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TEOLOGIA y SANTIDAD
1) TEOLOGIA
DESCONFIANZA.-
ASCESIS INTELECTUAL.-
En contraste con esta postura pragmatista escribe P. Henry, O.P.: "La pri-
mera función de la Teología, o sea su función fundamental, es la de informarnos so-
bre lo que se puede decir acerca de Dios y de sus Misterios. Así la Teología es
a su manera, una gramática. . . El ansia de devoción, si acaso impide las distinciones
necesarias, debe ser severamente criticada en Teología, porque es un abusar de la
devoción -o de la espiritualidad- el confiar enteramente en ella para construir una
Teología. Esta tiene normas objetivas propias, que el teólogo debe respetar... (y
que ayudan) a ponerse en guardia contra las posibles desviaciones de cierta piedad.
No hace falta decir, por el contrario, que jamás es abusar de la Teología el
confiar en ella para alimentar la propia vida espiritual. Pero los frutos que aporta
maduran muy lentamente: exigen mucha familiaridad, un estudio asiduo, despo-
jamiento del pensamiento, abstracciones, un aparato técnico que no soportan ciertos
espíritus demasiado ávidos de resultados inmediatos. Los que quieren recoger inme-
diatamente, para su vida interior, una cosecha espiritual de socorros y de consuelos,
harían mejor en no pasar por esta ascesis. Quedarían demasiado pronto decepciona-
dos, muy sin razón por cierto" (3).
ESENCIA Y EXISTENCIA.-
la historia de la Teología católica uno de los hechos menos considerados y, sin em-
bargo, de los más dignos de atención ... Pero ... en los últimos siglos ... ha habido
un éxodo de los grandes santos fuera de la Teología.
Es difícil decir a cuál de los dos bandos ha traído este divorcio un mayor
daño: a los santos, aislados de la dogmática viviente, o a los teólogos, aislados de la
santidad viviente... la dualidad de estos mundos, profundamente extraíios el lino
al otro, ha empobrecido inmensamente las fuerzas vivas de la Iglesia actual y la
credibilidad de su mensaje eterno".
Nosotros quisiéramos sólo presentar algunas consideraciones de tipo funcional:
se trata de reflexiones de esencia y no de existencia: no ponemos sobre el tapete
a los profesores de Teología y su modalidad actual, sino al teólogo en cuanto tal, la
Teología misma en su intrínseca función de inteligencia de la Fe.
EL TEOLOGO.-
Con razón Sto. Tomás ha dicho de la Teología que es "el mismo conocimien-
to que Dios tiene de Sí, participado en el hombre" (6). Es una actividad intelec-
tiva formalmente humana porque se mueve con los recursos mismos de la razón
natural, pero es radicalmente sobrenatural porque está al servicio de la Fe, sobre la
cual se funda, y porque recibe (cuando actúa en su estado normal) especial ayuda
de la contemplación infusa a través de los dones de sabiduría y de entendimiento.
El auténtico teólogo es quien se acerca con fe y caridad a la Revelaci6n y se esme-
ra en desentrañar todo su valor de comunicación de verdad. Para ello actúa en dos
campos complementarios: el de la Teología doctrinal o especulativa, y el de la Teo-
logía histórica o positiva, según distintos modos de considerar la Revelación. Siem-
pre, sin embargo, tiene una única preocupación: ¡entender lo revelado! La tarea
verdaderamente sustancial del teólogo no será simplemente, ni la deducción especu-
lativa de nuevas "conclusiones teológicas", ni la determinación positiva de la men-
talidad de tal hagiógrafo o del valor crítico de tal documento, sino que será, siem-
pre y formalmente, el esfuerzo de intelección de las mismas verdades reveladas, SIl
penetración, su profundización, el conocimiento de su íntima SIlbordinaci6n (7) .
2) SANTIDAD
LA SANTIDAD ES AMISTAD.-
LA AMISTAD ES DIALOGO.-
La amistad de Dios y del hombre tiene su diálogo por donde pasa su mutuo
amor.
La iniciativa del di~llogo la tiene Dios con su Palabra. Se trata fundament,l!-
mente de la Palabra oficial y púhlica de Dios, y no simplemente de una inspiración
interior subjetiva.
El Dios vivo de Abraham, Isaac y Jacob es un enamorado de la Humanidad
adámica que se ha aventurado en nuestra historia, que ha tomado la iniciativa para
reconstruir su amistad con los hombres, que ha encarnado su Palabra eterna rever-
berándola en un rostro de hombre, en el semblante vivamente amistoso de Jesús,
para hacer de la historia un diálogo entre dos amigos.
3) TEOLOGIA y SANTIDAD
(15) S. Theol. I. q. 1, a. 4.
(16) Cfr. Garrigou-Lagrange: "La théologie et la vie de la foi" en la "Revue
Thomiste", 1935, n. 35.
(17) Por ej., con respecto al marxismo, P. Lebret escribe: "En vez de rechazar todo
en bloque ... los pensadores del siglo XX tienen la obligación de hacer, con respecto a la
sociología marxista, la misma transfom1ación que los pensadores del siglo XIII hicieron
soportar a la filosofía aristotélica".
TEOLOGIA y SANTIDAD 19
CONCLUSlON
( 18) Siempre la Iglesia ha necesitado, de alguna manera, Teología; pero sobre todo
en los momentos cmciales de su historia, especialmente cuando se reúne en Concilio. Dice
Ch. JOllrnet en su "Introdllction a la Théologie": "En los Concilios los teólogos Son útiles,
la Teología es indispensable, la decisión, sin embargo, pertenece al Magisterio".
(19) Philippe Laurent: "Tecnica e Religione" en "Aggiornamenti Socialf', 1959, n. 7.
TEOLOGIA y SANTIDAD 19
CONCLUSION
( 18) Siempre la Iglesia ha necesitado, de alguna manera, Teología; pero sobre todo
en los momentos cruciales de su historia, especialmente cuando se reúne en Concilio. Dice
Ch. Journet en su "Introduetion a la Théologie": "En los Concilios los teólogos son útiles,
la Teología es indispensable, la decisión, sin embargo, pertenece al Magisterio".
(19) Philippe Laurent: "Tecnica e Religione" en "Aggiornamenti Sociali", 1959, n. 7.
20 EGIDIO VIGANO S.D.B.
5.
N'? XI: Sale el 20 de diciembre, 1959, con los 11 trabajos
j. presentados en las PRIMERAS JORNADAS NACIONALES
DE TEOLOGIA, realizadas del 21 al 23 de septiembre pasado,
cuyo tema central fue EL PROXIMO CONCILIO ECUME-
NICO.
Además de 4 estudios sobre el Protestantismo en Latino-
américa y Chile en particular, hay otros sobre el Concilio Va-
ticano y el sentido de Iglesia manifestado en la Eucaristía, la
Liturgia, el derecho canónico, y la doctrina de San Pablo.