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Qué hacer antes de empezar a correr para perder peso

Correr no es una moda pasajera, es un fenómeno de masas ¿por qué? porque correr es accesible,
barato, saludable y te hace sentir bien. Si eres obeso no sólo te animamos a empezar a correr, sino
que te damos las claves para ponerte en marcha sin lesionarte.
Hace poco Miguel González Pascual nos contaba cómo ha pasado de pesar 167kg a hacer
pruebas de ultrafondo, así como las dificultades con las que se encontró cuando empezó a correr
siendo obeso. Es el vivo ejemplo de que el running, lejos de ser incompatible con la obesidad, es la
solución al exceso de grasa.
¿Qué es ser obeso?
¿Sabes si eres obeso? Para saberlo, calcúlate el Índice de Masa
Corporal (IMC). El IMC se calcula dividendo tu peso en Kg entre el
cuadrado de tu talla en metros, si tu IMC es mayor de 30 k/m2 eres
obeso.
Si tu IMC es mayor de 30 debes saber que las personas obesas o con sobrepeso que se inician en
el mundo del running, enseguida experimentan los beneficios de su práctica:
•Incremento de la autoestima
•Reducción del riesgo cardiovascular
•Pérdida de peso, no solo momentánea, sino de forma continuada en el tiempo
¿Por qué es tan difícil empezar a correr siendo obeso?
Quieres perder peso, además estás cansado de oír que el ejercicio físico es la mejor manera de
conseguirlo, pero nadie te dice cómo se empieza a correr con tantos kilos de más.
Cuando una persona con obesidad empieza a correr enseguida nota molestias y dolores en la
zona lumbar de la espalda, las caderas, rodillas y tobillos. Esto a la larga podría suponer
una osteoartritis en las articulaciones de carga, no solo por el impacto que la carrera genera en
estas articulaciones, sino porque la obesidad genera en el organismo un ambiente “proinflamatorio”
que predispone a la lesión. Y como todo en esta vida, hacemos lo que nos gusta hacer. Si nada más
iniciarse en el running, el obeso que se decide a moverse siente dolores y molestias, las dolencias
generarán irremediablemente una aversión a la actividad física de la que le será difícil salir.
Lo que tienes que saber antes de empezar a moverte
- Cuidado con lesionarte, porque hasta caminar puede ser lesivo: Correr implica el impacto de las
articulaciones contra el suelo, lo que lo convierte en una actividad lesiva. La bicicleta, nadar o
caminar son actividades con menos impacto en las articulaciones y por tanto menos lesivas que
correr. No te vamos a pedir que aprendas a nadar o que te compres una bicicleta, pero debes saber
que pasar de la obesidad y el sedentarismo a correr o caminar sin transición previa podría
generarte las siguientes dolencias:
1. Dolor lumbar: El abdomen voluminoso adelanta el centro de gravedad. Paramantener el equilibrio
la zona lumbar trata de corregir la postura con el fin de evitar la caída hacia delante. En ese intento
de corregir la postura se sobrecarga y genera dolor.
2. Dolor articular: Tus articulaciones de carga (caderas, rodillas y tobillos) tendrán que soportar no
solo el peso de tu cuerpo, si no el peso de tu cuerpo impactando contra el suelo. Además el obeso
por su condición tiene a tendencia a generar inflamación y a tener dolencias y lesiones articulares
cuando corre.
Caminar no es una actividad inocua, sino que puede resultar lesiva para quienes pasan de una vida
sedentaria a hacer largas caminatas, un riesgo aún mayor en el caso de los obesos. Es frecuente
ver cómo los militares recién alistados en el ejército, que incrementan súbitamente su actividad
física diaria a 2-4 horas (aproximadamente 7 horas de marcha semanales y unas 4 horas de
corriendo a la semana), que antes de alistarse eran obesos y sedentarios se lesionan más que los
que aquellos que estaban delgados y habituados al ejercicio físico.
Sin llegar al extremo de los reclutas recién alistados al ejército, el 32% de los obesos con un IMC de
entre 25 y 40 Kg/m2 que inician un programa de adelgazamiento caminando tienen molestias
articulares y/o lumbares. Cuanto mayor es el índice de masa corporal mayor es el riesgo de
lesión.
Las personas no habituadas a la actividad física que empiezan con dolores y molestias rápidamente
abandonan el propósito, por tanto, si eres una persona sedentaria y te propones empezar a
correr PACIENCIA y SENTIDO COMÚN. No empieces con un volumen excesivo y detente si notas
molestias o dolores, porque el dolor podría hacer que abandonaras tu propósito.
- Márcate un objetivo realista: Todos los obesos que se plantean iniciar un programa de
entrenamiento, ya sea para completar una carrera de 5 Km o un maratón, tienen en común que
quieren cambiar su apariencia y revisar su estilo de vida. Márcate un objetivo realista, no te
centres en la distancia o en la marca. Al principio plantéate como objetivo bajar de peso sin
lesionarte, disfrutando del entrenamiento. La recompensa final será completar la distancia soñada o
correr a esa velocidad. Si lo consigues sin lesionarte el cambio en tu aspecto físico será algo que
recibirás gratis.
CÓMO EMPEZAR A MOVERTE SIN LESIONARTE ANTES DE CORRER
A. EMPEZAR A MOVERTE
Las personas sedentarias y obesas que se plantean correr se enfrentan a un doble desafío, no solo
al reto de empezar, sino al esfuerzo que supone soportar un mayor peso impactando sobre sus
articulaciones.
No se sabe cuál es el método más correcto para iniciarse en el running, pero lo más sensato es
empezar primero a caminar. Se recomienda caminar en pendientes hacia arriba o
alternar caminar-correr (CaCo) antes de atreverse con la carrera continua.
1. Camina a pasos cortos para reducir el riesgo de lesión y gastar más calorías:
Si eres obeso, cuando camines (o corras) a una determinada velocidad consumirás más oxígeno y
calorías que si estuvieras delgado porque al andar has de movilizar más peso, haces más esfuerzo
muscular y necesitas quemar más calorías y más oxígeno para desplazarte.
Se ha demostrado en laboratorio que los obesos (IMC >35 Kg/m2) consumen hasta un 48% más de
calorías por hora que los no obesos cuando trotan-caminan a 7-9 km/h. Caminar de forma enérgica
a velocidades en torno a 7-9 km/h es una excelente manera de perder peso, el problema es que
existe una relación directa entre la velocidad a la que se mueve el obeso y la carga que han de
soportar sus articulaciones.
Además las piernas del obeso se arquean adoptando forma de x (valgo), que al caminar
genera fuerzas de torsión en las rodillas y en los tobillos. Estas fuerzas en rodillas y tobillos
resultan más lesivas que el propio peso impactando sobre las articulaciones.
Para reducir la carga sobre las rodillas una buena estrategia es acortar la zancada y caminar a
pasos pequeños. Se ha demostrado que acortar la zancada un 15% disminuye tanto la carga sobre
las rodillas como las fuerzas de torsión con un incremento del gasto calórico en hasta un 4,6%.
Con el tiempo, si sigues en tu empeño de hacer sesiones de entrenamiento caminando a pequeños
pasos, irás bajando de peso sin sentir dolencias en las articulaciones. En un breve periodo podrás
tanto alargar la zancada como aumentar la velocidad y distancia de tus caminatas para seguir
perdiendo peso.
2. Camina cuesta arriba para bajar peso sin lesionarte:
Caminar de forma enérgica a 7-9 km/h es una excelente forma de perder peso, pero también es una
excelente forma de sobrecargar y de lesionarte si eres obeso o no estás habituado a moverte. Se ha
visto que cuanto mayor es la inclinación de la pendiente sobre la que caminamos, la carga que
han de soportar las rodillas es menor y mayor el consumo calórico.
Los obesos que inician en un programa de entrenamiento para perder peso han de incluir sesiones
de andar en una cinta. Estas sesiones deben contar con cierta pendiente para disminuir la
sobrecarga y las fuerzas de torsión de sus articulaciones.
No es difícil reducir hasta un 10% de peso corporal caminando en pendiente sobre una cinta de
correr. Como decíamos, pendientes cercanas al llano sobrecargan las articulaciones y pendientes de
más de 6º con frecuencia sobrecargan la musculatura tibial. Si decides bajar peso caminando en
cinta de andar has de elegir la pendiente que te haga disfrutar más, sin que llegues a sentir una
sobrecarga en las articulaciones ni tensión en los tibiales anteriores.
3. Caminar a la velocidad de correr (CVC):
Si eres joven, sano, y no tienes ningún dolor articular cuando caminas y quieres bajar de peso te
proponemos un ejercicio algo más agresivo antes de ponerte a correr, te planteamos lo que
llamamos “caminar a velocidad de correr (CVC)”. Caminar a velocidad de correr es caminar tan
rápido que quieras empezar a correr. El CVC es algo más lesivo que caminar pero no tan lesivo
como correr y ayuda mucho a perder peso.
Se ha demostrado que con 3 sesiones de 30 minutos a la semana de caminar a velocidad de
correr durante 6 meses te hará perder en torno al 9% de tu peso y 6% de tu grasa corporal.
El problema de este tipo de sesiones es que sobrecargan la musculatura tibial anterior y que puede
ser incómodo. Para evitar lesionarte con este tipo de ejercicio, te aconsejamos que dejes al menos
un día de descanso entre las sesiones.

B. TRABAJAR LA FUERZA Y EL EQUILIBRIO


Los ejercicios de fuerza (cómo hacerlos), de técnica y equilibrio (cómo entrenar la técnica y la
eficiencia en carrera) son fundamentales para progresar sin lesionarnos.
Las personas con obesidad suelen tener menos fuerza en los miembros inferiores y en la zona
lumbar. Si empezamos un programa de entrenamiento sin un fortalecimiento a la par puede
provocarse una fatiga prematura en los cuádriceps y cojera, desequilibrios biomecánicos y a la
larga, la lesión. Durante tu plan de pérdida de peso caminando será conveniente que hagas una
serie de ejercicios sencillos que te ayudarán a lesionarte menos y a progresar en tu empeño de ser
ex-obeso.
Procura dedicarle a estos ejercicios al menos 20 minutos un día a la semana. Preferiblemente
hazlos antes de salir a caminar y realiza de 8 -12 repeticiones de cada ejercicio salvo en los que
indicamos otra pauta:
- Ejercicio de pie: Conseguirás fortalecer los músculos del pie para perder o recuperar el arco
plantar en la fase de apoyo y a la vez desarrollarás el equilibrio.
1. Coger objetos con el pie: Coge objetos del suelo con el pie y trata de meterlos en una taza.
2. Flamenco: Trata de apoyarte con una pierna y sube la otra flexionando la rodilla y apoyando la
planta del pie en la otra rodilla, como si fueras un flamenco. Aguanta así todo el tiempo que puedas.
- Tobillos: fortalece los tobillos para evitar que el peso de tu cuerpo disminuya el arco plantar.
1. Elevación de talones: apoya la punta del pie en un escalón y el talón en el escalón inferior y
trata de elevar los talones. También sirve la marcha de talones.
2. Elevación de dedos: trata de caminar de talones.
3. Rango de movimiento: Con el talón fijo en un punto desplaza los dedos y el antepié hacia los
lados tratando de hacer un arco lo más amplio posible.

- Abductores de la cadera: Fortalece los abductores de la cadera para


evitar que las rodillas adopten actitud en valgo.
1. Caída de pelvis: sobre un escalón apoya con una pierna y deja caer la
otra pierna por debajo del escalón de tal manera que el pie que no apoya
queda en plano más bajo que el que apoya. Levanta la pelvis arriba y
abajo. Haz 2 o 3 sets de 20 o 30 repeticiones cada uno.
2. Tumbado de lado sobre una pierna levanta la otra pierna contra gravedad
haz al día 2 sets de 20 repeticiones y para si sientes dolor o molestia.
3. Contracción isométrica de la cadera contra la pared: Siéntate como en la
imagen, una rodilla flexionada y la otra extendida. Empuja con la parte exterior
la rodilla contra la almohada y la pared. Mantén la posición y presiona la
pared durante 6 segundos, y descansa como mucho 10 segundos. Repite de 8 a
12 veces con cada pierna (si tienes dolor, para antes).
- Cuádriceps: Fortalecer los cuádriceps favorece la extensión de los cuádriceps
durante la marcha a pesar del elevado peso corporal en la fase de contacto del
pie con el suelo.
1. Sentadilla: Inicialmente hazlas sin peso y luego trata de hacerlas con peso (aprende a hacer
sentadillas).
2. Embestida, lounge o paso largo (aprende a hacer la embestida).
- Fortalece la zona lumbar: Fortalecer las lumbares y las abdominales (core) impide la caída de la
pelvis al correr y caminar (trabaja tu core).

C. CUIDA TU ALIMENTACIÓN
Por último, debes saber que los ejercicios de caminar, caminar en pendiente o caminar a velocidad
de correr no son incompatibles con dietas hipocalóricas (1200-1500 Kcal.). Controlar lo que
comes te ayudará aún más en tu empeño. La pérdida de peso es el primer paso para mejorar la
capacidad aeróbica y disminuir el riesgo de lesiones. Si eres constante, en cuestión de 3-6 meses
estarás preparado para empezar a correr.
Y ahora que ya tienes los conocimientos suficientes te explicamos como correr para
adelgazar: Aprende a perder peso desde cero. Cómo empezar a correr si eres obeso.
http://www.berunnermyfriend.com/salud/343-lo-que-no-se-le-cuenta-a-los-obesos-que-hacer-antes-
de-empezar-a-correr-para-perder-peso
CORRER CON SOBREPESO U OBESIDAD: GUÍA PARA EMPEZAR A CORRER| CONSEJOS PARA
CORREDORES

Si estás leyendo esta nota, probablemente tengas sobrepeso u obesidad y quieras comenzar a
correr como una forma de adelgazar, quemar grasa y lograr un ansiado descenso de peso.
Según la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad se definen como
una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Antes de comenzar a describir nuestra guía paso a paso, debemos aclarar que está dirigida
específicamente para aquellas personas que padecen alguna de estas dos patologías, no
hablamos de aquellos con algunos kilos de mas, sino aquellos que realmente sufren de sobrepeso u
obesidad.
Como última aclaración antes de comenzar con la guía, tanto el sobrepeso como la
obesidad son factores de riesgo de diversas enfermedades, por lo que recomendamos la
realización de un examen clínico antes del comienzo de actividad física.
NO CORRAS
Probablemente te sorprenda que como primer paso de la guía para correr con sobrepeso u
obesidad, te indiquemos no correr, pero hacerlo con problemas de peso severos puede ser muy
peligroso para tu salud.
Tu cuerpo no está acostumbrado a la actividad física; tus órganos (corazón, pulmones, etc) tienen
que adaptarse a funcionar mas exigidos de lo que suelen estar y tus extremidades deberán estar
fortalecidas para soportar tu peso en cada zancada, peso que se multiplica en 1.5 a 3 veces por el
hecho de estar corriendo.
Por ello, correr en esta instancia puede generarte dos grandes inconvenientes:
– Lesiones: puedes lesionarte al obligar a tu cuerpo a soportar una presión para la que no está
preparad
– Desmotivación: si intentas correr, probablemente lo sufras, te sientas mal, dolorido y lo último que
queremos es que tu cuerpo y tu mente asocie al running con dolor.
Por ello, te recomendamos que no corras durante las primeras semanas (dependiendo de tu
forma física,edad y demás antecedentes puede llegar a ser necesario que no corras durante 1/2
meses)
[Tweet “Si tienes problemas de peso y deseas correr, antes deberías hacer esto”]
CAMINATAS
Nuestra guía para correr con sobrepeso u obesidad, se iniciará con caminatas donde deberías
buscar caminar a ritmo rápido pero controlado.
Durante la primer semana deberías realizar 3/4 caminatas de 20/30 minutos en forma constante
y a un ritmo sostenido, intentando no detenerte.
Para comenzar a generar el hábito de la actividad física y el running, te sugerimos que
estas caminatas las hagas vestido de forma deportiva, usa las zapatillas que utilizarás para
correr y los pantalones y camisetas adecuados.
Vestirte como un corredor, comenzará a ayudarte a convertirte en uno. Ten paciencia y no corras!.
Durante los primeros 1/2 meses, puedes incrementar gradualmente la cantidad de caminatas y
su duración;sería ideal que puedas caminar todos los días al menos 1 hora (aunque 40 minutos no
estaría nada mal).
GYM
Aunque muchas personas se niegan a visitar uno, el gimnasio es una excelente opción para una
persona con sobrepeso, por lo que te recomendamos que, luego de una o dos semanas de
caminatas, te inscribas a uno y comiences un plan de fortalecimiento generalizado, haciendo foco
en tus extremidades inferiores, ya que estas serán las que mas sufran mientras corras.
Si tu presupuesto es bajo, no tienes un gimnasio cerca o cualquiera sea el motivo para no asistir a
uno, fortalecer tus extremidades en tu casa, puede ser una opción válida.
Durante esta fase, te recomendamos que realices la caminata antes del entrenamiento para
fortalecer tus piernas (al menos dos veces por semana con el suficiente tiempo de recuperación
entre ellos). ¿La razón? Queremos que tus músculos, articulaciones y demás órganos implicados
estén listos para él.
El fortalecimiento de tus extremidades será clave para que puedas correr libre de lesiones, no lo
abandones nunca.
Asimismo, el gimnasio te ayudará a aumentar tu gasto calórico y así adelgazar, lo que facilitará
que estés listo mas rapidamente para correr.
COMENZAR A CORRER
Luego de 1/2 meses de haber comenzado a caminar y asistir al gym, deberías estar listo para
comenzar a correr (trotar el realidad) y vencer al sobrepeso y la obesidad!!
¿Como hacerlo? Durante la primer semana, te recomendamos alternar caminata con trote
suave. Por ejemplo: 10 minutos caminando; 2 minutos de trote y 5 minutos caminando (realizar 2
series en total – 21 minutos), para terminar con una caminata de 5/10 minutos.
Te recomendamos que gradualmente y con mucha prudencia comiences a cambiar minutos de
caminata por minutos de trote (en vez de 2 min de trote y 5 de caminata, puedes cambiar por 3 de
trote y 4 de caminata); hasta que puedas llegar a trotar durante al menos 1 km.
ÚLTIMAS ACLARACIONES
Para tener éxito y poder correr con sobrepeso u obesidad sin lesionarte, deberás tener mucha
paciencia, fuerza de voluntad e inteligencia suficiente para no exigirte cuando realmente sientas
que estas superando tus límites.
Además, será importante que todas estas fases, sean acompañadas de una dieta adecuada e
inteligente (te recomendamos comer limpio) que te permita lograr un descenso de peso de forma
saludable.
Si quieres un cambio, tienes que generarlo, esfuerzo y dedicación te ayudarán a lograr tus objetivos.
¿Cómo se convence a alguien de que tiene que hacer ejercicio? El mensaje no puede ser
salud a futuro, sino que felicidad en el presente.
- http://www.emol.com/noticias/Tendencias/2012/09/03/737849/Como-se-convence-a-alguien-de-que-tiene-que-hacer-ejercicio.html

¿Qué haría falta para convencerlo de que haga ejercicio? ¿El deseo de perder peso o mejorar su figura?
¿Para mantener a raya enfermedades del corazón, cáncer o diabetes? ¿A fin de reducir su presión arterial o
colesterol? ¿Para proteger sus huesos? ¿Para vivir una vida larga y saludable?
Se pensaría que cualquiera de esas razones bastaría para poner a los estadounidenses a hacer ejercicio,
pero veintenas de estudios han demostrado lo contrario.
Todo parece indicar que expertos en salud pública, médicos y devotos al ejercicio en los medios de
comunicación - como yo - han estado empleando ineficaces técnicas para atraer a personas sedentarias para
que se vuelvan, y permanezcan, activas físicamente.
A lo largo de las décadas, la gente ha sido bombardeada con mensajes en el sentido que el ejercicio con
regularidad es necesario para perder peso, prevenir enfermedades graves y fomentar un saludable
envejecimiento. Y sí, la mayoría de la gente dice que valora esos objetivos.
Sin embargo, una amplia mayoría de los estadounidenses - dos tercios de los cuales tienen sobrepeso o son
obesos - hasta ahora no ha logrado tragarse la “píldora del ejercicio“.
Actualmente las investigaciones de psicólogos sugieren con firmeza que es hora de dejar de pensar en la
salud futura, la pérdida de peso y la imagen corporal como motivadores. Más bien, estos expertos
recomiendan una estrategia que los comercializadores usan para vender productos: presente la actividad
física como una forma de mejorar el bienestar y la felicidad actuales.
“Necesitamos hacer que el ejercicio sea relevante en las vidas cotidianas de la gente“, dijo Michelle L. Segar,
investigadora de estudios por el Instituto de Investigación de Mujeres y Género en la Universidad de
Michigan, en una entrevista.
“El horario de todos está repleto de ’pendientes’ interminables. Solo podemos ajustar lo que es esencial“.
Reformulando el mensaje
Segar está entre quienes creen que la gente no se comprometeré al ejercicio si considera que los beneficios
están lejos o son teóricos. “Tiene que presentarse como una conducta cautivante que puede beneficiarnos
hoy“, dijo.
“La gente que dice que se ejercita por sus beneficios para la calidad de vida hace más ejercicio durante el
transcurso de un año que aquellos que dicen que valoran el ejercicio por sus beneficios para la salud“.
Esta es su idea de un anuncio del servicio público para promover el ejercicio para mujeres trabajadoras con
familias: Aparece una mujer caminando por la calle después de comer, acompañada de sus hijos, y dice:
“Esto es magnífico. Puedo adaptarme a estar en forma, pasar tiempo de calidad con mis hijos y, al mismo
tiempo, enseñarles sobre la importancia del ejercicio“.
Con base en estudios de lo que motiva a la gente a adoptar y sostener la actividad física, Segar está
exhortando a los expertos a que dejen de presentar el ejercicio moderado como una receta médica que
requiere de 150 minutos de esfuerzo aeróbico cada semana.
Más bien, funcionarios de salud pública deben empezar a buscarle solución “a los ganchos emocionales que
hacen esencial para las personas ajustarlo en sus agitadas vidas“. “Las recompensas inmediatas son más
motivadoras que las distantes“, agregó.
“Sentirse feliz y menos estresado es más motivador que no sufrir de enfermedad cardiaca o cáncer, quizá,
algún día en el futuro“.
En un estudio de 252 oficinistas, David K. Ingledew y David Markland, psicólogos de la Universidad de Gales,
descubrieron que si bien muchos empiezan a ejercitarse como una manera de perder peso y mejorar su
apariencia, estas motivaciones no los mantienen haciendo ejercicio a largo plazo.
“Se debería hacer énfasis en el bienestar y gozo de los beneficios del ejercicio“, concluyeron los
investigadores. Segar lo expresó de la siguiente manera: “La actividad física es un elíxir de vida, pero no le
estamos enseñando eso a la gente. Le estamos diciendo que es una píldora que se toma o un castigo por
malos números en la báscula. Mantener actividad física es un tema motivacional y emocional, no médico“.
Otros estudios han demostrado que lo que hace que la gente se ponga de pie y se mantenga en movimiento
depende de la edad, sexo, circunstancias de vida e incluso etnia.
Para aquellos en edad universitaria, por ejemplo, el atractivo físico típicamente encabeza la lista de razones
para empezar a ejercitarse, aunque lo que los mantiene practicándolo al parecer es el alivio de tensión que
suministra un programa de ejercicio con regularidad.
Los adultos mayores, por otra parte, pudieran empezar debido a inquietudes de salud. Sin embargo, lo que a
menudo los mantiene haciendo ejercicio son las amistades, la sensación de comunidad y camaradería que,
de lo contrario, pudiera faltar en sus vidas. lo cual se ve con facilidad entre las mujeres de cabello entrecano
que asisten religiosamente a clases de ejercicio acuático en mi YMCA local.
En un reciente estudio de 1,690 hombres y mujeres de edad madura con sobrepeso u obesidad, Segar
encontró que mejorar el bienestar diario era el factor que por sí solo influía más sobre las mujeres en el
estudio.
Los hombres indicaron que estaban motivados por beneficios de salud más lejanos, aunque Segar sospecha
que esto pudiera deberse a los hombres se sienten menos cómodos hablando de sus necesidades de salud
mental. “Lo que nos sostiene, nosotros lo sostenemos“, dijo Segar.
“Necesitamos, promover lo que los comercializadores conocen como ’lealtad del cliente’. Necesitamos
ayudarle a la gente a que se mantenga comprometida con el movimiento enseñándole cómo puede ayudarles
a sostenerse en sus vidas“.
Valor más allá de la pérdida de peso
Mucha gente, si no la mayoría, empieza a ejercitarse porque quiere perder peso. Sin embargo, con mucha
frecuencia abandona el ejercicio cuando no logra deshacerse de los kilos adicionales.
Estudio tras estudio ha arrojado que sin grandes cambios en los hábitos alimenticios, un aumento de la
actividad física es apenas un poco efectivo para perder peso, aunque ayuda a que las personas mantengan la
pérdida de peso, en tanto deshacerse incluso de unos cuantos kilos, particularmente alrededor de la cintura,
puede mejorar la salud.
Por ejemplo, investigadores en Brisbane, Australia, y en Leeds, Inglaterra, estudiaron a 58 hombres y mujeres
sedentarios y con sobrepeso u obesidad que participaron en programa de 12 semanas de ejercicios aeróbicos
bajo estrecha supervisión.
La pérdida de peso fue mínima, pero incluso así se redujo la cintura de los participantes, su presión arterial y
ritmo cardiaco en reposo descendió y su capacidad aeróbica y humor mejoraron. “Se debería fomentar el
ejercicio y reducir el énfasis en la pérdida de peso“, concluyeron los investigadores.
“La decepción y baja estima asociadas con una pérdida de peso deficiente podrían conducir a una baja
adherencia al ejercicio y una percepción general de que el ejercicio es fútil y no tiene beneficio alguno“.
Yo camino 5 kilómetros, o recorro 16 kilómetros en bicicleta y nado 1.2 km diariamente. Si me preguntan por
qué, quizá mi primera respuesta sea que para controlar el peso, seguido de un deseo de vivir una vida buena
y larga.
Sin embargo, eso no es lo que me saca de la cama antes del amanecer para verme con mis amigos para una
caminata matutina y después para montar mi bicicleta a la Y para ir a nadar. Es cómo me hacen sentir estas
actividades: más vigorizada, menos tensa, más productiva, más concentrada y, sí, más feliz; más capaz de
oler las rosas y manejar las inevitables frustraciones de la vida cotidiana.
Fuente: Emol.com - http://www.emol.com/noticias/Tendencias/2012/09/03/737849/Como-se-convence-a-
alguien-de-que-tiene-que-hacer-ejercicio.html

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