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aleob$n
ddmoviñíento
o

carísmátíco
contemporáneo

Alfonso Rodr í1uezH idalgo


Contenido
Prólogo
Introducción 11

El po rtorant a conten tporáne o


- El trasfoudo histórico
El paúecost a lis ttto c I á.sico
O 1988 Editorial Caribe, El neo¡tetttecostalisttto o cañsntolisttto
3934 SW Sth Street, Pentecostalismo clásicov rlgopentecostalisrno 17
Miami, Froricla 33134, EE.UU.
Es propiedad. Prohibida la reproducción La perspectiva teológica 25
total o parcial sin el correspondiente La doctrina del Espíritu Santo
perrniso por escrito.
El Espíritu Santo y Jesucristo
Inrytreso en Colombia
El bautismo del Espíritu Santo 49
Printed in Colontbia
La edificación del Cuerpo de Cristo 5l
rsBN 0-89922-243-9 Los dones carismáticos 65

El porEú de estos dotrcs


El dott dc satúdadas
El don de lengua.s

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Conclusión: I-a renovación de la iglesia 85

Bibliografía 90
Pe¡ttecostal o carisntátíca
No caistnática
Nota biográfica 93
DEDICAT'ORIA
En la publicaci(rn de este libro agratlezco, de muchas
maneras, a mis amigos y a mis hijos: Anita y lrslie. Pero
también a mi esposa, Jossie, y a Elenita Salabarría, qrrien
fue mi idónea secretaria en el Seminario de Matanzas,
Cuba; y que ahora ha sido algo así como el alma y el cuer-
po de este libro.

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Prólogo
Tpot-«lcfA Y AMENIDAD parecen ser conceptos ex-
cluyentes; pero en este libro, el Dr. Alfonso Rodríguez
tlidalgo los ha mezclaclo con extraordinaria habilidad.
El maestro Alfonso, como cariñosamente le llamamos
sus discípulos y amigos, es un hombre culto y piadoso,
sabio y feliz; hostigado por pruebas, pero no vencido;
mima«lo por los triunfos, pero jamás envanecido. Es un
hombre que se deja poseer por el Espíritu Santo. Es
carismático; no en el sentido limitado de pertenecer a una
determinada categoría religiosa, sino en elamplio sentido
de ser un hombre lleno de dones y lleno de frutos.
Este libro, precisamente, es un fruto de los dones espe-
ciales con que se halla investido el maestro Alfonso.
Primero, porque es de actu¿rlidacl. Al igualque en tiern-
pos de Sarr l..ucas, «muchos han intentado poner en «lrdell
la historia de las cosas...)>. Crlrresponde ahora al Dr. Ro-
tlríguez IIid:rlg«1, cle haller investigado con clili-
"clespués
gencia todas Ias cosas desde su origen...)), exponerlas en
su debida perspectiva.

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Teología del Movítnietúo Carisnútico .

Prólogo

IIoy día existe confusión acerca del movimiento caris-


desde la experiencia de su conversión han vivido vidas de
mático. Es más, el grado de confusión llega hasta manifes-
taciones y expresiones hosliles; de aquí que sea oportuno servicio a Jesucristo exentas de espectacularidades o emo-
el aporte que con este libro hace el maestro Alfonso. cionalismos.
«Dar gloria a Dios es servicio cristiano». I-e doy la bien-
No existe en el misnro ánimo polémico;y, sin embargo,
Ia posiciíln bíblicoteolígicaacerca del tema se expone con
venida a esta aseveración, y acepto la retadora afirmación
firmeza y certidurnbre. de que también ,,la militancia» es una forma de reverán-
ciar al Señor. De manera muy personal, percibo así la vida
Segundo, porque el maestro Alfonso ha sabido recons-
misma del autor de este libro. Conozco al maestro Alfon-
truir el escenario histórico en el que se nos permite apre-
so desde mi adolescencia. Sienrpre he visto en él un arnor
ciar el hecho del carismatismo desde una perspectíva
panorámica. No se nos había ocurrido pensar que lo que pujante por Jesucristo, expresado en servicio, testirnonio
y sacrificio. Me parece que ésta es la slntesis del verdadero
suele llamarse
"historia secular» fuera un instrumento de espíritu carismático.
promoción teológica al servicio de Dios.
Tercero, el trreve bosquejo cronológico del desarrollo Una doble palabra de gracias para concluir. Primero,
gracias a Dios por el piadoso talento de un hombre, es-
del rnovimiento carismático es muy aleccionador. No se
trata de un esfuerzo que pueda ser adjudicado a una sola cogido por El y para El, que con fervor, valor y ternura,
figura, por prominente que ésta sea. El maestro Alfonso expone su Palabra. Y segundo, gracias a mi amado maes-
con celo investigativo nos presenta el hecho cierto de que tro y amigo, por seleccionarme, a mí, el menos de sus
alumnos, para escribir estas palabras.
el movimiento carismático no tiene matiz denominacional
y fue iniciado de manera coincidente en lugares diferen- Muchas cosas me ha enseñado el maestro Alfonso. Hoy,
tes, con personas diferentes. Hoy díá, tomar la experien-
con este libro, ratifica, tal vez,la más grande de todas:
(<...empero, el mayor de todos, es el amor...rr.
cia carismírtica como un factor divisivo o una práctica ex-
cluyente es una manera paradójica de negar precisam.ente Rev. Marlín N. Añorya
Ia filosofía teológica de sus orígenes. Miami, Diciembre de 1987
Ahora bien, lo que más nos interesa en este libro, sin
demérito para el resto, es su enfoque teológico. A mí, de
forma muy especial, me ha conferido mucha paz la posi-
ciíln asunricla por é1. N«r hay «creyentes destituidos por el
Espíritu Santo», es ,lnt expresión que ayuda a quienes

*.,-
Introducción
SpnÁ NECESARIO, para empezar a introducirnos al asun-
to, enmarcar las ideas preliminares «lentro de tres
directrices esenciales: El panorama contemporáneo, el
trasfondo histórico y la perspectiva teológica.

El panorama contem poráneo


Esta es, sin duda, una hora crítica para el mundo. [-a
l{istoria está hoy de luto y de parto alavez. f)e luto, por-
que la Edad Contemporánea acaba de morir. De parto,
porque una nueva era está nacienclo, y toclavía ni sabemos
qué nombre vamos a darle cuando nazca. t,Edad atómica?
iEdad espacial? iE,«lad tecnológica? flay quienes pien-
san, no sé si en broma o en serio, que a esta nueva edad se
la bautizará con el nombre de «Edad de la psiquiatría» (y
de los siquiatras, por supuesto), porqtre, hoy por hoy, nos
encontramos vivienclo en un mundo que es algo así como
un gigantesco manic<lmio. lrs perturbados mentales y los
locos pululan por doc¡uier.

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r( ll

Teologla del l*{ovimiento Carisnútico Inlroducciótt I3

Esta es, talvez,la época más confusa que registra la his- Evangelio de Jesucristo, que es algo asf como la «clinamita
toria de la humanidad. Albert Einstein, a quien se le con- de Dios», destruya, de una vezy parasiempIe, las fuerzas
sidera el hornbre nrás sabio de este siglo, ha dicho que hoy satánicas que están en el apogeo de su poder.
vivimos en un mundo de medios perfectos y de fines con- Ese es, en síntesis, el panorama dentro del cual tenemos
fusos. Y no hay duda que Einstein tenla raz6n. Hace ya que enmarcar necesariamente cualquiera consideración
algún tiempo que decidimos darnos los medios más ade- acerca de la teología del movimiento carismático contém-
cuados para controlar Ia naturaleza,la sociedad, y hasta la poráneo.
misma vida, en todas sus formas y manifestaciones. He-
mos creado esos medios, a través de la tecnología. Y algo El tradioiido histórico
nuevo y de inmenso valor ha ocurrido en la historia del El movimient. cari.smático es,n avivamiento espiritual
hombre. Aquella fue una decisión correcta. Pero, al to- de características pentecostales, r¡ue por su extensi(rn y
marla, no consideramos los fines, ya que nunca nos detu- magnitud, quizás supere a cualquier otro movimiento de
vimos a preguntar por qué y para qué creábamos esos esta naturaleza en la historia de la iglesia cristiana, desde
me«lios tan perfectos. el primer siglo de nuestra era hasta esta fecha.
Sin embargo, ahora, y después de mucho sufrimiento, El movinriento carismático se orienta hacía el aspecto
estamos aprendiendo que los medios se han convertido en práctico de la vida cristíana. s, función primordíal es la
fines. Nuestros instrumentos han llegado a transformarse promoción de un sentid. profundo de la presencia de Dios
en nuestros dueños. El poder atómico, que es el más en la vida personal del creyente, y una posesión de dones
prodigioso de esos medios, nos amenazahoy con la des- sobrenaturales para Ia edificaci(rn de Ia Iglesia.
trucción de todo ser viviente. Para quienes forman parte de este movimiento, se trata
Y en el momento más prometedor de la historia, en que de un retorno al cristianismo primitivo; de un despertar
al fin harr aparecido, precisamente, Ias condiciones téc- del pueblo de creyentes, por meclio del cual Dios está
nicas necesarias para lograr la fraternidad entre las per- :
preparando a su lglesia para Ia seguncla veni<la tle cristo.
sonas y los pueblos, nos encontramos desprovistos de los Para otros, sin embargo, el movimiento carismático es un
I
valores mclrales y espirituales para que el portentoso de- fenómeno sicológico que se exprica fácilrnente a la luz de
sarrollo de la tecnología se convierta en una gran I
; las tensiones en que vivimos en este mundo convulso y
bendición para la humanidad. t.
caótico. También hay quienes piensan que es una obra de
Es por eso que hoy, eminentes pensadores (como el origen satánico, que debe ser cortarla de raízantes de que
erudito inglés Arnold'foynbee), afirman que el colapso alcance mayores propcrciones.
de la presente civilización es inminente, a menos que el l

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14 Teologlo del Movitniento Caristnútico
Itttrodttcción I5 i
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Nuestra intención no es hacer un juicio sobre el movi- tores y líderes Iaicos de las varias denominaciones y con- ti

miento carismático como tal, sino hacer una referencia a fesiones cristianas. Se aparta de la rigidez del fun«lamen-
la teología en que se basa.
talismo, moviénclose hacia un evarlgelicalismo progresivo
Si queremos entender bien esta teología, tenemos nece-
en que se afirman esencialmente la autoridacl de la Biblia,
sariamente que distinguir entre el pentecostalismo clásico la necesidad de un encuentro personal con Jesucristo y el
y el neopentecostalismo o carismatismo. testimonio cristiano en todos los niveles de Ia vida. No
El ¡lentecostalismo clásico mantiene estrt¡ctt¡ras eclesiásticas de ninguna crase. Ils
realmente u'na fraternicl:rl cristiana don«ie no existen clife-
Surgió en Topeka, Kansas, en 1900. Es sectario. [Ia rencias entre jerarclrs y miernbros. «Liherales» y <<con_
dado origen a numerosos grupos denominacionales, tales servadores», protestantes, catíllicorromanos y griegos or_
como la Iglesia de Dios Pentecostal, Ias Asambleas de todoxos mantíene. sus incliviclualidacres d.ctríri:rles y
Dios, el Evangelio Cuadrangular,IaBiblia Abierta. Apela eclesiásticas;pero tienen r¡na cosa en conlrin: la experien-
principalmente a las personas pobres, y a sectores cia personal del bautismo del Espíritu Santo.
minoritarios de la población. Es fundamentalista En la adoración, el neopentecostalismo o carismatisnro
acérrimo. I'ractica la bibliolatrla. Se opone al liberalismo mantiene el orden litírrgic.. I-a espontaneidacly las mani-
teológico y político. Enfatiza el evangelismo personal y festaciones carismáticas se tienen en las retiniones cle
¡echaza e) evangelismo social. Mantiene estructuras oración y de testim«l.io que se celehran, cAsí síem¡rre, en
eclesiásticas con credos, ordenanzas, doctrinas, un lugar que no es el santuario o ternplo donde se adora a
jerarquías, membresías. En la adoración mantiene una
Dios.
espontaneidad am¡llia e ilimitada, que incluye, entre otras
cosas, el e.jercicio y Ia práctica de los dones del Espíritu
Santo, sin que el orden Iitúrgico juegue un rol importante.

El neopentemstalismo o carismatismo
Surgió en l-os Angeles, California, en 1960. No es sec-
tario. Es un movirniento de renovación espiritual dentro
de las iglesias católicorromanas y ortodoxas griegas.
El énfasis <le lo.s carismáticos es que el Espíritu Santo
mantiene la unidarl en la diversidad. Apela a personas de
la clase mr:dia, de la clase media alta y de la comunidad
académica, así como a sacerdotes, clérigos, ministros, pas-

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Capítulo 1

Pentecostalismo clásico y
neopentecostalismo
Cotrltt YA LO anotamos, el pentecclstalismo clásico se
originó en T«lpeka, Kansas. En el año 1900 fue fundada
allí, por el llev. Charles Perham, la Escuela Bíblica de
Topeka, bajo los auspicios del Movimiento tle Santiclad de
la Iglesia Metoclista. Entre los cuarenta estudiantes que
esa escuela tenía por aquel entonces, fue Agnes N. Ozrnan
la primera en experimentar el bautismo del Espíritu Santo
y el don de lenguas, (lue son las doctrinas mírs prominen-
tes que los pentecostales promulgan.
L«ls estucliantes y profesores clifundieron rápidamente
su experiencia perrtecostal prlr los estacl«ls cle Kansas, I\4is-
souri y 'l-exas. Mírs t¿rrrle, en 190-5, el Rev. Willianr
Seynr«lur, «rtr«l cle los discípulos de Charles Perhanr, fue
llamado a past<lrear una congregaci«in de cristianos de la
razanegru, en Los Angeles, California. William Seymour
fundó allí la «Misi«in de fe apostólica», en la calle Azuza,
.
que se convirtiíl luego en algo así como La Meca clel pelr-

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18 Teotogía del Movintiento Cuisnútico Penlccostalistrto clásico y,tcopetúccoslalisttto 19

tecostalismo norteamericano' Hasta allí acudían pere- En octubre de ese mismo año participó en la asamblea
grinos de totlas partes «le Estados Unidos, y de otros países del Concilio Internacional Misionero en Willingen, Ale-
p.rru". primero, y testificar después, de las señales sobre- mania. Allí dijo a los miembros del ejecutivo de ese con-
naturales que se producían. cilio ecuménico que había recibi«lo un llamamiento muy
El Rev. Seymour fue, hasta su muerte en 1933, tal vez especial de Jesucristo para trabajar por una renovación
el lícler nlás clestacado del pentecostalismo clásico. Este espiritual dentro de las denominaciones «históricas» del
movimiento rnuy pronto se ektendió por los otros estados protestantismo, y también dentro de las iglesias Ortodoxa
de esta nación, así como también por las islas británicas, Griega y Católicorromana. «En lo que a mí respecta», dijo
los países escandinavos, las islas del Caribe, las naciones entonces, «el sectarismo, que ha caracteriza«lo siempre al
<le Latinoamérica, Asia, Africa, Australia, Nueva Zelan- pentecostalismo clásico, ya no tendrá más lugar en mi mi-
dia y tamtrién las islas del Pacífico Sur. nisterio cristiano>>. Esa nota ecuménica resonó alta y clara,
Des«le el año 7928 en adelante el Rev. David Du Ples- una y otravez,en las conferencias misioneras que dictó en
sis fue, sin duda alguna, el personaje más destacado del el Seminario de Princeton, en la Escuela de Teología de
pentecostalismo clásico mundial. Descendiente de una la Universidad de Yale, en el Seminario Union de Nueva
familia de hugon<ltes franceses, nació en Africa del Sur, York y en el Congrescl Mundial de lglesias Reformadas y
en 1905. Según su pr«rpitl relat<1, recibió el bautismo del Presbiterianas que se celebró en Sao Paulo, Brasil, el año
Es¡ríritu Santo cu:lndtl tenía apenas trece años, en una de 1959.
las iglesias «le la tvlisión de fe apostólica de Africa del Sur. En los años que me«Iiaron entre su participación en la
Por eso, a él le agrada identificarse siempre s6¡nQ <<tlo asamblea del Concilio Internacional Misionero en Willin-
pequeño pagano blanco que fue §alvado por Jesucristo, g€n, y 1960, en que surge el neopentecostalismo, recorrió
mediante la vida y el ministerio de cristianos negros». En más de treinta países, predicando en todas partes sobre la
1927 fue ordena«lo al santo ministerio en las Asambleas necesidad imperiosa de renovar, por la acción del Espíritu
de Dios, y desde el año 1938 hasta 1949 fue secretario Santo, la Iglesia de Jesucristo, a fin de que ésta sea un
general tle su dellominación. mejor instrumento en el plan de Dios para este mundo que
En el 'Iercer Congreso del Pentecostalismo Clásico, El ha creado. No es cle extrañarse, pues, que a David Du
que se celebró en l-ondres, en 19§1, el Rev. Du Plessis fue Plessis, a quien se le conoce en el mun«Jo entero como
elegiclo secretario ejecrrtivo del pentecostalismo inter- «Mister Pentecostés» se le considere también ahora como
nacional, tlue tenía ya, en esa fecha, una membresía de «el abuelo» del neopentecostalismo, ya que la paternidad
más de veinte nrillories cie personas de todas las razas y de este nuevo aspecto clel movimiento carismático le es
nacional iclades. atribuída justamente al Rev. Dennis Bennett, quien en su
carta renuncia al Rectorackl de la lglesia Episcopal «San

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Teolog! a del M ovi mi e nto Cari v t t áÍi c o
Pentecoslalisnto clásico y neopentecoslalisttto 21

Marcos, en Van Nuys, California, en 1960, resumió en ta iglesia, que estaba prácticamente en bancarrota, expe-
forma elocuentísima los principios teológicos fundamen-
rimentó bajo su dirección una renovación espiritual que
tales que distinguen al neopentecostalismo o carismatis-
la transformó por completo. Debido a eso, el prestigio del
mo del pentecostalismo clásico.
Rev. Bennett llegó a ser grande, no solo entre los epis-
Dennis Bennett nació en l,ondres. Vino a Estados IJni-
copales, sino también entre los luteranos, presbiteriaqos,
dos con su familia a la edad de diez años. Su padre, minis-
metodistas y católicorromanos. Su fama se extendió muy
tro congregacional, se estableció con su familia en pronto por distintos lugares de Estados Unidos y de In-
California. I)esptrés de terminar sus estudios de College, glaterra. f¿s revistasTime y Newsweek se hicieron eco de
Bennett trabajó como vendedor en una fábrica de apara-
su ministerio cristiano tan exitoso.
tos electrónicos; pero finalmente se decidió por la carrera
En 1965 fue invitado a hablar de sus experiencias caris-
ministerial, graduánclose rle bachiller en Teología en
máticas en seminarios y escuelas teológicas de Oxford y
1,949, en la Escuela 'Ieolirgica de la Universidad de
Cambridge, en l-ondres. Después llevó su mensaje neo-
Chicago.
pentecostal a Canadá, Austria, Alemania, Suiza, Australia
Dos años después se hizo miembro de una iglesia llpis-
y a muchos otros países del orbe.
copal de tradición anglocatólica. En 1953 aceptó el llama-
Es realmente significativo el hecho de que a pesar de su
miento para ser rector de la Iglesia Episcopal ,,San Mar-
renuncia en 1960 como rector de «San Marcos>>, el neo-
cos)) en el área de [¡s Angeles. Esta iglesia tenía entonces
pentecostalismo que nació con él creció y se desarrolló ex-
no más de 500 miembros y estaba pasando por grandes
traordinariamente en el área de [-os Angeles, y por todo
dificul tad e s econó¡nicas.
el Estado de California. Por ejemplo, siguiendo su ins-
Bennett rlemostró ser un excelente rector. En menos de
piración, se creó la primera Fraternidad de renovación
siete años la membresía era ya de 2.500 personas; todos
carismática que sirvió de norma para establecer luego
los problemas financieros habfart sido resueltos, y el per-
«fraternidades» semejantes en miles de otras comuni-
sonal de .,San Marcosr> aumentó con tres «curas» más.
dades en Estados Unidos, así como también en otras
En 1960 decidió renunciar al ministerio de esa iglesia,
naciones; la Sociedad de la Bendita Trinidad, que con el
debido a serios conflictos en Ia congregación por el hecho
propósito de enfatizar la obra del Espíritu Santo publica
de que él y varios de sus feligreses declan haber recibido
I la revista Trinity, para clérigos y líderes laicos. Jean Stones,
el bautismo del Espíritu Santo y el don de lenguas, prohi- ¡
ql
una de las mujeres más destacadas entre la feligresía de
bidos por el obispo de [.os Angeles. i
i
«San Marcos» durante el rectoraclo de Dennis Bennett,
Después de su renuncia como rector de «San Marcos>> i

fue la primera editora de esta revista que ha circulado


aceptó el llamamiento que se le hizo para ser vicario de la
! ampliamente por los países de habla inglesa; celebran
Iglesia Episcopal «San Lucas» en Seattle, Washington. Es- ¡
asambleas y congresos nacionales e internacionales.
I

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i,

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Penlecostolisrrto clásico ¡, neopaúecostalisttto 23
22 Teologla del Movímiento Carismático

mencionar. En los Estados Unidos, el neopentecostalis-


También se reúnen allf, con bastante frecuencia, neopen-
mo católicorromano comenzó realmente en]a comunidad
tecostales de todas las tradiciones y confesiones cristianas
para adorar y participar juntos del sacramento de la Santa académica.
Comunión; la Fraternidad internacional de hombres de En efecto, en el aíro 1966, varios miembros de la Facul-
negocio clel evangelio completo, que fue fundada en Los tad de la Universidad Católica de Duquesne, en Pitts-
Angeles, en 1951, con el apoyo del multimillonario Demos burgh, afirmaban haber recibido el bautismo del Espfiitu
Shakarian y el evangelista Oral Roberts, con el propósito Santo y el don de lenguas. Esta novedad se trasmitió, casi
de difundir el pentecostalismo clásico. Debido a la in- enseguida, a la Universidad de Notre Dame, donde un
fluencia del Padre Bennett, hoy esta fraternidad es algo grupo de alumnos y profes«)res, entre ellos el padre Ed-
asf como el eje central alrededor del cual gira el Movi- warcl O'Connor y la doctora Josefina Ford, clel Depar-
miento carismático neopentecostal en el mundo entero, tamento deTeología, recibieron la misnra experienciÍr que
ya que organiza congresos nacionales e internacionales, sus colegas de la Universiclad de Duquesne.
celebra seminarios de estudios carismáticos por doquier, De Notre Dame, el movimiento neopentecostal catíl-
crea centros de renovación carismática en muchas comu- lico pasó rírpidamente a la Universidad del Estado cle
nidades y regiones del orbe; patrocina diversos programas Michigan, y también a las universidades de lowa y Boston.
de radio y televisión en múltiples idiomas y dialectos; Mientras tanto, un movimiento independiente, pero se-
publica libros, revistas y periódicos, que se distribuyen mejante, se desarrollaba en el Oeste, entre profesores y
nacional e intr:rnacionalmente. Las revistas Voice, alumnos de las universidades de Seattle, Portland,
publicada en [.os Angeles, y Renewal, que se publica en Washington y Calif«lrnia, especialmente en el área de Los
l.ondres, son dos grandes voces del neopentecostalismo. Angeles.
La editorial l-ogos International, en Plainsfield, New En 1973 se celebrír en Notre l)ame una gran conferen-
Jersey, es hoy por hoy el centro de publicación y distri- cia de renovación carisnrática en la que participaron
bución más popular del movimiento carismático neopen- 22.000 delega<los del movimiento neopentecostal de la
tecostal. También sostiene a la Sociedad para estudios Iglesia Católica en los Estados lJnidos. Miles de visitan-
pentecostales, donde teólogos de reputación internacio- tes y observadores llegaron a Notre Dame desde Canaclá,
nal realizan estudios eruditos del movimiento Inglaterra, Austria, Alemania, Francia, IIolanda, Bélgica,
carismático. Australia, Nueva Zelandia, México, Colombia, Corea e
El impulso ini«:ial de renovación espiritual en la Iglesia India. El Cardenal León Joseph Suenes, arzobispo de
Católica se debe, en gran parte, a los Cursillos de cristian- Malinas, Bruselas, fue enviado por el Papa Paulo V[ para
dad, y sobre todo y más que nada, a la influencia de la expresar su caluroso aprecio a este movimiento caris-
Sociedarl para estudios pentecostales, que acabamos de mático.

111
Capítulo 2

La perspectiva teológica
Ln nEITITnENCIA etrE hacemos aquí a la perspectiva teo-
lógica reviste mucha importancia pues se hace en el marco
de categorías semánticas, que son las que con mucha
frecuencia introducen elementos distorsionadores de lo
que realmente se desea comunicar.
Hoy por hoy nos cuesta mucho entendernos, aún cuan-
do hablemos el mismo idioma. Pareciera que la razón de
tal dificultad radica en que los interlocutores damos sig-
nificados diferentes a idénticas expresiones. El que emite
un mensaje pretende comunicar algo que no es captado
con fidelidad por el receptor de dicho mensaje. Esto es
algo parecido a lo que antaño les ocurrió a los construc-
tores de la torre de Babel. Por ejenrplo, si usted oye hablar,
en la asamblea de las Naciones Unidas, a los repre-
sentantes de dos pafses que están en guerra, le sor-
prenderá comprobar que ambos diplomáticos hacen
declaraciones oficiales muy idénticas: «El gobierno que
yo aquí represento está en contra de la guerra.
Teol ogt a del Movinie nto C aris m á lic o La pcrspcctit a leológica
lr
I
Queremos soluciones pacíficas inmediatas, desarme total, t
Galgos, y ntuy galgos: bien vistos los tengo.
y pazpara la tranquilidad y el bienestar de nuestro pueblo, i
Podenco.r, digo, tal como me envñaron mís
É.
y de todos y cada uno de los pueblos de la tierra». abuelos.
Y si usted se pregunta: ¿Por qué esos dos palses no se Y en esa disputa sobre si eran galgos o podencos,
ponen de acuerdo para dejar de guerrear, si en realidad lo llegaron los perros...y pillan descuidados a los dos conejos.
que quieren es exactamente lo mismo? la respuesta es En la moraleja de esta fábula hay mucha tela que cor-
ésta: Es que las palabras «desarmer>, .,soluciones tar. Desafortunadantente, estimulados por esas con-
pacíficas», .rp'itzrr, «bienestar», y <(tranquilidad», y hasta la troversias teolílgicas hoy muy de moda, hay muchos qtle
misma palabra «pueblo», no significan lo mismo para uno ya están usando la Biblia como si fuera un arsenal bélico,
de esos representantes diplomáticos que para el otro. del cual toman textos aislados para dispararlos como balas
Como tampoco la frase «derechos humanos», que parece explosivas o, más bien, como cohetes attimicos, a fin de
ser hoy el clisé, con el que se identifica la política exterior salir triunfantes en esas contiendas verbales o escritas que
de los Esta«ftls Unidos de Norteamérica, no significa lo son realmente diabtilicas porque tienden a dividir el Cuer-
mismo aquí, clue en los otros países del orbe. po de Cristo, que es Su lglesia.
Así sucede a veces con la teología. Es realmente muy Estoy hacienclo referencia aquí a esa guerra de textos
doloroso ver hoy la confusiíln teológica en que nos en- bíblicos en Ia que si tú me disparas a mansalva Apocalip-
contramos debído a que hemos desnaturalizado la sis 11:2, yo te tiro por la cabeza Ezequiel 12:.1o Daniel4:5.
teología cristiana, convirtiéndola en un medio para an- iDios tenga misericordia de los que hacen tales cosas, por-
tagonizar Ios unos a los otros y provocar controversias que que son realmente un verdadero sacrilegio y hasta una
bien podrían catalogarse como «diálogos de conejos», ya hlasfemia contra el Espíritu Santo! Esa teología que sola-
que a esas disputas teológicas podríamos muy bien mente estimula a los creyentes a enfrascarse en debates
aplicarles la nroraleja de una de las fábulas de Samaniego, estériles es una corrupción infamante, una caricatura
en la que nos clice: grotesca de la teolo gía u istiana, que no consiste, ni puede
Por entre unc$ ramas, seguido de penos, consistir jamás, en tratar de hacer malabarismos con ideas
No diré conía, volaba un conejo. descabelladas y doctrinas extravagantes, muy ajenas y
I)c .su madiguera .ralió un compañero... extrañas por completo al espíritu y a la letra clel Evangelio.
l'a.sí contiettza el díálogo de los conejos: A los prinritivos cri.stianos, a los clel prirner siglo de
Detente, anúgo tQué prisa es esa? nuestra era, se les llamaba «los del camino». Tal vez por
Es Erc unos galgos me vienen siguiendot... eso es que Unamuno dijo que no debe haber «cristianos
No, e.so.r no sott galgos. Son podencos. de balcón,, sino «cristianos del camino»; no cristianos que
sean meros espectadores de las tragedias y l«ls sufrimien-
Teologí a del Movimietúo Corisnt ático
La perspcctiva leológiica 29

«le sus manos». Y decir también con el insigne naturalista


tos humanos, sinc'! cristianos como aquellos dos caminan-
Felipe Poey: <<Yo veo a Dios en el ala de una mariposa, y
tes que, nrientras andan Ia senda accidentaday rocosa que
en el cuello de un colibrí>>.
va de Jerusalén a Emaús, se les acerca el Cristo resucitado,
como un desconocido, quien, al verlos tristes y pertur- Ver lo espiritual en lo material es ver la mano de Dios
en nuestras vidas: en todo lo que a tiy a mí nos acontece,
bados, les interpreta las Escrituras en forma tal que, con
sus mentes ya iluminadas y sus ardientes corazones llenos
sea bueno o sea malo. Recordando siempre que . aun
nuestr«ls cabellos están contados, y ninguno de ellos se
de entusiasmo, se convierten en seguida en heraldos de un
nuevo día, regresando rápidamente a Jerusalén para dar tornará cano sin que nuestro Padre Celestial Io aprtrebe.
a todos el gran mensaje de victoria y de esperanza, que en
Pero, es también ver y experimentar la compañía cons-
síntesis es éste: «iEI Señor resucitó! iEl Señor ha tante de Jesucristo, en forma tal que puedas decir:
resucitado verdaderamente! iGozaos, alegraos y dadle Mi Dios y yo andarnos por la senda,
gloria!» juntas las manos en firme anústad.
Es posible afirmar que fue en ese atardecer en el De su sonrisa y dulce voz disfruto:
camino de Emaús, doncli nació la teologfa cristiana, a lh mi Díos y yo, tuúdos en lealtad.
cual se le ha llamado la reina de las ciencias, porque nos tli Dios nte habla de los siglos idos,
enseña a interpretar todos los problemas humanos a la luz y de sus planes he-chos para mí.
de la revelación de f)ios en Jesucristo. Antes que El el universo híciera,
La perspectiv:r teolrigica, que habrá de ser el punto de mi etento Díos velaba ya por nú.
referencia para interpretar adecuadamente la teología del
Mi Dios y yo irentos sienrpre jwúos,
movimiento carismático contemporáneo, nos ayudará a
cada ntontento, hasta el día final:
ver siem¡rre lo espiritual en lo material; lo divino en lo
cucmdo este ntundo y todo aquí fenezca
humano, y lo constructivo en lo destructivo. Y, por lo
con El, con Dios, seré en la etemidad.
mismo, nos ayudará aver el presente con objetividad, y el
«Ver lo divino en lo humano)) es ver la mano de Dios
futuro con esper¿rnza. Ver lo espiritual en lo material es
ver la mano de Dios en toda la creación; en el mundo de en la historia; esto es, ver los portentosos actos de Dicts
lo grande, es decir, en el macrocosmos, y en el mundo de transformando por completo la vida de las personas y de
lo pequeño; esto es, en el microcosmos. Y verla en tal los pueblos. Arnold Toynbee, el más grande de los his-
forma que podamos exclamar con elsalmista: «L¡s cielos toriadores de este siglo, en su libro La civilización puesta
aprueba, dice: «Para entender bien la historia es necesario
cuentan la gloria de Dios, y el fiirnamento anuncia la obra
interpretarla teológicamente)). Es decir, interpretarla con

-..-. --".- _. ,...¡,iri¡§,i! l¡,11.


I
Teologla del Movimienlo Caris¡nálico i: La perspcctiva teológica i1
la luz que nos viene de arriba, con la luz de la revelación Juan el teólogo, confrontando condiciones y situaciones
de Dios en Jesucristo, quien es la clave para interpretar la semejantes a las que usted y yo confrontamos hoy, tuvo allí
historia correctamente. en su destierro, en la isla de Patmos, una revelación de
Segun T'oynbee, la historia no es un ciclo ni un proceso Jesucristo que le dio nuevos alientos y nuevas esperanzas.
mecánico. Es la ejecución magistral y progresiva de un Y pudo escribir el libro de Apocalipsis, que es conlo un
plan divino que trasciende nuestros poderes humanos y canto de triunfo que se oye en medio de una de las noch'es
nuestra capacidad de comprensión. más oscuras y más tristes de la historia, cuando la in-
En este aspecto, Toynbee asemeja la historia a un moralidad, los vicios, la injusticia, la tiranfa, la violencia,
drama divino. Dios es el héroe principal de este grandioso el despotismo, la guerra, las luchas fratricidas y todas las
drama de los siglos. Su propósito es la redención del fuerzas satánicas estaban en el apogeo de su poder
hombre. Por tanto, no estamos a merced de un destino destructivo. Es canto de gozo y de victoria el del Apocalip-
inexorable. sis, que resonó como una clarinada de gloria en medio de
Víctor llugo, muchos años antes que Toynbee, vio las angustias de una época tristísima de la historia, canto
también la mano de l)ios en la historia. Por eso, en su obra que ha inspirado a héroes y mártires de la fe cristiana, a
inmortal Los mise¡ables, describe la derrota de Napoleón través de los siglos. Fue este canto el que inspiró a Lutero
y de su imperio, como parte de un plan divino. «áQuién para que compusiera su famoso himno:
venció en Waterloo?r, se pregunta Vfctor Hugo, y
Castillo fuefte es nuestro Dios,
responde: «if)ios! El fue quien venció en Waterloo y allí
defensa y buen escudo.
se comenz.ó a desplomar el imperio napoleónico».
Con su poder nos librará
También los historiadores de la Segunda Guerra Mun-
en este trance agudo...
dial, al describir lo que ellos llaman «el milagro de Dun-
querque», afirman que fue Dios el que puso fin a la tiranía Aun cuando estén dentoníos míl
de tlitler y al poderío de los nazis. prestos a devorantos,
Ver lo constructivo en lo destructivo es creer en un Dios no tenrcretnos porque Dios
que no solamente reina en los cielos, sino que es un Dios sabrá al fin prosperamos.
que, a pesar de los errores y maldades de los hombres, rige Inspiró a llaendel para que escribiera su majestuoso
hoy los destinos del mundo, y mediante Jesucristo, está Aleluya:
encauzando to«los Ios procesos históricos hacia una El Señor omnipotente reina.iAleluya!
consumación gloriosa. Y reínará por siempre y sientpre.
iAleluya! iAleluya!
lr

TeotogÍa del Movimiento Caristttdlico

Esa es, y será en todo momento, la respuesta construc-


tiva que el creyente en Jesucristo, ha da«lo, y dará, a todo
lo destructivo qrte le rodea. iPor qué? Porque Jesucristo
viene a nosotros hoy como un desconocido, tal como
sucedió antaño, en el camino de Emaús... y nos interpreta
las Escrituras para que podamos ver el prpsente con ob-
jetividad y el futuro con esperanza.
Con esa persJlectiva teológica que Jesucristo nos da, no Capítulo3
solo poctremos, aquíy ahora, entender Io que es la teología
del movimiento carismático contemporáneo, sino recor-
dar en medio de cualquier circunstancia en que nos en- La doctrina del Espíritu
contrentos, las [rrimeras palabras del Génesis: «En el prin-
cipio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba Santo
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la f.az de las No pooErvtos DIVIDIR a los cristianos en carismáticos y
aguas». Porque, sin duda alguna, ese mismo Espíritu de no carismáticos. Bíblicamente hablando, todo creyente en
Dios, el Espíritu Santo, se mueve hoy también en medio Jesucristo es carismático, pues ha recibido de Dios algún
del caos y de las tinieblas del mundo actual. don especial con el que puede glorificarle y servirle.
Es posible, pues, hablar de una universalidad de clones
y hasta de una repartición general de «carismas>> entre
todos los creyentes, sin excltrir ni siquiera a aquel que se
considere el más insignificante de los miembros del Cuer-
po de Cristo, al cual se ha unido por obra y gracia del
Espíritu Santo.
L¡s dones del Espíritu, de los cuales nos habla el apóstol
Pablo en I Co. 12:8-13, se originan en Dios nlismo (l C«r.
12:4-6). Dios es el solterano absoluto y, por medio de Su
Espíritu, reparte l«ls diversos dones «a cado uno en par-
ticular, como El quiere» (1 Co. 12:11). De aquí que nadie
debe vanagloriarse porqrre tiene un don determinado. El
orgullo desaparecerá cuando aceptemos que todo cuanto
f:
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É*
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§ La doctrina del Espírim Santo
34 Teologla del Movimie¡tto Carismático f
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f't. [¿ doctrina del l3spíritu Santo fue por mucho tiempo l

poseemos, incluyendo los dones espirituales, lo hemos


I algo así como el eslabón per«lido de la Iglesia Cristiana.
recibido de Dios, sin merecerlo nosotros; es decir, 1o
t Pero hoy, el Espíritu Santo ha vuelto a recobrar el sitio de
henros recibido todo por la gracia divina, y no por méritos
I prominencia que Ie corresponde como la tercera persona
nuestros. «iQué tienes que no hayas recibido?» pregunta
I¡: de la Divina Trinidad, que actualmente procura qqe
el apóstol Pablo. Y agrega: «Y, si lo recibiste, üpor qué te t Jesucristo sea una realidad concreta en Ia vida diaria de
glorfas?» (l Co. a:7). f
i cada creyente.
El apóstol Pablo no se opone a que los creyentes an- [-a acción del Espíritu Santo en Ia Iglesia Cristiana hoy,
helen Ia Jrosesiíln de dones espirituales; al contrario, los
como ayer y como siempre, hasta que Jesucristo venga a
exhorta a tratar de recibir los mejores dones (1 Co. 72:31),
establecer el Reino de Dios, es una acción dual. En primer
advirtién«loles siempre que esos dones sean usados para
lugar, une, vincula e identifica a los creyentes con Jesucris-
«la edificación de la lglesia" (1 Co. 14:12). Es por eso que
to; y en segundo lugar, une, vincula e identifica a los
señala a todos «un camino aun más excelente» que el an-
creyentes en Cristo entre sí, unos con otros, formando de
helar tal o cual don espiritual. El camino más excelente a
este modo la «fraternidad de los hijos de Diosr, «la
que se refiere es el amor, que realmente está muy por en-
comunión de los santos».
cima de cualquier experiencia carismática (1 Co. 13:1-13).
Cuando en el Credo de los Apóstoles se afirma: <<Creo
El amor, y no otro don espiritual o carisma, mencionado
en el Espíritu Santo», lo que propiamente se proclama es
en la prirnera epfstola del apóstol Pablo a los corintios (1
que creemos, no solamente en un Dios creador de los
Co. 12:8-10), es el sello que caracterizay distingue al cris-
cielos y de la tierra, sino en un Dios que está creando cons-
tiano (1Jn.3:10-14). Jesucristo mismo nos dijo: <<En esto
tantemente, que está activo en Su obra creadora; no sola-
conocerán toclos que sois mis discfpulos. Si tuviereis amor
mente en un Dios que está presente en el fJniverso, sino
los unos con los otros» (Jn. 13:35).
en un Dios que está ejerciendo su dominio y señorío, aqul
Desafortunadamente, el énfasis que los carismáticos
y ahora, en este mundo caótico en que vivimos; en un Dios
dan a la acción continua y constante del Espfritu Santo,
vivo, que actúa con propósitos definidos, y que seriamente
que debiera ser rlna bendición paralalglesia de Jesucris-
está llevando a cabo sus planes eternos, a pesar de los erro-
to, pareciera que se está convirtiendo ahora en una con-
res y maldades de las personas.
troversia despiadada entre cristianos, por el orgullo
Cuando proclamamos que la lglesia es un organismo
espiritual y la arrogancia de unos y otros, orgullo que les
divino-humano que bajo la dirección del Espíritu Santo
ha hecho olvidar «el camino más excele¡fs>», el del amor
está llevando a cabo en el mun«lo una misión que es irnica
(1 Co. 12:31; l3: l3).
lt p*t ri
¡i

Teologla del Movimiento Carismátíco


I La doctrina del Esplriru Santo i7
tti
t.
$.

por su carácter comunal, profético y redentor' estamos $ con los que ríen, asociándonos con los humildes (Ro.
E,
áfirmando que sin el poder que concede el Espfritu Santo, ¡
12:15-16), andando con ellos «en amor, asl como Cristo
la lglesia de Jesucristo: T
s
nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros" (Ef. 5:2).
t Es por obra y gracia del Espíritu Santo que nos iden-
o No tiene mensaje que pioclamar (kzrygma). $.
6,
tificamos con el Evangelio, de tal manera que podamos:
o No puede tener fraternidad (koinonía), ni ¡
I
adoración perfecta. I . o Ofrecer a todos los que están hoy desorientados y
ü confusos, una interpretación del momento
o No puede crecer ni desarrollarse en su fe y en su t histórico en que vivimos, a la luz de los designios
I
vida (didaké) T
i
eternos de Di<¡s en Cristo.
o No puede llevar a cabo su misión de servicio en el I
r o Reclanrur para la soberanía de Dios en Cristo la
mundo (diakonía). l-
r
T totalidad de la vida y de todas las relaciones
o No puede unir ,,lo sagrado, y ,,lo secular>) en la vida I
del individuo, del mundo y del Universo (Redención
t
iI.
. humanas.

['
o Afirnrur nuestra convicción de que Jesucristo es el
cósmica). fr único Redentor y el único defensor del hombre de
Gracias a la acción del Espfritu Santo,los creyentes no t:
I '
f carne y hueso, del ser humano concreto, que los sis-
solo se identifican con Jesucristo y unos con otros, sino
temas revolucionarios de derecha o de izquierda
que, además, se identifican con el pueblo y con el Evan-
están «lispuestos muy fácilmente a ignorar, y hasta
gelio, «que es potencia de Dios para salvación a todo aquel
a sacrificar, en aras de eso que hoy se ha dado en
que cree» (Ro. 1:16).
llamar .,la revolución».
Es por obra y gracia del Espíritu Santo que nos iden-
tificamos con Cristo, hasta que «haya en nosotros ese
mismo sentir qr-re hubo en Cristo Jesús, (Fil. 2:5); y
podamos decir, en verdad y con sinceridad, «con Cristo
estoy jun tame nte crucificado y ya no vivo yo, mas vive Cris-
to en mí» (Gá.2:20).
Es por obra y gracia r}:l Espíritu Santo que nos iden-
tificamos con el puelllo, con personas de toda clase y
condición; con sus miserias, desventuras y sufrimientos; y
también con sr.¡s aspiraciones, sus esperanzas y sus
alegrías, hasta el punto de llorar con los que lloran y reír
Capítulo 4

El Espíritu Santo y
Jesucristo
JEsucntsro ES La única esperanza del honlbre y del
mund«1. El es nuestra paz.
La palabra <rp?z>r, tal como se usa en el Nuevo Tes-
tamento, tiene esencialmente el mismo carácter
mesiánico que el término «shalom», que en el texto
hebreo del Antiguo Testamento significa no solo el fin, la
terminación de la guerra, sino que connota, además, la
unión conyugal o el consorcio de la justicia divina y la jus-
ticia humana; la verdaclera y más completa integración de
lo mirterial y lo espiritual, en el individLro y en la sociedad;
la satisfacción plena de todas las necesidades físicas,
morales y espirituales de un individuo y de la comunidad
doncle élvive.
li

40 Teologla del Movimiento Carismático


El EspíriruSruto y lrr,l,,,r,irrn 4t

El término «shalom,> describe a una persona que está iMiserable homtrre de mí! iQuién me librará de este cuer-
permanentemente enpaz con Dios, consigo misma, con po de muerte?» Para luego exclamar, jtrbiloso: «Gracias
su familia, con los miembros de la comunidad donde doy a Dios por Jesucristo, Señor nuestro... Justificados,
habita, y que hasta está en perfecta armonía con la pues, por la fe tenemos paz para con Dios, por medio de
naturaleza y con el mundo que le rodea. nuestro Señor Jesucristo" (Ro. 7:15-25; 5:1,).
Es por eso que, dentro del marco bíblico, inspirados por ¿Qué podemos aprender hoy de la experiencia'del
el Espíritu Santo, proclamamos, aquí y ahora, que apóst«ll Pablo? Que se puede ser muy religioso sin ser cris-
Jesucristo es nuestra paz; es nuestro shalom- tiano. Es difícil encontrar a un hornbre nlás religioso qrre
En la naturaleza, sin Cristo, no hay sino falta de Saulo de Tarso, el clel camino de Darnasco. Pertenecía a
armonfa, confusión y caos. En la historia, sin Cristo, no hay una familia extremaclamente piadosa, que observaba los
sino desorden, hostilidad y divisionismo; antagonismo preceptos bíblic«ls al pie de la letra. Era del linaje cle Is-
constante entre las diferentes clases sociales; violencia, rael, de la tribu de Renjamín: era un hebreo de hebreos.
luchas fratricidas, guerras entre las naciones; controver- En ctíanto a la observancia de la ley, era un fariseo de
sias amargas entre ideologías. fariseos; es decir, un cumpliclor estricto de las orclenan:¿as
En el hornbre sin Cristo no hay sino amargura, del Antiguo Testamento. En cuanto al celo por su religirin,
desesperación y tragedia; todo ser humano sin Cristo no fue perseguiclor de la iglesia cristiana; y en cuantrl a la jus-
es otra cosa sino un lobo feroz para sus semejantes. áPor ticia que es en la ley, era irreprensible. Sin embargo, a
qué? Porque dentro de su propio corazón se libra siempre pesar de todo eso; cle su gran cultura, y de su privilegiada
una guerra encarnizada entre sus más altos y nobles posición social y econílrnica, Saulo de Tarso, no era un
ideales, y sus pasiones más bajas y groseras. Toda persona, hombre feliz. iPor qué n«r lo era? Ya lo dijo San Agustín:
hombre o mujer, joven o viejo, sin Cristo, está siempre «Señor, tú nos has hecho para ti, y nuestras almas no
librando clentro de sf una tremenda batalla entre sus reposan hasta que reposen en ti». Todavía Saulo de Tarso
deseos más sinceros de hacer lo que es bueno, y las ten- no le había daclo entracla en su vida al Cristo vivo y
dencias diabíllicas irresistibles, que le impulsan hacia el todopocleroso, sin lo cual nadie puetle vivir una vida abun-
mal. Esta tragedia humana fue descrita por Vfctor Hugo, dante, libre y feliz.
cuando dijo: como si dentro de mí lucharan cons- La lección qlre aprendem«rs del apóstol Pablo, en este
"Siento aspecto, es que la condición de cristiano no se adt¡uiere
tantemente un ángel y un diablo». Y el apóstol Pablo,
usando como ejernplo su propia vida; antes de su en- por herencia. Nadie es cristiano sencillamente porque sus
cuentro con Jesucristo en el camino a Damasco, nos dice: padres l«) sean, o porque sus atruelos lo hayan siclo. La fe
,.Ln que hago, no lo entiendo, pues no hago el bien que cristiana no forma parte del patrimonio familiar de las
quiero, sino que el nral, que aborÍezco, eso hago. personas.
42 Tcología dcl Movintietúo Caismático El Esplitn Santo y lerucrislo 43

Con esto no estamos negando la gran influencia que lo que usted dice que cree... yya no necesita más. Ya usted
ejercen los padres y los abuelos cristianos en sus hijos y es miembro del ürerpo de Cristo que es su lglesia». iNo,
nietos. Al contrario, decimos ahora: Bendito sea Dios por nada de eso! Para ser cristiano es menester haber tenido
los hogares cristianos que, desde Ia cuna hasta el sepulcro, un encuentro personal con Jesucristo, qluizá no tan
contribuyen decisiva y poderosamente a la formación dramático ni tan espectacular y extraordinario como el
moraly espiritual de la niñez, de la juventud y hasta de los que tuvo Saulo en el camino a Damasco porque hay
adultos en los días actuales.I{oypor hoy, necesitamos más muchas formas y maneras en que el Espíritu Santo actíra
y más hogares cristianos que instruyan al joven en «la fe en uno para que se procluzca el rnilagro del nuevo
no fingi«1a", que según decía San Pablo aTimoteo, «habitó nacimiento pero síun encuentro genuinoy transformador.
primero en tu abuela t¡ida y en tu madre Eunice, y estoy En este punto, temo que los carisnláticos se equivocan
seguro que en ti tanlbién». cuando establecen normas definidas que deben obser-
[l que queremos afirmar es que los carismáticos, al varse estrictamente para determinar la condición de cris-
igual que todo buen evangélico, tienen raz6n cuando tiano, ignorando que no es posible controlar, manipular,
dicen que se puecle nacer, y se puede crecer, y se puede ni patrocinar al Espíritu Santo, quien actúa donde, cuan-
pasar toda una vida en un hogar cristiano sin que uno haya do y como quiere.
experimentado el gozo inefable y la felicidad plena que No estamos negando el hecho de la necesidad im-
Jesucristo da a los stryos. En una palabra, sin haber nacido periosa que tenemos todos de vincularnos estrechamente
de nuevo en Cristo, no es posible vivir la vida abundante con la congregaciíln de los santos y participar de la
que Jesucristo ofrece a los suyos. adoración y de los sacramentos, y gozar de la fraternidad
'Iambién creemos que se está en lo cierto cuando se de los creyentes para crecer en la gracia de Dios y for-
afirma que nadie es cristiano por el mero hecho de per- talecernos en Cristo. Todo eso es esencial, básico e indis-
lenecer a una iglesia, y observar estrictamente todos y pensable para enriquecer nuestra vicla moral y espiritual.
cada uno de sus sacramentos y ordenanzas. Tampoco se Pero de ahí a afirmar que estos son requisitos para la
es cristiano sirnplemente por suscribirse a las doctrinas, a salvación, hay una diferencia que no podemos aceptar.
los credos, a la forma de gobierno y a la liturgia de una Afirmamos que la condición de cristiano se adquiere
tletermi na«la iglesia. únicamente cuando por obra y gracia clel Espíritu Santo
[¿ condiciírn dr: cristiano no la determina el simple le damos entrada a Cristo en nuestra vida, para que El la
hecho de contestar un cuestionario o responder afir- transforme y bendiga. Porque entonces, y solo entonces,
mativamente a unas cuantas preguntas, y como resultado podremos decir con el patriarca Job: de oídas te
"Seíror,
de sus respuestas positivas se le diga: «iMuy bien! Ya había oído, mas ahora mis ojos te ven... y yo sé que mi
tusted es cristiano. Ponga su firma aquí como garantía de redentor vive». Y afirmar, con el apóstol Pablo que la fe

{ÉS{$-P{!!i1; ¡
1

44 Teologla det Movinúento Carismático El Esplriru Santo y lexrcisto 45

como en quién El término


cristiana no consiste tanto en qué creer Paracleto generalmente es traducido al
«yo sé en quien
creer, y proclamar como él que también español como Consolador; sin embargo, la palabra con-
he creído, y estoy segttro q'" "t poderoso"'
para salvar' solador no explica claramente el significado de Paracleto,
para libertar y para sustentar a los suyos»' ya que el Espíritu Santo no solo consuela, sino que
enmarcar la ac-
Pedagógicamente hablando, es posible también conforta; es decir, da poder.
históricas' que
tividad áeí espiritu Santo en dos etapas En el Evangelio de Juan, Jesíls nos presenta al Espíritu
son: antes «le la encarnación «le cristo y
desde la Santo como «a quien el Padre enviará en minombre» (Jn.
el
encarnación hasta Pentec«lstés. En otras palabras, 1,4:26). Ese Espíritu será la presencia del Señor resucitado
persona y el
Iispfrittl Santrl en estrecha relación con la (Jn.17-33). [-a venida del Espíritu Santo no es solamente
mi llisteri«l tle Crist«1. para suplir la ausencia de Jesucristo, sino para completar
En el Antigrr<l T'estarnento se i«lentifica al Espíritu su presencia.
Santo cotno ,.el Espíritu tle Di<ls», y con esta expresión
se El título favorito con que Juan se refiere al Espíritu
t¡rriere se[l:tl:tr l:r nctivitlatl de f)ios en el mtlnclo' Santo e5; ,,el Espíritu de Verdad" (Jn.14: 17; 15:26;16:13).
t il Iis¡rlr ilrr tlc l)ios ¡r:rrticipn nclivlnlente en la obra de El Espíritu Santo es el que nos guiará a totla verdad. En
la creación (Gn. l:2;Job 26:13;27:3;33:4; Sal' 104:40) los cuatro evangelios se manifiesta el Espfritu Santo en
o Manteniénclose «en contienda» coll los pecadores relación con la persona y el ministerio de Jesucristo en for-
(Gn.6:3). mas tales como las siguientes:
¡ lluminand«l el espíritu del hombre (Job 32:8). o Jesús es concebido en el vientre de la Virgen María
r Intpltrticnrlo sal;idtrría e inteligencia (Ex. 31:2-5). por obra y gracia del Espíritu Santo (Mt. 1:20; Lr.
1:35).
r Fort:tlecielrtlo físicamente a las personas (Jue'
l4:6).
o El Espíritu Santo desciende sobre Jesús en fornra
crlrprlral en el momento de su bautisnto (Mt.3:16;
r Impartiendo talentos diversos (Ex. 35:21-35; Nm' l*.3:22); y lo conduce más tarde al desierto para
ll :25 -29 ;Jue. 11 :29; 2 S. 23:2-3).
ser tentando por el diablo (Mt. a:1).
lns grandes lfderes del Antiguo Testamento son per-
sonas que poseelr «el Espíritu de Dios»; esto es, son per-
o Después de las tentaciones en el desierto, Jesits re-
gresa .,en el poder del Espíritu a Galilea (Lr.4:Á)
sohas en las cuales el Iispíritu de Dios habita'
para comenzar allí su ministerio pírblico.
En et Nuevo Testamento se nos presentá al Espíritu
santo como «el Don de Dios en cristo», y se le identifica
como <,el Paracleto» (Jn.15:5).

--r*r.rrm*6$
46 Teotogla del lúovimiento Carísmático El Espíriru Santo y lextcristo

Desde el cornienzo, Jesús reconoce que su poder 24:49) para así estar capacitados para ser testigos suyos
procede del Espíritu. Por eso, en la sinagoga de Nazaret <.enJerusalén, en tocla Judea, en Samaria,y lasta lo último
lee ese pasaje de Isaías que dice: "El Espfritu del Señor de la tierra" (tlch. 1:8).
está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres...» (tr.4:18).
Jesús realiza:us milagros por medio del Espíritu Santo:
«Si yo, por el Espíritu de Dios echo fuera los demoniosr,
dijo El, «ciertanrente ha llegado a vosotros el Reino de
Dios, (Mt. 12:22-32; Lc,. 4:14-21).
Jesucristo mismo enseña a sus discípulos cómo también
ellos podrían recibir el Espíritu Santo (tr. 11:13). Pero
todo parece indicar que ese privilegio fue demasiado
grande para la fe de los discípulos porque no existen
evidencias r¡ue algtrno de ellos haya pedido y obtenido tal
bendición. Talvez por el hecho de que sus discípulos no
pidieran al Padre, en oraci«in, que les diera el Espíritu
Sant«r, Jesucristo les «lijo, más tarde, «Yo rogaré al Padre
y os dará el Espíritu Santo para que esté con vosotros para
siempre, (Jn. 14:16-17).
Cuando Jesús comenzó su nuevo ministerio, el mismo
día de su resurrección, cumplió a sus discípulos la promesa
que les había hecho con respecto al Espíritu Santo (Jn.
14:16;20:22). f)ecimos esto porque sabemos que en Ia
noche del día de su resurrección, mostró a sus discípulos
sus manos heridas por Ios clavos de la cruz, en señal de
que ya había cornpletado su obra redentora. Fue entonces
cuando dio el Espíritu Santo a sus discfpulos.
Sin embargo, debemos notar que de acuerdo con el
mandato de Jesús, los discípulos que recibieron entonces
el Espíritu Santo debían permanecer en Jerusalén (t-c.
Capítulo 5

F'l bautismo del Espíritu


Santo
Veeuos AHoRA Lo que dice la Biblia sobre el bautismo
del Espíritu Santo.
Jesucristo fue señalado por Juan el Bautista como el
que habría de bautizar con el Espfritu Santo. Este tes-
timonio es confirmado por Jesucristo en su última
conversación con sus discípulos antes de su ascensión
gloriosa (Mt. 3: I 1; I lch. l:4-5).
En Pentecostés, los discípulos fueron bautiza«los con el
pocler del Espíritu Santo, y tamtlién fueron llenos con el
Espíritu Santo. Fue entonces cuando recihieron dones: <<Y
comenzaron a hablar en otras lenguas, segírn el Espíritu
les daba que hablasen» ([Ich. 2:4); poder: Cuando el
apóstol Pedro preclicó, los corazones de nruchos fueron
abiertos, «y se añaclieron aquel día como tres mil per-
sonas)» a la cornunidad de los creyentes (IIch. 2:41);y el
espíritu de unidacl: «'Ibdos los que habían creído estaban
juntos, y tenían en conrún toclas las cosas, (llch. 2:44).

i,l *ül¡( f, t¡r{ r rlr'1 .. .

&t ¡¡- á¡ ¿
50 Teologío del Movimietúo Carisntáti<'o
El baúisttto del Es¡tíitu Sattto 5r

I)e este modo, todos los que habían creído estaban


ces, cada vez que el Evangelio es predicado, y es recibido,
y
unidos al Cristrl resucitado, unidos también a todos los
como sucedió entonces entre los gentiles, el Espíritu
otros creyentes en Jesucristo. Así se empezí a formar el
Santo, sin intervención de persona alguna, penetra en ese
Cuerpo de Cristo. que es su lglesia, clel cual Jesucristo es
mismo instante en el corazón de l«ls creyentes en Cristo y
la Cabeza, y todos y cada uno de los creyentes, re- los bautiza, uniéndolos así al Cuerpo de Cristo; esto es, a
generados por el Espíritu Santo, sus miembros (1 Co.
Su Iglesia (1 Co. 6:19).
L2:12-27;Ef .1:20-23;4:3-1,6). Esta fue la unión vital con
Las palal>ras «le ese texto bíblico, que acabamos de
Jesucristo, cle la ctral nuestro Señor habló en Juan 15:1- 10,
mencionar, tenéi.s r:l E,s¡tírittt Santo en vosotro¡ las trsri el
comparándola con la uniír¡r o el injerto de los pámpanos a
apóstol Pablo conro base para exhortar a los corintios a
la vitl.
que se apartaran del pecaclo, «le todo pecaclo. [.os creyen-
Iin ar¡trel día rnern«rrable de Pentecostés, el apílstol tes en Cristo de esa iglesia en Corinto, no habían ohtenirlo
Pedro, inspirado y dirigido por el Espíritu Santo abrió las
la bendición de tener el Espíritu Santo por acto alguno de
puertas clel Reino de Dios a los judíos. Más tarde, el
obediencia, o por causa de su conducta virtuosa. iNo, nacla
Espíritu Santo usír de nuevo al apóstol Pedro para abrir la
cle eso! Esta bendición de que los cuerpos de ellos se
puerta del Reino de Dios a los gentiles, en casa de Clor-
hubieran convertidr) ya en morada del Espíritu Santo, es,
nelio (IIch. 10:25-48).
sencilla y únicarnente, el resultado de la gracia salvatklra
Iln el ¡rrimer caso, el de los judíos que se convirtieron,
de l)ios, en Cristo (Ro. 8:9; Gá.4:6;1 C<t. 12:12,13). Tal
hubo un intervalo entre el momento de recibir a Cristo
vez convenga enfatizar el hecho de que las palabras que
por fe, y el act«r del bautismo en el Espíritu Santo. Fue
elapóstol Pablo escribi(l a los corintios, y que se registran
necesario entonces que los discípulos de Jesús inter-
en 1 Co. 6:19, van <lirigidas a aquellos que eran ((carnales)),
vinieran irrrponiendo las manos sobre los nuevos creyen-
y que estaban muy lejos de haber recibido el bautismo del
tes.
Espíritu Santo, ya que eran como «niños recién nacidos en
Todo parece indicar que el bautismo en el Espíritu
Cristo» (1 Co.3:1).
Santo, del cual se nos habla en los capítulos 2 al9 del libro
En 1 Co. t2:11, el apóstol Pablo dice: estas cosas
de [¡s lJechos es algo peculiar, transitorio y exclusiva- "Todas
las hace el mismo llspíritu repartiendo a cada uno en par-
mente para los judíos que se convirtieron entonces al cris-
ticular como él quiere". En el versículo 12 habla «le «todos
tianismo (IIch. 8: l2- 8:12-17;9:10-9).
los nriembros del cuerpo», y en el 13 dice: «porque por un
En el segundo caso, el de la conversión de los gentiles
solo Espíritu fr¡imos todos batrtizaclos en un cuerpo...» y
en la casa cle Cornelio, nrientras predicaba el apílstol «a todos se nos «lio a beber de un nrismo Espíritu".
Pedr«r, el Espíritu Santo descendió sobre toclos los qüe
Luego, en el versículo lB, dice: .,Díos ha colocado los
«rían el nrensaje (tlch. 10:44-48;11:15-17). Desde enton-
miembros, cada un«r de ellos en el cuerpo...», y concluye,
ll lili

52 Teologla del Movinúento Carismútico El bautisnto del Esplrilu Sanlo 53

afirmandr), en el versfculo 27 del mismo capítulo: (que junto con el Apocalipsis constituyen la palabra final
<<Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo». Esto significa para los creyentes en Jesucristo, hasta que El venga a es-
que el cuerpo de Cristo está formado por creyentes unidos tablecer su Reino eterno) ningún mandato de que
a El por el bautismo del Espíritu Santo y, en ese sentido, pidamos en oración a Dios el bautismo del Espfritu Santo,
no hay miembro separado de Cristo. De aquí que no es como algo absolutamente indispensable para vivir la vida
correcto hablar de: cristiana a plenitud. Y no se nos exhorta a buscar esa
o Que hay creyentes «destituidos del Espíritu Santo>>, «segunda bendición,r, de la que hablan los carismáticos,
a menos que ellos pasen por una nueva experiencia, por la sencilla raz6n de que el Esplritu Santo ya mora en
después de su conversión; es decir, a menos que nosotros desde el momento mismo en que dimos a Cristo
reciban el bautismo del Esplritu Santo, como una entrada en nuestro coraz6n.
«segunda bendición». Sin embargo, se nos exhorta a observar a cabalidad
o Afirmar cuatro mandamientos esenciales:
que es absolutamente indispensable para
poder vivir la vida cristiana a plenitud que todos los o No contristéis al Espíritu Santo de Dios (Ef. a:30).
creyentes reciban esa «segunda bendición». o No apaguéis al Espíritu (1Ts. 5:19).
o Que los creyentes en Jesucristo podrán hoy obtener o Andad en el Espíritu (Gá.5:16).
el bautismo del «Esplritu Santo>», esa «segunda o Sed llenos del Espíritu Santo (Ef.5:18).
bendición>>, pidiéndolo en oración al Padre. No se nos exhorta a buscar el bautismo del Espíritu
o Afirmar que para esto es absolutamente indispen- Santo, sino que se nos manda a vivir vidas santas para no
sable que los creyentes en Jesucristo estén hoy, contristar ni apagar al Espíritu Santo, que mora en
como antaño, «unánimes, juntos en un lugarr, cla- nosotros. También se nos ordena andar en el E.spíritu y
mando a Dios por el bautismo del Espíritu Santo. estar llenos del Espíritu Santo, para poder alcanzar asf la
o Que los creyentes en Jesucristo no podrán recibir madurez cristiana. Esto es, para llegar a ser adultos en
elbautismo del Espíritu Santo, como una osegunda Cristo y no niíros en el modo de pensar (1 Co. 13:1-3;
bendición", a menos <<que se consagren por com- 14:20-33).
pleto»; esto es, hasta que «se entreguen por com- I-a opinión de los carismáticos de que es posible que un
pleto a nuestro Señrlr». verdadero creyente en Jesucristo se encuentre destituido
I-o que .sí se re¡rite de continuo en las epístolas es que del Espíritu Santo, la segunda bendición a la cual ellos se
el bautismo del EspÍritu Santo se recibe de una sola vez y refieren, se basa en la interpretación errónea de ese pasaje
para sienrpre, cuando el creyente confiesa su fe en bíblico en que se nos habla de aquellos «discípulos» it
Jesucristo. Es por eso qrre no encontramos en las epístolas quienes el apílstol Pablo encontró en Efeso, y a quienes
54 Teologla del Movimiento Caristttálico El bsutisnto det EsPírint Santo 55

preguntó: «¿,Recibisteis el Espíritu Santo cuando Santo y el estar lleno Espíritu Santo. Se recibe el
rJel

creísteis?» (I'Ich. 19.2). Acerca de este incidente, nos in- Esplritir Santo de una vez y para siempre, cuando en el
teresa dejar establecido que: acto del bautismo el creyente confiesa su fe en Jesucristo.
Sin embargo, el ser lleno del Espfritu Santo es un acto que
o l-aforma en que el apóstol Pablo hace esta pregun-
se repite muchas veces. Hay un solo bautismo; pero hay
ta irnplica que normalmente ellos debieron haber
recibido el Espíritu Santo cuando creyeron; es *u.hu, instantes en que el creyente ya bautizado recibe
la unción del Espíritu Santo.
decir, en el momento mismo de haber creído en el
I-a fórmula es ésta: un solo bautismo, pero muchas un-
Señrlr.
ciones. En el bautisttto, el creyente queda sellado con el
o l-a pregunta clel apóstol hace que se descubra el
Espíritu Santo para el día de la redención (Ef. 4:30)' Por
hecho de que ellos no eran discípulos de Jesucris-
taito, el bautismo no necesita repetirse' Pero, tanto en el
to, sino de Juan el Bautista. Estaban en la misma libro de [.os tlechos como en las epístolas,lo que cuenta
con«lición en que se encontraban los discfpulos de no es tanto el hecho de que, por razóndel bautismo, ya el
Juan el Bautista antes de que é1, señalando a Jesús Espíritu Santo mora en el creyente en Jesucristo, sino que
dijera: «[Ie aquf el Cordero de Dios, que quita el lo que realmente cuenta es el estar lleno del Espíritu
pecado del mundo».
Santo para asl recibir bendición en la vida y poder para
o El que ellos no hubieran recibido aun el Espíritu testificar de Jesucristo en cualquier lugar y condición en
Santo no se debía a ignorancia del advenimiento del que nos encontremos. iQue esa sea una realidad en cada
Espíritu en Pentecostés, sino al hecho de que su fe uno de nosotros, ahora y siemPre!
no estaba basada en el Cristo crucificado y Hoy por hoy, se observa por doquier un movimiento
resucitado, sino en la expectación judaica del general de retorno a la Biblia. Es posible afirmar que el
Mesías que habría de venir (IIch. 19:.4). que dio el impulso inicial a este movimiento fue Karl
o Que ellos no eran cristianos, antes de haber tenido Barth, a quien hoy se le conoce como «el abuelo» de la
ese encuentro con el apóstol Pablo, se prueba por teología contemporánea. Debido principalmente a la in-
el hecho de que Pablo los bautiza en el nombre del fluencia barthiana, el teólogo moderno se ve hoy forzado
Señor Jesús (I{ch. 19:5). a tomar la Biblia en serio. El estudio profundo, gradual y
Aunque es verdad que cada creyente regenerado, o sea, sistemático de la Palabra de Dios ha ido desalojando hoy
que haya nacido de nuevo en Cristo, es ya en sí alguien en a muchos teólogos de los refugios en los que se habían
quien el Espíritu Santo mora, debemos decir también que recluiclo para evitar así una confrontación a cara des-
en el libro de l-os Hechos y en las epístolas se establece cubierta con el mensaje bíblico auténtico.
siempre una diferencia entre la posesión del Espíritu
iif{(rl

5ó Teologla del Movimiento Carismútico

Uno de los más felices resultados de este redes-


cubrimiento de la Biblia es, sin duda alguna, el énfasis
especial en la acción continüa y constante del Espíritu
Santo en la iglesia, y en la vida del creyente en Jesucristo.

Capítulo 6

La edificación del Cuerpo de


Cristo
Evrnp Los DoNEs carismáticos, el don de lenguas quizás
sea el postulado teológico más controversial del pentecos-
talismo actual.
Muchos cristianos viven hoy con un gran sentido de ex-
pectación debido a las manifestaciones de los dones que
los hermanos carismáticos proclaman con tanta profusión
(Hch. 1:4-11).
I{oy como ayer el Espíritu Santo prodiga sus dones
«para la edificación del Cuerpo de Cristo» (Ef. a:12).
Un vistazo a la forma en que la iglesia está constituida
hoy nos la mostrará compuesta por gentes no muy
semejantes, de ideologías variadas y hasta dispares, de
gustos no siempre coincidentes y de actividades muchas
veces distintas. Los que han nacido de nuevo en Cristo,
por obra y gracia del Espíritu Santo, n«r constítuyen ya una
colección de individuos aislados y separados el uno del
otro, sirt<l que to<los son rniembros de una comt¡nidad de
La edilicación tlal Ctrcrpo dc Cristo 59
-58 Teologla del Movimiento Caismátic'o

respuesta cle Jesús fue tajante: «Si ttlviéreis fe como un


creyentes donde, por causa de la unión con Cristo, se grano de nlostaza, cliréis a este mtlnte: Pásate de aquí allá,
produce una renovación constante de la vida «hasta que
y se pasará;y nada os será imposible" (Mt. 17:20).
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento
I-a fe tiene graclos y niveles. t¿ fe más ru«lirnentaria es
del Hijo de Dios» (Ef. a:13). Si alguien preguntara qué es
algo así como la que tienen los niños de kindergarten. Esa
la fe, la respuesta sería, en palabras del autor de la epístola
fe de kindergarten se puede resumir en esta frase: «Seño.r,
a los llebreos, que fe es la certezade lo que se espera, la
damer. Porque los que tienen ese tipo de fe se acercan a
convicción de lo que no se ve (He. 11:1).
Dios solo para pedirle, ya que para ellos, Dios es algo así
[-os que dicen que hay que ver para creer, no tienen fe
como un Santa Claus o un rey mago, a quien los niños
y nisiquiera la buscan, porque en realidad no la necesitan.
pequeñitos, en las naviclades y en el día cle reyes' le piden
Ya que para ver, ¿rsí como así, no hace falta fe. I-o único
las cosas más raras, caprichosas, extrañas y peregrinas'
que se necesita es abrir los ojos, y tener buena vista. Esto
El prototipo bíblico de esa fe de kindergarten es el hijo
es, tener 2.0120 cle visión, como diría un oftalmólogo. iAh!
pródig«1, en la primera etapa de stt vid¿; «Padre, dame la
Pero los que buscan, y encuentran.<la certeza de lo que se
parte de la hacienda que me pertenece». Ctlmo cuancl<l
espera, la convicción de lo que no se ve>), esos son, hoy por
dos comadres de barrio conversan: «Fíjese doña Manuela,
hoy, los verdaderos héroes de la fe, los bienaventurarlos
que yo le estoy pidiendo a Dios que haga que me saqtte el
que viven, aquí y ahora, la vida abundante, libre y feliz que
primer premio de la lotería de Puert«l Rico, en las
Jesucristo ofrece a toclos los que le aman. «Bienaven-
próximas navidades». «iAh!, pues yo no, doña Petra,
turados los que no vieron y creyeron» (Jn. 20:29).
figúrese que yo no le estoy pidiendo a Dios eso. [-o que yo
La fe no es tanto una cuestión de cantidad como de
le ruego a Dios, noche y día, es que El haga qtre mi hija
calidad. [Jna fe tan grande como una montaña, si no es
Amparito se case con un millonarior.
genuina, y de la nrírs alta calidad, no es capaz ni siquiera
Diálogos como este son muy propios entre aqtrellos qtre
de mover un pequeño grano de mostaza; en cambio, una
tienen una fe cle kinclerg¡rten. iQtle el Espíritu Santo
fe tan pequeñita como un grano de mosta2a, si es genuina,
ayude a esos que tienen tlna fe tan rtltlimentaria, y los irn-
y de la m¿is alta calidad, es capaz no tan solo de mover,
pulse a superarse para ir ascendienrlo, pelclañrl a pelclañ<1,
sino hasta de remover, por completo, algo tan grande
en esa escalera «le la gracia hasta qtte ptredan alcanzar el
como una montaña.
po«ler y la virtucl mayor a qtte debe aspirar siempre un
Al principio, los discípulos se equivocaron creyendo
creyente en Jesucristo, c¡ue no es otra cosa sino el tener
que la cantidad y no la caliclad era el factor determinante
una fe adulta.
de la fe, Por eso, en cierta ocasión se acercaron a Jesús y
le dijeron: <<Maestro, auméntanos la fe» (l*. 17:.5). La
ó0 Teologla del Movimiento Caristttático Lo edificaciñn del Cuerpo de Cisto 6l

Pero para alcanzar esa fe adulta tenemos que dejar de odioso y repulsivo es lo que esa promesa implica: «Si no
ser niños en Cristo, como dice el apóstol Pablo: «Cuando me das lo que te pido, olvídate. Tú no serás mi Dios". Casi
yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juz- dirfamos que aquello fue un pecado impefdonable. Pero
gaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que esa actitud de querer hacer negocios con Dios diciéndole
era de niño» (1 Co. 13:11). si tú me das, yo te daré, no es cosa de ayer solamente, ni
En el próximo peldaño está la fe infantil, que se puede de Jacob solo. Desafortunadamente, es también cosa de
resumir en esta frase: <<Seíror, si tú me das, yo también te hoy, y de muchos que actúan como si la fe cristiana fuera
daré». como un jueguito de azar o como una de esas máquinas
El prototipo bíblico de esa fe infantil es Jacob antes de electrónicas, que en los casinos son accionadas con una
su transformación espiritual, que lo convirtió, luego, en el moneda. El iluso que juega, pretende que a cambio de ella,
Israel de Dios; en el Fuerte de Dios. Jacob había tenido recibirá en cambio una cantidad fabulosa de dinero.
que salir huyendo de su casa, por sinvergüenza, desptrés Se pueden llevar muchos años como cristiano, pero
de haber engañado a su padre Isaac y a su hermano Esaú. tener todavía restos de la fe de kindergarten y de la fe in-
Todo parece indicar que, en el albur del arranque, no pudo fantil. Siempre se necesita el impulso del Espíritu Santo
llevar consigo ni siquiera una mudita de ropa extra. El para seguir ascendiendo por esa escalera de la gracia de
pasaje bíblico nos dice que, al llegar a Bethel se acostó Dios.
Jacob a dormir, y su almohada fue una piedra. Y soñó. Y Nos encontramos en seguida en el tercer peldaño: la fe
en aquel sueño profético vio una escalera que comunicaba juvenil, que se puede resumir con esta frase: «Gracias,
el cielo con la tierra y a ángeles de Dios que bajaban y Señor, por lo que me das». Esta fe es, sin duda alguna, de
subían por ella. Jacob se despertó sobresaltado, diciendo: una calidad muy superior a las dos anteriores.
«iCuán terrible es este lugar! iNo es otra cosa que casa de En el relato bíblico acerca de los diez leprosos que
Dios, y puerta del cielo!" (Gn. 28: 10-22).Y enseguid ahizo fueron sanados por Jesús, solo uno volvió para dar las
su tan infantil oración: «Si fuere Dios conmigo, y me guar- gracias. «Y los otros nueve, ádónde están?», preguntó el
dare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer Señor (l*.l7 12-19). krs otros nueve tenían una fe infan-
y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, til o quizás una fe de kindergarten. El décimo leproso
Jehová scrá nli Dios... y de todo lo que me dieres, el diez- tenfa una fe juvenil, llena de gratitutl. Por eso, Jesús le cli«l
mo apartaré para ti». otra bendición: le perdonó sus pecados, sanánclole
Aquel era un nragrrífico neg«lcio hecho por un buen también el alma: <<Vete, tu fe te ha salvado». [.os otros
judío. Pero el beneficio era tan evidente que cualquiera lo nueve fueron curados de la lepra que deterioraba sus cuer-
habría hecho igual. Pero, si esa promesa que Jacob le hizo pos;pero, por su ingratitud no fueron sanados de la lepra
a Dios es repugnante y detestable, aún más indigno, que deteriora el alma.
62 Tcolo{a del Movitniento Carivnático
La edificociótr del Cuerpo de Crislo

Perder los bíenes es mucho,


Contigo en lo menos, contigo en lo mas
Perder la salud es más...
y siempre contigo...
Perder el alnta es pérdída tal
La fe adolescente está allá arriba, ffiuY arriba, en un
Qtte no se recobra jamás.
peldaño muy alto de la escalera de Ia gracia <Ie Dios. Pero,
Por su ingratitud aquellos nueve leprosos perdieron sus
francamente, se trata «le una fe bastante lírica, muy sub-
almas, y la vida eterna que Jesucristo da a los que El salva.
jetiva y emocional. Es un tip«l de fe satt¡rada de un rnis-
Benito Pérez Galdós, el gran escritor español, en su libro
ticismo un tanto morboso; una fe demasiado ilusoria y
Doña Perfecta dicr:: oNarlie puede ser cristiano, si es mal
ultraterrena. No es una fe realista; una fe que pueda dar-
agradecid«l>>. Esto, sin dLrcla, PérezGaldós lo aprendió del
nos la victoria, que pueda hacernos siempre más que ven-
apóstol Pablo, quien dice: «Orad sin cesar, dad gracias en
cedores por medio de Aquel que nos amó y dio su vida en
todo, porque esta es la voluntad de Dios, en Cristo Jesús».
la cruz, por nosotros: Jesucristo.
Y otra vez: «Que la Palabra de Dios habite en vosotros, y
¿Cuál es, entonces, la fe victoriosa del cristiano? Es la
sed agradecidos». Que Jesucristo, quien es la Palabra de
fe adulta;la fe que no picle, sino que da; que no demanda
Dios encal'nada, habite en vosotros y así, y solamente así
nada, sino que lo entrega t«rdo, hasta la vida misma. Adul-
seréis agradecidos. Y entonces le daremos gracias a Dios
tos en Cristo llama el apóstol Pablo a los que tienen esa
no porque estemos enferrnos, «l angustiados, o llenos de
problemas, tristezas y sinsabores, sino porque en nuestras fe, que ocupa el peldairo más alto de la gracia de Dios.
Esta fe es Ia que impulsa al creyente en Cristo a presen-
enfermedades, angustias, tristezas y en medio de nuestros
problemas y sinsabores, allí, a nuestro lado, estará tar su vi«la entera, como una ofrenda de amor para que El
Jesucristo siempre para sostenernos y bendecirnos con su la use para su gloria; para que en servicio generoso y
paz y su victoria. desinteresado, la use para el bien y la felicida«l de otros,
especialmente de los más necesitados, los más pobres,los
Continuemos ascendiendo por la escalera de la gracia
más sufridos, los más desafortunados.
de Dios. En cuarto lugar, hay una fe adolescente,
romántica e idealista, pero magnífica, de una calidad muy I-a unidad de la fe, que se produce entre los creyentes
superior a la fe juvenil. Esta fe se expresa mejor en forma por obra y gracia del Espíritu Santo, y la edificación del
poética: Cuerpo de Cristo, que es el propósito de los dones caris-
máticos, nos ayudarán siempre a discernir respecto a los
Señor, te bendigo por lo que me das.
mejores dones.
Si nadante dar, tambíén te bendigo.
Si sucediera alguna vez que el don de lenguas se usara
'fe sigo iendo si entre rosas va:t,
para dividir a la iglesia, creando contiendas y confusiones
si vas e'ntre cardos y espínas, te sigo.
entre los creyentes, no «Itrdarírmos en señalar ese

lil
64 Teologla del Movimiento Carismático

fenómeno, como algo diabólico. Ese no es, ni será nunca,


el propósito y la finalidad de ese don divino, del cual
hablaremos específicamente más adelante.

Capíhrto 7

I-,os dones carismáticos


Es uuv sIGNIFICATIVo el hecho que después de haber
escrito el apóstol Pablo tres capítulos sobre los dones
carismáticos, termine diciendo: «Asf que, hermanos,
procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas, pero
hágase todo decentemente y con ordenr' (1 Co. 14:39-40).
Y cuando parecía que ya, con esto, él había puesto
punto final a su carta pastoral, nos sorprende con lo que
escribe a continuación: «Además, os declaro, hermanos,
el evangelio r¡ue os he predicado..." (1 Co. 15:1). Así co-
mienza Pablo su fanroso capítulo sobre la resurección.
Llama profunclarnente la atención que, en medio de ese
extenso pasaje bíblico Pablo, a manera de un exabrupto,
irrumpe con una expresión maravillosa sobre la manera
cómo Dios está guiando y dirigiendo el universo y todas
las cosas creadas, segírn sus designios eternos. Para é1, esto
es algo así como una redencil¡n cósmica, en que todo el
mal y el dolor, el pecado y todas las tragedias que afligen
a la humanidad, llegarán a su fin, y Jesucristo será el todo
en todo.
Teologfa del Movimiento Carisntático Los dones carisntálicos

[¿ visión de Pablo es tan amplia, que se extiende, o Los cristianos de hoy son más numerosos. Hay hoy
horizontalmente, de eternidad a eternidad: antes
unos mil millones de cristianos en el mundo. l-os
"Desde
de la fundación del mun<|o,, (Ef. 1:4), «hasta Ia dispensa- cristianos de la época en que el ap'óstot Pablo
ción del curnplinriertto de los tiempos» (Ef. 1:10).Vertical- escribió sus cartas a los corintios, no pasaban de ser
mente abarca «desde más arriba de todos los cielos», (Ef.
sino unos pocos millares. En esto, los cristianos de
4:10) «hasta las partes más bajas de la tierra» (Ef. 4:9).
hoy aventajan a los de ayer, si es que el número sig-
[-a unión espiritual que San Pablo contempla en Cristo nifica alguna ventaja.
es tan amplia que incluye a Dios y al hombre; al varón y a
la hembra; aljudío y al gentil;y a personas de toda clase y
o Los crístianos de hoy tienen meior preparación
condición social, eclucacional, económica y polltica. De académica. tloy en dfa, más que nunca antes, el
esa diversiclad ilimitada, Dios establecerá, con Jesucristo
dicho: <<Doct«lres tiene la Madre Iglesia» es muy
exacto y correcto. [¡s cristianos con doctorados y
como centro, un reino unido «Ie cielos y tierra. Esto no es
otra cosa sino el orden de Dios, en contraposición al títulos universitarios y teológicos se cuentan hoy
desorden que encontramos hoy en el hombre, en la his-
por miles. De rnodo que si la cultura, Ia erudición y
toria y en el universo. Todo esto será una bendita realidad Ia preparación académica y teológica significan
porque Jesucristo es el Señor del universo y de la eter- ventaja alguna en la Iglesia de Jesucristo, en este
nidad. aspecto también los cristianos de hoy aventajan a
los de ayer.
Brevemente, Pahlo nos habla aquí de la victoria final de
Jesucristo. áY qué significó para los cristianos del primer o icos, tienen mds bienes
l-os cristianos de hoy sott ntás
siglo el creer en la victoria final de Jesucristo? Significó materiales. I-a lglesia Cristiana, en general, tiene
vivir siempre con esperanza y con un gran sentido de hoy mucho dinero. Y numerosas posesiones. Gran-
expectación. des propiedades. Cuantiosas inversiones y recursos
Para entender mejor la afirmación precedente económicos cle toda clase. Si toclo esto representa
debemos recordar que para quienes forman parte del algo, entonces los cristianos de hoy aventajan con
movimiento carismático contemporáneo, éste no es otra creces a los del Siglo I de nuestra era.
cosa sino un retorno al cristianismo primitivo. Cabe Sin embargo, sin ninguna de estas «ventajas», los cris-
preguntarse, entonces, óqué tenían los cristianos del tianos del Siglo I, vivían «con los ojos puestos en el cielo»
primer siglo que nosotros no t€ngamos? O, üqué tienen (Hch. l:10); esto es, vivían siempre esperando grandes
los cristianos cle hoy,que los cristianos del primer siglo no cosas de Dios, y emprendiendo grandes cosas por Dios.
tuvíeron?
irirl(f{l ,i

ñ Teologla del Movímiento Carísnútico Los dones caistnálicos

Esto les infundía valor para testificar de Jesucristo con en- La misión del Espíritu Santo es una: glorificar a
tusiasmo, con vigor y tesón, en medio de un mundo Jesucristo (Jn. 16:14). Es por eso que afirm.amos que el
pagano, antagílnico y hostil. Espíritu Santo no otorga carismas a creyentes para que
[a expectación cristiana inflamó su pasión evangellstica éstos, considerándose por eso que son hijos privilegiados
y misionera en tal grado y de tal manera que deillos se de Dios, usen esos carismas para alcanzar supremacía
decía: <<Estos, que trastornan el mundo entero, también sobre sus hermanos en la fe, causando asf divisiones en'el
han venido acá" (Hch.17:6);y su mensaje, con la unción Cuerpo de Cristo. En este contexto no es diffcil imaginar
del Espíritu Santo, transformó por completo la situación la decepción de Pablo al enterarse de las facciones que ya
del homhre y de la sociedad de entonces: «Estos con- se habían formado en la iglesia de Corinto por causa de
travienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, un mal entendido sobre los dones carismáticos. De otro
Jesús» (FIch. 17:7). modo no habría escrito con Ia vehemencia que lo hizo:
Sin lugar a duclas, la iglesia está recobrando hoy ese sen- «áAcaso está dividido Cristo? óFue crucificado Pablo por
tido de expectación que tenía en el siglo primero. Actual- vosotros? O, ifuisteis bautizados en el nombre de
mente son muchos los creyentes en Cristo que, con la Pablo?r, para añadir después: «Ilabiendo entre vosotros
unción del Espíritu Santo, viven y actúan «con los ojos celos, contiendas y disensiones, ino soís carnales, y andÍiis
puestos en el cielor, y oran fervorosamente diciendo: como hombres?,> (1 Co. 1:13;3:3).
.,Oh, Señor, transforma este mundo; pero empieza por El apóstol Pablo enumera nueve de esos dones
mí». carismáticos, de los cuales estamos hablando (1 Co. 12:8-
I-a oración, más que ninguna otra cosa, está con- 10). Esos nueve carismas podrían muy bien ser
tribuyendo al «¿yiy¿riento espiritual» que se nota ya por clasificados del modo siguiente:
doquier. «No es lo mismo», dice Kierkegaard, «sostenido
o Dones que imparTen poder para osab€b» sn fomta
sobre una sola pierna demostrar la existencia de Dios, que
sobrenatut'al: Palabra de sabicluría, palabra de cien-
adorarle postrándose de rodillas». Jesucristo quiso
cia, discerninriento de espíritus.
siempre tales arloradores. Y solamente de rodillas,
delante de nuestro Señor, desaparecerán las diferencias t l)c¡nes que impañen poder ¡tara «actuaD> en fonna
que nos separan, y podremos así unir nuestros brazos y sobrenalural; Fe, operación de milagros, dones de
corazones para llevar adelante, con fe, entusiasmo y amor, sanida«les.
la bandera de la cruz, que señalaiá un iruevo día para este o Dones que imparten poder para ohablan, sn fonna
mundo c«tnvulso y para esta época tan interesante de la sobrenatural: Profecía, diversi«lad de lenguas, inter-
historia en que, por la gracia de Dios, nos ha tocado vivir. pretación de lenguas.
I-os tktnes cañsntálicos 7l
fbologla del Movimiento Cqrisnútico

también en clistintas ceremonias religiosas de los hin«lires,


Estos no son sino algunos de los muchos carismas que
budistas, musulmanes y otros, que no poseen el Espírittr
el apóstol Pablo ntenciona en varios de sus escritos (1 Co.
Santo.
12:28-30; 1 3 : 1 - 3 ; 1 4:6; 2 Co. 12:1.;Ro. 12: 6-8; Ef. 4 : 1 1- 12).
Ya en el primer siglo de nuestra era, estaban presentes
Si reuniéramos todos los carismas que él menciona en los
estos fenómenos en los misterios egipcios. También se en-
textos bíblicos que acabamos de citar, tendiíamos unos
cuentran en la mitología de la Antigua Grecia, especial-
veinticinco.
mente en los oráculos de las pitonisas de Delfos y las
Bl ¡rcrqué de estos dones sibilinas de Corinto. Ftre por eso, sin duda, que el apílstol
Pablo declic(l los capítulos 12, 13y 14 de su primera carta
La revelación de Dios en Jesucristo fue completa y ab- pastoral a l«ts corinti0s; para establecér algunos principios
soluta. Sin embargo, sin la iluminación del Espíritu Santo
ieológicos q¡e pernritieran a ¡ls creyentes discernir e¡rtre
esa revelaciíln es parcialmente ininteligible. Es, pues, el
lo cristian«t y Io pagano de la glosolalia, o el don de len-
Espíritu Santo el que nos guía a toda verdad. Y, como la
guas.
verdad que el Espíritu Santo nos interpreta no puede ser
L-a simple manifestación de algo que está por encima de
estática sino <linámica y continua, es que Dios otorga caris-
los poderes humanos normales, no implica que elpocler
mas a su iglesia (Ilf. 4: 11-12) para el provecho o el bien
«lel Espíritu Santo esté vigente en la vida de uno' Puecle
común de todos los fieles (1 Co. l2:7). En síntesis, el
muy bien ser una manifestaci(ln satánica. Así l<l expresó
propósito cle los carismas es unir el Cuerpo de Cristo.
Jesús cuand6 tlij«l: ..Prl1l¡e Se levantarán falsos Cristtls, y
Cuando los dones carismáticos sean usados para dividir
falsos profetas, y harírn grancles señales y protligios, rle tal
y no para unir a los creyentes en Cristo, tenemos que con-
manera c¡ue engañarán, si fuere posible, aun a los es-
venir en que no son dones genuinos de Dios, sino
cogi<los, (Mt.24:24).
fenómenos espectaculares diabólicos. En una palabra, no
Tarnbién habl(l de kls (Ire en el día del Juicio Fittal,
son carisrnas. Afirrnamos esto porque sabemos que los
clirán: «Seir«lr, Seiror, án<l profetizamos en ttl nombre, y
fenílmen«rs de este tipo, como el hablar en lenguas, no se
en tu nomtlre echamos fttera delnonios, y en tu nombre
producen exclusivamente dentro de un contexto cristiano,
sino que ocurren también en conexión con ciertos cultos
hicimos muchos rnilagros? Y entonces les declararé:
Nunca os conocí; apartaos de nlí, haceclores cle maltlatl'
paganos. En los días actuales estos fenómenos, de emisión
(Mt.7:22-23).
automática de sonidos o palabras incoherentes, se regis-
Un6 cle los esJrectác¡los ntás trírgic«ls de tocla la cristia¡r-
tran con bastante frecuencia en las sesiones espiritistas, en
dacl, es ver a una iglesia clividida por razíln cle lrls dones
los ritos santeros. entre brujos y los hechiceros del vudir
haitiano, en muchos cultos indígenas y africanos, asl como carisnrítticos, como sucediíl en la iglesia de Corinto,
«londe Palllo, usancltl como ejemplo el clon «le lengttas, se
Tcolog[a del M ovimiento Carismático Los dones carisntáticos 73

vio precisado a establecer las bases doctrinales indispen- Jesucristo es el Señor, y la salvación que El ofrece no es
sables para que todos los carismas fueran usados con un exclusivamente ultraterrena sino que es algo que El
solo propósito: glorificar a Dios, y edificar, servir y for- mismo identificó con la vida eterna que, en'síntesis, €ñ-
talecer a la iglesia. pieza aqul y ahora, extendiéndose hasta la eternidad; no
[¡s dos carismas más controversiales de la hora actual es exclusivamente salvación del alma, sino que es
parecieran ser el don de sanidades y el don de lertguas. salvación integral de toda la persona humana: espíritu,
Para hacer un análisis de todos ellos, usaremos como alma y cuerpo. No es exclusivamente salvación individual
referencia los dos mencionados. I-as posteriores con- sino que es salvación total del individuo y de todas sus cir-
sideraciones solrre la renovación de la iglesia quizás nos cunstancias: hogar, comunidad, estructura social, política
ayuden a mantener el equilibrio teológico que tanto y económica.
necesitamos hoy. Decir que una persona tiene el don de sanidades sig-
nifica que esa persona es usada por Jesucristo para minis-
El don de sanidades trar salud, en forma sobrenatural, a los enfermos,
Al afirmar que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por mediante la oración. No debemos creer que la persona
los siglos, estamos proclamando que adoramos y servimos que posee este carisma tiene el poder de Jesucristo para
a un Cristo vivo y todopoderoso, que tiene hoy el mismo sanar a todos los enfermos, sin excepción alguna. Dios es
poder que tenía ayer para transformar por completo la soberano y El es el que usa muchos medios para devol-
vida de las personas y de los pueblos. verle la salud a una persona enferma.
Jesucristo es el Señor, capazde transformar y dar salud Usa médicos, enfermeras, cirujanos, o«lontólogos,
hoy a los que sufren enfermedades y dolencias físicas; dar oftalmólogos, sicólog«ls, siquiatras y técnicos de las cien-
paz a los tristes y afligidos, y a todos aquellos que son cias de la salud. Para corroborar lo que acabo de «lecir,
víctimas del miedo. o[¿ paz os dejo, mi paz os doy. No permltaseme aclarar que yo creo en milagros. Y creo en
como el mun<Jo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro milagros por muchas razones divinas y humanas. Pero,
corazón ni tenga miedo» (Jn.14:27). sobre todo y más que nada, porque mi propia vida es un
Jesucristo es el SeñoÍ, capaz de transformar hoy y dar milagro.
libertad y perdón a los esclavos del vicio y de las pasiones; iPor qué digo esto? Porque a la edad de siete años,
a los que viven hoy vidas menguadas, fracasadas y debido a un accidente, me quedé prácticamente sin rostro.
frustradas, en personas totalmente nuevas que gozan, aquí De hecho, en el barrio donde yo vivía, todos me conocían
y ahora, de la vida abundante que Jesucristo ofrece, ya que como «el niño sin cara».
«si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas)> (2 Co.5:1,7).
¡

Teologla del Movimiento Csrismótíco Los dones cari.stnáticos 75

A consecuencias del accidente que tuve, lo que me coro afirma: «[Iay poder, sí, sin igual poder, en Jesús,
quedíl de,l rostro conque yo nací fue apenas mifrente, mis quien murií1. Hay poder, sí, sin igual poder,. en Ia sangre
ojos, y parte de mi nariz y mis oídos. Todo lo demás que El vertió». Esas palabras, más que en mis oídos,
desapareció a causa de una gangrena incontrolable. cayeron en lo más profundo de mialma, como cae el rocío
Después de cuatro operaciones, que por aquel enton- mañanero en un arenal. Me acerqné a la puertadel templo
ces me hicieron en el Hospital Civil de Sancti Spfritus, pero no me atreví a entrar porque no quise ser'un
I espectáculo a los creyentes que allí estaban. En lugar de
Cuba, mi ciudad natal, mi madre le preguntó al cirujano:
«iDoctor, y ahora qué?» "No lo sabemosr>, contestó el eso, por entre las renclijas de un parabán, que estaba frente
médico; «tal vez tengantos que operarlo otra vez. Y en- a la ptrerta, ví y ol predicar al pastor, quien decía, una y
tonces quizhs tengamos que sacarle los ojos, y lo que otra vez: «No hay nada irnposible para Dios; y para las per-
todavía le queda de nariz y orejas, a menos qtre la sonas que tienen fe en Dios, tampoco hay nada im-
gangrena se detenga». Y la gangrena se detuvo. Sin posible».
medicinas ni tratamientos médicos de ninguna clase, que Esas palabras se me clavaron como un dardo de fuego
en aquella época no se conocían. Ese fue el primer milagro en mi corazón. cPor qué? Porque esas eran precisamente
de Dios en mivida. las palabras que yo necesitaba escuchar. Antes que con-
EI segundo milagro fue que, por la gracia de Dios, desde cluyera la reunión me fui a casa. Esa noche, cuando me
los siete a los catorce años, pude yo sobrevivir, sin poder acosté a dormir, no pude conciliar el sueño. Fue entonces
hablar, alimenthndome casi exclusivamente de lfquidos cuando, conmovido y perturbado, comencé a llorar, eh-
que, con una especie de sonda rudimentaria pasaban a mi papando mi almohada en lágrimas. Por primera vez en mi
estómago, a través del esófago. vida, oré; aunque, para expresarlo mejor, debo decir que
Pero a los catrlrce años, se produce inesperadamente el hablé con Dios; pero no con palabras auclibles, porque no
tercero, y el más grancle de todos los milagros. Yo diría, me era posible hablar, sino que Io hice con gemidos
mi nueva vida en Cristo. profundos del corazón. [r dije: «Dios mío, creo todo lo
iCómo ocurrió ese milagro? No lo sé exactamente; que he oído esta noche. Creo en ti, y creo que para ti no
pero lo que sí sé es que nunca podré olvidar aquella noche hay nada imposible. Creo también que para aquellos que
en que, agobiado y adolorido, triste y abatido, sin esperan- tienen fe en ti, tampoco hay nada imposible. Dame, oh
zas de ninguna clase, deambulaba por las calles de Sancti Dios, esa fe que necesito para que tú me bendigas,
Spíritus, envuelta mi cabezay lo que quedaba de mi cara, dándome una nueva cara. Y si tú me bendices, de tal
en gasas, algodones y vendajes. Caminando sin rumbo fijo, manera que pueda volver a hablar, te prometo que iré por
rle pronto me encontré frente a una iglesia Presbiteriana, el mundo diciéndoles a los que sufren que tú eres un Dios
donde cantrttran en ese rttolnento-aquel himno que en el de amor y nrisericordia, que tú lo.s amas, que tir te conr-

I
i

7ó Teologla del Movimietúo Csrisnútico Los dones caisntálicos

padeces y benclices a todos cuantos necesitan de tu gracia clavos de la cruz del Calvario; hoy por hoy, las veinticuatro
y de ttr poder». Esa fue la oración y la promesa de un niño horas del día, y los trescientos sesenta y cincq días del ario,
de catorce años, que había venido sufriendo indecible- no rne son suficientes para expresarle al Señor mi profun-
mente por más de siete. da gratitud y mi eterno agradecimiento por todo lo que El
A partir cle es:r noche y [,or seis meses consecutiv<ls, ha hecho por mí, no solo dándome una nueva cara, sino,
mañana, tarde y noche; parado, sentado, caminando o sobre todo y más que nada, dándome una nueva vida.
acostado, yo oral)a y oraba y oraba, usando siempre las iBentlito sea el Señor porque El usó médicos, enfermeras
mismas palabras de mi primera oración, aunque y hospitales para darme una nueva cara,y una nueva boca,
añadiendo, rJía a dfa, unas que otras nuevas. Con la ayuda c«rn la cual he podido glorificar su Santo nombre durante
del pastor de aquella iglesia Presbiteriana, durante aque- más de cincuenta y cinco años, por numerosos países del
llos seis meses, ya yo había lefd«¡ la Biblia dos veces, desde orbe!
el primer versículo del Génesis hasta el último del Dios usa también a todos aquellos que creen en El para
Apocalipsis. que oren por los enfermos, y dar así sanidad a los que
Todas mis oraciones las terminaba con las palabras de sufren de dolencias físicas. Sin embargo, El puede
Jacob en Peniel: «Señor, no te dejaré, si no me bendices». también sanar todo género cle enfermedades sin recurrir
Y El me bendijo. cDe qué manera? t o único que sé es que a intermediarios personales, hospitales, ní medicamentos.
fue un milagro, un gran milagro, que puso de manifiesto En esto, todos k¡s cristianos coinci«len. Pero no hay unani-
la realidad bendita que el CristovivoyTodopoderoso está midad de criterio en lo que respecta a usar este carisma
hoy actuando en este mundo cofl poder infinito; y El usa para montar espectáculos públicos o para vanagloria per-
a personas de toda clase y condición para llevar a cabo sus sonal del que lo posee. Debemos recordar siempre, con
planes redentores y eternos. humildad, que los fenrimenos espectaculares a veces no
Tal vez esto sea aún más claro si agrego que mediante son manifestaciones del Espíritu Santo.
treinta y tres operaciones de cirugía plástica, el Señor usó
a médicos, enfermeras y hospitales, por un largo período Eldon de lenguas
de siete años más para hacer que yo pudiera tener el rostro El don de lenguas es el poder de hablar, en forma
que ahora tengo: feo, torcido y lleno de cicatrices. sobrenatural, en un idioma jarnás aprendido por el que lo
i,Cuál es la bendición más grande que a lo largo de mi habla. Ese idioma puecle ser una lengua conocida, como
vida he recillido del Señor? Precisamente esta cara fea, sucedió con los discípulos el día de Pentec«lstés (tlch. 2:1-
torcida y llena de cicatrices, muy visibles por cierto; por- 11), o puede ser una manifestación extática de una lengua
que en esta cara .Iesucristo ha dejado sus huellas de sus
manos benrlitas, taladradas y ensangrentadas por los

..,"" ,dD*.$ ti
78 TeologÍa del Movimiento Corísmótico Los dones carisntólicos 70

desconocida, como en el caso de los corintios, que el nuestros hermanos carismáticos afirman que existe
apóstol Pablo considera como un verdadero carisma para diferencia entre la señal de lenguas y el don de len-
hablar a Dios en oración y alabarua (1 Co. 14:2-4). guas. Mantienen que la señal se da uña vez como
Bíblicamente hablando, el don de lenguas no es la prueba inicial del bautismo del Esplritu Santo y
prueba del bautismo del Espfritu Santo, ni tampoco es la quizá nunca vuelva a repetirse. Todos los cristianos,
prueba de la plenitud del Espfritu Santo. Aparte del dicen los que así creen, deben poseer esta señal.
Pentecostésy del caso de los corintios, estos sonlos únicos Pero el don es algo diferente que se da sólo a al-
dos casos en que se presenta el hablar en lenguas como gunos, como lo enseña el apóstol Pablo en su carta
manifestaciones del Espfritu Santo. Hay por lo menos pastoral a los corintios.
veintinueve otros casos, en el Nuevo Testamento, en que o llechos 2:4-13. Este es el relato del dla de Pente-
se nos dice que una persona o grupo tiene el Espfritu costés. Se señalan aquí dos cosas importantes: 1. El
Santo, recibe el Espfritu Santo; o está lleno del Espfritu hablar en otras lenguas era una manifestación
Santo. Ninguno de estos casos va acompañado del hablar directa del Espíritu Santo; y 2. Se trataba de lenguas
en lenguas. de las que se hablaban en varias naciones, e in-
El argumento más contundente lo tenemos en el hecho teligibles para los ciudadanos de ellas, que pudie-
de que, en el bautismo de Jesús, el Esplritu Santo ron entenclerlas sin necesidad de intérprete. olrs
clescendió sobre lll en forma corporal y El no habló en oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de
lenguas entonces. Y tanrpoco hay nada en los cuatro evan- Dios, (Hch. 2:11). El próposito de hablar en len-
gelios que nos diga o que siquiera implique que Jesucris- guas aquí fue doble: 1. Fue una señal para los
to hablara en lenguas. discípulos de que el Espíritu Santo, prometido por
EI don de lenguas aparece solamente en cinco pasajes Crísto poco antes cle su ascensión, les habfa llegado
clel Nuevo Testanrento, que son: con poder; y 2. Fue un medio por el cual los
o Marcos l6: 17-18. Nose asociaenestepasajebíblico prosélitos juclíos, que estaban en Jerusalén ese día,
con la recepción del Espíritu Santo sino con la fe: oyeran el mensaje de salvación en sus propias len-
,,Estas señales seguirán a los que creen: En mi guas.
nombre echar¿in fuera rlenroni<ls, hablarán nuevas r I Iechos10:46.Iis aquí cuanclo se usÍl el don de len-
lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si guas como sellal cle que el Reino de Dios se abría
bebieren cosa mortífera, no les hará daño;sobre los también para los gentiles, en la casa «le Cornelio.
enfermos pontlráir sus'manos, y sanarán". Cuando el apóstol Pedro regresó a Jerusalén,
Basán«lose en este texto bíblico, algunos de después de su visita a los gentiles en la casa cle Cor-

¡. ,i'Árrr 'i{il l'


I

80 Teolo§a del Movimiento Caismótico Los dones coristttáticos 81

nelio, la prueba irrefutable que el apóstol dio a los


judíos que le criticaban fue precisamente el hecho
o 1 Corintios capítulos 12, 13 y 14. En Corinto, según
el apóstol Pablo, el don de lenguas cumplió cuatro
de que allf los gentiles habían hablado en lenguas,
propósitos especfficos: 1. Ilablar a Dios en
como sucedió en Pentecostés a los discípulos de
arloración y alabanza: ,,Porque el que habla en len-
Jesús. Fue entonces cuando los judíos tuvieron que
guas no habla a los hornbres, sino a Dios»(1 Co.
aclmitir el hecho de que el Evangelio era también
l4:2). 2. Producir edificación personal: «El que
para los gentiles. «iDe manera que también a los
habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica» (1
gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!»
Co. 14:4). 3. Servir como señal para los no creyen-
([Ich.11:18).
tes: «Así que, las lengtras son por señal, no a los
Ilechos 1!):6.Aquí es donde el apóstol Pablo, al en- creyentes, sino a los incrédulos» (1 Co. 14:22). 4.
c«rntrarse en Efeso con los discfpulos de Juan el Edificar a la iglesia si se utiliza con intérprete:
Bautista les pregunta: «iRecibisteis el Espfritu «l{ágase to«lo para edificación. Si habla algttno en
Santo cuando creisteis?» (Hch. l9:2).AI percatarse lengua extraña, sea esto por dos o a lo más tres, y
el apírstol de que ellos no eran cristianos, los bau- uno interprete» (1 Co. l4:2(t-27). El apóstol Pablo
tizó en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles no sólo afirma que si el hablar en lenguas se hacía
impuesto el apóstol Pablo las manos, vino sobre en pírblico era menester que hubiera interpreta-
ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas, y ción, porque, de otra manera na<Jie entendería lo
profetizaban" (I{ch. 19:5-6). El propósito del don que se dijera, sino que dice: «Y si no hay intérprete,
de lenguas, en este caso, como lo fue también en calle en la iglesia, y hable para sf mismrl y para Dios»
casa de Cornelio, fue la prueba externa de Ia (1 Co. 14:28) y aún si hay intérprete, no debe per-
recepción del Espíritu Santo. Tal vez convenga mitirse que hablen más de clos, o a lo más tres, y esto
notar que aquí, como en la casa de Cornelio, las per- por riguroso turnoy siempre con interpretación. De
sonas implicadas no buscaban específicamente el otro modo, dice el apóstol, si en el lugar donde está
don de lenguas. De hecho, no hay prueba de que reuni«la la iglesia, todos se ponen a hablar en len-
Cornelio y los efesios hubieran siquiera oído hablar guas y entran personas qtle no son creyentes, ino
cle ese don antes. Prlr tanto, fue un acto soberano dirán que estáis locos? En el mismo contexto, el
de Dios lo que les otorgó este don. No vino como apílstol Pablo exhorta: «IIírgase todo decentemen-
resultado rJe que ellos lo buscaran. te y con orclen» (1 Co. 14:40), y afirma que <,Dios
no es Dios de cclnfusión, sino rJepazr, (1 Co. 14:33)'
82 Teolo§a del Movimiento Caismático Los dottc s cori.stttál ic os

El apóstol Pablo, con ese espfritu de buscar siempre la reparl.iese todos nris bienes [)ara clar de comer a los
paz entre los creyentes, dice que él posee el don de len- pobres, y si entregase nli cuerpo paril ser quentado, y ntl
guas, «más que torlos vosotros>>, pero que no ha hecho, ni tengo amor, de nar.la me sirve. El anlor es sufrido, es benig-
quiere hacer, uso de ese don en la iglesia porque eso no no; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no
es de ningún provecho para los fieles (1 Co. 14:6). se envanece; no es indecor«rs«1, no busca lo suyo, no se irri-
Por tanto, insiste en que lo que se haga en los cultos ta, no guarcla rencor; no se gttza rJe la injusticia, mas se
públicos de adoración a Dios sea siempre con enten- goza de la ver«larl. Todo lo sufre, toclo lo cree, todo lo
dimiento. Así, pues, concluye que, aunque él podría espera, toclo lo soporta. El amor nt¡nca deja de ser; pero
hablar en lenguas, más que todos ellos, «en la iglesia las profecías se acabarán, y cesarán las lengtras, y la cien-
prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento... cia acabará (1Co. l3:1-8).
que diez mil palabras en lengua desconocida» (1 Co.
14:19).
Y, como todo parece indicar que algunos oficiales de la
iglesia «le Corinto se oponían al inmoderado hablar en
lenguas en los cultos públicos de adoración, el apóstol no
cree que ese problema pueda resolverse con medidas
represivas, sino con amor. Por eso dice: ,,No impidáis el
hablar en lenguas" (1 Co. 14:39).
En síntesis, pzra evitar rnayores disensiones entre los
creyentes en Cristo, el apóstol consentía en que se per-
mitiera el hablar en lenguas, con tal de estar sujeto a la
reglamentación que él mismo habfa propuesto. Por eso,
Pablo indicaba lo siguiente: «Quisiera que todos vosotros
hablaseis en leng,¡¿5» (1 Co. 14:5); pero, «procurad los
mejores dcnesrr, llara lo cual, .<yo os muestro ahora un
camino más excelente» (1 Co. 12:31), y el camino más ex-
celente que el apóstol mostró a los crístianos de Corinto
fue el camino del amor. iSeguid el amor! (1 Co. 13:13;
14:1). «Y si tuviese profecía, y entendiese todos los
misterios y toda ciencia, y tuviese la fe, de tal manera que
trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si
C-apítulo I
Conclus ión z La renovación
de la iglesia
EN uucnos LUGARes hoy se ha estado originando un
verdadero renacimiento espiritual. En muchas partes es
conocido con el nombre de Renovación Cristiana en el
Espfritu. Estc es lo que en realidad debemos considerar
como la obra de Dios en la iglesia de hoy.
Esto no sugiere que las iglesias llamadas tradicionales
hayan a«loptado los postulaclos teológicos del movimien-
to carismático contenrporáneo, ni que tampoc<l estén esas
iglesias «históricas» introdnciendo costumbres y prácticas
pentecostales en sus cultos de adoración, en sus estruc-
turas eclesiásticas, en la estrategia misionera, o en sus
diversos planes y programas.
Se trata de algo más profundo y de mayor significado.
to Que hoy está ocurriendo en casi todas las iglesias del
mundo, tanto en las denominaciones históricas delprotes-
tantismo, como dentro de las iglesias ortodoxas Griega y
Católica, no es otra cosa que un retorno al «primer amor»:
Teologla del Movilnietúo Coisntátit:o Conclusifin: La renovación de ta iglesia 87

al Cristo cnrcificaclo y resucitado, quien vive actualmente vida. áPor qué no? Porque es aquello que Jesús le dijo a
y es, hoy por h«ly, la única esperanza de este mundo desor- la samaritana junto al pozo de Jacob: «Mas 9l que bebiere
bitado y confuso en el cual vivimos. «lel agua q.r. yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el
Este retorno al Cristo vivo y todopoderoso, quien es el uguuilr" yo le daré será en él una fuente de agua que salte
«aut«)r y consumador de Ia fer, se manifiesta hoy de mu- para vida eterna» (Jn. 4:14).
chas formas y maneras, tales como: El Evangelio es el regalo más atractivo que existe. [-a fe
o Un renovaclo entusiasmo por la lectura, el estudio cristiana sá desnaturaliza si no se vive y se proclama en
serio y profundo de la Biblia y la oración. forma atractiva. p;lgozoes el gran atractivo tlel Evangelio.
o un cristiano triste es un triste cristiano. con «cara de
EI testimolri«l cristiano y la pasión evangelística tle
viernes santo» no podremos evangelizar aun mundo qtte
l<ls creyentes.
está lleno de sufrimiento y «lolor.
o [¿ sincera fraternidad de
"los hijos de Dios»
r-le
[.os cultos de adoración tienen que tener el atractivo de
todas las razas y nacionalidades. una celebración gloriosa, entusiasta y gozosa, sin llegar a
o La nueva clirnensiíln del espíritu ecunrénico. los excesos que desnaturalizan la verdaclera adoración.
o La e¡rtusiasta militancia cristiana de los fieles. Con .,cara «le Domingo <le Resurrección» tenemos que
vivir y proclamar siempre, en la iglesia y en el mundo, el
o E[ énfasis redoblado en el hecho real de que los
Evangelio fle Jesucristo, quien nos ha prometido estar con
laicos son también apóstoles y, por tanto, tan res-
ponsables como los clérigos de la proclamación y
nrrotto, «to«los los días, hasta el fin» para bendecirnos
con su divina presencia, que siempre imparte paz y vic'
propagación «Jel mensaje del Evangelio de Jesucris-
t<1.
toria. ,,Regocijaos en el Señor sienlpre. Otra vez digo:
iRegocijaos!» (Fil. 4:4).
El gran mensaje que hoy proclaman de polo a polo las
iglesias que están experimentando la renovación cristiana
la alegría es la exteriorización del gozo cristiano' f:l
gozo es algo introspectivo;per«l la alegría es extrospectiva.
en el Espíritr¡ Santo es, en sítrtesis, el mismo nrensaje de
victoria y esperanza (¡re ¡;roclanrarcn antaño los cliscí- El gozo es experiencia cristiana; mas Ia alegría es tes-
pulos del camino de Elnairs. Ese mensaje fue: iEl Señor timirnio cristiano. I-a iglesia tiene que proclamar hoy el
gozo y la alegría de la resurrección de Jesucristo'
resucitri! iEl Señor ha resucitado verdaderamente! iGo-
Hasta ahora, no sé de nadie que haya incluido el gozo y
zaos, alegraos y dadle gloria!
la alegría de los cristianos entre los métodos modernos cle
El gozo es experiencia cristiana. Es algo muy íntimo y
subjetivo, pero también muy real, que no se altera ni aun
la evángelizaci6n; sin embargo, sabemos que el apóstol
pablo usó este métod<l con grandes resulta«los cuando es-
cuan«lo estemos en medio de las mayores tormentas de la
tuvo con Silas preso en la cárcel de Filipos' En ltrgar de
,(

Teolo{a del Movimiento Carismático Conclusiótt: La renovación de lo igtesia 89

quejarse y de llorar, cantaban himnos a Dios;y los presos En síntesis, dar gloria a Dios es llevar la militancia cris-
los ofan. Sin duda que también el carcelero los oyó cantar. tiana a la comunidad que está fuera de las cuatro paredes
Talvez, en la conversión del carcelero de Filipos influyó del templo, esperando que los hijos de Dios se manifies-
mucho el ver y ofr a esos hombres, después de haber sido ten. Es así como el Evangelio continuará transformando
torturados cruelmente, con los pies en el cepo, con mu- la vida de las personas y de los pueblos.
chos azotes en las espaldas, cantar alegremente himnos de Es así, también, como la gloria de Dios se manifestará
alabanza a Dios (Hch. 16:22-33). en el mundo, a través de la Iglesia de Jesucristo, y llegará
pronto el día glorioso en que todos podamos proclamar,
Lleva cantando el traje,
con palabras y con hech«rs, que «somos un solo cuerpo,
con que- el Señor te viste;
uno es el Señrlr, una la esperanza y uno nuestro amor».
y no esté.s trLste nunca:
que es pecado estar triste.
Si el gozo es experiencia cristiana y la alegría es tes-
timonio cristiano, iQué es dar gloria a Dios? Dar gloria
a Dios es servicio cristiano. Es servir, generosamente al
pueblo, en nombre de Jesucristo. [-a religión cristiana no
es cosa del domingo solamente, o de las horas en que uno
debe estar en la iglesia adorando, sino que es también una
actitud esJriritual, de carácter permanente, que afecta la
vida entera del individuoy ejerce su influenciabienhecho-
ra en el hogar, en la calle, en la escuela, en el taller, en las
actividades sociales, polfticas y económicas;y en todos los
motivos y condiciones que forman la vida misma de la
comunidad.
Por eso es que dar gloria a Dios es servicio cristiano;
pero es, además, militancia cristiana. Es luchar por Cristo
en lo nrdo de la lid, como fiel soldado de la cruz. f.a lucha
es contra el vicio, la pobreza, el mal, contra la ignorancia
de la ley de Dios. El triunfo significa que domine el bien,
que los hombres se amen y que Ia verdad y la justicia
reinen por siempre jamás.

J-
9l Teolog{a del Movinúento Carismdtico

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li.ir((.(t/ ¡l(t( il

95
94 Teologla del Movimiento Carismótico Nota biogáfica

teme que contag,ie a los demás alumnos. Se siente consiguió los fon«los necesarios para hacer el intento de
rechazado por la sociedad. Empieza a rehuir el encuentro ,,deváverle al niñ. cubano el rostro que habla perdido".
con la gente.'Irata de no pensar en el futuro, sino vivir, a Comienza así tlna etapa que habrá de prolongarse por
como se pueda, el precario y triste presente. En su casa, mucho tiemPo.
todos sufren, pero más que nadie sufre su madre que se ve En efecto, cada año entre 1920 y 1929, durante los tres
irnposibilitada de hacer cualquier cosa para mitigar el meses de verano, Alfonso viaja de cuba a los Estados
dolor de su hijo. unidos para someterse a sucesivas operaciones recons-
En 1915, cuando parece que nada volverá a salir bien tructivai. En total, Suman treinta y tres las intervenciones
en su vida, el Colegio Presbiteriano de Sancti Spíritus lo quirírrgicas, clespués fle las cuales los médicos dictantinan:
acepta como alumno regular. Increíble. «Es todo cuanto Podemos hacer".
Pero Dios actúa así. Poco después llega al colegio una En toda esa turbulencia y ag«lnía qtle se llrololtga por
nueva misionera, la señorita Ida Sland, quien de in- ailos, el joven Roclríguez se enctlentra con Jesús, atiende
mediato sr: interesa por é1. Y decide ayudarlo. a su llamado y le entrega su vi«-la.
Mientras seguía progresando en el plano intelectual, su A partir de enttlnces, tledica todas sus fuerzas y capa-
estado físico iba de mal en peor. Ya casi no se le entendía cidaries a cumplir la promesa que años atrás hiciera, cuan-
lo que hahlaba. Y en cuanto a comer, sencillamente no «Jo transitaba fior la parte más dura de la senda
de su clolor:
podía comer. Cada esfuerzo por alimentarlo era toda una servir a Dios y testificar por doquiera de su gracia y mise-
odisea. Había que introducirle un pequeño pedazo de ricordia para con el necesitado. El se consi«lera una
madera entre los dientes, después otro más grueso, y luego evi«lenciá viviente de lo que Dios por su bondad puede
otro más grueso todavía, hasta conseguir que las hacer en una persona que decide confiar en El' Su rostro,
mandíbulas permitieran el paso del alimento lfquido, con- «armado» pacientemente por dedicados mé«licos que en-
tenido en una tetera. frentan el caso como un reto a su capacidad profesional,
Cuando Ida Pyland vio eso, sencillamente se horrorizó. le permite presentarse en pírblico, hablar y dar testimonio
Y decidió que había que hacer algo. Pensó en el distin- «lei Señor. Es todo lo que quiere. Y lo hace gozosa e in-
guido doctor Joseph E. Johnson, eminente cirujano del cesantemente.
Hospital Bautista de Memphis, Tennessee. ¿lPodría él Estutlia en la Universidad de [¿ ]{abana, Cuba, donde
ayudarlo? obtiene dos doctorados: en Ilistoria y Filosofía y en
Contan«lo con el apoyo del doctor Edward E. Odell, s<lciología y Psicología. En el seminario de Princeton,
secretario cle las misiones presbiterianas en Cuba y Puer- New Jersey, obtiene su grado de Doctor en'feología' Es
to Rico, y el del reverendo William H. Hudnut, pastor de su preparaciírn para el ministerio cristiano, ministerio en
la Iglesia Presbiteriana rle Yorrngstown, Ohio, Ida Pylancl el cual se ha manteniclo activo hasta el presente'

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96 Te ologí a del Movimiento Csrismático

Enseña en el Seminario de Matanzas, del cual es su


primer director. Sale de Cuba en 1961, radicándose en los
Estados Unidos, donde ejerce el pastorado, a la vez que
es orador «lestacado en los más prestigiosos púlpitos y
cátedras del cclntinente. Es considerado uno de los más
grandesybrillantes exponentes del mensaje evangélico de
Hispanoamérica de todos los tiempos. Ocupa por años la
Dirección de los Ministerios Hispanos en el Concilio
Nacional de lglesias de Cristo en Ios Estados Unidos.
Actualmente, eufernísticamente retirado, sigue
predicando, enseñando, viajando, anunciando por do-
quiera el mensaje que ha llenado su vida y propósitos: «No
hay nada imposible para Dios; y para las personas que
tienen fe en Dios, tampoco hay nada imposible».
En el afrc 1932 en Sancti Spíritus, donde residen y
enseiran, contrae nupcias con la misionera presbiteriana
Mathilde Lutzen. Juntos recorren importantes etapas de
su vida educativa y ministerial. Dios les concede dos hijos:
Ana Mathilde y Alfonso L¡slie. Años después de partir
Ivlathilde a la presencia del Señor, contrae matrimonio
con su actual esposa, Jossie Ruiz Sánchez de Rodríguez
Hidalgo, quien ha sido también su fiel e idónea com-
pañera en el camino.

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Teologla del Movitttient o Corismáticó 92

'I'reinta y tres operaciones


le devolvieron el rostro
perdido en aquella lejana y Nota biográfica
dolorosa i nfancia. Alfonso
tenía que usar permanente-
mente una venda que ocul- l Et-:o DE ENERo DE 1907, en la ciudacl de Sancti Spíritus,
tara los efectos de la
gangrena en su rOstro. L provincia de Las Villas, Cuba, nace el Dr. Alfonso
Rodríguez Hidalgo.
Sus siete primeros años transcurren normalmente,
como transcurre Ia vi«la de cualquier niño sano, miembro
de un hogar bien constituido, y que no está en la obligación
de asumir prematuramente roles de adulto.
Pero aquella no será la tónica en su vida. Un día,
mientras juega con un primit<l de su edad, recibe un golpe
en el «lstro que le pr<lv«rca una herida aparentemente sin
mayor importancia; pero, de un momento a otro, precisa-
mente por esa herida, entra la gangrena. Pronto, el rostro
del niño es atacado con violencia: labios, mejillas, mentón
y nariz desaparecen. Solo los ojos, la parte superior de la
nariz, y la frente resisten el avance del mal.
El Dr. Ro«lríguez llidalgo predica en una iglesia de su
A partir de entonces, Alfonso se ve en la necesida«l de
nativa Cuba. Su mensaje se caracteriza por su cris_
usar permanentenrente una venda que oculte el daño. Es
tocentrismo y apego a las Sagrarlas Escrituras.
expulsado de la escuela religiosa a la que asiste pues se

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