Вы находитесь на странице: 1из 5

El paisaje americano

*En estas dos últimas páginas Lezama vuelve con fuerza a la idea de paisaje como generador
de cultura.

*Bien, para comenzar, Lezama afirma que Bernal Díaz del Castillo1, por ejemplo, y los
misioneros latinizados escriben sobre el asombro que les provoca el paisaje y sobre “las
sorpresas del animal si descubierto, acorralado” (p.74). A propósito de esto último,
Lezama no deja de tejer la propuesta de la imaginación Kublai Kan presente en la llegada a
América, ese animal descubierto viene a ser el americano, los monstruos de los que
hablábamos la anterior clase.

---Dice, además, Lezama:

“(…) en los cronistas el asombro está dictado por la misma naturaleza, por un paisaje
que ansioso de su expresión se vuelca sobre el perplejo misionero” (p.74).

---Ahora bien, es muy interesante e importante que Lezama

(1) personifica al paisaje en esta cita: el paisaje ansioso, la expresión del paisaje, el
paisaje que se vuelva… Es decir, el paisaje cobra mayor importancia en la medida
que deja atónito a quien lo ve, por un lado.

(2) Por otra parte, Lezama utiliza el término “expresión” para hablar del paisaje y algo
de él (“la expresión del paisaje”), lo cual apunta, nuevamente, a que es éste aquello
en lo que el americano debe buscar algún camino. Es decir, buscar una forma de
expresión: el paisaje va hacia un sentido y ese sentido hacia una reproducción, como
ya lo hemos mencionado.

1
(1495-1584) Conquistador español, participó en la conquista de México. Se le atribuye la Historia
verdadera de la conquista de la Nueva España, en el cual relata la travesía con muchos detalles.

1
*Posteriormente, Lezama hace una lectura y rescritura diría yo al trabajar sobre el suceso del
encuentro o embajada entre Moctezuma2 y su gente y Cortés3 y su gente.

---Para comenzar:

En su ensayo Lezama se cuestiona por la ausencia de ese testimonio plástico que registraba el
encuentro entre dos mundos –ausencia que remite a la destrucción y al saqueo españoles– del cual
únicamente ha quedado la crónica tramada por Bernal Díaz del Castillo. De alguna forma, Lezama
se pregunta ¿cómo reescribir la historia americana ante la pérdida de las imágenes que la hicieron
posible? ¿cómo llevar a cabo esa tarea arqueológica ante el saqueo del archivo cultural de América
Latina? En definitiva, ¿cómo reconstruir y representar lo perdido?

----En este encuentro ambos se dan obsequios lujosos. Es fundamental la siguiente frase de
Lezama para guiar la lectura:

“La cornucopia solemne y ceremoniosa, abierta ante Cortés, los deslumbra y achica
(…)” (p.75)

---Así, Lezama hace énfasis en que son los indios quienes se posicionan y actúan como
superiores frente a los castellanos:

“Existe por parte de los aztecas como un afán cruel, de secreto desdén, en abrumar lo
necesario imprescindible, la pobreza castellana (…)” (p.75)

---De tal manera que Cortés queda abrumado ante tantos lujos, y decide entregar y competir
con su obsequio, con

“(…) una copa de vidrio de Florencia, labrada y dorada y con muchas arboledas y
monterías que estaban en la copa” (p.75)

*Además del intercambio de regalos, el otro hecho importante es el siguiente, al cual Lezama
también refiere:

2
Moctezuma fue el gobernante de la ciudad mexica de Tenochtitlan (ciudad imperial azteca) cuyos dominios
se extendieron a las ciudades de Texcoco y Tlatelolco desde 1502 hasta 1520, al arribo de los españoles.
3
Fue un conquistador español que, a principios del siglo XVI, lideró la expedición que inició la conquista de
México y el final del imperio mexica, poniéndolo bajo dominio de la Corona de Castilla —al cual se
denominó Nueva España—.

2
--- Cortés, antes de la entrega de regalos, les hace una broma a los indios y

“(…) manda que se preparen las lombardas para el trueno gordo, rodado por la
garganta de os roquedales. Los enviados plásticos, después del natural asombro, se
aplicaron a pintar el mismo trueno, que es prueba de adelantar al enemigo,
asegurándole en el diseño previo y la previsión topográfica” (p.76)

---Nuevamente Lezama perfila a los indios como superiores, astutos al decir que comenzaron
a retratar lo que pasaba y las nuevas cosas que veían, adelantándose al enemigo y siendo los
primeros en la topografía4 del espacio y momento: los primeros en representar una superficie,
un espacio y todos sus detalles y formas.

Bien, dice Lezama:

“La relación de los cronistas no lo consigna, pero el asombro de Cortés debe de haber
sido crecido y temeroso en secreto, ver aquellos embajadores plásticos, afanosos de
copiar su ejército hombre por hombre, todas las piezas y animales. Tampoco se
consigna el natural júbilo tribal, de ver llegar aquel ejercito reducido por la miniatura
y el doble. Aquellas danzas de la muerte que se deben haber trenzado entre los
retratados, los doblados, sabiendo cómo agrupar las flechas para cada rostro.
Sutilizadas las vanguardias guerreras por aquel doblaje plástico, se comprende por qué
Cortés cuando llegaron los envíos de la obsequiosidad mayor y lujosa, no le quedó más
remedio que echarle mano a aquella copa florentina, recorrida de arboledas y floridas
venatorias (p.76)”

---Pues:

En este punto me interesa subrayar que en la re-narración de este episodio Lezama actualiza una
interpretación ficcional de los acontecimientos ligada a los modos de visualidad y conocimiento del
mundo a través de la imagen característicos de la cultura azteca. Mientras que en la categoría de
imagen artística propia del pensamiento europeo renacentista subyacía la dicotomía entre el mundo

4
Ciencia que estudia el conjunto de procedimientos que tienen por objeto la representación de la superficie
terrestre, con sus formas y detalles.

3
real y el imaginario (físico y simbólico), el mundo indígena mesoamericano concebía a la imagen
como una emanación o manifestación de la divinidad

*A todo esto, Lezama lo llama y nombra como uno de esos:


“(…) casos de españoles colonizados por los indios” (p.76), los artistas aztecas han
hechizado a los españoles por dos motivos: el esplendor de los regalos y las pinturas mágicas.
---En suma:

La glosa lezamiana del episodio citado efectúa evidentes inversiones sobre los modelos arquetípicos
del colono y los indígenas colonizados: ante el usual apelativo de “salvaje bueno”, tópico
desarrollado durante el Renacimiento, Lezama señala el “afán cruel” de los aztecas por abrumar al
conquistador con la exquisitez de sus artefactos materiales y simbólicos. La contraconquista cultural
que constituye una nueva versión de la historia americana tapada por el discurso hegemónico.

*Creo que hasta aquí se marca una parte fundamental en estas últimas páginas que va ya
adelantando la astucia (pintar el trueno) y las capacidades (querer dar un mejor obsequio y
opacar al castellano) de los americanos.
*
*Para Lezama, “(…) los hombres sin insistencias humanísticas5 [eran] los que podían
captar el asombro” (pp.76-77) del paisaje y las realidades americanas.

---Muchos artistas seducidos por la mitología greco romana (“los hombres del gran enchape
clásico”, a decir de Lezama) “(…) no podían sentir los nuevos mitos con fuerza suficiente
para desalojar de sus subconciencias los anteriores” (p.77)
---Hemos hablado ya las anteriores clases sobre los mitos y la propuesta de Lezama de
revitalizarlos (un método por la ficción).

*Sin embargo, Lezama menciona que hay dos mitos “del despertar americano”:

5
Una afirmación similar la leemos en uno de los textos de Medinacelli, cuando Guerra se refiere a
Tamayo.

4
a) El mito de Acteón6: mirar a las musas hace que se convierta en ciervo y duerma con las
orejas tensas, advirtiendo y pronosticando augurios.
Lo fundamental aquí es la figura del ciervo durmiendo tenso y advirtiendo presagios.
b) El mito tomado de Plinio,
“sobre la vigilancia de las águilas, que alejan el sueño con una garra levantada,
sosteniendo una piedra para que al caer se vuelva a hacer imposible el sueño” (p.77)
---Se repite la figura de lo tenso, la vigilancia, lo atento.

---Ambos son, para Lezama, “símbolos de astucia, de cautela, de resguardo” (p.77). Ahora
bien, el escritor se pregunta qué provocaba esa vigilancia y ese estado de alerta, ¿algún
enemigo?

---Dice, “¿se iba realizando aquella monarquía universal, aquella luz de imperio,
aquella Ecumene7 prometida? (p.77)”. Una vez más, aparece la era imaginaria Kublai Kan:
el imperio, la monarquía. Es decir, si el mundo se conocía y se representaba ya por una
cultura, la occidental, la europea.

*---A ello Lezama responde que, al contrario, ahora es el tiempo del paisaje (generador de
cultura) y el hombre americano, alejados de los elementos europeos, el americano tiene lugar
y “avanza dentro de la naturaleza”. Así, para concluir, Lezama apunta a una idea de la cautela
o el estar atento (como los personajes de los mitos), quizá, como la forma en la que deben
actuar los americanos, pensando sobre todo en la naturaleza y el paisaje amigados con el
hombre.

6
En la mitología griega Acteón era un cazador. Una de las versiones del mito: Artemis, consagrada a la
castidad, estaba bañándose desnuda en los bosques cercanos a la ciudad beocia de Orcómeno, cuando Acteón
la encontró casualmente. Se detuvo y se quedó mirándola, fascinado por su belleza enajenante. Como castigo,
Artemis lo transformó en un ciervo por la profanación de ver su desnudez y sus virginales misterios, y envió a
los propios sabuesos de Acteón, cincuenta, a que lo mataran. Según cuenta Ovidio en Las metamorfosis (libro
III, 151-252), la diosa estaba acompañada de su séquito de ninfas.
7
El conjunto del mundo conocido -representado- por una cultura.

Вам также может понравиться