El impacto de la falta de sustentabilidad social, el desarrollo humano

y la movilidad social en mi comunidad de aprendizaje

“El desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer las capacidades de las
próximas generaciones de actuar en la misma manera” (UE, Comisión Brutland, 1987)

El primer objetivo de la sustentabilidad social es perseguir la equidad, que significa proponerse la

eliminación de la pobreza y de que todos los estratos sociales se beneficien de las virtudes del
crecimiento económico1.

Bajo esta premisa es importante identificar a qué retos nos enfrentamos como comunidad de
aprendizaje para lograrlo, es decir, como un grupo de personas que aprende en común, utilizando
herramientas comunes2 y para ello considero debemos partir de las políticas establecidas en los
principios generales de los tratados internacionales sobre los derechos humanos.

En este orden de ideas, la sustentabilidad social, el cuidado responsable de los recursos naturales y el
principio de bienestar común implican impulsar acciones que permitan el cumplimiento de los derechos
económicos, políticos, culturales, equidad de géneros y de razas entre las personas que habitan las
diversas regiones del planeta. Sin duda, aspirar a su logro implica no solo proponer, sino exigir el
derecho de vivir en un contexto en que se puedan expresar las potencialidades de cada individuo y la
posibilidad de los ciudadanos de interactuar en los procesos políticos locales y nacionales. El campo
es amplio y el reto demanda apoyar acciones de toda índole.

Ahora bien, avanzar en la dirección correcta compromete a la comunidad a integrar este marco en sus
procesos y procedimientos de organización como emprender estrategias de concientización de todos
sus miembros para que comprendan y aprendan en qué consisten los Objetivos del Desarrollo
Sustentable y mostrar su compromiso por actuar en la contribución de los mismos. Sin duda introducir
el compromiso en el cumplimiento de los códigos de conducta, códigos éticos, y las mencionadas
políticas de responsabilidad social compartida será una buena medida para lograrlo.

Pero de nada sirve establecer objetivos, si no se ponen en marcha procedimientos y acciones

específicas para cumplirlos de forma efectiva3.

La conferencia de las Naciones Unidas sobre el ambiente humano celebrada en 1972, proclamó al
ambiente como “El hábitat mundial del hombre” y en 1983 se estableció la Comisión Mundial sobre el

1
Escuela de Periodismo de la Universidad Católica de Milán. S.f. Premio Periodismo Sustentable, Décima versión.
Consultado de www.pesu.cl/sostenibilita-sociale
2
Fernández, N. s.f. Universidad Metropolitana. Las comunidades de aprendizaje. P1.
3
Fundación RS. S.f. La integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el modelo de negocio empresarial.
Recuperado de https://www.responsabilidadsocial.net/la-integracion-de-los-objetivos-de-desarrollo-sostenible-en-el-
modelo-de-negocio-empresarial/
Medio Ambiente y el Desarrollo4. El grupo de trabajo conocido como comisión Brundtland publicó en su
informe que la humanidad debe cambiar los modos de vivir y de interacción comercial si no desea el
advenimiento de una era con niveles de sufrimiento humano y degradación ecológica inaceptables y
fue a partir de este informe cuando se acató el término inglés sustainable development. Para su
definición se tomaron en cuenta tres categorías que a su vez representan los principales núcleos de la
definición: límites, potencial de la naturaleza y complejidad ambiental. De este modo, la definición de
desarrollo sustentable es “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer
las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”. (Comisión Brundtland:
“Nuestro Futuro Común” 2004).

De este modo, los 5 principios de la sustentabilidad han estado inspirados en una serie propuesta y
declaratoria aportada en las últimas décadas:

1. Una sola tierra con un futuro común para la humanidad.

2. Pensar globalmente y actuar localmente.

3. Principio de carga: Se refiere a la “carga máxima” que un área en particular de la tierra puede
sostener sin afectar negativamente a otros organismos en ese entorno. Se determina observando la
cantidad de alimento disponible, los nutrientes, el hábitat, los recursos hídricos, y otras necesidades
requeridas para el buen funcionamiento de una población dada.

4. Principio de precaución: Establece que cuando haya peligro de daño irreversible al medio ambiente,
deben tomarse medidas para proteger el medio ambiente, incluso si existe incertidumbre científica.

5. Responsabilidad colectiva y equidad social.

6. Justicia ambiental y calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.

Estos principios se consideran en las tres dimensiones de la sustentabilidad y que deben ser
consideradas al mismo tiempo para lograr los resultados esperados. Es decir: se toma en cuenta el
escenario: económico, social y ecológico.

4
Montes, K (2014). Mexpo E. Y U.H. S.A. 6 Principios del Desarrollo Sustentable. Consultado de
https://www.mexpogdl.com/blog/6-principios-del-desarrollo-sustentable/