0 оценок0% нашли этот документ полезным (0 голосов)
137 просмотров2 страницы
La ceremonia de Isefa o Mano de Orunmila permite que una persona descubra su destino divino y la razón por la que vino a la tierra según su Odú o camino espiritual. Durante la ceremonia, un sacerdote de Ifá determina el Odú de la persona, el cual le explica su destino según fue decidido antes de nacer y si tuvo una expectativa positiva o negativa. La ceremonia alinea a la persona con su destino personal y le da una guía espiritual para vivir de acuerdo a su propósito.
La ceremonia de Isefa o Mano de Orunmila permite que una persona descubra su destino divino y la razón por la que vino a la tierra según su Odú o camino espiritual. Durante la ceremonia, un sacerdote de Ifá determina el Odú de la persona, el cual le explica su destino según fue decidido antes de nacer y si tuvo una expectativa positiva o negativa. La ceremonia alinea a la persona con su destino personal y le da una guía espiritual para vivir de acuerdo a su propósito.
La ceremonia de Isefa o Mano de Orunmila permite que una persona descubra su destino divino y la razón por la que vino a la tierra según su Odú o camino espiritual. Durante la ceremonia, un sacerdote de Ifá determina el Odú de la persona, el cual le explica su destino según fue decidido antes de nacer y si tuvo una expectativa positiva o negativa. La ceremonia alinea a la persona con su destino personal y le da una guía espiritual para vivir de acuerdo a su propósito.
Que es recibir la ceremonia de Isefa o Mano de Orunmila.
En alguna época de nuestra vida, todas las personas nos preguntamos
¿Cuál es nuestro destino?, ¿a que venimos a este mundo?, ¿Qué estamos haciendo bien y que no? ¿Por qué nos sentimos tan especiales y tan diferentes a los demás? Y tantas preguntas que no tenemos respuesta, cuando pasa el tiempo y la vida nos lleva por diferentes senderos, algunos que nos agradan y otros que no se nos olvidan esos cuestionamientos que son tan importantes. Todas esas preguntas tienen su respuesta y mejor aún podemos conocerlas, gracias a la ceremonia denominada “ISEFA” Isefa es la primer esencia de Orunmila, que recibimos, el Isefa nos ayuda a que nuestro Òrì (nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestro yo interno) recuerde a que bajó a la tierra, es decir cuál fue el destino divino que escogió antes de bajar a tierra, ya que ese Odú, es el mismo que el Òrì de la persona en cuestión, decidió para que fuera su guía cuando bajó a la tierra. Este Odú, tiene una expectación Ire(positivo) o una expectación Ibi,(negativo) porque es algo que se decidió antes de la vida material), esto, porque cada Ori decide si bajar a la tierra en Ire o Ibi, dependiendo las enseñanzas que desee recibir.
Cuando nos enfocamos a hablar de Isefa, hablamos de alineación con el
destino personal, tratar de hablar de respuestas Mágicas a través de un ritual, seria mentirle a nuestro propio destino.
Cuando hablamos del destino, deberíamos preguntarnos primero, ¿Cuál
es mi destino? ¿Por qué es así? ¿De qué modo puedo mejorarlo?
Estas preguntas son constantes en la humanidad, y repetiremos siempre
que solo en Ifá encontraremos las respuestas. Ya que el sacerdote de Ifá ha constatado que realmente esa persona tiene un Òrì apto para nuestra tradición, podemos proceder a pensar en que adopte modos de culto, a través de Èsú, Ifá, Òrì, o el Òrìsà que Ifá le determine.
Isefa es lo primordial, ya que el Odu que se determine, este le explicará
al iniciado a que bajó a la tierra, según lo testificado en el Odú Ogbe yonu (Ogbe Ogunda) que dice que los hijos de Obatala y Ogun bajaron a la tierra sin hacer adivinación y cuando tocaron suelo, sus Òrì se destruyeron por la lluvia, en cambio, el Òrì del hijo de Orunmila, hizo adivinación y cumplió con el Ebo, cuando él bajó a la tierra, tuvo el mejor Òrì del mundo. El propósito de la iniciación es dar al iniciado una experiencia directa de conexión con el Espíritu. Esto involucra poner al iniciado en un estado alterado de conciencia. La palabra Yoruba usada para describir el estado alterado experimentado durante la iniciación es “ini” que significa yo soy. Esto sugiere que la posesión es una expresión del más alto uno mismo, este es un proceso de abrir porciones del cerebro frecuentemente no usadas e inaccesibles que expanden nuestra habilidad para percibir al uno mismo y al mundo. La iniciación hace dos cosas para cumplir su meta, la primera alinea el orí y orí inu del iniciado lo que significa el uno mismo con el interno uno mismo. En términos psicológicos esto significa alinear la cabeza con el corazón removiendo contradicciones emocionales internas. Cuando el iniciado tiene alineado el orí y el orí inu, la puerta se abre para una experiencia de conexión con el más alto uno mismo. En el lenguaje Yoruba el más alto uno mismo es llamado el iponrí. La calidad de la experiencia de conexión con iponrí para el iniciado es formada por las invocaciones cantadas por los mayores que están haciendo el ritual y esto es acrecentado por el asé (poder espiritual) colectivo proyectado sobre el iniciado por los mayores durante la iniciación.
Conexión con iponri puede llevar a una experiencia llamada Laelae. En
el lenguaje Yoruba Laelae es la palabra usada para describir la experiencia mística de conexión con la Fuente. La experiencia es usualmente una bendición inesperada de la Creación a aquellos que activamente se comprometen en el proceso de desarrollar iwa- pele (buen carácter). La iniciación permite al iniciado estudiar la tecnología sagrada asociada con un Espíritu específico como es entendido por la sabiduría ancestral de la cultura tradicional Yoruba. El propósito de la tecnología sagrada es para desarrollar y mantener el enlace entre la conciencia humana y la influencia de fuerzas invisibles del Reino de los Espíritus como las bases para desarrollar iwa-pele. Ahí puede no haber un entrenamiento efectivo de la tecnología sagrada sin alguna conexión directa con el Espíritu. Este es el fundamento para el entendimiento de los principios metafísicos que son usados para organizar nuestra sagrada escritura llamada Odu de Ifá.
Nosotros miramos nuestro pasado para preparar nuestro futuro y que