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Las ocupaciones humanas más antiguas en Bolivia: Una revisión de la evidencia

arqueológica

José M. Capriles una , * , Juan Albarracín-Jordan segundo

una Departamento de Antropología de la Universidad de Washington en San Luis, Una Brookings Drive, Box Campus 1114, St. Louis, MO 63130, Estados Unidos
segundo Unidad de Apoyo de Servicios de la Cooperación Canadiense, Calle Víctor Sanginés N ° 2678, La Paz, Bolivia

información del artículo resumen

Historia del artículo: Este artículo revisa la investigación arqueológica de los sitios finales del Pleistoceno y del Holoceno inicial en Bolivia. Teniendo en cuenta que algunos
Disponible en Internet el 20 de junio de 2012
proyectos han tratado de manera explícita cuestiones relacionadas con poblamiento humano temprano del país, se hizo un intento de proporcionar una
visión global de los datos disponibles conocidos, centrándose en los sitios de radiocarbono fecha. Investigaciones recientes en diferentes regiones del
país no sólo está mejorando la comprensión de la variabilidad de los primeros asentamientos humanos, sino también proporcionar nuevas
perspectivas en relación con la adaptación humana y el cambio climático. Además, la investigación en curso en Iroco y Cueva Bautista, en la región
del altiplano del país, muestra que la colonización humana de los ecosistemas de alta altitud (> 3800 m asl) se produjo, al menos, por 13.000 BP cal.

2012 Elsevier Ltd y INQUA. Todos los derechos reservados.

1. Introducción
El objetivo de este trabajo es evaluar el estado actual de la investigación arqueológica en
relación con las ocupaciones humanas más antiguas en la actual Bolivia. El estado del arte de la
investigación arqueológica se revisa, la discusión de las perspectivas para la realización de estudios
en el país. De este modo, este trabajo proporciona una fi síntesis primer general de la historia de la
arqueología, diferentes marcos de interpretación, y los resultados de investigaciones recientes sobre
las ocupaciones humanas tempranas en Bolivia. También proporciona información sobre las fechas
de radiocarbono disponibles asociados con los primeros asentamientos humanos y se analiza su
contexto arqueológico y consecuencias.
Situado en el centro de América del Sur, el Estado Plurinacional de Bolivia tiene una superficie
de 1.098.581 kilometro 2 ( Figura 1 ). Este vasto país sin salida al mar Neotropical incluye tres grandes
regiones fisiográficas: las tierras altas de los Andes, los valles subandina, y las tierras bajas del este ( Ibisch ecosistemas con especies vegetales y animales característicos y únicos hacen a menudo Bolivia uno
et al., 2004 ). El altiplano andino consisten en una gran meseta abierta, también conocida como
altiplano, situado más de 3500 m sobre el nivel del mar (msnm) y limitado por dos cadenas
montañosas, de norte a sur, con picos de más de 6000 m de altitud. El clima del altiplano es frío y
seco estacional, debido a que la Cordillera Oriental regularmente previene la Amazonía ' s entrada de
humedad en las tierras altas. El altiplano abarca una serie de alto
lagos de elevación y lagos de agua salada, incluyendo el lago Titicaca, el lago Poopó, Salar de
Coipasa, y salar de Uyuni. El altiplano se divide en diferentes secciones, en función de la variación
en la elevación, la temperatura y la precipitación. Tras la clasificación biogeográficos anteriores fi-
cationes (por ejemplo, Troll, 1968 ), Existe una correspondencia aproximada entre el altiplano norte y
la puna húmeda, el altiplano central y la puna seca, y el altiplano sur y la puna salada.
Los valles subandina (3500 mi 400 m asl) comprenden decenas de ríos adyacentes que caen
progresivamente de los Andes en grandes, ríos de aguas blancas de las cuencas del Amazonas y La
Plata. A medida que estos sistemas se sumergen progresivamente en la elevación, que producen
una diversidad de paisajes que van desde bosques montañosos extremadamente húmedos (yungas)
a matorrales relativamente templadas y bosques secos. Las tierras bajas del este (<400 m asl) se
dividen en las tierras bajas calientes y húmedos tropicales amazónicos (incluyendo las pampas de
los llanos de Moxos), y las llanuras del sudeste Chaco secas y calientes. Más de 30 diferentes
de los diez países más diversos del mundo y un punto caliente de biodiversidad ( Navarro y
Maldonado, 2002 ). No es sorprendente que varias adaptaciones culturales desarrolladas aquí a
través del tiempo, como se manifiesta por una rica, sin embargo, en gran parte inexplorado registro,
arqueológico ( Pereira Herrera y Albarracín-Jordan, 1996 ; Michel López, 2006 ).

2. paleoambiental y paleoclimática investigación en Bolivia

* Autor correspondiente. Dirección actual: Centro de Arqueología Comparada, Departamento de Antropología,
Universidad de Pittsburgh, 3302 WWPH, Pittsburgh, PA
Los factores ambientales son complejos, relacionados entre sí, y las variables dinámicas que, en Florida
15260, Estados Unidos.
Correos electrónicos: jcapriles Florida ores@wustl.edu (JM Capriles), albarracinjordan @ yahoo.com (J. uir cambio cultural en diferentes maneras. Los grupos humanos están en constante adaptación a y
Albarracín-Jordan). que afectan a su bienestar físico

1040-6182 / $ mi see front matter 2012 Elsevier Ltd y INQUA. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.quaint.2012.06.012
 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
Figura 1. Mapa de Bolivia muestra los sitios del período Arcaico, localidades paleontológicas cuaternario y fallas geológicas (basado en Marshall y Sempere, 1991 , y los datos recopilados en este documento).
medio ambiente por medio de interacciones ecológicas complejas, tales como la depredación, la
domesticación, y la construcción de nicho ( Odling-Smee et al., 2003 ). la investigación paleoambiental
puede contribuir a explicar
humano a largo plazo mi ambiente interacciones
a través del tiempo. paleoclimática considerable e investigación paleoambiental se ha llevado a cabo
en Bolivia por un número de cuaternarios geólogos, glaciólogos, limnólogos, palinólogos,
paleoclimatólogos y paleoecólogos (por ejemplo, Abbott et al., 1997 ;
Clayton y Clapperton, 1997 ; Thompson et al., 1998 ; Baucom y Rigsby, 1999 ; Argollo y Mourguiart,
2000 ; Baker et al., 2001 ;
Chepstow-Lusty et al., 2005 ; Mayo y Veit, 2009 ; Placzek et al., 2009 ; Bush et al., 2010 ). A pesar de
que está más allá del alcance de este documento para discutir la significación fi signi todo este trabajo,
un resumen de los más recientes y signi fi la investigación no puede se presenta aquí.
Actualmente, hay varios paleoclimatológica en curso
proyectos fromNorth americano y universidades europeas, así como las organizaciones de
investigación, centrándose en un número de diferentes proxies ambientales. Estos estudios han sido
financiados cada vez más por las iniciativas mundiales sobre el cambio climático y se refieren
principalmente a la comprensión de los efectos del calentamiento global y el cambio climático en las
regiones tropicales y los glaciares de las montañas de los Andes (véase Thompson et al., 2000 ; Bush
et al., 2010 ). La mayoría de estos proyectos se han aplicado en las tierras altas, pero el aumento de
trabajo se está llevando a cabo en los valles y tierras bajas interandinos (por ejemplo, Punyasena et
al., 2008 ; May et al., 2011 ). Aunque ha habido algunos
47
controversias en torno a la reconstrucción de los patrones climáticos de los últimos 20.000 años, el
aumento de la investigación está facilitando el consenso en cuanto a la especificación fi acontecimientos
y procesos involucrados c. Por ejemplo,
Thompson et al. (1998) núcleos de hielo recogidos de Sajama, que, en 6542 m asl es la montaña más
alta en Bolivia. Los núcleos de hielo Sajama fueron de aproximadamente 131 m de profundidad, y el
análisis de su contenido geoquímica vigila de cerca los cambios en la temperatura y la geoquímica
atmosférica durante los últimos 25.000 años. Los datos son compatibles con las reconstrucciones de
origen glaciar de otros países e incluyen la identificación fi cación de signi fi impactos cativos, como una
caída brusca de la temperatura, hace unos 5.100 años ( Thompson et al., 2000 ). Investigaciones
recientes en Sajama, basado en 36 edades de exposición CL, sugiere el desarrollo glacial entre 16.900 mi
10200 cal BP, seguido de estabilidad climática durante el Holoceno, ligeramente interrumpida por dos
avances glaciares menores, entre 7000 y 3300 cal BP ( Smith et al., 2009 ).
Una clara implicación de estos estudios, para la discusión de las adaptaciones humanas y
poblamiento temprano de los Andes, es que los glaciares no se extendían sobre el altiplano. Debido
a su gran altitud (> 3500 m snm), la extensión geográfica, climatológica y la complejidad, durante el
Pleistoceno tardío, el altiplano fue en gran parte libre de hielo. Moraines y otras características típicas
geomorfológicas asociados con su expansión son generalmente ausente en el altiplano y son en su
mayoría situados en la proximidad de las gamas de alta montaña en las cordilleras oriental y
occidental ( Clayton y Clapperton,
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1997 ). Por ejemplo, la extensión máxima de la glaciar Huayna Potosi, en alrededor de 11.000 cal BP,
era 4500masl, a sólo 2 kmwest de su nivel actual, por encima de 5000 m ASL ( Jomelli et al., 2011 ).
Una combinación de glaciares derretidos y precipitación facilitó la formación de diferentes ciclos de
lago a lo largo del Cuaternario ( Argollo y Mourguiart, 2000 ; Baker et al., 2005 ; Chepstow-Lusty et al.,
2005 ; Rigsby et al., 2005 ). Placzek et al. (2006 , 2009 , 2011)
dirigió la más reciente y completa reconstrucción paleoambiental de los ciclos del centro y sur del
lago altiplano durante el Pleistoceno tardío. Basado en la recogida y contactos (usando una
combinación de AMS 14 C y U mi fechas Th) de evaporitas muestras (toba) de paleoshores pro fi les
distribuye por todo el altiplano, los dos últimos ciclos que documentan corresponden a lago Tauca y
el lago Coipasa. Lago Tauca, fechado entre 18.100 y
14.100 cal AP, era el lago más profundo de la secuencia, ocupó aproximadamente 60.000 km 2 y tuvo
su más alta posición entre 3765 y 3790 m snm ( Placzek et al., 2006 ). Después de un corto período
de regresión, Lago Coipasa fue el último de los grandes ciclos de lago, que se producen entre 13.000
y 11.000 cal BP, que cubre aproximadamente 30.000 kilometros 2, y que tiene su más alta posición en
3680 m snm ( Sylvestre et al., 1999 ; Placzek et al., 2006 , 2009 ).
Clayton y Clapperton (1997) sincronicidad documentado entre la expansión de la última lago
profundo en el altiplano y un ciclo de avance glacial ca. 13.500 y 11.500 cal BP. En coincidencia con
la expansión glacial, Lago Coipasa, durante este tiempo, alcanzó su mayor soporte, lo que sugiere
alta precipitación y quizás con una disminución temperaturas por tanto como 5 C ( Baker et al., 2005 ).
Después de este episodio húmedo, ningún otro signi fi eventos de transgresión de peralte se registran
en el altiplano, lo que sugiere el Holoceno se caracteriza por un clima relativamente estable. Sin
embargo, el trabajo de paleohidrológico Abbott et al. (1997 , 2003) , En el lago Titicaca y varios lagos
de gran altitud en la Cordillera Oriental, sugiere que al menos en el altiplano norte, therewas un
período de calentamiento rápido entre 10.700 y 9700 cal BP y la ausencia de avances glaciares
después de 8900 cal BP. Además, su trabajo plantea la hipótesis de que el Holoceno medio, entre
6200 y 2300 cal BP, fue un período de aumento de la aridez, como se representa por una
discordancia claro en núcleos lago bien datados, comenzando 7000 mi 6000 cal BP ( Abbott et al.,
2003 ). Los investigadores que trabajan en el lado peruano del altiplano norte han señalado que este
aumento de la aridez podría explicar la baja frecuencia de los asentamientos arqueológicos
tempranos en la región (ver Rigsby et al., 2003 ;
Craig et al., 2010 ). Sin embargo, las condiciones climatológicas de expansión lago y podrían estar
relacionados con diferentes regímenes de precipitación a través de los Andes centrales del sur
durante el Holoceno. precipitación diferencial entre el altiplano norte y el sur está probablemente
relacionado con varios factores que siguen a la restricción estacionalidad precipitación y la
variabilidad climática en los Andes centrales (sur Placzek et al., 2009 , 2011 ).
3. La arqueología de las ocupaciones humanas tempranas en Bolivia
Siguiendo Aldenderfer ' s (2009: Fig. 5.1) esquema cronológico de los Andes Centrales del Sur, el
término “ Período arcaico ” se refiere a las ocupaciones humanas cronológicamente situadas entre,
aproximadamente,
10950 y 3900 BP cal. Geológicamente, este período abarca desde el Pleistoceno al comienzo del
Holoceno tardío. El final del período arcaico se asocia con la consolidación de las tecnologías
agrícolas, pastoriles y de cerámica, formas de vida sedentarios y la complejidad socio-política
emergente. Aldenderfer ' s (2009) secuencia general divide el período arcaico en cuatro períodos
sub-cronológico: Early arcaico (9500 mi 8000 BP o 10950 mi 8950 cal BP), Arcaico Medio (8000 mi 6000
BP o 8950 mi 6950 cal BP), Arcaico Tardío (6000 mi 4500 BP o 6950 mi 5250 cal BP), y Terminal arcaico
(4500 mi 3600 BP o 5250 mi 3950 cal BP). El termino “ Paleoamericano ”
(sensu Bonnichsen de 2005 ) Se utiliza para designar ocupaciones antes de 9500 BP o 10.950 cal
BP. En las siguientes secciones se organizan diacrónicamente y geográficamente, con énfasis en los
aportes teóricos y metodológicos y se centra en la investigación reciente.
3.1. Los estudios del periodo Arcaico: fi fase RST (1900 mi 1980)
En fuerte contraste con el conjunto de los estudios paleoambientales disponibles, la arqueología
de las ocupaciones humanas tempranas en Bolivia es limitada. Históricamente, la mayoría de la
investigación arqueológica en Bolivia se ha llevado a cabo en las tierras altas y valles interandinos,
particularmente en sitios grandes, monumentales, como Tiwanaku. Por otra parte, la cuestión del
desarrollo de Tiwanaku como un sistema de gobierno a nivel estatal, centrada en las costas del
sudeste de la cuenca del lago Titicaca, ha recibido la mayor atención ( Kolata, 1993 , 2003 ; Albarracín-Jordan,
1996 , 2007 ; Stanish, 2003 ; Janusek de 2008 ). La investigación sobre la colonización humana más
antigua en todas las regiones de Bolivia va a la zaga la investigación llevada a cabo en los países
vecinos (véase Aldenderfer, 1989 , 1999 ;
Dillehay, 2000 , 2008 ; Lavallée, 2000 ; Miotti y Salemme, 2003 ;
Núñez et al., 2005 ; Politis et al., 2008 ; Borrero, 2009 ; Aldenderfer y Flores Blanco, 2011 ; Santoro et
al., 2011 ). los fi primera evidencia arqueológica de las ocupaciones del período Arcaico en Bolivia fue
informado por el explorador francés, Georges Courty (1910) , Que visitó dos de estos sitios en 1903,
Relaves y Huancané, ubicadas entre San Pablo y San Vicente en la remota región de Lípez, en el
altiplano sur. Relaves, ubicado en 4400 m asl, consistió en un taller lítico, incluyendo raspadores y
buriles de cuarcita verde y negro. Huancané, a 4350 m asl, incluido sílex y Jasper Florida copos. Courty
(1910) , Inferir de las características del artefacto, argumentaron que estos sitios eran probablemente “
Neolítico “; esto fue sin duda una interpretación no convencional, dado que la noción que prevalece
con respecto al poblamiento del Nuevo Mundo, en ese momento, estaba relacionado con el Viejo
Mundo Paleolítico.
Dick Edgar Ibarra Grasso (informada por los colectores en La Paz) informó de la siguiente signi fi peralte
descubrimiento arqueológico, en 1954, en el sitio de Viscachani, situada en 3820 metros de altitud,
en la carretera entre La Paz y Oruro. Ibarra Grasso (1954 , 1955 , 1957 , 1965a , 1965b) descrito
Viscachani como un sitio grande, que se extiende entre seis y once hectáreas, coveredwith puntas de
proyectil y la otra Florida aked herramientas de piedra. Sugirió que la solución se encuentra en la
parte superior de 8 mi 15 m de altura terrazas, en las orillas de un lago glacial antigua ahora seco. Las
colecciones de superficie llevadas a cabo entre 1954 y 1960 produjo más de 9000 artefactos (véase
también Vela, 1964 ). Las excavaciones llevadas a cabo en el sitio incluyen fi cinco pozos de prueba
iniciales, poco después de que el informe inicial del sitio ( Ibarra Grasso, 1957 : pag. 145, 1965b : pag.
32), y 30 pozos de sondeo adicionales llevados a cabo en 1960 en colaboración con investigadores
alemanes Hermann Trimborn, Hansjürgen Müller-Beck, y Josephine Welt ( Ibarra Grasso, 1965a : pag.
13). Sin estratigrafía sustantiva fue documentado en las excavaciones, debido a una combinación de
arado agrícola y la erosión del suelo.
Ibarra Grasso (1954) inicialmente clasificación fi ed las puntas de proyectil Viscachani en dos
tipos. los fi primera incluyó puntos alargados similares a hojas de sauce y con fi retoque lateral ne,
mientras que el segundo tipo incluye los puntos más generales, similares a hojas de laurel que fueron
trabajadas por percusión Florida copos solamente. Se ligó el fi tipo RST para el complejo Ayampitín
descrito por Alberto RexGonzález (1952) yacimiento al aire fromanopen, ubicado en la provincia
argentina de Córdoba, mientras que el segundo se comparó a una “ Paleolítico temprano ” industria. Osvaldo
Menghin (1954) posteriormente llamado estas industrias Ayampatinense y Viscachaniense,
respectivamente. Ibarra Grasso (1965b: pp. 54 mi 57, 1973) entonces subdividida estos grupos en fi cinco
fases cronológicas y especuló que el sitio podría ser tan antiguo como 20.000 años.
Los arqueólogos especializados en arqueología andina con beneplácito la nueva adición de un
asentamiento precerámico en la lista creciente de sitios tempranos de los Andes (por ejemplo, Lanning,
1967 ; Barrancos, 1972 ), Aunque
 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
con un cierto desacuerdo. Por ejemplo, Lanning y Hammel (1961) argumentó que la distinción entre
las dos industrias fue probablemente arti fi cial. Para resolver la controversia, Patterson y Heizer (1965)
llevó a cabo un análisis tecnológico y estilístico de las herramientas de piedra Viscachani. Su
muestra estuvo constituida por 63 artefactos predominado por puntas de proyectil, lo que sugiere la
mayor parte de la asamblea era similar al nivel más temprana (Ayampitín) de Intihuasi Cave (ca.
6300 aC), en el noroeste de Argentina, y la Luz (ca. 5500 aC) y Canario (ca. 4950 aC) complejos de
la costa peruana. Las excepciones incluyeron pequeñas derivaron puntos, característica de Laguna
Hedionda (véase más adelante) y el Pichalo Precerámico II del norte de Chile, que data de
aproximadamente 2000 mi 3.000 ANTES DE CRISTO. Como consecuencia, Viscachani se interpretó
como una “ típico ” asentamiento período arcaico asociado con una adaptación a la caza y la
recolección de la montaña, una interpretación sigue siendo empleado por muchos investigadores (por
ejemplo, Bruhns, 1994 : pag. 60; Aldenderfer, 2000 ; Dillehay, 2000 : pag. 181; Lizarraga-Mehringer de
2004 ).
En 1958, una expedición de la Universidad de Cambridge, dirigido por
Vita-Finzi (1959) , Exploró los lagos de sal del desierto de Atacama, en el norte de Chile, y los lagos
de altura adyacentes del desierto de Lípez, en el suroeste de Bolivia. Lawrence Bar fi ELD (1961) , la
expedición ' s arqueólogo, informó signi fi ocupaciones precerámico cativas en ocho sitios fromLaguna
Colorada, fi cinco sitios fromLaguna Hedionda, y al Chacilla (Chucilla en Vita-Finzi ' s mapa), un sitio
ubicado en las orillas del río Grande de Lípez. Los artefactos líticos se recogieron de la superficie de
todos estos sitios y se incluyen varias puntas de proyectil. Además, un refugio de piedra (Laguna
Hedionda ' s Sitio IV) fue excavado parcialmente, revelando 12 capas superpuestas, varios de los
cuales eran precerámico. Bar fi ELD comparó los artefactos líticos con la secuencia tipológico
desarrollado por Le Paige (1958) , En el norte de Chile (pero también sobre la base de algunas visitas
a territorio boliviano, véase más adelante). Como resultado, los conjuntos líticos, “ Puripica ”( contemporáneo
con Ayampitín), Tambillo, Cebollar, y un nuevo conjunto, llamado
“ Colorada ”, Se identificaron fi ed y relacionado con temporal, pero con frecuencia volvieron a ocupar,
campamentos de caza. En el bar fi vejez ' s interpretación, estos sitios,
“ dar una indicación de una larga tradición de caza en la zona, pero en la actualidad sólo puede ser
representan los ciervos. Más recientemente, Vannesa Jiménez (2007, 2012) ha estudiado el valle de
tentativamente fi tted en un esquema cultural o cronológico ”( Bar fi campo de 1961 : pag. 96). Además, “ parecía
que había una secuencia tipológico [de los asentamientos] asociado con las orillas de lagos
contracción progresivamente ”( Vita-Finzi, 1959 : pag. 402).
Le Paige (1964) llevado a cabo sus exploraciones en el desierto de Atacama, en el norte de
Chile y, además, hecho algunas exploraciones en el altiplano sur de Bolivia. En Bolivia, documentó
sitios en Soniquera, Quetena, Quetena Chico, San Agustín, San Pablo de Lípez, Laguna Hedionda,
Laguna Colorada, Laguna Verde, Zapaleri, y Laguna de Tara, la recogida de varios artefactos, que él
describe fabrica como sobre todo en negro basalto y algunas materias primas locales ( Le Paige,
1964 : pag. 37). Le Paige (1964) informaron que las ocupaciones en el suroeste de Bolivia se
corresponden bien con las fases cronológicas que identi fi la disfunción eréctil en los diferentes
ambientes del desierto de Atacama. Sugirió que el lugar más importante para llevar a cabo nuevas
investigaciones deberían ser Soniquera, donde se identificó fi ed al menos 11 lugares diferentes.
3.2. estudios del periodo Arcaico: segunda fase (1980 mi 2010)
3.2.1. altiplano norte
El altiplano norte del lago Titicaca ha recibido más atención arqueológica que cualquier otra
región en Bolivia ( Browman, 1981 ; Kolata, 1993 , 2003 ; Stanish, 2003 ; Janusek de 2008 ). Aunque
este trabajo ha incluido varios proyectos de levantamiento cobertura completa y varias excavaciones
a gran escala, muy pocos sitios del período Arcaico han sido identificados fi ed. Juan
Albarracín-Jordan (1992, 1996: pp. 78 mi 79) y Albarracín-Jordan y Matthews (1990)
documentado dos sitios y dos proyectiles del período Arcaico aislados
49
puntos en la parte baja del valle de Tiwanaku. Sergio Cala Maldonado (2011)
ha documentado recientemente diez sitios del período Arcaico adicionales en el alto valle de
Tiwanaku, y, basándose en comparaciones tipológicas de puntas de proyectil, asignó cuatro de estos
sitios para el Período Arcaico Temprano. Todos estos sitios consisten de pequeñas (<1 ha)
campamentos al aire libre y talleres. Adicionalmente, Carlos Lemuz Aguirre (2001: pp. 187 mi 188) documentado
tres ocupaciones Tardío y Terminal período arcaico en Santiago de Huata, en la orilla oriental del
lago. Similar, José Capriles (2007) reportado cuatro sitios del período Arcaico en la costa noreste del
lago Titicaca, incluyendo dos refugios de piedra y dos campos al aire libre. El contexto arcaico única
fecha radiocarbónica en el lado boliviano del lago Titicaca es el nivel más bajo en Ch ' uxuqullu, un
sitio reportado por Charles Stanish et al. (2002) en la Isla del Sol Una muestra de carbón producido
una fecha de AMS de 3780 170 BP ( Stanish et al., 2002 : Tabla 1). Además, dos sitios más en la Isla
del Sol componen ocupaciones del período Arcaico ( Stanish y Bauer, 2004 : Tabla 2.1).
En comparación, el trabajo que Mark Aldenderfer y sus estudiantes han estado llevando a cabo
en el lado peruano del lago Titicaca es notable por su período arcaico fi (hallazgos Aldenderfer, 1998,
2000 ,
2009 ; Cipolla, 2005 ; Craig, 2005 ; Klink, 2005 ; Klink y Aldenderfer de 2005 ; Tripcevich de 2007 ).
Suficientemente interesante,
Aunque los sitios arcaicos Los primeros se han registrado en las encuestas de superficie en el lado
peruano del lago Titicaca, la mayoría de las ocupaciones excavadas datan del Arcaico Medio o
posterior ( Craig et al., 2010 ). Por ejemplo, dos muestras no calibradas desde los primeros niveles de
la fecha refugio de roca Qillqatani a 7100 130 BP (Beta-18926) y 7250 170 BP (Beta-18927) ( Tripcevich
de 2007 : Tabla 3.5).
3.2.2. altiplano central
La investigación en el centro de la identi altiplano fi ed una serie de ocupaciones del período
Arcaico, y, aunque se han realizado algunas excavaciones, algunos sitios han sido fechado por
carbono. Jorge Arellano López (1992) y Arellano López y Kuljis Meruvia (1986)
la investigación llevada a cabo en Río Mauri donde documentó dos talleres líticos, incluyendo Abrigo
Clemente, un refugio de piedra con abundantes artefactos líticos y pinturas rupestres naturalistas que
Markanasa, cerca de Charaña y la frontera boliviana-ChileanPeruvian. Documentó 23 sitios al aire
libre y cuatro refugios de piedra, dos de los cuales (PAM-PAM-05 y 06) se excavaron prueba y
incluían una secuencia estratigráfica punto y el proyectil, comparables sitio cercano a thewell
estudiado de Hakenasa en el norte de Chile ( Santoro y Núñez, 1987 ; Moreno et al., 2009 ; Osorio et
al., 2011 ; Santoro et al., 2011 ). A través de la colaboración, una AMS 14 muestra C de un fromone
camelidmetapodial de los niveles intermedios (45 mi 52 cm) de sus excavaciones en PAM-05was
datan de 3201 51 BP AA96431, colágeno óseo ( re 13 do ¼? 19,4). Jiménez (2012) también se ha
descubierto, en Markanasa, la ubicación potencial de la fuente de obsidiana conocido previamente
como “ Tipo Khonko ”( Giesso, 2003 ).
Yara Lizarraga-Mehringer (2004) llevado a cabo investigaciones adicionales en Viscachani,
incluyendo excavaciones de prueba, documentación de la pro forma natural fi les, colección de
artefactos de piedra adicionales, y el análisis de material previamente recogido por Ibarra Grasso y
otros estudiosos. Describió sitios en otras áreas, tales como Viacha, Quellcatani, Callapa, y la región
inter-salar, incluyendo superficie fi hallazgos similares a los de Viscachani. Aunque ella no lo hizo
ningún fecha radiométrica materiales arqueológicos, LizarragaMehringer ' s (2004) detallada con el
trabajo tipológico fi rms interpretaciones anteriores sobre el sitio, incluyendo los posibles ciclos
reocupación a largo plazo que implica la diversidad de puntos de proyectil, bifaciales, y otras
herramientas de piedra presentes en Viscachani. Además, ella también volvió a examinar otros sitios
del período Arcaico previamente conocidas, incluyendo Laguna Hedionda, Kayarani, Mayra Pampa,
Huerta Mayu, y Ñuapua (véase más adelante).
50 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
La investigación adicional en el altiplano central incluye encuestas de superficie que se llevaron
a cabo en Eucaliptus ( Irahola, 2007 ) Y Cala Cala ( Lima Tórrez et al., 2002 : pag. 71), donde se
documentaron los sitios y artefactos líticos similares a Viscachani. Albarracín-Jordan (2006)
También ha realizado una encuesta entre la ciudad de Oruro y Pisiga, en la frontera con Chile, donde
se documentaron algunos talleres líticos período arcaico y campos estacionarios. Marcos Michel
López (2008: Pág. 100) grabado dos asentamientos Periodo Arcaico Tardío en su encuesta de Huari,
cerca de la orilla sur del lago Poopó.
Fox (2007: Pág. 73) identi fi ed un arcaico nivel Período Terminal incluyendo puntas de proyectil
foliadas en sus excavaciones en el montículo período formativo de Chuquiña. La investigación en
Iroco, cerca de la moderna ciudad de Oruro, documentado 35 sitios período arcaico e incluyó
excavaciones y citas de uno de estos sitios ( Capriles et al., 2011 ; vea abajo).
Albarracín-Jordan (2005a) llevado a cabo un estudio sistemático de unos 16 km 2 cerca de la
ciudad de Potosí, como parte del estudio de impacto ambiental del proyecto minero San Bartolomé. A
una altitud entre 4100 and4400masl, 21 siteswere grabada, tenof que consistía en ocupaciones
período arcaico ( Albarracín-Jordan, 2005a ). Siete de estos sitios eran prueba excavado, la
producción de una gama considerable de artefactos líticos y desechos de talla. Uno de estos sitios
también incluyó los restos fragmentados de extinguirse Hippidium
dientes de caballo en la misma capa que desechos de talla lítica. Sin embargo, más investigación,
incluyendo la datación por radiocarbono, es necesario para estafar fi rm esta asociación contextual.
3.2.3. altiplano sur
Varios años después de las expediciones de Bar fi campo y Le Paige,
Eduardo Berberian y Jorge Arellano López (1978, 1980) reanudado la investigación en Lípez. La
mayor parte de su trabajo consistía en un reconocimiento de superficie de yacimientos al aire libre
cerca de Quetena y San Pablo de Lípez. Se describen diferentes tipos de puntos de proyectil,
incluyendo lanceoladas, romboide, y triangular. Basado en comparaciones tipológicas, sugieren que
estas herramientas corresponden a una fase de transición, de la caza-recolección generalizada a la
caza especializada que tuvo lugar entre 8500 y 1500 antes de Cristo ( Berberian y Arellano López,
1980 : Pp. 262 mi 263). Arellano López (1984, 1987, 1992,
2000) seguido trabajando en Lípez e informó asentamientos período arcaico adicionales cerca de
Alota, Soniquera, y Quetena. En ausencia de fechas, sus interpretaciones cambian de un enfoque
cronológico a una interpretación funcional, que describe tres tipos de sitios: talleres líticos,
campamentos temporales ( paraderos), y campamentos de caza ( Arellano, 1987 : pag. 189). Los
talleres se encuentran en la parte superior de las terrazas de ríos como Quetena y Lípez que Florida ow
en Salar de Uyuni. Los campos temporales y de caza fueron, aparentemente dispersos, sobre el
interior de las llanuras. Además, los posibles lugares residenciales, tales como abrigos rocosos y
cuevas, se encuentran en afloramientos rocosos, a veces bastante lejos por encima del valle Florida pavimentos
Kayarani, Mayra Pampa, y Vila Vila. Aunque este trabajo permanece en gran parte sin publicar, sus
de. Talleres, tales como Mina Abaroa, incluyen bifaces (con formas variables, la cantidad de retoque
y sin modificar fi ed corteza), herramientas unifaciales de diferentes tamaños y formas, raspadores, y
varios Florida copos. En collaborationwith Arellano López, Juan Carlos Berazain (1995) También lleva
a cabo estudios en Laguna Colorada, la documentación de varias ocupaciones del período Arcaico.
Por desgracia, su fi hallazgos derivan exclusivamente de la superficie dispersa fi hallazgos. Arellano
López (2000) excavado y fechado por carbono-unos pocos sitios en la región, pero todos ellos
corresponden al período Formativo y ocupaciones posteriores.
Más recientemente, un estudio intensivo se llevó a cabo en los alrededores de San Cristóbal ya
lo largo de la carretera entre San Cristóbal y salar de Ascotán, cerca de la frontera con Chile, como
parte de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto minero San Cristóbal ( Albarracín-Jordan
y Michel López, 1998 ;
Albarracín-Jordan, 1999 , 2000a , 2000b ). Aquí, más de 300 sitios han sido documentados, incluyendo
numerosos período arcaico abierto
aire talleres líticos y campamentos. En 23 de estos sitios, el trabajo adicional consistió en la
cartografía, las colecciones de superficie sistemáticas y excavaciones de prueba.
Desafortunadamente, debido a los fuertes procesos eólicos que se producen en la región, la mayoría
de los sitios consisten de Florida ado y lugares altamente erosionadas cubiertas por artefactos de
piedra de múltiples ocupaciones. En 2008, este trabajo se complementó con una encuesta cerca de
Alota e identi fi cuevas y abrigos rocosos ed con estratificación fi ed, ocupaciones que datan del
Pleistoceno bien conservado (ver abajo).
3.2.4. Otras regiones
Muy poco se sabe regiones fromother de Bolivia. Es irónico que algunos de los sitios fewdated
primeros Período Arcaico en Bolivia, incluyendo Ñuapua, San Luis, y San Lucas se encuentran en los
valles interandinos y las tierras bajas del Chaco (véase más adelante). En 1978, David Davies
publicó una breve evaluación de tres boliviana, a principios de los restos humanos que él describe
como tener características robustas ( Davies, 1978 : pag. 280). Aunque la procedencia de los restos
no es específica fi ed (en el papel, los sitios se conocen como Bolivia I, II, y III), los presentes autores
creen que al menos dos de estos corresponden a los esqueletos humanos Jaihuayco y Sacaba (ver Lynch,
1976: p. 231, 1990:
pag. dieciséis ). Los restos humanos Sacaba y Jaihuayco corresponden a diferentes esqueletos,
parcialmente mineralizados descubiertos en el valle de Cochabamba durante constructionwork civil
en los años 1950 y 1960 ( Ibarra Grasso, 1965a : pag. 14). muestras mandibulares y maxilares de
estos esqueletos se exportaron por Davies (además de posiblemente dos especímenes humanos
adicionales) para datación por radiocarbono, racemización de aminoácidos, y Florida contenido de
flúor analiza por Reiner Protsch (1979:. P 72) en la Universidad de Frankfurt. Los resultados
observados en la muestra de Cochabamba (Jaihuayco) incluyen una fecha de radiocarbono de
13,050 250 BP (Fra-102), una fecha de racemización de aminoácidos de 13200 un (Fra-A-7), y Florida contenido
de flúor de 1,60 mi 1,73%. El espécimen Sacaba sólo incluye los resultados de un ensayo de
racemización de aminoácidos de 18000 un (Fra-A-10) y Florida contenido de flúor de 2,08% ( Berger y
Protsch, 1991 : pag. 266). Sin embargo, dadas las incertidumbres asociadas a la aplicación de estos
métodos a los materiales con historias de deposición poco claros, y el hecho de que Protsch fue
acusado de mala conducta ética y la fabricación de datos en relación con otros especímenes fósiles,
estos resultados son cuestionables (ver Terberger y la calle de 2003 ; Schulz, 2004 ; Calle et al., 2006 ).
A pesar de que porciones de estos esqueletos se exportaron para la investigación, fragmentos de
ambos son currentlyon exposición al theMuseoArqueológicode laUniversidad Mayor de San Simón,
en Cochabamba.
Richard MacNeish y Ricardo Céspedes Paz llevaron a cabo investigaciones en los valles de
Cochabamba, en la década de 1980, y propusieron la existencia de posibles sitios tempranos en
excavaciones en Kayarani dado muy tosca herramientas de piedra, lo que sugiere una ocupación del
período Arcaico. En 1997, LizarragaMehringer (2004: pp. 337 mi 347) continuado estas excavaciones y
se recogió una muestra de la capa más baja de la pro excavación fi Le que data de 2415 50 BP
(ETH-19374), lo que sugiere el sitio fue ocupado mucho más tarde de lo previsto. En Mayra Pampa,
ubicada en el valle de Mizque, Céspedes Paz encontró un diente de caballo extinguido en
associationwith herramientas líticas, lo que indica una, potencialmente, la ocupación humana
temprana ( Lizarraga-Mehringer de 2004 : pag. 360). Sin embargo, durante las excavaciones posterior
del componente Período Formativo en el sitio, Brockington et al. (1995 : Tabla 8) identi fi ed tres capas
precerámicos, incluyendo el nivel 12 que produjo la fecha Terminal arcaico de 3.905 65 BP
(GX-12984).
En Chuquisaca y menor Florida flancos de los Andes orientales, Ibarra Grasso (1965b; 1973) reportado
la presencia de sitios tempranos en Huerta Mayu, La Candelaria, Quila Quila, y Maragua. Para el
refugio de piedra Huerta Mayu (véase Ibarra Grasso y Querejazu Lewis, 1986 ;
Lizarraga-Mehringer de 2004 : pag. 361), se infiere que la presencia de
 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
arte rupestre, en el ser humano formade “ negativo ” huellas de manos, podrían sugerir una conexión
con la Cueva de las Manos, en el sur de Argentina (pero véase Capriles et al., 2008 ). Paja Colorada
es otro refugio de piedra, en el oeste de Santa Cruz, que también incluye representaciones similares
huella de la mano. Las investigaciones más recientes en los valles interandinos involucrado
encuestas superficie sistemáticos que permitieron la identificación fi cación de dos sitios del período
Arcaico en el valle Icla ( Blom y Janusek de 2005 : pag. 96) y diez en el valle Cintis ( Rivera
Casanovas, 2004 :
pag. 49); pero se requiere una investigación de seguimiento.
Prácticamente nada se sabe de la primera colonización de las tierras bajas de la Amazonía
boliviana. Teniendo en cuenta el retroceso glaciar, siguiendo el Último Máximo Glaciar, se supone
que un aumento de la secreción de depósitos cuaternarios en los llanos de Mojos y otras cuencas
habría hecho difícil el asentamiento humano y la preservación de los sitios arqueológicos
problemáticos (pero ver Lombardo et al., En prensa ). Sin embargo, se requiere más investigación, en
particular a lo largo de los diques abandonados de paleo-ríos, pro incidentales fi les de grandes ríos, y
el Escudo Brasileño, donde los depósitos, posiblemente generados por la actividad antropogénica
durante el Pleistoceno Superior y el Holoceno Temprano, podrían ser mejor conservados (véase Kipnis,
1998 ; Araujo et al., 2005 ).
4. fecha Bien primeras ocupaciones humanas
Disponible resultados de la investigación con fi rm que los sitios del período Arcaico, incluyendo
Pleistoceno tardío y Holoceno ocupaciones tempranas, son
Figura 2. Mapa de sitios arqueológicos período arcaico en Bolivia.
51
presente en territorio boliviano ( Figura 2 ). Desafortunadamente, la falta de énfasis en la investigación
en este período y, más importante aún, la ausencia de datación por radiocarbono de contextos
potencialmente primeros, han causado una significante fi brecha no puede en el conocimiento con
respecto a la presencia humana temprana en el país. Sin embargo, los proyectos de investigación
recientes han producido las fechas radiométricas que no sólo estafadores fi rm la presencia de sitios
tempranos, pero también apuntan a los lugares potenciales para la investigación continua. En esta
sección, calibraciones fueron performedwith Calib 6.0 ( http://calib.qub.ac.uk/calib/ ),
utilizando el conjunto de datos SHCal04
( McCormac et al., 2004 ) Para fechas más tempranas que 10.000 BP y el conjunto de datos IntCal09 ( Reimer
et al., 2009 ) Para las fechas de mayor edad ( tabla 1 , Fig. 3 ).
4.1. tierras bajas del Chaco
4.1.1. Ñuapua
En 1978, una misión paleontológica, organizado por la Universidad de Florida, el Museo del
Condado de Los Ángeles, y el Servicio Geológico de Bolivia, realizó exploraciones en el sitio
paleontológico Cuaternario de Ñuapua (también conocido como Ñuagapua), en las tierras bajas del
Chaco del sureste Bolivia ( MacFadden, 1981 ;
MacFadden y Wolff, 1981 ). Ñuapua es una cala erosionado asocia con tierras baldías sedimentarias
de al menos tres formaciones geomorfológicas depositados en un ambiente lacustre que incluyen
abundantes depósitos fósiles de vertebrados ( Hoffstetter de 1968 ). Además de la recuperación de
numerosos ejemplares de paleofauna extintos, los investigadores hicieron la extraordinaria fi hallazgo
de un fosilizado parcialmente
52 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59

esqueleto humano. Los restos humanos se asociaron con un paleoambiente lacustre que incluía

( Rivera Casanovas y cala Maldonado

fauna depositados en arcilla limosa. El conjunto de mamífero incluye restos de la siguiente

( MENCIAS 2012 ; Salvatierra 2012 )

( MacFadden y Wolff 1981 : pag.

( Marshall et al., 1984 : pag. 34)

( Placzek et al., 2006 : Tabla 1)

( Placzek et al., 2006 : Tabla 1)

( Coltorti et al., 2010 : Tabla 1)

( Coltorti et al., 2010 : Tabla 1)

( Albarracín-Jordán y Capriles
familias: Glyptodontidae, Megalonychoidae-

( Capriles 2011 : Tabla 7.2)

( Capriles 2011 : Tabla 7.2)

( Delcourt 2001 : pag. 11)
Mylodontoidea, Gomphotheriidae, toxodontidae, Macrachenidae, équidos, tayasuidos, Camelidae,
Ctenomydae, Capromyidae, y Octodontidae ( MacFadden y Wolff, 1981 : Tabla 3). Los restos

2011 : Tabla 2)

2011 : pag. 96)

humanos se identificaron fi ed como los de una mujer de 50 años. A fecha de radiocarbono, utilizando
referencias

apatita ósea, directamente con fecha estos restos a 6600 370 BP, y Florida análisis flúor no resultó en
776)

signi fi diferencias signifi entre los restos humanos y la paleofauna asociado ( MacFadden, 1981 : pag.
9; MacFadden y Wolff, 1981 : pag.

Parte inferior de sedimento antropogénico en pro

La parte superior de los sedimentos antropogénicos

Cave, nivel de ocupación 1,7 m por debajo

sedimentos antropogénicos en origen

abrigo de la roca, el nivel de ocupación en

al aire libre, depósito paleontológico

al aire libre, depósito paleontológico

776). Una segunda fecha de radiocarbono de los restos humanos Ñuapua proporcionado una fecha
Recinto al aire libre, las excavaciones de

Bone-colágeno, lama metapodialRecinto al aire libre, característica de la basura

Recinto al aire libre, característica de la basura

Hearth en origen natural pro fi Le

Hearth en origen natural pro fi Le

consistente de 7200 400 BP ( Marshall et al., 1984 :

pag. 34). Adicionalmente, Lynch (1990: Pág. 16) menciona una fecha de radiocarbono adicional de glyptodon
en pro de origen natural fi Le
1,85 m debajo de la superficie
El radiocarbono data mayores de 5250 cal AP y la información asociada a los sitios arqueológicos tempranos en Bolivia. La calibración realizada con Calib 6.0 ( http://calib.qub.ac.uk/calib/ ) Usando el conjunto de datos SHCal04 ( McCormac et al.,

de origen natural fi Le
sigue siendo que produce la fecha de
Contexto cultural

21000 BP, y dos fechas de racemización de aminoácidos de

natural pro fi Le

de la superficie
13000 3000 (AGL-034) y 14 500 2500 (AGL-002-H), citando un informe no publicado por Wolff y
desarrollo

colegas. Las fechas de racemización de aminoácidos puede corresponder a la obra de Davies (1978) y
Protsch (1979) . Este último, como se indicó anteriormente, puede plantear serios problemas de
credibilidad. Los restos humanos de Ñuapua actualmente están curadas en el Museo Nacional de
Bone-colágeno, tschudii

Historia Natural, en La Paz.

postcraneal humana

sedimentos orgánicos

Cavia mandíbula
craneal humana

craneal humana
Bone-colágeno,

En 1984, Arellano López (1986) exploraciones arqueológicas realizadas en Ñuapua que

Material

Carbón

Carbón

Carbón

Carbón

Carbón
6508 mi 6954 material chamuscado Convencional

describen una secuencia estratigráfica que corroboró la paleontológico fi hallazgos. Informó la

6570 mi 8160 Convencional Bone-apatita,

7253 mi 8976 Convencional Bone-apatita,

presencia de paleofauna en asociación con artefactos líticos que incluían cuarcita retocada Florida copos,
buriles, y raspadores; pero no hay puntas de proyectil ( Arellano López, 1986 : Pp. 51 mi 52). Arellano
López también informa de la presencia de una ocupación de cerámica más adelante en Ñuapua y los
2004 ) Para fechas más tempranas que 10.000 BP y el conjunto de datos IntCal09 ( Reimer et al., 2009 ) Para fechas más antiguas. Los extremos de la 1 s y 2 s se reportan rangos.

Método

restos muy fragmentados de un segundo individuo humano. Adicionalmente, Lizarraga-Mehringer

(2004) queso Brie Florida y visitó el lugar, en
8218 mi 8537 AMS
7573 mi 7781 AMS

7687 mi 7937 AMS

4846 mi 5271 AMS

6003 mi 6289 AMS

6216 mi 6435 AMS

9008 mi 9424 AMS

8630 mi 9252 AMS

Cal BP (2 s)

23 12684 mi 12.878 12.614 mi 13.054 AMS

1997, durante la investigación para su tesis doctoral, y herramientas de piedra adicionales recogidos.

Más recientemente, un equipo de geólogos italianos y bolivianos volvió a Ñuapua (cambiando el

nombre del sitio con su buen topónimo Guaraní de Ñuagapua) y llevado a cabo nuevas
7007 mi 7786

7613 mi 8362

8349 mi 8424

6032 mi 6281

6290 mi 6395

8728 mi 9087

investigaciones para determinar la asociación entre los seres humanos y paleofauna ( Coltorti et al.,
21,7 7595 mi 7684

24.1 6658 mi 6858

23,4 7745 mi 7925

22,3 4867 mi 5036

19,7 9032 mi 9288

2010 , 2012 ). Su trabajo consistía principalmente en reconstrucciones geomorfológicas basado en las

descripciones y secuencias de reticulación estratigráficas de origen natural pro fi les en el arroyo. A
continuación, se encontraron varias herramientas líticas en asociación con fósiles de animales bajo
Error años BP re 13 C Cal BP (1 s)

varios metros de depósitos cuaternarios. También recogieron tres muestras para datación
20

radiométrica. La muestra más joven corresponde a un tablón de madera de fecha a los tiempos
históricos (140 50 BP, Beta-
50

80

50

60

45

47

45

82

92

69
6600 370

7200 400

6870

5980

7640

7041

4441

5444

5591

8273

8105

10917

197971) y se deposita por debajo de 3 m de aluvión. Las dos fechas más antiguas son algo
consistente con fechas anteriores, y podrían apoyar la presencia de la ocupación humana durante el
Holoceno Temprano. Una muestra se AMS fechada en 6870 50 BP (Beta-194692) y se compone de
sedimentos del suelo depositado aproximadamente 9 m debajo de la superficie en la cerámica
valles secos
interandinos

interandinos
valles secos

altiplano sur
tierras bajas del

tierras bajas del

tierras bajas del

tierras bajas del

altiplano

altiplano

altiplano

altiplano

altiplano

associationwith y Florida fragmentos int ( Coltorti et al., 2010 : Tabla 1). La segunda muestra se fechado
central

central

central

central

central
Chaco

Chaco

Chaco

Chaco

en 5980 80 BP (Beta-197969) y se corresponde con carbón identi froma de solera fi ed 7 m debajo de

altitud Región

la superficie en un pro de origen natural fi Le ( Coltorti et al., 2010 : Fig. 3). herramientas de piedra y
cerámica, además, se recogieron en associationwith estas fechas, así como restos óseos de
570

570

1860

3050

3880

3660

3660

3690

3690

3930
Beta-194692 570

Beta-197969 570
Nueva York Queens
código de laboratorio

ETH Zürich
College (QC)

AA54456

AA54457

AA91568

AA91569

AA84158

Equus, Vicugna, y otros taxones fósiles.

(ETH)
N/A

El sitio de Ñuapua es signi fi no puede, no sólo por la extraordinaria fi hallazgo de Early Holoceno
Pumiri, URR-001 AA96432
San Lucas, SL79 OZK824

restos humanos, pero también debido a su notable asociación con megafauna extinguido, incluyendo
gliptodontes, perezosos terrestres gigantes, caballos, camélidos, e incluso mastodontes. Este sitio ha
Salar de Coipasa,

Salar de Coipasa,

Cueva Bautista,
Tarija, San Luis

sido a menudo citado como el asentamiento humano temprano única fecha en Bolivia (por ejemplo, Lynch,
Ñuagapua,

Ñuagapua,

Iroco, KCH20

Iroco, KCH20
Nombre del sitio

1990 : pag. dieciséis; Borrero, 2009 : pag. 149). El sitio ha sido interpretada como un paleo Holoceno
sitio 7

sitio 7

AL03
1978

2002
Ñuapua,

Ñuapua,
tabla 1
 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
Fig. 3. Calibrados fechas de radiocarbono de las ocupaciones humanas tempranas en Bolivia (datos de tabla 1 ).
refugio y la presencia de restos humanos sugiere su papel ecológico como depredadores ( MacFadden,
1981 ; Lynch, 1990 ). El estudio reciente llevado a cabo por Coltorti et al. (2010, 2012) apoya la
interpretación del papel de los seres humanos como depredadores de survivingmegafaunawell en
períodos de tiempo más recientes. Aunque las nuevas fechas y la investigación geomorfológica
añaden signi fi información de peralte en los atributos únicos del sitio, más investigación es necesaria,
incluyendo un trabajo sistemático para establecer la especificación fi naturaleza c de los
asentamientos y las actividades humanas. La investigación complementaria debería incluir datación
directa de la megafauna extinta, los estudios zooarqueológicos de huesos de animales para pruebas
de modi humana fi cationes, y las evaluaciones tafonómicos del sitio ( Barnosky y Lindsey, 2010 ).
4.2. valles interandinos
4.2.1. Tarija y San Luis
La cuenca Tarija situado en el sur de Bolivia es famoso por sus camas gruesas cuaternario que
incluyen abundantes restos paleontológicos de fauna extinta (por ejemplo, Echazú, 1905 ; Hoffstetter,
1963 ;
MacFadden y Wolff, 1981 ; Marshall et al., 1984 ; Marshall y Sempere, 1991 ). Varias expediciones de
varios países se llevaron a cabo en Tarija entre los años 1830 y 1920, lo que resulta en muchas
colecciones de Cuaternario paleofauna vertebrado extinguido. Además, las personas locales
especularon sobre la asociación de estos
fi hallazgos y restos humanos. En 1942, a petición del naturalista francés Paul Rivet, geólogo Víctor
Oppenheim llevó a cabo de manera explícita un estudio geológico de la cuenca de Tarija para
evaluar la asociación entre los yacimientos de fósiles y restos humanos. Oppenheim (1943)
identi fi ed varios taxones de fauna extinta pero negó categóricamente la asociación entre estas
muestras y ocupaciones humanos. En sus palabras, los restos humanos “ debe atribuirse a finales del
precolombina o incluso más recientes habitantes de la región ”
( Oppenheim, 1943 : pag. 555). Mucho más tarde, MacFadden et al. (1983) , Utilizando el método de
polaridad magnética, de fecha la Cuenca Tarija a la Formación Ensenadense (1,2 mi 0,7 Ma), lo que
implica la incompatibilidad temporal entre los yacimientos de fósiles y restos humanos. Sin embargo,
Tonni et al. (2009) Recientemente se han cruzado con fecha las camas fósiles Tarija y unidades
geológicas con el estándar cronológico pampeana argentina bien estudiado, lo que sugiere que los
depósitos cuaternarios Tarija se extienden sobre la mayor parte del Cuaternario, incluyendo el
53
Formación Lujanense (700.000 mi 11 000 a), la apertura de la posibilidad de coexistencia entre
humanos y megafauna extinta (véase también Coltorti et al., 2007 ).
En 1987, un esqueleto humano parcialmente mineralizado fue descubierto en la zona de Tarija
de San Luis. Una muestra de médula a partir de estos restos se exportó por B. Arózqueta y HJ Siber
y se analizó en el Ion Beam Geofísica Lab del Instituto Federal Suizo de Tecnología (PSI / ETH
Zürich), dando una fecha de radiocarbono AMS de 7640 50 BP ( Delcourt, 2001 : pag. 11). Aunque el
contexto del esqueleto humano San Luis no está clara, esta fecha sugiere que los seres humanos
estaban ocupando la cuenca durante el Arcaico Medio y pide una nueva evaluación de la
coexistencia entre humanos y paleofauna. Más recientemente, Philippe Delcourt (2001, 2003) ha
informado
fi hallazgos de abrigos rocosos y sitios al aire libre que contienen ocupaciones Precerámico en el
oeste de Tarija, incluyendo Cerro Cobre, Rejara, Mecoya, Quebrada Honda, Laguna Taxara,
Copacabana, Yunchara y Iscayachi (véase también Michel López et al., 2000 ; Ventura et al., 2010 ).
Además de diferentes tipos de puntos de proyectil, la presencia de fi sh cola apunta en algunos de
estos sitios es intrigante. Los restos humanos de San Luis están actualmente curada en el Museo
Nacional Paleontológico y Arqueológico, en Tarija, pero se requiere más investigación para
determinar la presencia de los primeros seres humanos en el valle.
4.2.2. San Lucas
Claudia Rivera Casanovas y Sergio cala Maldonado (2011)
han llevado a cabo recientemente un estudio de la región de San Lucas en el valle de Cinti superior
del oeste de Chuquisaca (véase también Rivera Casanovas, 2004 ). Como resultado, se informó 33
asentamientos Periodo arcaico, de los cuales aproximadamente 58% se encuentra en la sierra alta y
el 42% en la parte baja quebradas. Sólo dos sitios eran más grandes que 1 ha, mientras que la
mayoría consistía en pequeños sitios de campamento. Su trabajo en el valle incluido la limpieza de
un profesional de origen natural fi Le corte en un río. El PRO fi le dio a conocer evidencias de ocupación
humana con una solera y una superficie ocupación asociado cubierto por aproximadamente 6 m de
aluvión. Una fecha de AMS del hogar produce la fecha de 7041 60 BP (OZK-824) o 7938 mi 7689 cal
BP ( Rivera Casanovas y cala Maldonado, 2011 : Tabla 2). Además, proporcionan una tipología de
puntas de proyectil y otras herramientas de piedra que sugiere que las personas en los valles y las
tierras altas compartían una tradición tecnológica similar.
54 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
4.3. Tierras altas
4.3.1. Pumiri
Javier MENCIAS (2012) y Dagner Salvatierra (2012) llevado a cabo investigaciones en Pumiri,
cerca Turco (en el Departamento de Oruro), y la poco conocida fuente de obsidiana Sora Sora ( Ávila
Salinas, 1975 ;
De Burger et al., 2000 ). Aquí, excavaron un refugio de roca (URR-001) asociado con un estilo de arte
roca posiblemente temprano y documentado más de 2 m de la deposición estratigráfica, incluyendo
una secuencia de período arcaico sustancial ( MENCIAS, 2012 ). A través de la colaboración, una
muestra de carbón desde el nivel de ocupación humana más profunda clara de este sitio (1,85 m por
debajo de la superficie) fue AMS 14 C fechada en 4441 45 BP (AA96432, re 13 do ¼? 22.3) o 4867 mi 5036 rodeado de grandes adoquines y manchas de posibles hoyos de poste, y mide 1,2 m por 1 m de
cal BP. Este nivel se asoció con una gran punta de proyectil foliated, fabricado en sílex disponible a
nivel local, una pequeña triangular obsidiana provino punta de proyectil, un núcleo de obsidiana, y
numerosos Florida copos.
4.3.2. Salar de Coipasa
Durante fi trabajo de campo llevado a cabo para la reconstrucción de la secuencia de paleolagos
en el altiplano sur y el centro (ver arriba), Placzek et al. (2006) identi fi ed un refugio de piedra Situada
a orillas del salar de Coipasa. sitio 7 mi de su estudio mi se encuentra en 3660 m asl y se
associatedwith una empinada pendiente incrustaciones de toba en la frontera de la sal de
Florida a. El refugio de piedra incluye un profesional de origen natural fi LE con estratificación gruesa fi ed
sedimentos antropogénicos describen como marrón de arena-limos con abundante carbón, hueso, y
los fragmentos de herramientas de piedra ( Placzek et al., 2006 : Sup. estera.). lítica dispersos Florida akes radiocarbono de colágeno huesos de animales recuperados de la característica de basura pit
y aproximadamente 20 puntas de proyectil romboides y foliados se encontraron dentro de un 10-m de
radio. Dos muestras de carbón de la parte inferior y superior de las capas antropogénicas de la pro fi le
fueron analizados, produciendo un intervalo de fechas entre 5636 y 5397 BP o 6440 mi 6000 cal BP ( Placzek
fabricación de herramientas se llevaron a cabo en el sitio. Además, la evidencia sugiere
et al., 2006 : Tabla 1). La ausencia de sedimentos lacustres en los depósitos arqueológicos fechados
ni sugiere posterior transgresión lago durante o después de la ocupación humana de este sitio ni una
posible expansión regional de humedales ( Placzek et al., 2006 : pag. 527). Esta ocupación humana
es signi fi no puede becausenotonly es oneof los fewdatedsites en esta zona del altiplano, sino
también porque muestra que había grupos humanos que ocupan esta región durante el Holoceno, un
tiempo de aumento de la aridez probable y la imprevisibilidad del medio ambiente (véase
Baker et al., 2005 ; Núñez et al., 2005 ; Grosjean et al., 2007 ).
4.3.3. Iroco
Iroco se encuentra en el margen norte del lago Uru-Uru en el Departamento de Oruro. Aquí, los
autores han llevado a cabo
fi el trabajo de campo de investigación desde 2003, fi primero como parte del estudio de Evaluación de
Impacto Ambiental (EIA) del Proyecto de Kori Chaca Minería y, posteriormente, como parte de un
proyecto de investigación centrado en el pastoreo de camélidos temprana ( Albarracín-Jordan, 2005b ;
Capriles, 2011 ;
Capriles et al., 2011 ). Iroco incluye hábitats de tierras altas típicos como orillas de lagos, Florida planicies
y colinas, con vegetación característicamente abierta compuestas de praderas y matorrales. Durante
el Holoceno, el clima de la zona Florida uctuated, produciendo etapas alternantes de entornos
lacustres y fluviales ( Rigsby et al., 2005 ). Durante sistemática de alta intensidad,
encuesta de cobertura total de
38.35 km 2, 35 asentamientos del período Arcaico se documentaron ( Capriles, 2011 ; Capriles et al.,
2011 ). Basado en el tamaño del sitio y el contenido, una diversidad de asentamientos se identificó fi ed,
incluyendo talleres líticos, bases para el hogar, y los campos de logística y fijas. Sólo tres sitios eran
más grandes que 0,5 ha. En 2005, las colecciones y las excavaciones sistemáticas se llevaron a
cabo en uno de estos sitios, KCH20 ( Albarracín-Jordan, 2005b ). Todos los artefactos de la superficie
se obtuvieron de 96 (25 m 2) parcelas. Como resultado, se recogieron 4439 artefactos líticos, que
consiste principalmente de Florida akes y desechos de talla (91%). Sin embargo, las herramientas de
piedra completos y fragmentados también estuvieron presentes, entre ellos varios
tipos de puntas de proyectil, preformas, raspadores unifaciales, bifaciales, cuchillos, y buriles. El
material crudo más frecuente fue basalto negro (62%), seguido por dos tipos de sílex (23%), y otras
materias primas menos frecuentes, incluyendo obsidiana. basalto negro probablemente se originó en
Querimita, una cantera situada en la costa suroeste del lago Poopó (ver Michel López, 2008 ). los fi primero
fi cinco unidades de excavación estratigráfica producen información interesante, pero sólo un puñado
de herramientas de piedra, depositados sobre todo dentro de una capa de limo discreto de
ocupación cubierta por depósitos de arena eólicos. Sin embargo, en la Unidad 6, situada en el
noreste del sitio, una característica grande y densa se identificó fi ed, que contiene varias
herramientas de piedra y hueso de animal permanece asociado con una capa de limo. La
característica consistía en un pozo de basura en forma de sub-rectangular o solera capsulado
largo y 15 cm de profundidad. restos líticos recuperados de esta característica incluyeron 155
muestras incluyendo tres puntas de proyectil, siete raspadores, un martillo cuarcita percusión, y de
decenas Florida copos de diferentes materias primas. Dos puntas de proyectil de hombros y de tallo ( Capriles
et al., 2011 : Fig. 4a, h) se recuperó de la función, en la Unidad 6, sugirió el sitio fue ocupado durante
el Arcaico Temprano (Tipo 1B en
Klink y Aldenderfer de 2005 : pag. 31). Los restos de fauna consistieron de 446 muestras de hueso,
que comprende camélidos-guanaco tamaño, ciervos, cobayas silvestres, patos, fochas, y avocetas
con evidencia clara de la quema y la rotura, lo que demuestra que se depositaron como resultado de
carnicería humana, el consumo, y descartan (actividades Capriles, 2011 ). Dos fechas AMS
produjeron el rango de edad de 8314 mi 8059 BP o 9289 mi 8729 cal BP ( Capriles, 2011 : Tabla 7.2). La
frecuencia y distribución de artefactos líticos implica que las actividades de mantenimiento y
arqueofaunístico un área de actividad intensiva que incluía la preparación in situ de alimentos, el
consumo, y el descarte ( Capriles, 2011 ). Sitio KCH20, en Iroco, sirve como punto de referencia para
la comprensión de la economía de subsistencia de forrajeo en el altiplano durante el Período Arcaico
Temprano.
4.3.4. Cueva Bautista
El seguimiento de las preguntas que surgieron durante el Proyecto de Evaluación de Impacto
Ambiental Minera San Cristóbal, encuesta y las excavaciones se llevaron a cabo en el valle del río
Sora (ubicado entre San Agustín y Alota, en Lípez), en 2008 y 2010 ( Albarracín-Jordán y Capriles,
2011 ). Como resultado, 17 asentamientos del período Arcaico se documentaron, once de los cuales
corresponden a las cuevas y abrigos rocosos. Algunos de estos sitios incluyen pruebas de origen
Paleoamericano ( Albarracín-Jordán y Capriles, 2011 ). En
2008, un 1 m 2 pozo de prueba fue excavado en Cueva Bautista (AL03), situado a 3932 m de altitud.
La unidad se encuentra en el centro de la cueva y produjo un profundo secuencia estratigráfica 1,8
m. Las capas superiores se componen de ocupaciones prehispánicas, incluido un período formativa
caché ritual de fecha a 3111
54 BP o
3384 mi 3101 cal BP (AA84157). Más importante aún, a 1,7 m por debajo de la superficie y por debajo
de aproximadamente 80 cm de culturalmente estéril naturalmente depositados fi ll, un nivel de
ocupación asociada con artefactos líticos y madera carbonizada se identificó fi ed. Una muestra de
carbón a partir de esta superficie ocupación fue AMS fecha a 10.917 69 BP o
12989 mi 12806 cal BP (AA84158). Los artefactos líticos recuperados del estrato Pleistoceno en
Cueva Bautista incluidos fi ve sílex de color marrón claro Florida copos, uno jaspe rojo Florida Ake, una
calcedonia Florida Ake, fi cinco de obsidiana Florida akes (uno con retoque), y uno de basalto negro Florida
Ake. La mayor parte de la identi fi ed materias primas líticas son localmente y regionalmente
disponibles, pero la fuente de obsidiana conocida más cercana es la Laguna Blanca / Zapaleri, cerca
de la frontera boliviana-chilena-argentina, y unos 150 km al sur del sitio ( Nielsen, 2004 ;
Yacobaccio et al., 2004 ; Seelenfreund et al., 2010 ).
 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
Actualmente, la cueva Bautista es el más temprano, arqueológicamente documentado, los
asentamientos en territorio boliviano y uno de los sitios arqueológicos más antiguos de los Andes
centrales del sur ( Albarracín-Jordán y Capriles, 2011 ). El sitio ' s ocupación temprana es consistente
con un par de asentamientos tempranos como Tuina y Salar Punta Negra en el desierto de Atamaca
( Núñez et al., 2002 ; Grosjean et al., 2005 ) Y su importancia para la comprensión de la colonización
humana de, y la adaptación a los ecosistemas, a gran altura en los Andes, durante el Pleistoceno
tardío, no puede pasarse por alto. El altiplano sur de Bolivia necesita mucho más científica fi c
atención, no sólo en términos de enfoques de reconstrucción, sino también en términos de avances
metodológicos y procesos de construcción de la teoría. Los autores están llevando a cabo más
investigación en la Cueva y Bautista su entorno.
5. Conclusiones
5.1. Arqueología finales del Pleistoceno y Holoceno Temprano en Bolivia
Bolivia es un país con un gran número de sitios arqueológicos, que representan un amplio
espectro de manifestaciones culturales a través del tiempo y el espacio. Por desgracia, hay muy poca
investigación se ha hecho para abordar los problemas relacionados con la presencia humana más
antigua en las diversas regiones que componen el país. En este trabajo se presenta una visión
general y evaluación del marco de la investigación asociada a los sitios del período Arcaico. Aunque
muchos puntos débiles siguen siendo, los estudios en curso han comenzado a fi ll en los principales
vacíos y para proporcionar un conjunto claro y robusto de datos. Hasta hace relativamente poco
tiempo, período arcaico arqueología en Bolivia, basado sobre todo en comparaciones tipológicas con
secuencias procedentes de países vecinos, se limitaba a la especulación cronológica (por ejemplo, Arellano sitios arqueológicos conocidos en Bolivia. El trabajo en Iroco (Oruro) y Cueva Bautista (Potosí) deriva
López, 2000 ). Por otra parte, la arqueología Período Arcaico en Bolivia, en fuerte contraste con los
países vecinos (con la única excepción de Paraguay), ha sido lento en la producción de los datos
sustanciales. Hasta hace poco tiempo, se sabía muy poco sobre el pasado distante en esta parte de
los Andes. Sin embargo, la nueva generación de arqueólogos bolivianos está empezando a corregir
esta situación. Actualmente, signi fi los datos relativos a la colonización cativos Paleoamericano de
esta parte de los Andes se está recogiendo sistemáticamente. Por otra parte, la ocupación arcaica
temprana de diversas zonas ecológicas en Bolivia está recibiendo más atención. Las fechas de
radiocarbono de contexto y arqueológicos de San Lucas, San Luis, y Ñuapua sugieren la presencia
de habitantes humanos en los valles interandinos y las tierras bajas del Chaco de Bolivia por el sur
de al menos 8000 BP cal. La posible asociación de los primeros cazadores-recolectores con
paleofauna, se extiende hacia el Holoceno es una cuestión intrigante que le espera a la resolución ( Coltorti
et al., 2012 ). Seguimiento de la investigación en San Lucas y el trabajo futuro en los valles de Tarija
debe proporcionar información complementaria importante con respecto a los sitios anteriores.
Aunque algunos sitios podrían estar cubiertos por una considerable aluviones acumulados a lo largo
del Holoceno, el trabajo arqueológico en abrigos rocosos y cuevas, cortes de los ríos y lechos fósiles,
debe contribuir a una más grande corpus de información. Además, la evaluación bioantropológicos y
pruebas geoquímicas de los restos humanos de San Luis y Ñuapua, así como en los esqueletos
humanos de Cochabamba, son otras áreas importantes para la investigación futura.
En las tierras altas, la abundancia de las ocupaciones del período Arcaico históricamente
documentado en estudios y excavaciones es considerable. Aunque algunos de estos sitios han sido
de fecha radiométrica, que apuntan hacia signi fi la presencia humana no puede comenzar tan pronto
como sea ca.
13000 cal BP. Los primeros grupos humanos que colonizaron el continente ya poseían el complejo
sofisticación social, la simbólica y tecnológica que caracteriza a nuestra especie ( Dillehay, 2008 ; Goebel
et al., 2008 ; Meltzer, 2009 ). De hecho, la primera colonización de los Andes involucrado complejos
procesos de adaptación biológica y cultural de singular ambiental
55
(circunstancias Aldenderfer de 2008 ). Estos procesos, junto con especí fi c estratégicos respuestas
evolutivas a factores ambientales desafiantes son susceptibles a la investigación comparativa. Por
ejemplo, dado que la investigación paleoambiental sugiere que entre 13.000 y 11.000 cal BP, el
altiplano estaba cubierta por extensos lagos, las adaptaciones humanos tempranos a entornos de
alta elevación pueden estar relacionados con búsqueda de alimento en los recursos lacustres, y no
meramente limitan a la explotación de relativamente grandes mamíferos, tales como los camélidos
salvajes o ciervos.
La compleja geografía de los Andes incluye abundantes lugares con evidencia potencialmente
buen estado de conservación de las ocupaciones humanas tempranas. Los sitios de fecha
fewavailable indican la presencia de ocupaciones humanas en las tierras altas de Bolivia a lo largo
del Holoceno. La dispersión de los sitios de tierras altas requiere más investigación con excavaciones
sistemáticas y la datación por radiocarbono de los dos sitios al aire libre y estratificación fi abrigos
rocosos ed. Como la investigación continúa, se espera que las cuestiones relacionadas con el
desarrollo de la especificación fi c tradiciones culturales, sistemas económicos y procesos de
domesticación de animales y plantas, sin duda serían tratadas mediante pruebas recuperado de
estos sitios.
En una reciente evaluación de la arqueología período arcaico del centro sur de los Andes, Aldenderfer
(2009: Pág. 81) preguntó, “ ¿dónde está el arcaico boliviana? ” En este documento, en parte, responde
a esta pregunta fundamental. Hay tres factores que surgieron durante la década de 1990
contribuyeron sustancialmente a la creciente interés en la investigación Período Paleoamericano y
arcaico. En primer lugar, el número creciente de estudios de impacto arqueológico, llevado a cabo los
proyectos de minería, hidrocarburos, y de infraestructura, se ha incrementado el número y tipos de
de los estudios de impacto arqueológico que formaban parte de las evaluaciones de impacto
ambiental. En segundo lugar, una nueva generación de estudiantes de la Universidad Mayor de San
Andrés ha renovado con éxito el interés en los temas de investigación tanto tardías. Considerando
que, entre 1952 y 1985, la arqueología boliviana fue controlada por las organizaciones estatales que
se centraron casi exclusivamente en Tiwanaku y otra “ monumental ” sitios, la creación de un
departamento de arqueología en 1986 impulsó la investigación de una amplia gama de temas,
incluyendo períodos cronológicos anteriores. Por último, el aumento de la colaboración entre Bolivia y
los investigadores extranjeros ha producido nuevas oportunidades para mejorar la formación
académica, el acceso a los recursos de investigación para el análisis especializados, y la ampliación
de la significación fi cance de llevar a cabo estudios arqueológicos completos.
5.2. asentamiento humano temprano en Bolivia: perspectivas de investigación
Un número de localidades paleontológicas Cuaternario se han descrito en Bolivia ( Hoffstetter de
1968 ; MacFadden y Wolff, 1981 ; Marshall et al., 1984 ; Marshall y Sempere, 1991 ;
Mamani Quispe y Andrade Flores, 2003 ). Varios de estos sitios de fecha anterior al Pleistoceno
tardío, pero algunos son más jóvenes (es decir, Lujanense) y podría incluir potencialmente evidencia
de asociación entre los restos humanos y paleofauna, como en el caso de Ñuapua y, posiblemente,
San Luis ( Figura 1 ). Por desgracia, la mayor parte de la investigación paleontológica se ha centrado
en la recopilación y descripción de muestras con poco en la investigación tafonómicos y
paleoecológicos situ. Sin embargo, la ubicación y distribución de estos sitios, además de la
diversidad de animales que contienen debe proporcionar información importante sobre el
paleoambiente, de subsistencia, y el carácter de las ocupaciones humanas más antiguas en territorio
boliviano. Bien conservada, sin embargo, expone, camas fósiles del Cuaternario son a menudo
asociados con fallas geológicas. La investigación futura cerca y alrededor de los fallos recientes ( Lavenu
et al., 2000 ) Podría ser potencialmente productivo para la predicción de ubicaciones fósiles en
asociación con ocupaciones humanas tempranas. La correlación entre las camas fósiles
paleontológicos, fallas geológicas, y la ubicación de los cuatro principios conocidos
56 JM Capriles, J. Albarracín-Jordan / Cuaternario Internacional 301 (2013) 46 mi 59
esqueletos humanos, sugiere que esto podría ser un lugar interesante para futuras investigaciones.
Es cierto que el aumento de la investigación arqueológica en las tierras altas de Bolivia seguirá
aumentando el número de sitios tempranos. Como Dillehay (2000: Pág. 182) predijo hace una
década, “ más penetrante en la puna alta y altiplano de los Andes centrales y del sur puede sacar a la
luz más abrigos rocosos con ocupación temprana. ”
Sin embargo, junto con un mayor número de sitios, período arcaico arqueología en Bolivia tiene que
ir más allá de la sistemática cultura-historia y la obra tipológico y se centran en la investigación y la
teoría impulsada problema orientado ( Lanata y Borrero, 1999 ; Politis, 2003 ). Por ejemplo, estrategias
de utilización económica pueden estar relacionadas con cuestiones evolutivas utilizando expectativas
explícitas de la teoría de forrajeo óptimo. Favorablemente, parte de este trabajo ya se está
produciendo. Por ejemplo, Jiménez (2012) se está acercando a su investigación en Markanasa
mediante el empleo de un enfoque explícitamente ecológica que dirige el desarrollo de adaptaciones
ecológicas a ambientes de tierras altas. Cala Maldonado (2011) También se ha acercado a las
ocupaciones del período Arcaico del valle de Tiwanaku utilizando un enfoque marxista explícita que
conecta las formaciones sociales en las estrategias de subsistencia. La investigación en curso en
Iroco y Cueva Bautista implica el análisis de los patrones de asentamiento y organización tecnológica
en términos de adaptaciones ecológicas resistentes al cambio climático, en el contexto de las
limitaciones medioambientales decisiones sociales y económicas ( Albarracín-Jordán y Capriles, 2011 ;
Capriles, 2011 ;
Capriles et al., 2011 ).
Por otra parte, los proyectos de la encuesta y las excavaciones en curso y los nuevos tienen que
ser complementados por protocolos documentación actualizada y especializada contextual y análisis
de artefactos. El trabajo futuro debe incluir zooarqueológico especializada, paleoetnobotánico, y los
estudios geoarqueológicas para abordar cuestiones orientadas a la investigación. Los estudios líticos
deben ir más allá de la descripción de puntas de proyectil para caracterizar los conjuntos en términos
de organización tecnológica y explicar los cambios en los sistemas de liquidación. Por último, es
esencial hasta la fecha estos ensamblajes y compararlos complejos towellstudied fromPeru, Chile,
andArgentina ( Rick andMoore, 1999 ; Lavallée, 2000 ; De Souza, 2004 ; Klink y Aldenderfer de 2005 ;
Núñez et al., 2005 ; Santoro et al., 2005 ; Aldenderfer de 2009 ; Aschero y Hocsman 2011 ; Hoguin y
Yacobaccio 2012 ).
Una limitación importante para la investigación en Bolivia es la disponibilidad de fondos para la
datación por radiocarbono. Sólo los proyectos bien financiados tienen thehighcosts toafford beenable
de radiocarbondates. Esta es anarea en colaboraciones con otros investigadores (incluyendo otros
científicos cuaternario) podrían hacer una diferencia y producir signi fi Resultados puedo. La
integración entre los datos paleoclimatológicos y researchhas arqueológicos beensuccessful
insouthernPeru ( Rigsby et al., 2003 ; Craig et al., 2010 ) Y el norte de Chile ( Grosjean et al., 2007 ; Santoro
et al., 2011 ), Pero estas colaboraciones, en su mayor parte, todavía están ausentes en Bolivia, y por
lo tanto, esta es un área inwhich trabajo futuro debe desarrollar categóricamente. Por otra parte, la
colaboración con paleoclimatólogos es esencial para la comprensión de los procesos a largo plazo,
como las adaptaciones culturales a diferentes dimensiones, magnitudes y grados de cambio climático
global.
La arqueología del Pleistoceno Superior y el Holoceno Temprano es un emocionante y
desafiante, y la ampliación fi campo de la arqueología boliviana. Hay un montón de oportunidades
para hacer signi fi descubrimientos Cant y contribuir a los temas de investigación más amplios en la
arqueología del Nuevo Mundo, incluyendo el poblamiento temprano del continente, adaptaciones
evolutivas humanas a entornos de gran altitud, la domesticación de plantas y animales, dinámica de
la población en relación con el cambio climático global, la interacción social temprana, y el papel de
los humanos en la extinción de la megafauna. Aprender más sobre el poblamiento temprano de los
Andes, el Amazonas y cuencas del Plata también conducirá a una mejor comprensión de las fuentes
de diversidad cultural que aún rompecabezas académicos de diversa científica fi do fi campos.
Expresiones de gratitud
Nuestra investigación en Iroco y Cueva Bautista recibió fondos de la National Geographic
Society, la National Science Foundation, la Fundación Bartolomé de las Casas, Monopol, Factumx
Ingeniería y la Universidad de Washington en St. Louis. Las fechas de radiocarbono de Markanasa,
Pumiri, Iroco, y Cueva Bautista fueron apoyados por las cuotas de descuento de la NSF-Universidad
de Arizona AMS-Fondo. Nos gustaría agradecer a Gustavo Politis, Luciano Prates, Lucas Bueno, y
James Steele por invitarnos a participar en el proyecto de base de datos de América del Sur por
radiocarbono y por sus recomendaciones útiles sobre el papel. También nos gustaría expresar
nuestro agradecimiento a Dave Cejifrente, Alejandra Domic, Blaine Maley, Fiona Marshall, y dos
revisores anónimos para proporcionar muchos comentarios y sugerencias útiles sobre una versión
anterior de este documento.
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