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Introducción
El proceso hermenéutico puede comenzar con la Biblia (texto y contexto bíblico) o con una necesidad actual
(nuestro mundo y contexto). Si comenzamos con un estudio de la Biblia buscamos entender el mensaje y
aplicación para nuestra situación. Si comenzamos con un problema, tratamos de entenderlo para luego ver lo
que la Biblia nos tiene que decir en relación al asunto. No importa donde comencemos, es indispensable que
entendamos tanto la Biblia en su contexto como nuestra situación actual para poder aplicar y actualizar (poner en
práctica) lo que la Biblia nos enseña.
2. INTERPRETAR
Después de observar cuidadosamente lo que está diciendo el/la autor/a, se busca determinar el mensaje del
autor/a. La meta es descubrir los pensamientos, actitudes, emocionales y el propósito del autor/a.
3. RESUMIR
Aunque se pone como el paso #3, es, en verdad, un proceso que se debe hacer en conexión con la observación y
la interpretación. Se debe ir resumiendo las ideas claves de lo observado y su significado a través del proceso de
estudio.
4. EVALUAR
Después de entender lo que dijo el autor/a, y el significado de su mensaje para los lectores originales, entonces
se puede evaluar la importancia y valor del pasaje para el día de hoy. La evaluación depende de que el o la
intérprete conozca bien las necesidades de su propio contexto (véase la siguiente sección principal). Si no se ha
hecho un buen estudio del mundo al cual se quiere hablar (pasos 1a, 2a y 3a) no se podrá entender claramente la
aplicación del mensaje bíblico al día de hoy.
5. APLICAR
La aplicación es el fruto que debe brotar de los otros procesos. Al entender la importancia del pasaje para el día
de hoy, se deben buscar las aplicaciones específicas a la vida personal y comunitaria.
6. ACTUALIZAR
El proceso hermenéutico no está completo hasta que haya obediencia concreta. Al obedecer lo que el Señor ha
revelado crece el intérprete en su capacidad de entender la Escritura.
2a. INTERPRETAR
El o la intérprete de la actualidad necesita, no sólo poder describir la situación, sin también captar las
motivaciones, emociones, actitudes y propósitos de los involucrados. Es importante ser lo más objetivo posible
en la interpretación. Cualquier distorsión interpretativa afectará adversamente la posibilidad de que el texto
bíblico responda a la necesidad.
3a. RESUMIR
El poder describir en palabras propias la realidad a la cual se busca responder con la Biblia es una señal de que
se ha entendido la situación. El resumen describe nítidamente el problema para el cual se buscará una respuesta
bíblica.
4a. EVALUAR
Al conocer bien el problema el intérprete se acerca a la Biblia buscando la porción (o porciones) que habla a su
necesidad concreta. La evaluación es un proceso de limitación para que el estudio bíblico esté enfocado hacia la
necesidad de la actualidad.