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de una autoridad del Estado, o de un particular autorizado por éste, en ejercicio de función
pública, capaz de producir efectos jurídicos, además que es una institución dirigida a
Partiendo de la premisa de que los actos administrativos son irrevocables por cuanto uno
Estos actos administrativos que son netamente de carácter legal le brindan al ciudadano
el sentido que al ser expedidos por una autoridad administrativa están revestidos de
de los ciudadanos que no permite que sean revocados directamente por la entidad que
los profirió1. Posiciones como la anterior son las que no le permite a la administración
revocar sus propios actos administrativos precisamente para proteger una serie de
teóricamente está instituida en la ley como una facultad y un deber cuando se den unas
puede revocar su propio acto pues debe contar con el consentimiento del particular que
es el titular del efecto jurídico que crea el acto administrativo que es objeto de revocatoria,
por cuanto si no se cuenta con ese consentimiento previo, expreso y escrito del titular se
administrativa2.
puede actuar sola, debe contar con el consentimiento cualificado del titular del derecho
que se vería afectado con la revocatoria del acto administrativo y estaría en contravía de
1 Sabido es, que la mutabilidad o inmutabilidad de los actos administrativos, ha sido aceptada por la doctrina, teniendo
en cuenta, el sujeto a quien están dirigidos. Es así, que en los actos administrativos de carácter general, tendientes a
producir efectos a todo el conglomerado social, o a una parte de él, son esencialmente revocables por parte de la
administración, una vez se realice la valoración de las circunstancias precisas, para que la administración proceda a
revocar sus propios actos. No sucede lo mismo con los actos de contenido particular y concreto, que crean situaciones
y producen efectos individualmente considerados, los cuales no pueden ser revocados por la administración, sin el
consentimiento expreso del destinatario de esa decisión, según lo dispone el artículo 73 del C.C.A., el cual preceptúa
que para que tal revocación proceda, se debe contar con la autorización expresa y escrita de su titular. Y ello se
entiende, en aras de preservar la seguridad jurídica de los asociados, como quiera, que las autoridades no pueden
disponer de los derechos adquiridos por los ciudadanos, sin que medie una decisión judicial, o que se cuente con la
autorización expresa de la persona de la cual se solicita dicha autorización, en los términos establecidos en la ley.
(Sentencia T 720 de 1998).
2 La decisión unilateral del ente público toma de sorpresa al afectado, introduce un pernicioso factor de inseguridad y
Administración, pero no en términos absolutos3, porque debe contar con unos requisitos
contrario se deberá acudir a la jurisdicción para lograr la revocatoria del mismo, de este
inequívoca.
Con respecto a lo anterior se considera que las autoridades administrativas cuentan con
3Como lo expresa el profesor Fausto Huerta (2008) “se descarta, entonces, que la Administración tenga una facultad
absoluta para revocar los Actos Administrativos que ella misma ha producido, por cuanto, esta facultad ha de cumplir
con los requisitos previos y sine quanon, en tratándose de los actos de carácter particular y concreto, en los términos
en que se ha venido explicando”.
trasladar esta función al juez, pues quien más que la misma autoridad que profirió el acto,
conoce mejor los hechos que dieron origen al mismo, quienes estaría en capacidad de
decidirlo y velar por la seguridad jurídica del mismo y de esta forma asegurar un
Las entidades administrativas cuentan con oficinas jurídicas que deberían ser reforzadas
con personal idóneo y con ciertos requisitos específicos precisamente para atender esta
clase de situaciones frente a los actos administrativos de carácter particular, sin tener que
acudir al juez administrativo. Lo anterior si tenemos en cuenta que con el Código General
facultad que debería extenderse a todas con el fin de poder decidir sobre la ilegalidad de