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El ALCOHOL

Definición

El alcohol es la droga más consumida y aceptada en nuestra sociedad cuyo consumo excesivo
puede hacer daño al organismo (dependencia, enfermedades digestivas, enfermedades
cardiovasculares, lesiones derivadas de accidentes de tráfico, absentismo laboral, etc.).

¿Qué es el alcoholismo?

La del alcohol es una adicción que puede ahogar tu vida, ya que no sólo tiene múltiples
consecuencias físicas, sino también psicológicas. Salir de este problema es posible con voluntad
y ayuda.

El alcoholismo (o dependencia alcohólica) es uno de los principales motivos de consulta de salud


mental, y se caracteriza por un consumo excesivo de alcohol durante un tiempo prolongado,
que supone dependencia del mismo.

Se considera un grave perjuicio para la salud, que aumenta el riesgo de muerte como
consecuencia de enfermedades en el hígado, cáncer, depresión, accidentes, etcétera.

Sin embargo, muchos alcohólicos no reconocen su problema y, por tanto, nunca buscan ayuda
para resolverlo, mientras que en otros casos la verdadera razón por la que solicitan asistencia
(el abuso del alcohol) aparece enmascarada por los efectos del alcoholismo sobre el estado físico
y psicológico del paciente, que a esas alturas de la adicción ya resultan evidentes.

El tratamiento del alcoholismo requiere de una intervención multidisciplinar de diversos


profesionales que atiendan los aspectos físicos y psíquicos de la dependencia, así como las
diversas patologías asociadas.

Enfermedades ocasionadas por el alcohol

Las enfermedades causadas por el alcohol más comunes son las enfermedades hepáticas,
cáncer, infecciones, anemia, gota, neuropatía alcohólica, pancreatitis, enfermedades
cardiovasculares, síndrome de Wernicke-Korsakoff, degeneración cerebelosa, síndrome del
espectro alcohólico fetal, demencia y depresión.

1. Enfermedades hepáticas: Es ampliamente conocido que el consumo excesivo de alcohol


afecta a tu hígado. Este órgano se encuentra en la parte superior derecha del abdomen
y su función principal es ayudarte a procesar los alimentos, además de actuar como filtro
para ciertas sustancias.

• Hígado graso: los bebedores asiduos frecuentemente presentan acumulaciones de


grasa en el interior de las células del hígado. Tener grasa en el hígado no produce síntomas ni
parece ser grave, el problema es que te predispone a desarrollar una hepatitis si el consumo de
alcohol permanece.

• Hepatitis alcohólica: se trata de la inflamación del hígado que puede tener diferentes
niveles de gravedad según avance la enfermedad. Así, en un grado leve puede que no se den
síntomas notorios y sólo se detectaría a través de un análisis de sangre.

• Cirrosis hepática: es una enfermedad crónica que no puede revertirse. Se caracteriza


por la sustitución del tejido hepático sano por tejido cicatricial o fibrosis. Poco a poco ese tejido
dañado va aumentando, y puede bloquear la circulación sanguínea. Así, el hígado va dejando de
funcionar correctamente, impidiéndose la regeneración normal de las células hepáticas.

2. Cáncer: Desde principios del siglo XX, se sabía que las bebidas alcohólicas consumidas
en exceso podían ser cancerígenas. Parece ser que esto ocurre porque el cuerpo
convierte el alcohol en una sustancia potencialmente cancerígena llamada
acetaldehído. Más concretamente, en un estudio de la Global Burden of Disease (GBD)
se encontró que el alcohol aumenta el riesgo de cáncer en el tracto digestivo superior
(boca, orofaringe, esófago y laringe), el inferior (colon, recto e hígado), además de
cáncer de mama. Sin embargo, más recientemente otros estudios están descubriendo
conexiones entre el alcohol y otros tipos de cáncer como cáncer de próstata, de
estómago, endometrio, páncreas, etc.
3. Infecciones: El sistema inmunológico, que es aquél que nos protege de las infecciones y
otros contaminantes externos, parece estar debilitado en individuos que abusan del
alcohol. Por tanto, éstos presentan más fácilmente enfermedades infecciosas como
neumonía, tuberculosis, VIH, o enfermedades de transmisión sexual. Éstas últimas son
frecuentes, ya que las personas que se intoxican con alcohol son más propensas a
ejecutar conductas sexuales de riesgo.
4. Anemia: Puede ocurrir que un excesivo consumo de este tipo de bebidas disminuya el
número de glóbulos rojos, que son los que llevan el oxígeno a las células. Esto se conoce
como anemia, y da lugar a síntomas como cansancio permanente, falta de aliento y
palidez. La anemia y el alcohol se vinculan por diferentes motivos: el alcohol impide la
absorción de hierro, ácido fólico y vitamina B12 (déficits de estas sustancias producen
anemia). Por otro lado, los alcohólicos pueden sufrir desnutrición pues normalmente
olvidan mantener una dieta equilibrada, lo que promueve la aparición de anemia.
5. Gota: Es un tipo de artritis que da lugar a inflamación en una articulación y aparece de
manera repentina. La gota surge por la acumulación de cristales de ácido úrico en la
articulación afectada. Se relaciona con el alcohol ya que éste contiene altos niveles de
purina. La purina es una sustancia que, al ser metabolizada en el interior de las células,
se produce ácido úrico que puede cristalizarse en las articulaciones.
6. Aumento de la presión sanguínea: El consumo de alcohol es un importante factor de
riesgo para la hipertensión, situado entre un 5 y un 7% (Fundación Española del
Corazón). Si se abusa del alcohol, se puede alterar el sistema nervioso simpático, que es
el que controla la constricción y dilatación de los vasos sanguíneos en respuesta a la
temperatura, estrés, o esfuerzos.
7. Neuropatía alcohólica: Se trata de una enfermedad en la que los nervios periféricos se
deterioran por daños neurológicos asociados con el consumo de alcohol, ya que éste es
tóxico para las células nerviosas. También aparece por que el alcohol produce una mala
absorción de nutrientes como tiamina, vitamina E, vitaminas B12 y B6. Éstas parecen
tener un papel importante en mantener los nervios en un estado óptimo.
8. Pancreatitis: Consiste en la inflamación del páncreas, un órgano relacionado con la
digestión que produce hormonas (como la insulina) y segrega enzimas digestivas. Su
principal síntoma es dolor abdominal que empeora tras las comidas, además de
náuseas, vómitos, fiebre y debilidad. Es una enfermedad potencialmente mortal que
debe tratarse enseguida.
9. Enfermedades cardiovasculares: Un consumo de alcohol excesivo y, sobre todo, la
ingesta de grandes cantidades de alcohol en poco tiempo, promueve que las plaquetas
se agrupen en coágulos de sangre.
10. Síndrome de Wernicke-Korsakoff: Se trata de dos síndromes en uno (encefalopatía de
Wernicke y la psicosis de Korsakoff). La encefalopatía de Wernicke es de corta duración,
pero de importante gravedad. Se caracteriza por falta de coordinación motora,
confusión y parálisis o descontrol de los nervios oculares.
11. Degeneración cerebelosa: En alcohólicos crónicos se observa en casi un 27% (y sobre el
38% de los que ya tienen el Síndrome de Wernicke-Korsakoff). Consiste en una atrofia
situada en una parte del sistema nervioso denominada cerebelo, produciendo
progresivamente inestabilidad y ataxia de la marcha (falta de coordinación y equilibrio
al caminar).
12. Síndrome del espectro alcohólico fetal: Surge cuando la mujer consume alcohol
durante el embarazo, ya que durante éste no debería ingerirse nada de alcohol. Esto es
porque produce numerosos riesgos para el feto como daño cerebral, problemas en el
desarrollo, bajo peso al nacer, retraso cognitivo, problemas de concentración… además,
los bebés pueden sufrir el síndrome de abstinencia del alcohol una vez que han nacido.
13. Demencia y otros déficits cognitivos: Se sabe que el alcohol tiene efectos neurotóxicos
para las células de nuestro cerebro. Por tanto, no es de extrañar que acelere su
envejecimiento, dando lugar a dificultades evidentes en los procesos cognitivos.
14. Depresión: Se ha comprobado que es muy habitual que el consumo excesivo de alcohol
curse con depresión. Sin embargo, no se sabe exactamente qué sucede primero, es
decir, si la depresión promueve el alcoholismo o es el alcoholismo el que da lugar a
depresión. Algo similar parece ocurrir con la ansiedad.

Consecuencias del alcohol en la salud: El uso nocivo del alcohol tiene graves repercusiones en
la salud pública y es considerado uno de los principales factores de riesgo de la mala salud a
nivel mundial. En el marco de este proyecto de estrategia, el concepto de uso nocivo del alcohol
es una noción amplia que abarca el consumo de alcohol que provoca efectos sanitarios y sociales
perjudiciales para el bebedor, para quienes lo rodean y para la sociedad en general, así como las
pautas de consumo de alcohol asociadas a un mayor riesgo de resultados sanitarios
perjudiciales. El uso nocivo del alcohol compromete tanto el desarrollo individual como el social,
y puede arruinar la vida del bebedor, devastar a su familia y desgarrar la urdimbre de la
comunidad.

¿Cómo afecta el tabaco a tu cuerpo?

 Cerebro

• Cambia la acción de los neurotransmisores alterando su forma y función. Daños


irreversibles en las células cerebrales.

• Enfermedad de Korsakoff, debido a la falta de vitamina b1, que afecta a los sentimientos,
pensamientos y memoria.

• Cambios en la visión, pérdida de coordinación muscular y alucinaciones. La persona


confunde la realidad con sus invenciones.

 Corazón El alcohol en dosis altas eleva la presión sanguínea y produce daño al músculo
cardíaco. En algunos casos provoca miocarditis (inflamación de las fibras musculares del
corazón). Debilita la musculatura cardíaca y, por tanto, la capacidad para bombear
sangre
 Sistema nervioso

• Inhibición del dolor. Entorpecimiento de los reflejos. Depresión.

• Descoordinación.

• Disminución creativa e intelectual.

• Deterioro de la personalidad.

• Aparato cardiovascular

• Vasodilatación cutánea (piel caliente y enrojecida).

• Aumenta la frecuencia de las pulsaciones, el gasto cardíaco y la presión arterial.

• Efecto deletéreo(mortífero) sobre el corazón, condiciona la miocardiopatía alcohólica

 Aparato digestivo:

• Afecta al hígado: provoca cirrosis. El uso constante aumenta la producción del ácido
gástrico que puede producir úlceras y hemorragias.

• El cáncer de estómago ha sido relacionado con el abuso del alcohol. Las paredes del

• estómago sufren irritación e inflamación.

• Esofagitis: inflamación del esófago.

• Úlcera péptica: las zonas musculares son expuestas a dolores y perforaciones.

 Páncreas: Puede producir pancreatitis aguda, que es una enfermedad severa con peligro
de muerte. Puede provocar pancreatitis crónica, que es una enfermedad que se
caracteriza por un intenso dolor permanente, que además puede generar el abuso de
drogas para calmarlo. Diabetes. Peritonitis.
 Hígado: El hígado es el órgano más dañado debido a que su acción es metabolizar el
alcohol, desdoblándolo a otras sustancias; al irritarse la célula hepática es posible que
se produzca hepatitis alcohólica, que consiste en la inflamación y destrucción de las
células hepáticas. Desnutrición.
 Alcohol en sangre

• Inhibe los glóbulos blancos y rojos.

• Sin la suficiente cantidad de glóbulos rojos para transportar oxígeno, el cuerpo se ve

• afectado de anemia.

 Musculatura

Desciende el umbral de sensibilidad de la fatiga. Posible alteración muscular.

Rupturas fibrilares, contracturas, etc.

 Sistema inmunológico:

• La falta de glóbulos blancos origina un fallo en el sistema inmunológico, aumentando el


riesgo de infecciones bacterianas y virales.

• Disminuye la libido y la actividad sexual.


• Puede causar infertilidad e impotencia en el hombre.

Cambios en los hábitos y estilo de vida que pueden ayudar a superar la adicción al alcohol

 Cuando un paciente toma la decisión de dejar de beber y recuperar el rumbo de su vida


puede llevar a cabo una serie de cambios que pueden ayudarle:
 Evitar ciertas personas con quienes normalmente bebe y lugares donde pueda consumir
alcohol.
 Hacer planes donde el alcohol no sea estrictamente necesario.
 Mantener el hogar libre de alcohol.
 Seguir determinados pasos cuando aprecie que tiene ganas de beber: identificar esa
necesidad y tener unas pautas a seguir para no consumir.
 Acudir a grupos de ayuda donde compartir experiencias y ver que no está solo.

¿Qué ocurrirá cuando dejes de tomar?

Dejar el alcohol es necesario para aquellas personas que tienen un problema relacionado con la
adicción a esta sustancia; pero también para quienes el alcohol está produciendo daños sobre
su organismo. Las enfermedades causadas por el consumo de alcohol son innumerables, y a
veces, irreparables. Incluso las personas sanas pueden encontrar muchos beneficios al
abandonar el consumo de alcohol.

Mejora la concentración: No es necesario haber bebido una gran cantidad de alcohol para notar
este gran cambio. En tan solo un mes de abstinencia, encontramos que se mejora nuestra
capacidad de atención y de concentración. También el sueño se ve favorecido.

Perder peso y mantener la línea: El alcohol tiene más calorías que los chocolates o las patatas
fritas. Además, provoca retención de líquidos y celulitis. Entre las ventajas de dejar de tomar
alcohol, se mantiene la línea y se pierde peso.

Reduce el nivel transaminasas: Uno de los motivos por los que mucha gente deja de beber es
por los altos niveles de transaminasas, ácido úrico, colesterol o presión arterial que se
encuentran ante un chequeo rutinario. Aunque los efectos del alcohol dependen de cada
persona, del patrón de consumo y del tipo de bebidas que se ingieran, en general, es probable
que estos patrones se normalicen después de un mes de abstinencia.

Recupera los niveles de vitaminas: El alcohol contribuye a la sensación de saciedad, por lo que
los grandes bebedores suelen tener carencias nutricionales relacionadas con los aminoácidos
esenciales y las vitaminas B, C y E. Al dejar de consumir bebidas alcohólicas, estos niveles se
recuperan de forma paulatina.

Mejora la salud sexual En bebedores crónicos, el alcohol afecta a su salud sexual por su efecto
depresor sobre el sistema nervioso central. El alcohol dificulta la erección y el organismo en
personas que beben a diario, pero también cuando el consumo es agudo en forma de
borracheras.

Mejora el humor: Distintas investigaciones han revelado como el consumir alcohol de manera
excesiva nos hace estar siempre de mal humor e irritables. En los casos más graves, el consumo
de alcohol se puede relacionar con tristeza, ira e incluso cuadros depresivos.

Se reduce la posibilidad de padecer cáncer: Según datos de la Organización Mundial de la Salud,


el consumo excesivo de alcohol se relaciona de manera directa con algunos tipos de cáncer como
el de esófago, mama, colón o hepático.
Tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol

¿Qué medicamentos pueden tratar el trastorno por consumo de alcohol?:

• Disulfiram: Causa síntomas desagradables como náuseas y enrojecimiento de la piel


cada vez que bebe alcohol. Saber que beber causará estos efectos desagradables puede ayudar
a mantenerlo alejado del alcohol

• Naltrexona: Bloquea los receptores en el cerebro que le hacen sentir bien cuando bebe
alcohol. También puede reducir sus ansias por beber. Esto puede ayudarle a reducir su consumo
de alcohol

• Acamprosato: Ayuda a evitar el alcohol después de haber dejado de beber. Funciona en


múltiples sistemas cerebrales para reducir sus ansias, especialmente justo después de haber
dejado de beber

¿Qué terapias conductuales pueden tratar el trastorno por consumo de alcohol?

Otro nombre para las terapias conductuales es asesoramiento o consejería sobre el alcohol. Se
trata de trabajar con un profesional de la salud para identificar y ayudar a cambiar los
comportamientos que conducen a su consumo excesivo de alcohol.

• La terapia cognitivo-conductual ayuda a identificar los sentimientos y situaciones que


pueden conducir a un consumo excesivo de alcohol. Enseña habilidades para enfrentarlo,
incluyendo cómo manejar el estrés y cómo cambiar los pensamientos que le llevan a querer
beber. Usted puede recibir la terapia uno-a-uno con un terapeuta o en grupos pequeños

• La terapia de mejora motivacional (o terapia de estímulo de la motivación) ayuda a


construir y fortalecer la motivación para cambiar su hábito de beber. Incluye alrededor de cuatro
sesiones en un corto período de tiempo. La terapia comienza con la identificación de los pros y
los contras de buscar tratamiento. Luego, usted y su terapeuta trabajan en la creación de un
plan para cambiar su hábito. Las próximas sesiones se centran en aumentar su confianza y
desarrollar las habilidades que necesita para poder cumplir con el plan

• La consejería matrimonial y familiar incluye a los cónyuges y otros miembros de la


familia. Puede ayudar a reparar y mejorar sus relaciones familiares. Los estudios demuestran
que un apoyo familiar fuerte a través de esta terapia puede ayudarle a mantenerse lejos del
alcohol

• Las intervenciones breves son sesiones de consejería cortas, individuales o en grupos


pequeños. Incluyen entre una a cuatro sesiones. El consejero le entrega información sobre su
patrón de consumo y riesgos potenciales. El consejero trabaja con usted para establecer metas
y proporcionar ideas que pueden ayudarle a hacer un cambio

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