Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
1. Introducción
El periodo clásico es el que nace de forma indecisa en Italia a comienzo del S.
XVIII y que se extiende hasta comienzos del S. XIX.
En general, el término clásico se refiere tanto a la tradición greco-romana
como a las características que se perciben de esa tradición, como serenidad, equilibrio,
proporción, sencillez, disciplina y artesanía formales, y una expresión universal y objetiva.
La primera definición se corresponde con el significado de Neoclásico en las artes visuales
del s. XVIII.; en música, los principales ejemplos se hallan en la ópera. Charles Burney1
atribuye su comienzo a la generación de compositores importantes de Nápoles a principios
de 1720 que sucedieron a la generación de A. Scarlatti. Los compositores más importantes,
entre los que se encuentran Leonardo Vinci y Leonardo Leo, según Burney “simplificaron
y pulieron la melodía, alejándola de la complicación y el retorcimiento”. Es decir, que los
componentes básicos del nuevo estilo eran la textura homorrítmica y melodías más
sencillas y naturales (este estilo fue denominado en su época como “estilo galante”).
A estas características podemos añadir como ideas fundamentales:
El desarrollo completo de la tonalidad en toda su coherencia estructural;
Una búsqueda casi obsesiva del equilibrio en todos los aspectos; y
El desarrollo de un estilo dramático, en el que son varios los afectos que se
exponen en una misma obra enfrentándose desde sus polos opuestos. Se trata de
reemplazar el sentimiento por la acción dramática.
Podemos citar también como aspectos muy señalados:
el desarrollo de la estructura jerárquica de frase y período,
la utilización de dinámicas graduales,
la elección de valores rítmicos más diferenciados y mejor perfilados,
1
Charles Burney: compositor, musicólogo, organista y clavecinista inglés nacido el 7 de abril de
1726 en Shrewsbury, Shropshire, y fallecido el 12 de abril de 1814 en Chelsea, Londres. Se recomienda la
lectura del libro: Viaje musical por Francia e Italia en el s. XVIII. Situación actual de la música en
Francia e Italia, o diario de viaje emprendido por estos países con el propósito de recoger datos para
una historia general de la música (Ed. Acantilado, volumen nº 290 de su colección).
1
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
2
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
liviandad e ingravidez del melodismo clásico temprano y que por otra parte ofrece
una gran comprensibilidad que brota de esa simplicidad armónica.
Con esta nueva estructura compositiva la música conquista un nuevo tempo: el
presto, puesto que si en el barroco casi cada nota del bajo se convertía en un nuevo
acorde, en el nuevo estilo esto ocurre de forma más lenta, lo que permite aumentar
el pulso.
La repetición de compases o grupos de compases desempeñan un papel
fundamental que nos revela dos cosas: por un lado, el valor para la solución sencilla,
que se manifiesta tanto en la formación de la melodía como en el material de los
acordes; y por otro brota una inclinación hacia la nueva vivacidad del tempo, es
como si tampoco en el desarrollo melódico estuviera permitido dar demasiada
información en demasiado poco tiempo.
La cadencia presenta dos aspectos dentro de la música clásica. Por un lado es la
base de la invención melódica. Al mismo tiempo es el medio más importante en la
forma conclusiva.
En resumen, se trata de captar en el aparente simplismo de la armonía temática
clásica el secreto artístico de su sencillez. Si sólo con tres funciones se da una armonía
mínimamente interesante, es porque lo único importante reside en qué acorde y cuándo se
aplica a un contexto formal y en cuántos cambios se producen.
Durante el s. XVII, las cadencias seguían formándose con acordes de tres notas
dominantes o subdominantes, pero como empezaron a comprender las ventajas de resaltar
el desequilibrio interno del sistema se abandonó la cadencia plagal o subdominante.
Triunfó la cadencia dominante, que pasó a ser la única, reforzada por la importancia
creciente del acorde de séptima de dominante.
3
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
2.4. La modulación
La polaridad tónica-dominante se reforzó mediante la modulación. Durante el s.
XVIII, la modulación debe entenderse básicamente como una disonancia elevada a un
plano más alto, el plano de la estructura total. Un pasaje de una obra tonal que no
corresponde a la tónica, es disonante en relación con la obra total, y si se quiere mantener
cerrada la forma y respetar la integridad de la cadencia exige una resolución. Hay que
esperar al s. XVIII, cuando se afianza definitivamente el temperamento igual, para que se
puedan articular cabalmente las posibilidades de la modulación, cuyas consecuencias sólo se
comprenderían en la segunda mitad del siglo. Aún a principios del s. XVIII, la modulación
es más un movimiento de desviación que la implantación auténtica, si bien temporal, de
una nueva tónica (ocasionalmente en J. S. Bach y de manera más clara de C. P. E. Bach,
encontramos pasajes modulantes que lo son por el simple hecho de aportar color, y partir
de la tónica, sin un objetivo claro).
Un caso muy especial es el de la Modulación en el Desarrollo, que merece un
comentario específico. En una forma sonata, el camino modulante que apunta hacia el
segundo tema trata de convencer, mientras que el desarrollo trata de sorprender. Carece de
objetivo prestablecido. El compositor abre las puertas a un espacio libre armónico de una
amplitud sorprendente, ilimitada. La dominante de la tonalidad principal, que se aborda por
último en la reexposición, no es buscada y alcanzada sino al final; en manera alguna el
compositor la tiene presente durante todo el desarrollo.
Según Diether de la Motte (tratado de armonía) podemos esquematizar el desarrollo
de la siguiente forma:
Tonalidad del fin de la exposición, tranquilamente expandida.
Comienzo del proceso de modulación
Aceleración creciente
Progresiones indefinibles
Apaciguamiento del tempo de acción armónico y enderezamiento del camino
rumbo a la D de la tonalidad principal.
En multitud de casos existe un pensamiento previo y una organización armónica a
gran escala que sustituye al punto 4 (progresiones indefinibles), de forma que se dan en el
compositor unas inquietudes y determinados intereses, no tan evidentes como la oposición
entre tónica y dominante del desarrollo, que crean unas tensiones y distensiones que
articulan la sección de forma coherente y convincente.
4
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
http://imslp.org/wiki/String_Quartet_No.19_in_C_major,_K.465_%28Mozart,_Wolfgang_Amadeus%29
3
http://imslp.org/wiki/Symphony_No.36_%28Mozart,_Wolfgang_Amadeus%29
5
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
4
Tomamos estos apuntes de: Charles Rosen: “Formas de sonata”, Ed.: Idea Books
6
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
http://imslp.org/wiki/Piano_Sonata_No.16_in_C_major,_K.545_%28Mozart,_Wolfgang_Amadeus%29
6
http://imslp.org/wiki/Symphony_No.5,_D.485_%28Schubert,_Franz%29
7
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
no apreciar hasta qué grado, a lo largo de la segunda mitad del s. XVIII, la libertad
permaneció latente en dichas formas.
a. La Forma sonata del primer movimiento: comprende dos secciones, cada una de las
cuales puede repetirse (rara vez se repetía la segunda mitad sola): es preciso que
entre ambas se dé cierta simetría, aunque no muy rígida. El movimiento empieza
por determinar un tempo y una tónica. La primera sección, o expansión, consta de
dos episodios: una marcha o modulación hacia la dominante y una cadencia final en
la misma; cada uno de estos episodios se caracteriza por un incremento de la
animación rítmica. Debido a la tensión armónica, la música ejecutada en la
dominante (o segundo grupo) suele moverse armónicamente con mayor rapidez
que la música en la tónica. Estos episodios se articulan mediante tantos motivos o
melodías como el compositor considere conveniente. La segunda sección consta
también de dos episodios: un desarrollo y una vuelta a la tónica con una cadencia
final. Es necesaria alguna forma de resolución simétrica (denominada
recapitulación) de la tensión armónica. Generalmente, la vuelta a la tónica suele
coincidir con la repetición más o menos literal de los compases iniciales, dado que
se identifican más estrechamente con la tónica. Cuando con el fin de intensificar el
efecto dramático, se dilata mucho la vuelta a la tónica, la obra posee una sección de
desarrollo extensa. La ruptura del ritmo periódico y la fragmentación de la melodía
actúan como refuerzo del movimiento armónico de este desarrollo. Las
proporciones armónicas se mantienen colocando la vuelta a la tónica o el principio
de la recapitulación en un lugar que no supere las tres cuartas partes de la duración
del movimiento: el momento más dramático se encuentra justamente antes (o, más
rara vez justo después) de dicha vuelta.
c. 3. Forma sonata –minué: consta de dos partes, pero siempre en tres frases, de las
cuales la dos y la tres están juntas. Las dos partes siempre se repiten. La
configuración entres frases se puede ampliar, pero las proporciones y el contorno
básicos son siempre patentes. La primera frase puede concluir en la tónica o en la
dominante. La segunda frase suele desempeñar la doble función de sección de
desarrollo y de segundo grupo de la exposición; la tercera frase resuelve o
recapitula. El minué suele formar parte de una forma ternaria más amplia, ABA,
con un trío que suele ser de carácter más relajado.
d. 4. La forma sonata del movimiento final tiene una organización más libre y su
función consiste en resolver todas las tensiones de la obra. Su flexibilidad origina
8
Apuntes de clase 2014/15
Israel Sánchez López
una enorme variedad que no ocurre en ningún otro movimiento. Cuando la forma
del primer movimiento vuelve al tema inicial, en la tónica, antes de la sección de
desarrollo, se denomina rondó-sonata (el rondó es una estructura antigua que viene
interrumpidamente desde la Edad Media y se “rejuvenece” con la influencia de la
sonata). Suele haber entonces un nuevo tema en la subdominante, que marcha hacia
el centro del movimiento, y a veces se sitúa en la sección de desarrollo, y otras la
sustituye. El nuevo tema en la subdominante también puede encontrarse en
movimientos finales que no sean rondós. Tanto la vuelta a la tónica antes de la
sección de la sección de desarrollo, como el tema en la subdominante reducen la
tensión y suponen una relajación de la estructura formal. Lo esencial de este
movimiento es su relativa rotundidad y la claridad del ritmo y del fraseo.
La diferencia entres estas formas ternarias y las barrocas es que en estas últimas, en
cualquiera de sus manifestaciones, la A inicial vuelve sin alteración al final (aunque sólo en
teoría, ya que la ornamentación jugaba un papel importante; es precisamente aquí en la
ornamentación donde los clásicos no aportaron nada nuevo y hubo que esperar a
compositores como Rossini, Chopin, Paganini o Listz para que esta tradición volviera a
florecer como en el barroco).