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La ciudad ha determinado nuestro destino cultural por los últimos trescientos años- se ha convertido

en un factor inseparable de nuestro destino personal y nacional. Como un producto de la


inspiración, el urbanismo es mayormente el corazón de la cultura occidental. Tanto la fuente del
orden político y el caos social. Tal como, la ciudad es también la fuente de la excitación intelectual
y los retos. Esto es lo que trata este libro: Las maneras en las que la ciudad ha conceptualizado desde
su origen hasta el tempo presente. El énfasis es debido al crecimiento de la ciudad moderna como
una constructora de inspiración y la respuesta literaria y cultural a esa idea—Los paradigmas
disidentes—desde el siglo XVII hasta el presente.

Llegue a la ciudad como un constructivo evolucionado mediante la súper posición de lo urbano


sobre los modos literarios y viceversa. –veo la ciudad moderna evolucionando a través de 3 etapas
de desarrollo—uno comercial, industrial, y otro “de la etapa de trabajo de la ciudad” También veo
el crecimiento de la ciudad como una forma inseparable de varias maneras de movimientos
literarios—en particular el desarrollo de la novela y los modos narrativos subsecuentes: el realismo
cómico, el realismos romántico, naturalismo, modernismo, y postmodernismo. Estos modos, a su
vez contienen subgéneros como la novela tópica, la novela gótica, la novela de aventura imperial, y
las de vaqueros “oeste” ciencia ficción, y narrativas distópicas,” catalogando” el desarrollo de estas
corrientes literarias, mi cuenta es larga, pero no totalmente, cronológica. Es también espacial,
mientras me muevo de Europa (específicamente en parís y Londres) hasta USA (más
específicamente en Nueva york) y después a través del continente norte americano (terminando
con una discusión en LOS Ángeles).

El tema de la ciudad es muy complejo, para reducirse a 2 o 3 “TEMAS”: así he dibujado varios hilos
a través de este libro, permitiendo bucles de significados para interconectar e interpenetrar. La
estructura anular de “La ciudad en la literatura” refleja la estructura anular de las ciudades mismas,
involucrando series de círculos, el circulo interior traza la historia de la ciudad, especialmente de la
ciudad moderna: el circulo exterior concierne a como esas ciudades han sido representadas, y los
círculos conectores tienen que ver con los movimientos urbanos y literarios. Aquí nos familiarizamos
con conceptos literarios tales como modernismo, en el cual el tema de la ciudad se convierte en un
problema definitivo.

Cuando Christopher Wren dibujó un plan (1666) para el nuevo Londres con el Mercado Real
reemplazando la catedral de San paulo, como un nuevo centro, su idea solo reflejaba lo que estaba
sucediendo en la práctica. Daniel Defoe nos dio un portarretrato de esta nueva ciudad, una entidad
sostenida por la necesidad comercial. Mientras Defoe dio la bienvenida la ciudad como una oferta
de una nueva forma de vida para una nueva clase de gente. Dickens vio como este proceso se
convirtió en un tanto materialista que endureció el corazón y disminuyó la compasión, alterando
nuestro sentido a escala humana, nuestro sentido de comunidad. Dickens fue un recopilador
brillante de esta transición urbana. El reafirmo un sentido de comunidad e intento devolver este
mundo a la escala humana a través de personajes sentimentales ( quienes creían que la bondad del
corazón puede convertirse en la maldad que combate) y unos nuevos observadores urbanos como
detectives.

El también vio la necesidad de nuevos sitios sagrados seculares, la vida de hogar se convierte en
algo más impredecible, - el corazón ha sido subyugado a lo misterioso. Los intentos para redimir la
nueva ciudad han fracasado, porque anónimamente ha reemplazado el evaporado sentimiento de
comunidad con cancillería y oficinas de circunloquio.

Dickens, el último de los cómicos realistas, creyó en un mundo sostenido por la presencia moral. Tal
como el mundo en la ciudad se convirtió en algo más complejo, la figura de “ESTHER Summerson”
no convenció funcionalmente y a el realismo cómico se le agotó el sentido.

Con el declive del estado, la juventud busco su destino en la ciudad. Allí las aspiraciones de los
héroes de Balzac conocieron a Vautrin. El nuevo Napoleón, el hombre de poder el cual se convirtió
en la ley por encima de el mismo. Anticipándose al súper hombre y a Raskolnikov de Dostoyesky.
Mientras Dickens trata el crecimiento de la ciudad industrial, “Tempos DUROS” Este tema encuentra
su más persuasiva representación en el naturalismo literario, especialmente esto en ZOLA en
Europa. Gissing y Moore en Inglaterra, y Dreiser y Frank Norris en américa.

ZOLA captura el barrido de tal cambio en sus novelas de “Rougon- Macquart”, escritas entre el 1871
y 1893, pero cubriendo el periodo del segundo imperio (1851-71). Mientras que ZOLA trata las
provincias, el centro de estas novelas es Paris, en el cual los personajes vienen en busca de el ser
esencial, y su búsqueda de poder. Probablemente ningún escritor moderno ha descrito mejor el
surgimiento de la nueva ciudad industrial con su proletariado resultante. En américa Dreiser y Norris
representaron las mismas formas del poder urbano e industrial, como una ciudad moviéndose hacia
un imperio.

Mientras los románticos, son a menudo concebidos como seres sin simpatía a la ciudad al punto de
la hostilidad, esto no es completamente cierto, como vimos en el realismo romántico. Aquí una
construcción mítica es superpuesta en la ciudad para explicar su significado en términos simbólicos,
religiosos o místicos. El modernismo en la segunda etapa del romanticismo, la vieja visión de la
ciudad transformada por nuevas técnicas literarias. Como el modernismo se movió a nuevas formas
de subjetividad, el significado de la ciudad se vuelve más denso, hasta que vemos la ciudad a través
de capas de significado histórico, o hasta que se desdibuje en una visión opaca.

En el centro del imperio, demandas fueron hechas en las ciudades capitales, que debilitaron su
centro, como en las novelas de Conan Doyle y Bram stroker, llevando a otros novelistas populares
como Rider Haggard devuelta a verdades primitivas; este proceso fue cuestionado por Joseph
conrad, quien vio una delgada línea entre el elemento destructivo en las sociedades tanto civilizadas
como primitivas, un elemento de la ciudad moderna que trató de encubrir. Ambos Conrad y T.S Eliot
vieron la ciudad moderna en términos sepulcrales, como una ciudad muerta, o al menos en agonía.
Tal visión fue compartida por comentadores sociales como Max nordeau, Henry y Brooks Adams,
Herman Hesse, y oswald spengler (y posteriormente Arnold Toynbee).

Así como la ciudad se vuelve más materialista, esta engendra una hostilidad en la imaginación
literaria--- una hostilidad que fue de mano en mano con una desconfianza en los valores inspirativos.
Desde Ralph Waldo Emerson a Ralph Waldo Ellison, escritores han representado una la ciudad
material aparte de la energía espiritual. Thomas Pynchon, sin embargo, no entretuvo una visión
binaria: “el dentalmente significó” y estableció sus personajes en un presente perpetuo en el cual
ellos fueron separados de todo excepto el juego constante de los estímulos significadores culturales.
Un sentimiento de lo misterioso, un sentido de misterio que la mente no puede entender, está
trabajando en “ La ciudad de Pynchon. Conexiones extrañas fueron hechas- quizás el trabajo de una
mente paranoica, quizás el trabajo de la conspiración urbana.

Todas esas visiones urbanas sugieren que debajo de la superficie de la ciudad moderna hay fuerzas
trabajando tan viejas como sus orígenes. Esas fuerzas han tomado muchas formas. Dionisio encarna
la fuerza disruptiva en la ciudad ; su espíritu es luego encanado por el carnaval, aun después por el
extraño misterioso y el hombre con la corona, y nuevamente por la teoría de Freud del misterio
como el retorno de lo reprimido. Los desastres naturales también amenazan la ciudad. Y finalmente,
lo que la ciudad forjó se convirtió en otra fuerza que reta esto desde dentro. La mayoría de escritores
y pensadores del mundo occidental han tenido que referirse a los términos con la ciudad, cada
época ofreciéndonos una identidad urbana que revela nuestros valores culturales ocultos. El drama
urbano juega por sí mismo contra una Europa transformada por la inspiración, por una américa que
ofrece una nueva Jerusalén, y por un “salvajismo (se refiere a algo como desconocido o agreste” y
una frontera en contraen la cual la ciudad asumió su significado.

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