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LA FORMA EN QUE SE EJERCE LA CIUDADANÍA EN LA

DEMOCRACIA COLOMBIANA –SOCIALIZACIÓN POLÍTICA Y


CULTURA CIUDADANA.

La presente reseña estará basada en los principales argumento e ideas que se desprenden del
articulo titulado: La forma en que se ejerce la ciudadanía en la democracia colombiana-
socialización política y cultura ciudadana, de la autoría de Beatriz Peralta Duque.

Beatriz Peralta Duque en su articulo: La forma en que se ejerce la ciudadanía en la democracia


colombiana, trata de dar respuesta básicamente a tres interrogantes que tiene que ver con la
forma en la que se ha ejercido la ciudadanía en la democracia colombiana. Tales interrogantes
versan sobre: ¿Cuál ha sido el contexto socio-político en el que se ha ejercido la ciudadanía en
Colombia? ¿Cuáles han sido los mecanismos de participación ciudadana que se han utilizado
para intervenir en los asuntos de interés público? ¿Qué rasgos han asumido las relaciones entre
socialización política y los procesos de configuración de subjetividades y de construcción de
cultura política en Colombia?

Respecto al primer interrogante que hace referencia al contexto socio-político en el que se ha


ejercido la ciudadanía en colombia, Beatriz Peralta afirma que durante las ultimas décadas el
ejercicio de la ciudadanía en colombia ha sido un ejercicio que ha sido reducido a lo meramente
electoral. la restricción del ejercicio de la ciudadanía al campo de lo estrictamente electoral y
asistencial, ha traído como consecuencia que la participación de amplios sectores populares
como es el caso de la participación de los jóvenes, “quede reducida a un tipo de acción y
representación que únicamente se puede desarrollar en el marco de los partidos políticos o
simplemente en el marco de una lógica partidista.”

como las organizaciones políticas en colombia han estado regidas por la lógica del mercado
político bajo la consigna de ganar y conservar el poder a toda costa, podemos ver como la
competencia electoral de los partidos en la política colombiana ha contribuido crecientemente a
la Mercadización e instrumentalización de la actividad democrática en el país y a la sumisión de
la comunidad al aparato burocrático de los partidos políticos. en la medida en que estos partidos
se han visto obligados por la dinámica de la competencia electoral a equiparse de una
organización centralizada y burocratizada que cumpla la función de mantener una continua
presencia del partido en el “mercado político”, la composición de los dirigentes de los partidos ,
funcionarios, miembros del parlamento y gobierno ha ido defiriendo cada ves mas de la
composición social del resto de la población. La profesionalización de la organización
burocrática de los partidos ha conducido inevitablemente a la supremacía en la gestión de los
asuntos públicos de una clase dirigencial adiestrada principalmente en áreas como la
administración empresarial y la administración publica, lo que ocasionado la exclusión de los
demás actores sociales de la participación en los asuntos públicos.

Esto ultimo ha impedido que se geste en el país un modelo de democracia realmente


participativo en donde los diferentes actores de la sociedad intervenga en la decisiones que
conciernen a los asuntos públicos; un modelo en donde el papel de los ciudadanos en la
formulación y el desarrollo de la política pública, contribuya a afirmar un tipo de democracia
participativa que traduzca de forma integral las expectativas de los de los diversos actores
sociales logrando mejorar así sus capacidades y dotándolos de mayor control e influencia sobre
los recursos y procesos políticos, para así tratar de reducir al máximo las tradicionales formas de
clientelismo político, las prácticas encubiertas de corrupción administrativa y colocar en la
agenda ciudadana la defensa del interés colectivo.

Aunque en colombia se han hecho esfuerzos por fortalecer los mecanismos de inclusión social y
política en el contexto de la gestión pública local y a su vez desarrollar formas organizativas que
permitan el surgimiento de un modelo de participación político y social mas inclusivo como, por
ejemplo, los mecanismo de participación referentes a las elecciones, plebiscito, referendo,
consultas populares, cabildos abiertos, revocatorias de mandato, iniciativa legislativa y demás
mecanismo. Ha seguido predominando en el país las prácticas corruptas y clientelares en el
ejercicio de la política.

La falta de aplicación de los mecanismo de participación, que ciudadana que la constitución de


91 garantizo bajo un ordenamiento jurídico, demuestran como los esfuerzos por implicar a las
comunidades en las funciones relacionadas con el control y la ejecución de las acciones en los
asuntos públicos y privados que puedan afectar en lo político, económico, social y ambiental su
pleno desarrollo, se han quedado en el mero formalismo. los problemas que se presenta en el
escenario político cotidiano no han podido ser superados con el nuevo ordenamiento jurídico-
político de 1991 gracias a los formalismos que caracterizan a la vida política e institucional del
país.

La apertura de espacios de participación política en las instancias locales a partir de 1991, no se


ha traducido necesariamente en la consolidación de la autonomía local y regional. Así vemos,
como la descentralización en la toma de decisiones, que se manifiesta en la forma en que los
ciudadanos son tenidos en cuenta en la planificación estatal mediante la formulación, control y
seguimiento de la política publica en su conjunto, no se ha visto aplicada en colombia a causa de
lo que Beatriz Peralta Duque considera como la continuidad de la centralización de decisiones
públicas por parte de la nación. La falta de capacidad política y financiera de gobiernos recientes
no ha sido lo suficientemente efectiva como para cambiar las relaciones de poder en el país, por
lo que solamente se ha podido llevar acabo un proceso exiguo y marginal de descentralización y
delegación de competencias del nivel central hacia las localidades.

cualquier régimen democrático supone la existencia de estos mecanismos de participación


ciudadana en el ejercicio del poder y en los asuntos públicos que permitan lograr el compromiso
ciudadano con el sistema democrático del país. En colombia, por el contrario, la legitimidad de
los gobiernos se encuentra en “entredicho” debido mayormente a que la ciudadanía sigue
ensimismada y desligada de los procesos efectivos de participación en los asuntos que
conciernen a la vida publica del país. la participación política entendida como un derecho
político ciudadano solo se ha materializado en colombia de una forma indirecta en la selección
de representantes mas no en el control de la representación, y en los procesos de toma de
decisiones públicas. La participación ciudadana solo se ha visto como una estrategia instrumental
pública y de legitimación del Estado y no como un proceso de aprendizaje social, “donde la
ciudadanía se involucre conscientemente en el poder político y en la orientación de las políticas
públicas.”

Si la gobernabilidad y legitimidad de un sistema político está condicionada, entre otros factores,


por la capacidad de los gobiernos para satisfacer las demandas sociales y para mantener la
estabilidad y el consenso político, la falta de oportunidades laborales, de educación y de
condiciones de vida digna para la gente, especialmente para los jóvenes en colombia, ha
reflejado el fracaso del Estado en su tarea de aplicar políticas compensatorias que permitan
reducir los altos niveles de conflictividad social y de pobreza en el país.

Para Beatriz Peralta Duque una posible solución a estas disfuncionalidades propias del
comportamiento del sistema democrático en Colombia, implicaría que el diseño y la
implementación de las estrategias de desarrollo, por ejemplo, las políticas públicas
juveniles,deban, producirse “ya no únicamente sobre la base del concepto de ciudadanía que
estructura la teoría liberal, es decir, a partir del fortalecimiento del papel del Estado en materia de
regulación social, sino sobre todo a partir de la redefinición del concepto de ciudadanía, sobre la
base del fortalecimiento de la sociedad civil no sólo en lo que a regulación social se refiere.”

lo anterior significa que la democracia en colombia no debe pensarse únicamente es su aspecto


jurídico-formal, sino que debe pensarse en vista de intentar buscar formas alternativas de
participación y de dinámicas locales de formación de opinión pública que conlleven a la
resignificación de lo público sobre la base del consenso social. Se necesita afirmar la necesidad
de un proyecto político radical, que conduzca al fortalecimiento del tejido social y al desarrollo
de políticas sociales a partir de procesos de participación comunitaria que facilitaría la mayor
interacción entre el Estado y las comunidades políticas locales.

La posibilidad de un proyecto político radical, a través del cual se llegue a un tipo de cultura
política como el que se plantea, aparece en este caso como una dinámica complementaria ya no
sólo de una ley, sino también de un proyecto pedagógico nacional para la cualificación política
del ciudadano en la búsqueda de su dignificación como ser humano.El objetivo primordial a la
hora de concebir la participación ciudadana es, entonces, el desarrollo de un tipo de cultura
política que facilite la democratización en el uso de los recursos, y la descentralización en los
procesos de decisión en las instituciones públicas que permitan generar procesos de socialización
y formación política, orientados a la dinamización de la vida pública y la despolitización de los
debates públicos, mediante la generación de espacios de encuentro y comunicación que ayuden
al replanteamiento mismo del concepto de ciudadanía.

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