Del uso de la razón, moral y otras cosas

El experimento, película basada en el experimento de la cárcel de Stanford tiene como fin comprender y demostrar
cómo afecta el entorno y el rol social las conductas del hombre, demostrando así como los más antiguos instintos
predominan por sobre la razón y moral cuando no hay un mecanismo de control social establecido y el poder se
centra en unos pocos, específicamente en ocho guardias encargados de cuidar doce presos.
“El hombre es un animal racional”- Aristóteles. La racionalidad brinda las bases del comportamiento humano, cada
acción es dirigida por una anterior de pensamiento, un hombre completamente moral se puede definir también como
uno completamente racional, de la misma manera dichas normas se establecen en el entorno social y las reglas de
este, pero cuando ya no hay un medio en el cual convivir y los roles sociales son cambiados, las conductas del
hombre y su ejercicio de la razón pueden verse afectados por la delegación o despojo del poder en pro de actuar de
acuerdo a sus propios beneficios, por un lado aquellos que poseen el control y deben mantenerlo buscan beneficiarse
a sí mismos manteniendo dicho rango y debido a que son los únicos que poseen dichas cualidades y no hay alguien
más que les supervise comienzan a seguir ideologías como la de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. ¿Pero
hasta qué punto? No fue de importancia pasar por sobre la integridad física, emocional o psicológica de los
“encarcelados” quienes fueron despojados totalmente de su humanidad, relegados a dicho papel “presos” quienes
debían regirse por unos pocos cegados por el poder que nunca habían poseído en sus vidas, como se puede
evidenciar en el personaje que luego toma el papel de “general”, toda su vida relegado a las palabras y ordenes de
su madre quien le hacía sentir inferior, un sujeto reprimido que en la primera llama de poder permitió que le
consumiera, un resentido social que al nunca en su vida haberse encontrado en una situación que él pudiera
comandar perdió totalmente los estribos y haría cualquier cosa por mantenerse allí, dejó de lado todos sus
fundamentos morales puel su instinto de supervivencia y la necesidad natural del ser humano de tener atención le
cegaron; otro punto importante a destacar es el del rechazo social, el sentirse inferior a los demás, cosa que generó
un quiebre cuando los carceleros hicieron quedar como un obsoleto a uno de los guardias, su ira le privó de pensar.
Siguiendo el análisis de cada una de las acciones de este grupo de individuos vemos como el instinto y la necesidad
sexual opacó totalmente la moral, puesto que fue más importante satisfacerse a sí mismo que pensar en el otro, aun
cuando esto le hiciera daño.
Por otro lado podemos apreciar a los sujetos que tomaron el papel de carcelarios, mantuvieron un poco más su
cordura y esto debido a que se seguían encontrando en un medio de convivencia en el cual poseían pares y
superiores, esto les permitía hacer el uso de sus facultades intelectuales para asegurar una convivencia, pero esto
sin dejar de lado su rol como seres racionales y con dignidad, aquella que no permitirían fuera pisoteada, pues
aunque tuvieran “superiores” no olvidaron su papel como sujetos emocionales y humanos que por ende les otorgaba
los mismo derechos de aquellos que decían ser guardias, es por esto que ante el abuso del poder la respuesta fue
una rebelión colectiva, la rebelión de la ratas, pero esto no fue hasta que precisamente se les quebró su espíritu, su
instinto de supervivencia privó el ejercicio de la razón, convirtiéndolos en animales, capaces de acabar con una vida
sin importar las consecuencias, la ley natural de la supervivencia del más fuerte y apto, y en su interior cada uno se
consideraba así,
Creo que esta película deja el claro mensaje de que la vida en sociedad y bajo reglas establecidas permite el
desarrollo del humano, el hombre como animal racional, cuando a este se le priva de un entorno que le mantenga
en equilibrio sus instintos biológicos aflorarán, pero a mi sincero parecer lo que nos diferencia de los animales
además del ejercicio de la razón y reflexión es que aún des pues del uso de estas somos capaces de hacer daño
conscientemente, cualidad que se le reserva únicamente a nuestra particular especie que en busca de su
supervivencia y comodidad no le ha importado despojar al resto de habitantes de su entorno. El hombre como
animal racional y egoísta.