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EL PSICODIAGNOSTICO
DERORSCHACH
Interpretación

2da. Edición
EL PSICODIAGNOSTICO
DE RORSCHACH
2ä Edición Interpretación

Marta Alessandro de Colombo


Hilda Leonor Alonso
Rita B. Barreira
Marta Susana Codarini
María Cristina Gravenhorst
Maria Teresa Herrera
Norma B. Menestrina
Alicia Martha Passalacqua

Ediciones KLEX - Gurruchaga 2259 - 32 20 . As.


Bs. As. CP 1425
1-« reproducción y difusión total o parcial de esta obra en cualquier forma por medios
mecánicos o electrónicos, fotocopia, grabación magnetofónica o cualquier otro sistema de
almacenamiento están prohibidos sin el consentimiento previo de las autoras.

Todoa los derechos reservados por


EDITORIAL KLEX - Buenos Aires - Argentina
Hacho el depósito que establece la ley 11723

Libro do edición argentina

Publicado en junio de 1993

ISBN 960-99427-0-7

IMPRESO EN ARGENTINA - Printed in Argentina


Indice

Prólogo 7

1. LA INTERPRETACION EN EL
PSICODIAGNOSTICO DE RORSCHACH
— Consideraciones Generales 9
— Interpretación de la conducta durante la prueba 11

2. LOCALIZACIONES: SU INTERPRETACION
— Respuestas Globales 25
— Respuestas de Detalle Usual 34
— Respuestas de Detalle Inusual 38
— Respuestas de Espacios en Blanco 44

3. DETERMINANTES: SU INTERPRETACION
— Respuestas de Formas 53
— Respuestas de Movimiento: 71
- Movimiento Humano 74
- Movimiento Animal 85
- Movimiento Inanimado 89
— Respuestas de Color Cromático 97
— Respuestas de Color Acromático 97
— Respuestas de Claroscuro: 127
- Claroscursos de Superficie 132
- Claroscuros de Profundidad 141
- Claroscuros Tridimensionales reducidos a un
plano (bidimensional) 148
— Respuestas de Determinantes Múltiples 152

4. CONTENIDOS: SU INTERPRETACION
— Consideraciones Generales 159
— Contenidos Vitales 160
— Contenidos Amortiguadores 168
— Contenidos Perturbadores 174
— Contenidos Múltiples 177

5. FRECUENCIA: SU INTERPRETACION
— Respuestas Populares 179
— Respuestas Originales 180

6. EXAMEN DE LIMITES:
SU INTERPRETACION 185
7. PSICOGRAMA Y COMPUTOS:
SU I N T E R P R E T A C I O N 191

8. S I G N I F I C A D O D E LAS L A M I N A S :
SU INTERPRETACION 217

9. SECUENCIA 227

10. MECANISMOS DE DEFENSA 245

11. INTELIGENCIA 253

12. PRONOSTICO 263

13. INFORME 277

14. ANALISIS DE UN CASO 281

Bibliografía General 298


Prólogo

Este libro es un producto más de la labor continua que realizamos


desde hace casi quince años con el propósito defacilitar nuestra tarea
docente, en un principio, y luego la de otros colegas en la enseñanza
de las "divinas manchas" (al decir de Vera Campo).
Lo que nos proponemos acá es más difícil y complejo que lo ya
concretado en nuestros primeros libros en que abarcamos Admi-
nistración, Clasificación y Fenómenos Especiales. La razón se por-
que en la interpretación no siempre está dicha la última palabra y en
ella, además, se requiere el conocimiento profundo del significado
dé cada elemento del Test, integrándolo luego como un todo único y
diferente de otros. Esto también es lo que constituye su enorme
riqueza.
Queremos agradecer especialmente a todos aquellos que nos impul-
saron a continuar en esta ardua tarea, luego de nuestra primera pu-
blicación (colegas, alumnos, amigos y familiares) quienes, con su
estímulo constante, hicieron más firme nuestro compromiso, y a los
que esperamos no defraudar.
Deseamos mencionar particularmente a la Psic. Mabel Casanoves
por sus aportes desinteresados, fundamentalmente en los temas de
movimiento y examen de límites.
Si bien una referencia a los cuadros gnosográficos completaría el
ciclo, esto podría dar lugar a una publicación posterior. Consi-
deramos que el rótulo no siempre es lo más importante y sí lo es el
poder conocer al otro con sus mecanismos predominantes y sus
características especiales. Esto puede concretarse con unaadecuaday
sintetizadora aplicación de los conocimientos interpretativos que
pretendemos brindar acá. ¡Ojalá lo hayamos logrado!

Las autoras
Prólogo a la 2a edición
"Como decíamos ayer" en nuestra cotidiana y constante labor en
la enseñanza, investigación y aplicación de esta inagotable técnica,
se fue creando la necesidad de un libro como una herramienta más
para nosotros en la transmisión de conocimientos y para los alum-
nos en la organización y sistematización del aprendizaje. En este
continuo, llegamos de un modo casi imperceptible y en un tiempo
más breve que el esperado para un trabajo de estas características,
al requerimiento de una segunda edición. Esto nos complace, nos
estimula y compromete para mantener el crecimiento en el modo de
leer, comprender e interpretar cada uno y el conjunto de los distin-
tos indicadores que despliega ante nosotros el test de Rorschach.
Fue entonces que nos preguntamos qué podríamos modificar, corre-
gir, ampliar. Sólo agregamos la fe de erratas. Lo hacemos no por
considerar que nuestra propuesta está completa y cerrada sino por-
que pensamos que lo que la caracteriza es proporcionar al psicólo-
go, principalmente al que recién se inicia en la tarea del estudio de
Rorschach un primer acercamiento para la interpretación.
Creemos que cómo tal debe dejar abierta la posibilidad de enrique-
cerse con nuevos aportes en la búsqueda siempre actualizada de
perfeccionar la aplicación e interpretación de la técnica.
Manifestamos nuestro agradecimiento-a todas las personas que nos
apoyan y nos acompañan, familiares, colegas, colaboradores y muy
especialmente a nuestros alumnos que siempre constituyen la prin-
cipal fuente de estímulos.

Las Autoras
1, La interpretación en el
Psicodiagnóstico de Rorschach

Consideraciones generales
No es fácil transmitir cómo debe interpretarse "un Rorschach", como
tampoco lo es el hacerlo. Probablemente sea algo no del todo posible de
comunicar sin los aportes que brinde el receptor.
Tampoco es posible el abordaje de todos los aspectos que en realidad se
consideran. Sería una tarea ímproba e interminable. Además, aún cuando se
pudiera realizar, hay que tener en cuenta que cada protocolo obtenido
determina una configuración única al igual que la de la personalidad que la
produjo, y por lo tanto irrepetible e imposible de trasladar a otro ser. Por
ende, aún cuando se ejemplifique, a modo de ilustración con algún caso,
ello servirá sólo relativamente para otros.
No obstante eso, intentaremos esta ardua tarea, con el convencimiento de
que es inagotable. Nuestro marco teórico es el psicoanalítico, aunque ha-
cemos la salvedad de que trataremos de ser amplios en cuanto a inter-
pretación se refiere, para que pueda analizarse el material obtenido (y éste
precisamente lo permite) desde cualquier esquema referencial psicológico
que esté basado sólidamente en una teoría dinámica de la personalidad.
Incluso desde el Psicoanálisis, las diferentes escuelas permiten diferentes
lecturas.
Aunque cada Psicodiagnóstico de Rorschach es una estructura, con todas
las implicancias que esto tiene (fundamentalmente no ser igual a la suma
de sus partes), con fines didácticos comenzaremos por analizar el signifi-
cado de cada signo Rorschach por separado y en particular, aún teniendo en
cuenta que cada uno de ellos se interpreta diferente a la luz del resto del
material. Somos concientes de que es una metodología de análisis im-
perfecta y criticable, pero es el único modo que conocemos para empezarlo,
aún cuando la síntesis lo supere.
Con eso, queremos decir lo siguiente: sabemos que este desmenuzamiento
podrá hacer creer al lector que analizando cada dato por separado, lo unirá y
tendrá la interpretación global del protocolo. Si bien ello de ningún modo es
así y cada producción adquiere una característica especial y única, el
conocer o él tener en cuenta el significado de cada elemcnio posibilita el
llegar a esa síntesis que, sin duda, tendrá características propias. Por eso,
suelen causar tan mala impresión las inteipretaciones del material Rors-

o
clinch donde se coloca primero el signo analizado y su significación a con-
t ilinación, sin establecer relaciones ni comparaciones, ni tener en cuéntalas
iDiilluencias de significados, que sí implicaría tomarlo realmente como un
todo. lise tipo de pseudoelaboraciones parecen ecuaciones matemáticas
donde una cosa siempre significa otra; evidentemente en una persona nunca
es así.
A riesgo de correr ese albur, y también a sabiendas que no todos pueden
hacer una verdadera síntesis interpretaiva (por ello muchas veces se des-
valoriza el psicodiagnóstico por desconocimiento o por las propias limi-
taciones) les proponemos la iniciación en el apasionante tema de la inter-
pretación, sin intención de agotarlo, no por falla de voluntad o de interés,
sino que ello es imposible, entre otras razones porque hay mucho todavía
por invesigar sobre el tema (afortunadamente).
Múltiples trabajos de investigación se nos fueron ocurriendo a medida que
avanzábamos en los aspectos que analizamos, con el convencimiento que el
hacerlo no significa descalificar lo ya investigado, sino que permite un
constante crecimiento que no deja de lado lo anterior. Aspiramos a que el
lector se motive cumplimentando estos objetivos.
Cuando se tiene la satisfacción de confirmar la utilidad del diagnóstico no
para rotular, sino para conocer más, a través de pesquisar por ejemplo un
potencial autodestructivo que puede trabajarse en una psicoterapia, o de
detectar a tiempo un posible derrumbe psicòtico, o una enfermedad en
ciernes, o características contraproducente para un empleo u otras (en las
cuales no nos vamos a extender porque ha sido un tema abordado ya
extensamente en una publicación anteriori), se valora el gran esfuerzo que
significa este abordaje y no se conduele de haber emprendido esta compleja
pero fascinante tarea (satisfacción similar a la que produce leer una novela
de misterio, armar un rompecabezas o efectuar una obra artística).
Por otra parte, la interpretación de este Test tiene múltiples lecturas, que
hay que integrar entre sí: al análisis del discurso y de los contenidos, el no
del todo felizmente llamado análisis cualitativo que, por cierto incluye la
interpretación de los Fenómenos Especiales, tema también ya tratado en
una publicación(2) y que, por lo tanto, no desarrollaremos acá, remi-
téndonos a su lectura, se añade el análisis de los cómputos, lo llamado
cuantitativo (que también lleva implícito un análisis cualitativo), y el
análisis de la conducta total del sujeto durante la administración de la
técnica junto con la transferencia y lo que nos despierta como examinadores
contratransferencialmente, temas estos últimos que también sólo roza-
remos, ya que son los que requieren mayor experiencia del profesional
interviniente, lo cual hace que sea muy difícil manejarlos de entrada. Todo
ello, sin duda, aportará valiosos datos sobre las características de
personalidad del ser humano que tenemos delante. Es decir que toda la

10
situación debe analizarse, conviene ser reiterativo en este tema, como una
situación de entrevista (además de que, por supuesto existan entrevistas
previas u otras técnicas que coadyuven al diagnóstico).
Todo esto es lo que también define su riqueza. Por eso cuesta entender a
quienes se restringen en la interpretación, tomando en cuenta sólo un aspec-
to de los mencionados, o cada uno por separado sin integrarlos por ejem-
plo,. (sólo el análisis de la secuencia o, en menor grado, tal vez, de los
cómputos). También hace pensar en la pérdida de tiempo y preparación que
significa no aprovecharla en su totalidad. Y en que, para eso, quizás se po-
dría tomar cualquier otra técnica más sencilla y accesible (si es que las hay).
No abordaremos el tema de la necesidad de integrarlo obtenido con el resto
del material, porque ya lo destacamos en la primera publicación pero,
reiteramos que —a pesar de su riqueza— a veces poco se obtiene de un
Psicodiagnóstico de Rorschach solamente (tomado como única técnica), y
la conveniencia, por consiguiente, de no caer en intentar hacer magia con el
instrumento, partiendo de una idealización que conlleva a una desvalo-
rización y denigración posterior.
Con respecto a lo que sí se puede obtener de un Rorschach conviene
recordar lo que dice Isabel Adrados(3): el test revela la organización básica
de la estructura de.la personalidad, incluyendo características de afecti-
vidad, sensualidad, vida interior, recursos mentales, energía psíquica y tra-
zos generales y particulares del estado intelectual del individuo. Es decir
nos informa sobre el potencial y el real rendimiento intelectual, su tipo,
riqueza y características de pensamiento, su grado de flexibilidad o este-
reotipia, de trivialidad o de originalidad, su creatividad, la eficacia de su per-
cepción, la prueba de realidad, la dinámica personal, la expresión y el
manejo de los afectos y la agresión, los mecanismos de defensa predo-
minantes, grado y tipo de conflictos y de conciencia de ellos, conductas
reales de la persona, tipo e intensidad de los vínculos que establece, exis-
tencia o no • >e angustia y modo de enfrentarla, posibilidad de somatiza-
c'ones y de actuaciones, impresión diagnóstica y, lo que es más impor-
tante, pronósüca. Trat" emoa d" ver cómo

Interpretación de las conductas durante la prueba


Acá el objetivo es abordar aspectos no computables de las conductas
producidas en la administración del test de Rorschach y su enfoque técnico
y metodológico. Si bien algunas de ellas constituyen Fenómenos
Especiales, otras no son consignadas de ningún modo; a pesar de ello, no
deben dejar de analizarse ya que nos aportan valiosos datos

11
diagnósticos y aún pronósticos; sus interpretaciones no son siempre
uniformes, y deben ser vistas a la luz del resto del material. Signifi-
cativamente, pocos autores desarrollan estos aspectos.
En nuestro enfoque, la toma del Psicodiagnóstico debe ser vista como
una unidad dentro de la que se encuentra el examinado con sus res-
puestas y actitudes, y también el examinador con su contratrans-
ferencia, dado que aquéllas tendrán resonancia en él.
Hay que tener en cuenta que el Rorschach se halla insertado en una
relación humana en la cual uno de sus integrantes debe intentar obtener
datos completos del comportamiento total de lo que deviene, inclu-
yendo esto no sólo nuestra función de escucha sino también la de vi-
venciar y observar.
Ello implica la necesidad de establecer un buen rapport a partir de la
entrevista inicial.
El tener en cuenta todo esto nos permitirá elaborar tempranas hipótesis
que serán luego confirmadas o no, o simplemente agregadas al resto del
material con valor relevante para la comprensión del paciente.
Cuál de las interpretaciones múltiples de una misma conducta corres-
ponde al caso particular que estamos estudiando deberá confirmarse
con otras conductas posteriores y con lo extraído del Test. También
tendremos ya algunos indicadores no desdeñables enla repercusión con-
tratransferencial que haya producido en nosotros como respuesta a la
transferencia establecida, aspectos que también incluimos.
Ellos, junto con las congruencias con otras actitudes y con los signos
Rorschach coadyuvan al diagnóstico y aún al pronóstico.
A este respecto conviene aclarar que no incluimos la amplia gama de
alusiones transferenciales que pueden surgir de los contenidos del Test,
que son muy frecuentes. Hay autores que consideran a determinadas
láminas como las más proclives a despertarlos. Creemos que no hay
una lámina de la transferencia y que ella, en cambio, puede aparecer en
realidad en cualquiera, a través de contenidos como brujas, hadas,
magos, manos que piden ayuda, sujetos que sacan a otros de peligros,
etc. Lo que sí tenemos que recalcar es que para que la transferencia
suija por los afectos, impulsos y fantasías del examinado y no por los
del examinador, requiere de este último una actitud impenetrable, pero a
su vez de cariñoso interés, como postula Ferenczi, a través de la aten-
ción flotante, y del no mostrar, tal como hace un espejo, más que aque-
llo que le es mostrado. Ello posibilitará convertirse en valiosa pantalla
proyectiva para el consultante; y lo que éste transfiere (si el estar ante
un juez, un mago, un tirano o un bondado benefactor) dependerá de él,
y también en gran medida, del área en que se trabaje. Así en el área
laboral y forense principalmente es más probable que se transfieran

ít
contenidos más persecutorios en el psicólogo visto como un severo
examinador que plasmará su futuro. Al mismo tiempo ello permitirá
analizar también la contratransferencia, que surja en nosotros como pro-
vocada fundamentalmente por los contenidos del examinado aunque a
través de los propios.
Atentas a que no agotamos con esto, ni mucho menos, la amplia gama
de situaciones que se presentan, intentamos revisar las más frecuentes
en nuestra práctica como rorschachistas.
Con fines de mayor claridad y aunque sabemos que no son separables,
ya que muchas veces responden a variados y múltiples aspectos, hemos
agrupado las conductas en:
A) Con respecto a la consigna.
B) Con respecto a las láminas.
C) Con respecto al examinador.
También consideraremos, como lo hemos anunciado anteriormente, al-
gunos fenómenos contratransferenciales relacionados con las conductas
del examinado en los diferentes momentos de la prueba.
Pasamos a considerar la agrupación de las conductas tal como las cla-
sificamos con fines didácticos:

A) Con respecto a la consigna: Alude a su mayor o menor com-


prensión y a transgresiones a la misma.
Es conveniente aclarar acá que utilizamos una consigna inicial corta y
concisa en la que le decimos al entrevistado que vamos a mostrarle lá-
minas para que nos diga qué ve, le añadimos también que anotaremos
el tiempo. No aludimos a la posibilidad de girar las láminas para per-
mitir actitudes espontáneas en ese sentido. Sí lo sugerimos en el inte-
rrogatorio si no se han girado nunca. Lo que incluimos es el pedido de
que cuando deje de ver las apoye boca abajo, formando otra pila, y le
demostramos cómo hacerlo con la primera lámina, aún sin mostrársela.
Esto lo hacemos por varias razones: nos facilita la tarea, nos permite sa-
ber exactamente cuándo el examinado no ve más nada, y como con-
secuencia de ello determinar con precisión la duración del tiempo total
por lámina, sin agregarle nuestra propia demora en escribir y además,
nos posibilita tomarnos tiempo entre lámina y lámina para completar
verbalizaciones y registrar actitudes que luego pueden ser olvidadas. De
lo contrario, de no ser así, sucede que muchos examinados se quedan
con el cartón en la mano, pero no ya buscando interpretaciones, sino
por inercia o a la espera de que terminemos de escribir o de nuevas
indicaciones sobre qué hacer.
Dentro de este grupo consideraremos:
1. Fracaso.

13
2. No dar vuelta las láminas.
3. Dejar las láminas a un costado, sin darlas vuelta.

1. Fracaso (No dar ninguna respuesta en la lámina) es el modo tal vez


más terminante de no responder a la consigna de acuerdo a lo solici-
tado. En principio es conveniente diferenciar el fracaso propiamente
dicho (devolviendo generalmente la lámina y dándola vuelta sin ningún
comentario después de observarla un tiempo) del rechazo, que ha-
bituaímente se acompaña de expresiones como: "¡Es muy difícil ésto!",
"¡Es horrible!", "¡Saquen esta lámina de la vista!", "¡No la quiero
ver!", etc. En el primer caso el examinado parece no poder resolver el
problema que se le presenta con la inteipretación del estímulo. Esto
puede deberse a muchas razones: puede ser que el estímulo sea real-
mente complejo para sus capacidades por déficit intelectual, por falta de
energía psíquica (en las depresiones severas y en las melancolías) o por
interrupción del curso del pensamiento (en el caso del esquizofrénico
que, como elemento distintivo, suele fracasar en las láminas consi-
deradas "fáciles", como la V y la III).
El Rechazo es el índice más intenso de shock y, por consiguiente, de
represión. Así ante el rechazo, se siente contratransferencialmente. que
la persona ha visto en realidad algo, pero por ser un contenido asociado
a pulsiones inaceptables, lo reprime inmediatamente.
El Fracaso ante la primer lámina debe ser tomado con ciertos recaudos
porque puede tener otras connotaciones, referidas a la dificultad para
enfrentar situaciones nuevas (shoekde adaptación), a incomprensión de
la consigna, o a reservas para mostrarse producidas por un deficiente
rapport o por la finalidad del estudio (peritajes judiciales, selecciones
laborales, etc.; suele observarse también en adolescentes). Unicamente
en este caso repetimos la consigna, mencionando, inclusive, a modo de
estímulo, que intente ver algo.
Además es necesario tener en cuenta la actitud posterior con que en-
frenta al Fracaso: si en láminas posteriores se sobrepone y da respues-
tas positivas y hasta originales, esta persona está evidenciando un nivel
de recuperación importante para los fines pronósticos, ya que habla de
un yo capaz de reaccionar en una situación de crisis, poniendo rá-
pidamente en juego defensas que le permiten superarla, índice, sin
duda, de fortaleza yoica. De lo contrario (malas respuestas posteriores
y aún ausencia de ellas), hablarían de un yo débil que quedará desar-
mado y desorganizado, sin poder recuperarse. El caso más extremo
sería el de fracasar también en láminas posteriores; esto implica un
pronóstico reservado como indicador de continuar shockeado y no ha-
llar el modo de reponerse, lo cual nos lleva a pensar en las dificultades

14
que puede tener esta persona cuando se encuentra ante una situación
crítica.
Otro elemento a considerar en la encuesta posterior es la po-
sibilidad de dar respuestas adicionales en la lámina en la que fracasó,
como indicador positivo de que, con más tiempo o cuando cierto apoyo
(la sugerencia del administrador de dar respuestas adicionales) logra
resolver lo que en un principio no podía. Esto habla, sin duda, de una
estructura personal más flexible que la de aquel que no lo logra, y
también la capacidad para ver aspectos nuevos donde antes no veía
nada, lo cual es muy importante para una psicoterapia. El no dar
respuestas adicionales siquiera, puede ser índice de una situación muy
particular asociada con esa determinada lámina, o de una rigidez que
podría encubrir un monto de ansiedad neurótica o psicòtica, del que no
da respuestas por miedo a perder el control,desestructurarse y/o
desorganizarse.
Hay otros aspectos que se deben tener en cuenta: uno es en qué lámina
o láminas se fracasó en relación a su dificultad o asociación simbólica,
y también el número de respuestas total del Test, ya que como dice
Bohm, pocas respuestas y fracasos se debe interpretar como inhibición,
pobreza de recursos y escasa productividad en el sujeto. Al mismo
tiempo, en un protocolo con más de veinte respuestas, los Fracasos
pueden ser más significativos, psicopatológicamente hablando.
Para Beck(4), que también toma el tema, los fracasos no son ha-
bituales, y son índice de un déficit del discurso que puede evidenciar
atraso mental o esquizofrenia (en estos últimos como producto de la
regresión). Apunta además que los depresivos comúnmente no fra-
casan, aunque puedan ser lentos o irritantes en sus modalidades de
presentación.
En nuestra experiencia, el Fracaso (y más específicamente el Rechazo)
es bastante común en los neuróticos, pero se fracasa también por falta
de nivel, estados de angustia, depresión e incluso por deterioro psi-
còtico u orgánico.
Con respecto a qué hacemos técnicamente frente a un Fracaso es ne-
cesario reiterar, ante todo que, para nosotras sólo es conveniente in-
tervenir cuando éste se presenta en la primera lámina ya que, de darse
en cualquiera de las otras, se reduce considerablemente la amplia gama
de motivos que lo pueden producir, con lo cual una intervención
nuestra le quitará espontaneidad a la conducta. En todos los casos
corresponde sí solicitar respuestas a esa lámina en la encuesta.
Por otra parte tampoco nos atenemos a un modelo rígido e igual para
todos los casos, dado que cada uno de ellos detenta un contenido in-
consciente distinto y, por lo tanto, una resonancia contratransferencial

15
diferente también en nosotros que determinará el estilo peculiar de
manejo de cada situación.
Así por ejemplo, nuestra actitud podrá ser enfática, esclarecedora, esti-
mulante, continente, persuasiva u otras, según percibamos oposición,
incapacidad, bloqueo, temor, perplejidad, etc.

2. No devolver las láminas. Otra de las conductas posibles del exa-


minado es la de quedarse con las láminas luego de dar respuestas sin
colocarias boca abajo sobre la mesa, como se lo pidió.
Esto puede ser interpretado como un modo de aferrarse a lo conocido,
tomándose tiempo y deteniendo el curso de las asociaciones sobre las
láminas.
En algunos casos tiene otras implicancias: puede así manifestar una
conducta de "pegoteo" (adhesividad) indicadora generalmente de orga-
nicidad (allí la actitud es de quedarse perplejo no pudiendo despren-
derse de la lámina). También puede ser índice de atención y concen-
tración dispersas en gente que ha retenido la consigna dada sólo
parcialmente. Esto puede asociarse a inmadurez neurològica (en adul-
tos), a problemas orgánicos localizados en el área de la atención, o a un
incremento de la ansiedad persecutoria ante el inicio de una nueva tarea.
En otros casos puede ser interpretado como oposicionismo: el exa-
minado recuerda la consigna pero no la, sigue o no la quiere cumplir
como un modo de rebelarse, y no acepta las indicaciones que se le die-
ron, ni la relación asimétrica, en cuanto a que hay una persona (el exa-
minador) que pauta lo que tiene que hacer.
Como contrapartida hay otras personas que se quedan con las láminas
esperando que terminemos de escribir, como si fuera una desconsi-
deración muy grande el no hacerlo. Esto revela personalidades dóciles,
sumisas, que tienden a someterse (con rasgos depresivos o aún
melancólicos) o se encuentra en obsesivos muy puntillosos aparen-
temente considerados con el otro.
Frente a todas estas actitudes nuestra conducta, en líneas generales
consistirá en recordar parcialmente (en la parte no cumplida) la Con-
signa inicial: "Como ya le dije antes, una vez que no vea más nada,
coloque la lámina dada vuelta sobre el escritorio".
Hemos enunciado una conducta —la de devolver la lámina— y sus
posibles interpretaciones. ¿Pero cómo determinar cuál de ellas es la
correspondiente? ¿Cómo saber por ejemplo, cuándo la conducta obser-
vada es producida por un aumento de ansiedad o está evidenciando.un
problema orgánico o una patología tal vez más seria? Además de los
datoscontratransferenciales.que ya debimos evaluar antes de intervenir
recordando la Consigna para ser más sugerentes, estimulantes,

16
imperativos o simplemente repetitivos, de acuerdo al caso, observa-
remos fundamentalmente la continuidad o suspensión de la conducta
del examinado ante las láminas siguientes. Y que también, sin duda es
una respuesta transferencial a considerar. Es decir que, en el caso de
ser un problema orgánico, muy probablemente esa actitud persista ante
la imposibilidad de cambiarla: si se trata de un psicòtico, su respuesta
puede ser totalmente imprevisible e incongruente.
En cambio, de tratarse de un aumento de ansiedad, notaríamos que
disminuye al pasar a otras láminas y hacerse la situación más conocida,
cesando, por consiguiente, la conducta presentada. En general, los neu-
róticos (y los obsesivos en particular) rectifican inmediatamente su acti-
tud ante nuestra priemra intervención. Raramente esta conducta puede
darse en forma aislada ante una lámina intermedia, seguramente relacio-
nada con lo que ese estímulo deteiminado despierta, y en función de
eso hay que analizarla. De todos modos, luego de un tiempo de espera
prudencial, igualmente intervendremos para determinar si podemos
continuar con la administración de la técnica.

3. No dar vuelta las láminas. Una conducta particular intermedia


aparentemente entre seguir las indicaciones dadas y la recién comen-
tada, es la de aquellas personas que, después de dar sus respuestas,
colocan la lámina a un costado, pero sin haberlas dado vuelta. A esto,
que puede ser simplemente un olvido de lo que le hemos dicho o un
intento de tener las láminas a la vista, se responde solicitándole que la
dé vuelta, o realizándolo nosotros mismos, para que ellos continúen
con esa modalidad. En caso de no hacerlo, también lo analizaremos con
parámetros semejantes a los de las actitudes descriptas.
Antes, de continr con el análisis de otras conductas, conviene aclarar
que ante la consigna del interrogatorio, también pueden aparecer al-
gunas actitudes significativas como no dar respuestas adicionales, no
responder a las preguntas "dónde" y "por qué" u otras que también
requerirán diferentes modos de manejarlas.
Es sí importante insistir en lograr adicionales (sobre todo en el campo
laboral donde la producción suele ser más limitada) para tenerlas en
cuenta como un importante índice pronóstico. (E incluso, como hacía
Marta Pagóla, realizar un nuevo psicograma con ellas como si fuera un
nuevo Test, para después comparar sus resultados con lo obtenido en
principal). Si no se llegan a obtener respuestas adicionales, luego de su-
gerírselo, se pueden señalar los detalles más habituales, y sin nombrar
su contenido, esperar la respuesta.

B) Con respecto a las láminas: Pasaremos a describir ahora las dis-

17
tintas modalidades de conducta de los entrevistados en relación con las
láminas del Test, y nuestro manejo técnico en estas situaciones.
Dentro de este grupo consideraremos:

1) No sostener las láminas


2) Volverlas a tomar
3) Tomar la siguiente antes de tiempo
4) Girarlas rápidamente
5) No girarlas
6) Dar respuestas sin mirarlas
7) Tener conductas extrañas frente a ellas
8) Palpar sus superficies
9) Marcarlas (con un lápiz o similar)
10) Anteponer un objeto entre el sujeto y la lámina.

1. - No sostener las láminas. Hay personas que, al ofrecerles cada


lámina, la dejan sobre la mesa de trabajo y la miran desde ahí. Esto nos
indica muchas 'íeces una conducta evitativa, propia del que no quiere
comprometerse por temor, inseguridad e inhibición, a veces relacionada
con una ansiedad más profunda de características persecutorias. En
esos casos nuestra actitud se limita a observar la situación y ver si esto
se mantiene durante toda la toma, o solamente se da en algunas lá-
minas.

2. - Volverlas a tornar. Otros pacientes vuelven a tomar las láminas


anteriores para comparar o justificar la respuesta que están dando. Así
alteran también la consigna. Intentan de esta manera manejar la si-
tuación y confundir al entrevistador, como un modo de mitigar la an-
siedad.

3. - Tomar la siguiente antes de tiempo. Algo semejante a lo ante-


rior se observa en el querer tomar la lámina siguiente no pudiendo
esperar que se la dé el entrevistador, luego de terminar con. la lámina
anterior. Esto responde a conductas contrafóbicas o de manejo psico-
pático. En estos casos ponemos el límite adecuado, diciéndole: "Yo se
las daré". Se hace necesario a menudo una conducta firme por parte del
entrevistador, que sabrá calibrar adecuadamente de acuerdo al manejo
de sus sentimientos contratransferenciales y a su experiencia1 clínica.
En el trabajo con niños muy ansiosos, hiperactivos o maníacos el ope-
rar correctamente en esta situación se hace imprescindible a fin de lo-
grar aplicar el Test. Observamos aquí si el sujeto modifica su conducta
después de nuestra intervención. El hacerlo nos indica mejores posi-

18
bilidades de adaptación a situaciones concretas cuando se le ponen
límites adecuados.

4. - Girarlas rápidamente. El hecho de que el entrevistado gire las


láminas sin mirarlas siquiera, cambiándolas de posición en forma
inmedita puede configurar el fenómeno especial de "Giro instantáneo".
Interpretamos esto como una conducta opositora, ya que también es un
modo de alterar la consigna, aunque en ella no se referencia a la po-
sición. Klopfer considera que la interpretación de este fenómeno varía
según en qué lámina se dé. Por ejemplo, si se trata de la lámina VIII en
posición lateral hablamos de un "respeto por la lógica", ya que es más
fácil ver los animales caminando en posición normal. Si se trata de la
Lámina VI podría estar determinado por el hecho de "evitar las im-
plicancias fálicas de la parte superior".
De todas maneras, como ya lo mencionamos, todas estas posibilidades
deben ser consideradas junto con los demás elementos de la prueba.
El girarlas constantemente también indica el oponerse a la forma de
dárselas. Cuando el sujeto gira debemos tomar en cuenta la producti-
vidad que sigue a ello, ya que será distinto si las respuestas enriquecen
la producción o no, de no poder dar respuestas. Para Beck girar las
láminas es índice de la movilidad y de la extensión del control del Yo.
Un control insuficiente para él se ve en giros numerosos, rápidos y
febriles. Cuando se gira lentamente sin dar respuesta puede ser un blo-
queo de las funciones motrices. Si los giros van acompañados de ri-
tuales y movimientos rápidos indican rigidez y estereotipia. Si va
acompañado de regresión, es que "el Yo ha regresado a un estadio donde
falta autoridad, sin acertar a tomar la iniciativa para obtener satisfacción.

5. - No girarlas. Otras personas no giran jamás las láminas del


Test. Beck lo ha observado raramente en neurosis leves. Para él no es
índice de gravedad, ya que se ve en normales, aunque también en
examinados replegados en sí mismos. Puede ser índice de bloqueo o de
inhibición paralizante, en los casos más serios. Se da también en
adolescentes tímidos. Nosotras consideramos que el sujeto muestra con
esta conducta una cierta rigidez de acercamiento, más aún cuando esta
modalidad se reitera en el interrogatorio, dado que entoenes le
sugerimos que la rote, si no lo ha hecho antes. A veces lo hacen
rápidamente, como un rasgo de sometimiento a lo que se le dice.
El hecho de girar la lámina hacia la misma dirección, indica menor
rigidez y, según Klopfer, hace referecia a una "exploración ordenada de
las posibilidades de la situación" o a cierta plasticidad perceptual del
que puede ver las cosas desde distintos puntos de vista.

19
Por nuestra parte el no girar las láminas lo tomamos como acatamiento
al orden establecido, que no se puede alterar, por sometimiento o rigi-
dez o por estar tapando una gran ansiedad confusional, ya que el hecho
de llevarse tanto por lo correcto y lo ordenado puede entenderse como
un modo de no vislumbrar el desorden interno.

6. - Dar respuestas sin mirarlas. Hay entrevistados que dan la res-


puesta a la lámina después de dejarla, y sin mirarla. Generalmente, eso
tiene que ver con una actitud narcisista de autosuficiencia. La signifi-
cación de estas respuestas será diferente si lo que el sujeto dice indica
una buena percepción previa y rápida de la lámina, que en aquellos
otros casos en que el sujeto asocia libremente sin tener el estímulo
presentado. Es en el interrogatorio donde nuestra actitud técnica debe
tender a centrar al sujeto en la lámina a fin de realizar un adecuado diag-
nóstico diferencial. Hay personas que, si bien muestran esa modalidad
narcisista pueden dar un concepto que corresponde a la lámina —bue-
nas respuestas de formas positivas—; esto puede indicar una actitud
sobreexigente, y también se observa como conducta evitativa en algu-
nos pacientes fóbicos. Otros, en cambio, se desconectan del estímulo,
y a pesar de pedirles en el interrogatorio que miren la lámina, no
pueden hacerlo. Esto último está asociado a conductas psicóticas.

7. - Tener conductas extrañas frente a las láminas. El "poner


de canto las láminas" o sea "mirarlas a través de su superficie, en lugar
de sostenerlas, sobre los ángulos rectos de la línea de la visión",
siguiendo a Klopfer parece darse en personas altamente neuróticas o
psicóticas. Para Beck los sujetos pueden tenerlas láminas siguiendo los
ángulos por debajo de la cabeza, sobre las clavículas en plano a la
palma de la mano, al fin del brazo. La extrañeza de ese comportamiento
considerado desde un punto de vista cualitativo, permite medir la in-
tensidad del estado clínico probable.
La posibilidad de que se trate de una regresión en el dominio motor, de
la misma manera que los tics o las muecas queda como supuesto. Otra
interpretación más sólida es la que el mirar sobre el plano se da en el
caso de la neurosis obsesiva, donde Kamman lo ha observado. Beck
continúa diciendo que eso refleja una tendencia a una exactitud irre-
prochable. Los sujetos deben examinar la disposición de la lámina en
sus mínimos detalles. Estas conductas se dan en el hebefrénico o en el
esquizofrénico metódico. En nuestra experiencia, no son habituales.

8. - Palpar sus superficies. El hecho de palpar la superficie de la

20
lámina se observa a veces cuando el sujeto no puede expresar verbal ni
gestualmente una textura.
Esto muestra una necesidad de contacto primitivo, infantil e inmaduro.
También indica un manejo fundamentalmente en un nivel concerto,
mostrando una pérdida de distancia entre el objeto y su representación.
Este tipo de gestos es muy importante a efectos diagnósticos. Se hace
necesario tener gran experiencia en la toma del Psicodiagnóstico para
poder detectarlos y sacar conclusiones, más aún si de niños se trata.
Nuestra tarea consiste aquí en detectar si es una textura, y la calidad de
la misma. Cuando estamos seguros que la respuesta del sujeto corres-
ponde a una necesidad de contacto preguntamos en el interrogatorio
cómo sería si la tocara (referido eso al concepto que dé como res-
puesta). Hacemos esto a fin de poder discriminar a qué tipo de textura
hace referencia el paciente (cálida, fría, desagradable o varias al mismo
tiempo) o si sólo hace mención a una textura de tipo intelectual. En este
último caso no hará los gestos mencionados y se limitará a hacer
referencia a las diferencias de tonalidades de las láminas.

9. - Marcarlas. Hay sujetos que marcan las láminas con el lápiz o la


lapicera en el momento en que interrogamos por la localización. Este
hecho por suerte no es muy común, dado que frente a esta conducta
nuestros sentimientos ño serán positivos para con el paciente.
Requiere, por consiguiente, por parte del entrevistador un justo equi-
librio emocional y un manejo técnico correcto que consiste fundamen-
talmente en no dejarse invadir por las emociones, y tomar la adecuada
distancia para así poder continuar estudiando al paciente. Esta conducta
de los entrevistados denota actitudes psicopáticas y de poca consi-
deración por el psicólogo. Más aún, cuando si le hacemos notar que no
debía hacerlo, responde: "Pero Ud. me dijo que mareara dónde lo
veía". También es un indicio de manejo en un nivel concreto, con es-
casa capacidad para simbolizar.
10. - Anteponer un objeto entre el sujeto y la lámina. Hay en-
trevistados que anteponen un objeto entre ellos y las láminas.—car-
tera, libros, etc.—. Esto los lleva a adoptar a veces situaciones postu-
rales incómodas para poder observar e indica la necesidad de poner
distanica entre él y sus propias cosas.
También puede evidenciar inseguridad, temor, inhibición, rituales —en
el manejo a veces del encendedor o de los cigarrillos—como forma de
aferrase a algo conocido a fin de paliar la inseguridad o el miedo.
Destacamos que pueden aparecer otas conductas de diversos tipos y
que cualquiera que suija adquirirá en realidad relevancia con la
problemática que presenta el paciente.
Q Con respecto al entrevístador: Las conductas que aquí pueden
surgir, al igual que en los ítems anteriores, son incontables. No obs-
tante, trataremos de mencionar alguna de ellas, tomadas de la frecuencia
con que aparecen en nuestra experiencia. Dentro de este grupo consi-
deraremos:

1) Preguntar acerca de lo que el entrévistador escribe.


2) Preguntar qué ven otras personas, o si ven lo mismo.
3) Preguntar quién hizo las láminas.
4) Preguntar si sirve para algo hacer esto, o qué cosas se pueden
sacar de acá.
5) Preguntar si después se le va a decir verdaderamente qué es.
6) Interrumpir con comentarios fuera de tema.
7) Pedir agua, ir al baño o levantarse por cualquier motivo.
8) Llegar tarde.

Desde ya cada una de estas preguntas, comentarios o actitudes son to-


mados en cuenta, consignando la modalidad, el tono, la frecuencia y el
momento en que aparecen. A través de esto se ponen de manifiesto las
características y aspectos conflictivos del sujeto.
Todo esto también está íntimamente ligado a la transferencia que es-
tablece el paciente con la situación de test y el entrevistado!", así, es in-
dispensable hacer una observación global de la toma del test como un
corte transversal que nos permita vivenciar el clima que se ha creado a
lo largo de la misma. Cada uno de los ítems mencionados contribuirá a
damos los índices sobre ese clima.
Por ejemplo: preguntar acerca de qué escribimos, puede indicar nece-
sidad de controlar, puede ser signo de ansiedad persecutoria, etc.
Preguntar qué ven otras personas, pondría de manifiesto inseguridad,
necesidad de que se le proporcionen puntos de referencia, temor a no
realizar las cosas que se esperan de él, etc.
La interrupción con comentarios fuera de tema tendría variadas
interpretaciones según si aparece esporádicamente en alguna lámina en
particular, o a lo largo de toda la prueba, o si el tema de interpretación
es el mismo, o si varía constantemente; pero, en términos generales
podemos pensarlo como una dificultad para atenerse a las consignas
por un lado, y por otro como alguien que no le resulta fácil mantenerse
en una tarea sin dispersarse. También puede significar querer
interrumpir la prueba.
Preguntar quien hizo las láminas demuestra desconfianza, denigración
o admiración.
Otras conductas relevantes pueden ser: la negación de una respuesta.

22
dar más de 6 respuestas cuando se le dice que es suficiente, la aparición
de síntomas somáticos como dolor de cabeza, o dolor de estómago,
tos, etc., o cualquier conducta insólita
Del sentimiento contratransferencial que despierten y su comprensión,
se determinará el manejo técnico a seguir.
Para finalizar queremos destacar que todo esto requiere gran ex-
periencia clínica personal y laboral de parte del examinador, es decir
que sea avezado en el manejo de la técnica y se conozca lo suficiente a
través de su análisis personal. Advertimos así los peligros de las con-
clusiones basadas en tomas hechas por personas apenas entrenadas en
la administración de Test, incluso en investigaciones que nos mara-
villan por sus adelantos técnicos, pero nos hacen dudar con respecto a
la validez de sus resultados. Lo cierto es que sólo después de estar muy
seguros en el manejo de la técnica a través de la experiencia, se pueden
advertir e interpretar los fenómenos contratransferenciales y a su vez
producir fenómenos transferenciales válidos en cuanto a su inter-
pretación.

Notas
(1) Passalacqua, A. y colaboradoras. El Psicodiagnóstico de Rorschach. Sis-
tematización y nuevos aportes. Buenos Aires, Kapelusz, 1986.
(2) Passalacqua, A. y Gravenhorst, M.C. Los Fenómenos Especiales en
Rorschach. Buenos Aires, C.E.A., 1988.
(3) Adrados, I. Teoría e pràtica do Teste de Rorschach. Petropolis, Vozes,
1977.
(4) Beck, S. Le Test de Rorschach. Tome Premier. Paris, Presses Univer-
sitaires de France, 1967.
(5) Klopfer, B. Developments in the Rorschach Technique. New York,
H arco uris Brace Javanovich Inc. 1954.

23
2. Localizaciones:
Su interpretación

Respuestas globales
Tal vez en la interpretación de las respuestas globales (o W, o G, de
acuerdo a la escuela) sea donde se ve "más claramente lo ya dicho sobre la
importancia de que el análisis cuantitativo no excluya de ningún modo al
cualitativo. Acá no sólo debe incluirlo, sino que está directamente impli-
cado. Así, la buena o mala calidad de las respuestas globales —no sólo
formal sino también evolutiva—puede cambiar totalmente Su significación
hasta el punto de referirse a interpretaciones hasta opuestas según el caso.
En general, alguien que es capaz de dar respuestas globales, da indicios de
poder captar la realidad como una totalidad y de una sola vez; también de
no dejar de lado ningún aspecto, y de tener—en consecuencia— suficiente
energía psíquica como para lograr esa captación. De ello se deduce el tipo
de pensamiento que subyace a este modo aperceptiyo, o de encarar o
aprehender el mundo.
Es necesario aclarar que con la interpretación de las respuestas globales hay
en general coincidencia entre los distintos autores aunque algunos de ellos
destaquen más ciertos aspectos de su significado, y otros, algunos di-
ferentes, pero siempre complementarios entre sí, aunque puedan ser ori-
ginales.
Así para Rorschach(l) las respuestas globales deben ser consideradas co-
mo un índice de la energía disposicional de la actividad asociativa, y "mu-
chas veces, también como la expresión de la voluntad conciente e incon-
ciente de alcanzar complicados rendimientos, tales como los que involucran
procesos de abstracción o combinación" (pág. 59). Además de requerir un
rico caudal de engramas, representan, siempre para él, la manifestación de
una actividad asociativa exaltada por la carga emocional del "estado vo-
litivo". Es decir, disponibilidad de las asociaciones y un grado óptimo de
cierta energía disposicional del proceso asociativo; o sea una voluntad
conciente o inconciente de alcanzar resultados complejos. Cuando son'
buenas, son un índice importante de inteligencia.
Para Zulliger(2) las respuestas globales corresponden, en líneas generales,
a necesidades de unificación y de homogeneidad, y a una aprehensión con
amplitud de iíiiras.
Para Klopfer reflejan capacidad para organizar el material, relacionar de-
talles e interés por lo abstracto y teórico (si son buenas)(3), y una acen-
tuación de las formas superiores de la actividad mental, como por ejemplo,
las actividades lógicas o creadoras, la especulación filosófica o religiosa, la
comprensión estética o ética, etc.(4), aunque aclara que eso debe calificarse
a la luz del nivel de precisión formal, ya que un elevado número de res-
puestas globales, aunque no sean ni simples ni evasivas, no garantiza que
ellas representen consistentes rendimientos de una actividad mental de nivel
superior, y su ausencia no prueba tampoco, necesariamente, que el sujeto
carezca de capacidad para las actividades mentales superiores, que se
pueden revelar de otras maneras.
Endara(5) las relaciona con la disciplina de la función lógica, indicando una
mayor aptitud para la elaboración de planes que contribuirán a la con-
secución de un objetivo destacado y vital, complejo, difícil de alcanzar,
constructivo y loable y a un deseo de adquirir fuerza o influencia a través
de las dificultades que el sujeto tiene que vencer. Se tratan para él también
de una medida del optimismo (lo cual es tomado por varios autores).
Beck(6) por su parte hace un interesánte análisis de las respuestas globales
en relación a en qué láminas aparecen y al puntaje que extrae de las lo-
calizaciones, conceptos que Exner(7) retoma. El puntaje Z, importante dato
interpretativo a tener en cuenta, está relacionado con la integración de las
áreas de la mancha que la persona hace. Beck califica como las láminas más
difíciles a la III, IX y X, luego de la II y la VIII (que para él tienen di-
ficultad análoga). El dar respuestas globales allí es índice de una actividad
intelectual superior. La V, I, IV y VI son la que, por su masividad, des-
piertan más frecuentemente respuestas globales por lo que darlas ahí impli-
caría para Beck una inteligencia media o inferipr. Sin embargo, aclara que
dar analíticas en las Láminas IV y V significa un esfuerzo de reconstrucción
que exige análisis y síntesis y por lo tanto un razonamiento inductivo pro-
pio de una inteligencia superior. Si, además la persóna lo hace rápidamente
son dadas por "espíritus de fuerte energía intelectual" que no se da en las
combinatorias, donde la actividad es más lenta. Cuando las globales que se
dan son de pobre calidad, indican baja inteligencia o "enfermedad que
provoca bajo rendimiento".
Exner(7) relaciona a las respuestas globales con la disposición psicológica
del sujeto para aproximarse a los estímulos más complejos de manera
global y agrega que dar una respuesta de calidad positiva en las láminas
compactas (V, I, IV y VI) plantea uno de los desafíos más difíciles con los
que se enfrenta el sujeto ya que exige analizar la mancha en las partes que la
componen y reintegrarlas a continuación y que el dar respuestas globales
positivas u ordinarias en las láminas más fraccionadas es también un reto.
Otros autores coinciden en general con estas interpretaciones, sin agregar
El número de respuestas globales.esperable en un protocolo normal es entre
3 y 10 (o de un 20 a un 30% del total de las localizaciones) de las positivas
u ordinarias (como las califica Exner), es decir buenas respuestas globales
no sólo en cuanto a su correspondencia con contenidos de buena forma,
sino también en cuanto a su nivel de integración estructural. Entrarían den-
tro de ellas las secundarias buenas (combinatorias simultáneas o sucesivas)
y las primarias del tipo de las analíticas y las sintéticas, con sus particu-
lares significaciones, excluyendo las confabulaciones y las contamina-
ciones. Por eso, cuando hablamos del número esperable de respuestas
globales, ellas deben ser buenas, ya que poco decimos si ellas son malas.
En el caso de ser adecuadas, el darlas está asociado con capacidad sintética,
de abstracción, de organización, de planificación y también con la sus-
tentación de suficiente energía disponible para enfrentar dificultades y ven-
cerlas, dado que lo abarcativo implica una cierta fortaleza yoica (que bien
puede relacionarse con el concepto psicoanalítico de libido).
De esto se desprende su conexión con optimismo y potencial para enfrentar
dificultades y descartaría, por ende, una depresión severa. También habla
de aspiraciones y de ambición, en el buen sentido y, con la intervención de
otros elementos (como mo v i m ie ntoshum anos en extensión, buenas res-
pues^^formales en cuanto a calidad y contenidos originales) de capacidad
de íiderazgo.
Sintetizando, el dar buenas respuestas globales y dentro del número es-
perable indica un pensamiento de tipo teórico adecuado, y la agudeza de
observación del que no deja nada de lado.
El aumento de respuestas globales tiene distintas significaciones según ellas
seanoueñas o malas. En el primer caso el aumento puede estar relacionado
con un pensamiento muy teórico y a veces algo apartado de la realidad del
científico y del sabio, y por ello se asocia también al mecanismo defensivo
de intelectualización. A un control excesivo o compulsivo. A no mostrarse
(sobre todo cuando la mayoría de las respuestas son populares o muy vul-
gares) quedándose en lo obvio y convencional en demasía. A oralidad (se-
gún Zulliger) y avidez de quien no puede dejar nada de lado. Á ambición
neurótica de quien quiere abarcar todo a veces sin tener con qué (cuando no
son tan buenas) y también, como hemos encontrado en casos patológicos
que no se correspondían con una sana ambición, al sentimiento de envidia.
Si hubiera decididamente mala calidad formal o de integración, puede ser
índice de un pensamiento psicòtico y patología severa en general, propia
del que se refugia en un pensamiento teórico y distorsionado y fuera de la
realidad. Y, como dice Loosli-Usteri(8) habla de superficialidad del pensa-
miento, falta de exactitud y ausencia de sentido crítico.
Zulliger(2) en un interesante enfoque con el que coincidimos, asocia el
aumento de globales a la energía del impulso asociativo (como Rorschach)

•»7
en el caso de ser positivas, a personas ocurrentes que saben organizar, orde-
nar y disponer, y con ambición de calidad, a veces concierne- Si se hallan
aumentadas con predominio de globales primarias son propias de los que
son capaces de organizar y concebir fácilmente en forma abstracta, y de
pensar científicamnte. Y si son combinatorias (y hay además movimientos
humanos positivos y respuestas originales buenas) lo asocia a aptitudes
artísticas creadoras, y a veces reproductivas. En cambio, si el aumento se
debe a la existencia de globales negativas (es decir, sincréticas, Combi-
naciones Confabulatorias, Confabulaciones, Contaminaciones(9) o respues-
tas de mala calidad formal) la necesidad de unificación carece de una ade-
cuada capacidad de realización; en la persona que querría saber organizar,
disponer y ordenar, pero no puede. A su actividad mental le falta fuerza de
realización. Sería un espíritu inerte y abúlico, agrega |Zulliger, más todavía
si el número de respuestas está disminuido. Superficial y cómodo (si está
elevado el A % y el P'%).
Ligeros en general, distraídos, desconsiderados, optimistas y no muy
confiables, en el mejor de los casos.
La disminución de globales, por el contrario, se considera indicador de
poca energía psíquica, de pensamiento más concreto o práctico (si au-
mentan D) o excesiva puntillosidad y minuciosidad (si se incrementan los
Detalles inusuales). Se asocia además al que no es capaz de abarcar la
realidad en su totalidad y se va a lo más obvio o a lo insignificante, por
mediocridad intelectual (orgánicos o limitados intelectualmente) o por de-
presión, muchas veces. Los depresivos dan pocas, y los melancólicos casi
no dan, por la falta de energía psíquica. Zulliger lo ve en relación a poca
amplitud de miras y a dificultad para totalizar y unificar.

Tipos de Globales
Las DW hablan de un pensamiento de tipo inductivo, de aquél que observa
de la realidad un aspecto y, bien o mal, generaliza al resto, pudiéndolo
tildarse, por consiguiente, de impaciente y apresurado.
Cuando estas DW son confabulatorias, es decir cuando la respuesta global
resultante es de mala calidad formal, indican un pensamiento omnipotente,
del que generaliza y lo hace mal, sin tener en cuenta la realidad externa y
—por lo tanto— puede fabular y mentir (y por consiguiente actuar) el as-
pecto totalizador de la mancha, tomando sólo una parte de la misma. Son
evidencia de un pensamiento transductivo (parte a parte) y no lógico
formal. Es importante también ver si son del tipo de global confabulada por
ampliación o por generalización. En el primer caso (ej. L. VII ver la

28
mariposa en toda la lámina por ampliación del Detalle central inferior) la
falla está en considerar que el todo es lo que ve, por una ampliación ina-
decuada; cuando amplía lo hace mal. En el segundo caso el error se da
cuando generaliza, tomando el todo por la o las partes. La inferencia será
mayor y por ello más inadecuada cuanto menor o más inusual sea el área de
donde se parte (DdW).
Zulliger, que no distingue confabulatorias y buenas respuestas hace sobre
ellas, sin embargo, algunas apreciaciones interesantes, aunque dis-
cutibles. Dice que las dan las personas que se engañan acerca de la reali-
dad, que observan sólo superficialmente y llenan con su fantasía las lagu-
nas de su observación: autoengañadores, después creen realmente lo que
fantasean, pudiendo darse también en "infradotados, superficiales, fanfa-
rrones, presumidos". Zulliger llama "síndrome del ladrón" al sustentado
por quien da DW o DdW y tipo vivencial extratensivo bien marcado con
varios CF y hasta C puro. Lo llama así dado que tanto el que roba como el
confabulan mienten, y el que miente puede llegar a robar.
Si bien esto puede ser cierto (y de hecho conviene estar atento) no se puede
caer en la generalización que justamente se mira con ojos críticos.
Si esta conducta se pone de manifiesto —es decir si alguien concretamente
puede llegar a robar— dependerá para este autor (y no parece desacertado)
de los Movimientos (van a dar pocos), del color acromático y de los
claroscuros. Generalmente también hay en estos casos shock al color (los
más neuróticos) y espacios en blanco (S) como indicando un modo de
resentimiento social. Si hay CF (color forma) y C (color puro) general-
mente hay actuaciones concretas (por ejemplo, cleptomanía). Estos signos
desaparecen con la cárcel, por ello es difícil que los presenten ladrones
reincidentes, y en cambio aclara Zulliger que ha encontrado un aumento de
los movimientos en flexión. Si el tipo vivencial es introversivo, las confa-
bulaciones pueden ser índice de autismo. También asocia las DW a
debilidad mental, como Beck quien-a su vez-agrega que pueden ser rele-
vadoras de una patología grave.
— Las WS suelen estar dadas por personas que defienden sus ideas, ya que
tienen energías y posibilidades de oponerse. Lo que uno no sabe, sin tener
en cuenta la totalidad del análisis del material, es si lo pueden hacer exi-
tosamente o no. Suelen ser gente controladora, que observan todo y pue-,
den estar dispuestas a atacar (si son varias). Pueden darse en críticos (de
cine, de arte), en reformadores sociales, cuando se encuentran esporá-
dicamente en un protocolo y con buenas formas. Si son muchas, indican
personalidad esquizoparanoide y hasta a veces, esquizofrenia del tipo pa-
ranoide (coexistiendo buenas y malas).
A este respecto Zulliger comenta que los que combinan globales con
espacios en blanco están en pugna con algo que los mueve en lo íntimo. A

29
veces saben a qué se debe su oposicionismo, que es más bien crónico. Si
son numerosas las SW son sujetos en quienes una disconformidad rebelde
llega a formar parte de su carácter de modo permanente. En cambio los que
dan WS (él, con toda propiedad, los diferencia) serían personas que, sien-
do conciliadoras, tratan de disimular su disconformidad, su oposicionismo,
su crítica, a veces inteligente y justificada. Si son autocríticos, no lo
muestran y se "hacen los seguros y tranquilos".
— En realidad, coincidimos con Zulliger en que las SW tienen, en general,
un significado bastante diferente a las WS, que pueden ser índice un
positivo en cuanto a la disposición de la persona por defender su teoría. Én
el caso de las SW, en cambio, aparece lo agresivo, mal manejado gor
cierto, del que se opone primero (a nivel de pensamiento al menos) y luego
arma una teoría para justificar su oposición. A ese respecto Zulliger agrega,
de un modo coloquial e ilustrativo, que los que dan SW son individuos que
encuentran el "pelo en la sopa", que —por principio— desconfían del
mundo y se inclinan a la crítica desenfadada; que ven —en definitiva— más
lo malo que lo bueno siempre y que en la mayoría de las ocasiones van a
encontrar un "pero".
— Las respuestas globales cortadas: W (otro tipo de globales) hablan en
general de un afán crítico, y a veces de perfeccionamiento y sobrexigencia.
— Las respuestas globales incompletas: Wi se asocian a pobreza intelec-
tual, pero también a veces a actitud evitativa, descuidada, perfeccionista, o
á otras, a analizar según el caso.

Análisis cualitativo
Clasificación de las Globales
Las globales primarias (ver un solo elemento de golpe en la totalidad de la
mancha), son más características del pensamiento teórico del tipo deductivo
y sintético propio del científico. Sin embargo, hay que hacer la distinción
entre las SINCRETICAS, las ANALITICAS y las SINTETICAS.
El que da una-respuesta global primaria de tipo SINCRETICA evidencia
una pobreza perceptual (y, deducimos, de pensamiento) de ningún modo
asimilable a la interpretación de organización y de planificación que se
asocia a las respuestas globales. Muestra —en cambio— un pensamiento
de tipo infantil, primitivo, confuso, incluso limitado, propio de un niño o
dé un débil. El que da este tipo de globales puede querer organizar o dis-
poner, pero no lo logra; a su actividad mental le falta capacidad de reali-
zación. Puede ser gente superficial, infantil poco inteligente o con sus posi-
bilidades de pensar disminuidas por problemas orgánico-cerebrales, (ejem-
plos: "Mancha de petróleo", "Isla", "Humo").

30
Las globales ANALITICAS son las típicas del pensamiento científico;' '*"
indican que el individuo que las dio ha sido capaz de hacer un análisis
interno de la Gestalt y, al mismo tiempo, sintetizar. Todo lo dicho sobre las
respuestas globales en general les corresponde. (Ej.: L. V: "Murciélago,
tiene la cabeza con las orejas, las alas, las patas").
Las globales SINTETICAS, si bien implican capacidad de síntesis (es ver
algo de golpe, llevándose por la impresión global, sin haber hecho
demasiado análisis de las partes que la componen) en ellas el individuo
carece de la posibilidad de analizar luego esa totalidad. Es decir se guían
por lo que les provoca como respuesta global la lámina, sin poder justificar
luego cada una de sus partes ni dar cuenta del desmenuzamiento de la
mancha que pudo haber realizado, para ver lo que vio. El ejemplo sería dar
"Un murciélago" en la Lámina I, y después, ante el interrogatorio poste-
rior, decir: "Bueno, en realidad no sé, no se sabe bien si son las ¿as la
parte de arriba o la de abajo y si ésa es la cabeza; sí se ve que ése es el
cuerpo, en el medio", es decir que dan la respuesta global guiándose por el
"primer golpe de vista", pero sin realmente hacer luego una buena
descripción. Esto se relaciona con aspectos ambiciosos de querer abarcar la
totalidad súbitamente, pero sin analizarla verdaderamente en cada una de
sus partes. Indice de un pensamiento teórico, a menudo, pero que muchas
veces está algo desconectado de la realidad cotidiana. Para Rorschach se da ,
en intuitivos. ;J
Las globales secundarias en cambio, hablan de pensamiento ínductivo-
deductivo, analítico-sintético a la vez. Son la típicas del artista, del creador
y también del genio, del superdotado.
Zulliger las encontró en arquitectos, ingenieros, pintores, escultores, dra-
maturgos, es decir en quienes poseen una "voluntad creadora".
Serían personas nue pueden ver lo obvio, pero lo integran en una totalidad.
Es el que tiene la posibilidad de observar atentamente los diferentes as-
pectos de la realidad por separado y organizados, integrándolos en una
síntesis abarcativa. Indicaría, en principio, imaginación y flexibilidad.
De cualquier modo, dentro de las secundarias hay que hacer el análisis
cualitativo y diferenciar su tipo, ya que la riqueza que indican es menor en
el caso de las bilaterales, aunque son también secundarias, y —dentro de
éstas— aún más inferior en las de duplicación por simetría. Es decir que las
secundarias más ricas, más típicas de la persona muy inteligente y del ¿
pensamiento creador son—fundamentalmente— las Escenas ('que además ~
son originales por elaboración) donde cada aspecto de lo que ve está
explicado y relacionado con el resto en una combinación posible y no con-
I ahulada.
Por ejemplo, dar una respuesta secundaria en la Lámina I es —además de
ser un índice de inteligencia— (las láminas compactas facilitan más el dar

31
respuestas globales primarias), la posibilidad de analizar por separado —y
haberlas advertido— las tres grandes masas que la componen. Por ello se
infiere que esa persona ha podido llegar a tener en cuenta la triangularidad;
es decir, que ha llegado al menos a una etapa edípica, por el hecho de
advertir y analizar los tres elementos.
Incluso dentro de las bilaterales no es lo mismo ver en la Lámina II: "Dos
payasos" que "Dos payasos palmoteando sus manos" en donde hay una
relación entre ambas partes de la lámina. Si bien en ambos casos la mancha
ha sido divivida en dos partes (después globalizados por la simetría) en el
segundo caso, además, ello se ha hecho explicando cada una de las partes.
Asimismo, una respuesta de "Animales" en la lámina X no se considera
global secundaria, porque a pesar de que se mencionan muchos elementos,
puede esta respuesta ser asimilada a una primaria sincrética, o a una simple
suma de detalles usuales yuxtapuestos y no combinados, que hace re-
ferencia a un pensamiento común, por el poco esfuerzo que exige a quien la
da.
En este aspecto es interesante recordar el agrupamiento que hace Exner de
las globales de acuerdo a la calidad evolutiva de las localizaciones, y que
puede ser especialmente útil, sobre todo cuando las respuestas son de
buena calidad formal, pero de mala integración. Así, él las divide en:

1) positivas (+) para las cuales vale lo dicho sobre las secundarias bien
vistas y algunas primarias, fundamentalmente las analíticas no populares o
demasiado comunes (que él excluye de éstas) cercanas a la originalidad.

2) ordinarias (o) entre ellas las populares, propias de un pensamiento tri-


vial y medio, aunque adecuado.

3) vagas (v) asimilables a las sincréticas y su interpretación, que muchas


veces se hallan presentes en neuróticos, y

4) malas (-) entre las cuales incluimos las arbitrarias (de forma inexacta),
las contaminaciones verdaderas y atenuadas y las combinaciones confa-
bulatorias que, si bien, a la inversa de las Confabulaciones (que están
también en este grupo) pueden ser de calidad formal positivas, fallan en la
integración, ya sea de conceptos supeipuestos (en el caso de la conta-
minación), ya sea de conceptos deficientemente combinados en donde la
síntesis está mal lograda (en el caso de las combinaciones confabulatorias).
Así, mientras las contaminaciones indican fallas extremas en la disociación
operativa y —por consiguiente— una grave escisión (más aún las verda-
deras) reveladora de condensación y, por consiguiente, de proceso pri-
mano a nivel de pensamiento, las combinaciones confabulatorias hablan de
fallas en la lógica del pensamiento y de alta, pero ineficiente, capacidad
organizativa.
Evolutivamente, los globales secundarias, o las primarias analíticas en gra-
do algo menor, se alcanzan tardíamente, y sí son más comunes en los niños
pequeños las de tipo sincrético y las DW (no siempre confabulatorias).
El análisis cualitativo (como lo planteó —como ya vimos— Beck y luego
fue retomado por Exner) debe tener en cuenta el tipo de global y en qué
lámina se da (además de los determinantes, el contenido, la frecuencia y los
fenómenos especiales). Esto apunta a que no es lo mismo dar una respuesta
global positiva en una lámina difícil de globalizar (como la X, por ejemplo)
que en otra en donde se estimula más frecuentemente este tipo de respues-
tas (como la lámina V). En este aspecto debemos remarcar que hay láminas
que por sus características estructurales —el hecho de ser manchas más
sólidas y compactas— es más fácil dar en ellas respuestas globales al no
requerir una actividad de síntesis más compleja para verlas como totalidad.
Ellas son las láminas V, I, IV y VI, efectivamente en ese orden, de acuerdo
con Beck. La posibilidad de dar respuestas globales es menor en las lá-
minas X, IX, III y VIII, y por ello es más significativo el esfuerzo y la
riqueza que muestra el que lo logra (a más de ser, seguramente, una secun-
daria). Es decir que son láminas que en ese sentido plantean una especial
dificultad a resolver, indicadora de riqueza intelectual en quien lo resuelve
favorablemente.

Al mismo tiempo, el dar una respuesta global positiva (no sólo ordinaria)
del tipo combinatoria o cercana a la originalidad en una de las mencionadas
láminas compactas (V, I, IV y VI) es tal vez una de las tareas más com-
plejas y arduas, que exige analizar la mancha en las partes que la com-
ponen, y reintegrarla a continuación. Y, similarmente, como ya dijimos, el
dar una respuesta global secundaria en una de las láminas fraccionadas (X,
IX, III y VIII) es también un reto, aunque hasta cierto punto menor, ya que
en ellas es mucho más fácil dar respuesta de Detalle usual. La lámina IX,
por ejemplo, es una de la más difíciles de resolver por varias razones, entre
las cuales se cuenta su mayor ambigüedad y sus colores tenues. El dar una
buena respuesta global en ella indicaría la posibilidad de resolver bien
problemas de índole intelectual, como así también efectividad del rendi-
miento, por lo menos en principio y no habiendo otros elementos que indi-
quen lo contrario.
Desde ya que no pretendemos agotar el análisis cualitativo de las respuestas
globales, que además de tener en cuenta el contenido dado, los deter-
minantes utilizados, los fenómenos especiales concomitantes toma en
consideración el posible significado de la lámina en cuestión para el invidio
en particular.
Detalles usuales
Los Detalles Usuales, considerados como los más abundantes en el pro-
tocolo y de los que dijéramos en su descripción (Tomo I) que son aquéllos,
que más se destacan por sus cualidades de estructura perceptiva y de ritmo
espacial(l), han despertado en general poco interés en los autores. Nos
encontramos así con que es un tema no muy investigado y con cierta
reiteración en lo expuesto. Exner(7) opina que la carencia de literatura
específica sobre ellos se debería a que se los ha considerado como una línea
base a partir de la cual se pueden evaluar las frecuencias de W y Dd.
Su significado se asocia a la expresión de la percepción de lo inmediato,
sencillo, práctico, como posible factor de buen sentido o "sentido común";
en cierto modo también de la capacidad de contacto social y además, su
prevalencia, como indicadora de un pensamiento de tipo práctico.
La utilización de un material evidente y frecuente en las láminas, daría la
correspondencia con todo aquello cotidiano y habitual en la vida real, que
no puede desconocerse "sin hacer peligrar la corriente regular de la exis-
tencia" (4). Por lo tanto se traduciría en una mejor posibilidad de adaptación
al medio, o sea, la capacidad de usar la realidad externa, tal cual se pre-
senta. Esta actitud de percibir e interpretar lo más obvio, estaría repre-
sentando más un interés por los hechos concretos que una "tendencia a
osadas combinaciones" o a una búsqueda de aspectos inusitados de la
lámina (en referencia a las W y a los Dd respectivamente).
El plantearlos como un factor de contacto social y afectivo, se explica mejor
si se considera que ante su disminución o carencia, aumentan notablemente
las W y/o los Dd, relacionándose esto con una reducción o alteración del
contacto social. Según Bohm(9), puede darse ésta situación en ciertos
cuadros de Depresión, N. Obsesiva, Carácter compulsivo, algunas formas
de Esquizofrenia, etc.
H. Rorschach(l) al referirse a los Detalles Usuales, dice que son aquellos
"que aparecen en los sujetos normales" señalando que la diferencia teórica
definitiva entre respuestas de D y de Dd se funda en factores aún no
cabalmente estudiados referidos en particular a la sensibilidad individual
para la composición o ritmo espacial, los menciona como las respuestas
más numerosas en el protocolo y considera que la cantidad absoluta de D o
de Dd carece por sí misma, de una significación diagnóstica inequívoca.
Tanto Exner(7), Klopfer(4), Zulliger(2), L. Bates Ames(lO), Portuon-
do(l 1) y Bohm(9), coinciden al considerar a los D como representantes de
lo inmediato, obvio, sencillo y práctico e indicadores (si son de calidad
formal positiva) de sentido común. Isabel Adrados(12) y Bohm relacionan
estas características, con la Inteligencia Práctica y con la capacidad
analítica.

34
Beck y Piotrowski(13) le restan importancia al considerarlos como in-
dicadores vagos de la estructura de la personalidad, teniendo así, para
ellos, poca significación aunque se los estudie en relación con la totalidad
del protocolo.
N. Rausch de Traubenberg(14), opina que los D sugieren un enfoque
mental más corriente, como inducido por el estímulo que requiere una
actividad de análisis y de diferenciación que puede ser habitual en la edad
adulta, pero difícil de realizar por el niño más pequeño y por el adulto
enfermo. Coincide con la mayoría de los autores en considerarlo un factor
de buen sentido o "sentido común", y de un interés, demasiado acusado
quizás, de adaptación a las exigencias externas y por extrapolación, de
contactos fáciles con lo concreto y social.
Loosli-Usteri(8) agrega que Fürrer y sus propias experiencias confirman
que hay D que presuponen una riqueza mayor que muchas W, concidiendo
con Alcock y Klopfer en afirmar que, pese a que se basan en un tipo de
percepción relativamente simple y obvio, algunos D se encuentran
altamente organizados dentro de las respuestas.
Ames(lO) es uno de los pocos autores que estudia los D en un sentido evo-
lutivo y dice que el aumento del porcentaje de los D se presenta a los 9
años, aunque demuestra un acrecentamiento definido a los 7 años. Los por-
centajes más bajos de D se observan a los 3 años y medio y a los 6 años.
Agrega que en un protocolo adulto los D se dan más frecuentemente que
cualquier otra localización.
A partir de su aumento, disminución o ausencia diversos autores opinan al
respecto:
Según Exner(7), cuando concurren factores de stress, la frecuencia de D a
menudo disminuye correspondiéndose ello habitualmente con un aumento
de Dd. Esto también sucede en estados de ansiedad y en algunos cuadros
de Esquizofrenia donde el sentido común y el contacto con la realidad es-
casean.
L. Usteri(8), dice que la ausencia de D o un número demasiado pequeño
puede indicar un pensamiento poco concreto, demasiado dado a la abstrac-
ción, sobre todo si se relaciona con el aumento de W., lo que además seña-
laría un esfuerzo conciente por producir un resultado brillante.
Para Klopfer(4), la carencia de D señalaría una dificultad en la captación de
los problemas de la vida cotidiana.
Alcock, considera que el número bajo de D indica cierta incapacidad para
funcionar intelectual o emocionalmente; cierta falta de flexibilidad y posi-
blemente dificultades en la consideración de los problemas prácticos, ele-
mentales de la vida diaria. Agrega que los obsesivos disminuyen su porcen-
taje de D por su preocupación por las zonas pequeñas y los detalles raros.
ZuU¡ger(2) opina que los D disminuyen en personas poco prácticas dotadas

35
de pensamiento y acciones lentas, que no pocas veces empiezan una "cosa
al revés".
En el caso de su acentuación, para Endara(5) ello indicaría mayor proba-
bilidad de que la inteligencia esté orientada hacia lo práctico, pero si no
están bien elaborados señalarían una cierta rigidez. Así, al prestar atención a
la cantidad en la que aparecen en un protocolo* observa que preponderan en
los deprimidos, los que demuestran cierta rigidez en su pensamiento e
inhibición de las capacidades creadoras y de observación.
Para Zulliger su procedimiento es indicador de un carácter genital. Nume-
rosos D, de buena calidad formal, permiten suponer un sentido bien desa-
rrollado de lo práctico, visible, concreto, sobre todo si aparecen relacio-
nados con M.
Klopfer menciona que la sobreacentuación de D, hablarían de que el sujeto
emplea el sentido común como base principal de su actividad mental y que
por otros factores será posible determinar si ello se debe a ausencia de otras
capacidades o a limitaciones neuróticas en el uso de la mismas.
Nosotros consideramos que el porcentaje esperable de D es de 60% a 70%
dentro de un protocolo.
Coincidimos con N.R. de Traubenberg en decir que el valor interpretativo
de los Detalles Usuales se maneja no sólo por el porcentaje de los D "per
se", sino también en la relación de los D con el número de W y de su
calidad, en función también del determinante y de su calidad, y esto porque
los D —factor de de buen sentido—, que corresponde a un análisis fácil,
deben ir acompañados por un determinante de buena calidad, en el que el
control se ejerce con más facilidad que en las W, por ejemplo.
Hemos notado en la revisión bibliográfica realizada que se encuentran poco
discriminados, y en algunos casos casi confundidos aumento de porcen-
taje, con calidad formal positiva o en disminución con mala o deficiente cali-
dad formal. Reiteramos lo importante del análisis de cada uno de estos
factores aisladamente, así como también del contenido, frecuencia y fenó-
menos especiales que lo acompañan para proceder luego a su adecuada
interrelación.
Opinamos que los D acompañados de determinantes de calidad formal ne-
gativa, pueden llegar a ser más patológicos que una W en las mismas con-
diciones. Esto se debe a que el dar D implica un menor esfuerzo de integra-
ción perceptiva que las W. Por otra parte los D al ser más fácilmente
separables, son más obvios. Por lo tanto estarían indicando en este caso, la
dificultad para compartir adecuadamente, con aquellos que los perciben for-
malmente bien y también para analizar aspectos comunes de la realidad.
Es importante prestar atención a aquellos D que se encuentran incluidos en
respuestas W secundarias. Si las mismas son de calidad formal positiva se
convertirián en indicadores de capacidad analítica y sintética y de mayor
r
r>

amplitud para interactuar (exceptuando de este significado a las Combi-


naciones Confabulatorias).
Si la respuesta localizada en un D se evalúa como original de calidad formal
positiva, señala creatividad puesta en aspectos concretos y prácticos de la
realidad, un alejarse de lo rutinario y la posibilidad de poseer ideas origi-.
nales sobre el tema.

Por otra parte, la disminución de los D requiere una comparación con el


porcentaje de Á (respuestas de contenido animal) y con las respuestas Po-
pulares. Si coincide con una disminución del A% y del P%, podría indicará
alteraciones en el pensamiento sobre todo si coexisten otros elementos que
lo corroboren (Ej: F+% bajo, presencia de Fenómenos especiales pato-
lógicos, I.R. bajo).
Queremos destacar la importancia de los D a nivel pronóstico, tanto en el
campo de la Clínica como en el de Selección de Personal. Si bien espera-
mos en un protocolo encontrarnos con los porcentajes de todas las locali-
zaciones en un número adecuado, resulta más significativo, en nuestra opi-
nión, que los D conserven su porcentaje esperable acompañados de buena
calidad formal, ya que al estar en relación con una fijación fálica indicando,
junto con otros elementos, un adecuado nivel de simbolización en quien los
da, serían de buen pronóstico terapéutico porque ello puede propiciar la ob-
tención de un buen nivel de comunicación, favorable en una terapia.
Es de importancia recalcar que consideramos la disminución muy acentuada
del porcentaje de D como uno de los signos de patología severa, que se
encuentra sobre todo en ciertos cuadros de Esquizofrenia.
Como ejemplo de Fenómenos Especiales relacionados con las respuestas
D, mencionaremos las Combinaciones Confabulatorias y los Do.
En tanto que los D estarían implicando la posibilidad de integrar aspectos
comunes de realidad e interactuar en consecuencia, la presencia de Com-
binación Confabulatoria acompañándolos iría en contra de la capacidad
integradora de la realidad, mostrando además una falla del pensamiento
lógico que se asociaría a actuación. Dicha actuación será mayor, cuanto
más justifique el sujeto, la respuesta.

Ahora bien, en el caso de que sean Do, estarían señalando dificultades del
individuo en su relación con los Otros, incluyendo esto la posibilidad de
reaccionar emotivamente en forma no coincidente con el común de la gente
o con lo esperable.
Al comprometerse el nivel intelectual se podría producir una disminución
en su rendimiento, lo que repercutiría desfavorablemente a nivel laboral.
En algunos casos también puede considerarse como índice de deterioro.
Respuestas de detalle inusual
Vamos a analizar ahora el significado de los Detalles inusuales (Dd o d),
denominación que, como dijimos en nuestro trabajo anterior (15), prefe-
rimos a la de "Pequeños detalles" utilizada por algunos autores. Recorda-
mos aquí que el criterio utilizado es el de frecuencia; de allí la distinción
entre Dd (o d) y los D (detalles usuales), que acabamos de considerar.
Recordamos también que, siguiendo a Klopfer, distinguimos dentro de los
Detalles inusuales cuatro subgrupos:

— Detalle inusual externo o de borde (Dde o de).


— Detalle inusual interno o interior (Ddi o di).
— Detalle inusual raro (Ddr o dr).
— Pequeño Detalle o Detalle inusual minúsculo (Ddd o dd).

Si bien la significación, como en las demás localizaciones, sólo debe ser


evaluada en relación a todos los elementos del protocolo, las respuestas de
Detalle inusual han sido consideradas por los distintos autores, como ca-
racterísticas de aquellas personas, como dice Isabel Adrados(12), "preo-
cupadas por la minucia de las cosas, lo que va en detrimento de una mejor
capacidad sintética", o lo que es lo mismo, indicarían, según palabras de Al-
cock(16), "una preocupación por los detalles insignificantes (si la propor-
ción es alta), que podría sugerir una falla, en el sentido de no ver el bosque
por los árboles".
Rorschach considera que en las respuestas de Dd —como en las de D, S, y
Do— el número absoluto carece de una significación diagnóstica inequí-
voca, aunque pueden considerarse ciertas reglas generales: ..."En lo que se
refiere a las respuestas de "pequeño detalle" (él las llamaba así), son tanto
más numerosas en el protocolo, cuanto más protestón y pedante sea el su-
jeto si es normal, o cuanto más disgregado e inconstante si es esquizofré-
nico"(l).
Para Bohm(9) los Dd "representan el sentido de lo insignificante, de lo
pequeño, lo accesorio, sutil y extravagante" (tengamos en cuenta que no
sigue exactamente la clasificación de los cuatro subtipos que nosotros
hemos adoptado de Klopfer); y, en el sentido positivo, "representan el
espíritu de observación sagaz". Este autor considera que si el aumento de
Detalle inusual se hace a costa o en detrimento del Detalle usual (D), ello
implica una reducción del contacto social (enumera aquí cuadros psico-
patológicos como Depresión, Neurosis obsesiva, ciertas formas de Esqui-
zofrenia, y también en casos de personas criticonas y querulantes). Y,
"cuando el aumento es a costa de Globales (W), se da en personas cuya
limitación intelectual las hace desenvolverse en un horizonte muy redu-

38
cido". Según él, se encuentra un aumento (con F-) en Débiles mentales.
Citando a Zulliger, Bohm señala que estas respuestas pueden relacionarse,
en cuanto al nivel de desarrollo libidinal, con el estadio anal, y también con
agresividad.
Para Alcock(16) "dado que se trata de detalles que no se aprovechan
frecuentemente, su selección indica una cierta medida de originalidad y una
atención dirigida a lo que es menos aparente". Esta autora coincide con la
generalidad en el sentido que un aumento considerable es, en general,
característico de una tendencia obsesiva. Coincidimos con ella en que al
tratarse de un grupo en que consideramos a distintos subtipos (los cuatro
ya enunciados) "el interés en alguno de ellos justifica otras hipótesis".
Veremos luego la significación asociada a cada subtipo.
Rapaport(17) señala que "estos detalles no abundan, apareciendo preferen-
temente en los registros ricos" y añade que "nunca constituyen índices
diagnósticos, revelando más bien cierta disposición selectiva para captar los
aspectos más sutiles, finos, agradables y coloridos de una situación".
Zulliger(2) coincide con los demás autores en cuanto a que "los Dd parecen
indicar un interés en lo pequeño", señalando en ese sentido, si son
positivas, "exactitud, esmero y confiabilidad con respecto a las cosas más
pequeñas". Las considera típicas de protocolos de personas tales como
operarios o profesionales que tienen que habérselas con cosas minúsculas,
por ejemplo relojeros, joyeros, etc. "Si son muchos —prosigue Zulliger—
dejan suponer que el sujeto se queda pegado a lo insustancial. Gran
cantidad de Dd aparece en distraídos, mezquinos en pequeñeces, pedantes,
sabelotodos y minuciosos".
Portuondo(ll) retoma conceptos de Rorschach y de Zulliger enfatizando
que "representan lo insignificante, lo accesorio y extravagante", y, lo que
nos parece importante, subraya la necesidad de discriminar (como Zulliger)
su nivel formal, "ya que la respuestas Dd nítidas pueden ser signos
favorables de un carácter minucioso y observador". Señala que, asociada a
S (respuestas de espacio blanco), sugiere oposición y/o agresividad; au-
mentada, se encuentra en depresivos, neuróticos obsesivos y esquizo-
frénicos; aumentada, pero con F- en débiles mentales; también la encuentra
aumentada en estados de angustia; y, si se presentan como Do (Ej.: "pie
de persona" en L. III), la asocia con inhibición, ansiedad y depresión.
I Ancr(9) está entre los autores que consideran al Detalle inusual "una forma
defensiva de abordar la lámina; como una forma de evasión de las am-
bigüedades de las áreas mayores o más comunes de las manchas". Consi-
dera, sin embargo, que en una proporción razonable, "resulta un signo
saludable de iniciativa y de capacidad de inhibición; cuando aparece con
frecuencia desproporcionada, posiblemente es más indicativo de huida, y si
va cambiado con alguno de los diversos tipos de movimiento (movimiento

39
Klein) puede llegar a indicar un proceso ideativo inadaptado". Y prosigue:
"En el caso del compulsivo grave, el Dd es a menudo una manifestación de
huida cognitiva,' a través de la cual reduce su entorno hasta hacerlo
compatible con su propia ideación. El compulsivo pretende no dejar "piedra
sin remover" y con frecuencia se ve atrapado en la importancia de F
específicas, con lo que evita toda distorsión de la realidad, lo que hasta
cierto punto es necesario para la producción de W". De allí, la posibilidad
defensiva del Dd. Exner cita también experiencias en la que se constató la
disminución de respuestas Dd después de la ingestión de alcohol.
Ames(lO), tal vez subrayando el criterio de frecuencia, afirma que "cuando
se elige para la interpretación un área que es raramente seleccionado por
otros sujetos, ello puede indicar una capacidad muy alta para el juicio
refinado y para dar interpretaciones que exigen una observación sutil y
crítica, si la F es buena y la respeta de buena calidad. Si en cambio la forma
es pobre, y la calidad algo estereotipada, podemos inferior que la aptitud
crítica no está muy bien desarrollada o que existe un factor intelectual o
emocional que rebaja la precisión de la Forma. Un alto número de Dd
indica generalmente incertidumbre, inseguridad, ansiedad y compulsi-
vidad". Coincidimos con ella cuando afirma que "todas las áreas de in-
terpretación o los tipos de percepción nos permiten una buena apreciación
sobre las disposiciones intelectuales o afectivas del sujeto, pero ningún
factor debe ser valorado de otro modo que en relación con la configuración
total de protocolo".
Nina Rausch(14) considera que, en tanto no se imponen como las D,
"dependen más del sujeto que de la estructura perceptiva de la mancha". En
tal sentido, para esta autora, "los Dd constituyen un elemento más perso-
nal, más proyectivo, en el que el sujeto crea más de lo que percibe", y
señala que pueden ser de dos clases, en relación a su evolución genética:

— infantiles: "muy formales y descriptivos, y, por lo tanto, próximos al


estímulo perceptivo como "huecos, círculos, puntitos", típicos de niños (de
ahí su nombre), que alcanza un 21% a los 5 y 6 años.
— "menos formales, con contenido má fantaseoso, con más significado",
como los Dd que aparecen en niños mayores, entre los 9 y 10 años.
Resulta interesante su enfoque en el sentido que, al considerar "que estas
respuestas se deben al aporte de la imaginación, de la fantasía, tienen, más
intensamente que los D, significados que desbordan la actitud intelectual y
se acercan a la actitud afectiva, incluso a las motivaciones profundas de
temor o deseo".
A diferencia de otros autores, Rausch establece un análisis más fino, te-
niendo en cuenta las subcategorías de Klopfer. Así, ella considera tres ni-
veles de interpretación de los Dd, sosteniendo que "todos los Dd tienen, en

aí\
mayor o menor medida, un significado positivo y negativo, ya sea en lo
afectivo o lo intelectual". Los tres niveles son:

— Cómo valor de componente intelectual: "cuando se da como com-


plemento de W y D, cuando es Ddd o Dde, determinado por la F, y cuando
se refiere a contenidos parciales.
Si aparece en varias láminas, indicaría, siendo positivas, una actitud de in-
vestigación aplicada, metódica, quizá con demasiado celo y una necesidad
de aprobación". Señalaría así "capacidad de observación y actitud siste-
mática y vigilante frente a la realidad, con cierta resonancia afectiva: contac-
to más formal y distante, típico de sujetos racionales, pedantes, y con ca-
rácter obsesivo no necesariamente patológico". Combinada con movimien-
to klein son consideradas por esta autora como "signos de imaginación
fértil, capacidad lúdica, que añaden al sentido de observación, soltura y
aptitud para el juego".
Como vimos antes, Exner también resaltó esta combinación, pero dentro de
protocolos donde Dd aparecía aumentado, interpretando entonces este
autor su significación como negativa.

— Como valor caracterial o de rasgo afectivo: cuando se observa


su aparición al principio de la lámina. Significaría así "prudencia, cir-
cunspección ansiosa, deseo de evitar una situación difícil sin rechazarla por
ello". "Pueden ser Ddi o Ddd con F+; normalmente, esta tensión disminuye
y permite la utilización de otros modos de aprehensión, lo que indicaría
que el estado de tensión era pasajero y no correspondía a actitudes rígidas
de la personalidad". Pero "si la evitación de la situación se da por el empleo
sistemático del Dde, sin otro tipo de respuestas, ello significa una evitación
constante que puede llegar hasta el negativismo. Si los determinantes son
formales pero no suficientemente objetivos, y la justificación dada es
arbitraria, ello ya es indicador de patología".

— Como valor de mecanismo de defensa: "si aparecen selectivamen-


te en L. IV, VI y V, y a veces en L. II y VII, con un cambio brusco en la
sucesión con respecto a las otras láminas...", ello es prueba para esta
autora, del uso del Dd como defensa frente al shock a través de "una li-
m ilación inconciente del campo perceptivo: mecanismo que aisla, impide la
expresión y la representación del impulso en la conciencia, frente a la
angustia sugerida por la L. IV, las evocaciones simbólicas de la L. VI, o la
evocación de la agresividad brutal en la L. II".
Para corroborar si la defensa es o no eficaz, será necesario recurrir a la
calidad formal del determinante. Rausch sostiene que "el Dd F+ o FC+,
constituye una defensa cíica/,, tal vez rígida; en tanto el Dd F- o Dd F±,
expresa sólo el intento de dominar la situación", 1 -a eln ana también deberá
ser evaluada si existen otros signos de cierta flexibilidad.
Al considerar los Dd dentro del contexto del desarrollo, Bcizmann(18)
considera que "en función de la evolución perceptiva de las formas en el
niño, las respuestas de Detalle inusual evolucionan también desde un nivel
cualitativo inferior, el del análisis primitivo, a un nivel más evolucionado,
el del análisis lógico".
Las primeras son características de niños menores, y es a partir de los 6-7
años, cuando comienza a evolucionar la calidad de Dd hacia el nivel del
análisis lógico, "sin que, añade la autora, alcancen siempre la calidad supe-
rior que en ocasiones se encuentra en los sujetos de más edad, tales como
los Dd ricos (0+, F+) en referencias de contenidos o en combinaciones ela-
boradas que ponen enjuego asociaciones complejas".
Beizman considera la aparición de Dd solamente a partir de los 3 años 7 me-
ses y en forma esporádica; "se refieren generalmente a un contenido privile-
giado, con frecuencia perseverante, o a observaciones descriptivas de for-
mulación típicamente infantil e igualmente perseverante ("rayita"; "punti-
tos"; "redondelitos", etc.)... Las descripciones e interpretaciones infantiles
disminuyen progresivamente mientras que el número de D aumenta con la
edad; la autora considera que "en la perspectiva genética parecería que, es
sobre todo el aspecto cualitativo de los Dd el que sería característico de un
modo de pensar infantil, y no su predominio cuantitativo; este último depen-
de más bien de rasgos particulares del carácter, tales como: minuciosidad
escrupulosa, preocupaciones y tendencia imaginativa o a la fabulación".
Como vemos, existe consenso entre los diversos autores en cuanto a la
interpretación del Detalle inusual, si bien algunos, como Nina Rausch—cu-
yo criterio en general compartimos— hacen un análisis más rico, correla-
cionando su aparición con la calidad formal.
Añadiremos entonces nuestra opinión a modo de resumen, con los aspectos
que nos interesa puntualizar:
a) La interpretación del Detalle inusual como expresión de minuciosidad,
meticulosidad, exactitud, precisión, obsesividad (no necesariamente pato-
lógica) tiene que ver esencialmente con el Detalle inusual minúculo (Ddd).
Con contenidos extravagantes se ve en esquizofrénicos y en adictos. Muy
aumentados, en obsesivos graves o personalidades con control obsesivo
acentuado, excesivamente rígidas, que tratan así de controlar el gran monto
de ansiedad. Asociados a contenido "ojos" señalaría rasgos paranoides; y,
si son con Forma negativa (y reiterados) se encuentran en protocolos de
psicóticos; (si bien es cierto que en este tipo de localización, por su área
reducida, no siempre es fácil determinar la calidad formal. Se podría inferir
que es justamente esto lo que determina en algunos sujetos la elección de la
misma, para evitar comprometerse y mostrarse).

42
b) LI üciallc inusual interno (Ddi) es propio de personas esquizoides, que
hacen esfuerzo por meterse dentro de la lámina: en su totalidad la ven como
una amenaza y parece que sienten la necesidad de subdividirla por dentro.
Con F- son patológicos, casi exclusivo del psicòtico (indicando lógica au-
tista, trastornos del pensamiento y del juicio de realidad).
c) Coincidimos con casi todos los autores en que el Detalle inusual externo
(Dde) implica "un hacerse a un lado", expresando evitación y evasión (pro-
pias de caracteres fóbicos con defensas obsesivas). Este tipo de respuestas
indican miedo y repliegue, como huida. Asociadas a contenido "mapa",
sería más una huida de tipo intelectual; en el adolescente, indican muchas
veces el desplazamiento de la preocupación por el esquema corporal. ^
d) El Detalle inusual raro (Ddr) señala un pensamiento excéntrico y rebus- J
cado, a la vez que hostilidad y oposicionismo. Sería propios de la persona
que presenta un punto de vista peculiar, lo que asociado a F+ implica ori-
ginalidad positiva, pero que expresaría extravagancia y alejamiento de la.
realidad, si el nivel formal no es bueno y son varios en el protocolo.
Klopfer(4) los considera propios de sujetos de capacidad intelectual supe-
rior, como respuestas caracterizadas en general "por la elaboración y cuida-
dosa organización del concepto, que determina un área inusual de la
mancha, a excepción de respuestas de psicóticos o de niños pequeños don-
de existe lo raro del recorte, pero de una manera arbitraria, no hallándose la
mencionada elaboración, y de F-".
Desde el punto de vista perceptivo implica una ruptura de la gestalt; de allí
su valor de originalidad, al considerar no las diferencias más obvias de co-
lores y claroscuros, sino otras más sutiles; en tal caso, implicaría origi-
nalidad positiva. Pero, cuando el criterio o apoyatura perceptual se aleja
más del estímulo, es más probable que se trate de un enfoque arbitrario,
generalmente de signo negativo.
Pensamos que sería interesante tener en cuenta para la interpretación, la
distinción entre Ddr por recorte inusual (que acabamos de describir) y Ddr
por combinación (no usual) de Detalles. Lo planteamos solamente como in-
quietud, ya que todavía no poseemos suficientes elementos que nos per-
mitan inferir conclusiones.
Si aparece unido a S, refuerza la posibilidad de oposicionismo y agresión,
de desconfianza. Si se presentan también WS, confirmaría elementos para-
noides. Asociado a M, el Ddr señalaría conductas que se tienen de vez en
cuando, y si se dan con determinante de Fcc, estaría asociado a idealización
ante la ansiedad persecutoria.

Si bien el Detalle inusual, es justamente por definición, no necesariamente


esperable, se considera que su presencia, dentro de un tipo aperceptivo rico

43
(es decir, W D Dd) no debe ser mayor que un porcentaje de 5%. Recor-
damos que, como dijimos en nuestro trabajo anterior (15) "una vez obteni-
dos los porcentajes de Dd (sumatoria de los cuatro subtipos más SDd y
DdS), de S% (respuestas de espacio blanco puro) y de S C % (espacio
blanco complementario), los resultados de las tres fórmulas sumados no
deben exceder el 10%". Lo "esperable" sería en el caso de estas locali-
zaciones de 0 a 10%; la mitad de este porcentaje debería corresponder al
obtenido con la sumatoria de todos los Dd.
Lo que sí es importante para la interpretación, es el que se encuentre
aumentado, y en ese caso si lo está por alguno de los subtipos, en especial
(Dde; Ddi; Ddd; Ddr) ya que, como vimos, su interpretación no es idéntica.
Coincidimos con autores citados (Bohm, Alcock, Portuondo, Exner,
Rausch) que hacen un análisis considerando:
— a costa de qué localización esperable se hace el aumento (W o D).
— si el nivel formal de las respuestas es positivo o no; elaborado o pri-
mitivo.
Otro aspecto a considerar es, cuando se presenta el Detalle inusual, si es
dentro de una secuencia ordenada (W D Dd) o como una alteración en la
misma (signo de shock).
Como vimos, esta localización aumenta en personalidades caracterizadas
por su meticulosidad, observación, pedantería, detallismo y evitación. Y,
ya dentro de los cuadros psicopatológicos, en obsesivos, fóbicos, esqui-
zoides y, asociado a F- en cuadros psicóticos, especialmente esqui-
zofrénicos.

Respuestas de espacios en blanco


Las respuestas de espacio blanco son consideradas por algunos autores co-
mo Charles Fonda, "uno de los descubrimientos más llamativos del Rors-
chach", capaces de llegar a ser —ya que se considera que aún no ha sido
investigado a fondo su significado— "un auxiliar indispensable en el arte
de la valoración psicodinámica de la personalidad".
Rorschach(l) las consideró —junto con el Do—una forma especial de Dd,
aunque señaló que, "dada su importancia diagnóstica deben ser conside-
radas separadamente". Los interpretó como expresión de "cierta tendencia
oposicionista", hallándolos "en sujetos normales tercos y excéntricos. En
cuadros patológicos, y muy aumentados, en esquizofrénicos desintegra-
dos, y, en menor medida, en epilépticos".
Estas apreciaciones están referidas a las respuestas de espacio blanco puro,
y no cuando aparecen en combinación con otra localización (S comple-

44
mentario), ya que entonces no pueden ser interpretadas de la misma
manera, estando su significación menos investigada.
Como hace notar Fonda en su trabajo, Rorschach las descubrió pero sólo
las connotó de manera negativa y, aunque consideró como "signo sospe-
choso" la presencia de más de una dé estas respuestas en el protocolo, no
llegó a estudiar cuál sería el rasgo positivo a interpretar de la presencia de
una S aislada dentro del mismo.
Bohm(9), subrayando que si bien consideradas por Rorschach en principio
como una variedad de las Dd, "han alcanzado una legítima existencia por sí
mismas", confirma las afirmaciones de aquél, como expresión de la opo-
sición —agresión, pero aclara que ésta puede o no aparecer de modo
manifiesto, y expresada hacia afuera: "Puede decirse que las respuestas de
espacio blanco son una medida aproximada de la energía de la tensión
agresiva... "pero..." sólo por el cuadro total de la prueba podrá decidirse si
la agresividad debe valorarse como principalmente positiva (energía), o
como preferentemente negativa". Yprosigue: "Además, puede servalorado
simultáneamente como positivo y negativo". Siguiendo a Rorschach, in-
dica la posibilidad de distinta interpretación cuando se trata de respuestas
de S combinadas, y plantea —señalando su valor pronóstico— como
"regla fundamental", el que "la S más interpretaciones de C se encuentran
en la agresión manifiesta hacia fuera, en tanto la S más interpretaciones de
M, en la agresión introyectada. El correspondiente positivo de esta regla
(en protocolos equilibrados) sería, respectivamente, la crítica ajena y la
capacidad de autocrítica. En el caso de fórmulas ambiguales, expresarían
"indecisión, sentimientos de imperfección y escepticismo pesimista".
Klopfer(4) sustenta, el criterio, seguido por otros autores, de considerar
significativa la presencia de 3 S principales en un protocolo. Y respecto al
significado de oposición aclara tres puntos:
"1 - Las tendencias a la oposición pueden orientarse contra el ambiente,
contra sus individuos, o contra el yo; o conducir a una especie de "atolla-
dero" de ambivalencia e indecisión.
2 - las tendencias oposicionistas pueden traducirse en una abierta conducta
negativista o constituir una parte de la estructura subyacente, sin agresión
manifiesta.
3 - las tendencias oposicionistas pueden ser puramente emocionales o en-
contrar expresión intelectual (en este caso, a través de la argumenta-
bilidad)."
Klopfer retoma también los conceptos de Rorschach en cuanto a relación
entre S y configuración básica; oposición contra el yo en un cuadro in-
troversivo; contra el exterior en un extratensivo: y ambivalencia y duda en
una configuración ambigual.
Este autor señala, con relación a los tres puntos mencionados, que la

45
oposición intelectual es la que se expresará con respuestas de espacio
blanco, en tanto que la agresión puramente emocional es más probable que
aparezca en un aumento de CF/FC, y los sentimientos de insuficiencia por
KF y K, salvo que invadan el pensamiento, en cuyo caso aparecería como
combinación de S y FK.
Fonda(l), en el trabajo ya mencionado, considera las respuestas S como
"una manifestación de caudales esencialmente positivos en la persona-
lidad", pues se ubica en la línea de autores que consideran la tendencia a la
oposición en su aspecto adaptativo, al servicio de la separación del indivi-
duo como ser autónomo, y considera que la formulación de Rorschach en
cuanto a la relación de S en fórmulas vivenciales extratensivas (hostilidad
hacia afuera), introversivas (autocrítica y sentimientos de inadecuación) y
ambiguales (ambivalencia, duda, escepticismo) —relación que como vimos
es retomada por otros autores—, no posee suficiente pruebas que la avalan
como regla general. Buscando un soporte teórico dentro del campo psico-
analítico, recurre al concepto freudiano de "instinto general de dominio"
(dominio descripto como tendencia hacia el aumento de la autonomía), al
que relaciona con el concepto de oposición en Rorschach, en el sentido de
autonomía e iniciativa (funciones del Yo, distintas al dominio de los otros:
agresión, impulso del Ello).
Remitimos aquí a la aclaración que presenta Laplanche, referida a este con-
cepto de "pulsión de dominio", utilizado ocasionalmente por Freud, y que
no debe confundirse con el concepto adleriano; Freud utiliza dos términos
("bemachtigung", traducido como "pulsión de dominio", cuyo fin consiste
en dominar el objeto por la fuerza, y "bewáltigung", traducido como
"vencimiento": control de la excitación, ya sea pulsional o externa). La-
planche aclara que tal distinción no es rigurosa y que en la teoría analítica
ambos están conectados frecuentemente, pero que Ivés Hendrick tomó este
segundo término de Freud y lo desarrolló dentro del marco de una
Psicología del Yo; describe este instinto como "necesidad de dominar el
ambiente", como "pulsión innata a hacer y a aprender a hacer, origina-
riamente asexual, que comporta un placer específico, el de realizar una
función con éxito... placer primario en la utilización eficaz del sistema
nervioso central para la realización de funciones integradas del yo, que
permite al individuo controlar o modificar su ambiente". Laplanche aclara
que "esa concepción no deja de hallarse en relación con el sentido de
dominio de Freud, pero que se trataría de un dominio de segundo grado",
consistente en "un control progresivamente adaptado de la acción misma".
Aquí se enlazaría lo retomado por Fonda en la búsqueda de sustentación
teórica del concepto de oposición de Rorschach dentro del campo psico-
analítico.
Basándose además en la teorización de Angyal, acerca de las leyes de la

46
Teoría Gestáltica sobre Pregnancia de las formas, y sobre estudios expe-
rimentales al respecto, agrega Fonda que: "La aparición de inversión figura-
fondo, en la S primaria (S puro), se convierte en una indicación de que la
persona ha logrado la reducción de tensiones asociadas con la necesidad
repetitiva de demostrar su propia autonomía" (vigor de las fuerzas inte-
riores neutralizando el poder del estímulo).
Citando a Piotrowski, concluye que "la respuesta S primaria no parece ser
tan desfavorable como Rorschach pensó". De todos modos, aclara que las
inferencias acerca de S deben ser confirmadas o no con otros aspectos del
protocolo. Y añade —lo que nos parece realmente interesante— que la sig-
nificación de S es más caracterológica que sintomática, esto es, "no se ve
afectada por cambios en la situación de vida, y es singularmente resistente a
los efectos de tratamiento, en general" (Menciona como excepción cambios
por lesión cerebral o depresión).
Beck(6) los considera, básicamente, en cuanto actitud, ligados a lo afec-
tivo, aunque en cuanto localización pertenecen al dominio intelectual. De
allí, dice que esta respuesta, "dada la convergencia de dos actividades psico-
lógicas, es la proyección de una operación intelectual, que es en un comien-
zo impregnada por una actitud afectiva particular" ...e implica siempre un
"espíritu de contradicción y de obstinación", actitud que, en el caso de una
personalidad bien estructurada refuerza el Yo (resolución, fuerza de vo-
luntad). Este autor distingue la significación del espacio blanco en distintos
cuadros:
— en el sujeto normal e inteligente, indica perseverancia hacia un objetivo,
con capacidad para superar obstáculos.
— en sujetos menos inteligentes, traduce obstinación que puede llevarlo a
estrechez de espíritu, a empobrecimiento.
— en personalidades psicopáticas, expresan el tipo de conducta destruc-
tiva.
— en el esquizofrénico, la obstinación extrema, propia del negativismo ca-
racterístico del cuadro.
— en paranoicos, la rigidez inflexible con la que se aferran a sus ideas
deformadas.
Dice Beck: "Si formuláramos hipótesis sobre los protocolos Rorschach de
los grandes revolucionarios de la Historia, cualquiera hayan sido sus cam-
pos de acción, podemos estar seguros que contendrían un número respeta-
ble de respuestas de espacio blanco"...."ellas revelan un elemento indispen-
sable de la personalidad, la constancia con la que se persigue el fin pro-
puesto".
Rapaport(17), aunque señala que en un protocolo rico "la respuesta de
espacio blanco aumenta en relación con la producción total, subraya tam-
bién como significativa la presencia de más de tres o cuatro respuestas. En

47
protocolos de pocas respuestas, un alto número de espacio blanco indicaría
según él, "un indicio crucial de la condición paranoidea". En cuadros
psicopatológicos lo ha encontrado, en alto número y asociado a Detalle raro
(Ddr) enpreesquizofrénicos sobreideacionales, como signo de la incipiente
desorganización del pensamiento.
Este autor hace la distinción entre respuestas de espacio blanco de carácter
vago (como la respuesta "Bahía" en L. VII), y las de concepción más nítida
y arbitraria, señalando que es en estas últimas donde más se expresa el ne-
gativismo que, en general, es relacionado con la interpretación de los
espacios en blanco.
Zulliger(2) interpreta la presencia de uno o dos espacios en blanco en senti-
do positivo, como "capacidad de defender una opinión, pensar críticamente
y poder ver las cosas alguna vez desde el reverso. En tal sentido, considera
que si en el protocolo hay otros elementos de nivel intelectual alto, su pre-
sencia es esperable". Pero es cuidadoso en su interpretación. Considera por
ejemplo que, si, a ía inversa, hay indicadores de debilidad yoica, la respues-
ta de espacio blanco indica, en este caso, especialmente si hay C puros,
rechazo manifiesto y hasta violencia en un sujeto fácilmente irritable.
Utiliza también la relación espacio blanco —tipo vivencial, propuesta por
Rorschach. Señala que, con un tipo vivencial extratensivo y de inteligencia
superior, con FC > CF y varios M, se trata de sujetos que pueden ser "ex-
celentes abogados".
Didier Anzieu(20) distingue, para la interpretación de las respuestas de
espacios en blanco, su ubicación dentro de la secuencia: las asocia con
oposicionismo si aparecen como primera respuesta, fenómeno que rela-
ciona con lo que nosotros denominamos giro instantáneo (coincidimos con
él en establecer tal relación). En tanto, las considera signo de "un espíritu
metódico e inteligente, si sobrevienen al final de la lámina, como un
esfuerzo por continuar la interpretación", (lo que, en nuestra experiencia,
es menos frecuente). Hace además otras discriminaciones para el análisis:
"El S central expresa la oposición franca, directa; el S lateral, la oposición
solapada; en láminas de color, refleja tendencias depresivas".
Para Alcock(16), quien comparte como la mayoría el criterio que considera
la respuesta de espacio blanco "no necesariamente desfavorable" ya que en
cuanto señal de oposición entraña también "cierto espíritu de empresá y de
organización constructiva", el espacio blanco (puro) tiene una especial con-
notación cuando aparece como primera respuesta frente a una lámina. Esta
autora considera que puede ser una reacción de huida (temor) fíenle a la
mancha, cuya importancia podrá evaluarse en relación a la producción
subsiguiente.
Nina Rausch(14) enfatiza la significación positiva que ya vimos en oíros
autores, a saber, energía, capacidad de autoafirmación y resolución, ema-

48
nadas de la necesidad de autonomía, y, desde lo intelectual, como capaci-
dad de combinación y de plasticidad estrutural; también subraya el tener en
cuenta la sucesión y el análisis del determinante que acompaña a la res-
puesta de espacio blanco; o sea, la necesidad de realizar, criterio que com-
partimos, la integración de los distintos aspectos involucrados.
Así, la respuesta de espacio blanco, dice la autora, "tendrá un valor más
intelectual cuando se da al ñnal de una lámina y su determinante sea a
predominio formal, y un valor tanto más afectivo cuando aparezca como pri-
mera o única respuesta y el determinante no tenga ese predominio".
Como vemos, una reseña de los conceptos sobre las respuestas de espacios
en blanco y su interpretación en los distintos autores —reseña que no
pretende ser exhaustiva— permite observar su valor, especialmente como
elemento pronóstico, en el que todos coinciden; y eóiño la significación de
oposición descubierta por Rorschach, sigue siendo válida en tanto y en
cuanto sea enriquecida teniendo en cuenta su doble significación, y no me-
ramente con la connotación negativa enfatizada por su descubridor. Com-
partimos la línea que considera la posibilidad de interpretar las respuestas
de espacio blanco como rasgo positivo de energía y tendencia a la afirma-
ción de sí, aunque tal interpretación sólo puede tener cabida a la luz de
otros signos Rorschach (calidad y predominio formal, producción rica, pre-
sencia de M; sucesión; número no mayor de tres en el caso de las res-
puestas de espacio blanco puro).
Cuando no se dan estas condiciones, estamos de acuerdo con los autores,
que como Exner(7), aconsejan "estar alerta" ante un número de S elevado,
ya que, en caso de combinarse con déficit en la calidad o el predominio
formal, o con FM o ni (faltando otros elementos estabilizadores), apuntan
sí a afecto hostil.
Una consideración diferente, merecen, como dijimos, las respuestas en que
el espacio blanco aparece como complemento de otra localización (WS,
DS, o DdS), o sea el espacio blanco complementario. Desde el punto de
vista perceptual se ve, en tales casos, atenuado el carácter de inversión,
siendo a la vez, como dice Alcock, "una aportación adicional a otras zonas
de la mancha, indicando, si están bien vistas, un uso adecuado de la es-
tructura de la misma". Cita el ejemplo de la L. I, donde los espacios blan-
cos interiores suelen ser utilizados para respuestas como "cabeza de Ani-
mal" o "Máscara".
En general, los espacios blancos integrados, se encuentran en sujetos in-
teligentes, con energía para desenvolver su acción en distintos campos.
Ciertamente, aquí es necesaria una nueva distinción: analizar si el espacio
blanco es el punto de partida en la percepción de la respuesta (SD; SW), o
bien figura como complemento DS; WS), ya que sólo en estos casos, y en
respuestas de buen nivel es válido lo dicho.

49
En cuanto a las primeras, para el caso de las SW, remitimos el lector al
desarrollo del tema en el punto del capítulo referido a tipos de W. Allí
también fueron analizadas las WS. Sólo recordaremos que, mientras en las
respuestas SW (y SD), prevalece el aspecto de oposición como respuesta
inmediata, en las WS o DS —si están bien vistas— implica la posibilidad
de integrar los aspectos de figura y fondo; el complemento del espacio
blanco aporta entonces a la significación de la respuesta W o D, la sig-
nificación ya señalada, de energía y capacidad de defender sus ideas —en
el caso de WS y de manejarse de una manera autoafirmativa frente a la rea-
lidad y el mundo social en el caso de las DS.
Desde el punto de vista evolutivo, las respuestas de espacio blanco en
niños pequeños, se dan según Beizmann(18) con contenido de "agujero" o
de algo "cortado" (en los espacios blancos internos o en la fragmentación
de las manchas, por ej. en L. III); en protocolos de adultos, aparece la
fragmentación en sujetos esquizofrénicos como expresión de la diso-
ciación. En los niños, Beizman interpreta estas racciones frente a los es-
pacios intermaculares como expresión de "choque al vacío" (de distinta sig-
nificación que en el adulto), que, se debería a "cierto resurgimiento de ex-
periencias penosas en el lactante, ligadas a la "incertidumbre postural...
reacciones de equilibrio... temor a los espacios vacíos...".
Los estudios por ella realizados, indican un aumento de las respuestas de
espacio blanco con la edad.

Fenómenos especiales relacionados


con las respuestas de espacio blanco:
FFF (Fusión figura fondo): Se utilizan en el mismo plano el blanco
(fondo) con las partes grises o coloreadas (figura). Por ej.: "Cara de chivo"
(LX, invertida, parte central): generalmente son originales por la per-
cepción.
Bohm las relaciona con labilidad estructural. Pueden indicar:
— Riqueza: como para percibir de una manera fuera de lo común (persona-
lidades imaginativas y creadoras).
— Alteración: según Bohm, en neuróticos serían signo de la satisfacción de
deseos, alteración del sentido de realidad y/o necesidad de abarcar y con-
trolar todo. En esquizofrénicos, como falla y/o derrumbe de la estructura.
En orgánicos, como signo de alteración perceptual.

Inversión Figura Fondo: Se toma el fondo blanco de la lámina como fi-


gura pasando la mancha a ser el fondo. Por ej. en LII "Nave espacial sur-

50
cando el espacio". Asociada a oposicionismo, también indica, desde un
punto de vista positivo, la posibilidad de una percepción original de la
realidad.

Shock el blanco o al agujero: Fundamentalmente en LII; puede darse


también en LI, y eventualmente, en LIV (es decir, en espacios blancos
cerrados). Se da cuando el sujeto verbaliza su atracción o rechazo hacia el
espacio blanco intermacular. La significación asociada a él es de conflicto
con lo femenino, tanto en el hombre (angustia frente a los genitales feme-
ninos) como en la mujer (rechazo inconciente, con identificación mascu-
lina). Es decir, lo femenino aparece en ambos como lo temido, lo que atrae,
lo que puede atrapar, y como defensa, lo rechazado.

Shock al vacío: se da frente, al espacio blanco abierto (distinto al shock


al agujero, frente al espacio blanco cerrado). Es decir, que puede aparecer
en LVII e IX. Se detecta también a través de la verbalización del sujeto, que
manifiesta su dificultad frente a este aspecto de la lámina.
Aunque similar al anterior, el shock al vacío se asocia específicamente a
conflicto con la madre o la maternidad (imagen negativa de la madre, com-
plejo de abandono, anhelos regresivos). A veces aparece en mujeres que
han tenido abortos recientemente.

Giro instantáneo: lo incluimos aquí, como fenómeno asociado a las res-


puestas de espacio blanco, por su significación específica de oposicionis-
mo. Como su nombre lo indica, se da cuando la persona gira la lámina in-
mediatamente después de serle entregada. Lo que aquí nos interesa, en
relación a las respuestas de espacio blanco, es poder hacer la relación entre
ambos: pueden darse ambos o no; en el primer caso, la capacidad de
oposicionismo (de estructura), revelada en la respuesta de espacio blanco
se confirma en la conducta (giro instantáneo). Este fenómeno especial
(giro) parece ser significativo cuando aparece en más de tres láminas. Si se
da sólo aisladamente, deben buscarse los otros signos que confirmen o no
(si faltan) su significación. Como siempre, debemos interpretarlo integran-
do otros elementos (tipo de color, movimiento, etc.).

Confabulación (SW): remitimos nuevamente al lector al desarrollo del


tema en la parte de este capítulo referida a Globales. (DW; dW; SW).

51
Notas
(1) Rorschach, H. Psicodiagnósiico, Buenos Aires, Paidós, 1948.
(2) Zulliger, H. El Test 2. Un test individual y colectivo, Buenos Aires, Kape-
lusz, 1970.
(3) Klopfer, B. y Davidson, H. Manual Introductorio a. la técnica del Rorschach,
Buenos Aires, Paidós, 1974.
(4) Klopfer, B. y Kelly, D. Técnica del Psicodiagnósiico de Rorschach, Buenos
Aires, Paidós, 1972.
(5) Endara, J. El Test de Rorschach, Barcelona, Editorial Científico Médico,
1967.
(6) Beck, S. Le Test de Rorschach,. París, Presses Universitaires de France,
1967.
(7) Exner, J. Sistema Comprensivo del Rorschach, Tomo II, Madrid, Pablo del
Río Editor, 1974.
(8) Loosli-Usteri, M. Manual práctico del Test de Rorschach, Madrid, Rialp,
1965.
(9) Böhm, E. Manual de Psicodiagnósiico de Rorschach, Madrid, Ediciones Mo-
rata, 1973.
(10) Ames y otros, El rorschach infantil, Buenos Aires, Paidós, 1972.
(11) Portuondo, J. El Psicodiagnósiico de Rorschach en Psicología Clínica, Ma-
drid, Biblioteca Nueva, 1970.
(12) Adrados, I. Teoría e Pratica do Teste de Rorschach, Petropolis, Vozes,
1977.
(13) Piotrowski, Z. Perceptanalysis, Filadelfia, Fourth Printin Ex Libris, 1979.
(14) Rausch de Traubenberg, N. Las Práctica del Rorschach, Madrid, Pablo del
Rio Editor, 1977.
(15) Passalacqua, A. y colaboradores, El Psicodiagnósiico de Rorschach. Siste-
matización y nuevos aportes. Buenos Aires, Kapelusz, 1986.
(16) Alcock, T. La Prueba de Rorschach en la práctica, Méjico, Fondo de Cul-
tura Económica, 1965.
(17) Rapaport, D. y colaboradores. Tests de Diagnóstico Psicológico, Buenos
Aires, Paidós, 1963.
(18) Bei'zman, C. El Rorschach en el niño de 3 a 10 años, Madrid, Aguilar,
1968.
(19) Fonda, Ch. La respuesta de espacio en blanco, Ficha N5 27 publicada por
la Asociación de Psicodiagnóstíco de Rorschach.
(20) Anzieu, D. Los Métodos Proyectivos, Buenos Aires, Kapelusz, 1962.

52
j. determinantes:
Su interpretación

Respuestas de formas
Por las características de la consigna y del material, la Forma es el de-
terminante que más se espera que aparezca en el test de Rorschach.
Al entrevistado se le pide que ponga orden en el minicaos que constituyen
las láminas, para ello debe realizar un acto creador, es decir, un acto
formativo, necesita por lo tanto apelar a una serie de funciones que según
puedan ser reguladas o no, nos pondrán frente al éxito o fracaso de la tarea
propuesta.
Al solicitar que nos digan que puede ver en las láminas, estamos es-
timulando el proceso perceptivo y aperceptivo. Cabe aquí explicar que
entendemos por percepción y apercepción.
Las percepciones se producen debido a que las sensaciones o grupos sen-
soriales reviven, activan o despiertan en nosotros las imágenes mnemó-
nicas de grupos sensoriales anteriores, de modo que surge un complejo de
recuerdos sensoriales cuyos elementos han conservado entre si una cohe-
sión sólida y una clara demarcación frente a otros grupos sensoriales; esto
se debe a la simultaneidad en la experiencias pasadas.En la percepción se
reúnen los tres procesos de la sensación, la evocación, y la asociación.
Entendemos como apercepción la identificación de un complejo de per-
cepciones sensoriales con todas sus correlaciones. La apercepción engloba
el concepto de percepción.
Bela Szekely(l) dice: "La percepción es el proceso psíquico por el cual un
nuevo contenido se articula a contenidos similares ya existentes de modo de
ser comprendidos, aprehendidos o aclarados".
Para Rorschach(2) "La interpretación de las formas accidentales podrá
calificarse como una percepción en la cual el esfuerzo de integración entre
el complejo sensorial y el engrama es tan grande que el propio sujeto lo
percibe intrapsiquicamente como tal, es decir como un esfuerzo de inte-
gración. Esta percepción intrapsíquica de la disimilitud entre el complejo
sensorial y el engrama, presta a la percepción el carácter de una in-
terpretación.
Lo dicho pone, de manifiesto que con la consigna y el estímulo estamos
apelando al Yo que es el que con todas las funciones que le son inherentes
se pone en marcha mostrando su capacidad o incapacidad para resolver
situaciones nuevas, las modalidades de su accionar y la fortaleza o
debilidad que posee para discriminar y organizar los estímulos provenientes
del mundo y de sí mismo.
En razón de esto podemos decir que la interpretación de las Formas en el
test está últimamente ligada a las funciones yoicas.
De la misma manera que lo hicimos con los conceptos de percepción nos
detendremos aquí en el concepto de Yo y sus funciones. Freud dice que el
Yo es una instancia psíquica que se diferencia del Ello y del Superyo
(segunda tópica).
Al Yo lo podemos definir desde el punto de vista tópico dinámico y
económico.
Desde el punto de vista tópico el Yo está en relación de dependencia con las
necesidades del Ello, con las exigencias del Superyo y de la realidad. Es
decir que actúa como mediador entre el Superyo y el Ello al servicio de la
totalidad del individuo, teniendo una autonomía relativa.
Desde el punto de vista dinámico el Yo pone en marcha mecanismos de
defensa, que se originan por la percepción de un afecto displacentero que
provoca la señal de angustia.
En este punto de vista ubicamos los mecanismos defensivos de que dis-
pone el Yo para hacer frente a los requerimientos del Ello, del Superyo y de
la realidad, particularmente cuando estos requerimientos entran en conflicto
despertando la señal de alarma que es la angustia ante lo cual el Yo
intervendrá con todas sus modalidades y posibilidades.
Desde el punto vista económico el Yo tiene la función de ligazón de los
procesos psíquicos. Va ligando la energía pulsional para ir configurando el
proceso secundario. De la teoría psicoanalítica tomamos para explicar la
génesis del Yo dos vertientes:

1) considerándola como un aparato adaptativo diferenciado a partir del Ello


a raíz del contacto con la realidad exterior mediante la percepción que va
reemplazando el principio de placer por el principio de realidad.
2) Definiéndola como el resultado de identificaciones que conducen a la
formación dentro de la persona, de un objeto de amor cargado por el Ello.
En relación con la primera tópica, el Yo no se iguala con el preconciente
conciente, también abarca aspectos inconcientes, ya que las operacions
defensivas en parte son inconcientes.
Fenichet(3) dice: "El Yo procede selectivamente, tanto en su función de
recepción de las percepciones como en la de permitir a los impulsos
alcanzar movilidad. Opera como aparato inhibidor que controla, mediante
esta función inhibitoria la posición del organismo en el mundo externo"."El
Yo crea aptitudes que le confieren la capacidad de observar, seleccionar y
organizar los estímulos y los impulsos (las funciones de juicio y las de

54
inteligencia). Desarrolla también métodos para impedir a los impulsos
rechazados el acceso a la motilidad, utilizando cantidades de energía
dispuestas para esc fin. Es decir bloquea la tendencia a la descarga y
convierte el proceso primario en proceso secundario".
"El Yo se convierte en mediador entre el organismo y el mundo externo,
como tal ha de proporcionar, tanto una protección contra las influencias
hostiles del ambiente, como el logro de la gratificación aún contra la
eventual coerción del mundo extemo".
A partir de lo dicho, vemos que dar un número esperable de respuestas de
F implica la capacidad de poner en marcha funciones yoicas como la
atención, concentración, memoria, la conceptualización, el juicio, el
razonamiento, la posibilidad de discriminación y organización de la realidad
y de sí mismo.
El ver exclusivamente formas significa dejar de lado, disociando, otros
aspectos de la mancha como los claroscuros (c,K,k) los colores (C,C) y la
impresión de movimiento (M,FM,m) a través de los cuales se expresan
fantasías, emociones, impulsos y sentimientos.
Ésto nos indica otra función yoica puesta también en evidencia por las
respuestas formales; la de controlar la satisfacción de los impulsos
(necesidades del Ello) teniendo en cuenta las exigencias de la realidad para
lograr la descarga.
El grado y el modo en que se integran o dejan de lado estos componentes
(claroscuros, colores, movimientos) nos indica en qué medida se puede
discriminar el mundo interno del mundo extemo y en qué medida y modo
es posible integrarlo.
Todo esto se irá perfilando en los puntajes de F%, F+%, F% Extendido,
F+% Extendido.

F%:
Como ya sabemos el F% surge de la cantidad de F puras (sin que inter-
vengan otros determinantes) que aparecen a lo largo de todo el protocolo.
Ya vimos que dar respuestas de F sin otro determinante implica un esfuerzo
de control y freno de las fantasías, de los impulsos y de las emociones j
(miedo, angustia, agresión, amor u odio) significa el esfuerzo de no quedar
invadido por ellos, siendo objetivo e impersonal. Toda respuesta de F pura
implica discriminación, control, objetividad, atención, memoria, concen-
tración, tenacidad, organización.
Aunque el éxito de todo eso depende más de la calidad formal que del
monto de las formas, el darlas dentro de lo esperable (20% a 50%), habla j
\ del intento del Yo |x>r lograr ejercer sus atribuciones. Cómo lo hace, si con
éxito o fracaso, nos lo va a dar la evaluación de la exactitud de las formas
(F+%).

F% Aumentado:
Cuando el porcentaje de Formas es excesivo (alrededor de 55% a 100%) lo
será lógicamente en detrimento de algo, (es fundamental ver de qué) esto
nos habla de un excesivo esfuerzo defensivo del Yo de control y de
disociación, también puede implicar represión e intelectualición. Es decir
que se trata de un Yo que no logra incluir e integrar armónicamente, plás-
ticamente los impulsos y las emociones así como la expresión y satisfacción
de los mismos.
En estos casos no es aventurado suponer un empobrecimiento yoico en
otras áreas como consecuencia del desequilibrio que se produce al distraer
energías en una tarea defensiva. Desde ya, esto hay que verlo en función y
correlacionado con otros elementos del psicograma (Colores, movimientos,
claroscuros).
Vale decir que para que algunas personas ignoren los colores y los cla-
roscuros existentes o para que no proyecten movimiento deben estar
demasiado defendidos (reprimidos, deprimidos, o con carencias reales) y
deben poner demasiada distancia en su vida de relación, impidiendo en
todo momento que suija su afectividad o sus aspectos personales más
creativos. En general se trata de personas rígidas muy formales y con-
troladas, poco espontáneas que evitan constantemente mostrar el impacto
que le producen los estímulos de ambiente, sumamente objetivos e im-
personales, siempre imparciales no dejan que sus sentimientos les "jueguen
una mala pasada" con su irrupción. Son minuciosos, meticulosos, se
esfuerzan por pensar en cada ocasión Sin permitirse perder distancia, ante
circunstancias o acontecimientos que puedan requerir acercamiento o com-
promiso afectivo mayor.
Naturalmente esto está directamente en proporción al aumento del
porcentaje de las formas ya que obviamente no es lo mismo un 55% que un
95% o 100% de F; en este último caso estamos ante una disociación y
rigidez extrema.
No olvidemos que todo dependerá del resto de los elementos a analizar en
el test.

F% Disminuido:
El F% nos oriente acerca de la medida en que los procesos de razonamiento

56
formal pueden seguir su curso sin verse interrumpidos o distorsionados
por la intrusión de alectos y ansiedades. Por lo tanto cuando este porcentaje
está disminuido, ya nos encontramos ante un índice de dificultad para que
los procesos mentales concientes resistan la emergencia de los factores
inconcientes. Se hará necesario siempre correlacionar este dato (F% bajo)
con como está incluida la forma en otros determinantes ya que la
interpretación será muy distinta si predomina el nivel formal (FC, FK, Fe),
si hay predominio de otros determinantes (CF, KF, cF) o si aparece el
determinante puro (C, K, C , c, etc.) que sería la comparación entre F% y i
1
F% Extendido.

Por ejemplo en relación con el color (C) cuando hay un predominio formal ¡
(FC) con una proporción estable de CF, podemos pensar que se trata de!
personas creativas y espontáneas con capacidad de incluir y manejar !
impulsos, afectos, emociones, manteniendo el control; si hay adaptación y !
en qué grado, dependerá de su calidad formal positiva o negativa.
Será diferente en el caso en que las formas estén ausentes también en el
resto de los determinantes del test (C, C', K, k, c) esto nos hablaría de
personas descontroladas, impulsivas que no pueden pensar y por lo tanto
tendrán que actuar; en términos dinámicos será funcionamiento en proceso
primario.

Se encuentran a merced de su propio caos interno, por lo cual sus


manifestaciones y conductas también serán caóticas y desorganizadas
debido a que carecen de defensas efectivas y controles suficientes.
Para sintetizar esta descripción podemos decir que hay una debilidad yoica,
que a mayor disminución del F% y F% Extendido se hará más acentuada.
En cualquiera de los casos en que ambos estén disminuidos hablaría de
personas poco objetivas, inconstantes, poco tenaces o perseverantes,
incapaces de emprender con éxito tareas lógicas o que requieran planea-
miento y organización, debido a que son muy variables, emocionalmente
inestables (si hay predominio de CF o C) o con déficit intelectual (si no hay
M, D, W o cualquier indicador de capacidad intelectual).

En razón de esto el F% es un dato que se tiene muy en cuenta en toda tarea


de selección de personal, ya que en cualquier ocupación se requiere ob-
jetividad, capacidad de discriminación y formalidad en el trato para adap-
tarse a las normas existentes.

También es un elemento importante como criterio de analizabilidad, Gladys


W. de Lehmann(4) en su artículo "El Rorschach y la analizabilidad",
muestra la importancia del porcentaje de formas entre otros elementos para
poder determinar el grado de analizabilidad de un paciente.

57
F% Extendido:
Como Schaffer(5) dice; "El F% no refleja el énfasis real en la forma".
Coincidimos con él en este concepto y por lo tanto utilizamos el F%
Extendido que sí refleja el énfasis real en la forma.
Lo que buscamos es evaluar el predominio formal total teniendo en cuenta,
todos los determinante del psicograma. Lo obtenemos de la siguiente ma-
nera:

1) A todos los determinantes con predominio formal (sin tener en cuenta la


calidad de los mismos) se le asigna 1 punto. Así por ejemplo: M-, FC',
Fc+, FM+, FC+, etc. valen 1 punto. ^
2) Cuando predominan los otros determinantes sobre la F (sin tener en
cuenta la calidad formal) se les asigna medio punto. (CF, KF, mF, etc.).
3) A todos los determinantes puros no se les asigna ningún puntaje, o sea
equivalen a 0 puntó. Así por ejemplo: C', C, K, c, etc.) valen 0 punto.
A nuestro criterio es útil la obtención de este puntaje en todos los casos y
particularmente relevante cuando el F% está disminuido. Esto permite
discriminar impulsividad o debilidad yoica (cuando ambos están dismi-
nuidos) de creatividad o plasticidad (cuando el F% está disminuido y el F%
Extendido está dentro de lo esperable).
A través del F% Extendido se pueden ver los esfuerzos del Yo por alcanzar
una regulación adecuada entre las exigencias del Ello (principio de placer) y
las exigencias de la realidad (principio de realidad), para evitar que suijan la
impulsividad, tensión, angustia, dependencia extrema y sentimientos |de
impotencia (C, m, Kc, C' respectivamente).
Es decir que nos habla de la puesta en marcha de las funciones yoicas. Si
alcanza el éxito o no en esta tarea, lo veremos a través del porcentaje
obtenido (esperable, aumentado, disminuido) y en relación con el F+% y el
F+% Extendido.

F% Extendido esperable:
Está entre el 80% y 95%; esto denotaría la presencia de un Yo capaz de
organizar y discriminar los estímulos provenientes de sí mismo y del
mundo externo.
El F+% Extendido nos permitirá discriminar el grado de eficacia de esta
tarea junto con los otros elementos del test.
El límite superior de este porcentaje esperable no llega al 100%, es 95%
debido a que se considera conveniente la presencia de CF como indicador

58
de espontaneidad y de cierta flexibilidad, constituyendo incluso un signo
positivo para el pronóstico terapéutico.
Esto ha sido demosrtado por Exner(6), Vera Campo, y otros investiga-
dores sobre el tema, aún si se encuentra en proporción mayor de lo
esperable. (Así por ejemplo 3FC/2FC y hasta 3FC/3CF en adolescentes).
En términos generales no es esperable ningún otro determinante con forma
secundaria, salvo el CF.

F% Extendido Aumentado:
Es cuando está entre 95% y 100%; es indicador de excesivo control, falta
de espontaneidad, falta de plasticidad, poca capacidad de expresar e in-
tegrar las emociones; nos hablaría de una persona muy defendida con
características de sobreadaptación y con un Super Yo muy rígido. Si el
control es exitoso o no, depende de la calidad formal.

F% Extendido Disminuido:
Estaría por debajo del 80% y puede ser un índice de poco control, im- j
pulsividad, confusión, en general muestra una débil estructuración yoica
que implica un deficiente manejo de impulsos y afectos, así como también
el predominio del principio de placer sobre el principio de realidad y todas
las funciones yoicas disminuidas. Desde ya, esto será más acentuado en la
medida que esté más bajo.

Relación entre F% y F% Extendido:


Analizaremos esta relación teniendo en cuenta que nos pondrá frente a una
amplia gama de posibilidades de manejo del Yo ante los impulsos, emo-
ciones y la realidad. Esta atomización de las relaciones está hecha con fines
didácticos.

F% y F% Extendido Esperables:
Expresa un Yo Plástico con capacidad de ser objetivo, lógico, de no dejarse
invadir por los sentimientos y responder a las exigencias de la realidad.

59
F% y F% Extendido Aumentados:
Nos habla de una persona muy rígida con poca o ninguna capacidad de
expresión de afectos e impulsos.
! En los casos en que el aumento es muy marcado podemos encontrarnos
ante una coraza defensiva como una caracteropatía o una disociación muy
acentuada.

F% Aumentado y F% Extendido Disminuido:


Estaría indicando que cuando el Yo se disocia logra ejercer ciertas funcio-
¡ nes a costa de dejar de lado impulsos y emociones. Pero cuando falla la
disociación pierde el control y surge la impulsividad. Se trata de personas
que oscilarían entre un extremo control y extremo descontrol. Por ejemplo
alguien que a nivel laboral es objetivo, formal y controlado y en otras áreas
se maneja de manera poco adaptada.

F% Aumentado y F% Extendido Esperable:


Mostraría una tendencia al control exagerado, pero capaz de aflojarse frente
a la emergencia de sentimientos y emociones.

F% y F% Extendido Disminuidos:
Acá nos encontramos ante una falla total de las funciones yoicas. Según el
grado de disminución se trata de personas con mucha creatividad, inse-
guros, inestables, inconstantes, o poco inteligentes; a medida que se acen-
túa la disminución se asociaría con alguien caótico, confuso, desorga-
nizado, incapaz de controlar emociones e impulsos, con fragilidad yoica.

F% Disminuido y F% Extendido Aumentado:


Nos muestrá un rechazo aparente de lo formal, con tendencia a ser poco
convencional en lo manifiesto, aunque por otro lado puede aparecer un
o

60
excesivo control sobre todo lo afectivo; no deja espacio para la expresión j
de la emociones e impulsos. I

F% Disminuido y F% Extendido Esperable:


Hay una tendencia a rechazar los aspectos formales, pero cuando debe inte-
grar lo afectivo, lo hace eficazmente, manteniendo un control adecuado de
sus emociones.

F% Esperable y F% Extendido Disminuido:


Son personas que cuando se disocian dejando las emociones de lado man-
tienen un control equilibrado, pero cuando se filtran los sentimientos
disminuye el control racional.

F% Esperable y F% Extendido Aumentado:


Son capaces de mantener un control lógico pero se muestran poco espon-
táneas y muy defendidas cuando tienen que intervenir afectos e impulsos.
En todas las relaciones planteadas hay que tener en cuenta el F+% y F+%
Extendido, para ver la efectividad.

CALIDAD FORMAL
Aquí nos detendremos a observar si las respuestas de Forma son exactas,
inexactas, parcialmente inexactas o imprecisas lo que globalmente se de-
termina a través del F+%.
El porcentaje de F+ esperable (estrictamente referido a las respuestas de
Forma) es entre un 80% y un 95%. Dentro de estos límite y con todos los
matices que nos dará que éste sea 81% o 94% consideramos exitosos los
intentos del Yo por mantener los controles ejerciendo sus funciones. Es en
el F+% donde se ve si lo hace adecuadamente o no.
A esta altura nos conviene recordar lo que Freud comienza a plantear en
"Los dos principios del suceder psíquico" en 1911: El aparato psíquico

61
mediante el Yo va progresivamente pasando del principio del placer al
principio de realidad, lo que implica un proceso que permite diferenciar los
estímulos procedentes del mundo exterior de los estímulos internos, y
evitar la posible confusión entre lo que el sujeto percibe y lo que
representa, confusión que se hallaría en el origen de la alucinación. A eso
lo denominamos Prueba de Realidad que constituye una tarea propia del
Yo.
Cuando esta función yoica se ejerce adecuadamente se produce una
correspondencia entre la forma de la mancha (en Rorschach) y lo percibido
(F+) que pone en evidencia la capacidad de discriminar cuándo una idea
proviene del mundo interno (huella mnémica) o de la realidad extema
(percepción).
Corresponderá al sentido de realidad (que es la capacidad de cargar
libidinalmente la representación del estado real del mundo exterior y del
self) determinar qué cosas se percibirán dentro de la multiplicidad de
estímulos que ofrece el mundo; es a través de ello que podemos inferir lo
más característico e invidiual de cada persona.
La adaptación a la realidad, que es el grado de ajuste que presenta un
individuó a las pautas normativas de su cultura, se podrá ver en el test a
i través de las respuestas populares (que siempre son F+), en el IR (índice
I de realidad) que nos muestra la capacidad o incapacidad de compartir
pautas de pensamiento colectivas, y en el D% (porcentaje de respuestas de
detalle) que es un índice del sentido común y del manejo práctico.
Dar F+ es percibir bien, es decir como los demás o como el común de la
gente. •

F+% Esperable: (entre un 80 y 95%)


Si el F+% está dentro de lo esperable podemos decir que el Yo ejerce sus
funciones: así es capaz de observar, percibir, discriminar: la memoria, la
atención y la concentración son adecuadas, se disocia operativamente y
logra ser objetivo e impersonal, controlando los aspectos afectivos y
frenando, la irrupción de los impulsos y emociones, y siendo constante en
sus esfuerzos (siempre y cuando otros elementos de la Prueba no lo
contradigan).
También el F+% Esperable se correlaciona positivamente con inteligencia.
Como corolario podemos decir que el F+% Esperable habla de fortaleza
yoica de conservación de la prueba de realidad, de juicio lógico, por lo
tanto, de adaptación a la realidad externa compartiendo ideas y pcnsa-

62
míenlos con los demás; es decir, de sociabilidad, y sentido común. Esto se J
hace más evidente si tenemos en cuenta que muchas de la respuestas del
test se clasifican como formalmente positivas por la frecuencia con que son
dadas y no tanto por responder exactamente a la forma de lo percibido,
(ejemplo el murciélago en lámina I).
El F+% Esperable descartaría en principio cualquier patología severa. —

F+% Aumentado:
El F+% Aumentado va de 96% a 100%.
Es característico de las personas que están preocupadas en ver bien, es
decir son perfeccionistas, exigentes consigo mismo y con los demás.
Suelen estar alertas para no cometer equivocaciones; son excesivamente
meticulosas, precisas, concentradas, y observadoras, pueden llegar a ser
muy rígidas en sus ideas y posturas frente a la vida (caso del obsesivo).
Tienen poca movilidad para adaptarse a cambios, imprevistos o situaciones
nuevas en general. Se trata de gente conservadora con dificultad para
crear.
Muchas veces su rigidez, perfeccionismo, exigencia y necesidad de
controlar todo los lleva a ser individuos difíciles de tratar y de tolerar para
los que los rodean.
Esto variará en intensidad y grado de acuerdo a cómo está combinado con
otros elementos de la prueba; así, por ejemplo si va unido a la aparición de
otro buen números de determinantes junto con variedad de contenidos y
presencia de respuestas originales, lo antedicho será más atenuado; en tanto
ocurra lo contrario estaremos frente a una persona de mayor rigidez y
mucho más difícil de tratar.
Hay autores que indican que algunos esquizofrénicos paranoides muy
disociados pueden presentar un alto porcentaje de F+; lo mismo se dice del
melancólico. Nuestra experiencia en este aspecto no confirma este dato.
Cuando en ellos está aumentado, es por lo general, por haber dado muy
pocas respuestas de forma, observándose el F+% Extendido muy dis-
minuido en estos casos. En cambio en paranoides (o paranoicos) y en es-
tructuras de personalidad con rasgos paranoides, ambos están aumentados.

El F% Disminuido:
' Es cuando está por debajo del 80%.
Es importante tener en cuenta dónde disminuye la calidad formal.

63
Cuando aparece un F+% Disminuido nos encontramos ante alguien que
percibe mal o pobremente la realidad, lo cual nos habla de un debilitamiento
de las funciones yoicas adaptativas.
Cualquier respuesta mal vista supone una presión de la fantasía de tal
fuerza que perturba la función crítica y correctora del Yo llevándolo a una
percepción distorsionada de las situaciones. (Lehmann, Gladys)(4).
Si nos preguntamos por qué se produce este debilitamiento vamos a en-
contrar múltiples respuestas que verificaremos con otros elementos del test.
Puede ser que la realidad esté distorsionada por un trastorno serio de
personalidad (caso del psicòtico), por carencias intelectuales que hacen que
la persona perciba y piense pobremente y no se pueda concentrar (debilidad
mental y organicidad) o que estas capacidades se hallen inhibidas o
bloqueadas por causas emocionales (neurosis o situaciones traumáticas).
Si aparece una pareja disminución de la capacidad formal, suponemos que
puede fallar la prueba de realidad por apartamiento psicòtico, o bien puede
tratarse de alguien poco inteligente o con una represión muy intensa de sus
capacidades. Estas diferencias diagnósticas las encontramos en correlación
con otros elementos de la prueba; así por ejemplo tanto el oligofrénido
como el oligotímico darán pocos movimientos humanos, pero el segundo
pondrá en evidencia su inhibición de alguna forma como puede ser dar
algunas respuestas originales o dar algún Do (detalle oligofrénico) o
respuestas de defecto mutilando la cabeza.
La diferencia sustancial es que el poco inteligente dará más respuestas
imprecisas que inexactas ya que en general describe deficientemente o no
ve bien lo que describe. En el psicòtico predominan las formas inexactas (F-
FT) por el modo de distorsionar la realidad; en muchos casos coexisten
respuestas muy buenas que pueden ser originales positivas (0+) junto a
originales mal vistas (0-).
No nos detendremos aquí a especificar los diferentes elementos que pueden
surgir en los distintos cuadros. Los mencionados fueron a título de
ejemplo.
Si la disminución aparece ante algún estímulo en particular, entonces no
podemos pensar que hay ausencia de prueba de realidad, sino que frente a
aspectos conflictivos ésta disminuye o desaparece. Se trata de alguien que
no puede pensar bien en determinadas situaciones o temas; así por ejemplo
los histéricos disminuyen su calidad formal cuando dan respuestas ana-
tómicas o sexuales (cuando por falta de represión aparecen) esto se debe a
la imposibilidad de ser objetivos y pensar bien ante todo lo que tenga que
ver con su cuerpo y la sexualidad. Algo similar sucede con personas que
están próximas a una operación traumatizanie o frente a la grave en-
fermedad de un ser querido (en esos casos es conveniente insistir en las
respuestas adicionales).

64
El F+% Disminuido habla de personas lábiles, inestables, poco objetivas,
cuyos esfuerzos por controlarse (F%) serán vanos, con un Yo debilitado en
su accionar. Aunque sean inteligentes, en el momento no lo demuestran, no
pueden pensar y por lo tanto tienden a responder inmeditamente. Sus
intentos de control, disociación y objetividad no son exitosos. Tienen poca
capacidad de espera y escasa tolerancia a la frustración. También puede ser
índice de dificultad para hacer insight por la disminución de las funciones
intelectuales.
Si el rendimiento baja en láminas de colores denota personas a quien la
carga afectiva no las deja pensar. Si ocurre en las láminas oscuras puede
ser índice de angustia.

RELACION ENTRE F% Y F+%


F% Esperable y F+% Esperable:
Pone de manifiesto una buena adecuación a la realidad, y un Yo capaz de
ejercer sus funciones de manera efectiva.

F% Esperable y F+% Aumentado:


Sería alguien que cuando se disocia puede ser muy eficaz, muy preciso y
exigente sin llegar a la rigidez.

F% Esperable y F+% Disminuido:


Los intentos del Yo por ejercer sus funciones son vanos; conviene analizar
ante qué (láminas, determinantes, contenidos, localizaciones, etc.) y de qué
magnitud es (una disminución de menos de 70% nos habla de una pa-
tología severa; en cambio, el neurótico da un F+% de alrededor de 70 a
80%).

F% Disminuido y F+% Esperable:


Es gente que puede ser muy creativa, lábil, poco objetiva, informal pero
eficiente.

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F% y F+% Disminuidos:
Sería alguien con pocas posibilidades de disociarse, con dificultades graves
en su conducta adaptativa y en la prueba de realidad, nos hablaría de un Yo
muy frágil e ineficaz. Además a medida que se incrementa la disminución
de estos porcentajes aumenta la patología.

F% Disminuido y F+% Aumentado:


Se puede tratar de una persona creativa con tendencia a ser poco objetiva,
variable, inestable, con cierta dificultad para disociar, pero cuando se lo
propone en algunas áreas puede ser efectivo y hasta perfeccionista.

F% Aumentado y F+% Esperable:


Implica rigidez, disociación extrema. Excesivo control, falta de esponta-
neidad, pero con efectividad. Lo que realiza, lo realiza bien.

F% Aumentado y F+% Disminuido:


Se esfuerza por ser controlado, objetivo, formal y disciplinado, pero fra-
casa en sus intentos. La disociación puede ser patológica.

) F% y F+% Aumentados:
Implica una actitud sobreexigente, rígida, controlada y controladora, perfec-
cionista, autosuficiente con escasa capacidad de insight. (Particularmente
si el F+% Extendido está también aumentado.) Son personas empecinadas
y con poca capacidad de cambio, poco analizables.

EL F+% EXTENDIDO: Al ser el más abarcativo por tener en cuenta la


calidad formal de todos los determinantes del psicodiagnóstico de
Rorschach, es muchas veces más confiable que el F+% ya que nos informa
del funcionamiento de la prueba de realidad cuando intervienen la fantasía

66
creadora, los aspectos impulsivos, y afectivos y no sólo los aspectos
exclusivamente formales. De todas maneras siempre se lo analiza
comparándolo con el F+% estricto.
Cuanto menor el número de formas, mayorvalor se le asigna al análisis del
F4% Extendido. Por ejemplo, no nos dice demasiado un protocolo con un
buen porcentaje de F+ con pocas respuestas y una o dos Formas.

EL F+% EXTENDIDO ESPERABLE: Es entre el 75% y 90%. Es menor


que el F+% dado que no se mantiene la disociación que se requiere en las
respuestas de F pura, aunque también están involucradas. Se supone que la
amplitud de aspectos que intervienen determina una disminución lógica del
rendimiento en cuanto a nivel formal.
Si se mantiene dentro de lo esperable junto con el F+% confirmamos la
fortaleza yoica en la prueba de realidad conservada, descartando patologías
muy severas.

F+% EXTENDIDO AUMENTADO: (Del 91% al 100%). Es poco frecuen-


te, ya que al entrar en juego otros determinantes, necesariamente va a
disminuir debido a la irrupción de los afectos o ante algún contenido con-
11 ictivo. Recordamos que es esperable el determinante CF que implica cierta
espontaneidad.
Se da en personas que suelen ser eficaces en todas las áreas de su perso-
nalidad, a menudo hiperexigentes consigo mismo y/o con los demás, hiper-
crftico, poco flexibles pero eficientes (superyoicos) muy reprimidos, racio-
nales y realistas, no se permiten ninguna salida espontánea, ni la exteriori-
zación de algo impulsivo. En su función mediadora, el Yo reprime total-
mente al Ello.

F+% EXTENDIDO DISMINUIDO: Si el F+% Extendido está disminuido


(menos del 75%) podemos pensar que hay distintos factores que tienden a
descender el rendimiento intelectual potencial o efectivo y la aplicación del
mismo.
Hay que determinar ante qué situaciones disminuye la calidad haciendo un
análisis de cada uno de los determinantes.
Por ejemplo, si es en relación con los afectos sin control (C); con la
angustia (K); con dependencia extrema (c); con tensión inmanejable (m);
con sensación de impotencia y pasividad sin defensa (C).

67
Variaciones entre F+% y F+% Extendido:
Siguiendo la línea de lo ya dicho sobre F% y F% Extendido tendremos las
mismas variaciones con las mismas características, las diferencias estarán
dadas por que cuando se hallen disminuidos estaremos ante una falla de los
intentos de control y cuando estén aumentados con cierta rigidez.

F+% y F+% Extendido Esperables:


Expresa un Yo plástico adaptativo, con posibilidades de satisfacer sus
necesidades y al mismo tiempo amoldarse a las exigencias de la realidad.
Descarta una patología severa.

F+% Esperable y F+% Extendido Aumentado:


Es poco frecuente. Muestra una persona que puede ser eficiente, capaz de
reconocerse y adaptarse a la realidad, de mantener un control lógico, pero
que se manifiesta de manera poco espontánea y muy defendida cuando es
necesario que intervengan los afectos. Tienden a mantener formas de con-
ducta excesivamente adaptadas sin permitirse cierto grado de creatividad o
naturalidad. Aumenta su precisión cuando entran a jugar otros factores.

F+% Esperable y F+% Extendido Disminuido:


Se trata de alguien capaz de mantener un buen control lógico y equilibrio
cuando disocia los afectos; pero cuando intervienen otros factores dismi-
nuye el control y el rendimiento; puede llegar a alterar la realidad o a apar-
tarse de ella. Solo es probable cuando hay pocas F, ya que involucran los
F+.

F+% Disminuido y F+% Extendido Esperable:


Se trata de personas que funcionan de forma más adecuada cuando integran
las emociones; cuando se disocian tienden a apartarse de la realidad o

68
perder el control lógico formal. Tienden a perder la objetividad. Les puede
costar adaptarse a tareas que exigen tenacidad, método, o perseverancia.
Descartaría, al menos, un proceso psicòtico. '

F+% y F+% Extendido Disminuidos:


Acá nos encontramos con una falla en la función de reconocimiento y adap-
tación de la realidad y, de sí mismo, se trata de personas que proyectan sus
sentimientos y fantasías y no logran una buena discriminación. Transfor-
man la realidad en relación con sus necesidades (psicosis o neurosis).
Hay en general poca fortaleza yoica que naturalmente dependerá del grado j
de la disminución. También puede ser un índice de poca capacidad inte- i
lectual. Hay que ver ante qué situaciones falla. |

F+% Disminuido y F+% Extendido Aumentado:


Se trata de alguien que percibe mal la realidad, pero que frente a la emer-
gencia de los sentimientos o emociones surge un marcado perfeccionismo y
exigencias consigo mismo o con los demás, producto de un extremo con-
trol. Muestra que cuando se disocia falla el control racional y cuando inter- j
vienen los afectos recurre a un gran control sobre los mismos.

F+% Aumentado y F+% Extendido Esperable:


Se trata de una persona exigente, meticuosa, y perfeccionista generalmente
en el área laboral e intelectual, pero frente a las situaciones que incluyen
más lo afectivo, logran aflojarse, manteniéndose más plásticos y con mayor
adaptación.

F+% Aumentado y F+% Extendido Disminuido:


Son individuos rígidos, exigentes, perfeccionistas, alertas para no cometer
equivocaciones y controlados con una marcada disociación de lo afectivo;
cuando esto interviene falla lo anterior.

69
F+% y V% l .xiciidido Aumentado:
i!
Extrema rigidez, falla de espontaneidad y de creatividad.

Notas:
(1) Szekely, Bela. "Diccionario enciclopédico de la Psique". Ed. Claridad. 1958.
Bs. As.
(2) Rorschach, H. "Psicodiagnóstico", Ed. Paidós. 1964. Bs. As.
(3) Fenichel, Otto. "Teoría Psicoanalílica de las neurosis". Ed. Paidós. 1966.
Bs. As.
(4) Paz, Carlos Alberto. "Analizabilidad", Artículo "El Rorschach y la anali-
zabilidad" por Gladys W. de Lehmann. Ed. Paidós. 1971. Bs. As.
(5) Schaffer, Roy. "Psychoanalytic interpretation in Rorschach Testing". Ed.
Grune and Stratton. 1954. New York.
(6) Exner, J.E. (Jr.) "Sistema comprensivo del Rorschach". Pablo del Rio
Editor. 1974. Madrid.

70
Respuestas de movimiento
Las respuestas de movimiento son el producto de una realidad imaginaria y
no de una realidad objetiva, dado que lo común a todas las respuestas ki-
nestésicas es el no estar en las láminas. Los movimientos son directamente
proyectados por el sujeto, necesitando para ello un esfuerzo de ima-
ginación, aunque algunas láminas desde ya, los puedan llegar a sugerir por
la posición de la formas que en ellas se dan —por ejemplo las personas en
movimiento en la lámina III. Así, la estructura de la forma gris de esta lá-
mina sugiere un equilibrio inestable que sólo puede explicarse viendo las fi-
guras en movimiento— si no se caerían. Es algo muy parecido al fenómeno
Phi del movimiento aparente. El contraste o cambio de la postura de la cosa
visualizada con el conocimiento previo de cuál es su posición equilibrada
produce la impresión de movimiento. También intervienen aquí la llamada
ley de la experiencia, estudiada por la psicología de la Gestalt.
Algunos autores, entre ellos Rorschach(l) han englobado a todos los
movimientos bajo la misma sigla, justamente por ser todos proyectados
sobre lo que en realidad es estático. Suponían que eran producidos por
mecanismos psíquicos similares. Si procediéramos así perderíamos la
enorme riqueza de analizarlos por separado. Por ejemplo, como veremos
luego con mayor detalle, cada uno significa específicamente determinadas
formas de funcionamiento de la personalidad. Esto es así por los conte-
nidos que se proyectan en los movimientos, ya sea humanos, animales u
objetos. Podemos hablar así de una gradación, en que las fantasías se
puedan expresar en lo más reconocido y por lo tanto aceptado por la
persona: M, movimiento humano; en un desplazamiento a contenidos
animales: FM, movimiento animal; hasta aquéllo que le resulta más ajeno a
la persona como conductas que los demás ven pero no son tan reconocidos
por el sujeto, o que ni él ni los demás lo reconocen pero podría llegar a
manifestarse en una conducta: m, movimiento menor o de objeto. Las
interpretaciones de cada uno de ellos son diferentes. De ahí que los
consideremos por separado en la clasificación para luego relacionarlos entre
sí y con los otros determinantes del protocolo. Antes haremos referencia a
aquellos autores que consideran la kinestesias englobadas en una sola sigla.
Rorschach(l) en su Psicodiagnóstico menciona las respuestas cinéticas
como "aquellas interpretaciones en las cuales puede comprobarse la
influencia determinante de los engramas cinestésicos (Imágenes mnémicas
de movimientos ya vistos, representados o realizados), junto con el
condicionamiento de las formas de las manchas. El sujeto se imagina el
objeto visto como si estuviera en movimiento". Rorschach tomaba en
cuenta fundamentalmente las respuestas kinestésicas en figuras humanas y
en animales que estaban haciendo movimientos humanos. Relaciona las

71
kinestesias himumus con el sueño y la motricidad. Dicc que tienen un valor
individual y las considera relacionadas con la vida mental del sujeto que se
interesa más por los demás y que intenta adaptarse a través del pensamiento
más que a través del afecto. Considera que las kinestesias se relacionan con
una inteliengcia más diferenciada, una vida más orientada hacia el interior,
una afectividad y una motilidad más estabilizadas, y un contacto con los
demás más intensivo que extensivo.
Furrer(2) realiza una interpretación psicoanalítica del Rorschach
trabajo que publica en 1925. Supone este autor que el suceso creador cuyo
producto es la respuesta kinestésica está determinado por impulsos que
mueven lo más profundo del ser. Considera que es probable que no exista
una diferencia fundamental entre una kinestesia en el test de Rorschach y
las representaciones kinestésicas del sueño; excepto que en el sueño se trata
de alucionaciones y en el Rorschach de ilusiones. Furrer supone, partiendo
del principio de Bleuler de que cualquier función es capaz de inhibir a otra
si es lo suficientemente fuerte, que las vivencias de movimiento intensas
llevan en el Rorschach a respuestas de movimiento y al mismo tiempo a
una inactividad motriz. Relaciona esta hipótesis principalmente con acti-
vidades o expresiones de contenido simbólico sexual, refiriéndose especial-
mente a los pueblos primitivos, cuyas vivencias sexuales reprimidas son
representadas en el baile. Considera además que es inevitable producir
kinestesias en el fantaseo de actividades sucesivas. El contenido de estas
actividades imaginadas se relacionaría siempre con el logro de deseos
inconscientes. Los movimientos, para este autor, son proyecciones auto-
simbólicas del examinado o proyecciones de las figuras materna y paterna o
se tratan de la personificación de instintos parciales. El hecho de que
cargamos a estas respuestas de movimiento con un contenido anímico
propio, se nos evidencia mediante la peculiar sensación kinestésica que
notamos al producirlas. Rorschach definió a este fenómeno como "sensa-
ción de movimiento". Para Furrer las respuestas de forma o de color son
reacciones asociativas condicionadas por complejos; en cambio las respues-
tas de movimiento son procesos simbólicos o actitudes motoras que se desa-
rrollan en la imaginación. Lo importante es destacar que son proyec-ciones
de un movimiento interno propio. Considera este autor, al igual que Rors-
chach, que el número de respuestas de movimiento dadas en un protocolo
están en proporción inversa a la movilidad del sujeto. Por eso las personas
con una motricidad elevada tienen pocos movimientos en el Rorschach, ya
que descargan sus pulsiones y su simbolismo kinestésico mediante el
movimiento. Si al sujeto le es posible satisfacer suficientemente su líbico en
forma motora (por ej.: bailando) no existe motivación para fantasear
engramas kinestésicos. En una actividad introversiva, en cambio (por ej.: el
dibujo) se elaboran vivencias kinestésicas y se inhibe la función motriz.

72
Con respecto a esto último lixner describe experiencias interesantes en al
que demuestra el aumento de respuestas de movimiento, en especial
movimiento animal, en aquellas personas a las cuales se las inmovilizaba.

Para Bcck(2) las respuestas de movimiento representan la contribución más


original de Rorschach, dado que reproducen los movimientos o las acti-
vidades que surgen de la vida psíquica interior del sujeto. Son lo que
desearíamos emprender y no podemos o no nos animamos a hacerlo. Se
trata de nuestra vida imaginativa. Proyectan realmente nuestra personaliad
interior. Al igual que las respuestas originales representan deseos muy
profundos y secretos, como así también temores. Su contenido es idéntico
al de los procesos inconscientes y al de los sueños. Los deseos o creencias
que no se pueden concretar concientemente el sujeto los transforma en
movimientos, sin saberlo. Dar movimientos en animales nos guía a la
comprensión de las ideas contra las cuales se defiende el sujeto, de no dar
movimientos en contenidos humanos. Cuanto más se desciende en los
niveles de inteligencia menos se encuentran movimientos —salvo algunos
pobres en calidad—. Cuando tienen forma negativa nos habla de una
actividad imaginativa que reflejauna creatividad autistica, casi exclusivadel
esquizofrénico (también pueden darse en sujetos muy inteligentes repre-
sentando lo mismo); se las encuentra raramente en individuos normales de
inteligencia media. En débiles es un índice de pensamiento psicòtico ligado
con su deficiencia. Ocasionalmente aparece en neuróticos, como índice de
lucha grave cuya causa debe buscarse en las capas más profundas del
inconsciente. Los movimientos con forma negativa significan una regre-
sión, no necesariamente de un psicòtico depende de la cantidad y del resto
del material.

Baer Bahía(3), quien toma las ideas de Furrer y de Beck, nos dice que las
respuestas kinestésicas son idénticas en su construcción con los meca-
nismos que rigen la dinámica de los sueños. Así las imágenes oníricas, del
mismo modo que los movimientos del Rorschach son actos motores que se
llevan a cabo en la representación. Considera este autor que las respuestas
de movimiento son función directa de la represión, desde que constituyen
representaciones de actos motores fracasados en su destino final. Además
deben ser considerados en la situación total del test. Para Baer Bahía son
los contenidos expresados simbólicamente en los movimientos los que
desencadenan la angustia involucrada en las respuestas de claroscuro y los
que movilizan los mecanismos de defensa configurados en la mejor o peor
integración de forma que lleva a cabo el sujeto. Las respuestas de
movimiento, al igual que el sueño, se encuentran representando al trauma

73
ismo y al mismo licmpo su reproducción mitigada, es dcir la elaboración
¡quizoide. Las integraciones de forma llevadas a cabo por el Yo corres-
onden a elaboraciones caracteiológicas de la primitiva posición esquizoide
ívolucrada en los movimientos. Por esto las respuestas kinestésicas
^presentan el sector del test en el cual predomina "la posición esquizoide",
ale decir la vecindad del trauma, mientras que las integraciones de fórma
orresponden al sector del test en el cual predomina la coraza más firme del
asgo caracterológico, es decir el alejamiento del trauma. Las respuestas de
novimiento pueden ser integradas o regresivas. Las integradas, son la
representaciones de movimiento humano o animal que se manifiestan en la
figura total y con buena calidad formal. Las regresivas o autísticas son
representaciones de movimiento humano, animal o abstracto que se
manifiestan ya sea en la figura parcial, ya sea con mala forma, ya sea en un
detalle raro, ya sea en un espacio en blanco. Un incremento del número de
respuestas autísticas o regresivas implica una fijación al trauma más intensa
y menos elaborada que un aumento del número de respuestas integradas.
De cualquier modo la exageración de la actividad de la fantasía revelada por
una mayor cantidad de respuestas kinestésicas, atestigua siempre la pre-
sencia de fuertes posiciones esquizoides y una deficiencia en los métodos
caracterológicos de defensa. La elaboración esquizoide presenta siempre
una onirización. Buena o mala, integrada o desintegrada, asociada o no con
otros determinantes, la forma está siempre aquí al servicio de la repre-
sentación cinética, vale decir del contenido. Al analizar el test debemos
responder a la pregunta ¿cómo sale el Yo del contenido (reflejado en las
respuestas de movimiento) hacia la actitud de carácter? (reflejado en las
combinaciones de forma). La finalidad de la interpretación es poner de
relieve la situación equizoide involucrada en la respuestas de movimiento y
luego estudiar las diferentes elaboraciones que ella experimenta a través de
las variaciones de integración formal. Como ya lo señalamos, este autor
considera que cuando la elaboración esquizoide de la situación traumática
se erige en mecanismo de defensa único o preponderante, se intensifica el
número de respuestas de movimiento. Se atestigua así la proximidad al
trauma, al igual que en las neurosis traumáticas en la que el sujeto alucina el
trauma.

Para Bohm(4) las respuestas de movimiento "representan la riqueza del


mundo de las vivencias". La mayoría de estas respuestas no representan
movimientos aparentes sino la motilidad interior, apasible y estabilizada tal
como ya lo había descripto Rorschach". "Así como la motricidad manifiesta
se opone a la vida de los sueños (Freud) el movimiento reprimido favorece
directamente la producción de kinestesias". Por motivos que, acorde a éste
autor aún no han sido suficientemente explicados, los movimientos en el
Rorschach tienen que ver con la fuerza creadora de la personalidad y
también con la experiencia religiosa. Son además "síntomas generales de la
productividad". Dentro de la vida interior creadora debemos separar dos
tendencias: la fantasía que acentúa la realidad y cuyo fin último se dirige a
la metamorfosis activa del mundo exterior, y la fantasía extraña a la realidad
que fomenta la huida del mundo. Las dos clases de vivencias interiores
están representadas en el test de Rorschach por las dos categorías de
quinestesia, las de extensión "que corresponden a la tendencia hacia el
mundo" (amor-cooperación u odio-agresividad) y las de flexión "que
corresponden a las tendencias de huida del mundo". Las quinestesias con
forma negativa rara vez se encuentran en personas normales; cuando
aparecen en los neuróticos llevan en su contenido importantes alusiones a
sus complejos.

Movimiento Humano M
Haremos primeramente referencia a la conceptualización de algunos autores
sobre este determinante para luego pasar a considerar nuestras opiniones
que en lo esencial son coincidentes con los mismos.
Klopfer(5) considera que al proyectar en una mancha de tinta estática la
percepción de M implica un proceso imaginativo que el individuo emplea
libremente. La percepción de M implica un concepto humano o que posee
atributos humanos y por lo tanto tiene que ver con la capacidad de sentir
empatia con otras personas. Estas respuestas M se relacionan con una per-
cepción altamente diferenciada. El individuo que posee todas estas carac-
terísticas posee un nivel de funcionamiento del Yo relativamente alto. Es
alguien capaz de aceptarse a sí mismo, sus propios impulsos, sus fantasías
y que al mismo tiempo puede mantener buenas relaciones de objeto.
Endara(6) considera que cuando las M se acompañan de una semántica
amplia serían un factor de control significativo sobre 'la conducta, habría
un retardo de la descarga de la tensión, ya que la mayor riqueza del
lenguaje parece guardar una correlación positiva con el índice de represión,
es decir que, la mayor variedad y actividad del lenguaje estaría acompañada
por una mejor diferenciación de la organización de la personalidad y de las
defensas básicas más complejas, lo que repercutirá necesariamente sobre la
diferenciación y reacciones parciales frente a sí mismo y frente al ambiente.
Para Vera Campo(7) M es uno de los determinantes más maduros e in-

75
Legrados, propio de <ui Yo fuerte y equilibrado. M es "representativa de un
nivel alto de diferenciación c integración de las funciones perceptivas y
cognitivas es decir, expresiones del juicio intelectual, a la parque implican
un proceso imaginativo y la posibilidad de sentir empatia por los
semejantes lo que posibilita buenas relaciones de objeto, las que a su vez
son condición y resultado de una adecuada integración de la personalidad".
Las respuestas M mostrarían la integración o no entre las emociones y la
actividad ideacional. Los fracasos o excesos en la disociación imposibilitan
o dificultan la aparición de M. Por eso M es consecuencia de un grado de
disociación adecuado, instrumental, propio de la personalidad integrada.
Slullitel(8) incluye el concepto de fantasía inconsciente en el análisis de las
M. Así M evidenciará "con qué objeto y en qué tipo de relaciones el exa-
minado está internamente comprometido. Estas relaciones movilizan ansie-
dades que a su vez ponen en marcha los sistemas e instrumentos de defensa
que el Yo ha configurado y es precisamente eso lo que nos permitirá detec-
tar con mayor precisión la estructura de la personalidad, sus recursos
defensivos, su modalidad y validez de funcionamiento".
Para Piotrowski(9) las M señalan los roles prototípicos, modelos de acción
que se manifiestan de manera directa o indirecta y que determinan y
orientan la conducta concreta. Son un estabilizador entre el individuo y su
desenvolvimiento".
Ya desde nuestra postura, hay que considerar que el hecho de que la per-
sona esté proyectando algo que está ausente en las láminas, que movilice
lo que en realidad es estático, implica cierta dosis de creatividad, de
fantasía, de imaginación, que se concretará o no; dependiendo esto de otros
elementos del protocolo Rorschach, fundamentalmente de las respuestas de
Color. M también indica la capacidad para movilizar recursos internos que
se tienen como disponibles. Es índice de la existencia de una interioridad
que puede demorar adaptativamente la expresión de los impulsos. Las
respuestas de movimiento humano implican no un control defensivo a la
manera de las formas, sino un rol estabilizador de las emociones, al
depender de un tipo activo de ideación. Muchas veces, cuando faltan las
formas una de las primeras cosas que hacemos en el análisis del psico-
grama es ver qué pasa con los movimientos humanos, si están presentes o
no. Su ausencia hablaría de una impulsividad que puede llegar hasta ser
peligrosa. En cambio no es tan así, cuando se encuentra un número
esperable de M. En este caso la persona se expresa de manera adaptativa en
la exteriorización de sus emocionarse y de sus impulsos. Se frena, pero
con un freno natural, algo que no significa costo para el Yo, es decir
disminución de otras capacidades porque tiene el potencial para poder
hacerlo, expresado en M. Esta característica de demora de los impulsos o
de freno natural para las emociones, tiene que ver además con el hecho de

76
ser las quinestesias dadas en contenidos humanos. Y por lo tanto bien
cercano a la problemática propia de la persona que los ha dado. La
presencia de M, siempre dentro de lo esperable habla de la capacidad de
entenderse y de aceptarse a sí mismo y por consecuencia también a los
demás. Por otra parte, tiene que ver con la posibilidad de establecer
relaciones personales exitosas. Por supuesto que es importante ver qué tipo
de M es. Será muy diferente un movimiento de cooperación a un movi-
miento de agresión. De cualquier manera en los dos tenemos la posibilidad
de que el sujeto que los da pueda vincularse con los otros y tener por lo
tanto la facilidad de colocarse en el lugar del otro. Esta capacidad de
empatia es propia del ser adulto.
La existencia de aspectos móviles de la personalidad —revelados en la
presencia de un número adecuado de M— nos habla de flexibilidad defen-
siva y plasticidad. Es decir, de la posibilidad de utilizar defensas exitosas y
más adaptativas como la sublimación. Por todo esto M está correlacionado
positivamente con madurez y con inteligencia abstracta. Un protocolo con
respuestas M en cantidad esperable descarta debilidad mental; no así lo
contrario, porque la ausencia de M puede hablar de carencias intelectuales o
de gran represión en esta esfera. Pero, en principio su presencia adecuada
sí nos habla de una persona que es inteligente, lo cual no quiere decir que
esa inteligencia excluya cualquier patología severa. Así puede ser un
psicòtico muy inteligente y dar M. La calidad de las M si son M+ o M- nos
va a permitir realizar el diagnóstico diferencial.
Las respuestas M tiene que ver también con la capacidad de insight es decir
de tener conciencia de los conflictos y de poder asumir los mismos. Así por
ejemplo M dado con contenidos conflictivos supone la existencia de cierta
conciencia de estos conflictos o que si, no se los tiene concientes en el
momento, son fáciles de aflorar a su conocimiento y de pensar acerca de
ellos.
M también implica capacidad de introversión. Conviene aquí aclarar que
esta capacidad de introversión ha sido muchas veces mal interpretada por
ciertos rorschachistás, es decir, que ha sido tomada a la manera de Jung
como implicando la imposibilidad o por lo menos la disminución de la
capacidad del individuo para actuar en el mundo externo, como un proceso
de repliegue en sí mismo. Si bien estamos hablando de personas fanta-
seosas e imaginativas no es deducible exclusivamente de M —salvo que
éste esté muy aumentado— esta característica del individuo de estar desco-
nectado del mundo que lo rodea. Como dice Exner(lO) sobre esto las
tendencias a las respuestas en el mundo externo pueden ser desviadas y/o
desplazadas en una actividad ideacional continua, o bien ser exteriorizadas.
Esto fundamentalmente se va a ver a través de la presencia de los Colores,
por ejemplo.

77
Todo esto hace que M sea uno de los elementos más importantes a tener en
cuenta en un pronóstico. Un protocolo Rorschach con un buen número de
respuestas M habla en principio de un buen pronóstico, desde ya si ellos
son positivos. Inclusive en casos muy patológicos es preferible que estos
existan, aún cuando la calidad formal no sea del todo buena, a su ausencia.
Se ha visto que en patologías muy severas los sujetos que no tienen M
tienden a reincidir en sucesivas internaciones. En cambio los pacientes
psiquiátricos que presentan M generalmente pueden llegar a ser dados de
alta sin que vuelvan a tener una recaída.
En síntesis, dan M en el número esperable, siempre hablando de formas
positivas, las personas inteligentes, maduras, imaginativas, creativas; con
suficientes recursos y posibilidad, de ponerlos en juego, con un rico
mundo interno y disponibilidad adaptativa, que asumen lo propio y pueden
demorar la expresión de lo impulsivo poniendo las cosas a distancia y te-
niendo, por consiguiente, la posibilidad de relacionarse afectivamente con
los demás. Y, lo que es muy importante, tienen conciencia de sus con-
flictos y cierta capacidad de insight. Por todo esto, no solo los genios, los
artistas o los creadores requieren M, también es importante que ellos estén
presentes en los psicólogos, que deben tener la capacidad para ponerse en
el lugar del otro, de comprenderlo, de entenderlo, como también la
posibilidad de volverse hacia sí mismo, de hacer introspección, aunque este
término resulte un poco anticuado; pero, en definitiva, el tener en cuenta la
contratransferencia sólo puede concretarse en alguien que esté muy atento a
la resonancia que le producen los acontecimientos del mundo externo. Por
otra parte, el psicólogo clínico requiere poseer capacidad de insight y tener
conciencia de sus conflictos para no mezclarlos con los de la persona que
consulta.

Aumento de M: El M en un número mayor de lo esperable, es decir más


de 5 M, expresaría una exacerbación de las implicancias mencionadas an-
teriormente. Pueden ser dados en personas muy inteligentes, como genios,
sabios o inventores, pero también en artistas muy imaginativos, personas
muy movilizadas o muy introvertidas que se refugian en su mundo interno,
a veces con inhibición de su actividad en el mundo externo. Esto se vería
acentuado, por supuesto, si hay poco color, que puede llegar en casos
extremos, si no hay color, a la paralización. O referirse a personas re-
servadas y calladas, si solo dan FC. En este sentido es interesante la ex-
periencia que cuenta Exner(lO) en dónde demuestra cómo aumentaban los
M en personas a las que se las inmovilizaba. También hay un aumento de
M en las personas que tienen una fantasía exagerada, en los histerofóbicos
y en el caso de ser movimientos muy eufóricos: los maníacos. Los
paranoicos, las personalidades de tipo paranoide y los esquizofrénicos para-

78
noides también aumentan Iots M; éstos últimos dando movimientos negativ-
os, ya que su proceso ideacional contribuye a deformar la realidad.
—r
La disminución de M, que haya menos de 3, puede deberse a la caren-
cia de recursos a los que se refiere el M en el caso de las personas poco
inteligentes, o a su inhibición, en el caso de las oligotimias, neurosis en
general (y particularmente la histeria) o con reducción de su energía psí-
quica por depresión. En definitiva serían personas que no pueden acercaree
a su fantasía, con poca capacidad creadora, por angustia o falta de inteli-
gencia —en el caso de los débiles mentales—. También en los lesionados
cerebrales.
Son pacientes que no pueden aceptarse, o acercarse a sí mismo o a los
demás.
En el caso de los psicópatas tenemos que hacer la salvedad de que se
encuentran casos de psicópatas que dan M, a veces en buen número y muy
bien vistos y hasta originales. Son los casos de los psicópatas que dirigen a
los demás, pensando y actuando al mismo tiempo —con gran cantidad de.
movimientos activos—. La disminución de M, es un elemento de mal
pronóstico terapéutico. Hay excepciones, como en el caso de los histéricos,
que no los dan si no están algo descompensados y que no siempre es índice
de mal pronóstico terapéutico. Por supuesto que el pronóstico entre un
histérico que no de M y uno que lo de va a ser mejor en el segundo caso. El
otro extremo sería la ausencia de M, (M=0), sólo se presenta en patologías
severas, depresiones graves, histerias, fobias o neurosis obsesivas muy
graves, psicosis, psicopatías, psicosomáticos, lesiones cerebrales impor-
tantes, autismo —sobre todo si falta el color—. Esta ausencia de M es
índice de gravedad, en cuanto a la imposibilidad de movilizar elementos
internos de la persona, por un blindaje defensivo, caracterológico, y por lo
tanto de pésimo pronóstico terapéutico aunque no lleguen a psicotizarse
nunca; pero, tampoco progresarán mucho en procesos terapéuticos. Por lo
menos requieren una movilización previa o en el transcurso de sus
psicoterapias. Es decir sería el equivalente al shock kinestésico o represión
del movimiento para Loosli-Usteri de los que vamos a volver a hablar
cuando mencionemos los fenómenos especiales relacionados con los M.
En nuestra experiencia con delincuentes encarcelados no hemos encontrado
M o a lo sumo 1 M. ¿
Una vez analizada la cantidad de movimientos humanos se hace necesario
estudiar la calidad de cada uno de ellos. Así debemos estudiarlos M dados
en detalles usuales, D, los M dados en respuestas globales, W; y en las
otras localizaciones. También analizar si los M son de tipo activo, dentro de
estos de extensión, de flexión, o pasivos, o mixtos.
Trabajos realizados en el Argentina, por Marta Pagola(l 1) y Vera Campo

79
demostraron con casos clínicos que los M en D están correlacionados con
conductas reales de la persona, que ésta tiene habitualmente en su vida
diaria. A cuáles de éstas conductas se refiere, a veces es deducible del tipo
de M. Por ejemplo: "personas discutiendo" en lámina VII. A veces se hace
necesario investigar exhaustivamente. Así por ejemplo "Dos mujeres
levantando una canasta" en lámina III. "Dos bailarines clásicos bailando,
con un decorado" también en lámina III-M en D, puede indicar una
conducta real de la persona de seducción o exhibición sublimada,
socialmente adaptada y en cierta forma sutil. Los M globales, dados en
respuestas W en cambio, se relacionan con fantasías no actuadas, con
cómo se ve, la persona, aunque no llegue a actuar de esa forma y no cómo
la ven los demás. Por ejemplo una mujer que daba en la lámina VII, en
posición invertida "Dos bailarinas de can-can en un baile moderno"
—respuesta W—; se vivía en su fantasía como seductora y mujer fatal. En
la lámina III daba en D "Dos mujeres fregando", que era como en realidad
ella actuaba, como la Cenicienta de la casa. Así vamos estableciendo
hipótesis sobre las conductas reales o fantaseadas de la persona en estudio.
También es interesante considerar si el M está dado en un contenido
humano: H o en un contenido de detalle humano: Dd. Así, un aumento de
M en Hd estaría en relación con personas inmaduras, tímidas o ansiosas.
También puede indicar una armadura caracterológica. Citando a Phillips y
Smith.
Vera Campo considera que en estas personas su responsabilidad es limitada
a pesar de su interés por adaptarse. En ellas los contactos y la auto-
afirmación son evitados. Esto es diferente de aquellos individuos que
enfatizan M en la localización de pequeño detalle Dd. En estos casos estos
autores consideran que el aumento de respuestas de M en Dd indican
personas cuyo "autismo refleja la resolución de conflictos interpersonales a
través del retraimiento". Trataremos este tema cuando hablemos más ade-
lante del movimiento klein, fenómeno especial asociado a dar respuestas M
enDd.
Tenemos que tener en cuenta también si las M son del tipo activo y, dentro
de éstas de extensión, de flexión o mixtos, o si son M pasivos. Los M de
tipo activo se dan predominantemente en aquellas personas que tienen
posibilidad de luchar y de enfrentar sus problemas, de modificar la realidad
activamente; pero lo concretan los que dan movimientos en extensión, que
realmente tratan de cambiar el mundo que los rodea y tienen una buena
relación con el afuera, con mayor facilidad también para establecer
vínculos interpersonales, ya sea de tipo positivo o negativo y por lo tanto,
son de mejor pronóstico. Los que dan movimientos en flexión son más
pesimistas, resignados, depresivos, más replegados cu sí mismos y son,
por lo tanto, de peor pronóstico. Según Exner(IO) dan movimientos en

80
flexión las personas sumisas y condescendientes, y en extensión aquellas
personas en las que se dan sentimientos de autoafirmación. De todos
modos, se encuentra un gran predominio de movimientos activos en
esquizofrénicos reactivos, desórdenes de carácter y en delicuentes. Estos se
refieren a una predominancia mayor de la esperable. Lo normal es que
predomínenlos movimientos activos sobre los pasivos, en una relación que
va de dos o tres a uno, es decir, dos o hasta tres movimientos activos por ^
cada movimiento pasivo. Según este mismo autor los movimientos \
pasivos se dan en personas que se dejan hacer, dependientes, y que no
usan su pensamiento para enfrentar sus problemas sino para evitarlos;
inmaduros, que piensan mucho, bloqueados que tienen fuerza para luchar
pero que algo se los impide, conflictuados, inhibidos o reprimidos. Se
encuentra un gran predominio de este tipo de movimientos en esqui-
zofrenias simples y en depresiones. Cuando hay un predominio de lo
pasivo sobre lo activo Exner habla de "el Síndrome de Blancanieves", es
decir personas que se dejan hacer sin participar activamente en nada, que se
someterían a la acción de otros sin tratar de modificar casi nada, a las cuales
las cosas les suceden "por el destino", "la casualidad", etc.; al igual que a
Blancanieves a quien las cosas les suceden o no le suceden por decisión de
los demás y no por propia decisión. Así no muere porque el leñador decide
no matarla, la auxilian los enanitos, le hacen comer la manzana enve-
nenada, el príncipe la besa y la despierta y ella acepta todo pasivamente.
Exner aclara además que los sujetos normales tienen una mezcla pro-
porcionada de ambos movimientos activos y pasivos; un predominio muy
grande de unos sobre otros se dan en casos de patología con mal pronós-
tico, con sucesivas recaídas. El obtenía al principio lo que llamaba el pun-
taje "d", restando los movimientos pasivos de los activos.
Los casos más patológicos serían cuando este puntaje daba más tres o
predominaran los segundos. Luego extrajo los porcentajes de cada uno,
siempre haciendo la sustracción de los pasivos a los activos y observó que
los casos psiquiátricos dan un 50% o más. A este porcentaje o índice "d" lo
llamó de flexibilidad de la actividad ideacional, mediante las cuales el sujeto
hace frente a su mundo. Cuando está aumentado implica una gran
inflexibilidad en la conducta. Los sujetos normales dan más mezclados
movimientos activos y pasivos, mostrando con ello mayor flexibilidad. El
porcentaje menor del 50% por lo tanto es un índice de buen pronóstico. Se
ha visto que se da en sujetos que no han tenido recaídas si han tenido un
brote psicòtico.
La M negativa, M-, es un elemento muy patológico, ya que representa la ,
unión de la ideación intencional y una grave distorsión perceptual. Se <
encuentra casi exclusivamente en personas autistas, en esquizofrénicos en
los cuales falla la lógica o muy eventualmente en débiles. También en los

81
neuróticos puede darse una falla de la lógica frente a determinadas
situaciones, con la presencia de algún movimiento negativo, pero no más.

Fenómenos especiales relacionados con


movimiento humano M
Los fenómenos especiales relacionados con M son: movimiento secunda-
rio, shock kinestésico, movimiento reprimido, movimiento oculto, movi-
. miento con doble sentido, movimiento klein.
Nos referimos a movimiento secundario cuando el movimiento se da en un
segundo momento, ya sea en el interrogatorio o en el período de la
asociación libre. Por ejemplo si una persona en lámina III dice "dos
personas..., se me ocurre ahora que podría estar jugando" lo mismo se
interpreta si al movimiento es agregado adicionalmente (y así se clasifica).
Serían personas que primero se bloquean, se toman tiempo y distancia, y
retardan el ponerse en contacto con su mundo interno de fantasía más rico.
Para Bohm aparece en maníacos y en epilépticos. Este último necesita más
tiempo para poder hacer este proceso de internalización, de interiorización.
Lo hemos observado también en otras neurosis por ejemplo en la histeria
de conversión. La significación del M es la misma que la de cualquier
movimiento humano. El tiempo que a la persona le lleve la conexión con su
vida interior estará dado justamente por el tiempo que demore la aparición
del movimiento.
El shock kinestésico, se da cuando en el protocolo no hay ningún
movimiento humano M o cuando no se ven las personas populares de la
lámina III en movimiento (aunque hubiese otras respuestas M en el test).
Su significado es de reforzamiento caracterológico de las defensas ante la
angustia, ya sea caracteropático u obsesivo y es de mal pronóstico
terapéutico. No tanto en cuanto a una patología severa, aunque también la
puede incluir, sino que en todo caso un shock kinestésico en un consultante
hablará de las pocas posibilidades de éxito de una psicoterapia, sobre todo
si además hay otros elementos que apuntan a ello. Si el paciente da otros
movimientos humanos y no da el de la lámina III esto puede deberse a
bloqueo, oposicionismo, no mostrarse, o ser diferente. Esto último puede
darse en adolescentes.
La represión de movimiento se da en el caso en que el M ha sido dado
explícitamente, pero después la persona trata de reprimirlo o negarlo. Por
ej.: si en la lámina VII dice "Dos nenas bailando" y luego considera que
"no... mejor es una estatua, están quietas". Este fenómeno se asocia con
personas que reprimen su creatividad y su fantasía como signo neurótico.

82
Algunos autores, entre ellos Holim consideran este fenómeno con equi-
valente al shock kinestésico. Para nosotros es muy importante diferen-
ciarlos.
El fenómeno especial de Movimiento Oculto hace referencia a aquellas
respuestas de movimiento" humano M, aunque a veces también se dan en
movimientos animales FM, con contenidos desvitalizados. A la inversa, la
desvitalización no implica siempre un. movimiento oculto. Para Bohm(4)
son interpretaciones que se producen como movimiento, pero que luego, al
ser formuladas aparecen despojadas del carácter kinestésico. El factor
kinestésico está ausente de la conciencia que no quiere reconocerlo como tal
y recibe como una especie de muerte artificial. La vivencia kinestésica
desaparecería cuando se formula la interpretación, pero existiría antes que
ella. En este sentido sena también lo contrario de los movimientos
secundarios, ya que en estos la vivencia kinestésica se realiza después de
que la interpretación ha sido expresada. Son ejemplos de movimiento
oculto: lámina VII "la estatua de dos mujeres dándose vuelta", lámina III
"Sombra de dos personas que levantan un recipiente del suelo". Bohm(4)
no clasifica estas respuestas como M. Para nosotros es casi siempre un
movimiento humano, y lo clasificamos como tal. El movimiento oculto
para Bohm tendría que ver con un pacto, la intuición se aventura
espontáneamente hacia un movimiento pero es desviada por una oposición
que no se manifiesta claramente. Estas respuestas expresarían la lucha entre
dos tendencias psíquicas, la adopción de una actitud o la identificación con
una persona y la oposición que quiere tener reprimida en el inconciente esta
actitud o esta identificación. Pero la oposición es demasiado débil y
sobreviene el desbordamiento de lo reprimido. De la misma manera que el
concepto de Freud (12) en su artículo sobre "La Negación" en donde ésta
es tratada como un compromiso entre el reconocimiento intelectual y el
rechazo afectivo. Para Freud "un contenido de representación o de
pensamiento reprimido puede irrumpir en la conciencia a condición de que
se deje negar. La negación es un modo de tomar noticia de lo reprimido; en
verdad es ya una cancelación de la represión, aunque no, claro está, una
aceptación de lo reprimido. Se ve cómo una función intelectual se separa
aquí del proceso afectivo. Con ayuda de la negación es enderezada sólo una
de las consecuencias del proceso represivo, a saber, la de que su contenido
de representación no llegue a la conciencia. De ahí resulta una suerte de
aceptación intelectual de lo reprimido, con persistencia de lo esencial de la
represión...". "Por medio del símbolo de la negación, el pensar se libera de
las restricciones de la represión y se enriquece con contenidos
indispensables para su operación". (En nuestro ejemplo dado más arriba de
"la estatua de dos mujeres dándose vuelta" en lámina VII, además de
considerarlo M, acorde a nuestro enfoque de contenidos múltiples en este

83
ejemplo pondríamos como contenido humano-arte; es decir que no se
perdería a la interpretación los dos niveles: el manifiesto inanimado y el
latente humano, con la posibilidad del sujeto de acercarse a su mundo
interno). Estas respuestas son dadas casi sin excepción por personas que se
encuentran o bien en tratamiento psicoterapéutico o en una crisis vital que
les obliga a proporcionar una respuesta hasta ahora clasificada como
típicamente neurótica. En realidad son índice de un proceso de relajación
que libera antiguas represiones. Indica una movilización interna positiva.
Los movimientos reprimidos, el shock kinestésico, son comprensibles en
cuanto a la causa y son signos de una represión que señala hacia el pasado.
Los movimientos ocultos serían síntomas de una liberación, son
comprensibles en cuanto al fin y apuntan al futuro. El movimiento repri-
mido indicaría el proceso neurótico desencadenado; el movimiento oculto
que la curación o modificación se encuentra en camino. A veces aparecen
ambos en un mismo protocolo. Es decir que el movimiento oculto da idea
de una persona que empieza a aflojar represiones.
Otro fenómeno especial relacionado con M son los movimientos con doble
sentido, descriptos por Zulliger(13). Por ejemplo, en lámina III, "dos
hombres quieren alcanzarse con las manos o ambos retroceden". Son tam-
bién llamado "movimientos disociados". El sujeto asigna un movimiento y
su contrario en la misma respuesta, en el mismo contenido humano.
También cuando da movimientos alternativos no necesariamente opuestos.
Según Zulliger(l 3) "se trata de una tendencia encubridora dirigida contra el
propio interior, o sea un no querer ver; actúan aquí tendencias de huida y
desdoblamiento". Para nosotras(14) "indica la coexistencia de tendencias
^ distintas y a veces opuestas dentro de un individuo, lo que da lugar muchas
jf veces a actitudes ambivalentes. Se los encuentra en neuróticos, caracteres
esquizoides y en estados de ánimo opuestos (risa-llanto).
Otro Fenómeno Especial que tienen que ver con M es el movimiento klein.
Es el movimiento humano localizado en Detalles inusuales —ya sea peque-
ñísimo detalle (Ddd), o Detalle externo (Dde), o de borde, Detalle raro
(Ddr) o Detalle interno (Ddi) y también en espacio en blanco (S).
Aunque está descripto para M, puede darse también con contenido animal
(FM) y puede verse la persona entera —y aún escenas de varios— o sólo
una parte de ella. Es un fenómeno especial poco investigado, que por otra
parte se encuentra pocas veces y en el que no hay realmente acuerdo sobre
su interpretación. En cuanto a conducta parecerían asociarse a conductas
esporádicas de la persona, que pueden aparecer excepcionalmente o rara
vez. En cuanto a la interpretación, nuestra experiencia coincide con los
autores que consideran que el movimiento klein apunta a núcleos muy
enquistados dentro de la personalidad, que serían muy patológicos, núcleos
psicóticos si están dados con una F- (M-). Parecieran elementos disociados

84
y separados del resto de la personalidad, En nuestra experiencia lo hemos
encontrado en pacientes con mal pronósitco terapéutico. Hacen referencia a
conductas bizarras, o a personas muy fabuladoras y delirantes. Para al-
gunos autores, si se da el M con espacio en blanco S — M en S—
indicarían conductas contrafóbicas u opuestas a las que la persona tiene en
realidad. O sea, son personas que se comportan de modo totalmente
diferente al que muestran esos movimientos. Si los movimientos klein son
muchos, indican aspectos paranoides y patologías severas, si la forma es
mala. Lo hemos encontrado asimismo en psicopatías. Vera Campo(23)
citando a Phillips y Smith indica que los "individuos que enfatizan M en
Dd, su autismo refleja la resolución de conflictos interpersonales a través
del retraimiento. Tanto M en Hd como M en Dd implican cronicidad y una
armadura caracterológica rígida". Continúa diciendo que "las personas con
M en Dd desarrollan técnicas de adaptación peculiares, ajenas al inter-
cambio social común y es poco probable que pidan ayuda terapéutica.
Con todo, si esto ocurre, será tarea de la terapia el intento de debilitar y
eliminar las técnicas atrincheradas y relativamente exitosas logradas".

Presencia de M en respuestas de contenido animal "*


Esta excepcional manera de utilizar M —no porque se encuentra poco
frecuentemente, sino por su rareza—es interpretada desde dos puntos de
vista. Uno tiene en cuenta un desplazamiento incompleto, un quedarse en el
camino entre un proyectar y desplazar y el asumir. Así si se lo ve desde la
óptica de que tendría que haberse dado un FM (movimiento animal), serían
respuestas de individuos que buscan regresivamente un refugio en la
fantasía infantil por sentir el mundo real amenazante. El segundo punto de
vista tiene en cuenta fundamentalmente la presencia del M. Serían sujetos
hipermaduros, sobreadaptados. Es decir aquellas personas que no reco-
nocen sus propios aspectos inmaduros, infantiles y a toda costa tratan de
aparecer adultos y maduros. Hemos encontrado también la presencia de M
en respuestas de contenidos animal en esquizofrénicos, con una conno-
tación bizarra. Esta tendría que ver con situaciones tempranas frustrantes.
De ahí la proyección en animales del movimiento humano y del vínculo.
Dichos movimientos carecen de lógica, siendo la fantasía psicòtica. Casi
siempre hay un elemento confabulatorio en la respuesta. Por eso es muy'
importante preguntar por la lógica de tales respuestas, a fin de realizar un
adecuado diagnóstico diferencial. Por supuesto que ellas tendrían otra
significación en un protocolo infantil.
Cuando se proyectan Movimientos humanos en personajes animales de,
Dibujos animados la significación difiere de lo anterior. Consideramos que
en esos casos no habría falta de lógica. Por el contrario estaría en relación
con un tomar contacto por parte del sujeto con sus propios aspectos
infantiles y la eventual posibilidad de sublimarlos. En estos casos en el
protocolo deben aparecer otros elementos que muestran aspectos más
maduros de la personalidad, tales como M+, FC, FK, etc.

Presencia de M en respuestas de (H)


El movimiento humano está dado aquí en seres irreales, fantásticos,
interpretándose esto como un intento de alejamiento de lo humano. La
significación del movimiento es la misma, pero no se lo asume como
propio, no hay tanta conciencia de conflicto, ya que se da en un ser
humano bastante alejado de uno, aunque sea humano al fin. Continuaremos
este tema en el apartado correspondiente a contenidos (H).
Así, como hemos visto, M es uno de los determinantes más ricos no sólo
por su significación, sino justamente porque da lugar a mayor número de
interpretaciones y de calidad de las mismas. Destacamos que es uno de los
elementos más importantes a tener en cuenta no sólo en un pronóstico
terapéutico, sino también a nivel pronóstico en Selección de Personal, y en
el trabajo de Orientación Vocacional ya que los M están directamente
relacionados con las identificaciones de un sujeto realizando una acción. Al
mismo tiempo nos informa sobre la capacidad o no para la ejecución de un
determinado rol y nos revela algunos aspectos de la vertiente motivacional
interna de la personalidad.

Movimiento animal FM
El FM es un determinante cuya presencia se considera positiva aunque su
número ideal esté supeditado al M. Lo esperable es que haya igual o
ligeramente menor número de FM que M. No que aquellos superen a éstos.
Estas respuestas han sido objeto de estudios, especialmente por Klopfer,
Piotroswki, Schachtel y en relación a las fobi as, por Vera Campo.
Klopfer(5) relaciona las FM con las capas más primitivas y arcaicas de la
personalidad, sea que tengan base instintiva o hayan sido adquiridas muy
tempranamente, hipótesis que explica por qué los niños visualizan más
animales en movimiento. Esto le hace suponer a este autor que el individuo
que da un número excesivamente abundante de FM sería emocionalmente

86
infantil. Portuondo(15) dicc que M tiene que ser mayor que la suma del FM
+ m para que haya capacidad de sublimación. En nuestra experiencia difí-
cilmente se encuentra que M supere a los otros dos. Consideramos que es
más operativo, a los fines de la interpretación, comparar M con FM y M
con m.
Para Piotrowski(9) las FM representan el papel prototípico en la vida de un
sujeto, que influye sobre su comportamiento ostensible únicamente en los
estados de integración deficiente o de disminución de la conciencia con
control defectuoso. Estos últimos estarían representados por la intoxicación
alcohólica, luego por la ansiedad severa, terror súbito, fatiga extenuante,
impulsos instintivos poderosos, inanición, drogas, episodios psicóticos,
etc. Las FM expresan asilos roles vitales que fueron prototípicos en el pasa-
do del sujeto, posiblemente antes del sexto año de vida. Este autor conside-
ra que las FM están determinadas subcorticalemnte con pequeña o ninguna
intervención cortical, en cambio las M pueden determinar los tipos de
actividad que se encuentra controladas por la corteza cerebral más que
subcorticalmente.
Schachtel(20) considera que tanto las M como las FM representan la
experiencia del pasado, ya que todas las actitudes de una persona son
producto de su pasado, particularmente de su infancia temprana. De todos
modos, las FM están conectadas con los impulsos más hondos de la
personalidad, reprimidos o no, con una mayor intensidad que las M. Un
aumento de las FM estaría en relación con una capacidad empática más
débil y una identificación más dificultosa.
Para Vera Campo(ló) las FM se refieren probablemente a actitudes o
tendencias que deben permanecer fuera de la conciencia pero que tienen su
representación desplazada a través de la "fluidez interior" en el Rorschach.
Esta implica la capacidad de proyectar movimientos —fantasías—, y es la
expresión de una cierta madurez y flexibilidad defensiva en la estructura del
Yo. Las FM representarían una actitud de permanente alerta frente a
estímulos que como lo señala Liberman enla persona atemorizada y huidiza
tienen por fin evitar la angustia. "El aumento de FM debido a su conocida
connotación de inmadurez tanto afectiva como perceptual pudiera indicar el
fracaso de la posibilidad de simbolización —en el nivel humano— de
fantasías de ataque y de excitación frente a la escena primaria o la pareja
edípica; la excitación sexual y la rabia se convierten en el objeto fobígeno".
Así Vera Campo analiza el típico manejo fóbico en el que el objeto o
situación peligrosa es evitada a través de procesos de represión, disociación
y desplazamiento de fantasías y afectos intolerables desde el nivel humano
M al nivel animal FM.
Coincidiendo con esos autores consideramos que los FM aparecen ligados
con la vida instintiva, con impulsos primarios arcaicos muchos de los

87
cuales el individuo adulto no reconoce como propios, ya que muchas veces
escapan a su posibilidad de manejo, por no tolerar ser frustrados en la
consecución de su finalidad y que por lo tanto se reprimen, aunque
sistemáticamente retornan, en este caso en las respuestas FM. Como estos
impulsos se refieren a la conducta instintiva que predomina en los primeros
cuatro o cinco años de vida, son considerados como infantiles y su
presencia exagerada en el adulto hablará de inmadurez e infantilismo. Su
característica es la de tener premura por expresarse y satisfacerse; por
buscar la gratificación inmediata y no tolerar postergación alguna, ni
objetivos más mediatos. Por tanto, el individuo maduro se avergonzaría de
ellos, proyectándolos y desplazándolos luego a los animales en los que la
vida instintiva o impulsiva está permitida por su irracionalidad. Gene-
ralmente se relacionan con impulsos agresivos, tanáticos, aunque pueden
también ser eróticos o ambos mezclados. Pueden referirse a rabia, exci-
tación, rivalidad, competencia, agresividad y también a necesidad de
logros.
Consideramos que la presencia de un número adecuado de FM hace
referencia a personas que se permiten expresar libremente sus impulsos
infantiles. En cómo lo hace hay que verlo también en relación al color (FC,
CF o C). Pero, en principio hacen referencia a personas espontáneas y que
tienen la dosis de energía instintiva necesaria para cumplir con su finalidad
individual, pero supeditados a los requerimientos sociales.
De todos modos, debemos tener en cuenta que los FM, por su dosis de
infantilismo, pueden implicar cierto grado de agresividad, irresponsa-
bilidad, distracción y regresión. Es conveniente estudiar la posible
significación de los mismo, es decir a qué tipo de impulso pertenecen: si
son movimientos de lucha, de ataque, de cooperación, libidinosos. Los
más comunes son los de tipo agresivo y tienen que ver con la primitiva
deflexión del instinto de muerte. Muchas veces representan la rabia y la
excitación juntas.
Exner(lO) vio los FM correlacionados con las necesidades básicas internas,
ya que en estado de privación los FM aumentaban. En una comunicación
personal en un seminario, que dictó previo al Cuarto Congreso
Latinoamericano de Rorschach que se realizó en Rosario en 1980, relató la
experiencia de voluntarios a los que se encerraba en habitaciones sin
iluminación natural y a las que se les proveía los elementos básicos de
subsistencia, pero sin tener ningún contacto con el mundo extemo.
Periódicamente se les administraba Rorschach y se veía un aumento
considerable del FM al final de la experiencia, que él adjudica al incremento
de sentimientos agresivos que esta situación les provocaba. Exner también
comprobó experimentalmente que los FM aumentan bajo condiciones de
inmovilidad física y también bajo la influencia del alcohol.

88
El aumento de FM significaría un exceso de impulsividad y de vida
instintiva, que puede hacer irrupción en la conducta. Serían personas infan-
tiles, agresivas o libidinosas, muy luchadoras, con premura por expre-
sarse, con rabia, bronca interna, excitación, que de no poder expresarlas se
transforman en un síntoma o ansiedad fóbica o miedos. Aquello que temen,
que tratan de reprimir irrumpe a través de los FM. De lo contrario, es decir
de no haber un síntoma o angustia fóbica, es probable que la persona actúe
como un chico de 4 ó 5 años, que no tiene capacidad de espera ni de
demora frente a lo impulsivo, que exige gratificación inmediata a sus
necesidades y que tiene premura por expresarse, con baja tolerancia a la
frustración y actúa si hay además color sin forma (C) o ausencia de
color.
El FM disminuido implica represión excesiva de los impulsos infantiles.
Puede ser una persona sobreadaptada que no se permite expresar ni sentir
placer o agresividad. Si el FM es igual ajO esta vida instintiva no está
reconocida ni aceptada por el individuó —ya que no la tiene mentalizada—.
Puede ser actuada disociadamente y por lo tanto de manera más peligrosa,
como por ejemplo en el caso del perverso; o puesta en el cuerpo pudiendo
hacer un síntoma corporal serio o una enfermedad psicosomática.

Fenómenos especiales relacionados con


movimiento animal FM
Los fenómenos especiales relacionados con FM son: Negación de FM, FM
secundario, (FM) no propio de la especie, FM en figuras humanas.
Nos referimos a Negación de movimiento animal cuando el sujeto da en
principio como determinante el FM pero después lo niega. Esto se asocia a
la represión de las necesidades instintivas. Es el no reconocimiento y la no
aceptación de los impulsos, por ser vividos como peligrosos. Vera
Campo(l 6) expresa que el FM implica una proyección y un desplazamiento
de impulsos no del todo aceptados por el sujeto; pero el hecho de ser
movimiento y atribuido a un ser vivo, hace que esté más cercano a que el
individuo lo reconozca como propio; por eso su negación implica un
"volverse atrás" en este proceso de probable reconocimiento.
Estadísticamente este fenómeno especial se lo ha encontrado en "hombres
que pasan por períodos de impotencia (y aún impotentes), en perversos
(fundamentalmente homosexuales) y también, significativamente, en muje-
res frígidas, comúnmente histéricas".
El FM secundario, al igual que el M secundario es cuando el FM se da en
un segundo momento, ya sea en el interrogatorio o en el examen de límites.

89
El FM como significación tiene la misma que cualquier FM, pero nos está
indicando que el sujeto necesita tiempo para conectarse con sus vivencias
instintivas.
El (FM), movimiento animal no propio de la especie por ejemplo "un co-
nejo volando" pareciera que tuviese que ver con el surgimiento de instintos
parciales.
El FM dado en figuras humanas los hemos encontrado relacionado con
falta de adecuación a la realidad y con conductas atípicas.

Movimiento inanimado m
La mayoría de los autores coinciden en que estas respuestas se relacionan
con los impulsos más primarios y más arcaicos, con las fuerzas instintivas
propias de los primeros meses de vida y que se proyectan al mundo externo
Son por lo tanto más reprimidas y menos reconocidas por el sujeto. Esto es
así dado que el movimiento está dado en objetos o fuerzas de la naturaleza
o como movimiento impreso por otro ser. Por eso son vividos como
fuerzas fuera del control del individuo y amenazantes desde afuera.
Piotrowski(9) considera que en las respuestas M y FM las partes de la
mancha imaginadas en movimiento son partes de un mismo organismo que
inicia las acciones y/o las reacciones. En cambio, en m la relación entre el
objeto y la fuerza que inicia o detiene ei movimiento no es tan intensa, dado
que dicho objeto no tiene ningún propósito que parta de su propia elección
y la calidad y adecuación de su movimiento en general son determinados
por fuerzas exteriores a sí mismo. Los objetos relacionados con m son
incapaces de desear o generar sus propios movimientos o acciones; actúan
pasivamente sin tener ninguna reacción sentida concientemente. En cambio
los agentes de M o de FM son autores de sus propias actividades y
posturas y tienen sus propios deseos y voluntades.
Este autor nos dice que los roles prototípicos de la vida o tendencias a la
acción indicados por m están menos integrados en la personalidad del
sujeto que los revelados por M o FM. Los objetos no orgánicos e
inanimados no tiene sentimientos, memoria ni capacidad de aprendizaje por
la experiencia y consecuentemente no tienen expectativas ni concepto de
futuro. Por analogía entonces considera que las m no representan fuerzas
conductoras actuales sino que en el mejor de los casos son fuerzas
conductoras latentes. Por eso Piotrowski(9) expresa que la tabulación de
los m indica roles prototípicos de la vida que el sujeto siente como desea-
bles y placenteros pero irrealizables, Por eso, un poco de amargadura de
frustración y de tensión es el regular concomitante de m. Por otra parte nos

90
dice que las m están correlacionadas con dos específicos rasgos de la
personalidad: la tendencia a una habitual autoobservación psicológica y la
inteligencia superior. Considera que cuando los sujetos realizan un
tratamiento psicoterapéutico, a la finalización del mismo las m decrecen en
número o desaparecen completamente, aparentemente como resultado de
haberse dado cuenta el sujeto que sus tendencias puestas en m no podían
ser plenamente realizadas y que era mejor renunciar a ellas que aferrarse a
esperanzas ilusorias. En algunos casos a medida que el paciente presu-
miblemente fue capaz de expresar sus tendencias m las mismas se transfor-
maron en una fuerza conductora y las m cambiaron transformándose en M.
Vera Campo(17) realiza un enfoque psicoanalítico de las respuestas de
movimiento inanimado, considerando que las mismas representan una
situación de ansiedad paranoide, ligada a la idealización y que hasta un
cierto grado es una precondición para ser capaz de reconocer, apreciar y
reaccionar frente a situaciones reales de peligro. El Yo se siente amenazado
por fuerzas ajenas a su control. Esto tanto en el sentido de sometimiento
pasivo a tales fuerzas como en el sentido de perder el control sobre ellas.
Estas fuerzas, debido a la disociación, represión y/o negación, no son
consideradas como pertenecientes al Yo. Al vivenciar esta situación de
peligro se origina una sensación de conflicto y tensión que se puede
manifestaren la conducta observable ya sea como irritabilidad, angustia y/o
depresión. Pueden tratarse de fantasías ligadas a impulsos y deseos
aceptados o no, idealizados o no, considerados como irrealizables por el
Superyó o por las exigencias de la realidad, que como tales provocarían
además sentimientos de culpa inconscientes, en general, provablemente
vividos como frustración. Además de funcionar como señal de alarma —y
en este aspecto representa una lucha por mantener la integración del Yo,
por reconocer peligros— también podrían indicar una ruptura de defensas
inminente (más si son mF o m). El sujeto puede estar identificado con sus
impulsos o deseos irrealizables sean ésos de índole omnipotente o mega-
lomaníaca o de índole pasiva,o puede rechazarlos. En ambos casos sufre
las consecuencias de su presión: el sentirse amenazado perseguido por lo
destructivo de la situación interna. A veces también las m son indicadoras
de un matiz de índole depresiva, en especial cuando los movimientos son
de fuerzas indecisas y gravitatorias. Debemos distinguir los casos en los
que predomina la tensión de aquéllos en los que lo más significativo es la
vivencia o noción de conflicto. En está diferencia residiría el factor positivo
de las respuestas de movimiento inanimado de señal de alarma o negativo
de ruptura de las defensas. Para comprobar estas hipótesis esta autora rea-
liza una investigación en 72 casos neuróticos y psicóticos de nivel intelec-
tual normal que presentan 3 o más respuestas de movimiento inanimado en
Principal. El aumento de m no coincide con la gravedad de los casos. Se

91
intentó verificarla hipótesis de Alien respecto de la gravedad o pobre salud
mental cuando m es mayor que la suma de M + FM. También se estudió la
relación M a FM + m de acuerdo a la hipótesis de Klopfer según la cual el
número de FM + m no debería exceder el valor de 1,5 M ya que tal exceso
señalaría la interferencia de impulsos arcaicos, tensión y conflicto en el uso
de recursos internos maduros M. Si bien en la mayoría de los casos M es
menor que la suma de FM + m esto sólo confirmaría el bloqueo de recursos
internos de esta población que tiene tres m o más. La hipótesis de Alien
solo se cumple en la mitad de los casos considerados graves. De acuerdo a
la comparación de Fm versus mF + m, Fm fue siempre menos en can-
tidades absolutas en los psicóticos y en las crisis de descompensación.
Además en estos dos grupos aparecía la mayor cantidad de Fm negativas.
Por otra parte acorde a esta investigación, sería discutible la hipótesis de
Klopfer de que solo los individuos con buena integración emocional
parecen ser capaces de dar m ya que todos los casos diagnosticados como
muy enfermos usan este determinante. Destacamos sí que en estos casos la
l'orma está ausente o es secundaria. Lo importante de señalar es que tanto
los sujetos neuróticos como los psicóticos usaron el movimiento inani-
mado: Se estudió también en este trabajo la hipótesis de Alcock(18) en
cuanto a la importancia del control formal sobre el movimiento inanimado,
lisia se cumple en el grupo psicòtico donde era mayor m + mF que Fm,
como así también la presencia de Fm-, La hipótesis de Piotrowski(9) y de
Klopíer(5) respecto a la presencia de m como inhibición de la actuación
choca con lo que Vera Campo observó en el grupo de conductas manifiesta-
mente agresivas y, específicamente, la hipótesis de Piotiowski que consi-
dera m como contraindicación de actuación violenta, no fue confirmada,
l'ara Klopfer ello está en relación a respuestas Fm + y antigravitacionales,
lo cual sí se confirma por esta investigación y por nuestra propia expe-
riencia. Para Beck la m de tipo gravitacional se encuentra en esquizo-
frénicos. Esta hipótesis no se cumple tampoco acorde a la investigación
antes citada ya que en los psicóticos de este grupo de investigación se ven
como contenidos predominantes los m antigravitacionales e indecisos.
Klopfer considera que una o dos m es reflejo de fuerzas que están fuera del
control yoico, que amenazan la integridad de la organización de la perso-
nalidad. Son fuerzas que pueden provenir de su interior, como impulsos
que amenazan su autoimagen o su sistema de valores —y de allí m
representaría tensión y conflicto, debido a la necesidad de reprimir esos
Impulsos o desde el exterior, como fuerzas ambientales, incontrolables y
frustrantes. La m es considerada entonces por este autor como señal de
ahuma ante fuerzas que amenazan la estructura del Yo, por inundación o
por fragmentación de la integración actual.
También como intento de lograr una integración entre la vida de impulsos y

o>
los valores del Yo. Sería un índice de que este último no se abandona a la
disociación y a la desintegración. Serían más positivas las m antigravita-
torias. Por eso considera que la presencia de Fm+ indicaría que no hay una
desintegración psicòtica o que el sujeto aún se defiende de ella. Por otra
parte la presencia de Fm positiva y antigravitatoria excluiría la tendencia ala
actuación.
Alcock(18) pone el acento en el reconocimiento de fuerzas externas que
representan un desafío para el hombre y cuando no son controladas, en el
caso de la mF o m pura, una amenaza.
Para Alien tendrían que ver con las fuerzas más reprimidas en la estructura
de la personalidad.
La escuela francesa, a través de Nina Rausch de Traubenberg(19), se
refiere a m como ligadas a la carga afectiva y energías muy profundas en
relación a la angustia o a la culpa.
Schachtel(20) considera que la persona se encuentra mucho más identifi-
cada con la M que con m. Esta implica deseos y esperanzas pero la incapaci-
dad de realizarlos, por lo tanto la persona no se considera responsable de
ellos. Por ejemplo una respuesta de "erupción de un volcán" puede implicar
el deseo y el miedo a su vez de soltar los impulsos reprimidos. Son menos
frecuentes en chicos para este autor.
Ames(21) pone el acento en que m representa fantasías e identificaciones
parciales que en parte han sido repudiadas, con la sensación del sujeto de
ser recipiente de una acción más que de actuar, "esto me sucede a mf', más
que "yo tengo este deseo" o "hago esto".
Para Exncr(10) m está en relación con fuerzas o impulsos fuera del control
de sujeto y también con pensamientos e impulsos inadecuadamente integra-
dos en la estructura cognitiva. Además estarían en relación con la frustra-
ción, especialmente en las actividades interpersonales. Ha encontrado que
en esquizofrénicos se encuentra en un número menor a uno, lo cual
pareciera ser contrapuesto completamente a lo que dicen otros autores,
pero coincidente con lo de Klopfer, en efsentido de que la presencia de dos
o tres m indicaría por lo menos un Yo que está haciendo el esfuerzo por
mantenerse integrado. Exner dice también y en esto coincide con otros auto-
res, que la m es una señal de aviso, de tensión excesiva, de frustración y/u
hostilidad en la integración de la personalidad, de quebrantamiento y de
presión de fuerzas desintegradoras. Se asocia a un sentimiento de urgencia,
a condiciones de tensión. Para él se asocia con fuerzas irritantes, dese-
quilibradoras, y al malestar por no poder entablar relaciones estabilizadoras
con el entorno y que por lo tanto el sujeto puede llegar a la desorganización
y desintegración de sus patrones de respuesta. Como ejemplo de todo ésto
relata una experiencia en la que se les ha tomado Rorschach a personas que
están a punto de naufragar en un barco, donde se ve un aumento signi-

93
ficativo de la m; y en dónde la relación con la ansiedad persecutoria es
bastante clara. Es decir que, la m aumenta en cualquier situación de stress.
Coincidiendo con la mayoría de los autores, consideramos que si hay un
término que define al m es el de tensión. Esta se produce ante lo
desconocido y amenazante, desde el mundo externo, por proyección dé los
impulsos que amenazan la autoimagen o el sistema de valores. De todos
modos el individuo toma conciencia de que algo le pasa y en este sentido es
considerada como angustia señal y su presencia sería positiva en el
consultante, ya que implicaría un aviso de que le sucede algo, más aún si
da contenidos perturbadores. Es decir, el sujeto sabe que algo le pasa y le
teme. Además se ha visto que es un elemento de buen pronóstico tera-
péutico. Nos estamos refiriendo, por supuesto al Fm+. Difiere mucho la
interpretación cuando el movimiento inanimado tiene forma secundaria
—mF- o la misma está ausente: m. En estos casos habría mucha mayor
disociación y menos reconocimiento de los conflictos. La disociación total
estaría dada por la m pura, de la que Bohm habla como Descripción
Kinética, refiriendo que se da exclusivamente en esquizoides o en
esquizofrénicos. Nosotros pensamos que puede darse en otros cuadros. De
cualquier forma, implica un grado de disociación y de expulsión, de
proyección mucho mayor y además una tensión mucho más descontrolada,
más sin forma y sin. contención. Se asimila al miedo corporal al ataque
externo, por proyección. Si el sujeto sabe a lo que le teme daría Fm como
significación de miedo. La sensación es de desconfianza, de que se puede
explotar en cualquier momento. Aunque, como ya lo señalamos, si da Fm
puede organizar algo su tensión, aunque siempre adjudicando el origen
afuera, a menos que se dé en combinación con M en la misma respuesta.
En este caso pareciera asomarse a fuerzas que provienen desde el interior, a
impulsos que deben ser reprimidos y a los que la persona tiene más o
menos conciente como proveniente de sí. Cuando hay un gran aumento de
la ansiedad persecutoria en un protocolo se encuentra aumentado m en
todas sus formas Fm, mF, m+ y M. De la calidad formal de los
/ determinantes y del predominio formal (en caso de m) se inferirá el grado
de patología. El hecho de dar Fm implica la posibilidad de darle un
contenido lógico a la tensión o a la ansiedad persecutoria.
La interpretación positiva o negativa de m sólo puede derivarse del estudio
de la totalidad del protocolo Rorschach y no solamente del mayor o menor
número de m, mF, o Fm. Ni tampoco sólo de su contenido , ni de su sola
relación con M y FM.
Es importante destacar la combinación de m con otros determinantes, tales
como Color C, Color acromático C' o Claroscuro K. En estos casos
relacionado a angustia y culpa. La combinación entre ellos en una misma
respuesta hacen que se potencien en su significado; m relacionado con C

94
está en conexión eon los afectos, impulsos y fantasías a ellos asociados que '
crean tensión y angustia en el individuo y que puede llegar a la actuación
impulsiva y descontrolada. La asociación de m con C puede referirse 1
también a la presencia de afectos ingobernables y por lo mismo perse-
cutorios. La conexión de m con K se vincula a ansiedad flotante e invasora,
además de la angustia. Cuando encontramos m con C en general tiene que
ver con un refuerzo de la situación persecutoria, tanto en una vertiente
pasiva como con la actuación por desesperación.
El número esperable de m es de 0 a 2. El aumento de m implica desde I
inmadurez hasta el estar a merced de las fuerzas extemas que el sujeto
siente como hostiles. Muchas veces es más negativo sin embargo no dar
ningún movimiento inanimado. Salvo en las personaliddes normales. Las
personas consultantes que no tengan m preocupan porque pueden estar en
tensión constante como por ejemplo en el caso del neurótico obsesivo el
hecho de no dar ningún movimiento inanimado da a pensar que la tensión
no está mentalizada y puede estar puesta o actuada en una conducta ritual.
Nosotros, consideramos que el movimiento inanimado si bien hace
referencia a lo que el individuo menos asume como propio, más reprime,
más disocia de su personalidad hasta cierto punto es positivo como muestra
de angustia señal. En el caso de que sea Fm+ es además un buen índice de
la capacidad del sujeto de movilizarse y por lo tanto de buen pronóstico
terapéutico. Destacamos que la presencia de m en sí no es negativa sino que
en algunos casos puede ser positiva. Hasta dos o tres movimientos
inanimados serían esperables y positivos como indicador de que la persona
tiene conciencia de que algo le está pasando y que tiene preocupación por
esto.

Fenómenos especiales asociado con


movimiento inanimado —m—
El fenómeno especial asociado con m es la llamada por Bohm(4). Des-
cripción Kinética o quinética, que son descripciones de movimiento,
observaciones que hace el sujeto y que no constituyen una respuesta. Para
este autor son "interpretaciones descriptivas de la imagen de un movim iento
mecánico que no se halla ligado a un objeto concreto". Si bien Bohm no
clasifica el movimiento inanimado para nosotros algunas de estas
descripciones kinéticas podrían ser clasificables como m pura, dado que
son respuestas sin contenido. Así por ej. "algo que se mueve",
"movimiento", "torbellino".

95
Notas
(1) Rorschach, H. Psicodiagnóstico. Buenos Aires, Paidós, 1948, 1972 y
1979.
(2) Beck, S. Le Test de Rorschach. Tome Premier, Paris, Presses Universitaires
de France, 1967.
(3) Bahía, Baer. El test de Rorschach desde el punto de vista psicoanalitico.
Buenos Aires, El Ateneo, 1949.
(4) Böhm, E. Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach. Madrid, Ediciones Mo-
rata, 1973.
(5) Klopfer, B. y Davidson, H. Manual Introductorio a la técnica de Rorschach.
Buenos Aires. Paidós, 1974.
(6) Endara, J. Test de Rorschach. Madrid. Editorial Científico medico.
(7) Campo, V. y Jubert E. M y Disociación derecha en el Rorschach en la Argentina.
Bs. As. Año 5, N° 1 y 2. 1974.
(8) Slullitel, S. Hipótesis interpretativa de las respuestas de movimiento huma-
no a la luz de la teoría de las Relaciones Objetóles. Revista de Rorschach. Año 1,
N a 2. 1969.
(9) Piotrowski. Perceptanalysis Fouth Printing Ex Libris. Philadelphia Pa.
1979.
(10) Exner, J.E. (Jr.) Sistema comprensivo del Rorschach. Tomo I. Madrid,
Pablo del Río Editor, 1974.
(11) Pagóla, M. "Dos índices de pronóstico# en Rorschach", en El Rorschach en
la Argentina, Buenos Aires, Año 5, N e 1 y 2, 1974.
(12) Freud, S. Obras Completas. Artículo "La Negación". Tomo 19. Buenos Ai-
res. Editorial Amorrortu.
(13) Zulliger, H. El tes Z. Un test individual y colectivo. Buenos Aires, Kape-
lusz, 1970.
(14) Passalacqua, A. y Gravenhorst, M.C. Los fenómenos especiales en Rors-
chach. Buenos Aires, Centro Editor Argentino, 1988.
(15) Portuondo, J.A. El Psicodiagnóstico de Rorschach en Psicología clínica.
Madrid, Biblioteca Nueva, 1970.
(16) Campo, V. Valor Diagnóstico de la Respuestas de Movimiento Animal en
las fobias. Revista de la Asociación de Rorschach. Año 1, N8 1, 1968.
(17) Campo, V. "Acerca del significado de las respuestas de movimiento inani-
mado" en el Rorschach en la Argentina, Año 6, N s 1, 1977.
(18) Alcock, T. La Prueba de Rorschach en la práctica. México, Fondo de Cul-
tura Económica, 1965.
(19) Rausch de Traubenberg N. La práctica del Rorschach. Madrid, Pablo del
Río Editor, 1977.
(20) Schachtel, E. Experimental Foundations of Rorschach's test. Londres
Tavistock 1967.
(21) Ames. Rorschach infantil. Buenos Aires, Paidós, 1961.
(22) Allen. Student Rorschach. Manual International. Universities 3. New York
1966.
(23) Campo Vera, Rorschach, Pronóstico y tratamiento. Año 2, N9 2, 1970.

96
RESPUESTAS DE COLOR CROMATICO

Significación general: relación Color - Afecto


Como ya fuera expuesto en nuestra primera publicación(l), creemos útil
partir, antes de toda interpretación específica del Color en Rorschach, de
conceptos más generales sobre: color, percepción, emoción; es decir, desde
los fundamentos, para luego entenderlo e interpretarlo en nuestro trabajo
clínico y/o de investigación en el uso de esta técnica.
En aquella oportunidad citamos, en relación al proceso percepción de1!
color, el trabajo de H. Lunazzi(2) quien a su vez remite a autores como
Schachtel y Rickers-Osianskina los que enfatizan la cualidad pasiva e
inmediata del proceso de percepción del color: esto es, algo que se
"impone" al sujeto, presentando también otras cualidades igualmente
importantes: las de enriquecer, cualificando y discriminando, a la forma.
Proceso que es definido por Nina Rausch(3) como "reacción pasiva de
carácter inmediato que se modera en relación con la forma, o por su
ubicación dentro del contexto".
En la relación percepción de color-capacidad de estructurar formas, aquella
puede, efectivamente, integrarse a ésta enriqueciendo el proceso per-
ceptivo, o, en su defecto (niños pequeños, patologías psicóticas u orgá-
nicas), dominar o anular la capacidad de estructurar formas.
Análogamente a como el color "se impone" al sujeto en la percepción,
también en la emoción el sujeto ha sido descrito como sufriéndola
pasivamente, es decir, movido, afectado por ella. Por eso las reacciones al
color en Rorschach, que ya desde su autor fueron relacionadas con la
afectividad, nos informarán sobre cómo se maneja el sujeto frente al
impacto afectivo producido por el estímulo externo; es decir, qué
resonancia produjo en él ese impacto del que en primera instancia es sujeto
pasivo, y a partir de allí, de qué manera fue capaz de responder.
Schachtel(4) relaciona color con emoción en estos términos: "El impacto
del color involucra una respuesta emocional; más que reconocidos, son
sentidos como excitantes o calmantes, disonantes o armoniosos, ruidosos o
tranquilos, vividos o reposados, causantes de trastorno y distracción o dé
concentración y tranquilidad".
Esta relación hace posible inferir, entonces, a través del modo en que el
sujeto examinado responde al color, datos sobre su afectividad, que,
aunados al contexto total del análisis, nos mostrará su capacidad de manejar
las emociones, el nivel de estructuración yoica, la modalidad del vínculo
objetal, su adaptación a la realidad.

97
Tengamos en cuenta que el color es un aspecto objetivamente evidente en
las láminas del Rorschach, cinco de las cuales lo involucran. Sin embargo,
el comportamiento de las distintas personas ante él difiere notablemente:
encontramos por ejemplo, quienes lo toman solamente para localizar ("Esto
rojo podría ser..."), sin integrarlo luego en la respuesta; aquéllos que no lo
toman en cuenta en absoluto y dan respuestas de Forma en áreas
coloreadas; los que eluden dichas áreas; los que hacen comentarios (¡Por
fin colores!, ¡Qué lindo!) y luego no lo incluyen; los que lo utilizan, de una
u otra manera, dentro de las distintas categorías o posibilidades de
respuestas cromáticas.
Estas diferencias de comportamientos, que hace que el sujeto tenga en
cuenta o no, un aspecto de la realidad, obedece a motivaciones internas,
provenientes de la esfera afectiva. De allí que hablemos del tipo de
"responsividad" del sujeto que percibe, esto es, cómo reacciona frente al
estímulo "intrusivo" y de qué manera puede integrarlo o no.
Ya en su "Psicodiagnóstico"(5), Rorschach describe a 4as respuestas
cromáticas como el instrumento para proyectar los sentimientos exterio-
rizados, la reacción a estímulos exteriores.
Ellas, como las de Movimiento, en contraposición a las Formas, son res-
puestas que expresan mayor espontaneidad; pero mientras las M son
expresión de impulsos interiores, las respuestas cromáticas representan la
reacción a estímulos provenientes del exterior. Y aquí cabe explicitar el
doble aspecto que nos permiten evaluar: como dice Klopfer(6) "no solo
representan la disposición a la relación con el mundo, sino también y
especialmente la cualidad emocional con que ésta se da", ya que tendremos
en cuenta no sólo el cuánto sino el tipo de respuesta cromática, de acuerdo
a las distintas categorías descriptas ya en el trabajo anterior: tipos de
respuesta en relación a la Forma (FC, CF, C), en relación a la calidad
formal (positiva, imprecisa, negativa o parcialmente inexacta), o en los
distintos usos del color (arbitrario, forzado, simbólico, descripto) y, lo que
será igualmente importante, todas las modalidades de reacción frente a las
láminas coloreadas que no sean respuestas cromáticas: reacciones cua-
litativas correspondientes a fenómenos especiales, o bien actitudes frente al
color (a las que hicimos recién mención).

Antes de entrar al análisis interpretativo de estas distintas clasificaciones,


quisiéramos volver a referirnos a aspectos generales:
En primer lugar, nos parece útil considerar cómo se da evolutivamente la

98
percepción del color, para fundamentar también desde aquí la interpretación
de las respuestas cromáticas. Numerosos trabajos basados en experiencias,
coinciden en afirmar que, en un comienzo, el niño sólo percibe color, luz y
oscuridad. Estos son, como dice Schachtel(4), los elementos que consti-
tuyen el mundo primitivo, no discriminado, del niño pequeño.
La captación de objetos definidos, esto es, de formas, es posterior, con lo
que se logrará, dice este autor, una "percepción objetivadora" (característica
del adulto). Pero cuando ésta se dé, lo captado involucrará a su vez los
elementos anteriores, o sea se captarán formas y estructuras pero también,
y en ellas, luz y color, con lo cual, "la experiencia perceptual básica del
color, cambiará algo su calidad, al verse en relación con una percepción
distintiva del objeto".
Dentro de esta característica general —que Schachtel llama "pase del
mundo autocéntrico de la percepción del recién nacido a la percepción
predominantemente alocéntrica del niño mayor y del adulto"— cada
individuo presentará características propias, con mayor o menor predo-
minio en su percepción, del color o de la forma, lo que permitirá hablar de
"tipos de responsividad" del sujeto que percibe.
Prosigue el mismo autor: "El grado de objetivación en la percepción (o sea,
la captación del objeto como independiente del sujeto), depende de la
"actitud alocéntrica", activa y selectiva hacia el mismo (captando forma y
estructura) lo que, evolutivamente se da en un proceso gradual"; esta
objetivación (percepción activa alocéntrica) que es característica de la
percepción de formas, sólo con la integración del color (percepción pasiva
autocéntrica), dará como resultado una percepción que capte al objeto en su
riqueza de cualidades, discriminándolo activamente "a partir de aquella
experiencia inicialmente pasiva de ser impresionado por".
Esto, tema al que volveremos al tratar la clasificación de las respuestas
cromáticas (FC, CF, C), nos permitirá entender que, cuanto más dis-
criminado aparezca el uso del Color en el Rorschach (respuestas de FC+)
más señalará un tipo de percepción alocéntrica, cuyo correlato emocional
será: poder reconocer el afuera como tal, es decir, respetando la realidad,
discriminada del propio sujeto.
Podríamos establecer, además, teniendo en cuenta conceptos de la Psico-
logía Clásica General, la relación entre los tipos de respuestas cromáticas:
FC, CF y C, como expresión del sentimiento (FC), es decir, algo más
estable y duradero; la pasión más intensa y menos duradera (CF), ca-
racterizada por su irrupción violenta que se antepone a la posibilidad de
respuesta afectiva controlada por el pensamiento, y la emoción intensísima
y fugaz y con repercusiones orgánicas manifiestas (C) en la que, como
vimos, el sujeto es invadido por ella.
Siguiendo con el marco evolutivo, y ya en el terreno específico de las

99
j vaiav,icnsncas ae las respuestas cromáticas. Como dice
Beck(7), los tres tipos de respuestas cromáticas aparecen sucesivamente y
correspondiendo a distintos estadios del desamollo afectivo. La progresión
para él es: C,CF, FC, F, M.
A su vez, Cecile Beizman(8), plantea una observación interesante: para-
dójicamente a pesar de la sensibilidad infantil frente a la aparición del color
—manifestada más vivamente que en el adulto a través de exclamaciones,
verbalización, conducta—no se ha observado (en la investigación realizada
por esta autora) mayor número de respuestas cromáticas que las obtenidas
término medio en un adulto. Beizman lo fundamenta (y aquí se confirmaría
lo dicho recién en cuanto a evolución perceptiva) en que en los niños más
pequeños (3 a 5 años) puede hablarse de un "período de indiferenciación"
en el que el niño "interpreta numerosas partes coloreadas de las manchas
pero sin identificar el color, es decir, sin asociarlo o integrarlo a la
respuesta dada". O sea, existe un contraste entre la atracción por el color
por un lado, y la escasa función que desempeña en la identificación de los
objetos, por el otro. En el examen comparativo de los grupos de edades,
señala un aumento progresivo de las respuestas cromáticas a partir de los 3
años, alcanzando el máximo entre los 6 y 8 años; y disminuyendo luego, a
la vez que se observa paralelamente la aparición de FC como signo de
incipiente adaptabilidad.
Esta autora y otros investigadores coinciden en señalar que entre los 2 1/2 y
los 10 años, la respuesta CF es la que predomina dentro de las cromáticas.
(Como veremos al hablar de la significación de los distintos tipos de
respuesta frente al color, ello nos muestra, en este período, el predominio
de la impulsividad, el egocentrismo y la inestabilidad).
En cuanto a la respuestas de C puro, normales en el niño pequeño, se
observa una tendencia decreciente a partir de los 6 años.
En el niño, a diferencia del adulto, lo esperable es que CF y C preponderen
sobre FC (FC < CF + C), puesto que su desarrollo afectivo no ha
alcanzado la madurez y estabilidad esperable en el adulto.
Parece, además, según Beizman(8), que en los niños pequeños muchas de
las respuestas FC y CF son de calidad mediocre (F± o F-), lo que
"indicaría por una parte que el pensamiento del niño es todavía impreciso, y
que, por otra, el ajuste de los contactos afectivos con el ambiente está lejos
de ser eficaz, pese a los intensos deseos de recurrir a los demás y a las
necesidades de adaptación social".
También se ha observado que la mayor atracción en niños pequeños se da
por los colores vivos, especialmente el rojo (aparecen como signo de ello:
mayor número de respuestas, exclamaciones, o bien shocks).

100
Volviendo ahora a la relación color-afecto, aceptada por todos los autores,
ésta puede ser enriquecida aún más considerando la diferencia entre
colores cálidos y fríos, preferencia que, al decir de Beck(7) "no se tiene en
cuenta la suficiente" y que, de hacerse, "podría aportar un indicador más
sutil acerca de la tonalidad afectiva". En general, los colores cálidos se han
asociado tradicionalmente a afectos más apasionados, y los fríos a los más
reservados.
Hammer(9), al fundamentar el uso del color en el HTP relaciona los rojos y
amarillos con espontaneidad de expresión; los azules y verdes con un
comportamiento controlado, mientras que el negro y el marrón indicarían
según este autor, inhibición, represión y, en algunos casos, regresión.
Pfister(ló), en su técnica de "Pirámides coloridas", desarrolla de esta
manera la significación de los colores:

— verde: lo relaciona con la esfera del contacto, de la vida de relación


afectivo-social . Es, según este autor, el color del insight, o sea de la
capacidad de percibir rápidamente una situación, de entender y comprender
a las personas a través de la observación y la convivencia; el color de la
empatia, intuición y comprensión, que presupone una aptitud de recepti-
vidad de los estímulos externos a través de la percepción.

— azul: lo relaciona con la introversión, control, concentración y adap-


tación; con una función coartativa que ayuda a la estabilización y el
condicionamiento regulativo de los estímulos externos. Muestra capacidad
de elaboración interna y de adaptación emocional.

— rojo: sería la expresión de la afectividad, extraversión, excitación, irri-


tabilidad e impulsividad, así como del entusiasmo, la vivacidad y la suscep-
tibilidad.

— amarillo: lo relaciona con la extraversión, pero más moderada que la


expresada por el color rojo: más socializada, y canalizada en función del
ambiente, de una manera menos impulsiva.

— naranja: estaría relacionado con la ambición, ansias de producción, con


una necesidad de hacerse valer a través de la productividad, así como
también con la necesidad de satisfacer inmediatamente los deseos y los
impulsos. Implicaría así deseo de dominio. El autor lo relaciona además
con dinamismo y poco sentido de autocrítica.

— marrón: relacionado también con extraversión pero más coartada que


la expresada por el rojo o el amarillo; se liga más a la esfera primitiva de los
impulsos, a una dlN|x>sición abrcactiva más intensa. Revela energía, ac-
ción, dinamismo, reacción que podría ser destructiva pero que canaliza
adecuadamente, pude convertirse en productividad, realización y crea-
tividad, para alcanzar metas con obstinación y tenacidad.

— violeta: sería la expresión por excelencia de la tensión y ansiedad: de la


ansiedad difusa, vaga, fluctuante, derivada del temor a sentirse desam-
parado frente a un mundo hostil y persecutorio. Expresaría así insatisfac-
ción interna, inquietud e intranquilidad caracterizada por la fácil pertur-
babilidad y por las actitudes y reacciones imprevisibles.

Hemos consignado aquí el aporte de esos autores ya que confirman, desde


otras Técnicas Proyectivas, la relación entre utilización del color y la afec-
tividad, a la vez que enriquecen la posibilidad de interpretaciones más finas
para el caso que se observe en un sujeto un uso selectivo de los colores.

Lo cierto es que esta relación Color-afectividad, lo ubica como un deter-


minante absolutamente esperable en un protocolo. Por ello, no dar ningún
color, (ni siquiera adicionalmente) es un signo muy signicativo: apunta a
restricción de los afectos, o a somatización de los mismos (cuadros
psicosomáticos), y/o posibilidad de actuaciones impulsivas, totalmente
disociadas del resto de la personalidad. Sería preferible, en este sentido, la
aparición de C (color puro), que indicaría al menos la posibilidad de cierto
grado de mentalización de los impulsos.
Como señalamos en nuestro trabajo anterior(l), la reacción al color puede
expresarse, además de en las respuestas que lo involucran, de modos
diversos, que permiten un análisis de carácter cualitativo. Estas otras
posibilidades van desde no tomarlo en cuenta en absoluto, hasta expresar
reacciones de atracción, rechazo, huida, etc.
Coincidimos con Nina Rausch(3) en considerar que la significación de tales
reacciones cualitativas diferirá según se trate de protocolos donde aparezcan
0 no respuestas cromáticas propiamente dichas (y cuando aparecen, de qué
tipo y calidad son). Es decir, ver si tal reacción constituye la única manera
de responder al estímulo coloreado.
Siguiendo a esta autora, dentro de tales reacciones al color, podemos
distinguir

1 - aquellas correspondientes a fenómenos especiales: shock cromático,


shock rojo, atracción por el rojo, negación de color, shock al pardo, al
azul, al verde; proyección de color.

102
2 - sucesión de la respuestas cromáticas: es decir, el análisis de la
secuencia; si se dan solamente en Láminas II y III, o en las tres últimas; la
calidad de la respuesta cromática en sí, y en relación al contexto particular
de la lámina y general del protocolo; la aparición de ciertos fenómenos
especiales sólo ante láminas coloreadas (por ejemplo combinación confa-
bulatoria, contaminación).
3 - tipo de contenidos asociados al color: será distinta la significación de
respuestas cromáticas con contenidos de "cuadro"; "escena marina"; "flo-
res", que cuando aparecen con contenidos tales como: "fuego", "carne",
"sangre".
4 - tipos de color, si predominan los cálidos o los fríos.
5 - lugar que ocupan en la elección de láminas (para aquellos que la
incluyen en la administración del test: más o menos agradables) y en base a
qué justificación.
En cuanto a las respuestas cromáticas propiamente dichas, nos ocuparemos
del análisis cuanti y cualitativo:
Con respecto a la cantidad, podemos decir:
1) en general: aunque como siempre es necesario verlo en relación a todo el
test y su extensión, dar muchas respuestas cromáticas indica optimismo,
expresividad espontaneidad expansión (siempre que no sean todas FC); es
decir, la posibilidad de mostrar los sentimientos. Dar pocos, a la inversa,
indica reserva, desconfianza, introversión, bloqueo afectivo, represión o
j depresión y dificultad para mostrar los sentimientos. En cuadros
psicopatológicos se encuentra en depresiones, melancolías y en
\ esquizofrenias simples y catatónicas.
I 2) en función de la predominancia formal: es necesario el análisis en cuanto
( a la composición con respecto a la forma: FC, CF o C.
En adultos, a diferencia del niño pequeño, como ya fuera explicitado al
presentar la evolución de las respuestas, lo esperable es el predominio de
FC: en una proporción de 2 ó 3 FC a 1 CF, no esperándose, en principio,
i C puros.
I Veamos ahora la significación de cada tipo:

— Respuestas de FC: como vimos, son las más esperables en el adulto.


En la medida que representan la posibilidad de expresar el afecto de manera
controlada por el pensamiento, o sea, de estar a disposición del Yo
(hablamos de FC+) son expresión de la capacidad de relación emocional,
con orientación afectiva adecuada hacia el ambiente. Es decir, del
sentimiento, que toma en consideración el objeto (realidad externa); de la
capacidad de postergar los impulsos (realidad interna), los que pueden ser
manejados por el Yo de manera adaptativa. En algunas ocasiones, y, en
presencia de otros indicadores, revelaría la posibilidad de sublimación.

103
Powru un valor sintomático doble: según Rorschach(5) "en ellas nece-
Nnrlmnriilr intervienen funciones psíquicas de varias esferas: factores
principalmente asociativos en la interpretación de la F, y afectivos en la de
("' Por consiguiente, la respuestas FC constituiría una integración de
carácter asociativo y afectivo a la vez, a un estímulo externo, representando
la capacidad de relación o adaptación, a la vez que el control intelectual.
Serían las representantes de una dirección hacia el mundo exterior que
, tiene en cuenta ese mundo, es decir que considera al otro en cuanto tal
(ulocentrismo) posibilitando comprenderlo empáticamente.
Zulliger(7) las describe como las representantes de un tipo de afecto
"adaptado a la realidad, de adecuada reacción sin embotamiento ni exa-
geración".
Como vimos, aparecen evolutivamente más tarde, en el momento en que el
desarrollo emocional ha alcanzado un punto en que se inicia la posibilidad
de un "comportamiento alocéntrico". En un niño pequeño, podrían indicar
un desarrollo precoz que no significa necesariamente una ventaja.
Iic*ck(7) dice que FC supone, con relación a CF, un desarrollo o progre-
n í ó i i más importante que la existente entre CF y C. Indica para él, además,
una aptitud para entenderse con el entorno, de establecer cierta relación de
Nlmpuiíu, tan importante para entender a los otros.
D Any.icu(lO), por su parte, explícita que FC representa el equilibrio
emocional, pero no a la inversa: éste no necesariamente se manifiesta por
l ' ( E s decir, se apunta aquí, como siempre, a la necesidad de interpretar
los demás aspectos del psicograma, y de éste como un todo.
Ahora bien, un exceso de FC, es decir, qué esté en una proporción mayor
que la esperable, o que se dé exclusivamente (sin existir CF), podría indi-
car sobreadaptación afectiva, exceso de control: serían personas demasiado
reservadas, controladas, incluso hasta aburridas, que no se permiten ser
espontáneas; medidas en sus respuestas afectivas, y, hasta cierto punto,
demasiado dóciles.
En aquellos casos en que la Forma esté mal vista (FC-) falla el factor
asociativo, es decir, se daría la voluntad de adaptación afectiva, pero no la
adaptación misma. En este sentido, según Rorschach, su significación se
acercaría a la del tipo de afectividad egocéntrica. FC-, dice también Beck(7).
está más cerca de CF que de FC+ en cuanto a su significación. Para
Anzieu(lO), en cuanto signo del fracaso del control emotivo, se encuentra
especialmente en psicóticos.
I Nosotros consideramos que, en cuanto FC, haría referencia a que el afecto
es adecuado, pero el pensamiento (F-) está distorsionado: controla el
afecto, pero sin lógica. Por ejemplo, podría ser el caso de la persona que
reacciona con mucha tranquilidad y serenidad, en un momento en que
debería tener una reacción más espontánea o incluso más violenta.

104
—Respuestas de CF: hacen referencia a una mayor impulsividad; ante el
impacto afectivo el sujeto responde de una manera más inmediata: siente y
reacciona (hace o dice) en función de ello y piensa después, aunque pueda
arrepentirse luego. Si bien no elimina totalmente la realidad, la emoción lo
invade, haciendo que la posibilidad de pensar pase a segundo término; de
allí que ía respuesta se da muchas veces a nivel motriz, como expresión de
la dificultad en la posibilidad de demorar y controlarlos impulsos (el factor
asociativo, estructurante, está en segundo lugar, a la inversa que en FC).
Expresan su propio sentir sin tener al otro en consideración. Exner(l 1) las
describe como "un descuido o relajación excesivos del control cognitivo,
en que la actividad mental del sujeto está invadida, y, al menos temporal-
mente controlada por la emoción".
I De allí que todos los autores coincidan en considerarlas como índice de
( impaciencia y labilidad afectiva; de irritabilidad, comportamiento egocéntri-
co, y aún de narcisismo; hay una búsqueda de objeto al cual ligarse, pero
sin poder lograrlo. Este tipo de apertura al medio —unida al menor control
intelectual— explica que sean, si predominan,signo de sugestionabilidad,
de sujetos fácilmente manejables por otros.
Serían, como dice Bohm(12), expresión de la afectividad que pretende
establecer pero no logra, una relación duradera con el objeto: "a la bús-
queda permanente de objeto", o, según Zulliger(13), típicas del sujeto que
considerándose "el centro del mundo, quiere ser amado pero no ama, a
menos que se quiera narcisísticamente a sí mismo".
D. Anzieu(lO) nos recuerda que poseen a la vez un aspecto positivo: serían
signo del contacto espontáneo, caluroso y simpático.
Habrá que atender entonces —volvemos a citar a H, Lunazzi(2) a éste
respecto— "más que nunca al principio de interdependencia de los compo-
nentes del protocolo, para dilucidar cuál de las dos variantes interpretativas
(egocentricidad o apertura y espontaneidad) corresponde a tal sujeto".
Deberemos rastrear, en todo caso, si existen o no, para balancear su
presencia, elementos que indiquen posibilidad de control entre el resto de
los determinantes. Dicho esto con palabras de Beck(7) "solamente en el
cuadro total de la personalidad, se podrá deducir en cada caso, si son signo
de turbación que amenaza el equilibrio emocional (labilidad, irritabilidad,
impaciencia), o de una sensibilidad más fina". Se trataría, para él, de una
personalidad pasional, sensible y emotiva.
Como vimos al referirnos a su aparición dentro del marco evolutivo, son
las más esperables en el niño, quien se caracteriza a la vez por su poca
capacidad de espera y no consideración del otro en cuanto tal, pero siendo
también más espontáneo y comunicativo.
De acuerdo a nuestra experiencia, la presencia de CF puede indicar tam- I
bién, en cuanto al aspecto positivo, capacidad de liderazgo, sugestibilidad y í
i
105
seducción que permile movilizar y activar a otros hacia la acción para el
cumplimiento de sus objetivos; es decir, sujetos influenciables pero tam-
bién capaces de influenciar. Es importante tenerlo en cuenta en el ámbito
laboral, ya que implica condiciones ejecutivas (si se dan otros signos que
impliquen ajuste y adaptación).
En el análisis de las respuestas CF es útil considerar con qué contenidos o
) en qué Lámina se dan, porque esto podrá indicarnos ante qué tipo de
situación conflictiva puede ser el pensamiento inundado , por el afecto,
pasando a un segundo término.
Quisiéramos, volviendo a citar a Beck(7), hacer referencia a las respuestas
CF-, que no todos los autores tienen en cuenta, y que nos parece necesaria
como clasificación, ya que es posible como respuesta. (Ej.: "Gota de
sangre", en el D central rojo de la Lámina III). Beck dice que así como la
FC- está más próxima, en cuanto significación, a CF que a FC (puesto que
FC- revela una alteración de la percepción causada por una irrupción
emocionalmente perturbadora) en el caso de CF-, la significación se acerca
más a la del color puro, que a la de CF, pues en ella (CF-) el sujeto
controla difícilmente sus impulsos, que se le escapan, "en un combate
perdido de entrada". Implicaría una descarga emocionalmente inadecuada a
la situación, y el fracaso del yo frente a los impulsos.

— Respuestas de C: Son las "representantes de la impulsividad", de las


emociones no socializadas, la expresión de la pura descarga, sin la media-
tización que supone el pensamiento; no hay en ellas contenido formal, es
decir, aquí la sensibilidad al color es totalmente indiferenciada. No exis-
tiendo este contenido formal que como vimos constituye el factor asocia-
tivo, nos encontramos aquí con una respuesta afectiva pura, carente de
función lógica, sea por características evolutivas (niño muy pequeño) o por
estar alterada en el adulto, en forma temporaria o permanente; organicidad,
algunos cuadros psicopatológicos, debilidad mental, crisis, etc. El grado,
intensidad y calidad de la alteración de la función lógica, deberá ser eva-
luado con la presencia o no de otros indicadores: F+; FC; M; F% exten-
dido.
Las respuestas de color puro serían el equivalente de la respuesta emocional
del recién nacido, que reaccione con rabietas, llanto y expresión motora que
no puede diferir pues falla la mediatización del pensamiento. En ellas no se
revela la defensa (ya que no son expresión del funcionamiento'yoico), sino
el impulso y la posibilidad de actuarlo y/o la actuación misma, sin
consideración por el objeto.
H. Lunazzi(2) al calificarlas en términos de relaciones objetales, dice que
esa "indiferenciación de la respuesta supone una personalidad igualmente

106
indifcrenciada, propensa a manejarse por identificación primaria; actuadora
y explosiva, con escasa actividad mediadora del yo".
Según Rorschach(5), las respuestas de color puro "se dan fundamen-
talmente en ciertos cuadros psicopatológicos, y sólo en normales notoria-
mente iracundos, irreflexivos y agresivos".
Beck(7) se refiere a ellas diciendo que, cuando se encuentran en adultos,
señalan la posibilidad de descontrol de impulsos y accesos de cólera, que
podrían caracterizarse como "psicosis momentáneas, durante las cuales se
da una escisión ente afecto e intelecto", y que, generalmente no se
encuentran entre el promedio de adultos normales.
Nosotros consideramos que, si bien el color puro no es esperable en un '
protocolo normal, la presencia de uno solo no es preocupante si el número
de respuestas es promedio; sí en el caso de que exista más de una. Será
imprescindible evaluar entonces, en qué medida podrá darse la posibilidad
de "pura descarga". El que no lo sea dependerá de la presencia de los
indicadores mencionados anteriormente (FC, F%, F+%, F+ extendido, M,
etc.).
D. Anzieu(lO), por su parte señala, y coincidimos con él, que el contenido ,
de la respuesta de C puro permitirá determinar de qué emociones o
impulsos se trata. En efecto, el contenido podrá revelar impulsos más
débiles, que no afectarán tanto al medio, (respuestas como "agua", "cielo");
otros, que implican peligrosidad latente (respuestas como "fuego", "explo-
sión"; nosotros añadiríamos: o agresividad; en respuestas como "san-
gre"), mientras existen algunos (como por ej. "gangrena", "pus", "carne
podrida"), que podrían estar en relación con procesos psicopatológicos más
serios. Serían estas últimas el tipo de respuestas-que Rapaport(lS) deno-
mina "deteriorativas", por haberlas hallado, en su experiencia, y en número
frecuente, en esquizofrenias crónicas y especialmente en esquizofrenias
deterioradas.
Salvo en este último caso, el valor del Color puro se relativizará de acuerdo
al contexto de la respuesta, es decir, a contenidos y/o determinantes múl-
tiples.
A veces encontramos respuestas de C puro en protocolos de sujetos que no
presentan clínicametne características netas de impulsividad o descontrol,
pero que pueden revelar cierta área específica donde sí se dan conductas
descontroladas; por ejemplo actuaciones contrafóbicas, o descontrol frente
a la comida (adicciones).

Cuando en un protocolo aparecen los tres tipos de respuesta cromática (FC,

107
CF y C) es importante considerar su proporción; lo esperable es que el total
de FC en un adulto, sea superior a la suma de CF + C. Generalmente se
acepta como esperable la relación de 2 a 3 FC/1CF (mientras que en el
adolescente será de 1FC/1CF, y en los niños a la inversa que en el adulto).
Este predominio (color desviado a la izquierda) apuntará a una afectividad
más estabilizada, adaptable, capaz de establecer relaciones más maduras.
Es decir, un control socializado de la expresión emocional (siempre que se
trate de FC+).
A la inversa, si es CF el que predomina (CF=OFC, o color desviado a la
derecha) la efectividad será más inestable, lábil y egocéntrica. Al expresar
CF y C sentimientos más intensos y descontrol y formas de expresión
emocional no muy bien moduladas, con cortocircuito de las funciones de
demora y descuido o relajación de los controles cognitivos —siendo la
actividad mental invadida por la emoción— su predominio revela descon-
trol, influenciabilidad y respuestas poco efectivas.
Sin embargo, en trabajos realizados en la Argentina, se encontró que
cuando la proporción de CF era más pareja con la de FC (es decir, no
conservando el aceptado 2 ó 3 FC/1CF), evolucionaban mejor en psico-
terapia. Ello permitiría inferir que el riesgo que supone trabajar con sujetos
de mayor labilidad emocional, puede verse compensando exitosamente por
el mayor margen de espontaneidad y apertura.
Es interesante ponerse a pensar en diferentes proporciones de FC, CF y C,
(y relacionarlas, claro está, con los otros determinantes); por ejemplo, a
veces se dan psicogramas donde se presentan FC y C puro, lo que hace
pensaren personas que reaccionan de manera muy controlada y adaptativa,
o totalmente explosiva y sin control, faltándoles justamente la dosis es-
perable de espontaneidad para manejarse de manera afectiva; por supuesto
que si sólo encontráramos en un psicograma respuestas cromáticas de CF,
podremos inferir que se trata de alguien no muy confiable en cuanto a
posibilidad de afectos firmes y sólidos, o de ejercer actividades en las que
el control afectivo es muy importantes; si a ello se añade la presencia de C
puro, hablaríamos de conductas francamente peligrosas.

Igualmente interesante sería pensar a la inversa: qué proporción de res-


puesta al color requerirían ciertas actividades; por ejemplo, el vendedor,
que necesita ser comunicativo, expresivo, detfería ser alguien que dé
respuestas CF, pero supeditadas a FC, "para no pasarse de revoluciones" o
irritarse demasiado sino logra su objetivo, o ser demasiado intrusivo
produciendo el efecto contrario al buscado (vender).
Siempre en relación con la proporción de respuestas cromáticas, D.
Anzieu(lO), señala que el predominio de CF se encuentra "en sujetos de
temperamento alegre y receptivo, y en histéricos, como reacción de

108
amplificación de sus emociones líente al color". Bohm encontró un ligero
predominio de este tipo en el sexo femenino.
De todos modos, siempre se interpretará teniendo en cuenta el contexto
total del psicograma; en este caso, en primer término, la relación del color
con los otros determinantes. Como vimos en el capítulo correspondiente,
será imprescindible tener en cuenta el Movimiento(M), como factor esta-
bilizador del Color.

Entraremos ahora a considerar aquellas respuestas ya descriptas, en nuestro


primer trabajo, que constituyen formas especiales de usar el color: color
forzado, color arbitrario, color simbólico, además de color nombrado (en)
y descripción de color (Cdes.).

Color forzado (FCfor; CFfor; Cfor)


Recordemos que se da en aquellos casos en que el color utilizado no
corresponde al del objeto en la realidad (sea porque se trate de otro color o
porque sea incoloro). Estas respuestas se caracterizan además porque
generalmente el sujeto tiene conciencia de esa artificialidad del vínculo en-
tre el color y el objeto real, pero igualmente impone dicho color al con-
cepto. Es decir, son las respuestas en que la realidad se ve falseada, a
través de "un vinculó forzado". Y, justamente, su significación implica eso: I
sería la expresión del afecto artificial, falseado, de la pseudoadaptación. f
Klopfer(6) señala que "el sujeto se somete a un esfuerzo o racionalización
para reconciliar el color de la mancha con el objeto visto. Aunque parece
tener dificultad en integrar F y C, éste resulta aparentemente demasiado
importante como para abandonarlo, y se insiste en él, aún cuando el
resultado puede ser un concepto "traído por los cabellos". Lo que denota
"un esfuerzo para responder emocionalmente, manteniendo el control,
esfuerzo que implica cierta tensión en las relaciones sociales: la naturaleza
forzada de la combinación sugiere alguna dificultad para mantener una
técnica social fluida y fácil".
De allí su significación de rigidez y tensión en las relaciones interper- i
sonales, pues el sujeto no se retrae al contacto, sino que se fuerza, a pesar
de que se percata de lo artificioso que resulta, para "mostrarse" adaptado.
(Correspondería, en cierta medida, al mecanismo de formación reactiva).
Según H. Lunazzi(2), el Color forzado pone de manifiesto la falta de

109
enriquecimiento afectivo y satisfacción en las interacciones, por lo que
suele hallarse en personas caracterizadas por el control y la rigidez, como es
el Caso de obsesivos y/o personas sobreadaptadas que reprimen la respuesta
social.
En el caso del FC forzado (FCfor) la persona trata de mostrarse adaptada
afectivamente pero esta adaptación no es real: sus reacciones van a ser
adaptadas y equilibradas, pero a través de un forzamiento personal
(inconciente o no), donde el afecto es puesto de manera falseada, y que se
expresa en esta combinación no-cómoda, no-natural entre Forma y Color.
Por ej.: podría ser el caso de la persona que seduce a otra para obligarla a
responder de la manera que ella espera o desea.
En el caso del CF forzado (CFfor), ese intento de adaptación al que nos
referimos resulta fallido. O sea, la simulación afectiva no es exitosa debido
a que se impone la emoción con mayor peso: la invasión afectiva (CF)
desviertúa el propósito racional. Suele encontrarse en personalidades
histéricas o en cuadros psicopatológicos de características histéricas (nivel
neurótico o psicòtico). Ello está en relación con la facilidad con que el
histérico varía su actitud en función de lo que piensa que el otro espera de
él, y en sus características de labilidad, seducción y simulación.
En cuanto al Color forzado puro (Cfor) —poco investigado porque es una
respuesta infrecuente— opinamos que podría estar relacionado con la
irrupción afectiva descontrolada, a la vez que falseada.
En el caso de darse FCfor- (Forma Color forzado con Forma negativa),
sería la expresión de un afecto simulado, expresado como esfuerzo de
adaptación, pero sin que tenga correspondencia con la situación que lo
provoca (falla del pensamiento, como en toda respuesta formal negativa).
Por ejemplo, sería el caso de una persona que se muestra contenta (sin
estarlo) ante una situación dolorosa que no justifique la expresión de ese
sentimiento.

Color arbitrario (FC arb.; CF arb; C arb.)


En esta especial utilización del color, se presenta una situación semejante
a la de Color forzado, en el sentido que la asociación entre concepto y color
no es natural (cualquier color hubiera dado lo mismo), pero aquí con un
matiz intelectual. El color es recordemos, como una convención para
diferenciar partes de un concepto.
Según Klopfer(6) "aún cuando el sujeto no verbalice que carecen de impor-
tancia los colores particulares, se supone que el color es utilizado arbitra-
riamente de este modo, completamente carente de resonancias emocio-

no
nales". Sería una aparente participación del color pero la asociación al
objeto es superficial, no estrecha. De allí que se interprete —en el caso del
FC arb— como un signo de control socializado superficial y no genuino: la
persona responde en términos de lo que siente que la situación requiere, sin
relación con sus propios sentimientos.
Es decir, es una fachada, una respuesta afectiva que no llega a un amplio
compromiso con el otro, y que revela mecanismos de intelectualización,
formación reactiva y racionalización en las relaciones interpersonales: se
"adapta" pero a través de un esfuerzo intelectual por comprender al otro,
por mostrarse de acuerdo, por vencer un posible oposicionismo.
Podría ser el caso de la persona que puede tratar de hacer ver como propias
las idas ajenas para obtener del otro que haga su voluntad (seducirlo pero
con recursos intelectuales). Es decir, responde al impacto emocional de
manera adaptada pero convencional, en términos de lo que estima que la
situación le demanda, pero sin mostrar realmente lo que siente. Por eso
hablamos de "fachada afectiva", puesto que supone un no llegar al fondo
de los sentimientos.
En el caso que la respuesta sea CF arb., indicaría la superficialidad afectiva
(por el arbitrario uso del color) pero sin control exitoso (por no haber
predominio formal); fracasaría el intento de adaptación afectiva intelectual.
El C arb. (Color puro arbitrario), respuestas-prácticamente inexistente,
indicaría por el uso convencional del color, un afecto que no tiene que ver
con la situación, pero aquí además de falso, aparecería como absolutamente
descontrolado.

Color simbólico (FC sim; CF sim; Csim)


Klopfer(6) se refiere a esta categoría como a una señal del individuo que
"embotella sus emociones...". Según este autor, tanto aquí como en el
Color descripto, el individuo se inclina fuertemente hacia la reacción emo-
cional, pero se las arregla para mantener la respuesta embotellada, sin expre-
sión abierta; ..."estos individuos pueden parecer completamente calmos, o
hasta inhibidos en la superficie".
Para Alcock(14) el color simbólico revela "un uso sofisticado del color y es
suministrado por una variedad de sujetos que van desde los normales (que
dan respuestas con un simbolismo culturalmente aceptable), hasta los
psicóticos (donde se pone de manifiesto cierta incapacidad para juzgar la
realidad)".
Para algunos autores, estas respuestas tendrían que ver con el mecanismo
de intelectualización, en el sentido de "manejar a distancia" la resonancia

111
afectiva que amenazaría invadir el control racional (donde, como siempre,
el éxito o no de la defensa se reflejará según sea FCsim, CFsim, o Csim).
En esta línea se situaría H. Lunazzi, quien opina que en estas respuestas el
color se utiliza "como dato" sin participación verdaderamente afectiva, la
que es evitada tras un trato intelectual, resultando entonces un manejo
disociado entre impacto emocional y compromiso afectivo. Señala esta
autora que este tipo de respuestas se halla en cuadros psicopatológicos
"cuyo denominador común es un precario control emocional que se intenta
preservar a través de la inteligencia".
Nosotros no coincidimos del todo con esto. Planteamos como justificación
de nuestra duda, su presencia en casos pertenecientes a cuadros donde la
intelectualización no interviene; por ejemplo, en histéricos y maníacos.
Vemos que el color simbólico, aunque alude generalmente a simbolismos
universales, muchas veces se refiere a símbolos personales del sujeto.
Pareciera que tendría más que ver, entonces, con preconceptos, con un
pensamiento más primitivo, y tal vez por esto, estaría relacionado ante todo
con defensa de tipo maníaco: idealización, omnipotencia.
Consideramos importante tener en cuenta: la verbalización (directa o más
mediatizada); si hay contenido concreto o no; la predominancia formal; si
los símbolos son convencionales o no (y, en ese caso, si presenta
bizarrería).
Este tipo de respuesta expresaría entonces, una relación más directa entre
color y afecto. En el caso de FC sim. (que por serlo implica un contenido
con predominio formal), señalaría un adaptarse pero en base a la
idealización, es decir, el color usado con connotaciones megalómanas;
hablaría además de una lógica personal, propia (cuando no se trate de
símbolos universales). No hay, entonces, una genuina participación
afectiva, sino magnificada: una magnificación intelectual de lo afectivo, sin
verdadera integración. De allí que jerarquicemos en la interpretación el
aspecto de pensamiento mágico, idealización, y, en ciertos casos, de lógica
personal.
Cuando la respuesta sea CF sim., indicaría dificultad en el logro de esa
adaptación, frente a impulsos más inmanejables (mayor labilidad). En el
caso de Csimb. (color simbólico puro), se revelaría un precario control
emocional que se quiere preservar, sin conseguirlo, por medio e la
idealización y/o intelectualización (aspecto dudoso para nosotros, de
acuerdo a lo expresado, quedando abierto a la investigación). (*)
El uso del color con estas características hace referencia a mecanismos
patológicos, encontrándose en cuadros histéricos, maníacos, esquizoides y
esquizofrénicos.

(*) Klopfer opina que tanto en el Csim. como en el Cdes. el impacto del color es

112
Descripción de color (Cdes)
Para este uso del color, Klopfcr(6) aproxima la interpretación a la del
empleo simbólico del color, en el sentido —como vimos— del individuo
que "embotella sus emociones evitando la expresión franca frente al
impacto emocional.
Alcock(14) señala que "el proceso perceptivo que incluye una descripción
adecuada, da un indicio de pensamiento lógico, aunque probablemente
vago; se encuentra no sólo en casos patológicos sino en protocolos de
sujetos normales, de abundantes respuestas, a quienes parece interesarles el
color".
Nosotros consideramos que es una respuesta típica de la persona que evita,
por temor o angustia, el compromiso emocional a través de la intelec-
tualización, toma de distancia y encubrimiento expresivo. Resulta así reser-
vado en el trato, sin contacto profundo, con un manejo casi conciente: no
muestra sus sentimientos aunque puede saber y verbalizar perfectamente
qué siente. Sería el que describe y observa para no participar.
Raramente se lo encuentra en personas de bajo nivel intelectual, puesto que
se necesita cierta capacidad para darlo. Podría por ello, en algunos casos,
ser un índice a tener en cuenta para diagnóstico diferencial.
En realidad, más que una respuesta, (casi nunca lo es), se trata gene-
ralmente de un Fenómeno especial (muchas veces aparece como signo de
shock); o sea, una manera de tomar distancia a través de la intelectua-
lización mientras va elaborando las respuestas.

Color nombrado (Cn)


Casi siempre es una respuesta, y además única, es decir casi nunca va
acompañada de otras respuestas a la misma lámina. Sería la imposibilidad
de dar una respuesta y de organizar ese color con una forma determinada y
ni siquiera con un contenido determinado, puesto que "el contenido" es el

morigerado por algún elemento racional, y por eso relaciona su significación más
a la del CF que a la de C. Alcock, por su parte, dice, al referirse al uso de C (color
puro): "Por regla general la presencia de C es una señal peligrosa... aunque en un
protocolo extenso, con F % normal, calificaciones relativamente sofisticadas
Csim. y Cdes. podrían representar únicamente una riqueza de expresión
emocional."

113
color mismo. O sea, sería el fracaso absoluto de la posibilidad de resolver
lo que propone el test. Está significando, por consiguiente, una negación
de la consigna y una identificación mágica omnipotente: sería una manera
mágica de tratar con una situación emocional que, en definitiva, habla de
pérdida de la capacidad de simbolización y, por ello, de deterioro orgánico
y/o psicòtico. (Puede aparecer en personas sometidas a electroshock, como
pérdida temporaria del pensamiento formal).
Según Alcock(14) en el adulto y en el niño a partir de la edad escolar, la
presencia de Cn "representa un desquiciamiento del proceso normal de
pensamiento, comparable a la actuación de un niño de 3 años, que declara:
—esto es azul, esto es rojo— designando los colores sin integrarlos a su
pensamiento".
Para Klopfer(6), representa "una manera mágica de tratar con una situación
emocional, lo cual es esencialmente inefectivo. El mundo exterior es
poderoso, la persona débil e impotente para manipularlo y, compelido a
responder emocionalmente a él, trata de resolver la intolerable situación, a
través de un superficial modo de manejarla, la cual le da a él la ilusión de
haber tratado con la situación".

114
Notas:
(1) Passalacqua, Alicia y colaboradores. El Psicodiagnóstico de Rorschach. Sis-
tematización y nuevos aportes. Kapelusz, 1986.
(2) Lunazzi, Helena. "Las respuestas al color como modalidad de la relación ob-
jetal" en El Rorschach en la Argentina. Año 1977. N 5 1.
(3) Rausch de Traubenberg, Nina. La práctica del Rorschach. Madrid, Pablo del
Río Editor. 1977.
(4) Schachtel, Metamorfosis. Madrid. Fondo de Cultura Económica.
(5) Beck, S. Le Test de Rorschach. Tome Premier. París. Presses Universitaires
de France. 1967.
(6) Klopfer, Bruno y Douglas Kelly. Técnica del Psicodiagnóstico de Rors-
chach. Buenos Aires. Paidós. 1974 y 1979.
(7) Rorschach, Hermann. Psicodiagnósico Buenos Aires. Paidós, 1948.
(8) Beizman, Cecilia. El Rorschach en el niño de 3 a 10 años. Madrid. Aguilar.
1968.
(9) Hammer, Emanuel. Tests proyectivos gráficos. Buenos Aires. Paidós. 1969.
(10) Anzieu, Didier. Los métodos proyectivos. KapcLsz. 1962.
(11) Exner, J.E. (Jr). Sistema Comprensivo dd Rorschach. Madrid, Pablo del
Río Editor. 1974.
(12) Böhm, Ewald. Manual del Psicodiagnóstico ae Rorschach. Madrid. Edic o-
nes Morata. 1973.
(13) Zulliger, Hans. El Test Z. Un test individual y colectivo. Buenos Air s.
Kapelusz. 1970.
(14) Alcock, Teodora. La Prueba de Rorschach en la práctica. México. Fondo le
Cultura Económica. 1965.
(15) Rapaport, David y colaboradores. Tests de diagnóstico psicológico, Bi c-
nos Aires. Paidós. 1965.
(16) Amarai V., F. Pirámides coloridas de Pfisler

115
.Respuestas tie Color Acromático: C
El color acromático es uno de los determinantes menos investigados en
cuanto a su significación. Rorschach(l) no lo separó de las respuestas de
color cromático, salvo en los casos patológicos. Fue Klopfer(2) el que lo
consideró como un grupo aparte.
De manera general podemos decir que refieren a los afectos no expresados
(a diferencia del color cromático), y por lo tanto a una manera de responder
al mundo exterior, en forma atenuada, reservada y "disfórica". Una perso-
na con ánimo depresivo ve "todo negro"; el negro es color de luto en Oc-
cidente.
Klopfer(2) interpreta la utilización del color acromático como una respuesta
, vacilante y amortiguada a los estímulos, siempre que sea escasa la cantidad
de respuestas cromáticas en el protocolo. Cuando hay muchas, las acro-
máticas pueden ser consideradas una extensión de la receptividad respecto
del color. Si aparecen en lugar del color cromático y de las texturas, serían
expresión de un modo defensivo y de intercambio entre el mundo interno y
el exterior. Si las respuestas de color acromático —combinadas con la de
textura y otros claroscuros— exceden a las de color cromático (inversión
1
C/C), "la responsividad a los estímulos externos ha sido interferida por
¡ algún tipo de experiencia traumática y sobreviene en aislamiento".
Este autor remite a la "constelación del niño quemado", cuando el color
acromático supera por dos al color cromático. Se trata de personas que han
i pasado por una experiencia traumática y no responden al mundo externo
por miedo a ser defraudados y a fracasar; que tienen un sentimiento de
soledad, abandono, dudas sobre su capacidad para enfrentar problemas,
falta de confianza en sí mismo y miedo al compromiso afectivo, lo que
origina una actitud cautelosa y tímida. Son sensibles, se distancian y huyen
de los estímulos violentos, de los colores vivos o excitantes venidos desde
afuera. Hacen así una retirada dolorosa.
También se asocia a ausencias de actividad y pasividad emocional.
En síntesis, Klopfer(2) considera el color acromático como una forma
ansiosa o precavida de adaptación, donde los elementos cognitivos impiden
la expresión afectiva.
Para Alcock(3) tiene una significación semejante ya que lo considera como
una defensa intelectual contra una sensación desagradable (eludiendo tanto
al color como al sombreado).
Piotrowski(4), en cambio, considera al color acromático negro como equi-
valente del acting-out, e índice de un deseo violento de liberarse de la an-
gustia. El sujeto que da respuestas acromáticas frecuentemente se arriesga
de manera imprudente, debido a que no tolera la ansiedad y/o su sentimien-
to de invencibilidad. Lo encontró como un determinante frecuente en

116
"psicópatas antisociales, epilépticos, pacientes con traumatismos cere-
brales, adolescentes, pioneros, individuos reformadores y de empresa",
lista menos presente en ellos que en el resto de las personas el deseo de
evitar el dolor, de allí que se arriesgan más y desafían más a sus oponentes
que los que responden con c (textura). Las C' facilitan las respuestas mo-
trices. Considera a las respuestas acromáticas como un aspecto depresivo
en una personalidad ardiente (cuando dan también color),
liste autor refiere a personas que tienen dudas, incertidumbres, vivencias
de un peligro desconocido e inminente y dé un mundo amenazante.
Rapaport(5) denomina pseudo color al color acromático que para él indica
cierto freno a la afectividad intensa; un control o defensa conciente contra la
expresión afectiva; una forma ansiosa o precavida de adaptación, en la que
los elementos cognitivos forman ligazones con vacilación —si es que no
faltan por completo— y las situaciones nuevas deben encararse con cautela
y reserva.
Piotrowski(4) como Klopfer(2) y Rapaport(5), interpretan que las res-
puestas de color acromático se asocian a lo depresivo, principalmente cuan-
do se utilizan los grises y negros de la mancha.
I Beck(6) uno de los significados que le da es el de facilitar las respuestas
( motrices. Considera que las respuestas de gris claro emanan de un estado
en el que todo vigor ha desaparecido del organismo: el sujeto está apático,
deprimido, con "humor disfórico".
Estas respuestas revelan el recurso a la inactividad; es una ausencia real de
actividad que conduce a la pasividad.
En los "normales" es un signo de aflojamiento, y en los neuróticos, de una
defensa respecto de su propia energía afectiva. La tendencia implícita contra
la que se defienden sería la oposición al medio, que puede llegar hasta la
violencia, lo que representa una amenaza para el sujeto. Beck(6) dice que
encuentra en la esquizofrenia su más acabado resultado: el individuo es to-
talmente pasivo, ha sido rechazada toda energía e iniciativa personal como
forma más fácil de adaptación. Es probable que el acento disfórico resulte
más profundo, cuanto más oscuro sea el gris si la superficie negra elegida
es masiva.
Exner(7) lo asocia con un "morderse la lengua" psicológicamente. Co-
rrelaciona las respuestas de color acromático con el afecto que, por haber
sido inhibido crea angustia. Asociado a K haría referencia a angustia para-
lizante, tristeza y afecto contenido.
Los protocolos de pacientes depresivos (depresión reactiva, depresión
neurótica, psicosis depresiva) que no intentaron suicidarse "contienen" más
el afecto, (dan más color acromático), "contribuyendo de esta manera a la
agonía de la depresión"; mientras que los que intentaron suicidarse (menos
color acromático) son más propensos a actuar el afecto de modo auto-

117
destructivo. Al comparar protocolos de pacientes con "afecto restringido"
(psicosomáticos, obsesivos-compulsivos, esquizoides y personas que no
tienen actuaciones) con los de pacientes con afecto "no restringido" (psi-
cópatas y pasivo-agresivos) y otro grupo control, Exner(7) encontró el
color acromático solo en el primer grupo.
Considerando que este determinante se relaciona con el afecto contenido,
este autor cree que es importante tener en cuenta el predominio formal. Las
FC' indicarían una restricción controlada a nivel cognitivo. Cuando se trata
de C'F o de C', el impacto emocional sobre las operaciones cognitivas
sería mucho más intenso y potencialmente desorganizador. Continúa
diciendo que la restricción podría definírsela como una forma de expresión
interna de los afectos más directa que los desplazamientos de M y que las
demoras de F. En las respuestas de color acromático la emoción se libera
pero no se manifiesta directamente al mundo exterior, más bien se la oculta
y tiene características conductuales mucho menos obvias que cuando el
afecto se descarga en actividades tal como lo reflejan las respuestas de color
cromático. La experiencia asociada a ellas es probablemente sufrimiento y/o
tensión, pudiendo ejercerse ambos como factores desestabilizadores del
equilibrio cognitivo del sujeto.
Para Bohm(8) las respuestas de color acromático aparecen en personas con
dotes artísticas, que pueden llegar a expresarse, pero que también temen
comprometerse afectivamente.
Slullitel(9) siguiendo a Piotrowski(4), Klopfer(2) y Rapaport (5), entiende
por respuestas de color acromático (negro, gris o blanco) como una
percepción instantánea y unitaria. El proceso mental es comparativamente
más primario, inmediato y de menor nivel de estructuración que cuando
interviene el sombreado. Como tradicionalmente lo negro está asociado a
ideas de muerte, esta autora dentro de un enfoque teórico kleiniano,
considera que la invasión total por algo negro o gris (C'F y C' en global y
disfórico) referiría al "pecho malo". "Son ansiedades desintegrativas que,
contrarrestadas o neutralizadas por la experiencia positiva e integrativa del
desarrollo (núcleos sanos de la personalidad) dejan una huella en la
estructura psicofísica del individuo como amenaza de angustia aniquilante
reactivables en condiciones de mayor o menor stress".
Slullitel relaciona al color acromático, al que distingue de la reacción
acromática, con las ansiedades persecutorias y depresivas.
Analizar una "reacción acromática" permitiría conocer los recursos y
modalidades defensivas con los que cuenta el individuo ante un estímulo
que moviliza las ansiedades primarias.
Las reacciones acromáticas (rC) sin respuesta acromática, expresan una
disociación mucho más intensa y patológica que lo tabulable como res-

118
puesta acromática; indican ausencia de angustia señal en un sujeto más
vulnerable a la invasión de la ansiedad persecutoria (desorganización).
Iin cambio, las respuestas acromáticas (RC1) implicarían para ella, la
presencia de algo concientizable para el sujeto, equiparable a "angustia
señal".
Encontró frecuentes respuestas al color acromático (RC') en los neuróticos,
acompañados de algunas reacciones acromáticas (rC') y escasos fenó-
menos especiales. En los Borderline observó algunas respuestas de color
acromático (RC') con altos rC' y fenómenos especiales. Los psicóticos
presentaban marcada disminución de respuesta al color acromático (RC')
con bajo rC' y numerosos fenómenos especiales.
Isabel Adrados( 10) interpreta las respuestas de color acromático en relación
a la extratensividad, pero con una modalidad más débil, menos abierta y
más espontánea que las respuestas cromáticas. Pueden encontrarse en dos
estados anímicos diferentes:
a) en sujetos que perciben ricamente los colores, con sensibilidad artística;
b) en sujetos con un leve carácter depresivo, en donde se da la percepción
de colores brillantes como atenuada por otro componente secundario
acromático.

La situación es totalmente diferente cuando están ausentes del protocolo las


respuestas color y da color acromático: aquí podemos pensar en una
tendencia depresiva o de alguien "escaldado" en el sector afectivo que
adoptan un comportamiento pasivo, inhibido en sus relaciones con los
otros seres humanos. Buscan evitar la ansiedad que les causó el trauma,
eludiendo situaciones similares. Dichos traumas se sitúan, generalmente,
en las primeras relaciones objetales.
Nina Rausch de Traubenberg(ll) también considera a los colores acro-
máticos (negro, gris, blanco) como un determinante aparte, variando su
valor si se presenta solo, si remplazan a los colores cromáticos o si
acompañan a éstos. El color acromático está ligado a la sublimación. Los
niños hacen más una descripción que una interpretación de él, (si tenemos
además en cuenta que el negro y el blanco corresponden a cualidades
ópticas muy primitivas).
Ella interpreta a estas respuestas como reacciones emocionales reprimidas
que no se manifiestan, incluso sofocadas, sobre todo cuando no hay
respuestas de color cromático. El elemento de sensibilidad depresiva está
presente sobre todo en el negro y en el gris, siendo bien controlado cuando
es FC.
Según Bochner y Halpern(12) la interpretación del negro es una reacción
depresiva, como si la persona viese el mundo atravesado por una película
oscura.

119
Phillips y SnnilK 13) sostienen que el color acromático, asociado a buena
forma revela tacio, delicadeza, sensibilidad e inteligencia elevada, mientras
que si la forma es impropia o arbitraria, denota ansiedad y depresión. Un
protocolo en el que encontramos color acromático y colores vivos, dejaría
entrever adaptabilidad, energía, originalidad y una rica imaginación.
Y. Kataguchi(14) (japonés creador de una serie paralela KA-RO), también
dice que el color acromático indica sensibilidad respeto al mundo externo y
si se da en cantidad denuncia un estado ansioso y un humor depresivo.
Nuestra posición es que este determinante está ligado a lo afectivo y
relacionado con sentimientos disfóricos. El color acromático, en especial el
negro y el gris, indicaría un estado de ánimo caracterizado por la tristeza,
ansiedad, inseguridad, desdicha dentro de una personalidad sensible; pero
también impresionabilidad artística, cautela y prudencia en las reacciones
frente a lo afectivo, por temor a ser defraudado. Se deja estar sin respuesta
frente al mundo externo. Son personas muy susceptibles pero poco ex-
presivas.
La presencia de respuestas que incluyen negro o gris contraindicarían
acting out (hay que verlo también en función de los colores) y está asociada
con depresión (cuando son FC') y/o sentimientos persecutorios.
Uno de los índices a considerar en las conductas autodestructivas, es la
presencia de múltiples determinantes C y C' puro relacionados a tendencias
opuestas dentro de la persona o con posibilidad de actuación de estos
sentimientos disfóricos.
Si el color acromático se refiere a lo depresivo o persecutorio —además de
lo que tiene en cuenta Slullitel— pensamos que depende fundamentalmente
del contenido y del color que se use. Generalmente el gris se asocia más a
depresión y el negro a miedo y persecución, pero la mayoría de las veces es
el contenido el que orienta sobre la significación del color acromático.
Así por ejemplo "monstruo" o "vampiro" está asociado a lo persecutorio,
en tanto que "hoja" (en la Lámina IV) porque es negra, una "piedra gris" o
"algo roto" se asocia a depresión clínica (coincidencia de color acromático,
contenido y predominancia formal).
Cuando es dado en una lámina de color se interpreta que el contenido
depresivo o persecutorio doloroso está asociado a una situación externa
traumática real.
Hay que relacionar el color acromático con el cromático. Siguiendo a
Klopfer(14), muchas respuestas de color acromático, también con color
cromático (superándolo al primero) indicaría una simple extensión de la
receptividad. Se trata de personas con reacciones ricas y variadas a todo
tipo de estímulos y también posiblemente con sensibilidad artística. Cuando
no va acompañado de respuestas de color, daría cuenta de una persona que

120
se distancia y huye de los estímulos violentos y de una "responsividad :
amortiguada y vacilante" ('rente a los estímulos extemos. J
FC' remitiría a una persona cauta, temerosa, reservada, prudente en res- |¡
ponder afectivamente al mundo exterior, con miedo a mezclarse y a sentir [/
cosas y —en última instancia— a una restricción, controlada a nivel cog-
nitivo.
C'F y C' revelarían que el impacto emocional sobre las operaciones
cognitivas es intenso y desorganizador.
Si bien el color acromático no es un determinante esperable, su aparición
no es negativa —como algunos autores consideran—. Por ejemplo, si se
trata de FC' en un protocolo rico en determinantes, hará referencia a los
aspectos depresivos bien integrados en la personalidad. Pero si las FC' no
se asocian a estas características, los aspectos depresivos de la personalidad
pueden estar dados a través de FK o Fe u otros elementos.
Un protocolo sin FC' puede estar asociado a una caracteropatía (si tampoco
hay reacción acromática).
Cuando hay muchas respuestas de color acromático deben ser necesaria-
mente interpretadas en relación al color cromático —como lo dijimos ante-
riormente— para comprender la real significación de las mismas. Por ejem-
plo serán más significativas cuanta menos respuestas de color cromático
haya en el protocolo.
En sus modalidades forzado, simbólico, arbitrario, tienen diferentes signi-
ficados: en el caso del color acromático simbólico por ejemplo, indicaría la.
presencia de núcleos melancólicos; en tanto que cuando se fuerza el uso del
color acromático refiere a aspectos actuadores dentro de la personalidad; el
arbitrario apunta a la intelectualización de los afectos.

Color acromático en adolescentes:


Burde, Sorribas y otros(15) lo relacionan con ansiedad persecutoria tanto
en protocolos de adolescentes normales como "enfermos". En ambos casos
hay un número semejante de FC' (promedio 1 en principal y 1 en
adicional). En cambio las respuestas indiferenciadas (C'F y C') aumentan
en los "enfermos" encontrándolos en la mayoría de los protocolos. En los
de éstos, aparecen respuestas con connotaciones afectivas intensas y con
contenidos cargados, angustiosos y con elementos persecutorios (Lámina
V "Una mariposa de la muerte porque es de color negro") significando la
incapacidad de tolerar la ansiedad y muy posiblemente la paralización que
ella puede provocar en el yo.
Para Slullitel y otros(ló), en adolescentes, la sumatoria de color acromático

121
es alia y en algunos casos supera la de color. Se confirma la susceptibilidad
y la labilidad del adolescente a los estímulos. Responden al gris y al negro
tanto, y en algunos casos más que al color, por su situación vital que
reactiva núcleos internos "oscuros" correspondientes a ansiedades tem-
pranas (Hay dos peligros: interno y externo que se potencian).

Fenómenos Especiales relacionados(2G)


Shock al gris: para Beck(6) (que lo denomina shock al negro) la angustia
cuyas raíces se encuentran en las primeras experiencias infantiles paraliza al
sujeto en casi todas las dificultades. El shock al gris (denominado así por
Klopfer desde 1942) actualiza esa angustia.
Vera Campo(17) señala que las respuestas al color acromático especial-
mente usando el negro y con connotaciones siniestras u opresivas, repre-
sentarían la ansiedad persecutoria ante la cual el individuo puede paralizarse
o actuar. Estarían en contra de un buen pronóstico terapéutico, porque re-
presentan montos intolerables de angustia que desorganizan al yo. Pero
cuando van unidos al elemento formal son de pronóstico más positivo. FC'
no siniestra es señal del control intelectual logrado frente a la persecución.
Aún cuando se trate de respuestas siniestras —por la conciencia de con-
flicto que implica— tienen el mismo significado.

RESPUESTAS DE COLOR ACROMATICO BLANCO


Estas respuestas tienen para nosotros, como para muchos autores una signi-
cación diferente a los demás colores acromáticos (negro y gris).
Tanto Piotrowsky como Binder excluyen el color blanco de las clasifi-
caciones de claroscuro y lo consideran aparte. Para ellos son una expresión
de un estado de ánimo eufórico (los blancos y los grises).
Klopfer(2) dice que el color acromático blanco puede tener un carácter
eufórico, especialmente cuando se usa el espacio en blanco como color y si
el protocolo contiene un número sustancial de respuestas de color cro-
mático.
Zulliger(l 8) sostiene que los sujetos que perciben el blanco como color son
excesivamente susceptibles, fáciles de herir y tratan de disimular estas
cualidades. Para tal fin muestran concierne e intencionalmente, una
conducta áspera y hasta arisca. De esta manera tratan de protegerse de su

122
propio "peligro íntimo". Este diagnóstico del blanco como color lo
confirmó eii niños y adolescentes (cora/a defensiva).
N. Rausch(12) considera que el blanco que aparece por ejemplo en la
Lámina VII o en la VIII en respuestas como "bloques de hielo, de nieve" se
observa en sujetos "escarmentados" por experiencias emocionales doloro-
sas, como en protocolos de sujetos huérfanos y de otros que tenían
sentimientos abandónicos (ya que el blanco corresponde a cualidades
ópticas muy primitivas). Entre las reacciones cualitativas estaría la
oposición blanco-negro: en Lámina I "Doble impresión provocada por la
oposición negro-blanco que tiene el sentido tanto de la dulzura como de la
muerte", tomando como referencia los auténticos colores. Por ejemplo, la
combinación de color acromático con color pastel en la Lámina VIII,
especialmente en la respuesta "rayos de sol en un paisaje nevado" suele
interpretarse como un signo de sensibilidad con matices, e incluso de
susceptibilidad. A medida que se van articulando con la Forma, los
significados se diferencian más y las respuestas de color acromático blanco
acompañando a CF y FC m muestran mayor conciencia de la vida
emocional. El blanco parece más bien una forma de encontrar un escape a
la mancha misma.
Fonda(19) concibe que la sensibilidad a la blancura puede ser algunas
veces indicación de susceptibilidad a las experiencias atemorizantes y
terrores misteriosos.
Para Rizzo el blanco expresa una afectividad menos cálida y cordial que la
de los colores cromáticos.
Sofía Slullitel(lO) dice que algunas veces las respuestas de blanco son
como salida frente al impacto de lo oscuro y de lo negro. Por ejemplo en la
Lámina II "Pozo de agua con barro sucio alrededor"(?) "Por lo claro y
transparente, por la luminosidad del centro, el agua se mantiene cristalina y
limpia a pesar de tener barro alrededor" Barro?, "por lo sucio, sucio por lo
luminoso del centro". Es una fabulación porque en realidad es un blanco
homogéneo pero el sujeto necesita salir del "barro oscuro y sucio". Es
fundamentalmente una salida frente a lo negro, en este caso omnipotente y
arbitraria (dejando por debajo intacto lo melancólico).
Las respuestas de blanco tienen la característica de salida maníaca,
omnipotente y arbitraria cuando:

1) hay fabulación y la respuesta tiene una carga subjetiva y arbitraria;


2) la fabulación adquiere características de confabulación y la organización
de la respuesta es mala;
3) la cantidad es comparativamente excesiva con las respuestas de negro o
gris o están acompañadas de proyección de color (color en las acromáticas);
4) que en una lámina el sujeto de una respuesta de negroy simultáneamente

123
una de blanco. Es la intolerancia del maníaco depresivo para contener
afectos desagradables disfóricos o depresivos.

\ Se atribuyen a las respuestas de blanco una salida omnipotente regida por el


i principio del placer cuando se acompañan de los Fenómenos Especiales
• nombrados.
" También las respuestas de blanco se relacionan con un cierto grado de
autonomía del yo cuando no se dan 1), 2), 3 ni 4) y cuando el color
acromático tiene buena relación con color cromático: entonces puede estar
indicando cierta fuerza del yo, dado que los sujetos no fabulan, no
contaminan, ni tienen reacciones fuera de la realidad.
Las respuestas de blanco (incluyendo R C blanco y rC' blanco) aumentan
en el grupo de los fronterizos y de los maníacos depresivos.
En neurosis y en caracteropatías psicóticas se mantienen parejos; no
obstante las reacciones que representan son diferentes. En las neurosis, las
respuestas de blanco están en relación con la fuerza del yo, dado que los
sujetos no fabulan, no contaminan, ni tiene reacciones fuera de la realidad
(Fenómenos Especiales que sí se encuentran en las características
psicóticas) (Slullitel).

Para nosotros, el color acromático blanco, al igual que para muchos


autores, está asociado a euforia, sobre todo si hay color. Es decir indicaría
una euforia frente al impacto de lo oscuro como una salida omnipotente y
maníaca (si hay fabulación y confabulación). Si no puede referirse a fuerza
del yo y a la capacidad de oponerse a lo disfórico de lo oscuro. Cuando la
relación acromática-cromática es adecuada, haría referencia a una simple
¡
1 autonomía del yo.
Las respuestas de color acromático blanco bien integradas a la forma, si
bien indican cierta euforia esconde aspectos melancólicos que será mejor
manejados de acuerdo al predominio formal. En el caso de C'F b el sujeto
! no esá bien defendido y en la C' b la defensa es ineficaz (salida no exitosa
o bien carencia de defensa frente a lo melancólico).
Hay que tener en cuenta como en el caso del color acromático negro y gris,
el contenido. Hay respuestas que denotan defensas más útiles: "Figura de
baile con túnicas blancas" en la Lámina IX o más ineficaces: "nieve" o
i "hielo".
' Las respuestas de color acromático blanco parecieran también asociarse a
Inteligencia, o al menos suelen darlas personas de buen nivel.
Cuando se encuentra este determinante en el protocolo de niños hemos
visto que puede relacionarse con problemas familiares graves, con
conductas y con patología seria en general.
Las modalidades del color acromático blanco, forzado, simbólica y arbi-

124
trario, son muy difíciles de encontrar y parecen estar asociados a elementos
patológicos.

Fenómenos especiales relacionados


Shock al blanco o al agujero (Bohm)
El autor lo considera como un caso particular del estupor frente a los sím-
bolos sexuales femeninos. La persona puede dar o no respuesta aunque
previamente haya hecho algún comentario de que habitualmente lo atrae o
por el contrario, lo rechaza.
En el hombre, el shock al blanco parece referirse a angustia sexual frente a
los genitales femeninos. Hablaría de represión sexual intensa por debajo de
la cual puede haber una identificación femenina, como ya dijimos.

125
Notas:
(1) Rorschach H. "Psicodiagnóstico", Paidós, Buenos Aires, 1948.
(2) Klopfer B. "La técnica del Rorschach", Paidós, Buenos Aires, 1966.
(3) Alcock T. "La prueba del Rorschach en la práctica", F.C.E. Méjico, Buenos
Aires.
(4) Piotrowsky Z. "Perceptanalysis", Mac Millan Co. New York, 1957.
(5) Rapaport D. "Test de Diagnóstico Psicológico", Paidós, Buenos Aires,
1965.
(6) Beck S. "Le test de Rorschach", Tome Premier Presses Universitaires de
France, París, 1967.
(7) Exner J.E. "Sistema comprensivo del Rorschach", Pablo Editor, Madrid
1974.
(8)'Bohm E. "El psicodiagnóstico de Rorschach", Morata, Madrid, 1973.
(9) Slullitel S. "Problemática de las respuestas de color acromático. Hipótesis
interepretativa". Rev. "El Rorschach en la Argentina", Año 4, NQ 1, Buenos Aires,
1972.
(10) Slullitel S. "Color acromático", Presentado en el VIII Congreso Internacio-
nal de Rorschach y otros métodos proyectivos.
(11) Adrados I. "Teoría y práctica Do Teste de Rorschach", Vozes, Petrópolis,
1977.
(12) Rausch de Traubenberg N. "La prueba del Rorschach en la práctica", Pablo
del Río Editor. Madrid, 1977.
(13) Campo V. y Rabinovich D. "Revisión crítica de las respuestas de cla-
roscuro en el Rorschach", Ficha N8 21 de la Asociación Argentina de Psicodiag-
nóstico de Rorschach.
(14) Klopfer B. "Developments in the Rorschach Technique", Harcourt Brace
Javanovich Inc. New York, Volumen I, 1954.
(15) Bürde, Sorribas y otros, "Lo esperable en el Rorschach de adolescentes. Hi-
pótesis preliminar". Rev. "El Rorschach en la Argentina", Año 2, N5 2, Buenos Ai-
res, 1970.;
(16) Siullitel y otros, "Síntesis de la experiencia de un grupo de estudios con el
psicodiagnóstico de Rorschach en adolescents", Rev. "El Rorschach en la Argen-
tina", Año 2, Na 2, Buenos Aires, 1970.
(17) Campo V. "Rorschach. Pronóstico y Tratamiento". Rev. "El Rorschach
en la Argentina. Año 2 N® 2, Buenos Aires. 1970.
(18) Zulliger, H. "El test Z. en test individual y colectivo", Kapelusz,
Buenos Aires, 1970.
(19) Fonda Ch. "La respuesta de espacio blanco", Ficha N° 27 de la
Asociación Argentina de Rorschach, 1983.
(20) Gravenhorst y Passalacqua, "Fenómenos Especiales en Rorschach",
CEA, Buenos Aires, 1988.
Así como los colores se relacionan con los estados afectivos, los claros- i
euros tiene que ver con una sensibilidad ansiosa, una internalización del 1
afecto. '
Rorschach señaló cuatro aspectos fundamentales en relación a los
claroscuros:

1 - Adaptabilidad afectiva, ansiosa, cautelosa y trabada, con autodominio


frente a terceros.
2 - Distimia depresiva (con la que son asociados los colores acromáticos).
3 - Sentimientos de insuficiencia, sensación de desarmonía y disgregación
interna, compensados por fantasía de realización de deseos, ligados a un
talento especial para apreciar lo espacial, la profundidad y la lejanía (acá
hace referencia a las respuestas de perspectiva).
4 - Toma las respuestas de claroscuro como respuestas de color atenuadas.

En general consideró a estas respuestas como índice de una adaptación


afectivo-angustiosa y prudente-reprimida, así como de una tendencia al
ánimo deprimido.
Las concepciones anglosajonas (Nina Rausch de Traubenberg)(l) las con-
sideran como tonalidad ansiosa, humor disfórico; salvo en las respuestas
de textura que tienen que ver con el contacto sensorial. Evidencian una
sensibilidad sin posibilidades de expresión real o de realización por lo que
pueden llevar a un compromiso menor, a una retención, que —en
cambio— se explícita y aflora en las respuestas color. Son personas de una
afectividad general deprimida que a menudo aparentan una mejor
comunicación afectiva de la que en realidad poseen.
También es considerado como algo disfórico, estado de tristeza y ansiedad
asociados a excitación y excitabilidad con tendencias depresivas,
relacionadas no siempre con una experiencia depresiva conciente sino más
con "ansiedad depresiva" como configuración dinámica inconciente.

Vera Campo y Diana Rabinovich(2) en "Revisión crítica de las respuest


de claroscuro" comentan la posición de distintos autores sobre el tema:
Exner indica que los cinco autores por él estudiados (Beck, Hertz,
Rapaport, Klopfer, Piotrowski) coinciden en interpretarlos como cautela,
temerosidad y sentimietnos de incomodidad, afecto sumiso y ansioso en
relaciones restringidas con el ambiente.
Según estas autoras para Rapaport y Schqfer indican una actitud alerta y una
adaptación poco flexible y ansiosa, con contactos calculados y especu-
lativos.

127
En el mismo artículo mencionan a Piotrowski, quien dice que el claroscuro
claro es usado por sujetos cautelosos, dubitativos, ansiosos, que ocultan
sus sentimientos en la conducta (el individuo reacciona a la ansiedad
mediante una inhibición motora, inhibe las tendencias a la acción; en el gris
oscuro el efecto de la ansiedad supone una reacción activa; los que
interpretan los aspectos oscuros son combativos pero alternando con
momentos de huida. Cuando el claroscuro excede a suma Color hablaría de
exagerada sensitividad a peligros potenciales).
Así unos y otros hablan de color acromático y de claroscuro indistinta-
mente, con el significado de distimia depresiva.
I Klopfer es en realidad, el que discrimina con más propiedad sobre todo
esto, y en general su idea es que las respuestas de claroscuro se relacionan
con el manejo de las necesidades primarias de dependencia, de seguridad
de afecto y pertenencia, enfatizando la normalidad de su presencia en las
texturas. Ve la respuesta de perspectiva como un intento de manejar la
ansiedad afectiva a través de la toma de distancia como esfuerzo
introspectivo y las bidimensionales, K, como intelectualización de la
ansiedad. Las respuestas de difusión, K y KF, como ansiedad difusa
flotante, que indica falta de estructuración o bien pérdida de las defensas.

Otro significado que le ha dado a las respuestas de claroscuro es el de


estar relacionadas con la angustia y la posible respuesta de la persona.
Rapaport, Gilí, Schafer y Holt insisten en que no es necesario postular una
relación intrínseca entre sombreado y angustia, sino que se trata más de una
dificultad para integrar y articular. Las láminas sombreadas son difusas y
poco estructuradas y las personas ansiosas se ven trabadas para desplegar
una capacidad articuladora dando solamente respuestas vagas, mientras que
los no ansiosos pueden lograr una articulación formal mejor, sobre-
poniéndose a sus ansiedades. O sea que el origen de sus dificultades sería
la pobre articulación de las manchas. Es posible que las respuestas de
sombreado estén ausentes —en general— cuando la angustia está embotada
o bien cuando encuentra una expresión ideacional más que una repre-
sentación directa (el sombreado puede faltar en cuadros de rigidez, com-
pulsividad, en esquizofrénicos paranoideos con gran rigidez y cautela). Sin
embargo no por ello debemos descartar la existencia de angustia.

Para Phillips y Smith el significado de las respuestas de claroscuro es de


inhibición de la motilidad y su presencia contraindicaría el acting-out.
Piotrowski da este sentido sólo a su categoría de claroscuro claro.
Schachtel habla de adaptación cautelosa, ansiosa y desconfiada, poco libre,
con temor a despertar la desaprobación de los demás. El diferencia
oscuridad de difusión, señalando que la oscuridad indica un humor
depresivo con matiz afirmativo, queja implícita y pesimismo y la difusión

128
marca la presencia de angustia conciente difusa y manifiesta, vivenciada
como falta de sostén y pérdida de límites.
Para Vera Campo las respuestas de claroscuro son reacciones yoicas que
manifiestan tipos de mecanismos defensivos movilizados por las situa-
ciones de microangustia que surgen frente al claroscuro y sólo en segundo
término piensa establecer un vínculo interpretativo entre la angustia y los
afectos, y la fantasía y los contenidos. Por tanto: ansioso, cauteloso,
trabado, serían modos específicos de reacción o formas de conducta de-
fensivas de ese paciente frente a sus dificultades o conflictos.
De acuerdo con esta posición del artículo mencionado, la normalidad o
anormalidad de la aparición de las respuestas de claroscuro en un protocolo
está en función de la teoría de la ansiedad manejada por los distintos
autores, lo que ha generado confusión en la clasificación. Así respuestas de
tipo ansioso (ej: nubes, humo) son clasificadas como respuestas de
claroscuro, aún cuando no se menciona el sombrerado o a la inversa, aún
cuando el sujeto no manifiesta ansiedad o signos de rechazo. La angustia
para ellas debe ser comprendida como algo que influye en el proceso
perceptivo y experiencia en forma constante, por el solo hecho de la
situación de prueba. Cómo el sujeto resuelve esta situación se verá a través
de los determinantes y en todos los aspectos formales del psicodiagnóstico.
La conducta ansiosa es, tan solo, entonces, una de las posibles respuestas
frente a la angustia. Así una M con contenido destructivo, una F- o un
color deteriorado, también son expresión de una angustia que los
mecanismos de defensa del yo no alcanzan a controlar. Este enfoque de la
angustia, ya sea desde el contenido o desde el signo determinante ha sido
uno de los puntos de confusión entre clasificación e interpretación.
La angustia sintomática, que no se ve siempre o únicamente en las
respuestas de claroscuro, sería expresión de la falla de las defensas puestas
en juego por la angustia señal (señal de alarma o pequeña cantidad de
angustia que surge en el yo y que pone en marcha mecanismos defensivos
para evitar la desorganización). Esta es la angustia que sí se manifiesta a
menudo en las formas inestructuradas de las respuestas de claroscuro, lo
que sin embargo no significa que el sujeto se muestra ansioso en su
conducta. Puede tener ataques de terror, o estar malhumorado o aburrido, o
parecer deprimido, eso último cuando el producto de la defensa es una
conducta inhibida. Esta angustia en sus formas extremas se acerca a la
angustia traumática o catastrófica, situación en la cual no es posible tomar
un Rorschach; por ejemplo, en una crisis de pánico psicòtica o después de
traumatismos intensos (guerras, catástrofes, muertes). El sujeto está
sometido a una afluencia de excitaciones de fuerzas internas o externas que
es incapaz de dominar.
Salomón(5) habla de las respuestas de claroscuro como vínculos objetales

129
conílictivos, basados en una relación conílicliva entre el Yo y el Su payo.
Parte de que el Yo en evolución del niño pequeño asocia la oscuridad con la
tensión de la necesidad y la angustia y la claridad con la satisfacción que se
espera. Por eso las respuestas de claroscuro se convierten en un indicador
de las emociones teñidas de displacer. El significado general de las respues-
tas de claroscuro es agresión introyectada; para ello se utilizan los mecanis-
mos de defensa de la negación, formaciones reactivas e inversión activo-pa-
siva. Existe además una fijación en la fase oral con necesidades narcisistas
aumentadas y gran ambivalencia afectiva.
Beck(6) considera las respuestas de difuminado como carencia, retrai-
miento, reducción, insuficiencia de actividad, voluntad y energía que puede
llegar a la inercia y apatía. La tonalidad ansiosa está presente, pero puede
estar englobada en la pasividad, resignación a la huida.
Irene Orlando(7) hace una diferenciación entre las respuestas que conside-
ran exclusivamente el límite, abstrayendo el resto y las que integran
superficie y límite predominando la síntesis en la forma de percibir. "Las
respuestas de color y color acromático o consideran la superficie como
homogénea, desestiman las diferencias de tonos y a través de fuerzas de
cohesión unifican la superficie en un plano. Existen otras respuestas que se
centran en las diferencias de tonos y la superficie es vista como
heterogénea: son las llamadas respuestas de claroscuro.
Considera cuatro categorías en una secuencia que va de lo más simple a los
más complejo:

1 - Respuestas K - Ej.: "Esto es como una niebla, una bruma". El sujeto


ve una parte de un plano (lámina) con una discontinuidad (mancha) en la
superficie de la misma, pero considera al material como si estuviera frente a
una estimulación homogénea.
2 - Respuestas C' - El sujeto menciona el color propio de la mancha.
Hace una diferenciación neta de un plano.
3 - Respuestas Clos - El sujeto menciona los tonos "claros y oscuros"
que presenta la mancha. Parecería ser una primera articulación dentro de la
mancha con un mismo color, y a partir de la diferencia de luminosidad de
las partes.
4 - Respuestas Di/Dr F. El sujeto destaca una parte de una mancha que
presenta diferentes tonos a partir de los cuales organiza la respuesta.

Dentro de la categoría 3 toma en cuenta superficie (el sujeto hace referencia


fundamentalmente a lo táctil y a los tonos, con consideraciones acerca de
peso, consistencia o profundidad) y espacio (el sujeto subdivide el plano
total según el eje vertical, el eje transversal en partes simétricas o asi-
métricas considerando el arriba-abajo, superior-inferior, cuerpo-mente,

130
etc.; o cu cuanto al eje antero-postcrior dando lugar a la división adelante-
alrás, superlicial-pnoíundo, afuera-adentro, lejos-cerca, allá-acá, etc.
listas disociaciones son la que permiten entender los fenómenos de la
tridimensionalidad, donde un plano es el de la lámina y otro el de la
mancha; aparece la figura y el fondo, a veces con inclusión del blanco o
con el espacio circundante en el que se halla el objeto.
Di ferencia también las respuestas clasificables como K o c, expresando que
"cuando un sujeto describe una respuesta clasificable como c parece
considerar la mancha y lo texturado como saliendo hacia la superficie de la
lámina, hacia el observador, el acento está puesto en el efecto que produce
la superficie y queda expresado en el acto de tocar la lámina; presentan en
su mayoría "objetos parciales" extraídos de un animal (piel, cuero) o hecho
para cubrir el cuerpo (vestido, tela); la calidad del vínculo está más
expresado según las cualidades atribuidas al objeto: desagradable, peludo,
áspero, etc. En esas respuestas el objeto tiene continente para todo su
contenido y representan un nivel de desintegración menor que las
respuestas K.
Las respuestas clasificables como K son descriptas como alejándose de la
lámina, en la medida que se integran a una F con perspectiva; tienen mayor
variabilidad de categoría de contenido y remiten a un "objeto total" en
relación con el entorno. El tipo de vínculo ha tomado forma en la lámina;
muestran la necesidad de expandirse en el espacio, expansión que represen-
ta el tiempo o el espacio. La K es la representante por excelencia de la vi-
sión del mundo o espacio conductal como semejante al espacio uniforme-
mente homogéneo".
A nuestro entender, en este artículo, Irene Orlando produce una extra-
polación, inexplicable en una autora tan lógica, a través de un fenómeno
que nos había llamado ya la atención y que mencionamos en nuestro primer
tomo. Era en referencia a que un individuo que permaneciera un tiempo
prolongado frente a una superficie homogénea empezaría a sentir a su
alrededor la presencia de una niebla que lo invade. De ahí ella deduce que el
que ve una K está comportándose como si viera algo homogéneo, cuando
es bien evidente que ello no se produce por ese fenómeno sino justamente
porque la superficie no es homogénea. Lo único que hace es interpretar lo
que percibe, no eliminándolo, sino precisamente, teniéndolo muy en
cuenta.
Para nosotras el que haya respuestas de claroscuro no es de por sí negativo
y siguiendo lo dicho por Graciela Peyrú(3) tenemos una concepción de la
angustia como "...uno de los eslabones en la compleja red del sistema
yoico de regulación; la angustia surge por un lado como un efecto de la
actividad yoica (angustia descarga; angustia señal) y al mismo tiempo como
un productor de efectos (defensas, etc.)".

131
I«lttiigiiRlUicn un estado particular, difuso, de sensación de peligro interno
tum imiU'Htat y displacer al que no se le encuentra motivo externo aparente
(|uc lo provoque. Dice Freud(4) que... "la angustia es producto del estado
(le desvalimiento psíquico del lactante que constituiría la contrapartida del
desvalimiento biológico."
I ,a angustia manifiesta puede darse como angustia flotante que es una
experiencia subjetiva (puede ser descripta por el paciente o inferida de los
tests psicológicos). Es difusa y penetrante y puede o np ser observable en
la conducta (K y KF). Se manifestaría en las respuestas de difusión y hay
un estado mental de aprehensión (contenido siniestro).
El dar respuestas de claroscuro implicaría que las mismas ponen enjuego el
sistema defensivo. La repercusión mental de la angustia hasta cierto punto
descarta la posibilidad de somatización y actuación; si se presentan estos
determinantes en personas que también actúan o somatizan el pronóstico es
mejor.
/"Estas respuestas implican un reconocimiento de la angustia y de la
Vdependencia, ya que es mejor depender de una persona y no de drogas o
pandillas. Indican una mayor sensibilidad interna, discriminación más fina
que hace pensar en una resonancia diferente que aquellos que responden
utilizando los colores acromáticos, por ejemplo.
Hemos observado a través del aporte.de diferentes autores que en general
estas respuestas están en relación con sentimientos de naturaleza disfórica y
depresiva, sentimientos de inadecuación afectiva, de inferioridad, ansiedad
y angustia. Pero, como ya dijimos con otros determinante, el estudio de
estas respuestas no debe ser hecho en forma aislada sino tomando en
cuenta la evaluación general del protocolo. Los elementos del test que
pueden modificar el significado del claroscuro son las respuestas de color y
de control intelectivo; las primeras porque pueden modificar los contenidos
depresivos, ya que implican una apertura de los afectos que se muestran a
través de ellas, y el control racional (F) que permite apaciguar el estado de
angustia y ansiedad; hay un esfuerzo por dominarse, adaptarse con un
sobrccontrol exterior, siendo prudente en los contactos emocionales.

CLAROSCURO DE SUPERFICIE
Dentro de los claroscuros las respuestas de textura hacen mención a las
tonalidades de la lámina para dar idea de superficie. Se relacionan con la
sensación táctil, tanto que muchas veces los examinados tocan la lámina
con los dedos, esperando palpar la suavidad o aspereza de lo que han
' mencionado. El ver los matices internos implica una mayor discriminación

1,12
y sensibilidad que el dar percepciones masivas como el C'. Reflejan la (
búsqueda de contacto y las necesidades afectivas derivadas de la expe-
riencia vincular madre-hijo dadas tempranamente, en un período de gran
dependencia hacia el otro, donde el contacto de los labios con el pezón
proporcionan una experiencia fundamental. O sea que se vinculan con las
expectativas básicas de afecto a ser recibido del mundo externo (Klopfer,
1954)(8).
El dar este tipo de respuestas muestra también capacidad para observar
matizadamentelas diferencias, sutileza, discriminación, sensibilidaddiferen-
ciada, perspicacia y prudencia en los contactos.
En el psicograma las respuestas de sombreado de superficie se colocan
sobre el lado "color", lo que evidencia la relación que tienen con los dis-
tintos modos de contactarse con los objetos.
Nos da información acerca de la necesidad del sujeto por establecer contac-
tos y el contenido nos indica las expectativas en relación a esos vínculos. Si
existen en número esperable al lado de una alta columna de forma, puede
decirse que si bien esa persona establece vínculos formales lo puede hacer
sin rigidez y demuestra cierta habilidad para el trato social, capacidad de
empatia y posibilidad de reaccionar de manera más socializada y conven-
cional.
Klopfer considera a la textura como sensitividad, miedo a ser herido y^
frustrado y a la ansiedad que surge frente a las relaciones interpersonales,
pero revela el conocimiento de las cosas que suceden en el ambiente y tacto
como forma de conducta en sentido social. ^
"Tanto las respuestas de C' como las de textura pueden considerarse de
categoría intermedia ente la F y el color brillante, susceptible de servir a dos
propósitos: como absorbentes de shocks ante estímulos emocionales
exteriores demasiado fuertes, o como facilitante de una más amplia intro-
misión de la impresiones".
De esta manera pareciera tomar sólo las texturas en relación con los objetos
externos, siguiendo a Rorschach y no como expresión de cómo el niño
vive internamente sus vínculos con los objetos originarios.
En realidad las texturas tendrían una doble vertiente, revelan aspectos de
cómo el sujeto se vincula con el mundo y los objetos externos, pero esto
es sólo resultado de la manera en que inicialmente fueron vividos en el
mundo interno de fantasía y con las imagos originarias internas, mundo
interno que persiste a lo largo de la vida psíquica.
Para Beck(6) en las respuestas de textura se asimila la sensación táctil al
deseo de contacto. Se trata de una sensitividad difusa, que puede llegar
hasta la sensualidad y que permite enjuiciar el papel que jugaron las
satisfacciones o frustraciones precoces. Indican una experiencia afectiva
dolorosa, relacionado con necesidades eróticas más imfanlilcs. Con el

lu
predominio de la forma—Fe—, la necesidad está controlada y es utilizada
cu MU provecho. Si es cF ó c pura, la experiencia originada por la
depi ivueión acliva es más severa e interfiere en los intentos del sujeto por
mantener contactos interpersonales útiles y productivos.
iúnrr( VI) cuenta con experiencias hechas por Montolto donde se
compiot/) que chicos con madres restrictivas dan más/espuestas de textura
que con madres democráticas.
Otra experiencia de Breecher demostró que los niños con madres so-
breprotectoras daban mayor número de texturas que los que experimen-
taron rechazo materno. Evidentemente acá hay una diferencia teórica con
nosotras ya que parece descontar que en la sobreprotección no hay rechazo.
Pareciera según esos estudios que el rechazo materno reduce la necesidad
de agradar, dando como resultado un menor número de texturas.
Para Brown aumenta en los psicosomáticos lo cual no ha sido comprobado
por nosotras; por el contrario, pueden estar ausentes.
Steiner hizo otra experiencia donde demostró que las personas con éxito en
su trabajo tienen menor núrhero de texturas que las personas sin éxito.
Exner interpreta las texturas como indicativas de necesidades de contactos
¡nterpersonal-afectivo y el darlas hablaría de una persona más infantil que
adulta. Aumenta en sujetos con problemas de adaptación y en sujetos
dependientes con menor éxito, hablaría de una forma precavida de tender
hacia el exterior en busca de relaciones afectivas gratificantes.
Para la escuela francesa (Nina Rausch)(l) la EF (estompage forma de
textura) se interpreta en el sentido de Klopfer, de búsqueda de contacto
físico y como en el niño pequeño, de avidez afectiva expresada de modo
inmaduro y en la que se manifiesta la sensualidad. Se da la necesidad de
investir, de cargar un objeto de una significación afectiva prevalente, de
aferrarse afectivamente, pero con una dispersión del esfuerzo ya que se
perseguirá la necesidad de satisfacerse sin poder lograrlo totalmente. Se
notaría el carácter de agradable o desagradable del contacto a través de
observaciones como "es metálico, o frío, blando, duro".

Para Bochner y Halpern, la interpretación Fe implica "el deseo de un cierto


grado de contacto, un recurrente anhelo de seguridad en cierta situación
social". El individuo, como diría P. Maslow "no procede con una sólida
certeza, pero tiende la mano con circunspección".
Phillips y Smith sostienen que el significado de la interpretación de textura
cálida se evidencia en un carácter afable, conformista, adaptable, mientras
que en el claroscuro de superficie frío se trata de un malhumor sufriente, de
hostilidad latente, con un celoso desprecio de la autoridad pero sometido
|x»r temor al castigo".
Kuuifiuchi (Director del Instituto Rorschach de Tokio) dice que la inter-

1,14
pretación de textura indica una gran sensibilidad diferenciada, de reflexión
y si son numerosas, de ansiedad.
Según Isabel Adrados(9) las respuestas de textura se relacionan con la
sensualidad y sensibilidad de un modo general; con la necesidad y ca-
pacidad de contacto social y con el "tacto" para conseguir relaciones inter-
personales. "Los individuos con estas respuestas movilizan sus recursos
hacia afuera, intentando mitigar la ansiedad mediante un comportamiento
flexible, adaptable a los deseos de los otros, sacrificando a veces sus
propios puntos de vista para no perder la estima del medio ambiente, al que
ellos mucho valorizan. Son individuos pasivos, sujetos a hacer concesio-
nes y mostrarse complaciente en pro de una aceptación que alivie la '
ansiedad, generada en función de lo que otros pueden decir o pensar.
Cuando el número de respuestas Fe es mayor que el de respuestas de F
evidencian excesiva pasividad, carencia de la mínima agresividad para
imponerse y vencer en la vida". Un número pequeño de respuestas Fe, en
armonía con el resto del protocolo, significa capacidad de contacto y
posibilidades de control automático, sin el deliberado esfuerzo que exige la
conciencia vigilante del F% o el control intelectual". El dar buenas
respuestas de textura indicarían para ella una "inteligencia social", una
capacidad diplomática para manejarse en lo interpersonal aunque, si están
aumentadas, inhibiría las verdaderas potencialidades del individuo por la
exigencia de adaptarse a lo convencional, resultando poco convincente,
disminuyendo el poder de autoafiimación y autodeterminación.

Textura: Aspecto evolutivo


Evolutivamente(lO) es recién a los 7 años cuando aparecen más de una
respuesta de sombreado en el protocolo, aunque ya desde los dos años
suele darse este tipo de determinante. Aumenta el uso hasta los 7 años y
luego declina hacia los 10 años. Lo que cambia es la naturaleza de las
respuestas de sombreado. En los primeros años lo que más se da son
respuestas de difusión; a los 3 y 5 años predominan las respuestas de
textura más que las de difusión aunque la verdadera discriminación y
diferenciación de los detalles dentro de la mancha se hace a los 7, 8 y 9
años. Estas tendencias muestran que el niño en distintos períodos
evolutivos va cambiando su sensibilidad y cautela frente al ambiente;
además en edades tempranas la ansiedad es más difusa, indefinida y con el
tiempo se va discriminando y se hace más específica.
En un estudio comparativo de las características esperables en el Rorschach
de niños de 6, 8 y 10 años de edad en la ciudad de Bs. As.(ll), se hace
nulftr que "en posible encontrar textura como determinante en el 36% de los
CMum en niños de 6 años y aumentando su probabilidad de aparición hasta
el .Vt% ¡i los 10 años. La presencia de algunas cF aumenta un poco este
poru-muje del sombreado usado como textura, en las tres edades. La
textura está ausente en aproximadamente la mitad de los niños de 10 años y
se la encuentra menos aún en las edades inferiores, lo que según las autoras
mostraría que para el niño resulta difícil la percepción y verbalización del
sombreado. Se observa su aparición con más frecuencia en niñas de 6 años
tendiendo a nivelarse luego con los varones hacia los 10 años.
En general los niflos van a dar más c ó cF, y con la edad va apareciendo
más las formas como dominante en sus respuestas. En los gráficos los
niflos no suelen incluir tampoco los claroscuros.

Nivel y Calidad Formal


Las Fe se refieren al contacto a nivel de relaciones objetales básicas, a la
necesidad que se tiene del otro pero con un grado de madurez de la
dependencia, ya que hay mayor aceptación y reconocimiento de la
dependencia y por lo tanto se la puede controlar más racionalmente. Esa
búsqueda infantil de contacto ha llegado a estar más limitada y refinada, es
decir que se orienta la búsqueda en otras personas hacia indicadores que
nos revelen la posibilidad de confiar afectivamente en ellas. Se pierde la
imperiosidad del contacto físico aunque se conserva lo pasivo, receptivo de
lo que esperamos que venga del otro, del afuera. Por eso también las Fe
revelan el conocimiento de lo que sucede en el ambiente y nos indican el
"tacto" y la flexibilidad para manejarse con los demás. Buenas texturas
hablarían de buenos vínculos, de pensar en el otro aunque esto no se vea en
la conducta, ya que indican vínculos profundos.
Lo esperable en un protocolo es que hayan dos o tres Fe como mínimo; las
cF y c no son esperables por su significado.
Si las Fe están aumentadas pueden indicarnos que esa persona tiene una
sobredependencia del otro aún reconociéndolo; que es hipersensible y muy
susceptible; son sujetos afables, conformistas, tipo camaleón, con
" m áscara soci al" lo que hace difícil conocerlos; hay escasa manifestación de
la agresión (real y enmascarada) para manejarse con el mundo exterior y
desbordaría en afectos para ser aceptado, se tornan demasiado diplomáticos
y pasivos. Puede teñir todo tipo de tarea, en lo laboral por ej.: va a ser más
imponanie mantener la relación afectiva que el interés por la competencia,
disminuyendo la capacidad de acción, la inicitiva y el poder de afirmación
que están ligados a una agresividad positiva.

1.1*
Si faltan las Fe habría dificultad en reconocer y aceptar las necesidades
afectivas; una mayor intelectualidad pasa a gobernar la conducta. Nos
indicaría que la necesidad de afecto probablemente haya sido desplazada,
disociada quizás debido a una experiencia de frustración prolongada en sus
primeros vínculos. Entonces ha quedado obstaculizada la capacidad de
establecer relaciones objetales en las que los afectos estén incluidos. Esa
deprivación afectiva se ha vivido como algo peligroso, creando insegu-
ridad y ansiedad, y en los próximos vínculos tratará de protegerse negando
y reprimiendo el reconocer que necesita el afecto de los otros.
Para Klopfer la ausencia de Fe se puede deber a frustraciones tempranas en
la relación madre-hijo y/o ser indicio de un defecto básico en la
personalidad y su organización, que obstaculiza la adaptación e impide las
relaciones interpersonales cercanas o tiernas.
La Fe- hablaría de una distorsión del control lógico por necesidad de afecto
mal integrada en la personalidad.
Si tenemos una alta columna de F, que es índice de control, sin estar
matizada por la textura, que indicaría sensibilidad, nos mostraría una gran
rigidez, falta de flexibilidad y de profundidad emocional en las relaciones.
La cF muestra también énfasis en el aspecto táctil, de las tonalidades y se
hace dentro del contexto de una forma más o menos definida, pero implica
reacciones mas indiferenciadas, cierta carencia en el reconocimiento de la
necesidad del otro y por lo tanto de mayor dependencia y también de
limitaciones en la relación como defensa frente a la angustia que le produce.
Sus actitudes parecen maduras, pero tienden a actuar la dependencia ya que
la necesidad ahoga el pensamiento. Representa necesidades tempranas de
cercanía, de ser "sostenido" y "transportado", recreando el deseo de de-
pendencia infantil con los demás.
Estas respuestas se dan en protocolos que revelan inmadurez, con poca
capacidad de control. Las cF son el núcleo de las necesidades de depen-
dencia; pudieron haber ocurrido frustraciones en las necesidades infantiles,
deprivación o exceso, que trabarían el desarrollo del afecto y como nunca
fueron satisfechas van a perdurar buscando una canalización que no se da.
Dar estas respuestas no implica necesariamente manifestar en forma abierta
y directa la búsqueda de seguridad y contacto, sino que esto sucede más
cuando faltan elementos de control en el protocolo (F+, M+, FC+, W+).
Pero sí lo que expresa es la necesidad de seguridad afectiva.
Cuando aparece en respuestas adicionales indicarían desconfianza e
inseguridad para aceptar esa necesidad. Si queremos saber si un sujeto tiene
capacidad para mantener relaciones afectivas será importante analizar la
relación Fc/cF en base a lo expuesto anteriormente.
Las cF aumentadas representan una gran sensualidad dentro de la perso-
nalidad, el acercamiento a los demás y la tendencia a establecer vínculos

1,7
rtlopcndlcnics, sin un reconocimiento por falla del pensamiento. A
N onn gran necesidad afectiva y dependencia se expresa a través de
iones sexuales promiscuas, por necesidad de contacto corporal y no
|H>i ser unu relación genital madura.
Hl hecho de que estén ausentes las respuestas de cF no quiere decir que no
hayan existido frustraciones graves, ya que los sujetos que han sufrido
una marcada deprivación afectiva en la temprana infancia son los que
generalmente no producen ni Fe, ni cF, ni c.
Las respuestas de c (texturas puras) indican una especial sensibilidad a las
impresiones táctiles que dan las tonalidades, ante la que se responde con
texturas indiferenciadas y contenidos como: pelambre, lanas, algodón, etc.
El deseo de contacto no está controlado por el factor formal, o sea que no
existe ningún control del pensamiento sobre él y se daría entonces una
dependencia extrema, una necesidad de afecto masiva, indiferenciada,
infantil. Los vínculos son primitivos, regresivos, sin tener en cuenta al
otro, y se dan a nivel corporal somatizados y/o actuados. Son personas que
necesitan del contacto físico con el otro para sentirse apoyados, sin
conciencia de que dependen. Pueden reaccionar de manera incontrolada, no
socializada; incluso su conducta puede volverse agresiva e inaceptable.
Suelen darse en una personalidad tan indiferenciada que no puede hallar
satisfacción en una relación objetal interpersonal porque sólo puede recibir
y no brindar, hay un deseo de posesión.

Necesita contactos muv infatiles, cuerpo a cuerpo, que reactualizan las


necesidades primarias de la búsqueda de objeto, de tipo viscerales y tác-
tiles, piel a piel, olfativos antes que motrices y visuales.
Son muy raras en normales y se dan casi exclusivamente en orgánicos,
comienzos de brotes (por la intensa regresión), en patologías serias, en ge-
neral drogadicciones, psicosomáticos (enfermedades del riñón), personas
promiscuas que buscan a través de lo sexual sólo el contacto corporal re-
gresivo, de piel, en forma permanente sin encontrar nunca una real satis-
facción. Para Ofelia Vázquez{ 12) es un indicador de enfermedades autodes-
tructivas graves (como por ej. cáncer) en algunos casos.
La ausencia absoluta de cualquier tipo (Fe, cF o c) de texturas nos habla
de una dependencia no meritalizada y por lo tanto actuada o puesta en el
cuerpo sin aceptarla o reconocerla, disociada. También se da su ausencia en
adicciones, enfermedades psicosomáticas, psicopatías, en personas que
pertenecen a grupos como modos de cubrir su necesidad de vínculos.
También se han encontrado en un estudio sobre mujeres que entregan a sus
hijos para adopción (Dolores Orcoyen) que no dan ningún tipo de textura ni
claroscuros, nada que evidencie sensibilidad,
l'uedcn sentir la necesidad de vínculos pero no pueden manejada.

1,18
Cualidad de las texturas: Cómo son los vínculos que establece una per-
sona nos lo va a decir la cualidad de las texturas: cálidas, frías, desagra-
dables e intelectuales.
Las texturas cálidas hablan de vínculos agradables y de la posibilidad de
establecer buenas relaciones, con tacto y cuidado ya que son índice de
confianza básica en el otro, derivadas de haber tenido relaciones primarias
gratificantes. Son personas cariñosas, dulces, que pueden expresar ternura,
incluso coiporalmente. Se evidencia un carácter afable, conformista y
adaptable.
Implican una buena elaboración de las ansiedades depresivas, con la con-
secuente necesidad de reparar, de cuidar al otro, de dar y de recibir.
Si todas las texturas son cálidas indicaría una idealización extrema de las
relaciones objetales disociando los aspectos agresivos de las mismas; son
personas "bondadosas", en exceso creando culpa a quienes la rodean.
Las texturas frías remiten a contactos frustrantes y rechazantes y como re-
sultado a desconfianza básica y a vínculos hostiles, reservados, lejanos,
"poco afectuosos". Como proyección de sus propios sentimientos agre-
sivos en el otro, se quejan de abandono y maltrato, siendo ellos a su vez
frustradores, rechazantes y distantes. Viven el mundo como hostil, sin ser
concientes de que la hostilidad latente es suya; son pesimistas, malhu-
morados porque dudan constantemente del amor del objeto. Esto puede
deberse a culpa o a ansiedad persecutoria con miedo a la retaliación. Se
puede dar en melancólicos (por incremento de la culpa) o en paranoides.
Con respecto a la autoridad, son sometidos por temor al castigo, pero hay
en el fondo un celoso desprecio, teñido también de agresividad.
En las texturas desagradables el deseo de contacto es sustituido por la
repulsión; indican vínculos con una gran dosis de destructividad y
componentes agresivos; casi exclusivo de perversiones, sadomasoquismo,
homosexualidad, brotes, etc. A veces se encuentra una textura desa-
gradable en fobias graves y cuando se da en la lámina IV, implican un gran
miedo y rechazo a la sexualidad masculina.
Las texturas intelectuales muestran las defensas pero no los vínculos, que
están bloqueados y controlados. Lo característico es la inhibición afectiva
activa, índice de una adaptación cautelosa que surgiría ante los temores que
puede despertar el vínculo con el otro. Este control se lleva a cabo mediante
mecanismosobsesivos(intelectualización,disociacióndeafectos,aislamien-
to, formación reactiva), maníacos o psicopáticos.
Se puede preguntar igual qué sentiría al tacto para ver qué puede encubrir,
qué otra textura oculta. Habitualmente no se hace esa pregunta en las
texturas intelectuales, pero tratamos de haceria para indagar.
Como dice Vera Campo(2): "Si Fci se da en forma moderada en un
psicograma equilibrado no siempre va a indicar bloqueo sino que puede

139
«I(tniricnr In eupaeidad del yo para mantener una relación desapegada con
ION olttw".
SI Non lodas intelectuales no está mostrando el tipo de vínculo sino la
delcnsa; los contactos son defensivos de tipo intelectual con miedo
«ubyacenle a depender mucho.
I -as texturas ambivalentes implicarían poner sentimientos opuestos en un
objelo.
Las texturas disociadas implican poner sentimientos opuestos en objetos
distintos. Cuando hay una textura cálida en un contenido siniestro,
podemos suponer idealización o identificación con el agresor.
Dar una textura fría en un objeto de por sí considerado inofensivo o cálido
hablaría de ría persona que busca buenos objetos pero establece malos
vínculos con ellos.

El dar una respuesta de textura desagradable con una connotación indi-


ferente o inclusive cálida, se encuentra casi exclusivamente en perversio-
nes.
Por eso es importante siempre preguntar la cualidad de las texturas, porque
se puede encontrar por ej. que algo pegajoso, gelatinoso ante la pregunta de
cómo sería al tacto respondan "Y suave... agradable".
Este estudio sobre la cualidad de las texturas está basado en trabajos
hechos en la Argentina fundamentalmente por Vera Campo(2).
Es esperable que haya texturas cálidas (sin exceso) pero también alguna
fría. No se esperan las desgradables porque hablarían de vínculos suma-
mente dstructivos.
Cuando las texturas intelectuales están aumentadas, puede hacerse más
trabajosa la actividad terapéutica ya que en general son personas muy
defendidas y que dependen bastante pero intelectualizando esa
dependencia, sin reconocerla. Sin embargo también nos hablaría de
personas que perciben con sutileza, que son perspicaces, sutiles y rápidas
intelectualmente, aunque afectivamente tengan dificultad para relacionarse.
Cuando no aparece ninguna respuesta de textura en un protocolo hay que
pedirla en el examen de límites.

Las respuestas de textura son consideradas por nosotras de buen pro-


nóstico terapéutico, no por lo que impliquen de dependencia, sino por lo
que tienen que ver con sensibilidad, posibilidad de establecer vínculos,
capacidad para discriminar y percibir sutilezas y capacidad de reparación.
Por supuesto considerando siempre la ubicación y la proporción de su
minien) dentro del protocolo general.

lio
CLAROSCUROS DE PROFUNDIDAD
En toda respuesta de claroscuro, puesto que el efecto del sombreado pro-
duce intranquilidad, los sujetos que reaccionan con una FK pueden ser
considerados como poseedores de una reacción vigorosa y exitosa frente a
la penosa experiencia provocada por el claroscuro; en estos casos, el sujeto
toma una actitud más activa elevándose por encima de su reacción inicial de
displacer llegando a construir interpretaciones muy elaboradas.
Las respuestas de FK bien vistas indican integración, madurez y creati-
vidad al estar relacionadas con una adaptación creadora, son el principal
indicador de la capacidad de introspección, y, en principio, de un buen
pronóstico.
Pasaremos a revisar lo qué nos dicen algunos autores al respecto puesto
que en este punto existen algunas divergencias.
H. Rorschach en su Psicodiagnóstico(13) menciona una adaptación cau-
telosa y una vigilancia conscientes de las cargas afectivas (del sujeto; dice:
"...las ideas de insuficiencia y los métodos a que recurre el paciente para
corregirlas hállanse íntimamente vinculados con dicha tendencia a la
cautelosa mesura de la expresión afectiva".
Al investigar la relación entre el determinante y su significado interpreta que
"toda vez que aparezcan interpretaciones de castillos, torres, arcos, tem-
plos, es lícito deducir que el sujeto siéntese interiormente disgregado,
desarticulado, débil e inarmónico, luego estas sensaciones son proyectadas
en forma de realizaciones de deseos, a los edificios y calles, templos y
arcos que constrúye, es decir que interpreta". "Los sentimientos de insu-
ficiencia a causa de los defectos de la propia estructura, el carácter trabado,
depresivo y cauteloso de la afectividad, que se manifiesta en las respuestas
de claroscuro parece constituir el cimiento inconsciente de las construc-
ciones interpretadas". "Cierto talento particular para la apreciación de lo
espacial, de la profundidad y la lejanía parece guardar proporción con una
afectividad de índole un tanto aprensiva y cautelosamente medida con
matices depresivos. Frecuentemente este talento y esa afectividad son
proporcionales a ciertos sentimientos de insuficiencia, cuyo contenido es
una sensación de inseguridad, inestabilidad y disgregación". Rorschach
correlaciona este tipo de respuestas con una poderosa capacidad de
imaginación plástica.
Para B. Klopfer(14) las respuestas de dimensionalidad y de sombreado
indican un intento por parte del sujeto para manejar sus ansiedades a base
de esfuerzos introspectivos, es decir que indican algo positivo al poder, el
sujeto, distanciarse de sus problemas para analizarlos más objetivamente,
se las puede asociar a insight, o sea el ver el problema angustiante en todas
sus dimensiones; el individuo que las da está haciendo un esfuerzo por

141
i niiipit iitki y lula.» su angustia, vinculándose también a una buena
mlii|>iiu'lrtn y reforzando el ajuste con la realidad exterior.
T Al rock (15) nos habla de las FK diciendo que muestran "una habilidad
puní ejercitar control intelectual al enfrentarse a estímulos considerados
hiibilualmenle como perturbadores", también se refiere a ellas ¡conside-
rándolas propias de un pensamiento lógico, espíritu crítico y características
de un espíritu de observación agudo.
Portuondo(ló), basándose en los conceptos emitidos por H. Rorschach,
nos habla del claroscuro de profundidad como de "un índice de adaptación
afectivo-angustiosa y prudente reprimida,, así como de una tendencia al
ánimo deprimido", también nos dice que las respuestas de vistas positivas
se relacionan con una lucha de cierto éxito por dominar su ansiedad y
depresión; mientras que las vistas negativas tienen que ver con un fracaso
en el control de las fuerzas sofropsíquicas, o sea quiere adaptarse y
controlarse pero no lo logra. Cuanto más marcada o intensa es la impresión
de profundidad tanto menos capaz es el sujeto de dominar su disforia y
adaptarse.
J. Exner(17) se refiere a la FK como una introspección dolorosa, común en
la gente atada a su pasado. Cuando él trata el tema del suicidio toma como
uno de sus índices la posibilidad de que aparezcan en los protocolos más de
dos FK, aunque sumadas a las FD, que son respuestas de perspectiva
lineal, siendo otro de sus once indicadores, el hecho de que lá experiencia
potencial (E.P. = FM+m+c+C'+k+k) sea superior a la experiencia actual
(E.A. = sumatoria de la primera fórmula vivencial). Esta postura es bas-
tante opuesta a la de otros ya que encierra un sentido más negativo en
cuanto a su presencia dentro de un protocolo.
Los autores que tienen un marco de referencia kleiniano postulan dos
miedos básicos desde los cuales puede surgir la experiencia consciente de
ansiedad; dichos miedos son el temor a la pérdida de un objeto (ansiedad
depresiva) y el temor al ataque proveniente de un objeto (ansiedad
persecutoria). Para Boreham(18) la forma más primitiva de ansiedad en una
relación objetal es el miedo a la pérdida del objeto necesitado o amado, ya
que el bebé lo vive como una experiencia catastrófica. La ansiedad
proveniente de ella se elabora y modifica a través de otras experiencias
reiteradas en relación con la confiabilidad de los objetos, pero en tanto
algunos elementos de esa ansiedad primitiva permanecen, constituyen la
estructura de la fantasía inconciente llamada depresión que no es lo mismo
que la depresión, que es una experiencia conciente, aunque, de alguna
formal, el cuantum y el modo de acción de la estructura inconciente
ansiedad depresiva, determinará el grado en el cual el individuo en su vida
|K)sterior se verá inclinado a la experiencia depresiva conciente. Como para
él la ex|Kvrieneiade pérdida objetal puede ser representada imaginariamente

142
por la imagen de una niebla espesa, envolvente e impenetrable, establece el
nexo con las respuestas de profundidad (sobre todo K y Kl') que
apuntarían a la capacidad de experimentar un estado mental de pérdida de
contacto con los objetos, refiriendo por ello a la acción de la ansiedad
depresiva inconciente en su forma primitiva e indefensa, postulando que las
restantes categorías de clasificación del claroscuro de profundidad (FK y
las k) se refieren a dos distintas formas de defensa y adaptación. Así las
FK serían... "un intento de colocar el problema mentalmente a distancia,
para negar su impacto y evitar sus implicaciones" involucrando los
mecanismos de defensa de negación y de evitación, pero también,
indicando una forma creativa de adaptación. Relaciona a la ansiedad
persecutoria (también constelación inconciente que provee para él las bases
de la tendencia hacia la experiencia de fobia conciente) con los contenidos
(fundamentalmente siniestros y amenazadores) y el movimiento inanimado.
Aclara que las dos situaciones de ansiedad nuclear raramente hallan
expresión bajo una forma para: la mayoría de los estados concientes de
ansiedad son complejos y completos de ambos elementos (depresivos y
persecutorios). Es decir que cualquier respuesta de sombreado puede estar
indicando, por otras cualidades del percepto, temores persecutorios (Ej.:
"Nube amenazante") siendo importante evaluar el predominio (cuando
exista).
Aclara también que las respuestas de profundidad, al estar a la izquierda del
psicograma no ofrecen información directa sobre el modo de relacionarse
con los objetos, pero sí de un sistema de fantasías dinámicas cuya
expresión manifiesta dependerá del balance total, de la fuerza y debilidad
yoica y del total equilibrio entre ansiedad y defensa. En síntesis, para
Boreham las respuestas de profundidad se refieren a una ansiedad
depresiva psicodinámica, estructura inconciente que provee una subyacente
tendencia a la experiencia depresiva conciente que puede hallarse bajo el
control del yo (y en tal caso permanece como una fuerza latente) o puede
encontrar expresión directa y conducir a la depresión clínica, que es un
síntoma y que en Rorschach está evidenciado por signos conocidos (tiempo
de reacción alargado, bajo número de respuestas, alto F%, bajos M y
color, etc.). En cambio las respuestas de K tienen el status de indicadoras
de una configuración psicodinámica subyacente como eje vimos.
Dentro de la Argentina Irene Orlando(19) nos dice que la FK está ligada a
"las señales de alarma frente a la angustia, al insight, a la toma de distancia
temporal y a la resonancia o respuesta afectiva interna a los objetos". Evi-
dencian(7) un mecanismo altamente dinámico y de gran reversibilidad al
combinar planos a diferentes distancias, organizando las respuestas en el
"eje anteroposterior" a través de la consideración del adelante-atrás que
remite a superficial-profundo, afúera-dentro, cerca-lejos, acá-allá, alcan-

143
ule Inuli tm/.able, aritcs-después, etc. Corresponden también a la concien-
cia «dual de lo históricamente dado en cuanto representan el modo en que
grafía» el tiempo en el espacio.
Desde nuestro enfoque y siguiendo el esquema de Pichón Riviere(2Q)
acerca de las áreas de la conducta, donde el área 1 corresponde a la mente,
el área 2 al cuerpo y el área 3 al mundo extero, la FK estaría en relación con
el área 1; al estar mentalizada la angustia es muy probable que en el sujeto
que las da, no existan afecciones psicosomáticas (área 2) ni correspondan a
una personalidad psicopática (área 3) y, en todo caso si se dan en ellos,
serían de mejor pronóstico. La perspectiva muéstrala posibilidad de poner
distancia y analizar las cosas desde lejos, de objetivar la angustia sabiendo,
así el sujeto lo que le está pasando. Alguien que ponga distancia en el
espacio quizás también la ponga en el tiempo. Esto es algo sumamente
importante, ya que nos habla de la posibilidad del que las da, dentro de su
personalidad o de una psicoterapia, de llegar al insight y tomar conciencia
de que hay aspectos suyos que pueden modificarse. Que frente a la
angustia, toma distancia y la controla, que siente que hay una ansiedad que
lo invade, no queda desestructurado ante ella y puede llegar a organizaría y
darle forma.
Tienen, sí, otras características más negativas. En general coinciden con
personas con tendencia a compararse desfavorablemente con otros, refle-
jando, en ese sentido, cierta inseguridad general; en otras palabras que
sienten que no han logrado lo que querían y tratan de compensar esa
inseguridad.
Seguramente hay diferencias interpretativas, de acuerdo al tipo de FK:
Hemos notado(21) que las respuestas de volumen y de difusión con límites
son comunes en personas con un fondo melancólico en las que se pre-
sentan elementos autodestructivos. La angustia allí contenida y proyectada
podría tener el carácter de mayor intensidad, realidad y peso, refiriéndose a
condiciones más reales extemas y objetivas.
Las resueltas de reflejo suelen esar asociadas al narcisismo, pero si están
dadas junto a una FK podríamos pensar que ese narcisismo puede llegar a
ser mínimamente reconocido y por lo tanto aumentan las posibilidades de
elaborarlo.
Concavidad y convexidad pueden relacionarse con mecanismos de subli-
mación de la angustia y el insight, la introspección y la adaptabilidad a una
psicoterapia, característico también, de seres creativos y armoniosos.
U>s claroscuros de profundidad, por ser una percepción original, ya nos
hablan de un buen nivel intelectual y descartan la posibilidad de estar frente
a una debilidad mental; pero su ausencia no indica debilidad ya que no
cualquier persona los da.
Un número muy alto de esos claroscuros coincidiría con un exceso de

144
idealización del área intelectual en desmedro de otros valores de la persona.
Su ausencia nos haría desconfiar de un buen pronóstico terapéutico de no
existir otros indicadores. Aunque en realidad no hay un número esperable
de FK, es positivo que haya alguna. En un protocolo normal es probable
que aparezcan alrededor de tres, pero si este número se hace mucho más
alto podemos pensar en alguien con mucha angustia y dolor, pensando en
cosas retrospectivas, alguien que no puede vivir el presente por estar atada
a un pasado muy doloroso.
En el caso de que la FK sea de una calidad formal pobre o inexacta (FK±,
FK±, FK-) su significado no sería positivo y deberíamos pensar en una
falla en la racionalidad y en las defensas, coincidiendo, quizás, con un
pensamiento confuso y una angustia psicòtica.
Existe un fenómeno especial llamado "perspectiva lineal" que se da cuando
en la respuesta está implicada la distancia, pero ella no está dado por el
claroscuro, sino pro la forma, el tamaño o la posición. Hay que ser muy
cuidadoso en la tablación, ya que un error confundiendo a ambas puede dar
una imagen del sujeto muy alejada de la realidad. En el caso de la
perspectiva lineal, contrariamente a la FK, este fenómeno especial
implicaría un intento de alejar del sujeto lo que le angustia, quedándose con
lo externo y formal para no acercarse realmente a lo que se le presenta, y
reprimiéndolo. En cambio el claroscuro muestra mayor sensibilidad y
creatividad, ya que la profundidad no está en las láminas sino que es puesta
por el sujeto.
En resumen, pensamos que los aspectos más importantes que encierra la
FK en un número esperable son:

a) Ser representante de un Yo fuerte.


b) Objetivar la angustia poniendo distancia frente a ella.
c) Tener un nivel intelectual alto.
d) Reforzar el ajuste a la realidad.
e) Posibilitar el autoconocimiento.
f) Poseer capacidad de discriminación.
g) Indicar buen pronóstico terapéutico.

KF + K
Es útil recordar a las KF como aquellos claroscuros que son perspectivas
poco organizadas o que indican difuminación pero con cierto límite espa-
cial; mientras que las K puras indican total difusión abarcando el espacio
sin forma alguna.

145
I locha cala aclaración pasamos a ver el sentido que cobran dentro de un
pmiocolo.
Recordamos que Boreham(18), quien trajo nuevos aportes sobre el tema,
dice: "la experiencia de pérdida objetal puede ser representada por la
Imagen de una envolvente, esposa e impenetrable niebla, donde puede ser
visto un lazo con la referenica psicodinámica de la respuesta K; ellas en
virtud de su referencia a la insustancialidad de los objetos, apuntan a la
capacidad de experimentar un estado mental de pérdida de contacto con los
objetos, y por ello requieren de la acción de la ansiedad depresiva incon-
ciente en su forma primitiva e indefensa".
Las respuestas de difusión hacen alusión a la angustia flotante, difusa, a
una sensación de no tener límites, de ser vulnerable, de no tener principio
ni final, de no saber dónde se está parado.; es un manejo de la ansiedad
depresiva o paranoide indiscriminado (según el caso y el contenido). Este
manejo es inconciente y está vinculado con necesidades primarias de segu-
ridad. Esta ansiedad primitiva es sentida por el bebé como una experiencia
catastrófica o de aniquilamiento, que se elaborada y se modifica a través de
la confiabilidad de los objetos.
En el caso de las K puras el sujeto se halla invadido por la angustia, no la
puede instrumentar para dar un concepto definido y se maneja con una
sensación. Si pensamos en lo indiscriminado, esto justifica que evoluti-
vamente aparezcan más temprano que las perspectivas o los volúmenes, se
correlacionarían con una etapa de indiscriminación Yo - No Yo.
Klopfer(14) dice de las KF y de las K puras que "indican angustia de una
naturaleza difusa y fluctuante, que reflejan la frustración de una satisfacción
sentimental"; también dice que son cualidades de la vida interior del sujeto
que reflejan brumosidad y oscuridad y tienen un tinte disfórico.
T. Alcock(15), por su parte, asocia las respuestas en sombreados oscuros
con depresión y dice que "no sin razón los místicos religiosos deno-
minaban a sus períodos de depresión como la oscura noche del alma".
También Binder(1937) hace la misma relación entre lo oscuro y la de-
presión.
Rapaport dice que los sombreados con una falta de articulación formal
interna denotan una ansiedad total y paralizante(l 1).
Desde la teoría inglesa, surge la pregunta de si las respuestas de difusión
están relacionadas con ansiedad depresiva o persecutoria. Volviendo a
fíoreham( 18) recordamos que, él responde a esto relacionando la
insustancialidad de los objetos y la imagen dé algo envolvente con una
capacidad de experimentar un estado mental de pérdida del objeto amado
(ansiedad depresiva) y del ataque proveniente del objeto (ansiedad para-
noide), si predomina una u otra ansiedad dependerá del contenido y de la
dirección y grado del tipo de ansiedad. Boreham recomienda no confundir

146
la ansiedad depresiva inconsciente en su forma arcaica con depresión como
experiencia consciente o como entidad gnosológica. Para él la KF sería una
de las posibles formas de experimentar y de adaptarse a la ansiedad
depresiva, siendo una manera defensiva pero que no constituye una
creativa maniobra para protegerse del peligro emocional. En cambio la K
pura sería una experiencia no defendida de amenaza y representa una
sumisión pasiva. Psicodinamismos semejantes sufren las fantasías de
ataque por parte de los objetos, que desarrollan una constelación incons-
ciente llamada ansiedad persecutoria, que según él provee las bases para la
tendencia hacia la experencia de fobia conciente.
Considera que la ansiedad fóbica, como buscando expresión a través de
elementos amenazadores o siniestros, se manifiesta justamente a través del
contenido de las respuestas, en cuanto a contenido siniestro, y en las res-
puestas de movimiento inanimado. Así la ansiedad fóbica proveniente de
una elaboración alrededor del primitivo núcleo del miedo al ataque de los
objetos, se.revelan en Rorschach en la respuestas de m y en los contenidos
amenazadores y siniestros. Estas indicaciones de ansiedad persecutoria, tal
como sucede con la respuestas de profundidad no revelan en sí mismas la
presencia de la experiencia fóbica manifiesta. También aclara, reiteramos,
que las dos situaciones de ansiedad nuclear raramente hallan expresión bajo
una forma pura, la mayoría de los estados conscientes de ansiedad son
complejos y compuestos de ambos elementos, depresivos y persecutorios.
De ello se concluye que la expresión de ansiedad en un test proyectivo,
debe reflejar la complejidad de esos sentimientos. La respuesta "una nube"
que hablaría de ansiedad depresiva puede ser elaborada perceptualmente de
modo de incluir un elemento fóbico a través de la especificación "parece
amenazante"; entonces Boreham clasifica arbitrariamente esa respuesta
como KF, mF; aunque finalmente remarca que cualquier respuesta de
difusión puede también estar expresando temores persecutorios.
Para Vera Campo(2) las K y las KF hablan de ansiedad difusa excedente y
mentalizada por el individuo; esto es importante porque excluye relativa-
mente la posibilidad de actuarla o ponerla en el cuerpo. Así son estos los
determinantes típicos de la neurosis de angustia. Habiendo una fobia
sintomática no deberían presentarse, de hecho esto no sucede, porque casi
siempre el que consulta está descompensado y por tanto con angustia
excedente. Es decir, que las K se encuentran bastante a menudo en las
histerias de angustia también.
Dejaremos ahora estos autores y pasaremos a ver lo que a nosotras nos
parece relevante de estos claroscuros de difuminación.
Si ponemos atención en la ubicación que tienen dentro del psicograma
vemos que están en relación a la parte interna, es decir, no oí recen
información directa sobre el modo de relacionarse con los objetos, pero sí

1,17
iion tiíiii Indicación de un sistema de fantasías dinámicas cuya expresión
inttn)Iirnlit dc|>ciulerá del balance total de la fuerza y debilidad yoica y del
lolul equilibrio entre ansiedad y defensa. En líneas generales, cuando la K
se da en láminas grises se asocia con la angustia por la pérdida fantaseada
de algo y cuando se da en láminas coloreadas se piensa que esa pérdida
corres[X)iidc a situaciones reales.
Cuando la KF o la K está acompañada de m y C puro, el sujeto está
pasando por una crisis actuada, pero si se da acompañada de m y C' se
piensa que ante la crisis por la que pasa raecciona paralizándose, el sujeto
se aterra; por ejemplo en "humo que sube", "nubes que se mueven", el
peligro implícito inconscientemente no puede ser dominado por el control
del Yo, como sucede en las respuestas de FK y Fm. Va a ser importante e
interesante ver más adelante las características especiales que adquiere este
determinante al relacionárselo con otros, donde esos determinantes se
potencian.
La K habla de angustia flotante pura, sin posibilidad de manejo intelectual,
el sujeto se siente sin fondo, sin límites ante lo desconocido que lo invade y
que no sabe qué es, pero sí sabe que siente angustia; su sensación es de
perderse en la inmensidad sin límites y sin tener de qué agarrarse. En la KF
hay cierto control de esa angustia aunque igualmente lo invade, también es
un excedente de ella que la persona no puede manejar, que lo desorganiza,
que lo desborda y no sabe a qué se debe, que no es miedo, que no la puede
metabolizar pero de la que se defiende en mayor medida que en una K
pura.
Desde el punto de vista evolutivo los claroscuros de difuminación aparecen
más temprano que los de perspectivas o volumen.
No es un determinante esperable.; un aumento de las respuestas de
difuminación excluiría de cualquier modo psicopatías y sería fógico
(aunque no necesario) que se presenten en una persona que consulta o en
alguien que inicie su terapia.

Claroscuro tridimensional reducido a un


plano (bidimensional)
La utilización de la k muestra una cierta ansiedad y ha sido entendida por
diversos autores como una tentativa intelectual a despersonalizar u objetivar
la difusión de la mancha. Si bien por usar el sombreado está asociado con
la angustia, alude a una defensa, no está mostrada la angustia sino la
defensa. Hay que tener en cuenta que la k indica un esfuerzo intelectual ya
que consiste en reducir a un plano bidimensional algo correspondiente a

148
una expansión tridimensional reduciendo la realidad que tiene profundidad,
distancia y volumen a sólo dos dimensiones.
Al estar basadas en conocimientos técnicos o científicos, o por ser arbi-
trarias poseen una calidad intelectual que trata de tapar la angustia a través
del mecanismo defensivo de intelectualización, dicha angustia se acompaña
generalmente de sentimientos de inferioridad de los cuales se defienden los
sujetos con la defensa mencionada.
Parece indicar, según Klopfer(\4), "una huida de los más sensuales efectos
del claroscuro cuando estos efectos producen tanta ansiedad y culpa que el
sujeto no es capaz de aceptarlos".
T. Alcock( 15) relaciona las respuestas Fie de mapas con una amortiguación
útil contra sentimientos desagradables, mientras a la radiografías del
interior del cuerpo las asocia con ansiedad.
Si pensamos en otros autores nos encontraríamos que la mayoría no las
menciona o las incluye en una clasificación totalmente distinta, englobán-
dolas en forma indiscriminada con otros tipos de claroscuros; tal es el caso
de Beck(6), que toma en una misma categoría a "oscuridad" como a
"humo", o como a "cinta negra", o como a "radiografía", por mencionar
sólo algunos ejemplos; o el caso de Piotrowski o el de Binder que también
clasifica con el mismo signo tanto "una radiografía" como a una "mancha
de tinta".
Nosotras pensamos que la k muestra una capacidad de perspicacia general
y que al estar correlacionada con la inteligencia habla de alguien de buen
nivel intelectual. Al elegir conceptos técnicos o científicos demuestra su
potencial, su nivel intelectual y cultural, y su interés en tales asuntos
encubriendo, de esta manera, su inseguridad. Cuanto más intente definir
una región específica más evidente es su intento de intelectualizar la
ansiedad. T. Alcock exceptúa de estas consideraciones a los geógrafos,
fotógrafos y radiólogos porque piensa que están influenciados por la
profesión al ver contenidos relacionados con sus intereses, pero nosotras
disentimos con ella y advertimos los peligros que eso significa porque
pensamos que en estos casos, la persona ha buscado lo conocido para ella
para compensar su inseguridad dando contenidos asociados a su profesión,
y nos preguntamos si la elección de dicha profesión no estaría al servicio de
un mecanismo de defensa que sería la intelectualización, siendo dicho
mecanismo una manera de manejar su angustia; pensemos, por ejemplo que
no todos los médicos dan respuestas de radiografías.
Si se trata de un paciente que está en psicoterapia podemos pensar que
podrá hablar de sus interpretaciones pero al intelectualizarlas, estas no le
llegarán y por lo tanto es difícil que le produzcan cambios. Nos cuenta lo
que le pasa pero está muy lejos de sentirlo, es poco maleable, es casi
impenetrable y rígido; así podemos pensar que estamos frente a un muro

149
'i. IOMNIVO en un sistema alejado de una posibilidad de verdadero insight,
por ejemplo aquella gente que se interpreta sola, pero intelectualmente. Se
irluelonu con earacteropatización.
I ,n aparición de la k en términos generales responde a un intento de control
de la angustia y de adaptación-, si lo logra o no dependerá de la calidad
formal de la respuesta. Así una respuesta de Fk nos indica un proceso de
inielectualización controlado y adaptado ala realidad; mientras que en la kF
intelectualiza pero de manera más indiscriminada (intento fracasado). La k
pura es inusual encontrarla, su sentido es algo contraditorio ya que in-
telectualiza pero sin contenido específico, se da en aquellas personas que
intentan intelectualizar para disimular su inferioridad pero no tienen nada
con qué hacerlo, no entienden nada de la materia y dan conceptos
arbitrarios.
Klopfer piensa en un número significativo cuando aparecen más de dos Fk,
mientras que T. Alcock lo ve como un indicador negativo a partir de tres*
Fk. Para nosotras no es significativo el hecho de que no aparezca ninguna
en un protocolo, por el contrario, hasta resulta apropiado no encontrarlo.
La aparición de algunas es índice de una gran intelectualización y por lo
tanto puede llegar a ser de mal pronóstico terapéutico.
Si analizamos la aparición de la k desde el punto de vista evolutivo no
tenemos que asombrarnos de un aumento de ellos durante el período de la
adolescencia (sobre todo en mapas topográficos) ya que es común en los
adolescentes tratar de dominar los peligros pulsionales a través de la
intelectualización, donde la actividad intelectual se ha desligado de su
involucración instintiva.

150
Notas:
(1) Rausch de Traubenberg, Nina - "La Práctica del Rorschach", Madrid,
Pablo del Río Editor, 1977.
(2) Campo, Vera y Rabinovich, Diana, "Revisión crítica de las respuestas
del claroscuro en Rorschach", El Rorschach en la Argentina, Año I, N® 1, 1969.
(3) Peyrú, Graciela, "Evaluación Clínica de la angustia", Traducción de "Psy-
chotherapy: Differential Treatment planning and Prognostication", R.S. Waller-
stein and L.L. Robbins, 1956 de Psychotherapy and Psychoanalysis, New Yor Int.
Univ. Press 1975.
(4) Freud, Sigmund, "Inhibición, Síntoma y Angustia", Obras Completas,
Tomo III, Tercera Edición, Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, España, 1973.
(5) Salomón, Fritz, "Ich-Diagnostik in Zulliger-Test", Berna, 1962, Citado
por Edwald Bohm, Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach.
(6) Beck, S. Le Test de Rorschach, Tome Premier, París, Presses Univer-
sitaires de France, 1967.
(7) Orlando, Irene, "Recreación de las mal llamadas categorías de claros-
curo", El Rorschach en la Argentina, Año 10, N 9 1, julio de 1987.
(8) Klopfer, B.; Ainsworth, M.D.; Klopfer, W.G. y Holt, R.R., Develop-
ments in the Rorschach Technique, Vol. I, Technique and Theory, Nueva York, Har-
court. Brace & World, 1954.
(9) Adrados, Isabel, Teoría e Pratica do teste de Rorschach, Editorial Vozes
Ltda. Petrópolis, Brasil, 1977.
(10) Ames, L.B. y Learned, J. y otros, El Rorschach Infantil, Paidós, Bs.
As., 1972.
(11) Hirsch, Sara; Mercado Vera R. y otros, "Estudio Comparativo de las
características esperables en el Rorschach de niños de 6, 8 y 10 años de edad, en la
ciudad de Bs. As.", Buenos Aires, 1978.
(12) Vázquez, Ofelia, "Rorschach para Rorschistas", Bs. As., Editorial de
Belgrano, 1980.
(13) Rorschach, Hermann, Psychodiagnostics, Verlag Hans Huber, Berne,
Switzerland, 1942.
(14) Klopfer, B. y Kelly, D. Técnica del Psicodiagnóstico de Rorschach,
Editorial Paidós, Bs. As., 1977.
(15) Alcock, Teodora. La Prueba del Rorschach en la Práctica, Fondo de
Cultural Económico, México, 1965.
(16) Portuondo, Juan. El Psicodiagnóstico de Rorschach en Psicología Clí-
nica. Biblioteca Nueva, Madrid, 1970.
(17) Exner, John, Sistema Comprensivo del Rorschach. Tomo II, Pablo del
Río Editor, Madrid, 1974.
(18) Boreham, John. B.A. Tavistock Clinic. "Contribución teórica a la com-
prensión de las respuestas de sombreado". Revista de la Asociación Argentina de
Psicodiagnóstico de Rorschach. El Rorschach en la Argentina. Año 4, NQ 2, Art.
91, Mayo 1973.
(19) Orlando, Irene. La interpretación dinámica del Rorschach. Cap. III.
Paidós, 1976.
(20) Bleger, José. Psicología de la Conducta. Editorial Paidós, 1975.
(21) Passalacqua, Alicia y Perkins, Ramón. "Diferenciaciones y significada*
de las FK". Revista de la Asociación Argentina de Psicodiagnóstico de KoriuiiM'h;
"Psicodiagnóstico de Rorschach y otras Técnicas Proyecüvas". Año 10, N" 1, Julio
de 1987.

151
Ke.spue>slns ele Determinantes Múltiples
I lomos itlxmiado cada determinante en particular en su significación aun-
que, cu rigor, el psicograma haya que interpretarlo como una unidad
estructural, cobrando importancia la presencia, aumento, disminución o
ausencia en función de la totalidad. La combinación de determinantes
dentro de un mismo protocolo adquiere así especial significado, pero aquí
vamos a tenerlos en cuenta cuando se presentan en la misma respuesta.
El tema de los determinantes múltiples varía de acuerdo a si ellos son
formales (predomina en ellos la forma), o si carecen de ella o ésta es
secundaria y si hay o no integración formal entre sí y, por supuesto
fundamentalmente en función de fos determinante que intervengan.
El enfoque de los determinantes múltiples, cuyo desenvolvimiento mayor
se ha dado en la Argentina a través de los trabajos de Vera Campo y de
Marta Pagola(l) y (2) que hemos continuado, enriquece enormemente el
análisis interpretativo. Su riqueza proviene del simple hecho de que, por un
lado, la persona tuvo en cuenta para dar sus respuestas más de uno de los
estímulos provenientes de las manchas, y por el otro, que ello se hizo
sin darles prioridad, es decir sin considerar sólo una de sus características
como la esencial o la más importante. Ello en principio, sugiere personas
con posibilidad de ver las cosas desde distintos puntos de vista, con
diferentes enfoques. Por ello dar buenas respuestas de determinantes
múltiples (que en porcentajes es alrededor de un 20%), implica riqueza de
asociaciones, inteligencia. Exner(3) comprobó que su presencia se
correlaciona positiv ámente con capacidad intelectual y diversidad de miras,
pero también con complejidad. Conviene destacar que la correlación con
inteligencia no es reversible. Es decir, el que no da este tipo de respuestas
no necesariamente es poco inteligente (esto puede vérselo en otros
indicadores).
Un número escaso (o su ausencia) puede indicar simplicidad, restricción
perceptual o imaginativa y una tendencia a la caracteropatía, siendo de mal
pronóstico terapéutico.
Un número exagerado de respuesta de determinantes múltiples se asocia a
personas ricas; con múltiples facetas, creativas, pero también muy com-
plicadas y, por lo tanto, difíciles de tratar, o bien, en estado de crisis.
La interpretación diferirá si los Determinantes Múltiples son integrados
| (de igual nivel de predominio formal) con ausencia de forma (C\ K; m, C;
etc.). En este caso podemos suponer que los aspectos impulsivos más
descontrolados y menos pensados, surgen en la persona que los da de
manera masiva e indican un predominio del Ello y del proceso primario
sobre el secundario. En ese sentido no está de más decir que esos
determinantes juntos se potencian entre sí, cobrando mayor significado y

1,2
fuerza. Se trata de personas que se dejan invadir por lo impulsivo que les 1
surge sin mediación yoica ninguna. Pueden ser impulsivos, caóticos,
desorganizados, y con posibilidades de actuaciones (más aún si el Color es
uno de los determinantes puros que intervienen, o si la respuesta es una
Combinación Confabulatoria).
Algo diferente es cuando los determinantes integrados tienen forma ]
secundaria (CF, mF; KF, cF; etc.). En principio hablan de control inestable
y lábil, con predominio de lo impulsivo, pero con cierto freno lógico.
Puede indicar elasticidad (como aspecto positivo) cuando su número no es j
excesivo y hasta movilidad, o invasión de lo impulsivo (en un número
exagerado). También acá importa la combinación de determinantes: CF y
mF juntos, puede indicar, una cierta tensión que se expresa con alguna
facilidad, pudiendo llegar a actuarse; KF y cF angustia producida por una j
gran necesidad afectiva actuada o somatizada; C F y KF, angustia i
paralizante; mF y KF tensión y angustia intensas propias de una situación |
de crisis, etc.
Si la integración de los determinantes es con predominio formal, en general f
podemos hablar de personalidades ricas, multifacéticas, complejas e inte-
ligentes, con predominio de proceso secundario sobre primario, pero
también controladas y superyoicas, excesivamente formales y sin posi-
bilidades que se le escape algo menos pensado (sobre todo si son
exclusivas) y, además, egosintónicas. Hay que tener en cuenta que hay
combinaciones de determinantes más "felices" que otras. Así por ejemplo:
M, FC, ya descripta por Rorschach(4) como dadas por personas muy
talentosas, especialmente pintores, y con menor frecuencia "sujetos
eufóricos y en esquixofrenias catatónicas" (con Respuestas de Posición,
Número) (pág. 41). Sin ambos determinantes están bien vistos es una
combinación que integra la posibilidad de introversión autoexaminadora,
imaginativa y creativa, con la de expresión afectiva controlada y adecuada
(esto, por supuesto, en el caso de que no haya Fenómenos Especiales que
impliquen fallas en el juicio de realidad o en el proceso de pensamiento). M jj
y Fm hará referencia a una tensión de la que se puede ser más conciente, j
que si la Fm se diese sola en referencia a objetos o fuerzas naturales. M y F
hablará de aspectos disociados junto con otros más asumidos, pero también
de un control interno y externo. FK, Fm, FC': la tensión que despiertan los
sentimientos displacenteros (que pueden ser depresivos o persecutorios)
puede ponerse a distancia y analizarse. 1
Y, desde ya, existen infinidad de combinaciones que no podemos analizar
acá por su extensión y porque hay que pensarlas en función del caso
particular.
Las respuestas de determinantes múltiples no integrados (con disímil
nivel de predominio formal) son las que llamamos respuestas de conflicto.

153
I ,NUI tiNl jxir lu coexistencia de elementos formales con otros que no lo
muí (tfNpucNtas disociadas para Vera Campo)(5) y que ello mostraría los
CNluer/os del yo por no perder la forma ante la irrupción de lo impulsivo
(ION determinantes sin forma) que, en el caso de los determinantes puros,
surge con mayor intensidad y de modo menos racional e incontenible que
en el caso de ser de forma secundaria. Generalmente la combinación
particular de determinantes, permite ver el tipo de defensa que le opone el
Yo a la salida de lo más primitivo e irracional proveniente del Ello (a veces
no es un mecanismo defensivo, sino simplemente una conducta defensiva,
o defensa). Por ejemplo, si el determinante formal es M+ podrá suponerse
la posibilidad de sublimar (además de la característica de estabilizar las
emociones que tienen las M, y al mismo tiempo de poder pensarlas), si es
FM supondremos desplazamiento, si es F, disociación, si es Fm,
proyección, y entonces hay que analizar cada caso en particular para poder
inferirlo. De hecho, las respuestas de una sola barra en principio indican
mayor éxito del Yo en esos mecanismos defensivos (si los determinantes
formales son positivos y no hay otros Fenómenos Especiales que interven-
gan negativamente, como por ejemplo, una Combinación Confabulatoria).
Un caso particular son la respuestas de una barra, pero resultantes de la
combinación de determinantes con forma secundaria con los sin forma que,
en realidad, hablarían del escaso esfuerzo defensivo o de su fracaso (Ej.:
CF/C; mF/C; etc.) mostrando una impulsividad sin freno, típica del
funcionamiento en proceso primario. Ello nos lleva a pensar si no será
conveniente no incluirlas en el porcentaje de conflicto (mal llamado índice)
que obtenemos con las respuestas de barras.
Lo interesante de estas respuestas de Determinantes Múltiples no integrados
formalmente es que un número esperable de ellas (un porcentaje entre 3 y
15% aproximadamente) indica suficiente grado de conflicto intrapsíquico
óptimo para una psicoterapia (y, por consiguiente, de buen pronóstico) y
que, cuando son los Movimientos (sobre todo el humano) los determi-
nantes formales involucrados, el conflicto está más cercano a la concienca
(es conciente o preconciente). Cuando es la Forma, permanece más
reprimido y está más disociado. Esto se ha podido comprobar a través de
las asociaciones espontáneas que a veces se dan (junto con Autorrefe-
rencias) que suelen ser mayores acompañando a los movimientos, y en las
que pedimos en el Examen de Límites, ante este tipo de respuestas.
En este sentido apuntaba un trabajo presentado en el marco del X e
Congreso Internacional de Rorschach y otras Técnicas Proyectivas(6), en
Washington, U.S. A., 1981 algunos de cuyos párrafos conviene transcribir
acá:
"En general, las respuestas de determinantes no integrados parecen
referirse a conflictos manifiestos (concientes o no) de quienes las dan; algo

154
así como los puntos de urgencia que denuncian una situación crítica por la
que atraviesan, al decir de Ulloa. En determinados casos incluso la
significación que subyace a una resta de este tipo surge bastante claramente
y en forma inmediata para el administrador advertido. Otras veces aparece
tardíamente y a través del material analítico del sujeto en cuestión. Pero
siempre, y cada vez más, me sorprende positivamente su riqueza. Algo que
comúnmente realizo cuando se presentan estas respuestas (y que me aporta
valiosísimo material) es pedir en el Examen de Límites al examinado que,
además de indicarme si relaciona alguna respuesta con algo personal (a la
manera de Phillipson) asocie libremente en referencia a aquellas respuestas
en que hubiera MDNI."... ^^
..."El porcentaje de IC esperable es entre un 3 y un 12%, pudiendo
extenderse hasta a un 15% cuando son determinantes de 'una barra', sobre
todo si son combinaciones de la columna A con la B, ya que el grado de
conflicto sería menor o, por lo menos, el impulso no requeriría una defensa
tan fuerte como en el caso de las 'dos barras'. Hay también, de acuerdo a
mi experiencia clínica, diferencias pronósticas. Dentro de estos límites
esperables, se interpreta que el sujeto evidencia un grado óptimo de
conflicto (en principio) y real necesidad de solucionarlo, siendo ello por lo
tanto de buen pronóstico. En realidad es uno de los elementos, junto con
otros, que considero más importante para el mismo.
Un porcentaje mayor es índice de una carga conflictiva demasiado intensa
(sujetos descompensados, en crisis, con posibilidad de actuaciones peligro-
sas) y, generalmente contraindica una psicoterapia de corte psicoanalítico
ortodoxo. Frecuentemente no la toleran y abandonan el tratamiento, o éste
acentúa sus patologías y la posibilidad de conductas desesperadas. Puede
ser conveniente, en esos casos, encarar otro tipo de psicoterapia con
control psiquiátrico y hasta medicación, hasta superar la crisis. De
cualquier modo pareciera que el pronóstico es mejor (desde el punto de
vista psicoterapéutico) que en el caso de la ausencia absoluta de Conflicto
(I.C.=0) pues ello indicaría que éste no está realmente mentalizado (en área
* 1) aunque el consultante nos hable de sus preocupaciones. No habría en
esos casos verdadera expresión mental de lucha interior y el conflicto
podría estar puesto en el cuerpo (a través de un síntoma orgánico) o
actuado, muchas veces sintomáticamente (es decir, en área 2 ó 3). Lo
mismo ocurre cuando el porcentaje de I.C., aunque distinto de cero, es
menor que lo esperable. Se encuentra en caracterópatas, psicosomáticos,
perversos y psicóticos, fundamentalmente, en ambos casos (ausencia o
disminución).
Es conveniente destacar que muchas veces aumenta el índice de conflicto en
la administración del Rorschach en personas movilizadas por su propia
terapia y a las que, obviamente, no se les aplica lo mencionado anterior-

155
matttr pnrn enlos casos, lis más: es csperable que ello suceda. También
(ttifldc Iinlxr un ligero aumento en adolescentes en plena crisis evolutiva o
cu pctvmnx en situación de stress...".
Kn el irahajo se ilustraba haciendo referencia al material de Adriana, que
tamhiéu tomamos acá, cuyo índice de Conflicto superaba lo esperable
(posiblemente incrementado por la situación de embarazo), y que tuvo una
positiva evolución. En la L. II su respuesta fue: "Un balazo, un estallido
(S). listo me parece sangre. ¡Qué feas que son! Son muy lúgubres para
mí". En el interrogatorio añadió: "Acá la sangre que corre. Al golpear el
balazo en el centro estalló la sangre. Como si el balazo hubiera golpeado
acá en el centro y sangrase. Por las películas que veo. ¡Tanto ver sangre!
Por la forma del hueco y el rojo. Me impresiona más lo de abajo"
(F±//C,m). Al hacer asociar con esta respuesta en el Examen de Límites lo
relacionó con un aborto espontáneo ocurrido en su primer matrimonio, y
no con una circusntancia que relata posteriormente donde, al enterarse de la
infidelidad del marido le disparó, hiriéndolo levemente. Evidentemente,
que la asociación con el embarazo perdido sea válida, sobre todo por las
implicancias de la Lámina II, no invalida la posibilidad de relacionaría con
este episodio que ella no trae por estar reprimido controlado y disociado de
su entendimiento (ilustrado esto por la utilización de un F±). La misma
paciente en cambio, en la L VIII da la siguiente respuesta: "£>os ositos
trepando a un árbol; así nunca van a llegar". Y en el interrogatorio aclara:
"El árbol es hasta lo rosa; abajo: piedras y tierra por el color rosa. Me
gusta. Los osos están trepando por las hojas. Se pueden caer. Si fueran
más inteligentes treparían por las piedras. No seré yo ésta que me tomo de
las hojitas para caerme? Arbol por la forma y el color. No van a llegar me
parece; llegarían subiendo a la piedra. Agarrándose con las uñas a la
madera. Huyen de un incendio. Huyen de un peligro; intuyen algo. Me
gusta, la miraría": FM, FC/CF/C.
En la L. IX dice: "Fuego, un incendio; lo del medio me parece humo. Pies
o manos. No puedo definir. Están sacando a alguien del incendio(?). Esto
me dio la impresión de llamas, por el color; humo por la forma no definida,
como si se fuese a disolver muy rápido. Abajo ahora veo dos cabezas
observando el incendio hacia arriba, por la forma. Es deprimente; me hace
acordar a mi matrimonio, cuando algo se destruye y uno se siente
impotente para salvarlo", clasificada como M-/CF/K,m,C (Y M+p en
adicional). No es arriesgado deducir que las autorreferencias asociativas y
espontáneas (e indicadoras de cierto grado de insight) que Adriana hace en
los dos últimos ejemplos tienen que ver con los movimientos,
constituyentes formales de los determinantes múltiples no integrados. Este
es un ejemplo típico de lo que sucede con este tipo de respuestas. Si no se
dan esas asociaciones espontáneas, la referencia a lo conflictivo más

I5(.
cercano a la conciencia del que da este tipo de respuestas se encuentra en
las que se solicitan en el Examen de Límites, en una mayoría significativa
de casos. Y esto es así porque los movimientos, fundamentalmente los
humanos (M) aluden, entre otras cosas, a cierto gradó de conciencia de la
situación representada (además de a un freno natural y adecuado al
impulso). En cambio, si al determinante con escaso o tal vez nulo nivel
formal se le opone la forma (F), esá indicando cierto grado de disociación
además de un control más rígido y, a menudo, ineficaz, más aún si la
calidad formal fuera imprecisa o parcial o totalmente inexacta.

Notas:
(1) Campo, V., Jachevasky, L. Jubert, N. y Pagóla, M. Percepción y clasifi-
cación: Determinantes Múltiples, Revista "El Rorschach en la Argentina", Buenos
Aires, Año 4, N® 1, 1972.
(2) Pagóla, M. Dos índices de pronóstico en Rorschach, Revista "El Rors-
chach en la Argentina", Buenos Aires, Año 5, NB 1 y 2, 1974.
(3) Exner, J. Sistema Comprensivo del Rorschach. Tomo I, Pablo del Río,
Madrid, 1974.
(4) Rorschach, H. Psicodiagnóstico. Buenos Aires, Paidós, 1972.
(5) Campo, V. El Rorschach en la infancia: Aspectos clínicos. Investigacón
y aplicación, Tesis doctoral, Universidad de Barcelona, 1986.
(6) Passalacqua, A. Los Múltiples Determinantes y su enfoque cuantitativo y
cualitativo en el Test de Rorschach, trabajo presentado en el X s Congreso Interna-
cional de Rorschach y otras Técnicas Proyecüvas, Washington, U.S.A, 1981.

157
»
4. Contenidos:
Su interpretación

Consideraciones generales
Haciendo una lectora desde distintos autores sobre el tema, podemos ver
que no hay un criterio unificado acerca de una sistematización para el
análisis e interpretación de los contenidos en el test de Rorschach; las
variaciones en este punto son numerosas. Si bien en ciertos aspectos hay
acuerdos casi generales acerca de la tabulación e interpretación del
contenido de las respuestas que aparecen, nos encontramos frente a una
compleja red de posibilidades que los mismos ofrecen, que torna difícil la
tarea de organizarlos.
Trataremos aquí de lograr algunos lincamientos a fin de poder pensar y
analizar los contenidos en sus variadas facetas, para ello proponemos
abordarlos desde distintas vertientes:

1) Categorías de contenidos (vitales, amortiguadores y perturbadores).


2) Cada uno de los contenidos que componen cada categoría (H, A, Obj,
Sg, etc.).
3) Análisis del simbolismo, tanto personal como colectivo.

Antes de desarrollar los lincamientos planteados nos parece importante


hacer una reflexión más generalizada acerca del valor de los contenidos en
la prueba, para ello tomamos lo expresado por Rorschach(l) cuando dice:
"Bajo ciertas circunstancias el contenido de las interpretaciones puede
convertirse en un índice de los contenidos psíquicos, pero solo una vez que
se haya establecido el psicograma, en la medida en que puede llamarse así
el resultado de esta prueba dirigida a los aspectos meramente formales".
"Por lo tanto, no puede considerarse la prueba de interpretación como un
método de exploración del inconciente y, en todo caso, es muy inferior, al
respecto, a los demás métodos de psicología profunda, como la
interpretación de los sueños, el experimento de asociación, etc. No es fácil
comprender el motivo de tal limitación, ya que esta prueba no facilita la
libre y espontánea expresión del inconciente, sino que exige una adaptación
a estímulos exteriores establecidos, es decir, pone en juego la función de
realidad".
"Solo la comparación de los contenidos de las interpretaciones con la

159
inhibit,i<l del protocolo es susceptible de revelar ciertas tendencias del
ini unsi tente".
I n e.Nlc punto coincidimos con Rorschach en cuanto a que no dejamos de
tener constantemente presente que el eje, la columna vertebral del análisis
del psicodiagnóstico de Rorschach lo vamos a obtener del psicograma;
teniendo siempre en cuenta en qué medida intervienen las localizaciones,
los determinantes, la frecuencia y especialmente la calidad formal de las
respuestas tanto como en la lámina en que es dado cada contenido.
La significación y el valor de la aparición en el protocolo de los distintos
contenidos se transforma en una aproximación a los intereses, necesidades
y características en general con que se acerca el sujeto a su mundo interno y
al mundo externo. Con esto se empieza a desplegar ante nosotros el cúmulo
de experiencias que fueron conformando la estructura psíquica con que
cada individuo transita por la vida. El grado, calidad y modalidad con que
aparecen los grupos de contenidos y cada uno individualmente se
transforma en un indicador importante de las vivencias, imágenes de sí
mismo y del mundo, de las necesidades personales conscientes e
inconscientes, del modo plástico o estereotipado, amplio o limitado con que
un sujeto se relaciona. D Rapaport(2) dice: "La variedad y el grado de
elaboración del contenido refleja el caudal del material asociativo de que
dispone el sujeto. Los individuos caracterizados por la intensidad de sus
experiencias pasadas son quienes proporcionan una mayor variedad de
contenidos; aquellos caracterizados por las esteretipías cotidianas, las
preocupaciones específicas, el bloqueo y el empobrecimiento o retardo de
los procesos asociativos o perceptuales arrojan la menor variedad de
contenidos".
Ya hemos mencionado en nuestra publicación anterior(3) que tomamos la
clasificación de Alcok(4) quien "divide los contenidos en categorías;
siguiendo esta línea procederemos a hacer el análisis interpretativo de cada
uno de ellos teniendo en cuenta: a) la categoría; b) cada uno de los
contenidos que la componente, c) el valor simbólico de los mismos. Dentro
de este ítem (c) tomaremos en consideración que el simbolismo es la
representación de objetos arcaicos y fantasías que se expresan por una vía
indirecta y que tienen una connotación, por un lado general (símbolos
universales relacionados con la historia de la especie), y por otro individual
(símbolos particulares relacionados con la historia del individuo).

Contenidos vitales
Muestran la capacidad de contacto, de reconocimiento de su campo vital; si

160
se da en proporciones esperables es un indicador de fuerza concreta o
potencial para enfrentarse con los impulsos, las emociones y sentimientos
que despiertan la relación con el mundo y consigo mismo.
Iremos viendo la interpretación de cada no de los contenidos que componen
la ctegoría de los vitales.

A) Contenido humano, H:
Suelen aparecer en dos tercios de los protocolos de sujetos normales, la
gran disminución o ausencia es un indicador de problemas de adaptación
social.
Para el análisis de los contenidos H hay que tomar en consideración el sexo
asignado (si es masculino, femenino o si no lo puede indentificar), hay que
ver las características que se le atribuyen al mismo (actitudes, edad, qué
tipo de seres son, etc.).
También es importantes considerar en qué lámina aparecen, por ejemplo,
en la Lámina III siempre es esperable que se vean figuras humanas en
movimiento; que los hombres vean figuras masculinas y las mujeres,
femeninas, cuando esto no sucede podemos pensar en dificultades con la
identificación sexual. En la Lámina VII suelen verse figuras femeninas lo
mismo que en el detalle central de la Lámina I.
En términos generales los contenidos humanos son índice de preocupación,
atracción, e interés por el contacto humano; también nos permiten inferir la
calidad y el tipo de las relaciones objétales con que se vincula el sujeto.
Phillips y Smith(5) dicen que son índice de "sensibilidad e interés por los
otros, pero no necesariamente compromiso con el prójimo, puede tratarse
simplemente de un observador sensible o crítico. H superior a la media !
puede revelar tanto un sujeto muy sensitivo como hipercrítico; H por
debajo de la media indica falta de comprensión y sensibilidad, escasas
relaciones afectivas; mientras menos H mayor tendencia al aislamiento
social".
Para Rapapor(2) "la disminución del H % indica la medida del interés del
sujeto por las personas que lo rodean, esto no es índice del tipo de
sentimiento que tenga hacia los otros, esto se buscará en otros elementos
del test como puede ser el color".
La percepción de figuras humanas completas bien vistas, también es un
indicador de buena inteligencia.
Cuando las respuestas H son escasas o faltan implican alteraciones del
contacto, de la relación interpersonal con marcas tendencias narcisistas.
El aumento acentuado de H denota también conflictos o patología debido a

161
IIIIII CKCCNÍVI»preocupación o dependencia de las relaciones interpersonales
que pueden llevarlo incluso a un empobrecimiento en otro campo de
iiitcirscs; puede ser índice de una actitud paranoide.
I',n el análisis cualitativo de estos contenidos tomaremos en cuenta el valor
simbólico, en este sentido sólo podremos presentar algunos ejemplos que,
sin duda no van a poder abarcar la gran gama de posibilidades que se
o Crecen tanto indivuales como colectivas.
Por ejemplo: en la Lámina III, ver bailarinas puede implicar seducción; ver
indios impulsividad; ver niños (en una persona adulta) inmadurez; ver
mozos sometimiento; etc., etc.
En la Lámina IV ver "un gigante", podría ser indicador de una figura
paterna sobrevalorada o idealizada.
En la Lámina VII "dos nenitas" implicaría una imagen materna infantil,
inmadura, poco continente; ver "viejitas", hablaría de una imagen materna
debilitada.
"Personas alrededor de un abismo" puede simbolizar una vivencia de
peligro.
"Mujeres luchando por un canasto", mostraría sentimientos de agresión o
rivalidad.
"Una chica frente a un espejo", puede ser indicador de narcisismo.
"Un hombre descuartizado", hablaría de sadismo o de vivencia de
desintegración.
"Personas disfrazadas", implicaría tendencias a ocultarse o a encubrir
aspectos rechazados.

B) Respuestas de contenido humano detalle, Hd:


( Lo esperable es que aparezcan en número inferior a las H.
Son indicadores de pobre integración yoica, y de escasa capacidad
intelectual.
Rorschach(l) dice: "Ver más partes del cuerpo que figuras totales se da en
las personas normales, poco inteligentes, los distímicos depresivos, los
ansiosos, pedantes, hebefrénicos y esterotipados".
Beizman(ó) refiere que: "las respuestas referentes a partes del cuerpo
humano son más numerosas que las que lo ven enteros en los sujetos
inhibidos, miedosos o que sufren sentimientos de inferioridad, en los
hipocondríacos y obsesivos. Los Hd. son igualmente muy frecuentes y
dados con perseveración, tanto en los débiles mentales como en los
epilépticos".
La autora continúa diciendo: "los sujetos muy inhibidos no dan ninguna

162
interpretación humana o bien escotomizan el personaje entero y solo ven
una parte Do".
Las respuestas Do son indicadoras de inhibición, bloqueo y disociación.
Naturalmente dentro de las Do hay grados, cuando más fácilmente se pueda
percibir la figura completa más significativo va a ser dar una parte de la
misma. Por ej.: en la Lámina III dar la cabeza o las piernas de una persona
se transforma en un índice de una importante dificultad o perturbación.
También deberemos hacer una interpretación de la parte en particular del
cuerpo que se percibe: no es lo mismo ver un ojo, una boca, una mano,
una pierna, etc. Cada una de estas partes tiene una significación y una
interpretación general e individual; así, por ejemplo ver ojos nos habla de
sujetos desconfiados o perseguidos; también puede representar sentimiento
de culpa. Ver bocas puede ser un indicador de fijaciones orales,
sentimientos de dependencia, necesidades no cubiertas o avidez.

C) Respuestas de contenido (H) y (Hd):


Las respuestas como fantasmas, monstruos, enanos, ángeles, brujas,
robots, son características de personalidades inmaduras donde predomina
el pensamiento mágico y omnipotente y son comunes en los niños.
Siempre teniendo en cuenta las proporciones en que aparecen expresan
igual que las H y Hd. interés y sensibilidad hacia otras personas teñida de
dificultad frente a las relaciones interpersonales, que pueden traducir,
tendencia al aislamiento, a evitar el ponerse en contacto con temores o
ansiedades. Son personas que viven más en un mundo de fantasía, se
alejan del tiempo y espacio.
Beizman(6) dice: "se refieren a un mundo infantil e indican en el
adulto una falta de madurez afectiva, así como la tendencia a complacerse
en un mundo irreal; a veces revelan ideas supersticiosas".
Naturalmente se transformará en un indicador de los niveles de idealización
o de los temores que posee el sujeto, el ver figuras omnipotentes, buenas,
como puede ser un ángel, hada, etc., por un lado, o bien diablos, brujas,
monstruos, etc. por otro. La presencia de alguna puede ser índice de
creatividad e integración de aspectos infantiles.

D) Respuestas de contenido animal, A:


Este es el contenido que con mayor frecuencia se espera que aparezca

16.1
imi un pioioeolo, es por ello que la mayoría de los autores coinciden con
l<ni*i lim li en poner especial énfasis en la proporción zoomórilca.
Y H diie: "las láminas dan posibilidad a todo tipo de respuestas con
Infinidad de diferencias individuales, las imágenes que se perciben con
mayor livcuericia son formas animales, es decir, figuras zoomórficas.
I lernos comprobado que casi todos los sujetos inteligentes, cualquiera sea
su grado de cultura, dan respuestas zoomórficas en el 25 al 50% de los
casos, además las proporciones inferiores al 35% sólo se encuentran en
personas imaginativas, en tanto que los sujetos esterotipados de toda clase
dan más de un 50% de zoomorfismos".
"La proporción zoomórfica constituye, en efecto, un índice bastante
fidedigno de esterotipías normales, así como de la mayor parte de sus
formas patológicas".
Podemos decir que un A % dentro de lo esperable nos habla de personas
que responden adecuadamente a la estimulación del medio, que son capaces
de un equilibrio asociativo.
Un A % Aumentado, es un índice de estereotipia, de falta de productividad,
de fuerza asociativa, de creatividad; puede evidenciar inhibición, depre-
sión, rigidez, falta de inteligencia o de intereses.
Un A % Disminuido correspondería según el grado de la disminución y la
calidad de las respuestas a personas creativas, con riqueza imaginativa,
productivas, capaces de usar su inteligencia de manera original. (Esto
cuando va acompañado de otra variedad de contenidos de buen nivel); en
tanto por otro lado puede ser un índice de desadaptación social, de falta de
contacto con la realidad y poco sentido práctico.
Otro aspecto y tener en cuenta es el tipo de animales que aparecen, si son
animales domésticos o salvajes en qué medio se mueven si son terrestres,
acuáticos o aéreos, si son comunes o infrecuentes, si son débiles o fuertes,
en lin, toda la gama de posibilidades que estos ofrezcan; lo mismo que
consideraremos la actitud en que son percibidos.
Así, por ejemplo, en la Lámina V ver un vampiro tendrá una interpretación
de situación peligrosa o amenazante diferente a ver una mariposa, aunque
ambas son respuestas P y pueden tabularse igual.
En la Lámina VIII variará notablemente la inerpretación si alguien ve un
león o un ratón aunque ambas sean populares.

E) Respuestas de contenido animal detalle, Ad:


También es un indicador de falla en la integración yoica cuando se da en
proporción mayor que las respuestas A.

164
Tomaremos en consideración para el análisis qué parles del animal son
percibidas, si la cabeza, el cuero, la boca, los ojos, la cola, las palas, etc.
Naturalmente cada una de estas posibilidades nos ofrece un valor simbólico
distinto. Por ejemplo, ver bocas con dientes sería un índice de sadismo
oral.
Ver ojos con frecuencia puede estar indicando ansiedad paranoide.

F) Respuestas de contenido (A) y (Ad):


El ver animales mitológicos, irreales, enteros o en parte, pone en
evidencia una forma de pensamiento mágico omnipotente. No son muy
frecuentes y cuando aparecen pueden ser indicadoras de aspectos infantiles.
Respuestas como "gato con botas", "lobo feroz", "Pato Donald", el "Ratón
Mickey", o monstruos animales suelen verse en protocolos de niños.

165
G) Respuestas de contenido anatómico, At:
Dar una o dos respuestas At bien vistas es esperable y hasta positivo
(nosotros tabulamos At con buen nivel formal cuando hay correspondencia
entre lo observado y la configuración de la mancha, en tanto para la escuela
francesa todas las respuestas At son negativas en su nivel formal).
La ausencia total de At junto con otros indicadores pueden ser índice de
tendencias a somatizar, inclusive.
Bohm(7) dice: "A las interpretaciones anatómicas especialmente cuando
son percibidas por profanos en medicina, les fue adscripta porRorschach
cierta relación con complejos intelectuales.
Además parece corresponder a cierta ligazón con tendencias hipocondríacas
y se encuentran en aquellos casos en que existe una preocupación narcisista
por el esquema corporal".
"Una investigación de Bruhn en Finlandia dio como resultado que las
respuestas anatómicas eran dadas principalmente por individuos pesimistas
y este pesimismo era por lo regular una depresión o consecuencia de
esperanzas decepcionadas."
Beizman dice: "Son suministradas por sujetos que en diversos grados
tienen preocupaciones ansiosas por su salud y hasta por la muerte".
"Las respuestas Anatómicas se encuentran también en los sujetos que su-
fren un sentimiento de inferioridad y que de esta manera pretenden de-
mostrar su saber".
I» Mti|jfl|>orl(2) (lice: "Dna acumulación de contenidos At. (Huesos, ór-
r n ú r a d i o g r a f í a s ) puede revelar algunos de los siguientes rasgos de
iiimlitpUición: «) bloqueo psicológico o prepsicótico, en estos casos el At %
»eni .suinamente elevado (incluso 100%); b) Preocupación por el cuerpo.
Aquí el Al, % será moderadamente alto (20 a 25 %), pero un At bajo puede
enfrailar la misma significación si las respuestas se tornan demasiado es-
pecíficas (Vesícula biliar)... c) Pretensiones intelectuales (sentimientos de
insuficiencia) en el orden normal, cuando el sujeto supone que deben ser
cuestiones médicas... d) Estereotipia en los sujetos con intereses rela-
cionados con la medicina".
Creemos que es importante hacer una diferencia entre distintos tipos de
respuestas anatómicas.
Si se trata de huesos, si están diferenciados o no, y a cuál se refieren, por
ejemplo, es distinta la interpretación que se le puede dar a una "columna
vertebral" que a una "pelvis". La primera puede tener que ver con nece-
sidad de apoyo o de puntos de referencia, y la segunda puede estar en-
mascarando una respuesta sexual.
También se pueden ver órganos como corazón, estómago, etc.
Según Beizman(6) "se observan gran abundancia de estas respuestas en los
psicóticos y especialmente en los hebefrénicos, durante la fase de co-
mienzo".
Pueden hacer referencia a una preocupación por partes corporales de orden
neurótico o psicòtico; también pueden tener que ver con situaciones trau-
máticas, o de realidad actual (como una enfermedad propia o de una
persona cercana). Cuando aparecen contenidos como "pulmón deterio-
rado" , "tejido putrefacto", y otros del mismo tenor, conviene pedir al sujeto
que asocie sobre esto, para tener más elementos en la comprensión del
significado.

11) Respuestas de contenido sexual:


I lay diferencias de opinión entre distintos autores.
Para Rapaportf? ): "Las respuestas sexuales son raras en los registros nor-
males... habitualmente indican tendencias de inadaptación esquizoides... la
acumulación de respuestas sexuales se presenta casi exclusivamente en los
preesquizofrénicos y esquizofrénicos.
Cualquier neurosis que implique una preocupación sexual puede dar lugar a
algunas respuestas sexuales".
"('liando las respuestas sexuales se convierten en actos sexuales y son re-
buscadas, sobrevaloradas o de interpretación forzada a proyecciones o in-

I6f»
vaginaciones diminutas del contorno de la mancha, debemos diagnosiicai
una patología esquizofrénica".
Para Beizman(6), por el contrario, "un número razonable de respuestas
sexuales son normales en el adulto; son más bien su ausencia y las per-
turbaciones significativas en ciertas láminas las que indican una represión
consciente o subconsciente de la curiosidad en este dominio. Un número
muy elevado de estas respuestas revela preocupaciones sexuales, lo que es
relativamente frecuente en el período prepubescente y durante la ado-
lescencia".
Bohm(7) considera que las "respuestas sexuales aisladas, principalmente
como formas bien vistas son totalmente normales ya que en varias láminas
(sobre todo la II, IV, VI, VII y IX) contienen una o más imágenes sus-
ceptibles de ser interpretadas de tal modo".
"Las interpretaciones sexuales cuando aparecen en exceso están originadas
en extrema represión neurótica... la mayoría son percibidas donde no
existen, por lo que muy frecuentemente aparecen como formas mal vistas".
Para Isabel Adrados(8) "se dan pocas veces, los examinados por
escrúpulos o por represiones neuróticas evitan estas percepciones. Una o
dos respuestas son normales cuando son bien vistas".
"La total ausencia de respuestas sexuales en personas adultas y normales se
debe casi siempre a exceso de pudor originado en una educación ex-
cesivamente rígida.
Actualmente las respuestas sobre sexo son menos significativas que hace
algunos años. La educación moderna incluye temas sobre orientación
sexual en los colegios, y discusiones abiertas sobre el asunto en muchos
lugares y la extensa diyulgación científica, mediante libros y revistas con la
finalidad de orientar, permiten una mayor libertad de expresión, favo-
reciendo que un número cada vez mayor de personas puedan focalizar este
tema sin considerarlo como tabú".
"Cuando la represión es neurótica aparecen respuestas simbólicas o
encubiertas".
Nosotros consideramos, coincidiendo con Isabel Adrados, que la presencia i
de respuestas sexuales en número y lugar adecuado con buena forma, no
son indicadoras de patología. Suelen ser dadas por personas en tratamiento
con menor represión; también puede ser un índice de intelectualización. En
cambio, en selección de personal, no son esperables indicando cierta
labilidad del mecanismo represivo.
Los contenidos sexuales pueden aparecer en respuestas de carácter sim-
bólico que se pueden transformaren un indicio de cómo vive la sexualidad.
Por ejemplo, dar en la Lámina VI (en D. superior) un tótem o una imagen
religiosa, nos hablaría de una idealización o sobrevaloración de lo fálico. Si
por el contrario se lo percibe como "una lanza" o "un cuchillo", "un taladro

ir»;
horadando", |Vinc cu evidencia que es vivido como algo agresivo, peligro-
Mi o dañino, |x»r ej.: ver en Lámina IX "un sacacorchos penetrando",
bar en rtrras de connotación masculina, respuestas femeninas o en la de
connotación femenina, masculina, denota conflictos y dificultades en la
identificación sexual.
Por último debemos tener en cuenta que la presencia de respuestas, como
por ejemplo en Lámina VI "pene en llamas" (D Central Superior) o en
Lámina X "testículos conversando" (D. Gris) estarían indicando la pre-
sencia de una problemática seria.

Contenidos amortiguadores:
Como ya sabemos, se trata de contenidos que comprenden todo aquello
que pertenece al entorno del sujeto, lo que está fuera de él y de la esfera
vital antes mencionada. Se refiere a cosas que tienen cierto carácter neutral
y que funcionan como amortiguadores de los sentimientos no aceptados
que podrían despertar más directamente un contenido humano o animal.
Se trata de contenidos que sirven para amortiguar el impacto afectivo que
provocan algunas percepciones.
Nos muestran también la amplitud y variedad de intereses que posee el
sujeto, así como su modo de orientar y canalizar su problemática.
Son las áreas libres de conflicto;las que permiten trabajar, estudiar y junto
con otros elementos posibilitan una disociación adecuada, contacto con la
realidad y el mundo de los objetos.
Veremos ahora algunos de los contenidos que componen los grupos que
aparecen con mayor frecuencia.

A) Respuesta de contenido objeto: Obj


Sabemos que se trata de todos aquellos objetos manufacturados como pue-
den ser mesas, lámparas, libros, autos, floreros, etc. Obviamente el nú-
mero es muy amplio y habrá una gran variación en la interpretación de
acuerdo a ello.
Pura D. Rapaport(2) "las respuestas de objeto son generalmente de ex-
celente calidad formal y señalan una agudeza perceptiva que suele desta-
carse en los registros de caracteres compulsivos. Las respuestas de objeto
arbitrarias las dan en psicosis crónicas y deterioradas".
Para Uohm(7): "Las respuestas de objeto descubren a menudo intereses

I <18
especiales en esferas técnicas o artesanas y dan juntamente con las
interpretaciones arquitectónicas, de adornos y artísticas, una buena imagen
de cultura en general del P"...
"Los niños tienen según Loeppe tendencia a interpretar muchos objetos y
en los adultos con profesiones no técnicas el desmesurado aumento de
estas respuestas puede indicar muchas veces infantilismo.
Si los objetos constituyen más del 20% de todas las respuestas, esto puede
indicar una falta de intereses espirituales productivos".
Beizman(6) hace la siguiente referencia "los objetos móviles, sueltos,
deben distinguirse de los difícilmente transportables: mobiliario, pedestal,
locomotora.
Esta es la categoría que comprende mayor número de subgrupos por la
diversidad de los objetos interpretados".
Portuondo(9) dice: "en lo referente a las respuestas de objetos (obj.) te-
nemos las siguientes categorías:
a—Respuestas de objetos que pueden simbolizarlos genitales masculinos:
lápiz, palo, cuchillo, paraguas, cigarro, revólver, manguera, fuelle, sub-
marino, abrigo, avión, etc.
b—Respuestas de objetos que pueden simbolizar los genitales femeninos:
caja, barco, bolso, botellón, estufa, jarrón, etc.
c — Respuestas sádicas de objetos: puñal, cuchillo, revólver, sable, rifle,
punzón, etc.
d — Respuestas feminoides de objeto: casi todos los objetos utilizados pa-
ra adornar o decorar, cuadros, jarrones, lámparas, estatuillas, etc.; pero no
siempre indican rasgos feminoides, ya que otras muchas indican sensi-
bilidad y gusto artístico".
En síntesis, siempre tendremos en cuenta en el análisis de estas respuestas
la simbología general, y la individual (o sea lo que esté en relación con la
historia de cada sujeto), la frecuencia con que cada una aparece en el
protocolo, la localización, la adecuación del percepto a la mancha y por
supuesto todos los elementos que proporciona la prueba.
Phillips y Smith(5) hace una categoría de "instrumentos" que para nosotros
se incluiría en objeto y dice: "Tijeras, tenazas, alicate y más frecuen-
temente, instrumentos de guerra, armas de fuego, bomba, etc"... Son de
rara aparición y no se relacionan con amplitud de intereses ni con el nivel
intelectual, son indicadores de un modo de adaptación; aparecen con mayor
frecuencia en hombres que en mujeres y se los asocia con una postura
esencialmente masculina y con orientación activa. En ocasiones esta
orientación es una defensa contra, o una negativa de sentimientos de
debilidad e inadecuación. A veces reflejan sadismo agresivo: cuchillo de
caza, hacha, ametralladora, si además hay otros signos de sadismo ("lobos
en ataque"; "cocodrilos comiendo un pollo") el individuo mostrará

169
ftbterUunoiHr lllltt conducta sádica, como el psicópata o el adolescente
del Humante"

B) Respuesta de contenido arquitectura: Arq.


Beizman(ó) dice: "al contrario de los objetos móviles, simbolizan la
estabilidad y también el deseo de apoyo o protección".
Para Phillips y Smith(5) "casi siempre se trata de una identificación positiva
con una figura paterna poderosa y exitosa con quien no se puede compe-
tir, en consecuencia hay sentimientos exagerados de inferioridad en
desacuerdo con los logros reales.
T a m b i é n puede reflejar una compensación a sentimientos de insuficiencia o
vacío interior, pero siempre están relacionados con identificación con la
figura paterna".
Bohm(8) dice que cuando están aumentadas son frecuentemente síntomas
de i n s e g u r i d a d interior que intenta compensar.
Sin embargo, se pueden encontrar estos contenidos en personas con
aspectos creativos artísticos.

C) Respuestas de contenido vegetal: Vg.


Rorschach^) s e ñ a l a que son respuestas frecuentes en los niños y Bohm(7)
refiere que: "En los adultos sería un signo de infantilismo y de pensamiento
superficial en determinadas esferas de la vida".
Por ejemplo. Phillips y Smith(5) refieren "Flores y hojas son comunes en
niños pequeños, revelan necesidad de dependencia. En adultos varones,
orientación homosexual pasiva".
1.a m a y o r í a de los autores coinciden en asociarla a características infantiles
dependientes, pasivas y femeninas.
Las respuestas de hoja puede ser indicador de dependencia y apatía; cuando
son v i s t a s como marchistas o rotas, se relacionan con depresión.

D) Respuestas de contenido botánico: Bt.


1.0 diferenciamos del anterior en cuanto hace referencia a la conformación
interna de la P^nta y está en relación con la ciencia. Por eso nos habla más

170
de las aspiraciones intelectuales y tienden a darlas personas que utilizan su
capacidad intelectual, para lograr su adaptación. Tienen tendencia a
intelectualizar sus problemas comportándose por lo regular de modo
pedante. En una persona especialista en el tema puede tener que ver con no
querer mostrarse, escudándose en esto.

E) Respuestas de contenido naturaleza: Nat.


Para nosotros esta categoría incluye paisajes, los más frecuentes, cielo,
cataratas, montañas, mar, río, arco iris, etc.
Para Phillips y Smith(5) por ejemplo, montañas se asocia a inseguridad y a
conflictos con la autoridad; colinas también implica inferioridad y
necesidades dependientes. El ver ríos, aguas, mares, lo relaciona con de-
pendencia, pasividad. Ver islas o lagos suele ser expresión de tendencia al
aislamiento y al alejamiento afectivo.
Beizman(6) refiere que pueden indicar capacidad organizadora de la vida
afectiva especialmente cuando están integrados a color y a K, con un buen
nivel formal.
Pueden estar ligadas a deseos de evadirse o alejarse de la realidad.
Desde ya este es un contenido que admite una gama amplia de posibilidades
que cada una en sí tendrá una implicancia y significación particular.
Por ejemplo: tormenta o relámpago podemos relacionarlo con individuos
que se sienten sometidos e indefensos ante fuerzas omnipotentes. Suele ser
la proyección de sus impulsos vividos como incontrolables.
Contenidos como nieve, hielo, glaciar, son indicadores de frialdad afectiva;
comúnmente son dadas por personas que no han establecido buenos
vínculos primarios.
En nuestra experiencia, en Lámina VII o-IX, refiere a una imagen materna
fría y rechanzate que no ha proporcionado una adecuada contención ni
calidez afectiva; y cuando aparecen en cantidad son patológicos.

F) Respuestas de contenido arte: Arte.


Son más comunes en las mujeres.
Phillips y Smith(5) las relacionan con intereses estéticos y con personas
que evitan la expresión emocional.
Dadas por hombres en cantidad excesiva, podrían indicar ciertas carac-
terísticas femeninas.

171
Twnbtrtn expresan tendencias a'intelectualizar o pueden mostrar cierta
IfU'ttpm idiul para conectarse con la realidad.
Ni N O I I dadas en respuetas 0 + se asocian a capacidad creativa y riqueza
iUlÍNtlCII

G) Respuestas de contenido abstracto: Abs.


Rorschach(l) dice "no es raro que un esquizofrénico exprese una inter-
pretación abstracta. En Lámina I, por ejemplo, es una "Resurrección"
porque la figura de mujer en el centro "resucita"; la Lámina X es "una
bondad de colores, y así sucesivamente".
Bcizman (6) refiere que son poco frecuentes y que se encuentran sobre
todo en los neuróticos.
Según Phillips y Smith(5) reflejan inteligencia superior y predominio del
mundo de ideas sobre la acción. Cuando aparecen con contraindicadoras
del acting-out antisocial. En protocolos neuróticos, pueden ser un índice
favorable. Tienden a indicar el tono de los sentimientos "Alegría", "vida",
"muerte", "depresión", "miedo", etc.
Para nosotros, las dan personas que no pueden adecuarse totalmente a la
consigna y que hacen una interpretación subjetiva y personal, disociada de
la realidad. Muestran una proyección masiva de sus sentimientos y fantasía
que evidencia una pérdida de distancia frente a la lámina.
Estas respuestas no son comunes; son más bien significativas cuando
tienen que ver con sentimientos depresivos, de muerte, destrucción, temor,
etc. Son más favorables contenidos como "alegría", "vida", "primavera",
"muerte", aunque también estos están relacionados con elementos manía-
cos, sobre todo si son numerosos.

11) Respuestas de contenido heráldico: Herald.


Biczman(ó) dice que las respuestas como "blasón" o "emblema", "se en-
cuentran con frecuencia en sujetos ambiciosos o vanidosos, deseosos de
poder o que buscan la admiración de quienes los rodean".
Para Phillipos y Smith(5) las dan más comúnmente hombres que mujeres.
Son personas que ponen énfasis en la apariencia externa como una forma
de encontrar seguridad. Suelen darlo hombres que acentúan las formas
externas de la virilidad más que las actitudes propias del varón adulto.

172
Según Linder, en Lámina VIII revelan ambición y fuertes deseos de
prestigio y reconocimiento y si se mencionan los animales laterales, indican
rudeza en el manejo de los demás y deseo de dominar el ambiente.
En nuestra experiencia aparecen en personas que tienen dudas o preo-
cupación por su origen y/o por sus status y también en protocolos de
homosexuales.

I) Respuestas de contenidos vestimenta: Vest.


Bohm(7) dice que las dan "personas que quieren llamar la atención por su
aspecto, distinguirse del ambiente".
Para Phillips y Smith(5): "que cuando los hombres dan ropa interior,
muestran tendencias homosexuales, defensas contra la homosexualidad e
indentificaciones femeninas. En las mujeres es un indicador favorable,
habla de un narcisismo saludable".
Varios autores coinciden en que en hombres pueden ser índice de cierta
femineidad, siendo más frecuente en mujeres.
Pueden revelar preocupación e interés por las formas sociales, por la
imagen de sí mismo ante los demás.
También indican un intento de encubrir o de ocultar aspectos conflictivos,
por ejemplo, capa, velo, disfraz.
Se suelen encontrar también en perversiones en general.

J) Respuestas de contenido geográfico: Geo.


Según Beizman(6) "cuando son generalizadas o indefinidas como isla, ma-
pa, refieren sujetos indecisos, inseguros, con una ideación pobre y bloquea-
da. Cuando tienen mayor definición como por ejemplo: España, Cerdeña,
Gran Bretaña, son dadas por persona que tienen ambiciones de brillar por
su saber, puede ser el caso de ciertos escolares que buscan en la aplicación
escolar una compensación a los fracasos afectivos, aunque también se
encuentran respuestas geográficas en niños a los que se le reprocha el
fracaso escolar".
Bohm(7) dice "las interpretaciones geográficas o de mapas o bien son
respuestas indiferentes que traducen la timidez o si minuciosas son sínto-
mas reprimidos de una naturaleza cuantitativamente insegura con ambi-
ciones escolares; estas personas cuando son adultos conservan algo del
buen estudiante. Pero cuando llevan consigo una impresión forzada (regio-

173
nim ( HrtlICHN, cu ) deben parangonarse con las respuestas anatómicas debi-
dftk « i oinplrios inlcleclualcs, y en la mayoría de los casos, en efecto apa-
recen Inulas.
Indinm inldeciualización, tendencia al aislamiento (isla), pedantería y
preocupación por lo corporal. Suelen ser frecuentes en adolescentes y los
adultos también las dan.

K) Respuestas de contenido geométrico: Geom.


Son contenidos más frecuentes en los niños; dados en adultos implican
inmadurez y disociación afectiva. Son comunes en personalidades esqui-
zoides.

Contenidos perturbadores:
Como lo hemos planteado anteriormente(3) "estos contenidos están fuera
del campo del que percibe y tienen una fuerte carga afectiva, generalmente
de tinte displacentero y regresivo e indican que la persona muestra algo de
lo que le está pasando".
También son indicadores de los puntos de fijación en cada sujeto.
La presencia de alguno en un protocolo puede ser un índice positivo en
cuanto a que muestran qué es lo que los perturba, pero cuando aparecen en
gran cantidad nos hablan de personas invadidas por los conflictos con
escasos recursos para enfrentarlos o resolverlos, sobre todo si los conte-
nidos amortiguadores están disminuidos.

A) Respuestas de contenido sangre: Sg.


Bohm(7) dice "son relativamente raras. Solo un 10% aproximadamente de
los individuos sanos y alrededor de 1/6 de los pacientes psiquiátricos dan
respuestas de sangre". "Los niños dan más respuestas de sangre"...
..."Tienen que ver casi siempre con la angustia y con sentimientos de cul-
pa, pero con frecuencia son condicionadas por especiales circunstancias
biográficas del individuo".
Rapaport(2) dice "que suelen implicar fuertes agresiones latentes".

174
En nuestra experiencia aparecen fundamentalmente en Láminas II y III y
están referidas a impulsos agresivos y destructivos que no son aceptados.
Suelen ser personas que tienen un inadecuado manejo de la agresión, con
tendencia a volcarla sobre sí mismos y/o sobre los demás; naturalmente la
modalidad de manejo va a estar dada por el predominio y la calidad formal
con que se de la respuesta y la característica del contenido. Cuando aparece
solo, sin otros contenidos y determinantes indica impulsividad y diso-
ciación del resto.

B) Respuestas de contenido comida: Com.


Se trata de toda respuesta que haga referencia a alimentos o comestibles.
Según Phillips y Smith(5) son más comunes en niños, esquizofrénicos y
débiles mentales. El énfasis en comida no es frecuente.
"Son el símbolo más obvio de las necesidades de dependencia y se asocian
a demandas insistentes de alimentos y cuidado tan notorias como para re-
presentar rasgos de carácter. Indican también el deseo de manejar a los
otros expresamente para la gratificación de estas necesidades".
En general cuando son dadas por personas adultas, ponen de manifiesto
importantes fijaciones orales, originadas en carencias significativas a nivel
de los vínculos primarios. Están permanentemente buscando satisfacer
necesidades afectivas de carácter primitivo.
Un ejemplo puede ser dar "gallelitas" en la Lámina VII.

C) Respuestas de contenido fuego: Fue.


Es toda respuesta que incluya el elemento fuego, salvo que esté relacionado
con una explosión.
Aparece con mayor frecuencia en enuréticos y piromaníacos, y también en
epilépticos.
Parece asociado a una forma indirecta de expresar la hostilidad y la agre-
sión.
Profundamente podría relacionárselo con personas que manifiestan de
manera inadecuada una necesidad de atención y contención, por tener un yo
débilmente estructurado. Naturalmente el grado en que esto se dé, depen-
derá de la cantidad y calidad de las respuestas Fue. dadas.
Por ejemplo, será distinto dar la llama de una vela en la Lámina II que ver
una persona quemándose en una hoguera en la Lámina IX.

175
Un ti primer CUNO se trataría de alguien que puede expresar un conflicto con
lit HjjWNfdti o con la excitación sexual, pero de un modo más controlado y
Mi 11 llegar al desborde; incluso podemos pensar que se trata de un signo
poNllivo, en cuanto a que puede tener conciencia de sus conflictos,
lili cambio, en el segundo caso estamos más ante una forma descontrolada
de la agresión o la vivencia de impulsos sexuales peligrosos.
Bs frecuente encontrar respuestas de contenido fuego en adolescentes
probablemente porque está asociado a un incremento de la vida instintiva
sin que haya aún un buen control yoico.

D) Respuestas de contenido explosiones: Expl.


Son respuestas que aluden a explosiones de origen natural o artificial.
Están relacionadas con las de contenido fuego, pero indican fijaciones
predominantemente anales.
Phillips y Smith(5) refieren que suelen darlas individuos que "parecen sen-
tirse víctimas de sus impulsos implicando tácitamente, no soy yo quien ha
hecho esto, los impulsos están fuera de mi control".
Puede tratarse de personas que fluctúan entre sentirse totalmente incapaces
de controlar hasta sentirse omnipotentemente controladores.

E) Respuestas de contenido máscara: Másc.


Bohm(7) lo incluye dentro de los fenómenos especiales haciendo una dife-
renciación en 3 grupos según se las vea en global como una careta (Másc.
I); en Do, Dd como una careta de perfil (Másc. II) y en global como una
figura completa disfrazada (Másc. III).
Manifiesta que "Las respuestas de máscara son en general el resultado de
una imagen del mundo rígida y helada y traducen falta de contacto
afectivo".
Dice Bohm(7) que "Zulliger encontró respuestas de máscaras en personas
que se sienten observadas y las interpretó simultáneamente como síntomas
<le tendencias a la ocultación y al disimulo".'
"Schachter y Cotte encontraron en jóvenes (de 10-20 años) con respuestas
de máscara, en la mayor parte dificultad de adaptación, agresividad,
mentira, hurtos".
Isabel Adrados(8) refiere que en Brasil tienen un significado especial
iwrquc el carnaval asume un papel importante en la mentalidad del pueblo,
por lo que su significación es atenuada en relación a lo mencionado.

176
En nuestra experiencia las respuestas de máscara parecen estar ligadas a
encubrimiento, a ocultamiento, a intento de simular los verdaderos senti-
mientos. También a no querer mostrarse, a aspectos persecutorios disocia-
dos y proyectados.
Si por ejemplo, se trata de máscara de diablos, monstruos, fantasmas,
etc., nos habla además de componentes paranoides.
A diferencia de Bohm, no la consideramos como un fenómeno especial, si-
no como un contenido.

CONTENIDO MULTIPLES
Esta es una forma de clasificación que empleamos porque nos permite
incluir y diferenciar todos los matices y la riqueza que puede surgir en el
contenido de cada respuesta.
Pensamos, como ya fue planteado en el libro anterior(3) que hay
diferencias entre una persona que da un solo contenido en una respuesta,
como puede ser por ej. en L. II "Dos elefantes" o en L. III "Dos mujeres"
que dar en L. II "La foto de dos elefantes ensangrentados" o en L. III "La
estatua de dos bailarinas con luces alrededor".
Si bien aún no contamos con una corroboración estadística suficiente,
nuestra experiencia nos lleva a plantear la hipótesis de que dar respuestas
de contenidos múltiples pone de manifiesto: riqueza de recursos internos,
plasticidad asociativa, capacidad de integrar y de relacionar los estímulos
provenientes del mundo y de sí mismo, amplitud y variedad de intereses,
fuerza e inteligencia para enfrentar situaciones.
Creemos que cada una de las categorías en que diferenciados a los con-
tenidos múltiples tiene distinta significación.

a) Los que pertenecen a la misma Gestalt como "Estatua de una mujer"


(Arte-H); o "Fuegos artificiales" (Fg-Ludico); o "Nube con forma de Pe-
rro" (Nube-A); etc., pueden ser la expresión a la vez del impulso y la
defensa que variará en su eficacia según el grado de correspondencia u
oposición que haya entre los contenidos que se reúnen, entre otras cosas.

b) Los que son dados en distintas Gestalten como "Dos mujeres levantando
una canasta" (H, Obj) o "Dos águilas llevando una mujer (A, H); muestran
riqueza asociativa, capacidad de análisis y síntesis, fuerza integradora, crea-
tividad; será necesario también tener en cuenta la correlación entre dife-
rentes contenidos, si son congruentes, si son opuestos, sin son con-
tradictorios, si se integran vitales, amortiguadores o perturbadores y de qué
manera.

177
Notas
(1) Rorschach, H. "Psicodiagnóstko". Buenos Aires, Editorial Paidós, 1964.
(2) Rapaport, D. "Test de Psicodiagnóstko psicológico". Buenos Aires, Edito-
rial Paidós, 1971.
(3) Passalacqua y colaboradores: "El Psicodiagnóstko de Rorschach: Sistema-
tización y nuevos aportes". Buenos Aires. Editorial Kapelusz, 1986.
(4) Alcock, T.: "La prueba de Rorschach en la práctica". México, Editorial Fon-
do de Cultural Económica, 1975.
(5) Phillips y Smith: "Rorschach Interpretation: Advance Technique" (Ficha
para uso interno de la Asociación Argentina de Psicodiagnóstico de Rorschach).
(6) Beizman, C.: "El Rorschach en los niños de tres a diez años". Madrid, Edi-
torial Aguilar, 1968.
(7) Böhm, E.: "Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach". Madrid, Ediciones
Morata, 1968.
(8) Adrados I.: "Teoría y práctica del test de Rorschach".
(9) Poriuondo, J.: "El Rorschach Psicoanalítico". Madrid, Biblioteca, 1973.
(10) Schäfer, R.: "Interpretación Pskoanalítica del test de Rorschach". Ficha de
III Asociación Argentina de Psicodiagnóstico de Rorschach.

178
5. Frecuencia:
Su interpretación

Ya hicimos mención en el primer libro acerca de la forma de tabular la


frecuencia en un protocolo en respuestas P. y en respuestas O.
Ahora nos detendremos en la interpretación y el valor que adquieren las
mismas por su significado y de acuerdo al porcentaje en que aparecen.

Respuestas Populares
Distintos autores coinciden en señalar que la presencia de respuestas po-
pulares en un número esperable es un importante indicador de buen con-
tacto con la realidad y de compartir pautas de pensamiento colectivo.
Bohm(l) refiere: "Hoy designamos a las V (Resp. P) como el exponente de
una norma de grupo"... "o sea marco común de referencia que es el re-
sultado de una comunicación y que permite una comunicación". Este autor
también dice que "las respuestas vulgares son una medida del contacto
intelectual, de la participación en el modo colectivo de comprender las
cosas". Por esto mismo las considera uno de los indicadores de contacto
social.
Rapaport(2) se detiene en el análisis de las populares y considera que: "su
alta frecuencia indica que estas respuestas son, hasta cierto punto obligadas
y que exigen poca flexibilidad perceptual o riqueza de los procesos
asociativos para su producción. Una incidencia adecuadamente elevada de
P implica que el sujeto es suficientemente sensible a los significados e
implicaciones obvios de las situaciones que plantea la realidad cotidiana y
que posee, por lo tanto, un adecuado sentido común".
Resulta importante determinar el número y porcentaje de Respuestas P.
Bohm(l) dice: "Los pocos prácticos y los divorciados de la realidad tienen
un número pequeño de V".
Para Beizman(3) "Un número elevado de trivialidades (más de 7 u 8) sería
imputable a una docilidad y hasta sugestionabilidad demasiado grande en
las relaciones sociales".
Según Rapaport(2) "un P% demasiado elevado reflejará una sobreactividad
a las consideraciones Vulgares y sin relieve, como así también cierta
dependencia de las mismas; en tanto un P% demasiado bajo indicará

179
• Ii-Miilnos y Inda una consideración connatural al sentido común".
« oiii|milinios cu términos generales estos criterios considerando que la
pttwncia de un número cspcrablc de respuestas populares es un indicador
de buen contado con la realidad, de capacidad para compartir formas de
percibir y de. pensar en común, de adaptación al medio social, todo lo cual
pone de manifiesto la presencia de un Yo bien estructurado con capacidad
para discriminar y percibir objetivamente los estímulos del medio.
Pensamos que cuando las Respuestas P están disminuidas o no aparecen,
hay un alejamiento de la pautas de pensamiento colectivo y de contacto con
la realidad que puede poner de manifiesto patologías severas particularmen-
te si no se dan ni siquiera en Límites.
Un número de Respuestas P. muy elevado, está revelando una forma de
acercamiento al medio rígida, estereotipada, con falta de ideas propias o
personales (cuando no aparecen O), de necesidad de ajustarse a lo obvio, a
lo convencional, en forma defensiva para no alejarse de la realidad (como
se encuentra a veces en psicóticos restituidos).
También puede ser indicador de búsqueda de seguridad a través de una
exagerada dependencia de las consideraciones u opiniones de los demás.
Suele ser dado por personas que no se sienten capaces de imponer sus
propias ideas y que aceptan con facilidad el pensamiento de los otros. En
ciertos casos, indican ocultamiento.
Por otra parte, haría referencia a escasa energía para exponer sus
ideas o bien para organizar e integrar los estímulos que provienen del me-
dio o de sí mismo, con un criterio personal, o a una estructura interna que
no le permite tener sus propios puntos de vista sin apartarse de la realidad.

Respuestas Originales:
Como ya lo referimos anteriormente, hay respuestas 0 + y O- y la signifi-
cación de cada una de ellas es cualitativamente diferente.
Rorschach(4) se refirió a las Respuestas O. antes que las P. y dice: "Para el
número de Respuestas Originales vale la regla de que el máximo no equi-
vale al óptimo. Quien no produzca Respuesta Original alguna, carecerá tam-
bién de originalidad en su vida cotidiana, pero quien produzca una pro-
porción mayor que el 50%, ya trasciende el límite óptimo".
Según Rapaport(2) "Lo raro de las Respuestas indica que tanto la organi-
zación pcrceptual como la elaboración asociativa se desvían ostensiblemen-
ie de la norma social. De este modo, Original representa lo contrario de
l 'npular: denuncia la individualidad, la singularidad y poder creador en el

180
modo de considerar y experimentar las cosas y sucesos de la vida ni
tidiana".
Para Bohm(l) "Las Respuestas Originales en especial con movimiento, son
naturalmente una medida de la originalidad de la fantasía y por ello en
particular frecuentes en los que poseen aptitudes artísticas, además dan una
buena imagen de la dirección de los intereses y de la cultura en general del
Pr".

for • :
Las Respuestas 0 + •>>
Todos los autores coinciden en señalar que estas respuestas evidencian bue-
na capacidad intelectual, creatividad, posibilidad de observación de la rea-
lidad manteniendo un criterio personal original, sin distorsionarla ni apar-
tarse de ella, (cuando se da en proporción óptima: 3 a 50 %).
Bohm (1) plantea que "las 0 + en Respuesta Global abstracta se encuen-
tran en individuos teóricos y científicos creadores y las 0 + se da en res-
puestas de D en inventores prácticos, mientras que las 0 + en Dd indican
trabajadores minuciosos con ideas originales".
También el contenido de la respuestas 0 + nos dará una indicación sobre los
intereses de la persona.
La presencia de estas respuestas en un número esperablc es indicador de
riqueza asociativa, buenos recursos internos, fortaleza yoica, capacidad
sublimatoria e inteligencia creativa.

Las Respuestas O-
Son respuestas que aparecen en los protocolos de personas con bajo nivel
intelectual, con trastornos de los procesos mentales y con escasa adap-
tación, y perturbaciones en el contacto con la realidad.
La mayoría de los autores señalan que se dan en esquizofrenia, en debilidad
mental o en patologías severas.
Naturalmente se tendrá en cuenta el porcentaje con que se presenta, junto a
otros elementos del psicograma. Cuando aparecen en forma ocasional en
un protocolo que mantiene un buen equilibrio, puede ser indicador de áreas
de conflictos circunscriptas que no afectan la estructura básica de la
personalidad.

INI
Tipo de originales
C 'unto y« señalamos en nuestra primera publicación, hay Originales por el
contenido; por la elaboración y por la percepción.

A) Por el contenido
Son las que denotan mayor originalidad y por lo tanto mayor capacidad
intelectual cuando son positivas. Propias de personas brillantes, con pre-
disposición al pensamiento teórico.
La gama de posibilidades en este aspecto es muy amplia en cuanto a
intereses profesionales, situaciones traumáticas, expresión de fijaciones en
el desarrollo evolutivo, particularmente cuando son al mismo tiempo
respuestas de complejo y otras.

B) Por la elaboración
Están en correspondencia con personas imaginativas que pueden tener ap-
titudes literarias; también pueden ser indicadoras de situaciones traumáticas
o de conflictos no resueltos.
Serían las respuestas propias de personas que pueden observarla realidad
como los demás, enriqueciéndola con apreciaciones personales.

C) Por la percepción
Como son la FFF y las FK. Nos hablan de una manera particular de
aproximarse o percibir la realidad, con cierto oposicionismo o interés por
ser diferentes, (en el caso de FFF); si se trata de FK, significará una
sensibilidad especial y una capacidad de percibir el espacio —intra y ex-
trapersonal— en su totalidad, en sus diferente matices y posibilidades, lo
que implica la existencia de unja capacidad de análisis más fino; si eso lo
hace de manera eficaz o no, va a estar determinado por el nivel de
organización y correspondencia formal de la respuesta (0+, O-, 0+-).
Tendremos riqueza, creatividad, originalidad, cuando es 0 + y distorsión de
la realidad, con modalidad bizarra y arbitraria de percibirla cuando es O-,
que evidencia fallas estructurales con pobreza o debilidad yoica.

i«a
Notas
(1) Böhm, Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach. Madrid, Ediciones
Morata, 1968.
(2) Rapaport, Test de Diagnòstico Psicològico. Buenos Aires. Paidós, 1971.
(3) Beizmarm, El Rorschach en los niños de tres a diez años. Madrid. Aguilur,
1968.
(4) Rorschach, Psicodiagnóstico. Buenos Aires. Paidós, 1964.

183
6. Examen de límites.
Su interpretación

Examen de límites
Consideramos de gran valor esta tercera parte de la prueba que es el exa-
men de límites. En nuestra obra anterior(l) planteamos los pasos del
mismo. Recordamos que, para nosotros el examen de límites consiste en:
A: Buscamos elementos esperables en el Rorschach, en cuanto a loca-
lizaciones, determinantes, contenidos o frecuencia que no se presentaron o
fueron insuficientes.
B: Efectuamos una prueba complementaria de elección de láminas. Aque-
llas que más le gustaron y las que menos le gustaron y por qué y luego cuál
más y cuál menos y las causas.
C: Preguntamos si algunas de las respuestas que dio a lo largo de la prueba
tiene que ver con algo suyo o los relaciona con algo personal y por qué.
También hacemos asociar al sujeto con las respuestas de determinantes
múltiples no integrados.
En esta parte de la prueba entrará más en juego la experiencia del psicólogo
y su habilidad personal para obtener más información, en este caso de
índole cualitativa que permite una mayor precisión diagnóstica y sobre todo
una aproximación pronóstica más exacta.
Antes de considerar más detenidamente cada uno de estos ítems pasaremos
revista a la opinión de algunos autores con respecto al examen de límites.
Pensamos que en la medida que se ha ido obteniendo más experiencia
clínica con el Rorschach, más se ha tenido en cuenta esta parte de la prueba
a los fines de obtener información útil sobre la estructura psicológica de la
personalidad. Algunos autores no tienen en cuenta el examen de límites y
otros —a nuestro criterio— lo extienden en demasía.
Rorschach, tal vez por falta de tiempo en la experimentación de su prueba,
no tuvo en cuenta el examen de límites. Esta parte de la prueba fue
propuesta por Klopfer en el año 1942 para provocar reacciones en de-
terminadas direcciones evitadas por los sujetos. Considera que la entrevista
es aquí claramente directiva y la presión ejercida sobre el sujeto es
sistemátiba y controlada y tiene tanta más importancia cuanto más res-
tringido y limitado haya sido el protocolo espontáneo. Así dice "cuando un
rasgo de la lámina ha sido totalmente omitido en la formación conceptual
del sujeto es necesario descubrir el motivo de este fracaso y el grado en que

185
jmm kcvom en ello bajo presión específica. También el sujeto puede alegar
iMM errónea comprensión de las instrucciones (ya sea poder girar las
IdiiiltutN, utilizar parte o toda la lámina en la respuesta, etc.). Se hace
necesario investigar si de haber entendido distinto reaccionaría de otro
mudo. También —si no dio respuestas populares— si señalándolas es ca-
pa/, de aceptarlas y en caso contrario por qué no.
"Sí las respuestas son evasivas, no comprometedoras o no elaboradas el
examinador se ve movido a probar los límite de la capacidad del sujeto en
procura de una reacción más fina o diferenciada"(2).
Para Endara(3) el examen de límites aún se encuentra en su fase ex-
perimental, pero aunque no se da un rendimiento organizado permite
formarse una idea acerca de las inhibiciones, inclinaciones, formas de
pensar y de actuar del sujeto que no han sido posible captar durante la
administración o el interrogatorio.
Para Bohm(4) el examen de límites es necesario solamente en casos muy
raros. La ausencia total de una clase de respuesta en la prueba espontánea
debe ser tenida en cuenta pero entiende que "los intentos de provocación
pueden ser interesantes en la investigación pero no sirven para el diag-
nóstico ya que todas investigaciones posteriores superfluas no sólo son una
pérdida de tiempo sino que pueden inducir a error: si se describen todas las
partes innecesarias de una respuesta no complicada para tener la seguridad
de que no se ha descuidado cualquier detalle discordante se corre el riesgo
de obtener notaciones totalmente falsas. Se adhiere al lema ¡Cuanto menos
mejor!
Alcock(5) considera que pueden hacerse objeciones al examen de límites
sobre la base de que puede invalidar una segunda prueba. Tales objeciones
tienen validez si se utiliza una sugesión directa, pero no en el caso en que
se pregunte acertadamente. Al igual que en el interrogatorio, Alcock
aconseja no hacer preguntas innecesarias, especialmente aquellas que re-
quieran esfuerzo y puedan producir cansancio. Expresa además que se
necesita experiencia para darse cuenta de las omisiones importantes, como
así también para obtener información sin una sugestión directa.
Para Nina Rausch de Traubenberg(6) esta parte de la prueba facilita la
diferenciación de los sujetos inhibidos que temen el juicio de los demás, de
aquellos otros que tienen una visión exterior particular incluso artística. Las
elecciones preferidas de las láminas constituyen una indicación su-
plementaria sobre las actitudes represivas o la sensibilidad emocional re-
tenida de los sujetos.
Para Porluondo(7) quien realiza en esa parte del examen "la elección en
agradable y desagradable" es "útil en los casos de los sujetos normales
precariamente adaptados, en neuróticos leves, en neuróticos graves, en
prepsicóticos y en personalidades psicopáticas, así como en sujetos nor-

ÍH6
males. Por otra parte no es útil o apenas funciona en p,Nicóticos (espe
cialmente en los crónicos y los deteriorados), en orgánicos, en deficientes
mentales, ni en niños de menos de doce años de edad". Considera que la
base de esta técnica es totalmente empírica y funciona aproximadamente en
un 33% de los casos citados como apropiados para ella. En nuestra
experiencia esto no es así en el caso de los niños dado que realizan con
agrado esta parte de la prueba. De lodos modos nosotros lo apíicamos en
todos los casos y siempre nos ha resultado de utilidad. Poituondo da una
significación específica a cada l ámina e interpreta el rechazo o aceptación en
base al significado de las láminas.
Las láminas seleccionadas como agradables pueden señalar rasgos y/o
aspectos aceptados por el sujeto o cosas que realiza sin mayores difi-
cultades. Las láminas seleccionadas como desagradables tienden a destacar
los rasgos o situaciones conflictivas del sujeto, especialmente las tres pri-
meras seleccionadas como más desagradables. El contenido del por qué le
agrada o desagrada debe ser interpretado psicoanalíticamente.
W, Morgenthaler —citado por Bohm(4>— para un "control más exacto del
shock" pide al sujeto que elija las dos láminas que más le gustan y las dos
que menos, exponiendo los motivos. Si no dice nada sobre los colores
puede pedírsele nuevamente según la propuesta de Klopfer que divida las
diez láminas en dos grupos de cinco que tengan entre ellas algo en común
que las de, la otra serie no tengan. Si el sujeto no clasifica las láminas
espontáneamente en negras y coloreadas, el examinador puede hacerlo por
sí mismo preguntando después el principio en que se ha basado tal
clasificación. "Si los fenómenos de shock y el comportamiento en la elec-
ción se contradicen de un modo chodante, se trata, según Morgenthaler, o
bien de un esquizofrénico o de un neurótico inseguro, que tanto en su niñez
como posteriormente se ha equivocado siempre y ahora desconfia de su
primera opinión y la corrige enseguida".
P. Mohr —también citado por Bohm(4)—, a la finalización de la prueba
muestra otra vez todas las láminas, en cada una de las cuales el sujeto debe
decir si le gusta o no y por qué y también le pide al sujeto que le diga qué
clase de humor despierta en él la lámina y si un estado de ánimo semejante
ha sido experimentado ya por él y en caso afirmativo, en qué ocasión.
Considera que con ello se pone de relieve muy frecuentemente que existe
siempre una relación entre el estado de ánimo y la respuesta y que el
contenido de ella debe entenderse como simbólico.
Otros autores piden al sujeto que dé un título a cada una de las láminas
dejándolo asociar libremente(7).
Como ya lo mencionamos, en la primera parte del examen del límite (parte
A) buscamos elementos esperables en el Rorschach que no se presentaron
o fueron insuficientes —localizaciones, determinantes, contenidos y fre-

187
i'iiiMititt •«, 1.11 necesidad de obtener esta información límite varía en cada
piolín ulo e Incluso puede llegar a ser innecesaria y omitirse en el caso de
i|uc (ipinw.cn lo esperable. En el caso de omisiones (ausencia de W, D, de
M, l'M, ele.) es necesario investigar si la qiisma se debe a incapacidad u a
otros unitivos por ej: bloqueo, oposición, negativismo, etc. Así, la falta de
capacidades estaría dada por la ausencia aún en límites de determinadas
localizaciones (W, D), determinados determinantes (M, FM, Fe) o
determinados contenidos o frecuencias. Por ejemplo la ausencia de W aún
en límites no hablaría de una imposibilidad de un pensamiento creador,
totalizador, la ausencia de D, de la imposibilidad de un pensamiento prác-
tico, etc. La presencia de M en límites sería un elemento favorable en un
protocolo con ausencia de los mismos.
La aparición en un primer nivel de presión de cualquier elemento esperado
en un protocolo normal es de mejor pronóstico. Si en un segundo o tercer
momento el sujeto no es capaz de visualizar aquello que se esperadnos
indicaría una mayor patología.
Con respecto a las P, tenemos en cuenta cuál es la que no ve. Es fun-
damental que aparezca la P de la lámina V, como indicador del sentido de
realidad. También la P de la lámina III en relación a los vínculos
interpersonales, sobre todo si no hay otros contenidos humanos.
Cada caso es único y cada protocolo-una estructura en sí, por lo tanto no se
pueden dar reglas precisas de análisis.
También se busca investigar textura color,y en contenidos también es
importante que aparezcan H y A.
En la segunda parte del examen de límites (parte B) efectuamos la prueba
complementaria de elección de láminas de forma similar a cómo fue
propuesta por W. Morgenthaler, mencionado más arriba. Sin embargo
nosotros preferimos ampliar la consigna diciéndole que divida las láminas
entre las que le gustaron y no le gustaron (sin especificar cuántas debe
haber por grupo). Luego se le pide que elija la que más le gustó y la que
menos (y el por qué). Nos importa ver qué criterio de clasificación utiliza
en uno y otro caso —formas, presencia o ausencia de colores, posibles con-
tradicciones, etc.—. El paciente por ej. puede no haber dado colores o
movimientos o formas, y decir que le gustó más una lámina por cualquiera
de estos determinantes que no dio. Así por ej. "esta lámina me gustó por
los C, los M o las F". Observamos así sus contradicciones, "me gustó la
lámina VIII por los colores" (y no dio respuestas de colores en el protocolo
principal). Esto tendría que ver con que el impacto afectivo le llega pero no
puede exteriorizarlo. Otro ej.: un sujeto puede poner como agradables las
láminas donde dio peores respuestas. Esto se podría relacionar con con-
ductas contrafóbicas, formaciones reactivas o idealización. Otro puede
rechazar aquella lámina donde dio mejores respuestas. Esto tal vez estaña

IHH
en conexión con falta de autoestima y de reconocimiento de sus posi
bilidades reales o mecanismos de desvalorización en general.
Es importante observar las distintas formas de responder a la consigna; Por
ej.: hacer una sola elección: "todas me desagradaron" o "todas me gus-
taron". También hay sujetos que pueden realizar un tercer grupo por ej.:
"me resultaron indiferentes". Esto dará lugar a distintas hipótesis inter-
pretativas: el que duda, el que no puede elegir, el indeciso, el maníaco, etc.
Durante el examen de límites el paciente puede tener ocurrencias, o dar
respuestas que hasta entonces no había mencionado ya sea "porque recién
se le ocurre" o "porque no me animé a hacerlo antes" o "no lo consideré
necesario", etc. También pueden presentarse determinantes o contenidos
nuevos, pero el sujeto dice "haberlo visto antes". Analizamos los mismos
en el sentido dado por S. Freud(8) al fenómeno de "dejá raconté", "ya lo he
contado". El paciente tuvo el propósito de hacer la comunicación pero la
resistencia le impidió ejecutar la misma y entonces confunde el recuerdo de
la intención con el de la ejecución. Dice Freud que en general esos son
recuerdos de gran valor para profundizar en la comprensión del paciente.
Lo ya contado, al igual que lo ya visto o lo ya escuchado deriva de un
designio inconsciente no ejecutado. Estos fenómenos nos informan de los
mecanismos defensivos del paciente conectados con la represión.
En la última parte del examen de límites preguntamos si alguna de las
respuestas que dio a lo largo de la prueba tiene que ver con algo suyo o lo
relaciona con algo personal; si nos responde afirmativamente le pediremos
que nos diga cuál y con qué circunstancia personal lo considera rela-
cionado. A veces las referencias no condicen con lo que hubiéramos es-
perado de acuerdo con lo que sabemos de la persona, y la que pensamos
como evidentes son omitidas. También hacemos asociar libremente con las
respuetas de conflicto —si las hubiera— o con respuestas que nos resulten
particularmente significativas. Esto nos permite investigar la capacidad de
insight, como así también sus posibilidades asociativas para un proceso
terapéutico. Las respuestas de complejo y las de conflicto pueden
permitirnos en algunos casos inferir situaciones traumáticas básicas y
puntos de fijación importantes en la evolución psicosexual del sujeto.
Reiteramos que el buen manejo del examen de límites depende de la
capacidad y experiencia del examinador. En la parte A de su conocimiento
y madurez en el test de Rorschach; en la parte B y C de su formación
clínica y buen criterio. Recordamos que no es nuestra intención transformar
el Rorschach en una sesión psícoanalítica, sino aplicar algunos conceptos
psicoanalíticos, tales como los de conflicto y defensa a fin de arribar a una.
comprensión lo más exacta posible del sujeto.

189
Notas
(1) Passalacqua, A. y colaboradores. El Psicodiagnóstico de Rorschach. Siste-
matización y nuevos aportes, Buenos Aires, Kapelusz, 1986.
(2) Klopfer, B. y Kelly, D. Técnica del psicodiagnóstico de Rorschach, Buenos
Aires, Paidós, 1974.
(3) Endara, J. Test de Rorschach, Barcelona, Editorial Científico-Médica, 1967.
(4) Böhm, E. Manual de Psicodiagnóstico de Rorschach, Barcelona, Editorial
í'ientffieo-Mcdica, 1957.
(5) Alcock, T. La Prueba de Rorschach en la práctica, Méjico, Fondo de Cultural
í',t anémica, 1975.
(6) Rausch de Traubenberg, N. La práctica del Rorschach, Madrid, Pablo del
Río, 1977.
(7) l'oiiiumda, J. El Rorschach Psicoanalítico, Madrid, Biblioteca Nueva, 1973.
(8) Freud, S. Acerca del F ausse Reconissance ("dejá raconté") en el curso del
Iriibiijo psia ¡analítico (1914) Obras Completas, Buenos Aires, Amorrourtu, 1986.

I<)0
7. Psicograma y cómputos:
Su interpretación

Análisis del Psicograma


El psicograma suele ser lo primero que se analiza de los "aspectos cuan-
titativos" de un protocolo de Rorschach. Esto porque permite visualizar
rápidamente los determinantes que la persona utilizó, en que proporción lo
hizo y cuáles están ausentes; lo que posibilita establecer algunas inter-
pretaciones de ello, cobrando especial vigencia todo lo dicho respecto
a lo que significa la presencia de cada determinante, su aumento, su dis-
minución y su ausencia. Por ejemplo, se toma en cuenta la columna de
Formas, el eje central del Psicograma: si hay algún otro determinante que
se le asemeje en cuanto al número e incluso si la supera. Asimismo si el
Psicograma es rico y balanceado, (si aparecen todos los elementos y están
dentro de lo esperable) si predomina abiertamente el vector "derecho" o el
"izquierdo", dando idea de alguien más expresivo y sensitivo o con mayor
tendencia a la ideación: el peso de los determinantes adicionales, qué agrega
al Psicograma principal si lo comparamos: lo completa, lo empobrece o aún
lo repite sólo incrementándolo.
Así por ejemplo, generalmente lo que aparece aumentado a nivel interno y
no se expresa suficientemente provoca algún síntoma corporal o actuado.
Debería haber cierta correspondencia entre las barras de los movimientos y
las de los colores. Es decir, de alguna manera FC indica la expresión afec-
tiva de lo que significa M, (en cuanto a adultez, control efectivo, etc.); CF,
lo mismo con respecto a FM (con su significación de versatilidad, inma-
durez, pero también de espontaneidad y energía psíquica); y el C puro
muestra la expresión descontrolada de lo más inmanejable, que está re-
presentado sobre todo por las m puras. Sólo es esperable o positivo que
vuelvan a aparecer en menor grado, los determinantes que rodean a la F
(FK y Fe) y lo que se aparte de ello es significativo.
También la interpretación del psicograma permite conli mi ar que no htiy dos
personas idénticas y aunque las hubiera cuantitativamente, el análisis cuali-
tativo lo diferenciaría.
Es decir que no hay Psicogramas típicos de determinada patología, aunque
se esperan más unos que otros.

191
Análisis cualitativo de los cómputos
l'mlieitdo de los datos cuantitativos, realizamos los cómputos, conside-
ttulos por diversos autores como algo similar a lo que sería, para un edi-
ficio su estructura de sostén. Sobre esta base se armarán las interpre-
taciones; ellas permitirán la comprensión de la modalidad de funciona-
miento y de la estructura del aparato psíquico. Dichos •porcentajes indican
cantidades cspcrables derivadas de Estadísticas, presentadas por diversas
escuelas y autores desde Rorschach hasta la actualidad.
No conviene perder de vista que cuantifícar una personalidad es sólo una
metodología que facilita el conocimiento de significados parciales, que
luego se combinarán entre sí, atendiendo al conjunto, donde en su inter-
conexión adquirirán variadas inteipretaciones.
Lo que sí es cierto que cuando un protocolo es muy breve se relativiza el
valor de algunos índices o porcentajes siendo en estos casos muy
importantes el pedido de respuestas Adicionales. Sin embargo hay tests
breves que adquieren relevancia a través de otros elementos como ser:
determinados fenómenos especiales, ausencias y verbalizaciones. En Psico-
logía Laboral la situación de examen favorece la producción de pocas res-
puestas, hecho que por ser frecuente, no atiende la patología.

Número de respuestas:
A partir de lo csperable (en adultos: 25 a 30 respuestas y en adolescentes de
15 a 25) haremos algunas consideracionbs sobre las variaciones halladas en
relación a su cantidad.
l'xner (que considera esperable 17 a 26 resp.) demostró que algunos exa-
minadores influyen sobre el examinado provocando protocolos fuera de la
norma, más cortos o más largos. Según él, dependería de la mayor o me-
nor experiencia del examinador y de la resolución, o no, de sus propios
problemas.
Ucek le da importancia a la distinta productividad frente a las láminas. A
esto lo llama "variación" y debe manifestarse al menos en cuatro láminas.
Si en un protocolo de 20 respuestas, aparece una variación de dos Láminas
es, |iara él, una prueba de irregularidad.
Dice que es "dentro de la Esquizofrenia desde la variación es más intensa y
típica" y que es rara en los casos de excitación maníaca donde la im-
pulsividad tiende a predecir un efecto parejo en todas las láminas.
Considera a la "variación" dependiente de las condiciones internas y no
tanto de los estímulos externos, relacionándola, en general, con actividad
mci«al irregular y estados de tensión.

1V2
Para Rorschach(3), el número de respuestas esperable oscila entre 15 a
30, cantidad que según él aparece en los sujetos normales y que depende
"más de los factores emocionales que de los asociativos".
En nuestra opinión, dar un número de respuestas dentro de lo esperable,
señala buena productividad, descartando en principio, siempre en función
del resto, la posibilidad de depresión, represión, bloqueo intenso o una ac-
titud de desconfianza hacia el examinador.
Cuando el número de respuestas está disminuido el déficit en la producción
puede deberse a diferentes causas que dará lugar al enunciado de varias
hipótesis: la existencia de un déficit intelectual que limita la producción;
estados depresivos que producen el mismo efecto por falta de ambición;
personalidades rígidas, bloqueadas, autoexigentes, que reducen la cantidad
para no mostrarse; o para mejorar la calidad; personas poco imaginativas,
incapaces de proyectar sus propias ideas.; intensa angustia que paraliza;
situaciones paranoides.
En general es un índice que se encuentra en diversas p a t 9 l o g í a s : depresión,
paranoia, psicosis u organicidad (salvo los que tienen defensas obsesivas)
fobias, neurosis graves, personalidades estereotipadas, obsesivos compul-
sivos muy rígidos, psicosomáticos, psicopatías y deterioros (incluyendo
situaciones especiales, como ser, años de internación o de reclusión en una
cárcel).
De un test breve es bastante poco lo que se puede dccir, salvo que sean
respuestas muy ricas en su evaluación.
A veces las respuestas disminuyen en base a fracasos dados en una o varias
láminas, situación hallada en esquizofrenias simples, en melancó-
licos y neuróticos. Cuanto mayor es en el sujeto la inhibición y la capacidad
de aislarse, tanto menor es el número de respuestas y viceversa.
El aumento en la producción de respuestas por lámina, puedo ser índice de
la capacidad expansiva del sujeto, de la facilidad para establecer relaciones,
de comunicarse con el medio(4). Fue observado entre las personas
normales, en las de humor alegre, imaginación vivaz, (caso del genio o
artista creador), los de "interés despierto" y los ambiciosos de la cantidad.
Puede asimismo indicar riqueza y capacidad intelectual.
Suelen también aumentaren protocolos: de sujetos maníacos, fabuladores,
histéricos no muy reprimidos, epileptoides (que se adhieren a las láminas) a
personas sumamente ambiciosas de la cantidad en desmedro de la calidad.

Adicionales
Si bien no hay un número determinado, lo esperable, es que existan algu-

193
mis en el protocolo, independientemente de cual haya sido la producción
principal, El tema ya se desarrolló en el Tomo 1(1).
Hecordamos la importancia que tiene incluir su pedido en la consigna del
interogatorio para, una vez obtenidas, proceder a la comparación con al
respuestas principales.
Un n ú m e r o d e r e s p u e s t a s p o r debajo de lo esperable p l a n t e a u n a m a y o r
n e c e s i d a d d e a d i c i o n a l e s p a r a a m p l i a r o m e j o r a r l a c o n d i c i ó n d e l test. A
veces es preferible detener una excesiva cantidad de respuestas, en el
período de asociación libre, que en ocasiones no agregan m u c h o y pedir
adicionales después.

Algunas personas las dan espontáneamente, sin haberlas requerido en la


consigna y otras que, por el contrario, aún asi no lo hacen (suele suceder
en selección de personal).
La mayor o menor experiencia del examinador incide en la posibilidad de
obtenerlas.
Consideramos positiva la producción de respuestas adicionales y en
algunos casos imprescindibles; pueden adquirir igual o mayor valor que las
respuestas principales,
i Si bien algunos autores postulan que las adicionales representan lo más
profundo y latente del individuo, (hecho todavía discutible) sí parece ser
1 cierto que de lo adicional surge lo que realmente define a la persona. A
' veces sujetos muy defendidos o bloqueados en el período de asociación
libre logran tranquilizarse y producir adicionales en el interrogatorio, como
así puede ocurrir que en otros, se refuerzan. (Ej.: ansiedades paranoides)
Las adicionales son un buen elemento de pronósteo terapéutico, permiten
ver cómo se muestra y responde una persona ante una situación o un otro
que solicita: con aceptación, rechazo o cualquier otra variante.

A N A L I S I S D E L A S F O R M U L A S D E L O S T I E M P O S

Tiempo promedio por respuesta: T . P . R .


El T.P.R, esperable, es decir, el que se considera necesario para elaborar
suficientemente una buena respuesta, está entre 30" a 50".
Indicaría en general una disposición natural del sujeto para responder frente
a una estímulo(4). Algunos autores mencionan la incidencia sobre el
T.P.R. de: distintas estimulaciones a las que una persona se halla sometida
(situaciones ambientales, favorables o no y situaciones internas conflic-
li vas). O sea que pueden atenuarse por circunstancias tanto exógenas como
endógenas. Estudian, también, la diferencia entre el hombre de la ciudad y

l'M
el del campo. Agregan que sería probable que las personas que viven en
zonas próximas al mar respondan en forma más rápida ante los estímulos
que los habitantes de zonas montañosas.
El aumento del T.P.R. (más de 50"): puede indicar lenificación del ritmo
del pensamiento, depresión u organicidad; exceso de control para sobre-
ponerse a la movilización que producen las láminas. En otros casos se re-
laciona con personas escrupulosas, autocríticas y cuidadosas que se toman
su tiempo para elaborar mejor su respuesta.
El aumento coincide con protocolos de epilépticos y —según Pfister—
también de oligofrénicos.
Un tiempo disminuido según Rorschach(3) lo tienen los maníacos y los
esquizofrénicos. En realidad si coincide con buenas respuestas, lo relacio-
namos con personas de un ritmo de pensamiento rápido y agilidad en el
proceso asociativo. En cambio de no ser buenas las respuestas, podría in-
dicar impulsividad, impaciencia propio de personas atropelladas, que dicen
lo primero que piensan; intuitivos o "charlanes" que devuelven enseguida la |
lámina para no profundizar y comprometerse; fóbicos con actitudes evita-!
tivas o elementos contrafóbicos. En algunos casos la situación de examen
aumenta la ansiedad, reactivando defensas y produciendo una aceleración
del ritmo de pensamiento superior al habitual en el sujeto. y
En el área laboral a veces, se quiere demostrar por medio de la rapidez su
ingenio, por eso es muy importante recalcar en la consigna que no es una
prueba de velocidad, ya que en general en las pruebas proyectivas, lo que
interesa es conocer el tiempo que necesita esa persona en particular para
producir y la calidad de respuesta que puede elaborar dentro del mismo.

Tipos de reacción al gris y al color: T.R.G y T.R.C.


El análisis de los tiempos de las láminas no cromáticas y su comparación
con los tiempos de las láminas cromáticas, nos brindará información res-
pecto a las posibles problemáticas vinculadas al mundo interno del exami-
nado y a la relación del mismo con su ambiente.
La diferencia entre ambos promedios debe superar los 10" para resultar
significativa. De ser igual a 10" o menos, estaría dentro de lo esperahle,
señalando en este caso un cierto equilibrio, dato a corroborar con el resto
del protocolo. J
Si se supera lo esperable, es necesario estudiar cuál es el tiempo que
predomina.
De hallarse aumentado el T.R.G., pensamos en la presencia de angustia y (

195
trimion lohiea lín cslos caos "diremos que los problemas tienen su origen
UN el NU|(*IO, no importa cuáles sean las condiciones del medio"(4). Sin
olvidar que "un problema es simpre la resultante de una interacción del
sujeto con su medio".
Si predomina el T.R.C. el conflicto tendría que ver con la expresión de los
aléelos, prevaleciendo la represión. Suelen aparecen un protocolo de perso-
nalidades histéricas. Serían personas más pendientes del afuera, y en las
que probablemente, las situaciones problemáticas tendrían más conexión
con el medio.
Aconsejamos prestar especial atención a aquellas láminas en las que se
produjo un Shock o tanto más de ser un Fracaso, lo que determinará in-
terpretarlas en función del simbolismo de las mismas.

A N A L I S I S D E L A S F O R M U L A S D E L O C A L I Z A C I O N

Modo Aperceptivo: App


El análisis de los porcentajes de las respuestas W, D y Dd nos ofrece una
visión del modo en que se realiza la percepción. Si bien se los analiza en
conjunto, se debe prestar atención a cada localización por separado y a su
calidad formal para integrar luego su significado con el modo aperceptivo.
Para ampliar esto nos remitiremos a lo ya dicho de cada una de las
localizaciones, en el capítulo pertinente.
La apreciación del modo apercoptivo nos "brindará información de lo
cognitivo funcionando en interjuego con lo afectivo".(4)
Lo espcrable es:un App balanceado es decir:

W: 20% a 3 0 %
D: 60 % a 70 %
Dd + S: hasta 10 %

ya que es uno de los elementos considerados positivos a nivel de pro-


nóstico. Estas proporciones hablarían de una persona con sentido común,
con capacidad organizativa, de análisis y de síntesis: con un enfoque
teórico-práctico y variabilidad en las defensas.
Pero de no ser así, nos encontraremos con el predominio de uno de esos
porcentajes en desmedro de otro.
En general los porcentajes de las localizaciones, reflejan el modo en como
el sujeto maneja habitualmente cualquier serie de datos: sí es deductivo,

196
inductivo, generalizador o minucioso, con o sin consideración de lo obvio.
A través del análisis cualitativo de las diferentes localizaciones (ver Cap.
XX) explicamos con qué aspectos de la personalidad se halla asociado cada
uno de ellos. Recordaremos las características prevalentes de las mismas y
haremos algunas consideracionse sobre sus combinaciones, las ausencias o
predominios.

El porcentaje de las respuestas W: W %


Si están dentro de lo esperable y son positivas, se asocian con capacidad
sintética de abstracción; son índice de cierto caudal de energía psíquica por
la fuerza del yo, que exige lo abarcativo y también con cierto potencial para
enfrentar dificultades.
El aumento del porcentaje de las respuestas globales se relaciona con ora-
lidad, avidez y la ambición neurótica de querer abarcar todo.
La disminución del porcentaje de respuestas globales, indica poca energía
psíquica y la necesidad de ver cuál es el porcentaje aumentado de otras
localizaciones (ej.: si aumentan los D indicaría una tendencia hacia lo prác-
tico). Disminuyen en general en personas depresivas (pueden estar au-
sentes en los melancólicos, por su escasa energía afectiva); en quienes no
son capaces de abarcar la realidad en su totalidad y se detienen en los
determinantes más obvios (los D estarían aumentados), o en las insigni-
ficantes (los Dd estarían aumentados). En algunos casos es índice de bajo
nivel intelectual.
Es importante analizar qué tipo de W incluye el porcentaje (primarias,
secundarias, positivas, negativas) y con qué otra localización se encuentran
asociados, para ampliar su interpretación. Este concepto se aplica a todas
las localizaciones.

El porcentaje de las respuestas D: D%


Si está dentro de lo esperable, con buena calidad formal, señala capacidad
para analizar lo obvio, corriente, inmediato, lo que todos podemos ver. Se
asocia con inteligencia de tipo concreta y con la capacidad de contacto
social, justamente por estar relacionado con el sentido común.
El aumento del porcentaje de las respuestas de detalle usual nos hablaría de
alguien excesivamente centrado en intereses prácticos y concretos a ex-
pensas de su pleno funcionamiento intelectual. Serían buenos observa-

197
doren, pragmáticos, con buen juicio de realidad pero carentes por ejemplo
(le ambición a nivel intelectual. Si el aumento del D % aparece en un
protocolo con pocos M (movimiento humano), se relaciona con sujetos
esquemáticos, más indicados para trabajos de tipo rutinario y subalterno. Si
además dieran muchas respuestas Pop (populares), serían prosaicos y
triviales.
1 ,a disminución del porcentaje de las respuestas de detalle usual nos habla-
ría de la dificultad para analizar adecuadamente aspectos comunes de la
realidad y además de fallas en el contacto social.

El porcentaje de las respuestas de detalle inusual y de


espacio en blanco: Dd %, S %, SC %
Los detalles inusuales son a menudo la manifestación de una huida cog-
nitiva a través de la cual, la persona reduce su entorno hasta hacerlo
compatible con su propia ideación(l). Sería una manera defensiva de
abordar la lámina.
Si aparecen en un protocolo en una proporción razonable respecto al W% y
al D% son un signo saludable de iniciativa y de capacidad de inhibición de
ese aspecto defensivo.
En general los porcentajes de las localizaciones, reflejan el modo en como
el sujeto maneja habitualmente cualquier serie de datos: sí es deductivo,
restringido, en desmedro de una visión más amplia, totalizadora y de la
practicidad. Serían personas permanentemente desconformes, que tratan de
observar más allá de lo corriente, hechos no sustanciales, con dificultad
para lograr relaciones interpersonales satisfactorias.
Su presencia destacada se asocia a rasgos de minuciosidad, pedantería,
obsesividad, etc. Si la F son negativas, suelen aparecer en protocolos de
psicópatas, y también en persdnas mezquinas, abstraídas en temas de su
interés. Zulliger dice que es típica de los niños aplicados, de los relojeros,
dentistas y joyeros(6) (si son de calidad formal positiva).
(Maro que es necesario discriminar qué tipo de Dd incluye el porcentaje.
1 .as características recién mencionadas corresponderían al dd. El predo-
minio de por ejemplo dr dentro del porcentaje, indicarían tensión, excen-
tricidad, ctc; o capacidad artística si tiene 0+. Es decir, se debe analizar
también el porcentaje, en función de las localizaciones que incluya, ya que
ello enriquece su interpretación.
I I espacio en blanco (S) se considera esperable cuando sumado a los
detalles inusuales, no supera el 10% de las localizaciones, es decir, si está
alrededor de un 5% dentro del 10% total. Exncr dice que implica

IMK
oposicionismo y que no es idéntico su significado si aparece como única
\ localización o si es complementario de otra localización (SC)(1).
• Los postulados de Piotrowski y Fonda(7), coinciden con los de Marta
Pagóla, en afirmar que el S puede ser muchas veces un buen índice de
pronóstico ya que indica de alguna manera independencia, autonomía,
autoafirmación y hasta cierta autoestima.
Para Zulliger los Dd con S y color, señalan personas iracundas y
pcndencicras(6) Exncr consideró el S mayor de tres, como uno de los
índices de la "constelación del suicidio"(l).
A partir del significado particular de cada localización se amplía o modifica
su interpretación, según predomine, disminuya o se presente en las más
variadas combinaciones.

Mencionaremos algunos ejemplos:

1) W ((D)) Dd

señalaría un tipo de enfoque analítico-sintético. Se trataría de una mo-


dalidad teórica y detallistas que dejaría de lado aspectos obvios y comunes
de la realidad, de los que teorizan minucias, resultando así poco
pragmáticos.

2) W D

la relación de W y D en un porcentaje esperable, (con buena calidad formal)


indicaría un enfoque de la realidad teórico-práctico,

3) ^ ((D)>

si predominan las W y de ser estas secundarias se hablaría de un modo


analítico-sintético; en cambio de ser primarias, predominaría un enfoque
teórico, con poca capacidad analítica lo que restaría practicidad a su
desempeño.

4) (W) D

si las W están disminuidas y los D aumentadas, decimos que es una


persona que se apoya en los aspectos concretos para funcionar, con poca
posibilidad de sintetizar.

199
r
$) W tól

grneniliiienic es patológico, porque indica dificultades en la adaptación al


lucillo; salvo que los D estén incluidos en las respuestas W (combinatorias
de I»nena calidad formal), lo que atenuaría su pronóstico.

6) ( w ) ((D)) m
si prevalece el porcentaje de Dd, estaríamos en presencia de un sujeto
"criticón", que observa minucias, petulante, extravagante o evitativo.

7) W (((((D))))) |

en este caso nos encontramos con un excesivo control y oposicionismo


propios, por ejemplo del obsesivo compulsivo.

H) (W) D Dd

si están aumentados los D % y Dd %, sería una persona apta para tareas


triviales, comunes, prácticas, pero no para aquello en lo que se le exija un
pensamiento teórico de planificación u organización.

Indice de aspiración: W / M
La relación entre la cantidad de „W y 'los M, también llamada Nivel de
Aspiración o Indice Aspiracional, es representativa del modo de contacto
entre "la vida interior y la actividad mcntal(8), así puede "empicarse como
índice de relación entre la tendencia hacia la conquista intelectual y la
personal capacidad productiva para dar sustancial rcalización(9)" a dichos
logros.
Los M representarían la capacidad creadora, el potencial, y las W la
posibilidad de llevar a cabo el significado implícito en los M, el nivel de
efectividad de las operaciones cogñitivas.
Las W, se presentan en una frecuencia menor a los D, y su análisis
(primarias, secundarias, etc.) aportará nuevos datos sobre los recursos con
que cuenta esa persona para desarrollar sus inquietudes.
A nuestro criterio, lo esperable es que las W estén en un triple o un
cuádruple de los M, es decir que la relación sea entre 3 y 4 al.
No sólo es importante analizar su número y producción, sino también la
calidad de ambos y la relación existente con el resto de los elementos de la
prueba. Hn este planteo incluimos la variada interpretación que pueden

2,00
recibir las M o las W de acuerdo a la cantidad alta o baja que presenten en el
protocolo, al margen de la proporción mutua.
Refiriéndonos en primer lugar a la proporción decimos que, de hallarse
dentro de lo esperable y ser la calidad de W y M buenas, señala la exis-
tencia de un suficiente potencial creativo, para fortificar un impulso real
hacia el logro intelectual.
Si la relación es mayor que 4 a 1: es índice de un individuo que se propone
objetivos mayores a sus capacidades funcionales.
Si la relación es menor de 3 a 1: sería propio de personas muy con-
servadoras, poco deseosas de desarrollar sus potenciales, aquellos que
prefieren aceptar menos antes que fracasar. Puede hallarse también en de-
presivos.
Si dentro del protocolo las W están en cantidad esperable y las M están au-
mentadas, pensamos en una persona que tiende a refugiarse en su fantasía.
Y si las M están disminuidas, estando las W en cantidad esperable, po
dríamos suponer que su capacidad creativa es pobre o se encuentra re-
primida por otros factores.
Con respeto a los M. pensamos que su comparación es más significativa si
se encuentra dentro de los términos normales.
Si M está dentro de una cantidad apropiada, dentro del protocolo y las W
están aumentadas, decimos que hay un exceso de ambición y planteamos
como hipótesis, la existencia de sentimientos de insatisfacción, envidia y
cierta avidez.
Si M está dentro de lo esperable y las W están disminuidas, se puede
considerar como signo de depresión.
Si MyW aparecen disminuidas en su cantidad, indicarían patología severa,
relacionada con Depresión, Melancolía, Organicidad, Oligotimias, bajo
nivel intelectual.
Si MyW están aumentadas, podrían señalar, en un protocolo normal un
cierto caudal de riqueza y potencial suficiente para cfcctivizarlo (de ser de
buena calidad formal). Y dentro de la patología se encuentran en protocolos
de maníacos y paranoides.
Esta relación cobra particular importancia en el área de la Psicología
Laboral, por la cantidad de elementos que aporta para tal fin.

A N A L I S I S D E L A S
F O R M U L A S D E D E T E R M I N A N T E S :

El análisis de los porcentuales de Forma (F %), Forma Extendida (F ext


%), Forma más (F+ %) y Forma más Extendida (Fext+ %) fueron tratados

201
•mpliitmriile en el Capítulo de Formas de este libro, por lo que sugerimos
ituiiiliNc »1 mismo para su interpretación.

Movimientos activos y pasivos: Ma / Mp

lin esta relación lo esperable es la primacía de los primeros sobre los


segundos; es necesario que estos últimos aparezcan y que se dé un
equilibrio dentro de ella.
La preponderancia de los Ma es esperable de 3 a 1. Reiteramos lo dicho en
el Tomo I - Cap. Cómputos(5), que también se considera esperable que el
resultado de Ma menos Mp no sea mayor que el 50 % del total de M en el
protocolo.

Ambos-elementos proporcionados, mostrarían según Exner(l), mayor flexi-


bilidad. En cambio, el predominio muy acentuado de uno sobre otro, se
considera de mal pronóstico, encontrándose en protocolos de patología
severa.

Si predominan los Mp sobre lo Ma: Exner describe el "síndrome de


Blancanieves", relacionándolo con personas dependientes, pasivas, repri-
midas, cuya energía no pueden emplearla a favor suyo y que relegan deci-
siones y responsabilidades en los otros.

Si predominan los Ma sobre los Mp: indica fuerza yoica para enfrentar difi-
cultades, vínculos interpersonales favorables, sentimientos de autoestima.

Si el predominio de Ma sobre Mp es total: pensamos que la ausencia de los


aspectos pasivos o la dificultad en su ¡mplcmcntación, perturbarían la
relación con el medio, porque implicaría una no aceptación de ellos, y cierta
incapacidad para reflexionar sobre sí mismo.
Para Exner es índice de acating-out, pero tengamos en cuenta que la
clasificación que él hace de los M difiere de la nuestra.
Por otro lado analizamos el tipo'de movimiento incluido dentro de los Ma
y/o Mp, ya que las variaciones que pueden pensar modifican los signi-
ficados. Por ejemplo, entendemos que los movimientos de extensión se
relacionan con buen pronóstico y se asocian entre otras cosas a opti-
mismo. Los de flexión al indicar replegamiento sobre sí mismo, sumisión,
|x\simismo y tristeza, tenderían a empeorar el pronóstico. De ser mixtos los
movimientos, suponemos un mejor balance de ambas características.

202
Análisis de los Tipos Vivenciales (o de Resonancia Intima)
El problema de la introversión-extratensión', en el sentido de personas pre-
dominantemente estimuladas desde el interior o desde el exterior, ocupa el
centro de la teoría de la personalidad de Rorschach y se la menciona
reiterada y copiosamente en su Psychodiagnostik bajo la intraducibie
designación de Erlebnistipus, cuyo sentido más aceptado sería el de "tipo
vivencial" o "tipo experiencial"(8). Nosotros adoptamos la primera. Para
Rorschach, las cantidades absolutas de los movimientos humanos (M) y
los colores (C), representantes de la creación interior y de los afectos,
respectivamente, no son, por sí solas, expresiones suficientes de éstos,
siendo lo esencial su proporción mutua(3).
A partir de allí estudió la relación entre la suma de las respuestas de
movimiento humano y la Sumatoria de color.
A/7 C es considerada por nosotros como la Ira. Fórmula Vivencial, a la que
Klopfer agregó las llamadas Fórmulas Secundarías: FM+m/c+C'+K+k
2da. Fórmula Vivencial o Ira. Suplementaria (nosotros le agregamos k y
K) y el Porcentaje de Respuestas a las tres últimas láminas (Prop. C o 2da.
Suplementaria).
Destacamos que en estas fórmulas se realiza un análisis cualitativo y otro
cuantitativo, y luego la comparación entre sí, lo que podría señalar una
confirmación o un conflicto entre ellas.
En un primer análisis decimos que:
— cuando predominan en las dos primeras fórmulas los movimientos o si
el Prop. C % no llega al 30 %, se habla de unaformaINTROVERSIVA.
— si las segundas partes de la proporción supera a las primeras o el Piop C
% es mayor de un 40 % se habla de tina forma EXTRATENSIVA.
— cuando ambos términos son iguales en el caso de las dos primeras
fórmulas, o esá la Prop C % entre un 30 % y 40 % se habla de una forma
AMBIGUAL.
Puede también suceder que entre las tres fórmulas no haya coincidencia,
luego lo aclararemos.
En un segundo tipo de análisis que tiene que ver con la cantidad de ele-
mentos que componen estas fórmulas, consideramos tres grupos:

1 — el tipo COARTADO (O/O): de "coartare" = estrechar, se refiere a


aquellos sujetos en los que los factores introversivos y extratensivos
estarían "ahogados"; en las que su propio yo ejerce sobre ellos un incesante
y atormentador control, con resonancia afectiva pobre. En algunos casos
indicará un esfuerzo defensivo rígido, basado en una parálisis casi
completa del afecto. En general está en conexión con patologías muy

203
Kfvi'iUN y ion |H'i'sonasTJLIC no muestran la angustia. Aparecen en protoco-

lo* de mUtlescentes, psicosomáticos y Esquizofrenias simples entre otros.

el (i'/)o COARTATIVO (2/1); (0/1), (2/2): en estos casos pensamos que


\c produjo una "coartación" en el desarrollo y/o funcionamiento de las
tendencias introversivas y extraversivas, o sea que el sujeto dispone de re-
cursos limitados. Serían personas muy disociadas, defendidas, bloquea-
das. También se encontró en cuadros graves de personalidades con
defensas rígidas y poca posibilidad de movilización; en psicópatas, psico-
somáticos y neurosis graves.

3 — el tipo DILATADO (3 o más puntos de cada lado): se asocia a perso-


nas de buen humor, armoniosas y ricamente dotadas. Indica inteligencia,
defensas variadas, fantasía, comunicación, capacidad artística y creati-
vidad.
Algunas condiciones prolongadas de tensión pueden traducirse en una
alteración transitoria de estas fórmulas, mientras que los efectos de un
tratamiento alteran el Tipo Vivencial de modo más permanente. Con
respecto a este planteo es sobre lo que hay más desacuerdos.

Análisis de la Ira. Fórmula Vivencial: M / C


En el caso de ser la misma extratensiva, Brennan dice que se encontró en
protocolos de personas que son más fácilmente hipnotizables, relacionando
esto con la susceptibilidad y sugestibilidad. Stisel observó de ellos, que
son más propensos a cambiar sus juicios. Varios trabajos muestran la
relación entre color y conductas impulsivas, agresivas o violentas (re-
firiéndose al C).
Una vez determinado el predominio de los colores, procedemos a estudiar
cómo están compuestos internamente los mismos dentro de la Suma C.:

— la proporción en adultos de FC versus CF + C, debe ser de 2 ó 3 a 1. Si


predomina FC en este número esperable, decimos que las actitudes emo-
tivas serán más maduras y las demostraciones afectuosas controladas.

— de prevalecer CF y C, ya los sentimientos serán más intesos y


dcscontrolados y las formas de expresión emocional no tan adaptadas. Sólo
en los niños es esperable que esos últimos predominen: los CF, en los
adultos son dados por personas muy influenciables en sus
comportamientos y con pocas respuestas efectivas.

204
Para Rappaport y Piotrowski(7), cuando prccominan los CF y los C la
actividad mental se encuentra invadida y controlada por la emoción.
En el caso de encontrarse con M / C = O / 5 por ejemplo; estaríamos en
presencia de una personalidad muy inclinada hacia la acción y con falta de
capacidad estabilizadora. Esta relación también se describió en protocolos
de débiles mentales, orgánicos graves y en toda estructura en la que exista
debilidad yoica.
Townsed encontró que la presencia de CF y la Ausencia de M se relacionan
con el comportamiento agresivo de los adolescentes.
La proporción de Suma C puede cambiar a través de un tratamiento, salvo
en aquellos pacientes caracterizados por desórdenes caracterológicos en los
que la Suma C se mantuvo.
Es importante interpretar no sólo la proporción sino también la calidad y el
tipo de color (arbitrario, forzado, etc.), porque puede llevar a cambiar
rotundamente la interpretación. Veremos un ejemplo:

M / C = 7/4,50:

la fórmula sería en principio introversiva, pero analizando la Suma C


vemos que está integrada sólo por colores puros. En este caso, pensamos
que la moderación de M quedaría casi sin efecto ante tanta posibilidad de
conductas inadaptadas y descontrol.
Veremos aspectos de la preponderancia de los M, es decir de ser la Ira.
Fórmula Vivencial introversiva.
Zulliger(6) describe a las personas introversivas como ensimismadas,
circunspectas, reflexivas, lentas, poco temperamentales, con fantasía
creadora y capacidad introspectiva, que tal vez no pongan de manifiesto.
Nos referimos a artistas, de vida interior rica, que se quedan con lo
imaginativo; personas receptivas, contemplativas, flemáticas, que tienen
dificultad para establecer nueras relaciones y que prefieren vínculos
permanentes. Son además individuos que presentan fluctuaciones en su
estado de ánimo, el que tiene un tono generalmente pesimista.
Fisher y Costello hallaron la disminución de las respuestas de color en
protocolos de depresivos. Si esos pacientes dan una respuesta de color,
existen tres probabilidades contra uno de que sea de CF o C y no de FC.
Si la fórmula es predominantemente introversiva, con ausencia de color,
por ejemplo:

M / C = 6 / O

pensamos que se trata de una persona paralizada por la ideación. También


puede señalar actuación pura. Las emociones estarían totalmente diso-

205
i imlii.N, teniendo entonces el Sujeto gran dificultad para contactarse con los
«trclON.

I, Adrados(9) aconseja en estos casos estudiar otros componentes tales


como: |X)rcentajcs de formas más, Fe, FK, para ver si se da otra forma de
compensación. Ella sostiene además, que, para poder transformarse las
polencialidades implícitas en M en una realidad positiva, son necesarias la
presencia "activadora" de las W en cooperación, con los FC (propiciando
un clima favorable), capacidad de crítica y de control adecuado (repre-
sentados por las F % y F+ %) y la capacidad de relación con los otros
(representado por las respuestas Fe).
Recalcamos la importancia de analizar internamente los M, en cuanto a su
tipo y calidad formal, para lo cual no remitimos al Cap. de movimientos (de
este tomo) que acá toma especial importancia.
Podemos mencionar por ejemplo: que si los movimientos son de flexión,
señalarían tendencias a la pasividad, personas difíciles de influir y educar.
Pueden ser solitarios, aislados, egocéntricos, "rumiantes", "gruñones" o
estrafalarios.
Si el movimiento es de extensión se asociaría a personas muy activas,
creadoras, emprendedoras y con aspiraciones.
En el caso de ser en doble sentido, se podría tomar con índice de tendencia
a "ocultar o velar algo al propio ser interior".
El tipo vivencial ambigual, tomado tradicionalmcnte como ambivalencia, es
según Exner(l), el más raro de hallar y no el más óptimo, ya que se los
relaciona con sujetos vacilantes, inconsistentes y poco predecibles. Serían
ineficaces y tendrían, estos protocolos, bastantes signos de patología.
A través de un tratamiento, por ejemplo, se intentaría lograr la predo-
minancia de la introversión o de la extraversión y de que varíe la Suma C.
Este tipo vivencial se halla con frecuencia en protocolos de Obsesivos.

Análisis de la 2da. Fórmula Vivencial:


(FM+m / c+C'+k+K)
La utilizaremos extendiéndola a todos los claroscuros, ya que en forma
original Klopfer la consideraba sólo como (FM+m / c+C').
El opina "que representan las tendencias extraversivas e introversivas que
el sujeto no acepta ni utiliza enteramente"(8). Agrega que "este cociente
sirve para confirmar la impresión producida por el cociente de M y la Suma
O, pero si cotejándolas cambian de lugar las preponderancias de las
tendencias introversivas y extratensivas, podría indicar qüe el Erlebnitypus
del sujeto se halla en transición".

206
Esta segunda fórmula señala la orientación actual: hacia una expansión
extratensiva o hacia una concentración introversiva.
Por otra parte, I. Adrados(9) realiza el siguiente análisis de los elementos
que componen la fórmula:

— partiendo de considerar los FM como representantes de los aspectos


instintivos de la personalidad y los que por ser cinestésicos representan
tendencias introversivas, dice que: individuos emocionalmente inmaduros
presentan un predominio de FM sobre M. Considera que un niño que
posea FM sería imaginativo e introvertido, y que si se da un proceso de
crecimiento adecuado se pueden convertir los FM en M en su faz adulta.
Asocia los m a: sentir los impulsos como fuerzas hostiles e incontrolables;
estos tienen paralelamente otra interpretación, que sería la de considerarlos
como recursos que pueden evolucionar a un M si las condiciones internas y
externas lo permiten.
Las respuestas de claroscuro son, para la autora, respuestas de color en
potencia; las considera relacionadas con componentes ansiosos e inhibi-
ción, representando un papel importante en el "comportamiento" adquirido
en función de experiencias traumáticas con el ambiente. Un sujeto que
posea tendencias extroversivas espontáneas representadas por C o CF de
manera temperamental, puede frente a experiencias negativas, elaborar un
mecanismo de "adaptación pasivo" que envuelve componentes ansiosos
despertados por las experiencias traumáticas. Por lo tanto los menciona
como una actitud secundaria, un comportamiento reactivo.
C.C. de Sousa, interpreta esta fórmula como representante del modo actual
de funcionamiento, en comparación con M / C que señalaría una "tendencia
reactiva básica del sujeto".
Alcock llama a esta fórmula la del equilibrio interior, en comparación con
M / C considerada por ella como la del equilibrio de la experiencia(l). (La
proporción sería el resultado final de la interacción del sujeto con el medio).
De la 2da. fórmula analiza sus componentes y opina que: FM es el
movimiento típico de la infancia, no tanto m cuyo significado lo asocia a
temores que se desarrollan en el período de impotencia infantil, y a
sentimientos inaccesibles a la conciencia en la vida adulta.
Para Exner(l) esta fórmula tiene que ver con elementos fijos de un sujeto,
que nunca van a convertirse en M o en colores, por lo cual según este
autor, tendría que ver más con lo temperamental. El dice que el FM y el m a
la inversa del M, (que puede aumentar y/o mantenerse estable) sólo se
incrementan en situaciones de necesidad (los FM) y en situaciones de
stress, los m, (que es el más sujeto a la dispersión); pero que luego de
superadas estas situaciones vuelven a su número anterior, que sería estable
desde la infancia.

207
Iirítt ilnl considerar a esta fórmula más en relación a los elementos que la
componen, que a lo potencial, a lo pronóstico o a lo temperamental, como
lie alkimas hipótesis teóricas se podría deducir.
Hit lo que hay bastante acuerdo, es en que no debería superar esa fórmula a
la primera.

en el caso de ser la Ira. fórmula predominante: se referirá a personas


estructuradas, con poca posibilidad de movilización, por la rigidez de sus
defensas, lo cual no siempre sería negativo, salvo en casos de patología
severa y como pronóstico ante un tratamiento.
Klopfer(8) dice que si los colores cromáticos superan dos veces a los co-
lores acromáticos, es decir, la Ira. fórmula elevada, con ausencia de txtura,
señalaría tendencia al acting-out.

— en el caso de ser la 2da. fórmula predominante: se asocia a personas


susceptibles, tensionadas, con poca capacidad de expresión, cautelosas y
con temor a nuevas frustraciones por haber padecido experiencias trau-
máticas ("constelación del niño quemado").

— si las dos fórmulas coinciden se considera óptimo.

Para I. Adrados(9), si las respuestas de color son mayores en un pro-


tocolo que las de claroscuro (con buena calidad formal), el pronóstico es
positivo. Y si "las respuestas de claroscuro y acromáticas, en un protocolo
que presentan un número alto de W coinciden con color en forma
secundaria (CF, C) y S, podemos esperar un comportamiento altamente
belicoso."

Análisis de la Proporción de color: Prop. C


Consideramos esperable la cifra comprendida entre el 30 % y 40 %.
Fue propuesta por Klopfer para completar las indicaciones de Rorschach
sobre la primera fórmula. Este autor dice que "parece indicar una respon-
sividad a los estímulos exteriores menos sometida al control conciente del
sujeto que el empleo de los M y los C"(8).
Exner la llama de proporción afectiva y según él, habla de la capacidad para
reaccionar y expresar lo que le impacta emocionalmente al sujeto(l).

— si el porcentaje está dentro de lo esperable se considera normal y co-


rrelacionado con ambigualidad.

208
— si el p o r c e n t a j e está aumentado: puede indicar una tendencia a quedar
atrapado en los e s t í m u l o s d e tipo afectivo.
En este caso es necesario distinguir, si el aumento se da, o no, en base a
respuestas de color. Si no es así, habla de receptividad pero con poca
posibilidad de expresar aquello que le impresiona. Sería una persona más
bien triste, objetiva, que toma distancia (por ej.: si es por formas), pero
sensible a los estímulos del exterior.

— si el porcentaje está disminuido: indica que la persona trata de impedir


que lo invadan las emociones provocadas por el medio, es decir, una
tendencia a retraerse de los estímulos afectivos.
Por depresión o por represión, el sujeto reacciona poco ante los estímulos
del mundo externo (ej.: esquizoides).
Exner(l) menciona que los individuos con problemas psicológicos, dan
posiciones extremas en la Prop. C.; con predominio de CF y C frente a los
FC. Agrega que el grupo con Prop. C alta, dá más respuestas de color, que
los que los tienen por debajo de la media; y que los niños tienen Prop. C.
más alta que los adultos.
Si bien la Ira. fórmula vivencial casi siempre está altamente correlacionada
con Prop. C, puede darse que esto no ocurra. En ese caso es necesario
analizar el conflicto entre ambas.
Según Alcock(l) en una personalidad bien adaptada, se puede dar cierta
flexibilidad en las tres fórmulas, pero si hay una discrepancia marcada,
puede pensarse en una falta de armonía interior.
Mencionaremos algunas posibilidades de desacuerdo: si la Ira. F.V. es
introversiva y la Prop. C extratensiva, podemos pensar en un sujeto que
reacciona mucho ante los estímulos extemos pero que no exterioza
fácilmente lo que siente.

— si la Ira. F V es extratensiva y la Prop. C introversiva se puede esperar


del sujeto descontrol en la conducta, con más facilidad para expresar la
agresión que los afectos placenteros (sobre todo si es en base a color puro).

Fórmulas de Determinantes Múltiples: D.M.


Remitimos para su interpretación al Cap. 3 de este tomo.

Indice de Conflicto: I. C.
Remitimos para su interpretación al Cap. 3 de este tomo.

209
A N A L I S I S D E L A S F O R M U L A S D E C O N T E N I D O S

Indice de Integración: ( H + A / H d + A d )

En esta relación el resultado esperable es la predominancia de la primer


parte sobre la segunda, por lo menos en una proporción de 2 a 1. Según
Klopfer(8) la tendencia de la mayoría de los sujetos sería la "de visualizar
una figura animal o humana más o menos completa y no solamente una
parte de esas figuras". Sin embargo nos encontramos en los protocolos con
personas que prefieren visualizar sólo o preferentemente cabezas, manos,
piernas, etc., de contenidos animal o humano. Este autor supone que esos
individuos deben tener "especiales motivos, tal vez inconcientes" que
relaciona con una tendencia a ser más crítico que el sujeto medio. La
significación de esta tendencia crítica en la estructura de la personalidad,
dependerá de su relación con otros factores.
Partiendo de esta base importará ver cuál es el grado de madurez para la
crítica, dato arrojado por la proporción.

— si está dentro de lo esperable y coincide con otros elementos del proto-


colo, se asocia, con la posibilidad de discriminar partes del todo, de una
adecuada distancia frente a determinados temas y de una elaborada ex-
presión de la agresión, que le permitirá oponerse, criticar, diferenciarse en
su opinión o postura de los otros.

— si la proporción se invierte podríamos suponer un aumento de la


ansiedad que llevaría al sujeto reactivamente a una actitud crítica, exigente,
minuciosa, como mecanismo defensivo (tal vez frente al temor a perder
distancia y confundirse).
Algunos autores lo plantean como una disposición a la crítica compulsiva y
aconsejan relacionar este valor con D % y Dd %(4).
En términos generales, esta relación nos da datos sobre una personalidad
donde pueden predominar los aspectos regresivos o la integración.
Dependerá de la capacidad y madurez del sujeto la posibilidad de vincularse
con objetos parciales o totales (representados por contenidos completos o
partes de) en forma balanceada o no.
lín algunos casos la angustia, ansiedad evitativa o miedos, no permiten el
compromiso afectivo con el objeto total, lo que lleva al aumento de la
cantidad tic contenidos parciales en esta relación.

Indice de estereotipia: A %
Unrsehudi señaló que "las imágenes que se perciben con mayor frecuencia

110
son las figuras zoomórl'icas"(3) Klopfcr luego explicó su importancia
diciendo que el reino animal posee gran variedad de formas y que caen
dentro del "campo experiencial" de casi todo sujeto(8). Por ello es cs-
perable que aparezcan en considerable porcentaje dentro de un protocolo,
de aquí que sea su significado asociado, (si está aumentado), con es-
tereotipia de pensamiento, ya que "a mayor capacidad del sujeto para elegir
sus conceptos fuera de esa área, menor la posibilidad de que caiga en un
nivel de intereses obvios, estereotipados. Es necesario tener en cuenta que
alguna veces es otro el contenido que se reitera; o sea la estereotipia de
pensamiento no se detecta sólo a través del A %, puede deberse a múltiples
causas. A veces los intereses u ocupaciones del sujeto (ej.: médico) pueden
explicar la abundancia de por ejemplo: contenidos At, pero aún así, se cree
que son empleados defensivamente frente a sentimientos de inseguridad.
Si dentro del A % prevalece el (A) señalará una tendencia a refugiarse en un
mundo mágico y de fantasía.
El porcentaje esperable de A % oscila entre el 30 % y 50 %.

— si el A % está dentro de lo esperable sugiere suficiente capacidad es-


tereotipante como para hacer una tarea en forma sistemática, persistente;
con cierta continencia frente a situaciones y de un buen grado de adaptación
a la realidad.

— si el A % esá aumentado: señala estereotipia o sea una conducta o


pensamiento rígido, pobre e "inanimado" por oposición al actuar y pensar
vivo, fluido y amplio. Como dice N. C de González, las "M son inver-
samente proporcionales a las respuestas de contenido animal, por ser
aquellas expresión de la actividad y capacidad creadora".(4)
Los motivos de la estereotipia pueden ser variados: bajo nivel intelectual,
escasa agilidad a nivel mental, rigidez en las defensas, rigidez profesional
en inteligencias normales, edad avanzada (el A % aumenta con la edad)
depresión, ansiedad y en algunos cuadros orgánicos (por deterioro). En
psicóticos restituidos puede estar aumentado por restricción de intereses,
limitación en las motivaciones y menos recursos para un trabajo de
elaboración.

— si el A % está disminuido: si coincide con otros índices favorables,


como ser buenas respuestas originales, aparece en protocolos de personas
de imaginación rica, pensamiento ágil, cultivado o artístico.
Si es marcada la disminución, indica "una intensa disociación del curso del
pensamiento" (9). En nuestra opinión estaría en relación con la proyección
de aspectos disgregados.
Surge así en protocolos de personas eufóricas, maníacas y en psicótica.s
(asociado a otros signos).

211
Porcentuales de contenidos vitales, amortiguadores y
perturbadores: Vit %, Am %, Pert. %
I .os diferentes tipos de contenido se describieron en el Cap. de este tomo.
Se considera esperables que estén los:

Vit %: entre 60 % y 70 %
Am %: entre 30% y 40 %
Pert. %: entre 0 y 10 %

A partir de allí estudiamos su proporción e interrelación dentro del pro-


tocolo.
La variedad de contenidos en número esperable, señala amplitud de
intereses en un sujeto. Cada categoría puede estar en el límite superior, sin
que aparezcan disminuidas las otras o aumentar en desmedro de las
mismas.
Daremos algunos ejemplos:

— si están muy altos los contenidos vitales y bajos los amortiguadores,


pensamos en una persona vulnerable en las relacions humanas, sin áreas
libres de conflicto, pocas defensas y hasta en probable crisis. Si a esto se le
agregara un énfasis en el porcentaje de contenidos perturbadores, estas
relaciones podrían vivirse como traumatizantes o persecutorias. También se
relaciona con aquellas personas muy preocupadas por su cuerpo (hipo-
condríacos).
La disminución del porcentaje de amortiguadores señala además sujetos con
pocas energías para las tareas, dificultades en su rendimiento intelectual y
laboral, con escasa disponibilidad para una labor que implique un ritmo
constante y organizado.
Si están aumentados los contenidos vitales y los amortiguadores, hallán-
dose ausentes los perturbadores, decimos que puede tratarse de alguien con
definidos intereses y capacidad para concretarlos. Sería una persona que no
muestra lo que le preocupa y que no tendría mayores dificultades en sus
relaciones interpersonales.
Si están los contenidos amortiguadores aumentados y disminuidos los
vitales y perturbadores, pensamos en una personalidad que se queda en lo
superficial o en lo racional, tal vez encerrado en sí mismo y sin conciencia
de lo que lo puede perturbar.
Sería un sujeto muy defendido (mecanismos defensivos rígidos) pudiendo
llegar a ser poco creativo, si otros datos lo corroboran.
Si están aumentados los perturbadores y disminuidos los vitales y amor-
tiguadores, decimos que esta persona está muy preocupada, vulnerable, con

212
poca posibilidad de pensar en lo que le pasa y sin mucha energía para
efectuar una tarea. Tendría poca tenacidady perseverancia, por estar inva-
dido por los conflictos. Puede indicar estado de crisis.

Respuestas siniestras: Sin %


El porcentaje esperable está entre 0 y 20 %. Es decir que también puede
estar ausente. Está indicando la posibilidad de reconocer en uno mismo los
miedos. Por eso en una persona que consulta es importante que aparezca,
ya que es un signo positivo para el pronóstico.
Si el Sin % está ausente puede ser considerado, junto con otros elementos,
como signo de caracteropatía.
Si el Sin % está aumentado se relaciona con ansiedades paranoides, aso-
ciándose a situaciones que despiertan en el sujeto temor y preocupación
(como ocurre en fóbicos y paranoicos fundamentalmente). Se considera
tanto más grave cuanto más sea su aumento en el protocolo. Puede indicar
estado de crisis.

ANALISIS DE LAS FORMULAS DE FRECUENCIA


Indice de Realidad: I.R.
Este tema también fue desarrollado en el tomo I - Cap. Cómputos.
El puntaje esperable está entre los 5 y 7, señalando en este caso, cierto
grado de adecuación a la realidad.
Tomamos este índice al igual que Bohm de Stefan Neiger. Ofrece un
dato mas confiable que el Pop % sobre la conexión del individuo con la
realidad, ya que al no ser un porcentaje, no está tan en relación al número
de respuestas y toman los contenidos más esperables y que no deben faltar
en el test.
Si está disminuido se relaciona con patologías severas, como ser psicosis.
Es un índice en este caso de mala adaptación a la realidad. En adolescente
puede darse por oposicionismo.
Si el I.R. está bajo y el F+ % está en una proporción esperable, pensamos
en un rechazo a la realidad, en pautas no compartidas con el resto de las
personas. Al señalar una desconexión del sujeto con la realidad surgirá en
protocolos de psicóticos o neuróticos graves.
Si el I.R. es igual a 8 se refiere a un sujeto demasiado ligado a los aspectos

213
convencionales, que no se peraiite ideas propias, sobreadaptado, sometido,
que lome pensar en forma diferente a los demás.

Porcentaje de populares: P %
Consideramos esperáble un porcentaje comprendido entre un 25 % y un 35
% a 40 %. Señala capacidad para pensar "de acuerdo con el grupo al que
pertenece"(9) y se asocia a sentido común y ajuste a la realidad.
Es necesario comparar este porcentaje con los de D %, A % y con el I. R.
Si el P % está aumentado señalaría pasividad, aceptación "sin restricción de
las normas"(9), sometimiento, falta de creatividad (sobre todo si no hay
respuestas originales).
Si el P % está disminuido denota falta de ajuste .del sujeto a su medio "ya
que podría indicar que no puede o no quiere pensar en común con otras
personas"(8). En esos casos se aconseja obtener el P % de las respuestas
adicionales para ampliar la información.
Este porcentaje deja de ser filedigno, en relación al número de respuestas
que se obtenga en el protocolo, respetándose más el I.R.

Porcentaje de originales: 0 %
El porcentaje esperáble oscila entre el 3 % y 50 %. En este caso su sig-
nificado se asocia a flexibilidad de pensamiento, capacidad creadora, inteli-
gencia y "sentido del humor". Es importante analizar su tipo y la calidad
formal que presenta, ya que ello modifica su interpretación.
Si el 0 % está aumentado: señala personas dotadas de un pensamiento
I brillante y creativo, pueden ser genios o artistas.
También estaría implicando un apartamiento de la realidad que puede ser
patológico. Si son de calidad formal negativa, indican extravagancia, cierta
incoherencia y escasa participación en la realidad.
Si el 0 % está disminuido: puede indicar pobreza a nivel intelectual, déficit
en la capacidad asociativa y escasa imaginación y capacidad creativa.
También se relaciona con intensa dependencia afectiva, la que resultaría
inhibidora de la expresión individual de ideas.
Los psicóticos sulen dar respuestas originales de calidad positiva y
negativas coexistentes en el protocolo.

214
Notas (Cómputos)
(1) Exner, J.E. (Jr.), Sistema Comprensivo del Rorschach - Tomo II - Madrid.
(2) Beck, S., Le Test de Rorschach - Tome Premier - Paris, Presses Univer-
sitaires de France, 1967.
(3) Rorschach, H., Psicodiagnótico - Buenos Aires, Paidós, 1948, 1972 y
1979.
(4) Gonzalez, N.C. de, Publicación de la Universidad de Tucumán.
(5) Passalacqua, A. y Colaboradores, El Psicodiagnóstico de Rorschach, Kape-
lusz, Bs. As.
(6) Zulliger, H., El Test Z. Un Test individual y Colectivo - Buenos Aires, Kape-
lusz, 1970.
(7) Piotrowski, Perceptanalysis - Mac Millan Co - New - 1957.
(8) Klopfer B. y D. Kelly, Técnica del Psicodiagnóstico de Rorscahch, Buenos
Aires, Paidós, 1979.
(S) A'drados, I., Teoría e pràtica do Teste de Rorschach, Pctrópolìs, Vo/.es
1977.
(10) Alcock, T., La prueba de Rorschach en la práctica, México, Fondo du Cul
tura Económica, 1965.

IIS
8. Significado de las láminas:
Su interpretación

El significado de las láminas


Cada una de las láminas del test de Rorschach suscita por su estructura
perceptiva distintos contenidos dominantes posibles de ser analizados.
Podemos ver a través de ellas modos defensivos, adaptaciones a la
realidad, posibilidades de organización, proyección de imágenes internas,
etc.; todo eso provocado por una especial sensibilidad al valor simbólico de
cada lámina y a la asociación que ellas provocan. De este valor simbólico
nos vamos a ocupar a continuación, pero haciendo la salvedad de que en
realidad dicho simbolismo es lo menos confiable de la interpretación. Prue-
ba de ello es el hecho, por ejemplo, de que algunos autores otorgan el
mismo símbolo a distintas láminas, como aquéllos que atribuyen el valor de
lo transferencial a la lámina I, mientras que otros opinan que está dado en la
VIII o en la X.
Nosotras consideramos que lo puede ser en todas; lo mismo ocurre con
conceptos de maternidad o paternidad y otros más.
Otros autores como Sanderson(l) pide a los sujetos en el examen de límites
que ponga un título a cada lámina con el fin de revelar él, el verdadero
significado de la mancha y obtener así una prueba de su simbolismo.
En resumen podemos decir que esos significados no son tan rígidos ni
fijos, salvo en las láminas IV y VII, o la V y III; lo demás es, incluso, po-
co probado.

Lámina I
En general, nos da indicios de la imagen que el sujeto tiene de sí mismo, la
lámina se le presenta a él y él se presenta a la lámina.
La respuesta popular esperable aquí es murciélago o mariposa, o en su de-
fecto cualquier animal alado visto globalmente. La mariposa marcaría una
posición más femenina mientras que el murciélago es dado indistintamente
por hombres o mujeres.
La mayoría de los autores opinan que esta lámina tiene que ver con la
identidad. Ofelia Vázquez(2), por ejemplo, dice que "lo que el sujeto hace

217
Di ni hi iiiiinun es lo que, desde su postura más habitual, hace con toda
NilmirlOn imt'vn, y esto en definitiva es lo que más o menos somos"; tam-
bién rtgtfp que presenta la línea evolutiva del sujeto, sus defensas más ala
turnio, NII actitud general ante situaciones nuevas. Juan Portuondo(3)
¡igtf gtt <|ue el detalle central es el área donde el sujeto proyecta la imagen
de la ni adre, mientras que las áreas laterales sirven parala proyección délas
Itungos paternas. La llama la lámina del medio ambiente ya que, según él,
es magnífica para apreciar las relaciones ambientales del examinado, e
insiste al igual que Loosli-Usteri en que allí se ve el conflicto con la
autoridad paterna.
Nosotras pensamos que además de ser una lámina en la que la persona
proyecta la imagen de sí mismo ("así soy yo"). La constitución de la misma
puede permitir visualizar secundariamente una situación triangular, que el
individuo discriminará de acuerdo a ía resolución o no de su conllictiva
edíptica.

Lámina II
Esta es la lámina donde mejor se puede ver el manejo que el sujeto hace de
la agresión. En ella es introducido el color rojo; el impacto producido por
este color puede movilizar vivencias y sentimientos relacionados con
agresión e impulsividad. Esto hace que Ofelia Vázquez(2) la considere
como la más apta, en clínica, para el diagnóstico y el pronóstico del sujeto.
Lo remite a la pregunta "¿cómo eres en lo más íntimo?". Para Bohm(3),
esta lámina puede movilizar viviencias y sentimientos infantiles y también
puede provocar asociaciones sexuales. Estas asociaciones sexuales tienen
que ver con el detalle rojo inferior que suele producir relaciones con sangre
de menstruación. Portuondo(4) la llama la lámina de la "culpabilidad
sexual" y lo justifica diciendo que de manera subconsciente algunos sujetos
captan el agujero (S central), pene (centro superior), el genital femenino
(centro inferior) y sangre (rojo) integrado con los conceptos de "personas"
o "animales" y lo sienten como algo sexual y malo que ocurrió, está ocu-
rriendo o puede ocurrir, de ahí que les sea más fácil vivenciar proyecti-
vamente su culpabilidad sexual. Vera Campo la ve como una combinación
de sexo y agresión.
Consideramos que una mala respuesta evidenciando gran descontrol e
impulsividad indicaría un conflicto con la agresión que resultará peligroso
para el sujeto o para los demás; una buena respuesta, en cambio, controlada
o elaborada podría mostrar una buena capacidad de sublimación.

218
Lámina III
T. Alcock dice que esta lámina "es una prueba de la capacidad para tolerar
la frustración por lo difícil de combinar el rojo con el resto en un todo
organizado lógicamente, cosa que perturba a quienes pretenden dominar la
situación estructurando todas las zonas en una sola imagen".
Para Portuondo ésta es la lámina de "la normalidad" porque habitualmentc
se suelen ver personas o muñecos; en caso de no ser así sería patológico.
Loosli-Usteri, mencionada por el mismo Portuondo, la llama "de la viri-
lidad" dándole una connotación moral y sexual.
Ofelia Vázquez la resume en la pregunta "¿cómo te vinculas con el próji-
mo?" haciendo un análisis de la actitud presentada por las figuras po-
pulares.
Esta lámina es valiosa por la presencia del contenido popular humano, el
que es utilizado luego en los cómputos para el índice de realidad (IR). Es
importante que el sujeto pueda discriminar el sexo de las personas. Los
homosexuales, bisexuales o personas con trastornos en la identificación se-
xual difícilmente puedan definir el sexo, entrarán en confusión o ambi-
güedad. La incapacidad de ver personas nos lleva a la hipótesis de que el
sujeto no es capaz de aceptar o identificarse con otros, y nos daría indicios
de perturbaciones en las relaciones sociales. Para aquellos seguros de su rol
sexual, la presencia de ambos caracteres sexuales en la figura gris pasa
inadvertida ya que resulta lógico darle o un atributo femenino o uno
masculino, definirse o elegir uno de los dos sexos. Apunta, en definitiva, a
las relaciones interpersonales.

Lámina IV
Aquí el claroscuro o el color acromático tiene asociaciones a ansiedad, an-
gustia, temor a la oscuridad, amenaza, persecución o depresión; provoca
recuerdos desagradables e imágenes vinculadas con el terror por .perse-
cuciones internas o externas. La configuración de la mancha da la im-
presión de ser un cuerpo voluminoso con grandes pies y una tercer extre-
midad entre ambas piernas; esto sumado a la apariencia de vello o peludo
por el claroscuro se combina facilitando una interpretación masculina, por
eso se la llama la lámina de la imagen paterna, que permite proyectar la
imagen que cada uno tiene de su propio padre, del símbolo de poder y de
autoridad inapelable. T. Alcock dice que "más bien representa el terrible
sujeto con atributos sexuales masculinos de las imágenes edípicas". Bohm
dice que provoca, problemas de actividad y pasividad.
Nosotras pensamos que es, también, una lámina apta para entender idea-

219
li/iu inncK acerca del hombre o rechazo hacia él. Es evidente que estos sen-
timientos hacia lo masculino pueden ser proyectados a lo largo de todo el
test, |X'i'o se lo puede encontrar más claramente expresado aquí,
lista lámina es relevante en selección de personal ya que permite extraer
conclusiones acerca del comportamiento de un sujeto ante la autoridad en
su trabajo o de sí mismo ejerciendo la propia autoridad respecto de otra
persona.

Lámina V
T. Alcock dice que es tan raro que haya una omisión en la percepción de
alguno de los objetos alados y con ello un claro rechazo de la realidad, que
cuando la hay debe considerarse como indicación de un estado patológico,
a no ser que en el caso de intelectuales, esta respuesta popular banal sea
sustituida por una estructura más sofisticada, pero que evidencia también el
conocimiento de los estímulos en la realidad. Bohm presenta como pro-
piedad de esta lámina la movilización de fantasías o recuerdos de escenas
primarias.
Klopfer(ó) pone atención en las percepciones de animales ya que brindanla
oportunidad para la expresión de agresión (ejemplo: cabeza de cocodrilo,
laterales).
J. Portuondo la llama la lámina de la realidad, mientras que Loosli-Usteri le
dice la lámina de la evidencia.

Oferia Vázquez dice que obliga a un trabajo rápido de reestructuración de


todas las fuerzas de abordaje del mundo, y sirve para averiguar si lo logra y
con qué recursos. Es un representante del Yo después de la presencia
aplastante superyoica de la lámina IV; es la resultante de lo que ha logrado
conciliar entre los urgentes mandatos del Ello y las exigencias del Súper-
Yo; apela al principio de realidad.

Otros autores hablan de la posibilidad de investigar acerca de ideas de


castración usando o no el sujeto los detalles laterales o algún otro detalle
como el superior o el inferior que denote mutilación. Lo cierto esque si
bien esto es válido aquí, también se da en cualquier lámina.
En resumen, permite apreciar la actitud y adaptación del sujeto ante la
realidad. Su forma bastante estructurada facilita verla como un todo y
posibilita visualizar la respuesta popular mariposa, murciélago o algún
animal alado; el no ser vista así a pesar de ser algo obvio mostraría un
desajuste a la realidad, un no poder ver lo que casi todos ven.

220
Lámina VI
T. Alcock piensa que "el fuerte estímulo perceptivo que implica la sen-
sación táctil junto con partes de órganos sexuales y que esta combinación,
en un plano inconsciente, reactiva sentimientos conflictivos, sexuales en
general que se originaron en la primera etapa de las relaciones madre-hijo,
cuando las sensaciones táctiles tenían una gran importancia y las per-
cepciones, más que del todo, eran solo parte de los objetos".
Bohm habla de relaciones entre el Yo y la sexualidad, y dice también que,
esta lámina despierta ideas religiosas.
Las columnas más claras a cada lado de la línea central más oscura le sirven
a algunas personas para indicar profundidad, de ahí que esta lámina nos
permite tener una imagen de la capacidad de insight, del nivel intelectual y
de la posibilidad de hacer un tratamiento psicológico profundo, siendo este
uno de los indicadores, aunque también puede darse en otras láminas.
Robert Allen(7) toma esta lámina haciendo un seguimiento de la relación
con la representación de la figura paterna de la lámina IV, del sentimiento
de autoridad y del símbolo del Padre, difiriendo de otros autores como
Meer y Singer quienes no le encuentran tal relación.
Ofelia Vázquez, sobre la misma lámina, dice que lo corporal carnal aparece
con más evidencia aquí para la percepción. Retoma a Irka Olszaniecki quien
dice que conforman una tríada secuencial con un orden inmodificable que
recuerda los elementos de la situación edípica: Yo, tu padre (L. IV), te
muestro cuál es la realidad (L.V) que no podrás transformar y en la cual y
con la cual darás testimonio de tu ser sexuado (L. VI).
Es una lámina de gran importancia en la revelación de temáticas sexuales.
Comúnmente se la denomina la "lámina de la sexualidad". Se pueden
obtener, en ella, datos tanto de la sexualidad femenina como de la mas-
culina, ya que el detalle superior suele provocar asociaciones inconscientes
con genitales masculinos, mientras que el detalle inferior con los feme-
ninos.
La aceptación o no de la sexualidad masculina y los efectos relacionados
con ella, están dados por la respuesta fálica en forma directa o simbólica, lo
mismo sucede con respecto a la sexualidad femenina en el detalle inferior.
Esa posibilidad simbólica nos podría hablar de capacidad de sublimación,
una respuesta sexual directa bien vista puede indicar un buen manejo de la
sexualidad; (si bien la ausencia de respuesta sexual no implica que no haya
buena sublimación, sino que ésta puede estar dado por otros indicadores).

Esta lámina también es tomada como la lámina de la textura ya que los


distintos tonos de grises hacen verla como algo peludo o como piel, más
que en cualquier otra; cada sujeto podrá proyectar en este claroscuro una

221
utillilml liU'lil (lila, .cálida, desagradable o inlelcclual) dando indicios de
til no lian «Ido sus primeras relaciones objetables.

L á m i n a VII

T. Alcock dice que puede tener significado desde el punto de vista diag-
nóstico como reflejo de la actitud del sujeto en relación "conlos contactos",
sinónimos éstos de relaciones.
Esta lámina es comúnmente llamada "lámina de la Madre" ya que con
frecuencia evoca tanto los conceptos como las imágenes que pueden ser
referidas a una situación madre-hijo.
Bohm, que coincide con la mayoría de los autores en que produce asocia-
ciones maternas y roza las experiencias de contacto más precoces, la utiliza
también para medir las relaciones con el Yo y la agresividad.
Es una lámina, según Robert Alien, que sirve también para medir la se-
guridad emocional y la inseguridad.
Ofelia Vázquez dice que no se refiere a la madre biológica (la que se asocia
a la lámina IX) sino a lo femenino en relación más personal con cada uno
de nosotros.
Esta lámina estimula la producción de percepciones táctiles.
Autoras argentinas opinan que en realidad cualquier lámina sirve para
proyectar en figuras femeninas esa imagen que se tiene de la propia madre,
pero si bien esto es cierto, no le quita validez al pensar que es más
frecuente y fácil que esa proyección aparezca aquí, ya que la presencia de
figuras femeninas en el detalle superior y el símbolo vaginal en el detalle
inferior la promueve, al igual que el espacio blanco que puede ser vivido
como vientre materno o antro.

Lámina VIH
Ofelia Vázquez opina que esta lámina tiene que ver con la actitud y el estado
de ánimo, que representa el aquí y ahora de la transferencia; según ella, lo
que se diga de los animales se está diciendo del probando y del exa-
minador, y de cómo es la proyección de lo que siente frente al examinador
y de cómo siente a éste, sus características se remontan a patrones o mo-
delos vinculares infantiles. Ella la llama la "lámina de la transferencia". Si
bien esto puede ser así, no quita méritos a las otras láminas para que
también en ellas aparezca lo transferencia!. La presencia de colores y la

222
respuesta )X)pular de animales cuadrúpedos hacen que esta lámina pe imita
extraer conclusiones acerca de la capacidad de adaptación social y afectiva,
y de la expresión general de los instintos.
También en ella se puede apreciar la relación con las aspiraciones o am-
biciones de acuerdo al tipo de actitud de los animales. El grado de agre-
sividad de la acción otorgada a dichos animales es índice del grado de ca-
pacidad del sujeto para expresar sus impulsos instintivos. La aparición de
la respuesta popular permite discriminar ajustes o desadaptaciones a la rea-
lidad.

Lámina IX
Beck(8) la relaciona con conflictos reprimidos de la etapa anal por la
confusión y mezcla de colores. Los aspectos de garras en los detalles na-
ranjas son suficientes amenazas para estimular el incremento defensivo y
ver qué tipo de defensas utiliza el sujeto. Bohm dice que sirve también para
medir aptitudes y carácter para el trabajo.
Aquellos que la relacionan con la figura materna latente la diferencian de la
lámina VII a la que le atribuyen un significado más manifiesto, esta relación
tiene que ver con lo difuso que se pierde en lo más regresivo y lejano de las
panzas y de los embarazos. Acá surgen más las fantasías.
Portuondo dice que los que dan respuestas de colores en la lámina VIII y
X, pero no en la IX, revelan poseer poca capacidad para sublimar justi-
ficándolo por los colores variados y difusos y por su forma indefinida y
más difícil de elaborar.
Para Ofelia Vázquez es la representación del misterio femenino desde lo
materno y reproductor. Representa para ella, la madre fetal, primitiva de la
que deseamos ser el deseo; mirar esta lámina es mirar hacia el comienzo,
hacia nuestro comienzo; es decir que le da un sentido regresivo y biológico;
el rosado inferior parece despertar asociaciones relacionadas con los hijos.
Es considerada por'distintos autores como la lámina de la transferencia, la
lámina de la sublimación, la lámina de la inseguridad o seguridad afectiva,
la de la madre más arcaica (los más), la del rendimiento intelectual, por lo
difícil de organizar una respuesta global con buena forma, o de la pro-
blemática vital. Permite, también, medir frustración. Suelen surgir imáge-
nes relacionadas con el propio nacimiento.

Lámina X ,
A esta lámina se la relaciona con el mundo externo, con la vida real, con el

223
• ipUfllO vilíli (en el sentido de Kurt Lcwin). Nos da cierta familiaridad, ya
que i l frt< ilmenie recortable y es posible ver respuestas conocidas
yullurnltueiiie, lo que implica concordancia con las otras personas y por lo
tanto coincidimos con T. Alcock en que es una demostración de seguridad
social. Se puede ver aquí la capacidad de la persona para resolver pro-
blemas prácticos en la vida diaria. Una buena respuesta puede mostrar la
recuperación ante la perturbación afectiva provocada por la aparición de los
colores en las dos láminas anteriores. Esto la hace valiosa como pronós-
tico. En ella suelen apreciarse fantasías de curación en relación a la reso-
lución de la propia problemática.
Algunos autores, entre los que se cuentan Meer y Singer, la relacionan con
seguridad emocional y muestras del símbolo familiar y dicen que la persona
se proyecta frente al mundo que lo rodea, actual y futuro. Portuondo,
además de considerarla representativa del medio ambiente en sentido más
amplio y lejano, dice que junto a la L. I nos resulta útil para evaluar la sen-
sibilidad y dificultades del sujeto frente al mundo extemo de la vida real.
Es interesante verlas relaciones que hace Ofelia Vázquez con distintos de-
talles de la lámina; así, por ejemplo, relaciona los detalles celestes con la
figura materna, los grises con la pareja parental y el detalle alargado del
medio con el sujeto en relación con los padres, el central naranja con el
sujeto en medio del mundo y su modo de sentirse con los demás, el marrón
oscuro con pautas acerca de las fantasías de enfermedad, mientras que el
detalle marrón más claro con el auténtico rol social del sujeto, el verde
inferior con el aparente rol social, lo azules centrales con la pareja actual del
sujeto, los amarillos'centrales con lo más regresivo deseado, los amarillos
extemos con lo conscientemente deseado por él incluidas las fantasías de
curación, y los detalles rosados con la sexualidad, Eros y con la agresión.
Esto, por supuesto, no se da así, de manera unívoca y, además, cualquiera
de esos significados se puede encontrar en cualquier otro lado.

224
Notas
(1) Sanderson, H. - Cards titles in testing the limits in Rorschach. J. Psychol.,
1952.
(2) Vázquez, O. - Rorschach para Rorschistas. Buenos Aires, Editorial de Bei-
grano, 1980.
(3) Portuondo, J. - El Psicodiagnóstico de Rorschach en Psicología Clínica.
Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 1970.
(4) Böhm E. - Vademecum del Test de Rorschach. Madrid, Ediciones Morata,
1968.
(5) Alcock, T. - La prueba del Rorschach en la práctica. Mexico, Fondo de Cul-
tural Económica, 1965.
(6) Klopfer, B. y Kelly, D. - Técnica del Psicodiagnóstico de Rorschach.
Buenos Aires, Ed. Paidós, 1977.
(7) Allen, R. - Elements of Rorschach interpretation. New York, International
Universities Press, Inc. 1954.
(8) Beck, S. - Le Test de Rorschach. Tome Premier. Paris, Presses Univer-
sitaires de France, 1967.

225
9. Secuencia:
Su interpretación

Análisis de secuencia
Consideramos que el análisis de secuencia es un aspecto muy importante en
la evaluación del Rorschach, aunque no excluyente. Si se lo toma como
único elemento para la interpretación del material, se puede llegar a un
diagnóstico errado. Así por ejemplo, en un protocolo con pocas o escuetas
respuestas, corremos el riesgo de considerarlo "normal" cuando cuanti-
tativamente muestre lo contrario.
Si bien los datos de la secuencia son cualitativos, la interpretación no debe
ser subjetiva.
Cada rorschachista se apoyará en su marco teórico; la riqueza de la técnica
permite su abordaje desde diferentes teorías; a pesar de lo cual se arribará
en la mayoría de los casos a un diagnóstico confiable. Resulta difícil
trasmitir cómo hacer el análisis de secuencia; de todas maneras, con fines
didácticos, realizaremos una enumeración de los puntos principales que
pueden considerarse, aunque su aplicación tiene variaciones en cada caso.
E. Kacero y otros(l) en una postura novedosa y diferente a lo que otros
autores dicen respecto del análisis del material, propone encarar las
siguiente perspectivas:

a) la que "enfoca el proceso de organización de la respuesta a partir de


cómo el sujeto desestructura y reestructura el material", teniendo en cuenta
las características del estímulo como una Gestalt (diferenciación figura-
fondo, simetría bilateral, grados de heterogeneidad de la superficie de la
mancha, etc.).

b) el "centrado en la estructura del vínculo" viéndose cómo el sujeto,


establece relaciones entre dos o más objetos siguiendo ejes espaciales de
disociación (eje vertical-relación de pares; tres objetos-relación triangular;
eje horizontal-relación jerarquizada arriba abajo; etc.).

c) "encontrarlas invariancias o configúraciones que se repiten a lo largo de


la producción" (formas de organización, ciertas analogías y combinaciones
que responden ala estructura interna que queremos conocer).
ti) la q u e se centra en la comparación "buscando las concordancias,
c o t n p l e m e n t a r i e d a d e s y c o n t r a d i c c i o n e s entre los diferentes registros d e l a
rcNpucstu", (percepción, v e r b a l i z a c i ó n , calcos, c o n d u c t a n o verbal) para
ver las |X)sibilidades de d i s o c i a c i ó n y de integración d e l sujeto.
I ,as c u a t r o p e r s p e c t i v a s p o n e n e l a c e n t o e n l a s r e l a c i o n e s y e n l o s m o d o s d e
organización del material.
En el análisis que nosotros proponemos hay algunos aspectos que son de
consideración general u organización: actitud de la persona, posiciones de
las láminas, consideración del tiempo de reacción, productividad, sucesión
de las localizaciones, determinantes, Determinantes Múltiples, contenidos,
frecuencia, variaciones del nivel formal, Fenómenos Especiales, conflictos
y mecanismos defensivos a lo largo de la prueba, respuestas adicionales,
etc.

Actitud de la persona
Algunos autores consideran como muy importante que se manifieste un
"placer funcional" creciente en la realización de la prueba, característica que
se da en las personas normales (según S. Slullitel)(2).
Veremos si la interacción fue de colaboración, y si es así, si ello mejoró y
enriqueció la producción. O, si por el contrario, se estableció una mala
relación y se mostró inflexible y/u oposicionista.

Posición de las láminas:


Importa ver acá el manejo general que se ha hecho de cada lámina y las
diferencias o semejanzas con las otras (si no giró ninguna, si sólo una, si
hay giro instantáneo, etc.).

Consideración del tiempo de reacción


Se toman en cuenta las variaciones en el tiempo de reacción, en el tiempo
por lámina y en el tiempo total (algunos autores incluyen el tiempo por res-
puesta). Llamará la atención un tiempo lento o prolongado ante una lámina;
ello puede deberse al impacto de la misma o al tiempo que se toma la per-
sona para organizar el concepto (esto último se puede comprobar por la
calidad alcanzada en la respuesta dada).

228
También se analiza el tiempo por lámina, comparándolo con el de las oirás
y cuando es más bien largo o notoriamente más corto que en el resto de la
producción, se analiza el por qué, mediante la cantidad de respuestas dadas
y su calidad.
En cuanto al tiempo total, si éste fue aprovechado para dar respuestas o en
su defecto para hacer comentarios y/o pausas entre lámina y lámina. Al
dividir por el número de respuetas se ve cuánto se tardó en ellas y si se lo
usó productivamente. EÍ registro del tiempo respuesta por respuesta
complica la administración. Si bien no lo utilizamos sistemáticamente,
entendemos que puede dar lugar a observar ciertas características (como
ser: que se tarde mucho entre respuesta y respuesta, debido a una
producción esforzada porque ésa es su modalidad o porque se está
realizando una selección).
Por el contrario, si se tarda muy poco, puede, por ejemplo, denotar
ansiedad.

Productividad
Está relacionada con la cantidad y calidad de las respuestas.
Consideramos que si la persona dio en todas las láminas la misma cantidad
de respuestas o alguna lámina le produjo bloqueo, o por el contrario, una
estimulación marcada, estos cambios tienen un motivo que debemos
averiguar: si disminuyeron por el claroscuro; o si aumentaron por el color
(más allá de lo esperado), entre otros.

Localizaciones
Es importante analizar la primera localización que da en cada lámina:

— Si es la que se espera;
— Si se procede a dar una secuencia rígida (W, D) sin tener en cuenta el
estímulo;
— Si el administrado, se siente más seguro con los Detalles dando sólo
cautelosamente W;
— Si percibe lo común, lo obvio, o es rebuscado y va los Dd aún a los
Dd.
Cuando se utilizan localizaciones fuera de lo esperado se hacen hipótesis
acerca del por qué, y, luego, de acuerdo a lo que se observa en la mayoría

229
tk" In.s Ijlinmus se puede llegar a considerar una modalidad de percepción.
I posible formular hipótesis en términos de lo que facilitan las láminas. Si
upiiiei e un tipo de localización (por ejemplo W) en la mayoría de las
láminas pero no en las fuertemente sombreadas, podemos inferir que la
capacidad organizativa difícilmente se ponga en juego cuando están
presentes emociones intensas. También pueden formularse otras hipótesis
relacionándolas con el color, con los contenidos y otros.
Proponemos también analizar las localizaciones considerando:

Si se perciben W primarias con cortos tiempos de reacción o se llega a


organizaciones después de un trabajo integrativo.
— Si se construye el todo paso a paso, a medida que avanza, o si se
mantiene silencioso hasta organizar una buena respuesta.
— Si se realizan encadenamientos lógicos al construir las W o, por el
contrario, son extraños o arbitrarios con tal de alcanzar las W.
— Si dan D (detalles).
— Si los Dd aparecen después de utilizar las áreas comunes o si son
expresión de un enfoque personal, inusual.
Incluimos en este análisis la observación de la presencia o ausencia del
F.E. Adherencia a la mancha.

230
Determinantes
Analizaremos aquí en qué secuencia se dan los determinantes dentro de la
misma respuesta (D.M.) y también en la misma lámina, para hacer
hipótesis acerca de sus recursos.
Lo primero que empresa (primera respuesta a la lámina —en el caso de
varias— o primer determinante entre otros en una misma respuesta)
indicaría el aspecto de la personalidad que se moviliza más pronto frente a
cualquier desafío: si se trata de la Forma haría referencia a control,
inhibición, disociación; si es el Movimiento humano, apuntaría a sus
recursos internos (debiéndose evaluar la calidad y si la lámina lo facilita).
También importa si lo da en segundo o tercer término o si no lo da.
Otro aspecto a evaluar es si da fácilmente movimientos animales (como
reconocimiento de su vida impulsiva) cuando el material lo estimula, si
aparecen en el interrogatorio o si no los da (es muy singular, por ejemplo,
que 110 lo dé en los D laterales de la Lámina VIII).
Es importante considerar, asimismo, si da respuestas de sombreado (como
manejo de sus necesidades afectivas) o no (esto último es muy significativo
en las láminas IV y VI). En este caso hay que determinar si percibe el
claroscuro, pero no lo reconoce, (por ejemplo el Fenómeno Especial de
Negación de Textura "Piel por la forma") o si, por el contrario, da
respuestas de sombreado en cualquier área.
Si aparecen, debe evaluarse de qué manera las combina con forma.
Se pueden dar perturbaciones objetivas al sombreado (Klopfer): que
aparezcan cambios en el uso de las localizaciones en las láminas
densamente sombreadas, que no dé en ellas las populares, que haya
tiempos de reacción alargados u otros fenómenos especiales.

En relación al uso del color cromático (expresión de sus alectos) conviene


determinar si lo usa en todas las gamas tal como se presentan en las láminas
y si incluye la forma como elemento de control. Si responde al color, si lo
hace de manera natural o forzándolo, arbitraria o simbólicamente. También
puede suceder que no use el color como determinante en áreas coloreadas,
que aumente el número de respuestas más allá de lo esperado, que use el
color cromático pero no lo reconozca (Fenómeno Especial Negación de
color), o que evite las áreas coloreadas. Estas son algunas de las variadas
situaciones que nos permitirán formular hipótesis que verificaremos en el
resto del material.

Klopfer hace referencia a las perturbaciones subjetivas y objctivas(3) en el


trato que le da el sujeto al color. Dentro de las primeras figuran las
explicaciones referentes al color, al agrado y a la angustia que le provoca.
El hecho de expresarla, indicaría que es concierne de tener perturbaciones
en el manejo de sus afectos. Las objetivas, se infieren de la baja calidad
formal, el cambio de localizaciones en las láminas coloreadas, el fracaso de
ver Populares u otros Fenómenos Especiales.
En cuanto al color acromático (expresión amortiguada de los afectos), ver
en qué relación lo utiliza respecto del anterior: si lo supera o si está por
debajo. También si aparece de manera natural o forzada, simbólica o
arbitraria; cüál es el color que utiliza (el negro, el gris o el blanco) y en qué
tipo de contenidos, si persecutorios o depresivos.
Hay que incluir la utilización por parte del sujeto, de más de un deter-
minante por respuesta. Si los mismos son los esperables y están bien
integrados, con predominio formal, hablan del enriquecimiento de la
persona y de que resuelve las situaciones de manera adaptada con control
intelectual. Si son Determinantes Múltiples Integrados pero carentes
totalmente de forma, la situación la expresan de manera vivida y sin
control, hablando de una irrupción de lo impulsivo. Allí conviene ver si se
recupera en esa lámina o en la siguiente.
Si aparecen Determinantes Múltiples No Integiados, además de ver en qué
láminas, tener en cuenta qué determinantes involucra.
Contenidos
Tendremos cu cuenta aquí si aparecen los contenidos Populares, pero
Ittmblén oíros variados y no primitivos ni "crudos" ni "sádicos" ni
"deteriorados" (Slullitel)(2). Si pudo dar contenidos tranquilizadores
(hipótesis kleiniana de objetos "buenos") neutros o desagradables (estando
en este último caso relacionado con objetos "malos") comparando si con-
trarrestó unos con otros. En el caso de que predominaron los persecutorios
o desagradables, si hay signos de desorganización (Slullitel)(2).
Si se dan contenidos perturbadores, se evaluará frente a qué láminas y qué
contenidos es capaz de dar posteriormente.

Frecuencia
Observaremos:
— Si da Populares o no, sobre lodo en las láminas III, V y VIII;
— Si en cambio da allí 0 + (como índice de creatividad);
— Si excluye las áreas comunes por bloqueo o inhibición;
— Si da otras respuestas en ellas (de buena calidad formal o no).
Con respecto a las 0 + , su aparición es esperable y positiva.
Si da O-, tener en cuenta cómo continúa y si puede modificar el nivel de su
producción en la misma lámina o en las posteriores.

Variaciones del nivel formal


Se evaluará la capacidad de mantener un buen nivel formal, incluyendo
variados determinantes.
Si hay discrepancias en la calidad formal, determinar de qué importancia
es.

Fenómenos Especiales
Conviene analizar cada Fenómeno Especial que aparezca, yendo del
significado general al particular en esa persona, en esa lámina y en ese
momento de la producción. Por ejemplo si da Respuesta de Reflejo en la
lámina III tiene un significado diferente que si lo da en la VIII, siendo

112
necesario considerar qué contenido es el que se refleja y además referirlo a
la edad de la persona.

Conflictos y mecanismos defensivos


Analizaremos en qué láminas aparecen los conflictos y cómo se defiende
frente a ellos.
Si estos no aparecen surgirán hipótesis, igualmente si aparecen en demasía.

Adicionales
Aquí se tendrá en cuenta si aparecen adicionales y en qué relación se
encuentran con respecto a las principales.

Especificaremos ahora este análisis general en cada lámina en particular sin


pretender agotarlo ni perder de vista el enfoque total. Tendremos en cuenta
en cada lámina: los tiempos de reacción y totales, las localizaciones, los
determinantes, los contenidos, los Fenómenos Especiales y la pro-
ductividad en general.

Lámina I:
Esta lámina introduce al sujeto en una situación desconocida y nueva: la
reacción producida no estaría lejos de las reacciones ante cualquier otra
situación nueva y vagamente estructurada. Para Alcock(4) algunas posi-
bilidades son: paralización, respuesta instantánea sin intervención del pensa-
miento, comentarios que implicarían un tomarse tiempo para organizar algo
satisfactorio o algo pobre, evasión, espera de la aprobación o desa-
probación del entrevistados pedido de ayuda, interrogantes sobre qué
hacer o qué dar, etc.
Hay que considerar si la persona entra en el "juego" al que la invitamos o si
por el contrario, no puede hacerlo, Loosli Usteri(5) en "Personalidad
Normal" habla del shock inicial que va desde la simple dificultad de
adaptación a la prueba, hasta la confusión mental pasajera y que puede dar
lugar a interpretaciones anatómicas, figuras aterradoras, etc. En los
normales, el shock inicial puede estar sobrecompensado por un número

233
muy tirando de interpretaciones globales (eso equivaldría en la vida real a
rnlirniiir una situación angustiosa análoga a la de encontrarse frente a un
pitdie temido).
I .o más común es dar una respuesta W, siendo popular un animal alado,
listo es esperable pero no indispensable, obteniéndose de su ausencia posi-
blemente más particularidades acerca de la persona,que de su presencia.
No dar respuesta W puede provenir de aspectos del sujeto (por ejemplo,
bloqueo o restricción a un área menor, generalmente el D central) o de
características de la lámina (por ejemplo el claroscuro poco familiar que
puede producir un impacto particular).
También considerar si la persona da respuestas de D —ya sea a
continuación de las W o la inversa— o si no las da. Generalmente se usa en
el primer caso el área central (en la que se proyecta frecuentemente el
contenido "mujer") y/o las áreas laterales.
Cuando los sujetos dan fácilmente figuras humanas (D central) suelen
darlas en movimiento. No darlas allí puede tener diferentes connotaciones,
pero más que nada se vincula a dificultad para aceptar la figura femenina.

Lámina II:
Es la lámina que introduce el color cromático, que además es el rojo.
Algunos autores, como Klopfer(3) consideran que éste se presenta de tal
modo que es relativamente fácil integrarlo en una respuesta global (en este
caso analizaremos el nivel formal). Si el sujeto no desea usar el color rojo,
le es difícil aislarlo, más que nada en la parte inferior.
Por eso es importante ver cómo reacciona el sujeto ante él y si puede usarlo
integrándolo a otros determinantes ya que en esta lámina se da más el shock
al rojo que en la Lámina III. Se verá también si hay otros indicadores de
shock determinándose posteriormente de cuáles se trata.
Otro aspecto a tener en cuenta es si da respuestas humanas en esta lámina y
con qué calidad.
Dado que hay características perturbadoras en la mancha, Alcock(4)
considera que una utilización adecuada de la FC puede ser un indicio de
ajuste de la personalidad, lo cual puede estar indicado también por las
figuras humanas bien visualizadas y sin ningún significado grotesco.
Si el sujeto es capaz de dar globales en otras láminas —evidenciando una
tendencia organizativa—, se tendrá en cuenta si aquí puede darla o no.
Análogamente si se ven figuras humanas, estáticas o en movimiento, en
otras láminas y aquí no, podría ser por la perturbación frente al color, por
el rojo, el sombreado denso o el espacio en blanco,
t ,s importante ver si da FM en D con contenido Popular (A o Ad).

2.M
Lámina III:
Lo primero que conviene considerar es si da la respuesta de contenido H en
D y con M, dado que es la lámina que más facilita este tipo de respuesta.
Si da figuras humanas hay que averiguar el sexo y vestimenta y si son
reales o irreales.
Si daM, determinar su tipo (flexión-extensión; activo-pasivo; cooperación;
intercambio) y analizar si está de acuerdo con el sexo dado.
Si el movimiento humano aparece en otras láminas y aquí no (Shock
Kinestésico) indicaría una perturbación que reaparece como respuesta al co-
lor o a las implicancias sexuales o de interacción, sugeridas por el estímulo.
Si hubo shock al rojo en la lámina II ver cómo se recupera en ésta: si la
calidad formal es buena, si da populares, si da respuestas con predominio
formal teniendo en cuenta que la parte roja del centro da la posibilidad de
un FC (contenido popular moño).
Dar en esta lámina una respuesta global bien organizada e integrada que no
sea Combinación Confabulatoria supone un especial desafío, indicador
positivo para el pronóstico.

Lámina IV:
Está constituida por una gran masa de estructura difícilmente separable que
facilita la percepción de una respuesta global, pero a diferencia de la lámina
I en ésta no hay ningún contenido Popular.
Dado que presenta un sombreado intenso (le sigue en importancia a la VI)
aparece frecuentemente el Fenómeno Especial de Shock al Gris.
Es de importancia ver el contenido y su connotación: aceptable o perse-
cutorio, amenazante, terrorífico (por Ej.: "monstruo").
Si en la tres primeras láminas venía con una modalidad de respuestas y aquí
se altera, podemos inferir que se relaciona ya sea con el carácter parental de
la lámina o con el sombreado (también pueden llegar a influir los pronun-
ciados símbolos sexuales masculinos). La ambivalencia puede expresarse
por una textura ambivalente.

Láminas V:
Esta lámina por su estructura compacta y por su similitud a un objeto co-
nocido facilita la percepción de la W primaria "murciélago" o "mariposa",
limbos popularos. El darlos significa, en principio, un buen contacto con la
realidad,
Tendremos en cuenta además, si proyectó movimiento animal y si utilizó el
color acromático (integrado en la popular murciélago, sobre todo), siendo
ésto lo más adaptado. Si inferimos por el contenido que el color acromático
influyó en la respuesta pero no lo reconoce, se trataría de una reacción
acromática menos integrada o más inconciente.
Si comienzan las perturbaciones en esta lámina, una de las hipótesis es que
el color negro denso trastorne al sujeto, que no tolera las reacciones de-
presivas.

Lámina VI:
Es una lámina muy sombreada, que estimula respuestas de textura y que se
encuentra entre las más rechazadas.
Hay que considerar si se da la respuesta popular y si incluye en ella de-
terminantes de claroscuro, o la da por la forma, ignorando o aún negando el
sombreado.
También puede utilizarse el claroscuro, incluso dando idea de profundidad
(es la lámina que más lo estimula).
Aquí el shock puede deberse al sombreado o a los contenidos sexuales que
despierta.
Con respecto al Detalle "fálico" superior, hay que ver si se lo incluye o se
lo excluye y de que'manera (teniendo en cuenta que en esta lámina se da
con mayor frecuencia el Fenómeno Especial de Estupor Frente al Símbolo
Sexual Masculino).
En las respuestas en esa área, hay que evaluar si se proyectan contenidos
sexuales directos (pene), idealizados (Cristo, Tótem) o sublimados.

Lámina VII:
Se puede determinar en esta lámina si es capaz de dar las figuras humanas
(generalmente figuras femeninas), si se proyectó en ellas movimiento y de
qué tipo y si los contenidos son agradables.
También hay que analizar, cuando se da. El Estupor Frente al Símbolo
Sexual Femenino y en el S central abierto "shock al vacío".

236
Lámina Vili:
Por ser la primer lámina totalmente cromática, hay que evaluar cómo se
reacciona frente al color. Si se pudo dar la Popular (Animal cuadrúpedo en
Detalle lateral) tener en cuenta qué animales y si se ve en movimiento, (ya
que por la estructura de la lámina es muy significativo no darlos).
Si se utilizaron las áreas coloreadas, ver si las respuestas incluyen el color,
si está integrado a Forma o no, y si es natural, forzado, arbitrario,
simbólico o nombrado.
Analizar si se aumentó la producción ante el color y si ese aumento está
dentro de lo esperable. En este caso hay que tomar en cuenta también el
nivel y calidad formal.
Aquí es esperable dar una respuesta global ya que es la lámina que más la
estimula dentro de las tres coloreadas.

Lámina IX:
Las características de la lámina hacen difícil la percepción de una global,
salvo que sean vagas, con utilización del color, por ejemplo. Si se han
dado globales pero aquí no puede no ser muy significativo. En cambio, si
la da, indicaría un buen nivel de rendimiento intelectual, pues se requiere
cierta capacidad para organizar e integrar las diferentes áreas en una buena
respuesta totalizadora.
Por su dificultad y por los colores difusos, es una lámina que puede
provocar rechazo u otro signo de shock. Si ello sucede se tendrá en cuenta
en el retest.
Si la persona se circunscribe al espacio blanco central, hay que ver qué tipo
de respuestas da y si son de buena calidad formal. Esta zona puede dar
lugar a una reacción estuporosa: shock al vacío.

Lámina X:
Es importante ver si se utilizan los Detalles laterales, con contenidos
populares o con otros.
Si se da una global hay que evaluar si es una vaga del tipo impresionista
—evitando lo concreto y banal de los distintos Detalles— o con esfuerzo
organizativo. También si se puede integrar el color en las respuestas (ya sea
en global o en Detalle) y si proyecta movimientos ver de qué tipo son,
siendo los de cooperación de buen pronóstico.

237
IÍH ln* pcroonas perturbadas las características segregadas de la lámina
ptlt'de producir un impacto especial, dando lugar a shock o splillng. Otra
Mtu'i'lrtn posible írentc a la segregación, es la de resaltar las uniones de los
Pelalles entre sí, situación que pasa desapercibida para la gran mayoría de
ION sujetos.
Otros, más adaptados, "aprovechan" la oportunidad que le brindan las
características de la lámina, para dar respuestas de Detalle, incluyendo, a
veces, el color integrado a la forma.
Para Ofelia Vázquez(7) los contenidos que refieran a deterioro, derrumbe,
putrefacción, (entre otros) se asocian a trastornos inminentes, más que si
aparecen dichas respuestas en otras láminas. En nuestra opinión también
pueden relacionarse con una situación vital particularmente difícil
(enfermedades, duelos, pérdidas, etc.).
Es conveniente relacionar la última respuesta que se dé aquí con la primera
dada en la lámina I, contribuyendo a la interpretación de las fantasías de
curación y de enfermedad respectivamente.

Vamos a ejemplificar con el análisis de la secuencia que puede hacerse de


un caso (el que ponemos como ilustración en el último capítulo), sin
pretender agotarlo ni abordar sus múltiples lecturas de las cuáles sólo
haremos una.

Lámina I:
Reacciona rápidamente, tratando de abarcar todo pero ejerciendo un control
lógico. Aparentemente sus primeros contactos tienden a asustarla, pero lo
que parece fóbico es en realidad contrafóbico.
Si bien el tipo de elección que hace en cuanto al contenido es esperable,
llama la atención que sea un animal masculino y persecutorio. Pide apro-
bación, permiso para seguir, buscando seguridad en lo que les conocido, y
lo centra en ella.
En la respuesta adicional muestra la forma de presentarse, con una actitud
pasiva, con un reclamo de ayuda: como una mujer arrodillada, con el
cuerpo bien formado pero a la vez preocupada por ello. El movimiento en
llexión indica aislamiento y repliegue sobre sí misma, reflejando además
una actitud de temor, de amenaza frente a los peligros.
1.a localización de la respuesta es en la parte central de la lámina (no
considera los detalles laterales) evitando mostrar o revelar la relación con
sus figuras parentales, la situación triangular.

UH
Lámina II:
Es significativo el conflicto que se infiere de la respuesta a esta lámina, con
determinantes no integrados; el conflicto se centra en la agresión y sus
actuaciones peligrosas, junto a un modo de percepción muy particular y
oposicionista.
Cuando se enfrenta a los afeaos se descontrola. El conflicto con la agre-
sión se reitera también en los fenómenos especiales y la amenaza ante di-
chos impulsos, tratando de reprimirlos aunque no le es efectivo. Intenta to-
mar distancia de la situación pero no lo logra; por medio de los contenidos
expresa algo que destruye y se dcscompensa el control lógico surgiendo
impulsividad y tensión muy acentuadas. Esto se relaciona con su
nacimiento, con actuación de la angustia propia de un bebé y con su
vivencia de ser destructiva frente al parto inminente, que es sentido como
una pérdida, unido al temor de desangrarse en el transcurso del mismo.

Lámina III:
Puede establecer relaciones interpersonales con una identificación sexual
poco definida y una actitud seductora.
El movimiento en extensión indica buen vínculo con el afuera y una
adaptación aparente. Es un vínculo heterosexual aunque inmaduro e infantil
y desvitalizado. La relación objetal le resulta difícil, hace un repliegue sobre
sí misma, surge el autoerotismo masturbatorio. Establece pseudo-parejas
ya que en realidad lo que mantiene es la relación madre-bebé sin que haya
un tercero, el padre, que corte ese vínculo.
Concede suma importancia a lo estético y disocia proyectando lo perse-
cutorio en los aspectos masculinos, surgiendo seguidamente lo impulsivo,
la tensión y perturbación con miedo al ataque externo, las amenazas, la
actitud explosiva, excitable en los vínculos inteipersonales, actuando prime-
ro y luego pensando.
Finalmente surge una salida maníaca, borrando todo lo agresivo anterior,
reestructurándose con un mejor ajuste lógico del pensamiento y un conte-
nido femenino.

Lámina IV:
La respuestas dada en esta lámina implica una relación no elaborada t on
una figura paterna fuerte, patriarcal, benevolente, comprensiva, donde

239
prevalece cierta idealización y ternura a nivel corporal. La figura paterna es
vivid« como alguien que critica demasiado sobre todo en lo que él mismo
piensa referido a sus pensamientos; la castración está desplazada a lo in-
telectual, al área mental, sumada a una confusión con el esquema corporal.
Pareciera que al papá bueno lo critica pretendiendo otro más fuerte, al que
sí le da la cabeza aunque destacando los cuernos. Lo que le preocupa en el
hombre son sus pensamientos referidos a la infidelidad. Esto la sigue
amenazando y angustiando, no pudiendo pensar objetivamente, tendiendo a
la actuación.

Lámina V:
Es la lámina que hace referencia al principio de realidad y cómo se maneja
ante eso y aquí elige un animal con características masculinas pero perse-
cutorias e intenta mitigarlo con la represión de la agresión.
Su pensamiento resulta confuso a pesar de responder con un contenido
bastante habitual; también aparece dificultad con lo intelectual a través de la
contaminación atenuada que se corrobora con su sentimiento de inferiori-
dad por no hacer otro tipo de carrera. Busca entonces la seguridad, el afe-
rrarse a algo como apoyo subyaciendo el temor a dividir, a separar, a
disociarse.

Lámina VI:
Da una respuesta aparentemente convencional, con textura como deter-
minante al igual que en la lámina IV, pero en este caso fría, lo que hace
referencia a los conflictos que tiene en relación con su sexualidad,
estableciendo vínculos hostiles, con desconfianza por lo agresivo que
encierra la queja proyectada de que no la quieren.
Minimiza la ferocidad del contenido diciendo que es un animal de Walt
Disney. Confunde lo que corresponde al objeto con lo que corresponde al
vínculo sin lograr establecer buenas elecciones de objeto. Cuando se
vincula tiernamente la sensación es de empobrecimiento y de desgaste,
aparece nuevamente la necesidad de seducir pero unido a una actitud
agresiva.

Lámina VII:
FÍri esta lámina se repite el conflicto mostrado en la lámina III sobre la

24(1
identificación sexual poco definida y sustituye el nombre de Ncglia por Ve-
glio, confirmando los problemas de identidad. Primero el baile es clásico,
más sublimado y controlado, luego se transforma en baile español, más
impulsivo y menos sublimado. Muestra componentes histéricos en rela-
ción a esta imagen de bailarina seductora pero a la vez infantil e ingenua,
pudiendo estar relacionada con la figura materna dado que esta 1 ámina hace
referencia a ella.
El hecho de que ambos movimientos sean dados en una respuesta global
muestra sus fantasías de ser seductora y culturalmente aceptada. Vuelve a
centrar todo en sí misma a través de la autorreferencia.
En la segunda respuesta surge nuevamente lo infantil, pregenital e in-
discriminado y mitiga la agresión que esto le provoca utilizando el dimi-
nutivo.
Mediante la negación maníaca todos se recuperan, todos bailan y están
contentos. Se corrobora su problemática sexual en la presencia del estupor.

Lámina VIII:
Esta lámina por serla primera totalmente colorida se relaciona con los afec-
tos y el manejo de los impulsos. Se evidencia aquí nuevamente el conflicto
con ellos aunque trata de manejarlos de un modo convencional. Hace cierto
insight dándose cuenta de que se aferra a situaciones que no la contienen ni
le sirven de sostén. Tiene dificultad en la elección de objeto amoroso, equi-
vocándose en el camino elegido.
Surgen los afectos sin poder controlarlos, arrasando de manera peligrosa.
Transferencialmente haría referencia a un pedido de ayuda, de búsqueda de
salvación, de seguridad.
Muestra la imagen de una persona ambiciosa, pero el temor la paraliza, no
pudiendo llegar a lo que se propone, desmereciendo otra vez sus posibili-
dades intelectuales.
Hace una proyección masiva para evitar la situación peligrosa, impulsiva y
huye de ese miedo, movilizada por la ansiedad persecutoria.
Como recurso final surgen conductas contralóbicas, acercándose al peli-
gro.

Lámina IX:
Esta lámina hace referencia al conflicto vital y lo materno arcaico. Se reitera
como en otras láminas la problemática con sus impulsos y la angustia que

241
1« llev» II controlar las situaciones de manera paranoide. Transferencial-
ilifülc pide, otra ve/., ayuda. Su vivencia es que el interior de su madre fue
peliiiroMi y el de ella también en su papel vital de madre; se vislumbra su
ICinoi de que la criatura nazca muerta y por ello tomó tantos recaudos para
el paito, según surge de la entrevista.
Expresa en su verbalizaciónimpotencia, desesperación, depresión; utilizala
disociación como defensa sin serle efectiva, así como también la subli-
mación no lograda.

Lámina X:
En el primer momento hace una aproximación generalizada de su realidad
indiscriminada y disociada, aunque crítica, del entorno. Aparece también
un intento fallido por independizarse de la figura materna y su sobre-
protección junto con su temor a fallar ella como madre.
Surgen contenidos regresivos sádico-orales mostrando también conductas
dependientes en relación con el medio.
Se reiteran nuevamente la problemática con la infidelidad.
En un segundo momento, se observan muestras de fortaleza yoica para
poder resolver sus conflictos, aunque surge la disociación histérica y la
duda sobre su rol materno (contener, cuidar, preservar, proteger).
Hace intentos de resolver mágicamente sus conflictos desconfiando al mis-
mo tiempo del entrevistador.

242
Notas:
(1) Kaccro E y otros, "Perspectivas en Psicodiagnóstico" en Revista de la Aso-
ciación Argentina de Psicodiagnóstico de Rorsehach. Buenos Aires, Año 10, N° 1.
Julio de 1987.
(2) Slullitel S., "Personalidad Normal''. Ficha Nu 15, de la Asociación Argen-
tina de Psicodiagnóstico de Rorschncl). Buenos Aires.
(3) Klopfer B. "Developments in the Rorsehach Technique", Harcourt Brace
Javanovich. Inc. New York, Volumen I. 1954.
(4) Alcock T. "La prueba de Rorschach en la práctica". Fondo de Cultura Econo-
mica, Méjico - Buenos Aires. 1965.
(5) Loosli Usteri M. "El hombre normal visto a través del test de Rorschach".
Rorschachiana, Revista Internacional de Rorschach y otros métodos.
(6) Bom E. "Manual del Psicodiagnóstico de Rorschach", Morata. Madrid.
1973.
(7) Vázquez, Ofelia. "Rorschach para rochistas", I Editorial de Belgrano -
Buenos Aires. 1980.

243
10. Mecanismos de defensa

Mecanismos de defensa
Consideramos que éste es un tema lo suficientemente relevante como para
tratarlo en especial; en parte porque el conocimiento de los mecanismos de
defensa predominantes es esencial para el abordaje terapéutico, y en parte
porque no ha sido tomado en cuenta por demasiados autores, en general, y
por muchos menos en particular relacionándolos con el Psicodiagnóstico de
Rorschach.
En nuestro medio, Bohoslavsky(l) propone llamarlos mecanismos protec-
tores —ya que protegen de la desestructuración de la personalidad— y no
defensivos, por las connotaciones patológicas que tiene este término.
Graciela Peyrú(2) en el mismo sentido, y apoyándose en Wallerstein, pro-
pone deslindar entre defensas (conductas, ideas o afectos que cumplen una
función defensiva) y mecanismos de defensas (conductas, ideas o afectos
que se utilizan para evitar o modular una descarga impulsiva adecuada).
Por ejemplo, una exagerada amabilidad sería una defensa contra los
impulsos crueles, y la Formación Reactiva, el mecanismo que la motiva.
Schafer(3) tal vez sea el autor que con más profundidad se refiere al tema
en relación al Psicodiagnóstico de Rorschach, definiendo como defensa a
cualquier operación psicológica que tiende a bloquear la descarga de
impulsos peligrosos rechazados y de tal modo evitar las consecuencias
emocionales penosas que tal descarga produciría. Se diferencian en esto, y
él lo remarca, de las conductas adaptativas, que controlan y regulan las
funciones yoicas, las cuales facilitan la descarga y no la bloquean (como las
defensas). Aún cuando a veces también se da la doble situación en la
defensa de impedir la expresión, pero al mismo tiempo que algo de lo
impulsivo rechazado se filtre y se exprese a través de ella. El ejemplo que
trae Schafer es el de la intelectualización, en donde el intelecto puede ser
usado como arma o los logros intelectuales pueden ser un modo de
satisfacer la curiosidad sexual. El mismo autor aclara también que debe
distinguirse entre contenidos benéficos, producidos por defensas (como
Formación Reactiva frente a la hostilidad) y los que son realmente
expresión de aspectos genuinamente buenos de la persona.
Las defensas pueden utilizar pensamientos, percepciones, sentimientos,
actitudes, acciones y aún otros impulsos que aquéllos contra los cuales se
defiende, por lo cual no hay un número finito de ellas. Mencionaren!« >s acá
las más conocidas, sin pretender agotarlas.

245
Tmttpocu diícrenciamios, como hace Gladys Lehmann(4) a las defensas
neurótlcnN de las psicóticas, —aunque las últimas serán sin duda las más
grttveH , porque eremos que esto depende del cuantum y el monto de su
utilización, de la rigidez y la efectividad, entre otros factores, dentro de los
cuales la situación vital por la que se pasa, en su doble aspecto de evolutivo
y accidental no es uno de los menores.
I .o importante es que los recursos defensivos que se utilicen sean amplios y
variados y puedan ser instrumentados en cada momento, acorde a las ne-
cesidades del equilibrio psíquico, a través de distintas maniobras defensi-
vas para operar sobre la angustia y la ansiedad emergente de los conflic-
tos, sin estereotipar las respuestas. Es decir, que sean variadas y flexibles.
No definiremos ni explicaremos cada defensa, ya que no es ése el objetivo.
Remitimos para ello a la bibliografía especializada. Simplemente intenta-
remos remarcar acá los diversos modos en que pueden aparecer en el Psi-
codi agnóstico de Rorschach, de acuerdo a nuestro saber y entender, aun-
que sin duda pueda y deba haber muchos otros.
Como se infiere de lo que dice Schafer al respecto, las operaciones
defensivas no se hallan expresadas en un solo lugar del Test ni con unívoco
signo. A veces, surgen de las localizaciones, otras de los determinantes, o
de los contenidos o de la frecuencia y, añadiríamos también, de toda la
conducta del sujeto frente a la prueba, y que lo importante es ver la
convergencias y predominancias (y aún las contradicciones).

Sublimación: (para algunos, no considerada como defensa y para otros,


la más exitosa o eficaz). Para Portuondo, se ve especialmente en todos los
movimientos, aunque es la M dadas en seres humanos completos y de ca-
I idad positiva dada que más la reflejan y más aún si es mayor que FM. Tam-
bién las buenas respuestas de FC (indicando relaciones objetales maduras);
el equilibrio de los colores, el predominio, sin exclusividad, de las
texturas cálidas; cualquiera de los indicadores de creatividad (respuestas de
contenido artístico bien integradas, de Determinantes Múltiples, combi-
natorias sucesivas o simultáneas no confabülatorias, etc.); App equilibrado,
protocolo balanceado, rico en contenidos en general; actitud positiva y de
creciente interés y disfrute, excluyendo la presencia de Fenómenos Es-
peciales muy patológicos.

Represión: Para Poituondo(5) se expresa cuando aparecen solamente


respuestas FC (como expresión de control) en los contenidos poco va-
nados, y en las respüestas F Ch (Formas claroscuros) y en la ausencia total
de las respuestas de color.

Mí.
Hay indicadores específicos de represión, dentro de los cuales están los
shocks al gris y al color (cuyo signo más contundente es el Fracaso, y más
aún el rechazo de alguna lámina), shock al rojo (aunque la represión es
sexual, puede haber represión de lo agresivo si está relacionado con lo <•
sexual, que se ve también a través del Diminutivo); shock kinestésico;
shock inicial; shock al azul, al verde, al pardo, al blanco y al vacío.
Otros, también específicos, son: la Alteración amnésica (cuando no es
exclusivamente por problemas de la memoria de origen orgánico); Res-
puestas Olvidadas; Estupor ante los Símbolos Sexuales y no dar ningún
contenido sexual; disminución significativa de las respuestas de color. Hay
también otros indicadores de represión, aunque no tan específicos: una
actitud ingenua y poco reflexiva; el F% aumentado (por su significación de
haber reprimido contenidos o determinantes que respondan alo impulsivo);^
bajo número de respuestas; M igual a 0, o disminuido o reprimido;
ausencia de FM (más aún si el A% está aumentado); tipo vivencial coartado
o coartativo y la proporción color disminuida y el Fenómeno Especial de
Sustitución, entre otros factores.

Desplazamiento: Hay que tener en cuenta que cualquier contenido puede .


ser desplazado: contenidos como "rey", "brujas", "hadas", etc., pueden ser ^
desplazamiento de las figuras paternas. Por ello, cualquier contenido irreal:
(H) y (A) puede indicar la utilización de este mecanismo. (j
También los M en A y los FM en H, el énfasis en Ddd y Dde, cabezas de Q.
personas (como desplazamiento de zonas sexuales), At que son respuestas A
sexuales encubiertas, el fenómeno de Transposición y, fundamentalmente,
los movimientos animales, sobre todo si están aumentados. ^

Evitación: No tomar la lámina, no locarla, devolverla rápidamente, acor- <¡


tar los tiempos de reacción, hacer comentarios antes de dar la respuesta,
evitar áreas, en los Dde, dar contenidos fóbicos y siniestros (elementos que ^
asustan), rechazo manifiesto a láminas o contenidos.

Anulación: Respuestas alternativas de índole diferente ("Vampiro o pa-


loma") o mediante contenidos opuestos en la misma localización ("Demo-
nio, ángel"). Para Weigle(6), el preguntar "si va rápido" luego de hablar a
borbotones. También, la Negación de Contenido Siniestro: "Un ogro bue- ú
no". Aún sin ser contenidos realmente opuestos, darlas dos opciones en la
L. V ("Murciélago y mariposa), sería otro signo de anulación.

247
KmioMnllmlrtn: Cualquier aumento de los porcentuales formales: F%,
entendido, F+% o F+% extendido; justificaciones "razonadas" de las
Combinaciones Conlabulatorias o los colores forzados y aumento de la
('oitclcncla de Interpretación, entre otros signos.

^ Inlclectualización: R alto (o bajo, si se enfatizan las W); Dd y S au-


mentados, exceso de contenidos intelectuales (científicos, sobre todo, por
ej.: los médicos que dan At de nombres poco conocidos o Rx). También la
Pedantería, el F% alto, los Contenidos Geográficos extravagantes, la
presencia de Fk, Fci, FC sim, Cdes y Colores arbitrarios.

Aislamiento: Dd mayor al 20% (o solo W); F%, F% extendido y F+%


aumentados; un número elevado de M; Suma color bajo (y M sin color);
3ra. fórmula vivencial (Proporción Color) disminuida; muy poco uso del
sombreado, dificultades para seguir la secuencia asociativa; excesivo nú-
mero de respuestas de contenido geográfico (islas y mapas sobre todo);
Am% aumentado, C des y Descripciones en general, incluyendo las de
claroscuro; Do; Ddi; FC forzado y arbitrario; Contenidos Hielo, Nieve,
Estatuas.

Formación Reactiva: Varía según la tendencia que el sujeto desea mante-


ner inconciente.
Si es la pasividad, tendrá una actitud negativista (S o giros instantáneos), el
R será bajo o excesivo.
Si es contra la agresividad (lo más común) mostrará una actitud "dócil" o
de "buena conducta", un R alto, no girará las láminas en ningún momento,
el F%, el F+% extendido, el FC y la Fe serán elevados y todas las texturas
cálidas. Al mismo tiempo, se podrán encontrar colores forzados o
arbitrarios, varios Diminutivos, sobre todo no comunes ("mariposita",
"murciclaguito") habrá un aumento de contenidos religiosos o exagera-
damente bondadosos y aparecerán shocks, sobre todo al rojo y Negación
de Siniestro. También contenidos del tipo de títeres, loros y animales
amaestrados mostrando aspectos de sometimiento y sumisión.
Todo esto, si la defensa es exitosa; pero acompañado de imágenes agre-
sivas, sería indicador de su fracaso.
Sí la defensa, en cambio, es contra la ansiedad, puede dar muchas res-
puestas después de un shock.

MH
Idealización: Se ve a través de las texturas, cuando son todas cálidas, y
de ciertos contenidos (Por cj.: "Tótem" en L. VI, "Jesucristo"'," c l c j r A
veces aparece la consiguiente devaluación (denigración o depreciación), ge-
neralmente a través de personas o animales deformes, enanos grotescos o
contenidos desvalorizados: "Payaso ridículo" enL. IV, "Viejitas chusmas"
en L. VII, "Un grotesco Hombre de las Nieves" en L. IV.

Disociación: Donde surge con mayor evidencia es en el Fenómeno Espe-


cial que lleva ese nombre (Ej.: "Angel y Demonio" ambos vistos en el
segundo tercio de la L. VII), en las Contaminaciones Atenuadas y en las
texturas disociadas. Para Gladys Lehmann también son signos de disocia-
ción las discrepancias con otras pruebas o con la historia del individuo. A
esto también apuntan las discrepancias internas y la discordancia que existe
entre un F% aumentado y la presencia de colores puros.
Un exagerado énfasis en la forma (F% aumentado) es indicador de di-
sociación por sí, ya que para dar solamente formas se deben dejar de lado
elementos importantes de las láminas (los colores y los claroscuros, entre
ellos).
La disociación operativa y exitosa se verá fundamentalmente, a través de
las F+ y las M buenas, y su fracaso extremo, en las Contaminaciones Ver-
daderas.

Proyección: Para Lehmann se ve a través de Dd, S y W altos o Dd, F% y


F+% elevados. A ello añadiríamos: pocas respuestas de color, tipo viven-
cial coartado o con mayor énfasis en M; presencia de m y de con-
tenidos amenazante y persecutorios (por aj. "Monstruos" u "Ojos"); en la
actitud recelosa y desconfiada; la vivencia del interrogatorio como un ata-
que; la proyección de color (cromático y más aún acromático); Ilusión de
Semejanza; Secuencia narrativa; las Críticas (especialmente de Objeto, al
Autor y al Examinador); Disminución de la Conciencia de Interpretación;
aumento de Sin%; ciertas Fabulaciones, Perseveraciones y en las Trans-
posiciones. (

Negación: (o desestimación) depende de lo que se niegue, como dice


Schafer. Si niega sus limitaciones, el W% será alto (pero pueden ser malas
globales); si niega la complejidad, destacará los Dd.
Se ve en los contenidos: por ejemplo, puede aparecer un intento forzado
por dar respuestas de contenido muy agradable, para negar la depresión y
agresividad subyacentes (Porcj.: "Carnaval" en la L. X). Esto se muestra
iiimhu'n en lit Negación de Sin (L. IV: "Es un monstruo, pero bondadoso")
y WI IHN Proyecciones de Color (L. V: "Es una mariposa de lindos colo-
ré*"), Pueden aparecer los aspectos agresíivos y la negación en la misma
roNpucNia; L. II "Lo rojo tiene algo de sangre, pero no lo es porque parece
más lierno".
Otro indicador de negación sería el Color forzado y arbitrario, la
Negación de M y de FM, las Respuestas Negadas, las Respuestas por la
Negativa (L. V: "No podría ser nunca un murciélago"), las Respuestas de
vino (al eliminar una parte simétrica de la lámina, en un proceso similar al
* de la alucinación negativa), las Negaciones de Color, de Claroscuro y de
Respuestas de Defecto (L. I: "Le falta la cabeza porque la tiene doblada
hacia atrás"). También el Fracaso y el dar Cn es un modo de negar la con-

Renegación (o denegación o desmentida): Se ve fundamentalmente en res-


puestas donde se niegue la diferencia de sexos (L. III: "Una mujer, pero
tiene pene), L. IV: "Vagina y pene" (en el Dd superior central).

Regresión: (para algunos autores, no es una defensa). Hay que tener en


A cuenta las localizaciones y las respuestas de nivel psicosexual regresivo:
orales, anales, muy primitivas, de contenidos crudos, de color deteriora-
tive), agrupadas, por lo general, en Respuestas de Complejo.

Confusión: que se da en algunas "Respuestas "o", en el F% y en el F+%


disminuidos, en las Respuestas Cambiadas (Transformaciones), en algunas
Perseveraciones, en al Perplejidad, y en las dificultades para localizar, des-
cribir o discriminar respuestas.

Identificación proyectiva: Según Lunazzi(7) se ve a través de las


Transformaciones (Respuesta Cambiada para nosotras), el fenómeno con-
íabulatorio, contenidos prototípicos (nacimiento, fetos, unión, falta de piel
y límites, indicadores de simbiosis y de relaciones envolventes o "tragan-
tes") y también en algunas fusiones figura-fondo sobre todo las mal vistas.
También, añadiríamos, a través de algunas Fabulaciones; F- muy arbi-
trarias; Confabulaciones (ella también la cita)"; O-; Anulación de la Con-
ciencia de Interpretación y Combianciones Confabulatorias conjustificacio-
nes impropias y defendidas a ultranza.

150
Fragmentación: Se ve a través del aumento de Dd, Hd y Ad, W dismi-
nuidas o malas, los Fenómenos de Splitting y Dividido y los Contenidos
fragmentados.

Omnipotencia: Surge a través del aumento de W y de respuestas omnipo-


tentes y megalómanas en general (águilas, reyes, dioses, etc.).

Notas
(1) Bohoslavsky, R. Orientación Vocacional. La estrategia clínica. Buenos Ai-
res. Nueva Visión, 1984.
(2) Pcyru, Graciela, El Yo Normal, Guía para la evaluación clínica de las capa-
cidades voicas. Ficha del Centro de Estudios de Psicoterapia.
(3) Schafer, R. Psychoanalytic Interpretation in the Rorschach Testing, New
York, Gruñe and Stratton, 1954.
(4) Paz, C. Analizabilidad, Buenos Aires, Paidós, 1971.
(5) Portuondo, J. El Psicodiagnóstico de Rorschach en Psicología Clínica, Ma-
drid, Nueva Visión, 1970.
(6) Weigle, M.C., Cómo interpretar el Rorschach, Buenos Aires, Artigas Suárez
Ediciones, 1988.
(7) Luhazzi, H. y Sobredo, M. Acerca de la identificación proyectiva en el Rors
chach, trabajo presentado en las Jornadas Nacionales de Psicodiagnóstico reali/.»
das en Tucumán, 1988.

2!U
11. Inteligencia

Inteligencia
El Psicodiagnóstico de Rorsehaeh no es una prueba de inteligencia, por lo
tanto no nos brinda un C.I. (cociente intelectual). No obstante ello, es el
único test proyectivo que nos permite establecer con finura y bastante apro-
ximación la capacidad intelectual.
En algún sentido, y sin pretender ser omnipotentes, puede decirse que su-
pera a una prueba de nivel intelectual, siendo el complemento indispensable
de ella; por supuesto, sin reemplazarla.
Posee un valor indiscutible al pennitirnos evaluar y distinguir el potencial y
el rendimiento efectivo, así como la concordancia o no de ambos. Es decir,
podemos hacer un diagnóstico diferencial en esle sentido. Por Ej.: ante
alguien que alcance bajo C.I., nos mostrará si el mismo es real o si está
disminuido por inhibición, represión, depresión o cualquier otro índice de
restricción neurótica o de desorganizaciópn. Inversamente, frente a un C.I.
alto podremos establecer si es realmente efectivo; y, en caso de no serlo,
cuáles son las causas de ello.
Es particularmente notable el caso de un protocolo "pobre" en cuanto a
cantidad y calidad de respuestas pero con una respuesta 0 + (original posi-
tiva) que nos indica que la "pobreza" intelectual no es tal; pudiendo en-
tonces determinar que una persona posee cierto potencial pero que por in-
cidencia de algún proceso patológico no lo puede utilizar.
Cuando la discrepancia es mayor entre ambos, nos encontramos ante seria
patología, debiendo discriminar procesos tales como oligofrenia, oligoli-
mia, psicosis o deterioro orgánico o psicòtico.
Debemos destacar que si bien hay determinados elementos cuya presencia
es necesaria para evaluar la inteligencia, es recién a partir de la consi-
deración total del protocolo obtenido que podemos concluir acerca de si una
persona tiene una capacidad intelectual baja, buena o muy buena.
La estimación del potencial intelectual puede hacerse desde el punto de vista
cuantitativo y desde el punto de vista cualitativo.

I — Desde el punto de vista cuantitativo: La mayoría de los autores consi-


deran necesario tener en cuenta en un protocolo medio (de entre 25 y 30
respuestas):

l) Ne y calidad de respuestas W: Deben encontrarse dentro de lo cspcrablc

253
(2(1 n M) %) y acompañadas de buena calidad formal. Nos remitimos al
píinlo donde lmiamos las respuestas globales en el que hacemos referencia
dfllttlliula ¡i los distintos tipos de ellas, lo que nos permite distinguir mo-
dalidades diferentes de pensamiento.

1) Nü y calidad de M: Entre 3 y 5 acompañados de buena forma.


.Según Beck, citado por Klopfer(l), la presencia de:

0-1 M: indica bajo nivel intelectual


2-4 M: indica nivel intelectual medio
5 ó + M: indica nivel intelectual superior.

Para Rorschach(2) dar 1 ó 2 M hace referencia una inteligencia repro-


ductora, mientras que dar más de 5 M, a una inteligencia creadora.
Debemos tener en cuenta que las respuestas de movimiento humano ricas,
bien elaboradas, son índice de buena inteligencia, así como de imaginación
y creatividad.
Como dijimos en el punto correspondiente a M, es nceesario analizar las
respuestas M- ó MT ó M± puesto que apuntan a un pensamiento distor-
sionado y a una falla del control lógico sobre la imaginación y la fantasía.

3) Calidad formal de las respuestas: Un T-% entre 80 y 95 es necesario par


una buena inteligencia. Cuando el mismo está disminuido hay que hacer un
análisis de las F-, FT y F± para determinar si se trata de bajo nivel o si está
interferido por conflictos emocionales o situaciones de mayor gravedad
como psicosis, depresiones, deterioro, etc.
En una baja inteligencia: predominarán F-.
En una inteligencia mediocre: F±
En una inteligencia media: F+ sin respuestas originales.
En una inteligencia superior al término medio: F+ con respuestas 0+.
Debemos aclarar que la coexistencia en un protocolo de F+ con F-junto
con 0 + , nos hablaría de capacidad artística o creativa pero con escaso
control lógico.

4) N" y calidad de las respuestas originales: Si bien se considera que u


buen ixitencial intelectual deberá tener entre 3 y 50% de respuestas 0+, c
esto no es determinante. Según nuestra experiencia, la falla de ellas no es
indicadora de baja capacidad, ya que un protocolo sin respuestas O nos
hará pensar quizás en una inteligencia convencional, aunque, por supuesto,
la convencionalidad se ve también en otros factores.
Rorsehach(2.) también explícita que una inteligencia superior supone un

254
30% de respuestas originales; una inteligencia con rica imaginación o
definidas capacidades artísticas más del 30% de originales.
Klopfer(l) cita a Rorschach quien dice que una inteligencia inedia con
intereses predominantemente prácticos produce un 10% de 0+. De todos
modos, un pensamiento práctico con D% con buena calidad formal, no ne-
cesariamente supone respuestas originales.
La presencia de O - o de O - con 0 + , junto a otros indicadores, revelan un
proceso desorganizativo del pensamiento.
Es necesario analizar la localización en que están dadas. Así'.

0 + en D: suponen creación vinculada al sentido práctico.


0 + en W: indican capacidad de organización, de síntesis, de
abstracción, es decir creatividad relacionada con lo teórico.
0 + en Dr: hacen referencia a creación extravagante, fuera de lo común.
0 + en Dd: indican creación vinculada al detallismo.

Si la mejor producción de una persona está en la localización que se


encuentra aumentada, nos mostrará el tipo de pensamiento predominante.
En general, esto no implica carencias en otros aspectos salvo que existan
otros elementos que lo indiquen. Esto adquiere especial relevancia en los
procesos de orientación vocaciona1, de selección de personal y de re-
ubicación de personal dentro de una empresa.'
Debemos considerar también el tipo de originales: (0+).

— O por contenido: Son las más originales. Están asociadas al


potencial, son las de los científicos, técnicos,
filósofos, entró otros.
— O por elaboración: implican enriquecimiento de lo común, o sea
poner el toque personal o peculiar a la realidad
cotidiana.
— O por percepción: Son las de los creativos, y los artistas. Suponen
un pensamiento flexible.

Si bien es neceario que los cuatro ítems analizados estén presente para
hablar de una buena inteligencia, la ausencia de alguno de ellos no
necesariamente hace referencia a una inteligencia baja. Por Ej.: la ausencia
de M en un su jeto puede darse |X)r represión o depresión y no por carencia.

II—Desde el punto de vista cualitativo: Debemos considerar:


1) El tipo aperceptivo: Aquí remitimos al punto en que tratamos la fórmula

255
«IWttMjiUVtt un lumia detallada; pero debemos aclarar que el análisis de la
mlMiiu nos perniile establecerla cualidad de la inteligencia (o sea, el tipo de
enfoque Indicador del tipo de pensamiento), particularmente útil para
Ncloccldn tic |)ersonal y orientación vocacional.

2) A% dentro de lo esperable: Que hará referencia a un pensamiento sis-


tematizado, no enálico ni rígido.

\) Análisis del tiempo promedio por respuesta y de los tiempos de reacció


Que nos dará el ritmo de pensamiento y nos mostrará la incidencia o no de
la angustia o de los afectos sobre el mismo.

4) El tipo de color: Nos permitirá determinar la forma de reaccionar ante


determinadas situaciones y si la inteligencia está interferida por factores
emocionales que impiden su eficacia.

5) Sucesión: Si bien la mayoría de los autores consideran que este elemento


debe ser analizado puesto que hace a la lógica del pensamiento, en nuestro
medio generalmente no lo utilizamos porque no siempre es posible
determinarla. En los casos en que sí lo es, la consideramos como un
elemento más a tener en cuenta. Por ello, cobra mayor significado cuando
se la encuentra.

6) N° de respuestas dentro de lo esperable: Que hará referencia a la pro-


ductividad.

7) F% y F% ext. dentro de lo esperable: Que están en relación con un buen


funcionamiento yoico.

8) De acuerdo con nuestra experiencia debemos agregar, además, la pre-


sencia de otros índices positivos de inteligencia:
— Psicograma con determinantes variados.
| K
— l-k
— I C simbólico
— Relación esperable entre M y FM
— Texturas intelectuales
— Relación M/C dilatada, como signos de creatividad. Una fórmula
coartada puede asociarse a falta, restricción neurótica o psicòtica.
— Determinantes múltiples, excepto los integrados sin forma.
— Contenidos múltiples.
Color descriptivo.

m
Respuestas adicionales, obteniendo los cómputos más relevantes a los
electos de determinar si mejora o empeora la producción principal,
dándole la significación correspondiente.

F E N O M E N O S E S P E C I A L E S
A S O C I A D O S A I N T E L I G E N C I A (3)

I — Asociados a problemas de memoria:


1) Alteración amnésica
2) Respuesta olvidada
3) Repetición

II — Asociados a fallas del pensamiento lógico:


1) Combinación Confabulatoria
2) Concretización
3) Confabulación
4) Contaminación
5) Contradicción
6) Disminución y/o anulación de conciencia de interpretación.
7) Fabulación
8) Ilusión de semejanza
9) Lógica autista
10) Respuesta de posición
11) Secuencia
12) Transparencia
13) Verbalización de relación: lógica personal
14) Verbalización desviada

III— Asociados a inhibición neurótica de la inteligencia:


1) Autoneferericia
2) Detalle oligofrénico
3) Estupor ante los símbolos sexuales
4) Evidencia
5) Fracaso
6) Movimiento Klein
7) Movimiento oculto
8) Movimiento secundario
9)Perseveración (exceptuadas las propias de cuadros orgánicos,
psicóticos o debilidad mental).
10) Respuesta de defecto

257
11 > kcHpuesia negada
l,»)Slioeks

IV Asociados a deterioro:
1) Color nombrado
2) Confabulación
3) Contaminación
4) Detalle oligofrénico
5) Fracaso
6) Perserveración
7) Repetición.

Como el título lo indica, solo nos referiremos a los fenómenos especiales


con referencia a la inteligencia, lo que de ninguna manera agota su sig-
nificación.
Es necesario aclarar que la presencia de uno solo de ellos generalmente no
es representativa para configurar una patología; además debemos tener en
cuenta que algunos se pueden encontrar también en el pensamiento normal.

I — Asociados a problemas de memoria:


1) Alteración amnésica: asociada con un déficit de memoria, especialmente
de la memoria ánterógrada (de sucesos recientes).

2) Respuesta olvidada: puede indicar trastornos de memoria producidos por


organicidad o psicosis, puede ser índice, ocasionalmente, de debilidad men-
tal profunda.

3) Repetición: fenómeno poco común, se presenta cuando existen severos


trastornos de memoria, sobre todo de la anterógrada.

II - Asociados a fallas del pensamiento lógico:


1) Combinación confabulatoria: hace referencias a una falla del pensamiento
lógico en lo que se refiere a relación e integración. Dado que se manejan
con pseudo-pensamientos, son personas que tienden a actuar sin pensar no
pudiendo anticipar las consecuencias de su acción. Es decir, se produce un
reemplazo del pensamiento por la acción.

2) Concretización: aquí se trata de un pensamiento con tendencia a animizar


las cosas, es decir a proyectar abstracciones y concretizarlas.

I) Confabulación: implica omnipotencia a nivel ,de pensamiento, que lleva a

258
conclusiones erróneas. Además de presentarse en otras patologías, se da
fundamentalmente en débiles mentales. Es de destacar que al advertirles
sobre la arbitrariedad de la respuesta no pueden considerarla.

4) Contaminación:
a) Verdadera: implica un trastorno del juicio de realidad, y de la discri-
minación; no pueden efectuar síntesis, por eilo refiere a una perturbación
grave de la lógica del pensamiento, a proceso primario y al mecanismo de
condensación.
b) Tendencia a la contaminación: indica disociación y dificultad para lograr
la integración posterior a la disociación. También, pensamiento confuso.

5) Contradicción: Hace referencia al pensamiento patológico, propio del


proceso primario, donde rige el principio de no contradicción.

6) Disminución de la conciencia de interpretación: indicadora de un pensa


miento inseguro e inestable, que necesita someterse al juicio ajeno como
forma de reasegurarse. Hace referencia cierta dificultad en la discriminación
murido interno-mundo externo y a la posibilidad de confundir fantasía con
realidad. En el caso de anulación indica franca indiscriminación.

7) Fabulación: aquí se trata de considerar las fabulaciones patológicas, que


aluden a un pensamiento fantaseoso, poco realista e inclusive delirante, que
proyectan su mundo interno sin tener en cuenta la realidad externa.

8) Ilusión de semejanza: consideramos en este caso, un pensamiento con


vacío asociativo que proyecta sobre el objeto percibido, racionalizando y
buscando apoyo a través de lo ya conocido.

9) Lógica autista:remitea una lógica personal, propia y como consecuencia,


muchas veces ilógica.

10) Respuesta de posición: está relacionada con un pensamiento primario,


asociado con lógica autista o por lo menos personal. Es índice también de
pensamiento infantil en adultos.

11) Secuencia: este es un fenómeno poco frecuente, que indica un trastorno


serio a nivel de pensamiento, una falla de la disociación así como una
dificultad para considerar la realidad tal como se presente.

12) Transparencia: aquí estamos en presencia de un déficit de «imboli/aciói i


a nivel de pensamiento y de una actuación en un nivcl fundamentalmente

259
vonciVlo, Asi conio también de unpensamiento funcionando-en proceso
primarlo, con severa regresión psicòtica.

13) Vtrbalìzación de relación: hace referencia a una lógica personal y


egocéntrica y a una falla en el establecimiento de las relaciones causales del
pensamiento. Si es muy ilógica está relacionada con una lógica autista; si se
asocia a F-, a serios trastornos de tipo psicòtico.

14) Verbalización desviada: incluye respuestas por la negativa, redundancia


en el lenguaje y neologismos. Si bien implica una falla del pensamiento
propia del psicòtico, también se lo ha observado en oligofnénicos y en
personas carenciadas.

III— Asociados a inhibición neurótica de la inteligencia:


1) Autorreferencia: Debemos distinguir, como lo hace Zulliger, entre a) las
autorreferencias negativas, asociadas a un trastorno profundo del juicio y
del pensamiento, como en el caso de los esquizofrénicos y orgánicos; y b)
los recuerdos personales, donde no hay un trastorno profundo del juicio y
del pensamiento, (por ello las dan los neuróticos), que aluden a
egocentrismo, implicando la dificultad para descentralizarse necesaria en los
procesos de aprendizaje.

2) Detalle oligofrénico: Si bien Rorschach creyó que se daba con


exclusividad en oligofrénicos, aparece también en personas con buen nivel
intelectual pero con rendimiento deficiente por situaciones conflictivas. Es
un índice de angustia y hace referencia a la interferencia de la misma en el
pensamiento.

3) Estupor ante los símbolos sexuales: aquí hay que determinar si la


persona puede sobreponerse o no a posteriori, o si la represión, la angustia
de castración o la conllictiva con la sexualidad peden interferir el
funcionamiento intelectual.

4) Evidencia: alude a pensamiento concreto e infantil en niflos. Dada por


adultos, son personas que poseen una lógica personal (inclusive aulisla).

5) Fracaso: Debemos tener en cuenta que el fracaso es el índice más intenso


de shock, en principio al color (represión afectiva intensa) o al gris (gran
monto de angustia). Pero es necesario analizar en qué láminas se presenta.
Se da más frecuentemente en las láminas II, IV, VI y IX, aunque puede ser
en olías también.

260
Si se dan pocas respuestas y hay fracasos se interpreta como inhibición,
pobreza de recursos y escasa productividad.
No solo implica situaciones corffliclivas de acuerdo a la lámina en que se dé
¡arto t ^ b i S n átálta de niM, depfcsión c incluso a deterioro psicòtico.
También acá debemos considerar como se recupera del mismo, es decir si
da respuestas adicionales, para poder luego analizarlas y darles la
significación correspondiente.

6) Movimiento Klein: hace referencia a núcleos enquistados y difíciles de


movilizar. Si se asocian a F- remitirán a núcleos psicóticos disociados del
resto de la personalidad, que pueden interferir a nivel intelectual.

7) Movimiento oculto: indica una movilización interna positiva, ya que


generalmente se da en personas que esán modificando defensas rígidas; por
ello se relaciona con liberarse y con el aflorar de lo reprimido, lo que
supondría también una movilización en el área intelectual.

8) Movimiento secundario: son personas que necesitan cierto tiempo para


conectarse con su mundo interno, implicando probablemente un pensa-
miento más lento.

9) Perseveración: Consideraremos aquí las «inflictivas, con contenidos


femeninos rotos o destruidos, las que hacen referencia a depresión, a
contenidos sexuales y a cualquier otro elemento que adquiera significación.

10) Respuestas de defecto: asociada a angustia de castración fundamen-


talmente. Es importante analizar qué parte falta, por ej.: si falta la cabeza o
le partieron la cabeza, puede hacer referencia a falta de inteligencia o a
dificultad para poner en práctica el potencial intelectual.

11) Respuesta negada: en general refiere a mecanismos de negación y/o


represión. También puede indicar trastornos de memoria producidos por
causa orgánica o psicòtica. Raramente puede asociarse a debilidad mental
profunda.

12) Shocks: será necesario hacer un análisis cuidadoso de los shocks (al
color, al gris, al rojo, kinestésico, de adaptación, al blanco, al azul, al
verde, al pardo, al vacío, inicial) que aparecen en el protocolo. Debemos
tener en cuenta especialmente la recuperación de los mismos, es decir si
van seguidos de una respuesta con buena o mala calidad formai, si hay
originales, si incluye o no el color o el claroscuro, etc.

261
I\ Asociados a deterioro:
l ) ( olor tumtlmulo: en adultos o en niños mayores de 5 irnos indica una
(¡lila en el proceso normal de pensamiento. No se da en protocolos
normales! salvo cuando es un índice de shock al color, indica deterioro
psicòtico u orgánico.

2 ) Confabulación: hace referencia a deterioro psicòtico, orgánico y a de-

bilidad mental, en algunos casos.

3) Contaminación: Tomarnos en cuerna acini las coni ¿un ¡naciones verda-


deras.

4) Detalle oligofrénico: Puede ser índice de deterioro psicòtico u orgánico,


en un protocolo donde haya otros signos que lo confirmen.

5) Fracaso: Puede también, como se dijo, indicar deterioro psicòtico.

6) Perseveración: se asocian a deterioro y organicidad; sobre todo cuando


los contenidos son neutros es decir carentes de carga afectiva, en especial si
se trata de perseveración burda, percepcional o adherencia a la mancha.

7) Repetición: fenómeno poco común. Siempre indica daño cerebral. Se da


cuando hay serios problemas de memoria anterógrada y vacíos de pen-
samiento.

Notas:
(t) Klopfer, B. y Kelly, D., Técnica del Psicodiagnóstico de Rorschach, Bs.
As., Editorial Paidós, 1977.
(2) Rorschach, H.: Psicodiagnóstico, Bs. As., Editorial Paidós, 1969.
O) l'asxalacqua, A. y Gravenhorst, M.C.: Los Fenómenos Especiales en Rors-
chach, lis. As., Centro Editor Argentino, 1988.

262
12. Pronóstico

El pronóstico, por estar dirigido a un futuro que, como tal, es imprevisible,


es lo más aleatorio de la interpretación del Psicodiagnóstico de Rorschach,
pero al mismo tiempo tal vez sea su aspecto más importante y lo que
marque más diferencias con otras técnicas de evaluación psicológica, en la
que todo es más impredecible.
De cualquier modo, si bien se pueden llegar a anticipar con cierta apro-
ximación actitudes, conductas, advenimiento de enfermedades y a veces
hasta incluso plazos para que ello suceda, que ello se cumpla o no depende-
rá de múltiples factores, algunos personales (la posibilidad de la persona de
"elegir" hasta cierto punto su destino y, si se quiere, hasta su patología, y
de rectificar su conducta y su rumbo), otros sociales (su familia, los seres
que lo rodean y su influencia sobre sf, la situación económico social) e
incluso algunos otros accidentales (sucesos imprevistos, accidentes, pér-
didas, etc.). Vuelve a surgir en esto el concepto de Freud de series com-
plementarias. Qué va a pasar con alguien en su futuro, sin duda dependerá
de lo hereditario (lo genético y lo congènito), las primeras experiencias
infantiles y lo que le acaece en el presente que puede llegar a modificar su
disposición, generalmente con mayor frecuencia más en forma negativa que
positiva.
Lo cierto es que es más probable que se cumpla un pronóstico malo que
uno bueno, lamentablemente. Aunque el que .está preparado tiene mayor
probabilidad de hacerlo, remontar circunstancias adversas, sobre todo cuan-
do se repiten, suele ser harto difícil para cualquiera, mucho más que
disfrutar de situaciones placenteras. Hay quienes mantienen un delicado
equilibrio debido a que, casualmente, su vida ha transcurrido poco menos
que en un lecho de rosas. Bastaría un grave traspié o varios para que ese
equilibrio se rompiera.
Como es imposible prever los acontecimientos futuros que devendrán en la
vida de una persona, en parte es cierto lo que dice Schafer al respeto(l)
citado por Vera Campo (2): "...nuestras interpretaciones, que en un sentido
básico son predicciones, debieran ser restringidas en su alcance en dos
sentidos. Primero, en cuanto a las formas manifiestas de expresar ten-
dencias interpretadas, éstas pueden ser predecidas con seguridad sólo en
situaciones que incluyen variables que también operan en la situación de
examen, tales como la relativa ausencia de reglas, control disminuido sobre
hechos extemos, intimidad sin estar basada en la confianza, ele.
Pero aún en situaciones que se asemejan al Rorschach en sus aspecios
«llVNNtttJlcN, regresivos o inductores de transferencia, debe permanecer ten-
tnlivn y general; así se toma en consideración el impacto selectivo, no en-
tprnmenlc controlable, de personalidades y circunstancias extemas par-
ticulares. Nuestras predicciones son guiadas por la estructura carac-
lerológica pero limitadas por el destino... La segunda restricción de la pre-
dicción que debe ser respetada, se deriva de la observación que muchas de
las tendencias que interpretamos son latentes y parciales.
La forma última de expresión de tales tendencias se halla determinada en
gran parte por su ubicación en la personalidad total, esto es, dentro de la
jerarquía de impulsos, defensas, controles, valores y haberes del individuo
y en sus relaciones y oportunidades vitales pasadas, presentes y futuras...
Hl reconocimiento de estas dos limitaciones... lleva a una mayor apre-
ciación del valor del uso de una batería de tests... Finalmente... no debié-
ramos alarmamos o descorazonamos por recientes hallazgos acerca de que
el examinador puede influir en los resultados del test. La situación de test
es dinámica y no estática; su naturaleza dinámica ayuda a explicar el hecho
que nuestros instrumentos son tan reveladores de la personalidad y la
patología... Los descubrimientos de Freud... parecen proveer los medios
más finos y comprensivos que poseemos para entender y capitalizar
nuestros conocimientos en base a la situación total de la toma del
Rorschach."
Conviene tener en cuenta la advertencia de Schafer en cuanto a que la
m ayor certeza predictiva sólo podrá extenderse a la de situaciones similares
a la de la administración del test, pero también es cierto, como también de
alguna manera enuncia en la segunda restricción que propone, que cuanto
más se conozca a una persona, más se puede predecir su conducta ante
determinadas circunstancias, incluso las que sean diferentes a la situación
de prueba.
I lay que recordar además que al hablar de pronóstico estamos refirién-
donos a dos aspectos que, si bien están la mayoría de las veces im-
bricados, muy a menudo no es así. Aludimos acá a lo que llamaremos
"personal" y terapéutico. Trataremos de aclarar esta idea: hay ciertas
estructuraciones personales que, desde el punto de vista de los criterios de
salud y enfermedad no son demasiado patológicas (y, en condiciones más
o menos constantes, tampoco llegan a serlo), pero que, desde el punto de
vista psicoterapéutico, tienen mal pronóstico ya que, en muchas de ellas,
pocos son los logros que se alcanzan y los cambios que en ellas se
producen (el caso de caracteropatías, por ejemplo). Y a la inversa también,
hay patologías graves que pueden tener buen pronóstico con la intervención
de un proceso terapéutico bien y seriamente encarado (algunas esqui-
zofrenias paranoides, por ejemplo).

lin el primer caso están incluidos, también, los que han llegado a una

4
estructuración borderline de personalidad que, por sus mismas caracte-
rísticas, son constantemente inconstante y difícilmente se dcscompensen
por tiempos prolongados (aunque no siempre es así), pero que tampoco
suden hacer grandes cambios en un tratamiento y ni siquiera a veces
hacerlo con continuidad.
Por supuesto que esto hay que verlo en cada caso en particular ya que las
variaciones son infinitas (como las personas) y no depende exclusivamente
de la categoría diagnóstica en que se lo ubique. Y, al mismo tiempo,
resaltar el valor de la psicoterapia como proceso corrector: muchas veces el
pronóstico "personal" es malo sin intervención terapéutica (caso de po-
tencial suicida, por ejemplo); pero, con ella, puede ser totalmente diferente.
También hay casos en que ambos pronósticos son coincidentes, ya sea por
lo negativo (esquizofrenia simple, por ejemplo) o por lo positivo (como en
las neurosis). Por eso, el diagnóstico cobra más importancia para la
recomendación terapéutica. A este respecto, en el artículo ya citado Vera
Campo(2) enumera lo que puede proporcionar la administración de una
batería equilibrada: " 1) un pronóstico terapéutico, 2) información acerca de
qué áreas evitar o enfocar cuando se trata de una terapia breve, y aún en la
terapia analítica, especialmente, pienso, en casos de tratamiento después de
varios intentos fracasados, 3). metas terapéuticas posibles, etc., 4) otra
posibilidad, a menudo esencial, es la de conocer y por lo tanto prever, el
peligro de un derrumbe psicòtico o de actuaciones peligrosas".
Como el tema del pronóstico "personal" está más ligado al diagnóstico
psicopatológico, lo trataremos cuando, en una tercera parte, demos cuenta
de las gnosografías y entonces veremos el pronóstico en cada una.
En general, en la bibliografía Rorschach sobre este tema cuando se habla
del pronóstico se hace referencia casi siempre, al terapéutico; es decir al
éxito o fracaso probables de una psicoterapia que opere. De hecho la
separación en los dos tipos de pronóstico es relativamente ficticia; por
ejemplo en el caso ya mencionado de las caracteropatías cabe preguntarse:
¿hasta qué punto puede hablarse de buen pronóstico "personal" cuando la
personalidad está tan empobrecida por un reforzamiento defensivo de tal
magnitud y sin casi posibilidades de cambio? Pero esto sería entrar en otro
terreno. Tampoco abordaremos el tema del pronóstico laboral que, si bien
tiene puntos de contacto con el pronóstico en general, hay algunos que son
específicos y que exceden los límites de esta publicación.
De hecho, muchos autores hacen referencia al pronóstico terapéutico.
Klopfer, ideó una escala pronóstica del Rorschach como intento pre-
liminar de predecir la reacción de los pacientes a la psicoterapia. Trata de
medir con ella el potencial de adaptación del individuo teniendo en cueni a rl
modo de utilización del claroscuro, el color y el movimiento, además de In
exactitud y nitidez de las percepciones.

265
I )IM luían secciones de la escala permiten diferenciarlos distintos aspectos
di* la fuer/,a del yo: el contacto con la realidad, la integración emocional, la
nuiowalización y el manejo de las situaciones de la realidad extema,
lis Importante que el paciente pueda mostrar su conflicto claramente en el
test (además de dar respuestas de movimiento inanimado) como indicador
de cierta capacidad de auto confrontación y conciencia de enfermedad.
Gladys Lchmann advierte sobre lo obstaculizante que puede resultar de un
exceso de capacidad imaginativa (M aumentado) ya que el paciente puede
utilizar sus fantasías para evadirse de las interpretaciones y evitar el
entontamiento con aspectos penosos de sí mismo, mientras que en un
número adecuado hablan de los positivos recursos internos del yo. Su falta
total y escasez (lo mismo que de FM) revelará una negativa incapacidad
para internalizar los conflictos. Tiempos de reacción desparejos y la
presencia de KF revelarán una ansiedad marcada que pueden expresar un
positivo deseo conciente de ayuda (como las M en flexión). La cantidad y
calidad de las M, FC, F+%, Fe, y FM y m (tomados como respuestas M
potenciales) permitirán evaluarla disponibilidad y la riqueza de los recursos
internos. Propone también evaluar la capacidad de introspección (a través
de las FK o de la descripción elaborada de las respuestas) para ver si es
exitosa y llega a un auténtico insight. Cita también a Schafer(4) que pone el
acento en el problema del paciente, la personalidad y la competencia del
analista y la fase del tratamiento. Recomienda determinar la posición de las
tendencias parciales y latentes de la personalidad del paciente estudiando la
jerarquización de sus impulsos, defensas, controles, valores, aspectos
positivos y relaciones objetales pasadas, presentes y probablemente
futuras, junto con sus oportunidades vitales, para lo cual aconseja la uti-
lización de una batería de tests, que permita observar cómo actúa el yo ante
diversos problemas y frente al examinador y la situación de prueba, ya que
las actitudes y conflictos del examinador influyen indudablemnte sobre los
resultados obtenidos. Es justamente lo dinámico de la situación de prueba
lo que permite detectar elementos importantes de la personalidad del
paciente.
También en el mismo capítulo: "El Rorschach y la analizabilidad "Gladys
W. de Lehmann es la que, en nuestro medio, trata con más profundidad el
lema del pronóstico. Remitimos a su lectura enumerando acá simplemente
las funciones yoicas que ella propone evaluar, aunque al mismo tiempo
advierte que no deben ser consideradas como signos aislados, ya que el
Rorschach debe ser estimado siempre como una configuración total. Ellas
son:

I) La adaptación a la realidad que Lehmann parece asimilar a la prue-


ba de realidad, en parte (aunque no son lo mismo) ya que propone eva-
luarla en base a la exactitud de la percepción y de la capacidad de J U I C I O ^U
través de los porcentajes esperables de F+ y F+ extendido, 1\ A y la
ausencia de O- y F- aunque aclarando que alguna F- que se desvíe
levemente de la lámina puede estar relacionada con la historia del paciente).
Incluye dentro de este ítem la regresión transitoria al servicio del yo que
Schafer(4) define como "relajación parcial y fluctuante de los controles
comunes del yo que permite el acceso a la conciencia de material
normalmente preconciente o inconciente con el fin de llevar a cabo una
labor creativa" y sin la cual los examinados se limitarían a describir las
láminas o a mencionar los contenidos más obvios.

2) El sentido de realidad que también la autora define como prueba de


realidad al hablar de capacidad para mantener la diferenciación entre el yo y
el objeto y que se evalúa en el Rorschach a través de la conciencia de
interpretación que debe ser adecuada y cuyo trastorno se ve en las disminu-
ciones y anulaciones de la misma, en la confusión en el esquema corporal
(respuestas anatómicas de F- o de figuras deterioradas) y en la posible
detección de delirios.

3) El control de los impulsos que surge a través de M mayor que FM,


FC mayor que CF+C, F%, F% extendido, F+% y F+% extendido dentro
de los límites esperables, mayor cantidad de respuestas acromáticas que
cromáticas, y de la ausencia de signos que indiquen la posibilidad de ac-
tuación (Combinaciones Confabulatorias, Colores puros, Colores acro-
máticos sin forma, un número exagerado de FM o m, el S aumentado, FC
ó 'CF negativos, colores cromáticos más del doble que acromáticos,
respuestas de explosión, perturbaciones subjetivas frente a las láminas de
color como el evitar las áreas coloreadas,1 comentarios de desagrado frente a
las láminas de color, alargue del tiempo de reación y otras, acompañadas de
perturbaciones objetivas: descenso del nivel formal sin ansiedad revelada,
dispersión de las localizaciones, incapacidad de ver las respuestas
populares y otras. A estos signos agregaríamos la ausencia absoluta de
respuestas de color, de Indice de Conflicto, de Contenidos Siniestros y
Perturbadores, de respuestas de FK e incluso de K; texturas sin forma, o
ausentes o en un número exagerado, así como también una respuesta de
contenido demasiado agresivo en la L. II). También un Rorschach que evi-
dencie una grado extremo de control puede indicarúna conducta subyacente
sumamente impulsiva; ello se vería a través del aumento de las W o Dd, los
porcentajes formales aumentados (F+, F+ extendido y F% extendido
iguales o cercanos a 100) u otros.

4) Objetos internos y relaciones objetales que se evalúan a través de

267
In» II y ln,N M. (su cantidad y calidad, si son enteros o parciales, sus
aetltiitlrN, el rol sexual, si son reales o desrealizados), de la actitud trans-
l e m i e l u l . y de la respuesta de textura (su cantidad, calidad formal y
i iiiilldad) fundamentalmente. Para Baer de Bahía las F+ indicarían la
lestilución de los objetos que inconcientemente fueron vividos como
pérdida traumática ante lo ambiguo de las láminas. Las Transparencias, las
mutilaciones, los contenidos humanos destrozados, la disociación y fusión
pueden indicar destrucción de los objetos internos y sensaciones de
extrañamiento, confusión y vaciamiento.

5) Los procesos del pensamiento:


a) Proceso primario que se ve a través de fas Transparencias o percepción
simultánea de partes externas e internas, las contaminaciones atenuadas o
verdaderas (aludiendo a la condensación), las Combinaciones Confa-
bulatorias, peculiares colores forzados (Ej.: "ovejas verdes"), las Respues-
tas de Posición, las Respuestas Cambiadas, la Lógica Autista, las Contra-
dicciones, las Autorreferencias con Disminución o Anulación de Con-
ciencia de Interpretación, las Respuestas Simbólicas, las Fabulaciones que
no encuentran justificación en la lámina, las respuestas absurdas por su
inexactitud, las respuestas confusas, la respuestas de color deteriorado, las
Confabulaciones y la expresión directa y primitiva de impulsos instintivos
y/o las Respuestas de Complejo.
b) Proceso secundario: de acuerdo con Schafer se puede valorar a través del
nivel formal (F+) como indicador de la adecuación del contacto con la
realidad, el uso de color y claroscuro controlado a través de la forma
(control cognoscitivo) y la articulación de las experiencias afectivas; las
respuestas de movimiento humano y aspectos cualitativos tales como la
diferenciación perceptiva, la capacidad de síntesis, la capacidad de
mantener una distancia emocional óptima de las respuestas y la capacidad
de simbolización.

6) Consideraciones sobre mecanismos del yo. Estudio de las


defensas: Como es un tema que, por su importancia, merecía un párrafo
aparte, acá sólo lo enumeramos.

7) Funciones autónomas del yo: la autora evalúa la inteligencia, la


disminución de la eficiencia intelectual y el potencial de inteligencia que el
individuo no puede utilizar plenamente, aspectos que también tratamos
especialmente.

8) Superyó: que sugiere evaluar a través del 1) análisis temático expre-


sado por contenidos que sugieren culpa persecutoria indicando un superyó

268
muy severo, como "el infierno", "el diablo", "un dedo que séllala", o la nc
gación de esa culpa en contenidos como "conejitos", "Blancanieves", "án-
geles", "la Virgen"). 2) los determinantes (F+ aumentado, secuencia rígida,
autocrítica, dudas obsesivas, F% muy alto, formación reactiva como
defensa, Fe y cF de contenidos desagradables indicando también culpa per-
secutoria mezclando acá detenninantes con otros signos, como Fenómenos
Especiales) y 3) la actitud hacia la prueba y hacia el examinador (actitudes
dependiente que indican un superyó muy exigente y que también se ven en
un elevado número de respuestas, con F+% de 100, dar sólo respuestas
globales o no girar las láminas, entre otras; también puede disminuir R por
temor a ser descubierto).
A esto se puede agregar el añálisis de las respuestas a la L. IV, y el dar
todas respuestas de FC. Muy especialmente hemos encontrado también que
un F% extendido de 100% o poco menos es índice de exigencia su-
peryoica.

9) Manejo de la agresividad: sobre todo poder determinar si la agresi-


vidad se descarga de manera directa y primitiva (C, F-, CF de contenido
agresivo) ya que algunos contenidos hostiles se encuentran en cualquier
persona "normal" y que no sean demasiado intensos indicando fantasías sa-
domasoquistas, viéndose, además, los controles y defensas que utiliza. La
ausencia absoluta de respuestas de contenido agresivo indica represión o
negación de esos impulsos. En el punto 3) también había referencias al
tema.

10) Nivel psicosexual: sugiere determinar las fijaciones a través del


análisis temático, si oral 1 (chupando) ó 2 (dientes), anal 1 (escape de gas)
ó 2 (ano apretado). También un número de FM notoriamente mayor que M
indican impulsos pregenitales. El narcisismo se ve a través de las
respuestas de reflejo y las Anatómicas o despreciativas (payasos tontos) a
lo que añadiríamos las respuestas de uno. La genitalidad se vería en parte
por las buenas localizaciones de D usual para las respuestas sexuales y que
ellas indiquen un impulso sexual normal, sin elementos bizarros o
destructivos y sin confusión en la identificación sexual.
En el mismo libro.Carlos Paz propone una escala con una valoración de 0 a
100 puntos para lo que llama área paciente, y de 0 a 40 para lo que llama
área analista (aspectos transferenciales y contratransferenciales) y área fa-
miliar.
También en nuestro medio Marta Pagola(5), en un primer trabajo sobre el
tema del pronóstico, realizado con el seguimiento de varios pacientes que
después del psicodiagnóstico fueron derivados a tratamiento (que ella
separa en dos grupos de acuerdo al éxito o fracaso del mismo), destaca la

269
lm|x>riniH'iit de lo que se encontró en el grupo exitoso: la existencia de
Mput'lnK cu Illanco (no complementarios) en un porcentaje no demasiado
«lio (rnlrc 5 y 10%), respuestas de movimiento inanimado (Fm, mF y m)
en igual proporción que FM, el predominio de CF, seguido de FC y muy
poco C y un adecuado balance del contenido, a lo que habría que agregarla
presencia de FK (como muestra de los esfuerzos de introspección y el
deseo de enfrentar y solucionar los problemas) y de Fe (indicando la
percepción y expresión de las necesidades de afecto).
Hn otro trabajo posterior sobre el mismo tema(6) esta autora explícita los
dos índices que para ella tienen más importancia pronóstica para un
tratamiento psicoanalítico, con lo que coincidimos: 1) un Indice de
Conflicto entre un 3 y un 12% (el más importante) y 2) la presencia de
respuestas adicionales a las cuales sugiere comparar con las principales,
obteniendo de nuevo con ellas los principales cómputos (App, porcentuales
formales y tipos vivenciales, sobre todo) como si fuera otro test. Las
posibilidades de la comparación son cuatro: a) que el test siga siendo rico
(lo cual hace pensar que la exigencia del examinador no lo coarta y puede
enfrentar bien situaciones difíciles para él); b) que el test adicional sea más
pobre (el paciente agotó toda su capacidad la primera vez y ante la nueva
exigencia no encuentra posibilidades con qué responder; son los pacientes
que comienzan bien una terapia y luego decaen); c) que el test siga siendo
pobre (típico de los cuadros psicopatológicamente graves, de mal
pronóstico) y d) que el test sea pobre en principal pero mejore en adicional
(el paciente superó sus temores iniciales y está más dispuesto a mostrarse;
puede parecer inhibido o reticente al principio del tratamiento, pero en
definitiva tendrá buen pronóstico; sólo demandará prudencia en el tera-
peuta). Para evaluar este segundo índice Pagóla recomienda pedir respues-
tas adicionales, cuando no surgen espontáneamente.
Hn este sentido, consideramos que el sólo hecho de dar respuestas adi-
cionales, independientes de su calidad (si es buena, mejor), es un buen
índice pronóstico como muestra de cierta flexibilidad y aceptación de la su-
gerencia del examinador; es decir, de su comportamiento esperable de
colaboración ante la presencia y la presión del otro (muy importantes para
una psicoterapia).
Sintetizando los aportes de los autores e integrándolos con nuestros
propios hallazgos al respecto, productos de una larga experiencia clínica,
en un principio se está tentado a pensar que es de buen pronóstico aquel
protocolo con todos sus cómputos dentro de lo esperable, lo cual es
difícilmente encontrable por otra parte. Como bien dice Klopfer(7): "Una
mera compilación de los puntajes promedio en todas las categorías de cla-
sificación puede brindar una pobre descripción de la estructura de per-
sonalidad normal; así como una superposición de las fotografías de mil

270
newyorquinos para representar al habitante típico de Nueva York", l'oi
ejeplo, aunque las K no son esperables, en algunos casos la presencia de
KF y hasta de K puede ser un índice positivo para una psicoterapia que se
inicie, como expresión mental de una angustia que puede significar cierta
movilización —en algunos casos—, y en otros la posibilidad de estar más
proclive a las intervenciones terapéuticas (como dice Caplan), además de
reducir las posibilidades que la angustia esté actuada o puesta en el cuerpo
(y por ende haya más elementos que permitan reconocerla y hacerla con-
ciente).
Antes de ver los signos correspondientes, cabría preguntarse qué carac-
terísticas personales se requieren que estén presentes en el futuro paciente
para encarar una psicoterapia, y cuáles que no estén. Dentro de las pri-
meras, las que es conveniente que estén, se encuentran las siguientes: cierto ^
grado de conflicto, angustia mentalizada acompañados de cierta conciencia
de lo que les pasa y la posibilidad de mostrarlo cierto grado de movilidad y
plasticidad, variedad y flexibilidad defensiva, alguna capacidad intelectual y
de insight, capacidad de empatia y de vincularse mínimamente con tacto en
la relaciones, algún grado de tolerancia a la frustración, capacidad de espera
por lo menos relativa (será paciente), sensibilidad, optimismo, capacidad
de deprimirse, una cierta fortaleza yoica y fundam'entalmente, que lo que le
pasa sea agodistóriieo. Las que no conviene que aparezcan son: rigidez,
tendencia a la actuación o a la somatización, impulsividad sin freno, esca-
sas defensas y muy intensas y estereotipadas, estructuraciones carac-
teropáticas o muy patológicas, deterioro serio de las funciones de realidad
(prueba, adaptación y juicio), intelectualización como defensa, nivel de
rendimiento intelectual muy bajo y falta d<j lo que se mencionó como de
necesaria presencia.
Desde ya que si una persona tiene todo lo que requiere y carece de lo que
no es conveniente, sería el paciente "ideal"; pero, por supuesto, hay grados
cuantitativa y cualitativamente diferentes dentro de esto. Además, lo que
marca a veces esa necesidad es el sufrimiento personal o familiar.
También es una realidad que varios signos apuntan a lo mismo, y el mismo
signo incluso a varios significados. Y, por otro lado, que hay que tener en
cuenta que el pronóstico se evaluará en todo: la actitud de la persona frente
a la prueba, su ajuste a la consigna, las localizaciones que emplee, los
determinantes que tomó en consideración para dar sus contenidos, ellos
mismos, su frecuencia, los Fenómenos Especiales, las respuestas adi-
cionales y los cómputos y psicograma resultante y eso no por separado,
sino de una manera integrada y única.
Sin embargo, hay signos más relevantes que otros: el que consideramos
más confiable entre los que se presentan es: fundamentalmente un Indice de
conflicto entré un 3 y un 15% (y en ello coincidimos plenamente con Marta

271
r.ill' ilui. Un poicentaje m a y o r no necesariamente indica mal pronóstico si-
no IJIII* hay cpic ser más cauteloso en la indicación y en los procedimientos
leí apduticos, aunque siempre parece perferible a que no haya. En los casos
en que no nos sustrajimos a la "omnipotencia terapéutica" y comenzamos
igualmente una psicoterapia dinámica sin I.C., los resultados fueron casi
siempre malos: la persona abandona el tratamiento o éste transcurre sin mo-
dificaciones positivas. Cuando este índice está aumentado puede no ser con-
veniente entablar una terapia psicoanalítica ortodoxa desde el principio para
no movilizar más a la persona de lo que ya está. Casi igualmente impor-
tantes son la presencia en el protocolo de Contenidos Siniestros y Pertur-
badores (aunque estos algo menos). Por supuesto a esto hay que agregar la
existencia de movimientos humanos: M (aunque ellos pueden estar
disminuidos en histéricos sin que necesariamente el pronósitco sea malo),
de las Fe cálidas (con alguna fría) en un número esperable, de las FK
(incluso KF ó K) y de los Fm. También, ya dentro de lo cualitativo es
necesario analizar si la M es en D o en W y su tipo, teniendo en cuenta que
es conveniente que predominen los activos sobre los pasivos (pero que no
sean absolutas) y los de extensión sobre los de flexión. Otro factor a
considerar es la presencia en un número esperable de FM o, como dice
Klopfer(7) hasta ligeramente aumentados con respecto a M (si M asciende
a 5 ó más) como índice de una "personalidad bien desarrollada y alegre".
Lo cierto es que.una disminución de FM (o su ausencia) abren dudas sobre
el caudal libidinal del paciente (lo mismo sucede cuando está ausente el Fm
de la L. VIII, o es muy pasivo). En cuanto al análisis cualitativo de los FM
cabe lo dicho con respecto a M.

Otro factor importante a considerar en el pronóstico es la distribución ba-


lanceada de las localizaciones y aún, que los D estén algo aumentados.
También compartimos con Marta Pagóla que las S en un porcentaje mínimo
suelen ser un índice positivo de autoafirmación sobre todo los com-
plementarios: DS y WS: Asimismo son prioritarios los porcentuales forma-
les dentro de lo esperable o poco menos, sobre todo que no esté el F% alto
y el F+% bajo.

La Proporción Color disminuida suele ser un mal indicador pronóstico, por


lo cual es preferible que esté incluso algo aumentado, aunque la excesiva
susceptibilidad tampoco es muy conveniente para el transcurso de una
psicoterapia. También la presencia de Originales positivas (siempre que no
sean muy excesivas) es un buen índice, por la inteligencia que revelan y
por el ver las cosas un tanto diferentes al resto de la gente. La recuperación
de los shocks (sobre todo si luego se dan buenas respuestas) asimismo es
un buen indicador pronóstico. En el mismo sentido apuntan las autorré-
I ciencias que suelen ser reveladoras de insight.

ni
Como indica Schafer, es positivo que los contenidos sean variados; que
aparezcan los agresivos, pero neutralizados por los benévolos.
Un I.R. y un P% no demasiado bajos, son otros índices a tener en cuenta.
El dar respuestas adicionales (ya mencionado) sobre todo sin mejora la
producción principal, también es un elemento positivo. En la misma di-
rección hay que ver el Examen de Límites ya que es preferible que se vea lo /
buscado, aún bajo un mayor nivel de presión a que no aparezca, debién-
dose evaluar cuál es el nivel de inducción que requiere la persona y si
realmente ve lo requerido, o asiente para conformar al examinador; y, a la
inversa si no ve por imposibilidad o no lo admite por oposicionismo. En el
Examen de Límites son particularmente relevantes las asociaciones libres ,
que se piden con las respuestas "de barra" y las de las respuestas re-
lacionadas con sí mismos.
Un A% disminuido también puede ser un índice negativo de falta de '
adaptación y de apartamiento de la realidad (más desde el punto de vista
"personal" que terapéutico); aumentado, al mismo tiempo, habla de
excesiva convencíonalidad e intereses muy limitados y, por consiguiente,
de falta de recursos donde apoyarse en momentos de dificultades persona-
les o tensión emocional. Un porcentaje esperable apunta a la tenacidad que
se requiere para una psicoterapia.
Coincidimos con Marta Pagóla (Exner también llegó a lo mismo) en que
puede ser de buen pronóstico una presencia algo mayor de la proporción
esperable de CF con respecto a FC en un consultante, como indicando
mayor movilidad y flexibilidad (y sugestionabilidad).
En el mismo sentido apunta Exner(8) cuando habla de lo positivo que
puede resultar que la E.A. (experiencia actual o suma de ambos miembros <
de la primera fórmula vivencial) sea algo menor que la e.p. (experiencia
potencial o suma de los de la segunda), viendo a ésta como, sensibilidad o
recursos que pueden derivar a ser utilizados.
Estamos de acuerdo con Bohm que el Movimiento Oculto indicando fuer- /
zas dentro del individuo que se están empezando a movilizar también es un
elemento positivo para el inicio de una terapia. Desde ya, su presencia es
preferible (analizando por supuesto su calidad) a la ausencia absoluta de
movimientos humanos.
También suele dar datos pronósticos el manejo de la Lámina X en cuanto a
dar a ella buenas o malas respuestas (en calidad formal y contenidos) inclu-
so a veces se puede inferir de ellas la fantasía de curación.
Importa asimismo considerar lo que no es conveniente que se presente.
Dentro de las localizaciones, los detalles inusuales (Dd) ni se esperan ni es *"
bueno que aparezcan por su significado de minuciosidad, escrupulosidad y
terquedad. Los que las dan aumentadas suelen ser personas que le encuen-
tran "la quinta pata al gato". Algunas determinantes, por su significación,

?7 \
ltmi|H)cn es positivo que se encuentren, como las Fci (sobre todo si son las
lUileitN texturas que se dan o su número es excesivo), los colores puros
(mita de uno, aunque considerando que es más negativa su ausencia abso-
luta indicando una impulsividad mucho mayor, disociada y con posibili-
dades de ser actuada), Fk, Cdes y colores arbitrario (por la intelectua-
I¡/ación que suponen), Cn (por el deterioro al que está asociado). Algunas
!
combinaciones de determinantes también son inconvenientes: C y C',K,m
y C o, desde ya, la ausencia absoluta de M, FM y Fe (además de los
colores).
Suelen hablarnegativamenté de una complejidad egosintónica un porcentaje
de Determinantes Múltiples aumentado sin Indice de Conflicto,
fin cuanto a los contenidos hay algunos ideográficos o sumamente deterio-
rativos, crudos o primitivos que suelen ser de mal pronóstico.
Hay también Fenómenos Especiales que no se esperan o porque apuntan a
patología severa (Contaminación Verdadera, Perseveración, Anulación de
la Conciencia de Intepretación, Lógica Aurista, Verbalización de relación y
otros), por lo que además significan como posibilidad de actuación
(Confabulaciones, Combinaciones Confabulatorias)ocomoalejamientodel
insight (Negación de Siniestro, Perspectiva Lineal) y refórzamiento
defensivo (shock kinestésico) o todo lo que se liga al Fracaso (sobre todo
sin reposición).

274
Notas

(1) Schafer, R. Transference in the patient's reaction to the tester en Projective


Testing and Psychoanalysis, New York, International Universities Press, 1967.
(2) Campo, V. Rorschach, pronàstico y tratamiento. Revista "El Rorschach en
1 Argentina", Año 2, N s 2, Buenos Aires, 1970.
(3) Paz, C. Analizabilidad, Buenos Aires, Paidós, 1971.
(4) Schafer, R. Projective Testing and Psychoanalysis, New York, International
Universities Press, 1967.
(5) Pagóla, M. Indices de Pronósticos en Rorschach en favor o en contra de un
tratamiento psicoanalítico, Revista "El Rorschach en la Argentina", Año 2, N s 2,
Buenos Aires, 1970.
(6) Pagqla, M. Dos índices de pronóstico en Rorschach, Revista "El Rorschach
en la Argentina", Año 5, N8 1 y 2, Buenos Aires, 1974.
(7) Klopfer B. y Kelly, D. Técnica de Psicodiagníostico de Rorschach, Buenos
Aires, Paidós, 1979.
(8) Exner, J. Sistema Comprensivo del Rorschach, Tomo H, Madrid, Pablo del
Río, 1974.

275
13. Informe

Informe
Es necesario aclarar que no pretendemos dar una "receta", sino que
enunciaremos, con fines didácticos exclusivamente, los ítems que deben
ser tomados en cuenta para confeccionar un Informe en Rorschach.
Sabemos, por otra parte, que cada psicólogo realiza su propia elaboración
personal partiendo de los elementos que, a su juicio, son relevantes en cada
situación particular. Es importante que esto sea así porque, de lo contrario,
resultarán informes estereotipados, perdiéndose la especificadad de la
problemática de cada sujeto.
De acuerdo con esto, consideraremos los siguientes aspectos:

1) Aspecto intelectual
a) Estimación del potencial:
I — Número de Respuestas
II — Número y calidad de las globales
III — N e de movimientos
IV — Presencia de FK
V — Respuestas Originales positivas
VI —FCarb
VII — F C s i m b
VIH — Tiempos de Reacción
IX Respuestas de Color

b) Tipo de pensamiento:
I — Tipo Aperceptivo

c) Diferencia entre potencial y rendimiento:


I —F%yF%ext
II — F + y F + % e x t
III — Presencia de un psicograma variado en dctenriinanles que
corrobore la presencia, por Ej.: de respuestas Originales
positivas.

277
IV « Ausencia de fenómenos especiales que indiquen restricción y/o
patología severa,
V — Análisis de las respuestas dadas en Lámina IX. No debe haber
fracaso y, en caso de haberlo, analizar cómo se repone del
mismo.
VI — Respuestas de Color
VII — Contenidos Amortiguadores
VIII — A %
IX —H+A/Hd + Ad
X —P%
XI — 0 %
XII — Indice de Conflicto
XIII — Indice de Aspiración: W/M
XIV — Análisis de las respuestas adicionales, sacando las
principales fórmulas: F%, F% ext, F+ y F±% ext, Indice
de Realidad, Tipo Aperceptivo, Contenidos, A%,
Respuestas Siniestras, Respuestas de Color. Estas deben
compararse con la fórmulas de las Respuestas Principales.

d) Intereses:
I — Variabilidad de Contenidos
II — Contenidos Múltiples
III — Respuestas Populares
IV — Respuestas Originales

2) Aspecto Afectivo:
I — Análisis de las Respuestas de Color, incluyendo si son colores
fríos o cálidos.
II — Análisis del tipo de Color: des, for, nom, arb, sim.
III — Análisis de las Respuestas de Claroscuro
IV — Estudio comparativo de las tres fórmulas vivenciales
V — Análisis de los Shocks
VI — Análisis de los fenómenos especiales vinculados al color
cromático, acromático y al claroscuro.

í) Aspecto Dinámico

a) Conflictos:
I— Secuencia

278
II — Simbolismo de las láminas
III — Determinantes múltiples, especialmente los no integrados
IV — Contenidos
V— Respuestas siniestras
VI — Movimientos en W y en D

b) Identidad:
I— Lámina!
II — Contenidos humanos
III — Movimientos humanos y animales
IV— H + A/Hd + Ad

c) Identidad Sexual:
I— Figuras Humanas
II — Sexo de las figuras humanas
III — Tipos de figuras humanas: H o (II), Hd o (hd)
IV— Uso adecuado de las áreas con simbolismo sexual
V— Respuestas de defecto

d) Vínculos:
I— Tipo y calidad de texturas
II -— Movimientos Humanos
III— Contenidos
IV — Fenómenos Especiales: Resp. de Reflejo
Rcsp. de Simetría
Resp. de uno

e) Imágenes parentales :
I — Análisis de Lámina IV
II — Análisis de Lámina VII
III — Análisis de Lámina IX

f) Capacidad de insight:
I — FK
II— M
III — Autorreferencias que acercan al insight
IV — C o m p a r a c i ó n entre Respuestas p r i n c i p a l e s y Respuestas
adicionales
V — Examen de límites

g) Transferencia:
I— Comentarios

279
I) Referencias Iransfcrenciales
III Actitud frente al examinador
IV Contenidos

h) fusibilidades de Cambio:
I Variabilidad de contenidos y determinantes
II Respuestas adicionales
III F%yF%cxt
IV — Presencia de CF
V — A% dentro de lo esperable
VI — Presencia de FM
VII —Movimiento oculto
i) Defensas:
I — Análisis del psicograma y de la secuencia
II — Análisis de los Fenómenos especiales
III — Análisis de las Respuctas adicionales

j) Puntos de Fijación:
I — Fórmula Aperceptiva
II — Contenidos
III — Respuestas de Complejo

4) Diagnóstico: No será tratado en este tomo.

5) Pronóstico: Remitimos al capítulo respectivo.

280
14. Análisis de un caso

Datos de la historia:

Adriana es la hija de una pareja de artistas que se unen ocasionalmente


(ambos son casados) en una gira artística y que se separan al nacer ella. Es
criada por una tía paterna que tenía otras hijas mayores.
La madre la visita a veces los fines de semana. Muere de cáncer cuando ella
tiene 8 años. Al padre no lo ve casi nunca y éste muere cuando ella cumple
16 años, alcohólico (síndrome de Korsakoff) en el hospital Borda.
En esa época se pone de novia con Jorge (ella tenía 16 años y él 18 años) y
luego de dejar de verse durante dos años se reconcilian y se casan
inmediatamente en contra de los deseos de los padres de él, ya que no se
casan por iglesia. Viven con la tía.
Al poco tiempo ella se embaraza y aborta espontáneamente. Los dos se
celan constantemente; él se enferma de sífilis y la acusa de serle infiel.
Como ella sabe que no lo fue, se percata de la infidelidad de él. Tiene
entonces una crisis y le dispara a Jorge hiriéndolo levemente, luego de lo
cual toma un frasco de pastillas para dormir. La internan en una institución
hospitalaria y hace un breve tratamiento. Cuando sale se separan y ella
comienza una vida desordenada; fuma marihuana y sigue viviendo en la
casa de su tía adonde lleva prostitutas porque le da pena que no tengan
dónde dormir.
Conoce entonces a Mario en "un viaje" y comienzan a convivir; decide
dejar de drogarse para no destruirse. Al tiempo Jorge quiere reconciliase y
sale con él, viéndose en hoteles alojamiento. Al darse cuenta de que quiere
a Mario vuelve con él. Queda entonces embarazada sin saber de quién, pero
deciden con Mario tener a la criatura.
Acude al hospital al séptimo mes de embarazo y pide ayuda psicológica;
concurre a las reuniones grupales y a entrevistas individuales con una
actitud muy distinta: al grupo va con una peluca de pelo corto y habla de su
mamá (por la tía), su marido (Mario), dando la imagen de la mujer "ideal".
A las entrevistas lleva todo lo "malo" y concurre vestida, adornada y
peinada como hippie.
Evolucionó positivamente ya que tenía mucha capacidad de insighl. Tuvo
una nena muy parecida a ella, realizándose un parto exitoso. Continuó en
pareja estable con Mario.

181
A N A L I S I S D E L C A S O

Proponemos un informe clínico que debe ser tomado como ejemplo,


teniendo en cuerna que el informe variará en mucho según a quién y dónde
HO presenta. Omitimos el análisis pormenorizado del psicograma y los
cómputos porque entendemos que en él está sintetizado.

INFORME
Area Intelectual
Adriana posee un buen nivel intelectual (F+%, M, W, O) aunque su
pensamiento falle en lo referente a su cuerpo y a lo sexual (At, Sexuales
negativas). Este aparece restringido y estereotipado (A%), con pocos
intereses ya que está muy preocupada por sí misma (Vit% aumentado),
poca disponibilidad para el estudio y/o trabajo y escaso rendimiento
(Amortiguador e Indice de Conflicto aumentado), lo que evidencia una
disminución de la capacidad adaptativa (Respuestas disminuidas, D%
disminuido, contenidos, etc.).
Evidencia mayor ambición que capacidad, con avidez por abarcar la
totalidad de una situación (W% aumentado, W/M), faltando en cambio el
análisis de aspectos comunes de la realidad; hay falla en el contacto social y
la comunicación, con poco sentido común, con un pensamiento más teórico
que práctico (D% disminuido) y poca posibilidad de comunicación, de
compartir, de llevar adelante situaciones concretas.
Muestra una mayor tendencia a observar hechos que otros no tomarían en
cuenta, con cierta excentricidad, oposicionismo, afán de crítica, eviden-
ciando también agresividad y desconfianza (DdrS % aumentado), mante-
niendo de todos modos adaptación a la realidad (IR esperable). Hay más
descontrol a nivel de la acción que del pensamiento.

Area afectiva:
Establece conexiones fugaces; es lábil, cambiante e incluso con posibilidad
de actuaciones impulsivas descontroladas (C,m, Combinación Confabu-
laron a, Lámina II). Muestra conflicto con la agresión y la sexualidad (vi-
vida también como muy agresiva), tanto masculina como femenina (Estu-
por fíenle a los símbolos sexuales).
til control racional disminuye cuando surgen los afectos (F+% ext. y las

282
láminas de color); en cambio si ellos y la angustia o interfieren logra cierto
grado de control del pensamiento (F%, F+%).
Aparece muy conflictuada (IC aumentado) por sus propias vivencias o por
la permeabilidad frente a estímulos afectivos que provienen del mundo
exterior; le perturba lo afectivo por el monto de angustia que le provoca y
ante ello aparece como defensa, fundamentalmente, la disociación y la
represión de lo agresivo y de lo afectivo (Shocks), aunque éstas no sean
del todo exitosas y aflore lo reprimido (CF y C) y lo actúe (Combinación
confabulatoria y C puro). Se refugia también en la fantasía (Fabulación) y
no puede pensar en lo que se relaciona con su pareja.
Muestra tensión ante los peligros del mundo interno (m) y angustia
excedente (K); está muy preocuapda por sí misma y evidencia pocas áreas
libres de conflicto (Amort. % disminuido), apareciendo angustia marcada
rayana en la desesperación (K, m y C juntos).
Invadida por los miedos (Sin.%) aparecen elementos de ansiedad persecu-
toria marcada (M, Vit.%, Sin.%, C, aumentados).

Area dinámica:
Los movimientos en D (conductas reales) se refieren a su pedido de ayuda
(Lámina I) mostrando a su vez su conducta sumisa y dependiente, con
tendencia a la simbiosis (dependencia que por otros índices parece darse a
nivel oral —fumaba marihuana— o muy regresivo), con aspectos seduc-
tores, demostrando indicios de sentirse por un lado como una nena y por
otro una "vieja" (se refugia en lo infantil, aunque siente que vivió mucho).
Vuelve a darse la seducción también de tipo infantil, junto con el
exhibicionismo, índice de conductas pregenitaies y el asombro ante su
sexualidad adulta (Estupor frente a los símbolos sexuales).
Las respuestas conflictivas (por ej. en la lámina II) se relacionan con alguna
situación real o fantaseada vivida como muy peligrosa (intento de dar
muerte al marido, aborto espontáneo), temor a la agresión sexual oral
(gatapeluda, cangrejo) o a su autodestruccióa
Los afectos traban su potencial peijudicándose a sí misma en las reali
zaciones que pudiera lograr (como situación real se podría ver en que
cuando forma pareja deja el baile en el que tenía puestas ambiciones; sus
padres la dejaron cuando era chica para seguir cada uno su carrera
artística). También muestra cómo Adriana llega a situaciones peligrosas
permanentemente, en forma masoquista.
Se reitera otra situación peligrosa y agresiva (en la lámina IX) que podría
indicarnos elementos de tipo orgánico-epiléptico. Este conllicto une su

283
t'HpwIrtftd de laninsía (M) con su descontrol y angustia, además de mostrar
una tjnin represión (por el shock). parece referirlo a su matrimonio
dmlniido muy violentamente, del que trata de salvar algo.
Evidencia gran tensión en otra respuesta conflictiva referida a una persona
angustiada y perseguida (lámina X), buscando seguridad por medio de lo
artístico (autorreferencia).
Muestra buenos vínculos (en referencia a la figura paterna con una textura
cálida) coexistiendo también con una postura distante y fría (referido a la
sexualidad con una textura fría) en un animal feroz (tigre). Es peligroso
acariciarlo aunque no puede evitar hacerlo, mostrando nuevamente como se
introduce en situaciones riesgosas (considerando que es su vivencia de la
sexualidad, en lámina VIII y lámina IX). Esta respuesta también parece
estar ligada a conductas onanistas.
En cuanto a los contenidos hacen referencia directa a la preocupación sobre
la fidelidad propia o ajena (cuernos, hipocampos), a su autopercepción
como peligrosa (gatapeluda, vampiro).

Presunción diagnóstica:
Adriana presenta un monto importante de ansiedad paranoide a nivel histero-
fóbico. Una tensión que se eleva hasta la explosión de angustia con
intentos de represión que fracasan. Vive la sexualidad agresivamente y en
forma destructiva, siendo algo que la conflictúa, lo mismo que la agresión
que trata de reprimir sin lograrlo.
El pronóstico es bueno ya que muestra los conflictos (IC, Siniestro,
Perburbadores), con posibilidad de mentalizarlos; dice qué le molesta y hay
conciencia de ello, junto con la posibilidad de insight (Sin%, M, Au-
torreferencia). La identidad sexual es pobre y confusa.
Las defensas más notorias son la represión, la disociación, la negación y la
idealización de la figura masculina, vista como persecutoria por consi-
guiente.
Tiene ambiciones artísticas, con deseos de ser alguien de renombre, seducir
despertando admiración, con fantasía de tner a todos "a sus pies" (aspecto
íóbico).
La dependencia del otro es marcada, con posibilidades de actuarla; su
desesperación la puede llevar a conductas de tipo acting-out.
Aunque su nivel intelectual es bueno se halla intensamente reprimido, sin
saber qué es bueno para ella, teniendo pocas defensas operativas, pocas
áreas libres de conflicto.
El diagnóstico sería una fobia con elementos contrafóbicos o, más aún, una

2X4
histeria descompensada con elementos depresivos y de actuación psi
copática de tipo histérica.

Evolución:
Adriana estuvo seis meses en tratamiento individual (que era lo que el
hospital permitía) y también asistía a los grupos de psicoprofdaxis
obstétrica. Hasta en eso se veía una marcada disociación: al grupo acudía
acompañada de su tía a la que mencionaba como su mamá, con una peluca
de pelo corto, muy formal y hablando de su actual pareja como de su
marido. A las sesiones individuales concurría con el mismo vestido pero
cubierta de collares, adornos, con el pelo suelto y la acompañaba su pareja
actual y venía a contar su problemática real.
Antes de tener a su beba llamó a la terapeuta pidiéndole que estuviera
presente en el parto (podían hacerlo) cuando ni siquiera estaba en trabajo de
parto (esto se comprobó recién al acudir al Hospital donde se había hecho
internar para estar protegida).
Tuvo felizmente a su beba, que era igual a ella, (no sabía quién era el padre
en realidad pero tampoco les preocupaba demasiado) pero no le dio el
pecho.
Siguió realizando su terapia durante el puerperio; posteriormente se la vio
en un encuentro casual con su pareja vendiendo en una feria hippie,
habiendo quedado su hija al cuidado de su tía.

285
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Respuesta

QL
INTERROGATORIO

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Esto me parece una persona de Hair que conozco. Quizá
1s

O
o
•C
las láminas estaban alrevés.Es un hombre parado
despidiendo humo de dos antorchas (gesto). Humo por lo
difuso.
Límites pide la
L. IH y da dos
respuestas in-
vertidas: un sa-
po y una hor-
miga succio-
nando.
Protocolo de localización
Caso Adriana
1
Hoja de cómputos y psicograma
Caso Adriana
SUMAL
N!L 1 II III IV V VI VII Vili IX X G.C.
T.R. 2 12 1 9 5 5 10 7 1 3
T.T. 25 35 35 35 25 25 40 28 40 48

W. 1 1 1 1 2 1 1 e
SW 9 53

WS 1 1

D 3 1 3 7

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1 1 3 2 1 2 2 1,5 1,5 4,5 28


Punt.
1 0,5 3 1 1 2 1,5 1,5 0,5 3,25
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Sin 1 1 1 1 ' 1 1 1 1 B

MD 1 1 1 3

MDNI 1 1 1 3

ADIC 1 1 1 4 7
R: 17 MC 4/8,5
Adíe: 7 FM + m/c + C'+ k i- K 7/1
NB Determ: 28 Prop. C.: 35%
Nfi Cont.: 23 H+A/Hd +Ad: 11/3
T.P.R.: 20" A%: 35%
T.R.G.: 6" % Vit.: 61%
T R C * 5" % Am: 7%
App: W ((D)) Dárs % Pert.: 30%
W/M: 9/4 % Sin.: 47%
F%: 25 D.M.: 18%
F % Ext.: 70% I.C.: 18%
F + %: 68% I.R.: 6
F + % Ext.: 54% P %: 41%
Ma/Mp: 4/0 0%

FENOMENOS ESPECIALES
Stock inicial
Evidencia (L. I, II, V, VI, VII)
Dism. Conc. de Interp. (L. I, VIII)
Atención de línea media (L. I, V, VII)
Autorreferencia (L. I, II, V, VI, VII y Vffl)
Shock al Rojo (L. II)
Sobreelaboración (L. II, III, VI, VII)
Estupor frente al símbolo sex. fem (L. II, V VII)
Disociación (L. III) ADICIONALES
Crítica de Objeto (L. III, IV)
Respuesta de defecto (L. IV) 1) D M + H
Shock al gris (L. IV) 2) W F± Ad. - Aut. -
Diminutivo (L. V, VI, VI, IX) Shock, Oris, Sin.
Respuesta "o" (L. V, IX, X) 3) D M Hd C. Conf.
Contaminación atenuada (L. VI) Shock, Color, Auton.
Fabulación (L. VII, VIII, IX) 4) D. FC' A - Dim.
Shock al Color (L. IX) 5) D FM Ad - Dim.
Valoración (L. II), m (IV) Autom., Eqe.
Sustitución (VII, X) 6) D F+ Heral.
Lien (VII) 7) D. M//K,m, H,humo,
C.C. (L. VIII, IX, X) Antorref.

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304
. f t
Fe de Erratas
dePág. Ns Renglón Dice Debe decir

29 15 el confabulan mienten el que confabula miente


58 23 Kc K, c
59 5 3FC/2FC 3FC/2CF
63 33 el F% disminuido el F+% disminuido
70 1 F+% y F% EXt. F+% y F+% Ext.
80 19 Dd Hd
94 32 m+ m
108 9 (CF=C > FC... (CF+C > FC...
123 17 CF y FC m muestran CF y FC muestran
ra- 17 K k
ías 10 FK± FK +
172 24 "muerte" (anular la palabra)
197 3 cap. XX cap. II
229 30 Va a los Dd aún a los Dd Va a los Dd o aún a los Ddr
254 18 UnF % un F + %
272 23 Fm de la LVIII FMdelaLVHI
273 4 sin mejora si mejora
278 15 F + y F ± % ext. F + y F + % ext.
279 16 Tipos... Hd o (hd) Tipos... Hdo(Hd)
283 1 la angustia o interfiera la angustia no interfiera
286 LUI ... CF, mF Sg D CF, mF Sg
...F A P D F A P
LIV Ad en columna 4 Ad en columna 5
288 LVIII (P mal alineado) alinear bien P
289 IX Ws WS
289 IX mal alineados los alinear bien los contenidos
289 LX escorpión D FF A escorpión D F+ A
298 17 stock inicial shock inicial
298 20 Atención línea media Mención línea media
298 Ad5) Autom. 5) Autorref.
Ediciones Klex dio término a la primera tirada de la segunda edición de esta obra,
que consta de 1000 ejemplares, en el mes de junio de 1993,
en los Talleres Gráficos COGTAL, Rivadavia 767, Capital.

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