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EL PETRÓLEO: INNOVADORA Y DESTRUCTIVA REVOLUCIÓN

En los últimos meses del 2014 el precio del petróleo ha venido una caída en
sus precios internacionales, llegando a niveles por debajo de los US$50 que
desde principios del siglo XXI parecería un precio anormal, a largo plazo el
precio promedio (1970-2010), está por esto niveles e incluso menos (Esteve,
2010), por lo que he considerado de importancia dedicar unas líneas a como el
petróleo llegó a ser el centro de la economía mundial en indisoluble simbiosis
con el autoimovil, cosa que no siempre era así y, obviamente, no siempre lo
será.

1. DESPLAZAMIENTO DE LA MÁQUINA DE VAPOR

El desarrollo industrial de las grandes metrópolis durante el siglo XIX, la


ampliación de los mercados para las mismas, tanto en el interior como en el
exterior, y las investigaciones tecnológicas y científicas condujeron al
descubrimiento de dos novedosas fuentes de energía, la de los derivados del
petróleo y la electricidad, que desplazarían definitivamente la máquina de
vapor en el transcurso de la primera mitad del siglo XX, pues resultarían más
prácticas y menos costosas.

El petróleo es un líquido oleaginoso e inflamable que se ha formado en


complejos procesos de millones de años en lechos continentales y marítimos,
al igual que los demás combustibles fósiles como el carbón y el gas.

Se entiende por energía fósil la energía solar acumulada en las plantas y


sepultada en el fondo de la tierra hace millones de años, transformándose allí
lentamente en petróleo, carbón y gas. (Vargas Gómez, 2007)

Aunque el petróleo era conocido por algunas culturas desde tiempos


inmemoriales, la utilización solo en forma primaria de algunas de sus
propiedades naturales, limitaría su impacto sobre la vida económica y social y
sobre el medio ambiente.

Solamente a finales del siglo XX, con la invención del moderno automóvil
impulsado por un motor de explosión, fundamentado en la combustión interna
generada por un derivado del petróleo (la gasolina), que se vaporiza en el
carburador y explosiona en un cilindro, en cuyo interior se mueve un émbolo o
pistón que da origen al movimiento del vehículo, o de cualquier otro equipo.

El moderno automóvil aparece en la década de 1880, tanto en Estados Unidos


como en Europa, época en que se originan varias de las más connotadas
marcas mundiales de automóviles. Pero le cupo el mérito al industrial
estadounidense Henry Ford (1863-1947), con la constitución de su empresa
Ford Motor Company en 1903, la masificación y venta de automóviles.

A medida que avanzaría el siglo XX, se consolidaría el binomio conformado por


las industrias petrolera y automovilística, que le darían dinámica a la sociedad
capitalista y se transformarían en el símbolo de un sistema económico y de un
modo de vida.

Otro acontecimiento trascendental en la vida económica y social del siglo XX


serían los descubrimientos e invenciones realizados en el campo de la
electricidad, en especial los llevados a cabo por el físico norteamericano Tomás
Alba Edison (1847-1931).

Petróleo y electricidad se transformarían en otro binomio que contribuiría al


desarrollo tecnológico y científico del siglo XX y al incesante auge de la
sociedad de consumo.

2. LA ECOLOGÍA ENFRENTA AGRESIONES AL MEDIO AMBIENTE

Desde finales del siglo XIX entran en escena los primeros científicos que se
inquietan seriamente por las relaciones de los seres vivos con su entorno,
disciplina que se denominaría ecología, palabra inventada en 1866 por el
biólogo alemán Ernst Haeckel, aunque otros le atribuyen la paternidad al
escritor libertario norteamericano Henry David Thoreau. El término ecología
adquirió plena carta de ciudadanía internacional el 12 de abril de 1913 cuando
un grupo de científicos británicos constituyen en Londres la British Ecological
Society, primera sociedad, que se conoce, constituida en torno al problema
ecológico, y que editará también el Journal of Ecology (Deléage, 1993).

La nueva ciencia se abriría camino muy lentamente, pues los humanos


occidentales, por razones culturales están convencidos que tienen el pleno
derecho, por disposición divina, de explotar y consumir todos los recursos que
les ofrece la naturaleza.

Desde la década de 1980 se abrirían camino en los más diversos campos los
temas relacionados con el medio ambiente y especialmente con el llamado
cambio climático, que ha provocado el calentamiento global o aumento de la
temperatura promedio de la tierra, como consecuencia de la contaminación
atmosférica por el incremento del dióxido de carbono (CO 2) y de otros gases
que provocan el fenómeno conocido como “efecto invernadero”.

Los gases de efecto invernadero son los que producen una temperatura que ha
permitido el surgimiento y desarrollo de la vida en el planeta tierra, pues su
ausencia provocaría temperaturas muy bajas como acontece en otros planetas
del sistema solar.

Sin embargo, el exceso de los gases de efecto invernadero, provocados


generalmente por la acción de los humanos, altera la composición de nuestra
atmósfera, atentando contra todas las expresiones de vida.

Ya existe un consenso entre los ambientalistas de que las causas


fundamentales que provocan el efecto invernadero son: el consumo de
combustibles fósiles como los derivados del petróleo, el gas y el carbón, la
deforestación, la ganadería extensiva y la agricultura intensiva.
En Colombia, especialmente en los últimos diez años, se ha venido afectando
el medio ambiente en las ciudades por el incremento del parque automotor y la
mala calidad del combustible consumido. Y este problema, además de poco
preocupar a las autoridades, es minimizado o distorsionado.

Es el caso de Medellín, presentada por sus autoridades como una ciudad


modelo en todos los campos, en la cual se derrochan miles de millones de
pesos en obras de ornato y sin embargo en la capital antioqueña, “muere cada
tres horas una persona por causa de la contaminación atmosférica”, en
concepto del médico Elkin Martínez, director de investigaciones en Salud y
Ambiente de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia.

La anterior afirmación hace parte de un informe sobre la contaminación


ambiental, redactado por la periodista Sonia Gómez, en el cual se afirma que
de acuerdo a investigaciones de la Organización Mundial de la Salud, en
Medellín se respira el aire más contaminado de América Latina. “Mientras para
la OMS el límite crítico es de 20 microgramos por metro cúbico de partículas
menores de 10 micrómetros en el ambiente que respiramos, ese nivel en
Medellín es de 93, en comparación con los 74 de Santiago de Chile, los 66 de
Bogotá y los 64 de Ciudad de México. (El Tiempo, 2009)

En el contexto general de Colombia, el medio ambiente se ha degradado como


consecuencia de la deforestación, la agroindustria y la ganadería, tres
fenómenos que están íntimamente interrelacionados con la irrupción en el
campo de una activa clase empresarial emergente, buena parte de cuyos
integrantes están relacionados con el paramilitarismo y el narcotráfico.

La intensa acumulación de capitales registrada en los anteriores sectores, a


partir de las décadas de 1980 y 1990, y ante las dificultades para su inversión
en actividades industriales o financieras tradicionales, se orientarían en
acelerados e irracionales procesos de deforestación, sin respeto por las fuentes
hídricas, en regiones con marcada vocación forestal, para:

 El montaje de grandes haciendas ganaderas, actividad que aún otorga en


Colombia status social y facilita la evasión tributaria y el lavado de dineros.

 El establecimiento de grandes plantaciones de palma africana, orientadas a


la producción de materia prima para la elaboración de agrocombustible,
actividad para la cual el gobierno ha establecido un atractivo marco legal,
tributario y financiero, a lo cual haremos referencia en otras unidades.

La deforestación ocasionada en países tropicales como Colombia es la


responsable del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que
los árboles almacenan carbono, pero al ser talados ese carbón almacenado
regresa a la atmósfera. Igualmente, los árboles almacenan agua y luego la
liberan a la atmósfera mediante un proceso que se conoce como transpiración,
pero al ser talados indiscriminadamente se deja de retener el agua en el
ecosistema y el clima se vuelve más seco y los suelos se erosionan. 1
1
El ABC del cambio climático en Colombia, p. 7, Publicación del Ministerio de Ambiente y de
la Embajada de Holanda en Colombia, Bogotá, 2009.
La ganadería, especialmente la extensiva en los países tropicales como
Colombia, es la causante del 18% de las emisiones de gases de efecto
invernadero, como consecuencia de la deforestación que conlleva la siembra
de pastos y las fermentaciones digestivas de los rumiantes que son
generadoras de metano, fenómenos de provocan el calentamiento global.2
Igualmente, se considera que la agricultura comercial, por los numerosos
químicos que incorpora en su proceso, contribuye con un 10% a las emisiones
de gases de efecto invernadero.3

En Colombia la densa normatividad legal sobre el medio ambiente y las


permanentes campañas publicitarias sobre protección, conservación y
recuperación de los recursos naturales, como los bosques y fuentes hídricas,
generalmente no van más allá de las buenas intenciones, si es que realmente
las hay. Quienes con cierta frecuencia recorremos regiones del país por vía
terrestre, observamos como en los últimos años se han incrementado las
deforestaciones, con quemas incluidas, de vastas regiones de vocación forestal
y pendientes que superan los 45 grados.

He presenciado en los últimos tres años, a partir de 2007, cómo en el Oriente


antioqueño y en el Magdalena Medio, frondosos bosques son transformados en
potreros, sin respetar nacimientos ni riberas de las fuentes hídricas. Ni las
instituciones responsables de su conservación, como CORNARE, ni las
autoridades locales, alcaldías, se dan por enteradas. Hace algunos años le
solicité al Comandante de un puesto militar en el Magdalena Medio antioqueño
para que interviniera frente a ilegales deforestaciones y robos de madera en
fincas abandonadas por problemas de orden público. Secamente me
respondió: “mi responsabilidad se limita al orden público”.

En diciembre de 2009 la influyente institución ambientalista GREENPEACE


hizo público un mensaje que le envió al Presidente de Colombia Álvaro Uribe
Vélez, en el cual le llama la atención sobre la política forestal de su gobierno,
que es la misma del gobierno norteamericano, que no tiene un enfoque global
sobre el tema, sino que se limita al apoyo de proyectos específicos de
reforestación con especies no nativas como el pino, en tanto que las políticas
generales provocan el caos climático o que puede llevar en este siglo a la
desaparición de los páramos en Colombia.4

Las polémicas sobre temas ecológicos y ambientales ganan cada día más
espacios, destacándose los relacionados con la explotación de los recursos de
la naturaleza, renovables y no renovables, y su impacto sobre los más variados
campos.

Los recursos no renovables son aquellos elementos de la naturaleza que con


su utilización (consumo) se van agotando, sin reproducirse (renovarse) en el
breve lapso de la vida de género humano, como el carbón, los hidrocarburos
(petróleo y gas natural) y los minerales en general.
2
Ibídem.
3
Ibídem, p. 6.
4
El Espectador, Bogotá, p. 25, diciembre 17 de 2009 y www.greenpeacecolombia.org
Los recursos renovables son aquellos elementos de la naturaleza que mediante
un uso, consumo, racional no se agotan, sino que pueden reproducirse,
renovarse, como los bosques.

El pensador y economista chileno Luís Razeto Migliario recuerda que el


problema ecológico surge en la relación del hombre con la naturaleza, una
relación que, a diferencia de la que establecen con ella los animales, no es
directa y natural, pues en el hombre está mediatizada por la economía, ya que
la economía es en esencia un proceso de intercambio vital entre el hombre y la
naturaleza, por el cual resultan ambos transformados. En consecuencia, la
cuestión ecológica en su verdadera dimensión es un problema económico,
determinado por la forma como está organizada la economía, es decir por el
modelo económico predominante.

Y si la ecología depende de la economía, la existencia de un serio problema


ecológico pone de manifiesto la existencia de muy serios problemas en la
economía, concretamente, en el modelo económico vigente.5

El profesor Razeto destaca que el modelo económico predominante en el


mundo deteriora el medio ambiente en las cuatro fases de su circuito
económico: producción, distribución, consumo y acumulación. Desde la
producción, el desequilibrio ecológico se asocia al gigantismo de numerosas
empresas que consumen volúmenes inmensos de recursos naturales, al tiempo
que generan residuos y desechos contaminantes del medio ambiente.

Desde el proceso de la distribución, el deterioro ambiental se relaciona tanto


con la extrema riqueza como con la extrema pobreza, pues los grupos sociales
ricos contaminan por el exceso de energía material que utilizan y los
desechos que generan. Y los grupos extremadamente pobres, por la falta de
servicios adecuados, contaminan el medio ambiente y utilizan combustibles de
bajo rendimiento.

En cuanto al consumo, el profesor Razeto señala que el deterioro ecológico se


relaciona directamente con el fenómeno conocido como “consumismo”. Y en el
proceso de acumulación, el deterioro ambiental se presenta con el hecho de
que cada sujeto económico busca apropiarse individual y privadamente del
máximo de energías, aguas, tierras y demás recursos para garantizar su futuro
y éxito económico y social.6

2.1. Se buscan acuerdos mundiales

Gracias a las precisiones de grupos ambientalistas de los países


industrializados y de gobernantes preocupados por el deterioro del medio
ambiente del planeta tierra, se han llevado a cabo cumbres mundiales para
frenar el calentamiento global.

5
Luís Razeto Migliaro. Desarrollo, transformación y perfeccionamiento de la economía
en el tiempo, pp.40-41, Editado por la Universidad Bolivariana de Chile y Ecoiberoamericana,
Medellín, 2000.
6
Luís Razeto, obra citada, pp. 41 y 42.
En 1992, se realiza en Río de Janeiro la conferencia sobre el “Medio Ambiente
y Desarrollo”, convocada por las Naciones Unidas, con presencia de 120 jefes
de Estado. Pero simultáneamente, en la misma ciudad, en el tradicional barrio
de Flamengo, se reúne el llamado Forum Global 92, integrado por
organizaciones no gubernamentales, intelectuales, indígenas y artistas de todo
el mundo. Uno de los delegados de Colombia a dicho foro, el pensador y
escritor Jorge Child, presentó una importante ponencia titulada “Pobreza y
ecología”, en la cual hace un dramático balance sobre el acelerado deterioro
del medio ambiente en el mundo y el simultáneo incremento de la pobreza:7

“Los patrones de consumo del norte son la causa del deterioro de los
recursos y de la pobreza del sur. El norte industrial no quiere, o no puede
cambiar sus patrones de consumo y de abusos tecnológicos. La
degradación del medio ambiente conducirá a una nueva confrontación entre
el Norte rico y el Sur pobre”.

“Los EE.UU. han sido identificados como la principal fuente emisora de


dióxido de carbono. Pero este y algunos países árabes y tercermundistas
exportadores de petróleo y carbón, como Colombia, no quieren
comprometerse en esta materia y por eso son partidarios de una simple
“declaración de principios”.

Jorge Child finaliza su seria y extensa ponencia destacando que con las dos
reuniones paralelas de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente quedaron
evidentes las visiones opuestas en torno a la ecología. En un extremo se
ubicaron los ecologistas del Establecimiento Mundial, que justifican la
coexistencia del actual modelo económico con vagas políticas ambientales y,
en otro extremo, los ecologistas sociales radicales, entre ellos Fidel Castro, que
estiman que es más importante alcanzar la felicidad que seguir el sendero del
progreso de la sociedad “consumista”. Difícil dilema.

Después de Río de Janeiro en 1992 se producirían numerosos encuentros y


foros a nivel mundial sobre el tema del Medio ambiente, como la reunión del
Japón que produjo el célebre Protocolo de Kyoto de 1997, que firmaron 150
naciones, pero se abstuvieron de hacerlo, y aún no lo han suscrito, las que más
contaminan, con Estados Unidos y China a la cabeza.

3. EN COPENHAGE: MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

En medio de gran expectativa mundial, y muy especialmente entre las


organizaciones de ecologistas y los medios científicos comprometidos con la
defensa del planeta tierra, se inauguró a mediados de diciembre de 2009 en la
ciudad de Copenhague, capital del nórdico país de Dinamarca, la Conferencia
sobre el Cambio Climático, que contó con la participación de 192 países y 110
jefes de Estado, entre ellos los Presidentes de Colombia, Venezuela, Brasil,
Bolivia y Argentina.

7
Jorge Child, Biodiversidad y recursos naturaleza en la guerra del siglo XXI, p. 23 y ss,
coedición de la Corporación Jorge Child y la Corporación Autónoma Regional de
Cundinamarca, CAR, Bogotá 1998.
El tema a tratar en Copenhague era y es inquietante, el del cambio climático,
por lo cual a lo largo del año de 2009 hubo expectativa en el mundo por la
cumbre a celebrarse en Dinamarca.

Las inquietudes sobre el cambio del clima en Colombia y en el planeta tierra


tienen sentido. De acuerdo al Instituto de Hidrología, Meterología y Estudios
Ambientales, IDEAM, se prevé que hacia el 2050 el nivel del mar Caribe en
Colombia podría subir entre 40 y 60 centímetros, lo cual ocasionaría la
inundación permanente de 4.900 kilómetros cuadrados de costas bajas y el
encharcamiento de otros 5.100 kilómetros cuadrados de áreas costeras, con lo
cual se afectarían playas y ecosistemas húmedos como las marismas. Una de
las zonas más afectadas sería el archipiélago de San Andrés y Providencia,
pues un 17% de su superficie sería inundada, incluida su actual área turística y
comercial.8

Los páramos de Colombia, que ocupan casi dos millones de hectáreas, que
equivalen al 2% del territorio colombiano, son vitales para el país, pues en ellos
se originan las fuentes de agua para el 70% de la población colombiana y de
acuerdo al IDEAM es posible que en 2050 el 56% de dichos páramos hayan
desaparecido.9

La situación de los glaciales colombianos es aún más dramática, pues si en


1850 su área era de 348.9 kilómetros cuadrados, en 2009 apenas llegaba a
57.2 kilómetros cuadrados. Y lo más grave es que durante el siglo XX se
extinguieron en Colombia ocho nevados y los que aún subsisten han perdido
más del 50% de su área y se estima que en los próximos treinta años pueden
desaparecer los nevados del Tolima, el Ruíz, Santa Isabel y el Huila.10

Obviamente, situación similar a la de Colombia con el cambio climático, se


presenta en todo el globo terráqueo. De ahí las esperanzas depositadas de que
en Copenhague se daría luz verde a un gran acuerdo mundial. Sin embargo,
resultaría un encuentro fallido, a pesar algunas voces optimistas. El influyente
diario madrileño El País, editorializaría sobre los resultados de tal evento con el
siguiente titular: “La Cumbre parió un ratón”. Y a continuación el editorialista
puntualiza:11

“La Cumbre de Copenhague sobre el Cambio Climático terminó ayer con un


resultado decepcionante, sobre todo a la vista de las expectativas abiertas por
el principio de acuerdo previo entre Estados Unidos y China sobre las
emisiones de gases de efecto invernadero que incluía una reducción efectiva,
aunque insuficiente, por parte del primero, y una reducción ligada al
crecimiento del PIB de la potencia asiática.”

Pero ni siquiera se ha llegado a esto. El acuerdo final, cocinado por los líderes
de unos pocos países y aceptado por el resto, con la oposición de cinco de
ellos, solo reconoce la necesidad de contener el aumento de la temperatura
media del planeta en dos grados, un umbral por encima del cual los efectos

8
El ABC del cambio climático en Colombia, obra citada, p. 10.
9
Ibídem, p. 11.
10
Ibídem, p. 12.
11
El País, Madrid, p. 32. Diciembre 20 de 2009.
podrían ser irreversibles, y que en algún momento se ha de llegar a un máximo
en la cantidad global de gases emitidos. Un acuerdo con un grado de
concreción menor que el del Protocolo de Kioto, a pesar de que la situación es
ahora mucho más preocupante que hace una década.

Todos tienen una parte de responsabilidad en este fracaso, pero no hay duda
de que la mayor debe asignarse a Estados Unidos, que es el primer país en
emisiones per cápita, y a la par que China, con más de cuatro veces su
población en emisiones globales, que no aceptó compartir esfuerzos con los
demás países desarrollados en el Protocolo de Kioto, y que ha seguido
incrementando sus emisiones poniendo su interés económico a corto plazo por
delante de cualquier otra consideración.

El ambiente se enrareció aún más con el acuerdo a que llegaron “en secreto”
los Presidentes de Estados Unidos y la República Popular China, que hizo que
el diario El País de Madrid titulara en primera página: “E.E.U.U., impone al
mundo su ley ante el cambio climático. Obama resuelve con China la cumbre
sin contar con Europa.”12

A propósito del anterior acuerdo entre los Presidentes de los Estados Unidos y
la República Popular China, el columnista de un diario madrileño anotaría: 13

“Copenhague nos proporciona también una enseñanza: la instauración


progresiva de un G-2, o sea, la del nacimiento, ante nuestros ojos, de un nuevo
condominio ejercido por E.E.U.U., y China. En esa pareja, por otra parte, la
voz cantante la ha llevado la Potencia en alza, es decir una China refractaria a
cualquier control que garantice al resto del mundo un mínimo de
transparencia.”

Por su parte el diario El Espectador de Bogotá anotaría que, “los países en


desarrollo acusaron a las naciones ricas de falta de voluntad para negociar un
tratado que fije la financiación de medidas para combatir este problema
planetario”. En la misma nota periodística el diario bogotano señala que a
propósito de los resultados alcanzados en Copenhague, el Presidente de
Venezuela Hugo Chávez afirmó en su discurso ante la Cumbre: “Si el clima
fuera un banco, ya lo estarían salvando”14

El anterior punto de vista del Presidente Hugo Chávez resultaría coincidente


con el de un destacado profesor de economía, el español Jaime Terceiro
Lomba, quien meses antes afirmó que los gobiernos deberían invertir entre el
1% y el 6% del PIB en la protección y recuperación del medio ambiente, en
lugar de “gastar ingentes sumas de dinero en sanear los bancos, cuando se ha
demostrado que los incentivos a corto plazo no son más que una de las
causas del desastroso resultado de las actividades financieras de los últimos
años”. Además, destacó un llamativo concepto sobre el mercado de los
combustibles: “el precio de los combustibles fósiles no es real, hay que
empezar a incluir el coste social.”15

12 El País, Madrid, p. 1, diciembre 20 de 2009.


13 El País, Madrid, p. 8, diciembre 22 de 2009.
14 El Espectador. Bogotá, p. 24, diciembre 17 de 2009.
15
El País, Madrid, p. 38, marzo 30 de 2009.
La solución al cambio climático se aplazó un año más, hasta el 2010 cuando se
realice entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre en Cacún, la próxima
Cumbre de Jefes de Estado en México para buscar soluciones al calentamiento
global. El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la
Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana Juan Manual Gómez Robledo
explicó que “tras el shock de los resultados modestos de la cumbre de
Copenhague hay una nueva toma de conciencia que antes no existía.”16

Quizás en México se imponga la sensatez y los gobiernos del mundo acojan


las propuestas de los científicos que piden reducciones a las emisiones de C0 2
entre el 40% y el 50% para el 2020. La anterior propuesta se fundamenta en el
incremento que se registra de las emisiones de dióxido de carbono, cuyo
registro en 2008 era casi un 40% por encima de las cifras de 1990.

De acuerdo a un informe del corresponsal del diario El Tiempo en la Cumbre de


Copenhague, de las cifras señaladas anteriormente se concluye que aunque
las tasas de emisiones globales de C02 se estabilicen a los niveles actuales, en
sólo 20 años más de emisiones, tendríamos un 25% de probabilidad de que
aunque tuviéramos cero emisiones después del 2030, lo cual es muy
improbable, el calentamiento del planeta excedería los 2 grados centígrados. Y
esta cifra se considera por los científicos como límite para que se
desencadenen efectos irreversibles sobre los ecosistemas naturales y la vida
en su conjunto.17

El Premio Nóbel de economía Joseph Stiglitz al referirse a la cumbre de


Copenhague señala: 18

“El fracaso de Copenhague no fue la falta de un acuerdo vinculante: el verdadero


fracaso fue que no hubo acuerdo sobre cómo lograr la enorme tarea de salvar el
planeta, ni acerca de las reducciones de las emanaciones de carbono, ni sobre
como compartir la carga ni ayudar a los países en desarrollo. Incluso el
compromiso de destinar 30.000 millones de dólares, para el período 2010-2012,
para la adaptación y la mitigación enpalidece antes los cientos de miles de
millones facilitados a los bancos en los rescates financieros 2008-2009. Si
podemos permitimos esas sumas para salvar los bancos, bien podemos
permitirnos más para salvar el planeta.”

4. EL POR QUÉ DE LA CRISIS DE ALGUNOS RECURSOS NO


RENOVABLES

El incremento incesante de la producción y el consumo a partir de la


Revolución industrial, proceso que se ha intensificado en las tres últimas
décadas, ha colocado en primer orden del día los diversos problemas que se
han generado en torno a los temas relacionados con la producción y consumo
de los hidrocarburos, especialmente el petróleo.

16 El Mundo, Medellín, p. B-5, febrero 21 de 2010.


17
El Tiempo, Bogotá, p. 4-1, diciembre 13 de 2009.
18 El Espectador, Bogotá, p. 36, enero 10 de 2010.
Desde 1973 se habla en el mundo de una crisis en la industria del petróleo,
originada con la irrupción del mundo árabe en la geopolítica internacional, con
el llamado “boom petrolero”, como resultado de la confrontación en el
mercado internacional entre países productores y países compradores
(consumidores) de petróleo, que desencadenaría alzas sucesivas en los
precios del crudo, que pasaron de US$3 en 1970 a US$34 en 1980, gracias a
un hábil manejo de los mismos por la Organización de Países Productores de
Petróleo, OPEP,19 creada en la década de 1950, entre cuyos promotores
estuvo el gobierno venezolano.

Aquella primera aguda crisis en el mercado del crudo generó pánico en los
países desarrollados, se hablaba de los precios exorbitantes que alcanzarían
los combustibles y de su inminente agotamiento, llegándose por lo más
pesimistas, a la afirmación de que retrocederíamos a la época de los coches
tirados por briosos corceles…

Sin embargo, pronto reaparecería un periodo de optimismo, con la depresión


de los precios internacionales del crudo en las décadas de 1980 y 1990 y el
debilitamiento en la influencia del mundo árabe petrolero en el mercado
mundial, por causas bien conocidas, que provocarían un olvido transitorio del
fantasma de la crisis de los combustibles, la cual, sin embargo, reaparecería
intempestivamente al comenzar el siglo XXI, que se presumía sería un siglo
pleno de optimismo, frente al que terminaba.

En efecto, al comenzar el siglo XXI reaparece con más fuerza el espectro de la


crisis petrolera, cuyo precio pasó de los US$20 por barril en la década de 1990,
a más de US$140 a mediados de 2008, con diversos altibajos en las semanas
siguientes. Desde finales de 2008, el precio del petróleo en el mercado
internacional, inicia un descenso como consecuencia de la crisis económica
mundial, pero a medida que se suavizaba la crisis y se controlaba la
comercialización de crudo por la OPEP, el precio se iría elevando de nuevo.

En 2005 el ingeniero colombiano, especialista en geología y petróleos, José


Hilario López señalaba que el mundo afrontaba por cuenta del petróleo serias
amenazas que ponían en peligro la supervivencia de una civilización
fundamentada en los combustibles fósiles, amenazas que se expresaban en
aspectos como:20

 Descenso de la producción y déficit en la oferta de combustibles líquidos a


corto y mediano plazo.

 Agotamiento de las reservas recuperables de petróleo y concentración de


los últimos remanentes por el mundo musulmán.

 Auge del fundamentalismo islámico y la utilización por parte de éste del


petróleo como arma política.

19
José Hilario López. Colombia y la crisis energética mundial, p. 49. Revista Cooperativismo
y Desarrollo, UCC, No. 88, Medellín, septiembre- octubre de 2005.
20
José Hilario López, obra citada, pp.46 y 48.
 Aumento del calentamiento global por emisiones de anhídrido carbónico
(CO2) al incrementarse el consumo del petróleo y de otros sustitutos del
mismo, aún más contaminantes, como el carbón, crudos pesados y arenas
asfálticas.

 Incremento de tensiones político-militares en torno al control de las reservas


y explotación de los combustibles fósiles.

En los años que precedieron al 2008, se agudizó la crisis de los hidrocarburos


por el acelerado incremento del consumo en los países emergentes, con la
China a la cabeza, la interminable guerra en Irak, la sensación imperante de
que pocos yacimientos de hidrocarburos quedan en el mundo por descubrir y
prácticas de especulación financiera.

Las reservas totales estimadas de petróleo estarían entre 1.8 y 2.2 billones de
barriles, con techo entre 2010 y 2020. Un hecho a destacar en el panorama
petrolero y mundial es el siguiente: sí bien es cierto que los Estados Unidos son
el principal consumidor de petróleo crudo y de productos derivados del mismo
en el mundo, cuenta apenas con apenas un 2,4% y 3,6% de las reservas
mundiales de petróleo y gas natural, respectivamente, por lo cual deben
importar el 66% del petróleo que consumen.21 Pero la situación es aún más
dramática, si se observa que el 70% de las reservas de petróleo se encuentran
en la denominada “cuenca del Islam”, en los cinco países del Golfo Pérsico. Y
una situación que inquieta es que en la actualidad hay una demanda de 24.000
millones de barriles por año, cuando solamente se descubren 12.000 millones
por año.22

Pero el panorama anterior es aún más complejo, sí se tiene en cuenta que


Venezuela al disponer de inmensas reservas de petróleo, sólo superadas como
país por Arabia Saudita, se ha transformado en un objetivo estratégico de
primer orden para Washington. 23

La eventual crisis del petróleo tiene su fundamento en el predominio a nivel


mundial de una civilización basada en la utilización del vehículo particular, en el
status social que imprime el mismo. Desde finales del Siglo XIX, con la
invención del automóvil, se abrió también camino el rápido posicionamiento de
la industria del petróleo y sus derivados.

Automóvil y petróleo se transformaron en un binomio estrechamente ligado,


especialmente después de la segunda guerra mundial (1939-1945), cuando la
vida cotidiana tomaría un acelerado ritmo, que transformaría todos los valores.
Las ciudades se afianzarían como el epicentro de todas actividades
económicas, sociales y políticas. El automóvil llegaría a convertirse en el
símbolo de la sociedad de consumo. La vida cotidiana aceleraría su ritmo.

Los activos de las compañías petroleras, tanto privadas como estatales, en


2009 se estimaban entre 2.000 y 5.000 billones de dólares, sumas que superan

21 Le Monde Diplomatique, edición Colombia, número 86, p. 11, febrero 2010.


22
José Hilario López, obra citada, p. 46.
23 Le Monde Diplomatique, edición Colombia, número 86, p. 10, febrero 2010.
ampliamente a las demás industrias del mundo, caracterizándose, además, por
un acelerado proceso de fusiones.24
Ritmo de crecimiento del consumo mundial de petróleo entre 1995 y 2006
(1995=100; correspondiente a 69,8 millones de barriles/día)”25.

120
118
116
114
112
110
108
106
104
102
100
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006

En concepto de los expertos la producción global de petróleo crudo podría


alcanzar un máximo a corto plazo, para luego comenzar a declinar, por lo cual
las grandes petroleras se alejan cada vez más de las costas, mar adentro, para
explorar en aguas profundas, pues ya prácticamente no quedan otras
alternativas, ya que los pozos petroleros tradicionales han comenzado a
secarse: la producción mundial pudiera estar alcanzando su máximo y las
reservas mundiales de petróleo cayeron en 2008 por primera vez en una
década, según el informe anual de estadísticas de la British Petroleum. La
dramática situación se confirma con el hecho de que el consumo global de
petróleo aumentó 5.4 millones de barriles diarios en los últimos años, en tanto
que la producción aumentó solamente en 4.8 millones de barriles diarios.26
5. CONSECUENCIAS DE LA CRISIS ENERGÉTICA MUNDIAL

La crisis que afecta el sector petrolero ha provocado varias consecuencias:

 Aumento en el consumo del carbón, lo cual ha incrementado las emisiones


de CO2 y el consecuente efecto invernadero (6.000 millones de toneladas
de CO2 en 2002 y se calcula que para el 2020 serán 20.000 millones de
toneladas).27

 Incremento en la utilización del gas natural como fuente energética.

 Auge en el mundo del tema ecológico y polémicas sobre el medio ambiente.


24
José Hilario López, ibídem, p. 47.
25
Gráfica tomada de Agrocombustibles y derecho a la alimentación en América latina, p.
14, Transnational Institute, Holanda, mayo 20 de 2008.
26
El Tiempo, Bogotá, p. 1-8, enero 6 de 2010.
27
José Hilario López, obra citada, p. 49.
 Cuestionamiento desde sectores de la academia del modelo económico y
cultural fundamentado en la industrialización, la sociedad de consumo y el
incremento permanente del transporte privado impulsado por combustible
fósil.

 Búsqueda y desarrollo de nuevas fuentes energéticas alternativas a los


hidrocarburos, entre ellas los agrocombustibles, mal llamados
biocombustibles.

Un aspecto paradójico en las periódicas crisis que afectan al petróleo, es que a


pesar del incremento en los precios del combustible para vehículos, continuaba
en permanente ascenso la demanda de éstos. Sin embargo con la crisis
financiera mundial del 2008, esta tendencia cambió, pues caería
vertiginosamente la demanda sobre vehículos particulares, la cual se
estabilizaría a mediados de 2009, gracias a la masiva entrada de vehículos
económicos de fabricación china e hindú. 28

Las tensiones que ha generado en el mundo la crisis del petróleo ha tocado ya


a las puertas de Suramérica y se expresa en los conflictos que han afectado las
tradicionales buenas relaciones entre Ecuador y Venezuela, de una parte, y
Colombia, de otra. La causa de fondo de tan conflictiva situación radica en que
“los Estados Unidos buscan la balcanización política y la desestabilización de
los gobiernos populares y democráticos y soberanos y por tanto adversos a su
intereses”.29 Por ello, “nada sería mejor para la seguridad energética para los
Estados Unidos que un gobierno títere en Caracas.”30 Esta visión de la
problemática petrolera mundial es aparentemente desestimada por el
Establecimiento colombiano, que pretende negar la transcendencia que tiene
para la seguridad venezolana la decisión de los gobiernos de Colombia y
Estados Unidos de compartir en territorio colombiano siete bases militares, lo
cual ha originado protestas y críticas en casi todos los países suramericanos,
como se evidenció en la reunión de UNASUR, 31 en la ciudad argentina de
Bariloche en agosto de 2009.

Las tensiones entre Venezuela y los Estados Unidos, en buena medida tienen
su origen en que las reservas de petróleo de Venezuela totalizan unos 100.000
millones de barriles, equivalentes al 62% del total del continente americano, lo
cual transforma a Venezuela en la quinta potencia mundial petrolera, muy
cercana a Irak y Kuwait.32

28 Disponible en http://www.economiadehoy.com/periodico/Mercados/
futuro_industria_mundial_del_automovil_estara_marcado_por_fusiones_alianzas-8005.html
29 Le Monde Diplomatique, No. 66, p. 10, Bogotá, abril de 2008.
30 Ibídem, p. 11
31 La Unión de Naciones Suramericanas, conocida como UNASUR, es una comunidad política

y económica que integra a los doce países de Sudamérica: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
32 Le Monde Diplomatique, número citado.
El panorama de las reservas y producción de petróleo hace prever en el mundo
agudas tensiones:33

 La ASPO (la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y el Gas)
estima que el pico de producción, conocido como el pico de Hubbert, se
dará en el 2010, otros creen que el pico de producción, de hecho, ya ha
llegado.34

 El momento de cruce entre la producción OPEP y no OPEP ocurrirá hacia el


año 2012.

 La OPEP comenzó a producir más petróleo que el resto de los países en


2008, lo cual dividió al mundo en dos grupos: los que tienen y los que no
tienen excedentes de petróleo, dando el dominio del mundo a los 11 países
de la OPEP, que casi controlan el 100% de las exportaciones petroleras y
desde luego los precios del crudo, pudiendo producir una crisis superior a la
presentada en 1973.

33 Celso Antonio Vargas Gómez. Energía y medioambiente, revista Gestión y Ambiente,


p.75, U. Nacional de Colombia, Medellín, volumen 10, No. 3, diciembre 2007.
34
http://es.wikipedia.org/wiki/Teoria del pico de Hubbert

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