, en cuatro vertientes:

● La primera, conduciéndose por los caminos señalados por Freud, retoma los conceptos más
necesitados de fundamentos razonables, en la teoría freudiana, para aclarar los mismo. Por
ejemplo, Lacan aclara la diferencia entre psicosis y neurosis formulada por Freud – aunque sea
Lacan quien termina de definirlo en tanto estructuras excluyentes-.
● La segunda, Lacan establece su propia lógica, pasando los texto freudiano por los tres registros
de Lacan y esclareciendo y ordenando lógicamente los mismos (Ejemplo de esto, es la función
paterna). De esta manera, simplifica Lacan la aprehensión de los conceptos y los textos
freudianos.
● La tercera, Lacan lee a Freud de forma critica, criticándolo incluso con los mismos conceptos
freudianos. Ejemplo de esto es el fin de analisis y las instituciones analíticas. Se plantea
entonces, el abordaje Lacaniano, como un “más allá de Freud”.
● La cuarta, señala Trevisan, que el retorno a Freud no es una simple repetición sino un debate
con la obra.

Lacan, en su propia enseñanza de los tres registros y a lo largo de los años, reformula su propia
forma de plantear los mismos. Podemos plantear por lo tanto los dos hitos de la enseñanza de lacan: La
primera son los años 50 y el tramo final, son los años 70:
El primer corte, señala una supremacía o prevalencia de lo simbólico por sobre lo imaginario y lo
real, fundamentada de la corrección respecto a los “desvíos postfreudianos”. La critica fundamental a
sus contemporáneos es que, en las lecturas de estos, olvidan el registro de lo simbólico y se pierden en
lo imaginario. Lacan nos señala los textos fundamentales de Freud (la interpretación de los sueños,
psicopatología de la vida cotidiana, y el chiste y la relación con el inconsciente), considerando estos
como la interpretación y anticipación de Freud de los modernos desarrollos de la lingüística. El material
analizado en estas obras son, efectivamente, hechos del lenguaje, y por lo tanto se relacionarían con le
registro imaginario. Se resume esta etapa en su famosa frase: “El inconsciente esta estructurado como
un lenguaje” (un inconsciente más ligado al significante [simbólico] que al significado [imaginario]).
En el segundo corte, Lacan plantea una homogeneidad entre los registros, eliminando la
supremacía anterior. Esta homogeneidad queda plasmada en su figura topológica de la experiencia
psicoanalítica, El nudo borromeo: Esta figura explica lo fundamental que resulta la existencia de los tres
registros para sostener la estructura, y como cada uno sostiene a los otros dos, todos son importantes
por igual. Sobre el final de la obra de Lacan, la frase fundamental sera: “no hay relación sexual [para los
seres que habitan el lenguaje]” (en francés, hay homofonía con la frase “no hay complementación
sexual”).

La supremacía o prevalencia de lo simbólico

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Recordamos: Lacan hace, en los años 50, hincapié en en señalar las formaciones del inconsciente como
aquellas que el mismo produce por su trabajo, que están del lado de lo simbólico y serían hechos del
lenguaje. Siendo que el inconsciente esta estructurado como un lenguaje, la materia del inconsciente es
el lenguaje mismo, pudiendo utilizar el mismo para su interpretación. Lo que Freud encuentra – al nivel
del retorno de lo reprimido – es una insistencia palabrera, (insistencia del mismo inconsciente que
contiene un saber no sabido), que en forma de mensaje se hace oír. Lo simbólico se asocia a la
insistencia misma de esa memoria significante que es el inconsciente.

Lacan señala – en los años 50 - que la resistencia es imaginaria. Lo imaginario es justamente


aquello que resiste al retorno de lo reprimido, o (siguiendo a Freud) es el Yo. Lacan lo señala en el sueño
de la inyección de Irma, de Freud:
“Lo importante, es que los síntomas analíticos, se producen en la corriente de una palabra que
intenta pasar. Esta palabra encuentra siempre la doble resistencia que llamaremos el ego del sujeto y
su imagen.”
Por lo tanto: si lo simbólico insiste, y lo imaginario resiste, lo simbólico se manifiesta en lo
sintomático del retorno de lo reprimido. Por otro lado, lo imaginario se trataría del del ego del yo y la
imagen del sujeto.

Esquema Lambda, o esquema L

Matemas que utiliza:

S: Sujeto. [señala Silvia que aquí (en los años 50) todavía el matema que lacan utiliza es S y no $, sujeto
barrado, concepto que Lacan desarrollara más adelante. También señala que “sujeto” no es lo mismo
que “yo”]
A: Otro, también llamado Gran Otro.
a: Yo (moi).
a': otro.

En el esquema L no hay lugar para lo real. Solo hallamos referencia a lo simbólico y a lo


imaginario.
Eje imaginario: a' > a. Es aquel donde se condensan todas las relaciones del yo con el [otro]
semejante, es decir, del yo con su imagen especular. La imagen especular que para Lacan es la imagen
que constituye al sujeto.
El eje simbólico es el que va de A a S. En este eje va la insistencia palabrera del inconsciente, esa
insistencia que desde el el Otro se dirige hacia el Sujeto, convocándolo desde el lapsus, el sueño o el
síntoma. Esta sería la palabra plena o retorno de lo reprimido. Esta palabra le llega al sujeto de forma
insistente, quebrando e interrumpiendo la palabra vacía del eje imaginario con alguna irrupción de alguna
formación del inconsciente. Esta interrupción rompe con la vanidad del yo.

Seguimos entonces nosotros con nuestro estudio de los registros Real-Simbólico-Imaginario en la obra
de Lacan. Veníamos trabajando dos escansiones, dos momentos en la obra de Lacan: los años ’50 y los
años ’70. Y dijimos que había una etapa intermedia y veníamos trabajando el modo en que Lacan toma
los registros Real, Imaginario y Simbólico en ese primer momento de su enseñanza alrededor de los
años ‘50 y habíamos trabajado la insistencia de lo simbólico y la resistencia de lo imaginario y para eso

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habíamos trabajado el esquema, el “esquema lambda” de Lacan que ahí lo tienen. El esquema lambda
y habíamos comenzado a trabaja la relación ente los ejes imaginario y simbólico justamente en este
esquema.
Respecto de lo cual habíamos dicho que a-a’ consistía en el eje imaginario. Decíamos que allí se
condensaban las relaciones entre el yo con el semejante, es decir el yo, que dijimos que se ubica acá,
con el otro con minúscula, prima, o sea el semejante. Es decir el yo y su imagen especular, también.

Luego habíamos dicho que en a-A, la A para la palabra Autre, en francés. El Otro con mayúscula, en
el eje que va del otro con mayúscula al sujeto ubicaba Lacan el eje simbólico y allí decía él se ubica la
insistencia palabrera del inconsciente, es decir, esta palabra que viene del Otro, el otro con mayúscula.
De ese otro que podríamos pensar en Freud como la otra escena, esa otra escena que soporta lo que
irrumpe, ¿no es cierto? Lo que irrumpe como el discurso del inconsciente que se dirige al sujeto y que
hace tambalear, hace tambalear esta consistencia del yo, ¿no es cierto? Este yo que se ensalza en su
narcisismo que supone que sabe lo que dice, que sabe lo que dice el otro y que es semejante y que,
justamente, cuando irrumpe algo del orden esa insistencia del orden del inconsciente que aparece en
sus sueño, que aparece en sus actos fallidos, que aparece en sus lapsus, conmoviendo, digamos, esa
consistencia del narcicismo, esa consistencia del yo, hace tambalear esa palabra vacía que es la del yo,
esa palabra vacía, esa cháchara dice Lacan la hace tambalear con su insistencia simbólica, insistencia
simbólica a la que Lacan denomina palabra plena.
¿Qué otras derivaciones podemos sacar del esquema lambda? Varias cuestiones, por ejemplo, en
relación a los dos ejes, digamos, estuvimos hablando del eje simbólico y del imaginario, ahora podríamos
hablar de los vectores que conectan las distintas aristas de ese esquema, en términos generales lacan
va a decir que del lado izquierdo, y eso va a ocurrir en otros esquemas que vamos a ver, el lado izquierdo
es el lado del sujeto, y el lado derecho es el lado del otro, el lado izquierdo del sujeto y del yo, y el
derecho del otro y del semejante.
¿Qué es lo que dice él? Si nosotros nos fijamos del punto A solo salen flechas, con lo cual, lo que
nosotros tenemos que interpretar es que el OTRO es un lugar determinante y no determinado, mientras
que por ejemplo al punto ‘’a’’ el lugar del yo solo llegan vectores, ninguno sale y eso indica la condición
de determinado que tiene el yo, fíjense esta tanto determinado por el otro imaginario, por el semejante,
como determinado por el OTRO, por el inconsciente por la otra escena, por el lenguaje.
Del punto S sale un vector hacia a’; es decir, del sujeto al otro semejante (a’). Ese vector va a ser
señalado por lacan sucesivas veces como el vector del deseo, y sale un vector, porque dice lacan, el
deseo torna activo al sujeto. Y también llega un vector desde A, llega un vector al sujeto. ¿Por qué?
Porque eso está indicando que entre el sujeto y el otro con mayúscula (A) hay una relación de
interdependencia, porque no existiría uno sin el otro. Sin embargo, esta relación no implica reversibilidad.
El otro con mayúscula (A) determina el sujeto y no a la inversa.
Del punto a’ sale un vector indicando que el otro con minúscula (a), el semejante, está en el origen
de las identificaciones del yo. Y también llega un vector desde S, ¿no es cierto? Sale un vector y también
llega un vector a a’. Llega un vector desde el sujeto que llamamos vector del deseo. Por lo tanto, si se
encaran los vectores, que articulan ambos ejes, imaginario y simbólico, se tiene que el vector A-a, el
vector Gran Otro – yo, indica que si bien ese momento de constitución yoica es fechado por lacan mucho
antes de que el niño tenga la palabra, sin embargo, desde la perspectiva estructural, lo simbólico, en
tanto que registro, tiene una posición antecedente respecto de lo imaginario.
Cronológicamente podemos ubicar la constitución del imaginario antes que la posibilidad de que
el niño haga uso del lenguaje pero lo simbólico, el lenguaje, antecede a lo imaginario ¿Por qué?
Porque un sujeto es dicho antes incluso de nacer, ya ocupa un lugar en la estructura.
Y obviamente en ese vector entonces A---a queda claro no solamente que lo simbólico antecede a lo
imaginario sino que allí se inscribe que el registro simbólico determina lo imaginario. ¿qué tiene que ver
con la clínica y los pacientes? Y fíjense que de esto se desprenden absolutas consecuencias clínicas
porque entonces si nosotros decimos lo simbólico antecede a lo imaginario, es la causa de lo imaginario
que entonces es efecto. Entonces si yo quiero influir sobre lo imaginario tengo que hacerlo desde lo
simbólico. Y ¿qué quiere decir esto? Si yo quiero influir sobre cómo se siente un sujeto respecto a si
mismo tendré que hacerlo desde lo simbólico, si yo quiero influir respecto de la constitución yoica de un
sujeto tendré que hacerlo desde lo simbólico.
Si se desea operar sobre lo imaginario hay que hacerlo sobre lo que lo determina o sea lo simbólico.

Entonces lo importante que hay q tener aquí en cuenta, en relación a este periodo de la enseñanza

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de Lacan, y a lo que se desprende en este esquema, por lo menos a esta altura de nuestro trabajo. Es
que se desprende una dirección de la Cura, una idea de la cura.
Si lo determinante es lo que llamamos al otro con mayúscula, y lo determinado es el otro con
minúscula; el YO. Entonces un análisis debe proceder desde "el gran otro"(el otro con
mayúscula), debe proceder sobre ese gran otro que es determinante para poder operar sobre el
sujeto.

Bueno hasta aquí venimos con lo imaginario con lo simbólico en los años 50. Nos faltaría lo real en
los años 50, decíamos que por ejemplo en el esquema Lambda no hay nada de real, es todo imaginario
y simbólico y esto es porque en ese primer periodo de la obra de Lacan no solo lo real aparece bastante
menos q lo imaginario y lo simbólico sino q además en ese primer periodo no hay una referencia, una
presentación siempre univoca sino q aparece de distintas maneras. Vamos a sintetizarlo en 2 versiones
de lo real. Muchas veces lo real en Lacan de los años 50 no se distingue demasiado de la idea de
realidad, cosa q va a ser absolutamente descartada a posteriori. Hay bastantes lugares en la obra de
Lacan inicial de los años 50 en donde justamente no aparece esa distinción. Por ejemplo, en el
Seminario 3 habla Lacan de 3 mapas:
- un mapa político
- un mapa de vías de comunicación
- y otro del mundo físico.
Dice lo siguiente: comparen 3 mapas en un gran Atlas: en el mapa del mundo físico verán cosa
inscriptas en la naturaleza, ciertamente dispuestas a jugar un papel, pero aún en estado natural. Ese
sería el punto físico. Vean enfrente un mapa político, encontraran en él toda la historia de las
significaciones humanas, manteniéndose en una suerte de equilibrio y trazando esas líneas enigmáticas
que son los límites políticos de las tierras. El resultado de la historia, hay un montón de cosas que tuvieron
que suceder, que se sedimentaron todas esas cosas produciendo el mapa político. Y dice después:
tomen un mapa de las grandes vías de comunicación y vean cómo se trazó de sur a norte la vía que
atraviesa los países para enlazar una cuenca con otra, verán que ese mapa es el que mejor expresa en
la relación del hombre con la tierra el papel del significante.
¿Para q agarra esos 3 mapas? Para tratar de explicar los 3 registros. El mapa político: lo
imaginario. El mapa de las vías de comunicación: lo simbólico. Y el mapa físico: lo real.

Luego habla de un sueño, y lo relaciona con la angustia y lo real. Y dice Lacan: Aparición angustiante
de una imagen que resume lo que podemos llamar revelación de lo real. Es decir, acá la angustia eso
que angustia es el signo mismo, la angustia es el signo que indica la presencia de lo real.
En su Seminario X, dedica todo un año a hablar de la angustia y allí va a decir que la angustia es el
punto de encuentro con lo real.
O sea que allí vamos, la angustia, signo de encuentro con lo real, lo innombrable. Allí ya nos está
dando alguna idea de a qué va a denominar real, real como angustiante, como innombrable, y claro que
es innombrable porque está situado por fuera delo imaginario y por fuera de lo simbólico.
Cuando aparece la angustia, sabemos que allí hay algo que hay que trabajar. Ahí hay una frase
lacaniana muy importante en relación a la dirección de la cura. Fíjense que en este esquema no está lo
real, pero dice que si queremos influir sobre lo determinado tendremos que hacerlo sobre lo
determinante. En ese sentido ¿que será un análisis? Será un modo de imaginar y simbolizar un real
innombrable. Eso innombrable es para ese sujeto innombrable.
Fíjense como lo dice Lacan a esto, dice “marca de una experiencia privilegiada, excepcional donde un
real es aprehendido más allá de toda mediación simbólica o imaginaria”. O sea ese momento de angustia
es un momento en el que algo de lo real es aprehendido, tomado más allá de toda mediación simbólica
o imaginaria.
O sea la cobertura simbólica e imaginaria permite soportar lo real. Cuando justamente lo real
aparece, algo acontece con el sujeto.

La angustia da cuenta de un real no tramitado, o sea la angustia es señal de lo real, la angustia según
Freud es señal, y la Lacan dice que la angustia es señal de lo real.
¿Y de que se trata entonces en ese momento en que emerge la angustia? Paulatinamente en la obra
de Lacan ustedes van a ver que él le va a dar una forma a eso que emerge. Va a ir tomando la forma de
un objeto y encontramos allí, en eso que surge, que irá tomando la forma de un objeto, lo que va hacer
uno de los conceptos más importantes de la obra de Lacan, que para confundirnos más le pone la letra
“a pequeña”: el objeto a. ¿Qué es este objeto a? Bueno, justamente es un real al que hay que tramitar.

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Se trata de un objeto que presentificado se torna la causa misma de la angustia. Lacan decía de ese
concepto que ese era el único concepto que él había inventado verdaderamente, que todo lo otro lo
había leído de Freud. Éste lo había inventado él.

Dice así Lacan: “revelación de lo real en lo que tiene de menos penetrable, de lo real sin ninguna
mediación posible, de lo real último, del objeto esencial que ya no es un objeto sino algo ante lo cual
todas las palabras se detienen y todas las categorías fracasan, el objeto de angustia por excelencia”. Es
decir, lo que causa angustia es exactamente aquello que, como real, debe permanecer oculto, velado y
que justamente cuando emerge, angustia. Y ese real no se revela en cualquier momento. Ese real se
revela en instantes fortuitos, azarosos, en esos instantes de despertar, cuando el sueño, por ejemplo no
lograr cumplimentar su función y entonces se torna pesadilla que despierta: sueño de angustia.

Entonces, sinteticemos qué dice lacan en los años 50 de los tres registros:
De lo simbólico que lo ubica fundamentalmente del lado de la palabra plena, de la insistencia
simbólica, de la insistencia misma del significante en las formaciones del inconsciente.
En lo imaginario ubica la resistencia, esa palabra vacía que se resiste al pasaje de lo simbólico, al
pasaje de la palabra plena. Resistencia imaginaria que ubica en el eje del yo del sujeto y su relación con
los objetos.
Y lo real, que aparece algunas veces como realidad y otras veces ya en germen como eso real
innombrable, como eso que articula con la señal de angustia.

Bien, entonces, último periodo de la enseñanza lacaniana de los tres registros, Lacan lo piensa en los
años 70 como tres DI- MENSIONES, hace juego de palabras. Utiliza una palabra francesa, “mansión”
y la junta con otra palabra francesa “di”. Mansión = casa. Y di = dicho, decir. Entonces dice que los tres
registros son tres dimensiones, tres mansiones, tres lugares del dicho.
En los años 70, va a ubicar en el nudo borromeo, que dijimos que era ese nudo que se rompe,
rompiendo, cortando unas de las cuerdas se desarma todo el nudo. Va a señalar a los tres registros
como homogéneos. Esto es, ninguno tiene primacía por sobre el otro, y esos campos, el campo de lo
real, de lo simbólico y de lo imaginario, van a tener distintas, les va a asignar, mejor dicho, les va a
asignar a cada uno de sus campos distintos términos, y entonces en lo imaginario va a poner cuerpo,
en lo simbólico va a poner muerte, y en lo real va a poner vida.
Que en lo imaginario ponga cuerpo, lo entendemos bastante bien, porque hace que a la constitución
del cuerpo, a la constitución del estadio del espejo. Que en lo simbólico ponga muerte, cuesta entenderlo
un poquito, pero les voy a decir una frase de Lacan que dice “el significante mata a la cosa” es decir,
justamente cuando la apalabra, apalabrar algo es quitarle goce, apalabrar algo es tramitarlo, el
significante, lo simbólico, mata a la cosa.

Real simbólico e imaginario son homogéneos, todos valen lo mismo en los años ‘70, se distinguen
si los coloreamos... entonces, le ponemos los nombres: Este matema (J A) tiene que ver con lo que lacan
llama jouissance del otro, o sea jouissance es goce, goce del otro; “a” del objeto a; jouissance este

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símbolo con la letra φ (Phi) es para señalar... jouissance... Phi de falo... que sería goce fálico.
Vamos a preguntarnos por qué en lo imaginario cuerpo, por qué en lo real vida, y por qué en lo
simbólico muerte. Habíamos dicho la clase pasada que situar al cuerpo en lo imaginario no nos llamaba
demasiado la atención dado que justamente sabemos que a lo largo de la enseñanza de Lacan, la
cuestión de la imagen, la cuestión de la formación del yo, la cuestión de la formación del cuerpo, está
ligada justamente a lo imaginario.
Más difícil nos resulta entender por qué en lo simbólico pone muerte, y por qué pone vida en lo real.
Hay una frase de Lacan que tal vez nos oriente un poco. Él dice: “el significante mata la cosa”. Es decir,
¿qué está diciendo?, que el lenguaje tiene un carácter mortificante, desvitalizante. ¿En qué sentido? En
el sentido en el que nombrar algo, significarlo, representarlo, ya es en cierto modo tomar una distancia,
apagar el goce, desvitalizar, mortificar.
Un sujeto desde su primer, su concepción, incluso antes de su llegada al mundo, es llamado a habitar
un lenguaje, se le espera con un significante, que paradójicamente se lo llama nombre propio, que es
justamente lo menos propio, porque le es dado por el otro. Entonces, nosotros podríamos decir que el
sujeto que es esperado por un significante, un significante que nos hace lugar en el mundo, aun antes
de que lleguemos, concluye en que (el significante) ese nombre propio, es aquello que nos sobrevive.

Hasta ahí llegamos con nuestros registros. Me interesa ahora trabajar con ustedes una introducción a
la topología, porque todo el tiempo estamos diciendo esto de que los recursos que Lacan va a introducir
para poder representar el sujeto que del que se trata en la experiencia analítica introducen al
psicoanálisis el recurso de la topología.

Intentare entonces presentar hoy, aquello que nos sirva para poder empezar a manejarnos con este
bendito grafo del deseo. En la enseñanza de Lacan vamos a encontrar una serie en relación a los
recursos que Lacan va utilizando. primero modelos, esquemas, grafos, superficies topológicas, nudos.
Y esa serie ocupa un lugar y una importancia en su enseñanza que le es exclusiva.
En esa serie (modelos, esquemas, grafos, superficies, nudos), en esa serie, el grafo del deseo
representa la primera entrada sistemática de la topología en la enseñanza de lacan. ¿Por qué digo
sistemática? Porque ya en los modelos y en los esquemas hay cuestiones topológicas pero los grafos
son la entrada más sistemática
¿Qué es la topología? La topología es una rama de la geometría. La topología es una rama de la
geometría métrica, que se ocupa de los espacios, que establece funciones, que indica relaciones entre
términos, y que delimita lugares.
Hay algo que tienen en común todos esos recursos, esquemas, modelos grafos, superficies, nudos.
Y esto es que son todos ellos formas de presentar los conceptos psicoanalíticos y las relaciones que se
verifican entre ellos de modo simultáneo.
En la presentación por modelos, por esquemas, por grafos, lo que me es posible es tener una
aprehensión más directa de lo que ocurre en simultáneo y de las relaciones de las articulaciones que
hay entre cada uno de esos conceptos.
O sea, para enunciarlo con más precisión: las elaboraciones teóricas en psicoanálisis, las
intervenciones del analista, la dirección de la cura, todo ello se regirá por la estructura de lo real, lo
simbólico y lo imaginario. Por lo tanto lacan dice que si partimos de eso, todo lo que hagamos, teoría
práctica, el modo de la cura, todo lo que hagamos va a tener que tener esa misma estructura por lo tanto
sino se opera de la misma manera van a aparecer dificultades. Eso es lo que observa Lacan, que si
quiere intervenir sobre el registro de la experiencia humana, que es, una estructura conformada por lo
real, lo simbólico e imaginario, los recursos con los que tienen que hacerlo tienen que tener esa misma
estructura, entonces ¿a qué se debe esa serie que va de esquemas, modelos, grafos, superficie, nudo?
Se debe justamente al intento de ir precisando con mayor rigurosidad esa homología.
Va a decir: “aquello que se desea representar debe estar presente en lo que se elige para
representarlo”. Aquello que se desea representar ¿Qué se desea representar? La experiencia humana,
que transcurre en el registro de lo real lo simbólico y lo imaginario, aquello que se desea representar
debe estar presente en lo que se elige para representarlo. O sea, lo que yo elija para representar la
experiencia humana, tiene que tener lo que tiene la experiencia humana, que es la estructura de lo real
lo simbólico y lo imaginario.

El aprovechamiento que podemos hacer de la topología como forma de concebir la estructura de lo


real, lo imaginario y lo simbólico, implica al menos tener en cuenta 5 dimensiones.
● 1° dimensión: En la topología se hace caso omiso a la forma. Es decir, en la topología las formas

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no cumplen ninguna función.
● La 2° dimensión: es q en la topología ninguna función de tamaño o de distancia es tomada en
cuenta y es lógico entonces que la topología le sirva a Lacan para representar la experiencia
analítica porque justamente si hay algo que nosotros nos damos cuenta cuando entendemos el
sujeto del que se trata en el psicoanálisis es que las distancias mensurables en tiempo y en
espacio no cuentan para nada.
● La 3° dimensión: que le interesa a Lacan es que la topología nos permite trabajar con una
relación nueva entre interno y externo. Las categorías imaginarias sobre lo interno y lo externo,
sus relaciones, nos permiten pensar afirmaciones centrales de Lacan, por ejemplo, voy a decir
una afirmación central de Lacan. Lacan dice: “El inconsciente, siendo el discurso del otro, es lo
más propio que tiene el sujeto, lo más propio y más interno”. Y uno podría decir ¿Cómo va a ser
lo más interno justamente aquello que recibe de otro, que recibe del otro, que se caracteriza por
ser externo al sujeto? Bueno, a lo mejor nos ayuda un término, un neologismo que inventa Lacan
q es el neologismo de “éxtimo”. ¿Qué quiere decir Lacan con esta palabra? Éxtimo es para Lacan
lo más íntimo y también exterior.
● Entonces, 4° dimensión: la topología subvierte la relación objeto-sujeto, sobre todo la
concepción más universalizada, más difundida y operante que es la oposición cartesiana “res
extensa-res cogitans”, o sea, cosa extensa-cosa pensante. ¿Que es la cosa extensa pensada en
términos cartesianos? Y, cuando yo pienso a la cosa en 3 dimensiones, que digo tiene tal ancho,
tal largo, tal alto, esto es en 3 dimensiones, mientras que cartesianamente la cosa pensante no
tiene dimensión, es adimensional. La topología le sirve al psicoanálisis porque trabaja con
objetos y con superficies bidimensionales y esto es lo mismo q se verifica en la experiencia
psicoanalítica. Por ejemplo ¿porque yo afirmo esto? Porque en el psicoanálisis se verifica q tanto
el sujeto como el objeto son bidimensionales.
● La 5° dimensión que le sirve a Lacan es que la topología opera con la noción de invariantes,
las invariantes son las propiedades estructurales. A partir de lo que venimos diciendo todo se
va desvaneciendo no cierto, no queda forma, no queda distancia, no queda tiempo, no queda
tamaño, todo se va desvaneciendo salvo los invariantes. Entonces, invariante será la noción que
nos servirá la clínica del caso por caso con las propiedades estructurales.
¿Qué queda cuando todo el resto se desvanece? Lo INVARIANTE: para ir de lo general a lo
particular. Y para articular el caso-caso. Para ver lo particular del caso. Para articularlo con lo
general de las propiedades estructurales.

A pesar de que suele ser más fácil ver lo topológicos de otras figuras que lo topológico del grafo del
deseo, sin embargo, podemos afirmar que el grafo lo es tambien. A través delgrafo entra en la enseñanza
lacaniana la noción de letra, o por lo menos la introducción sistemática de la noción de letra. En el

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seminario I7 que se llama “El revés del psicoanálisis” Lacan va a señalar una diferencia muy importante
en el campo psicoanalítico que es la diferencia entre significante y letra. El grafo del deseo es una
herramienta ideal para oponer significante y letra. Cuando digo oponer digo para articularlo y diferenciarlo
Lacan dice: “el significante se escucha, la letra se lee”. Si nosotros miramos el grafo hay letras por
todos lados pero también hay significantes, por ejemplo yo acá leo significante la falta del Otro [s(Ⱥ)],
pero esta puesto en letras. Acá tengo la palabra “significante”.
Y esto va en la dirección de un concepto muy particular de Lacan, muy singular, que es el concepto
de “la la-lengua”. La la-lengua no la lengua, es un concepto dice Lacan de la Linguestería -algo así como
Lingüística del Psicoanálisis. Si yo digo lo siguiente: “el inconsciente está estructurado como un
lenguaje”, la la-lengua es la cristalización en cada sujeto del lenguaje. Cada vez que recibo a un sujeto
en el análisis tengo que escucharlo básicamente pensando que tengo que aprender una nueva lengua,
aquella que es la propia del sujeto. Dice Lacan lo siguiente: “el analista debe ser dócil al inconsciente del
analizante”.

Bueno, finalmente el último argumento a favor del grafo del deseo es que el grafo es del deseo, es la
introducción del objeto a, esa cosa tan estrafalaria que vamos a estudiar y que Lacan dice que es su
único invento. Es una afirmación particular decir que el grafo del deseo es la introducción del objeto a en
la obra de Lacan, porque en él no aparece por ningún lado el objeto a de manera solitaria.
El objeto a para Lacan es objeto causa del deseo. No el objeto hacia el cual se tiende, sino el objeto
que lo causa al deseo.
Vale aclarar que todas las letras mayúsculas son simbólicas y todas las minúsculas imaginarias, y
vemos aquí que deseo, que esta acá (muestra algo en el pizarrón) esta con minúscula. O sea que es
imaginario.
Porque se llama grafo del deseo? La respuesta es que ese grafo del deseo lo es porque la
estructura fundamental del grafo nos es dada por la noción de objeto a, causa del deseo, y por la
subsiguiente localización del deseo. En la p.316 de “Subversión del sujeto” Lacan dice: “el grafo nos
servirá aquí para presentar donde se sitúa el deseo en relación con un sujeto definido a través de su
articulación por el significante”. Mediante las nociones topológicas presentes en el grafo tenemos
que encontrarnos con el deseo y con un sujeto que está definido a través de la articulación
significante.
La estructura topológica del grafo, su estructura topológica fundamental, consiste en que se
constituye alrededor de un agujero y Lacan desde el inicio no deja de destacar - tal como se desprende
de las elaboraciones freudianas - que el deseo no es una relación de ser-a-objeto sino una relación de
ser a falta, tiene que faltar algo para que haya deseo, tiene que haber agujero.

La célula elemental del grafo. Lacan va a intentar ir armando ese grafo desde la unidad más
pequeña.

Lacan comienza a construirla en el seminario 5, Las formaciones del inconsciente, lo continúa en el

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seminario 6, El deseo y su interpretación, del año 58 y 59y la termina en el texto Subversión del sujeto y
dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano, en el año 1960.
Define en este ultimo al grafo elemental, y él dice así en la página 784: “Hemos elaborado para nuestra
enseñanza, durante este último lustro, o sea, introducir cierto grafo a propósito del cual avisamos que
no garantiza sino el empleo, entre otros que vamos a darle, habiendo sido construido y perfeccionado a
los cuatro vientos para ubicar, en su nivelación, la estructura más práctica de los datos de nuestra
experiencia.” que significa que el grafo nos va a servir para ubicar, en su nivel la estructura, que se
pone en juego en la experiencia del psicoanálisis, experiencia que tiene una estructura y es allí donde
pensamos los datos de la experiencia.
Continúa Lacan diciendo: “Nos serviría aquí para presentar dónde se sitúa el deseo en relación con
un sujeto definido a través de su articulación por el significante”. Es decir, que pensar la estructura del
psicoanálisis, va a permitir situar el deseo en relación a ese sujeto, en tanto sujeto definido por
su relación al significante. Se trata de una topología del sujeto: vamos a tener una estructura,
funciones, términos, lugares, y relaciones entre esos términos.

En este esquema se va a tratar de las relaciones de sujeto con el significante, de lo que sucede
cuando el viviente es tomado por la estructura del lenguaje, cuando es tomado por el significante y éste
le impone su estructura. Entonces, qué se puede ver con el esquema del grafo? La toma del viviente en
la estructura del lenguaje es condición de la existencia del sujeto, y esto es lo que se articula en el grafo.
Es decir, lo que vamos a poder leer en el grafo son las condiciones de existencia del sujeto.
En la primera gráfica que hace Lacan, lo que va a mostrar es entonces, el entrecruzamiento de dos
líneas, que van en sentido inverso, y esas líneas, ambas, representan estados del significante. Lacan
va a decir que la cadena significante se soporta en el vector S – S’. Por un lado, está la cadena
significante que somete a toda manifestación del lenguaje a estar reglada por una sucesión en el tiempo,
esto es una diacronía. Por otro lado, esta cadena, va a implicar la existencia de una batería significante
que se constituye en una reunión sincrónica, por simultaneidad, al mismo tiempo.
Una vez que dijimos: el inconsciente está estructurado como un lenguaje, porque utiliza sustitución y
combinatoria, metáfora y metonimia, sincronía y diacronía. Esto nos determina la idea de sujeto que nos
hagamos, pues va depender de la idea de estructura que tengamos. Nosotros venimos diciendo que, la
estructura es real, simbólica e imaginaria. Venimos diciendo que el inconsciente está estructurado como
un lenguaje, entonces dice Lacan ¿que sujeto le vamos a suponer?. Dijimos hay una cadena que va de
S-S´ y otra que la cruza; esta que la cruza, dice Lacan, parte de Delta y culmina en $ (ese barrado), o
sea en sujeto barrado.
Lacan ubica en delta lo que denomina al sujeto Mítico de la Necesidad; a saber el viviente. En
esa posición Lacan está ubicando al sujeto de la necesidad, es decir a ese sujeto que sufre las
condiciones que le impone el significante. O sea al sujeto no lo tengo en el inicio, lo tengo en el final.
Algo mitico es algo que tengo que suponer para poder explicarme el origen de alguna cosa. Y si decimos
"sujeto mítico" es justamente porque todavía no es un sujeto, el sujeto va ser en la culminación. El sujeto
para Lacan es una construcción, no es algo que esté dado desde el inicio.
Ese ser inicial, ese sujeto que no habla, Lacan lo denomina el infans. El infans, sujeto primitivo, no
puede acceder al objeto, tiene que pedirlo. No puede acceder al objeto de la necesidad por ejemplo,
tiene que pedirlo al objeto.
La cadena significante S-S’, como ustedes ven, esta cruzada en dos puntos. Puntos de cruce va a
decir Lacan que indican la manera en la cual el sujeto va a entrar en el juego de la cadena significante:

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uno de los puntos de cruce es [A], el Otro, la batería significante y las leyes de su empleo; El otro
punto de cruce es el significado del Otro [s(A)] –así se lee (refiere al grafo completo). Pero en la
construcción del mismo, En [A] anteriormente pone [C], código. Y en el lugar del significado del otro tal
como aparece en “Subversión del sujeto”, tal como aparece en la versión definitiva del grafo del deseo,
antes pone [M] que quiere decir decir mensaje.
Pero debe quedar claro que A no es C. Lacan dice. “uno connotado A mayúscula, es el lugar del
tesoro significante lo cual no quiere decir del código”, Codigo quiere decir que se conserve en él la
correspondencia univoca de un signo con algo. Para Lacan, el lugar del otro puede pensarse como un
código pero es algo más que eso. Ver una correspondencia univoca significaría justamente lo que cree
el yo, que siempre cree que sabe lo que dice y lo que el otro dice. Pero el significante no se constituye
sino de una reunión sincrónica innumerable donde ninguno se sostiene sino por el principio de su
oposición a cada uno de los otros. Un significante es ninguno de los otros, el otro lugar, o sea este lugar,
este es el lugar del tesoro significante.
Un código es, por ejemplo el diccionario: Una palabra contiene determinados significados. Pensar en
un tesoro significante es pensar en algo a lo que se le puede sumar siempre una más. Todo el tiempo
están apareciendo significantes nuevos. Por ejemplo, las nuevas jergas que utilizan los chicos hoy.

Y esos elementos discretos, separados de la cadena significante, elementos que en la batería


aparecen discretos y separados, aparecen como una unidad de sentido con un significado, una vez que
han recibido, la sanción del otro.
Si alguien tiene la intencionalidad de decir algo debe tomar de la batería significante, o sea del lugar
del Otro, que es sincrónico, los significantes y combinarlos siguiendo las leyes de su empleo produciendo
un mensaje en s (A).
Entonces lo que va del mensaje -significado del otro- al Otro, indica que se trata de una unidad
de significación. La sanción del mensaje dice Lacan es la línea que va del Otro hacia el significado del
Otro. “Lo que era la intención de cualquiera de decir algo, se constituye en lo que el interlocutor ha
sancionado”. Para Lacan, como ven, la intencionalidad discursiva está para siempre perdida, porque yo
puedo querer decir lo que quiera decir, pero en realidad me voy a terminar de enterar de lo que dije
cuando el otro me lo diga. Y eso vale para cualquier acto de comunicación. No es porque haya ruidos
en la comunicación, como dicen los de la teoría de la comunicación. Podemos decir que es al revés: no
hay otra cosa que ruido en la comunicación. Porque nunca es sólo lo que uno dice.
Digamos que no hay otra cosa que mal entendido. “La sumisión del sujeto al significante se produce
en el circuito que va del significado del otro al otro para regresar desde el otro al significado del otro”. Es
un circuito, va del significado del otro al otro y regresa del otro al significado. Y justamente esas flechas
en dirección opuesta, van a indicar ese efecto retroactivo. La máquina del inconsciente funciona en ese
circuito, no hay intención que pueda evitar el mal entendido, siempre se dice otra cosa de lo que se
tenía la intención de decir, o sea, no hay comunicación que no sea fallida.
Tenemos que diferenciar estos dos lugares, estos dos puntos y caracterizarlos diciendo que el Otro
es un lugar, el lugar del Otro, el lugar del tesoro significante. Mientras que el significado del otro es una
puntuación, es una escansión. El Otro es un lugar desde donde parte el mensaje hacia donde se dirige
el mensaje y desde donde es sancionado.
"El Otro como sede del puro sujeto del significante ocupa allí la posición maestra, incluso antes de
venir a la existencia (...). Pues lo que se omite en la chafara de la moderna teoría de la información es
que no se puede ni siquiera hablar de código si no es ya el código del Otro, pero es ciertamente de otra
cosa de lo que se trata el mensaje, puesto que es por él como el sujeto se constituye, por lo cual es del
Otro de quien el sujeto recibe incluso el mensaje que emite" (Subversión del sujeto, p. 786)
Justamente lo que Lacan va a decir es que lo que omite la teoría de la comunicación es que los
significantes con los que el sujeto habla, vienen del Otro, están en el Otro. Se habla con los significantes
del Otro y no se sabe lo que se dice. La única posibilidad de enterarse de lo que se dice es por la sanción
del Otro. “El que no llora no mama” pero una vez que lloró se entera que lo que estaba pidiendo era
mamar.
Por eso es que Lacan escribe esa [$], esa S de sujeto barrado está indicando ahí esa escisión, esa
división. También va a tener que ver con la palabra spaltung, que es la palabra que utiliza Freud, la
palabra alemana para designar la escisión del sujeto. El sujeto sufre por no ser sujeto sino en cuanto
que habla y el sujeto barrado. Quiere decir que el sujeto mítico de la necesidad, el viviente, ha sido
tomado por la estructura del lenguaje. Es decir, su intencionalidad queda anulada por el poder de sanción

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del Otro. Pero a la vez no hay otra forma de ser sujeto, sólo se tiene existencia como sujeto si se tiene
existencia como sujeto del lenguaje. Si se tiene un lugar en el lenguaje.
Ustedes saben que con los chistes pasa una cuestión muy particular: alguien puede contar algo, y
creer que lo que está contando es un chiste, pero si el otro no se ríe, no es un chiste. Entonces, el chiste
es algo que requiere la sanción del otro. Requiere que el otro le devuelva la risa. Freud estaba diciendo
que de lo que se trataba en el chiste, es que se trataba de una interpretación. Cuando el otro se ríe, le
interpreta el chiste al que lo contó.
Freud vio las relaciones que había en el chiste y el inconsciente sin saberlo las vio al nivel de
una teoría estructural del significante, entonces Lacan va a tomar uno de los chiste que analiza Freud
en el chiste y su relación con el inconsciente y el llamado el chiste del Famillionario. Lacan se va a
ocupar del por qué es un chiste, porque funcionó como chiste. Siguiendo el texto de Freud se ocupa de
ver cómo se formó ese significante chistoso digamos, que es el significante “familionarmente”; y en
entonces dice que en ese significante, lo hace con una palabra en alemán “familiar” y “milionar”, queda
“familionar” y dice lo siguiente: “En ese significante se puede reconocer el mecanismo de la condensación
[…]”.

Donde Freud pudo ver ya la condensación, Lacan a su vez - en el seminario 5 - va a decir lo que
sucedió supone tres tiempos y dos cadenas. En primer lugar dice “todo discurso partiendo del otro parte
y vuelve al otro”. Lo que venimos diciendo, no hay otra cosa que baño de lenguaje. Ese discurso, es el
discurso de la intención.
¿Por qué Lacan dice que sucede en 3 tiempos y en 2 cadenas? Porque dice: “la del discurso común
y la del significante convergen en el mismo punto del mensaje en el famillionario”. Ése mensaje no está
en el código y por eso lo viola, o sea, la palabra “famillionarmente” no existe en el código, lo viola. Es
decir, el chiste está construido en su diferencia con el código pero una diferencia que si es sancionada
con la risa entonces puede ser incluida en el código como chiste, ingresa al código en el chiste que es
compartido por los dos, cuando el otro lo sanciona como chiste. Si no hay sanción del otro como chiste,
el chiste es sancionado como chiste por esa intervención que hace el Otro.
Freud nos muestra en su texto "chiste con su relación con el inconsciente" como es la técnica del
chiste, y Lacan dice que la técnica del chiste es homóloga a la técnica del significante. ¿qué quiere
decir? que el chiste es inscripto en el código por el Otro: Es la sanción del Otro, la lectura del Otro, lo
que lo vuelve chiste, lo que lo inscribe como chiste. Si no está la sanción del Otro, que lo significa como
chiste, no es chiste. La noción de código que Lacan toma de la lingüística va a pasar a determinar ese
lugar del A. Lo llama lugar del tesoro significante. La idea de código desvirtúa ese lugar, ya que un
código es algo consensuado, justamente es código porque es muy consensuado entre muchos. El lugar
del tesoro significante, por el contrario, es siempre del Otro. No hay ningún consenso ahí. Los
significantes son del Otro. Un tesoro hace referencia a una reunión de cosas preciosas de valor,
acumuladas, conservadas juntas, pero que por más grande que sea no implica una totalidad. Siempre
se puede atesorar algo más.
El sujeto dice pero no sabe lo que dice, es el Otro el que le va a decir lo que dice. Para ese sujeto
mítico de la necesidad, ese sujeto inmerso en un baño de lenguaje la intencionalidad está perdida. La
intencionalidad del sujeto queda anulada justamente por ese poder de sanción que tiene el Otro, poder
de significación.

Unidad II: El estadio del Espejo y los Ideales

1949. Lacan empieza su obra por el registro de lo imaginario. Lacan empieza intentando dar cuenta
de la constitución del yo. Como producido de una Gestalt, o sea el yo se forma como producto de una
Gestalt, producto de la identificación.
La cría de hombre a una edad en la que se encuentra por poco tiempo, pero todavía un tiempo
superado en inteligencia instrumental por el chimpancé, reconoce ya sin embargo su imagen en el espejo
como tal" o sea, un chimpancé es más inteligente que un cachorro humano, es lo que nos está diciendo
Lacan, tiene una inteligencia instrumental mayor de lo que puede tener un chico de dos años, hasta tres
me animo a decir, un chimpancé lo supera en inteligencia instrumental.
La particularidad humana, somos la única especie que nace incompleta, nos completamos a posteriori

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del nacimiento, los animales cuando nacen están completos. El humano necesita tiempo para completar
su fisiología, la única especie que nace prematura, que hay una pre-maturación, ahora en esa pre-
maturación ocurre un hecho sorprendente en relación a las otras especies animales, que es de la cual
Lacan va a hablar acá, es que el chico a muy temprana edad puede reconocer su imagen en el
espejo, entonces lo que va a decir es que hay enajenación, aunque esa sea la propia imagen del chico,
y que cuando el chico descubre esta imagen, hay sorpresa y jubilo, a pesar de que es una imagen
que para él le viene de afuera, se produce una identificación con esa imagen, se capta esa imagen, se
es esa imagen. O sea que esa imagen de ahí en más se va a rogar la representación del sujeto, lo cual
no quiere decir que lo logre pero va a intentar representar al sujeto, entonces esa imagen fascina, cautiva,
¿Por qué? Justamente porque él no es esa imagen, la imagen es un anticipo de algo que él va a querer
lograr, el chico anticipa su imagen antes de tener control motor. O sea, que el chico se ve a sí mismo
como otro.
El chico se ve a si mismo como otro inicialmente, o sea que el primer otro es el yo. “El yo es otro”, o
sea por un lado no hay nada en la imagen que le diga que ese es él, pero cuando la capta, dice
efectivamente ese soy yo. O sea no hay una correspondencia en si biunívoca entre el cuerpo y la
imagen.

Lacan dice entre los 6 y 18 meses transcurre el estadio del espejo.


Siempre hay alguna distancia con esa imagen que vemos. Entonces, en principio, esa imagen no es
nada. Hay un momento en que pasa a ser de él. Y cuando es de él, se aliena en esa imagen. O sea, le
viene de afuera. Lacan va a decir: Esta actividad conserva para nosotros hasta la edad de 18 meses el
sentido que le damos y que no es menos revelador de un dinamismo libidinal hasta entonces
problemático que de una estructura ontológica del mundo humano que se inserta en nuestras reflexiones
sobre el conocimiento paranoico. O sea, el conocimiento de la imagen es un conocimiento paranoico,
dice Lacan. de este primer yo, que empieza a constituirse en el chico, es un yo que se le aporta desde
afuera. Que le viene de afuera.
El chico trata de captar la imagen, pero en realidad, el queda captado por la imagen. Cautivado y
fascinado por esa imagen. Se reconoce retratado en esa imagen. Ahora, si se encontró, si se reconoció
en esa imagen, es porque esa imagen él no la tenía. Se tiene que poder formar, con lo cual también
estamos diciendo que puede no formarse, como todo. Si hay algo que se tiene que lograr en un devenir,
bueno, también puede ser que no se logre, puede no atravesarse la fase del espejo. Que alguien no
pueda constituir su yo imaginario. El yo es tardío.no n acemos con yo, sino que el yo se debe constituir.
Tal como lo decía Freud en la introducción al narcisismo. Porque la fase del espejo no es más que una
lectura lacaniana de introducción del narcisismo de Freud. Por eso se produce júbilo en el encuentro de
la imagen. Porque es una imagen que antes no la tenía y ahora la tiene. Antes era dispersión y ahora es
anticipación perceptual en relación a esa información que le llega de su cuerpo.
Los datos que le llegaban inicialmente ¿cómo eran? Eran datos anárquicos, desorganizados,
desordenados. Entonces, la imagen que le viene de afuera es una imagen gestáltica del cuerpo.
Lacan la toma para explicar justamente esta primera unificación corporal que logra el chico cuando
todavía no la tiene, porque lo que hay es dispersión, es anarquía de los movimientos, no están
centralizados ni ordenados ni unificados pero sin embargo, hay una imagen que significa todo esto.
Ahora bien, esto da lugar a que hablemos, en psicoanálisis, de cuerpo fragmentado. Cuerpo fragmentado
como algo temido por el sujeto. La experiencia de los brotes psicóticos muchas veces comienza de este
modo, el sujeto se mira en el espejo y dice que su brazo está despegado del cuerpo.
Ahora este cuerpo fragmentado, no es anterior al cuerpo unificado, sino que el cuerpo
fragmentado es lo que se pierde después de haber sido unificado. El cuerpo fragmentado es una
re-significación, es una posterior. Se teme perder la unificación del cuerpo. Lo cual demuestra
también que la unificación del cuerpo es frágil.
¿Dónde esta el yo? Acá, en esta imagen. Es un yo unificado que es una imagen reflejada ahí en el
espejo plano.
Este ojo, que viene a representar el Otro, el lugar del Otro, encarnado generalmente por la madre.
Entonces este ojo cumple la función de un ideal. Este ojo que organiza esta desde antes de que el chico
nazca. Ahí cuando la madre ya lo ve completo, o lo sueña completo, lo imagina completo. Entonces
desde el mismo momento en q el chico llega al mundo se viene a ubicar en ese deseo de completud que
tiene la madre y el chico se identifica aca, con ese deseo de completud del Otro.
El yo ideal en el imaginario y el ideal del yo en el Otro.
Lacan al ideal del yo lo llama ideal del Otro. Entonces, el ideal del yo posibilita que se constituya un
yo ideal, que es el yo del narcisismo.

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Acá está ubicado el lugar del otro, lugar del ideal, en el ojo, lo que el ojo viene a representar ese lugar
del otro, que constituye o posibilita que se constituya este yo ideal que es con lo que se va a formar el
chico. La madre lo quiere completo, lo ve completo, y el chico se identifica con esa imagen, o sea con
una imagen, no con una realidad, con una imagen.
Entonces eso que espero encontrar se constituye como imagen del yo ideal, que no quiere decir que
sea un perverso, sino que anhelo la perfección. Ahora encuentro lo que encuentro, o sea se abre una
distancia entre el yo ideal y el yo. Encuentro lo que encuentro, me gustaría encontrar otra cosa, se abre
una distancia, el yo nunca coincide con el yo ideal.
Cada uno va a tener un ideal, pero tiene sus raíces en el otro.
Entonces lo que va a suceder es que esta imagen constitutiva, estamos hablando de la primera
imagen, Lacan la va a llamar imago, hace referencia a estas primeras imágenes constitutivas. esta
Imago va adquirir autonomía e inercia, inercia en el sentido justamente que se va a independizar en
relación al cuerpo, o mejor dicho de otro modo, una cosa es la imagen y otra cosa es el cuerpo. Lacan
va a decir, pagina 89, La función del estadio del espejo se nos revela entonces como un caso particular
de la función de la imago, que es establecer una relación entre el organismo con su realidad. Entonces
Lacan dice que esta imago, es lo que establece la relación entre mundo interno y mundo externo, ósea
la relación entre el yo y los objetos.
Entonces, cuando hablamos del cuerpo en psicoanálisis, ¿de qué hablamos? Hablamos de zona
erógena, de autoerotismo, de pulsión, de bordes del cuerpo… O sea de alguna manera hacemos
referencia a los agujeros del cuerpo.
Ahora, cuando hablamos de narcisismo, hablamos justamente de esta imago unificante. Entonces,
otra vez estamos en esta escisión, en este desgarramiento entre lo que sería el cuerpo, la pulsión (que
se apoya en el cuerpo), y la imago unificante narcisista.
Es que el cuerpo, es que el cuerpo es el cuerpo desgarrado, parcializado por la pulsión, por la
satisfacción, o el cuerpo unificado del narcisismo. El cuerpo tiene siempre esos dos costados. Lo
imaginario del cuerpo o lo mas cercano a lo real del cuerpo, a esa satisfacción en el cuerpo.
El narcisismo lo que hace es unificar y hacer soportable eso, hacer soportable lo que la pulsión y el
deseo fragmenta.
Entonces siempre está este interjuego entre el amor narcisista imaginario que unifica el cuerpo y que
hace soportable lo que la pulsión y el deseo fragmentan.

La herida narcisista de alguna manera hiere justamente el amor propio del sujeto, fragmenta algo, sí.
Se vive como un desgarrón del ser. “Yo que me creía una cosa y ahora resulta que soy otra, vos me
decís o me haces saber que soy otra”.
Por eso las rupturas amorosas muchas veces son tan difíciles de soportar, porque son heridas
narcisistas, heridas en el amor propio, “¿Cómo se fue con otro u otra? ¿Qué lugar me queda para mí
entonces?” Son heridas en ese narcisismo, o sea herido acá: en el yo ideal. Entonces fíjense como esto
que habitualmente tenemos como el amor propio, lo más propio del sujeto: el amor propio. Sin embargo
es tan susceptible de las palabras o acciones del otro. O sea el yo nunca se cura de ser ajeno. El yo
nunca se cura de ese desgarrón, no hay cura posible para ese desgarrón.
Entonces, ¿de qué estamos hablando?, o ¿de qué podemos hablar a partir de esto? De lo que Freud
llamaba libido del yo y libido de los objetos, una vez que yo el yo se constituye empieza a funcionar la
dinámica libidinal que o sea, que viste a la imago, o sea que los objetos de amor que se van a buscar no
lo elige el cuerpo, lo elige el yo. O sea, en todos esos objetos que van apareciendo a lo largo de nuestra
vida ¿Quién los elige?, podríamos decir el yo, pero al mismo tiempo, y lo que no sabemos, es que al
mismo tiempo esa elección desde el yo está determinada, y no solo está determinada desde el deseo,
que es el deseo del otro. Si no que está determinada también desde la constitución corporal. o sea, el
yo se unifica y desde ahí se invita a los objetos narcisisticamente. El yo es un objeto, la imago es un
objeto, la imago con la que nos identificamos y lacan llama a este yo: imbecibiliadad mental del ser
humano.
El amor siempre tiene un componente narcisista, siempre. Porque el amor tiende a la completud.
El amor tiende a la completud ilusoriamente no digo que se consiga. Digo: ilusoriamente tiende a la
completud. La ilusión de la media naranja. O sea con el otro logro unificarme. Entonces el narcisismo
primario del que hablaba Freud y que lo ponía en la reminiscencia del narcisismo de los padres,
introducción al narcisismo otra vez, ¿se acuerdan? His majesty the baby. Freud decía era la
reminiscencia del narcisismo de los padres. El narcisismo primario no es un observable, sino que se
actualiza cada vez que hay una elección amorosa o que se actualiza a través de la vivencia del cuerpo.
Si el cuerpo realmente adquirió o no valor fálico. Se acuerdan que Freud decía que el hijo tenía valor

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fálico para la madre. Pene=hijo, el hijo es el falo para la madre, o sea adquirió valor fálico. Ese valor
fálico está alimentando el narcisismo primario del chico. Ahora habíamos dicho también que la imagen
opera como disparador de la libido. La imagen opera como disparador de la libido. Entonces la
identificación a la imagen o a la imago -para hablar con más propiedad- va a fijar también la libido.
Nosotros nos fascinamos con esa primera imago, con la cual nos identificamos y eso pasa a hacer
entonces el primer objeto de amor. Amamos a esa imagen en el espejo. Entonces, todo lo que venga
después como elección de objeto va a tener como modelo a esta primera imagen. Dicho de otro modo,
la elección del objeto va a tener que ver con esa ilusión de completud. Elegimos a aquel o aquello que
suponemos nos va a portar a nuestra completud. Ahora qué va a decir Lacan en relación a esto, Lacan
dice: pág. 90. “Este desarrollo es vivido como una dialéctica temporal que proyecto decisivamente en
historia la formación del individuo. El estadio del espejo es un drama, es una drama, cuyo empuje interno
se precipita de la insuficiencia a la anticipación” Estoy leyendo a Lacan lo tiene en la fotocopia no hace
falta que lo escriban, “y que para el sujeto, presa de la ilusión de la identificación espacial, maquina la
fantasía que sucederá de la imagen fragmentada del cuerpo que llamaremos ortopédico de su totalidad”
Qué es una ortopedia? Algo que viene a completar la falta del cuerpo, agregar la falta del cuerpo,
Lacan dice que lo que posibilita el pasaje por la fase del espejo es la construcción de esa ortopedia, esa
imagen unificante viene a completar lo que esta desgarrado lo que falta. Todos los objetos posteriores
también vienen a cumplir esa función.
Entonces todo proceso libidinal es desencadenado por algo de la imagen, es decir, sobre la base de
esas configuraciones estáticas. Por ejemplo, si a una paloma se la aísla desde que nace y no ve ninguna
otra paloma en su vida, no desarrolla las gónadas sexuales, no hay desarrollo de las gónadas sexuales,
o sea, no se va a poder reproducir. O sea que para el desarrollo sexual de muchas especies de animales
se necesita de esta primera imagen. Uno podría decir, en que nos diferenciamos? Que en los animales…
esa constitución psíquica-imaginaria está fijada por instinto, viene fijada al instinto en cambio los
humanos, que no hay instinto, viene determinada desde lo que Lacan en éste texto llama la “matriz
simbólica”.
Desencadena el proceso libidinal desde lo imaginario. Entonces en éste punto Lacan va a decir lo
que organiza esto es lo que llama matriz simbólica que nosotros leyendo Lacan desde Lacan podríamos
decir la “estructura significante.

Estructura significante.
En los humanos el desencadenamiento libidinal va a ser siempre distinto.
Entonces, insisto, es la estructura significante, es lo que Lacan llama matriz simbólica. Podríamos
pensarlo desde el lugar de los ideales que hablábamos hoy. Desde ahí se constituye y se desencadena
esta estructura imaginaria que va a determinar los procesos libidinales de un sujeto.
Hay un momento que Lacan lo va llamar “el viraje en el estadio del espejo”, un viraje del yo especular
al yo social. Es decir que ahora pasa a ser el semejante el otro el soporte ortopédico de la imago. Y es
el semejante lo que le va aportar el soporte para su propia imagen. Esto es lo que se llama no lo invento
Lacan pero lo que los psicólogos han llamado el transitivismo infantil.
En el sentido de soporte de imagen del otro el imago del otro. si el otro que es mi semejante, que es
mi amigo, que es mi hermano es alguien cercano a mí, si a ese otro le pegan me van a pegar a mi porque
yo soy el otro.
Entonces este momento de transitivismo infantil Lacan lo llama viraje paranoico. Porque aparecen
las relaciones de semejanza y rivalidad con el otro.
Si el yo es el otro es estructural, el yo se estructura de forma paranoica. Lo que ocurre es que este
origen queda desconocido para el sujeto. Cuando decimos “yo” estamos tan identificados con ese yo
que tenemos perdido ese origen de desconocimiento de alienación, de enajenación. Entonces, nosotros
creemos que el yo es una instancia de conocimiento, pero Lacan va a decir que es de desconocimiento.
Acá todavía habla de enajenación imaginaria, más adelante va a hablar de la enajenación simbólica,
de que el significante es el significante del otro. Un significante es lo que represente un sujeto para otro
significante. O sea, la alienación simbólica. Pero acá todavía estamos en el terreno imaginario, alienación
imaginaria. Pero ya que la traes podemos anticipar y decir que sí, que hay una doble alienación para el
sujeto, es de los dos registros. A la imagen del otro y a los significantes del otro.
Entonces a ese primer yo que se constituye como objeto identificado al otro, a ese primer yo se lo
ama. Entonces, todo amor está basado en ese amor al primer yo. Pensado desde lo imaginario (no es
la única forma en la que lacan va a pensar el amor), pero pensado desde lo imaginario es eminentemente
narcisista: Cuando amamos a otro, nos amamos a nosotros mismos.
Entonces hay algo que la imagen ofrece o que la imago ofrece que es que le otorga al sujeto cierta

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certeza, la certeza de que ese soy yo, que es lo que nos pasa cuando nos miramos al espejo, tenemos
la certeza de que ese soy yo y eso no deja de ser en algún punto tranquilizador para el sujeto, “yo soy
así, yo soy este, yo soy el que está en el espejo, yo soy el que soy, le dijo Dios a Moises”, o sea que el
sujeto busca o intenta sostenerse desde lo imaginario ¿Por qué? Porque lo simbólico no da certeza, los
significantes que puede identificar a un sujeto no dice nada del ser, dejan vacío al ser. ese yo en el cual
el sujeto se sostiene es el que viene del otro y no sólo el que proviene en su origen que el sujeto busca
todo el tiempo la apoyadura en el otro para su propio yo. primera cuestión: el yo no se confunde con el
sujeto. Segunda cuestión: el yo no se constituye desde el principio de realidad. el yo está del lado del
placer y se opone al ello que amenaza la unificación del yo.
El yo busca a la homeostasis. El equilibrio.
El yo se pone del lado del placer. Entendiendo al placer, como el placer homeostático, no como la
satisfacción pulsional. El ello es la sede de las pulsiones. Por eso el yo se opone al ello. El placer se
opone al mas alla del principio de placer.
El yo cree que yo soy yo, pero lo que Lacan nos viene a decir es que cada vez que digo yo me
engaño, me engaño justamente ahí donde creo que el yo es único y unificado, y no hay ninguna
posibilidad de encuentro con el propio yo, sino es a través de otro.
El chico logra su anticipación, su anticipación en relación a su unificación corporal. Anticipa su
unificación corporal antes de tener el desarrollo motor.
El yo se anticipa y unifica su imagen. Lo fragmentado pasa a ser como lo temido por el yo. El yo teme
su fragmentación. Porque justamente la unificación, y ésta es una de las consecuencias… ¿no? Porque
Lacan dice “el yo se tiene que constituir”, primera cuestión, “el yo se tiene que constituir”, no es algo que
venga dado, no es algo que esté desde el comienzo mismo de la vida. El yo se tiene que constituir.
Esa anticipación yoica, imaginaria, es una identificación virtual, dice Lacan. Virtual en tanto es a una
imagen.
Cuando decimos que el yo es imaginario, una de las cosas que estamos diciendo ahí es que el yo es
una imagen, es una imagen de mí mismo. Me identifico a mi imagen. Imagen que nosotros veíamos que
proviene del lugar del otro. Recuerden que la imagen especular se constituye desde el lugar del otro.
Porque no es simplemente mirarse en el espejo para el chico, es que esa imagen en el espejo se
constituye desde el lugar del otro.
El espejo plano es el lugar del otro.
El jarrón para abajo y estas flores para arriba están representando el cuerpo fragmentado. La
unificación del cuerpo se logra antes del control motor. O sea, antes de que el chico pueda decir muevo
estre brazo, construye una imagen. Una imagen unificada de sí. Esto que pasa a constituirse entonces,
como el yo ideal. Acá el chico se constituye como el yo ideal. Se identifica a esta imagen completa de
sí. Pero es una imagen. Esta constitución imaginaria posibilita lo que el sujeto teme es que la
fragmentación aparezca.

Ejemplo de la paloma. En los animales también hay unificación imaginaria. No es sólo en el hombre.
En los animales también se produce la unificación imaginaria, pero la unificación imaginaria animal se
produce desde su bagaje instintivo. No se necesita de una determinación simbólica. Lacan da el ejemplo
de la paloma, que si se la encierra desde que nace y no se la pone en contacto con otras palomas, no
va a desarrollar las gónadas sexuales. Ahora, ¿eso qué demuestra? Dos cosas: primero, que la acción
del otro se necesita en todas las especies animales o en muchas por lo menos, no sólo en la humana,
se necesita el contacto con el otro de la misma especie para que algo del desarrollo se desencadene.
Ahora, ese desencadenamiento, en las especies animales que lo necesitan, va a estar dada desde lo
instintivo, de lo natural, mientras que en el ser humano ese desencadenamiento, esta posibilidad de
unificación imaginaria, va a estar dada desde el lugar del otro, desde el lugar del ideal del yo, va a
depender, porque la paloma con tener otra paloma enfrente ya está, no interesa si la otra paloma es
buena, mala, agresiva o menos agresiva, si la quiere o la odia, no interesa, en cambio en el ser humano
sabemos que sí. Esa acción del otro es lo que va a posibilitar, o no, la unificación imaginaria del chico.
Entonces, en este primer Lacan, en este primerísimo Lacan, la unificación imaginaria va a ser
dependiente de lo simbólico, lo simbólico que está representado acá por el ideal del yo. Dicho de otro
modo ¿Cómo ve la madre a su hijo? ¿De qué manera lo ve? Esa mirada de la madre es una mirada
desde el ideal del yo de la madre, por eso Lacan lo llama ideal del otro, porque es la mirada del ideal del
yo de la madre, que va a posibilitar la constitución imaginaria del chico, el yo ideal. ¿Estamos hasta ahí?
¿Sí?

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El nuevo acto psíquico es la constitución del yo.
Una cosa es el yo, como instancia imaginaria. “Yo soy yo”. El “yo soy yo” me unifica. “Yo me conozco
a mí mismo. ¿Para qué voy a ir al psicólogo si quién me va a conocer mejor que yo a mí mismo?”. Ese
es el… La soberbia del YO que se cree unificada y sin división. Lo que va a plantear Lacan es que una
cosa es el YO y otra cosa es el sujeto. El YO si está al servicio de la unificación. El sujeto siempre divide.
El sujeto está dividido por la acción del significante, de la palabra.
El yo esta al servicio del engaño, dice lacan, engaña al sujeto, le hace creer que es unificado.
lo que Lacan va a plantear es que el yo, intenta mantener todo el tiempo la homeostasis del sujeto, el
equilibrio. O sea está al servicio del principio de placer, por eso no podemos contar con el yo para el
análisis, porque el yo siempre se va a oponer a cualquier cosa que atente contra su unidad y su equilibrio,
entonces, no hay yo igual al yo, porque el yo es otro, siempre; porque lo que estamos viendo acá es que
el yo es otro, el yo soy otro es la forma en que el yo se constituye, se constituye en el espejo, a través
de la imagen del otro.
Ese primer yo es otro, es un otro con minúscula, especular, es otro para tener para el sujeto.
Entonces una cosa es la ubicación del sujeto en el mundo simbolico, en el mundo de la palabra y otra
cosa es la identificación narcisista.
El narcisismo, insisto, es imaginario, es virtual, y por eso el narcisismo en la clínica va a aparecer
siempre como resistencia. El narcisismo es siempre algo a atravesar en el sujeto.
El Yo Ideal, esta imagen unificada del Yo, se constituye sí en relación al Ideal del Yo. El problema es
que nunca van a coincidir. Siempre hay una distancia. Siempre hay una distancia con el Yo Ideal.
Entonces entre el yo actual del yo ideal, siempre hay una distancia, porque si yo mi viera exactamente
como yo me gustaría verme desde el ideal del yo, entonces se produciría una caída del deseo. Ya está,
ya tengo todo lo que quise tener en la vida, ya soy como quise ser siempre, ya está, ya llegué.
Esa distancia alimenta al deseo.
¿Al servicio de quien está ese narcisismo? El yo de la homeostasis, del engaño, de la unificación
imaginaria. Lo que ocurre es que, esto que decía recién, este yo ideal, o sea lo que el yo quiere como
su yo ideal, que es la imagen de perfección narcisista que viene dada desde el ideal del yo, esa imagen
de perfección narcisista lo esperable es que no se alcance nunca.
Los estados maniacos es eso, la coincidencia del yo con el yo ideal.
¿El pasaje por el espejo qué implica? Implica esto de que me constituyo con la imagen del otro, me
constituyo en el otro, yo soy otro. ¿Y cómo se sale de ahí? Ese pasaje es necesario, pero también lo es
la salida. ¿Cómo sale de ahí? Para Lacan, a continuación de estadio del espejo, aparece otro trabajo de
Lacan, en los escritos que es en la misma época, que es sobre la agresividad.

AGRESIVIDAD EN PSICOANALISIS

Pero entonces Lacan en este texto de “la agresividad en psicoanálisis”, una de las cuestiones, uno
de los movimientos que realiza, es separar la cuestión de la agresividad, de la cuestión de la muerte.
La agresividad Lacan no la va a ligar a la muerte, sino justamente, al narcisismo, y más precisamente a
la identificación narcisista.
La desaparición del otro si esta ligada al odio y a la pulsión de muerte. La agresividad esta ligada
al narcisismo.
Freud sitúa acá la agresividad del lado del narcisismo en el sentido del placer narcisista que hay en
la destrucción. Entonces no es una cuestión de instinto de muerte biológica sino de placer narcisista. Y
la agresividad tiene como meta la posibilidad de la separación del otro y también la búsqueda de no
quedar identificado al cuerpo fragmentado.
Decir que no al otro es un acto de agresividad, en el sentido de intento de restitución narcisista, intento
de salvar el narcicismo. Entonces, la agresividad Lacan la va a ubicar en relación a la posibilidad de
escapar del otro.
La agresividad va a estar en donde el chico pueda responder de alguna manera a esa acción del otro.
Entonces Lacan dice el chico entra en el espejo, que es la mirada de la madre; unos años después Lacan
va a decir sí, esto ocurre así, pero no todo entra en el espejo, hay algo que no entra, si entra todo después
tiene que hacer como la anoréxica, jugar su separación a muerte para después salirse toda, pero lo
esperable es que no entre todo, en que haya algo que quede por fuera del espejo.
Entonces, la agresividad Lacan la piensa como un momento necesario que también va a entrar o va
a estar dependiendo del marco simbólico.
Entonces, los objetos que podemos querer o anhelar en la vida, no son solamente los objetos que

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nos gustan a nosotros, sino que los objetos cobran valor en tanto y en cuanto entran en rivalidad también
con el otro, si el deseo es el deseo del otro, entonces eso conduce a que lo que el otro quiera, lo quiera
yo, o sea que le interesa el objeto, en función de lo que interesa al otro, lo cual necesariamente va a
despertar alguna tensión agresiva. Entonces la agresividad pasa a ser un elemento constitutivo,
necesario, pero también reglamentado, normativizado, y en donde muchas veces lo que se pone en
juego justamente es la integridad de la imagen del otro. En esa tensión agresiva, que inevitablemente
aparece con el otro, lo que se pone en juego es la integridad del otro.

Lacan va a postular cinco tesis.


● La primera dice, “la agresividad se manifiesta en una experiencia que es subjetiva por su
constitución misma” esto tiene que ver con todo lo que les vine diciendo hasta acá, o sea la
agresividad se manifiesta en una experiencia que es subjetiva por su constitución misma.
Esta es una época en la que Lacan habla de la intersubjetividad, el sujeto, dice Lacan en
esta primera época, se constituye en la intersubjetividad con el otro.
Lacan hace un planteo dialéctico. Que tiene que ver con la dialéctica del amo y del esclavo
de Hegel, el sujeto se constituye en la intersubjetividad con el otro. Ésta intersubjetividad,
incluye también, necesariamente a la agresividad. Incluye el deseo, incluye el amor e incluye
la agresividad, necesariamente.
● La segunda tesis dice “la agresividad en la experiencia nos es dada como intención de
agresión, y como imagen de dislocación corporal, y es bajo tales modos que se demuestra
eficiente”. La agresividad es dada como intención de la agresión. Lacan dice que un chico
puede desde muy temprana edad diferenciar si eso que recibe como agresivo ha sido
intencional o no. Y como imagen de dislocación corporal, o sea la intención agresiva del otro
atenta o apunta dice Lacan a la integridad corporal.
● Tercera tesis. “los resortes de agresividad deciden de las razones que motivan la técnica
del análisis." Y va a decir Lacan, “la regla propuesta al paciente en el análisis le deja
adelantarse en una intencionalidad ciega a todo otro fin que su libración de un mal o de una
ignorancia de la que no conoce ni siquiera los límites. Su voz será la única que se hará oír
durante un tiempo cuya duración queda a discreción del analista. Particularmente le será
pronto manifiesta, y además confirmada, la abstención del analista de responderle en ningún
plan de consejo o de proyecto. ¿Qué preocupación condiciona pues, frente a él, la actitud
del analista? La de ofrecer al dialogo un personaje tan despojado como sea posible de
características individuales; nos borramos, salimos del campo donde podría percibirse este
interés, esta simpatía, esta reacción que busca el que habla en el rostro del interlocutor,
evitamos toda manifestación de nuestros gustos personales, ocultamos lo que puede
delatarlos, nos despersonalizamos, y tendemos a esa meta que es representar para el otro
un ideal de impasibilidad.” La cuestión de esto que dice Lacan de cómo la agresividad es
una de las cuestiones que se pone en juego en la decisión de las técnicas del análisis, o sea
usamos el diván- cuando se puede- y sobretodo dice Lacan, no respondemos a la
agresividad del paciente. No le respondemos a lo que pueda aparecer como manifestaciones
agresivas.
El más azaroso pretexto basta para provocar la intención agresiva, o sea, cualquier cosa
puede provocar la intención agresiva ¿Por qué? Porque reactualiza la imago, dice Lacan.
Imagos sería esto, las primeras imágenes constitutivas del sujeto, que no son cualquier
imagen, son imagos constitutivos.
● Cuarta tesis de Lacan, dice “la agresividad es la tendencia correlativa de un modo de
identificación que llamamos narcisista y que determina la estructura formal del yo del hombre
y del registro de identidad característico de su mundo”. O sea, la agresividad es correlativa
dice Lacan de la primera identificación, el yo tiene la consistencia de una imagen, algo del
orden de lo imaginario, y esta imagen se le aparece al sujeto como un otro. ¿Se acuerdan
lo que vimos la clase pasada? La imagen del espejo es de un otro, ¿no?, decíamos todos
nos constituimos con un gemelo, nacemos con un hermano gemelo que es la imagen en el
espejo, y entonces aparece la pregunta ¿Cómo es la relación con esta imagen, con esta
imagen otro? Podemos decir, la relación del sujeto con esta imagen nunca es totalmente
armoniosa ni amorosa, siempre hay un grado de tensión agresiva, en donde ese otro es el
que puede sustraerme algo de mi propia identidad, me puede arrebatar algo de mi imagen.

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Lacan va a decir que el narcisismo siempre tiene como correlato la agresividad, la paranoia, los celos,
el asesinato, el suicidio, desde el mito narciso que termina ahogado en las aguas o dejándose morir de
hambre, los crímenes pasionales, los celos, la agresividad, o sea el narcisismo siempre tiene esos
elementos como correlatos. Entonces el narcisismo siempre tiene, conlleva algo de la agresividad,
¿qué es lo que va posibilitar, qué es lo que va permitir, que ese el narcisismo no se desate digámoslo
así, y se vuelva algo total y absolutamente agresivo? El marco simbólico, el ideal del yo. O sea el ideal
del yo en ese punto cumple un papel pacificante.
La madre ocupa los dos lugares. El simbólico y el imaginario. Entonces desde el lugar imaginario se
convierte en ese otro con el cual el bebé se puede identificar y al mismo tiempo va a necesitar de una
tensión agresiva para separarse, y al mismo tiempo representa al gran otro simbólico que son los
significantes, o sea introductor de las normas de las leyes.
● Quita tesis. dice Lacan, “semejante noción de agresividad común a las coordenadas
intencionales del yo humano y especialmente relativa a la categoría de espacio, hace
conseguir su papel en la neurosis moderna, y en el malestar en la civilización.” A ver,
tratando de simplificar un poco, podemos decir que en principio Lacan dice que la
agresividad queda definida como perteneciente al Yo. Como una de las coordenadas
intencionales dice Lacan. O sea hay una intencionalidad desde el Otro. Esa madre que
lloraba porque su hijo no era impotente como ella creía sino que era homosexual. Bueno,
ahí se juega una intencionalidad agresiva, que obviamente tiene que ver con la constitución
del yo del sujeto. Y Lacan dice también ahí, habla de la categoría del espacio. O sea la
agresividad es tensión narcisista referida a una categoría espacial. ¿Que entender por
esta categoría espacial? Porque el yo va entonces a estar referido a un espacio
imaginario. El espacio imaginario que lo circunda. El espacio que propone el espejo. Y ese
espacio va a ser un lugar que hay que defender porque se superpone al Otro. Dicho de otro
modo más sencillo y para que se entienda, si yo me constituyo en el Otro y mi cuerpo como
tal como sede del yo, ocupa un espacio, entonces este espacio tiene que ser defendido. Por
eso Lacan dice que el narcisismo va acompañado de la paranoia, de los celos, de la
agresividad, porque entonces el yo fácilmente puede sentirse amenazado por la acción del
otro.

Acerca de la causalidad psíquica - Escritos 2.

Los efectos psíquicos del modo imaginario.


La historia del sujeto se desarrolla en una serie más o menos típica de identificaciones ideales, que
representan a los más puros de los fenómenos psíquicos por el hecho de revelar, la función de la imago.
Y no concebimos al Yo de otra manera que como un sistema central de esas formaciones.
Se sabe que Freud identifica el Yo con el "sistema percepción-conciencia", que constituye la suma
de los aparatos gracias a la cual el organismo se adapta al "principio de realidad".
Por eso ni aun todas las consideraciones sobre la síntesis del Yo nos eximirán de considerar su
fenómeno en el sujeto, a saber: tdo lo que el sujeto comprende con este término y que no es
precisamente sintético ni está solo exento de contradicción; más aún, desde que la experiencia freudiana
designa en él el lugar mismo de la Verneinung, es decir, del fenómeno por el que el sujeto revela uno de
sus movimientos mediante la denegración misma que aporta a él y en el momento mismo en que la
aporta.
De un fenómeno típico de desconocimiento y con la forma invertida de la cual hemos insistido, forma
cuya más habitual expresión- "No vaya usted a creer que..."- ya nos entrega la profunda relación con el
otro en su condición de tal y que valoraremos en el Yo.
Al comprender con este término una estructura fundamental de tales fenómenos, he querido designar,
si no su equivalencia, por lo menos su parentesco con una forma de relación con el mundo de un alcance
particuarísimo. Se trata de la reacción que se conoce con el nombre de transitivismo.
Se la comprueba como si dominara de manera significativa la fase primordial en la que el niño toma
conciencia de su individuo, al que su lenguaje traduce, en tercera persona antes de hacerlo en primera.
Charlotte Buhler ha reconocido ese transitivismo en la forma asombrosa de una verdadera captación por
la imagen del otro.
De ese modo puede participar en la caída de su compañero, o imputarle asimismo el hecho de recibir
el golpe que él le aseta. Se nos presenta en espejo, en el sentido de que el sujeto se identifica en su

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sentimiento de Sí con la imagen del otro, y la imagen del otro viene a cautivar en él ese sentimiento.
El primer efecto de la imago que aparece en el ser humano es un efecto de alienación del sujeto. En
el otro se identifica el sujeto, y hasta se experimenta en primer término.
El deseo mismo del hombre se constituye bajo el signo de la mediación; es deseo de hacer reconocer
su deseo.

Sin embargo, la estructura propia del mundo humano, tanto como implique la existencia de objetos
independientes del campo actual de las tendencias, aparece en el hombre de las primeras fases del
desarrollo. ¿Cómo concebir su génesis psicológica?. (estadio del espejo como constitución del yo y la
realidad)
A la posición de un problema como éste responde mi construcción denominada "del estadio del
espejo".
Mi finalidad consiste en poner de manifiesto la conexión de cierto número de relaciones
imaginarias fundamentales en un comportamiento ejemplar de determinada fase del desarrollo.
Lo que he llamado asunción triunfante de la imagen con la mímica jubilosa que la acompaña y la
complacencia lúdica en el control de la identificación especual, me parecieron manifestar uno de los
hechos de captación identificatoria por la imago que yo procuraba aislar.
Relacionándose de la más directa manera con esa imagen del ser humano que ya había yo
encontrado en la organización más arcaica del conocimiento humano.
En verdad, he llevado un poco más lejos mi concepción del sentido existencial del fenómeno,
comprendiéndolo en su relación con lo que he denominado prematuración del nacimiento en el
hombre, o sea, en otros términos, la incompletud y el "atraso" del desarrollo del neuroeje durante los
primeros seis meses, fenómeno conocidos por los anatomistas y patentes en la incoordinación motriz y
equilibratoria del lactante.

En función de ese atraso de desarrollo adquiere la maduración precoz de la percepción visual su valor
de anticipación funcional, de lo cual resulta, por una parte, la marcada prevalencia de la estructura visual
en el reconocimiento, tan precoz, de la forma humana, mientras que las probabilidades de identificación
con esa forma reciben un apoyo decisivo, que va a construir en el hombre ese nudo imaginario, que el
psicoanálisis ha denominado narcisismo.

SEMINARIO
El esquema óptico: Yo ideal e Ideal del Yo.
El esquema L: El otro y el otro.

En la clase pasada fue introducida la llamada célula elemental del grafo. Dijimos que cuando Lacan
realiza esa primera gráfica lo hace en el sentido habitual, es decir, una célula como la unidad fundamental
que luego va a dar lugar al grafo completo. La célula elemental trata de mostrar las relaciones del sujeto
con el significante, lo que sucede cuando el viviente es tomado por el significante y este le impone su
estructura, lo cual es condición para la existencia del sujeto, ser tomado por la cultura del lenguaje.
Entonces, cuando Lacan produce su escrito “subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el
inconsciente freudiano” Lo subversivo es esta idea lacaniana de que el sujeto es un efecto de la
estructura, no es algo que este desde el inicio sino que es "a constituir". Entonces. ¿qué quiere
decir esto? tenemos que preguntarnos como se origina el sujeto si no está desde el momento, sino que
es un sujeto a constituir. No es un dato original de la experiencia, lo que hay es un viviente, que ese
viviente sea o no un sujeto después, es otra cosa. Es en relación a como se constituye ese sujeto, que
las respuestas de Lacan van a ir siendo cada vez más precisas a lo largo de su enseñanza.
En delta ubica a Lacan al sujeto mítico de la necesidad, es decir al viviente, posición primitiva e
inconstituida del sujeto. El sujeto es a constituir, sujeto que en esa posición sufre ya las condiciones
impuestas por el significante. Esto es así porque ese sujeto de la necesidad, ese sujeto inerme,
desvalido, va a tener que hacer pasar su necesidad por el desfiladero del significante, es decir va a tener
que poner sus necesidades - ese real que se le impone al sujeto - en significantes.
Freud nos muestra en su texto "chiste con su relación con el inconsciente" como es la técnica

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del chiste, y Lacan dice que la técnica del chiste es homóloga a la técnica del significante. ¿qué quiere
decir? que el chiste es inscripto en el código por el Otro: Es la sanción del Otro, la lectura del Otro,
lo que lo vuelve chiste, lo que lo inscribe como chiste. Si no está la sanción del Otro, que lo significa
como chiste, no es chiste. La noción de código que Lacan toma de la lingüística va a pasar a determinar
ese lugar del A. Lo llama lugar del tesoro significante. La idea de código desvirtúa ese lugar, ya que un
código es algo consensuado, justamente es código porque es muy consensuado entre muchos. El lugar
del tesoro significante, por el contrario, es siempre del Otro. No hay ningún consenso ahí. Los
significantes son del Otro. Un tesoro hace referencia a una reunión de cosas preciosas de valor,
acumuladas, conservadas juntas, pero que por más grande que sea no implica una totalidad. Siempre
se puede atesorar algo más.
El sujeto dice pero no sabe lo que dice, es el Otro el que le va a decir lo que dice. Para ese
sujeto mítico de la necesidad, ese sujeto inmerso en un baño de lenguaje la intencionalidad está perdida.
La intencionalidad del sujeto queda anulada justamente por ese poder de sanción que tiene el Otro,
poder de significación.

La afirmación lacaniana que vamos a trabajar hoy es que en el grafo del deseo encontramos
la doble alienación del sujeto. Por un lado, el sujeto alieando al lenguaje, y por otro lado a la imagen.
Esta ultima es la que vamos a ver hoy mediante los esquemas ópticos. La imagen que el sujeto tiene
de sí mismo, también está intermediada por el Otro.

Una aclaración. Ya vemos que donde antes era delta, ahora en grafo del deseo está el sujeto
barrado [$]. Aunque el sujeto es a constituir, el viviente desde el inicio está afectado por la estructura del
lenguaje. O sea, ya está barrado, ya está dividido. El sujeto no sabe lo que dice.
En el piso inferior, vemos que aparece otro trayecto. Lacan lo denomina cortocircuito imaginario,
este que va de i(a) a m. En primer lugar, recordemos que los matemas que están con minúscula en el
grafo son las que designan lo imaginario, mientras que los matemas que están con mayúscula designan
lo simbólico.
En la pagina 787 De “subversión del sujeto” respecto de la captura del viviente por la estructura
del lenguaje, Lacan dice: "El dicho primero decreta, legisla, aforiza; es oráculo, confiere al otro su oscura
autoridad". Ósea el dicho primero, la primer palabra, la palabra del Otro sobre el sujeto. Sigue la cita,
dice: "Tomemos solamente un significante como insignia de esa oscura omnipotencia [...] y tendremos
el trazo unario, que por colmar la marca invisible, que el sujeto recibe del significante, enajena a esa
sujeto en la identificación primera que forma el Ideal del yo". El Ideal del yo es ese trazo unario,
significante primero, que deviene al sujeto del Otro y que el Otro enajena. Enajena porque es el
Otro que le dice quién es.
Entonces, el Ideal del yo pero es ideal del Otro, porque le viene del Otro. Lacan también lee
uno - como la "I" en los números romanos - del Otro; O sea el significante primero, la primer marca del
otro y como ven lo escribe con mayúscula. Esa primera marca, ese primer trazo que le viene al sujeto
del otro es de lo simbólico.
Sigue la frase : "es esa imagen, Yo ideal, la que se fija desde el punto en el que sujeto se detiene
como Ideal del yo”, es decir, el sujeto queda fijado, queda detenido a una imagen - eso que Freud
llama Yo ideal - que es una imagen que le viene al sujeto desde el Otro como Ideal del yo, entonces el
Ideal del yo es una instancia simbólica que regula y que sostiene la identificación imaginaria del
yo ( m dice acá, porque en francés una de las formas de decir yo, es moi). El Yo ideal es la imagen
amable, (es decir, pasible de ser amada), que aunque imaginaria, se le ofrece al yo desde el lugar
simbólico del Ideal del yo, que le viene del otro para que con ella se identifique. Las voces de los
antepasados, de la tradición, de lo que decanta de la historia de las generaciones, se le ofrece
simbólicamente como marca al sujeto, se le ofrece como Ideal del yo, - diría Freud que es esta una de
las funciones del súper yo - se le ofrece al sujeto para que el sujeto se identifique con ella. El sujeto
queda fijado, detenido a esa imagen que Freud llamaría Yo ideal.

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Lacan va a tratar de mostrar justamente en los esquemas ópticos, la diferencias entre Ideal del
yo simbólico, el Yo ideal imaginario, y la constitución del yo sostenida justamente en esa doble
alienación del sujeto.

El estadio del espejo


Para desarrollar esto vamos a retomar por un lado “el estadio del espejo” (antecedente al ingreso de
Lacan al campo psicoanalítico), y por el otro, lo planteado en el seminario I, en el capítulo que se
denomina “la tópica de lo imaginario”. Capítulo que justamente trata sobre la identificación formadora del
yo.
Nosotros vamos a ver que Lacan va ir pasando de un inconsciente estructurado por un imago -
porque lo primero que dijo fue lo del estadio del espejo - a un inconsciente estructurado por el lenguaje.
Indicando de esa manera una prevalencia de lo simbólico por sobre lo imaginario, es decir, una
prevalencia del Ideal del yo sobre el Yo ideal.
Ustedes ven que cuando Lacan todavía no tiene imaginario, real o simbólico. Vamos a tratar de
ubicar el contexto en el que Lacan produce su seminario I. O sea es necesario contextualizar eso porque
entonces tenemos de alguna manera con mayor nitidez porqué Lacan sostiene esta primacía de lo
simbólico por sobre lo imaginario.
Lacan solía burlarse de ciertas expresiones, que solían tener prestigio en los años 50' y 60'. En
esos tiempos parecía decirse algo muy importante cuando se decía, por ejemplo, “yo siento que…”.
Lacan escribe función y campo de la palabra, en cierto modo como respuesta a la práctica de esos
tiempos muy basada en el ”yo siento”. Lacan va a decir los sentimientos están en última instancia
referidos al cuerpo, es en el cuerpo en el que sentimos amor, odio, ira, etc. Por lo tanto, eso (que para
cual sera o no importante) no es la verdad referida al inconsciente, sino que es un efecto que se produce
en el cuerpo. Lo que pasa en el cuerpo se debe a la constitución de lo imaginario, - aquello que Freud
en su segunda tópica denomino el yo - y que Lacan que enseña que el yo es justamente imagen y
cuerpo.
Sabemos que en “Introducción del Narcisismo” Freud plantea que el yo no existe desde el
comienzo, al contrario, ubica en el comienzo el autoerotismo. Para que el yo se constituya, decía Freud,
se debe producir un nuevo acto psíquico. Y es a este nuevo acto psíquico que Lacan denomina con el
nombre “estadío del espejo”.
En el autoerotismo no es, va a señalar Lacan, no es que el mundo exterior sea lo que falta. Todo

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lo contrario dice Lacan: lo que falta en el autoerotismo es el yo. Si entendemos el autoerotismo como
pulsiones parciales, decimos que no hay unificación, y que, si no hay unificación es porque no hay yo.
El mundo exterior no falta, sino que es quien ha producido las marcas erógenas en el cuerpo. Entonces,
lo que falta en el autoerotismo es el yo, y algo debe suceder, es decir, debe suceder ese nuevo acto
psíquico para que el yo aparezca.
Freud pensaba que tanto en la neurosis como en la psicosis se había producido una retracción
de la libido de los objetos, con la diferencia de que en la neurosis, esa libido va a quedar luego en el
campo de la fantasía y, en cambio, en la psicosis no se producía esa ubicación de la libido sino que esta
libido retornaba directamente al yo. En el esquema óptico, Lacan va a intentar dar cuenta de esta
cuestión. Y no se trata solo de la constitución de lo imaginario en el esquema óptico, sino que este
esquema óptico es el primer modelo, podríamos decir, acerca de la constitución del sujeto que Lacan
propone.
En la página 213 del seminario I, Lacan dice lo siguiente: “El ser humano solo ve su forma realizada,
total, el espejismo de sí mismo, fuera de sí mismo”. Surge en “Psicología de las masas y análisis del yo”,
que parece un texto que no tiene nada que ver con “Introducción del Narcisismo” y en realidad están
absolutamente ligados. Si el yo se constituye fuera de sí mismo, en términos de Lacan podemos decir
que “viene del Otro”. Fíjense como la temática del yo y del cuerpo y la constitución del cuerpo y del yo
está absolutamente relacionada ya desde Freud.
La pregunta que vincula la producción anterior de Lacan en derredor del estadio del espejo, con
la teoría freudiana del narcicismo es la siguiente: ¿Cómo el yo puede ser un objeto, más aun, el primer
objeto de amor, si es una imagen?

El dispositivo óptico
La disciplina que estudia la relación entre los objetos y las imágenes es la óptica. Freud, cuando
hablaba de la constitución del aparato psíquico, decía que la forma correcta de interpretar el aparato
psíquico, tal como aparecía en su primera tópica (consciente, preconsciente e inconsciente), la podíamos
análogar a un microscopio compuesto, a un aparato fotográfico o algo semejante. Freud decía: “la
localidad psíquica [es decir la conciencia-inconsciencia] corresponderá entonces a un lugar situado en
el interior de ese aparato, aparato en el que surgen [tal como lo muestra en el esquema del peine],
grados preliminares de la imagen y de la conciencia”. Siguiendo ahora a Lacan, tomaremos de la óptica
dos tipos de imágenes: las imágenes reales y las virtuales.
Las imágenes reales son aquellas producidas por los llamados espejos cóncavos. Cuando uno
cualquier espejo cóncavo - o superficie muy pulida y cóncava -, se ve la particularidad de la imagen que
se forma en el espejo cóncavo, que en la óptica se denomina imagen real, porque las imágenes reales
para el sujeto percipiente, o sea el que percibe, se comportan como objetos.
Si hacen la experiencia, van a ver que la imagen no se produce en el fondo del espejo como los
espejos planos, sino que se forma en este lugar del espejo. Es como si cerrara la concavidad y parece
un objeto, no una imagen. Y además la imagen esta “al revés”. A eso se lo denomina imágenes reales.
Las imágenes reales se comportan como objetos -no como imágenes- e implican una ilusión
óptica. O sea el sujeto percipiente es engañado. Mientras que las imágenes virtuales, (las que se
forman en espejos planos) no producen dicha ilusión óptica. Es decir para el sujeto observador, las
imágenes virtuales son justamente imágenes, o sea se comportan como tales.
Como vemos, la óptica es una ciencia con leyes precisas para entender cómo se producen las
imágenes tanto las reales, como las virtuales. Por ejemplo, algunas de las leyes de la óptica dice lo
siguiente: “hay una relación bi-univoca, esto es, a cada elemento de un conjunto le corresponde uno y
solo un elemento de otro conjunto. Hay una relación bi-univoca entre cada elemento y entre cada punto
de la imagen con el punto del objeto.
Lacan señala que hay leyes que ordenan las cosas. Que no hay cualquier ordenamiento. Porque
él quiere señalar que hay una primacía de lo simbólico sobre lo imaginario. Que la imagen se constituye
alienada al lenguaje y a la imagen que al sujeto le viene del otro por intermedio de las marcas
significantes, del Ideal del yo, de los antepasados. Esto es, que la relación que un sujeto tiene con su
imagen no es una desgracia que le toco a esos padres, o una desgracia que lo toco al sujeto. Que se
puede explicar, que se debe explicar esa constitución y que hay formas de explicarlo. Y que, de acuerdo,
así como de acuerdo a la posición que tenga un objeto, va a ser la imagen que se produzca en un espejo,
de acuerdo con la posición que tenga un sujeto en la estructura, va a ser la imagen que ese sujeto tenga
de sí mismo, el yo que se constituya, el cuerpo que se constituya y la estructura del sujeto.
El primer esquema del seminario I, retoma la experiencia que ya existía en la óptica la experiencia
que Lacan toma como base de su idea para referirse a la constitución del yo como totalidad unificada,

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como representación del propio cuerpo que será lo que Freud llamaba sentimiento de sí. En la
experiencia - llamada “del ramillete invertido” - encontramos cuatro elementos: un espejo cóncavo, un
ramillete de flores, una caja (cerrada en una de las caras y abierta en la otra) y un florero. A Lacan le
conviene poner el florero abajo y las flores arriba porque, por la analogía, porque el florero le va a servir
para pensar el cuerpo y las flores como análogas a las pulsiones.

Experiencia de
Bouasse

Podríamos decir el cuerpo real está abajo, en la caja, mientras que la imagen real está arriba de la
caja. Esa superficie que se refleja comienza a cumplir una función de continente, el jarrón, respecto a un
contenido, las flores. Ahora, tanto en la experiencia de la optica, como en la que va a usar Lacan
después, ustedes van a ver que hay un cono de luz, un ojo, que representa un observador. O sea lo que
está diciendo la experiencia (con ese ojo ahí y con el cono) es que la imagen real que se vea en el reflejo
óptico cóncavo va a depender de que el ojo esté dentro de ese cono. O sea que el ojo esté ubicado en
un lugar determinado.
Sólo en una determinada posición del sujeto se produce la ilusión de la imagen real esa ilusión óptica
de objeto. El ojo no se puede ubicar en cualquier lado. Si se ubica de este lado, no va a poder ver esa
ilusión óptica. Si se ubica de este otro, tampoco. Tiene que ser en el cono de luz. Si se ubica demasiado
cerca, van a ver distorsiones. El ojo del cono debe pensarse como posición del sujeto. Y esto es
importante para dilucidar qué cosa pasa en distintas posiciones del sujeto. Es decir, hace al deslinde
neurosis-psicosis. En determinadas posiciones la constitución del yo y del cuerpo va a hacer al modo
neurótico. Y en otras posiciones, la constitución del yo, del cuerpo y de la realidad, las tres cosas (están
unidas) va a hacer al modo psicótico. Es decir, justamente, hace a la idea lacaniana de que no hay una
esencia, una sustancia del sujeto. Sino que hay una escena a la que el sujeto llega en una determinada
posición y eso va a hacer a la constitución del sujeto.
Es toda una diferencia pensarlo al sujeto como una esencia o como una sustancia que pensarlo
como algo que no está constituido y que se va a constituir en una escena, es una estructura en una
posición. Por otra parte, la superficie del cuerpo real, que acá la figuramos con el jarrón, podríamos decir
se pliega en el jarrón, la boca del jarrón, la superficie del cuerpo real, figurado por el jarrón se pliega en
determinados lugares que podríamos decir por analogía constituyen la formas erógenas el borde anal el
borde oral; representadas en el borde del jarrón, en la abertura del jarrón, que es a fuente mientras que
las flores representarían los objetos de la pulsión.
Entonces podríamos decir: dentro de la caja, el cuerpo real, las pulsiones parciales. Cuando
ya tenemos la imagen total, arriba ubicariamos la totalización de esa fragmentación, la imagen real del
cuerpo. Eso sería el pasaje del autoerotismo al narcisismo. Primer narcisismo referido al cuerpo propio,
a la constitución del cuerpo propio.
La imagen real se produce por un cruce de lo real y lo imaginario, que da lugar entonces a la
constitución del mundo de los objetos. Justamente en el seminario I, cuando se detiene Lacan en el caso
Dick -justamente porque muestra un déficit- en este cruce de los registros que también implica la pobreza
de los mundos imaginarios de ese niño, un niño que no se interesa por nada, al que nada lo llama, un
niño sin emociones, un niño desafectivizado. Justamente Melanie Klein dice que todos los objetos
estaban para él en un mismo plano, o sea nada le importaba más que otra cosa, nada lo llamaba.

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Entonces, para simplificar las cosas, diré lo siguiente: Que esa posición en la que encontramos
el ojo, se corresponde desde donde se ubicaría una madre mirando a su hijo. Ahí, podemos
metafóricamente ubicar el deseo de la madre. La madre en su deseo, cosa que es de esperar,
unifica lo que está inconstituido y parcializado, fragmentado.
La madre mira al niño y en su mirada (en su deseo) lo unifica. Entonces, este bebe, como todos
los humanos, nace prematuro, nace inconstituido. Su prematurez física tiene consecuencias psíquicas.
O sea, es prematuro en ese sentido, es inerme. No se sostiene. A esta inermidad nos estamos refiriendo.
No es que nació antes de tiempo. El recien nacido es inermidad en todos los sentidos: Los significantes
son del otro, porque no sabe lo que dice. La mamá, como espejo cóncavo en su deseo lo ve completo,
incluso cuando está adentro y es un montón de células. El deseo de la madre unifica lo fragmentado del
hijo.
Según la posición de la madre como sujeto y según la posición del niño para esa madre como sujeto
va a ser lo que resulte. Cuando yo digo la posición, digo la posición de todo, la posición de la madre, la
posición de ese hijo para la madre, que esté el deseo de la madre, que no esté el deseo de la madre,
van a suceder cosas diferentes.
El cortocircuito imaginario esta soportado en la articulación que va desde el sujeto mítico de la
necesidad, que tiene que hacer pasar sus necesidades por el desfiladero del significante que está
sostenido en el Ideal del yo que deviene del otro, y que es esa imagen a la que el sujeto queda fijada
como Yo ideal. Entonces, este yo se va armar en relación a la sanción del Otro. el Otro le va a decir:
“mamar: hambre”. Y a esa alineación se le suma que la imagen le llega al sujeto en términos de lenguaje,
un lenguaje basado en los ideales del Otro, porque el Otro va a decir, por ejemplo, “que buenito, no llora”.
Allí está diciendo que en sus ideales alguien callado es bueno. ¿Se entiende? Entonces, el sujeto queda
fijado a una imagen ideal, a un Yo ideal, que es imaginario pero que esta sostenido en lo simbólico que
le viene al Otro.
Según la posición se podía construir la estructura psicótica o neurótica. No es el Otro y el sujeto,
es la escena. Porque un mismo Otro con un sujeto,puede estar en una escena de duelo patológico o en
una escena de jolgorio, y en cada caso se producen cosas distintas.

El deseo de la madre produce esta imagen maravillosa del niño, his majesty the baby. Ahora
cuando se lo encuentra al niño, Pero el niño no come, hace pis y duerme cuando la madre quiere. Hay
una inadecuación entre el niño y la madre. Después se van, en los casos normativos, se van adecuando.
Esa inadecuación, esa inadecuación es el deseo. Lo que falta para que todo cierre, es el deseo.
Para terminar, voy a dejarlos con la siguiente frase del seminario I, clase 7, página 130, que dice
así: “significa que en la relación entre lo imaginario y lo real y en la constitución del mundo que de ella
resulta, todo depende de la situación del sujeto. Las situación del sujeto está caracterizada
esencialmente por su lugar en el mundo simbólico, en el mundo de la palabra”.

En la experiencia de la óptica – siguiendo a Lacan – se pueden encontrar los tres registros,


simbólico, imaginario y real. Las imágenes, (especialmente las imágenes engañosas del espejo cóncavo
esférico) representaban lo imaginario, la estructura ilusoria del yo. Mientras que lo real estaría
representado por el aparato óptico más los objetos inaccesibles. Es decir, las flores reales solo son
accesibles visualmente al sujeto de la experiencia a través de la imagen ilusoria. Por ultimo, las leyes de
la producción de las imágenes hacían analogía de lo simbólico.
Además habíamos dicho que el hecho de que la imagen se produzca solo si el sujeto esta en
determinada posición, permite articular la noción de que para cada sujeto hay una escena, es decir el
sujeto está posicionado en una escena, una escena a la que llega al mundo. Y entonces, esa escena va
a tener implicancias en relación a la constitución de ese sujeto, con lo cual una cosa es pensar al sujeto
como producido, constituido a partir de la escena que “le toca”, y otra cosa muy distinta es pensar al
sujeto, en términos de la esencia del sujeto, o de la sustancia del sujeto. Lacan articula en el esquema
la constitución del sujeto a partir con los trabajos precedentes de Freud: Si la relación entre lo imaginario
y lo real y en la constitución del mundo (que de ella resulta) todo depende de la situación del sujeto, vale
aclarar que esa situación del sujeto está caracterizada esencialmente por su lugar en el mundo simbólico,
en el mundo de la palabra, y es justamente para dar cuenta de que cuando hablamos de narcisismo
humano que vamos a tener que pensar en términos de la relación que tiene el sujeto con su imagen.

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Esa imagen, la propia imagen del sujeto, está siempre intermediada por la función del Otro.
Debemos tener en cuenta las modificación que Lacan realiza al modelo óptico en que se basa
son dos modificaciones: Por otro lado, en el experimento de la óptica lo habían hecho con los objetos al
revés, Lacan invierte las posiciones entre florero y ramillete y la otra modificación es la posición del sujeto
en la experiencia, es decir, el ojo, en la experiencia. En el modelo de Lacan, el ojo está muy cerquita del
espejo cóncavo y mira hacia el espejo plano. O sea, lo que el sujeto ve es lo que está reflejado en el
espejo plano del espejo cóncavo.

Respecto del florero y las flores, podríamos decir que las flores sobre la caja representan la multiplicidad
de objetos al rededor los cuales se va a constituir la imagen del jarró cuyo cuerpo las abraza. El jarrón
continente alude al cuerpo con sus agujeros, representando las zonas erógenas, y las flores (contenidos
de ese continente) lo podemos vincular a los objetos parciales pulsionales. Es alrededor de los objetos
pulsionales parciales que para el psicoanálisis, se constituye el cuerpo.
El jarrón dentro de la caja, inaccesible para el sujeto, representa el cuerpo como organismo
biológico perdido. La biología está para siempre perdida, más allá de los avatares individuales de cada
sujeto. Si el sujeto - como en la experiencia de Bouasse - no se enfrenta al espejo cóncavo, da como
resultado que no es cautivado por la ilusión de la imagen real. Requiere entonces, del espejo plano que
pueda reflejar lo que se ve en el cóncavo. vamos a hacer la analogía: “para ver su imagen completa
necesita de Otro”. Ese cambio de posición es la manera en que Lacan está diciendo que para el ser
humano, la imagen narcisista, solo es accesible a través de la mediación del Otro.
Entonces, partiendo de que el espejo plano a diferencia del espejo cóncavo produce imágenes
virtuales, concluiríamos por analogía que por la mediación del Otro, la imagen real ilusoria engañadora
pasa a ser una imagen virtual no engañadora como tal, significa entonces que por la mediación del Otro
humano, la imagen real del sujeto se hace virtual. Lo digo tal como lo dice Lacan, significa que por la
mediación del otro humano, la imagen real del sujeto se hace virtual.

Pasamos de hablar de un yo corporal a un yo libidinal. Ese yo libidinal es la captura libidinal por


el Otro, en el Otro. Por vía de identificación, va a dar origen al Yo ideal. sabemos que Freud caracteriza
al Yo ideal como omnipotente como teniendo todas las perfecciones, todas las satisfacciones a su
alcance, entonces nosotros podríamos decir que hay un narcisismo que surge de una interpretación
entre lo real y lo imaginario, que va a tener relación justamente con la imagen corporal con el cuerpo
propio. Es lo que Freud denominaba el sentimiento de si. También podríamos decir que hay una
identificación al semejante que le permite al ser humano situar su relación con el mundo, con los objetos,
un narcisismo que surge de una interpenetración entre lo imaginario y lo real.
Entonces tenemos por un lado ese primer narcisismo, que tiene que ver con la imagen real del
cuerpo, que es la imagen, no cuerpo real (porque el cuerpo real es el cuerpo fragmentado), y un
narcisismo que surge del cruce entre esa imagen real y la imagen virtual. Entre lo real y lo imaginario se
produce entonces el nuevo acto psíquico del que hablaba Freud, y entre imaginario-imaginario tenemos

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todos los fenómenos de la elección de objeto.
Sabemos que Lacan, ya desde el estadio del espejo hablaba de un proceso de anticipación. Eso
tiene que ver con el modo en que se ha constituido, tiene que ver con poder esa función de anticipación
que proviene justamente de que se haya producido esa primer unidad imaginaria, que Lacan señala
intermediada por el Otro. El sentimiento de sí que tenga el sujeto de sí mismo está intermediado por el
Otro.
Entonces este esquema, que algunos llaman el Esquema Simplificado - en francés la idea de
simplificado quiere decir simbolizado - En este esquema Lacan ha simbolizado el “espejo”. El ojito como
el sujeto, (S), mítico, previo a la incidencia de lo simbólico, en términos de esa imagen que le viene del
otro, es decir, al sujeto que se ve pero desde la posición en que lo vería el otro.
Esta idea del otro, ésta noción del otro, es de enorme importancia para el sujeto y tiene enormes
implicancias éticas, como se piense en la experiencia analítica, la relación al otro. Porque nosotros
podríamos decir que ese otro que es absolutamente importante, fundamental, en relación a la
constitución del sujeto. Un sujeto no solo tendrá que separar, sino que también tendrá que ver que ese
Otro no existe. O sea, que en el pasaje de un análisis un sujeto, irá de ver la importancia que tuvo ese
Otro, a qué Otro se está dirigiendo todo el tiempo, para luego poder perder a ese Otro.
El neurótico que esta siempre protestándole a algún Otro, pidiéndole, demandándole en la doble
acepción, pidiéndole que le de cosas, por ejemplo, demandándole, hace a la posición ética. Porque si
nosotros sabemos que en la constitución del sujeto hay ese lugar, hay que ver qué hacemos como otro
del sujeto en la experiencia analítica.
Entonces, la relación simbólica define la posición del sujeto como vidente. Un sujeto en la
posición en la que lo vería Otro. Ya ahora, siguiendo el modelo, no depende solo de la posición del sujeto
sino de cómo incidan los rayos sobre él, o sea los rayos que refleje el espejo plano. Según como incidan
sobre el sujeto los rayos que refleje el espejo plano tenemos allí la difícil adecuación de lo imaginario y
lo real. Fíjense que Lacan lo dice de la siguiente manera: “la inclinación del espejo depende que veamos
más o menos perfectamente la imagen”. Entonces en ese sentido pasa a ser el otro humano como tal y
la relación del sujeto con ese otro humano, lo activo, lo determinante en cuanto a la determinación del
imaginario del sujeto. Entonces esa relación con el Otro como propiamente humana es lo que Lacan
concebirá como lo simbólico. Eso que determinará la relación recíproca de lo imaginario y lo real.
En el seminario uno Lacan dice: “Los objetos reales que pasan por intermedio del espejo y a
través de él están en mismo lugar que el objeto imaginario”. Lo imaginario y lo real se hallan en el mismo
nivel, determinados por lo simbólico. Cabe hacer la salvedad de que no por eso estamos diciendo que
lo simbólico sea lo más importante, estamos diciendo que es una relación inter-dependiente, donde no
hay lo sin lo otro, pero a la vez tenemos que decir que no es reversible, porque no es reversible la
importancia de lo imaginario y lo real respecto a lo simbólico.
Nosotros podríamos decir a esta altura de su obra Lacan concibe el plano simbólico como el
intercambio legal que se encarna en los intercambios verbales. Voy a dar un ejemplo, en la voz de una
madre, en el modo en que una madre lo diga al niño, lo “bien diga” o lo “mal diga”, resuena o no la ley
del padre. ¿A ver quién me explica eso? ¿Por qué según el modo en que una madre se dirija a un niño,
lo bien diga o lo mal diga resuena o no la ley del padre?
Entonces, volvamos a la frase. El plano simbólico consistirá en el intercambio legal, ¿Circula ahí
una legalidad o qué circula, o qué no circula? “El plano simbólico consistirá en el intercambio legal que
se encarna en los intercambios verbales”. En la palabra, en el discurso de por ejemplo, de una madre,
es posible ubicar si hay lugar para el padre, ¿qué lugar tiene el hijo?.

El ideal del yo
El plano simbolico es lo que opera como guía de la posición imaginaria bajo la forma del Ideal del yo.
No sólo guía, podemos decir que el orden imaginario no podría estructurarse sólo con el estadio del
espejo, requiere del Ideal del yo. “El Ich-Ideal, o sea, el Ideal del yo, es el otro en tanto hablante, otro en
tanto tiene conmigo una relación simbólica”, dice Lacan en la página 215 del seminario I. O sea del
sujeto Lacan lo nombra en tanto vidente, y al otro dijo que está en tanto hablante.
El Ideal del yo no solo guía al sujeto en lo imaginario si no que también permite identificar al
sujeto. En este sentido identificar, no es solamente “identificación con”, sino dar u obtener identidad, o
sea da identidad. Por ejemplo: alguien le dice a otro que es lindo, sabemos que depende de su ideal de
belleza. Lacan plantea que el Ideal del yo identifica al sujeto.
La relación entre nosotros, y la relación que hay entre los distintos yo-es esta situada en un plano
simbólico. Es decir hay una legalidad, y eso es una situación compleja porque no es lo mismo en que
escena nos encontremos, ya que dicha relación esta regido por un plano simbólico, por una legalidad,

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que se efectúa en intercambios verbales. Entonces si el Ideal del yo es el vinculo social legalizante, es
evidente que debe ser introyectado por el sujeto. A su vez, el yo proyecta sobre los objetos su forma, y
esa forma de oponer introyección y proyección, ordena enormemente las nociones de Ideal del yo y de
Yo ideal que proponía Freud en introducción del Narcisismo.
Freud decía que el sujeto ha erigido en el interior de si un ideal por medio del cual mide su yo
actual. Allí se refiere al Ideal del yo, y cuando decía que lo que él sujeto proyecta frente a si como su
ideal es el sustituto del narcisismo perdido de su infancia, en la que él fue su propio ideal, allí se está
refiriendo al Yo ideal.
Tomando un caso de adopción: Saben que los gestos de un niño muchas veces son muy
parecidos a los gestos de la mamá o del papá adoptivos, y en esa identificación, en ese mimetizarse con
la figura amada, se produce algo tan fuerte como puede ser la genética. Allí no hay genética pero hay
otra cosa que está funcionando que implica una identificación Nos identificamos con lo que amamos,
nos identificamos con el ideal.
En ese capítulo del Ideal del yo y del Yo ideal, en el seminario I, Lacan Dice en un momento: “El
ser humano solo ve su forma realizada total el espejismo de sí mismo fuera de sí mismo”. Podemos
suponer ahora que la inclinación del espejo plano está dirigida por la voz del Otro, o sea, es la voz del
Otro la que va a decir la imagen.
Entonces, la relación simbólica define la posición del sujeto como vidente. La palabra, - la función
simbólica - define en mayor o menor grado de perfección, de completitud, de aproximación, de lo
imaginario. La distinción se efectúa en esta representación entre el ideal-ich (Yo ideal) y el Ich-ideal
(Ideal del yo). El Ideal del yo dirige el juego de las relaciones de las que depende toda relación con el
Otro. Y de esta relación con el Otro depende el carácter más o menos satisfactorio de la estructuración
imaginaria.
Entonces, el Ideal del yo es simbólico, a diferencia del Yo ideal que es imaginario. El Ideal
del yo es el lugar desde donde es mirado, y desde donde se dice qué y cómo debe ser para alcanzar la
perfección. Este Yo ideal es lo que el neurótico tiene incorporado en el cuerpo, sentido en el cuerpo.
Mientras que en la psicosis aparece como extraño. “Este otro me mira mi cuerpo, no es mío”. Ustedes
recordaran que en el texto de Introducción al narcisismo Freud recorre el camino que va del autoerotismo
hasta la constitución del Ideal del yo, pasando por el Yo ideal. Abandonado el Yo ideal, se lo intenta
recuperar bajo la forma del Ideal del yo. Es decir, recupera la perfección del Yo ideal cumpliendo con las
exigencias del Ideal del yo. Ahora, podríamos hacernos en Lacan la siguiente pregunta: ¿A que se
identifica el niño al nivel del Yo ideal? A este nivel, se trata del narcisismo condicionado fálicamente.
Veamos que quiere decir.
Los tres registros se articulan desde el deseo de la madre, que ha pasado por la ecuación falo
igual niño. En el seminario 4, las relaciones de objeto, Lacan dice que: “el niño, en tanto que real,
simboliza la imagen fálica deseada por la madre”. Fíjense que ahí están los tres registros. Si en el niño
se constituye como falo de la madre, es porque el falo falta ahí. Falta el falo a nivel imaginario. El falo se
ha negativizado por el complejo de castración. Entonces el niño identificado al falo de la madre, goza de
todas las perfecciones y satisfacciones, es decir lo que Freud llama en introducción del narcisismo his
majesty the baby. No es lo mismo ser his majesty que “el salame de mama”.

Es decir que el Ideal del yo, en tanto que simbólico, introduce una distancia entre sí mismo y las
satisfacciones del Yo ideal. Estas satisfacciones no se dan tan directas, tan inmediatas, tan sencillas de
alcanzar. Ahí está el Otro que media. Entonces retornemos a Freud cuando decía que la influencia crítica
ejercida de viva voz por los padres, a los cuales se agrega luego los educadores, los profesores y por
último toda la multitud innumerable de las personas del medio social correspondiente (los compañeros,
la opinión pública), o sea, el Otro en su conjunto, el orden simbólico. Es decir, un orden extraño a las
satisfacciones que se pueden jugar en el plano imaginario, un orden externo que a la vez comanda. Lo
simbólico, tiene primacía sobre lo real y lo imaginario, es decir en lo simbólico están los puestos de
comando de toda la economía de lo libidinal narcisísmica del sujeto. La posición del sujeto tiene en el
Ideal del yo o sea, en el campo del Otro, posición que está ya antes de que el niño nazca. A eso se
refiere la primacía de lo simbólico. Es decir el niño parte a constituirse narcisísticamente se soporta
desde la voz y la mirada del otro; cuando Lacan estudia la pulsión agrega a los objetos de la pulsión
mencionados por Freud (a los objetos, anales, orales, fálicos) agrega la voz y la mirada. Y esto
justamente tiene que ver con esto de lo que estamos hablando, es decir con la doble alienación del
sujeto, el sujeto se construye alienado a la voz y a la mirada del otro, que justamente su imagen, la
palabra deviene del Otro.
Entonces, recordemos la frase con la que iniciamos el estudio de los modelos ópticos aquella

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que decía: “Es esta imagen (Yo ideal) la que se fija desde el punto en la que el sujeto se detiene como
Ideal del yo.” Es decir, el sujeto queda fijado a una imagen (Yo ideal) que es una imagen que le viene
del Otro como Ideal del yo. Mi ideal es ser Yo ideal, mi ideal también el amado, en el enamoramiento es
mi Yo ideal.
Entonces, retomando ese primer piso del grafo, diríamos que el niño, para constituirse
narcisísticamente se soporta en la voz, y en la mirada del Otro, y la imagen que le viene del Otro.
Esta soportada en los intercambios verbales, es decir le viene en la palabra del Otro. El Ideal del yo,
(que sabemos que es del Otro) lo completa al Otro. Estamos hablando aquí de un Otro sin barrar.
Ese Otro es de absoluta importancia, determinante para el sujeto.
Decíamos que en un análisis, tal como lo piensa Lacan, el sujeto tendrá que ver que ese Otro no
existe. Por supuesto eso es el fin de análisis tal como lo piensa lacan. Estamos entonces en el tema de
la ética. Si ustedes se fijan en el informe de Daniel Lagache - que es uno de los textos que ustedes
tienen que leer - esta toda esta temática de la venimos hablando, y a continuación un apartado que se
llama, “De los ideales a una ética” es decir, la cuestión del ideal y de los ideales tiene una necesaria
articulación con la posición ética.

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