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Cumbre de exorcistas católicos en México

Posted on 24 July 2007

http://labibliaweb.com/?tag=exorcistas

MÉXICO – La pérdida de la fe provoca, a juicio de algunos expertos católicos, la proliferación de


prácticas oscuras y de ahí deriva que muchos católicos terminen endemoniados, fenómeno que tratan de
combatir medio millar de exorcistas reunidos esta semana en la capital mexicana.

El III Congreso Nacional de Exorcistas y Auxiliares de Liberación enseña nuevas técnicas de


evangelización y cómo prevenir al pueblo para que no caiga en los terrenos de Satanás.

Según explicó Jesús Yáñez, auxiliar del sacerdote Pedro Mendoza Pantoja, coordinador general de
exorcistas de la arquidiócesis de México, los exorcismos se practican sobre personas poseídas y
endemoniadas. Denominan ´endemoniado´ al que ha sido supuestamente invadido por los demonios
menores, y ´poseído´ únicamente al que lo está por Satanás.

Yáñez aclaró que son raros los casos de posesión y que el papa Juan Pablo II solamente reconoció tres en
su pontificado (1978-2005), pero los de endemoniados han proliferado, según Yañez porque la gente ya
no conoce a Dios y recurre a prácticas oscuras en busca de salud, de progreso material, de poder o de
amor.

Estas prácticas incluyen pactos con Lucifer, consagraciones a Satanás, misas negras, hechicería, brujería,
ocultismo, espiritismo o bautismos y bodas satánicas. Además, recordó que el demonio se puede disfrazar
para engañar a su víctima.

Los participantes del congreso estudiaron los siete exorcismos realizados por Jesucristo, según los
evangelios. Además, el medio millar de asistentes aprenderá de los errores cometidos por la Iglesia en
materia de exorcismos, como la confusión con enfermedades mentales.

Yáñez explicó los cuatro criterios de discernimiento de posesión demoníaca: aberración a lo sagrado,
fenómenos paranormales, la llamada ´revelación de cosas a distancia´, donde el demonio cuenta algo del
pasado del exorcista que el afectado no tendría modo de saber, y la última prueba es que el supuesto
poseso hable lenguas diabólicas desconocidas.

El arzobispado de la capital mexicana cuenta con siete exorcistas para atender a una población de casi
ocho millones de fieles. [Tomado de Efe/ACPress.net]

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Posted in La Biblia en el mundoComments (13)

En [Sólo los usuarios registrados y activados pueden ver este enlace. ] nos muestra la escritura cuando
Jesus reprendio al demonio q estaba en una persona y lo hecho fuera....

En Hc 16 vemos al aposto Pablo hechando fuera un espiritu demoniaco de una joven.....


Y asi podemos hallar citas biblicas donde vemos a los hombres de Dios liberando a las personas con
espiritus inmundos, tal vez a eso se le puede llamar exorcismo o liberacion, no se, pero lo q si se es q
existe la posesion demoniaca, y aun en nuestros dias se sigue dando ya q satanas aun no ha sido atado y
por tanto sigue en "pie de lucha"......

Sin duda necesitamos esta bien preparados espiritualmente para realizar un labor como es la liberacion,
nuestro Señor Jesucristo nos dice ahi en Mt 17 q debemos tener principalmente fe ademas de una vida
consagrada por medio del ayuno y la oracion, esto es, estar con las "armas" listas (si me permiten la
expresion)....

Para darte mi opinión al respecto, definamos primeramente la palabra exorcismo, Es el acto por el cual se
intenta librar a una persona de un espíritu malo o impuroo, como se dice en varios lugares de los
evangelios, "echar fuera" un demonio. El Señor Jesús habló muy claramente que su ministerio incluía
echar fuera demonios. "He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día
termino mi obra (Lc. 13:32).

La práctica del exorcismo era ya muy antigua entre los israelitas cuando el Señor comenzó a sanar
enfermos y echar fuera demonios. Los mismos fariceos tenían sus exorcistas, porque Cristo les dijo: "Y si
yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? (Mt. 12:27).

En la tradición judía, se mencionaban a : - Noé y Salomón como componedores de fórmulas de


exocismos que habían pasado de generación a generación a unos cuantos iniciados. El Señor Jesús, sin
embargo, echa fuera demonios al impulso de su sola palabra, sin intermediar ceremonia, rito o fórmula
alguna.

El Señor Jesús "dio poder y autoridad" a sus discípulos "sobre todos los demonios, y para sanar
enfermedades" (Lc. 9:1). Algunos exorcistas judíos quisieron utilizar el nombre del Señor para sus
trabajos (Mr. 9:38).
- Los hijos de Esceva, jefe de los sacerdotes judíos en Efeso, eran exorcistas ambulantes que "intentaron
invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos", pero tuvieron un gran fracaso
(Hch. 19:13-17).

Esta explicación pertenece al Nuevo Diccionario Biblia, editarial Unilit .

Según el Diccionario Expositivo de la Palabra Vine, define exorcista: exorkistes, denota a) a uno que
administra un juramento; b) a un exorcista; relacionado con exorkizo, conjurar; de orkos, juramento; uno
que emplea una fórmula de conjuración para la expulsión de demonios (Hc. 19:13). La práctica del
exorcismo la llevaban a cabo judíos ambulantes, que usaban sus poderes en la invocación de nombres
particulares.

No podemos dudar que un cristiano con la suficiente madurez espiritual tiene en el Nombre de Jesús el
poder y la autoridad para echar fuera demonio o legión de demonios(Lc. 8:30), dice la escritura que para
echar fuera la legión de demonios es con ayuno y oración (Mt. 17:21)En este pasaje bíblico se muestra
claramente cómo los díscipulos del Señor no pudieron echar fuera el demonio llamado legión (género,
tipos, cantidad ) y El Señor los reprendio fuertemente por la incredulidad de ellos, (sin fe es imposible
mover un monte o una montaña al mar) ya que si tan sólo la fe de éstos discípulos y nosotros hoy como
discípulos fuera como el tamaño del grano de mostaza y no dudaramos, diríamos a un demonio sal fuera
de.... y quédate en... y se pasara: y nada os será imposible.
Pienso que Jesús dejó como una herramienta o medio la oración y el ayuno por motivo de la poca fe del
discípulo de Cristo.(Mt.17 21).

Bueno hermanos el mismo Señor a cada uno según les repartió el don de fe, y ministremos conforme a
ella en todo lo que se requiera, y si tuviéramos que enfrentar este tipo de experiencia no tenemos porque
dudar o tener temor, Si Dios con nosotros quién contra nosotros, y sabemos que Dios es quién se glorifica
ya que estas son señales para los incrédulos que no creen crean y se conviertan, y para nosotros darnos la
convicción en quién hemos creído, en un Dios de Poder y Autoridad , Todo señorio, tribu, lengua,
nación , pueblo y todo, lo que existe lo visible y lo invisible le pertenece a El. Y los demonios conocen y
se sujetan a la autoridad de Dios.. cabe preguntarnos ¿es nuestra fe suficiente y nuestra integridad a Dios?
de manera que pueda usarnos como instrumentos en sus manos para hacer este tipo de señales.

Dios les bendiga etermamente.

Judah, la oración es una práctica que nos introduce en el ámbito de la autoridad espiritual.

Jesús mismo enseñó que debemos orar para ser libres de tentación.
Además en Juan 17 dijo "No pido que los quites del mundo sino que los guardes del mal".
Otra: a los doce y setenta que envió (LUcas 9:1 y 10:17) les dio autoridad sobre los demonios.
Esta orden lo ratifica en Marcos 16.

En estos días hay gente que entra al Foro y pone mensajes de perversión y en su nombre protegemos a las
ovejas que él nos encomendó.

La tentación es renuente, no es flor de un día sino una lucha diaria.


E inclusive los poderes de la tinieblas están la acecho, como dijo Santiago "buscando a quiene devorar".
Ante esto el apostol Pablo da un consejo preventivo en Efesios (Biblia de Jerusalem, versión católica):
6:11 Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo.
6:12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las
Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en
las alturas.
6:13 Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber
vencido todo, manteneros firmes.

1. ¿Narra la Biblia instancias de exorcismos?


2. El propósito de los exorcismos en la Biblia.

3. El don de milagros, señales y prodigios (echar demonios incluido).

4. ¿Por qué tanta actividad demoníaca en el primer siglo?

5. ¿Existen casos de posesión demoníaca hoy? Comparando los exorcismos de hoy con los de la
Biblia.

6. ¿Qué tan reales son las escenas de los presuntos exorcismos católicos?

7. Los exorcistas evangélicos – diferente estilo, el mismo embuste.

8. ¿Nos da la Biblia instrucciones para exorcisar?

9. Conclusión.

1. ¿Narra la Biblia instancias de exorcismos?

La Biblia relata numerosas instancias en las cuales demonios fueron expulsados de la gente. Estas
expulsiones fueron llevadas a cabo por Jesucristo, los apóstoles y otros cristianos relacionados
estrechamente con ellos. Es obvio que las expulsiones de demonios realizadas por Jesucristo fueron
consideradas como milagros por los propios judíos (Lc. 4:36), quienes no estaban acostumbrados a
presenciar tal cosa. Esto automáticamente ubica estas liberaciones en la categoría de milagros.

Basados en el hecho de que no existe ningún registro en todo el Antiguo Testamento de posesión
demoníaca ni de exorcismos, es obvio que la posesión demoníaca generalizada fue un fenómeno que se
dio alrededor del primer siglo. Los judíos estaban al tanto del fenómeno pero no conocían el remedio para
contrarrestarlo. Es por ello que se asombraron ante el poder y la autoridad de Jesucristo.

2. El propósito de los exorcismos por parte de Jesús, los apóstoles y discípulos

¿Con qué finalidad demostró Jesucristo su absoluto poder sobre las fuerzas de las tinieblas (Mt. 8:16; Mr.
1:34; Lc. 4:36; 6:17-19; 9:42-43)? Con la misma finalidad con que realizó otros milagros portentosos, o
sea:

1) Para probar que él era Dios (Jn. 2:11; 5:36; 20:30-31; Hch. 2:22).

2) Para probar que Dios hablaba por medio de él. En otras palabras, los milagros en la Biblia tienen el
propósito de probar que Dios está hablando, i.e., confirmando que el mensaje, o en su defecto, el portador
del mensaje, es respaldado por Su autoridad.

Los apóstoles a su vez realizaron milagros, y entre esos milagros se cuentan las expulsiones de demonios.
Reitero, los exorcismos bíblicos son milagros, o sea, un suceso tan diferente a lo que los humanos
entendemos por natural que sólo puede explicarse como una intervención directa de Dios. Ninguna otra
explicación es viable.
Los apóstoles fueron investidos por Jesucristo con poder para hacer “señales y prodigios” de modo que
“Dios dio testimonio a la palabra de su gracia” (Hch. 14:2-3). Este poder fue dado a los apóstoles para
que realizaran señales, prodigios y milagros a fin de corroborar entre la gente que ellos eran los únicos
que hablaban la verdad en medio de una multitud de falsos maestros (2 Co. 12:12; He. 2:3-4). Entre estos
milagros encontramos el ejercer autoridad sobre los demonios (Lc. 9:1; 10:17-19; Hch. 8:7; 13:6-13;
18:11-12).

3. El don de milagros, señales y prodigios (echar demonios incluido)

¿Conoce usted a alguien que haga milagros, señales y prodigios hoy? ¿Que resucite muertos? ¿Que sane
milagrosamente? Claro que hay muchos que pretenden hacer milagros y prodigios, pero se trata de
individuos que nunca pueden probar sus reclamos. Del mismo modo, tenemos a los que expulsan
demonios pero tampoco pueden ofrecer elementos de prueba contundentes en ese sentido. Lo que sí
tenemos son espectáculos circenses carismáticos con maestros de ceremonias que parecen estar
mentalmente trastornados, o en su defecto, son farsantes aprovechadores que toman ventaja del cristiano
sin discipular.

Por favor, no se entienda que yo afirmo que Dios no hace milagros o sanidades en el día de hoy. Yo
siempre mantengo un criterio amplio y no limito a Dios en ningún sentido. Dios continúa sanando en el
día de hoy de diversas maneras, pero nunca a través de un falso maestro que le invita a poner sus manos
en la pantalla del televisor (no deje de enviar su ofrenda, por favor). Pero la razón por la cual usted no
conoce a nadie a quien por su conducto se repitan los milagros bíblicos, es muy sencilla: el don de este
poder sobrenatural tuvo un propósito, corroborar la autenticidad de la Palabra de Dios en aquellos
hombres del primer siglo mientras que aun no se completaba la revelación de Dios, i.e., el Canon de la
Escritura. Una vez que la revelación especial de Dios fue plasmada en los escritos de los apóstoles, no
existió más la necesidad de milagros para corroborar el Evangelio, incluyendo los exorcismos. Si alguien
le dice que los milagros continúan hoy porque Dios desea confirmar su Palabra, entonces significa que
Dios aun está revelando su Palabra y que la Biblia está incompleta. Esto no es verdad.

4. ¿Por qué tanta actividad demoníaca en el primer siglo?

Teniendo en cuenta que el Antiguo Testamento no relata ninguna historia de individuos poseídos,
corresponde proponer una posible razón para el despliegue inusitado de tanta actividad demoníaca en los
tiempos de Cristo. De la historia donde Cristo se encontró con el endemoniado gadareno, en la cual los
demonios rogaron el permiso de Jesús para ingresar en el hato de cerdos (Mr. 5:13-14), deducimos que
los demonios no pueden poseer a los humanos ni a los animales sin el consentimiento de Dios. ¿Por qué
Dios permitió a estos entes maléficos entrar en cuerpos humanos? La respuesta puede estar relacionada
con el aspecto estratégico de la misión de Jesucristo. Para que la misión del Mesías fuera efectiva, era
necesario que el Señor demostrara ante los hombres su absoluta autoridad, poder y control en varios
campos, a saber:

1) Enfermedades y aflicciones físicas (Mt. 9:20-22; Jn. 4:46-54; 9:1-41).

2) Objetos materiales (Mt. 14:15-21; 17:24-27; Jn. 2:1-11; 21:1-14).

3) Elementos de la naturaleza (Mt. 8:23-27).

4) Suspensión de la ley de la gravedad con respecto a su propio cuerpo (Mt. 14:22-23).

5) La muerte (Mt 9:18-26; Jn. 11:1-45).


La inferencia lógica es que Jesús debió también demostrar control en el terreno de la dimensión espiritual
de las tinieblas, o sea, las potestades siniestras bajo el mando de Satanás. Consideremos las siguientes
palabras de Jesús:

“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de
Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no
le ata? Y entonces podrá saquear su casa”. (Mt. 12:28-29; Lc. 11:20-22)

La línea de razonamiento que expresa el Señor es ésta: “Yo he echado fuera demonios, los súbditos de
Satanás. No podría haberlo hecho si yo no fuera más poderoso que él. Mi poder es superior al de
Satanás”. Concluimos que en el primer siglo, durante el tiempo en que Jesús estuvo en la tierra y en que
sus discípulos predicaron el evangelio, Dios permitió a ciertos espíritus malignos penetrar en el cuerpo de
muchos con el fin de establecer más allá de toda duda, la completa y suprema autoridad del Hijo de Dios.

La historia atestigua que la posesión demoníaca no continuó más allá de la era apostólica. No hay
mención de ella ni instrucciones al respecto en las epístolas, ni en los escritos de los Padres Apostólicos
del primer y segundo siglo, los Padres de la Iglesia y los Reformadores.

5. ¿Existen casos de posesión demoníaca hoy?

Comparando los exorcismos de hoy con los de la Biblia.

Ciertas personas en el sector carismático enseñan que Dios continúa hoy, a través de ciertos individuos,
haciendo milagros, señales y prodigios (y por supuesto, echando demonios), pero es claro al ojo analítico
que se trata de “charlabaratas” y mercaderes del evangelio. Todavía estamos por ver alguna sanidad
milagrosa, señal o prodigio confirmados de parte de estos individuos. A pesar de la carencia absoluta de
pruebas sólidas, miles y miles siguen a estos maestros que abusan de la credulidad de cristianos
doctrinalmente anémicos.

Muchos artículos han sido escritos enseñando que el cristiano no puede ser poseído por demonios, y esto
es absolutamente correcto. Cualquier cristiano con sentido común no se opondrá a esto, salvo los
negociantes del miedo y los incautos que les creen. Por inferencia lógica, el incrédulo sí podría ser
vulnerable a ser invadido por demonios pero la experiencia moderna indica que ninguno de los casos
presentados puede ser documentado fidedignamente. Así mismo es significativo que ninguno de los
reportes de posesión demoníaca contemporáneos se asemeja a los casos bíblicos. He aquí una lista de
diferencias:

a) Los exorcismos de hoy, llevados a cabo por sacerdotes católicos en su mayor parte, se hacen en lugares
aislados, en escenarios sombríos a puertas cerradas, y son narrados tiempo después de que fueron hechos.
Jesús, por el contrario, echó demonios en lugares públicos y a plena luz del día, permitiendo de esa forma
la examinación crítica aun de parte de sus enemigos (Lc. 4:31-36).

b) El Señor expulsó demonios tan solo con su palabra (Lc. 4:36; Mt. 17:18). Pablo hizo lo mismo en
Hechos 16:16-18) y probablemente en otras ocasiones (Hch. 19:13-16). Los exorcistas modernos ayunan
por meses para prepararse y luego tienen que realizar decenas de intentos , y en algunos casos lleva años
lograr el éxito (supuestamente). Tal fue el caso del sacerdote que realizó el exorcismo sobre el cual se
basó la película “El Exorcista”. Un punto colateral que este autor desea destacar es que la Iglesia Católica
y por ende los miembros de la curia, no tienen autoridad alguna sobre los demonios debido a sus
doctrinas antibíblicas como la adoración a María, los santos, su soteriología, etc. Dios no avala este tipo
de doctrina, y no garantizaría a sus representantes tal poder sobre las fuerzas del mal, ya que ellos son, en
un sentido doctrinal, cómplices de estas fuerzas.

c) Los endemoniados del Nuevo Testamento son descritos con aflicciones físicas y/o mentales, pero todas
las manifestaciones y la conducta de estos personajes no traspasan los umbrales del ámbito humano para
entrar en los confines de lo fantástico y grotesco, tal como se dice sucede en los exorcismos modernos.
Estaremos dando algunos ejemplos más adelante.

d) Los endemoniados “modernos” son frecuentemente descritos exclamando maldiciones y blasfemias. El


Nuevo Testamento narra otra historia, los demonios siempre fueron respetuosos respecto a la Deidad (Mr.
1:24; 3:11). No hay en la Biblia un solo caso donde un demonio blasfeme contra Dios o Cristo.

e) Hay en el NT dos casos de posesión demoníaca donde podemos observar que los espíritus inmundos
dotan a los poseídos con una fuerza sobrenatural increíble (Mr. 5:1-20; Hch. 19:13-16). El endemoniado
de Marcos 5 rompía las cadenas que lo sujetaban. El endemoniado de Hechos 19 puso a correr a siete
hombres jóvenes no sin antes propinarles una golpiza extraordinaria. ¿Por qué no vemos hoy ningún caso
donde el supuesto endemoniado rompa cadenas o ponga en retirada a una decena de hombres fuertes? Los
exorcistas católicos admiten que una persona endemoniada puede exhibir una fuerza desproporcionada,
pero en sus relatos siempre encontramos que unas pocas personas pueden controlar al sujeto
endemoniado.

f) La capacidad o el don de expulsar demonios en el primer siglo siempre estuvo relacionada con la
confirmación del verdadero evangelio (Mr. 16:17-20). Los exorcistas modernos predican cualquier cosa
menos el evangelio.

Concluimos que de haber casos de posesión de demonios en el presente, la existencia de estos no puede
ser verificada a partir de la información disponible. Entiéndase que no estoy diciendo que Satanás no
ejerce una poderosa influencia en el presente. Sí tiendo a pensar que de la misma forma que Dios hoy no
obra normativamente a través de milagros, sino que ejerce su soberanía por medio de su Providencia e
influencia nuestras vidas sobrenaturalmente, Satanás ejerce su poder indirectamente, pero no
milagrosamente, usando diferentes medios (ocultismo, secularismo, drogas, música, ateísmo, sectas,
religiones paganas, etc.), y sin lugar a dudas Satanás y sus fuerzas están intensamente involucrados en
este tipo de actividad. De no ser así, las advertencias de Pablo en Efesios 6:10s, de Santiago 4:7 y Pedro
5:8, no tendrían sentido.

Nota: El cristiano genuino no puede ser poseído por un demonio, ni aun en el caso de que en el futuro
Dios decidiera, en su soberanía, permitir una actividad semejante a la del primer siglo.

6. ¿Qué tan reales son las escenas de los presuntos exorcismos católicos?

Las típicas escenas en filmes como “El Exorcista” y “El Exorcismo de Emily Rose” muestran a la persona
poseída haciendo todo tipo de contorsiones, levitando, emitiendo sonidos guturales horrosos, poseyendo
ojos diabólicos, hablando con una voz diferente a la usual, expresándose en un idioma antiguo,
exhibiendo una fuerza extraordinaria (aunque curiosamente la víctima siempre puede ser subyugada o
sometida por dos o tres personas), vomitando una sustancia verde, girando su cuello 360 grados,
burlándose de su interlocutor, blasfemando el nombre de Dios, etc., etc.

De todas las descripciones anteriores, investigaciones serias han llevado a concluir que muchas de ellas
son posibles sin la necesidad de una participación demoníaca. El despliegue de una fuerza inusual, la
enunciación de blasfemias, emitir aullidos y sonidos guturales, ingerir moscas, arañas y otros insectos, y
otras manifestaciones, no necesariamente son indicativas de que estamos frente a una persona poseída. La
mayoría de estas manifestaciones pueden ser asociadas con problemas psicosomáticos, histeria, auto-
hipnosis, auto-sugestión, fraude y cosas por el estilo. Todas tienen una causa natural aunque no siempre
bien entendida. Otras se reducen al campo de la fantasía y los efectos cinematogáficos especiales. Por
regla general, el exorcista “oficial” es un sacerdote católico que se supone debe leer del manual de 94
páginas conocido como el Ritual Romano. Veamos ahora un par de relatos relacionados con exorcismos
oficiales de la iglesia católica.

Caso # 1 – La historia dice que luego de 13 años de ser frecuentemente exorcisada, Lucía, de 44 años de
edad y madre de dos niños, fue finalmente llevada con el padre Gabriele Amorth, quien se especializa en
exorcismos. Lucía tenía síntomas típicos tales como una repulsión total a todo lo que fuera sagrado. Cada
vez que el sacerdote iniciaba el ritual, ella entraba en trance, hablaba en idiomas que no conocía y
mostraba una fuerza sobrehumana. Aparentemente los presentes no podían sujetarla, según su esposo
Renzo (nadie explica como finalmente lo hacían). En cierta ocasión, Lucía vomitó agujas, hecho éste que
es un símbolo de tormento diabólico, cuenta su sacerdote. Confieso que nunca supe que el diablo está en
el negocio de la costura. Hoy en día, luego de ser tratada por el padre Gabriele Amorth, Lucía
aparentemente está libre de la posesión. (http://www.religionnewsblog.com/7047/the-vaticans-top-
exorcist-sends-the-devil-%20packing)

Caso # 2 — Este segundo ejemplo tomó lugar hace unos cuantos años. De acuerdo con el padre Luigi
Novagese, el exorcista oficial de la diócesis papal en Roma, “la piel de un hombre se tornó blanca como
papel, sus dientes se pusieron transparentes, su ojos se salieron de su órbita con llamas y le salió fuego de
su boca”. Un sacerdote expresó que un demonio hasta mordió un sandwich. La edición de la revista
Newsweek de Febrero 11, 1974, mostró una foto del sandwich mordido con las huellas de los dientes.
Tampoco sabíamos que los demonios pueden desarrollar caries.

Casos como los anteriores son relatados frecuentemente por los supuestos exorcistas católicos y
correspondientes testigos. Lo absurdo, grotesco y demencial de los relatos ubican a estos exorcistas y sus
supuestos poseídos en el plano de los enajenados, o en su defecto, de los embaucadores. Desde la
perspectiva bíblica, sabemos que el padre Amorth pertenece a una institución religiosa que continúa en
decadencia y está doctrinalmente en oposición al evangelio de Cristo. Atendamos sus palabras en un
reportaje reciente de Zenit News Agency (4-12-2008): “En una ocasión le pregunté al diablo qué le
molesta más de Nuestra Señora (la virgen María). El respondió, ‘Que ella es la más pura de las criaturas y
que yo soy el más sucio; que ella es la más obediente de todas las criaturas y yo soy el más rebelde; que
ella es la que no ha cometido pecado y por lo tanto siempre me conquista’”.
(http://www.catholic.org/international/international_story.php?id=27550)

Es obvio que el padre Gabriele es un mentiroso de primera, además de ser un idólatra. O quizá se trate de
un lunático rabioso, pero me inclino a pensar que es un farsante.

7. Exorcismos evangélicos – diferente estilo,el mismo embuste

La escena evangélica está plagada de individuos que reclaman tener poder sobre los demonios y sobre
Satanás mismo. Bob Larson, por ejemplo, vive de los ingenuos que piensan que están endemoniados, Se
llama a sí mismo “El exorcista real”, sin duda para diferenciarse de los exorcistas católicos, como si él
fuera legítimo. En su página de internet, Larson tiene el anzuelo para cazar incautos en forma de examen
de admisión. El “aspirante a poseído” debe contestar si alguna vez, en el pasado o el presente, ha exhibido
ataques de rabia o violencia incontrolables, ha sido violado, ha abusado de alcohol o drogas, ha
contemplado el suicidio o sufrido seriamente de depresión y desesperanza, fue abusado por sus padres, se
siente rechazado o ha fracasado en multiples relaciones, experimenta continuos problemas financieros, o
serios impedimentos para orar, adorar, leer la Biblia y asistir a la iglesia.

Teniendo en cuenta que esta última categoría prácticamente pone al 99 % de los cristianos modernos en la
categoría de poseídos (el serio impedimento siendo la apatía espiritual), y en algunas otras categorías una
vasta mayoría de los habitantes del globo terráqueo contestaría que sí, arribaríamos a la conclusión de que
técnicamente vivimos entre poseídos. En el mundo demencial del señor Larson, prácticamente casi toda
actividad o conducta pecaminosa es causada por demonios. La Biblia, por el contrario, no tiene ninguna
duda de qué se tratan. Les llama “obras de la carne” (Gá. 5:16), i.e., pecados originados en nuestra
naturaleza caída.

La Iglesia Universal del Reino de Dios con origen en Brasil, por ejemplo, se caracteriza por enseñar que
todas las cosas malas tienen origen demoníaco, y todos sus cultos terminan con sesiones de exorcismo
masivo donde los pastores imponen sus manos a la gente para expulsar demonios. En otras iglesias de
corte carismático es muy común ver a los pastores “atando” demonios. Yo quisiera saber quién los suelta
después, porque usualmente la persona que es “liberada” vuelve por otro exorcismo a la semana siguiente.

Es obvio que estamos frente a casos de líderes ya farsantes o ya delirantes, que usan el miedo para
controlar a sus seguidores y/o quitarles el dinero. Estos saca-demonios evangélicos nunca han podido
presentar una sola prueba creíble de que realmente expulsan demonios. Al igual que en el catolicismo,
entre mentirosos anda la cosa.

8. ¿Nos da la Biblia instrucciones para exorcisar?

Yo no veo ninguna. Algunos recurren a Marcos 9:29 donde Jesucristo dice que los demonios (no cierta
clase de demonios) con nada salen, “sino con oración y ayuno”. Basados en esto los exorcistas católicos
oran y ayunan por días antes de comenzar su show. Obviando el hecho de que la evidencia de los
manuscritos pone en cuestión la legitimidad de este verso, digamos que llama en extremo la atención que
Jesucristo haya recomendado ayunar a sus discípulos cuando en otra parte, él mismo dice que durante su
estadía aquí en la tierra sus discípulos no ayunarían (Mr. 2:19-20). De todas maneras, las instrucciones de
Jesús, de ser ciertas, encuadran dentro del panorama del primer siglo.

Los escritores de las epístolas, por su parte, no mencionan en absoluto ninguna clase de instrucciones para
exorcisar demonios. El sentido común nos dice que si Dios quisiera que anduviéramos por ahí echando
demonios, hubiera destacado en forma clara e inapelable su voluntad acompañada con instrucciones en la
Biblia. En lugar de ello, las mandamientos para la guerra espiritual en la Escritura consisten en
exhortaciones como permanecer sobrios y velar (1 P. 5:8), resistir al diablo (Stg. 4:7) (por definición,
someterse a Dios significa resistir al Diablo), no ignorar sus maquinaciones (2 Co. 2:11), vestir la
armadura de Dios, i.e., con la Verdad, el carácter de Cristo en nosotros, proclamando el evangelio, usando
el escudo de la fe, el yelmo de la salvación y permaneciendo en oración (Ef. 6). Los cristianos
confrontamos al diablo desde una posición de victoria ya que el que está en nosotros (el Espíritu Santo) es
mayor que el diablo (1 Jn. 4:4) y todos los poderes del infierno lo saben muy bien (Mt. 8:28-32). Puesto
de otra forma, nuestra suficiencia en Cristo nos prepara para la batalla. Los recursos espirituales que
obtenemos de él son suficientes para sostenernos frente al enemigo, sin necesidad de maniobras
especiales aprendidas en un seminario de guerra espiritual o de dar espectáculos circences que nos
convierten en el hazmerreír del mundo.

9. Conclusión
A estas alturas, el lector se ha percatado de que mi evaluación sobre la posesión demoníaca en el presente
nos lleva a una conclusión muy riesgosa en círculos evangélicos, una conclusión que puede cerrarme
muchas puertas y causar la pérdida de buenos amigos y relaciones en el cuerpo de Cristo. Mi
entendimiento de las Escrituras, así como mi análisis de la realidad histórica y presente, inevitablemente
me llevan a la conclusión de que la posesión demoníaca no es común en nuestro tiempo. No quiero decir
que los demonios no existen – la Escritura es mi autoridad máxima en toda materia, y ella me dice que la
dimensión de los demonios es tan real como la dimensión celestial. También me enseña que Satanás y sus
legiones están tan activos como siempre en este mundo moderno, influenciando en los asuntos de este
mundo y presentando una oposición real en la vida del cristiano y de la iglesia.

Tampoco estoy maniatando a Dios. En su soberanía él tiene la prerrogativa de permitir a los demonios
invadir los cuerpos de los inconversos en cualquier instante, pero la experiencia universal parece mostrar
que de haber en la actualidad posesiones demoníacas, éstas son difíciles de ser detectadas, ya que los
testimonios modernos son hallados faltos. <>

Léxico temático

Espíritus impuros - ESPÍRITUS IMPUROS Y EXORCISTAS (1,26)

Respecto de Marcos 1,23 y siguientes

Jesús mandaba a los espíritus impuros, lo que en cierto sentido quiere decir unos espíritus malos. “Impuro” era todo lo que
impedía participar en el culto. Una persona impura no estaba en pecado sino que no podía participar en un acto religioso, tal
era el caso de los leprosos. En algunos lugares Lucas habla de espíritus malos (7,21; 8,2); quiere decir que esa posesión
involucraba una esclavitud o una degradación de la persona poseída. Con más frecuencia, sin embargo, los evangelios hablan
de demonios, una palabra griega que designaba un espíritu sobrehumano no necesariamente malo: los había también para los
artistas y los genios. En el Evangelio esa palabra equivale a veces a “espíritu impuro”, pero con frecuencia se refiere pura y
simplemente a enfermedades tales como la sordera que conllevaba disturbios psicológicos: tal es el caso de Mc 1,32. Conviene
tener presente que los espíritus impuros y las posesiones de toda especie ocupaban un lugar importante entre las
preocupaciones de la sociedad judía del tiempo de Jesús. Por ejemplo, se recomendaba no salir de noche sin cubrirse la cabeza
para protegerse contra los maleficios que podrían lanzar algunas aves nocturnas. Ya había exorcistas que expulsaban a los
demonios a fuerza de oraciones. Existía ya la tradición que seguiría después en la Iglesia de exigirle y tratar de forzar al
demonio a que dijera su nombre, lo que otorgaba un cierto poder sobre él. Del mismo modo cuando se topaba con un
verdadero demonio, éste se encargaba de decirle al exorcista verdades que podían dejarlo mal parado o derrotarlo. Jesús adoptó
pues una práctica que ya existía, del mismo modo que aprovechó la libertad de palabra que tenían los hombres reunidos en la
sinagoga, el día sábado, pero inmediatamente se notó en él una autoridad y una fuerza impresionantes.

u 27 En la época de Jesús había personas poseídas por el demonio; también las hay en los tiempos de la Iglesia, que son los
nuestros. Eso no sólo es una esclavitud sino también una enfermedad, y Jesús libra de ella a muchos hombres. Esta posesión
física, sin embargo, no es la actividad más común del demonio, ya que su triunfo consiste en pasar desapercibido. Está presente
sin embargo en todos los niveles de la actividad humana para pervertir lo que creemos y hacer que cualquier progreso se
convierta en una esclavitud. El demonio actúa a nivel de la vida moral: bajo la máscara de un “ángel de luz” (2Cor 11,14) nos
vuelve ciegos a la verdad. El demonio ve con anticipación quiénes son los que pueden debilitar su imperio; por eso cuando
Jesús se presenta en algún lugar, también se manifiesta el Maligno.

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