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Danza Creativa

La danza creativa
¿Qué es?
La Danza Creativa es un método de trabajo corporal en el que a través de una danza libre,
espontánea, sin reglas preestablecidas, se estimulan las potencialidades que todos tenemos,
mediante un proceso creativo y terapéutico que proporciona un bienestar físico, psíquico y
afectivo.
En la Danza Creativa se trabaja no sólo la parte visible del cuerpo, sino su parte invisible y
sensible. Esto nos ayuda a ampliar nuestro movimiento y capacidades de expresión,
comunicación y creatividad, y a iniciar un viaje hacia el centro de nosotros mismos.
Porque en el encuentro con mi danza individual, auténtica, se produce también el re-
encuentro con mi esencia, más allá de todo juicio y/o creencia, y el re-encuentro con el …ver
más…

* Despertar la sensibilidad de cada persona hacia su cuerpo, su movimiento, la música y la


naturaleza. * Estimular y desarrollar la capacidad creativa y expresiva. * Desarrollar y
aumentar la conciencia corporal y la relación del cuerpo/espacio. * Celebrar la alegría y el
placer de la danza. * Encontrar nuevas formas de comunicación con uno mismo y con el otro. *
Crear un clima de seguridad, aceptación, respeto y afecto. * Favorecer el desarrollo físico,
psíquico y afectivo. * Desarrollar un ser sin valoración, sin juicio, eliminando la comparación
con el otro. * Vivir en el aquí y ahora con apertura y expectativas flexibles. * Expresar y soltar
ideas y conceptos viejos para transformarlos de forma creativa en nuevos impulsos de energía
y movimiento. * Realizar una transferencia de estos principios a la vida cotidiana.
Metodología
La Danza Creativa persigue que aprendamos a conocernos danzando como unidad armónica
de cuerpo, mente y alma. Por este motivo intuición y creatividad son las dos herramientas
imprescindibles en este método.
La función del facilitador de Danza Creativa es abrir canales de comunicación para favorecer la
exploración de la persona a través de diferentes estímulos creativos: la danza, la música, el
silencio, el juego, la imagen, la palabra, el humor y los objetos intermediarios

En la danza Creativa trabajo no sólo la parte visible del cuerpo, sino su parte invisible y
sensible. Esto ayuda a ampliar el movimiento, capacidades, expresión, comunicación y
creatividad de cada uno, y a iniciar un viaje hacia el centro de sí mismo.

En el encuentro con la propia danza, individual y auténtica, se produce también el reencuentro


con la propia esencia, más allá de todo juicio. De la misma forma, el encuentro con el otro. La
Danza Creativa va dirigida a todas aquellas personas interesadas en encontrar un espacio
propio de expresión y expansión donde poder desarrollar la creatividad, el lenguaje corporal,
la escucha de uno mismo y el otro, y el placer de celebrar la danza.

Está especialmente orientada a personas entregadas a un camino de búsqueda interior y


desarrollo personal. La intención es crear un espacio de auto descubrimiento, donde todos
somos iguales y donde podemos comunicarnos e intercambiar diálogos a través del
movimiento.

Sin limitaciones de edad, sexo, condición social o grado de disponibilidad de movimiento.


Todos estamos invitados a participar en este proceso de creación.
Actualmente, existe una amplia y diversa oferta de actividades en danza infantil. Cada
vez más, las academias de nuestro país se especializan en ofrecer una mayor variedad
de estilos dirigidos a niños y niñas, de entre 0 y 12 años.

Entre los más conocidos y practicados se encuentra la danza clásica, la danza


contemporánea, el flamenco, la danza española, el funky, el hip hop, las danzas étnicas, los bailes
de competición o danza social, y los musicales. Así como también, la zumba, el jazz o el tap.
En este sentido, es necesario aclarar que las edades de inclusión en los distintos
estilos y grados varíanlevemente de unos centros de enseñanza a otros, puesto que
durante estas edades la práctica de la danza no está regulada oficialmente. Es por ello
que cada escuela organiza los grupos de edad atendiendo a su criterio –que suele regir
por edad y por nivel de desarrollo físico-.

Pero, además de estos estilos populares, también podemos encontrar la danza integrada
dentro de la gimnasia rítmica, el patinaje artístico, la natación sincronizada u otros
deportes. Entre otros motivos, la práctica de la danza dentro de estas actividades tiene
su origen en la buena colocación del cuerpo que se deriva de su práctica, y que es tan
necesaria para estos deportes.
Preballet: iniciación a la danza clásica

El preballet es la etapa de iniciación a la Danza Clásica. En ella se introduce


gradualmente el estudio de las primeras rutinas del ballet -suelo, barra, centro,
diagonales-, a través del juego, la improvisación y esquemas coreográficos muy
simples.
Estas clases están enfocadas a niños/as de 5 a 7 años –aproximadamente-, aunque
varía en función de las escuelas. Como explica María Doval, bailarina y especialista en
Danza Clásica, el preballet combina instrucciones de ballet muy básicas, dado que los
niños menores de 7 años no son capaces aún de mantener la concentración durante el
tiempo suficiente como para poder integrar con éxito la técnica clásica. Además, añade
que “carecen del control muscular necesario para realizar con seguridad ciertos
movimientos del ballet”.

Las clases de preballet se suelen estructurar del mismo modo en todas las escuelas. En
concreto, y según Sara Benítez, reconocida bailarina y profesora de ballet en el Centro de
Danza y Arte de Madrid (CDAM), las clases se estructuran de la siguiente manera:
Primera parte: Las clases comienzan con un calentamiento para preparar el cuerpo y la
mente, para el ejercicio que van a realizar.

Segunda parte: Según las edades, se realizan ejercicios de suelo, para que los más
pequeños puedan desarrollar flexibilidad, y adquirir fuerza y control.

Tercera parte: Se sigue con ejercicios de barra donde los alumnos empiezan a
aprender el control postural y los diferentes pasos básicos del ballet.
Cuarta parte: Se realizan ejercicios en el centro que requieren de mayor movilidad,
dinamismo y dificultad. Los ejercicios se combinan con pequeñas coreografías –
variaciones- y juegos dinámicos.

Última parte: Se termina con un estiramiento y reverencia de despedida.

Según Sonia González, bailarina y profesora de preballet en la escuela de danza Pilar


Sánchez de Elche, los beneficios de su práctica a estas edades son integrales: “Se
aprende la disciplina de la danza, y también se desarrolla la musicalidad, la
psicomotricidad, el equilibrio, la espacialidad, la autoestima, la atención y el trabajo en
grupo”.
En cuanto al vestuario, todas las escuelas con las que MiniDanza ha contacto coinciden
en señalar que las niñas han de utilizar medias, maillot, falda, zapatillas de media
punta y el pelo recogido en un moño. En el caso de las niñas, el peinado es muy
importante, y es preciso hacer el moño correctamente y con muchas horquillas, a fin
de que el peinado no llegue a estropearse en el transcurso de la clase. Los niños, por
su parte, pueden llevar pantalones cortos, camiseta, calcetines y zapatillas de media
punta.
Danza clásica: técnica, disciplina y dedicación

A partir de los 8 o 9 años los niños pueden acceder


ya al estudio de la Danza Clásica en el campo de la técnica. En esta ocasión, las clases
requieren de un mayor grado de complejidad, dedicación, compromiso y
entrenamiento regular –pautas que no todos los niños o adolescentes están dispuestos
a asumir-.
Según María Doval, bailarina con más de 40 años de experiencia en el mundo de la
danza, las clases de Danza Clásica -o Ballet Académico- se estructuran en dos
apartados principales: el trabajo de barra y el de centro.
La clase se inicia con ejercicios de barra, calentando el cuerpo progresivamente y
ayudando a mejorar la postura, la fuerza y la movilidad. El trabajo de centro se basa en
los ejercicios realizados en la barra y va desde los pasos más sencillos hasta los más
complejos (variable de acuerdo el nivel de aprendizaje en que se encuentra el alumno).

Además, la también profesora de Danza Clásica infantil María Doval, añade que “todas
las clases incluyen el estiramiento y la elongación, y más tarde se añaden lecciones de
repertorio y paso a dos”. También es importante señalar que a partir del tercer o
cuarto año de estudio regular del Ballet, los alumnos pueden iniciarse en el trabajo de
puntas y variaciones.
En cuanto al vestuario requerido, es el mismo que el demandado para el preballet. “Es
necesario que los niños vayan uniformados con las mallas y el mallot en las clases para
que los profesores podamos observar adecuadamente el cuerpo del niño y su
colocación, y de esa manera poder corregir la postura”, explica de forma detallada la
profesora de Danza Clásica Sonia González.
Danza creativa: iniciación a la danza contemporánea

La danza creativa es la etapa de iniciación a la Danza Contemporánea y suele estar


dirigida a niños/as a partir de los 5 años hasta los 11 o 12, momento en el que
pasarían a tomar clases de Danza Contemporánea –aunque las franjas de edad siempre
dependen de la escuela-.

Según Sonia González, también profesora


de danza creativa y codirectora de la escuela de danza Pilar Sánchez de Elche, explica que en
estas clases se trabajan los conceptos básicos de la Danza Contemporánea:
introducción a la técnica, improvisación y composición.
Una forma de presentar las clases con la que coincide Eva Escoda, licenciada en
Pedagogía de la Danza y directora de la Escuela de Danza y Música Scenia, quién añade,
además, que se trata de clases divertidas en las que se introduce a los niños en los
principios básicos que integran la danza moderna y la expresión corporal. “Se desarrolla
la armonía postural, el uso de las energías corporal y espacial, la expresividad del
movimiento, y se estimula la creatividad y el gusto por bailar”, sentencia la
bailarina Escoda.
Danza contemporánea: estilo, musicalidad y diversión

La edad recomendada para empezar a tomar clases de Danza Contemporánea son


los 11 años –aunque siempre dependerá de la escuela-. Se trata de un estilo de baile
muy amplio y diverso que engloba muchos estilos. Por ese motivo, los profesores
intentan hacer un programa variado, para que cuando los alumnos entren en un grado
superior tengan bastantes conocimientos sobre la Danza Contemporánea.

Una manera de plantear las clases que apoya Sonia González, bailarina, coreógrafa y
profesora de Danza Contemporánea en todos los niveles, quien añade: “Les
enseñamos técnicas distintas para que sean bailarines versátiles. Además, también
trabajamos la improvisación y la composición”.

En concreto, y según Lara Rodríguez, bailarina y profesora de baile moderno en CDAM,


las clases se estructuran de la siguiente forma:
Primera parte: Se comienza con un calentamiento en el suelo, que termina con
un pequeño juego para aumentar el ritmo cardíaco.

Segunda parte: A continuación, se trabajan los ejercicios que requieren mayor esfuerzo
a nivel técnico: giros, saltos a diferentes alturas, desplazamiento y encadenamiento de
pasos. Más tarde, se trabaja una pequeña coreografía (de cualquiera de los estilos que
engloba la Danza Contemporánea).

Tercera parte: La clase finaliza con un estiramiento.

En cuanto a los beneficios que tiene su práctica en los más pequeños, la


profesora Sonia González destaca que lo que más se potencia en las clases de Danza
Contemporánea es la creatividad -mucho más que en el ballet-. “Su práctica también
potencia el desarrollo personal. Es decir, los niños aprenden a desarrollar su propio
movimiento y su personalidad artística”, subraya la profesora.
De hecho, por regla general, y según Sonia González, los alumnos se sienten más
libres al bailar contemporáneo, ya que tienen más libertad de movimiento –aunque
siempre dependerá de la técnica que se esté trabajando-.

Junto a ello, es también importante conocer que una buena base de clásico puede
ayudar a mejorar en las clases de contemporáneo. Sin embargo, y como explica la
bailarina profesional Sonia González, a pesar de esta afirmación, cuando los niños
empiezan a hacer contemporáneo tienen que hacer un esfuerzo por trabajar de forma
contraria o distinta a como lo hacen en ballet. “En cambio, la gente que hace
contemporáneo aplica lo que hace en esta técnica al clásico y mejora en este último”,
revela.
En cuanto al vestuario, éste no sigue unas pautas tan estrictas como en el caso
del ballet. Lo importante es llevar ropa cómoda (mejor ropa ajustada para que los
profesores puedan ver bien la postura corporal) que les permita ejecutar con libertad
todos los movimientos, los pies descalzos y el pelo recogido para que no les moleste
al bailar.

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