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Los problemas visuales pueden llegar a ser muy serios en el diabético, ya que la persona
puede quedar ciega. La diabetes en los Estados Unidos, por ejemplo, es la causa número
uno de la ceguera. Sin embargo, la terapia intensiva contra la diabetes reduce hasta en un
76% el riesgo de que se produzca esta complicación. Esto se ha podido comprobar con el
50% de los diabéticos voluntarios que participan en el estudio, cuyas retinas ya mostraban
lesiones.
Generalmente la diabetes daña tanto los riñones que sus víctimas llegan a necesitar de la
diálisis (un tratamiento para eliminar los productos de desecho de la sangre y el exceso de
fluidos del cuerpo). El tratamiento intensivo, sin embargo, reduce esta complicación entre
un 40% a un 60%.
La terapia intensiva contra la diabetes reduce en un 60% las neuropatías en los pies (que se
presentan en muchos pacientes con esta enfermedad), lo cual muchas veces conduce a
úlceras y al especialista a tomar la medida drástica de la amputación.
Otro de los beneficios evidentes de la terapia intensiva para el control de la diabetes es que
reduce en un 30% las cifras elevadas del colesterol malo (lipoproteínas de baja densidad). Y
aunque aún no se ha dado a conocer una información específica sobre la reducción de los
problemas cardíacos en los pacientes de diabetes tratados mediante este tipo de terapia
intensiva, se estima que la cifra será apreciable a medida que avance la edad de los sujetos,
cuando los resultados de este estudio puedan ser apreciados en una forma más clara. Los
resultados iniciales ya evidencian un número mucho menor de ataques de corazón.
I. Diabetes tipo 1
Insulinorresistencia tipo A
Leprechaunismo
Síndrome de Rabson-Mendenhall
Diabetes lipoatrófica. Otros
C. Enfermedades del páncreas exocrino
Pancreatítis
Traumas/pancreatectomía
Neoplasias
Fibrosis quística
Hemocromatosis
Pancreatopatía
fibrocalculosa. Otros.
D. Endocrinopatías
Acromegalia, Síndrome de Cushing, glucagonoma, feocromocitoma, hipertiroidismo
somatostatinoma, aldosteronoma. Otros
F. infecciones
Diabetes tipo 1
Sed excesiva.
Pérdida de peso; apetito muy grande.
Frecuentes deseos de orinar.
Escozor en el área de los genitales.
Propensión a las infecciones.
Dificultades en la visión (en los estados ya más avanzados de la enfermedad).
Representa el 5-10% de todos los casos de diabetes. Se caracteriza por déficit de insulina.
Autoinmune
Es debida a la destrucción inmunitaria de las células beta del páncreas por un mecanismo
celular y humoral y que se objetiva por la presencia de anticuerpos. Uno o más de los
siguientes anticuerpos están presentes en el 90% de las diabetes tipo 1 autoinmunes en el
momento del diagnóstico:
Idiopática
Es idéntica a la autoinmune, pero en la que no se puede demostrar mecanismo autoinmune
debido a la ausencia de elevación de auto anticuerpos específicos.
Carlos tiene 10 años. Es un chico sano, alegre, travieso, inquieto. Tiene un peso y una
estatura similares a las de sus compañeros de clase. Le gusta jugar al fútbol y entrena tres
días a la semana. Tiene buen rendimiento escolar. Acaba de iniciar el nuevo curso y está
contento con sus nuevos profesores. Sus padres están sanos y no tienen antecedentes
familiares de diabetes. En las últimas semanas sus padres perciben un cambio en la
conducta de su hijo. Está menos alegre, se queja de cansancio, tiene menos ganas de jugar y
de ir al colegio. Cuando llega por la tarde a casa, lo primero que hace es beber mucha agua.
Sigue comiendo bien, pero le notan más delgado. Por la noche se levanta varias veces a
orinar. Sus padres inicialmente lo atribuyen simplemente a que bebe mucha agua. A medida
que pasan los días el cansancio va en aumento, no aguanta un entrenamiento, está agotado.
Consultan con el pediatra que le prescribe una analítica que se detecta una glucemia de 258
ing/dL. Lo remite al hospital para iniciar tratamiento.
Diabetes tipo 2
Es el tipo más frecuente, casi el 90% de todas las formas de diabetes. Es una enfermedad
muy prevalente y que aumenta con la edad.
Síntomas:
Exceso de peso.
Fatiga.
Sed excesiva.
Aumento en el apetito.
Deseos frecuentes de orinar.
Las causas exactas de la aparición de la enfermedad no se conocen con total precisión, pero
la patogenia reside en el desarrollo de una resistencia a la acción de la insulina, junto con
insuficiente respuesta compensadora en la secreción de la misma (en los diabéticos tipo 2
coexisten dos fallos: resistencia a la insulina y alteración en su secreción). En este tipo la
influencia genética es importante, claramente mayor que en la diabetes tipo 1. Así, la
concordancia para gemelos idénticos (monocigotos) es del 60-90%, mientras que en el tipo
1 se sitúa entre el 40 y 50%. Cuando se tiene un familiar de primer grado, la predisposición
a padecerla es del 40-80%. La herencia es de tipo poligénico, es decir, por asociación de
varias variantes de genes. Las condiciones ambientales son tan importantes como la
susceptibilidad genética, ya que la obesidad y el sedentarismo favorecen fuertemente su
aparición.
La insulina es una hormona producida por el páncreas, órgano que está situado en el
abdomen, detrás del estómago. La insulina desempeña varias funciones en el organismo,
algunas de ellas son: disminuye la glucosa sanguínea al permitir el aprovechamiento de los
hidratos de carbono (carbohidratos) por todas las células del organismo y también participa
en la elaboración y el aprovechamiento de las proteínas y los lípidos (grasas). Las personas
diabéticas del tipo 1 no producen o producen poca cantidad de insulina, por lo que
requieren inyecciones diarias de esta hormona.
Los alimentos se agrupan de acuerdo con el mayor aporte de nutrimentos que proporcionan.
Los nutrimentos son compuestos químicos que se encuentran en alimentos como los
siguientes:
Cereales y tubérculos.
Productos de origen animal (carne roja, pollo, pescado y mariscos) y leguminosas
(frijol, lenteja, garbanzo, soya, haba, guaje).
Frutas.
Verduras.
Lípidos (grasas).
Azúcares refinados.
¿Cuál es el plan de alimentación que debe llevar un diabético dependiente de la
insulina?
En la dieta indicada para este tipo de diabetes debe tomarse en cuenta el tipo y la cantidad
de insulina que se le está administrando al paciente. La ilustración ejemplifica la acción y
tiempo de duración de dos tipos de insulina; los puntos más altos (pico de la insulina)
indican la mayor concentración y acción de la insulina. La acción inmediata de la insulina
es disminuir la concentración de glucosa en la sangre; por lo tanto, es muy importante que
en los picos de insulina el paciente consuma algún alimento (colación), esto es con el
propósito de evitar la hipoglucemia.
Durante este período se deberá consumir una colación o algún tipo de alimento. El tiempo
de acción de la insulina rápida es muy corto, aproximadamente de seis horas (la duración de
su efecto depende del tipo de insulina); por lo tanto, es necesario aplicar otra dosis de
acción intermedia para el resto del día, el cual tiene un tiempo de duración de 24 horas. Si
la intermedia se aplica a las 12.00 a.m., la hora pico de la insulina será aproximadamente de
6:00 a 8:00 p.m.
En este caso, la duración del pico es más grande; por lo tanto, habrá que incluir una
segunda colación a las 5 de la tarde y posteriormente, a las 9 de la noche, la cena. Los
tiempos descritos son ejemplos aproximados de horarios de las tres comidas y dos
colaciones; sin embargo, las horas pue-den variar o adaptarse de acuerdo con las
costumbres alimentarias de cada paciente. Le recordamos que únicamente el médico
especialista puede indicar el tipo y la cantidad de insulina que debe aplicarse. Aquí sólo
ejemplificamos diferentes aplicaciones de insulina en combinación con la alimentación
diaria.
¿Qué es la hipoglucemia?
Es la disminución brusca en la cantidad de glucosa que se encuentra en la sangre. Las
causas principales para que se produzca son: demasiada insulina, poco alimento, demasiado
ejercicio y no comer a las horas adecuadas. Los síntomas son: sudor frío, dolor de cabeza,
visión borrosa, hormigueo, sensación de hambre, temblor y cambios de personalidad. Si el
paciente no recibe el tratamiento adecuado puede caer en estado de coma.