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El ABC legal para arrancar tu negocio

El plan de negocios es un documento escrito de unas 30 cuartillas que incluye básicamente los objetivos de tu
empresa, las estrategias para conseguirlos, la estructura organizacional, el monto de inversión que requieres para
financiar tu proyecto y soluciones para resolver problemas futuros (tanto internos como del entorno).

También en esta guía se ven reflejados varios aspectos clave como: definición del concepto, qué productos o
servicios se ofrecen, a qué público está dirigida la oferta y quiénes son los competidores que hay en el mercado,
entre otros. Esto sin mencionar el cálculo preciso de cuántos recursos se necesitan para iniciar operaciones,
cómo se invertirán y cuál es el margen de utilidad que se busca obtener.

Contrario a lo que algunos emprendedores imaginan, desarrollar un plan de negocios resulta menos complicado
de lo que parece. Si bien cada proyecto es diferente, todo parte de tener una idea y materializarla por escrito con
base en cinco puntos básicos:

-Estructura ideológica. Incluye el nombre de la empresa, así como la misión, visión, valores y una descripción
de las ventajas competitivas del negocio

-Estructura del entorno. Se fundamenta en un análisis de las fortalezas y debilidades de la empresa, así como
del comportamiento del sector en el que se desarrolla, tendencias del mercado, competencia y clientes
potenciales

-Estructura mecánica. Aquí se enlistan las estrategias de distribución, ventas, mercadotecnia y publicidad, es
decir, qué acciones hay que ejecutar para lograr el éxito de la idea de negocios.
-Estructura financiera. Este punto es esencial pues pone a prueba –con base en cálculos y proyecciones de
escenarios– la viabilidad de la idea, hablando en términos económicos, y si generará un margen de utilidad
atractivo.

-Recursos humanos. Ayuda a definir cada uno de los puestos de trabajo que se deben cubrir y determina los
derechos y obligaciones de cada uno de los miembros que integran la organización. No importa si estás
arrancando tú solo, esto será tu base para asegurar el crecimiento de tu empresa.

A continuación, conoce a detalle cada una de las cinco estructuras básicas que integran un plan de negocios, así
como consejos prácticos para redactarlo y sacarle el mayor provecho. ¡Y no olvides ejecutarlo y mejorarlo cada
día!

1. Estructura ideológica
Esta primera estructura equivale al alma de una empresa. Aquí se presenta y describe la idea de negocio, así
como los objetivos que se pretenden alcanzar. Lo valioso de esta sección es que se trata de la tarjeta de
presentación frente a tus colaboradores e inversionistas potenciales.

La estructura ideológica se integra por los siguientes puntos:

- Nombre de la empresa. Éste debe reflejar de manera sencilla a lo que se dedica el negocio y el giro en el que
se desenvuelve. Lo mejor es que sea corto, fácil de pronunciar y recordar. Haz una búsqueda en Internet para
saber los nombres utilizados por tu competencia y darte una idea de cuál elegir. Una vez definido, regístralo
ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

- Misión. Es el propósito por el que surge una empresa y es lo que le da identidad. Se compone de tres
elementos:

- Descripción de lo que hace el negocio.


- A quién va dirigido el producto y/o servicio que ofrece.
- Qué lo hace diferente frente a sus competidores.

- Visión. Es una imagen de la compañía a futuro y su función es inspirar a los colaboradores, inversionistas y
público meta para llegar hasta donde se propone. Ésta se caracteriza por ser:

- Realista, con objetivos viables y alcanzables.


- Motivadora.
- Clara, sencilla y fácil de comunicar.

- Valores. Son las reglas bajo las que se conducirá la organización a la hora de cerrar un trato con clientes,
proveedores, inversionistas y colaboradores. Lo importante de este apartado es que los valores siempre guiarán
tus prácticas de negocio dentro y fuera de éste.

- Ventajas competitivas. Refleja los motivos por los que tu producto y/o servicio tendrá éxito en el mercado.
Esto dependerá tanto de su valor agregado como de tus habilidades y expertise.

- Compromiso. Responde por qué quieres emprender, determina qué tan persistente eres, reconoce tus
habilidades y calcula cuánto de tu tiempo destinarás al negocio.

- Competencias. Toma en cuenta tu experiencia en el mercado al que quieres ingresar, logros y fracasos, y
cuánto sabes de la industria a la que pertenece tu producto y/o servicio.
- Carácter. ¿Estás preparado para el riesgo? ¿Eres lo suficientemente honesto como para hacer tratos justos con
clientes, proveedores, inversionistas y colaboradores

En cuanto a tu oferta, responde:


- ¿Qué necesidades cubre mi producto y/o servicio?
- ¿Quién lo comprará?
- ¿Por qué lo adquirirá?
- ¿Dónde se podrá tener acceso a él?
- ¿Por qué es mejor mi oferta que la de mis competidores directos?

2. Estructura del entorno


Esta sección del plan de negocios es una radiografía de la industria y el mercado en los que se desarrollará tu
empresa. Conocer el comportamiento del sector al que pertenece tu oferta, cómo se han comportado las ventas
de productos y/o servicios similares al tuyo en los últimos 12 meses y qué es lo que demanda tu público meta, te
ayudará a reafirmar si tu idea es viable o hay que reformularla.

Para comenzar a generar esta información, haz un análisis FODA. Esta metodología te permite conocer, por un
lado, las fuerzas y debilidades del negocio, es decir, variables internas que puedes controlar. Y aunque tanto las
oportunidades como las amenazas son externas y más impredecibles, si cuentas con un plan previsor puedes
aprovecharlas y evitarlas, respectivamente.

Las variables que incluye son:

- Fortalezas. Se refiere a aquellas características que hacen de la empresa única y diferente a sus competidores

- Oportunidades. Aquí el emprendedor debe enumerar qué demanda el mercado y cómo su negocio podrá
satisfacer esas necesidades a resolver

- Debilidades. La honestidad es muy importante en esta variable, pues hay que reconocer cuáles son los
defectos del producto y/o servicio

- Amenazas. El empresario debe conocer muy bien la industria en la que participa, porque sólo así detectará de
dónde puede venir un golpe de la competencia o qué le exigirá su consumidor en el corto, mediano y largo
plazo.

Posteriormente, enfócate en reconocer y documentar tu industria y mercado. Empieza por completar estos
puntos:

-Describir tu público meta. ¿Quién te comprará? ¿Son hombres o mujeres? Define edades, ingreso promedio,
hábitos y costumbres, profesiones, etc. Recuerda que todo dato aporta información que te será de gran utilidad

-Investigar datos demográficos del mercado. Incluye crecimiento del sector en los últimos tres años,
compañías líderes del sector, tendencias de consumo y perspectivas de crecimiento a corto, mediano y largo
plazo, etc.

-Saber con qué frecuencia se adquiere tu producto y/o servicio. Este dato es vital para calcular el tiempo
para completar tu ciclo de venta y así determinar, por ejemplo, tus costos de almacenamiento y distribución.
-Estudiar a tus competidores. Investiga el valor agregado de la oferta de tu competencia, los precios que
ofrecen y los canales de distribución que utilizan. También presta atención a sus estrategias de venta y
mercadotecnia. Consejo: no los imites y mejor usa esa información para depurar tus ideas.

3. Estructura mecánica
Aquí se encuentran incluidos los objetivos de la compañía y las estrategias para lograrlos, así como los plazos
en los que se deben reportar los primeros resultados. La estructura mecánica fungirá a manera de bitácora y será
la que te ayudará a detectar errores y cambiar de táctica de inmediato en caso de ser necesario.

Con base en la “Estructura del entorno”, determina qué estrategias implementarás para crear un plan de ventas y
de mercadotecnia que garantice un flujo constante de ingresos en la empresa. Por lo tanto, tendrás que definir
estos puntos:

- Precio de tu producto y/o servicio. Una buena forma de tasar tu oferta es investigar el rango en el que oscilan
los productos y/o servicios de tus competidores. Eso sí, no castigues tu precio de venta con tal de bajar el precio
de venta al público, mejor apuesta por tener procesos internos más eficientes que disminuyan tus costos de
operación.

- Planes de pago. Si tu producto y/o servicio es más costoso que el tu competencia, puedes diseñar esquemas de
crédito o pagos diferidos. El objetivo es que tus clientes dejen de lado el tema del precio y aprovechen los
beneficios de financiamiento que ofreces.

-Fuerza de ventas. Aquí se determina el número de vendedores que necesitas para iniciar, así como su perfil y
las habilidades requeridas para colocar tu oferta en el mercado con éxito. Se vale incluir los esquemas de
compensación y pago.

-Canales de distribución. Dependiendo de la naturaleza de lo que comercialices, tendrás que elegir los medios
a través de los cuales tus clientes potenciales tendrán acceso a tu oferta. Para ello, responde preguntas como:
- ¿Necesitas hacerte de inventario?
- ¿Requieres de un lugar para almacenar tu mercancía?
- ¿Tus ventas se hacen sobre pedido?
- ¿Te conviene más tener un local o manejar un catálogo en Internet?

-Canales de comunicación. Actualmente, las empresas se apoyan de otros medios además de los tradicionales
(como radio y televisión) para llegar a su público meta. Por eso, ya no es necesario invertir fuertes cantidades de
dinero para contar con un canal masivo de comunicación. Basta con tener definido el perfil de tu consumidor
para elegir cuál de las siguientes opciones te conviene más explorar:

+Spots de radio y televisión. Se recomienda para negocios que ya están operando y que cuentan con productos
y/o servicios ya posicionados en la mente del público.
+Redes sociales. La ventaja es que son de gran alcance e incluso, algunas de sus aplicaciones son gratuitas. Son
ideales para llegar a un público juvenil, entre los 14 y 35 años. Entre las más populares, se encuentran Facebook
y Twitter.
+Campañas Web 2.0. Incluye los correos electrónicos directos, newsletters, blogs, páginas Web y Web banners
en sitios con alto tráfico de cibernautas. Estas estrategias requieren de una inversión de tiempo y dinero
moderada.

4. Estructura financiera
La experiencia de algunos emprendedores muestra que la parte más complicada al momento de desarrollar un
plan de negocios es la que tiene que ver con las finanzas. Sin embargo, ésta es la que aporta más información
acerca de la viabilidad de una idea para que se convierta en una empresa exitosa.
La estructura financiera básica de un plan de negocios se compone de seis reportes:

- Estado de resultados pro-forma proyectado a tres años. Tiene como objetivo presentar una visión a futuro
del comportamiento del negocio. “Se calcula considerando las siguientes variables: cuántas unidades venderás y
a qué precio, costo de ventas por unidad, costos fijos, costos variables, intereses (si tienes un crédito) e
impuestos. El resultado será la utilidad neta”, afirma la experta.

- Balance general pro-forma proyectado a tres años. Este reporte se divide en dos variables: qué tiene la
empresa y cómo se financió. Contempla desde mobiliario y equipo (activos de la compañía), así como de dónde
surgieron los recursos para adquirirlos.

- Flujo de caja pro-forma proyectado a tres años. Aquí defines tus políticas de cuentas por cobrar, qué plazo
te darán tus proveedores para cumplir tus obligaciones con ellos y cuál será tu ciclo de venta. Este reporte debe
responder a estas dos preguntas: ¿cuándo voy a requerir de capital? y ¿de dónde se obtendrán esos recursos?.

- Análisis del punto de equilibrio. Es una medida que indica las unidades que una empresa debe vender para
cubrir los costos fijos derivados de su propia operación. Este dato es relevante para determinar el momento en el
que las ventas comenzarán a generar utilidades a la compañía. Asegúrate de que el punto de equilibrio sea algo
real y alcanzable de acuerdo a tus posibilidades. Cómo calcular tu punto de equilibrio.

- Análisis de escenarios. Toma el estado de resultados y proyecta (con ayuda de un software de hoja de cálculo)
dos posibles escenarios: uno optimista, con un crecimiento anual del 20%, y otro pesimista, con un 3%. De esta
manera, sabrás cuál sería tu utilidad en cada uno de los dos casos, así como el comportamiento del resto de las
variables, como costos, gastos, inversiones, etc.

- Conclusiones. Este apartado es al que más importancia le darán los futuros inversionistas en caso de que
utilices tu plan de negocios como herramienta para conseguir financiamiento. Por ello, debe incluir la Tasa
Interna de Retorno y el análisis del punto de equilibrio, entre otros indicadores clave.

5. Recursos humanos
Una tendencia entre los emprendedores es convertirse en “todólogos” pues son ellos quienes, al inicio, se hacen
responsables tanto de la administración como de la operación del negocio.

Sin embargo, si la empresa cuenta con socios fundadores y un equipo de trabajo, es importante que se delimiten
funciones, responsabilidades, sueldos y prestaciones de acuerdo al rol que se tenga. A continuación, algunos
consejos prácticos para construir una estrategia de recursos humanos:

- Comienza por desarrollar un organigrama en el que se delimiten las funciones, obligaciones y


responsabilidades del equipo con base en sus cargos.
Determina los sueldos, prestaciones e incentivos de cada puesto

- Si bien es cierto que será difícil igualar los salarios que ofrecen las empresas que tienen años operando,
también lo es que puedes “premiar” los esfuerzos de tu equipo con bonos o reconocimientos por sus logros
destacados
- Elabora una tabla en la que se identifique al líder de cada estrategia implementada al interior de la
organización e incluye sus funciones, gente a cargo, metas a alcanzar y en qué periodo deberá reportar sus
resultados.

Una vez que se consolide tu empresa, lo ideal es crear un departamento de Recursos Humanos que se encargue
tanto de la contratación como del desarrollo de cada trabajador.

Por otro lado, si tu plan de negocios lo diriges a inversionistas potenciales, Ruiz Massieu recomienda incluir los
contratos que hayas firmado con colaboradores, clientes y proveedores. También contempla los documentos que
te acreditan como una empresa formalmente constituida ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP).

Resumen Ejecutivo
Este documento tiene la función de sintetizar toda la actividad de tu empresa y se genera con base en tu plan de
negocios una vez que éste quede listo.

Generalmente, el resumen es de una o dos páginas y debe incluir los siguientes puntos

-Concepto del negocio. Describe a la empresa, el producto o servicio que ofrece, su ventaja competitiva, las
características de los clientes potenciales y el contexto donde se desenvuelve el negocio

-Factores financieros. En este renglón, destacan elementos como ventas, ganancias, flujo de efectivo y retorno
de inversión.

-Necesidades financieras. Incluye el capital requerido para emprender o fortalecer el negocio, así como el
destino de cada peso invertido

-Posición actual del negocio. Provee información relevante como el número de años de operación de la
empresa, el nombre del propietario y socios, así como personal clave.

-Los mayores resultados conseguidos. Se trata de un informe sobre los principales logros alcanzados, por
ejemplo, registro de patentes, desarrollo de prototipos o tecnología, etc.

El ABC legal para arrancar tu negocio


Protege tu negocio desde el inicio: ábrelo cumpliendo todas las reglas. Aquí te presentamos la hoja de ruta para que
cumplas con las regulaciones, trámites y disposiciones necesarias

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La metodología que te ayudará a patentar tu idea

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Crédito: Depositphotos.com

Érika Uribe

Aunque la gran mayoría de los emprendedores sueñan con abrir su empresa de forma correcta, cumpliendo
con todas las de la ley, no todos están preparados para hecerlo, debido principalmente al desconocimiento, la
falta de tiempo, la ausencia de recursos y complicaciones diversas como la burocracia administrativa.

Sin embargo, factores que por años desalentaron la creación de empresas formales están cediendo paso a una
nueva etapa de simplificación administrativa, en que los trámites se hacen en línea, los derechos se pagan vía
electrónica y las empresas se formalizan en pocas horas. Todo esto para inyectar energía y formalidad a una
base de 4.9 millones de empresas, según cifras del INEGI.

“Las empresas que no operan en la formalidad limitan su capacidad de hacer negocios con terceros, frenan su
acceso al crédito y se arriesgan a recibir multas, sanciones y hasta una clausura; de ahí la importancia de dar el
salto”, comenta Rodrigo Núñez, fundador y director general de TuContrato, firma de consultoría jurídica para
empresas, startups y emprendedores, especializada en contratos, propiedad intelectual, constitución de
sociedades o compañías y derecho corporativo.

¿Estás listo para arrancar? Adelante, pero antes checa el camino para hacerlo bajo la ley, y no te olvides de
buscar la asesoría de un abogado y de un contador. Tu empresa te lo agradecerá.
Brújula legal

Uno de los primeros pasos para arrancar legalmente un negocio consiste en definir si se hace solo o en sociedad,
indica Núñez. “Existen tres diferentes esquemas para las empresas creadas por una sola persona. Uno es el
Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), que ofrece un tope de facturación de 2 millones de pesos y sólo
puede usarse por 10 años. Además, exige pagos definitivos bimestrales, lo cual exime de la declaración anual”,
indica Rodrigo.

Este esquema ofrece beneficios en cuanto al pago de ISR, de modo que el primer año se condona el 100% de
ese impuesto; el segundo, el 90%; el tercero, el 80%, y así hasta llegar a 0% al décimo año, que es cuando hay
que dar el salto a Persona Física con Actividad Empresarial. El esquema RIF está pensado para pequeños
establecimientos, como boutiques, barberías, pastelerías, etcétera, excluyendo negocios cuyos servicios
requieran de cédula profesional.

El registro se realiza sin costo en gob.mx/crezcamosjuntos. Requiere de un RFC y la CURP. La Cédula de


Identificación Fiscal (CIF), la contraseña y el alta patronal se otorgan el mismo día.

La segunda figura es la de Persona Física con Activi- dad Empresarial. Ésta no tiene tope de facturación, ni de
caducidad. Exige declarar el IVA y el ISR, y opera de manera similar a una Persona Moral. Se tramita en el SAT
con la FIEL, el RFC y la cuenta CIEC.

Como tercera figura se encuentra la Sociedad de Acciones Simplificadas (SAS). Permite tener un número
ilimitado de socios; puede ser desde uno. El límite de facturación son 5 millones de pesos. Su vigencia es
indefinida y tributa de manera similar a una Persona Moral.

Fernando Mendívil, presidente de la Asociación de Emprendedores de México (Asem), explica que esta figura
se tramita en gob.mx/tuempresa, donde, tras seguir algunos sencillos pasos que exigen el uso de la FIEL, se
genera un contrato que hace las veces de acta constitutiva que tiene total validez ante terceros, incluyendo
bancos.

“Las SAS entraron en vigor el 15 de septiembre de 2016 y al día de hoy hay unas 7,000. Según el Tec de
Monterrey, con base en el número de empresas que se podrían crear, los emprendedores podrían ahorrar 1,000
millones de dólares (por concepto de creación de empresas) y 80,000 años de trámites burocráticos”, añade
Jorge Corral, director de Asem.

Toma en cuenta que bajo la figura de Persona Física con Actividad Empresarial y el RIF cualquier falta u
obligación con respecto a la empresa pone en riesgo el patrimonio personal, aunque no sea parte del negocio.
Con las SAS ocurre lo opuesto: se responde hasta el límite de las aportaciones pagadas, es decir, sólo con los
bienes registrados a nombre de la empresa, explica Núñez.

Y si lo que deseas es formalizarte con tus partners, las opciones más comunes son la Sociedad Anónima (SA),
la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) y la Sociedad Anónima Promotora de la Inversión (SAPI),
cuyas peculiaridades varían entre sí en cuanto a número y tipo de socios, valor de las acciones o aportaciones,
tipo de acciones y derechos, administración de la empresa y carga fiscal.

Rodrigo explica que el trámite se realiza en gob.mx/ tuempresa con la CURP, RFC y FIEL, y en total demora
entre dos y cuatro semanas. Implica hacer una búsqueda fonética on line de la razón social, reservar la que
asigne el sistema, confirmar el régimen adecuado al giro y elegir un fedatario públi- co para protocolizar la
empresa. Este último trámite puede costar entre 12,000 y 30,000 pesos. El acta resultante es indispensable para
tramitar el RFC de la empresa en el SAT, apertura de cuentas bancarias y realizar el alta patronal ante el IMSS.
“Una denominación social mal seleccionada puede limita el crecimiento o implicar cargas impositivas que
acaben con el negocio; de ahí la importancia de que cada empresa analice con un abogado y un fiscalista la
figura que más le conviene”, advierte el consultor, quien a lo largo de siete años ha asesorado a más de 600
empresas y emprendedores en diversas materias jurídicas.

Trámites a la carta

Al margen del acta constitutiva, hay una serie de trámites que cumplir antes de abrir formalmente tu negocio. A
continuación, te los describimos.

Verificar el Uso de Suelo del local, hacer el Aviso de Declaración de Apertura, obtener la Licencia de
Funcionamiento, dar Aviso de Funcionamiento y registrar el Programa de Protección Civil. Todo esto se tramita
en la ventanilla única del municipio o delegación. Si se trata de un giro muy especializado hay que averiguar,
además, las Normas Oficiales Mexicanas que hay que cumplir, como sucede en la industria o en ciertos giros
como las casas de préstamo.

No hay que perder de vista temas legales como el contrato de arrendamiento, que debe establecer las
condiciones generales, garantías, plazo y periodo de gracia para hacer adecuaciones previas a la ocupación del
local, así como el de los proveedores en turno.

“Los contratos que firmamos con los proveedores establecen los términos y condiciones de la compra del bien o
servicio; describen aspectos clave como las características de lo que estamos adquiriendo, las garantías y los
tiempos de entrega”, dice Nuñez. De hecho, es un documento que puede hacer la diferencia entre abrir un
negocio a tiempo o tener retrasos en las adecuaciones o el equipamiento.
Otro aspecto es el referente a la propiedad intelectual, pues si bien hay quienes se lanzan a la aventura sin tener
el registro de su marca, lo ideal es ser propietario de la misma para evitar futuras controversias que pudieran
afectar los ingresos de la empresa y la reputación.

“Hay que checar también el nombre comercial y acercarse a un despacho especializado en propiedad intelectual.
Nosotros, por ejemplo, hacemos estudios de viabilidad, analizando el tipo de producto o servicio para definir la
o las clases requeridas; verificamos si es que el nombre no genera confusión con otra marca registrada, si no
atenta contra la moral o si es descriptiva de un servicio, ya que generaría un rechazo en el registro”, explica
Rodrigo.

Otro trámite importante es el alta patronal en el Seguro Social y el registro ante el Infonavit. Ambos trámites se
pueden iniciar en línea y se concluyen en las oficinas de esas instituciones. “El alta patronal es de suma
importancia, ya que muchas veces los empresarios no miden el riesgo que corren sus trabajadores. Cumplir con
esta obligación no sólo te puede salvar de multas y demandas, sino cubrir de manera directa cualquier accidente
de trabajo”, agrega el especialista.

Por último, pero no menos importante, hay que tener en cuenta el Aviso de Privacidad, en concordancia con la
Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares. “El incumplimiento puede
generar multas de hasta 30 millones de pesos”, advierte. Por eso es importante acercarse a un experto que pueda
evaluar el tipo de datos que manejas, a fin de contar con los documentos y políticas acordes a la operación de tu
negocio.
5 razones por las que tu startup SÍ necesita un plan de negocios
El principal asesino serial las Pymes es una mala ejecución. Te damos la mejor herramienta par defenderte.

El principal asesino serial de startups y Pymes es una mala ejecución. Un negocio sin un plan es como un
barco sin sistemas de navegación, eventualmente terminará perdido o estrellándose.

Un plan de negocios aumenta las posibilidades de que tu negocio prospere. De acuerdo con un estudio
realizado por el Babson College, las nuevas empresas con un plan de negocios aumentaron su capital al doble
durante los primeros 12 meses en comparación de las que no lo tenían. Más que una receta para el éxito, se trata
de una herramienta que puede ser usada para fijar objetivos, monitorear tu progreso, rendir cuentas y, en última
instancia, tener una visión integral sobre el destino de tu negocio.
Escribir un plan de negocios te obliga a tener una visión más completa de tu proyecto de negocio, y la
perspectiva holística que te otorga te permitirá identificar puntos débiles que de otra manera habrían pasado por
alto. Elementos como la propuesta de valor, plan de operaciones, estimaciones de personal, entre otros, son
algunos de estos factores que a veces dejamos pasar por alto.

Buscando que no navegues a la deriva, los expertos en startups de G2 Consultores te presenta 5 razones por las
que realmente necesitas un plan de negocios:

1. Para fijar objetivos

Lo más importante que te traerá un plan de trabajo es el orden. Es normal que conforme comienzas con tu
proyecto estés tan apasionado y entusiasmado que pierdas un poco el piso. Es precisamente para evitar que esto
suceda que necesitas un plan de negocio que te permita dar algunos pasos atrás y mirar con objetividad tu
trabajo.

Muchos directores aprenden a la mala que, sin un plan, su trabajo es tiempo y esfuerzo tirado a la basura. Un
plan de negocios te ayuda a empezar con el pie derecho, te dice cuánto capital necesitas para alcanzar tus metas
y qué habilidades necesitan los integrantes claves de tu equipo para sacar adelante el proyecto. Con una ruta
trazada, puedes estar seguro de que vas en la dirección correcta.

2. Predecir los costos de la operación

Los costos de tu operación no serán fijos y conforme vaya creciendo tu negocio requerirá de una nueva
inversión de capital. Al llegar a nuevos mercados, te será más difícil vender, ya que su grupo de proveedores
selectivos se encuentran ocupados por la competencia, por lo tanto el tener un plan de negocio te ayudará a
saber cuánto dinero necesitas y si en verdad vale la pena invertir en cierto rubro, o dejarlo en segundo plano.

Si se trata de una empresa de servicios, por ejemplo, su ampliación requerirá un mayor número de personas que
te apoyen en las labores. Probablemente necesites abrir una sucursal u oficinas donde se concentre tu personal y
así mejorar la atención al usuario, todo esto supone costos y que mejor que tenerlos previstos por escrito.

3. Para recaudar fondos

La mayoría de fondos de inversión y bancos requieren evaluar tu plan de negocio para decidir si vale la pena
dejar su dinero en manos de tu empresa. Por otro lado, si se trata de pedir dinero prestado a familiares o amigos,
la mejor manera de recaudar esa suma será apoyandote en este plan de trabajo para que comuniques la visión de
tu proyecto de manera clara y convincente.

También ofrece muchas ventajas al momento de ofertar acciones o vender un negocio, ya que ayuda a los
compradores a entender lo que tienen enfrente, ¿por qué el proyecto tiene ese valor?, ¿por qué lo necesitan? o
¿por qué vale la pena comprarlo? son algunas de las preguntas que se pueden responder en dicho plan.

4. Para tener control sobre tu negocio

Un negocio es controlado mientras menor sea su rango de operaciones, sin embargo cuando, cuando este
aumenta, el caos comienza a llenar cada rincón del mismo y si no existe un orden sobre cada operación, muchas
veces resulta letal y no puede haber remedio. Tener un plan de negocios te ayudará a retroceder, ubicar lo que
está funcionando, lo que no y señalar lo que se puede mejorar.
Si en tu empresa convergen empleados, la implementación de esta herramienta de trabajo resultará muy eficaz,
ya que puedes consultar al personal, comprender sus necesidades dentro de tus instalaciones y plantear una
solución. Tus empleados valorarán esta oportunidad para contribuir al negocio.

5. Para despejar el panorama; copiarlo y mejorarlo

Un plan de negocios no es un documento que se crea una vez y se debe almacenar en el cajón. Se trata de una
guía de vida que se debe adaptar constantemente a medida que un negocio crece y cambia. Escribir e investigar
para hacer este plan de trabajo genera la oportunidad de aprender acerca de la industria, mercado y
competidores, además de que permite identificar los desafíos que puede encontrar y elaborar estrategias para
evitarlos o superarlos.

Las empresas exitosas revisan y actualizan su plan de negocios cuando las circunstancias cambian. Ante esto es
recomendable volverlo rutinario, crear un recordatorio para revisar su plan de negocios con regularidad. Si tu
negocio está conformado por un equipo de socios, gerentes o mentores, es recomendable realizar sesiones de
lluvia de ideas, así se intercambian consejos, dudas y opiniones y se asegura de que todos están en la misma
página.

8 pasos para escribir tu plan de negocios


Antes de lanzar tu empresa, crea este documento que sirva como carta de presentación y para organizarte.

Para todo en tu vida necesitas un plan ¿no? Lo mismo se dice para los negocios. Toda empresa, ya sea una
startup o una organización valiosa, necesita de un plan de negocios. Para saber hacia dónde vas, necesitas saber
de dónde viniste y qué pasó antes de ti. Aquí hay algunos elementos de un plan de negocios exitoso.

1. Resumen ejecutivo. Es una resumen de una o dos páginas de tu plan de negocios. Es mejor hacerlo cuando
finalizaste todos los detalles del plan.

2. Descripción del negocio. Debes incluir y definir varios aspectos de las ofertas del servicio, la historia de tu
campo o cualquier evento actual, tus metas personales y objetivos. Esta sección es la columna vertebral de tu
plan de negocios y preparara el escenario para el resto de la información.

3. Productos y servicios. Todos tienen un producto o servicio que le ofrecen a un posible cliente. Debes ser
capaz de describir qué es lo que vendes e identificar lo que hace que tu producto sea único.

4. Ventas y marketing. Esta sección es muy importante. Te abre la ventana a la industria, el estado del
mercado, costos generales y te da la oportunidad de distinguirte de la competencia. Mientras trabajas en esta
sección, entiende que así como la gente pasa por la tienda física y ve lo que pasa dentro del negocio, los
visitantes en tu sitio web pueden también ver tu mercancía y reconocer tu branding personal.

Haz que tu sitio web sea tu tienda online en pensamiento y acción.

- Puedes dar muestras o demostraciones de tu producto.


- Gráficas y/o fotografías del material visual de marketing.
- La URL (dirección web) es tu “locación”.
- El equipo que uses y los métodos de entrega de productos son herramientas de fabricación y envío.
- La navegación por el sitio es como un muestrario de la tienda física.
- Si tienes un mapa del sitio puedes ayudar a las personas para que encuentren lo que buscan.
- Si muestras testimonios, afiliaciones y la experiencia en áreas accesibles de tu sitio web el cliente te tendrá
más confianza.
Presentar tu información de contacto le permite a la gente hacer negocios contigo. Dar información detallada
sobre ti, aunque no estés en presencia de un posible cliente, da la primea impresión de tu personalidad. En lugar
de sólo pensar de tu sitio como un tapete para poner tu nombre, mejóralo y velo como una tienda online, el
lugar donde se logran los negocios.

5. Operaciones. El propósito de esta sección es para ayudarte a resaltar el lado más administrativo de tu
negocio, incluyendo cómo operas, dónde está tu oficina, equipo, relaciones legales, red de proveedores, etc.

6. Equipo administrativo. Si tienes algunos consejeros o gente que te ayude manear tu negocio, aquí es donde
debes entender su involucramiento y la capacidad con la que contribuyen a tu éxito. Si hay una jerarquía de
posiciones dentro de tu empresa, debes detallarla y la relevancia de cada relación.

7. Desarrollo. Aquí es donde puedes soñar un poco. No todo en esta sección esta basado en los hechos como la
información que hubieras dado en las otras secciones. Proyecta hacia el futuro y piensa en grande. El desarrollo
es una parte importante del negocio para seguir siendo competitivo, así que asegúrate de gastar algo de tiempo
escribiendo esto.

8. Resumen financiero. ¡De vuelta a la realidad! Necesitas proporcionar un historial de tus tratos financieros,
inversiones y cómo lograste tener la posición que tienes ahora. Con algo de flexibilidad, podrás saber cómo
operará tu empresa y verás tu estado financiero, incluyendo las cosas se balancean al final de cada mes, la salud
de tu negocio y el flujo de efectivo.
El periódico canadiense Financial Post, publicó un artículo en donde enseña a hacer un plan de negocios en
sólo 12 semanas. ¿No lo crees? Aquí te lo mostramos:

Semana 1. Evalúa la idea. Ve si tu idea es buena preguntándoles a familiares y amigos. Las personas que
siempre nos dirán la verdad son las que mejor nos conocen, así que atrévete a dar a conocer tu proyecto y deja
que las personas que más te quieren te den su más sincera opinión.

Semana 2. Conoce el mercado. Debes conocer el mercado hacia donde apunta tu idea de negocios, visita a tus
potenciales competidores y evalúa cómo manejan su negocio. De ser posible entrevístate con los consumidores
de tu competencia para averiguar sus necesidades.

Semana 3. Estructura tu forma legal. Debes elegir entre constituir una sociedad, una persona jurídica, o si vas a
hacer el negocio usando tu propio nombre. Evalúa los riesgos de una u otra solución.

Semana 4. Ve con cuánto dinero dispones. Debes contar el dinero total para iniciar tu idea de negocio. Muchos
negocios fracasan por la falta de un planeamiento adecuado del dinero a pesar que la idea era excelente. Puedes
anotar todos los gastos personales que necesites hacer y los que son para tu negocio. El punto no es sufrir, sino
llevar una vida balanceada y aceptar cuando ya no se puede seguir gastando.

Semana 5. Haz el plan de negocios. Hasta la quinta semana comienza a incorporar lo que has recopilado
previamente. Una vez que conozcas tu negocio de arriba a abajo asegúrate de plasmarlo en las hojas de papel
para que todo eso quede registrado.

Semana 6. Agrega algunos detalles. Púlelo y agrega cosas como el nombre del negocio o su eslogan. Tu
empresa seguro es diferente a las demás, así que anota esa experiencia única que das a los clientes cada vez que
te visitan.
Semana 7. No necesitas una fortuna para empezar tu negocio. Reevalúa tu plan para mantener tus costos los
más bajos posibles. Si tus recursos son escasos puedes empezar sólo con un website sobre tu idea de negocios
antes de pensar en poner la gran tienda.

Semana 8. Busca consejos de la gente en quien confías. Todo negocio es un riesgo y es conveniente que tu plan
sea evaluado por alguien más en quien confíes para poder ver tus errores. Sé abierto a las críticas y siempre ve
el lado positivo. Consigue un mentor para que alguien que se dedique a lo mismo que tú pueda aconsejarte lo
mejor posible.

Semana 9. Haz tu mapa del tesoro. Tu idea de negocios puede ser la mejor, pero puede ser un tesoro escondido
si no le dices a la gente que existe y dónde está. Para eso debes de hacer tu plan de marketing, elemento esencial
que muchos emprendedores se olvidan de hacer.

Semana 10. Contrata personal. Si tu negocio va a necesitar de trabajadores contrátalos en esta semana. Éste es
un aspecto crucial dado que ese personal va a ser el alma del negocio. Debe ser gente optimista que crea en lo
que va a hacer y que también te dé a ti una dosis de optimismo.

Semana 11. No te apresures en la apertura del negocio. Todo emprendedor se encuentra emocionado con el
primer día que va a abrir al público, ya sea que se trate de un local o de un website, uno está viendo los detalles.
Pero si no estás listo no abras tu negocio; no te desesperes, puede afectar tu reputación.

Semana 12. Afinando y creciendo. Si sobreviviste las 11 primeras semanas entonces te encuentras ya con tu
negocio en marcha. Ahora te toca afinar todos los aspectos del negocio, reevaluar el plan de negocios y plan de
marketing, evaluar a los trabajadores, el servicio al cliente y aprender cómo ir siendo mejor empresario y
también mejor jefe.

Busca estas 5 aptitudes y tendrás un súper equipo de ventas


Te comparto los 5 rasgos que en mi experiencia formado equipos comerciales resultan vitales para identificar al próximo
gran campeón de ventas en tu empresa.

Soy un convencido de que todo lo que hacemos en la vida se trata de una u otra forma de vender; desde cómo le
pediste a tus papás el juguete de moda, pasando por cómo enamoraste a tu novia y haciendo escala en cómo
conseguiste un ascenso en tu trabajo o cómo obtuviste ese gran cliente del que te sientes tan orgulloso. No
importa a qué anécdota lo relaciones… La vida se trata de vender.

Aunque quizás suene un poco exagerada esto de que “la vida es una venta” realmente no lo es; por la simple
razón de que todas estas pequeñas y frecuentes acciones que haces para destacar son muy intuitivas y casi
automáticas, no las haces tú, las hace tu inconsciente. Entonces ¿qué es lo que hace diferente a un vendedor de
carrera al resto de las personas?

 Recomendamos: Los 10 mandamientos del buen vendedor

En mi opinión la primera diferencia de un vendedor de carrera, es justamente que lleva la acción de vender a un
plano de conciencia, es decir lo hace con el pleno conocimiento y entendimiento de que está vendiendo; en
cambio todos los demás “vendemos sin saberlo”.

Sin embargo, que el equipo comercial en tu empresa esté consciente de que vende no es suficiente para que sea
exitoso; por ello te comparto los 5 rasgos que, en mi experiencia formado equipos comerciales, resultan vitales
para identificar al próximo gran campeón de ventas en tu empresa:
1.- Intensidad / Nivel de Energía
Vender es una actividad tanto física como mental, es por eso que una persona entusiasta y como mucha energía
tienen mejores posibilidades de éxito. Una sencilla forma de identificar el nivel de energía de una persona es
hacerle alguna de las siguientes preguntas:

 En tu último trabajo, ¿de cuantas horas era tu jornada laboral?

 ¿Haces algún deporte?

 Cuando suena tu despertador: ¿Cuántas veces vuelves a poner la alarma?

2.- Carácter e Integridad


Hoy en día la integridad y el carácter van mucho más allá de simplemente ser honesto y decente (la honestidad
y la decencia, deberían ser valores indispensables y mínimos de cualquier persona). A lo que me refiero cuando
hablo de carácter e integridad tiene que ver con la capacidad de las personas de hacer lo correcto, o de hacer lo
que dice que hará (congruencia), inclusive hacer las cosas con pasión también tiene que ver con el carácter. Esta
es una de las aptitudes más complicadas de identificar.

Indagar sobre si tiene algún vínculo a asociaciones, o pedirle que explique cómo vive algo que le apasione son
algunas formas de indagar sobre el carácter y la integridad de una persona.

3.- Agilidad Mental


Las personas con buena agilidad mental son aquellas que son capaces de solucionar cosas de manera creativa,
son buenas en cálculos matemáticos simples como por ejemplo porcentajes o descuentos, y generalmente son
simpáticos, dicharacheros y sociables. Son personas que saben reaccionar rápidamente y que por si esto fuera
poco generalmente reaccionan tomando la decisión correcta.

Para poder identificar si tu candidato es ágil mentalmente hablando, utiliza los test psicométricos disponibles en
tu empresa o si eres un emprendedor que también “la haces” de recursos humanos, te recomiendo apoyarte de
algún test online como alternativa para medir la agilidad mental de tu vendedor.

4.- Ambición
Contrario a lo que quizás estés pensando, el dinero NO es el principal motivador de un vendedor, el dinero para
quien tiene “las ventas en su ADN” es simplemente una consecuencia. Sin embargo, la ambición (económica o
no) es un rasgo esencial en las ventas; ser ambicioso implica siempre querer un poco más: otro cierre, otro
cliente, ganar un premio o simplemente el reconocimiento de ser el mejor.

 Lee: Las 4 señales de quién es un buen vendedor (y quién no)

La ambición es un estilo de vida, este espíritu “cazador” de los vendedores los lleva a ser resistentes al fracaso,
a estar dispuestos a largas jornadas de trabajo (nivel de energía), y en general a soportar con una gran actitud las
dificultades normales de su día a día (por ejemplo ser rechazados constantemente). Una manera indirecta de
identificar a un vendedor ambicioso está relacionada a su manera de gastar, ya sea sobre el gasto corriente o
sobre lo que desea tener. Supongamos que el objetivo de tu empresa es que en el equipo comercial cada
integrante gane por los menos $30,000 pesos; teniendo este hipotético objetivo en mente, puedes incluir en tu
proceso de selección la pregunta: ¿cuánto gastas mensualmente? Y aquellos que responsan una cifra inferior a
ese objetivo muy seguramente serán incapaces de destacar en tu equipo.

5.- Empatía
De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española la empatía es la “capacidad de identificarse con alguien
y compartir sus sentimientos”. No cabe la menor duda de que esta cualidad es esencial para una persona en
áreas comerciales. Hay que tener en cuenta que quizá sea más relevante la existencia de este rasgo en la venta
de servicios o intangibles donde la compra representa algo más que la simple transacción. Por citar algunos
ejemplos, la empatía será más necesaria y determinante en la compra de bienes duraderos como una casa, un
servicio profesional o de un seguro de vida, en comparación a comprar algo que encuentras en el anaquel de una
tienda.

La empatía es un rasgo complicado de identificar, sin embargo, te comparto un test online de Simon Baron-
Cohen que es considerado el padre del EQ (Empathy Quotient por sus siglas en inglés) para que puedas evaluar
si tu candidato es lo suficientemente empático. De acuerdo a este estudio si obtienes menos de 30 de los 80
puntos tu candidato carece de empatía por los demás, una calificación promedio sería de 40 puntos para
hombres y 47 para mujeres (las mujeres tienen mucho más desarrollada esta virtud). Realiza el Test de EQ en
línea aquí.

¡En la realidad, vender “no es una ciencia exacta” y formar equipos comerciales menos, la buena noticia es que
se puede conseguir!

8 cosas que haces mal al vender (según el Lobo de Wall Street)


Jordan Belfort, el inversionista que estuvo encarcelado por fraude, habló en la CDMX sobre las creencias equivocadas
que tiene la gente sobre el dinero.

Jordan Belfort llegó a la Ciudad de México la medianoche del jueves 24. Ese mismo día el Lobo de Wall Street
dio un seminario en el que asistieron fans que pagaron hasta 4,000 pesos para escuchar al inversionista
inmortalizado en el filme de Martin Scorsese.

La película de 2013 lanzó a Belfort de un convicto confeso a un rockstar que da conferencias por todo el
mundo. Su fama y sus consejos lo han llevado hasta Zurich, centro financiero de Europa, donde los asistentes
pagaban entradas VIP para sacarse una selfie con el ex inversionista, que aún debe 100 millones de dólares a sus
clientes defraudados.

Como una gran celebridad, Belfort recibió múltiples solicitudes de entrevista, invitaciones a programas de
radio, televisión y hasta charlas con un director de un periódico de circulación nacional. A la última solicitud,
Jordan contestó “Si quiere verme, que pague la cena VIP”, contó una de las personas cercanas a la organización
del evento. Tiempo es dinero.

Estuvimos en su conferencia y contó experiencias propias y las cosas que suele hacer mal la gente, las ideas
erróneas que tienen sobre las ventas y la riqueza. Hay una cosa en la que hizo énfasis durante toda su plática:
estar convencido de lo que se está vendiendo, sea lo que sea.

“Puede ser la mierda más grande del mundo, pero desde el convencimiento puedes vender un gran producto”,
aseguró a sus seguidores, muchos de ellos vestidos con el famoso traje azul que Leonardo DiCaprio tenía en la
película.
1. No tener certeza
Fue el mensaje en el que más hizo énfasis Jordan Belfort durante su seminario. El más grande error que comete
la gente, asegura, es que piensan que las ventas se supeditan solamente a productos y servicios. “No importa lo
que hagas, si eres maestro, abogado o padre. Las ventas tienen que ver con las emociones y cómo las
transformas.”

Y para que una venta de un producto, idea, razón, o sentimiento sea exitosa, es necesario el convencimiento de
lo que se vende y transmite, con los pensamientos y emociones.

“Si vendo un carro, tengo que estar jodidamente convencido de que es el mejor carro del mundo (…) Tienes que
pasar de vender la mierda más grande del mundo a estar convencido de tener algo muy bueno”, dijo el Lobo de
Wall Street.

“Si quieres acercarte a la gente, tienes que hacerlo con un estado absoluto de convencimiento. Y puedes vender
lo que sea, acciones, seguros, Bitcoin”, agregó el corredor de bolsa que fincó su éxito vendiendo “Penny
Stocks”, títulos basura que valían menos de un dólar, pero convencía a la gente de que los compraran.

2. No tomar acción
¿Qué distingue a la gente rica de la que no lo es? Que los primeros toman acciones. “Todos ustedes tienen ideas
maravillosas que necesitan salir. Pero la gente exitosa es la que toma acciones”, dijo Belfort a sus fans, muchos
estudiantes, jóvenes corredores de bolsa, o señores seducidos por el estilo del Lobo.

“Si encuentras el dinero, no dejes pasar la oportunidad”, y Belfort arengó a la gente a ponerse de pie y decir al
unísono:

-Soy una persona de acción

-Más fuerte

-Soy una persona de acción

-¡Vamos! Podemos hacerlo mejor

-¡Soy una persona de acción!

3. No contar con estrategia


El rockstar de los brokers pidió a los presentes que hagan un día esto en sus casas: Siéntense a oscuras en la
sala, cierren los ojos e imaginen un gran cheque de 500,000 dólares. Después, piensen en lo que tienen que
hacer para tener ese cheque en sus manos. Ahí entra la estrategia.

“No se trata solamente de tomar acción. Sin estrategia, todo se va a la mierda”, resalta Belfort, quien usa el
mismo lenguaje que DiCaprio cuando le dio vida en la película de Scorsese.

“La estrategia es el inicio de la persuasión”, y para tener la estrategia se puede obtener ayuda de cualquier lado,
hasta de expertos para encontrar el mejor modelo. El cliente puede tener interés en el producto, pero si no hay
estrategia, acción y certeza, la venta se esfuma.
4. Tener creencias que obstaculicen tus metas
Todo mundo tiene creencias, y está bien tenerlas. “Hasta puedes creer en el maldito Santa Clos”, asegura
Belfort. Pero hay cúmulos de afirmaciones relacionadas con el dinero que pueden impedir alcanzar lo que te
mereces y mencionó cinco:

 Si me vuelvo rico seré codicioso

 No soy un emprendedor material

 Las ventas son el mal

 Tengo que sacrificar todo por el trabajo duro

 Todo me pasa a mí

“Puedes culpar al gobierno, a la economía, a tu familia. Pero la historia que tienes sobre ti es lo que te detiene
para conseguir lo que quieres.”

5. No tener visión
Belfort habló sobre los 22 meses que pasó en prisión por hacer dinero con acciones fraudulentas. En las noches
cerraba sus ojos y se imaginaba a sus dos hijos y se decía a sí mismo: “Tengo que salir de aquí para
demostrarles a mis hijos que su padre no es un perdedor.”

La visión no se trata sólo sobre los objetivos, sino del futuro. El secreto de Belfort para permanecer positivo,
según él, es tener el enfoque y visión adecuada.

6. No conocer las reglas


Los errores anteriores son los que comete la gente la gente en su mundo interior. El Lobo de Wall Street dice
que el mundo está dividido en dualidades: arriba, abajo; cerca, lejos; debajo, encima; sí y no. Y el mundo se
divide en el interior y en el exterior.

Afuera también se cometen muchos errores. Uno de los más comunes es desconocer las reglas del juego. “Si no
conoces las reglas de los negocios, no harás dinero.”

7. No hacer marketing
Para vender hay que encontrar a los prospectos correctos de compradores. Y el marketing se trata de encontrar a
la gente correcta.

En la película, Jordan les dice a los empleados cuáles son los clientes potenciales, quiénes pueden comprar las
acciones de compañías que jamás habían oído hablar, pero con algo de insistencia y convencimiento, lograban
una orden de compra.

8. No hacer que tu dinero trabaje para ti


Hacer dinero es muy fácil, insiste Jordan. Pero uno de los errores más comunes que comete la gente es que no
hacen que el dinero trabaje para ellos. “Si lo logras, será fácil hacer dinero.”

Tras concluir su participación, Jordan invitó a subir al escenario a Greg Secker, quien asegura que es uno de los
mejores estrategas e inversionistas del mercado de divisas. Secker, quien usa chalecos y en su perfil de Twitter
aparece con un Lamborghini, presenta Learn to Trade, una plataforma para invertir en Forex. A continuación
presenta un video con testimonios de personas que aseguran lo fácil que es usarla.

“Es como si apretaras sólo un botón y empiezas a hacer dinero”, afirma una persona del video. No se sabe si en
verdad es tan exitosa la plataforma, pero lo que es cierto es que no es la única que existe y que expertos
desaconsejan invertir en Forex si no se conoce sobre el tema.

Jordan Belfort vive ahora sólo de las regalías de sus libros, de la película y de sus conferencias que da en todo el
mundo. Pero no hay duda de que aún tiene el toque para dejar a la gente lista para una venta.

El método japonés que agilizará tu negocio


¿Cómo funciona la metodología Kanban y qué la hace tan efectiva?

Las startups viven en un mercado que se mueve extremadamente rápido, y en el que un simple paso en falso
puede desbaratar los planes de los emprendedores sin darse cuenta. Si no contamos con un método
organizativo -sobre todo en IT y marketing- podemos darnos de bruces contra la realidad.

Pero afortunadamente existen metodologías que nos permiten aplicar formas ágiles e inteligentes de
organizarnos. Una de ellas es la metodología Kanban, una palabra japonesa que significa “cartel”, y consiste
en visualizar los flujos de trabajo de una tarea a través de la utilización de recursos gráficos en una estrategia de
mejora constante de procesos.

Luego, ¿cómo funciona la metodología y qué la hace tan efectiva?

Kanban: organización del flujo de trabajo


El método Kanban fue originalmente enunciado por David J. Anderson, ingeniero de Microsoft, como
aproximación a un proceso exponencial y evolutivo para las empresas.

Inspirado en la metodología de trabajo de la compañía de autos Toyota, es una forma de organizar el desorden
que rodea a muchos equipos que necesitan priorizar lo importante y conocer el flujo de trabajo y el WIP (work
in progress) tolerable con el fin de proporcionar al cliente un mejor servicio final.

Tiene una serie de principios básicos concebidos para evitar dos grandes problemas de las startups:

- Procrastinación: muchas startups tienen grandes ideas, grandes proyectos, grandes propuestas, pero no
consiguen aterrizar ninguna porque o bien se empiezan pero no se llevan hasta el final, o se abandonan por el
camino por irrealizables. Kanban reduce la procrastinación porque asigna un tiempo a cada tarea con el
fin de eliminar la dispersión.

- Organización: otro gran problema de las empresas de nueva fundación es que todos quieren hacer muchas
cosas, sin centrarse en sus áreas. A veces no queda otro remedio, pero es mejor que cada uno sepa
exactamente qué es lo que tiene que hacer y tenga clara su dedicación.

Los 9 principios de la metodología Kanban


Lo mejor del método Kanban es su sencillez y su escalabilidad. Cualquier empresa puede beneficiarse de su
utilización. Se resume en 9 sencillos principios que son los siguientes:

1. Empieza con lo que haces ahora mismo

No hay una forma concreta de ejecutar el método. Si ya posees un flujo de trabajo determinado, puedes
adaptarlo a Kanban. Los cambios no son radicales desde el inicio.

2. Persigue el cambio evolutivo y exponencial

Kanban está diseñado para evitar roces con tu flujo de trabajo actual. Los cambios radicales se desaconsejan por
el hecho de que pueden provocar que pierdas el sentido de lo que haces. En cambio, se centra en hacer pequeños
cambios, más que en reinventar la rueda.

3. Respeta los procesos actuales, roles y responsabilidades

Tu modelo actual de trabajo puede no ser del todo malo, y eso es lo mejor de Kanban, que reconoce las ventajas
de tu modelo y trata de mejorarlas evolutivamente. Es tu misión detectar qué se puede mejorar en cada fase del
desarrollo del producto.

4. Fomenta el liderazgo a todos los niveles

La definición de liderazgo ha cambiado mucho en los últimos años. Kanban empodera hasta a la persona que
hace una pasantía. No necesitas ser el CEO para aplicarlo. Cada miembro de tu equipo debe tener una
mentalidad de mejora continua, tratando cada día de hacerlo mejor y más rápido.

5. Visualiza el workflow

Es fundamental que puedas percibir el flujo de trabajo que tienes delante.

Si eres capaz de ver todo lo que hay por delante, puedes definirlo, y por tanto acotarlo. La forma obvia es
utilizar un panel con columnas de tu proceso. No todos los procesos son iguales, así que no todas las columnas
tienen por qué parecerse. Define tu proceso con tus stakeholders para tratar de que el Kanban te ayude al
máximo. Utiliza post-its, rotulador o software, no hay una norma escrita.

6. Limita el WIP al máximo posible

Seamos sinceros, no es mejor trabajador el que más cosas empieza, sino el que más termina en mejor estado.

No importa que seamos capaces de ponernos con veinte proyectos a la vez si solo sale uno en tiempo y forma.
Calcula cuál es el WIP tolerable por tu equipo con un estándar de calidad. Igual al principio es un único
proyecto, pero con la mejora de procesos y de calidad puede que cada día seas capaz de sacar más adelante.

7. Gestiona el ciclo y evalúa

Una vez finalizado el primer ciclo Kanban, deberías hacerte preguntas. ¿Todo fluye bien? ¿Hay algún punto en
el que nos hemos quedado atorados? No temas cambiar partes del proceso si ayudan.

8. Las políticas del proceso deben ser explícitas


Todos deben conocer a la perfección el proceso y todos deben entenderlo. Si hay un solo miembro del equipo
que no comprende alguna parte del proceso, o dicha parte es demasiado compleja, explícaselo o cámbiala.
Todos deben saber la misma lengua.

9. Mejora colaborativamente utilizando modelos y el método científico

Comparte tu modelo Kanban con colegas de oficio, personas de confianza u otros profesionales que no sean tu
competencia. Discute con ellos. Mide siempre, desde el número de proyectos que salen, la calidad objetiva en
cuanto a satisfacción del cliente, y no temas cambiar algo si consideras que puede funcionar. El feedback y la
mejora continua es la piedra angular del Kanban, así que no dudes en preguntar y en cambiar.

Si tienes más dudas, estos recursos pueden ayudarte a establecer una metodología Kanban exitosa en tu startup:

Los 5 errores más comunes que matan a las nuevas startups


No importa qué tan diferentes o únicos puedan ser los proyectos en sus propuestas de valor, muchos de los errores que
cometen las empresas son parecidos.

En México, cerca del 75% de las empresas mueren antes de cumplir los dos años de antigüedad, y aunque se
dice que el principal asesino de las empresas recién nacidas es la falta de financiamiento, la realidad es que
esto es consecuencia de una mala ejecución.

No importa qué tan diferentes o únicos puedan ser los proyectos en sus propuestas de valor, muchos de los
errores que cometen las empresas son parecidos. En el mejor de los casos, estos errores retrasan el crecimiento
y, en el peor, pueden significar la muerte de un proyecto si no se detectan a tiempo, tirando por la borda todo el
trabajo que se hizo.

A continuación te presento cinco de los errores más comunes que como consultor he visto en los emprendedores
mexicanos:

1 . Buscar el producto perfecto para todos

Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Cuando hablamos de productos con base tecnológica, solemos pensar que
fue sólo la creatividad de sus inventores lo que hizo que su producto hoy sea “tan perfecto”, pero en ocasiones
olvidamos sus inicios y tropiezos infantiles.

Quien dicta el rumbo del desarrollo son los clientes y estamos en una época en la que es posible mirar a detalle
el comportamiento de los usuarios. Podemos saber qué tanto permanecen en nuestro sitio, cómo se relacionan
con el servicio e incluso la retroalimentación directa de los clientes.

En lugar de retrasar el lanzamiento del producto en busca de obtener el producto perfecto, es más viable lanzar
un producto mínimo viable e irlo modificando para que se adapte a los usuarios utilizando la información que su
uso va generando. Esto le permitirá al producto final generar ingresos y ganar tracción más rápido, con un
crecimiento acelerado y sostenible.

2. Ser todólogos

Todos tendemos a ser controladores en nuestras empresas. No sólo queremos dirigir un negocio, queremos
construirlo con nuestras propias manos. Como si fuera nuestro bebé, no lo dejaremos ir, lo resguardamos en
ocasiones en exceso. Este involucramiento excesivo es natural en los emprendedores y no es para menos, hay
una importante inversión de tiempo, dinero y emociones en las empresas.
Sin embargo, hay un factor en común en los emprendedores que realmente destacan sobre el resto y es que sólo
ejecutan ellos mismos las tareas en las que sobresalen, todo lo demás lo subcontratan o reclutan a personas más
calificadas para realizar las tareas. En pocas palabras, se hacen de un equipo, tanto en lo interno, como en lo
externo.

Como emprendedor, el truco no es ser todólogo, sino identificar las fortalezas y fortalecer las debilidades con
otras personas que pueden ayudar a llevar el negocio en el rumbo del éxito.

3. No entender o no llevar un flujo de efectivo

Los emprendedores a menudo malinterpretan la dinámica de cómo manejar adecuadamente el flujo de efectivo.
La realidad es que las startups comienzan a "quemar efectivo" desde el primer día, es decir, cada segundo de
cada día cuesta dinero para operar.

Un estudio popular realizado por CB Insights sugiere que casi el 30% de las startups falla porque se queda sin
efectivo. Una mala administración del efectivo es la segunda causa más común de fracaso en el
emprendimiento, justo detrás de vender productos para los que no hay demanda.

Como emprendedor, se debe desarrollar una sólida comprensión de una amplia gama de principios económicos
si se pretende que la empresa sobreviva y prospere. El "flujo de efectivo" es un concepto clave sobre el cual
muchos emprendedores parecen confundidos a menudo.

Con una mala comprensión de estos conceptos, es completamente posible tener un negocio "en auge", pero aún
así tener resultados negativos en el flujo. Es básico tener una estimación de montos y tiempos en que se están
quemando los recursos, para así poder planear un levantamiento de capital inteligente.

4. Enfocarse de más en alianzas

Si una alianza te obliga a realizar un nuevo presupuesto de ventas e ingresos, entonces vas por el camino
correcto. Pero la realidad es que mayoría de las alianzas son sólo para relaciones públicas. Evita dedicarle
demasiado tiempo a alianzas poco productivas y enfócate en las ventas, que suelen ser la solución a la gran
mayoría de los problemas de las startups. Cuando tienes ventas, tus inversionistas son felices.

5. Diversificación prematura

Es común ver a emprendedores que apenas lanzaron un producto al mercado con respuesta positiva y ya están
buscando lanzar otro proyecto para diversificar su propuesta de valor. Además de que esto es inviable
económicamente hablando, incurriendo en gastos de investigación, desarrollo, marketing y lanzamiento,
también es una manera de perder el enfoque del “core business”.

Para quien tiene alma de emprendedor serial, lo más sabio es esperar a que el primer producto se consolide y la
empresa demuestre beneficios antes de pensar en la diversificación.

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