Silvia Bezi

Metáforas
1. La vida es un juego de mesa
La vida es un juego de mesa. Echando los dados cuando nos arriesgamos a hacerlo.
¿Seré un doctor? ¿Un abogado? ¿Un cartero?
A veces avanzando dos espacios, y a veces retrocediendo tres para atrás.
Maravillosos momentos seguidos de tiempos difíciles y tristeza.
Esperando ganar. Esperando no perder. Esperando ser el mejor. Hasta llegar a la línea de
meta.
2. “Quien aprende de sus caídas, no se ha equivocado”

3. “hay personas tan pobres que lo único que tienen es dinero” (Marley)

4. Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras. (Shakespeare)

5. “Si no puedes ser el lápiz perfecto para escribir la felicidad de alguien,

Sé el borrador que elimine su tristeza” (Paulo Coelho)

6. “cuando pases por una dura prueba y te preguntes ¿Dónde está Dios?, recuerda
que el maestro siempre está en silencio durante el exámen”

7. “un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque
su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”.

8. “cuando llegues a la estación correcta comprenderás por qué tantas veces te dejó
el tren”.

9. “quien me cerró las puertas me dio las llaves de mi talento”

10. “grande es aquel que para brillar, no necesita apagar la luz de los demás”

11. “si el amor aprieta, no es tu talla”

 12. La piedra
El distraído tropezó con ella, el violento la utilizó como proyectil, el emprendedor
construyó con ella, el campesino cansado la utilizó como asiento, para los niños fue un
juguete, David mató a Goliat, Miguel Angel le sacó la más bella escultura.

Metáforas bíblicas

1. Los dos deudores… Mateo 18:23

Uno debía el comparativo a millones de pesos y el otro el equivalente a 50 pesos. El que

debía millones pide misericordia al rey porque no le puede pagar. El Amo le perdona la
deuda y lo deja libre. Este hombre al encontrarse con uno que le debía 50 pesos, lo toma
del cuello y le exige que le pague o lo meterá en la cárcel. Al enterarse el Amo de lo que
había hecho este hombre, lo manda traer y le echa al calabozo para ser torturado hasta
haber pagado el último centavo.

Es una metáfora o analogía en cuanto a qué se compara la decisión de perdonar a otros

su “deudas”. Cuando guardamos rencor, decidimos no perdonar, además de no recibir
misericordia de parte de Dios u otros, somos atormentados. Es decir, el no perdonar es
una castigo intrínseco.

El rencor y su castigo.

2. El buen samaritano. Lucas 10:25 Es una metáfora a cerca de un hombre

gravemente herido. Varios pasan junto a él. Entre los que pasan junto a él hay un
levita, y un sacerdote. Gente sumamente religiosa. Y por ultimo un samaritano.
Considerados por los judíos como “impuros”. Este hombre se compadece, y no
para hasta dejar a el hombre herido con cuidados médicos y a salvo.

Ser religiosos no impresiona a nadie y menos a Dios. La verdadera compasión es la que

hace algo por cambiar la situación de necesidad. Decir que somos gente religiosa y no
hacer nada es inútil.

Menos palabras y más hechos.

3. Las monedas de oro

Mateo 25:14 Un hombre antes de emprender un viaje, llama a sus siervos y les encarga
sus bienes. A uno le da 5 mil monedas, a otro dos mil y a otro mil. Despues de mucho
tiempo volvió y les pidió cuentas. Al que le dio 5 mil y dos mil duplicaron las ganancias, el
que tenia mil escondió el dinero. Por temor escondió las mil monedas. El dueño de las
monedas le reclama no haberlas puesto por lo menos en el banco. En conclusión le quita
las mil monedas y se las da al que tenia diez mil.
Para esta vida a todos se nos ha dado dones, habilidades, herramientas… la meta es
ponerlas en acción, para que produzcan. El enemigo es el temor. Finalmente el temor
hace que aun lo que tenemos lo perdamos.
4. El árbol y su fruto
Lucas 6:46 ningun árbol bueno da fruto malo, tampoco da buen fruto el árbol malo. A cada
árbol se le conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas
de las zarzas. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien…
pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón
habla la boca. Esta metáfora compara al árbol con una persona, y su fruto con lo que
habla. Lo que “metemos en el corazón (mente, corazón=lo que cocinamos) es lo que
saldrá.
5. El rico y Lázaro
Lucas 16:19 es una metáfora donde una hombre rico hacía grandes banquetes todos los
días, y fuera de su casa estaba un mendigo llamado Lázaro, cubierto de llagas sin tener
qué comer. Cuando ambos murieron, el rico terminó en tormentos y Lázaro terminó
recibiendo consuelo. Esta metáfora no es contra los ricos o la riqueza, sino contra la
actitud de indiferencia a la necesidad.

6. El ojo es la lámpara del cuerpo

Mateo 6:22 si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de luz. Pero si tu visión está
nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Es una metáfora que nos invita a reflexionar
sobre aquellas cosas a las que les prestamos atención. Algunas de ellas pueden
oscurecer nuestra vida o darle luz. Cual es nuestro enfoque?
Cantares 8:6 Reina Valera Contemporánea (RVC)
6
Ponme como un sello sobre tu corazón;
ponme como una marca sobre tu brazo.
Inquebrantable como la muerte es el amor;
inflexibles como el sepulcro son los celos.
¡Candentes brasas son, candente fuego!

7. Metáfora de la hormiga comparada a un ejército

Perezoso, mira a las hormigas;

fíjate en sus caminos, y ponte a pensar.
7
Ellas no tienen quien las mande,
ni quien les dé órdenes ni las gobierne.
8
Preparan su comida en el verano,
y en el tiempo de la siega recogen su comida.
9
Perezoso, ¿cuánto más seguirás durmiendo?
¿Cuándo vas a despertar de tu sueño?
10
Un poco de dormir, un poco de soñar,
un poco de cruzarse de brazos para descansar,
11
y así vendrán tu necesidad y tu pobreza:
como un vago, como un mercenario.
8. Las zorras
Cantares 2:15 ¡Atrapen esas zorras, atrápenlas!
Aunque pequeñas, destruyen nuestras viñas,
que apenas están en ciernes.
Pequeños problemas que no se “atrapan”, acaban destruyendo algo valioso.

9. La vida como un viaje

10. Los hijos como flechas que son creados para lanzarse a un objetivo
Salmos 127 Los hijos que nos nacen en nuestra juventud
son como flechas en manos de un guerrero.
5
¡Dichoso aquél que llena su aljaba
con muchas de estas flechas!
No tendrá de qué avergonzarse
cuando se defienda ante sus enemigos.